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Teorías del Desarrollo
“El dólar: Pasado, presente y futuro”
Michel Aglietta, Virginie Coudert
Federico Casas 4.501.367-6
Macarena Deana 4.777.685-4
Diego Roselli 4.262.435-9
Joaquín Tarigo 4.542.684-5
Índice
Introducción ..................................................................................................................................................... 2
Capítulo I: La historia tortuosa del dólar: de los orígenes a la supremacía en el sistema de Bretton Woods y
su destrucción .................................................................................................................................................. 2
Segunda Guerra Mundial y Bretton Woods ................................................................................................. 3
Dilema de Triffin ........................................................................................................................................... 4
Capítulo IV: El dólar y las transformaciones del sistema monetario internacional ......................................... 4
Cambios estructurales de la economía mundial y desafíos ......................................................................... 4
El teorema de la imposibilidad de Mundell.................................................................................................. 5
Perspectivas para la evolución del sistema monetario internacional .......................................................... 6
Conclusiones..................................................................................................................................................... 7
Bibliografía........................................................................................................................................................ 8
1
Introducción
Este trabajo es un resumen de los capítulos I y IV del libro “El dólar: presente, pasado y futuro” de Michel
Aglietta y Virginie Courdert, en el que se plantea como interrogante la evolución del Sistema Monetario
Internacional (SMI), dado el peso relativo de Estados Unidos (EEUU) y las necesidades globales de regulación
financiera que quedaron, nuevamente, reflejadas en la última crisis del año 2008.
En estos dos apartados se analiza el papel que tiene el dólar como eje actual del sistema monetario
internacional y cómo moneda y la política están íntimamente relacionadas. En este sentido, los autores
desarrollan la sucesión histórica de disputas internas sociales, políticas, culturales y económicas que
configuraron su posición internacional, como por ejemplo en el tratado de Bretton Woods.
Por otro lado, utilizan conceptos teóricos para dar evidencia de la dinámica del sistema monetario
internacional y el rol del dólar en este. Estos son el Dilema de Triffin (El problema de la confianza)1 y el Teorema
de la imposibilidad de Mundell (Trilema de la política monetaria o trilema imposible)2.
Capítulo I: La historia tortuosa del dólar: de los orígenes a la
supremacía en el sistema de Bretton Woods y su destrucción
El primer capítulo del libro centra su atención en dos aspectos, el acuerdo multilateral de Bretton Woods y el
dilema de Triffin. Para llegar a esto prepara el camino a través del relato histórico de los hechos haciendo
hincapié en las decisiones de política tanto interna como externa de los Estados Unidos. Es importante destacar
que las disputas internas por intereses contrapuestos marcaron el camino para las posturas tomadas a nivel
internacional y la discordia, en general, estaba planteada entre los intereses agrarios del sur oeste y los
financieros - industriales del noreste.
Algunos hechos estilizados son:
Currency Act (1764) Referente a la dominación colonial Inglesa y la prohibición de emisión monetaria para el
pago de impuestos en Libras Esterlinas; 6 de julio de 1785 el Congreso adopta el dólar como moneda oficial;
12 de abril de 1861 estalló la Guerra de Secesión (Guerra Civil Abolicionistas vs. Confederados); Legal tender
Act (1862) sobre la emisión de papel moneda inconvertible (Greenbacks); National Bank Act (1863); Coinage
Act (1873) que suprime la acuñación de monedas de plata; Bland Allison Act (1878) restablece acuñación libre
de moneda pero no restablece el bimetalismo; Aldrich-Vreeland Act (1908) National Monetary Commission,
para ver qué grado de descentralización adoptar, un banco central único con sucursales o una federación de
bancos regionales; Creación de la Reserva federal (Fed) (1913), Federal Reserve Act, “La ley hacía dar un salto
formidable al dólar como moneda capaz de internacionalizarse con la expansión comercial de los EEUU”;
Banking Act (1935).
Dos frases que resumen la situación que se vivía en EEUU durante esta época son las siguientes: “La
dependencia financiera respecto a Londres era humillante para un país que aspiraba a la supremacía mundial”
y “A comienzos del siglo XX, los EEUU, se habían afirmado como la primera potencia industrial mundial. (...) La
extrema fragilidad del sistema bancario lo convertía en un enano monetario y financiero.”
La Primera Guerra Mundial y la diplomacia de Génova posterior a ésta son hechos que marcaron la
consolidación del dólar como moneda hegemónica. Las negociaciones posteriores establecieron que la
mayoría de los bancos centrales poseyeran una gran parte de sus reservas internacionales en Libras Esterlinas
y Dólares, se pasaba así a universo monetario distinto: el Patrón de Cambio Oro, donde esas divisas se
convertían en sustitutivas al oro. Al mismo tiempo, Woodrow Wilson (Presidente de EEUU) pretendía
restablecer la paz en el mundo a través del dólar. Aunque luego, debido a la disputa electoral interna, los
republicanos, abandonaron el proyecto impulsado por el Presidente. En el congreso, los intereses nacionales
estaban subordinados a los locales y la política exterior a la interior.
En los años veinte, el estatuto de moneda de reserva se desprendía esencialmente de estrategias políticas.
EEUU ya era en una potencia financiera, con un banco central dotado de poder para la regulación monetaria,
1
Krugman, Paul et al., Economía Internacional: teoría y política, 9a. Edición, Madrid, Pearson, 2012 p. 539.
2
Op. cit. p. 522.
2
pero no tenía una estrategia para las relaciones monetarias internacionales. Sumado a esto el Crac del 29 puso
excesivos obstáculos para generar una estrategia adecuada. Luego de la crisis se derrumba el papel
internacional del dólar, seguido por la casi autarquía de la economía estadounidense.
Segunda Guerra Mundial y Bretton Woods
El acuerdo multilateral de Bretton Woods también marca un hito importante para el desarrollo del dólar como
moneda hegemónica y de reserva a nivel mundial. Los principios del acuerdo se encuadran en no repetir los
errores del Tratado de Versalles, duramente criticado por J.M.Keynes por ser abusivo en los montos de
reparación para quienes habían perdido la guerra (Alemania), demostrando que era imposible cumplir con los
compromisos impuestos.
La idea directriz fue la reconstrucción de un orden multilateral fundado en el libre cambio. Los dos pilares
debían ser la reducción de barreras a los intercambios y la convertibilidad de monedas para los no residentes.
Estos constituían los principios constantes de la política estadounidense y para realizar este objetivo ponían el
acento en la expansión económica.
Harry White (secretario del tesoro y encargado de las negociaciones) y Keynes elaboran informes por separado,
pero ambos a arriban a objetivos comunes: preservar los equilibrios de balanzas de pagos compatibles con el
pleno empleo interno, por lo que se necesitaba una oferta de liquidez internacional suficiente para que los
países no se vieran forzados a tomar prácticas comerciales restrictivas. Por otro lado, los proyectos se oponían
en el mecanismo monetario, Keynes proponía una Unión Internacional de Pagos (International Clearing Union),
ya que estaba convencido de que la solución de los problemas comerciales era monetaria, mientras que por
su parte White sugería un fondo de estabilización de cambios.
La Unión Internacional de Pagos (UPI) de Keynes contenía tres ideas sustanciales: el multilateralismo de pagos,
la simetría en el ajuste entre países excedentarios y deficitarios, y la lógica de una moneda bancaria. Este
sistema bancario eliminaba los mercados de cambios e instituía una moneda de reserva mundial, “Bancor”,
con la cual se realizarían los pagos de saldos entre bancos centrales. Aquellos con saldos positivos deberían
ceder su margen en valores de la nueva moneda a la UPI. Simétricamente, quienes conservarán saldos
deficitarios podían tener descubiertos a partir de la posición de los países acreedores. De esta manera se
compensarían los problemas de la demasía o escasez de liquidez internacional prevalecientes.
En cambio, el plan de White, se basaba en sacar partido de la importancia del dólar, sin plantear un nuevo
sistema monetario. Para esto propuso crear dos instituciones internacionales: un fondo de estabilización de
cambios (FMI) y un banco internacional de reconstrucción capaz de suministrar el capital necesario cuando los
financiamientos privados fueran débiles (Banco Mundial). El capital de creación de dichas instituciones debería
estar constituido de oro, divisas convertibles y títulos públicos de los países participantes. EEUU debía tener
derecho a veto en el control del Fondo; para obtener dólares se necesitaba la autorización de esta entidad,
por lo tanto, del gobierno de EEUU. Esta disposición elevaba al dólar al rango de moneda internacional de
pagos oficiales.
Es importante destacar que el gobierno de Estados Unidos perseguía dos objetivos mayores: desplazar el poder
financiero de los bancos privados de Londres y Nueva York hacía el Tesoro y poner al dólar como pieza
insustituible del sistema monetario internacional. Keynes se oponía fervientemente.
La realidad pone de manifiesto a quién le fue mejor en estas negociaciones. Las ideas de White quedaron
plasmadas y las instituciones fueron radicadas en la capital estadounidense. Así mismo cada país tuvo que
declarar su paridad en oro o en una divisa convertible y como la mayoría no poseía reservas de oro, declaró su
paridad en dólares.
Todo esto trajo aparejado un cambio de sistema, del Patrón cambio oro se pasó al Patrón dólar oro y la simetría
de ajustes quedó prohibida puesto que el sistema era jerárquico respecto al dólar, como eje de la estructura.
Los bancos centrales estaban autorizados a vender dólares contra el oro a un precio de 35 dólares la onza y a
EEUU le correspondía alimentar el resto del mundo de liquidez internacional ya que la oferta de oro era rígida.
Esto no podía ocurrir sin que el país emisor acumulara un déficit persistente de balanza de pagos. El sistema
no contaba con un ajuste interno que permitiera adaptar la oferta de dólares a la demanda que surgiera de los
futuros intercambios internacionales, a esto se lo llamaría “Dilema de Triffin”.
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Dilema de Triffin
Robert Triffin señaló que, o bien EEUU luchaba contra sus déficits de pagos bajo la coerción de una conversión
en oro de las reservas internacionales poseídas por los bancos centrales extranjeros, o toleraban ese déficit
persiguiendo sus objetivos internos y el financiamiento de sus gastos internacionales para promover su
hegemonía política y militar, socavando la confianza en la paridad oro del dólar. El problema de liquidez
internacional estaba ligado al del ajuste de las balanzas de pagos que permitían equilibrar la balanza monetaria
de EEUU.
Triffin constata una versión particular de algo que se debe cumplir en todo sistema monetario internacional
en base a dos problemas a resolver, suministrar una oferta de liquidez internacional que conforme las
necesidades de intercambios internacionales y garantizar que las balanzas de pagos se ajusten para equilibrar
los ofertas y demandas de las distintas divisas. Esto se manifiesta a partir de los años sesenta cuando el
aumento de liquidez mundial en dólares se reflejó en un alza de los mercados privados del oro, que subieron
el valor a cuarenta dólares la onza. La especulación sobre este metal era el síntoma de inquietud frente al dólar
como eje de las reglas de BW. Luego las ventas de oro para sostener el precio de 35 dólares provocaron una
erosión de las reservas oficiales que debilitaron todavía más las base oro del sistema, por lo tanto, las reservas
de oro se volvieron inferiores para las necesidades de todos los actores. El sistema de BW ya no tenía futuro
sin un cambio profundo en sus reglas.
Capítulo IV: El dólar y las transformaciones del sistema monetario
internacional
El capítulo IV trata acerca de los cambios en el sistema monetario internacional (SMI) y el rol del dólar a partir
de los noventa. Dos conceptos fundamentales que se analizan en este capítulo son el Dilema de Triffin
(nuevamente) y el Teorema de la imposibilidad de Mundell.
A principio de los años noventa, con el consenso de Washington y las políticas de liberalización, se creía que la
hegemonía del dólar iba a permanecer. Sin embargo, a partir de 1994 se comienzan a producir crisis
económicas por endeudamiento, primero en México y seguido por Asia, Rusia, Argentina y Brasil, que
debilitaron el papel del dólar en el SMI.
Se esperaba una globalización homogénea con el consenso de Washington pero el proceso se dió diferenciado.
Se pasó de un patrón dólar hegemónico a un sistema pluridivisas con predominio del dólar.
Cambios estructurales de la economía mundial y desafíos
Según el informe de 2011 “Cambiante riqueza” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), el grupo de los países convergentes fue el más beneficiado por la globalización, este grupo
está formado por aquellos países con ingresos bajos o medios que en el período 1990-2007 sostuvieron tasas
de crecimiento más de dos veces superiores a los de ingresos altos (China e India entran en ese grupo). El grupo
de países pobres de ingreso estancado o disminuido en 1990-2000, duplicó el incremento del ingreso de los
avanzados en los 2000. Este crecimiento, sobre todo en África fue permitido por las recaídas chino-hindú y por
el rechazo al consenso de Washington. Pasaron de ser países que financiaban el consumo interno con
endeudamiento, a basar su crecimiento en las exportaciones. También es el caso de los países hasta entonces
precarios de América Latina y Asia, que en los 2000 entraron en el grupo de países convergentes al haber
cambiado radicalmente su política macroeconómica, cambiaron el financiamiento del consumo interno por
endeudamiento en dólares por el crecimiento a partir de las exportaciones y acumulación de reservas
internacionales. Por otro lado, los países avanzados que en 2010 tenían el 80% de los ingresos mundiales para
el 20% de la población se encontraron en un círculo vicioso de endeudamiento y especulación sobre los precios
de los activos lo que llevó a una crisis financiera.
La expansión de los flujos comerciales se concentró en el grupo de países convergentes, sobre todo en Asia.
Se trata de una profundización de la especialización internacional donde los países convergentes no absorben
tecnología de occidente, sino que la producen ellos.
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Esto lleva a una fortificación de las empresas asiáticas que refuerza la integración comercial y financiera de esa
región, creando un polo de comercio con mayor potencial que el europeo. De todos modos, hasta la crisis de
2007, Estado Unidos sigue polarizando el comercio mundial.
La diversificación de los polos productores y los mercados conduce a la aparición de otras monedas en las
transacciones internacionales, aunque hasta ahora fuera de Europa el uso del dólar no disminuyó mucho en
los intercambios internacionales.
Los países convergentes obtuvieron excedentes comerciales, por lo que acumularon reservas internacionales,
de esta manera, ante choques externos tales como la variación de los precios de las materias primas, estarían
asegurados. Era lógico poseer esas reservas en la moneda más útil porque podrían ser invertidas en mercados
financieros más líquidos, por eso el dólar fuera de Europa mantuvo su importancia.
Para remediar el exceso de reservas internacionales respecto de las necesidades, crearon fondos soberanos
para la asignación del excedente en carteras diversificadas de acciones y activos. En cuanto al financiamiento,
los empréstitos de bonos en dólares dan paso a empréstitos en monedas nacionales.
La oferta de financiación a largo plazo de los Estados por medio de los fondos soberanos y los bancos de
desarrollo hizo disminuir la participación de los bancos de negocios occidentales.
La importancia del dólar permaneció por falta de divisas competidoras a principios de este siglo y porque la
existencia de divisas convertibles en mercados de capitales abiertos es escasa.
Dos grandes problemas debilitaron al dólar: por un lado, hubo una fuerte inestabilidad de los cambios entre
monedas plenamente convertibles, y por otro, se acumularon desequilibrios financieros por polarización de
balances en cuenta corriente. Entonces el dólar fracasó en las dos funciones fundamentales de un SMI: ajuste
de las balanzas de pagos y regulación de la liquidez internacional.
La crisis financiera de 2008 hace pensar en un nuevo Dilema de Triffin. La política monetaria de Estados Unidos,
de endeudamiento para mantener el empleo, profundiza su déficit en cuenta corriente. Por ello resultaron los
déficits globales, producido por el desajuste de la globalización financiera. Al acelerarse el endeudamiento en
dólares, no es posible que la tasa de cambio desempeñe su rol de ajuste de las balanzas de pagos, ya que las
monedas inconvertibles tienen una necesidad vital de autoseguro. El dólar baja y las vulnerabilidades
financieras se acumulan, por lo que el desequilibrio sólo puede reducirse por el mismo desendeudamiento
provocado por la crisis financiera.
Las tasas bajas de interés del crédito estadounidense vuelven populares los carry trades, los agentes se
endeudan en dólares a muy bajo costo y los invierten en activos con mayor interés en países emergentes. Así
las monedas y los precios de los activos en esos países se aprecian brutalmente hasta que la burbuja estalla
cuando se produce un brusco retiro de los flujos de capitales.
De esta manera el restablecimiento de las funciones del SMI requiere un reordenamiento en las finanzas: Por
un lado, es necesario que vuelva la confianza de los acreedores extranjeros respecto al dólar consolidando el
endeudamiento público de Estados Unidos, y por otro, se necesita que el dólar sea sustituido por divisas de
influencia en aquellas regiones de polo comercial.
El euro para reforzar su soberanía necesitaría una unión política. Las reformas imprescindibles para que esto
suceda serían la unión bancaria y la unión presupuestaria de la comunidad europea. La segunda permitiría que
los eurobonos compitan con los treasury bonds de Estados Unidos. Por su parte, el yuan podría llegar a reforzar
su papel haciendo de pivote en una zona monetaria flexible en la región asiática.
El teorema de la imposibilidad de Mundell
Pretende encontrar una forma de organización del sistema internacional que evite las consecuencias del
carácter de bien público de la moneda, que genera el problema de liquidez internacional y ajuste de balanzas
de pagos.
Afirma que no se puede lograr una forma que combine la perfecta movilidad de capitales, el tipo de cambio
fijo y la autonomía de las políticas monetarias nacionales. El tipo de cambio fijo brinda certezas para el
comercio internacional, la perfecta movilidad de capitales conduciría a un equilibrio financiero mundial y las
autonomía en las políticas monetarias de las naciones permite utilizar los recursos del país con la mayor
eficiencia. Pero la libre movilidad de capitales requiere que las políticas de las naciones respeten los cambios
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fijos y la autonomía requiere aceptar los cambios flotantes, si se quiere implementar un tipo de cambio fijo y
políticas autónomas es necesario el control de capitales.
El triángulo de Mundell reúne los tipos posibles de SMI. Es un triángulo equilátero cuyos lados representan los
tres criterios descritos anteriormente y los vértices representan la elección posible de un país.
No todas las opciones son accesibles para todos los países al mismo tiempo, es necesario que exista una
coherencia en las elecciones de los principales países para que el sistema prospere en base a ajustes de
balanzas de pagos.
La divisa clave debe regular la moneda internacional, ajustar la balanza de pagos con el equilibro interno de
los países y proveer la liquidez internacional necesaria para la expansión de los intercambios. Estas funciones
deben ser ordenadas, sin excesos ni insuficiencias para evitar movimientos bruscos de capitales ni presiones
deflacionistas.
El país que emite la divisa clave no puede velar únicamente por los intereses propios, su política monetaria
debería tomar en cuenta el conjunto de los países.
Perspectivas para la evolución del sistema monetario internacional
Los problemas de ajuste en balanza de pago y liquidez internacional siguen latentes.
Los autores sugieren volver a poner sobre la mesa la propuesta de Keynes de setenta años atrás. Se propone
dirigir la economía mundial mediante la cooperación en vías de lograr un régimen monetario viable. Se debe
convenir la cooperación regional entre países con integración comercial sobre la base de una divisa
predominante. Estos convenios deben incluir la solidaridad financiera en caso de impactos externos, lo que
permite disminuir la necesidad de autoseguro.
La cooperación debería establecer instituciones reguladoras. La regulación financiera debe incluir el control de
capitales.
Se necesita la transformación de las doctrinas monetarias de los bancos centrales, que permita construir una
gobernanza monetaria internacional para un sistema pluridivisas.
El el euro y el yuan podrían alcanzar mayor soberanía si la Unión Europea y China logran superar sus problemas
estructurales. De esta forma, los impedimentos generados por la dominación política y monetaria de Estados
Unidos se disminuirían y sería posible lograr una reforma del sistema monetario internacional.
En cuanto a los ajustes por balanzas de pagos, se evitaría la propagación de impactos que surgen de las políticas
monetarias unilaterales.
Con el fin de establecer políticas monetarias multilaterales se podría llevar a cabo una de estas dos opciones:
1. Aplicar tasas de cambio flotantes en base tasas de referencia, que permitan el crecimiento de los
países convergentes y la entrada de los países precarios. Estas tasas de referencia serían una función
creciente del PBI per cápita del país y del PBI per cápita del país líder.
2. Entablar balances de cuenta corriente de referencia, esta opción implica estimar las necesidades de
inversión que se necesitan para seguir la tendencia de crecimiento potencial de los países. Además es
necesario calcular las diferencias estructurales de tasa de ahorro entre países para lograr un método
homogéneo.
La convertibilidad y flexibilidad en la oferta de todas las divisas importantes es vital para el restablecimiento
de ajustes simétricos. Una moneda con estas características ya existe y se llama Derecho especial de giro (DEG)
que es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales
de los países miembros. Según los autores
Según los autores, existen tres razones para desarrollar el DEG:
1. Evitar los inconvenientes de la soberanía del dólar al disminuir la demanda de dólares por los Bancos
Centrales como forma de autoseguro.
2. Resolver el dilema de Triffin a través de la emisión suficiente de DEG, evitando los excesos de demanda
u oferta de dólares que repercuten en las tasas de cambios.
3. Evitar las fluctuaciones de tasas de cambio mediante la creación de una cuenta en el FMI que permita
a los países con excesos de reservas en dólares diversificar sin intervenir en los mercados de cambios.
Este activo de reserva y medio de pago internacional es necesario para llevar adelante el sistema pluridivisas
propuesto. Es importante su desarrollo para disolver las inequidades del sistema actual.
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Otro factor necesario para la reforma del sistema es el rol del FMI. Debería haber un cambio estructural en la
distribución de los poderes y responsabilidades de los países miembros, los representantes de los países
emergentes deberían tener mayor participación que la actual. Las cuotas y derechos de voto deben de estar
fundadas en factores económicos y financieros de los países. La representación debería ser por regiones, por
lo tanto la zona euro debería estar representada como una entidad única y debería eliminarse la participación
de los países miembros por separado. El director ejecutivo del FMI deberá ser apoyado y con poder político tal
para comprometer a los países miembros.
Conclusiones
Como hemos visto a través de estos dos capítulos la importancia del dólar es indiscutible por la “seguridad” y
liquidez que transmite a los agentes. Al mismo tiempo, su rol en el sistema monetario internacional ha
permanecido en el tiempo a pesar de sucesivas crisis.
De todos modos y más allá de la fortaleza del dólar, el sistema tiene muchos puntos débiles en cuanto a cómo
las decisiones monetarias de Estados Unidos afectan al resto del mundo y en el rol asignado en las
organizaciones que deciden sobre la economía mundial.
La creación de algunas organizaciones como el nuevo banco de desarrollo y el fondo de asistencia monetaria
mutua por los BRICS va a contribuir que las divisas emergentes se tornen más competitivas y convertibles. Con
estas proyecciones, por primera vez las discordancias de la política monetaria volverán a los Estados Unidos y
así estarán dispuestos a encarar una regulación monetaria internacional.
Es posible diagramar otro sistema monetario internacional más equilibrado, con menos peso relativo de
Estados Unidos y por ende del dólar. Keynes propuso una institución reguladora (UPI) con una moneda de
reserva parecida a los DEGs, por lo tanto, es viable otro sistema con las mismas herramientas adoptado a las
realidades de hoy.
Quedó demostrado que la propuesta de Keynes de hace 70 años sigue estando vigente y podría tomarse en
cuenta por la misma razón que no se tomó en cuenta en Bretton Woods: la política.
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Bibliografía



AGLIETTA, Michel y COURDERT, Virginie (2015). El dólar: presente, pasado y futuro.
VAROUFAKIS, Yanis. “Imaginar un nuevo Bretton Woods”. 4 de Mayo de 2016. https://www.projectsyndicate.org/commentary/imagining-new-bretton-woods-by-yanis-varoufakis-2016-05/spanish. (2
de julio de 2016)
Krugman, P., Obstfel, M. & Melitz, M. (2012). Economía Internacional: Teoría y política, 9a edición.
Madrid: Pearson Eduación.
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