Download El Hospital Malva-Rosa advierte sobre las posibles consecuencias

Puede producir lesiones oculares importantes como
cataratas o degeneración macular
El Hospital Malva-Rosa advierte sobre
las posibles consecuencias de la
exposición crónica al sol
 Envejecimiento, manchas cutáneas e incluso
cáncer de piel son algunos de estos problemas
 Debe protegerse la piel con prendas de vestir y
usar gafas de sol con un filtro adecuado
 Son especialmente nocivas las exposiciones sin
protección en las edades infantiles y jóvenes
Valencia (22-08-08).- El Hospital Malva-Rosa, a través de su
servicio de Medicina Interna, advierte a los ciudadanos sobre las
posibles consecuencias de la exposición crónica al sol. El doctor
Rafael Castillo, facultativo del servicio de Medicina Interna del centro,
atiende diariamente durante los meses de verano a pacientes que
plantean cuestiones relacionadas con la exposición al sol y sus efectos
nocivos para el organismo, por lo que ha elaborado una serie de
indicaciones necesarias para disfrutar de la época estival sin
consecuencias perjudiciales para la salud.
El sol es imprescindible para la vida del ser humano, ya que es
necesario para poder fabricar la vitamina D, favorecer la circulación de
la sangre y mejorar algunas enfermedades de la piel. También es
conocido su efecto en la producción de unas sustancias químicas
llamadas neurotransmisores que facilitan la actividad de las neuronas.
Página web: http://www.pre.gva.es/portaveu
e-mail: [email protected]
Sin embargo, cuando la exposición al sol es excesiva, porque se
toma intensamente (muchas horas el mismo día) o muy prolongada en
el tiempo, produce efectos negativos sobre la salud. Para protegernos
de sus efectos perjudiciales nuestra piel dispone de la melanina, una
sustancia que impide que las radiaciones solares más dañinas
penetren en la piel. La melanina es la que da el color moreno a la piel y
su producción se estimula por el efecto del sol o por productos
químicos.
Siempre que se esté bajo el sol “debe protegerse la piel
expuesta de las radiaciones, bien mediante el uso de prendas de vestir
(preferiblemente de color claro y de fibra natural) y el uso de sombreros
o gorras y, en las zonas de piel expuestas, mediante la utilización de
cremas de protección solar. Además también debemos proteger
nuestros ojos con unas gafas de sol con filtro adecuado y que posean
el marcado CE (es decir, que cumple los requisitos de la normativa
europea) y los labios con protector labial”, señala el doctor Castillo.
Protección de la radiación solar
Existen unas normas generales para proteger la piel de la
radiación solar:
1. Evitar la exposición al sol entre las 11 y las 15 horas.
2. Utilizar gorras, sombreros, sombrillas, gafas de sol, ropas que
cubran suficientemente.
3. Considerar la existencia de superficies reflectantes: nieve,
agua, arena, hierba, asfalto.
4. Con la altura aumenta la intensidad de la radiación.
5. A menor latitud, mayor irradiación.
6. Beber agua o líquidos sin alcohol continuamente para evitar la
deshidratación.
7. Usar filtro solar aunque el día esté nublado, pues la radiación
UVB llega hasta nosotros de igual manera.
8. Educar y proteger adecuadamente a los niños de la radiación
solar.
9. Evitar la exposición artificial en cabinas de rayos UVA que
facilitan la aparición del cáncer de piel y envejecimiento cutáneo
prematuro.
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10. No utilizar cremas bronceadoras intensificadoras del efecto
de la radiación UV ni aplicarse colonias o productos perfumados antes
de la exposición al sol.
11. Los niños menores de 6 meses no deben exponerse al sol.
Deben situarse siempre a la sombra y utilizar protección solar de FPS
superior a 30, con cremas especiales para bebés.
Asimismo, el doctor Castillo explica que a corto plazo la
exposición prolongada al sol y sin protección puede producir “efectos
visibles como el enrojecimiento de la piel, arrugas e incluso cataratas
en los ojos. Sin embargo, sus efectos invisibles y a largo plazo son
más perjudiciales: la exposición crónica al sol puede producir
envejecimiento, manchas cutáneas y el cáncer de piel, así como
lesiones oculares importantes como las cataratas y degeneración
macular”.
Además, se debe incidir en que son “especialmente nocivas las
exposiciones sin protección en las edades infantiles y jóvenes,
claramente relacionadas con el riesgo de aparición del melanoma”.
Resultado óptimo de un fotoprotector
Para conseguir el máximo efecto de las cremas de protección
solar es necesario:
- Elegir la crema y el índice de protección solar adecuado al tipo
del piel.
- Usar un filtro solar adecuado antes de cada exposición,
aplicándolo entre media y una hora antes de la exposición y reaplicarlo
cada dos horas y después de nadar o sudar.
- Extender la crema sobre la piel bien seca.
- Aplicar una capa abundante de crema, asegurándose que se
ha extendido por toda la piel sin dejar zonas sin protección.
- No pulverizar con agua mientras se toma el sol.
- No aplicar en la piel perfumes y colonias que contengan alcohol
y esencias vegetales, porque son fotosensibilizantes.
- Utilizar protección solar aunque esté nublado.
- Evitar la exposición al sol entre las 11 y las 15 horas (horario de
máxima radiación ultravioleta).
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- En los niños, la fotoprotección debe ser completa con
protección ultra alta, es decir, su SPF no debe ser inferior a 30.
- En deportistas debe utilizarse cremas resistentes al sudor. Si se
realizan deportes acuáticos se utilizarán cremas resistentes al agua.
- Si está tomando algún medicamento, debe consultar la ficha
técnica y comprobar si son fotosensibilizantes, en cuyo caso debe
evitar tomar el sol.
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