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CONFLICTOS ÉTICOS EN LA RELACIÓN TERAPÉUTICA EN ENFERMERÍA MONOGRAFÍA PARA OBTENER EL DE TÍTULO DE ESPECIALISTA EN BIOÉTICA FACULTAD DE EN MEDICINA UNIVERSIDAD DE LA SABANA LORENA SÁNCHEZ RUBIO BOGOTÁ D.C. ENERO 2012 Introducción “Las enfermeras tienen cuatro deberes fundamentales: promover la salud, prevenir la enfermedad, restaurar la salud y aliviar el sufrimiento. La necesidad de la enfermería es universal.” Código deontológico del Consejo Internacional de Enfermería La enfermera es una persona con habilidades y actitudes humanistas, científicas y sociales. El fin último de su actuar es el cuidado de la persona, respetando y protegiendo el derecho a la vida y la dignidad. Para alcanzar este fin, en el ejercicio de su labor, las enfermeras con frecuencia tienen que tomar decisiones que requieren juicios morales que son influenciados no sólo por los principios éticos que guían su profesión, sino por una serie de valores internos y por el contexto de la situación (Bartels y Medin, 2007). Como cualquier otro individuo, la enfermera posee una escala de valores culturales, morales, religiosos, y profesionales que determinan tanto su personalidad como su manera de pensar y actuar. Adicionalmente, el ejercicio de su profesión normalmente se realiza en instituciones, asumiendo responsabilidades e interactuando con pacientes, familiares, colegas y otros profesionales, que a menudo tienen valores muy distintos de los suyos. No es ninguna sorpresa entonces que, en contextos particulares, la naturaleza en sí de estas relaciones y las obligaciones que se adquieren en ellas frecuentemente sean causa de desacuerdos y conflictos que tienen un profundo impacto no sólo en el ser cuidado y su familia, sino en el mismo equipo de salud y la sociedad en general. A pesar de la importancia del tema, sin embargo, recientes investigaciones arrojan que todavía existe una pobre conciencia del crítico papel que desempeña el proceso de toma de decisiones éticas en el ejercicio de la profesión de enfermería (Benhamou-Jantelet, 2001; Chaloner, 2007a; Gaudine et al., 2011). Esta monografía ha sido desarrollada con la intención de describir, definir, clasificar y analizar los conflictos éticos que surgen en la relación terapéutica de enfermería, determinar sus orígenes, como se viven y como se resuelven. La autora, apoyada en su experiencia profesional y en una crítica revisión de la literatura, pretende con este documento no sólo dar pautas de actuación ante la presencia de conflictos éticos, que puedan ser adoptadas por los profesionales de enfermería y otras áreas de la salud, sino, más importante aún, en el mejor interés para el paciente, crear conciencia acerca de la pertinencia de realizar una profunda reflexión de carácter ético antes de la toma cualquier tipo de decisión o acción. Capítulo I Ética en enfermería La enfermería es un arte y si se pretende que sea un arte, requiere una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura como el trabajo de un pintor o de un escultor, pero como puede compararse la tela muerta, o el frío mármol con tener que trabajar con el cuerpo, el templo del espritú de Dios? Florence Nightingale El significado de ética es difícil de precisar debido a que se suele asociar con sentimientos personales. Quizás la definición más aceptada sea considerar a la ética como una rama de la filosofía interesada en entender los aspectos morales de la vida (Volkmer, 2003). Particularmente, la ética estudia lo correcto e incorrecto en relación a la conducta humana, para prescribir normas que los personas deberían seguir, usualmente en términos de derechos y deberes. La ética se cimenta en estándares, virtudes o valores que de manera consistente benefician a la sociedad, tales como honestidad, compasión, lealtad, justicia, imparcialidad, etc. Estos estándares no sólo fundamentan la abstención de acciones como asesinar, mentir, robar, violar, difamar y estafar, sino que promueven derechos como el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho a la privacidad y el derecho a ser cuidado y protegido, entre muchos. Durante las últimas décadas se ha reconocido que en el ejercicio de su labor la enfermera con frecuencia tiene que tomar decisiones y acciones que involucran un profundo contenido moral. El carácter único de las situaciones, los conflictos y la toma de decisiones en enfermería ha llevado al desarrollo de un pensamiento ético particular, el cual se aleja del tradicional modelo médico centrista (Volkmer, 2003). Así, una buena enfermera ha pasado de ser alguien con una ética basada en una manera de ser, centrada en la observación, la obediencia, la sumisión, la confidencialidad, la lealtad y la adhesión a un código de conducta preestablecido (Nightingale, 1860), a profesar una ética referenciada en principios bioéticos, basada en el respeto, el fomento y el cumplimiento de los derechos humanos, que plantea la noción de cuidar como elemento clave (Fry y Johnstone, 2010; Edwards, 2011). El ideal moral, según Kant, esta formado por imperativos categóricos entendidos como deberes inexcusables que ordenan acciones de manera absoluta, originados en la voluntad moral. Teniendo en cuenta que en toda acción humana hay una dimensión moral que considera las bases de los juicios y las consecuencias de las acciones, por ser el cuidado del otro el fin último de su actuar, tradicionalmente se ha reconocido a la enfermería como una práctica inherentemente moral (Volkmer, 2003). Esta acción de cuidado, que tiene su origen en labores ancestrales realizadas por mujeres durante milenios, surgió de manera natural, lo cual reafirma su carácter moral (Colliere , 1993). El cuidado como ideal moral y punto de encuentro de la profesión de enfermería. “Cuidar es el ideal moral de la enfermería en donde el fin es la protección, el engrandecimiento y la preservación de la dignidad humana; el cuidado humano implica valores, deseos y compromiso de cuidar, conocimiento, acciones de cuidado y consecuencias” (Watson, 1988). A partir de esta definición se podría afirmar que la razón de ser de la enfermera, lo que nos hace mejores, es el cuidado de la persona, entendido como una interacción entre dos seres que poseen una carga particular de experiencias, seres integrales que se necesitan el uno al otro y que a partir de sus conocimientos, costumbres, cultura y valores, crean una relación auténtica, en donde la enfermera a través del afecto, el conocimiento y su ética protege a la persona brindándole herramientas para adaptarse al momento de vida que experimenta. Es indispensable que cualquier teoría de la ética de enfermería considere la naturaleza de la relación enfermerapaciente dentro de los contextos de atención en salud y adopte un punto de vista moral que se enfoque directamente en esta relación (Fry, 1989). Diversos puntos de vista describen la ética de la enfermería actual. El punto de vista tradicional argumenta que para responder a los desafíos éticos de su diario quehacer, las enfermeras deben utilizar como referencia marcos éticos rígidos tales como la deontología, el utilitarismo o el principialismo (Holm, 1997). Esta visión no reconoce de manera suficiente la naturaleza única de la práctica de la enfermería, minimizando así sus preocupaciones éticas particulares. La adhesión a estos marcos morales tradicionales puede hacer que las enfermeras lleguen a dudar de su propia lectura moral de las situaciones y se paralicen moralmente en el intento de acoger ideas alejadas de su mundo (Peter y Liaschenko, 2003). El segundo punto de vista, la visión de una teoría ética de enfermería propia (Volker, 2003), se basa en un enfoque filosófico que requiere un marco cimentado en la ética de la virtud, la ética del cuidado que es compatible con los intereses de la profesión (Edwards, 2011). En la búsqueda de una teoría global con la que las enfermeras se identifiquen, una propuesta es la de basar dicha teoría en la historia de la profesión de enfermería y la teoría de la virtud ética (Fry, 2002). Los valores éticos que se plantean son el soporte, la responsabilidad, la cooperación y el cuidado, todos ellos históricamente asociados a la enfermería. Esta visión propone que el cuidado tiene un carácter virtuoso, motivado a promover el bienestar del ser humano, que se refleja en la práctica, la investigación y los códigos profesionales. Así, actuar éticamente es actuar de acuerdo a las mejores prácticas de enfermería y a las normas profesionales (Fry y Johnstone, 2010). Sin embargo, la dimensión de una teoría de la ética de enfermería sería muy ambiciosa al intentar abordar todas las cuestiones éticas de enfermería, la asistencia, curación, prevención y promoción teniendo en cuenta que son diversas y que son muchas las acciones frente a la toma de decisiones éticas de las enfermeras, los pacientes y las familias. El que la enfermería tenga participación en diferentes grupos multidisciplinarios hace que delimitar los puntos de vista éticos médicos o de enfermería sea innecesario. Por el contrario, esta participación debe ser reconocida como positiva para el desarrollo de conocimiento que guie la toma de decisiones frente a diferentes problemas éticos para cualquier persona comprometida con el ser humano. Todos los profesionales están obligados a proporcionar una atención ética a los pacientes y si las ideas extraídas de la práctica de enfermería contribuyen a que los pacientes tengan una mejor atención, pueden y deben ser acogidas. Por último, la visión pluralista en la ética de enfermería asume una posición neutra en relación a los marcos éticos: no es absolutista ni relativista en relación con las normas morales. La reflexión puede llevar a buscar cambiar las cosas para mejorar, pero también puede conducir a proteger lo que es bueno del pasado del cambio; es así que en la visión pluralista cualquier marco ético es entendido como un medio de poner en primer plano las diferentes posiciones de la ética. Cada uno de estos marcos ofrece herramientas conceptuales para negociar las realidades concretas y los desafíos que la vida humana ofrece. La calidad en la toma de decisiones frente a los conflictos éticos depende de una serie de características, entre ellas las habilidades de razonamiento moral, los principios éticos del agente moral, la voluntad del enfermo, la conciencia del contexto socio político, la sensibilidad a la moral, la dimensión de la situación, la claridad conceptual, los argumentos críticos de los presupuestos teóricos que solo pueden ser aplicados en tiempo real. La visión pluralista reconoce que el resultado de la toma de decisiones éticas no sólo es la certeza ni el consuelo, la mejor decisión ética no es sobre la cual se esta seguro, es aquella con la que se puede vivir y que impulsa a ser mejores cada vez. La ética de la enfermería sobre esta visión pluralista tiene la ventaja de ser capaz de aprovechar los recursos pedagógicos de muchas teorías. Su tarea es fomentar una amplia gama de competencias éticas, sensibilidades y profundizar desde lo ético la comprensión de los futuros enfermeros en la toma con sabiduría de la mejor decisión y sean ellos los que decidan aceptar, rechazar o modificar la aplicabilidad de los marcos éticos disponibles (Mc Carthy, 2006). Capítulo II El conflicto ético-moral. La sociedad en la cual vivimos y las influencias sociales promueven y sostienen ciertos valores. El desarrollo de los valores puede facilitarse por medio del cambio de actitudes y creencias. En enfermería, esto puede ocurrir por medio de un modelo y un proceso de educación… Los valores y sistemas de valores son una fuerza conductora, conciente o inconcientemente. Barret, 1990. A philosophy of nursing INF & HS November/December, 17-19 La ética no es una disciplina exacta que sigue las reglas de la lógica formal; para decidir lo que es éticamente adecuado en el cuidado de enfermería se debe considerar la información del paciente en un contexto de valores (Fray y Veatch, 2006). Los valores, definidos como actitudes básicas adquiridas a través del aprendizaje social y que perduran durante toda la vida, sirven como principios guías para los juicios y comportamientos individuales (Mahrt, 2010). Los valores determinan en las personas el sentido de lo “correcto e incorrecto” y de lo que “debería ser hecho”; de esta manera influencian la conducta humana y se constituyen la base para la toma de decisiones éticas. Cada enfermera está influenciada por su propio sistema de valores, formados durante el transcurso del tiempo por la cultura, la religión, la educación y las experiencias de la vida. Su ambiente laboral es generalmente complejo y muchas de sus decisiones son tomadas en el contexto de interacciones sociales continuas, no sólo con el paciente y su familia, sino con otros profesionales de la salud. Cada una de estas personas también tiene un sistema de valores propio, que puede diferir de manera significativa del de la enfermera, dando origen a desacuerdos y conflictos. Adicionalmente, los valores de una enfermera, morales y no morales, pueden con facilidad entrar en conflicto unos con otros. Por ejemplo, los valores de la enfermera, en relación a hacer bien al paciente, pueden entrar en conflicto con su valor de respetar las elecciones del mismo. Los fenómenos de desacuerdo y conflicto moral han llevado a los eticistas a dos posiciones contradictorias. Algunos de ellos sostienen que existen normas morales que son universales y objetivas. Otros rechazan completamente cualquier presunción de objetividad y universalidad, a pesar de que es ampliamente aceptado que existen, en virtualmente todas las culturas, normas de acción como no matar, no causar dolor o sufrimiento a los otros y prevenir el daño, entre otras (Beauchamp, 2003). Esta falta de acuerdo ha hecho aún más compleja la resolución de los conflictos, por lo cual, con frecuencia, para muchos de ellos no hay una respuesta o curso de acción adecuados. Capítulo III Clasificación de los Conflictos Éticos En Enfermería Enseña el Cristo: “A tu prójimo amarás como a ti mismo”. Más nunca olvides que es otro. Antonio Machado, 2007. Ética profesional de la enfermería. La literatura reciente señala que la enfermería es una profesión que favorece el desarrollo del estrés ocupacional y del desgaste profesional. Una de las causales más importantes para estos padecimientos son los conflicto morales, definidos como situaciónes que implican conflictos de valores morales en el profesional, entre profesionales, y/o entre los profesionales y pacientes, con respecto a lo que es la acción moralmente correcta a tomar. También son definidos como situaciones en la que los derechos y obligaciones de los profesionales de la salud no son claras. A pesar de que algunas enfermeras niegan haber tenido algún caso que les hubiera generado un conflicto ético y de que muchas otras perciben a la ética como un concepto remoto y de poco valor práctico, la cual asocian con teorías y directrices que no tienen relevancia inmediata en el ejercicio diario de su profesión (Chaloner 2007a), por las vivencias narradas por un buen grupo de ellas se puede afirmar que todas las enfermeras experimentan conflictos éticos en el ejercicio de su profesión. Estos conflictos no sólo causan un profundo impacto sobre la atención al paciente, sino son una considerable fuente de estrés no sólo para la enfermera, sino para todo el equipo de salud. Muchos de estos conflictos no se solucionan debido a las grandes influencias que ejercen sobre las enfermeras las entidades en las que ellas trabajan, las normas rígidas, las políticas institucionales, las cuales impiden a las enfermeras el ejercicio de su integridad moral. ¿Qué se conoce acerca de los conflictos éticos en enfermería? En el año 2000, Redman y Fry publicaron una revisión de 5 estudios previos acerca de los conflictos éticos en enfermería. Se observaron cuatro áreas de desempeño de enfermería (educación en diabetes, cuidados pediátricos, rehabilitación y nefrología). El análisis de dichos estudios les permitió describir e identificar las percepciones que las enfermeras tienen sobre estos conflictos. Para clasificarlos utilizaron la tipología de ética y moral de Jameton, descrita en 1984, que define tres grupos a saber: La Incertidumbre Moral. Se presenta cuando las enfermeras no están seguras de los principios o valores ético-morales que aplican a la situación. El Dilema Moral. Se presenta cuando dos o más principios morales aplican pero soportan cursos de acción incompatibles. El Dolor Moral. Se presenta cuando las enfermeras saben lo que tienen que hacer, pero limitaciones, en su mayoría constrictivas, hacen que sea imposible seguir el curso de acción correcto. Según el lugar de trabajo y el rol a desempeñar, las enfermeras experimentan y describen diferentes tipos conflictos éticos: Unidades de cuidado intensivo: Daño vs beneficio que ocasiona el intentar prolongar la vida con terapias agresivas. Administración: Insuficientes recursos para la atención. Oncología: Tratamiento deficiente del paciente oncológico, el consentir o rechazar el tratamiento. Educación en diabetes: Desacuerdo con la calidad del cuidado médico. Terapia renal: Iniciación o suspensión de la diálisis. Pediatría: Protección de los derechos del niño. Rehabilitación: No tratar o tratar deficientemente al paciente. Muy importante en este estudio fueron las percepciones de las profesionales frente a la manera como se resuelven los conflictos éticos. Los conflictos descritos por dos terceras partes de las enfermeras especialistas en terapia renal fueron reportados sin resolver o resueltos únicamente por la muerte del paciente. En tan solo un 25% de los casos las enfermeras indicaron una resolución positiva evidenciado por el cuestionamiento sobre el tratamiento del paciente por parte del profesional de enfermería, o solicitando intervención de un comité de ética. En muchos casos las enfermeras renunciaron a su lugar de trabajo debido a la carga emocional y física. Los conflictos éticos descritos por las enfermeras especialistas en cuidado pediátrico se resuelven con mayor frecuencia (70 %) gracias a la intervención de otros profesionales y la participación de la familia. En algunos casos estos conflictos fueron resueltos tomando medidas de protección para el niño. Interpretaciones con base a los estudios realizados por los investigadores: Se observa baja participación de los comités de bioética en la resolución de los conflictos. En sus lugares de trabajo, algunas enfermeras no tienen acceso a los comités de ética. El 33 % de las enfermeras experimentaron dolor moral y percibieron que las limitaciones institucionales hacen casi imposible seguir el curso de acción correcto. Las enfermeras perciben baja receptividad por parte de los médicos para ocuparse de los conflictos éticos. Se evidencia poca voluntad institucional para confrontar a los médicos, lo que hace pensar a las enfermeras que es imposible la resolución de muchos de estos conflictos. Se presentan choques relacionados con la definición de atención en salud (profesionales, asistenciales, empresariales). Las perspectivas morales de las enfermeras deben ser respetadas, apoyadas e incorporadas en las estructuras de las instituciones. Capítulo IV Pautas de actuación para resolver los conflictos en enfermería "No se estudia la ética para saber qué es el bien, sino para ser buenos". Aristóteles, Ética a Nicómaco La realidad de las situaciones a las que se ve enfrentado el profesional de enfermería en su práctica le exige una serie de habilidades y características, entre ellas un comportamiento ético que incluye la honestidad, el más alto nivel de comportamiento moral, demostrando tolerancia y respeto por los seres humanos. Además de una escala de valores arraigados, una capacidad de entender al otro y su situación, la enfermera debe poseer una capacidad de escucha y una fuerza moral que permita expresar sus opiniones sin temores a ser juzgada o discriminada por dar a conocer su criterio. Como ya se expuso, la responsabilidad de cuidar a la persona respetando y protegiendo el derecho a la vida y a la dignidad hace que la necesidad de la enfermera sea universal. Si bien sus habilidades de comunicación, su percepción de la persona, sus fundamentos teóricos, la experiencia y su vocación de servicio, son muy útiles para el análisis y la toma de decisiones frente a conflictos éticos, la aplicación de la ética para la resolución de sus conflictos requiere pensamiento, racionalidad y reflexión crítica, que debe tener como referente la visión de códigos internacionales para enfermería (Edwards, 1996). El proceso de toma de decisiones no es fácil ya que se puede caer en el error de hacer prevalecer valores propios basándose únicamente en lo que está bien o mal para sí mismo, sin tener en cuenta los valores y el beneficio del paciente. La primera tarea entonces, al preparar la toma de decisiones éticas, es tener en consideración no sólo el contexto de la situación, sino los valores de la enfermera, del paciente y de todos los involucrados en el conflicto. Para ello se asume que la enfermera es una persona moralmente íntegra y que conoce los conceptos éticos que sirven como base para reconocer los conflictos éticos y tomar las decisiones (Chaloner, 2007b). La ética contémporanea contempla dos estrategias de razonamiento para la toma de decisiones ante un conflicto, la deodontológica y el consecuencialista. En la primera de ellas el razonamiento se concentra en los medios más que en los fines, de tal manera que, independientemente del propósito, algunos actos son considerados erróneos y son moralmente inaceptables. En contraste, el razonamiento consecuencialista considera los medios irrelevantes desde que con ellos se logren los fines deseados (Bartels and Medin, 2007). El uso de estos dos paradigmas llevará a resultados diametralmente opuestos, lo que probablemente explica la inusitada frecuencia con la que enfermeras y médicos tienen perspectivas diferentes acerca de la manera de resolver los conflictos. Más allá de las diferencias en estas estrategias de razonamiento, el beneficio de seguir un procedimiento para la toma de decisiones ha sido comprobado ampliamente. Diversos métodos y recomendaciones han sido propuestos para el análisis de casos a la luz de la ética de enfermería. Uno de ellos, conocido como la “herramienta L” (Posada González, 2000), ha servido como modelo y guía para la creación de métodos institucionales en Colombia, como el que es utilizado por el comité de bioética del Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué (ver anexo 1). Un ejemplo de su aplicación se encuentra en el anexo 2. El análisis ético no intenta dar de manera inmediata una solución satisfactoria y definitiva. Es necesario tener en cuenta que puede haber una o varias opciones éticamente aceptables, que debemos ser capaces de justificar el curso de acción elegido y que debemos estar preparados para responder a posibles objeciones. Sumario Los eticistas no son los únicos que deben preocuparse por atender y dar respuesta a dilemas y conflictos éticos. Una característica fundamental de una práctica profesional efectiva es la capacidad de reflexionar sobre los conflictos éticos. Médicos, enfermeras y en general todo el equipo de salud, necesitan preservar virtudes y trabajar en verdadera colaboración, reconociendo su interdependencia y la complementariedad de su conocimiento, habilidades y perspectivas, así como sus compromisos morales en común. Idealmente, la toma de decisiones y acciones éticas deberá ser guiada por un conocimiento teórico-práctico, una práctica competente y la consideración de los valores individuales de todos los involucrados en los conflictos, especialmente los del paciente (Volker, 2003; Fray, Johnstone, 2010). El papel central de la enfermera en la provisión del cuidado y su estrecha relación con el paciente hace que afronten dilemas y conflictos éticos a diario, pero al mismo tiempo les permite participar, desde una posición privilegiada, en el análisis y la resolución de dichos conflictos. Sin embargo, muchas enfermeras no se involucran activamente con los asuntos éticos propios de su oficio y por ello su visión ética es poco tenida en cuenta. Como resultado, prima la visión del médico o de otros profesionales, no siempre con el mejor interés para el paciente. Por todo lo anterior, es necesario promover la formación, el análisis y la discusión ética en enfermería hasta convertirla en una actividad permanente de la vida profesional, en lugar de ser algo que sólo es discutido cuando surge un problema. El beneficio de la discusión ética no es solo para el paciente, sino para la enfermera en sí misma y para toda la sociedad en general. Bibliografía Bartels DM, Medin DL. Are morally motivated decision makers insensitive to the consequences of their choices? Psychol Sci. 2007 18: 24-8. Beauchamp TL and Childress JF. Principios de ética biomédica, cuarta edición. Nueva York: Oxford University Press, 1994. Beauchamp TL. A defense of the common morality. Kennedy Inst Ethics J. 2003; 13:259-74. Benhamou-Jantelet G. Nurses' ethical perceptions of health care and of medical clinical research: an audit in a French university teaching hospital. Nurs Ethics. 2001; 8:114-22. Chaloner C. An introduction to ethics in nursing. Nurs Stand. 2007a; 21:42-6. Chaloner C. Ethics in nursing: the way forward. Nurs Stand. 2007b; 21: 40-41. Colliere, Marie Françoise. Promover la vida: de la práctica de las mujeres cuidadoras a los cuidados de enfermería. Madrid: McGraw- Hill; 1993 Edwards S.D. Nursing Ethics, a Principle-Based Approach. Macmillan, Basingstoke. 1996. Edwards SD. Is there a distinctive care ethics? Nurs Ethics. 2011; 18:184-91. Fry ST & Veatch RM. Case studies in nursing ethics, 3rd ed. Boston: Jones & Bartlett, 2006. Fry S.T and Johnstone M-J. Ética en la práctica de enfermería. Una guía para la toma de decisions éticas. México. Editorial El Manual Moderno, 2010. Gaudine A, Lamb M, LeFort SM, Thorne L. 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Tabla 1 Variables que intervienen en las situaciones que generan conflictos éticos Lo que se presume de la enfermedad del paciente El compromiso social que implica el tratamiento La tecnología utilizada Las diferencias en la orientación filosófica de los profesionales de la salud La relación y organización de los profesionales de la salud Anexo 1 Método para el análisis de situaciones éticas utilizado en el Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué. Procedimiento 1. Describir la situación de manera precisa e identificar los conflictos de manera concreta. 2. Conocer los valores del paciente y el contexto de su situación. 3. Identificar las consecuencias que se han derivado de cada acción u omisión, en los protagonistas y en los afectados. 4. Identificar los beneficios y los riesgos para el paciente. 5. Identificar los principios implicados en el conflicto 6. Describir las posibles acciones a seguir e identificar cuales pueden mejorar los principios en conflicto. 7. Realizar recomendaciones Recomendación 1. Tomar la decisión más prudente, esto es que debe ser contrastada con los valores propios de la cultura. 2. Recordar que la deliberación debe ser un procedimiento intelectual. 3. Recordar que la deliberación debe ser colectiva. 4. Tener en cuenta que intervienen tradiciones, deseos, valores y emociones. 5. Escuchar a los involucrados en el conflicto. 6. Buscar el mejor interés para la persona involucrada, no llegar a un consenso. Anexo 2 Ejemplo de una situación en la que se evidencia un conflicto ético: Vanessa, niña de 6 años, sufrió un aplastamiento de su miembro superior derecho, tras ser arrollada por una camioneta. Después de muchos procedimientos quirúrgicos, los médicos deciden que la única opción que tiene la niña para mejorar su cuadro es la amputación. Sus padres no están de acuerdo con esta decisión y solicitan una segunda opinión. Como respuesta, el equipo médico tratante solicita la intervención de las autoridades para obtener la custodia de la niña y así realizar el procedimiento. Las enfermeras de la unidad unidad de cuidados pediátricos sugieren la remisión de la niña a una institución de mayor complejidad, ya que consideran que los padres necesitan y tienen derecho a una segunda opinión. Ante esta sugerencia, los médicos tratantes y el auditor médico de su EPS manifiestan que una remisión no sería útil ya que se le realizaría el mismo procedimiento (amputación). Adicionalmente, manifiestan que cuentan con el apoyo de los entes oficiales para poder tomar decisiones en beneficio de la paciente y solicitan que la información dada a la familia sea únicamente emitida por el médico de la unidad de cuidados pediátricos. Los padres interponen una acción de tutela. Interrogantes que surgen frente a esta situación: ¿Existe un conflicto ético? ¿Cuáles conceptos éticos están involucrados? ¿Es suficiente la información aquí plasmada para realizar el análisis de esta situación? ¿Se conocen todas las opciones de tratamiento para esta niña? ¿Se está escuchando a los padres? ¿Es desproporcionada la opción propuesta por las enfermeras? ¿Para proteger a la niña era necesaria la solicitud de custodia ante los entes judiciales? ¿Se conocen y se están aplicando los derechos del paciente? ¿Busca la intervención de las enfermeras el mejor interés para el paciente? UNIVERSIDAD DE LA SABANA INSTITUTO DE POSTGRADOS- FORUM RESUMEN ANALÍTICO DE INVESTIGACIÓN (R.A.I) ORIENTACIONES PARA SU ELABORACIÓN: El Resumen Analítico de Investigación (RAI) debe ser elaborado en Excel según el siguiente formato registrando la información exigida de acuerdo la descripción de cada variable. Debe ser revisado por el asesor(a) del proyecto. EL RAI se presenta (quema) en el mismo CD-Room del proyecto. No. 1 2 3 VARIABLES NOMBRE DEL POSTGRADO TÍTULO DEL PROYECTO AUTOR(es) DESCRIPCIÓN DE LA VARIABLE Especializacion en bioética Conflictos éticos en la relación terapéutica de enfermería Sánchez Rubio Lorena 4 5 AÑO Y MES 6 DESCRIPCIÓN O ABSTRACT 7 PALABRAS CLAVES Enfermería, ética, moral, valores, conflicto. 8 SECTOR ECONÓMICO AL QUE PERTENECE EL PROYECTO Educación 9 TIPO DE ESTUDIO Monografía NOMBRE DEL ASESOR(a) 10 OBJETIVO GENERAL 11 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 12 RESUMEN GENERAL 13 CONCLUSIONES. 14 FUENTES BIBLIOGRÁFICAS 2012-Febrero Arango Restrepo Pablo El papel central de la enfermera en la provisión del cuidado hace que participe en procesos de toma de decisiones que con frecuencia generan conflictos de valores morales. Estos conflictos causan un profundo impacto sobre la atención al paciente y son una considerable fuente de estrés ocupacional para la enfermera Crear conciencia acerca de la pertinencia de realizar una profunda reflexión de carácter ético antes de la toma cualquier tipo de decisión o acción. • Describir, definir, clasificar y analizar los conflictos éticos que surgen en la relación terapéutica de enfermería, determinar comoque se viven se resuelven Los eticistassus noorígenes son los únicos debeny como preocuparse por atender y dar respuesta a dilemas y conflictos éticos. Una característica fundamental de una práctica profesional efectiva es la capacidad de reflexionar sobre los conflictos éticos. Médicos, enfermeras y en general todo el equipo de salud, necesitan preservar virtudes únicas y trabajar en enfermeras verdadera colaboración reconociendo y la complementariedad de su • Médicos, y en general todo el equiposu deinterdependencia salud, necesitan preservar virtudes y trabajar en verdadera colaboración, reconociendo su interdependencia y la complementariedad de su conocimiento, habilidades y perspectivas, así como sus compromisos morales en común. • La toma de decisiones y acciones éticas deberá ser guiada por un conocimiento teórico-práctico, una práctica competente y la consideración de los valores individuales de todos los involucrados en los conflictos, especialmente del paciente. • El papel central de la enfermera en la provisión del cuidado y su estrecha relación con el paciente hace que afronten dilemas y conflictos éticos a diario, pero al mismo tiempo les permite participar, desde una posición privilegiada, en el análisis y la resolución de dichos conflictos Bartels DM, Medin DL. 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