Download Efectos negativos derivados del consumo de marihuana

Document related concepts

Cannabis medicinal wikipedia , lookup

Cannabis (psicotrópico) wikipedia , lookup

Efectos del cannabis sobre la salud wikipedia , lookup

Cannabis sativa wikipedia , lookup

Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de Marihuana wikipedia , lookup

Transcript
Efectos negativos a la salud derivados del consumo de
marihuana
Nora D. Volkow, M.D., Ruben D. Baler, Ph.D., Wilson M. Compton, M.D.,
and Susan R.B. Weiss, Ph.
A la luz del escenario cambiante relacionado con la legalización de la marihuana
para uso médico y recreacional, es más probable que los pacientes pregunten a los
médicos acerca de las posibles reacciones adversas o favorables resultado del consumo
de cannabis. La noción popular parece ser que la marihuana es un placer inocuo, el cual
no debiera ser regulado ni considerado ilegal. Actualmente, la marihuana es la droga
“ilícita” más usada en los Estados Unidos, un 12% de las personas mayores de 12 años
dice haberla utilizado en el último año, siendo consumida principalmente por la gente
joven. La manera empleada en su consumo es mediante la inhalación. Las hojas rayadas
grisáceo-verdosas y las flores de la cannabis sativa son fumadas (junto con las ramas y
las semillas) en cigarrillos, cigarros, pipas, pipas de agua o “blunts” (marihuana
enrolada en hoja de tabaco comúnmente usada en la elaboración de cigarros). El hashish
es un producto creado con la resina de las flores de la marihuana y es usualmente
fumado (por si misma o mezclada con tabaco), pero puede ser consumida de manera
oral. La marihuana también puede ser usada para hacer una infusión, y sus extracciones
a base de aceite pueden ser mezclados para crear comida.
El uso regular de la marihuana durante la adolescencia es de particular
preocupación, ya que el uso por este grupo etario está asociado a un posible aumento de
consecuencias negativas. Aunque muchos estudio han reportado efectos negativos, otros
no lo han hecho así, y la pregunta acerca de si la marihuana es dañina o no sigue siendo
tema de un acalorado debate. Aquí revisamos el estado actual de la ciencia relacionada a
los efectos negativos del consumo recreacional de marihuana, enfocándose en aquellas
áreas en las cuales la evidencia tiene más peso.
EFECTOS ADVERSOS
Riesgo de adicción
Fuera de algunas discusiones controversiales respecto al estatus adictivo de la
marihuana, la evidencia muestra claramente que el uso a largo plazo de la marihuana
puede llevar a la adicción. De hecho, aproximadamente el 9% de aquellos que
experimentan con marihuana van a convertirse en adictos (de acuerdo a los criterios
para dependencia del Manual diagnóstico y estadístico de desórdenes mentales, 4ta
edición [DSM-IV]. El número aumenta de 1 de 6 dentro de aquellos que empezaron a
consumir marihuana durante la adolescencia y de 25 a 50% dentro de aquellos que
fuman marihuana diariamente. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Uso y Salud del
2012, un estimado de 2.7 millones de personas de 12 o más años calzan dentro de los
criterios del DSM-IV para dependencia de marihuana, y 5.1 millones de personas calzan
dentro del criterio para dependencia de cualquier droga ilícita (8.6 millones calzan
dentro del criterio para dependencia de alcohol). Hay también un reconocimiento de
buena fe de síndrome de abstinencia (que incluyen irritabilidad, problemas para dormir,
disforia, craving y ansiedad), que hacen difícil dejar el consumo, contribuyendo a su
recaída. El uso de marihuana en adolescentes es particularmente problemático.
THC, el ingrediente principal de la marihuana.
Este punto de vista ha recibido considerabl
considerablee
apoyo en estudios utilizando animales, los
cuales han mostrado, por ejemplo, que la
exposición durante el período prenatal o
adolescente al THC puede recalibrar el sistema
de recompensa a otras drogas, y que una
exposición durante el período prenatal
interfiere
erfiere con dinámicas citoesqueléticas, que
son críticas para el establecimiento de las
conexiones axonales entre neuronas.
La vulnerabilidad de la adolescencia a consecuencias
negativas derivadas del consumo de marihuana a largo
plazo esta probablemente relacionado con el hecho de
que el cerebro, incluyendo el sistema endocannabinoide,
sufre un desarrollo activo durante la adolescencia.
ado
De
hecho, un comienzo temprano y regular en el uso de
marihuana predice un incremento en el riesgo de
producir una adicción a la marihuana, lo que a cambio
produce un aumento en el riesgo de usar alguna otra
droga ilícita. Comparado a las personas
person que comienzan a
usar marihuana en la adultez, aquellos que comenzaron
durante la adolescencia son de 2 a 4 veces más proclives
a manifestar síntomas de dependencia a la marihuana
luego de 2 años después de su primer uso.
Efectos en el desarrollo del cerebro
ce
Comparado con el grupo de control, los
adultos que fumaron marihuana regularmente
durante la adolescencia muestran una dañada
conectividad
ctividad neuronal (menos fibras) en
regiones específicas del cerebro. Estas
incluyen el precuneo,, un nodo clave
involucrado en funciones que requieren un alto
nivel de integración (ej., estados de alerta y
autoconsciencia), y la fimbria,, un área
pertenecie
perteneciente
nte a la región del hipocampo
importante en el aprendizaje y la memoria. Al
mismo tiempo se han reportado reducciones en
la conectividad funcional en las redes pre
frontales responsables de las funciones
ejecutivas (incluyendo control e inhibiciones)
y la red subcortical, la cual procesa hábitos y
rutinas. Adicionalmente, estudios en imágenes
de personas que consumen cannabis han
revelado una actividad pre frontal decreciente
y volúmenes reducidos en el hipocampo. Así,
ciertas regiones cerebrales serían más
vulnerables que otras a los efectos a largo
plazo de la marihuana. Un estudio muestra que
una baja regulación selectiva de receptores de
cannabinoides
cannabinoides-1
1 (CB1) en diversas regiones de
la corteza cerebral en fumadores de larga data
de marihuana ha sido corr
correlacionado
elacionado con años
de consumo de cannabis y que esto sería
reversible luego de 4 semanas de abstinencia.
Cambios en receptores CB1 han sido vistos en
regiones subcorticales.
El cerebro se mantiene en un estado de actividad,
el desarrollo resultado de la experiencia durante el
periodo prenatal durante la niñez y la adolescencia hasta
la edad de aproximadamente 21 años. Durante estos
periodos de desarrollo, es intrínsecamente
intrínseca
más
Los efectos negativos del uso de
vulnerable que un cerebro maduro a los efectos marihuana en la conectividad funcional a nivel
negativos de largo plazo debido a repercusiones del cerebral es particularmente prominente si el
ambiente, como la exposición al tetrahidrocannabinol, o uso comienza en la adolescencia y adultez
temprana, esto ayudaría a explicar el
descubrimiento de la asociación entre el uso
frecuente de marihuana desde la adolescencia
hacia la adultez y una disminución en el
puntaje IQ. Los impedimentos en la
conectividad cerebral asociados con la
exposición a la marihuana en la adolescencia
son consistentes con los descubrimientos
clínicos que indican que el sistema
cannabinoide juega un rol prominente en la
formación de sin
sinapsis
apsis durante el desarrollo
cerebral.
Posible rol como entrada hacia otras drogas
Datos epidemiológicos y preclínicos
sugieren que el uso de marihuana en
adolescentes podría influir en la aparición de
múltiples comportamientos adictivos en la
adultez.
En
roedores
expuestos
a
cannabinoides durante su adolescencia, se
observa una reactivi
reactividad
dad reducida en las
neuronas dopaminérgicas que modulan la
región de recompensa cerebral. La exposición
de roedores
a la cannabis en el ambiente uterino altera la
regulación del desarrollo del sistema mesolímbico
de dopamina de la cría afectada. Si una reducida
reactividad dopaminérgica en la región de
recompensa cerebral es efecto de la exposición
temprana a la marihuana, este efecto podría ayudar
a comprender la creciente susceptibilidad al abuso
de drogas y la adicción severa a estas más tarde en
la vida, la cual ha sido reportada por la mayor parte
de estudios epidemiológicos. Esta teoría es
asimismo consistente con estudios animales los
cuales muestran que el THC puede influir al
cerebro a una mayor respuesta hacia otras drogas.
Aunque estos descubrimientos apoyan la idea de
que la marihuana sería una entrada hacia otras
drogas, otras sustancias, tales como el alcohol y la
nicotina, también pueden ser categorizadas con el
concepto de entrada. Sin embargo, una explicación
alternativa es que las personas con mayor
susceptibilidad hacia el consumo de drogas y sus
comportamientos asociados son simplemente más
proclives al inicio con marihuana debido a su fácil
acceso y su subsecuente interacción social con
otros usuarios de drogas, todo lo anterior
incrementaría la probabilidad de que ellos
experimenten con otras sustancias.
del uso real, ya que la gente joven que ha dejado la
escuela presenta rangos particularmente elevados de
uso frecuente de marihuana. Como el uso de
marihuana debilita funciones cognitivas críticas,
ambas durante intoxicación aguda y durante días
después, muchos estudiantes podrían encontrarse
funcionando a un nivel cognitivo que se encuentra
por debajo de sus capacidades naturales por
considerables periodos de tiempo. A pesar de que
los efectos agudos pueden mermar luego de que el
THC es eliminado del cerebro, esto posee serios
riesgos a la salud a largo plazo producto de la
acumulación de un uso frecuente por un período de
tiempo. La evidencia sugiere que ese tipo de uso
desemboca en deficiencias cognitivas medibles y de
larga duración, particularmente entre aquellos que
inicial el uso de marihuana en la adolescencia
temprana. Por otra parte, fracasos en el aprendizaje
escolar, incluso en cortos o esporádicos períodos de
tiempo (un efecto secundario de la intoxicación
aguda), llegarán a interferir con la subsecuente
capacidad de logro de metas educacionales
mayormente
exigentes
o
desafiantes,
un
descubrimiento que explicaría también
la
asociación hecha entre uso regular de marihuana y
bajos resultados escolares.
Relación con enfermedad mental
La relación entre uso de cannabis por parte de
gente joven y daño psicosocial es tendiente a lo
multifacético, lo cual podría explicar la
inconsistencia entre estudios. Por ejemplo, ciertos
estudios sugieren que los déficit a largo plazo serían
reversible y podrían permanecer en un rango sutil
en lugar de deshabilitar una vez que la persona se
abstiene de uso. Otros estudios muestran que un uso
excesivo y de largo plazo de marihuana resulta en
discapacidades en funciones de memoria y atención
que persisten y se incrementan al transcurrir de los
años de uso regular y con la iniciación de este uso
durante la adolescencia. Como se señaló
anteriormente el uso temprano de marihuana es
asociado con deficiencias en el desempeño escolar y
aumenta el riesgo de abandono escolar, a pesar de
que reportes de factores ambientales que influyen en
el riesgo de uso de cannabis a temprana edad y
abandono escolar sugiere que la relación sería más
compleja. El uso abusivo de marihuana ha sido
conectado con menores ingresos, mayor necesidad
de asistencia socioeconómica, desempleo, conducta
antisocial, y menor satisfacción en la vida.
El uso regular de marihuana es asociado con un
aumento de riesgo de ansiedad y depresión, pero no
ha sido posible establecer causalidad aun.
Marihuana se encuentra también correlacionada
con psicosis (incluidos aquellos síntomas
relacionados con esquizofrenia), especialmente
entre personas con una predisposición genética, y
con la exacerbación del curso de la enfermedad en
pacientes con esquizofrenia. Un uso severo de
marihuana, mayor potencia de la droga, y
exposición a temprana edad pueden todas afectar
negativamente a la trayectoria de la enfermedad
(ej., acelerar el tiempo del primer episodio
psicótico de 2 a 6 años). No obstante, es
inherentemente dificultoso establecer causalidad en
este tipo de estudios debido a factores externos al
uso de marihuana los cuales se encontrarían
directamente asociados con los riesgos de
enfermedad mental. En adición, otros factores
podrían predisponer a las personas hacia ambas;
uso de marihuana y enfermedad mental. Esto
vuelve difícil establecer confidencialidad en la
atribución de incremento del riesgo de enfermedad Riesgo de accidentes vehiculares
mental y uso de marihuana.
Tanto la exposición inmediata como a largo
Efectos en el desempeño escolar y logros de vida
plazo a la marihuana disminuyen la habilidad en la
capacidad de conducción; la marihuana es la droga
En el año 2013 estudios de observación del futuro ilícita más frecuentemente reportada en conexión
de estudiantes de secundaria, muestra que el 6.5% con accidentes vehiculares, incluyendo accidentes
de los estudiantes reportan un uso de marihuana fatales. Existe una relación entre la concentración
diario o cercano a este, y este monto probablemente de THC en la sangre, y la performance
representa una subestimación
en estudios de simulación de conducción y control
de los reflejos, los cuales son un buen predictor de
la habilidad de manejo en la vida real. El consumo
reciente de marihuana y niveles de THC en la
sangre de 2 a 5 mg. Son asociadas con
disminuciones sustanciales en la habilidad de
conducción. De acuerdo con un meta análisis, el
riesgo total de verse envuelto en un accidente
aumenta a casi el doble cuando una persona
conduce pronto luego del consumo de marihuana.
En el análisis de culpabilidad de un accidente, las
personas que dan positivo a THC (nivel mínimo de
detección es de aproximadamente 1 ng. por
mililitro), y particularmente aquellos con niveles
mayores en la sangre, fueron 3 a 7 veces más
probables de ser responsable de un accidente
vehicular que una persona que no ha consumido
drogas o alcohol antes de la conducción. En
comparación, el riesgo total de un accidente
vehicular aumenta por un factor de al menos 5 por
conductores con un nivel de alcohol en la sangre
sobre un 0.08%, el límite legal en la mayoría de los
países, y se incrementa en un factor de 27 para
personas menores de 21 años de edad. No es de
sorprender por tanto, el riesgo asociado al uso de
alcohol en combinación con marihuana, el cual
aparece siendo mayor que aquel asociado con el
uso de cualquiera de ambas drogas por sí solas.
Riesgo en el desarrollo de cáncer y otros efectos en
la salud
Los efectos de fumar marihuana a largo plazo en el
riesgo de cáncer pulmonar son aun oscuros. Por
ejemplo, el uso de marihuana por el equivalente de
30 o más pitillos por año fue asociado con un
incremento incidental de cáncer pulmonar y varios
tipos de cáncer ubicados en el tracto digestivo
superior; no obstante, la asociación desaparece
luego de tomar en cuenta a potenciales
cofundandores de estas enfermedades tales como el
consumo de cigarrillo. A pesar de que la
posibilidad de una correlación positiva entre el
fumar marihuana y cáncer no puede ser descartada,
la evidencia sugiere que el riesgo es menor con
marihuana que con tabaco. De todas formas, el
humo de cigarrillos que contiene ambas; marihuana
y tabaco es un potencial cofundador con una
prevalencia que varía dramáticamente entre países.
Fumar marihuana es también asociado con la
inflamación de las largas vías respiratorias,
asociación consistente con el hecho de que
fumadores regulares de marihuana son más
proclives en el reporte de síntomas de bronquitis
crónica que los no fumadores; sin embargo, los
efectos a largo plazo de bajos niveles de exposición
a marihuana no parecieran ser significantes.
La capacidad inmunológica del sistema respiratorio
en fumadores de marihuana podría encontrarse
comprometida, como lo indican incrementos de
tasas de infecciones respiratorias y neumonía. El
uso de marihuana ha sido al mismo tiempo asociado
con condiciones vasculares que incrementan el
riesgo de infartos al miocardio, ataques, y ataques
isquémicos transitorios durante intoxicación por
marihuana. El actual mecanismo subyacente a los
efectos de la marihuana en los sistemas
cardiovascular y cerebro vascular son complejos y
no del todo entendidos.
Limitaciones de la evidencia
y vacíos en el conocimiento
La mayoría de los efectos a largo plazo del uso de
marihuana que han sido señalados en este escrito
han sido observados entre usuarios de larga data o
con consumes excesivos, pero múltiples (por lo
general ocultos) factores interrelacionados aparecen
en detrimento de nuestra habilidad de establecer
causalidad (incluyendo el uso frecuente de
marihuana en combinación con otras drogas). Estos
factores también complican nuestra habilidad para
acceder a los verdaderos efectos de la exposición
intra uterina hacia la marihuana. En efecto, a pesar
de ello el uso de marihuana por mujeres
embarazadas, y sujetos animales sugieren que la
exposición a la cannabis durante el embarazo podría
alterar el proceso y trayectoria normal de desarrollo
cerebral, nuestro entendimiento de los efectos a
largo plazo de exposición pre natal a la marihuana
en humanos es muy pobre aun.
El contenido de THC, o la potencia de la
marihuana, así detectada en muestras confiscadas,
se ha encontrado sostenidamente creciendo desde
alrededor de 3% en los 1980’s a 12% en 2012. Este
incremento en el contenido de THC genera
preocupaciones sobre que las consecuencias del uso
de marihuana podrían ser peores hoy que en el
pasado y quizás explicaría el aumento de visitas de
emergencia respondiendo a reportes de uso de
marihuana y en el incremento de accidentes
vehiculares fatales. Este aumento en el contenido de
la potencia de THC en el tiempo también plantea
interrogantes sobre la actual relevancia de los
descubrimientos realizados en estudios anteriores
sobre los efectos del uso de marihuana,
especialmente estudios enfocados en consecuencias
a largo plazo.
Existe también la necesidad de mejorar
nuestro entendimiento sobre cómo aprovechar el
potencial de beneficios médicos de la planta de
marihuana sin la exposición de personas enfermas a
sus riesgos intrínsecos. El avalado reporte hecho
por el Institute of Medicine,
M
Marijuana and
medicine, reconoce el potencial beneficio de fumar
marihuana en la estimulación del apetito,
particularmente en pacientes con VIH y el
relacionado síndrome de desgaste, y combatiendo
las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia,
dolor severo, y ciertas formas de espasmos. El
reporte indica al mismo tiempo la existencia de
cierta evidencia para el beneficio del uso de
marihuana
en la disminución de presión intraocular en el
tratamiento del glaucoma. No obstante, el reporte
destaca la importancia de enfocar esfuerzos
investigativos en el potencial terapéutico de
cannabinoides sintética o farmacéuticamente
puros. Algunos médicos continúan prescribiendo
marihuana con propósitos medicinales a pesar de
la limitada evidencia sobre su ben
beneficio. Esta
práctica levanta particulares preocupaciones en
relación con el uso a largo plazo por la población
más vulnerable. Por ejemplo, existe cierta
evidencia que sugiere que en pacientes con
síntomas de VIH, el uso de marihuana podría
incluso exacer
exacerbar los déficit cognitivos asociados
a la enfermedad.
De modo similar, se vuelve necesaria mayor
investigación para comprender los potenciales
efectos del uso de marihuana sobre un declinar
cognitivo, relativo a la edad, tanto de manera general
como sobre el deterioro sobre la memoria en
particular.
Estudios son necesarios sobre las formas en las
cuales políticas gubernamentales respecto a la
marihuana
afectarán
la
salud
pública.
Comprendemos que sobre
las fuerzas del mercado de drogas es bastante
bastan
limitado (ej., el encanto sobre nuevos flujos
tributarios producto de la venta legal de marihuana, la
Guerra en torno al precio, publicidad dirigida hacia la
juventud, y la emergencia de medicinas en base a la
cannabis).
Históricamente, ha habido una correlación inversa
entre el uso de marihuana y la percepción de sus
riesgos entre adolescentes. Asumiendo que esta
relación inversa tiene carácter de causalidad, ¿una
mayor permisividad en políticas sobre cultura y
sociales llevará
levará a un incremento del número de gente
joven expuesta a la cannabis de manera regular?
Entre estudiantes, la prevalencia reportadas de
consume regular de marihuana ha crecido
sostenidamente en los años recientes y quizás pronto
llegará a intersectar la línea de consumo de tabaco.
Al mismo tiempo necesitamos información sobre los
efectos de exposición indirecta al humo de cannabis y
cannabinoides. La exposición indirecta es un asunto
importante en material de salud pública, pero aun no
tenemos un entendimiento
miento claro de sus efectos.
Estudios en diferentes estados de USA (ej., Colorado,
California y Washington) y diversos países (ej.,
Uruguay, Portugal y Holanda) donde se encuentra
ocurriendo un cambio en políticas sociales y legales
podrían entregar datos muy relevantes para dar
nuevas formas a futuras políticas.
Conclusiones
El uso de marihuana ha sido asociado a importantes
efectos adversos, algunos de los cuales han sido
determinados con un alto nivel de confidencialidad.
La marihuana, así como otras drogas de las cuales se
llega a abusar,, puede resultar en adicción. Durante
una intoxicación,
ntoxicación, la marihuana puede interferir con el
funcionamiento cognitivo (ej., memoria y percepción
temporal) y funciones motoras (ej., coordinación), y
estos efectos pueden derivar en consecuencias
deteriorativas (ej., accidentes vehiculares).
El uso repetido
petido de marihuana durante la adolescencia
podría resultar en cambios a largo plazo a nivel
cerebral que pueden poner en peligro logros
educacionales, profesionales y sociales. En este
aspecto,
las drogas legales (alcohol y tabaco) ofrecen una
perspectiva preocupante, asociadas a la mayor
cantidad de enfermedad product
producto de consumo de
sustancias, no debido a ser precisamente más
peligrosas que aquellas ilegales, sino que debido
a su status legal lo cual permite a su vez mayor
exposición por parte de la población. Con la
evolución política en torno a la legalización de la
marihuana, resulta razonable y probablemente
prudente hipotetizar que su uso aumentará y que,
por extensi
extensión,
n, aumentará también el número de
personas para quienes habrá consecuencias
negativas a nivel sanitario.