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Transcript
Impactos del Cambio Climático
en la Agricultura Guatemalteca
Con énfasis en los pequeños agricultores
Guatemala, Noviembre de 2010
Impactos del Cambio Climático en la
Agricultura Guatemalteca
Con énfasis en los pequeños agricultores
Estudio elaborado por:
Multiservicios Agroindustriales (MSAGRO) para la Asociación para la Promoción y el Desarrollo de la
Comunidad -CEIBACon el apoyo de:
ENTREPUEBLOS Y GOBIERNO VASCO
Coordinación del Estudio:
Basilio Tzoy Grijalva
Unidad de Investigación e incidencia CEIBA
Revisión de contenidos:
Equipo de Dirección de Asociación CEIBA
Diseño de portada:
Melissa Reyes Muñoz
El contenido del mismo es responsabilidad exclusiva de su autor.
Documento libre de propiedad intelectual. Se permite su reproducción parcial o total, con fines no
lucrativos, siempre que se cite la fuente.
3
ASOCIACION PARA LA PROMOCION Y EL
DESARROLLO DE LA COMUNIDAD “CEIBA”
Km. 56.5 carretera Interamericana
Casa No. 1-265. Buena Vista, Chimaltenango.
[email protected]
Teléfonos: (00 502) 78396033 - 78391033
ASOCIACION ENTREPUEBLOS
Sede Guatemala
3ª Avenida 12-90. Zona 2. Residenciales
El Zapote. Apto. 13. Guatemala
[email protected]
http://www.pangea.org/epueblos
Teléfonos: 22887299 / 54194342
EUSKO JAURLARITZA
GOBIERNO VASCO
CONTENIDO
CONTENIDO......................................................................................... iii
LISTA DE CUADROS.............................................................................. v
LISTA DE FIGURAS.............................................................................. vii
LISTA DE ACRÓNIMOS, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS.........................viii
1.EL POR QUÉ DEL ESTUDIO................................................................1
2.PARA QUÉ ESTE ESTUDIO?................................................................6
3.CLIMA: CONCEPTOS ELEMENTALES...................................................7
3.1Clima, estado del tiempo y variación del clima............................7
3.2Interacción de la atmósfera terrestre y la energía proveniente
del sol ............................................................................................ 12
3.3A qué nos referimos cuando hablamos de cambio climático.....17
4.MANIFESTACIONES DEL CAMBIO CLIMÁTICO ..................................19
4.1A Nivel mundial..........................................................................19
4.2En Guatemala............................................................................ 23
4.2.1Temperatura media anual del aire, período 1961 – 1990....24
4.2.2Precipitación anual período 1961 – 1990.............................25
4.2.3Huracanes en Centroamérica y el Caribe............................26
4.2.4El cambio climático en el futuro: tendencias estudiadas.....28
4.2.5El cambio climático en Guatemala al 2010..........................31
5.LAS CAUSAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO ............................................32
5.1El aumento de los gases de efecto invernadero........................32
5.2De dónde se originan las emisiones de gases de efecto
invernadero.................................................................................... 38
5.3La emisión de gases de efecto invernadero por países.............40
5.4La contribución de la agricultura a las emisiones de gases de
efecto de invernadero.....................................................................43
5.5La contribución de Guatemala al cambio climático...................49
5.5.1Industrialización...................................................................53
5.5.2Deforestación......................................................................55
5.5.3Contaminación.....................................................................58
5.6Ningún Gobierno en el mundo puede alegar ignorancia de las
verdaderas causas del cambio climático........................................59
6.CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA AGRICULTURA ...62
6.1Consecuencias globales del Cambio Climático en la Agricultura
....................................................................................................... 62
6.2Efectos del Cambio Climático en la Agricultura Guatemalteca . 66
7.POR QUÉ LOS PEQUEÑOS AGRICULTORES SUFREN MÁS EL CAMBIO
CLIMÁTICO?........................................................................................ 81
7.1La situación histórica de vulnerabilización que viven los
pequeños agricultores....................................................................83
7.2Políticas de modernización y tecnificación agrícola, siempre
orientadas a los grandes agricultores ............................................87
7.3La adopción de tratados de libre comercio, pensando siempre en
producir para la exportación y sacrificar la biodiversidad en
beneficio del lucro..........................................................................88
7.4El nulo impacto real mostrados por las medidas de mitigación y
adaptación al cambio climático promovidos por los organismos
internacionales............................................................................... 90
7.5Las pobres políticas nacionales de recuperación post-desastre 95
iv
8.QUÉ HACER ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO Y SUS IMPACTOS EN LA
AGRICULTURA CAMPESINA?...............................................................99
9.CONCLUSIONES ............................................................................112
10.FUENTES CONSULTADAS.............................................................114
ANEXO 1.......................................................................................... 118
LISTA DE CUADROS
Cuadro
Página
Nombre
1
Composición de la
……………………………….………....14
2
atmósfera
de
la
tierra……………………..
Resumen de las características de los principales gases de efecto
v
Invernadero……………………………………………………………………………
……..………………………….32
3
Emisiones de gases de efecto invernadero (CO 2, CH4, N2O, CFC) entre
los
países con mayores emisiones a nivel mundial de acuerdo a la lista
de países
incluidos
en
el
Anexo
I
del
CMNUCC………………………..………………….…………….35
4
Total emisiones CO2, CH4 y N2O de los países no incluidos en Anexo I
del
CMNUCC, con mayores emisiones de gases de efecto
invernadero………………………..…37
5
Las vías por las cuales la agricultura industrial contribuye al cambio
climático……...….41
6
Diferencias entre la cadena alimentaria industrial y la red campesina
de
producción de alimentos……………………………………………..
…………………………………………42
7
Emisiones Nacionales de Gases de Efecto Invernadero 19902000……………………..…….43
8
Fuentes origen de las emisiones de gases de efecto invernadero en el
año
2000 en Guatemala………………………………………………………..
………………………………………44
9
Comparación de los niveles de emisión de gases de efecto de
invernadero
entre algunos
países……………………………………….......………………………………………………...45
10
Rendimientos simulados de maíz, arroz y fríjol en siete regiones de
Guatemala,
bajo tres escenarios climáticos para el año
2030……………………………………..……………..61
11
Proyecciones de la Producción de Granos Básicos Considerando los
Impactos
del Cambio
climático……………………………………………………………………………………………...62
12
Guatemala: Daños y pérdidas en el sector agropecuario por eventos
climáticos, 1998-2010…………………………………..
……………………………………………….……….64
13
Casos de procesos productivos agropecuarios con constataciones de
daño
debido a Cambio
Climático…………………………………………………………………………..………..68
vi
14
Evolución del número y tamaño de las fincas en Guatemala de 1950
a
2003….
………………………………………………………………………………………………………
…..……..74
LISTA DE FIGURAS
Figura
Página
Nombre
1
Esquema de la atmósfera y su relación con los continentes, las masas
de
agua,
la
vida
en
la
tierra
y
el
espacio
exterior…………………………………….………..……..12
2
Interacción de la radiación solar con la atmósfera y la superficie de la
tierra………......15
3
Mapa
de
red
hidrológica
…………………………………………………….…..…….21
actual…………….
4
Comportamiento de la temperatura media anual del aire en
Guatemala,
en el período 1961-1990………………………………….
………………………………………..…………..22
5
Comportamiento de la precipitación media anual en Guatemala, en el
período
1961-1990…………………………………..
…………………………………………….…..……..….23
6
Frecuencia Anual de huracanes en el Mar Caribe (1944-1998)
………………....……..…......24
7
Variación Anual de la Temperatura del Aire en Guatemala para el Año
2050………..….26
8
Variación Anual de la precipitación media en Guatemala para el Año
2050………..…….27
9
diez mil
Evolución de CO2, CH4 y N2O en la atmósfera terrestre desde hace
años tomando el año actual el año 2005
…………………………………………..….….29
10
Del
efecto
de
invernadero
global……………………………….……..31
11
actividades
natural
al
calentamiento
Parte proporcional que representan diferentes sectores de las
vii
humanas en las emisiones totales de gases de efecto de invernadero
en 2004,
en
términos
de
CO2
………………………………………….……..…..….40
equivalente…………………..
12
Evolución de la cobertura forestal en Guatemala en el período 19601990……….……..50
13
Fotografías aéreas de la zona noroccidental del Petén en un intervalo
de
25 años (2000 – 1974).
Obsérvese el cambio en la
vegetación……………………………....51
14
Esquema de los efectos inmediatos en la agricultura, de las variables
climáticas
exacerbadas
por
el
cambio
climático
global…………………………………….……..69
15
Esquema de los
agricultura…………..…………….…..71
impactos
16
Crecimiento
Económico
2006…………………………….……….76
de
del
cambio
climático
Guatemala,
período
en
la
1951-
17
Respuesta de una parcela agrícola ante la intensidad de un
Huracán……………….………95
LISTA DE ACRÓNIMOS, ABREVIATURAS Y SIMBOLOS
CFC
CH4
CMNUCC
CONAMA
CO2
EEUU
ENOS
EP
FAO
GEI o GEIs
Ha
IARNA
INE
INSIVUMEH
IPCC
Climático
ISCC
LC
Cloroflurocarbonos
Metano
Convención Marco de Cambio Climático
Comisión Nacional del Medio Ambiente
Dióxido de Carbono
Los Estados Unidos de América
El Niño/Oscilación del Sur
El Periódico
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación
Gases de Efecto Invernadero
Hectárea
Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente
Instituto Nacional de Estadística
Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología
e Hidrología
Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio
Índice de Severidad de Cambio Climático
Laboreo Cero o Labranza Cero
viii
MARN
MDL
Mz
N2O
OGM
PL
PNUD
PNUMA
PIB
ppb
ppm
TLC
%
Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales
Mecanismos de Desarrollo limpio
Manzanas (superficie de tierra)
Óxido de Nitrógeno
Organismos Genéticamente Modificados
Prensa Libre
Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo
Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente
Producto Interno Bruto
Parte por billón
Parte por millón
Tratado de Libre Comercio
Porcentaje
ix
1. EL POR QUÉ DEL ESTUDIO
Nuestra primera preocupación es la vida que viven y el destino de la
población rural guatemalteca, donde se concentran las actividades agrícolas.
Según estimaciones del INE, en 2008 el 45 % de la población guatemalteca
vivía en el área rural. Pero la población con menos recursos para la
agricultura también se concentra en el área rural. Siguiendo la tipología de
agricultores elaborada por el MAGA (2004), en términos de acceso a la tierra
para agricultura, en Guatemala tenemos la siguiente situación:
De acuerdo con el Censo Agropecuario de 2003, del 100% de agricultores en
el país, el 92% son agricultores de infra-subsistencia 1 y de subsistencia2, y
ocupan el 21.8% de todas las tierras cultivables en el país. Los agricultores
excedentarios3 constituyen el 6.1% de los agricultores del país y ocupan el
21.6% de las tierras cultivables. Los agricultores comerciales 4 son el 1.9% de
los agricultores del país y disponen del 56.5% de las tierras cultivables.
En este documento nosotros enfatizamos en la pequeña agricultura
campesina (referidos también como pequeños agricultores o pequeños
productores), es decir, aquella agricultura cuyos practicantes se encuentran
clasificados como productores de infra-subsistencia y productores de
subsistencia. En tanto que nos referimos como agricultura a gran escala a la
agricultura realizada por los agricultores comerciales.
Desde luego, los mayores índices de pobreza, las tasas más altas de
analfabetismo, de morbilidad y mortalidad también se concentran en el área
rural y entre los pequeños agricultores. Según la FAO, 1.3 millones de
hogares pobres en el país se encuentran en el área rural, de los cuales el
1
2
3
4
Productores de infra-subsistencia: los que poseen menos de una manzana de tierra (o 0.7
hectáreas), y si bien realizan agricultura en ella necesitan emplearse fuera de su tierra la
mayor parte del año. Empleo que puede ser de tipo agrícola o de otra naturaleza.
Productores de subsistencia: los que poseen de una a diez manzanas (0.7 a 7 hectáreas).
En este tipo de productores, aquellos que poseen de una a dos manzanas normalmente
necesitan emplearse fuera de su tierra una parte del año.
Productores excedentarios: los que poseen arriba de diez manzanas hasta una caballería de
tierra (7 a 45 hectáreas). Este tipo de productores destina n sus tierras a la producción
agrícola, principalmente en el cultivo de productos agrícolas no tradicionales que son
destinados al mercado, siendo más importante el mercado internacional.
Productores comerciales: son aquellos productores que poseen más de una caballería de
tierra, y normalmente practican la agricultura comercial de productos tradicionales, los
cuales destinan al mercado, principalmente de exportación.
1
83% depende de la agricultura, siendo que más de la mitad (51%) de los
hogares son hogares sin tierra, o con menos de 1 manzana, en tanto que el
14% de hogares poseen de 1 a 2 manzanas, y el 15.5% de los hogares
disponen de 2 hasta 10 manzanas (Winkler y Monzón, 2008).
Pero resulta que la agricultura es de enorme importancia en la economía
nacional. De acuerdo con Mora et al. (2010), el PIB agropecuario en 2008
representó más del 13% del PIB total guatemalteco en dicho año. Incluida la
agroindustria, este PIB llegó a casi 21%. La agricultura tiene un peso
importante en la economía nacional no solamente por su aporte al PIB sino
porque contribuye a dinamizar la industria, el comercio, el transporte y los
servicios financieros. Los excedentes generados en la agricultura se
convierten en ahorros e inversión para otros sectores y representan una
fuente importante de ingresos tributarios.
Aunado a lo anterior, dependiendo de la forma con que se practica la
actividad agropecuaria, la misma puede producir valiosos servicios
ambientales para el conjunto de la economía guatemalteca, como la
protección de bosques, la conservación de la biodiversidad, fuente de
ecoturismo y la protección ambiental.
Para 2008, la PEA en Guatemala fue de 4.5 millones de personas, de este
total la agricultura empleó el 39.5% (1.9 millones de personas), con una PEA
femenina rural del 11.5% (0.6 millones de personas) (Mora et al., 2010).
Según el MAGA (2004), el 62.5% del empleo en la agricultura es generado
por las actividades agrícolas y un 37.5% por las actividades pecuarias.
Nuestra segunda preocupación es la soberanía alimentaria del país.
Efectivamente, el maíz y el fríjol son los productos agrícolas que constituyen
la base alimentaria de la mayor parte de la población guatemalteca. Estos
cultivos ocupan el 12.7% de la superficie del país, un poco más de la mitad
de las tierras de las cuales disponen los agricultores de infra-subsistencia y
de subsistencia.
La mayor área de tierra dedicada al cultivo del maíz en Guatemala es la de
pequeños productores con menos de 10 manzanas, quienes aportan el 67%
de la producción nacional del grano (Winkler y Monzón, 2008). Por otra
parte, el 70% de los bosques del país se encuentran en las tierras de los
2
productores de infrasubsistencia y de subsistencia (MAGA, 2004), quienes a
pesar de encontrarse mayormente en tierras marginales han sabido
conservarlo.
Es muy común que si viajamos a la costa, se nos pierde la vista viendo
enormes extensiones de caña de azúcar y allá, a lo lejos, y muy
aisladamente, alguna Ceiba (Ceiba penthandra). Pero si viajamos al
altiplano, incluso en las tierras dedicadas a las hortalizas no tradicionales, en
terrenos muy pequeños (mucho menos de una manzana), con excepción de
las tierras planas, veremos más de algún árbol rodeando a las hortalizas o
creciendo entre la milpa.
Nuestra otra preocupación, que se ha vuelto aflicción que llora sangre,
son los impactos del cambio climático, evidenciados ante Mitch, la Sequía,
Stan y Aghata. Eso lo hemos vivido incluso este año, pero no para allí.
Resulta que en la Cumbre de Copenhague de Cambio Climático realizada a
fines del año pasado, se compartió el hecho de que nuestro país está entre
los primeros 10 países en el mundo más vulnerables al cambio climático,
entendiéndose este concepto en el marco de las capacidades que tienen los
países, las comunidades o las personas para resistir cualquier situación de
estrés o de presión extrema (sea ésta natural, social, económica o política) y
de recuperarse a los efectos del mismo. A menos capacidad de resistencia y
de recuperación mayor es la situación de vulnerabilidad.
Lo anterior significa que cada vez que una variable del clima se exacerbe,
sufriremos las consecuencias, y quienes más sufran serán los más pobres
situados en el área rural y practicantes de la pequeña agricultura
campesina. Aquellos que hacen posible que, quienes vivimos en las
ciudades, podamos tener productos agrícolas frescos con que alimentarnos.
De modo que si la pequeña agricultura campesina sigue siendo lastimada,
esto se traducirá para la mayoría de los habitantes de las ciudades en falta
de alimentos frescos, en alza de precios y en dependencia de los productos
envasados.
Por ello es importante lo que hagamos en términos de enfrentar
internamente y desde la agricultura campesina los impactos del cambio
climático. Pero también es importante lo que se discute y se negocia en las
cumbres internacionales.
3
Al respecto, en la reciente Cumbre de las Partes del Protocolo de Kyoto,
realizada en Dinamarca el pasado diciembre de 2009, se evidenció la falta
de voluntad política de los países industrializados –a su vez mayores
contaminantes y responsables del calentamiento global exacerbado que
sufre la tierra – para llegar a acuerdos que frenen la hecatombe que
significará para todos los habitantes del planeta, la continuidad de este
modelo de destrucción que vivimos actualmente.
La problemática de cambio climático ha pasado por lo menos por tres etapas
que permiten ahora apreciar su verdadera complejidad:
a) Una etapa en la que, a pesar de la alerta científica lanzada durante la
cumbre de Rio de 1992, en el que se afirmaba y llamaba al mundo a
frenar la dinámica actual de emisiones y a construir sociedades
sustentables, fue un momento en que estas afirmaciones fueron
tomadas por los países industrializados como un ataque “eco histérico”
por parte de un sector social a quienes consideraban, y aun los
consideran así, los “enemigos del desarrollo” (entendido este como el
paradigma de desarrollo basado en la industrialización, la propiedad
privada y el mercado exacerbado).
b) La etapa posterior, la del Protocolo de Kyoto. Pese a que uno de los
países mas responsables del desastre ambiental mundial, los EEUU, no lo
suscribieron, significó uno de los más grandes y primeros acuerdos en el
que los países hacen compromisos concretos en torno a la problemática
de las emisiones de gases de efecto invernadero. Kyoto para muchos
significó el dejar de solucionar el problema debido a que con la adopción
de las cuotas por país, muchos países en lugar de comprometerse a
frenar su nivel de consumo de energía fósil (para el caso una de las
principales causas de emisión de gases de efecto invernadero) siguieron
en la dinámica del incremento de las mismas. Con todo y eso, Kyoto y el
sistema de Naciones Unidas continúa siendo el único espacio donde
estos debates se pueden dar y donde algunas soluciones al problema se
pueden ir pautando. Dejar al mercado la solución de este problema será
otro error garrafal del mundo. Las causas del problema no pueden ser
parte de su solución.
4
c) La etapa actual, en la que se debate la problemática de Cambio
climático, tiene nuevas noticias. Nadie puede negar ahora que el
problema es grave, y que está afectando a millones de personas en el
mundo. 2007 fue el año en que ya no se pudo evadir la responsabilidad
de la sociedad mundial, pero principalmente la de los países
desarrollados e industrializados, en el calentamiento del planeta.
Las alteraciones al clima se ha evidenciado en impactos en los patrones de
precipitación global, en el comportamiento de los ecosistemas macro, en la
vida de los seres vivos, en el cambio geográfico y epidémico de
enfermedades tropicales, en la frecuencia y contundencia de tormentas,
huracanes y depresiones, en las sequías recurrentes y más prolongadas y
para nuestro caso, en la ampliación de lo que ahora se llama “El Corredor
Seco” que ha pasado en menos de dos décadas de 7 municipios a afectar
más de 30 municipios del país.
A nivel mundial la cantidad de afectados y víctimas de problemáticas
relacionadas con el cambio climático suma más que las afectadas y víctimas
de los conflictos armados y las guerras, lo que nos debe poner en alarma
mundial.
Sin embargo, continúa la indiferencia de los tomadores de
decisiones importantes de nuestros países. Convencerlos, no solo de un
cambio en las políticas si no un cambio de “sistema” que nos vuelva una
sociedad más cercana, protectora y respetuosa de la naturaleza, sigue
siendo un camino cuesta arriba
Otro problema de la complejidad del cambio climático, es que, por su propio
carácter de necesidad de contar con dato duro para su documentación, se
ha convertido de alguna manera en un tema de “expertos”. Por ejemplo,
para la mayoría de países del Sur en las reuniones globales de las partes del
Protocolo, son invitados a participar determinado grupo de personas que se
ha metido a investigar o a enterarse detalladamente de la problemática.
Esta dinámica ha significado que millones de personas directamente
afectadas por la problemática de cambio climático, que a diario viven las
sequías, las inundaciones, los deslaves, lo huracanes, los tornados, las
tormentas tropicales, y que pierden sus condiciones de vida y su propia vida
debido a esto, no sepan a veces las causas del problema y si las saben, no
encuentran plataformas globales, continentales y nacionales que les
permitan hacer oír su voz con sus demandas y sus necesidades.
5
Por ello, en 2009, junto con una serie de grupos ecologistas de América
Latina, Ceiba y Amigos de la Tierra hicieron un esfuerzo conjunto de colocar
las voces de las víctimas en un nivel que puedan ser escuchadas y
planteadas haciendo análisis de las causas del cambio climático y sus
consecuencias. Producto de este esfuerzo de análisis se hicieron dos
encuentros que dieron lugar a organizar un primer esfuerzo de Movimiento
de Víctimas y afectados del cambio climático, demandando justicia climática
y soberanía energética para los países.
El esfuerzo organizativo también generó otro resultado importante que lo
constituyó el libro “Voces del Sur para la Justicia Climática”, un libro en el
que desde la perspectiva de varios ecologistas latinoamericanos se plantea
la problemática, sus causas, la discusión y los aportes para la solución de las
mismas desde las comunidades.
Este documento constituye un seguimiento al primer análisis que se hiciera
en aquel momento de la temática de Cambio climático y Agricultura y que
pretende ahora aportar más análisis desde los pequeños productores.
2. PARA QUÉ ESTE ESTUDIO?
Ahora estamos haciendo el esfuerzo de actualizar el análisis de impactos del
cambio climático en la agricultura, debido a que es necesario profundizar no
solo en el análisis de causas, sino también en el de impactos del problema
en la agricultura principalmente pequeña, de nuestros países.
Pretende el documento, a la luz de evidencia ya establecida, lanzar una
nueva alerta a la sociedad guatemalteca y latinoamericana, sobre lo que
está pasando a ese nivel.
6
Los científicos reunidos en Dinamarca en diciembre pasado, catalogaron a
nuestra región y a nuestro país como uno de los países más vulnerables
frente al cambio climático. Eso significa muchas cosas: entre otras que los
embates del cambio climático no serán, para el caso de Guatemala, cosa del
futuro, simplemente el cambio climático nos está afectando, y tenemos
ejemplos claros de ello frente al Huracán Mitch en 1998, la Sequía en 2001,
la Tormenta Stan en 2005 y la Tormenta Aghata en este año.
3. CLIMA: CONCEPTOS ELEMENTALES
3.1
Clima, estado del tiempo y variación del clima
En Guatemala, generalmente esperamos que los meses de noviembre a
enero sean fríos y que los meses de marzo a julio sean calurosos. Febrero es
algo especial y en general se considera variable en cuanto a presencia de
frío o calor, que esté nublado o despejado, o que haya presencia o ausencia
de lluvias. El resto de los meses del año esperaríamos que no sean ni muy
fríos ni muy calientes. Del mismo modo, esperaríamos que en abril inicien
7
las lluvias y que las mismas sean más intensas en julio, septiembre y
octubre. Para principios de noviembre esperaríamos que las lluvias se hayan
ido.
A esto que se espera es a lo que se llama clima y está fundamentado en un
conocimiento histórico empírico parte del cual se ha transmitido de
generación en generación. En casi todas las culturas antiguas, este
conocimiento histórico empírico del clima ha sido vital para el desarrollo de
la agricultura. Para el caso de Guatemala, este conocimiento sigue siendo la
base sobre la cual miles de familias obtienen sus alimentos e ingresos
económicos.
Cuando en la sección de noticias de la televisión o de los periódicos nos
informan del clima, normalmente se refieren a ello como el estado del
tiempo o simplemente como el tiempo en Guatemala. Este concepto de
tiempo hace referencia a "el estado de la atmósfera en un lugar y un
momento determinados".
Así, el estado del tiempo (que también suele llamarse tiempo atmosférico)
se da a una hora determinada, y está establecido por factores como:
temperatura, presión atmosférica, dirección y fuerza del viento, cantidad de
nubes y humedad. Es decir, podemos tener condiciones de tiempo lluvioso,
nublado o despejado. Sin embargo, esto es un proceso instantáneo y
cambiante (Galván, 1999). A manera de ejemplo podemos decir que, se
pueden presentar condiciones de tiempo lluvioso tanto en Zacapa, como en
Quetzaltenango, a pesar de saber que estas 2 ciudades tienen climas
distintos. Una de las aplicaciones de conocer el estado del tiempo es
nuestra decisión de llevar paraguas o no.
Pero, que es lo que determina el clima en la tierra? El clima de nuestro
planeta es el resultado de la constante y compleja interacción entre la
atmósfera, los océanos, las capas de hielo y nieve, los continentes (masas
de tierra), la vida en el planeta (plantas y animales en los bosques y selvas,
en océanos y en la atmósfera) y de la posición de la tierra respecto al Sol
(Conde, 2009). Todas las manifestaciones del clima se presentan en la
atmósfera a través de lo que se llama fenómenos meteorológicos
(temperatura, precipitación, humedad ambiental, velocidad y dirección del
8
viento, nubosidad, brillo solar, etc.) los cuales impactan directamente en
océanos, capas de hielo y nieve, continentes y seres vivientes.
Desde el punto de vista técnico-científico, el clima esperado de una
localidad, región o país, se determina a partir de varios años de
observaciones y mediciones del estado del tiempo (Conde, 2007). Es decir,
el clima es un promedio del estado del tiempo. Los especialistas en el clima
usan datos y observaciones de 30 años para hablar con seguridad del clima
esperado, pues a su criterio este período de observaciones recoge el
historial de variaciones del estado del tiempo de una región en particular.
A nivel técnico-científico entonces, el clima de cada lugar, o los distintos
climas que hay en el planeta, se determinan a partir de los valores medios
de la temperatura, presión atmosférica, dirección y fuerza del
viento, cantidad de nubes, humedad, cantidad de lluvia, etc.,
registrados durante un período de tiempo de treinta años” (Fonseca, 1999).
Pero resulta que hay otra fuente de variación climática que es muy difícil de
ser incorporada en los valores medios del estado del tiempo, aunque sean
de un período de treinta años. Esta variación corresponde a una variabilidad
inter-anual del clima. Períodos de sequías no previstos han resultado en
cosechas pobres y en muchas ocasiones en hambruna y migraciones
masivas. En las últimas cuatro décadas, los estudiosos del clima han
encontrado que la variabilidad interanual en el clima está relacionada en
gran medida con los fenómenos denominados El Niño/Oscilación del Sur
(ENOS) y su contraparte La Niña (Magaña et al., 1997).
Con los diversos estudios realizados con anterioridad, ahora los científicos
tienen conocimientos que les permiten explicar mejor las circunstancias bajo
las cuales ocurre ENOS y La Niña, y predecir su ocurrencia.
La explicación más plausible hasta ahora es que ENOS y La Niña resultan de
la interacción entre las superficies del océano y la atmósfera en el Pacífico
tropical. Los cambios en el océano impactan los patrones atmosféricos y
climáticos alrededor del globo. A su vez, los cambios en la atmósfera
impactan las temperaturas y corrientes del océano. El sistema oscila entre
cálido (El Niño) a neutral o a frío (La Niña) con un promedio de 3 o 4 años
por ciclo (PRODIVERSITAS, 2005).
9
Durante El Niño o La Niña se pone en evidencia, más que en cualquier otra
situación, la interacción entre la superficie del océano y la atmósfera baja en
la zona del Pacífico Tropical: cambios en la temperatura de la superficie del
mar impactan en la atmósfera y modifican los patrones de circulación global,
y por otro lado, alteraciones en la circulación normal de la atmósfera
modifican las corrientes marinas y por ende la temperatura de la superficie
del mar. La declaración de uno de estos eventos se da cuando el océano
Pacífico Ecuatorial muestra un calentamiento o un enfriamiento de menos de
un grado centígrado (medio grado centígrado para ser más exactos) con
respecto al promedio, durante al menos cinco meses consecutivos.
(INSIVUMEH, 2006)
La variabilidad oceánica y atmosférica está acoplada entre sí, de tal manera
que los cambios observados en las aguas oceánicas se reflejan en la
atmósfera y viceversa, haciendo que la atmósfera modifique,
paulatinamente, su comportamiento en varias partes del mundo.
"El Niño" es un fenómeno combinado de aparición de corrientes oceánicas
cálidas en las costas de América y de una alteración del sistema global
océano-atmósfera que se origina en el Océano Pacífico Ecuatorial (es decir,
en una franja oceánica cercana al Ecuador), generalmente durante un
periodo comprendido entre diciembre y marzo. Este fenómeno se presenta a
intervalos de dos a siete años y se caracteriza principalmente por
temperaturas inusualmente calientes en el Océano Pacífico Ecuatorial,
provocando una condición anormal durante un período que va de doce a
dieciocho meses (INSIVUMEH, 2006).
El fenómeno se inicia en el Océano Pacífico Tropical, cerca de Australia e
Indonesia, y con él se altera la presión atmosférica en zonas muy distantes
entre sí, se producen cambios en la dirección y en la velocidad de los vientos
y se desplazan las zonas de lluvia en la región tropical.
En condiciones normales, en la zona oeste del océano Pacífico,
específicamente en la franja tropical cerca de Australia, existe una masa
superficial de agua cálida, mientras que en el área cercana a las costas de
América del Sur, el agua superficial es más fría. Este patrón de distribución
en la temperatura del agua se debe a que los vientos que dominan en esta
10
zona del océano circulan de este a oeste (o sea de América a Australia)
arrastrando en esa misma dirección el agua caliente.
Una de las consecuencias de este fenómeno es que entre 12 y 15 meses, los
cambios en las corrientes marinas impiden que salgan a la superficie las
corrientes frías que arrastran los nutrientes del fondo, afectando el
crecimiento de los peces por falta de alimento, y por ende, a los pescadores
de la zona.
También en este período de tiempo, existe una alteración de las corrientes
atmosféricas, causando fuertes precipitaciones (lluvias), y en consecuencia,
inundaciones (MARN, 2009).
En términos prácticos, la ocurrencia de El Niño significa que muchas
regiones normalmente húmedas, como Indonesia, llegan a ser secas,
mientras que las áreas normalmente secas, como las de la costa oeste de
América, se humedecen con precipitaciones intensas (PRODIVERSITAS,
2005).
Dada la naturaleza de la circulación atmosférica, estos cambios del clima
tienen un efecto global, con lo que se afectan la agricultura, los recursos
hídricos y otras actividades económicas importantes en extensas áreas del
planeta.
“La Niña”,
“El Viejo” o “El Anti-niño” son términos utilizados para
denominar la fase fría de ENOS. El fenómeno de La Niña, es caracterizado
por temperaturas inusualmente frías en el Océano Pacífico Ecuatorial
(PRODIVERSITAS, 2005), específicamente en el Pacífico central y oriental que
tiene impacto sobre los patrones meteorológicos globales. Las condiciones
de la Niña recurren cada ciertos años y puede persistir tanto que provoca
fuertes sequías en las zonas costeras del Pacífico (INSIVUMEH, 2006).
El fenómeno la Niña puede durar de 9 meses a 3 años, y según su intensidad
se clasifica en débil, moderado y fuerte. El fenómeno la Niña es más fuerte
mientras menor es su duración, y su mayor impacto en las condiciones
meteorológicas se observa en los primeros 6 meses de vida del fenómeno.
Por lo general comienza desde mediados de año, alcanza su intensidad
máxima a finales y se disipa a mediados del año siguiente. Este fenómeno
11
se presenta con menos frecuencia que el niño y se dice que ocurre por
periodo de 3 a 7 años.
Al contrario de El Niño, en La Niña los vientos son fuertes y empujan el agua
caliente superficial hacia Asia. El agua fría de las profundidades (en el
Pacífico Oriental) sale a la superficie a lo largo de las costas americanas
produciendo una franja de agua fría, también llamada “lengua fría”, que se
extiende aproximadamente 5,000 kilómetros a lo largo del ecuador.
Esto da lugar a la presencia de una mayor cantidad de nutrientes y una
reducción de la evaporación de las aguas oceánicas, con la consiguiente
disminución en la formación de nubes de lluvia en la región, produciéndose
sequías. Paradójicamente, al Oeste del Pacífico, la gran cantidad de agua
caliente que fluye desde el este, provoca lluvias más abundantes de lo
normal, principalmente en las áreas cercanas a Asia y Australia (Torres y
Gómez, 2008).
La consecuencia para América Central con La Niña, es la presencia de
condiciones relativamente más húmedas que lo normal, principalmente
sobre las zonas costeras del mar Caribe, provocando grandes inundaciones.
La Niña como El Niño, son variaciones normales del clima, como producto de
las interacciones entre la variación de la atmósfera y de la superficie del
mar, que han existido desde hace millares de años y que continuarán
existiendo como parte de los ciclos de vida de nuestro planeta. Estas
variaciones interanuales normales del clima son referidos como un cambio
climático natural.
3.2
Interacción de la atmósfera terrestre y la energía
proveniente del sol
Cuando nos referimos a la atmósfera terrestre estamos hablando de la parte
gaseosa de la tierra y es la capa más externa de nuestro planeta situada entre la
litósfera (las masas continentales) o la hidrósfera superficial (superficie de
las masas de agua) o la criosfera, y el espacio exterior.
La fuente de energía fundamental para que funcione el sistema climático en
la tierra es el sol (Figura 1).
12
Líneas arriba explicamos que una causa de cambio climático natural es la
variación en las interacciones atmósfera-superficie del océano. Otra fuente
de cambio climático natural tiene que ver con la interacción del sistema
terrestre y el sol, y es explicado por las siguientes razones: 1) las variaciones
en la energía del sol, 2) la redondez y la rotación de la tierra, que hace que
durante períodos de 24 horas algunas zonas de la tierra estén expuestas al
sol y otras no, 3) la distancia de la tierra al sol, determinada por la posición
en su órbita, lo que a su vez está determinada por el movimiento de
traslación de la tierra alrededor del sol, 4) en la inclinación de la tierra
respecto a su eje, y 5) en la composición de la atmósfera terrestre.
Vamos a detenernos principalmente en la última razón y en la interacción de
la atmósfera terrestre y la energía del sol. Esto es porque las características
de temperatura que se mantienen en la tierra están determinadas por la
interacción entre la atmósfera terrestre y las emisiones de energía
provenientes del sol. Esta interacción está determinada fundamentalmente
por la composición de sustancias (gases) presentes en la atmósfera y su
comportamiento respecto de la energía solar y de la energía emitida por la
superficie de la tierra.
Figura 1. Esquema de la atmósfera y su relación con los continentes, las masas de
agua,
13
la vida en la tierra y el espacio exterior.
(Tomado de http://saludambientalydena.blogspot.com/)
Es algo muy evidente para las personas que nuestro planeta recibe energía
del Sol. Algo que no es tan obvio, pero que debe ser así, es que la misma
cantidad de energía recibida debe ser devuelta al espacio para mantener el
balance de energía en la Tierra. Si la cantidad de energía entrante fuese
mayor que la cantidad de energía saliente se produciría un calentamiento y
lo contrario produciría un enfriamiento. La interacción en la Tierra de los
flujos de energía entrante y saliente es un proceso complejo y ocasiona
muchos fenómenos tanto en la atmósfera, como en el océano o en las masas
continentales. La superficie terrestre puede reflejar o absorber la energía
que le llega del sol, aunque dicha absorción no es permanente y finalmente
debe ser re-emitida (devuelta al espacio).
Ahora bien, se dice que un cuerpo que emite energía radia o irradia.
Navarro (2009) explica que
“Un cuerpo emite energía por el mero hecho de tener temperatura y
la emite en forma de radiación electromagnética en un rango amplio
de longitudes de onda.
Cuando un trozo de hierro está a 20 grados centígrados, emite la
mayor cantidad de energía en longitudes de onda larga conocidas
como infrarrojas (mas allá de las rojas) que no son perceptibles al ojo
humano. Por eso es que ese trozo de hierro en un cuarto oscuro no
se ve, a pesar que está emitiendo energía. Si ese trozo de hierro se
calienta a 200 grados centígrados la emisión tiende a ser en ondas
más cortas, como la roja, y por eso ese trozo de hierro caliente en un
cuarto oscuro se ve de color rojo. Si ese trozo de hierro se calentara
a centenares o miles de grados como puede suceder en el filamento
de un bombillo de luz, la radiación se emite en ondas aun más cortas
y por eso se puede ver la luz de color amarillo, azul y hasta blanco.
En resumen y de forma simplificada, se puede afirmar que los
cuerpos fríos tienden a emitir energía en longitudes de onda larga y
los cuerpos calientes en longitudes de onda corta. El sol tiene una
14
temperatura superficial promedio de unos 5000 grados centígrados y
la superficie de la tierra de unos 15 grados centígrados, por lo que se
puede decir que la radiación emitida por el sol es en onda corta y la
radiación emitida por la tierra es en onda larga.”
La energía de onda corta del Sol, conocida también como radiación
electromagnética, se transforma en la Tierra en energía calórica (o
simplemente calor). Este calor no se disipa inmediatamente, se queda como
calor sensible o calor latente, se puede almacenar durante algún tiempo,
transportarse en varias formas, dando lugar a una gran variedad de tiempo
y a fenómenos turbulentos en la atmósfera o en el océano. Finalmente este
calor vuelve a ser emitido a la atmósfera. Se sabe ahora que la energía
emitida por la Tierra es atrapada en su mayor parte en la atmósfera y
reenviada de nuevo a la Tierra. Esa interacción de la energía con la
atmósfera está determinada por la composición de la atmósfera.
La atmósfera terrestre “normal” está compuesta por una diversidad de
gases que varían en cantidad según la presión a diversas alturas. A esta
mezcla de gases que forma la atmósfera nos referimos comúnmente con el
nombre de aire. El 75% de la atmósfera se encuentra en los primeros 11 km
de altura desde la superficie del planeta y los principales elementos que la
componen son el nitrógeno (78,1%) y el oxígeno (20,9%). Otros gases
presentes en la atmósfera son: vapor de agua (1%), argón (0,93%), dióxido
de carbono (0,046%), ozono y otros en cantidades muy pequeñas (Ver
Cuadro 1).
Cuadro 1. Composición de la atmósfera de la tierra.
Nombre del gas
Presencia del gas en la
atmósfera
Nitrógeno
78.084 %
Oxígeno
20.946 %
Vapor de agua
1.0 % (aproximadamente)
Argón
0.934 %
Dióxido de carbono
0.046 %
Neón
18.20 ppm
15
Ozono
11.6 ppm
Helio
5.24 ppm
Kryptón
1.14 ppm
Hidrógeno
0.50 ppm
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Atmósfera_terrestre
Se ha descubierto que los gases: vapor de agua, dióxido de carbono y ozono,
juntamente
con
el
metano,
los óxidos
de
nitrógeno
y
los
clorofluorocarbonados
“… dejan pasar la radiación de onda corta y no dejan pasar la
radiación de onda larga, esto significa que dejan pasar la energía que
viene del sol hacia la tierra (para esta radiación los gases se
comportan en forma transparente) pero no dejan pasar la energía
que emite la tierra hacia fuera (para esta radiación estos gases se
comportan en forma opaca). Como resultado de esto, la energía
tiende a quedar atrapada en la atmósfera calentándose más de lo
que sucedería si estos gases no estuvieran presentes.
Este fenómeno es lo que ocurre en un invernadero, donde los vidrios
son transparentes a la energía proveniente del sol, y opacos a la
energía proveniente del interior, lo que hace que se tienda a atrapar
la energía en el invernadero y el interior se vuelve más caliente que
el exterior, por eso a esos gases en la atmósfera se les conoce como
Gases de Efecto Invernadero.” (Navarro, 2009)
El efecto invernadero es esencial para la vida del planeta: sin dióxido de
carbono ni vapor de agua (sin el efecto invernadero) la temperatura media
de la Tierra sería unos 33 ºC menos, del orden de 18ºC bajo cero, lo que
haría inviable la vida (Wikipedia, 2009).
16
Figura 2. Interacción de la radiación solar con la atmósfera y la superficie de la
tierra.
Tomado de http://www.ecologistasenaccion.org/IMG/jpg/
Este conocimiento nos hace preguntarnos: ¿Qué sucedería si la cantidad de
estos “gases de efecto invernadero” aumentaran o disminuyeran en la
atmósfera terrestre? O que pasaría si adicionáramos otros gases (no
presentes en forma natural) a la atmósfera? Haciendo comparaciones con
otros planetas, los científicos han concluido que si estos gases disminuyeran
en la atmósfera, la Tierra se convertiría en una especie de refrigerador. En
cambio, si estos gases aumentarán en la atmósfera terrestre, la Tierra se
convertiría en un horno (Conde, 2007).
3.3
A qué nos referimos cuando hablamos de cambio
climático
El cambio climático lo entendemos literalmente, es decir, por las razones
que hemos explicado anteriormente, si nos movemos de Guatemala al
17
Ecuador, o si nos movemos de Guatemala hacia cualquiera de los polos del
Planeta, o si bien visitamos un lugar de nuestro país dos veces en un período
separado de seis meses, nos encontraremos con un cambio de clima,
independientemente del mes.
En este documento nos interesa particularmente resaltar el cambio
climático, sus efectos y sus causas. Pero no es interés de este documento
centrarnos en el cambio climático natural.
El cambio climático que nos interesa es el que está manifestándose en el
clima de todo nuestro planeta y que tiene su manifestación más concreta en
eventos climáticos extremos que ocurren el espacio geográfico en el cual
nos movemos cotidianamente. Concretamente, y en concordancia con la
definición de cambio climático del Convenio Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el cambio climático que nos interesa
es aquel cambio del clima atribuible de manera directa o indirecta a
actividades humanas que altera la composición de la atmósfera mundial y
que sucede de forma adicional a la variabilidad climática observada en
periodos de tiempo comparables.
Desde luego, este cambio climático es global, está ocurriendo en todo el
planeta, de modo que todas las personas y seres vivos nos hemos dado
cuenta que el clima al cual hemos estado acostumbrados, y el cual
caracteriza nuestros nichos ecológicos, está cambiando, lo cual, en muchos
casos está acarreando consecuencias catastróficas.
18
4. MANIFESTACIONES DEL CAMBIO CLIMÁTICO
“Para nosotros es un hecho que hay un cambio climático y por eso no
se definen las estaciones del año. Por eso miramos que un invierno
es un poco verano, y el verano es casi invierno. La primavera
también se retrasa. Eso se siente y estamos claros en ese sentido”5
4.1
A Nivel mundial
Presentamos a continuación las evidencias científicas reunidas en el cuarto
informe del IPCC (2008) que muestran el cambio climático o calentamiento
global:
“Los años 2005 y 1998 fueron los más cálidos en el registro de
temperatura del aire superficial mundial desde 1850.”
“La temperatura superficial media mundial aumentó, sobre todo, a
partir de aproximadamente 1950.”
“El aumento de temperatura total del periodo de 1850-1899 a 20012005 es de aproximadamente 0.8 °C.”
“Las temperaturas superficiales terrestres aumentaron a mayor
velocidad en los océanos en ambos hemisferios.”
“Se han descubierto tasas mayores de calentamiento en la tierra que
en los océanos durante los últimos dos decenios (aproximadamente
0.27°C vs. 0.13°C por decenio).”
5
Reunión de Movimiento de víctimas y afectado(a)s por el cambio climático
19
“El calentamiento a nivel mundial en los últimos 30 años, se ha
extendido en todo el mundo, siendo mayor en las latitudes altas
septentrionales.”
“Existen pruebas sobre cambios a largo plazo en la circulación
atmosférica a gran escala tales como el desplazamiento hacia los
polos y el fortalecimiento de los vientos del oeste.”
“Los cambios en las temperaturas extremas se corresponden con el
calentamiento. Las observaciones muestran reducciones muy
difundidas del número de días helados en las regiones de latitud
media, aumento de la cantidad de calentamiento extremo (días y
noches 10% más cálidas) y reducción de la cantidad de días fríos
extremos (días y noches 10% más fríos).”
“Aumentó la duración de las olas de calor a partir de la segunda
mitad del siglo XX. Un ejemplo excepcional de temperatura extrema
actual es la ola de calor que batió el record en Europa occidental y
central en el verano de 2003.”
“La cantidad de vapor de agua en la atmósfera situada después de
10 km de la superficie terrestre también aumenta.”
“Se ha observado un aumento significativo de las precipitaciones en
zonas orientales de América del Norte y América del Sur, Europa
septentrional y en Asia septentrional y central, así como sequedad en
Sahel, el Mediterráneo, África meridional y zonas de Asia meridional.”
“Se observan aumentos en fenómenos de precipitaciones (lluvias)
fuertes. Es probable que hayan aumentado las precipitaciones fuertes
(…) en muchas regiones de la tierra a partir de aproximadamente
1950, incluso en las regiones donde se redujo la cantidad total de
precipitaciones.”
“Existen pruebas de observaciones del aumento de la intensidad de
la actividad ciclónica tropical en el Atlántico Norte desde
aproximadamente 1970. Esto corresponde con el aumento de la
temperatura superficial del mar tropical.”
20
“Además, se indica el aumento de la intensidad de la actividad
ciclónica tropical en otras regiones donde es mayor la preocupación
por la calidad de la información.”
“Se observan sequías más intensas y largas en áreas más extensas,
principalmente en los trópicos y subtrópicos a partir de 1970.”
“La capa de nieve disminuyó en la mayoría de las regiones, sobre
todo durante la primavera.”
“El permafrost y el terreno congelado estacionalmente sufrieron
grandes cambios en la mayoría de las regiones en los últimos
decenios. El aumento de las temperaturas en la superficie de la capa
de permafrost ascendió a más de 3°C a partir de la década de los 80.
El calentamiento del permafrost se observó además, con una
magnitud variable en el Ártico canadiense, en Siberia, la meseta
tibetana y en Europa. La base del permafrost se derrite a razón de
0.04 m cada año en Alaska y 0.02 m cada año en la meseta
tibetana.”
“El área máxima cubierta por terreno congelado estacionalmente
disminuyó en aproximadamente un 7% en el Hemisferio Norte
durante la última mitad del siglo XX, con una disminución en la
primavera de hasta un 15%.”
“Durante el siglo XX, los glaciares y casquetes de hielo
experimentaron una amplia pérdida de masa y contribuyeron al
aumento del nivel del mar.”
“El aumento del nivel del mar se aceleró entre la mitad del siglo XIX y
la mitad del siglo XX según datos geológicos y de mareógrafos. En
algunas regiones las tasas de aumento durante este período
sobrepasan la media mundial, mientras que en otras regiones el nivel
del mar disminuye.”
“Las observaciones indican aumentos de las mareas altas en una
amplia cantidad de lugares del mundo a partir de 1975.”
21
“Cambios en la atmósfera, la criosfera y los océanos muestran
inequívocamente el calentamiento mundial.”
“Las temperaturas del aire superficial terrestre y las temperaturas del
mar superficial muestran calentamiento. En ambos hemisferios las
regiones terrestres se calentaron a más velocidad que los océanos en
los últimos decenios.”
“El calentamiento climático se corresponde con el aumento
observado de la cantidad de días cálidos extremos, la disminución de
la cantidad de días gélidos extremos y la disminución de la cantidad
de días helados en latitudes medias.”
“Las tendencias de temperatura del aire superficial a partir de 1979
se corresponden en la actualidad con aquellas de latitudes altas.”
“Los cambios en la temperatura se corresponden generalmente con
la reducción observada casi mundialmente, de la criosfera.”
“Las observaciones del aumento del nivel del mar a partir de 1993 se
corresponden con cambios observados en el contenido oceánico de
calor y la criosfera.”
“Las observaciones se corresponden con la interpretación física
relativa a la vinculación prevista entre el vapor de agua y la
temperatura y con la intensificación de las precipitaciones en un
mundo más cálido.”
“Aunque por un lado en muchas zonas del planeta hayan aumentado
las precipitaciones, por otro, también han aumentado las zonas de
sequía, su duración e intensidad.”
Tomando en cuenta estas observaciones climáticas, una de las conclusiones
del IPCC (2008) es que probablemente el calentamiento de las aguas del
mar aumente la cantidad e intensidad de huracanes y tormentas tropicales
con el consecuente aumento en desastres en
regiones tropicales y
subtropicales. Del mismo modo, el PNUD (2009) advierte que el
22
calentamiento climático resultará, muy probablemente, en un aumento de la
variabilidad climática, aumentando la frecuencia de eventos extremos de
sequías e inundaciones (PNUD, 2009).
El informe del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas del 2004
señaló que la frecuencia de sequías se incrementó en 360 por ciento; la de
huracanes, en 525 por ciento, y la de inundaciones, en 266 por ciento.
4.2
En Guatemala
En Guatemala, la fuente de información oficial de registros del clima, y sus
efectos en la sociedad, es el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología,
Meteorología e Hidrología (NSIVUMEH), el cual existe desde 1979 y cuenta
con una red de monitoreo climático distribuido en distintos puntos del país
(Figura 3).
Basados en los registros de clima del INSIVUMEH, como parte de la primera
comunicación nacional en Guatemala sobre cambio climático (MARN, 2001),
se realizó un estudio para determinar el comportamiento en el clima del país
y determinar así posibles cambios que se hayan manifestado. Solo para
efectos ilustrativos vamos a presentar acá, de manera resumida, los
hallazgos con relación a la temperatura y la precipitación, y lo que los
modelos de predicción dicen con relación a estas variables para dentro de
30 a 50 años.
23
18.0
0
17.5
0
3
1
17.0
0
3
3
16.5
0
2
7
2
5
3
6
1
5
5
3
5
7
6
93
5
1
10
15
5
5
6
1
2
6
5
0 1
9
6
1
7
91.50
91.00
44
23
5
4
4
4
92.00
5
1 21
8 9
4
1
2
2
2
3
1
1
3 5
1
4
5 1
44
6 8 44
57
4
0
2
0
5 4
0 9
3
8
7
8
14.0
0
13.5
0 92.50
3
7
2
1
2
43
3
9
2
4
5
8
2 28
6
15.5
0
14.5
0
3
0
2
9
16.0
0
15.0
0
3
4
3
2
90.50
90.00
89.50
89.00
88.50
88.00
Figura 3. Mapa de red hidrológica actual.
(Tomado de: www.insivumeh.gob.gt)
4.2.1 Temperatura media anual del aire, período 1961 – 1990
De acuerdo con el estudio y de acuerdo a lo que se observa en la Figura 4,
los registros de temperatura evidencian una tendencia al incremento de los
valores de temperatura media. Se puede observar en la Figura 4, la
24
tendencia de valores superiores al promedio anual del período después de
finales de la década de los años 70.
1
0.8
0.6
oC
)
0.4
0.2
(
n
ó
ric
a
V
0
-0.2
-0.4
-0.6
-0.8
8
9
1
7
8
9
1
5
8
9
1
3
8
9
1
8
9
1
7
9
1
7
9
1
5
7
9
1
3
7
9
1
7
9
1
6
9
1
7
6
9
1
5
6
9
1
3
6
9
1
6
9
1
-1
Figura 4. Comportamiento de la temperatura media anual del aire en Guatemala,
en el período 1961-1990.
(Tomado de MARN, 2001)
4.2.2 Precipitación anual período 1961 – 1990
Del análisis de los registros del período, se observó una reducción de los
totales anuales de lluvia (Figura 5). Esta reducción se atribuyó a la reducción
que se observa en la precipitación del trimestre junio-agosto. En el trimestre
25
diciembre-febrero el comportamiento de las precipitaciones parece estar
dominado por variaciones de más alta frecuencia.
El cambio observado en la serie anual y en el trimestre junio-agosto es
consistente con los cambios observados en la circulación atmosférica en el
área Pacífico-Norteamérica (Trenberth, 1990). Cambios similares han sido
descritos por Naranjo y Centella (1998) en el clima en Cuba y en la región de
El Caribe.
40
30
20
)
(%
n
ó
ric
a
V
10
0
-10
8
9
1
7
8
9
1
5
8
9
1
3
8
9
1
8
9
1
7
9
1
7
9
1
5
7
9
1
3
7
9
1
7
9
1
6
9
1
7
6
9
1
5
6
9
1
3
6
9
1
6
9
1
-20
Figura 5. Comportamiento de la precipitación media anual en Guatemala,
en el período 1961-1990.
(Tomado de MARN, 2001)
4.2.3 Huracanes en Centroamérica y el Caribe
26
Otra evidencia de las manifestaciones de cambio climático se encuentra en
la evolución en la cantidad de huracanes, y su intensidad, que se presentan
en la zona centroamericana y del Caribe. De acuerdo con Hulme y Sheard
(1999), la región de El Golfo de México y El Caribe es una de las regiones
con mayor actividad de huracanes en el mundo. De 5 a 15 huracanes
identificados ocurren cada año en el Atlántico Tropical. Obsérvese en la
Figura 6 como en la década de 1990, más específicamente en 1996, en un
solo año, y en el período de agosto a diciembre, ocurrieron más del doble de
huracanes que se presentaron en cada temporada antes de ese año.
Figura 6. Frecuencia Anual de huracanes en el Mar Caribe (1944-1998).
(Tomado de Hulme y Sheard, 1999)
Los ciclones que más han golpeado a Guatemala son: Francelia, en 1969;
tormenta tropical Oliva, en 1971; huracán Fifí, en 1974; huracán Greta,
1978; tormenta Andrés, en 1987, y Joan, en 1988. Le siguen: huracán Opal,
27
en 1995; Douglas, en 1996; Mitch, en 1998; Katrina, 1999; tormenta tropical
Keith, en el 2000, la tormenta tropical Iris, en el 2001 y la tormenta tropical
Stan en el 2005.
Las autoridades encargadas de monitorear el clima y generar alertas ven
ahora una conducta impredecible para dichos eventos: "Antes las tormentas
mantenían una trayectoria determinada, pero en los últimos años se
muestran erráticas, como el caso del huracán Mitch, que ya había dejado
atrás a Guatemala, pero regresó, al pasar de un océano a otro.” 6 Para el
caso de Guatemala se registraron 1,666 desastres de 24 tipos diferentes
para el periodo de 1988 al 1998, sin incluir el huracán Mitch. (Gamarra et al,
2000)
Los anteriores datos muestran que en la región, y particularmente en
Guatemala, la década de 1990 empezó a hacerse evidente el cambio
climático.
4.2.4 El cambio climático en el futuro: tendencias estudiadas
Para el caso de Guatemala, los datos de temperatura y precipitación fueron
sometidos, en el estudio realizado con motivo de la primera comunicación
nacional (MARN, 2001), a un modelo de simulación, bajo cambiantes
escenarios económicos, sociales y ambientales, para predecir el
comportamiento del clima en el año 2,050.
En el caso de la temperatura media anual del aire, en todos los escenarios
en que se evaluó el modelo, incluyendo el escenario en el que se mantiene
las tendencias económicas, sociales y ambientales actuales, los datos
indican que la temperatura se incrementará para el 2050. Obsérvese la
Figura 7 donde la línea negra hace referencia al promedio anual de
temperatura en los meses del año con base en los registros de temperatura
para el período 1961-1990.
6
“Stan fue peor que Wilma”. PL, 23 10 2005.
28
Temperatura (oC)
Figura 7. Variación Anual de la Temperatura del Aire en Guatemala para el Año
2050.
(Tomado de MARN, 2001)
En este estudio se encontró también que para 2,050, en Guatemala se habrá
producido una expansión de las áreas de mayores temperaturas a expensas
de aquellas donde actualmente presentan magnitudes menores, como es el
caso de las zonas montañosas.
En cuanto a la precipitación, los resultados obtenidos de la simulación bajo
distintos escenarios apuntan a que para el 2,050 la precipitación se habrá
reducido en los meses de julio, agosto y septiembre (numerados como 7, 8 y
9, respectivamente, en la Figura 8), y marcadamente mayor en agosto bajo
cualquiera de los escenarios. Esto puede verse en la Figura 8, donde la línea
29
negra es la precipitación media como sucede actualmente, digamos que es
el escenario actual. Las barras para cada mes, es la precipitación bajo
determinado escenario considerado.
Lluvia (mm)
Este resultado implica la intensificación del fenómeno conocido como
veranillo o canícula que sucede normalmente en el mes de agosto.
Figura 8. Variación Anual de la precipitación media en Guatemala para el Año 2050.
(Tomado de MARN, 2001)
Otros hallazgos de lo reportado por MARN en 2001, es que se espera que la
evapotranspiración aumente y que el calentamiento y la reducción de las
precipitaciones contribuyan a las expansiones territoriales de los climas
semiáridos y sub húmedas secos.
30
4.2.5 El cambio climático en Guatemala al 2010
Informes oficiales reportan que los Índices de Severidad de Cambio Climático
(ISCC) son notables en la Reserva de la biosfera maya, el entorno a la
cadena volcánica al sur del país y la zona de boca costa al sur de dicha
cadena, con los mayores valores de ISCC, que van de 0.75 a 1.99.
Para el caso de los regímenes costeros, el informe Ambiental del Estado de
Guatemala (2010) refleja que observaciones realizadas en registros del nivel
medio del mar en Puerto Quetzal, entre 1994 y 2008, muestran un aumento
de aproximadamente dos metros luego de casi 30 años de operación del
puerto con respecto del datum original de referencia.
Con todos estos datos, el resultado a la actualidad es que por lo menos el
10% del país está amenazado por eventos de sequía que involucra territorios
de los departamentos de Baja Verapaz, Chiquimula, El Progreso, Escuintla,
Guatemala, Jalapa y Zacapa.
Las sequías han afectado, por lo menos en datos de 2004, a un total de
34,904 familias, sumando un total de 31,000 hectáreas. Para las heladas,
por lo menos un 7% del área del país tiene una probabilidad mayor de sufrir
impactos de heladas. Los registros indican que la ocurrencia de heladas en
el país ha afectado severamente los cultivos de papa, trigo, haba, fresa,
frambuesa y mora. Otro 23% de la superficie del país tiene un tipo de riesgo
relacionado con inundaciones (IARNA y URL, 2009).
Estos datos son solo un ejemplo de la grave incidencia del cambio climático
en las distintas facetas de la visa social, económica, ecológica y cultural que
se vive actualmente en Guatemala.
31
5. LAS CAUSAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
5.1
El aumento de los gases
de efecto invernadero
Recuperamos acá dos interrogantes
que dejamos planteadas en el Capítulo
3,
la
primera
con
una
ligera
modificación:¿Qué
sucede
si
la
cantidad
de
“gases
de
efecto
invernadero”
aumentaran
en
la
atmósfera terrestre? O qué sucedería
si adicionáramos otros gases (no
presentes en forma natural) a la
atmósfera?
En
este
apartado
intentaremos responder brevemente a
estas interrogantes.
En el Cuadro 1 presentamos la
composición de la atmósfera terrestre
y explicamos que varios gases, como
el vapor de agua, el dióxido de carbono
y el ozono provocan efecto de
invernadero, juntamente con gases
como el metano, los óxidos de
nitrógeno,
los
aerosoles
y
los
clorofluorocarbonos
(los
cuales
interfieren en la formación del ozono
en la atmósfera).
32
Lo que viene sucediendo desde aproximadamente un siglo, es que la
cantidad de “gases de efecto invernadero” en la atmósfera terrestre
ha estado aumentando, particularmente de los gases dióxido de
carbono, metano y óxido nitroso (Figura 9). Como resultado, se ha
producido un paulatino incremento de la temperatura terrestre, el llamado
cambio climático o calentamiento global.
Según el último informe del IPCC (2007), las concentraciones actuales de
dióxido
de
carbono
y
metano Figura 9. Evolución de CO2, CH4 y N2O en
atmosféricas sobrepasan los valores la atmósfera terrestre desde hace diez mil
preindustriales
hallados
en
los años tomando el año actual el año 2005.
registros de testigos de hielo polar de
composición atmosférica de hace 650.000 años. Las investigaciones
científicas han confirmado que el aumento postindustrial de estos gases no
proviene de mecanismos naturales. Algo similar ha ocurrido con el aumento
en la concentración de óxido de nitrógeno en la atmósfera.
La concentración de dióxido de carbono atmosférico aumentó, de un valor
preindustrial de aproximadamente 280 ppm, a 379 ppm en 2005. La
concentración atmosférica de dióxido de carbono aumentó solo 20 ppm
durante los 8.000 años previos a la industrialización. Las variaciones a
escalas de varias décadas o de siglos son menores de 10 ppm y,
probablemente, resultado de procesos naturales. Sin embargo, a partir de
1750, la concentración de dióxido de carbono aumentó aproximadamente
100 ppm. La tasa de crecimiento anual de dióxido de carbono aumentó más
durante los últimos 10 años (media de 1995–2005: 1.9 ppm cada año) que
desde el comienzo de las mediciones atmosféricas directas continuas (media
de 1960–2005: 1.4 ppm cada año).
El aumento de aproximadamente 1774 ppb de metano en 2005 representa
más del doble de su valor preindustrial. En tanto que las concentraciones de
óxido de nitrógeno en 2005 fueron de 319 ppb, aproximadamente en un
18% más alto que su valor preindustrial.
Dióxido de Carbono (CO2): Algunas fuentes naturales de emisiones de
dióxido de carbono son: los árboles y plantas, los cuales han absorbido el
dióxido de carbono de la atmósfera; cuando estos mueren el dióxido de
carbono retorna nuevamente a la atmósfera. Las plantas en los océanos
33
llevan a cabo una función similar. La respiración de los animales y de los
seres humanos es un proceso mediante el cual se emite dióxido de carbono
a la atmósfera. La quema de combustibles fósiles como la gasolina, el
carbón y el gas, no son formas naturales de producir gases de efecto
invernadero, además son un aporte adicional a la cantidad de gases
dispuestos por la naturaleza. Existen sumideros de carbono los cuales
absorben y almacenan más carbón del que ellos liberan. Los sumideros de
carbono tales como los océanos y los bosques tratan de equilibrar parte de
esas emisiones adicionales de carbono. Pero la acelerada deforestación y la
contaminación de los mares que se está produciendo en el planeta limita las
posibilidades de que mucho de ese carbón sea absorbido (Campos, 2000).
34
EL EFECTO INVERNADERO
Es el calentamiento natural de la Tierra. Los gases de efecto
invernadero, presentes en la atmósfera, retienen parte del calor del
Sol y mantienen una temperatura apta para la vida.
1
2
EL CALENTAMIENTO GLOBAL
Es el incremento a largo plazo en la temperatura promedio de
la atmósfera. Se debe a la emisión de gases de efecto
invernadero que se desprenden por actividades del hombre.
La energía solar atraviesa
la atmósfera. Parte de
ella es adsorbida por la
superficie y otra parte es
reflejada.
1
La quema de combustibles,
la deforestación, la
ganadería, etc., incrementan
la cantidad de gases del
efecto invernadero en la
atmósfera.
Una parte de la
radiación reflejada
es retenida por los
gases de efecto
invernadero.
3
2
…otra parte
vuelve al espacio
La atmósfera
modificada retiene
más calor. Así, se
daña el equilibrio
natural y aumenta la
temperatura de la
Tierra.
Figura 10. Del efecto de invernadero natural al calentamiento global.
35
http://www.google.com.gt/imgres?imgurl=http://prevencionalmundo.files.wordpress.com/2008/10/el-efecto-invernadero-y-elcalentamiento-global.jpg
36
El Dióxido de Carbono tiene la responsabilidad del 60% del efecto
invernadero. Su concentración ha ido creciendo constantemente de forma
acelerada en los últimos 40 años. Las causas principales de emisión e CO 2
están en la obtención de energía a partir de la materia orgánica mediante el
proceso de combustión para obtener energía (Garrell, 2007).
El Metano (CH4): es un gas de efecto invernadero 20 veces más potente que
el dióxido de carbono. Éste gas ha aumentado un 145% por encima de los
niveles naturales y se mantiene por 12 años en el aire (Godrej, 2002). Una
de sus fuentes principales son los botaderos de basura, los cuales sumaron
el 65% de las emisiones en 1996, o sea que éstas están asociadas a
actividades humanas. La ganadería es el segundo emisor más importante de
metano (la cabaña bovina del planeta supera los 1.300 millones de reses
que genera unas 100 millones de toneladas anuales de metano). También se
genera metano en zonas pantanosas y arrozales, y de las fugas en
oleoductos (Campos, 2000).
Cuadro 2. Resumen de las características de los principales gases de efecto
invernadero.
Gas
Dióxido
de
carbono
(CO2)
Metano
(CH4)
Oxido
Nitroso
(N2O)
Clorofluor
o-
Contribuci
ón al
efecto
invernade
ro
60%
18%
4%
17%
Permanencia en el
ambiente
Muy variable pero
debido a que su ciclo
se renueva
constantemente se
considera
conservativo
12 años
120 años
Miles de años
37
Observaciones
Su concentración ha ido
creciendo constantemente de
forma acelerada en los
últimos 40 años superando en
la actualidad las 360 partes
por millón
20 veces más potente que el
dióxido de carbono, éste gas
ha aumentado un 145% por
encima de los niveles
naturales
han incrementado en un 15%
y posee 200 veces más
potencia que el CO2
Su efecto de calentamiento es
miles de veces superior al
carbonad
os (CFC)
CO2
El Oxido Nitroso (N2O): a pesar de su baja concentración contribuye en un
4% al efecto invernadero. Se origina por el incremento de la agricultura
intensiva, y la sobreexplotación del suelo que requiere un significativo uso
de fertilizantes. Este gas posee 200 veces más potencia que el CO 2 y
permanece en el aire 120 años (Godrej, 2002).
En cuanto a los Cloroflurocarbonos, CFC, con una responsabilidad que
llegó al 17%, es el cuarto gas clave en el proceso de cambio climático. Estos
gases se producen para ser utilizados en los sistemas de refrigeración y
como impulsor en los spray y en extintores (Garrell, 2007). Su efecto de
calentamiento es miles de veces superior al CO 2 y permanece por miles de
años en el ambiente.
5.2
De dónde se originan las emisiones de gases de efecto
invernadero
Las preguntas que surgen inmediatamente es ¿de dónde se originan estas
emisiones? ¿cuál es la fuente de emisión de estos gases de efecto
invernadero que está provocando un aumento en la cantidad natural de
gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre?
Navarro (2009) lo explica así:
“Hace varios siglos la humanidad descubrió que sustancias como el
carbón, petróleo y gas natural, almacenadas en el subsuelo, podrían
utilizarse como fuentes de energía, dando inicio a un proceso que
tuvo como resultado que el carbono almacenado por millones de
años en combustibles fósiles terminara como CO2 en la atmósfera.
Esto comenzó a hacerse en grandes cantidades hace dos siglos, con
el inicio de la revolución industrial y en forma muy acelerada a partir
de la última mitad del siglo XX. En la actualidad en concepto de
quema de combustibles fósiles se emiten a la atmósfera cada año
38
unas 10 mil millones de toneladas de carbono, o lo que es lo mismo
unas 37 mil millones de toneladas de CO 2, que excede por mucho la
capacidad del mar y los ecosistemas terrestres de procesarlo y
absorberlo, por lo tanto, en los últimos años casi la mitad de este CO 2
emitido, se ha venido acumulando en la atmósfera.” (Navarro, 2009)
Por su parte, el IPCC (2007) explica que
Las causas principales del aumento del CO 2 atmosférico son las
emisiones de CO2 derivadas del uso de combustibles fósiles y del
impacto del cambio en los usos del territorio en el carbono
acumulados en las plantas y en el suelo.
La mayoría de emisiones de fuentes de CH 4 es biogénica e incluye
emisiones de humedales, animales rumiantes, cultivo de arroz y
quema de biomasa, con el pequeño aporte de fuentes industriales
que incluye la emisión de combustibles fósiles. Los niveles actuales
de CH4 atmosférico se deben a las emisiones antropogénicas
continuadas de CH4 que superan las emisiones naturales.
El aumento de N2O a partir del período industrial se debe
principalmente a las actividades humanas de agricultura (fertilizantes
utilizados en los campos agrícolas) y a los cambios asociados al uso
de la tierra.
Los clorofluorocarbonos y los hidroclorofluorocarbonos son gases de
efecto invernadero que tienen un origen puramente antropogénico
(creados por la humanidad) y una gran variedad de aplicaciones.
Debido a que las actividades productoras de “gases de efecto invernadero”
han estado ligadas a actividades humanas desarrolladas desde hace varios
cientos de años, podríamos pensar que “todos” los seres humanos,
generacionalmente, hemos sido “igualmente” responsables de su emisión.
Sin embargo, el monitoreo que en diversos países se viene haciendo desde
aproximadamente mediados del siglo XVIII sobre la concentración de estos
39
“gases de efecto invernadero” en la atmósfera terrestre, muestra que el
crecimiento exponencial de su concentración empieza a partir de “la
Revolución Industrial” (Gay y Estrada, 2007), es decir, desde el año 1750
después de Cristo.
Esta revolución industrial ha llevado al uso intensivo de combustibles fósiles
en las actividades industriales y el transporte, lo cual ha producido sensibles
incrementos en las cantidades de óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono
emitidas a la atmósfera, con el agravante de que otras actividades humanas,
como la deforestación, han limitado la capacidad regenerativa de la
atmósfera para eliminar el dióxido de carbono, principal responsable del
efecto invernadero.
Adicionalmente, las actividades humanas generan metano y halocarbonos
(gases que contienen flúor, cloro o bromo), con los halocarbonos sin
presencia natural (no existían en la época preindustrial, antes de 1750).
5.3
La emisión de gases de efecto invernadero por países
En el Cuadro 3 puede observarse las emisiones de gases de efecto
invernadero entre los países con mayores emisiones a nivel mundial, en los
años 1990 y 2006.
El Anexo I de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio
Climático (CMNUCC) incluye a 41 países. Parte de esta lista son los 13 países
señalados en el Cuadro 3, considerados los mayores emisores.
Cuadro 3. Emisiones de gases de efecto invernadero (CO 2, CH4, N2O, CFC)
entre los países con mayores emisiones a nivel mundial de acuerdo a la lista
de países incluidos en el Anexo I del CMNUCC.
País
CO2 equivalente
(En Toneladas Métricas * 1000)
1990
2006
Alemania
1,227,668
1,004,794
40
Cambio (%)
1990/2006
-18.2
Australia
Canadá
España
Estados Unidos
Federación
de
Rusia
Francia
Italia
Japón
Polonia
Reino Unido
Turquía
Ucrania
416,155
592,281
287,687
6,135,243
3,326,404
536,066
720,632
433,339
7,017,321
2,190,239
28.8
21.7
50.6
14.4
-34.2
566,411
516,898
1,272,056
563,443
771,979
170,059
922,013
16,768,297
546,527
567,922
1,340,081
400,459
655,787
331,763
443,183
16,188,113
-3.5
9.9
5.3
-28.9
-15.1
95.1
-51.9
-3.5
Fuente: Inventarios Nacionales; CMNUCC de las Naciones Unidas.
En el CMNUCC, estos países se comprometieron a adoptar políticas que
limitaran sus emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los
niveles de emisión de 1990. Los compromisos de reducción de emisiones
quedaron establecidos en el Protocolo de Kyoto (1997). En este Protocolo,
los países del Anexo 1 del CMNUCC se comprometieron con el objetivo de un
recorte conjunto de las emisiones de gases de efecto invernadero de al
menos el 5% con respecto a los niveles de 1990, lo cual deben cumplir en el
periodo 2008-2012.
En el Cuadro 3, puede verse que trece países, para 2006, habían reducido en
conjunto un 3.5% de sus emisiones.
Según el último informe del IPPC (2007), los países del Anexo I, exceptuando
los Estados Unidos de América, representaban el 20% de la población
mundial y en el año 2004 contabilizaban el 46% de las emisiones totales de
GEI. En 2005, las emisiones de dióxido de carbono de Estados Unidos de
América representaron el 25% de las emisiones totales en el mundo. Desde
el año 1850, Estados Unidos y Europa han generado el 70% de las emisiones
totales de CO2.
Durante las negociaciones para el Protocolo de Kyoto, Estados Unidos ofreció
reducir sus emisiones en 7%. Del Cuadro 3, puede observarse que Estados
Unidos más bien incrementó sus emisiones en 14% respecto a sus emisiones
41
de 1990. Vale decir que Estados Unidos, a la fecha, no ha ratificado el
Protocolo de Kyoto.
Existe también otra lista de países, con emisiones de GEIs, no incluidas en el
Anexo I de la CMNUCC, que incluye a 122 países. En el Cuadro 4 puede verse
que del total de emisiones GEIs de esta lista de países No Anexo I, las
emisiones GEIs de 10 países engloba el 70% del total de emisiones GEIs de
estos 122 países.
Previo a la XV Cumbre Internacional sobre Cambio Climático en Copenhague,
Dinamarca, a finales de 2009, era un hecho obvio que si bien el Protocolo de
Kyoto constituyó un primer paso histórico para controlar los gases de efecto
invernadero, su impacto en la tendencia ascendente de las emisiones ha
sido muy reducido, y algunos de los mecanismos en los que se basa son
cuestionables.
En la Cumbre de Copenhague, el objetivo final era “la conclusión de un
acuerdo jurídicamente vinculante sobre el clima, válido en todo el mundo,
que se aplicaría a partir del 2012, con la meta de que el conjunto de países
industrializados redujeran sus emisiones de gases de efecto invernadero
entre un 25% y 40% respecto a los niveles de 1990 para el año 2020, sin
afectar a los países pobres.”
La valoración final de la cumbre es que fue un fracaso debido a que no se
llegó a ningún acuerdo. Lo rescatable de esta Cumbre es que los países en
vías de desarrollo (G77) estaban organizados, y liderados por China se
enfrentaron a los países desarrollados, liderados a su vez por Estados
Unidos y el gobierno Danés (G25). Desde luego, los países industrializados
(desarrollados en la definición de la CMNUCC) no estuvieron de acuerdo en
los porcentajes de reducción de las emisiones.
Cuadro 4. Total emisiones CO2, CH4 y N2O de los países no incluidos en
Anexo
I del CMNUCC, con mayores emisiones de gases de efecto
invernadero.
Pais
CO2 equivalente
(Toneladas Métricas * 1000)
Nigeria
242,626
42
Sudáfrica
379,837
China
4,057,306
India
Indonesia
1,214,248
323,262
Irán
385,433
República de Corea
Argentina
289,458
263,879
Brasil
Mexico
658,976
383,076
Total del grupo
Total 122 países
Anexo I
8,198,101
11,735,436
No
Fuente: Inventarios Nacionales; CMNUCC de las Naciones Unidas.
Por los datos anteriores es que debemos cuestionar los planteamientos que
quieren hacernos creer que todas las personas en el mundo tienen la misma
responsabilidad en el cambio climático. Más aún, este conocimiento nos
permite ver donde se origina la responsabilidad principal de este cambio
climático y por tanto quiénes realmente están obligados a tomar medidas,
no solamente para reducir sus emisiones sino para contrarrestar la
problemática que el cambio climático ocasiona en territorios donde se hacen
emisiones mínimas de gases de efecto invernadero. Vale decir también que
este planteamiento está recogido en el Convenio Marco de Cambio
Climático, pero los países desarrollados del Anexo I, especialmente EEUU,
son reacios a su cumplimiento.
Con las mismas expectativas en cuanto a que los países industrializados
asuman compromisos de largo plazo con el planeta y se garantice la
continuidad del Protocolo de Kyoto más allá del 2012, se espera la
realización de la Cumbre de Cancún sobre Cambio Climático a finales del presente año.
5.4
La contribución de la agricultura a las emisiones de
gases de efecto de invernadero
Particularmente nos interesa hablar de la agricultura porque parte de la
propuesta implicada en nuestro análisis es fortalecer la agricultura
43
campesina y orientarla hacia una agricultura ecológica. Pero entonces,
cuando hablamos de la agricultura como emisor de gases de efecto
invernadero, de qué tipo de agricultura estamos hablando?
Estamos
hablando de la agricultura industrializada, la agricultura química, conocida
también como agricultura de la “revolución verde”, o bien como
“agronegocio” por su orientación comercial.
La agricultura industrializada está basada en el uso insumos externos, como
por ejemplo semillas mejoradas (híbridos en su primera etapa, de tendencia
transgénica en la actualidad), uso de agroquímicos (plaguicidas y
fertilizantes) y uso de maquinaria para facilitar los procesos de trabajo.
Además, esta agricultura se realiza a gran escala, plantaciones en
monocultivo, sistemas agrícolas intensivos bajo riego y estandarización de
los procesos. Asimismo, esta agricultura está orientada en producir para el
mercado de ahí que se le acuñe también el término de “agronegocio”.
En contraste, la agricultura campesina es, en general, una agricultura
caracterizada por basarse en las prácticas agrícolas de las poblaciones
locales, con nulo uso de insumos externos o con alguna utilización de éstos
en función de la situación económica y del conocimiento, y una agricultura
que maneja más de una especie de cultivo (biodiverso).
Por su parte, la agricultura ecológica (en su propuesta rural más amplia
llamada agroecología) combina conocimientos científicos actuales de los
ciclos ecológicos de cada zona con los conocimientos culturales de manejo
de la tierra y los cultivos, con el objeto de reproducir en lo más posible los
ciclos ecológicos en los procesos de producción. Se basa en el
aprovechamiento máximo y racional de los recursos locales (tanto
tecnología como conocimientos) y con un respeto por las culturas locales y
la naturaleza.
Hay muchos analistas que intentan de culpar a la agricultura campesina de
una serie de problemas agrícolas, desde el facilitar el desgaste y deterioro
de los suelos, fomentar la deforestación, hasta agravar las condiciones de
pobreza en que viven los hombres y las mujeres que lo practican. Un análisis
de este tipo es básicamente reduccionista y completamente ahistórico,
además de miope, en cuanto a que no señala el hecho obvio de que un
terreno cultivado en forma industrializada, normalmente maneja una especie
44
de cultivo en varias hectáreas a la redonda, en tanto que un terreno
cultivado a la usanza campesina integra más de una especie de cultivo y de
muchas otras especies (animales, medicinales, ornamentales, forestales,
etc., además de la familia campesina) en terrenos menores de una hectárea.
Por interpretarlo de esta manera, muchos analistas culpan a la agricultura
campesina de ser igualmente contribuyente de emisiones de gases de
efecto invernadero y por lo tanto igualmente responsable del cambio
climático, cosa que no está fundamentada en los hechos y en las bases que
sustentan la forma de practicar dicha agricultura.
Por ello, aquí nos basamos en los estudios científicos que señalan al
desarrollo industrial, de la cual la agricultura de la revolución verde es parte,
como responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En la Figura 11, publicada por el IPCC (2007) puede verse que la agricultura
es responsable del 13.5 % de las emisiones totales de gases de efecto
invernadero, y la silvicultura aporta el 17.4% de las emisiones totales. El uso
de la energía que involucra los suministros de energía, el transporte y la
industria, representan el 40.4% de las emisiones totales, en tanto que 2.8%
de las emisiones provienen de los desechos.
Todos estos datos de emisiones, obviamente, se refieren a la agricultura
cuya fuente de energía principal se basa en los combustibles fósiles.
De acuerdo con GRAIN (2009), la agricultura industrializada o el
agronegocio, y su práctica de sobre-explotación de la tierra, genera
emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) de varias categorías
aportando entre el 45% y 57% de las emisiones a nivel global, hecho que lo
convierte en un factor importante del cambio climático. Desde luego, este
porcentaje es calculado a partir de que se toman en cuenta los diferentes
vínculos que tiene el sector agricultura con otros sectores de las actividades
humanas.
No es solamente el hecho de tener un terreno, deforestarlo, cultivarlo y
obtener el producto. La Vía Campesina (2009) señala las diferentes vías
(acoplados en un proceso denominado cadena alimentaria industrial) por las
cuales la agricultura industrial realiza emisiones de GEIs y contribuye al
calentamiento global.
45
Suministro de
energía, 25.9
Silvicultura
(incluye
deforestación),
17.4
Transporte,
13.1
Desechosy
aguas de
desecho, 2.8
Agricultura,
13.5
Industria, 19.4
Edificios
residenciasy
comerciales, 7.9
Figura 11. Parte proporcional que representan diferentes sectores
de las actividades humanas en las emisiones totales de gases de
efecto de invernadero en 2004, en términos de CO2 equivalente.
Pero la agricultura industrial también genera una serie de residuos. No
solamente son los residuos orgánicos (que comúnmente denominamos
rastrojo) al finalizar la cosecha, que sería el menor de las fuentes de
emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura.
Al incorporarse a procesos de transporte, requiere ser transformado,
envasado, y etiquetado. Todo este proceso implica la generación de una
serie de desechos principalmente plásticos cuyo proceso de producción
también utiliza combustibles fósiles como fuentes de energía.
Entonces, la contribución de la agricultura industrializada al cambio climático
puede desglosarse en diferentes aspectos (GRAIN, 2009):
a. Las actividades agrícolas son responsables de un 11 a 15% de GEIs.
b. El desmonte y la deforestación causan entre un 15 a 18% de GEIs.
c. El procesamiento, empaque y transporte de alimentos provoca entre
un 15 a 20% de GEIs.
46
d. La descomposición de las basuras orgánicas causan de 3 a 4% de la
emisión de GEIs.
Cuadro 5. Las vías por las cuales la agricultura industrial contribuye al
cambio climático.
1/ Por transportar alimentos por todo el mundo
Los alimentos frescos y empaquetados están innecesariamente viajando por todo el mundo, mientras a los
campesinos y agricultores locales se les niega el acceso adecuado a los mercados locales y nacionales. Por ejemplo,
no es raro ahora encontrar en Estados Unidos o en Europa frutas, verduras, carne o vino de
África, Sudamérica u Oceanía; también encontramos arroz asiático en América o en África.
Los combustibles fósiles usados para el transporte de alimentos están liberando toneladas de CO2 a la atmósfera. La
organización de campesinos suizos UNITERRE calculó que un kilo de espárragos importado desde México necesita 5
litros de petróleo para viajar por vía aérea (11,800 km) hasta Suiza. Sin embargo, un kilo de espárragos producido en
Suiza solo necesita 0.3 litros de petróleo para llegar hasta el consumidor.
2/ Por la imposición de medios industriales de producción (mecanización, intensificación, uso de
agroquímicos, monocultivo…)
La llamada agricultura “moderna”, especialmente el monocultivo industrial, está destruyendo los procesos naturales
del suelo que permiten la acumulación de carbono en la materia orgánica y los reemplaza por procesos químicos
basados en fertilizantes y pesticidas. Debido sobre todo al uso de fertilizantes químicos, a la agricultura y ganadería
intensivas basadas en los monocultivos, se produce una importante cantidad de óxido nitroso (NO 2), el gas que ocupa
el tercer lugar como fuente de efecto.
En Europa, el 40% de la energía consumida en las explotaciones agrarias se debe a la producción de fertilizantes
nitrogenados.
Por otra parte, la producción agraria industrial consume mucha más energía (y libera mucho más CO 2) para mover sus
tractores gigantes para labrar la tierra y procesar la comida.
3/ Por destruir la biodiversidad y su capacidad para capturar carbono
El carbono es naturalmente absorbido desde el aire por las plantas, y es almacenado en la madera y en la materia
orgánica del suelo. Algunos ecosistemas, como los bosques nativos, los pantanos y los humedales acumulan más
carbón que otros.
Este ciclo del carbono ha permitido la estabilidad del clima durante decenas de miles de años. Las empresas de
agronegocios han destrozado este equilibrio con la imposición generalizada de la agricultura química (con uso masivo
de pesticidas y fertilizantes procedentes del petróleo), con la quema de bosques para plantaciones de monocultivos y
destruyendo las tierras pantanosas y la biodiversidad.
4/ Convirtiendo la tierra y los boques en áreas no agrícolas
Bosques, pastizales y tierras cultivables están siendo convertidos rápidamente en áreas de producción agrícola
industrial, en centros comerciales, complejos industriales, grandes casas, grandes proyectos de infraestructuras o en
complejos turísticos. Estos cambios causan liberaciones masivas de carbono y reducen la capacidad del medio
ambiente de absorber el carbono liberado a la atmósfera.
5/ Transformando la agricultura de una productora a una consumidora de energía
En términos energéticos, el primer papel de las plantas y de la agricultura es transformar la energía solar en la energía
contenida en los azúcares y celulosas que pueden ser directamente absorbidas en la comida o transformadas por
los animales en productos de origen animal.
Este es un proceso natural que aporta energía en 3 la cadena alimentaria. No obstante, la industrialización del
47
proceso agrícola en los últimos doscientos años nos ha llevado a una agricultura que consume energía (usando
tractores, agroquímicos derivados del petróleo, fertilizantes...).
Fuente: tomado de Vía Campesina, 2009. Los pequeños productores y la agricultura sostenible
están enfriando el planeta. 4 p.
Cuadro 6. Diferencias entre la cadena alimentaria industrial y la red
campesina de producción de alimentos.
La cadena alimentaria industrial
La red campesina de producción de alimentos
Noventa y seis por ciento de toda la investigación agrícola
y sobre alimentos ocurre en los países industrializados y el
80 por ciento de esa investigación se ocupa del procesamiento y distribución de alimentos.
En la mitad del último siglo, la cadena alimentaria industrial
se ha consolidado de tal forma que cada eslabón –de la
semilla a la sopa- lo domina un puñado de multinacionales
que trabajan con una lista de bienes de consumo cada vez
más restringida, que tiene a la humanidad en peligro de
desnutrición o sobrepeso.
La cadena alimentaria industrial se enfoca en menos de
100 variedades de ganado. Los fitomejoradores
corporativos trabajan con 150 cultivos pero se enfocan en
apenas una docena. De las 80 mil variedades comerciales
de plantas que hay en el mercado, prácticamente la mitad
son de ornato.
Lo que queda de nuestras erosionadas reservas de peces
viene de solo 336 especies, que dan cuenta de dos
terceras partes de las especies acuáticas que consumimos.
Con la pérdida de diversidad vino la pérdida de calidad. El
contenido nutricional de muchos de nuestros granos y
hortalizas ha caído entre el cinco y el 40 por ciento, de
modo que hoy tenemos que comer más calorías para
obtener los mismos nutrientes que antes.
Ante el caos climático, la cadena alimentaria industrial nos
impone un régimen de patentes que favorece la
uniformidad por encima de la diversidad y refuerza un
modelo tecnológico que cuesta más —y necesita más
tiempo— para lograr una variedad diseñada genéticamente
de lo que necesitaría para lograr cientos de variedades
convencionales. La cadena alimentaria industrial no sabe
48
Ochenta y cinco por ciento de los alimentos del mundo
se cultivan y consumen dentro de las fronteras
nacionales o dentro de la misma región ecológica. La
mayor parte de esta comida se cultiva a partir de
variedades campesinas sin contar con la cadena
industrial de fertilizantes sintéticos.
Los campesinos crían 40 especies de ganado y casi
ocho mil variedades. Los campesinos también crían
cinco mil de los cultivos domesticados y han aportado
más de 1.9 millones de variedades vegetales a los
bancos genéticos del planeta. Los pescadores
campesinos cultivan y protegen más de 15 mil especies
de aguas dulces.
El trabajo de campesinos y pastores en mantener la
fertilidad del suelo tiene un valor 18 veces superior al
valor de los fertilizantes sintéticos que proveen las siete
corporaciones más grandes del mundo en el ramo.
Los campesinos no hacen consorcios, sin embargo
están organizados.
Existen 1 500 millones de campesinos en 380 millones
de parcelas; 800 millones más cultivan en las ciudades;
410 millones recolectan la cosecha oculta de nuestros
bosques y sabanas; hay 190 millones de pastores y
bastante más de 100 millones de campesinos
pescadores. Al menos 370 millones de todos ellos
pertenecen a pueblos indígenas.
Juntos, esos campesinos son casi la mitad de la
población mundial y cultivan al menos el 70 por ciento
de los alimentos del planeta. Mejor que nadie, ellos
quiénes padecen hambre, dónde se encuentran o qué
necesitan.
alimentan a quienes sufren hambre. Si vamos a
comer en 2050, necesitaremos de ellos y de toda
su diversidad.
Fuente: Tomado de Grupo ETC, 2009. 34 p. www.etcgroup.org
Un conocimiento elemental en la agricultura, es que la materia orgánica es
muy importante para la fertilidad y el equilibrio ecológico de los suelos, por
lo cual es prioridad producir y mantener todos los residuos orgánicos de la
agricultura y toda la materia orgánica producida naturalmente. De hecho,
cuando se habla de sumideros de carbono, en realidad de lo que se habla es
de fijar el dióxido de carbono gaseoso en biomasa.
Sin embargo, en los últimos 50 años, el uso masivo de fertilizantes químicos
y otras prácticas insustentables de la agricultura industrializada han causado
una pérdida promedio de 30 a 60 toneladas de materia orgánica por cada
hectárea de tierra agrícola, convirtiéndola en tierra infértil además de haber
emitido todo el dióxido carbono fijado en esta materia orgánica a la
atmósfera terrestre.
5.5
La contribución de Guatemala al cambio climático
Aunque en pequeña escala, Guatemala emite gases de efecto invernadero.
Las principales fuentes de emisión incluyen a la producción de energía
(eléctrica, combustión de motores, etc.), la agricultura, procesos
industriales, los residuos (agua y basura) y el cambio del uso de la tierra
(MARN, 2007).
Cuadro 7. Emisiones Nacionales de Gases de Efecto Invernadero 19902000.
(Toneladas Métricas * 1000)
AÑO
1990
7,489.62
-42,903.73
199.56
20.71
NOx
Óxidos
de
Nitróge
no
43.79
2000
21,320.8
-37,460.17
230.29
55.33
89.72
1651.45
3,256.85
75.15
Diferenc
2
13,831.2
5,443.56
30.73
34.62
45.93
689.79
3,150.90
0.65
ia
CO2
Emision
es
CO2
Remocion
es
CH4
Metano
N2O
Óxido
Nitros
o
0
49
CO
Monóxido
de
Carbono
COVDM
Compuest
os
Volátiles
SO2
Dióxid
o de
Azufre
961.66
105.95
74.5
Los valores con signo negativo significan que son absorciones de CO2. El número en rojo significa que,
después de 10 años, Guatemala removió menos dióxido de carbono de la atmósfera.
Fuente: MARN, 2007
De acuerdo con el Resumen del Inventario de Gases de Efecto Invernadero
en el año 2000 en Guatemala (MARN, 2007), comparadas las emisiones de
GEIs del año 2000 respecto a las emisiones del año 1990,
a. Las emisiones totales aumentaron 17.8 millones de toneladas métricas,
es decir se incrementaron en 199%.
b. Todos los gases muestran incrementos netos positivos en sus emisiones.
Todas las actividades antropogénicas durante 10 años han incrementado
sus emisiones de los gases considerados
c. Las emisiones de CO2 se incrementaron en 184%.
d. Las remociones de CO2 disminuyeron 5.4 millones de toneladas métricas,
una reducción en las remociones de 12.7%.
En el Cuadro 8 se observan las emisiones por sector de actividad en
Guatemala. Puede observarse que la agricultura emitió en el 2000 el 72.5%
de las emisiones totales.
Cuadro 8. Fuentes origen de las emisiones de gases de efecto invernadero
en el año 2000 en Guatemala.
Origen de emisiones
Gas
Sector
Nivel de emisiones
(Toneladas métricas *
1000)
15,501.1
Porcentaje
(%)
Emisiones provenientes de
Suelos Agrícolas (Directo e
indirecto)
Emisiones provenientes del
Manejo del Estiércol
Emisiones provenientes de
Fermentación Entérica en
Ganado Doméstico
Emisiones provenientes de la
quema de desechos agrícolas
Emisiones provenientes de
Combustión Estacionaria
Industrias Manufactureras y
de Construcción
N2O
Agricultur
a
N2O
Agricultur
a
Agricultur
a
1,093.3
4.1
2,220.5
8.4
282.1
1.1
CO2
Agricultur
a
Energía
2,503.4
9.5
CO2
Energía
1,297.4
4.9
CH4
CH4
50
58.8
Otros Sectores: Residencial
CH4
Energía
936.8
3.6
Otros Sectores: Residencial
CO2
Energía
601.1
2.3
Otro Sector: Comercial
CO2
Energía
319.1
1.2
Emisiones provenientes de la
Producción de Cemento
CO2
791.9
3.0
Emisiones de Botadero de
Desechos Sólidos
Emisiones Totales (Todas las
categorías de fuentes)
Fuente: MARN, 2007.
CH4
Procesos
Industrial
es
Desechos
804.5
3.1
26,351.02
100.00
Debe tomarse en cuenta que aquí están consideradas emisiones directas e
indirectas, refiriéndose las emisiones indirectas a las emisiones que se
obtienen en otros sectores donde hay una vinculación directa de la
agricultura. Las emisiones del sector energía constituyó el 21.5% de las
emisiones totales, en tanto que los procesos industriales y los desechos
sólidos fueron responsables cada uno de un 3% de las emisiones totales.
Ahora bien, si comparamos las emisiones de GEIs guatemaltecas respecto a
emisiones de algunos otros países, nos vamos a encontrar con que las
emisiones de GEIs en Guatemala son insignificantes. En 2004 constituyó el
0.04% de las emisiones totales en el mundo (PNUD, 2007).
Los datos anteriores nos sirven para respaldar nuestro planteamiento de no
aceptar la misma responsabilidad en el cambio climático global, tanto como
país, como desde el punto de vista de la agricultura campesina. La
agricultura guatemalteca que principalmente contribuye a las emisiones de
GEIs es la agricultura industrial, por las razones que señalamos más arriba.
Cuadro 9. Comparación de los niveles de emisión de gases de efecto de
invernadero entre algunos países.
País
Clasificación
% de
emisiones+
Estados Unidos
Desarrollo alto
21
Ton de
Emisiones de
CO2 per cápita
21
China
Desarrollo
medio
Desarrollo
medio
17
4
4.6
1.2
India
51
Guatemala
Subdesarrollado
0.04
+Este porcentaje es sobre el cien por ciento de emisiones totales en el mundo.
La población de Estados Unidos representa el 4.6 % de la población mundial.
Fuente: PNUD, 2007.
Desde luego, nuestro planteamiento no se trata de un revanchismo, de
culpar a alguien por culpar, sino de establecer donde están las verdaderas
causas para tomar las medidas pertinentes que cambien la situación. En ese
sentido, como país debemos siempre analizar y actuar de acuerdo a lo que
más nos conviene. En ese sentido, nuestra interpretación es que no son en sí
las personas (es decir, solo por el hecho de existir) quienes han deteriorado
el ambiente, sino más bien es la forma específica en que como personas,
seamos hombres o mujeres, nos relacionamos con la naturaleza.
El sistema socio-económico imperante a nivel mundial está basado en una
visión capitalista de producción y consumo.
Este sistema tiene
repercusiones en las diversas culturas y Estados en dónde se inserta. En
ella impera una lógica de “usar y tirar” y de consumir sin medida. Un “logro
“de la modernidad es el acortar las distancias y volver todo más efectivo y
rápido. Sin embargo, el costo de dicho “logro” han sido las condiciones
actuales y el panorama climático a futuro al cual nos enfrentamos.
En este sentido, entendemos que las causas tienen que ver con este sistema
económico de explotación y las mismas son variadas. Los impactos del
cambio climático constituyen hoy día un fenómeno multicausal en donde se
entrelazan condiciones externas y condiciones nacionales y regionales.
Así por ejemplo, las condiciones de daño a la agricultura por sequía en el
“corredor seco” tienen que ver con cambios en el clima de la región por
procesos de deforestación y condiciones de pobreza, exclusión en el acceso
a educación, ausencia de sistemas de riego para pequeños productores,
alteraciones del ciclo del agua, etc. A ello se aúnan cambios en los ciclos de
lluvias, originados por un cambio de clima a escala global, que dan como
resultado, año con año, cuadros de desnutrición crónica y aguda, aún
cuando éstos no ocupen siempre los titulares de los periódicos.
Actualmente existe una tendencia a culpar al cambio climático de diferentes
problemáticas ecológicas y sociales, en especial desde el sector oficial. Las
52
últimas declaraciones oficiales sobre problemáticas como los casos de
desnutrición crónica y aguda en el corredor seco, la perdida de cosecha de
productores por plagas como la mancha de asfalto en Ixcán, la aparición de
la cianobacteria en las aguas superficiales del lago de Atitlán, se han
atribuido a un aumento en la temperatura generada por el cambio climático.
Sin embargo la causalidad de éstas problemáticas no dependen de un único
factor externo (el cambio climático global) sino de la interrelación de éste
con las condiciones regionales (mesoamericanas) y nacionales de deterioro
ambiental.
Algunas causas asociadas al cambio climático son las que se describen a
continuación. Estas, obviamente, no son las únicas y tienen vinculación la
una con la otra. Debe tomarse en cuenta también que el deterioro
ambiental y su relación con el cambio en el clima trasciende las divisiones
políticas de los países. Es el caso de los países de Mesoamérica quienes se
encuentran insertos en una dinámica ambiental común; los daños de una
región afectan directa e indirectamente a las otras, el ejemplo más sencillo
de esto se ve al analizar las cuencas hidrográficas compartidas entre países.
5.5.1 Industrialización
La industrialización tiene efectos directos en las condiciones ambientales de
las diversas regiones de Guatemala por las condiciones de contaminación de
aire, suelos y agua que provocan. Por industrialización entenderemos todo
tipo de proceso extractivo, productivo o de procesamiento de materia prima
a gran escala. Estas actividades industriales provocan altos niveles de
deterioro ambiental sin que exista una regulación al respecto.
Este
deterioro, en muchos casos, no solamente se encuentra determinado por las
emisiones de gases contaminantes, alteraciones al ciclo del agua como
resultado del proceso de actividades de producción y/o procesamiento; sino
que además muchos de los productos industriales para consumo familiar
(como los alimentos empaquetados) generan grandes cantidades de
desechos que no llegan a ser tratados y se depositan en el ambiente.
En Guatemala, el mayor auge del Sector Industrial se dio en la época del
Mercado Común Centroamericano, en los años 1960 a los 1970. Un efecto de
este desarrollo industrial ha sido la concentración de capital y la
centralización industrial en el departamento de Guatemala, en donde se
53
ubica la ciudad capital (el 70% de los establecimientos industriales se
localizan en el área metropolitana).
Habiéndose registrado una baja tasa de crecimiento a mediados de años
1970, después de 1979 se observó una lenta recuperación del Sector,
influida por la necesaria inversión derivada del terremoto de 1976, que
movilizó grandes recursos para la reconstrucción nacional, así como el
coyuntural mejoramiento de los precios en el mercado internacional para
algunos de los productos de exportación. Esto fue así pese a los efectos
derivados del alza en el precio del petróleo y el recrudecimiento de los
conflictos sociopolíticos internos.
En ese año, existían 2,388 establecimientos industriales dedicados a la
producción de alimentos, metal-mecánica, minerales no metálicos y prendas
de vestir, muebles, bebidas, cuero y textiles; éstas últimas con el mayor
grado de crecimiento relativo y consecuente impacto sobre los recursos
naturales debido a la carencia de un plan de manejo adecuado.
En 1980, el Sector Industrial experimentó un crecimiento del 4.3%; ocupó
para ese año 86.2 miles de personas, cantidad sensiblemente influenciada
por la rama de alimentos, la cual aportó 2.6 miles de nuevos puestos de
trabajo. Las exportaciones, por su parte, alcanzaron una tasa de crecimiento
de 5.1% en ese año. En los años 90, esta actividad aportó, en promedio,
13% al Producto Interno Bruto.
Si bien la generación de desechos sólidos, líquidos y partículas, se da en
menor cantidad que la producida por la actividad doméstica urbana, su
calidad puede ser mucho más perjudicial al ambiente. No existe en la
actualidad un plan masivo de modificación de tecnologías que permita una
disminución en la generación de contaminación industrial, existe además un
pobre control institucional que limite los impactos negativos en el medio
ambiente.
Algunos casos aislados tratan de resolver sus problemas proveyendo de
tratamientos a sus efluentes, aún más, el problema se complica cuando la
mayoría de industrias no tratan sus desechos y a su vez la mayoría de
industrias se encuentran concentradas en los 600 km 2, que ocupa el área
metropolitana de la Ciudad de Guatemala, produciendo con ello mayor
concentración geográfica y mayor concentración de diversidad de
54
contaminantes. Una reestructuración industrial técnica y económica debería
darse en la época actual con el fin de no impactar negativamente el
ambiente. Simultáneamente, las instituciones responsables deben
incrementar su capacidad de control de la industria actual, con el objetivo de
obtener experiencia para enfrentar la demanda de control ambiental futuro.
5.5.2 Deforestación
La deforestación global se ha acelerado dramáticamente en décadas
recientes. Los bosques tropicales de América del Sur y del Sudeste de Asia
están siendo cortados y quemados a una tasa alarmante para usos
agrícolas, tanto en pequeña como en gran escala, desde enormes
plantaciones hasta la agricultura de subsistencia de "roza y quema".
La deforestación no tiene que ver solamente con la pérdida de árboles.
También tiene un gran impacto sobre el ambiente. Muchas criaturas
vivientes dependen de los árboles por lo que, cuando desaparecen los
árboles, igualmente desaparecen los animales (biodiversidad disminuida). Se
pierden medicinas y materiales potencialmente valiosos, lo mismo que el
agua y el aire limpios. Sufren las comunidades indígenas y/o campesinas y,
eventualmente, también las economías nacionales. El futuro de las personas
y de los bosques está interconectado.
Los árboles también almacenan agua y luego la liberan hacia la atmósfera
(este proceso se llama transpiración). Este ciclo del agua es parte
importante del ecosistema debido a que muchas plantas y animales
dependen del agua que los árboles ayudan a almacenar. Cuando se cortan
los árboles, nada puede retener el agua, lo que conduce a un clima más
seco. La pérdida de árboles también causa erosión debido a que no hay
raíces que retengan el suelo, y las partículas de suelo entonces son
arrastradas hacia los lagos y ríos, matando los animales en el agua. La
deforestación lleva a un incremento del dióxido de carbono (CO 2) en el aire
debido a que los árboles vivos almacenan dicho compuesto químico en sus
fibras, pero cuando son quemados, el carbono es liberado de nuevo hacia la
atmósfera. El CO2 es uno de los principales gases "invernadero", por lo que
la quema de árboles contribuye al peligro del cambio climático.
55
La deforestación en Guatemala es un asunto alarmante, especialmente de
cara a un contexto mundial de cambio de clima en donde las regiones con
índices de deforestación y degradación ambiental altos se verán aun más
afectadas. Es aun más preocupante cuando se ve en una larga duración (un
siglo). En este sentido, “las primeras deforestaciones masivas ocurrieron
desde la década de 1950 por la expansión de la agricultura y la ganadería
para la exportación, proceso que afectó ante todo la costa sur y el oriente
del país, (…) la cobertura boscosa ha disminuido de 65,700 km 2, en 1950, a
34,400 km2, en 1996, según el Ministerio de Agricultura. Entre 1992 y 1998,
de acuerdo a los últimos datos oficiales, se perdió un 15% adicional”
(Gamarra et al., 2000)
Otros datos hacen referencia a que en el período 1991/93-2001, el país tuvo
una pérdida neta de 563,176 ha de bosque, esto es el 11% de su cobertura.
De lo cual se deriva que la tasa de deforestación anual nacional es de
73,148 ha, equivalente al 1.43% anual. (IARNA, 2006).
En poco más de 50 años se ha perdido el 43 por ciento de los bosques
existentes en 1950, y el problema se aceleró en los últimos 15 años con la
pérdida del 30 por ciento de los bosques existentes en 1988.
Cada año, los incendios forestales destruyen entre 15 mil y 56 mil hectáreas
de bosque, y la amenaza aumenta debido a presiones humanas y
económicas. Anualmente se registran entre 600 y 650 siniestros en los
bosques, y la magnitud de la destrucción depende, en muchos casos, del
clima. En el 2007, debido al ingreso tardío del invierno, se quemaron 56 mil
hectáreas, y en el 2006, cuando hubo lluvia abundante, la pérdida fue solo
de 15 mil hectáreas. En 2009, el resultado fue similar.
En este sentido la deforestación ha sido un factor determinante en el cambio
del clima a nivel nacional y puede también verse agravado por el aumento
en las temperaturas originadas por el cambio climático global. Todas las
actividades humanas, y en especial la agricultura, se encuentran
relacionadas con la existencia del bosque y el panorama de desertificación
es alarmante.
56
Cobertura forestal de Guatemala 1940
Figura 12. Evolución de la cobertura forestal en Guatemala en el período 19601990.
(IARNA, 2004)
En la actualidad “más del 10% del territorio posee un alto grado de amenaza
de sequías, en este territorio hay al menos 35 municipios, que además
poseen una alta densidad de población”. Este territorio se encuentra en la
denominada “transversal semiárida y subhúmeda”7, la cual es considerada
una de las zonas más áridas de Centroamérica. Según expertos, “es un
escenario de cambio climático que tienda al calentamiento y reducción de
7
Corresponde a valles de oriente, en el Río Motagua, la mayor parte de Baja Verapaz, parte
de los departamentos de Huehuetenango, Quiché (cuenca del Rio Chixoy), noreste de Petén
y una franja angosta en el litoral del pacífico.
57
las precipitaciones lo cual contribuirá a su expansión territorial”
2009).
(IARNA,
Figura 13. Fotografías aéreas de la zona noroccidental del Petén en
un intervalo de 25 años (2000 – 1974). Obsérvese el cambio en la
vegetación.
Fuente: Informe Ambiental GEO Guatemala. 2010.
5.5.3 Contaminación
El consumismo nos ha hecho herederos de un enorme legado de desechos
líquidos, físicos (orgánicos e inorgánicos) y gaseosos. Estos desechos y su
mal tratamiento dan como resultado condiciones ambientales que aumentan
la vulnerabilidad de la población y de la producción campesina en específico.
Se identifica como una causa del cambio climático porque se generan gases
de efecto invernadero, pero además porque estos gases contribuyen a
alterar el ciclo del agua y aportan a la contaminación y degradación de los
suelos, dos elementos vitales para la agricultura.
La contaminación atmosférica constituye, en muchos países, y
específicamente en ciudades, el problema ambiental por excelencia. Los
grados de polución por dióxido y monóxido de carbono, ácido sulfhídrico o
por partículas de diverso origen, "smog" con propensión a estacionarse
como nubes envenenadas por inversiones de temperatura y acción
fotoquímica, son algunas de las amenazas bien conocidas en la Ciudad de
58
México, ahora, y en el pasado, en Londres, entre muchas otras ciudades. Las
concentraciones geográficas de fábricas y condiciones desfavorables en la
ubicación de zonas residenciales aledañas, respecto de los vientos
predominantes, han provocado severos cuadros de contaminación y hasta
accidentes fatales, caso de envenenamientos por humos con dioxinas y
otros contaminantes de origen industrial.
Sumado a lo anterior se han dado casos de severas contaminaciones
atmosféricas por lluvias ácidas, algunas veces transcendiendo fronteras,
caso de países escandinavos afectados por nubes ácidas provenientes de
zonas industriales foráneas, con grandes efectos sobre cultivos, flora, fauna
y poblaciones humanas. Para completar el cuadro, actualmente se habla de
la contaminación global que implica el conocido "efecto invernadero" por
concentración desmedida de gases que provienen de diversas actividades
fundamentalmente humanas, así también la "ruptura de la capa de ozono",
por efecto de los cloroflurocarbonos provenientes de múltiples accesorios
domésticos y usos industriales. En Guatemala se dan todos esos tipos de
contaminación atmosférica, afectando el recurso aire de varias maneras,
aunque no de forma tan crítica como se da en otros países (USAID, 2001). Al
respecto, véanse los datos de emisiones guatemaltecas de GEIs presentados
más arriba.
5.6
Ningún Gobierno en el mundo puede alegar ignorancia
de las verdaderas causas del cambio climático
Señales de que en el mundo se estaba provocando un cambio en el clima
empezó a hacer notado desde los años 1960’s. Los agujeros en la capa de
ozono, los cambios en el uso de la tierra y los procesos de desertificación en
el mundo alertaron a los científicos respecto a que estos cambios podrían
incidir en el clima terrestre. Ello llevó a agudizar las observaciones y para
principios de 1980’s diversas alertas científicas habían sido lanzadas para
que los gobiernos pusieran atención en dicho fenómeno, que de seguirse
manifestando tendría consecuencias catastróficas a nivel global.
Ello llevó en 1988 a crear el Panel Intergubernamental de Expertos sobre
Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en Ingles) por iniciativa de la
Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas
59
para el Medio Ambiente (PNUMA). Este Panel, integrado por científicos
reconocidos de todo el mundo en el ámbito del clima, tuvo el encargo de
analizar la distinta información que hasta el momento se había publicado en
el ambiente científico e integrar un informe que diera cuenta de la situación
respecto a posible cambio climático terrestre. El IPCC dio a conocer su
primer informe en 1990, lo cual fue la base para negociar la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) que
finalmente los gobiernos de la mayoría de países del mundo conocieron para
su firma en la Cumbre de Río de Janeiro en 1992.
Esta Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es
contundente en señalar las fuentes antropogénicas de emisión de “gases de
efecto invernadero”.
El segundo párrafo, que describe el contexto bajo el cual se realiza la
CMNUCC, dice lo siguiente:
“Preocupadas porque las actividades humanas han ido aumentando
sustancialmente las concentraciones de gases de efecto invernadero
en la atmósfera, y porque ese aumento intensifica el efecto
invernadero natural, lo cual dará como resultado, en promedio, un
calentamiento adicional de la superficie y la atmósfera de la Tierra y
puede afectar adversamente a los ecosistemas naturales y a la
humanidad,”
Sin embargo, pese a que se reconocieron las causas que originan el Cambio
Climático, en la CMNUCC todavía se insiste en continuar en la misma ruta
del desarrollo industrial, trasladando las emisiones hacia los “países en
desarrollo”. El tercer párrafo de la convención reza lo siguiente:
“Tomando nota de que, tanto históricamente como en la actualidad,
la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero del
mundo han tenido su origen en los países desarrollados, que las
emisiones per cápita en los países en desarrollo son todavía
relativamente reducidas y que la proporción del total de emisiones
originada en esos países aumentará para permitirles satisfacer sus
necesidades sociales y de desarrollo”.
60
En su misma lógica, la CMNUCC define el cambio climático de la siguiente
manera:
“Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido
directa o indirectamente a la actividad humana que altera la
composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad
natural del clima observada durante períodos de tiempo
comparables.”
En la CMNUCC, los distintos países asumieron compromisos que deberían
desarrollar: “teniendo en cuenta sus responsabilidades comunes pero
diferenciadas y el carácter específico de sus prioridades nacionales y
regionales de desarrollo, de sus objetivos y de sus circunstancias, …”
Entonces, el CMNUCC, sino firmado ni ratificado por todos los países del
mundo, si es conocido por todos los gobiernos del mundo y en el mismo se
reconocen las causas que originaron el cambio climático y se reconocen
justamente de quien (o de quienes) es la responsabilidad.
61
6. CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA
AGRICULTURA
6.1
Consecuencias globales del Cambio Climático en la
Agricultura
Son muchas las manifestaciones del Cambio Climático a nivel global, entre
las más generales podemos encontrar: el derretimiento de los cascos
polares y el aumento del nivel de los océanos, además de cambios de
temperatura y flujos en las corrientes marinas.
De manera general, las consecuencias de este cambio climático han sido
descritos así: el crecimiento de los mares dejaría amplias superficies
terrestres bajo el agua, y tierras que hoy son fértiles podrían convertirse en
desiertos sin vida.
Grandes masas de población humana deberían
desplazarse a otros lugares. Plantas y animales desaparecerían en el intento
de adaptarse y el estilo de vida de la humanidad quedaría modificado.
Para la FAO, el cambio climático se está convirtiendo en uno de los grandes
retos a los que la humanidad deberá enfrentarse en los años venideros.
Debido a su impacto en la producción, distribución y acceso a los alimentos,
podría llegar a ser una seria amenaza para la seguridad alimentaria a nivel
mundial.
62
Los cambios anómalos en la temperatura y las lluvias, así como el aumento
de la frecuencia e intensidad de las sequías e inundaciones, están teniendo
implicaciones a largo plazo en la productividad y la propia viabilidad de los
ecosistemas agrícolas mundiales.
La agricultura es el sector más afectado
cada vez más vulnerable en el futuro.
encuentran los países en desarrollo que
tienen menos recursos y alternativas
provocados por el cambio climático.
por los cambios en el clima y será
En mayor situación de riesgo se
más dependen de la agricultura y
para hacer frente a los daños
El consenso científico es que, como resultado del cambio climático, los
países en regiones templadas, situadas en latitudes media y alta,
probablemente podrán aumentar su producción agrícola, mientras que los
países situados en las regiones tropicales y subtropicales probablemente
sufrirán pérdidas agrícolas.
Los países industrializados podrían aumentar su potencial de producción a
corto plazo con un aumento de la temperatura a nivel mundial de entre 1 y 3
grados centígrados. Sin embargo en latitudes más meridionales, en especial
en los sectores de agricultura de subsistencia y zonas marginales,
semiáridas y subhúmedas -donde predomina la agricultura de secano-,
incluso un mínimo aumento de la temperatura mundial hará descender
probablemente el potencial de producción.
Esto impactará más fuertemente a países caracterizados por sus altos
índices de pobreza y pobreza extrema. Tal el caso de Guatemala, uno de los
36 países que a nivel mundial contribuyen con el 90% de la desnutrición
crónica y es el país con mayor nivel de desnutrición en América Latina con
un 53%. Esta situación se verá seriamente afectada si las manifestaciones
del cambio climático se agudizan, sobre todo porque la mayoría de familias
pobres rurales tienen como base la agricultura basada en las lluvias.
Analistas científicos de la vulnerabilidad agrícola han indicado que los
atributos claves del cambio climático son aquellos relacionados a la
variabilidad climática (cambios repentinos en las variables del clima y la
ocurrencia de eventos extremos) incluyendo la frecuencia de condiciones
no-normales.
63
La variabilidad del clima afecta directamente a la agricultura, dado que la
agricultura es inherentemente sensible a las condiciones del clima y es uno
de los sectores más vulnerables a los riesgos e impactos del cambio
climático global.
Este aspecto debe ser claro y comprensible para los tomadores de
decisiones, pues definitivamente las políticas agrícolas deben tomar en
cuenta esta variabilidad climática, exacerbada ahora por el cambio climático
global, para lograr que la agricultura cumpla con su objetivo real de
satisfacer la demanda de alimentos en nuestros países.
Ziervogel et al. (2006) estudiaron los impactos del cambio climático y de la
variabilidad climática sobre la seguridad alimentaria en cuatro regiones
semiáridas de Nigeria, Sudán, Sud-África y México, en donde la lluvia
representa el factor limitante principal de la producción agrícola y ganadera.
Dentro de las consecuencias de la escasez de lluvia, se señalan: la sequía de
las fuentes de agua, la escasez de tierras de pastoreo, la escasez de
productos de uso diario, la pérdida de plantas silvestres para recolección, la
migración de los agricultores y pastores, malas cosechas y pérdida de
ganado.
Estos autores encontraron que los impactos del cambio climático sobre la
seguridad alimentaria no pueden ser vistos solamente como un aspecto de
producción de alimentos. Y que si bien la producción agrícola y ganadera es
directamente afectada por una variable climática (en este caso la escasez de
las lluvias), el impacto en la seguridad alimentaria depende de muchos otros
factores, incluyendo determinantes sociales, económicas y ambientales que
determinan el grado de vulnerabilidad de la agricultura, y de toda una
sociedad, ante el cambio climático.
En México, Conde et al. (2006) encontraron que el cultivo de maíz ha sido
directamente afectado por los eventos climáticos y que tales efectos
seguirán en el futuro. Estos autores señalan que las condiciones
socioeconómicas han disminuido la capacidad de los agricultores de
enfrentar los eventos climáticos adversos, particularmente la sequía. Entre
algunas de estas condiciones socioeconómicas se señalan: la edad de los
agricultores y de las agricultoras, la migración, la malnutrición, la pobreza,
64
los precios bajos del maíz, el incremento en el precio de la tortilla, y la
escasez de soporte técnico y económico.
En los Andes, el área cubierta por glaciares se ha reducido casi una cuarta
parte en los últimos 30 años, y el 40% de la agricultura de los valles andinos
dependen en gran medida del agua del deshielo (OXFAM, 2007)
Entre abril y mayo de 1991 hubo un período de falta de lluvias, el cual se
intensificó en junio. Los reportes de la FAO dan cuenta que las pérdidas en
la producción agrícola del Istmo se estimaron entre 15 y 20 por ciento con
relación a 1990. En 1998, la falta de lluvias y las altas temperaturas
favorecieron la ocurrencia de más de 30 mil incendios forestales en los
estados mexicanos de Chiapas y Yucatán, así como en Guatemala y El norte
de Honduras.8
Aplicando simulación, otros científicos han reportado otro tipo de efectos
que podrían presentarse en la agricultura por efecto del cambio climático.
Villers et al. (2009), estudiando el cultivo de café en Veracruz, México,
encontró que, de incrementarse la lluvia y reducirse la estación seca de
cuatro a dos meses, se dispararía el inicio de la floración ocasionando una
reducción de flores de aproximadamente 50%. En cambio, si las lluvias
disminuyen, las condiciones hídricas bajas pueden afectar el disparo de la
floración; el estrés hídrico al que estarían sujetas las plantas sería
infranqueable y muy probablemente no se producirían flores. Condiciones de
estrés hídrico seguramente mermarán la producción de grano, en tanto que
la alta humedad probablemente pueda causar presencia de enfermedades,
como el mal de chagas, durante la maduración del fruto.
En la realidad, los cultivadores de café en la región estudiada de Veracruz,
se han percatado sobre la disminución de la cloración de la planta; si antes
había dos o tres floraciones al año, ahora solo se presenta una debido a que
las lluvias se atrasan o se adelantan, y cada vez el tiempo de lluvias es más
corto.
Altieri y Nichols (2009), señalan que la mayoría de los modelos del cambio
climático predicen que los daños serán compartidos de forma
desproporcionada por los pequeños agricultores del tercer mundo, y,
8
SXXI, 17 02 2002
65
particularmente, por los agricultores que dependen de regímenes de lluvia
impredecibles. Hay autores que predicen una reducción total del 10% en la
producción del maíz en el año 2050 en África y América Latina, equivalente
a pérdidas de dos mil millones de dólares por año. Estas pérdidas de la
producción se intensificarán de acuerdo con el incremento en las
temperaturas y las diferencias en la precipitación. Algunos investigadores
predicen que el cambio climático reducirá la producción de cultivos, por lo
que los efectos sobre el bienestar de miles de agricultores familiares serán
muy severos, especialmente si el componente de la productividad de
subsistencia se reduce. Estos cambios en la calidad y la cantidad de
producción pueden afectar la productividad del trabajo de los agricultores e
incluso afectar negativamente la salud de sus familias.
6.2
Efectos del Cambio Climático en la Agricultura
Guatemalteca
“Ha afectado a los pequeños productores en profundizar su pobreza y
ha mejorado a los grandes productores en ampliar su riqueza. Entre
más pobres haya, más riqueza hay para los del poder económico. Yo
se que cada uno de nosotros y cada una de las personas en todas las
comunidades contribuimos a la destrucción de la naturaleza, pero
quienes más influyen en esto son los grandes empresarios.
Principalmente las transnacionales ejemplificados en el caso de la
minería, la implementación de productos extranjeros como la palma
africana. Muchas veces nos echamos culpa entre nosotros porque
nosotros somos los que tiramos la basura acá, pero los grandes
empresarios son los mayores culpables. A ellos qué les importa si
está sucio o está limpio. A ellos qué les importa si hay bosque o no” 9
Como planteamos en el Capitulo 2, existe una variabilidad climática
responsable de un cambio climático natural, y actualmente hay
manifestaciones de cambio climático causado por actividades humanas. El
9
Reunión del movimiento de Víctimas y Afectado(a)s por el Cambio Climático. Octubre
2009.
66
punto es que el cambio climático causado por actividades humanas se
manifiesta en cambios en el clima normal, exacerbando la variabilidad
climática.
La variabilidad climática, traducida en El Niño/ENOS o su contraparte La
Niña, es la primera fuente de interpretación de las consecuencias del cambio
de clima sobre la agricultura. Para Guatemala, variando de región en región
y claramente identificadas, ambos fenómenos se traducen en prolongadas
sequías o en intensas lluvias que provocan inundaciones.
En las regiones donde la sequía se hace presente, los cultivos agrícolas son
sometidos a stress hídrico, disminuyendo los rendimientos de los cultivos
más sensibles o bien se provoca el marchitamiento del cultivo, provocando
pérdida total de la cosecha. Dependiendo de otras variables del clima y de
manejo de los cultivos, la sequía puede también ocasionar la aparición de
plagas o de determinadas enfermedades específicas en las plantas.
En las regiones donde se producen inundaciones, el exceso de humedad trae
como consecuencia la reducción en los procesos de respiración de las raíces,
provocando igualmente disminución en los rendimientos. Del mismo modo,
el exceso de humedad puede provocar condiciones para la aparición de
determinadas enfermedades. Dependiendo de la magnitud de la inundación,
la misma puede provocar la destrucción inmediata de los cultivos.
Otra consecuencia de las intensas precipitaciones es el lavado de los suelos,
provocando pérdida de la capa más fértil del suelo, lo cual también
determina baja en los rendimientos futuros de los cultivos.
En concreto, la experiencia agrícola guatemalteca bajo intensas
manifestaciones de El Niño y La Niña han provocado generalmente una
reducción en las cosechas. Pero si ahora hablamos de cambio climático
como producto de las actividades humanas, es preciso establecer alguna
fecha o período temporal de referencia, a modo de diferenciar o de separar
los impactos de la variabilidad climática natural en la agricultura
guatemalteca de los impactos que está provocando el cambio climático
global.
67
Tomando de referencia las publicaciones en los diarios del país, resulta que
una de las primeras noticias relacionadas al cambio climático mundial, con
influencia en la sociedad guatemalteca, fue publicada en mayo de 1996:
Siglo XXI, 6 de mayo de 1996. El clima en 1995 registró numerosas
alteraciones.
“En un posible anticipo de futuras pautas climáticas, los
meteorólogos dijeron que en 1995 presenció un record de calor,
huracanes inusualmente severos, inundaciones imprevistas y un
enorme orificio en la capa de ozono. La Organización Meteorológica
Mundial indicó que el clima inusual puede deberse a las pautas del
calentamiento mundial, aunque se abstuvo de atribuirlo a causas
humanas.
Las evidencias insinúan una influencia humana
discernible sobre el clima mundial.”
Esta noticia presenta una muestra del panorama bajo el cual, en los medios
nacionales, se trataba el tema de cambio en el clima y cómo a nivel mundial
aun no eran reconocida de forma unánime la influencia de la humanidad y
sus acciones en el ambiente en dicho cambio, en todo caso era “discernible”
y se abstenían a ligarlo a ello. Aun cuando en 1992 se creó La Convención
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la cumbre de la Tierra y
el protocolo de Kioto en 1997, la atención de los medios de información
escritos a nivel nacional no se encontraba sobre estos sucesos importantes.
El primer fenómeno climático de grandes dimensiones que ocurrió en
Guatemala y que fue asociado directamente al cambio climático fue el Mitch.
Puede afirmarse que este fenómeno es un parte-aguas en la atención que el
Estado y los medios de comunicación dan al tema.
El Periódico. 28 de noviembre de 1998. “Mitch pudo ser hijo del
efecto invernadero”
“…se podría asegurar que la aparición del Mitch no es tan casual.
Los científicos del IPCC ya advirtieron que los cambios provocarían la
intensificación de tormentas y huracanes (…) En 1998, en el océano
Atlántico se reportaron 14 tormentas importantes. Pero el promedio,
según indica el Centro Nacional de Huracanes, es de 11 de éstos
fenómenos al año (…) el aumento se apareja con el hecho de que la
68
transición de las épocas seca y lluviosa no es tan definida (…) el IPCC
advierte que los brotes de dengue que se sucedieron en
Centroamérica en los años 83, 94 y 95 fueron el resultado del calor y
la humedad provocada por el efecto invernadero”.
Pese a que las publicaciones en los diarios del país empezaban a hablar de
cambio climático, y que hemos estado viviendo y sufriendo manifestaciones
concretas de cambio climático, son muy limitados los estudios que se han
hecho en Guatemala para evaluar el impacto del cambio climático en la vida
nacional. Los estudios realizados hasta ahora han sido promovidos por el
Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales. Aún así, estos estudios
constituyen estimaciones de los efectos esperados del cambio climático en
la agricultura y otros sectores de actividad o bien sobre otros recursos
naturales.
En el año 2000, la Comisión Nacional del Medio Ambiente efectuó una
evaluación de los impactos de tres escenarios de la variabilidad del clima y
del cambio climático en tres cultivos básicos para la población
guatemalteca. En estos escenarios se incorporaron y se diferenciaron a su
vez por diferentes niveles de cumplimiento de políticas económicas y
sociales, que están basadas en los acuerdos de paz y las condiciones de los
préstamos internacionales. Estos tres escenarios climáticos fueron: húmedo
amplio, normal (que sigue la tendencia del clima promedio de los años 19601990) y un escenario seco amplio.
Cuadro 10. Rendimientos simulados de maíz, arroz y fríjol en siete regiones
de Guatemala, bajo tres escenarios climáticos para el año 2030.
1
Maíz
2738
Húmedo
amplio
Var(%
Kg/ha
)
3142
14.8
2957
Var(%
)
8.0
2
Maíz
1790
1599
-10.7
1675
-6.4
1488
-16.9
2
Arroz
4136
3303
-20.1
3462
-16.3
3018
-27.0
3
Maíz
2263
2029
-10.3
2003
-11.5
1500
-33.7
3
Fríjol
1281
743
-42.0
918
-28.3
433
-66.2
Zonas
Cultivo
Línea
Base
Kg/ha
69
Normal
Kg/ha
Seco amplio
Kg/h
a
3091
Var(%)
12.9
4
Maíz
1498
2243
49.7
2105
40.5
1967
31.3
5
Maíz
1954
1710
-12.5
1770
-9.4
1443
-26.2
6
Maíz
1900
2156
13.5
2169
14.2
2120
11.6
6
Fríjol
2104
2157
2.5
2163
2.8
2110
0.3
7
Maíz
2009
2412
20.1
2447
21.8
2339
16.4
Fuente: CONAMA (2002). Vulnerabilidad y adaptación, sector agricultura.
Como puede observarse en el Cuadro 10, en cualquiera de los tres
escenarios, hay cuatro regiones del país donde se incrementarán los
rendimientos de maíz respecto a los rendimientos actuales (expresado en %
de variación) y existen tres regiones del país donde los rendimientos de maíz
disminuirán. Tanto los menores incrementos como las menores reducciones
en los rendimientos del maíz se darán en el escenario de clima normal. En
tanto que los mayores incrementos como las mayores reducciones en los
rendimientos se darán en el escenario seco amplio.
Los rendimientos de arroz también disminuirán en tanto que los
rendimientos de fríjol disminuirán en una región e incrementará en otra, en
cualquiera de los tres escenarios climáticos.
El MARN (2007) a su vez, evaluó escenarios futuros de cambio climático en
la producción de maíz y fríjol en la subcuenca del río San José y en la cuenca
del río El Naranjo, considerando las tendencias socioeconómicas
(crecimiento de población, nivel educativo, ingresos, acceso a servicios de
salud, etc.). A partir de ello realizó simulaciones de rendimientos para el año
2030 (Cuadro 11).
Cuadro 11. Proyecciones de la Producción de Granos Básicos Considerando
los Impactos del Cambio Climático (Producción en Quintales).
Concept
o
1979
2003
Simulaciones al 2030 en tres escenarios
Optimista
Normal
Pesimista
Producció
Producció
Producció
%
%
n
n
n
cambi
cambi
(qq)
(qq)
(qq)
o
o
Subcuenca Río San José
70
%
cambi
o
Maíz
113,65
2
260,73
2
44,270
95,882
Fríjol
Cuenca Río El Naranjo
317,27
377,74
Maíz
2
4
286,806
10.0
285,763
9.6
172,083
-34.0
106,429
11.0
104,512
9.0
32,600
-66.0
434,405
15.0
396,253
4.9
385,299
2.0
3,772
3,972
4,290
8.0
4,147
4.4
4,012
1.0
Fríjol
Escenario optimista: temperatura y lluvia aumentan.
Escenario normal: temperatura aumenta levemente, lluvias disminuyen levemente.
Escenario pesimista: temperatura aumenta drásticamente, lluvia disminuye drásticamente
Subcuenca del río San José comprende territorios en Chiquimula y Jutiapa.
Subcuenca del río El Naranjo: comprende territorios entre los departamentos de
Quetzaltenango, San Marcos, Sololá, Totonicapán, Retalhuleu y Suchitepéquez.
Fuente: MARN, 2007.
Los impactos al cambio climático fueron determinados como las diferencias
de producción entre las proyecciones de las condiciones ambientales sin
cambio climático (escenario normal) y las proyectadas en los escenarios de
cambio climático (optimista y pesimista). Las diferencias de producción de
granos básicos simuladas según el escenario normal y las que se obtienen
por un cambio climático representan las medidas del impacto que pudieran
presentarse en la producción de estos cultivos.
Los resultados de la simulación indicaron que:
a. En la Subcuenca del Río San José, la producción de maíz y de fríjol se
estima que se incrementarán en el escenario optimista y normal,
mientras
que
el
escenario
pesimista
éstas
disminuirán
significativamente. Estas variaciones se deben principalmente al
aumento en la temperatura y la disminución en las precipitaciones. En el
escenario pesimista, las mermas en la producción de frijol serán más
drásticos por los cambios climáticos.
b. En la Cuenca del Río Naranjo los resultados obtenidos, aún cuando
muestran crecimientos en los tres escenarios, en el normal y el pesimista
las producciones de maíz y frijol aumentarán por abajo del 5%.
71
Tomando de referencia el año de 1998, en que las noticias publicadas en los
diarios del país asociaron al Mitch al cambio climático global, tenemos que
los principales fenómenos climáticos que impactaron al sector agropecuario
en Guatemala han sido: el huracán Mitch en 1998, la sequía del 2001, la
tormenta Stan en 205 y la tormenta Aghata en 2010.
Los daños totales en el sector agropecuario de estos cuatro fenómenos se
estiman en U$D 968.2 millones, mientras que los daños y pérdidas totales
en el país, por los mismos fenómeno ascienden a U$D 2,208.7 millones.
Solo las pérdidas asociadas al huracán Mitch ascendieron a 748 millones de
dólares, lo que representó cerca del 4% del PIB en 1998. En tanto que las
pérdidas y daños totales provocados por la tormenta Stan fueron valorados
en unos 988 millones de dólares, equivalentes a 3,6% del PIB de 2004.
Cuadro 12. Guatemala: Daños y pérdidas en el sector agropecuario por
eventos climáticos, 1998-2010 (En millones de dólares).
Año
Evento
Daños
y
pérdid
as
totales
Agropecuario
Total
Daños
+
Pérdidas
++
Total
(%)
Daño
s (%)
Pérdidas
(%)
1998
Huracán Mitch
748
499.4
187.6
311.8
66.8
37.6
62.4
2001
Sequía
22.4
12.3
0
12.3
54.9
0.0
100.0
2005
Tormenta Stan
988.3
77.7
23.5
54.2
7.9
30.2
69.8
2010
Tormenta
Aghata*
450
378.8
2208.7
968.2
21.8
39.1
Gran total
84.2
211.1
378.3
43.8
+ Se refiere a la destrucción total o parcial del acervo o capital.
++ Se refiere a las pérdidas o alteraciones en los flujos.
* Declaraciones del Ministro de Agricultura, Prensa Libre 16/09/2010 y 22/06/2010
Fuente: Tomado y modificado de Mora et al., (2010). Guatemala, efectos del cambio climático
sobre la agricultura.
Particularmente, la tormenta tropical Stan provocó daños y pérdidas en
zonas agrícolas de 15 departamentos, entre los que destacan; Retalhuleu,
72
Escuintla, Chimaltenango, Quetzaltenango y Jutiapa. Afectó un área
aproximada de 61,000 hectáreas de cultivos, los más seriamente afectados
fueron los productos básicos cómo el maíz blanco y el frijol, cuyas pérdidas
representaron el 6% y el 3% de la producción, respectivamente. En los
productos de exportación, como la caña de azúcar, plátano y arveja china,
las pérdidas representaron en promedio el 2.7%. En tanto que en el caso de
los cultivos no tradicionales, el más seriamente afectado fue el ajonjolí, cuya
merma representó más de un cuarto de la producción total.
Las imágenes a continuación son algunos
titulares de periódicos publicados en 2008
y 2009 que revelan los impactos del
cambio climático.
La sequía (asociado directamente con
períodos de alta temperatura) implica
someter a las plantas a stress hídrico, a la
facilidad de que se causen incendios
(dejando después al suelo más propenso
a la erosión) y a la aparición repentina de
plagas.
73
Enfermedad
mancha de asfalto
causa
severas
pérdidas en cultivo
de maíz en Ixcán
(Febrero 2009).
74
Las
lluvias
torrenciales
destruyen en ocasiones los
cultivos además de provocar
directamente la erosión de los
suelos, disminuyendo así la capa
fértil
y
por
tanto
los
rendimientos de los cultivos.
Las inundaciones causan sino la
destrucción de los cultivos por
arrastre, si el marchitamiento de
los mismos o en todo caso
mermas de la producción por falta de aireación
adecuada de las raíces.
75
Los vientos huracanados, el granizo y las heladas extremas causan la
destrucción de los cultivos.
Un mayor detalle de los fenómenos climáticos ocurridos de 1998 a 2009 y
sus impactos en la agricultura y en la vida nacional pueden verse en el
Anexo 1.
Respecto a los fenómenos climáticos suscitados en 2010, donde la tormenta
Aghta fue la más importante, coincidentes a los días que el Volcán Pacaya
hizo erupción, el Ministro de Agricultura expresó:
“…el principal cultivo afectado es el maíz, y se prevé una reducción
de un millón 300 mil quintales para este año”. (Prensa Libre,
16/09/2010).
“Los grandes efectos por los deslaves y deslizamientos de grandes
cantidades de tierra son consecuencia de que muchas áreas han sido
deforestadas, y nosotros como país no hemos tenido un impacto
fuerte en el tema de conservación de suelos, por lo que Guatemala
pierde millones de toneladas de tierra fértil”, refirió De León. (Prensa
Libre, 22/06/2010).
Aunque son solo una pequeña muestra de los diferentes efectos de la
agricultura publicadas en las noticias, nos sirven para tener una idea de las
efectos y consecuencias del cambio climático en la agricultura
guatemalteca. Del mismo modo, CEIBA ha venido observando una serie de
efectos negativos en la producción agropecuaria campesina en los lugares
donde trabaja. Estos efectos, que están directamente asociados al cambio
climático global, se muestran en el Cuadro 13.
76
Cuadro 13. Casos de procesos productivos
constataciones de daño debido a Cambio Climático.
agropecuarios
con
Proceso
Descripción
Enfermedad y muerte de abejas en apiarios de
la Costa Sur, constatado en 2008.
El cambio de temperatura provocó el crecimiento bacterial en los apiarios
provocando la muerte de las abejas.
Los casos de dengue clásico tienen un
incremento de aparición en reporte de casos
nivel nacional desde 2004 a 2007 538 a 82,393
casos aproximadamente.
La ubicación geográfica de la enfermedad obedece a un movimiento geográfico
también del vector, expandiendo este su habitación a zonas cada vez más altas
del país. Combinado a la constatación de la desaparición de los agentes
biológicos depredadores naturales del vector (anfibios). Esto afecta severamente
a trabajadores agrícolas estacionales que se mueven de la zona donde el vector
vive hacia sus zonas de origen, promoviendo con las migraciones el movimiento
de la enfermedad. Generando un gasto social en altiplano para un servicio que
se brindó en zonas bajas.
El hongo que causa la enfermedad se presenta en casi todas las parcelas de
maíz en las diferentes regiones. Para el caso de Ixcán hay varias versiones
técnicas de los agentes multicausales, pero el más acertado podría ser que, el
uso de variedades introducidas nuevas a la región, adaptadas a otras
condiciones de humedad relativa y de suelo, junto con las condiciones de
temperatura y manejo del cultivo, propiciaron su conversión en una enfermedad
que causa daño económico al cultivo, ya que en condiciones normales el hongo
está allí pero no ocasiona pérdidas significativas.
Los virus del mosaico del tomate y algunas enfermedades fungosas, se
acrecientan con los niveles más altos de humedad, temperaturas, pero también
con la presencia de los vectores. En este caso, los insectos que transmiten el
virus a la planta se han también proliferado y expandido a nivel geográfico hacia
zonas cada vez más altas, a tal punto que, en términos económicos cultivar
tomate en espacios abiertos está teniendo ya dificultades financieras para su
viabilidad.
Existen actualmente varios proyectos de prospección para la obtención de
sustancias vegetales provenientes de plantas medicinales que se cultivan en
zonas bajas para el control de paludismo y tuberculosis, como afecciones que
vienen agresivamente para el futuro. Estos estudios están sometidos a
protocolos que privatizan los conocimientos generados y que se convertirán en
un nuevo gasto para los pequeños productores potencialmente enfermos.
Las pérdidas de cosechas, para el caso de la tormenta Aghata, tuvieron un
impacto directo en los precios de productos agrícolas, granos básicos y
hortalizas que movieron la inflación a nivel de sector y que afectaron la economía
nacional.
El caso de la “mancha de asfalto” en maíces
híbridos y criollos cultivados en la zona de
Ixcán, Quiché.
La agresividad de la ”virosis” en Tomate en el
altiplano central y occidental.
La investigación de plantas medicinales
relacionadas con el control de enfermedades
de los trópicos
Inflación incrementada a partir de impacto de
fenómenos
climáticos
en
actividades
productivas agrícolas.
Cultivo de frijol y caída de floración debido a
exceso de lluvias
Interrupción de transporte de carreteras para traslado de cosechas, destrucción
de cosechas, etc. Son factores que se consideran claves.
El frijol es un cultivo muy susceptible al stress por necesidades hídricas. Si tiene
exceso de humedad en el suelo, las enfermedades bacterianas y fungosas
afloran, y si sufre estrés hídrico (déficit de humedad) durante la etapa de
floración puede generar vainas que vengan sin grano o castigar los rendimientos.
Si tiene poca humedad combinado con alta temperatura puede generar un
ataque generalizado de insectos masticadores que generan entre 20-60% de
pérdida. Para frijoles de altiplano se están encontrando ya insectos y
enfermedades que normalmente atacan el cultivo en zonas bajas.
77
Un análisis rápido de los datos observados arriba, es revelador en cuanto a
visualizar como impactan las manifestaciones exacerbadas del clima en la
agricultura (Figura 14):
Cambios en el ciclo de los cultivos, sin que se garantice su completo desarrollo
(floración puede adelantarse o retrasarse, el fruto puede no madurar
adecuadamente)
Prolongació
n de la
época seca
Prolongació
n de la
canícula
Lluvias
torrenciales
Vientos
huracanad
os
Incendio
s
Stress
hídrico
Plagas
Lavado
de los
suelos
Inundacione
s
Suelos más
erosionable
s
El cultivo no
desarrolla bien, y
el fruto no
madura
adecuadamente
Marchitamient
o de los
cultivos
Pérdida
de
fertilidad
Disminució
n de la
cosecha
Pérdida
completa de
cosechas
Destrucción de los
cultivos
Granizo
Heladas
Figura 14. Esquema de los efectos inmediatos en la agricultura, de
las variables climáticas exacerbadas por el cambio climático global.
Este conjunto de manifestaciones del cambio del clima ha ocasionado
también un cambio en el ciclo de los cultivos, lo cual es información nueva
para los agricultores y agricultoras y a los cuales deben adaptarse para
poder producir sus alimentos. Se adelanta o se retrasa la siembra? se
adelantan o se retrasan fases principales del ciclo del cultivo como lo son los
períodos de floración o maduración del fruto? Es información nueva a
conocer y procesar para realizar la siembra, las limpias, la aplicación de
78
fertilizantes o de riego en los momentos oportunos, para diversificar la
producción.
En tanto que la fase de adaptación ocurre, todo este cambio climático se
traduce para los agricultores y agricultoras en una reducción de sus
cosechas o en una pérdida completa de las mismas.
La reducción o pérdida completa de la
cosecha implica una baja en la capacidad
de producir alimentos y no digamos en una
baja en la capacidad de producir para
vender. Sin cosechas y sin ingresos, eso
significa más hambre, más costo de la vida,
más pobreza, lo cual lleva a niveles altos
de angustia y de desesperación en el día a
día por encontrar que darle de comer a la
familia. No por algo notamos que la gente
del campo padece en general de una baja
autoestima, incapaz de sobreponerse a
estas consecuencias. Sucede así que la vulnerabilidad campesina se
incrementa, y con ello la seguridad alimentaria, no digamos la soberanía
alimentaria la cual, desde hace mucho, está seriamente comprometida.
Ante esta situación, no es raro encontrarnos con manifestaciones sociales de
diverso tipo, donde emigrar no constituye el sueño aquel de ir a otra parte a
conocer el mundo mientras pasamos la vida, si no que se vuelve una
necesidad para vivir. Las protestas y demandas las escuchamos a diario, y
estamos a las puertas de ver situaciones como ocurrieron en Argentina hace
algunos años. Es decir, las jornadas de ingreso masivo a los almacenes y
centros de acopio de comida para la recuperación de alimentos a gran
escala.
Otros efectos indirectos de los efectos de las manifestaciones exacerbadas
de las variables climáticas tienen que ver con la destrucción o inhabilitación
de infraestructura, útil para el traslado y la distribución de los productos
agrícolas más allá de sus puntos de producción. Peor aún son los efectos en
términos de pérdida de vidas humanas. Son al final las personas, hombres y
79
mujeres, quienes con su trabajo y labor hacen posible la agricultura, y si la
vida de estas personas se pierde, obviamente se reduce el caudal de
productores y productoras agrícolas.
Hambre
Costo de la
vida
Pobreza
Angustia
Desesperación
Baja
autoestima
Capacidad
de producir
alimentos
Reducción o
pérdida completa
de cosechas
Capacidad de
producir para la
venta
Protestas
Emigració
n
Manifestaciones
sociales de diverso
tipo
Recuperaciones (saqueo) de
alimentos a gran escala
(Aún no observado en
Guatemala)
Vulnerabilida
d incrementa
Soberanía
alimentaria
seriamente
comprometida
+ consumo de
productos “no
locales”
Figura 15. Esquema de los impactos del cambio climático en la agricultura.
80
7. POR QUÉ LOS PEQUEÑOS AGRICULTORES SUFREN MÁS
EL CAMBIO CLIMÁTICO?
La siguiente opinión condensa la explicación de por qué los pequeños
agricultores se encuentran más propensos a sufrir los cambios en el clima:
Prensa Libre. 30 de noviembre de 1998. “Un modelo depredador”
“El huracán mitch en Centroamérica dejó un fuerte llamado
de atención sobre el modelo económico depredador y
concentrador que prevalece en el istmo. Eses es el juicio lapidario
de Rómulo Caballeros, director de la subsede México de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, que por mandato
de las Naciones Unidas evalúa los daños dejados por el meteoro y
elabora un plan regional de reconstrucción. Destacó que el modelo
económico ha depredado la infraestructura ecológica en los países
centroamericanos y por eso los efectos de Mitch fueron tanto
mayores. (…) El tema ecológico, admite, no pasa por el mercado y,
como consecuencia, no cabe esperar que se resuelva desde su
lógica”
Guatemala es un país vulnerable. Las condiciones sociales del país (índice
alto de pobreza, inequidad y exclusión social) hacen que gran parte de la
población sufra fácilmente ante situaciones de tensión política, económica y
natural, incluyendo fenómenos climáticos. Un desastre socio-ambiental se
comprende como la incapacidad de recuperación por parte de una
comunidad y/o un Estado para afrontar una crisis debido a su vulnerabilidad,
como en éstos casos puedan ser las condiciones generadas en la agricultura
por un evento climático extremo.
Según un enfoque en gestión de riesgo las amenazas socio natural
“comprenden amenazas que toman forma de amenazas naturales y de
81
hecho, se construyen sobre elementos de la naturaleza. Sin embargo, su
concreción es producto de la intervención humana en los ecosistemas y
ambientes naturales. Así, por ejemplo, la destrucción de cuencas y la
deforestación construyen en determinados casos a un aumento en la
incidencia e intensidad de inundaciones, deslizamientos y sequías (…) la
manifestación más extrema de este tipo de intervención negativa sobre la
naturaleza, sin lugar a dudas está constituida por los procesos de reducción
de la capa de ozono y el cambio climático global, procesos que se pronostica
tendrán repercusiones futuras importantes, en términos de la fuerza de
huracanes, los patrones de lluvia e inundación y sequía”. (Lavel, 2000 en
Gamarra et al., 2000)
Se parte de la idea general que los eventos climáticos en sí, no son los que
han causado los daños en la producción campesina. Son las condiciones de
vulnerabilidad en las que se encuentran grandes sectores de la población
guatemalteca las que provocan que, ante una amenaza como puede ser
cualquier evento natural, año con año se pierdan vidas, exista daños en la
vivienda y las cosechas. La vulnerabilidad ha sido construida históricamente
y tiene que ver con las condiciones de exclusión y explotación de la mayor
parte de la sociedad y el deterioro de la naturaleza generada por la lógica
del mercado.
Las condiciones climáticas regionales dependen de condiciones tanto
internas como externas. La pobreza, la desaparición de bosques, la pérdida
de biodiversidad, el consumismo, la invasión de nuevos monocultivos para la
exportación y la expansión de viejos (caña de azúcar en el Polochic) a
nuevas regiones, la urbanización sin planificación, el incumplimiento estatal
de sus obligaciones en el agro, las actividades de megaproyectos extractivos
(minería). Todos estos factores interactúan para crear las condiciones
climáticas de una región, y es sobre estas condiciones socio-ambientales
específicas que hay que analizar los efectos que el cambio climático puede
generar. No existe una causa estrictamente climática que explique la
hambruna en Oriente o la desnutrición aguda y crónica en occidente, porque
no son todos los pobladores de la región quienes sufren esta situación.
La explicación de los efectos del cambio climático en la agricultura de
pequeños productores tiene muchas causas que se interrelacionan entre sí y
efectos en el ambiente y en la agricultura. Es así que situaciones como la
82
pérdida de insectos “beneficiosos” (como las abejas) por el uso de pesticidas
en la agricultura en general, conlleva repercusiones en la productividad y
pone en riesgo la existencia de la vida de las poblaciones más vulnerables.
Entre otros, los factores que hacen vulnerable a una población mayormente
rural están la dependencia de la lluvia para cultivar, la falta de acceso a
servicios de salud, el analfabetismo o escolaridad baja y la falta de acceso a
crédito. La vulnerabilidad del país, presente y futura, hará que las
condiciones que traiga el cambio climático tengan impactos muy fuertes en
todos los aspectos de la vida nacional, a menos que haya mejoras
sustanciales en las condiciones socioeconómicas (PNUD, 2009).
A continuación explicamos algunos factores que a nuestra manera de ver
determinan la vulnerabilidad de los agricultores y agricultoras
guatemaltecas ante el cambio climático.
7.1
La situación histórica de vulnerabilización que viven los
pequeños agricultores
Históricamente, el tamaño de fincas, el número de fincas y la superficie
territorial que ocupan son indicadores de la cantidad de recursos que los
agricultores y agricultoras poseen. Además, los pequeños productores y
productoras agrícolas se encuentran asentados por lo regular en laderas y/o
suelos poco productivos.
En el Cuadro 14 podemos observar que siempre las fincas más pequeñas
existen en mayor número pero ocupan la menor superficie en el territorio
nacional, en tanto que las fincas de mayor extensión son menores en
número pero ocupan la mayor cantidad de superficie en el territorio
guatemalteco. Para destacar las fincas de menor tamaño, vemos que en
2003 las fincas menores a 0.7 ha (una manzana) representaban el 45% del
total de fincas y ocupaban el 3.2% del territorio nacional. Juntos las fincas
menores de 0.7 ha y las fincas entre 0.7 a 7 ha representaban el 93% del
total de fincas, y solamente ocupaban el 21.8% de la superficie nacional. En
tanto, las grandes fincas (mayores de 44.8 hectáreas -1caballería),
representaban aproximadamente el 2% del total de fincas y ocupan el 56.6%
de la superficie nacional.
83
Cuadro 14. Evolución del número y tamaño de las fincas en Guatemala de
1950 a 2003.
Tamaño de finca
Años
Micro finca
(menor a 0.7 ha)
Sub-familiares
(0.7 a 7 ha)
Familiares
(7 a 44.8 ha)
Multifamiliares
medianas
(44.8 a 900 ha)
Multifamiliares
grandes
(mayores a 900 ha)
Fuente: IARNA, 2007.
Número de fincas
(%)
1950
1964
1979
2003
21.3
20.39
32.92
45.2
Superficie territorio nacional
(%)
1950
1964
1979
2003
0.77
0.95
1.28
3.2
67.05
67.4
54.36
46.8
13.3
18.6
13.73
18.6
9.48
10.46
9.92
6.1
13.3
18.8
18.94
21.6
2.02
2.02
2.7
1.9
32.3
36.5
45.24
44.3
0.15
0.09
0.1
< 0.1
40.8
25.9
20.81
12.3
Son precisamente las fincas menores de 7.0 hectáreas las que se
corresponden con la práctica agrícola que denominamos pequeña
agricultura campesina, y por sus condiciones de menores recursos en
general, está más propensa a ser afectada por el cambio climático.
Es sintomático que, de acuerdo al Censo Agropecuario (INE, 2003), hay un
incremento en el número de micro-fincas y fincas sub-familiares para usos
agrícolas y pecuarios, particularmente en los departamentos de Alta Verapaz
y Petén, es decir en zonas de frontera agropecuaria.
Esto implica una atomización de la propiedad y en otros términos un
aumento de las familias campesinas que deben diversificar sus actividades
agrícolas de subsistencia con otras asalariadas o de generación propia de
ingresos (Baumeister, Taracena y Murga 2004).
No es de extrañar, y realmente es una necesidad para los agricultores y
agricultoras con poca tierra, la condición del país en cuanto a la demanda de
tierras pues responde en gran medida al tipo de distribución de la tenencia
de la tierra que engloba no solamente la cantidad de tierra que se posee
sino donde está ubicada esta tierra.
84
En los sesentas y setentas se iniciaron políticas de desarrollo agrícola
encaminadas a la consolidación del modelo exportador de monocultivo de
capitales extranjeros y oligarcas. En los setentas se genera un cambio
radical en el agro guatemalteco con la introducción de la “revolución verde”
que implicó la introducción de fertilizantes sintéticos y agroquímicos en
general.
Durante este período se implementan planes económicos y
políticos de colonización en la zona conocida como la Franja Transversal del
Norte.
La guerra interna, y las política de represión implementadas por los
gobiernos de turno, que tuvo los finales de la década de los setenta y
principios de la década de los ochenta su episodio más violento en contra
del área rural, dio como resultado una reconfiguración del territorio nacional
al crear grandes migraciones y desaparición de comunidades. Uno de los
frutos amargos de ese episodio violento es la creación de la Franja
Transversal del Norte como proyecto económico de Estado y como zona de
explotación de los elementos naturales, en donde empieza en la actualidad
un proceso de apropiación del territorio por parte de monocultivos para la
producción de etanol, las empresas mineras y petroleras y avance de la
ganadería.
La Figura 16 muestra una caída en el crecimiento económico a nivel nacional
para la década de los 80, la de mayor violencia durante la guerra.
La
pérdida de tierras y cultivos durante ese período por diversas formas de
represión, en especial en el ámbito rural, es algo que únicamente puede ser
asumido, debido a la falta de datos específicos al respecto. Sin embargo es
conocido que mucho del desplazamiento que provocó la guerra durante este
período dio como resultado una reconfiguración del territorio nacional,
ubicando a grandes segmentos de la población en serias condiciones de
vulnerabilidad por el reasentamiento en áreas de riesgo.
85
Figura 16. Crecimiento Económico de Guatemala, período 1951-2006.
Fuente: Tomado de IARNA, 2006.
En la actualidad, la pobreza extrema aumentó de manera generalizada, de
15.7% en el 2000 a 21.5% en el 2004. De esta cuenta, las estadísticas
muestran que aunado a un aumento de la incidencia de la pobreza en el
país, se ha dado de igual forma un aumento en la brecha de desigualdad
entre la población (IARNA, 2006). La encuesta sobre condiciones de vida,
ENCOVI 2006, informa que la pobreza general ha disminuido, sin embargo la
pobreza extrema más que reducirse se ha aumentado (…) es importante
observar que especialmente la región nororiente del país la pobreza
extrema se incrementó al doble. Además la población indígena retrocede
respecto de la población no indígena en cuanto a pobreza general (CIIDH,
2007).
86
7.2
Políticas de modernización y tecnificación agrícola,
siempre orientadas a los grandes agricultores
En términos globales se puede identificar un incremento en las capacidades
de producción agrícola en Guatemala. La producción de maíz, frijol, papa y
tomate, entre otros, registró un aumento de 58% desde 1979, según datos
del IV censo agropecuario. El rendimiento de la producción de maíz mejoró
en seis quintales por manzana en casi 25 años, en tanto que la de frijol se
superó en 2.43 quintales por manzana en el mismo período. Los datos
permiten observar que la producción pasó de 23.6 millones de quintales
hace 25 años, a 37.4 millones estimados ahora.
Según el INE, Guatemala es el quinto productor latinoamericano de maíz y el
séptimo de frijol. (SV, EP: 2004); lo que no dicen estos datos, es que su logro
ha sido el resultado de políticas que, por un lado, han favorecido los
negocios de los agroexportadores en términos de controlar los mercados de
los insumos y herramientas necesarias para la producción y, por otro, han
sido un mero resultado de la introducción de prácticas insostenibles en la
agricultura. Del mismo modo, estos datos esconden las condiciones de vida
de las familias campesinas en términos de acceso a los alimentos,
condiciones de ubicación de las tierras y de pérdida de calidad de los suelos.
Los latifundios (fincas de gran extensión) se encuentran por lo general
asentados en áreas poco propensas a las inundaciones o sequías. Sin
embargo existen cambios que generan más vulnerabilidad a partir de
políticas económicas y agrarias.
La situación de la agroindustria azucarera es muy similar a la de otros
sectores como el cultivo de la palma africana, que ocupa 86 mil hectáreas
en el área del Polochic e Ixcán y hay planes de ampliarla a 150 mil hectáreas
para el año 2012. "Nosotros aún no hemos encontrado límite de tierras para
sembrar palma africana, sin embargo, podríamos llegar a tal extremo en
unos diez años", comenta Eduardo Castillo, director de aceites de la Gremial
de Fabricantes de Alimentos.10
10
Fuente: EP 05 06 2008
87
Hay una reducción de fincas que se dedican a monocultivos en grandes
extensiones (capa de azúcar y banano, principalmente) en departamentos
con tradición ganadera como Escuintla, Jutiapa, Santa Rosa y Suchitepéquez
(IARNA, 2006). Una vez agotadas las condiciones ambientales de dichas
regiones para el monocultivo de productos como la caña y de pastos, en
especial por la degradación de los suelos, se han abierto nuevas regiones
“estratégicas” para la producción industrial de productos de exportación.
Solo por el hecho de poseer grandes latifundios, los grandes agricultores son
capaces de utilizar determinados elementos de la naturaleza a su antojo.
Dada las previsiones en el calentamiento global, la competencia por el agua
para riego se acrecentará, pero en el caso de plantaciones latifundistas con
exceso de aguas, están lanzando cada vez más los caudales de exceso hacia
comunidades abajo, sometiéndolas a inundaciones o al deterioro y
destrucción de las bordas de los ríos, al lanzarles caudales mayores a los
que su capacidad de diseño permite soportar.
Muchos caudales de potencial de riego que están en planificación se están
haciendo conforme mediciones de caudal realizadas en años anteriores al
agravamiento de las condiciones de estiaje y de excesiva lluvia, con lo que
los costos de producción de la implementación de sistemas de riego tendrá
que contar ahora con un costo adicional relacionado con el cambio climático,
que no está contemplada en ninguna política gubernamental.
7.3
La adopción de tratados de libre comercio, pensando
siempre en producir para la exportación y sacrificar la
biodiversidad en beneficio del lucro
Históricamente, el sistema económico mundial se ha abastecido de energía
desde nuestros países por la vía de los cultivos de exportación, y más
recientemente por la transferencia de energía y materia en su versión más
inteligente (la migración al norte). Hasta la última década del siglo pasado,
esto se había interpretado como una consecuencia del abandono del Estado
hacia su población más vulnerable y como un resultado de diversas políticas
económicas internacionales.
88
Sin embargo, el abandono histórico que el Estado tiene hacia los pequeños
productores se vino a agravar en 1985 con los procesos de apertura
comercial y desgravación arancelaria a determinados cultivos del país
principalmente el maíz, que puso en situación de alto riesgo a muchos
pequeños productores, se pierden los precios de garantía y se pierden por lo
menos 70 millones de dólares en jornales al año por el desempleo que
genera la importación de granos básicos.
La más reciente acción que vulnera a los pequeños productores para hacerle
frente con mejores condiciones al cambio climático son las iniciativas
globales de liberalización comercial en las que se han inmerso los gobiernos
guatemaltecos. Mediante el compromiso de implementar las normativas de
trato preferencial, trato nacional, las normativas de propiedad intelectual en
semillas y medicinas, así como la normativa relacionada con
microorganismos y patentes, se ha puesto en riesgo a nuevos sectores de la
pequeña agricultura.
El Tratado de Libre Comercio, se firmó en Guatemala en marzo de 2005
como una medida para “atraer inversiones”, pero muchas de esas
inversiones, se han canalizado en inversiones facilistas que lo que pretenden
es abarcar territorios a bajo costo para actividades extractivas y muchas de
ellas basadas en capital que tiene comportamientos muy volátiles
geográficamente, como la maquila, los servicios a transnacionales, y las
extracciones mineras.
Es decir, el daño potencial a los pequeños
productores de alimentos se está cebando en diferentes áreas, una de ellas
es la disputa desleal por los territorios donde se asientan los cultivos, otra es
la disputa que las grandes empresas iniciaron a partir de 2005 ahora como
actor político directo en el país, y como tal, dando las directrices de la
política. Luego de 2005 podemos constatar que los Pueblos Indígenas y
pequeños productores de granos básicos tienen conflictos por el territorio
con por lo menos 12 empresas transnacionales de diferente denominación.
Aumento de concesiones mineras, petroleras y grandes industrias, aumento
en la producción ganadera y avance en la deforestación en el país, es una
consecuencia del TLC de cara a la implementación de grandes extensiones
de producción de monocultivo como palma africana y nuevas regiones
89
cañeras. Al respecto se afirma que “vemos que el área sembrada de palma
africana en el país aumentó en un 64% en el período 2000-2005”11.
7.4
El nulo impacto real mostrados por las medidas de
mitigación y adaptación al cambio climático promovidos
por los organismos internacionales
El IPCC define la mitigación como "una intervención antropogénica para
reducir las fuentes o mejorar los sumideros de gases de efecto invernadero"
y la adaptación como "el ajuste en los sistemas naturales o los humanos en
respuesta a los estímulos climáticos reales o esperados, o sus efectos, que
moderan el daño o aprovechan las oportunidades beneficiosas.”
Todos los países involucrados en el seguimiento al Protocolo de Kyoto están
de acuerdo que unas prácticas agrícolas adecuadas contribuyen a mitigar el
calentamiento. Sin embargo, hay divergencias sobre qué constituyen buenas
y malas prácticas agrícolas. Además, hay evidencias que cuestionan
seriamente sobre el hecho de seguir utilizando los Mecanismos de Desarrollo
Limpio (MDL), y más específicamente el comercio del carbono, como una de
las principales medidas para mitigar el calentamiento global.
El principio de mitigación envuelto en el comercio del carbono es mejorar los
sumideros de carbono. Hasta ahora, una de las técnicas más promovidas es
la de fijar carbono en bosques bajo el argumento de que los árboles fijan
más carbono que la mayoría de prácticas agrícolas por unidad de superficie.
En la actualidad, un máximo de 1% de los créditos del MDL puede provenir
de secuestro en bosques, incluyéndose en el término “bosques” las
plantaciones de árboles y arbustos de más de 2 metros de altura, incluido
por defecto los árboles y arbustos GM.
Pero al haberse vinculado la reforestación a un mecanismo de mercado, ha
resultado más importante la obtención del financiamiento o la compensación
económica correspondiente, con lo cual se sustituye vegetación natural con
fines de reforestación, se utilizan especies “no locales”, se destinan a la
reforestación tierras con mayor aptitud para la producción agrícola y se
desplaza a la pequeña producción agrícola o pecuaria hacia tierras más
11
PNUD, 2009. fuente original. MEM, 2007.
90
marginales. Así, grandes extensiones de tierra se convierten en
monocultivos de árboles que eliminan toda la biodiversidad presente
inicialmente. Lo que en varios casos resulta en que el sistema inicial tenía
capacidad de fijar más carbono que la resultante de reforestarla. Además el
mayor volumen de emisiones directas de GEIs de la agricultura son el óxido
nitroso (N2O) y el metano (CH4).
El propio IPCC ha demostrado con sus estudios que, este proceso de
sumideros de carbono relacionados con la deforestación-reforestación, tiene
bajos niveles de impacto y eficiencia debido a que no logra combatir las
emisiones que se dan por el cambio de uso de la tierra principalmente en
zonas tropicales. Las emisiones provocadas por la implementación de esta
política suma 60 veces el tamaño del mercado total de carbono relacionado
con esta actividad.
Por otra parte, como los mecanismos empleados para la mitigación
dependen de cada país, resulta que algunos países utilizan el mecanismo de
financiar la siembra de árboles para no reducir directamente sus fuentes de
emisión de GEIs de la industria y el transporte. Además, la metodología
aprobada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC) contribuye en la práctica a subvencionar y legitimar las
explotaciones de porcino y plantaciones industriales intensivas (palma
aceitera, por ejemplo), a pesar de que este tipo de proyectos han sido muy
cuestionados, entre otras razones por la destrucción de la biodiversidad y la
contaminación del suelo y de las aguas que suponen.
Además, se permite que los países principales emisores de GEIs trasladen
sus emisiones a los países de poca emisión actual de GEIs. No es de extrañar
por tanto, que el comercio de carbono no haya resultado en una reducción
de emisiones.
En el caso de los proyectos denominados “Tierras Kyoto”, que pretende
destinar tierras en la región centroamericana para sumideros de carbono,
las tierras que se han identificado como potencial para ello constituyen, para
el caso de Guatemala, en buena parte todas las tierras de la Vertiente del
Pacífico que actualmente tienen otros usos. Volverlas tierras para mercado
de carbono significará nuevas disputas, nuevas modalidades de
91
concentración y nuevas modalidades de violencia contra los pequeños
agricultores.
Los mecanismos de Desarrollo limpio aplicados en Guatemala se han
dedicado, en su mayoría, a financiar cuestionados proyectos de generación
de energía por una parte, basados en la privatización de la generación y del
servicio de distribución, así como en abierta conflictividad con algunas
comunidades que se oponen a los mencionados proyectos.
Lo peor es que en el ámbito de negociaciones para el cumplimiento del
Protoclo de Kyoto, hay fuertes presiones para incluir en los acuerdos
internacionales de mitigación y adaptación al cambio climático otras
prácticas en la agricultura cuya sostenibilidad y real contribución a reducir el
cambio climático está seriamente cuestionada (Paul et al, 2009).
Brevemente describimos estas prácticas propuestas:
Abarcar “todos los usos de la tierra (no solo los bosques)
Esto es sumamente peligroso pues se convertiría en legítimo para los países
canalizar la financiación exclusivamente a los agronegocios (principalmente
hacia los monocultivos industriales, junto a la expansión de los
agrocombustibles y la agroenergía) sin ningún intento de proteger los
bosques naturales y amenazando la agricultura no industrial y biodiversa de
los agricultores y agricultoras a pequeña escala.
El secuestro de carbono en el suelo
La práctica o técnica específica propuesta es el biochar que consiste en
convertir la biomasa en carbón de grano fino. Los defensores del biochar
describen la producción de bioenergía con biochar como "carbón negativo”.
Esto se basa en la creencia de que la quema de biomasa es carbón neutro,
es decir, resulta en insignificantes emisiones de gases de efecto invernadero
pues las emisiones durante la combustión se suponen compensadas por el
nuevo crecimiento.
La negativa a aceptar el biochar es porque el argumento anterior ignora las
emisiones producidas por deforestación de grandes extensiones de tierra,
debidos a los trabajos y transportes asociados a los cultivos de biomasa y
emitidas por el propio funcionamiento de las plantas de biomasa. Cuando se
utilizan los "desechos y residuos", se hace caso omiso del impacto de la
92
eliminación de estas cantidades cruciales de materia orgánica sobre el clima
y los ecosistemas, a pesar de que de todos modos hay pocos "residuos"
disponibles para el biochar.
Teniendo en cuenta el impacto climático de la conversión de los ecosistemas
y los bosques y la degradación del suelo, cualquier demanda a gran escala
de la biomasa no puede considerarse razonablemente carbono neutral.
Además, hay algunos estudios que revelan que la aplicación de biochar
promueve la actividad microbiana de modo que el carbono presente en la
materia orgánica del suelo es liberado a la atmósfera como dióxido de
carbono.
El no laboreo
La agricultura de laboreo cero (LC), también conocida como la agricultura de
conservación, es un método de cultivo que evita arar la tierra. Se fomentó
durante algunos años y se aplicó principalmente en suelos erosionados y
empobrecidos, porque una de sus principales ventajas es que el suelo rara
vez se dejaba desnudo, lo que lo hacía menos vulnerable a la erosión y la
evaporación. La agricultura de LC se ha utilizado como un medio para
secuestrar y acumular carbono en el suelo, así como para mejorar su
estructura, su actividad microbiana y su capacidad de retención de agua.
El principio tecnológico mayormente empleado en esta agricultura (ojo
porque en el negocio se esconde la maldad) es la utilización de herbicidas
para matar las malas hierbas y los restos de la cosecha anterior. Desde
luego, un entrenamiento inadecuado en el uso de los herbicidas ha
provocado la pérdida de cultivos en muchos agricultores de los países en
desarrollo. Pero, ojo otra vez, porque en la tecnología también se esconde la
maldad, se crean las semillas transgénicas tolerantes a los herbicidas y
entonces hay un repunte por promover la agricultura de no laboreo.
La alerta a seguir esta técnica tiene que ver con que a la fecha el IPCC no
está convencido de las bondades de la agricultura de LC para reducir gases
de efecto de invernadero; en cambio, es clara la contribución del uso de
herbicidas a la contaminación química de los suelos y de las aguas
superficiales, además de las emisiones GEIs implicados en la elaboración de
estos agroquímicos.
93
La producción ganadera industrial
El argumento de los defensores de esta propuesta es que la producción
extensiva de ganado es más perjudicial para el clima que la producción
industrial intensiva, cosa que no es cierta.
La intensificación NO es una opción fundamentalmente porque está
comprobado que la ganadería industrial es una actividad productora de
cantidades importantes de gases de efecto invernadero. Es responsable de
casi el 80% de todas las emisiones vinculadas a la agricultura y representa
una proporción mayor (18%) del total de las emisiones vinculadas a las
personas, como por ejemplo el transporte (14%).
Estas cifras incluyen las emisiones causadas por la producción de alimentos
para animales, con un tercio de las tierras utilizadas para el cultivo de
cereales para el ganado, pero excluyen las altas emisiones de carbono que
se derivan de la deforestación y la destrucción de otros ecosistemas para la
cría de ganado. La FAO señala que la auténtica contribución a la emisión de
gases de efecto invernadero de la ganadería es aún mayor de lo que
sugieren las cifras, debido a la dificultad de estimar las emisiones del cambio
de uso de tierras vinculado a la ganadería.
Los cultivos OGM y otros pasos hacia una bioeconomía
El argumento de los propulsores de esta medida es el crecimiento
poblacional, la demanda creciente de alimentos y el agotamiento de la
producción mundial de petróleo. Así que debemos producir más desde cada
hectárea. Para ello necesitamos cultivos más productivos, que puedan
florecer en condiciones ambientales extremas de calor, inundaciones y
sequía, que toleren la sal, el exceso de humedad, que controlen su propio
nitrógeno. También necesitamos abandonar los combustibles fósiles y
encontrar una fuente alternativa de energía y de todo lo que produce, desde
combustibles hasta plásticos. Los árboles y demás plantas pueden tener un
papel mayor en estos desarrollos, especialmente si se modifican mediante la
ingeniería genética y esto pueda formar parte de la nueva economía, la
bioeconomía. Según los defensores de la biotecnología, las plantas
genéticamente modificadas se podrán descomponer más fácilmente, y los
enzimas y microorganismos genéticamente creados reducirán el gasto de
energía y, como consecuencia, las emisiones en el proceso industrial.
94
Nuestro desacuerdo está basado en el hecho que, debido al secretismo con
que se producen estos transgénicos y a los hechos que su consumo en
algunas partes del mundo han mostrado, hay muchos riesgos implicados a la
salud de las personas, hay muchos riesgos implicados en la alteración a la
biodiversidad, además de que hay derechos de propiedad, patentes y otros
mecanismos que restrinjan y limitan el derecho a usarlos.
Además, pese a los muchos intentos para desarrollar cultivos genéticamente
modificados con el fin de aumentar la producción, esto no ha sucedido y los
únicos transgénicos que se han sintetizado hasta hoy (en la soja, el maíz y el
algodón) son tolerantes a los herbicidas e insecticidas sin que esto tenga
ninguna relación con su producción.
Aumentar la superficie agrícola mediante el uso de las llamadas
“tierras marginales"
Esto es, destinar “tierras marginales” para los grandes negocios del carbono
que constituyen la extracción de biomasa para agrocombustibles,
transgénicos y biochar.
El desacuerdo con esta medida es que básicamente una vasta cantidad de
tierra marginal, que antes daba multitud de servicios (leña, agua, pequeña
ganadería, plantas medicinales, recolección de distintos productos...) a las
comunidades circundantes, dejará de cultivarse para el consumo.
Como es conocido en Guatemala, las poblaciones que utilizan
tradicionalmente estas tierras, comúnmente no tienen ningún título de
propiedad, con lo cual sus tierras les serán arrebatadas y las familias
agricultoras serán nuevamente desplazadas a otros lugares.
7.5
Las pobres políticas nacionales de recuperación postdesastre
Es bien sabido que en Guatemala, como se evidenció con el huracán Mitch,
la tormenta Stan, y la tormenta Aghata, el impacto de los eventos climáticos
extremos es altamente diferenciado, con mayor repercusión en la población
indígena del área rural y la ubicada en áreas marginales de la capital.
95
La experiencia del Mitch (1998) y Stan (2005) son útiles para analizar cómo
estos fenómenos climáticos afectan de diversa manera a pequeños y
grandes productores, y como el gobierno guatemalteco aborda la
recuperación post-desastre.
El Mitch fue una tormenta tropical catalogada como uno de los eventos
climáticos más intensos y con mayor daño a la nación. Fue uno de los
primeros eventos climáticos de gran intensidad asociados al cambio
climático y la respuesta del Estado no se enfocó en recuperar las
condiciones agrícolas de los pequeños y las pequeñas productoras, en
cambio fue el de recuperar las condiciones de grandes productores con
capitales nacionales o internacionales.
El saldo de dicho evento en Guatemala fue de 268 muertos, 280 lesionados,
121 desaparecidos, 106 mil 604 evacuados, 110 mil 752 damnificado, 749
mil 533 afectados, 170 mil 013 en riesgo y 16 mil atendidos en albergues
(…) 121 puentes principales y secundarios quedaron destruidos, así como 34
vías rurales y 90 tramos carreteros fueron dañados, lo que ocasiona
pérdidas estimadas en Q600 millones.
En este caso todos los sectores agrícolas fueron dañados, sin embargo la
respuesta estatal fue de atender las demandas de infraestructura, en
especial carreteras de la costa sur y el atlántico, en donde se estima que
fueron asignados fondos por un valor de Q. 775.9 millones solo en el plan
gubernamental de 100 días posterior a la tormenta. Además, el sector
agroindustrial reclamó a las aseguradoras Q. 233, 712,000.00. Y en casos
como el de las bananeras del Atlántico se dieron despidos masivos para
reducir costos de funcionamiento.
No se reportan datos de reclamos a compañías aseguradoras por parte de
pequeños o medianos productores. Todos estos productores tuvieron que
asumir las pérdidas por sí mismos, aumentando la vulnerabilidad de la
población.
El apoyo del gobierno central hacia la población más damnificada se enfocó,
como en todo desastre, en el reparto de víveres y reasentamiento de las
poblaciones, sin embargo, poco se puede identificar de la atención prestada
96
a la recuperación productiva de la economía campesina. Los casos de
Camotán y Jocotán se convierten en un claro ejemplo de ello ya que mucha
de sus áreas productivas se vieron dañadas. En años posteriores (y hasta la
fecha), en estos lugares se han reportado casos de pérdidas de cultivo de
granos y desnutrición crónica y severa a causa de las condiciones de
pobreza y vulnerabilidad frente a fenómenos climáticos como las sequías.
Es importante tomar en consideración que, posterior a un desastre de
magnitudes inmensas como el Mitch en 1998 o el Stan en 2005 o Aghata en
2010, las condiciones de vulnerabilidad de la población en general, y de los
pequeños productores en específico, no solamente no se logran mejorar,
sino que además empeoran con el paso de los años. Y es la misma
actuación estatal en la etapa de reconstrucción la que genera más
vulnerabilidad para la producción y la vida campesina.
La tormenta tropical Stan, la cual dejó un gran saldo de personas muertas,
daños a infraestructura y enormes extensiones de suelo erosionado, tuvo un
tratamiento similar al Mitch.
Una valoración del impacto económico de la tormenta tropical Stan en
Guatemala (en millones de quetzales) reportan que los daños en el sector
productivo suman 305.9, las pérdidas 1,736.1, haciendo un total de 2,042.
De esto el sector agropecuario asumió 178.9 millones en daños, 411.8 en
pérdidas, haciendo un total de 590.7 (IARNA, 2009).
En este caso, el Congreso de la República decidió distribuir Q1.5 millones a
las comunas de los departamentos afectados por Stan, aunque 63 recibieron
fondos a pesar de no estar afectadas, según datos técnicos, se dieron los
fondos a todos por igual, sin valorar las pérdidas, ni los índices de pobreza,
ni el número de afectados, y se dejó fuera a comunas que sí fueron dañadas.
Reconstruir el país se calculó en ese momento en Q2 mil 400 millones,
dentro de lo cual se incluía atención a las comunidades afectadas, el diseño
de una política de vivienda, de las cuales se perdieron 13 mil, y la reparación
de la red vial.
Después de un año, se calculaba que la reconstrucción se había realizado en
un 32 por ciento. No se habían comprado fincas para reubicar a familias y
97
ninguna casa se había entregado después de siete meses (15 mil 900
familias perdieron su vivienda. De éstas, siete mil 900 necesitan ser
trasladadas); el FIS no utilizó Guatecompras, y ejecutó, en ese período, más
de Q20 millones en 22 proyectos; 63 municipalidades que no estaban en
listado prioritario recibieron Q1.5 millones cada una, por decisión del
Congreso dejando a algunos municipios afectados sin ayuda.
Como se planteó, el tratamiento estatal es siempre el mismo en estos casos:
asistencialismo el primer año y olvido para el resto. Las reconstrucciones se
enfocan casi únicamente a la vivienda y los proyectos productivos se dan en
la lógica de la construcción de nuevas vulnerabilidades al insertarse dentro
de lógicas agrícolas insostenibles con la introducción de semillas híbridas y
transgénicas.
En la mayoría de los casos el Estado invirtió en la
reconstrucción en base a criterios políticos y no tanto técnicos, sobre todo
por falta de información y por una cultura política de exclusión hacia la
población campesina.
De todos los datos anteriormente descritos ninguno iba dirigido a la
recuperación de familias campesinas en términos productivos. En general,
las condiciones de vulnerabilidad prevalentes antes de los desastres se
agravaron.
98
8. QUÉ HACER ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO Y SUS
IMPACTOS EN LA AGRICULTURA CAMPESINA?
Existe consenso científico respecto a que el cambio climático es la mayor
amenaza a la seguridad alimentaria mundial. Por otra parte los políticos, que
en esencia hacen política para defender intereses económicos, ven a la
agricultura, no como la fuente de solución a la cuestión más apremiante que
constituyen la alimentación y la protección del planeta, sino como la fuente
para obtener más y más bonos de carbono.
Revisamos en líneas anteriores dónde están las causas del cambio climático,
dónde están localizados los causantes principales de este cambio climático,
cuál es la contribución de la agricultura al cambio climático y que
características tiene la agricultura causante de este cambio climático.
Cabe recordar aquí que en su proceso evolutivo, la humanidad, en sus
primeros estadios de desarrollo, se aprovechó de las plantas y de los
animales (a través de la recolección y la caza) para resolver sus necesidades
nutricionales y energéticas. Las condiciones para solucionar estas
necesidades mejoraron cuando la humanidad descubrió el mecanismo para
la domesticación de determinadas plantas así como de ciertos animales.
Desde luego, la domesticación de animales implicó saber satisfacer la
demanda de alimentos de los mismos, satisfacción que también fue resuelta
con la domesticación y cultivo de las plantas.
En esencia, con la agricultura (o el cultivo de las plantas) las personas
aprovechamos la capacidad que tiene las plantas (y toda la vegetación en
general) de convertir la energía del sol a energía potencial (los alimentos).
Es decir, a nivel más fundamental, la humanidad desarrolló la agricultura
con el fin de producir energía (las formas tradicionales de la agricultura
todavía son así). Con la introducción de métodos industriales, se ha
transformado la agricultura a un sistema que consume energía.
99
Hasta 1940 aproximadamente, la agricultura utilizaba como principal fuente
energética la luz del sol. Con la llegada de los fertilizantes, el uso intenso de
agroquímicos, y la mecanización, la energía solar fue desplazada a segundo
plano por la energía de los combustibles fósiles. En consecuencia, la energía
se convirtió de algo que originalmente era el producto principal de la
agricultura al insumo principal en la agricultura –un cambio de «utilizar el sol
y el agua para cultivar maíz» a «utilizar el petróleo para fabricar aceite y
harina de maíz». Se calcula que este sistema industrial de alimentos gasta
unas 10-15 calorías de energía para producir una (1) caloría de comida (The
New World Agriculture and Ecology Group, 2009).
Pero las condiciones de acceso a recursos con los cuales se realiza la
agricultura, y las características de la agricultura que se realiza, también son
definidas por las formas de interacción de las sociedades y de las culturas
humanas. Así, los procesos de conquista, de colonización, y de dominio de
unos pueblos contra otros, en el caso de Guatemala, determinaron que los
conquistadores o los usurpadores (muy pocas personas), concentraran en
sus manos los recursos de la producción (las mejores tierras, grandes
extensiones de tierra y mano de obra esclava, en un inicio), con lo cual nació
el latifundio y cobraron auge las grandes extensiones de monocultivos
agrícolas. Por esa posición de poder que concentrar los recursos les
permitía, fueron también los agricultores de monocultivo quienes empezaron
a implantar la agricultura de la revolución verde, es decir, aquella basada en
el uso intenso de agroquímicos, semillas mejoradas y mecanización agrícola.
Que pocos conquistadores y usurpadores concentraran gran cantidad de
tierra, determinó que los conquistados y usurpados (la mayoría de personas)
se quedaran con muy poca tierra (minifundio), en tierras pobres o tierras con
poca aptitud para la agricultura. Fueron los conquistados y usurpados
quienes mantuvieron las prácticas agrícolas que utilizan como principal
fuente de energía el sol y los que ahora, aunque en muchos casos utilizan
algunas prácticas agrícolas de la revolución verde, reivindicamos como los
practicantes de la agricultura campesina.
Pero el afán por concentrar la totalidad de los recursos productivos sigue
siendo una meta de los practicantes actuales de la agricultura de monocultivos, convertidos hoy en agronegociantes, propulsores y dueños de la cadena
alimentaria industrial. Su estrategia desde luego no es tan primitiva como la
100
conquista, pero es igual de siniestra y malévola. El problema de alimentación mundial actual, como la crisis del cambio climático, lo plantean así: “…
o globalizamos la cadena alimentaria industrial occidental y adoptamos todo
su paquete de nuevas tecnologías, o nos aferramos a la bucólica creencia de
que las pequeñas granjas orgánicas familiares, (…), crecerán en escala lo
suficiente para producir las calorías necesarias para alimentar a 9 mil 200
millones de personas para el año 2050.”
Líneas arriba vimos que la tecnología no ha logrado resolver el problema de
alimentos en el mundo, sencillamente porque la falta de alimentos no es un
problema de tecnología de la producción sino de distribución de la
producción, y no podemos pensar que la eficiencia en el uso de recursos que
pregona la cadena alimentaria industrial podrá detener el cambio climático
cuando su existencia se basa en fuentes de energía que emiten altos niveles
de GEIs a la atmósfera.
Dado que hay varios niveles políticos de acción y de incidencia donde se
requiere hacer cambios para enfrentar la crisis climática, vamos a describir
aquí algunas líneas orientativas que a nuestro juicio debe guiar la lucha que
encamina el movimiento de agricultores y agricultoras de pequeña escala en
Guatemala para enfrentar el problema de hambre, la crisis climática y la
voracidad consumista del agronegocio.
1. Devolver a la agricultura su papel central de producir energía en
vez de consumir energía
En el informe de La Evaluación Internacional del Conocimiento, de la Ciencia
y de la Tecnología Agrícola para el Desarrollo (2008), escrito por más de 400
científicos y expertos de todo el mundo, enfatizó que «la rutina normal no es
una opción» con respecto al papel de la agricultura química en alimentar al
mundo y respecto a enfrentar la crisis climática, y destacó la necesidad de
promover más métodos agroecológicos.
Estos métodos agroecológicos implican:
Recuperar los niveles de materia orgánica del suelo
existentes antes de la agricultura industrial: según datos de
101
GRAIN (2009) esta práctica tiene el potencial de reducir de 20 a 35%
de las emisiones actuales de GEIs. La devolución de la materia
orgánica al suelo conllevaría:
a. Que miles de millones de toneladas de carbono serían capturadas
por el suelo
b. Que los suelos y los rellenos sanitarios no escupirían toneladas de
óxido nitroso y metano a la atmósfera.
c. Que los fertilizantes se harían progresivamente innecesarios,
porque los nutrientes se recuperarían con la materia orgánica.
d. Que la fertilidad del suelo mejoraría paulatinamente.
Además se lograría
a. Mejores suelos para producir más alimentos.
b. Suelos vivos que capturen y retengan grandes cantidades de
agua.
c. Comunidades locales que puedan vivir de la tierra.
GRAIN calcula que utilizando las técnicas agrícolas sustentables
existentes, es posible aumentar progresivamente la materia orgánica
del suelo en un promedio de 60 toneladas por hectárea en un período
de 50 años.
Terminar con la concentración de la producción animal
intensiva y recuperar (o fortalecer) la crianza de diversos
animales integrada con la producción de cultivos: según lo que
reporta GRAIN (2009), esta práctica haría posible la reducción de 5 a
9% de las emisiones globales actuales de GEIs por las siguientes
razones:
a. Se eliminarían las emisiones de metano y oxido nitroso de los
cerros de estiércol y las lagunas de purines.
b. Se haría innecesario el transporte de alimento industrial alrededor
del mundo.
102
c. No tendría sentido el transporte masivo y de larga distancia de
carne congelada.
d. Se podría mejorar la calidad de la alimentación natural de los
animales, reduciendo la producción de metano de vacas, ovejas y
cabras.
Priorizar la venta de los productos locales en los mismos
mercados locales, y convertir a los alimentos frescos o
procesados localmente y en casa en la base de la nutrición
familiar: esta práctica tiene el potencial de reducir en 10 a 12% las
emisiones actuales de GEIs porque su práctica plena implica:
a. Eliminar o reducir al mínimo el transporte de alimentos en el
mundo
b. Reducir el transporte local para compra de alimentos
c. Eliminar o disminuir significativamente los períodos de
refrigeración de los productos antes de la venta
d. Los envases de alimentos serían más sencillos reduciendo el uso
de los plásticos.
e. El proceso de alimentos sería doméstico y se reduciría la
necesidad de refrigeración doméstica.
Detener el desmonte y la deforestación: esta práctica tiene el
potencial de reducir en 15 a 18% los niveles de emisiones actuales de
GEIs: Su logro implica la realización de otras medidas como las
siguientes:
a. Detener y revertir las plantaciones de monocultivos.
b. Apoyar sistemas diversificados que incorporen árboles y boques.
c. Aumentar la fertilidad del suelo a través de la incorporación de
materia orgánica.
d. Disminuir el consumo de productos agrícolas no alimentarios.
e. Disminuir el consumo excesivo de carne.
f. Abandonar la locura de los agrocombustibles e implementar
formas descentralizadas de producción de energía
103
La anterior propuesta implica la necesidad de cambios urgentes en todos los
espacios de decisión posibles, desde los hogares de los agricultores y
agricultores hasta los espacios nacionales e internacionales de política.
Debe entenderse que las soluciones no son meramente técnicas o
biológicas. Por ello, el movimiento desde los pequeños agricultores y
agricultoras en el ámbito guatemalteco debe hacer presión en distintos
escenarios, con una clara propuesta de trabajo, que tendrá sus líneas
legislativas, líneas de políticas hasta líneas de acción.
2. Lo que se debe impulsar y trabajar en diversos espacios de
decisión
A nivel legislativo
Se debe impulsar una ley de conservación de suelo y agua, que contemple a
su vez la protección y recuperación de los suelos, leyes que fortalezcan la
agricultura campesina sustentable y una ley que a su vez nos lleve a
transitar desde las prácticas actuales de agricultura (sean campesina o de la
revolución verde) hacia una agricultura ecológica.
Desde luego, tampoco existen milagros y la agricultura ecológica solo será
una vitrina en el afán de resolver el problema de alimentos en el país si el
agricultor o agricultora no posee suficiente tierra. Ello significa también
impulsar una ley de reforma agraria, profunda y genuina, que redistribuya
la tierra y ponga fin a la concentración de tierras.
En la redistribución de la tierra hay un mecanismo para la desconcentración
activa de la producción animal y reintegración de la producción animal y
vegetal.
A nivel de política
Esto implica incidir para poner fin a las actuales políticas que promueven la
concentración de la tierra, de la producción, del procesamiento de alimentos
y de la comercialización. Implica políticas que fortalezcan las prácticas
sustentables de la agricultura campesina (basada en la diversidad y en el
uso de semillas locales) y a su vez promuevan eficientemente la transición
de toda la agricultura nacional hacia una agricultura ecológica. Programas
104
de asistencia técnica, de créditos y de subsidios desde el Estado son
primordiales en este afán.
También es necesario luchar por políticas que promuevan y fortalezcan los
mercados locales y los circuitos de comercialización cortos, que nos alejen
del modelo agroexportador de mercancías, que eviten la dependencia y que
recuperan la soberanía alimentaria nacional.
Especialmente se deben luchar por políticas que apoyen a los pequeños
agricultores y agricultoras del campo sin atarlos a insumos industriales, ni a
reglamentaciones innecesarias o que provoquen pérdida de autonomía y
soberanía.
A nivel de los pequeños agricultores y agricultoras
En este nivel, a la par de acompañar la lucha en los espacios legislativos y
de política, se deben fortalecer las tecnologías agrícolas y pecuarias
sustentables.
Se debe seguir impulsando las formas de trabajo descentralizadas y debe
recurrirse a las consultas comunitarias para tomar decisiones respecto a los
pasos para fortalecer la agricultura comunitaria local y sobre cómo hacer
que se deje de practicar la agricultura con químicos. Los vínculos intercomunitarios también son necesarios para que a través del intercambio
campesino a campesino se recuperen e intercambien propuestas, ideas,
conocimientos, semillas y productos alimenticios.
También se necesita recuperar y mantener el conocimiento profundo de lo
local, de sus ecosistemas y condiciones, de las semillas y la biodiversidad.
A nivel de espacios de decisión más locales o regionales
No debemos perder de vista que mucho de los esfuerzos campesinos y
populares por impulsar leyes y políticas no tienen frutos, principalmente
porque atacar las causas de la vulnerabilidad en el país no es de interés de
los grandes sectores de poder. También es cierto que las condiciones
políticas actuales en el país favorecen el marco de acción política de las
organizaciones sociales.
105
Por ello es que se deben agotar todos los espacios de incidencia política
posibles en el afán de concretar cualquier propuesta en beneficio de la
agricultura campesina sustentable. Esta incidencia política debe agotarse en
los niveles locales, micro regionales, municipales, y de mancomunidades,
hasta llegar al nivel nacional, en una lógica combinada de abajo hacia arriba
y de arriba hacia abajo.
3. Por qué debemos promover la agricultura ecológica o fortalecer
la agricultura campesina sostenible
La Figura 17 nos muestra la interpretación que Holt et al. (2000) hicieran de
las respuestas de parcelas agrícolas convencionales (uso de tecnologías de
la agricultura de la revolución verde) y de parcelas agro-ecológicas respecto
al Huracán Mitch. La línea horizontal base indica la condición antes del
Huracán, en donde se establece que la parcela agrícola no muestra ninguna
respuesta tomando en cuenta que no hay presencia del evento.
Qué pasa una vez se empieza a manifestar el evento climático? Para lluvias
normales, el primer impacto que se observa es sobre la capa fértil
(cuadrante a de la Figura 17), en la medida en que las lluvias se vuelven
más intensas, los impactos van de la erosión superficial a la formación de
cárcavas.
Ahora bien, qué tanto impacta la lluvia (línea vertical de la Figura 17) antes
de que el evento climático alcance una intensidad de huracán? Esto
dependerá, en buena medida, del tipo de técnicas y tecnologías que se
emplean en la parcela agrícola.
Las principales conclusiones del análisis realizado por Holt et al. (2000)
fueron las siguientes:
a. 30% menos incidencia de daños en las parcelas agroecológicas que
en las parcelas convencionales.
b. El principal daño manifestado en las parcelas convencionales fue el
escurrimiento superficial, lo cual se reportó en el 30.6% de las
parcelas analizadas; en tanto que este mismo daño se reportó en el
13.6% de las parcelas agroecológicas analizadas.
106
Línea base
a
b
c
d
Figura 17. Respuesta de una parcela agrícola ante la intensidad de un Huracán
Tomado de Holt et al. (2000)
107
c. En las parcelas convencionales se reportaron daños a los cultivos 113
veces, en tanto que este mismo tipo de daños se reportó en las
parcelas agroecológicas 28 veces.
d. Con relación a derrumbes, se reportaron daños similares en ambos
tipos de parcelas, lo cual fue atribuido a la vulnerabilidad territorial
por la posición de la parcela en el paisaje.
Este estudio ha demostrado que todos los esfuerzos iniciados en los años
1960 en Centro América respecto a fortalecer las prácticas campesinas
sostenibles y a impulsar la agricultura agroecológica entre los pequeños
agricultores y agricultoras tiene sus frutos, y que dichas prácticas
manifiestan mayor capacidad de resiliencia de la parcela agrícola ante las
lluvias extremas.
También ha demostrado otra cosa, independientemente del tipo de
tecnologías que se incorporen a las parcelas, tecnologías que a su vez
determina que una parcela se le nombre como convencional o como
agroecológica, existe una intensidad del huracán (inicio del cuadrante d en
la Figura 17) a partir de la cual no importa si la parcela sea convencional o
agroecológica, los daños serán de la misma magnitud en ambos tipos de
parcelas. Esto debemos asumirlo como un aprendizaje en el sentido de que
si no frenamos las causas del cambio climático, las variables del clima
seguirán exacerbándose hasta un punto que será imposible reducir la
magnitud de las catástrofes.
4. De lo que los pequeños agricultores y agricultoras deben
cuidarse
Se debe estar en alerta y en continuo estudio de las propuestas que nos
llegan desde los países industrializados y más específicamente de los
defensores de toda la cadena alimentaria industrial o del agronegocio, cuyos
propulsores nos quieren pintar las propuestas de mitigación y adaptación
como una manera adecuada de enfrentar el cambio climático. Ojo en esto,
porque los términos “mitigación” y “adaptación” presuponen que las
comunidades deben acomodarse a un cambio casi irreversible del clima,
108
a
b
c
d
ante el cual no queda nada más que hacer que reconfigurar ciertas
prácticas.
Si bien es rescatable el concepto de “adaptación” (definida por el IPCC como
“una estrategia necesaria a todas las escalas para complementar los
esfuerzos de mitigación, en orden a reducir los riesgos derivados del cambio
climático) pues implica disminuir la vulnerabilidad de un país, hasta ahora
las propuestas manejadas en los foros internacionales, y por cierto sector de
científicos, sigue promoviendo el mercado como mecanismo para su
implementación, además de que las medidas de adaptación propuestas
hasta hoy no han seguido una construcción colectiva local.
Una breve revisión a tres medidas de adaptación muy difundidas nos dice
que, quienes controlan el negocio de las semillas resistentes a cambios en el
clima, quienes controlan la tecnología de riego y quienes controlan el
negocio de los invernaderos, que finalmente es plástico, son las grandes
empresas agro-exportadoras y la producción de toda esta tecnología está
basada en el uso de energía fósil (petróleo o gas).
Es iluso creer que las actividades humanas causantes del cambio climático
pueden resultar en la solución al mismo. Además de que el uso de estas
tecnologías se vuelve insignificante ante manifestaciones del clima
exacerbadas, como quedó demostrado con el paso del Huracán Mitch. Es la
misma incompetencia de tecnologías como el riego, ante una sequía
prolongada y escasez de fuentes de agua como ha sido pronosticada.
Además, la ayuda internacional en los próximos años tendrá por lo menos
dos tendencias. Una de ellas será la “ayuda de emergencia”, la ayuda que
los directamente afectados por los fenómenos climáticos supuestamente
recibirán en su huida de la muerte. Esta ayuda tiene todo el potencial para
terminar de desbaratar las pocas dinámicas locales de autogestión que
quedan y de dar el tiro de gracia a las pocas experiencias organizativas
exitosas que conservan las comunidades. Por lo que se hace necesario
reorientar la ayuda a un impacto directo a los más necesitados. Es decir,
presionar a los países donantes a que cambien su política de ayuda, pues
en el actual esquema, más del 50% del beneficio económico de la misma se
enreda en los mecanismos que usa el país donante para darla, mientras que
109
a los receptores de la ayuda llega con muchas condicionantes que generan
nuevas pérdidas y afecciones.
El otro tipo de ayuda que esperamos llegue es la relacionada con la
generación de capacidades de adaptación y de enfrentar el cambio
climático. Este proceso debe trascender las dinámicas reduccionistas de
gestión del riesgo para asumir compromisos de apoyo a las soberanías de
las comunidades en los distintos ámbitos: alimentario, energético, político y
social.
5. La lucha por enfriar el planeta es también una lucha de justicia y
de derechos humanos
Esto es así porque los causantes del cambio climático han sido
principalmente los países desarrollados, pero los que sufren las
consecuencias de este cambio climático son principalmente varios países en
desarrollo, altamente vulnerables y ubicados en el sur. Del mismo modo, las
principales causas de la vulnerabilización en que viven estos países del sur
están determinadas por las políticas económicas internacionales.
Es por ello que la exigencia digna que Guatemala como país debe manifestar
en las grandes reuniones de gobiernos del mundo debe aglutinar elementos
como:
a) Exigir a los países desarrollados que implementen en sus
países las medidas de mitigación: la reducción completa de
sus emisiones GEIs y la creación de sumideros que absorban
en forma temporal o permanente los gases que capturan
calor”.
b) La eliminación de todas las políticas económicas que intentan
de convertir al mundo, y más específicamente a los países en
desarrollo, en su mercado cautivo. Solo para poner un
ejemplo, con “el mercado de carbono” los países
industrializados hacen que más de media centena de países
110
entren en competencia por el financiamiento, el cual es
otorgado a las propuestas “novedosas”, “originales” y “más
eficientes”, como si esto fuera más importante que salvar
vidas humanas.
c) Que los países desarrollados asuman su responsabilidad por
los desastres ocurridos en nuestro país asociados al cambio
climático.
d) Que los países desarrollados asuman los costos de
recuperación, de compensación y de resarcimiento por los
daños causados a la fecha y en el futuro por los desastres
asociados al cambio climático.
e) Que los países desarrollados otorguen los financiamientos
necesarios para el impulso de la agricultura agroecológica y
de todas aquellas medidas, culturalmente pertinentes en
nuestro país, concordantes con prácticas de mitigación y
adaptación al cambio climático.
A nivel interno, se debe luchar porque en el país se vayan revirtiendo todas
las causas histórico-sociales, económicas y políticas que hacen de la mayoría
de la población vulnerable al cambio climático.
Los ejemplos del Mitch, Stan y Aghta nos ilustran como cuando un país no
actúa con eficacia para frenar el cambio climático ni implementa medidas
para adaptarse, se producen violaciones generalizadas del derecho a la vida,
a la salud, al agua, a la alimentación y a la vivienda. A manera de ejemplo,
la reducción de la productividad de los cultivos en el corredor seco de
Guatemala está minando los derechos de muchos niños y niñas a una
alimentación adecuada y, en general, a una vida digna.
Por ello, el impulso a la ley de desarrollo rural, el impulso de una ley de
seguridad alimentaria, el aumento de inversión y el mejoramiento a los
sistemas nacionales de educación y de salud, a la par de que se reconozcan,
se respeten y se implementen los derechos colectivos de los pueblos
indígenas en Guatemala, es una lucha que debe seguirse librando para
fortalecer las capacidades del país y de reducir la vulnerabilidad ante el
cambio climático.
111
El derecho a estar informado también debe trascender la información
momentánea de cuando se prevé algún evento climático extremo, que claro
es necesario y debe seguirse fortaleciendo para salvar vidas humanas.
Hablamos del derecho a estar informados sobre lo que es el cambio
climático, causas, consecuencias, implicaciones y medidas. Si bien
Guatemala, vía el MARN, ha realizado dos estudios de vulnerabilidad e
impactos del cambio climático en la cuenca del Río El Naranjo y la
Subcuenca del río San José, los resultados de dichos estudios deben ser
conocidos por la población local con quienes juntamente se deberá discutir
las medidas más adecuadas para hacer frente a los retos que el cambio
climático les plantea.
9. CONCLUSIONES
a. El cambio climático se traduce en un fenómeno que altera las
condiciones promedio del tiempo atmosférico, es un fenómeno que
existe en diversas escalas desde una mundial hasta una local, afecta
a las comunidades guatemaltecas y en específico a las poblaciones
campesinas desde todas las escalas.
Las comunidades y sus
actividades de producción se ven afectadas por los cambios que a
nivel global repercuten en las condiciones locales del ambiente.
b. Las causas del cambio climático están determinadas por el
incremento de gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre.
Las fuentes de emisión de estos gases de efecto invernadero están
112
plenamente identificadas y obedecen a una serie de actividades
humanas que realizan los países desarrollados para mantener su
nivel de vida. Este nivel de vida está directamente relacionado a los
gastos de insumos para mantener e incrementar la industria y el uso
de fuentes energéticas orgánicas (combustibles fósiles, plantas y sus
residuos, y residuos animales).
c. En la medida en que la agricultura se industrializó, se volvió una
fuente importante de emisión de gases de efecto invernadero,
actualmente con una participación del 14% de la emisión total de
estos gases.
d. Las consecuencias principales del cambio climático global en la
producción agrícola guatemalteca están relacionada a bajas en la
producción, sea por problemas de inundación ante lluvias intensas o
por problemas de sequía (prolongación de la época seca o
prolongación de la canícula). Si bien ninguna persona ha sido
reportada muerta de hambre en el país por estas causas, si hay
reporte de muchos niños y niñas en casos graves de desnutrición por
falta de alimentos.
e. El impacto crece en la medida en que se analiza la puesta de los
productos en los mercados regionales de Guatemala. El hecho de que
un evento climático destruya la infraestructura (casos del Mitch, Stan
y Aghata) detiene el proceso de distribución de la producción en el
país ocasionando pérdida de cosechas, desabasto de productos y alza
de los precios.
f.
Las soluciones principales al cambio climático es que los países
industrializados (o países desarrollados) frenen o reduzcan
considerablemente sus emisiones de gases de efecto invernadero y a
la vez reduzcan la concentración de gases de efecto invernadero
actualmente presentes en la atmósfera a través de la creación o
ampliación de los sumideros de estos gases.
g. La alternativa en nuestro país para hacer frente al cambio climático
es implementar medidas de adaptación y lograr que los países
113
industrializados asuman la responsabilidad de los daños y
resarcimiento por los desastres provocados por el cambio climático.
h. La pequeña agricultura campesina de nuestro país, por sí sola no es
capaz de adaptarse al cambio climático. Se necesita que el país se
implementen una serie de medidas que eliminen las causas de
vulnerabilidad que padece la agricultura campesina. Estas medidas
implican políticas para fortalecer la agricultura campesina
sustentable, políticas para transitar de la agricultura campesina a la
agricultura ecológica, políticas de desarrollo rural, políticas de
reforma agraria integral que implique redistribución de la tierra y
acceso a más tierra por los pequeños agricultores y agricultoras.
También implica eliminación de todas las políticas que fortalecen los
monocultivos, la agro-exportación, y todos aquellos proyectos que
lesionen el ambiente, los suelos y la biodiversidad.
10.
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Fuentes
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hemerográficas:
Prensa Libre
El Imparcial
El Gráfico
Siglo XXI
El Periódico
Diario de Centro América
117
ANEXO 1
1998 a 2009: Pérdidas y daños en la agricultura y en la vida nacional
guatemalteca
Evento
Huracán
Año
199
8
Información de daños
Mitch, Categoría 5,263 muertos, 121 desaparecidos, 21,111 casas destruidas, 50% de las plantaciones
de plátanos de exportación destruidas.
268 muertos, 280 lesionados, 121 desaparecidos, 106 mil 604 evacuados, 110 mil 752 damnificado, 749
mil 533 afectadas, 170 mil 013 en riesgo y 16 mil atendidos en albergues (…) 121 puentes principales y
secundarios quedaron destruidos, así como 34 vías rurales y 90 tramos carreteros fueron dañados, lo
que ocasiona pérdidas estimadas en Q600 millones
En Camotán, se estima que 189 manzanas fueron afectadas por la tormenta Mitch, de las cuales 93
quedaron completamente inservibles. Sólo en esa región, se calculan pérdidas de, por lo menos, Q2
millones 600 mil por daños a la agricultura
Las lluvias torrenciales provocaron derrumbes que afectaron a 730 personas, casas dañadas y cosechas
destruidas, 3,740 evacuados, 780 albergados, el Gobierno declaró "Alerta Roja"
Tormenta
199
9
Tormenta
200
0
Las lluvias estacionales empezaron la tercera semana de mayo, Tormentas provocaron derrumbes, ríos
Achiguate y Motagua provocaron inundaciones, unas 700 personas evacuadas, caminos bloqueados,
400 casas dañadas o en riesgo, ninguna demanda la ayuda internacional, el gobierno declaró " estado
de calamidad pública” para el país entero.
Tormenta
200
0
Sequía
200
1
Huracán
200
1
Lluvia torrencial, tormenta y derrumbes, se evacuaron 200 personas, se destruyeron 50 casas, edificios
y puentes destruidos.
Senahú, Alta Verapaz: 43 personas fallecieron en mayo por deslizamiento
7 departamentos afectados, 12,948 familias afectadas, 120,000 familias sufrieron los impactos
secundarios, 34 municipalidades afectadas, el sector agrícola estimó perdidas en 45,000 Hectáreas
Julio de 2001, evidenció una merma en la producción de maíz y fríjol, debido a la presencia de canículas
cada vez más prolongadas y recurrentes en la parte oriental y costa sur.
• La merma de maíz fue de 1,233,466 qq, lo que equivale al 5.31 % de la producción nacional, estimada
en 23,226,800 qq.
• No obstante en algunas comunidades de los departamentos de El Progreso y Zacapa (zona oriental),
se encontraron pérdidas de hasta 80% de la producción estimada de maíz.
•Los precios de mercado se incrementaron aproximadamente en un 20 % durante el período de sequía.
La merma de fríjol fue de 31,015 qq, lo que equivale al 1.55 % de la producción nacional, estimada en
2,006,600 qq.
En algunas comunidades de los municipios de Jutiapa y Jalapa (zona oriental), se comprobó una merma
del 80% en la producción de fríjol. Los precios de mercado se incrementaron aproximadamente en un 25
% durante el evento
A nivel de Centroamérica existen pérdidas en el sector agropecuario de 150 millones de quetzales
debido a la sequía con lo que han aumentado los precios de los granos básicos.
2 muertos 6 desaparecidos, pérdidas económicas
118
Evento
Año
Información de daños
Temperaturas
Extremas
Lluvias
200
1
200
2
El frente frío y los fuertes vientos ocasionaron pérdidas serias de maíz y fríjol, cerca de 370 familias
afectadas
Finca El Porvenir, volcán Atitlán, Sololá: 24 personas fallecieron el 24 de septiembre por un
deslizamiento
Granizo
200
4
(PL) Pérdidas por varios millones de quetzales y más de 700 familias damnificadas, fueron los resultados
de las fuertes lluvias con granizo que cayeron la semana pasada en los departamentos de
Chimaltenango y Sololá, informaron funcionarios del MAGA. La producción dañada corresponde al maíz,
brócoli, frijol, arveja china, zanahoria, fresas y haba. El alto grado de humedad en plantaciones de
legumbres provoca proliferación de enfermedades que dañan el producto. Las pérdidas ascienden a
unos 2.2 millones de quetzales.
(PL) Pérdidas millonarias en las cosechas afrontan los campesinos de Retalhuleu, pues no ha llovido
desde hace más de 90 días. En las comunidades de San Andrés Villa Seca y San Vicente de
Champerico, más de 100 caballerías, de las que dependen más de 300 familias que siembran maíz,
ajonjolí, sandía y melón, han sido dañadas. Con las primeras lluvias los campesinos hicieron préstamos
para comprar químicos, semilla y alquilar terrenos. “Esperamos que el Gobierno nos ayude con alimentos
y víveres, pues dentro de poco no vamos a tener qué comer. Además no tenemos agua pues los pozos
se están secando”, añadió el agricultor Eladio Arriaga.
(PL) La desnutrición en la región ch’ orti’ se ve agravada por la situación de extrema pobreza, pérdida de
la cosecha y la sequía, entre otras razones. En lo que va del mes de agosto, 38 niños han sido
ingresados por desnutrición grave en el Centro de Recuperación Nutricional de Jocotán; el número es el
doble que el mes pasado. La hambruna no sólo azota a los pequeños sino también a madres lactantes.
(PL, AC) Unas 16 comunidades de municipios de Mazatenango y Santo Domingo Suchitepéquez han
perdido sus cosechas de maíz a causa de la sequía que afecta esa región desde hace dos meses. La
falta de lluvia también afecta en Quiché, y algunas zonas del oriente. Juan Tuyuc, de Plataforma
Agraria, denunció que unas 76 mil familias podrían quedar en la ruina al perder sus cultivos. Billy
Estrada, viceministro de Agricultura, aseguró que se hace una evaluación, pero los primeros informes no
son tan alarmantes.
Se calcula que sólo en la comunidad denominada Japón Nacional B, se perdieron 68 mil quintales de
maíz. En el parcelamiento La Máquina fueron unas 540 manzanas de cosechas de maíz. En Petén 10
comunidades han sido afectadas, situación que amenaza gravemente la seguridad alimentaria. Pese a
gestiones ante las autoridades para que les ayuden a salvar lo poco que queda de sus cultivos, la
respuesta ha sido negativa.
(PL) Pequeños agricultores y campesinos que se dedican al cultivo de maíz, en áreas de la bocacosta de
San Marcos, jurisdicción del municipio de San Pablo, enfrentan pérdidas entre el 50% y 70% de sus
cosechas por la aparición de plagas y enfermedades en la milpa. El área dañada es una extensión de
100 manzanas de terreno de la finca Montealegre. Pequeños productores de maíz se dedicaban
anteriormente a cultivar café.
(PL) Tras perder la primera cosecha del año a causa de la sequía, los agricultores afectados esperan “un
milagro”, para que llueva en los próximos días. De no llover pronto los campesinos podrían perder la
segunda y tercera cosecha del año. Comunidades de los municipios de Chiquimula registran un 80% de
pérdida de los cultivos de maíz y frijol.
(EP) Unas 253 familias de la comunidad de Caliaj, Chimaltenango, recibirán cinco mil quetzales cada una
de parte del gobierno, confirmó el ministro de Agricultura, Álvaro Aguilar. Dicha comunidad fue afectada
por una lluvia de granizo el pasado 18 de julio, que destruyó todos los cultivos de fresa y brócoli de
119
Evento
Año
Información de daños
exportación. El monto de la pérdida se estima en unos cuatro millones de quetzales.
(AC / PL) La destrucción de los cultivos, a causa del referido fenómeno natural, repercute en problemas
de desnutrición aguda y crónica, afección que sólo en Chiquimula registra más de dos mil casos en la
niñez. En siete municipios de Zacapa reportaron graves pérdidas a la agricultura y demandaron la
creación de planes de desarrollo, a fin de que los campesinos puedan producir sus alimentos y no
depender de la ayuda internacional o del gobierno central.
También comunidades de Baja Verapaz perdieron sus cultivos. Plantas de manía se perdieron en
Rabinal. El titular del MAGA, Álvaro Aguilar, interrogado por diputado de ANN en el Congreso, señaló
que el inventario de las familias afectadas por la variación climática asciende a 20 mil a nivel nacional,
las cuales se encuentran en riesgo de padecer hambre. Otros municipios damnificados están
concentrados en Retalhuleu, Suchitepéquez, Quiché y Jalapa, explicó Aguilar.
Huracán
200
5
(AC) La sequía, que afectó Zacapa dejó pérdidas por 91 mil 540 quintales de maíz, a lo que se suman 10
mil 80 quintales más, que fueron destruidos por un fuerte torrencial que azotó al municipio de La Unión,
luego de la escasez de lluvias, revela el primer censo sobre los destrozos realizado por el MAGA. Aún se
desconocen las pérdidas que sufrieron otras cosechas como frijol y ayote. El número de las familias
afectadas es de 9 mil 840, siendo las comunidades de la cabecera departamental, Huité y Cabañas, las
más vulneradas. En estos últimos dos municipios se informó que iniciaron las acciones para entregar
alimentos, semillas y fertilizantes, para que los campesinos puedan realizar la "siembra de segunda".
Stan
Las lluvias provocadas por Stan afectaron las áreas más vulnerables del país, donde se registraron
inundaciones, deslaves y derrumbes, con saldo de 669 muertos, 884 desaparecidos y pérdidas por Q7
mil 473 millones.
Las personas damnificadas por la tormenta Stan superan los 3.5 millones
Las regiones de la costa sur del Pacífico y del altiplano occidental guatemalteco fueron las más
castigadas por el temporal, que afectó a unas 61.000 hectáreas de cultivos. Stan golpeó al inicio de la
temporada de recolección de maíz y fríjol, provocando importantes pérdidas en dos cultivos de
subsistencia que son la base de la dieta de la población (entre 60 y 90 por ciento de la producción, según
una evaluación preliminar realizada por la organización de la ONU).
El impacto de Stan fue moderado en comparación con el Producto Interno Bruto (PIB) agropecuario del
país, pero su efecto fue notable sobre las familias campesinas que cultivan pequeñas parcelas en zonas
de ladera, con insuficientes insumos agrícolas. Se estima que más de 155.000 familias pobres perdieron
en parte o totalmente sus activos de capital físico y su producción. Esto implica que aunque hay granos
disponibles, existe un grupo importante de familias sin los recursos para comprarlo.
"Existe un gran número de familias dedicadas a la agricultura de subsistencia que han perdido sus
reservas y que tienen muy poco poder adquisitivo, por lo que pueden enfrentarse a la escasez de
alimentos al carecer de ingresos para comprar en el mercado", señaló Ian Cherrett, representante de la
FAO en Guatemala, quien precisó sin embargo que "el país tiene suficiente grano para atender a las
necesidades del mercado interno".
"Q 3 mil millones de pérdidas en el agro fue lo cuantificado por el Ministerio de Agricultura.”
Según Aguilar, el informe preliminar de la Asociación de Azucareros de Guatemala (Asazgua) indica que
las pérdidas en la cosecha son de un cinco por ciento, mientras Cuevas afirma que por lo menos dos
ingenios son los más afectados.
120
Evento
Año
Información de daños
Occidente: habrá granos básicos para dos meses en la zona fronteriza con México, y para tres meses,
en el Altiplano.
Oriente: granos alcanzarán para ocho meses.
Costa sur: en general, no hay reservas de maíz y fríjol. En la zona cafetalera de Jutiapa, Santa Rosa y
Escuintla hay reservas de maíz para dos meses, y de fríjol, para un mes.
El 34 por ciento de las comunidades afectadas por la tormenta Stan se quedó sin reservas de maíz, y al
46 por ciento no le alcanzará para más de un mes, por lo que el FAO advirtió que podría haber gran
escasez de granos básicos entre junio y septiembre del próximo año
Panabaj y Tzanchaj, en Santiago Atitlán, Sololá: fallecieron 71 personas, en octubre por deslizamiento.
Alrededor de 3.5 millones de personas fueron afectadas de forma directa o indirecta por Stan.
200
6
Sequía y
lluvias
200
7
Lluvias
200
8
669 muertos.
844 desaparecidos.
1mil 158 comunidades afectadas.
29 puentes dañados.
1,142 km de carreteras con daños.
35 mil viviendas dañadas o destruidas.
De acuerdo a la recurrencia de sequía desde el 2002, las autoridades establecieron una prioridad de
municipios amenazados.
Municipios con riesgo extremadamente alto:
Sanarate, El Progreso. Cabañas, Zacapa. San Diego, Zacapa. El Jícaro, El Progreso. Huité, Zacapa.
Guastatoya, El Progreso.
Municipios con riesgo muy alto:
Estanzuela, Zacapa. Canillá, Quiché. San José del Golfo, Guatemala. San Jacinto, Chiquimula.
Sansare, El Progreso. Chiquimula, Chiquimula. San Luis Jilotepeque, Chimaltenango. Usumatlán,
Zacapa. San Juan Ermita, Chiquimula. San Bartolomé Jocotenango, Quiché. San José La Arada,
Chiquimula. San Antonio La Paz, El Progreso.
17 municipios más están con riesgo alto.
70 municipios están con algún grado de riesgo
Lluvias:
Unas 200 hectáreas con cultivo de plátano en Ocós, San Marcos, y una menor cantidad en Coatepeque,
Quetzaltenango, fueron dañadas por los vientos y la lluvia ocasionados por la tormenta Bárbara.
Autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), afirmaron que, sólo en San
Marcos, podrían perderse unas 164.8 hectáreas de cultivos de plátano en Los Faros, La Blanca,
Madronales, El Izotal, Cerritos, Salinas I, Salinas II, Limoncitos, Mareas, Oscar Méndez y Laureles. En la
aldea Los Encuentros, de Coatepeque, los daños se reportaron en únicamente 4.3 hectáreas.
Tormentas tropicales Alma y Arthur
Los daños que las recias lluvias de los últimos días causaron a la agricultura en Zacapa, Izabal y Petén
se cifran en Q9.9 millones
El Sistema Mesoamericano de Alerta Temprana contra la Hambruna publicó que 1 millón 335 mil
personas corren riesgo de inseguridad alimentaria
MAGA estima en más de Q6.5 millones las pérdidas de cultivos en el departamento de Izabal
121
Evento
Año
Información de daños
En el departamento de Izabal han resultado dañadas 824.5 manzanas de maíz blanco y amarillo, fríjol,
arroz y algunas especias frutales
Más de Q6.5 millones, de los cuales Q2.52 millones corresponderían a agricultores del municipio de
Morales, Q2.15 millones en Puerto Barrios y Q1.38 millones en el área del El Estor.
En Zacapa además del maíz, fríjol y arroz, existen plantaciones de pastos, café, papaya, tomate, chile,
maicillo, sorgo y ajonjolí en riesgo
En el área de Coatepeque, Quetzaltenango, el desborde del río Pacayá causó que una buena parte del
banano y el plátano, que se cultivan en el lugar, "se perdiera"
El sector bananero de Izabal perdió casi 1000 hectáreas de plantaciones, debido a los fuertes vientos de
hace 2 semanas (esto representará un 10 por ciento menos en su exportación)
En julio último, la cabecera de La Unión, Zacapa, tuvo que ser evacuada, luego de que grandes
derrumbes provenientes de las montañas que la rodean bloquearan los accesos, destruyeran los
servicios de electricidad y agua entubada y se cobraran 12 vidas humanas, además de destruir los
terrenos de cultivo.
De enero a octubre del 2008 el invierno dejó 116 personas muertas y 113 mil 296 damnificadas, de las
cuales, 34 mil 418 fueron evacuadas de sus residencias, y 20 mil 699 debieron permanecer por tiempo
indefinido en albergues.
Se contabilizaron 18 mil 720 viviendas dañadas o destruidas, 38 escuelas dañadas, 355 tramos
carreteros afectados o destruidos y 31 puentes con graves problemas.
Sequía
Plagas
200
9
Solo la lluvia de final del invierno dejó pérdidas en la agricultura, por más de Q1 mil millones, en Izabal,
Petén y parte de las Verapaces.
Pérdidas en los cultivos agrícolas en al menos 15 departamentos
Ha comenzado una larga etapa sin lluvias que se ha iniciado en este Octubre de 2009 y que podría
concluir en julio de 2010.
Según el Ministerio de Agricultura y Alimentación (MAGA), un total de 16,715 familias han resultado
afectadas por los cambios climáticos en Guatemala.
Los tres fenómenos naturales que se han registrado desde abril pasado, han dejado pérdidas en la
agricultura por unos 38,8 millones de quetzales (4,7 millones de dólares).
Agricultores de Santa Rosa y Chiquimula han sufrido pérdidas de hasta un 50 por ciento en las cosechas
debido a la escasez de lluvia por la denominada canícula, la que es provocada por el fenómeno El Niño
En el departamento de Chiquimula, 8 mil 57 familias están en riesgo de quedarse sin alimento, debido a
las pérdidas de cultivos de maíz y fríjol, ante la sequía que está afectando el lugar
Camotán tiene pérdidas del 63 por ciento de la cosecha de maíz; Jocotán un 51 por ciento; Olopa de 23
por ciento; San Juan Ermita de 55 por ciento; mientras que otros municipios afectados son
Quetzaltepeque, Concepción Las Minas, Chiquimula, Ipala y Esquipulas
Se perdieron Q26.4 millones a causa de la mancha de asfalto, una enfermedad generada por un
122
Evento
Año
Información de daños
complejo de hongos
123
Multiservicios Agroindustriales
7ª Avenida 1-38. Zona 3. Chimaltenango,
Guatemala.
[email protected]
Teléfono: (00 502) 78391124