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UN CAMINO DE
ORACIÓN
Itinerario espiritual
para hoy
con San Juan Eudes
Conferencia Episcopal de Chile
Echaurren 4, piso 6, Santiago
Fono 347 0910 fax 347 0910
www.iglesia.cl
[email protected]
Edición 2.000 ejemplares, marzo 2009
En esta adaptación participó el equipo del Centro Espiritual del Buen
Pastor de Chile:
Dirección y redacción: Hna. María Angélica Guzmán
Codirección: Jaime Carmona
Adaptación: Gwendolyn Araya
Colaboración: Hna. María Leticia Cortés
Diseño, diagramación e ilustraciones: Estudio de
([email protected])
ISBN: 978-956-7520-06-0
Impresión: Imprenta Edición.
Diseño
Resolutt
Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción total o parcial, en
cualquier medio si n la autorización de la Conferencia Episcopal de Chile y la
Congregación del Buen Pastor Chile.
Esta obra se ha basado en el libro francés “Itinerario espiritual para hoy
con San Juan Eudes”, fruto del equipo del centro Espiritual Eudista en
Francia, dirigido por el Sacerdote Michel Fournier con la colaboración de las
hermanas de las congregaciones de la familia Eudista.
La adaptación que presentamos responde al deseo de dar a conocer la
rica espiritualidad de San Juan Eudes con una visión de acercamiento a la
realidad chilena y latinoamericana, teniendo en cuenta que la meta de llegar a
ser discípulos misioneros responde tanto a la espiritualidad eudista como a la
Quinta Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida.
ÍNDICE TEMÁTICO
PRIMERA PARTE: Llegar a ser discípulos/as
ETAPA I:
Deseo de Dios
Pág. 12
ETAPA II:
Releer mi vida
Pág. 19
ETAPA III:
Encontrarme con Jesús
Pág. 26
ETAPA IV:
Escuchar su palabra
Pág. 32
ETAPA V:
Mirar a María
Pág. 37
ETAPA VI:
Descubrir el rostro humano de Dios
Pág. 43
ETAPA VII:
Saberme salvado/a
Pág. 49
ETAPA VIII:
Reconocerme creado/a
Pág. 55
ETAPA IX:
Dejarme tocar por Dios
Pág. 60
ETAPA X:
Aprender a orar
Pág. 66
ETAPA XI:
Aprender a amar
Pág. 73
ETAPA XII:
Comunión con Dios trino
Pág. 80
ETAPA XIII:
Afirmar mi fe
Pág. 88
SEGUNDA PARTE: Llegar a ser misioneros/as
ETAPA XIV:
Dejarme conducir por el Espíritu
Pág. 95
ETAPA XV:
Buscar mi lugar en la Iglesia
Pág. 103
ETAPA XVI:
Orar en Iglesia
Pág. 111
ETAPA XVII:
Vivir mi bautismo
Pág. 118
ETAPA XVIII: Dejarme reconciliar
Pág. 125
ETAPA XIX:
Vivir las bienaventuranzas
Pág. 132
ETAPA XX:
Manifestar la misericordia
Pág. 139
ETAPA XXI:
Discernir los llamados
Pág. 147
ETAPA XXII:
Dar razón de mi esperanza
Pág. 155
PALABRAS INTRODUCTORIAS
... de unos seguidores
Abrir este Libro y seguirlo es participar en una Escuela en que
Jesús será el Maestro. Invitamos a gustar este texto con un corazón
abierto a la escucha de la Palabra y del Espíritu y a iniciar y proseguir
un camino de ejercicio espiritual, que facilitará la comunión con Dios,
los hermanos y la creación entera.
En "Un camino de Oración", ustedes podrán acercarse a Jesús de
manera profunda y sencilla a la vez, para convertirse en sus discípulos y
misioneros. Podrán adentrarse en la espiritualidad viva de San Juan
Eudes a través de su rica y característica metodología de
acompañamiento, que ha sido —a través de los siglos— testigo de
crecimiento de las personas, en su fe y en su identidad con Jesús.
El Itinerario de este libro está construido sobre el trabajo
cumplido y la pedagogía empleada en el Centro Eudista de retiros en
soledad de Champboisé (Quebec, Canadá) que pone a los participantes
en Situación de hacer un recorrido espiritual para nuestro tiempo, en
actitudes de libertad, amor y compromiso.
La Congregación del Buen Pastor, al poner en sus manos estos
ejercicios, desea potenciar la espiritualidad de nuestros pueblos, en las
familias, grupos, parroquias y personas. Para lograrlo, les comparte
una manera de orar la vida en un compromiso evangelizador, en un
momento en que la Iglesia Latinoamericana y del Caribe nos urge a “vivir
la fe en el Señor y su mandato de evangelizar nuestro tiempo como
discípulos misioneros”.
OOPP 2003-12
EQUIPO DE ESPIRITUALIDAD DEL BUEN PASTOR
Provincia Bolivia- Chile
PRESENTACIÓN
El Documento Conclusivo de la V Conferencia del CELAM realizada en
Aparecida, manifiesta el gran impulso misionero que el Espíritu de Cristo hace
presente hoy, en nuestro continente Latinoamericano y del Caribe, como un
nuevo Pentecostés que ha de renovar la vida del pueblo de Dios.
La misión es un rasgo constitutivo de la Iglesia, ya que los bautizados
hemos recibido el sello de discípulos para la acción misionera, siendo el
Espíritu de Cristo quien nos precede en este caminar.
La obra que presentamos, "UN CAMINO DE ORACIÓN", nos ayudará a
despertar esta vocación.
Este libro es la expresión de la vida de oración de san Juan Eudes,
sacerdote francés y místico popular. Desde hace más de tres siglos y medio,
hombres y mujeres se han incorporado a su escuela, como un camino de
seguimiento y fidelidad a Cristo.
En un mundo donde parece tan difícil aprender a amar, este libro es una
verdadera escuela para hacer la experiencia de ser amados por Dios de una
manera personal, como también, para realizar el compromiso recibido en el
bautismo, de ser testigos de su amor.
Este texto nos presenta una forma de orar como discípulos y discípulas
misioneros/as, y nos lleva de la mano hasta dar frutos, si se le da su tiempo, si
se lo gusta en el silencio interior, hecho de escucha y disponibilidad. Se nos
ofrece un material ya largamente probado para un proceso de conversión y
transformación. Nos invita a tomar el camino interior y profundizar en la
propia conciencia para discernir como el Espíritu está trabajando en cada
persona para ser guiado por El. Asumir este proceso es recorrer un camino de
experiencias a la luz de la propia verdad para que en Él tengamos vida.
Llamados a ser discípulos de Cristo ¿Para qué? Para encontrar, en la
amistad con Él, Vida abundante... y proclamar las maravillas de su amor a toda
persona que quiera acogerlo, en un compromiso cada vez más radical, al
servicio de la vida plena que es la comunión con Él.
En la experiencia que se nos propone hacer, se vive el compromiso, como
un proceso de entrega al Señor en la Iglesia.
Deseo que este Itinerario espiritual, produzca abundantes frutos de fe en
las personas y comunidades eclesiales que quieran gustar de él.
Agradezco a la Congregación del Buen Pastor, de modo especial, a su
Centro de Espiritualidad, por el trabajo realizado y por la generosidad al
ponerlo a disposición de toda la Iglesia,
Encomiendo a todos quienes hagan esta experiencia espiritual, a la Stma.
Virgen María, en su advocación de N. S. de la Caridad, para que por su
intercesión, muchos hermanos y hermanas nuestros, se encuentren por este
camino con el Señor de la vida plena.
† ALEJANDRO GOIC KARMELIC
Obispo de Rancagua
Presidente Conferencia Episcopal de Chile
Santiago, 8 de febrero 2009. Fiesta Congregacional
Corazón inmaculado de María
INTRODUCCIÓN
A) UN CAMINO PARA ORAR
Hay UN Evangelio, pero hay mil y una maneras de escucharlo y vivirlo
según los temperamentos y la relación con Dios. La puesta en práctica pasará
por modalidades diferentes según tomemos tal o cual camino: benedictino, de
Santa Catalina de Siena, teresiano, ignaciano o eudista (de San Juan Eudes.)
Una escuela de espiritualidad es un conjunto de doctrinas, de
pensamientos, de prácticas y de actitudes que un fundador o una fundadora
(maestro/a espiritual) ha dejado en herencia a aquellos y aquellas que tienen
con ellos, gran afinidad psicológica y espiritual y sintonizan con su carisma.
Las diversas espiritualidades son "vías de acceso" al único misterio
cristiano, centrado en la persona de Jesús.
San Juan Eudes (Francia, 1601 -1680) se enmarca en la Escuela Francesa
de Espiritualidad del siglo XVII, para la cual el cristianismo no es un sistema o
un conjunto de principios filosóficos, sino una persona: JESUCRISTO. De ahí el
cristocentrismo de esta espiritualidad.
San Juan Eudes es misionero por vocación; la misión lo dirige a
descubrir las riquezas del sacramento del bautismo y todo el afán de su corazón
de pastor es ayudar a cada cristiano/a, a formar y hacer vivir y reinar a Jesús
en sus corazones, para llegar a ser misioneros.
Inspirarnos en San Juan Eudes es dejarnos interpelar por una manera
de vivir como cristiano/a; es entrar en diálogo con una profunda experiencia
espiritual bautismal.
B) DIOS TE LLAMA A SER SU DISCÍPULO - MISIONERO
Antes de aventurarte en este itinerario espiritual, motiva en ti el
proceso del discipulado - misionero.
Aquí estás tú frente a tu Maestro que te
enseñará el camino. Tú y ÉL no lo olvides.
El libro consta de 22 etapas. Cada etapa se aborda en cuatro tiempos que
corresponden a las cuatro actitudes básicas de la espiritualidad de San Juan
Eudes. Cada una de las etapas tiene un tema definido que te guiará como hilo
conductor durante el proceso de tu contemplación.
Te invitamos a entrar en este proceso de interioridad.
Como discípulo/a de Jesús ponte a la escucha de la Palabra a ejemplo de
San Juan Eudes. El nos dejó como herencia una experiencia viva de unión con
Dios en cuatro movimientos que te ayudarán a adquirir una dinámica cristiana
transformante. El proceso espiritual que San Juan Eudes nos propone es "vital",
ya que nos encamina a llegar a ser discípulos-misioneros. En suma, es dejar que
el Espíritu forme a Jesús en nosotros para llegar a ser otros Cristos.



El deseo, elemento esencial de este caminar, atraviesa todo el itinerario
cuyo centro y motor es Jesús.
La esperanza cristiana, se experimenta en Alguien que acompaña y está
en la meta de este camino.
Él es alfa y omega.
He aquí el camino (método) para abordar el "Itinerario espiritual con San
Juan Eudes":
1 Abrirse
Es abrir la puerta, acoger la diferencia, al otro, a los otros/as.
Aceptarse a sí mismo/a de Dios, volver a encontrar el gusto de vivir sin
defenderse, sin protegerse de algo o de alguien. Es la primera acogida.
2 Contemplar y dar gracias
Es el primer don, fruto de la acogida.
Es encontrar nuestra capacidad de contemplación, fascinación, que nos
conducirá a la adoración. En este maravillarse es en donde uno/a se olvida;
en esta admiración es en la que uno/a desaparece.
El que sabe acoger, podrá de verdad "dar gracias", no tanto por lo que el
Señor hace, sino por lo que Él es.
3 Vivir el perdón
Es la segunda acogida, que consiste en recibir el perdón de Dios, de mí
mismo/a y de los otros/as. Después de la adoración y acción de gracias,
surge la conciencia de la inmensa distancia que existe en mi propia vida, tal
cual es, y las maravillas del amor de Dios.
Estoy llamado/a a perdonarme de no ser lo que quisiera ser.
Estoy llamado/a a perdonar a los y las demás por ser diferentes a mí. Descubriré
mis heridas, debilidades, equivocaciones, omisiones etc. y viviré la misericordia
de Dios.
4 Darme… …para
Segundo don, más lúcido, más tangible.
Saberme amado y perdonado/a me impulsa a dar a conocer el amor recibido.
El don de sí toma la forma de testimonio: darme para que otros crean y vean...
Mientras más acoja su amor, más sabré darme.
EN SÍNTESIS, TODO EL PROCESO EUDISTA ES:
- Encarnado, parte siempre de la realidad global y de la mía propia.
- Misionero, dirigido por la misión y orientado hacia la misión.
C) UNA PEDAGOGÍA
Un doble movimiento de acogida y don otorgan el ritmo y la dinámica al
proceso. Cada tema está construido de manera parecida:






Una presentación del contenido y de los objetivos de la etapa.
Un tiempo para abrirse y acoger el tema.
Un tiempo para contemplar y dar gracias (Palabra de Dios y textos de San Juan
Eudes).
Un tiempo para vivir el perdón (acogerme tal cual soy y acoger el perdón de
Dios).
Un tiempo para darme a... para... (la misión).
Una bibliografía sencilla para seguir y enriquecer la reflexión.
D) CONSEJOS PRÁCTICOS
El Itinerario se puede vivir solo/a o en grupos; en su casa o en un centro
espiritual... de preferencia con una persona que acompañe.
No necesariamente se ha de seguir el orden de los temas. Son independientes y se pueden elegir de acuerdo con las circunstancias y necesidades personales o de grupo.
PRIMERA PARTE:
Llegar a ser discípulos/as
ETAPA I
Deseo de Dios
"Dios, Tú mi Dios, yo te
busco: mi alma tiene sed de
ti" Sal 63 (62))
CONTENIDOS DE LA ETAPA
"Formad un gran deseo de emplear estos días como si fuesen los
primeros días de vuestra vida".1



Dios desea hacernos desear su vida para compartirla con Él.
El deseo de Dios está dentro de nosotros/as, es constitutivo de la
persona humana.
Dios también tiene un deseo, el de ver a la humanidad entera
compartir su gozo.
OBJETIVOS DE LA ETAPA




Pasar de mis deseos a "mi deseo".
Expresar cuáles son mis deseos en relación con mi persona, con los
otros, con Dios.
Avivar mi sed de Dios
Descubrir en el Evangelio puntos de referencia que me permitan
reconocer si mis deseos “encuentran” los de Dios.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER MI DESEO DE DIOS
1. Tomo el tiempo de estar presente por entero/a; enumero lo que llevo dentro
que me inquieta, lo que obstaculiza la interiorización.
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2. Me pongo a la escucha, poco a poco me abro y me hago disponible al Espíritu.
Dejo surgir mis deseos, los enumero: Deseos de los sentidos, de lo absoluto.
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3. Descubro mi deseo de Dios; lo gusto, lo dejo existir, lo profundizo. Anoto.
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Yo me Abro… Me Descentro…
Escucho… Acojo.
1
JE, OC. I p. 356
CUENTO ORIENTAL2
Para encontrar a Dios es necesario desearlo ardientemente.
Un discípulo fue un día a encontrar a su maestro y le dijo:
Maestro, yo quiero encontrar a Dios. El maestro miró al joven sin decir
nada y le sonrió. El joven regresaba cada día repitiendo que él quiere la
religión. Pero el maestro sabía mejor que el muchacho a qué atenerse.
Un día en el que hacía mucho calor, le pide al joven acompañarlo hasta el río
para nadar. El joven saltó al agua. El Maestro lo siguió y lo mantuvo bajo el agua
a la fuerza. Cuando el joven se debatió un momento, el Maestro lo dejó y le
preguntó, de qué había tenido mayor deseo, cuando estaba dentro del agua.
Del aire, le respondió el discípulo ¿Deseas a Dios de la misma manera? Dijo el
maestro. Si tú lo deseas así, tú lo encontrarás instantáneamente. Si tú no tienes
este deseo y esta sed, por más que luches con tu intelecto, tus labios y tus
fuerzas, no encontrarás la religión. Mientras esta sed no se haya despertado en
ti, tú no eres mejor que un ateo. Más aún, recuerda que el ateo es sincero y tú
no lo eres.
Reacciono ante el cuento y anoto mi deseo central:
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Acojo todo lo que he reflexionado
sin juzgarlo ni juzgarme
acojo al Otro
saliendo de mi mismo/a.
acojo mis miedos,
mis inseguridades.
mis reflejos de defensa.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR MI DESEO DE DIOS
Sigo excavando el tema del deseo de Dios en mi ser pleno de tesoros
divinos.
1. La Palabra de Dios está llena de deseos de Dios y hacia Dios.
- Leo Ex 33, 12-13; Jer 20, 7; Sal 63(62). - Constato con asombro como se
hilan en mi historia, los deseos de Dios y los míos. Describo
cruzan e
2
Autor desconocido, citado en el libro “Devant Toi Seigneur”, Cert., 1983
estas revelaciones del Amado.
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- En el Nuevo Testamento contemplo el deseo que Jesús tiene de su Padre.
(Lo busco en el Evangelio según San Juan hasta reconocer puntos de
encuentro entre mi deseo y los de Dios). Escribo.
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2. Mi único deseo
"Sí, Jesús, deseo amarte ardientemente, no quiero otros deseos, sólo el
de amarte. Adiós a todo lo que no es Dios. Tú eres el objeto exclusivo de mi
corazón. Tú eres mi todo, lo demás es nada para mí y nada quiero ya mirar
ni amar sino en ti y para ti.
Sé tú, divino amor, la vida de mi vida, el alma de mí alma y el corazón de mi
corazón. Que yo no viva sino en ti y de ti.
Que no subsista sino por ti.
Que ya no tenga pensamiento, ni palabra, ni realice acciones sino por ti y para
ti.
Quiero, por tanto, que todos mis pensamientos, palabras y obras, el
uso de mis sentidos corporales y espirituales, mis respiraciones y los latidos
de mi corazón, los instantes todos de mi vida, todo cuanto hay en mí y hasta
mis pecados, si es posible, por el poder de tu sabiduría y de tu bondad que
conducen todas las cosas al bien de los que te aman, sean otras tantas voces que
te vayan diciendo con todo el amor del cielo y de la tierra: Te amo, te amo, sí,
Señor Jesús, te amo".3
Reacciono ante este texto.
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Contemplo y doy gracias.
Dejo surgir en mí la adoración,
la acción de gracias,
la alabanza y mis deseos.
3
JE, Extracto de los 34 Actos de Amor. Reino de Jesús OC. I, p. 249-257
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN, POR MI DÉBIL DESEO DE DIOS…
Me pongo bajo la mirada de Dios, tal cual soy, con mis bloqueos,
limitaciones, finitud, pecados. Me pongo en el corazón de Dios que acoge mis
miserias y derrama sus misericordias sobre mí.
1. En un camino de verdad para conmigo mismo/a, me miro como tal, sin
esconder nada, me abro enteramente para que el Dios de la Vida me sane y
me ayude a sacar lo negativo, los falsos deseos.
Si escondo un pedacito
luego empezará a contaminar. ¿Qué escondo?
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¿Cuántas heridas puedo contar en mi vida?
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2. Le entrego mis miserias a Dios para que las transforme en Gloria. Escribo
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Se vive el perdón
cuando se tiene la experiencia
de la misericordia sin límites de Dios.
Recibo esa misericordia que sana mis deseos.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS, EN MI DESEO PROFUNDO
1. Vuelvo a centrarme en mi deseo. Tomo conciencia de cuál es el deseo que
hace de mi vida un proyecto; el deseo que prioriza mi hacer y centra mi ser. El
deseo que pone brújula a mis elecciones. ¿Cuál? Lo nombro
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2. Mi desafío es: asumir y centrar MI DESEO para que no se mezcle con
deseos contrarios o sin sentido. Hay deseos inmediatos que satisfacer,
esperas, necesidades, curiosidades. ¿Cómo armonizo esos deseos con mi
deseo profundo?
Escribo y nombro deseos contrarios.
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3. Mi deseo orientador puede hacerme libre frente a las presiones del
medio, (otros, amigos/as, mi familia, mi trabajo, la cultura imperante...)
Ante situaciones en que tengo que optar: ¿Sigo mi conciencia, soy
incoherente, cobarde, no sé decir “no”, me dejo arrastrar por los demás?
Describo.
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4. Compromisos
- ¿Qué me sugiere el deseo de Dios?
¿Algún cambio en mi vida? ¿Cuál?
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 Este deseo me abre a: ¿La misión, la contemplación, la fidelidad...?
Escribo lo que me sugiere el Espíritu.
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5. Acto de oblación de San Juan Eudes4
"Oh Jesús, mi Señor, te pertenezco por infinidad de títulos, más yo
deseo pertenecerte por voluntad propia. Por lo tanto me ofrezco a mí
mismo y te consagro mi cuerpo, mi alma, mi vida, mi corazón, mi espíritu,
todos mis pensamientos palabras y acciones y todo lo que ha sido, es y
será en mí te pertenece total, absoluta, única y eternamente.
Yo hago esta oblación y entrega de mí mismo, no sólo con toda mi
fuerza y poder, sino con el fin de hacerla eficaz y santa. Yo me ofrezco y
4
JE. Reino de Jesús OC. I p. 146
me doy a ti: en toda la virtud de tu gracia y en todo el poder de tu espíritu,
y en todas las fuerzas de tu divino amor, que es el mío, pues todo lo que
es tuyo es mío. Te suplico, oh, mi Salvador, que por tu gran misericordia
emplees tú mismo la fuerza de tu brazo y el poder de tu espíritu y de tu
amor, para despojarme de mí mismo y de todo lo que no viene de Ti, y de
poseerme perfectamente para siempre, por la gloria de tu santo nombre."
Subrayo lo que en este texto me ha impactado.
- Hago un compromiso orante de ofrenda y de deseo.
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El último paso en esta etapa,
no es un final sino un comienzo,
un envío para vivir aquello que he descubierto
de Dios y de mí a través de Jesús,
para dar plenitud a mi vida y la de los demás
en la misión y la contemplación.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ COMPROBAR
CÓMO SE HA ENRIQUECIDO
MI DESEO DE DIOS.
ETAPA II
Releer mi
vida
"Yo, Yavéh tu Dios, te instruyo en lo que
es provechoso y marco el camino por
donde debes ir"(Is, 48,17)
''Hago memoria de los principales favores recibidos de Dios... por ello le alabo,
y le quedo agradecido para siempre”5
5
JE, OC. XII p. 103
CONTENIDOS DE LA ETAPA
Mi deseo de Dios me pide una memoria de los dones recibidos, de
los encuentros que han permitido la realización de mis deseos.
 Hacer "memoria" da la posibilidad de tomar conciencia del camino
recorrido, con sus luces y sus sombras; de la posibilidad de dar
gracias por todos los pasos de Dios en la vida.
 Hacer memoria es identificar el camino hacia Dios.
 Hacer memoria es escribir mi historia santa (Memorial), a fin de dar
gracias a Dios, porque nada de lo que acontece escapa a la
salvación.
OBJETIVOS DE LA ETAPA




Aprender a releer la vida y acoger los acontecimientos felices y
dolorosos a fin de asumir las experiencias pasadas y presentes,
dentro del contexto histórico del continente.
Identificar el hilo conductor de los acontecimientos que tejen mi
vida.
Descubrir mi camino personal hacía Dios; mi identidad espiritual.
Aprender a dar gracias por toda esta vida e historia recibidas.
"Todos mis recuerdos son acciones de gracias"(San Agustín).
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER MI PROPIA HISTORIA
1. Me pongo en disposición de acoger mi vida pasada y presente. Nombro esas
soledades que han echado raíces en lo más profundo de mi corazón.
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2. Anoto: tiempos felices; amores fuertes; vivos sufrimientos; largas travesías
espirituales.
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3. Acojo los momentos en que la presencia del Señor se ha hecho sentir en mí.
¿Qué palabras del Señor han lanzado sobre mi vida una iluminación nueva y
reconfortante?
Formulo ante el Señor el objeto principal de mí esperanza, ¿Qué espero de
Dios?
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4. Hago el inventario de las personas que más me han marcado en lo humano y
espiritual.
Estas personas ¿Me han ayudado o me han frenado? ¿Qué he aprendido de cada
una de ellas?
Estoy llamado a DAR GRACIAS pero también a superar y purificar sentimientos
de ¿rechazo o de dependencia? Escribo.
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En todo este peregrinar descubro “su huella”
en las personas que he encontrado en mí camino.
Me recibo en el Señor, en lo que soy
y en lo que he vivido.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR MI HISTORIA PERSONAL
1. Sagrada Escritura:
A pocas horas de su muerte, Jesús releyó su vida dando gracias (Jn
17). Anoto lo más relevante para mí en este texto.
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María vivió en acción de gracias (Lc 1, 46-55). ¿Qué aprendo de su
memorial hoy?
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2. Los santos han sabido ver en la relectura de sus vidas, la huella de
Dios y dar gracias.
Extracto del Memorial de San Juan Eudes:
LA FAMILIA
 “...Dios me ha hecho la gracia de ser concebido, de nacer, de ser
bautizado, de hacer mi primera comunión y predicar una misión llena
de bendiciones en Ri, diócesis de Séez, parroquia dedicada a la
Santísima Virgen María, su Patrona.
 Dios me concedió la gracia de nacer de un padre y una madre de
mediana condición, temerosos de su Santo Nombre: tengo sobrados
motivos para creer que murieron en su gracia y en su amor.”
LA ESCUELA DEL PADRE BLANETTE
 "...Habitando en una parroquia donde la instrucción referente a la
salvación era escasa y donde, fuera de Pascua, muy pocos
comulgaban, empecé a la edad de doce años, a conocer a Dios, por
gracia especial de su divina bondad; y a comulgar cada mes, luego de
hacer confesión general; en la fiesta de Pentecostés se me dio la gracia
de acercarme a la Primera Comunión.
Poco después se me hizo la gracia de consagrarle mi cuerpo por el
voto de castidad. Sea por ello bendito para siempre.
 Hice mis primeros estudios en una aldea, bajo la dirección del
sacerdote Jacobo Blanette; su ejemplo y las instrucciones
espirituales que impartía a sus alumnos me sirvieron mucho".
EL COLEGIO: P. ROBIN
 “Mi padre me envió luego a Caen para continuar mis estudios en el
colegio de los Padres Jesuitas. Fui recibido en el cuarto curso, en
7675, en la fiesta de San Dionisio, bajo la guía del Padre Robin. Con él
estudié dos años más, lo que considero gracia especial de Nuestro
Señor; pues era un director virtuoso y muy piadoso; a menudo nos
hablaba de Dios con fervor extraordinario; todo esto me ayudó
inmensamente en los caminos de la salvación.
En el colegio, cerca del año 1618 fui recibido en la Congregación de
Nuestra Señora, en la que Nuestro Señor me concedió grandes gracias
por mediación de su santa Madre.”
ÓRDENES MENORES
 “Accedí a la tonsura y a las cuatro órdenes menores en 1620, según
me parece, en Séez, en el mes de Septiembre”.
EL ORATORIO: R BÉRULLE
 “...En 1623 fui recibido en la Congregación del Oratorio, en San
Honorato de París, por su Fundador, el Rvdo. P. de Bérulle. En el
mismo año, por mandato de mis superiores, comencé a predicar a
pesar de no haber recibido aún las órdenes Mayores”.
ENFERMEDAD
 “En 1625 y 1626 me envió Dios una enfermedad corporal que me
impidió trabajar al exterior; me concedió estos dos años para vivir en
recogimiento y entregarme a la oración, a la lectura de obras piadosas
y a otras ocupaciones espirituales. Fue una gracia espacialísima por la
que bendigo y agradezco eternamente su divina bondad”.
MISIÓN
 “En el verano de 1636 trabajé en varias misiones en la diócesis de
Saint Malo, en Bretaña, en Pleurtuis, Plouer y Cancale”.
“...Igualmente en 1641, en la octava de la Natividad de la Virgen, Dios me
concedió la gracia de concebir el propósito de fundar nuestra
congregación”.
TENTACIONES

“En más de una ocasión me he encontrado en peligro inminente de perder
la gracia de mi Dios y de caer en el abismo del pecado; Él me ha preservado
por mediación de mi Señora y buena Madre, la Virgen María “.6
2. Me doy el tiempo para dar gracias por mi historia personal. Escribo.
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Para mi alabanza y acción de gracias,
leo los salmos 23 (22); 66 (65); 105 (104): 107 (106) 35
139(138); 145(144).
Escojo aquel que mejor exprese mi sentimiento
del momento y lo interiorizo.
6
JE, Extracto de los 34 actos de Amor, Reino de Jesús OC. I. p. 249257
III. U N TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN , MIRANDO MI HISTORIA PERSONAL
Cuando San Agustín releyó su vida, dijo: “Todos mis recuerdos son acción
de gracias”.
1. Algunos de mis recuerdos tienen necesidad de ser sanados. Vuelvo a releerlos
bajo la mirada de Dios. ¿Cómo los estoy viviendo hoy? Hay perdones que dar y
perdones que recibir.
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2. Doy gracias a Dios de lo que ha hecho a través de los acontecimientos de mi
vida, aún en los pasajes más dolorosos. Le pido que me cure de aquello que he
nombrado y que tengo necesidad de perdón, y me dé conciencia para reconocer
lo que me permanece oculto.
Ayúdame, Señor,
a reconciliarme con lo que ha sido mi vida.
a vivir en equilibrio y paz,
a encauzar mis pasiones,
a discernir, en lo posible, antes de actuar,
a plantearme objetivos claros de conversión.
A formarte a Ti en mi corazón.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS CON TODA MI HISTORIA, PASADA, PRESENTE Y
FUTURA
1. Releyendo mi vida, ¿cuáles son los llamados constantes del Señor que he
descubierto?
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2. ¿Cuáles son los textos de la Palabra que iluminan mi camino y me llevan hacia
adelante?
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3. He tomado conciencia de lo mucho que he recibido. Examino cómo puedo dar
concretamente a los otros, un poco de lo que yo he recibido. "Uds. han recibido
gratuitamente, den gratuitamente" (Mt 10, 8).
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A ejemplo de San Juan Eudes,
escribo mi memorial...
para "tener despierta la memoria del Señor''
como lo expresa Isaías 62, 6-7.
AL FINAL DE ESTA ETAPA YO
PODRÉ CONSTATAR QUE DIOS
PASA POR MI VIDA.
ETAPA III
Encontrarme con Jesús
"Maestro, ¿dónde vives? Vengan y vean'' (Jn 1, 38-3)
“Formar a Jesús en nosotros, debe ser nuestro deseo,
nuestro cuidado, nuestra ocupación principal”.7
7
JE, OC. I p. 272
CONTENIDOS DE LA ETAPA
 Ser discípulo y discípula de Jesús, es ponerse a la escucha de quien es "el
camino, la verdad y la vida".
 Las actitudes del discípulo ante su maestro, son la escucha y la disposición de
un corazón sincero, sin artificios.
 Jesús me invita a venir para descubrirlo en su evangelio y en el mundo que
me rodea
OBJETIVOS DE LA ETAPA






Encontrar a Jesús en el Evangelio y llegar a ser su discípulo.
Descubrir a Jesús en el Evangelio de MARCOS.
Dejarme encontrar y sorprender por ÉL.
Enumerar lo que me fascina de este hombre.
Mirar a los que Jesús sedujo, sus discípulos.
Dejarme seducir por Jesús.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME A ACOGER A JESÚS
1. Me dejo cuestionar en mis encuentros:
Hago memoria de mis encuentros relevantes: ¿Con quién? ¿Con
quiénes? Nombro personas que son significativas en mi vida: (con las
que vivo, trabajo, estudio, mis amistades).
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Origen de mis encuentros: ¿Cuál es su origen?, ¿Los he elegido en
libertad? ¿Cuáles han sido mis motivaciones? Explico.
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¿Cómo vivo mis encuentros? (¿Como una imposición,
con
alegría,
en
forma compulsiva? ¿Como una evasión?)
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Acojo todo lo que he reflexionado,
sin juzgarlo ni juzgarme.
Acojo al otro, saliendo de mi mismo/a.
Tomo conciencia y acojo mis miedos,
mis inseguridades,
mis reflejos de defensa.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR MIS ENCUENTROS CON JESÚS
1. Torno el Evangelio de San Marcos.
Lo leo sección por sección tratando de encontrar al hombre JESÚS
que los discípulos han hallado.
Destaco lo quemas me llega o me fascina.
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2. Me pongo frente a este ALGUIEN a quien quiero conocer. ¿Qué le digo?
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3. Anoto lo que concierne a sus relaciones: con su Padre y su madre;
discípulos, con otras personas.
con sus
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4. Escojo a uno o una de los que lo siguen, y lo contemplo en el "CORAZÓN"
del Maestro, para descubrir allí la actitud del
verdadero discípulo/a.
Encuentro pistas para vivir como discípulo/a ¿Cuáles?
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5. San Juan Eudes ha contemplado a Jesús en su humanidad a través de la
lectura del Evangelio. El me invita a mirar la vida de Jesús en los pequeños
detalles y a dejarme impregnar de sus palabras, sus gestos, para vivir en mi
vida, su Vida.
"Como Yo estoy en mi Padre, y vivo por la vida que Él me comunica, así
vosotros estáis en mí, y vivís de mi vida, y Yo estoy en vosotros comunicándola".
"Todos estos textos sagrados nos enseñan que Jesucristo está viviendo en
nosotros, y que nos invita a vivir sólo en Él y que nuestra vida ha de ser
continuación de la suya. Precisamente, la vida cristiana consiste en continuar y
completar la vida de Jesús, para ser otros tantos Jesús sobre la tierra,
continuadores de su vida, de sus acciones y padecimientos, realizados santa y
divinamente en su espíritu".8
Contemplo la verdadera actitud de discípulos
que he descubierto en el Evangelio de Marcos.
Doy gracias porque EL DISCÍPULO que yo escogí, me revela
cómo encontró a Cristo,
Adoro a Jesús:
en sus relaciones humano divinas, y
en su sabiduría para sembrar
la semilla del reino en los corazones.
8 PP. Eudistas, Leccionario eudista 3, p. 30-32
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN EN MIS DESENCUENTROS
 Jesús expresa que el discípulo/a. es aquel que escucha su palabra y la pone
en práctica.
 También se identifica con el "otro"; con los encarcelados, los enfermos, los
hambrientos... Él nos dice que lo que hiciste al más pequeño, a Él se lo
hiciste.
 Reflexiono sobre mi manera de vivir los encuentros y tomo conciencia de las
formas en que me opongo al encuentro
con Jesús. Anoto.
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Me impregno de /as palabras de Jesús
y de San Juan uedes
que me invitan a llegar a ser discípulo/a.
Pido y vivo el perdón que el Padre me da,
cuando no soy capaz de encontrarlo
en la escucha de su Palabra,
ni de verlo en los más desvalidos, ni en los que me han ofendido
Le ofrezco todas mis resistencias
Me abro al Espíritu para recibir el don de saber encontrarlo.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS EN MIS HERMANOS
Al final de esta reflexión:
1. ¿Puedo decir que me he dejado seducir por Jesús? Anotar Sí o No.
¿Motivos?
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2. ¿Cuáles son las actitudes de los discípulos/as de Jesús que
cuestionan las mías? Las describo.
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3. ¿Encuentro a Jesús en los más desposeídos? ¿En quiénes?
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4.
¿Estoy en condiciones de hacer o reafirmar mi compromiso con los
desheredados, enfermos, angustiados/as...?
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5. "Dios es la suma Bondad y la suprema Belleza"
respecto a la naturaleza, al arte....?
9
¿Qué te dice este texto con
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"Oh Jesús, que vives en María,
ven y vive en tus hijos
en la santidad de tu Espíritu,
en la plenitud de tu fuerza.
en la perfección de tus sendas,
en la verdad de tus virtudes,
en la comunión con tus misterios.
Domina en nosotros todo poder enemigo,
en tu Espíritu Santo, para la gloria del Padre. Amén.” 10
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ ENUMERAR LAS RAZONES
PARA SER DISCÍPULO/A DE JESÚS.
9
DA 496
Manual de oración Eudista p. 13 edición CID, 1989
10
ETAPA IV
Escuchar su palabra
"Si alguno me ama, guardará mi Palabra,
y mi Padre le amará y vendremos a él
y haremos morada en é/"(Jn 14, 23)
CONTENIDOS DE LA ETAPA


"Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier
persona: haberlo encontrado es lo mejor que nos ha ocurrido en la
vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro
gozo”11
De la parábola del Buen Pastor aprendemos a ser discípulos que se
alimentan de la Palabra: las personas le siguen porque conocen su
voz (Cf. Jn 10,4)12
OBJETIVOS DE LA ETAPA


Tomar conciencia de ser discípulos/as misioneros de Cristo.
Aprender a escuchar a Dios, que nos habla a través de su Palabra,
pero también en los acontecimientos.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRSE Y ACOGER SU PALABRA
1.
Discípulo/a es quien se ha encontrado con aquel que le da un
a su vida y que le orienta de modo decisivo. No
nuevo sentido
puedo ser discípulo/a de Jesús si no lo escucho, si no me dejo
transformar por su Palabra.
Para aprender a escuchar a Jesús, aprendo primero a escuchar a los
demás, a tomar conciencia que desde mi nacimiento, he entrado en
relación con otros por el lenguaje.
En mi vida, ¿qué palabras me han ayudado a crecer, a avanzar?. Tomo el
tiempo para recordar.
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¿Qué palabras mías han ayudado a alguien?
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11
12
DA 29
Mensaje final DA 3
Cuando busco comprender el sentido de lo que me pasa, ¿dónde voy a
buscar la palabra que ilumina mi camino? ¿En la naturaleza, en los
libros, en los amigos/as, en la oración, en la Biblia?
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Releo las palabras que han marcado mi vida.
Escucho a Dios que me habla a través de ellas.
Acojo a Jesús como la Palabra.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR LA PALABRA
Decir que la Biblia es Palabra de Dios, supone reconocer que cada vez que
digo “Palabra de Dios”, estoy haciendo una confesión de fe, de que por la
mediación de la Palabra vivo el encuentro con Dios.
Si abro la Biblia, lo primero que encuentro es que Dios habla (“Y Dios
dijo...” Gn 1, 3). Antes de cerrarla, lo último que encuentro es que “El Espíritu
y la esposa dice, ¡ven, Señor Jesús!” (Ap 22, 20). La Biblia comienza y termina
con un Dios que habla al ser humano, que quiere comunicarse y establecer una
relación de intimidad con él.
Lo propio del Dios de la Biblia es que el encuentro con Él afecta a la
persona, la transforma. El creyente no es el mismo después de la experiencia de
la Palabra, porque ella interpela, cuestiona. El discípulo que escucha la Palabra,
entra así en amistad con Dios. “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi
Padre le amará y vendremos a él y haremos morada en él”. (Jn 14, 23)
¿Qué textos de la Sagrada Escritura recuerdo con facilidad?
Tomo el tiempo de acoger algunas Palabras de Jesús. Las aprendo de memoria y
escucho a Jesús, ¿qué me dice Dios a través de estas palabras?
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Doy gracias a Dios que me ha dado el don de la palabra,
con la cual me puedo comunicar con Él por medio de su Hijo (Jn 1, 1);
Doy gracias a El que por su amor me ha hablado como amigo y amiga (Jn 15, 14-15)
Me pongo a la escucha de su Palabra y de su vida.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN POR NO ESTAR A LA ESCUCHA DE SU PALABRA
"La Palabra está en tu corazón para que tú la pongas en práctica " (Dt 30, 14)
¿Cómo puedo escuchar la Palabra de Dios, si no sé escuchar una palabra
humana?
1. Escribo las principales dificultades que
tengo para escuchar a los demás?
(Egoísmo, orgullo, ligereza, discriminación, antipatía, superficialidad...)
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2. Reconozco lo que me impide acoger la Palabra de Dios hoy: el bullicio de la
vida, la dificultad para comprender, el miedo de lo que Dios me va a decir...
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Adoro a Dios que me habla en su Hijo
y me hace libre por la verdad de su Palabra.
Pido y vivo el perdón.
por haber acogido descuidadamente el Evangelio
y por mi falta de generosidad para transmitir su Palabra.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS, QUE ES PALABRA DEL PADRE
 La Palabra continúa ofreciéndose a nosotros en los acontecimientos de
hoy.
 La lectura de la Biblia nos invita a hacer lo que han hecho nuestros
antepasados en el camino de la fe: leer nuestra historia personal como
historia de salvación y descubrir la presencia amorosa de Dios en las
personas que nos rodean y en los acontecimientos que vivimos.
Me propongo actividades que me ayuden a crecer en la escucha de la
Palabra de Dios, por ejemplo:



Me organizo de modo que cada día, cada semana, pueda acoger la Palabra
de Dios en mi corazón, en mi vida, especialmente en la Eucaristía
dominical.
Busco la forma de integrarme a alguna comunidad para hacer la
experiencia de leer, escuchar y compartir la Palabra con otros.
Preparo con anticipación las lecturas bíblicas dominicales, a fin de sacar
mejor provecho espiritual. Anoto.
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Me entrego a Jesús, mi Maestro,
aquel que me alimenta con el pan de su Palabra,
que camina y escribe con nosotros la historia que salva.
Le pido que me transforme y me revele su presencia viva.
AL FINAL DE ESTA ETAPA YO PODRÉ USAR LA BIBLIA PARA ESTAR A LA
ESCUCHA DE DIOS.
ETAPA V
Mirar a María
“Y su madre guardaba
cuidadosamente todas estas
cosas en su corazón" (Lc 2, 51)
"Quien ve a Jesús, ve a María,
quien ama a Jesús, ama a
María”13
13
JE. OC. I. p. 337
CONTENIDO DE LA ETAPA

"La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir
trinitario de "hijos/as en el Hijo" nos es dada en la Virgen María
quien, por su fe (Lc 1, 45) y obediencia a la voluntad de Dios (Lc 1,
38), así como por su constante meditación de la Palabra y de las
acciones de Jesús (Lc 2, 79-51), es la discípula más perfecta del
Señor".14
OBJETIVOS DE LA ETAPA


Descubrir en María el camino para llegar a la unión con Jesús.
Tomar conciencia de la necesidad de purificación respecto a la
imagen que tengo de María.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRSE Y ACOGER A MARÍA
1. En distintos momentos de la vida he recurrido algunas veces a un pequeño
signo para sentir la cercanía de Dios... Hago memoria de aquel o aquellos
momentos en donde he puesto la mirada en una imagen de María...
¿Qué me evoca ese recuerdo? ¿Qué me dice?
¿Qué he descubierto?
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¿Quién es María para mí?
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¿Qué significado tiene María en mi vida de discípulo/a?
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Tomo el tiempo de hacer silencio...
acojo a María en mí ser
y le expreso mi deseo de acoger a Jesús
como ella lo ha acogido en su corazón.
14
DA 266
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR MARÍA
"Del Evangelio, emerge su figura de mujer libre y fuerte, conscientemente
orientada al verdadero seguimiento de Cristo. Ella ha vivido por entero toda la
peregrinación de la fe como madre de Cristo y luego de los discípulos, sin que le
fuera ahorrada la incomprensión y la búsqueda constante del proyecto del
Padre". 15
1. Descubro a María mujer, descrita en el
Evangelio, tomando el
tiempo de leer y meditar lo que ella nos enseña a través de los
siguientes textos.
- Acoge a Dios en el corazón de su vida (Lc 1,26-38; 2,19, 51).
- Acoge a los demás, atenta a los detalles y a sus necesidades (Jn 2,112).
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2. Anoto lo que he aprendido de María en el Evangelio, acerca de lo
importante que es escuchar la Palabra y de encarnarla en la vida
(atención, servicio, entrega, gratuidad, etc.)
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3. ¿Hay algo más querido en la vida de una mamá que la vida de sus
que
hijos? Hacer elogios de su hijo y de su hija es más importante
todo lo que concierne a ella misma. Su hijo es la carne de su carne.
Lo que es cierto para todas las mamas, lo es también y aún más
todavía para María. Reflexiono.
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4. Leo con atención lo que San Juan Eudes enseñaba en torno al corazón
de María, sede del amor materno.
"¿Por qué debemos honrar el corazón de María?
El corazón representa todo el interior del hombre, pero
principalmente su amor. Por eso, cuando honramos el corazón de María
15
DA 266
no queremos recordar algún misterio, acción o cualidad, y ni siquiera la
persona dignísima de la virgen sino la fuente y el origen de la santidad
de todo ello: su amor y caridad.
Porque este amor santificó todas sus acciones, las facultades de su
espíritu, su vida exterior e interior, con sus virtudes y perfecciones. El
amor la hizo digna de ser madre de Jesús y de todos los miembros de
Cristo y fuente inagotable de gracias.
Y no solamente Jesús vive y permanece continuamente en el
corazón de María sino que Él mismo es el corazón de su corazón. Por eso,
allegarse al corazón de María es encontrarse con Jesús; honrar el corazón de
María es honrar a Jesús; invocar al corazón de María es invocar a Jesús". 16
A
Maarrííaa..
muujjeerr,, M
Diiooss ppoorr hhaabbeerrnnooss ddaaddoo aa ssuu H
Hiijjoo aa ttrraavvééss ddee uunnaa m
Allaabboo aa D
LLee aaggrraaddeezzccoo ppoorrqquuee qquuiissoo ddaarrllee uunnaa m
miissiióónn úúnniiccaa eenn llaa hhiissttoorriiaa ddee llaa ssaallvvaacciióónn..
B
moo
Diiooss ppoorrqquuee nnooss hhaa ddaaddoo aa M
Maarrííaa ccoom
Beennddiiggoo aa D
m
maanniiddaadd yy ddee vveerrddaaddeerraa ddiissccííppuullaa..
mooddeelloo ddee hhuum
--M
míí,,
Mee aabbrroo aa llaa aacccciióónn ddeell EEssppíírriittuu ppaarraa qquuee oobbrree eenn m
eessppaacciiooss ddee aaccooggiiddaa
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN
1. Miro detenidamente a María en su unión con Jesús, en su misión de
madre, en su peregrinar en la fe como discípula. Tomo conciencia de que a
veces he tenido una imagen distorsionada de ella, demasiado divina
(modelo inalcanzable) o bien en algunos momentos me ha parecido inútil
su devoción...
¿Qué es lo que debería purificar en la imagen que tengo de la Virgen María?
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16
PP. Eudistas, Legionario Eudista 52, p. 138
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2. María es madre de la Iglesia, su presencia enriquece la dimensión de la
acogida y de la comunión. Reviso cómo está mi compromiso eclesial. ¿Cómo
estoy viviendo mi pertenencia a la Iglesia? ¿Vivo mi fe en comunidad o la
vivo “a mi manera”? ¿Qué pasos me faltan dar para un compromiso más
profundo?
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Me pongo delante de Dios en presencia de su Palabra.
Me perdono por:
no haber dado importancia al regalo que Dios me hace,
dándome a María;
por no haberla recibido adecuadamente;
por sobrevalorarla o por ser indiferente.
Pido a Dios que me perdone por no mirar a María como Jesús la miraba,
por no mirar a Jesús como ella lo miraba...
por no dejar a Dios habitar en mi,
por no dejarlo obrar como ella lo hizo.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A J ESÚS AL MODO DE MARÍA
1. Enumero lo que he descubierto de María.
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2. Elijo una estampa o imagen de María que caracterice lo que he aprendido de
ella.
3. San Juan Eudes compuso un saludo a manera de letanía para describir su
imagen de María como obra maestra de Dios.
"Te saludamos, María hija de Dios Padre.
Te saludamos, María madre de Dios Hijo,
Te saludamos, esposa de Dios Espíritu Santo,
Te saludamos, templo de la divinidad.
Te saludamos, María, lirio donde resplandece la luz de la inmaculada Trinidad.
Te saludamos, María, llena de gracia, el Señor está contigo."
Yo también, a mi vez, hago mi propia letanía de admiración y alabanza.
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
Busco la forma de integrarme a alguna comunidad para hacer la
experiencia de leer, escuchar y compartir la Palabra con otros.
Preparo con anticipación las lecturas bíblicas dominicales, a fin de
sacar mejor provecho espiritual.
Las medito y oro.
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………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………....
………………………………………………………………………………………………………
AL FINAL DE ESTA ETAPA YO PODRÉ ENUMERAR LO QUE HE
DESCUBIERTO DE MARÍA.
ETAPA VI
Descubrir el rostro
humano de Dios
"Y el Verbo se hizo carne "(Jn 1, 14)
"El hijo de Dios ha resuelto cumplir
en nosotros el misterio de su encarnación"17
17
JE, OC l.p. 311
CONTENIDOS DE LA ETAPA


El cristiano encarna a Jesús en la tierra, es Jesús en la vida de todos los
días.
La vocación del bautizado, es dejar a Jesús formarse en su corazón,
comprometiendo todo su ser.
OBJETIVOS DE LA ETAPA


Tomar conciencia de que el amor de Dios ha tomado cuerpo en
Jesucristo, de allí todo lo humano me habla de Él.
Comprender la frase de GS 22: "En el misterio del Verbo encarnado se
esclarece la plenitud de la humanidad"
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER EL ROSTRO HUMANO DE DIOS
1. Un autor griego (Terencio) mucho tiempo antes de Cristo dijo: "nada de lo
que es humano me es extraño" ¿qué emoción y opinión me suscita está
afirmación?
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¿Qué es para mí lo verdaderamente humano? ¿Cómo lo caracterizaría?
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Yo acojo el misterio de la naturaleza humana, que es
mi misterio, el de mis hermanos y hermanas en el mundo entero...
Acojo el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios,
que me revela mi verdadero ser,
como hombre/mujer.
Me abro a la verdad de que toda persona es lugar de encuentro con Dios desde
que Dios quiso compartir nuestra humanidad.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR DIOS HUMANO
1. “El Verbo de Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros y hemos
contemplado su gloria” (Jn 1,14). "Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su
hijo único" (Jn 3, 16).
En Jesús, Dios vino a compartir la condición humana. Él entró en el tiempo;
Él conoció las alegrías y preocupaciones, esperanzas y desilusiones, éxitos y
fracasos de cualquier ser humano, incluso la muerte misma.
El misterio de Jesús es expresado así por los cristianos: Hijo de Dios
hecho hombre /Hombre-Dios/ verdadero Dios y verdadero Hombre.
Me dejo tomar y admirar por estas expresiones...
Escribo mi propia reflexión sobre esta realidad sorprendente.
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2. Para ser otro Cristo en la tierra, lo primero es formar a Jesús en nosotros y
continuar su vida. Ese es el programa que San Juan Eudes muestra y propone
a todos los cristianos. ¡Es posible! ¡Es la obra de Dios!: dar rostro humano a
la ternura y misericordia de ÉL.
Para profundizar en esta verdad, leo y medito el siguiente texto. Subrayo lo
que me parece más sugerente:
“El mayor de los misterios y la más grande de las obras es la formación de
Jesús en nosotros como lo señalan estas palabras de San Pablo: “Hijos míos,
por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en
vosotros” (Ga 4, 19).
Es la acción más grande del Padre eterno, cuya ocupación durante toda la
eternidad es producir continuamente a su Hijo en Sí mismo. Y fuera de Sí no
ha realizado nada más admirable que formarlo en el seno purísimo de la
Virgen en el momento de la encarnación.
Es la obra por excelencia del Hijo de Dios sobre la tierra, formarse a Sí
mismo en su santa madre y en la divina eucaristía. Y del Espíritu Santo, que lo
formó en las entrañas de la virgen María, la cual no ha hecho ni hará jamás
algo más sublime, que colaborar a esta divina y maravillosa formación de Jesús
en ella.
Por eso también nuestro principal deseo, empeño y ocupación debe ser
formar a Jesús, haciéndolo vivir y reinar en nosotros con su espíritu, su
devoción, sus virtudes, sentimientos, inclinaciones y disposiciones. A ello
deben tender todos nuestros ejercicios de piedad. Es esta la obra que Dios
coloca en nuestras manos, para que en ella trabajemos sin descanso”.18
Hago un comentario de lo que he subrayado.
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Adoro a Jesús rostro humano del amor de Dios.
Me maravillo por todo lo que se me ofrece en Él
para tener vida y vida abundante.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN
Jesús de Nazareth es hombre "en todo igual a nosotros menos en el pecado"
(Heb 4,15). Nosotros nos dejamos llevar por la inclinación al mal y por eso
pecamos, pero el pecado no pertenece a la condición humana. Es una falsedad la
frase: "errar es humano", porque fuimos creados para la comunión y para el amor,
no para el pecado. Distinto es tomar conciencia de la fragilidad humana que
deja de manifiesto que dependemos de Dios y que "sin Él no podemos hacer
nada"(Cf. Jn 15, 5).

Le pido perdón a Dios por las veces en que me he excusado y justificado
del pecado que me domina diciendo que lo propio del ser humano es
pecar. Anoto.
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
 Le pido perdón a Cristo en su humanidad porque no he aprendido de
Él a vivir mi dignidad de ser humano. Escribo.
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18
P. Eudistas, Leccionario Eudista 16, p. 59

Le pido perdón también por no valorar a todo ser humano como revelación
del rostro de Dios. ¿A quién particularmente?
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Acojo mis bloqueos, mis desaciertos y dificultades,
me ofrezco al perdón de Dios y le pido formar a Jesús en mí.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS ROSTRO DE DIOS
Jesús es el rostro humano del amor de Dios, esto significa que solo El
nos muestra cómo es realmente Dios y cómo actúa en la historia.
Anoto los aspectos de ese rostro que he ido descubriendo y que me hablan al
corazón hoy.
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Desde que Dios se hizo hombre, todo rostro humano es lugar de encuentro
con Él. ¿Qué medios voy a adoptar para desarrollar esa mirada de fe sobre los
demás?
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Yo mismo/a soy rostro humano de Dios y como discípulo/a soy llamado a
voy a realizar para
continuar la vida de Jesús en mí. ¿Qué acción concreta
reproducir en mi los pensamientos, afectos y sentimientos de Jesús?
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¿De qué manera puedo dar rostro humano al Amor de Dios? ..............................
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Oro con el texto que sigue:
Jesús, tienes mis manos
para construir un mundo donde habite la justicia.
Jesús, tienes mis pies,
para poner en marcha la libertad y el amor.
Jesús, tienes mis labios
para anunciar la Buena Noticia a los pobres.
Jesús, soy tu Evangelio,
Evangelio que la gente puede leer
si mi vida es obra y palabra de salvación
AL FINAL DE ESTA ETAPA YO
PODRÉ ESTAR MÁS ATENTO/A PARA
EXPRESAR EN MIS GESTOS, LOS
GESTOS DE IESÚS QUE REVELAN EL
AMOR DE DIOS.
ETAPA VII
Saberme salvado/a
"Jesús nos ha sido dado para
nuestra redención” 19
19
JE, Reino de Jesús, OC. l.p.234
CONTENIDOS DE LA ETAPA


En la etapa anterior nos dimos cuenta de que lo propiamente humano
no es el pecado, sino la santidad, es decir, la posibilidad de comunión
total. Mi incapacidad de incorporar el proyecto del Amor de Dios sobre
mí y sobre el mundo es consecuencia del pecado. Pero Dios no nos ha
dejado abandonados, Él mismo es nuestra salvación, nos salva del pecado
y sus consecuencias para hacernos partícipes de su vida divina.
Jesús me dice: "Yo he venido para salvar lo que estaba perdido" (Lc 5, 32).
Él salva dando sentido a mi existencia; dando a mi vida su significación:
la comunión con Dios, con los demás, con toda la creación.
OBJETIVOS DE LA ETAPA


Tomar conciencia de que yo soy parte de ese mundo que Dios ama y
salva,
Llegar a enumerar aquello que en mí tiene necesidad de la salvación de
Jesús.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER MI SALVACIÓN
Tomo el tiempo necesario para buscar en mi vida momentos donde he
sentido la necesidad de ser salvado/a.
¿De qué fui salvado/a?
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¿Por quién?
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¿Como?
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Nombro lo que está aún por salvar en mí:
En mi vida de trabajo
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En mi vida de relación con los demás
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En mi vida espiritual
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En lo que soy
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En lo que he vivido
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Me pongo delante de Dios con todo lo que soy,
con todo lo que en mí grita hacia la salvación,
hacia la sanacíón, hacia la liberación.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR MI SALVACIÓN
1. En los Evangelios, leer Lc 15,1-10.
Descubrir y anotar las actitudes del pastor y de la mujer en estas
Parábolas.
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¿Me siento "buscado/a" por Dios?
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Cuando me extravío, me alejo del pueblo de Dios, de mi familia, del
cosmos.
¿Me reconozco en estos hechos? Pongo un ejemplo.
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2. San Juan Eudes comprendió cómo el pecado nos des-humaniza y nos
hace renegar de que somos realmente hijos e hijas amados de Dios.
Leo el texto y me dejo sensibilizar por esa verdad:
"Jesús tuvo dos sentimientos diametralmente opuestos: un amor
infinito hacia su Padre y hacia nosotros, y un odio extremo al pecado,
que se opone a La gloria de su Padre y a nuestra salvación... ama de
tal manera a su Padre y a nosotros, que ejecutó acciones de
trascendencia infinita... por el odio que tiene al pecado y por el deseo
inmenso de destruirlo en nosotros". 20
Trato de clarificar mis actitudes frente al pecado. ¿Conciencia permisiva,
relativismo, indiferencia, escrúpulos, temor al castigo? Anoto.
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20
JE. Reino de Jesús, OE, p. 138
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Contemplo a Dios en la historia,
en mi historia, en la que me reconozco y
me siento salvado/a junto con la humanidad.
Doy gracias a Dios que me busca, porque me ama...
El se hizo hombre por mí,
para liberarme del mal
y de todo lo que me empequeñece.
IV. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN QUE ME SALVA
¿Creo realmente que Jesús ha venido a salvar en mi lo que estaba perdido?
Nombro “lo perdido”, extraviado que hay en mí, (actitudes, personas, heridas
profundas...)
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¿Qué me impide dejarme salvar, reconciliar por el amor que Dios me tiene?
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Con mi necesidad de salvación
y mi incapacidad para salvarme a mi mismo/a,
vengo a los pies de Cristo encarnado,
muerto en la cruz y resucitado,
y le pido obre en mí,
la gracia de dejarme salvar y liberar por Él
.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS QUE ME SALVA
Identifico en mi propia vida los momentos y los acontecimientos en que he
sido salvado/a por Dios, pasando de la muerte a la vida.
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Escribo cómo yo me he descubierto, personalmente, en la historia de la
salvación.
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¿Qué compromiso suscita en mí el saberme amado/a y redimido/a por Jesús? ..
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¿Cómo llegar a ser, en la vida de todos los días, "salvador con Cristo" para los
demás?
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Vuelvo a darme a Jesús con todo lo que he descubierto,
me entrego a Él para que complete en mí y a través mió
su obra de salvación en el mundo.
Lo dejo vivir en mí su misterio pascual de muerte y resurrección.
AL FINAL DE ESTA ETAPA, YO PODRÉ
ENUMERAR LO QUE EN MÍ TIENE
NECESIDAD DE LA SALVACIÓN DE JESÚS.
ETAPA VIII
Reconocerme
creado/a
"Qué gloria la del hombre
de ser la imagen de Dios"21
21
JE, OC. VII, p. 226
CONTENIDO DE LA ETAPA

El Dios que me creó, es mi Salvador. Me creó por amor y me salva porque
me ama. Me creó a imagen y semejanza suya. Me formó en el seno
materno y hasta el día de hoy sostiene con amor mi vida.
OBJETIVOS DE LA ETAPA



Reconocerme creado/a por Dios y co-creador/a con Él.
Acogerme a mí mismo creado a imagen de Dios; acoger la creación del
mundo y de los otros.
Tomar conciencia de que estoy llamado/a a continuar la obra creadora de
Dios.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGERME COMO CREATURA
1. ¿Cuál es la imagen que tengo del Dios Creador (científica, orientada
hacia el pasado, bíblica, experiencial)?
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2. ¿Qué-significa para mí que Dios sea el Creador?
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3. ¿Qué significa para mí saberme partícipe de la obra creadora?
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Me abro para acoger una imagen nueva del Creador,
entro en actitud de oración; de escucha al Espíritu
para estar disponible a ese Dios que ha creado todas las cosas.
Acojo todos los sentimientos que surgen en mí.
frente a mis descubrimientos.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR TODO LO CREADO
1. En el Antiguo Testamento muchas expresiones hablan de la creación.
Releo los dos textos de la creación (Gn 1 al 2, 4a y Gn 2, 4b -25) los
interiorizo, reflexiono lo que esos relatos me dicen de Dios creador y
de la misión que Él dio al ser humano en su obra creadora.
Anoto lo que más me impacta de estos textos.
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2. También San Juan Eudes meditó sobre este misterio de Dios Creador. Leo
sus reflexiones y me dejo sorprender por lo que dice:
"Dentro de una infinidad de gracias que la divina bondad ha hecho al
hombre, yo encuentro tres principales, que son considerables, he aquí la primera.
Cuando Dios creó al hombre al comienzo del mundo. Él no se contentó de sacarlo
del abismo de la nada; de hacerlo partícipe de su ser y de su vida, de darle un
espíritu y una voluntad capaces de reconocerlo y de amarlo; de establecerlo como
una autoridad y un poder de rey sobre todas las cosas que están en la tierra; más
por exceso maravilloso de bondad, lo ha querido hacer a su imagen y semejanza...
¡Oh! Qué gloria la del hombre ser la imagen de Dios, y llevar sobre sí el retrato, la
forma y el carácter de su divino rostro”.22
Y yo, ¿qué puedo exclamar?
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Doy gracias por Dios creador
que me da la existencia y me sostiene por amor.
Me hago disponible al querer de Dios sobre mi vida.
Tomo conciencia de que yo mismo/a soy imagen y semejanza
de Aquel que todo lo ha creado.
¡Qué gran responsabilidad
es mi misión de participación, en el misterio de la creación!
22
JE. El Corazón Admirable. OC. VII, p. 225-226
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN QUE ME RE-CREA
1. Job, el justo paciente, en un momento de extremo sufrimiento llegó a
maldecir el día de su nacimiento (Job 3, 2). Yo mismo he tenido a veces
sentimientos parecidos. Anoto las quejas de mí corazón por las heridas
de mi vida, las veces en que he rechazado mi propia vida como obra
creada, de Dios.
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2. He sido invitado/a a volver a mirar mi vida como obra creada, deseada
y amada por Dios. Él me invita constantemente a recrearme. Reflexiono.
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3. Recuerdo que fui concebido/a por mis padres, que nací, y fui
llamado/a a dar mucho fruto. ¿Cuál es mi responsabilidad frente a mi
vida, a la sociedad y al inundo?
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4. ¿Tengo un proyecto de vida, con objetivos claros? ¿O las circunstancias hacen mi
vida?
Me reconcilio conmigo mismo/a como creatura,
renuncio a los sentimientos negativos acerca de mi propia imagen.
Me acepto como lo que soy, obra salida de las manos del Padre que me ama.
Pido la gracia de alcanzar la plenitud en Jesucristo.
III. UN TIEMPO PARA DARME AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO CREADOR
"Mediante las manos del Padre, es decir, mediante el Hijo y el Espíritu, el
hombre entero, y no sólo una parte del hombre, es hecho a semejanza de Dios"
(San Ireneo)
1. Compongo mi propio canto de amor a este Dios trino que me ha creado
amorosamente, según el modelo de los salmos 8, 103 o 139.
Expreso a través de mi salmo mi
admiración por la creación, me
reconozco parte de la obra creadora de Dios, hoy.
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2. Expreso también mi deseo de continuar su
creación
usando
mi
en
algo
creatividad para transformar mi entorno. Me comprometo
concreto. ¿Qué voy a transformar en mi manera de vivir?
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3. ¿Cómo pondré en práctica la reconciliación conmigo y con la historia actual?
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"Cosas grandes hizo en mí, este corazón tan bueno;
desde el vientre materno me hizo suyo.
Ese corazón muy suave y tierno me ha rodeado siempre
de sus más dulces bendiciones.
Él me ha abrigado a la sombra de su mano,
Él me ha guardado como a la niña de sus ojos.
Oh corazón lleno de amor, fuente de todo bien.
De ti me han llegado dones innumerables.
A ti la alabanza."23
AL FINAL DE ESTA ETAPAYO PODRÉ VERIFICAR CÓMO HOY PARTICIPO EN
LA OBRA CREADORA DE DIOS.
23
Centro Espiritual Eudista. Orar con San luán Eudes, p. 35-36
ETAPA IX
Dejarme abrazar
por el amor
"El Hijo de Dios me amó y se entregó
a sí mismo por mí" (Gál 2, 20 b)
"Jesús nos hace el don de su corazón" 24
24
JE, OC. VIII, p. 311
CONTENIDO DE LA ETAPA

El Padre nos amó hasta el punto de entregarnos a su Hijo. Al dárnoslo, Él
nos ha dado todo. Jesús nos ama con el mismo amor con que su Padre
nos ama. Los símbolos del corazón y de la cruz son la expresión más
fuerte de su amor hasta el final.
OBJETIVOS DE LA ETAPA



Descubrirse amado/a por Dios.
Tomar conciencia del proyecto de salvación de Dios para la humanidad
entera y para mí personalmente.
Acoger esta salvación que actúa en mí a través del corazón de Jesús,
símbolo del amor divino.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER EL AMOR DE DIOS
1. Regreso a lo que reflexioné en la ficha “releer mi vida” (Etapa 2). Resalto todo
lo que en mi vida manifiesta la presencia del Señor. Trato de enumerar las
etapas más importantes que marcaron con fuerza
mi descubrimiento
del amor de Dios.
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2. ¿Qué nombre puedo darle a Dios que refleje su amor?
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Me dispongo a acoger más intensamente,
a Aquel a quien yo acabo de nombrar
le dejo abrir caminos en mi corazón.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR SU AMOR
1. Me dispongo a escuchar en mi corazón la Palabra de Dios, a contemplar el
rostro del Señor que se manifiesta en esta Palabra. A descubrir su proyecto
de amor para toda la humanidad... para mí mismo/a... Escojo y leo alguno
de los siguientes textos y anoto lo que más profundamente llega a mi
corazón. Puedo memorizar algunos textos, escribidos en mi agenda o mi
espejo personal: Jer 1, 5: 31, 3; Is 43, 4; 49,1
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Para la salvación de la humanidad, el Padre va más allá de todo amor
dándonos a su Hijo: Jn 3,16; 1 Jn 4, 7-10; 1 Jn 4, 14; Gal 4. 4; 1 Tim 2, 4; Gal 2, 20,
Jn 15, 13. Resonancias.
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2. Juan Eudes se dejó transformar por el Amor de Dios. En su testamento, nos
da lo que posee de más valioso: el Corazón de Jesús y de María, símbolo del
inmenso amor de Dios por cada uno/a de nosotros/as.
Leo el siguiente párrafo de su testamento y subrayo aquello que me habla al
corazón.
"Entrego este Corazón como algo que me pertenece"
"En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y en honor y unión del
Testamento que mi Jesús hizo en el último día de su vida mortal sobre la tierra, hago
el siguiente testamento, únicamente para gloria de mi Dios... Con toda mi voluntad
me entrego al amor comprensible por el que Jesús y mi bondadosa Madre me han
hecho el don especial de su amabilísimo Corazón. En unión de ese amor entrego ese
Corazón, como algo que me pertenece y del que puedo disponer para gloria de mi
Dios, a la pequeña Congregación de Jesús y María, para que sea la herencia, el
tesoro, el patrono principal, el corazón, la vida y la norma de los verdaderos hijos
de esta Congregación, la cual a su vez entrego y dedico a ese Corazón para que esté
consagrada a su honor y su alabanza en tiempo y eternidad... Les pido que se
esmeren por imprimir en sus corazones una imagen perfecta de las virtudes de este
santísimo Corazón, considerándolo y siguiéndolo como la regla primera de sus vidas.
Que se entreguen a Jesús y María en todas sus acciones y ejercicios para realizarlos
con el amor, la humildad y demás disposiciones de su sagrado Corazón, para que así
amen y glorifiquen a Dios con un corazón digno, magnánimo y una decidida voluntad
(corde magno et animo volenti) y lleguen a ser conformes al Corazón de Jesús y
María” 25
Tomo el tiempo necesario, para recibir y agradecer este don inestimable...
Contemplo el inmenso amor del corazón de Dios,
y me dejo penetrar por la riqueza de su misericordia,
y ternura.
Solo Él puede colmar mi corazón y estimularlo a permanecer en el amor.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN EN EL AMOR
1. Dios es un "Dios de ternura y de piedad, lento a la cólera y lleno de amor,
rico en gracia y en fidelidad" (Ex 34, 6). Un corazón amante, es un corazón
que perdona. Cuando Dios me ha perdonado tantas veces ¿cómo negar el
perdón a los demás?
Identifico a las personas que necesito perdonar para dejarme liberar por el
amor misericordioso de Dios.
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¿Qué acciones concretas, qué gestos voy a realizar para reconciliarme con esas
personas?
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Tomo conciencia de la pobreza de mi corazón...
Me reconcilio conmigo mismo/a
renunciando al deseo de venganza y al rencor...
Me abro al perdón y al amor de Dios
para dejar que me transforme y me invada.
25
PP. Eudistas, Leccionario Eudista 60, p. 154-156
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS CON TODO MI AMOR
"Os daré un corazón nuevo, pondré en vosotros un espíritu nuevo” (Ez 36, 26)
1. Jesús nos da su corazón para suplir la pobreza de nuestro amor.
En una oración personal:
 Reconozco el amor que Dios tiene por mí.
 Le expreso mi amor.
 Le ofrezco mi propio corazón para que Él lo transforme y lo haga tierno y
compasivo.
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2. Juan Eudes compuso una oración titánica al corazón de Cristo y de su
Madre, que expresa las cualidades del amor. Esta oración me muestra lo
concreto que puede llegar a ser el amor:
Me alegro contigo y te acojo
"Corazón santo, corazón humilde,
corazón manso, corazón puro;
corazón sabio, corazón paciente, corazón fiel, corazón vigilante,
corazón lleno de misericordia... entregado sin reservas... "
Elaboro mi propia oración de alabanza y de compromiso al Corazón de Jesús y
de María.
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Señor, creo en tu amor;
creo que desde el seno materno posabas tu mirada sobre mí;
creo que mi vida es preciosa ante tus ojos.
Te ofrezco mi corazón: transfórmalo.
Te pido que tú ames por mí, porque yo no sé amar.
De esta manera podré amarte con todo mi corazón, con todas mis fuerzas:
con toda mi alma, mi mente, mi cuerpo y con todo lo que soy y tengo.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ ENUMERAR AQUELLO
QUE ME HABLA MÁS DEL AMOR DE
DIOS HACIA MÍ.
ETAPA X
Aprender a orar
"Señor, enséñanos a orar"(Lc 11, 1)
"Continuar la oración de Jesús es orar en el Espíritu de
Jesús, como oró Él mismo...y como Él oraría, si
estuviese en nuestro lugar"26
26
JE, OC. I. p. 201
CONTENIDOS DE LA ETAPA



La oración es una conversación íntima entre Dios y la persona que lo
busca.
Jesús es el que nos enseña a orar (Lc 11,1) junto con "...el Espíritu que
ora en nosotros con gemidos inexpresables" (Rom 8, 23).
Nuestro desafío consiste en escucharlo para convertirnos en
discípulos/as orantes, como María, hermana de Marta, a los pies del
Maestro (Lc 10, 38-39).
OBJETIVOS DE LA ETAPA


Descubrir que orar es entrar en la oración de Jesús para vivir como
hijos/as de Dios.
Llegar a conocer e identificar mi manera personal de orar.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER EL APRENDIZAJE DE LA ORACIÓN
1. Dejo emerger en mi memoria los momentos de oración más significativos que
recuerdo.
 ¿Qué sentí?
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 ¿Qué fue lo que hizo nacer mi oración?
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Trato de ver en esa experiencia recordada, lo que podría caracterizar mi propia
manera de orar:
 ¿Qué me facilita o me ayuda a orar? Lo describo.
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 ¿Cuánto tiempo necesito para entrar en la oración?
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 ¿En qué hora del día-noche estoy más dispuesto/a?
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¿De qué manera rezo? (La postura de mi cuerpo, gestos que uso, palabras
que empleo, los silencios, textos bíblicos, música que me inspiran).
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
¿Qué acontecimientos me invitan a orar? (Problemas, alegrías, pecados,
sentimientos, personas, etc.)
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
 ¿Qué nombre le doy a Dios en mi oración? ¿Cómo me dirijo a Él?
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¿Qué lugar doy a los demás en mi oración? ¿Quiénes están presentes cuando
oro?
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
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Me pongo en actitud orante, con mi gesto corporal preferido
(de rodillas, de pie, sentado/a...)
Llamo y escucho al Espíritu que me enseña a orar
"con gemidos inenarrables " (Rom 3, 23)
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR EL DON DE LA ORACIÓN
1. Tomo el Evangelio en actitud orante y hago un inventario de lo que nos
Lc 11, 1-14; Le 18,1-14.
enseña Jesús acerca de la oración: Mt 6, 7 y 18;
Dedico tiempo para leer y anotar lo que descubro
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Miro detenidamente a Jesús que ora.
¿Qué actitudes de El me impactan?
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Contemplo a Jesús orante, en intimidad con el Padre.
Saboreo lo que de Él aprendo sobre la oración.
le agradezco por haberme llamado a ser su discípulo/a, y estar con Él,
Me ofrezco a Él para que me enseñe a orar como hijo/a de Dios,
y para que venga a orar en mí con su Espíritu.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN DE MANERA ORANTE
1. ¿Cuáles son las principales dificultades que encuentro para orar? (Nombro las
dificultades espirituales: falta de motivación, desgano, aburrimiento, ausencia
de sentimientos, temores, etc.).
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Nombro las dificultades prácticas (vida agitada, ausencia de un lugar adecuado,
falta de práctica, falta de organización personal, etc.)
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Me pongo delante de Dios,
tomo conciencia de mis resistencias y excusas,
para no darle tiempo a la acción de Dios en mi vida.
Le pido perdón por la poca dedicación a la oración.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS EN LA ORACIÓN
1. Leo lo que San Juan Eudes entendió como oración:
“Orar es continuar la oración de Jesucristo”
“El ejercicio de la oración es uno de los principales fundamentos de la vida
y santidad cristianas, porque toda la vida de Jesucristo ha sido una perpetua oración
que debemos continuar y reproducir en la nuestra. Es tan importante y necesaria, que
la tierra que pisamos, el aire que respiramos, el pan que nos alimenta, el corazón
que palpita en nuestro pecho, no son tan necesarios a nuestra vida humana como la
oración para que un cristiano viva cristianamente...
Por eso, te exhorto, encarecidamente en nombre de Dios: si Jesús se complace
en estar con nosotros en la oración, no le prives de este gozo, antes bien
experimenta la verdad de las palabras del Espíritu Santo, respecto a que no causa
amargura su compañía, ni tristeza la convivencia con ella, sino placer y alegría (Sab
8, 16). Considera este asunto como el principal, el más necesario, urgente e
importante de todos”. 27
Subrayo lo que me conmueve y llama la atención.
2. Después de haber terminado esta etapa, ¿Cuál es mi propia
síntesis acerca de la importancia de la oración en mi vida?
Escribo mis pensamientos.
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3. ¿Estoy dispuesto/a a iniciar un camino de aprendizaje en la
¿Qué medios voy a adoptar para ello? (Hacer un taller
oración?
de oración, continuar este itinerario espiritual, orar con los salmos,
etc.)
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4. Juan Eudes nos habla de distintas maneras de hacer oración:
Mental
Vocal
acciones en espíritu de oración
leer libros espirituales
hablar y oír hablar de Dios
adoración
contemplación
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
¿Cómo podré yo alternar estas maneras de orar en mi vida diaria?
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27
PP. Eudistas, Leccionario Eudista 9, p. 44-46
Adoro a Jesús en su oración sacerdotal, (Jn 17)
por todo lo que el Padre puso en sus manos.
Le agradezco por haber orado ardientemente por los suyos...
Me uno a El para que continúe en mí
su intercesión por todos los que ama el Padre.
Me entrego a Jesús para que me ayude a ser consecuente
con lo que me he propuesto.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ CONOCER E INDICAR MI
MANERA PERSONAL DE ORAR.
ETAPA XI
Aprender a amar
"Yo me entrego a TÍ, Jesús, para amar
a mi prójimo como Tú me has amado" 28
28
JE, OC. I. p. 542
CONTENIDOS DE LA ETAPA



Quien ora, se deja tomar por el amor.
Para configurarse verdaderamente con el Maestro, es necesario asumir la
centralidad del mandamiento del amor, que Él quiso llamar suyo y
nuevo: "Ámense los unos a los otros, como yo los he amado (Jn 15,12; 13,
34).
"En el seguimiento de Jesucristo, aprendemos y practicamos las
bienaventuranzas del Reino, el estilo de vida del mismo Jesucristo: su amor y
obediencia filial al Padre, su compasión entrañable ante el dolor humano, su
cercanía a los pobres y a los pequeños, su fidelidad a la misión encomendada,
su amor servicial hasta el don de la vida.” . 29
OBJETIVOS DE LA ETAPA



Descubrir que he sido creado para el amor y que Dios en Jesús me
enseña a amar como él mismo ama.
Llegar a comprender que el amor a Dios y al prójimo son uno solo.
Aprender que Jesús es quien va a amar en mí y por mí.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER EL AMOR
1. "Amor" "amar", dejo venir todo lo que estas palabras me evocan.
¿Qué emociones?
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¿Qué sentimientos? ..........................................................................................................
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29
DA 138, 139
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¿Qué personas?
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2. Miro a mi alrededor y hago una lista de:
 Las personas que amo y me aman.
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 Las personas que me aman menos y a las que amo menos.
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 Las personas a las que no llego a amar y que no me aman.
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3.
Trato de encontrar las causas de mi desamor hacia los demás.
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Acojo los nombres,
y todos los rostros que vienen a mi memoria,
me presento con ellos al Señor.
Acojo también delante de Él los sentimientos contradictorios que hay en mí.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR EL AMOR
1. Tomando el Nuevo Testamento en actitud orante, busco cómo se
describe el amor en clave cristiana; Mt 25; Me 12, 28-34; Le 10, 29-37;
Jn 13; Jn 15, 12; Jn 3,11-24; 1 Cor 13,1-13 Dedico tiempo para leer y
anotar lo que descubro.
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Contemplo el amor de Jesús
tal como nos lo transmite el Evangelio.
Doy gracias por lo que Él me enseña sobre el amor,
Escucho su llamado a amar lo que Él ama
y del modo que Él ama.
Él pone dentro de mi corazón
esa inmensa capacidad de amar como Él.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN POR MI DES-AMOR
1. Leo a San Juan Eudes en su contemplación del amor de Dios
simbolizado en el corazón de Jesús:
"Amémonos unos a otros como Cristo nos ha amado”
"Mira a tu prójimo como templo de Dios vivo que lleva en sí la
imagen de la santísima -Trinidad y el sello de Jesucristo; como porción del
mismo Jesús... como el ser por el cual Jesucristo tanto trabajó y sufrió;
empleó todo su tiempo y entregó su sangre y su vida. Míralo, en fin, como
a Jesucristo, ya que él nos asegura que cada vez que lo hiciste con uno
de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis (Mt 25, 40)
Si midiéramos la importancia de estas verdades, ¡cuánta caridad y respeto
tendríamos los unos por los otros! ¡Cómo temeríamos ofender la unión y caridad
cristiana en pensamientos, palabras y acciones! ¡Qué no haríamos y
soportaríamos unos por los otros, con cuánta paciencia toleraríamos y
excusaríamos las faltas ajenas! ¡Con cuánta dulzura, modestia y miramientos
trataríamos a los demás! ¡Qué cuidado pondríamos en agradar a nuestro prójimo,
según el deseo de San Pablo: ¡Que cada uno cuide de complacer al prójimo para su
bien, para su edificación! (Rom 15, 2) ".30
2. Hago memoria de los santos/as y mártires de ayer y hoy, que son testigos de
que es posible amar como Jesús, hasta la entrega de la propia vida. Escribo
sus nombres y me dejo interpelar por ellos en lo mezquino de mi amor.
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3. Vuelvo a leer detenidamente la lista de las personas que amo de manera
espontánea y la lista de las personas que amo con menos facilidad. Añado
una lista de personas, o grupos de personas que encuentro diariamente sin
prestarles atención.
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4. Me dejo incomodar por la frase: "Sí alguno dice: 'amo a Dios' y aborrece a su
hermano, es un mentiroso, pues quien no ama a su hermano a quien ve, no
puede amar a Dios a quien no ve" (Jn 4, 20).
Anoto los pasos que daré para acercarme a Dios en los que no amo todavía.
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A la vez que me siento creado/a
e invitado/a al amor hasta el extremo,
toco las limitaciones de mi capacidad de amar.
Expongo al Señor la pobreza de mi corazón,
mi dificultad para amar a los que no me aman,
o no son como yo.
Le pido perdón por no amar a quienes El ama.
Me dejo reconciliar por Dios.
30
PP. Eudistas, Leccionario Eudista 12, p. 51-52
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS QUE ME ENSEÑA A AMAR
1. Me dejo impactar por lo que San Juan Eudes dice acerca del amor de Dios:
"No sin motivo el Hijo de Dios, después de enseñarnos en su Evangelio que el
primero y principal mandamiento es que lo amemos con todo el corazón, con toda el
alma y con todas las fuerzas, añade que el segundo es en todo semejante al primero, y
que nos ordena amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Porque estos dos
amores son inseparables: son un mismo y único amor, puesto que hemos de amar a
nuestro prójimo con el mismo corazón y afecto con que amamos a Dios, y amar al
hermano, no en sí mismo, ni para él, sino en Dios y por Dios, o mejor dicho, es a Dios a
quien debemos a amar en nuestro prójimo". 31
2. Trato de discernir lo que debo hacer, en mis circunstancias actuales, por
aquellos a quienes les he negado mi amor. Anoto las formas en que puedo
expresar el amor cristiano en lo cotidiano de mi vida.
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Escribo los pasos concretos que voy a dar desde hoy en el don de mí mismo/a
con aquellos que me rodean habitualmente.
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Si tengo alguna resistencia especial a amar a alguna persona, me propongo una
acción concreta que me ayude a reconciliarme con ella.
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Busco el modo de recibir el sacramento de la reconciliación y
celebrar la Eucaristía por las personas que han estado presentes en
mi memoria y corazón durante esta etapa.
31
PP. Eudistas, Leccionario Eudista 12, p. 51-52
Adoro a Dios en el infinito amor que tiene al ser humano
y a toda su creación.
Le agradezco por el amor que me tiene a mí en particular
y por los muchos beneficios con los que me expresa su amor...
Le pido perdón por mi ingratitud con Él y con aquellos a quienes Él ama.
Me entrego a Él
para que rompa en mí todas las resistencias al amor
y reine perfectamente en mí.
CUENTO CHINO
Un mandarín partió un día al más allá.
Llegó primero al infierno. Vio muchas personas en la mesa delante de
tazones con arroz, pero todos morían de hambre porque tenían palillos largos
de 2 metros y no podían servirse de ellos para alimentarse.
Después llegó al cielo, allí también vio muchas personas sentadas a la mesa
delante de platos con arroz, y todos estaban felices y en buena salud. También
ellos tenían los mismos palillos largos de 2 metros, pero cada uno se servía de
ellos para nutrir al que estaba sentado al frente.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ VERIFICAR MI PROCESO
DE MAYOR RESPETO A LOS DEMÁS.
ETAPA XII
Comunión con
Dios trino
"Adorar y glorificar a Jesús es adorar y
glorificar al Padre y al Espíritu Santo.32
32
JE, OC. I, p. 106
CONTENIDO DE LA ETAPA
"Una auténtica propuesta de encuentro con Jesucristo debe establecerse
sobre el sólido fundamento de la trinidad-amor. La experiencia de un Dios uno y
trino, que es unidad y comunión inseparable, nos permite superar el egoísmo
para encontrarnos plenamente en el servicio al otro”. 33
OBJETIVOS DE LA ETAPA


Descubrir la relación que existe entre el Padre, el Hijo y el Espíritu.
Comprender mejor que Dios es comunión de amor, es relación.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER A DIOS TRINO
1. Reflexiono que, desde mi concepción en el vientre materno, soy alguien en
relación con los demás. Tomo el tiempo para considerar el conjunto de mis
relaciones (laborales, personales, comerciales, etc.).
Elegidas ...............................................................................................................
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Impuestas ............................................................................................................
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Estables ...............................................................................................................
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Cotidianas ...........................................................................................................
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33
DA 240
Vitales,
Significativas .......................................................................................................
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2. "Os daré un corazón nuevo, pondré en vosotros un espíritu nuevo" (Ez36, 26).
Tomo conciencia de la diversidad en el modo de relacionarme con los demás.
¿Cuáles son las relaciones que mejor
definen la persona que soy actualmente?
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¿Qué es lo que estas relaciones producen y significan en mi vida? .......................
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¿Cómo describiría la relación que tengo con Dios?
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A través de las relaciones que vivo, acojo las aspiraciones,
alegrías y decepciones propias del encuentro con los demás...
Acojo también el llamado a ser yo mismo/a,
a reconocer a los otros por ellos mismos, y a vivir la comunión.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS A DIOS TRINO
1. Leo y medito el capítulo 14 del evangelio de Juan:
Anoto las frases donde Jesús dice de sí mismo: “Yo...”
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Escribo las frases en las que el Padre y el Espíritu son nombrados.
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Describo el tipo de relación que Jesús ofrece a los discípulos.
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2. En sus enseñanzas y meditaciones San Juan Eudes entra en la
adoración al amor y generosidad incomprensible de Dios Padre,
Hijo y Espíritu, e invita a entrar en adoración y adherirse a la
gracia divina recibida en el bautismo.
“Somos bautizados por nuestro Señor Jesucristo, pero en el nombre y la
virtud de la Santísima Trinidad. Porque las tres divinas personas están
presentes en el santo bautismo de una manera muy especial.
Se halla presente el Padre, engendrando a su Hijo en nosotros y a nosotros en
su Hijo, es decir, confiriendo a su Hijo un nuevo ser y una nueva vida en
nosotros y a nosotros en El. Está presente el Espíritu Santo, formando a Jesús
en nosotros como lo formó en las entrañas de la Virgen María.
Todos tres están presentes en todas las cosas, para agregamos y consagrarnos a
ellos, para imprimir su sello y su imagen en nosotros, para establecer en
nosotros su morada, su gloria, su reino y su vida...” 34
3. Describo lo que he descubierto de las relaciones entre el Padre, el Hijo y el
Espíritu, en el Nuevo Testamento y en el texto de san Juan Eudes.
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34
PP. Eudistas, Leccionario Eudista, 33, p. 98
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"Dios, por encima de todo, en todo, al final de todo”. 35
"¡Oh divina comunidad, unidad, sociedad, amor y vida
de las Tres Personas Eternas!
¡Qué alegría siento al verte colmada de gloria y felicidad,
y al saber que eres un solo Dios,
que vives y reinas por /os siglos de los siglos! 36
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN EN COMUNIÓN CON LA TRINIDAD
1. “La antropología cristiana resalta la igual dignidad entre varón y mujer, en
razón de ser creados a imagen y semejanza de Dios. El misterio de la trinidad
nos invita a vivir una comunidad de iguales en la diferencia”37
¿Cómo vivo esta relación varón-mujer? Reviso en mi memoria las ocasiones
en las cuales me he situado en una actitud de dominio, sometimiento,
indiferencia, o he dificultado el crecimiento personal y espiritual del otro sexo.
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2. "En el Dios trinidad, la diversidad de personas no genera violencia y
y de la vida" 38
conflicto, sino que es la misma fuente de amor
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Tomo conciencia de que no siempre valoro a las otras personas en su diferencia.
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35
Paul Milcent, Orientación trinitaria Eudista
PP. Eudistas, Leccionario eudista 1, p. 25
37
DA 451
38
DA 543
36
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Nombro los obstáculos y dificultades que tengo para valorar a los demás tal
como son.
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3. Palabras de nuestros obispos:
"Nuestra hermana la madre tierra" es nuestra casa común y el lugar de la
alianza de Dios con los seres humanos y con toda la creación. Desatender las
mutuas relaciones y el equilibrio que Dios mismo estableció entre las realidades
creadas, es una ofensa al Creador, un atentado contra la biodiversidad y, en
definitiva contra la vida... El Señor ha entregado el mundo para todos, para los de
las generaciones presentes y futuras... "3939
Me dejo cuestionar.
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Dejo al Espíritu de Jesús transformar mi corazón demasiado estrecho.
Ofrezco a Dios Padre mi debilidad y mis deseos de reparar
el daño causado cada vez que vivo relaciones injustas:
cuando no cuido el medioambiente, cuando no valoro a los demás como son,
cuando me dejo utilizar o utilizo a otro/a.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A DIOS TRINO
1. Creado/a a imagen y semejanza de Dios, que da la vida y crea la comunión:
¿Cómo voy a dar vida y permitir que otros puedan existir; expresarse, salir de sí
y vivir en comunión con otros?
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39
DA 125, 126
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2. Dios forma parte de mis relaciones, me relaciono con Él, con los demás, con
toda la creación:
¿Qué acciones voy a emprender para vivir relaciones más justas con toda la
valoración de la biodiversidad,
creación? (Cuidado del medio ambiente,
etc.)
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3. ¿De qué manera voy a crecer en la tolerancia, en la apertura, en el amor
respeto a las diferencias en lo cotidiano de mi vida?
y
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4. ¿De qué manera podría aprovechar los nuevos
medios de comunicación
social para crecer en la comunión con otros/as? (Internet,
televisión,
celular, etc.)
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5. Puedo comprometerme a:
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¿De qué manera?
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La espiritualidad eudista nos enseña a ver toda realidad con la mirada de
Cristo, juzgar toda realidad a la luz del Evangelio en el espíritu, obrar en todo
según la voluntad del Padre.
Adoro a Dios trino, que es comunión de amor,
me entrego a Él, para que me haga instrumento de comunión,
para que me enseñe a valorar las diferencias, a buscar la unidad
y, a reproducir en mi vida, el amor
de Padre, Hijo y Espíritu Santo.
AL FINAL DE ESTA ETAPA YO PODRE COMPRENDER MEJOR QUIÉN
ES EL DIOS DE JESUCRISTO, PADRE, HIJO,
ESPÍRITU Y A QUÉ COMUNIÓN CON ELLOS
ESTOY INVITADO/A.
ETAPA XIII
Afirmar mi fe
“El primer fundamento de la vida cristiana es la fe”
40
JE, OC. I, p. 168
40
CONTENIDO DE LA ETAPA

Habiendo acogido la invitación a ser discípulo/a de Cristo y sabiéndome
amado y salvado por Dios trino, estoy invitado a "hacer profesión de
Jesucristo", es decir, a afirmar cuál es el Dios de mi fe.
OBJETIVOS DE LA ETAPA



Descubrir quién es realmente Jesús para mí.
Escribir mi propio credo.
Comparar mí credo con la profesión de fe de la Iglesia.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER EL AMOR
1. En mi diario vivir empleo a menudo la expresión "yo creo" para referirme a la
opinión que tengo respecto de un tema. A menudo esta expresión se refiere a
experiencias de una verdad para mí mismo/a, con los otros. Tomo el tiempo
para completar las siguientes frases:
Yo creo que .......................................................................................................
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Yo creo a (personas)
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Yo creo en (ideas)
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Tomo conciencia de que estas expresiones reclaman una coherencia entre mis
palabras y mis obras, entre lo que digo creer y lo que realmente hago.
2. Y no solo yo... también los demás hacen profesión de sus verdades cotidianamente...
En mí entorno, ¿cuáles son las verdades que escucho a menudo que los
demás defienden?
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¿Qué tipo de acogida brindo yo a las verdades que los demás defienden?
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Tomo conciencia de que a menudo estoy haciendo opciones de fe...
Acojo mis deseos de vivir en verdad conmigo mismo/a y con los otros/as.
Me hago disponible para evitar encerrarme en mis verdades...
Observo en mis relaciones con los demás
mi capacidad de acogida, tolerancia y fe.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR MI FE
1. Leo y medito lo que Jesús me enseña sobre la fe: Jn 6, 2. Jn 17, 3;
Jn 10, 25. 37-33 Anoto aquello que me toca más profundamente.
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2. Escucho la pregunta de Jesús a los discípulos: “Ustedes, ¿quién dicen que soy
Yo?” (Mc 3, 27 -30). Como discípulo/a de Jesús, ¿qué digo yo de Él? ¿Quién es
Jesús?
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3. ¿Cómo es el Dios en el que yo creo?
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4. En sus enseñanzas y meditaciones San Juan Eudes describe la fe
con estas palabras:
"La fe es la piedra fundamental de la casa y del reino de Jesucristo. Es una
luz celestial y divina, una participación de la luz eterna e inaccesible, un destello
del rostro de Dios... Es una comunicación y extensión de la luz y ciencia divinas
infundidas en el alma de Jesús en el momento de su encarnación... con ella nos
da los conocimientos necesarios para servir y amar perfectamente a Dios y nos
ayuda a adherirnos a las verdades que nos ha enseñado y que nos sigue
enseñando por si mismo y por medio de su Iglesia... De manera que, si miramos a
Dios con los ojos de la fe. Le veremos en su verdad, tal como es... La fe nos hace
conocer que todo cuanto hay en Dios y en Jesucristo, Hombre-Dios, es
infinitamente grande y admirable, adorable y digno de amor" 41
¿Qué quiero agregar a este texto?
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Doy gracias a Dios por las personas que han creído en mí,
por aquellas en quienes he creído...
Doy gracias a Dios por haberme otorgado el don de la fe...
Me abro a la acción del Espíritu
para que vivifique y purifique mi fe...
41
PP. Eudistas, Extractos Leccionario Eudista 6, p.37
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN DESDE LA FE
1. La carta a los Hebreos nos enseña que “la fe es la firme seguridad de los
bienes que se esperan, la plena convicción
de las realidades que no se
ven” (Hb 11, 1) y que “sin la fe es imposible agradar a Dios” (Hb
11,
6).
¿Cómo interpelan a mi fe estas afirmaciones?
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2. En el Evangelio, la oración del padre que tenía un hijo epiléptico incurable
(Mc 9, 24) me invita a orar: “Creo Señor, pero aumenta mi fe”. ¿En qué
ocasiones he sentido que mi fe es frágil?
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3. La "fe sin obras es una fe muerta", dice el apóstol Santiago (St 2, 14-26).
Tomo conciencia de las incoherencias entre mi fe
(lo que digo creer) y mis
obras. Las anoto.
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4. Cuando expreso mi fe de manera personal, digo: “creo” (porque
nadie puede reemplazarme en la respuesta que doy a Dios). Sin
embargo, es también una fe comunitaria, entonces decimos:
“creemos”, porque recibimos la fe como patrimonio de una
comunidad... Vivimos y celebramos la fe en una comunidad... y
rezamos juntos/as: Creo/creemos en Dios... en la Iglesia... en la
comunión de los santos...
Me dejo cuestionar por esta doble dimensión de la fe, reviso cómo
estoy viviendo mi fe a nivel personal y también a nivel comunitario:
¿Qué aspectos de la fe de la Iglesia me cuesta asumir? (doctrina,
orientaciones, mensajes, personas.)
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Dejo Que Jesús hable a mi corazón con estas palabras suyas:
"¡Todo es posible para el que cree!"
Quiero sanar y vivo este momento, ofreciéndole a Dios mi poca fe.
Recibo su perdón.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS Y AFIRMAR MI FE
1. Rezo lentamente, meditando cada frase, el Credo que la Iglesia de los
primeros siglos definió para hacer profesión de lo que creemos:
CREDO NICENO-CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un solo DIOS, PADRE
todopoderoso, Creador del cielo y
de la tierra, de todo lo visible y lo
invisible.
Creo
en
un
solo
Señor,
JESUCRISTO, Hijo único de
Dios, nacido del Padre antes de
todos los siglos; Dios de Dios,
Luz de Luz. Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza
del Padre, por quien todo fue
hecho: que por nosotros los
hombres
y
por
nuestra
salvación, bajó del cielo; y por
obra del Espíritu Santo se
encarnó de María Virgen, y se
hizo hombre. Y por nuestra
causa
fue
crucificado.
En
tiempos de Poncio Pilato: padeció
y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y
subió al cielo,
y está sentado a la derecha del
Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para
juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el ESPÍRITU SANTO,
Señor y dador de vida,
Que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo,
recibe una misma adoración
gloria.
y que habló por los profetas.
y
Creo en la iglesia,
que es una, santa, católica y
apostólica. Confieso que hay un solo
bautismo para el perdón de los
pecados.
Espero la resurrección de los
muertos y la vida del mundo
futuro.
Amén.
2. Escribo mi propio credo para expresar las verdades, y valores que profeso
y de los cuales quiero dar testimonio hoy (resalto aspectos de Dios, de la
Iglesia, de la sociedad, de las personas, que me comprometen en esta
etapa de mi vida y de la historia).
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3. ¿Qué actitud voy a mejorar para que haya más coherencia entre lo que
digo y lo que hago?
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Rezo mi credo,
Me comprometo a vivir en coherencia
para que lo que digo y lo que hago.
den testimonio de la fe que profeso.
Me entrego a Jesús, "autor y consumador de la fe''
para que aumente mi fe y me ayude a dar razón de lo que creo.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ AFIRMAR CUÁL ES EL
DIOS DE MI FE.
SEGUNDA PARTE
Llegar a ser misioneros/as
ETAPA XIV
...Dejarme conducir
por el Espíritu
"La prueba de que sois hijos, es que Dios
ha enviado a vuestros corazones
el Espíritu de su Hijo, que clama Abbá, Padre" (Gal 4, 6)
"El Espíritu de Dios,
es enviado para formar
y hacer vivir a Jesús en nosotros" 42
42
JE, OC. I, p. 172
CONTENIDO DE LA ETAPA
 Jesús dice: “El defensor, el Espíritu Santo que enviará el Padre en mi nombre,
les enseñará todo” (Jn 14, 26ª) "El Espíritu Santo, que el Padre nos regala, nos
identifica con Jesús-Camino, abriéndonos a su misterio de salvación para
que seamos hijos suyos y hermanos unos de otros; nos identifica con JesúsVerdad, enseñándonos a renunciar a nuestras mentiras y propias
ambiciones, y nos identifica con Jesús-Vida, permitiéndonos abrazar su plan
de amor y entregarnos para que otros “tengan vida en Él”.43
OBJETIVOS DE LA ETAPA
 Comenzar el aprendizaje del discernimiento: aprendo a reconocer en mi vida
diaria los llamados del Espíritu Santo.
 Comenzar el aprendizaje de la libertad: aprendo a hacer opciones a la luz del
Evangelio guiado/a por el Espíritu Santo.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER AL ESPÍRITU
1. Hago memoria de las decisiones importantes que he tomado en mi vida.
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¿Esas decisiones han sido impulsadas desde dentro
o
desde
afuera
(sentimientos, emociones o circunstancias, personas...)?
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¿Qué personas o qué cosas influyeron en mí para
que
decisiones? Precisar estas influencias. ¿Cómo influyeron?
yo
tomara
esas
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43
DA 137
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Trato de descubrir el papel de estas influencias, en vista a las decisiones que he
tenido que tomar: ¿Cuáles han sido positivas? ¿Por qué?
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¿Cuáles han sido negativas? ¿Por qué?
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2. ¿Qué lugar le doy a Dios Espíritu Santo a
la hora de tomar decisiones?
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3. ¿Qué nombre doy al "soplo vital"
que percibo en mí?
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Hago silencio y acojo en mí al Espíritu Santo,
cuyo influjo ha "inspirado "mis buenas decisiones.
Me abro a su acción vivificante...
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS EN EL ESPÍRITU
1. "El soplo del Espíritu es vida... Día a día estoy llamado a dejar que el soplo de
Dios, su Espíritu, sea el Señor de mi vida... que Él me guíe para que mi vida
sea prolongación de la vida de Jesús en la tierra".44
Comento.
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2. Leo y medito el evangelio de Lucas: 1, 35; 4,1; 4, 14-19, ¿Qué es lo que
inspira y conduce a Jesús en sus decisiones;
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3. Leo el evangelio de Juan, descubro todo lo que Jesús dice del Espíritu Santo:
Jn 14, 15-26; 15, 26-27; 16, 4-15. Hago una lista de las cualidades del Espíritu
(también llamado Paráclito o Consolador).
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4. En sus meditaciones San Juan Eudes enseña que "El Espíritu Santo ha sido
enviado para formar y hacer vivir a Jesús en nosotros." Leo con atención
cómo es posible esta realidad:
"El Espíritu Santo ha actuado para hacernos cristianos, porque ha sido Él
quien formó a nuestro Redentor en las entrañas de la Santa Virgen. Él lo animó
y condujo en sus pensamientos, palabras, acciones y sufrimientos, y en la
entrega que hizo de si mismo en la cruz...Y después de que Cristo subió al
cielo, el Espíritu fue enviado a este mundo para formar y establecer el cuerpo
de Jesucristo que es la Iglesia y aplicarle los frutos de la vida, de la sangre,
pasión y muerte de Jesús... Además, el Espíritu Santo viene en nuestro bautismo
para formar a Jesucristo en nosotros, para incorporarnos, hacernos nacer y
vivir en Él, para aplicarnos los efectos de su sangre y de su muerte y para
animarnos, inspirarnos, empujarnos y conducimos en todo lo que debemos
pensar, hacer y sufrir como cristianos para gloria de Dios... Así pues, el Espíritu
Santo se nos ha dado para que sea el espíritu de nuestro espíritu, el corazón de
44
JE, Regla del Señor Jesús OC. VIII p, 157 S
nuestro corazón y el alma de nuestra alma. Para que esté siempre con nosotros
y en nosotros, no solo como en su templo, sino como una parte de su cuerpo, es
decir, del cuerpo de Jesucristo, que es el suyo, y que debe estar animado por
Él..."45
Reacciono y subrayo algunas frases o palabras.
Acojo, contemplo y adoro el don de Dios que es el Espíritu Santo.
Doy gracias a Jesús,
por haberlo enviado como consolador.
A Él que es vivificador y re-creador
le pido que me haga disponible.
para dejarme conducir y abrazar por el fuego de su amor.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN GUIADO POR EL
1. Para hacer elecciones necesitamos a menudo aceptar, como Cristo, un
combate interior.
Hago una relectura de la semana terminada. Elijo en mi vida un hecho preciso,
lo analizo y veo cuáles han sido los criterios de mi elección.
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2. Pongo nombre a las emociones más recurrentes que viví (alegría, tristeza,
rabia, aburrimiento...)
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Busco aquello que ha inspirado mi conducta. ¿Me dejé llevar por las emociones
negativas o por las positivas? ¿Qué me motivó a actuar de esa manera?
45
PP Eudistas. Extractos Leccionario Eudista 19, p. 64
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3. Busco y reconozco la acción del Espíritu Santo en mi vida cotidiana. ¿Qué
acontecimientos, personas, sentimientos personales han sido presencia de
Dios en esta semana?
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4. El Espíritu Santo me fue dado para ayudarme a discernir la voluntad de
Dios. ¿Lo invoco cuando necesito tomar decisiones de acuerdo con el
evangelio?
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¿Cómo lo invoco?
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¿Cómo es mi relación con el Espíritu Santo? ¿Lo considero como una
simple fuerza espiritual o creo en El como Dios, la tercera persona de la
trinidad?
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¿Quién es el Espíritu Santo para mí
como discípulo/a y apóstol de
Jesús?
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Me pongo delante del Espíritu vivificador…
Le pido perdón por no dejar que el me guíe
y me enseñe lo que mas me conviene.
Le digo que me apena haber tomado decisiones
sin tomarlo en cuenta…
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS Y DEJARME CONDUCIR POR EL ESPÍRITU
En las lecturas realizadas, descubro a Jesús dejándose conducir por el
Espíritu.
1- Necesito aprender a reconocer la presencia continua del Espíritu en
mi vida. ¿Cómo me dejo conducir
yo por el Espíritu?
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2- Leo la carta a los Gálatas 5, 22-25.
¿Cuáles son los frutos del Espíritu
que estoy viviendo? Elijo uno de los frutos, aquel que más necesito para
aplicarlo en las situaciones que vivo a menudo.
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3- Formulo una oración que contenga cuatro momentos, según nos enseña a
orar San Juan Eudes:
abrirme- acoger, adorar-contemplar-agradecer,
vivir el perdón,
entregarme al Señor.
Por ejemplo:
Aquí estoy Señor, delante de Ti,
para acogerte y alabarte,
para dejarme conducir por tu Espíritu
porque tú estás en el centro de mi vida,
En mis búsquedas, mis dudas, mis temores...
Por esta presencia tuya, te doy gracias...
Mira mi dificultad para discernir
según los valores de tu Evangelio...
Pongo ante ti mi debilidad...
Te pido perdón porque no siempre tomo decisiones libres.
Sé que Tú me amas como soy,
por eso me entrego a ti,
con el deseo de dejarme conducir por tu Espíritu
Y recibir de tu amor esta decisión
(indico cuál) ____________________________________que voy a tomar.
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AL FIN AL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ TENER ALGUNOS CRITERIOS DE
DISCERNIMIENTO PARA VIVIR SEGÚN EL
ESPÍRITU DE JESÚS.
ETAPA XV
Buscar mi lugar
en la Iglesia
"Ustedes son familia de Dios,
edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas,
Siendo el mismo Cristo Jesús, la piedra fundamental" (Ef. 2.19-20)
CONTENIDO DE LA ETAPA

"La fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidad eclesial y "ella nos
da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia Católica". 46 “La
vocación al discipulado misionero es convocación a la comunión en su
Iglesia. No hay discipulado sin comunión".47
OBJETIVOS DE LA ETAPA




Reconocerme Iglesia, llamado/a a anunciar la Buena Nueva, a continuar
en mí la misión de Jesús.
Darme cuenta de que estoy en la comunión de los discípulos/as
misioneros/as en la Iglesia.
Descubrir e integrar los dones que el Espíritu me ha dado para edificar la
Iglesia.
Llegar a participar más plenamente en la vida y misión de la Iglesia.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER MI LUGAR EN LA IGLESIA
1. ¿Qué evoca en mí la palabra Iglesia? ¿Cuál sería la definición que yo daría?
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2. ¿Qué personas, momentos y actividades recuerdo en mi experiencia de ser
Iglesia?
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3. ¿Cómo me siento Iglesia? ¿Me siento parte o me siento lejos?
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46
47
DA 156
DA DI 3
4. Desde el día de mi bautismo formo parte del Pueblo de Dios, que es la
Iglesia... He recibido de ella muchos bienes... rememoro a las personas
que me han enseñando a vivir en comunidad.
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5. ¿Cómo describiría yo el lugar que ocupo en la Iglesia, Cuerpo de Cristo?
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6. ¿Qué parte de mí mismo/a aporto
a esta comunidad-Iglesia de la que soy
miembro? Señalo las acciones que actualmente realizo.
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 Y las que quisiera realizar.
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Me doy tiempo para acoger
todo lo que he podido descubrir
sobre la Iglesia y sobre mi lugar en ella...
La Iglesia somos nosotros/as
Soy miembro del Pueblo de Dios, elegido,
llamado, amado por Él...
Dios ha querido darme un lugar y una misión
en este Pueblo suyo...
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR MI LUGAR EN LA IGLESIA
1. La Biblia describe con hermosas imágenes a la Iglesia, como "pueblo
convocado" por Dios... Él elige a un pueblo y no sólo a individuos aislados.
2. Participar en la construcción de la Iglesia, significa que, siendo Cristo la
piedra principal del edificio, cada uno/a, como piedra viva, sostenida por las
demás en la fe, esperanza y caridad, va formando el edificio entero. En la
imagen del Cuerpo de Cristo, todos/as somos miembros: algunos son la
mano, otros el píe, o el corazón...
Tomo el tiempo para leer y saborear esta realidad señalando lo más importante
para mí en los siguientes textos del Nuevo Testamento:
1 Cor 3,10-18
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1 Pe 5, 7
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1Cor 12,12-27
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Ef 2,19-22; 4,11-13
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Mt 25, 31-40
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3. San Juan Eudes escribió para sus hermanos sacerdotes hermosas
exhortaciones para animarlos a valorar la misión que les ha sido dada en la
Iglesia. Las palabras que a continuación se presentan, son válidas para
cualquier miembro del Cuerpo de Cristo, Leo, contemplo y doy gracias por
estas palabras:
"Ustedes son los ojos, la boca, la lengua y el corazón de la Iglesia de Jesús,
o mejor dicho, del mismo Jesús... Son sus ojos: por ustedes el Buen Pastor vela
continuamente por sus rebaños; por medio de ustedes llora por las ovejas que se
lleva el lobo. Son su boca y su lengua: por ustedes habla a los hombres y sigue
anunciando su mismo Evangelio. Son su corazón: por ustedes comunica la vida
verdadera, la vida de la gracia….”48
Tomo el tiempo de mirara Dios
que llama, reúne y ama a su Iglesia por el poder de su Espíritu.
Escucho lo que El tiene que decirme hoy...
Él me invita a ser miembro activo en su Iglesia...
Le agradezco por darme un rol
una misión propia y única en la Iglesia, su Cuerpo.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN POR NO BUSCAR MI LUGAR EN LA IGLESIA
“La vida en comunidad es esencial a la vocación cristiana. El discipulado y la misión
siempre suponen la pertenencia a una comunidad.” 49
1. ¿Cuáles son las principales dificultades que encuentro en mi pertenencia
a esta comunidad-iglesia?
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48
49
JE, Extractos Memorial de la Vida Eclesiástica
DA 164. (Ref LG 9)
2. Quizás he vivido rupturas con mi comunidad: alejamiento progresivo...
decisión de dejar todo... ¿Cuáles son los obstáculos que me condujeron a
esa ruptura? Nombrarlos de modo preciso (hechos, palabras, personas,
sentimientos...).
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3. Mi lugar en la Iglesia solo lo voy a encontrar en comunidad, a ejemplo de los
primeros cristianos (Hch 2, 42-47): en la oración común, el compartir, en el
testimonio, en el amor, en las obras de caridad...
¿Cuáles de estas actividades muestran mi compromiso y pertenencia con la
comunidad- Iglesia?
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4. El aspecto comunitario es un aspecto que distingue la vivencia de la
vocación cristiana de un simple sentimiento religioso individual. Por eso,
la experiencia de fe siempre se vive en una Iglesia particular.
Leo Documento de Aparecida, en el N" 164 y reacciono.
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5. Reviso cómo vivo mi pertenencia a la comunidad local: ¿Conozco mi
parroquia y a mi párroco? ¿En qué espacio-lugar estoy viviendo mi
experiencia eclesial (colegio, comunidad de base, grupo pastoral, etc.)?
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Me pongo delante del Señor...
Vivo el perdón que Dios me otorga por dejarme dominar
por el miedo, por las dudas, por las dificultades...
Me dejo perdonar por Dios, por estar fuera del camino,
por no estar en el lugar donde Él me llama...
Pido perdón por no haberme dado a la comunidad-Iglesia
a la que pertenezco...
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS DESDE MI LUGAR EN LA IGLESIA
1. La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo. Cada miembro es único,
indispensable para el conjunto. Releo la primera carta de Pablo a
los
Corintios, capítulos 12 y 13.
- ¿Qué don, qué carisma, qué capacidad puedo poner yo al servicio de la Iglesia?
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 ¿Cuál es el lugar que podría ocupar en
la Iglesia para servir de acuerdo
con esos carismas? (función específica, ministerio, etc.)
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 ¿Cómo puedo ayudar a mis hermanos/as a desarrollar sus carismas, sus
capacidades para que puedan tomar su puesto en la comunidad cristiana?
¿Qué acciones puedo realizar para lograr eso?
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 Nombro a mi Obispo y al Papa.
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 Rezo por ellos.
"Oh buen Jesús, solo en Ti he puesto mi confianza.
Oh, mi fuerza y mi único refugio,
yo me entrego y me abandono totalmente a Ti.
Haz de mi todo lo que quieras" 50
me comprometo a amar tu Iglesia,
a sostenerla con mi fe. esperanza y amor.
Me entrego a Ti para ser instrumento de unidad.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
ESTARÉ EN CONDICIONES DE
RECONOCER QUE LA IGLESIA SOMOS:
ELLOS, YO Y NOSOTROS.
50
JE, Oración
ETAPA XVI
Orar en iglesia
"Donde dos o tres están reunidos en mi nombre,
allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,19-20)
CONTENIDOS DE LA ETAPA
 “La comunión de la Iglesia se nutre con el Pan de la Palabra de Dios y con el
Pan del Cuerpo de Cristo... La Iglesia que celebra es casa y escuela de
comunión,51 donde los discípulos comparten la misma fe, esperanza y amor
al servicio de la misión evangelizadora.52
 Cuando la Iglesia se reúne para celebrar la muerte y resurrección de Jesús,
experimenta que el Señor se ofrece y se da constantemente a nosotros.
 Por medio de la liturgia, El sigue obrando en su Iglesia que es su cuerpo... Él
es alabanza, súplica, ofrenda para Todos, hombres y mujeres.
OBJETIVOS DE LA ETAPA
 Tomar conciencia de que no hay vida cristiana sin la participación en el
cuerpo entero de Cristo: la Iglesia.
 Los sacramentos son las acciones de Cristo en la Iglesia y portadoras de la
gracia que me transforma. ¿Cuál es el lugar que ocupan en mi vida?
 Descubrir que el año litúrgico da el ritmo de vida a la Iglesia y nos permite
participar en los "estados y misterios de la vida de Jesús".
 Llegar a decir cuál es y cuál será mi participación en la oración de la Iglesia.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME, ACOGER Y ORAR EN IGLESIA
1 ¿He orado alguna vez en grupo? Rememoro esa experiencia...
¿Qué
ha
¿Por qué?
significado? ¿Ha sido importante?
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2 ¿Qué significa para mí orar en Iglesia?
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51
52
NMI 43
DA 158
3 Traigo a mi memoria los momentos claves de las etapas de mi vida que me
han marcado: nacimiento, niñez, adolescencia, opción de vida... ¿Qué
sacramentos recibí en esos momentos decisivos? ¿Qué significó su
celebración para mí?
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Es Jesús el que nos llama y nos reúne...
Me doy un momento para tomar conciencia de esta realidad.
Abro mi corazón a su elección y convocatoria...
Adoro a Aquel que es comunión y que es origen de todo encuentro.
Acojo a Aquel que me invita a reunirme con mis hermanos y hermanas.
y dejo vivir en mí su deseo de unidad.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR, DAR GRACIAS Y ORAR POR LA IGLESIA
1 Tomo el tiempo para contemplar largamente a Jesús en su deseo de unir y
reunirá los hijos de Dios en una sola familia... Escribo lo que dicen los
evangelistas.
Mt 18,19-20
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Jn, 52
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Jn 17, 20-21
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2 Contemplo la vida de la primera comunidad cristiana, cumpliendo
el deseo de unidad de Jesús: Hch 1, 14; 2, 42-47; 4, 32-35.
Anoto lo que me admira.
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3. Abro mi corazón dejándome instruir por San Juan Eudes,
descubriendo el sentido que tiene celebrar y orar en Iglesia que es
comunidad:
"Debemos continuar y completar en nosotros los estados y misterios de la vida
de Cristo, y suplicarle con frecuencia que los consuma y complete en nosotros y en
toda su Iglesia. El Hijo de Dios quiere llevar a término en nosotros los misterios de su
encarnación, de su nacimiento, de su vida oculta, formándose en nosotros y
volviendo a nacer en nuestras almas por los santos sacramentos del Bautismo y de la
Sagrada Eucaristía, y haciendo que llevemos una vida espiritual e interior, oculta con
Él en Dios.
Quiere completar en nosotros el misterio de su pasión, muerte y
resurrección, haciendo que suframos, muramos y resucitemos con Él y en Él. Al final,
completará en nosotros su estado de vida gloriosa e inmortal cuando haga que vivamos
con El y en Él una vida gloriosa y eterna en el cielo. Del mismo modo, quiere consumar
y completar los demás estados y misterios de su vida en nosotros y en su Iglesia,
haciendo que nosotros los compartamos y participemos de ellos, y que en nosotros
sean continuados y prolongados".53
Dejo brotar en mí la adoración, la gratitud, la acción de gracias
a Aquel que quiere hacerse "UNO" con cada uno/a,
conmigo...
Él desea que seamos UNO en Él y en la Iglesia.
Me ofrezco a Él para que pueda completar en mí sus misterios.
Tomo conciencia de que no invento mi fe ni mi oración,
yo la recibo viva en la comunidad eclesial,
y con la Iglesia la celebro y la vivo.
Doy gracias a Dios por mi fe, mi oración, y por llamarme a su Iglesia,
Doy gracias por todos los hermanos y hermanas que me ha dado
para caminar en mi búsqueda de Dios...
53
PP. Eudistas, Leccionario Eudista 14, p. 35. 57
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN EN ORACIÓN DE LA IGLESIA
1. "Encontramos a Jesucristo, de modo admirable, en la Sagrada Liturgia, Al
vivirla, celebrando el misterio pascual, los discípulos de Cristo penetran cada vez
más en los misterios del Reino y expresan de modo sacramental su vocación de
discípulos y misioneros".54
¿Es así como comprendo y vivo las celebraciones litúrgicas?
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¿Encuentro al Señor en la Liturgia (oración común, eucaristía, sacramentos...)?
Quizá lo hago por rutina, obligación, ...Escribo mis motivaciones.
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Tomo conciencia de la distancia que existe entre lo que yo vivo con relación a mi
comunidad eclesial y lo que Jesús me llama a vivir.
Tomo nota
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2. Enumero los aspectos de la oración de la Iglesia que me cuesta aceptar o que
no entiendo.
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Anoto las experiencias de oración en Iglesia
que han sido más bien negativas y
que han causado heridas en mí.
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54
DA 250
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Teniendo en cuenta mis propias limitaciones
para orar con la comunidad eclesial,
le pido a Díos que me ayude a orar con Jesús en su Iglesia.
Le dejo perdonar en mí mi individualismo
y mi poca fe en la oración común.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS ORANDO EN IGLESIA
1. Al finalizar esta etapa ¿qué sentido tiene para mí la oración en Iglesia, con Ella?..
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El año litúrgico me ofrece la posibilidad de meditar sobre los grandes misterios
de la vida de Jesús. ¿Estoy en condiciones de decir qué tiempo litúrgico está
celebrando ahora la Iglesia y que misterio de Cristo actualiza?
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¿Qué medios voy a poner para vivir más ........................................................................
plenamente el año litúrgico? ......................................................................................
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2. "La Eucaristía es el lugar privilegiado del encuentro del discípulo con Jesucristo.
Con este sacramento, Jesús nos hace entrar en su dinamismo hacia Dios y
hacia el prójimo".55
¿Cómo estoy viviendo la celebración eucarística? ¿Qué puedo hacer para
valorar más este momento de encuentro con Dios? (hacer un curso, prepararme
55
DA 251
sacramentalmente, confesándome, etc.)
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Adoro a Jesús en todos sus misterios,
que la Iglesia actualiza en la Liturgia y en los sacramentos.
Le doy gracias por todo lo que he aprendido en esta etapa...
Me comprometo a valorar la oración en Iglesia,
en sus sacramentos y en los momentos de oración comunitaria.
para así poder continuar en mi,
su Vida y sus misterios.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ DECIR CUÁL ES Y SERÁ
MI PARTICIPACIÓN
EN LA ORACIÓN DE LA IGLESIA.
ETAPA XVII
Vivir mi bautismo
"Si conocieras el don de Dios..." (Jn 4, 10)
"Un cristiano es un miembro de Jesucristo...
Esta gran realidad comienza por el bautismo,
crece y se fortifica por el sacramento de la confirmación...
recibe su soberana perfección por la santa eucaristía".56
56
PP. Eudistas. Leccionario eudista 5
CONTENIDO DE LA ETAPA
“En virtud del bautismo y la confirmación, somos llamados a ser discípulos
misioneros de Jesucristo y entramos a la comunión trinitaria en la Iglesia, la cual
tiene su cumbre en la eucaristía, que es principio y proyecto de misión del
cristiano”. 57
 La alianza con Dios trino abarca toda la existencia humana, es sellada por el
bautismo y alimentada por la eucaristía. La confirmación perfecciona la
gracia bautismal. Estos tres sacramentos llamados "de la iniciación
cristiana", son un regalo de Dios y ayudan al discípulo a vivir según el
Espíritu, y lo hacen apto para anunciar a Jesucristo y su reino.
OBJETIVOS DE LA ETAPA
 Reconocerme hijo/a de Dios y su heredero por el bautismo. Tomar
conciencia de mi participación en Jesucristo como pastor, servidor,
sacerdote, profeta.
 Renovar mi alianza bautismal con Dios.
 Descubrir la riqueza de los tres sacramentos de la iniciación cristiana:
alianza hecha en el bautismo, alimentada en la eucaristía y planificada en la
confirmación.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER MI BAUTISMO
1. ¿Qué evoca en mí la palabra bautismo? ¿Cuál es la experiencia que trae a mi
memoria el nombre de este sacramento?
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2. Subrayo las imágenes que representan mejor lo que yo entiendo por el
sacramento del bautismo: nuevo nacimiento, entrada en la Iglesia,
semejanza con Cristo, ser hijo /a de Dios.
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57
DA 153
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3. ¿Qué otras imágenes o expresiones puedo agregar para describir la
realidad bautismal?
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4. ¿Qué significan para mí las expresiones y las imágenes que elegí y/o añadí?
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5. ¿Qué sé de mi bautismo? (lugar, fecha, padrinos, regalos recibidos...)
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6. ¿Cómo hablo de mi bautismo? (hecho pasado, sin recuerdos... en presente).
Describo:
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7. Si he recibido la Confirmación, hago memoria de este sacramento. ¿Qué
significó para, mí?
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8. Hago memoria
de mis comuniones, ¿Cómo vivo la eucaristía, con qué
frecuencia comulgo, qué significa para mí ese hecho?
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Acojo los sacramentos de la iniciación cristiana que he recibido. . .
Acojo el regalo de Dios que ha querido hacer alianza de amor conmigo,
aún cuando no he sido muy consciente de ello.
¡Dios me ama como hijo/a suyo/a! "Por el Bautismo somos una sola cosa con
Jesucristo... De ahí la santidad que debe distinguir nuestra vida" 58
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR MI BAUTISMO
1. En la Biblia hay hermosas imágenes que describen la alianza de amor que
Dios ha hecho con el ser humano. Esta alianza siempre es iniciativa divina,
eso significa que Dios siempre me ama, me escoge y me llama primero.
Tomo el tiempo para saborear esta realidad eligiendo aquella expresión que
más toque mí corazón. Para profundizar en ese aspecto de mí bautismo leo y
medito algunos de los textos correspondientes:





Alianza-comunión (Jer 31, 31-34; Ez 37, 5-9.14; Jn 17, 22-23; 1 Cor 1,9)
Nuevo Nacimiento (Jn 3,5; Col 1,12-14)
Vida Nueva en Jesús (Is 11, 2; 61, 1-2; Lc 4,16-21; 1 Tim1, 2-JO)
Entrada en un Pueblo (Ez 36, 2-4-28)
Configuración con Jesús (Gal 3, 27)
Anoto mis reflexiones.
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58
PP. Eudistas, Leccionario Eudista 29 p. 90
2. Una de las herencias más preciadas de San Juan Eudes es la valoración de la
dignidad bautismal que él inculcó con sus escritos.
Leo sus meditaciones y subrayo lo que me habla al corazón.
"El bautismo es una alianza del hombre con Dios que encierra grandes
maravillas-.. Se trata de la alianza más noble y perfecta que pueda existir.
Supera las alianzas entre amigos, entre hermanos, entre padres e hijos, entre
esposo y esposa, porque es la alianza de los miembros con su cabeza, que es la
más íntima y estrecha de todas.
Y lo que es más maravilloso; nuestra alianza bautismal con Jesucristo, y por
Él con el Padre eterno, es tan alta y divina que Jesús mismo la ha comparado a
la unión entre el Padre y el Hijo: "Que sean uno, como nosotros somos uno. Yo
en ellos y Tú en mí, para que sean perfectos en la unidad" (Jn 17, 22-23). Así la
unidad entre el Padre y el Hijo es el modelo de la unión que sellamos con Dios
por el bautismo y esta, a su vez, es la imagen viviente de aquella... Así,
mediante el bautismo, somos una sola cosa con Jesucristo y por Jesucristo con
Dios Padre... De ahí la santidad que debe distinguir nuestra vida, a causa de la
asociación tan íntima que hemos adquirido con el Santo de los santos. Si somos
una sola cosa con Dios debemos tener también un mismo corazón, un mismo
espíritu, un mismo sentir v un mismo afecto con El”. 59
Contemplo el don maravilloso del bautismo,
la alianza y fidelidad de Dios hacia mí.
Doy gracias a Dios que me ha hecho hijo/a suyo/a
a través del bautismo.
y que quiere unirse íntimamente a mí
para comunicarme su vida divina...
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN ILUMINADO POR EL BAUTISMO
1. En el bautismo prometí renunciara a todo aquello que me aleja de Dios
(cuando era niño/a, mis padres hicieron las promesas bautismales, por mí).
Tomo conciencia de mi compromiso bautismal, que es adherirme a Jesús y a
todo lo que Él ama, alejándome de las actitudes no cristianas.
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59
PP. Eudistas, leccionario Eudista .29 p. 90
Enumero las dificultades que me impiden vivir mi compromiso bautismal.
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2. Reviso mi manera de vivir la eucaristía y la frecuencia y disposición con las
que recibo la comunión. Anoto mis dificultades concretas respecto a este
sacramento.
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Recibo el perdón que me ofrece Jesús.
Le pido perdón por no haber renunciado a todo lo que me separa de Dios…
Acojo la distancia que hay entre lo que soy: hijo/a de Dios,
y lo que yo debería ser: santo/a...
Me entrego a su misericordia y le pido que me santifique.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS VIVIENDO MI BAUTISMO
En el día de Pascua de Resurrección, la Iglesia renueva las promesas bautismales,
por las cuales el cristiano se compromete a centrar su vida en Dios.
En mi vida cotidiana desde hoy, ¿a qué voy a renunciar (decir que no) a fin de
poder acercarme más a Dios?
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Escribo mi propia acta de bautismo y le agrego mi compromiso bautismal de
vivir como templo de La Trinidad Santa. Escribo las actitudes cristianas que
quiero vivir de hoy en adelante.
Puedo usar el modelo que viene a continuación u otro que yo pretiera.
ACTA DE BAUTISMO
Y COMPROMISO BAUTISMAL
(Colocar nombre) YO, ...........................................................................................
Fui bautizado/a el día ........................................................................................
En la parroquia ...................................................................................................
Renuevo mi compromiso bautismal (nombrar actitudes concretas).
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Renunciando a
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Y adhiriéndome a
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Me ofrezco al Espíritu de Jesús para alcanzar en cada una de mis palabras y en
cada uno de mis actos a Jesús, que recibe todo del Padre y que es una sola cosa
con Él por el amor.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO SERÉ CAPAZ DE RENOVAR EL
COMPROMISO DE MI BAUTISMO.
ETAPA XVIII
Dejarme reconciliar
“Por la reconciliación, las almas resucitan
y Jesucristo vuelve a nacer en ellas”. 60
60
JE, OC. I, IV p. 161
CONTENIDO DE LA ETAPA
 "El sacramento de la reconciliación es el lugar donde el pecador
experimenta de manera singular el encuentro con Jesucristo, quien
se compadece de nosotros y nos da el don de su perdón
misericordioso, nos hace sentir que el amor es más fuerte que el
pecado cometido, nos libera de cuanto nos impide permanecer en su
amor, y nos devuelve la alegría y el entusiasmo de anunciarlo a los
demás con corazón abierto y generoso".61
OBJETIVOS DE LA ETAPA




Tomar conciencia del pecado en mi vida.
Reconocerme hijo/a de Dios, pecador amado y perdonado.
Vivir el perdón conmigo mismo/a, con los otros y con Dios.
Descubrir la riqueza del sacramento de la reconciliación y su vínculo
con el bautismo.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER LA RECONCILIACIÓN
1.
En la convivencia diaria hay muchas cosas que nos afectan (cómo
nos tratan los demás, lo que recibimos de otros, pequeñas
desilusiones, indiferencias...), no somos capaces de liberarnos de
nosotros mismos, de las huellas negativas que nos dejan estas ofensas y
vamos acumulando resentimientos...
Escribo con toda mi verdad, aquellas actitudes de los demás hacia mí que me
duelen.
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¿Qué experiencias tengo de reconciliación? Recuerdo y escribo uno de
los momentos de mi vida en que he vivido el perdón y la reconciliación.
Nombro personas, situaciones...
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61
DA 254
La reconciliación se vive en un proceso a veces lento y doloroso... ¿Qué
etapas puedo nombrar dentro del proceso de reconciliación que he
vivido? (Encerramiento, negación del perdón, dudas, arrepentimiento,
acercamiento, dialogo...)
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Si me ha costado responder estas preguntas, o no encuentro en mi-vida
un momento de reconciliación profunda... trato de no justificar ni
resolver: el camino puede abrirse lentamente...
Describo cómo me siento al ser invitado/a a reflexionar sobre el tema de la
reconciliación.
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Hago memoria de-mis confesiones. ¿Cómo vivo el sacramento de la
reconciliación? (Me cuesta, lo necesito, siento vergüenza...)
Tomo contacto con mis sentimientos y anoto.
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Tomo tiempo para acogerme, para escucharme en lo profundo...
hago disponible a la sorpresa de Dios, a lo que viene, al poder de su misericordia…
Acojo, sin juicio sobre mí y los demás, los hechos dolorosos que recuerdo...
las heridas, el daño recibido o hecho a otros/as.
Dios me ama y quiere mi liberación interior...
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR MI RECONCILIACIÓN
1. Dios nos ha amado primero, por propia iniciativa suya... este amor
es más fuerte que el pecado y que toda ruptura... El pecado rompe
límites, rompe relaciones vitales, nos hace daño. Dios nos libera del
pecado que nos lleva a la muerte. Descubro esta realidad en la
Palabra de Dios, leyendo los relatos evangélicos de la misericordia:
Lc 19,1-10 (Zaqueo)
Lc 7 36-50 (La pecadora perdonada)
Lc 15.11-32 (El hijo pródigo)
¿Qué actitudes tiene Jesús frente a los que acusan a los demás de ser
pecadores?
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2. Me tomo un tiempo para leer las reflexiones de San Juan Eudes
sobre la vinculación del bautismo con el sacramento de la
reconciliación:
"Como bautizados, debemos mostrar la verdad de estas palabras: "Ustedes
han muerto y sus vidas están ocultas con Cristo en Dios " (Col 3,3) para vivir solo en
Dios con Jesucristo, como personas que hemos resucitado de la muerte a la vida...
en ejercicio continuo de amor, de adoración y de alabanza a Dios y de caridad
hacia el prójimo". 62
Pero aunque el bautismo nos da estas gracias, el hombre permanece libre para
elegir entre el bien y el mal, por eso el pecado sigue siendo una realidad en nuestras
vidas. Como Dios conoce nuestra fragilidad, en su infinita misericordia, nos
regala el sacramento del perdón, para que podamos reconciliamos con Él, con
nosotros mismos y con los demás a través de su Iglesia.
“Es algo grande la remisión del pecado: porque Dios nos perdona 'gratis'; el
penitente sumergido en su pecado, es levantado por la suave mano
misericordiosa de Dios y la divina bondad, no contenta de perdonar sus
delitos, lo pone en la categoría de amigos e hijos de Dios. Es algo grande la
manera como nuestra reconciliación se hace con Dios. El es quien nos ama
primero y nos invita, nos exhorta y nos urge a buscarle y convertirnos a Él, Este
Dios de amor y misericordia corre tras nosotros... cuando nosotros lo
abandonamos nos sigue con un amor indescriptible, y nos ruega no separarnos
de quien nos busca con solicitud".63
62
63
PP. Eudistas, Leccionario 28. p. 82
JE OC. VIII p. 55-56
Contemplo a Dios trino
en su misericordia hacia el ser humano.
Doy gracias por la liberación que ha realizado en mí.
Entre todo lo que he contemplado en esta etapa,
elijo una expresión, un pensamiento... y lo alabo
Me entrego al corazón de Jesús, todo misericordia.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN Y DEJARME RECONCILIAR
1- Después de haber contemplado la misericordia de Dios por nosotros/as,
su amor, su búsqueda incesante del pecador, su perdón gratuito,
reconozco mi pequeñez y mi realidad. Me reconozco pecador, pero amado
por Dios, buscado por Él, con la esperanza de ser liberado/a totalmente
de todo lo que me quita plenitud humana. No tengo miedo de mirar mi
propia realidad de pecado, pues Dios quiere liberarme y me ama, aún
siendo pecador/a...
Describo el pecado que hay en mi, todo aquello que me separa de los demás,
de Dios... (Celos, envidia, rivalidad, orgullo, indiferencia, deseos de venganza...)
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Enumero las dificultades reales que tengo para vivir el perdón:
 Con los demás, en lo cotidiano de mi vida:
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 En el sacramento de la reconciliación:
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2. Leo el salmo 51 (50). Escribo mi propio salmo penitencial:
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Entro en el espíritu de esta frase de San Juan
"aunque tu corazón te condene, Yo no te condenaré" (1 jn 3, 20):
Recibo el perdón que me ofrece Dios Trino.
Me acepto a mi mismo/a tal como soy.
Me entrego al corazón misericordioso de Dios
y me dispongo a abandonar mi pecado
para vivir de su misma vida divina.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS QUE ME RECONCILIA
1. "Perdonarme es condición esencial para abrirme a perdonar a los demás...
¿De qué cosas me he hecho culpable ante mi mismo/a? ¿De qué me tengo
que perdonar?
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2. El perdón no es un sentimiento que me hace olvidar las ofensas recibidas, es
un movimiento de la voluntad, un
deseo
profundo
de liberarme
del
resentimiento que me hace daño... Reconciliarme conmigo mismo/a implica
un acto de voluntad, una decisión, una renuncia a la venganza y un sí al
perdón y al amor. Reacciono.
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¿Qué pasos me gustaría dar en este camino hacia el perdón y la reconciliación
conmigo mismo/a?
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3. La reconciliación es una actitud cristiana que me abre al amor, es una
oportunidad para ir creciendo día a día en mi capacidad de entregarme y
amar. ¿A qué cosas voy a renunciar para disponerme al amor que me lleva a
una vida más plena? (Aquello que creo que es justo que me den, al deseo de
venganza, a los errores que he cometido, etc.)
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Acojo todo aquello que he vivido en esta etapa,
todo lo que he ha cuestionado e invitado a dejarme reconciliar.
Doy gracias por conocer la misericordia de Dios...
Pido perdón por no abrirme al perdón y a la reconciliación...
Me entrego al Espíritu de Jesús
para que reconcilie en mí todo aquello que necesita ser reconciliado,
para ser hijo/a fiel de Dios Padre.
AL FINAL DE ESTA ETAPA, YO PODRÉ VIVIR EL SACRAMENTO
DE LA RECONCILIACIÓN.
ETAPA XIX
Vivir las
Bienaventuranzas
"Escoge la vida... "(Dt 30, 19)
"Yo no quiero otros contentos,
que el camino de mi Jesús” 64
64
JE. OC II p. 332
CONTENIDO DE LA ETAPA
 Vivir las bienaventuranzas es un desafío de todo cristiano bautizado. Las
bienaventuranzas proclaman que el Reino de Dios ha llegado libre y
gratuitamente a todos los hombres. Ellas son, para el que las vive, regalo de
Dios, vida plena y felicidad.
Las bienaventuranzas suponen dejarse reconciliar por Cristo y acoger la
voluntad del Padre de todo corazón, para así acceder a la vida en el Espíritu,
que nos da el Hijo. Las bienaventuranzas son camino de felicidad, pero
camino estrecho, con pendientes abruptas, que solo el Espíritu nos enseña a
recorrer.
OBJETIVOS DE LA ETAPA
 Elegir la felicidad siguiendo a Cristo.
 Definir la noción de felicidad a partir de la experiencia personal.
 Buscar los puntos de referencia de la verdadera felicidad en la ley de Dios, la
moral, la Sagrada Escritura, etc.
 Escoger lo que esta búsqueda de felicidad comprende (ascesis cristiana), y optar por los criterios de esta elección.
 Comunicar la felicidad que tenemos.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER LAS BIENAVENTURANZAS
1. ¡Feliz año nuevo! ¡Feliz aniversario! ¡Feliz cumpleaños!... Cuando formulo
este tipo de expresiones a las personas que quiero, ¿qué tipo de felicidad
les deseo? ¿Cuáles son las cosas felices o buenas que les deseo
concretamente? Hago una lista por orden de prioridad.
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2. ¿Cuáles son los momentos más intensos de felicidad que he vivido en mi vida?
¿Con quiénes he compartido esos momentos felices?
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3.
Hago una lista de cosas y situaciones que no me hacen feliz:
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4. A partir de todo lo reflexionado hasta ahora, describo con detalle en qué
consiste para mí la felicidad hoy (personas, proyectos, logros, etc.).
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5. En este proyecto de felicidad, ¿qué lugar ocupa mi conciencia, mi libertad, la
moral, la aprobación de los demás...?
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6. ¿Qué cosas he descubierto al hablar con personas que tienen un concepto
distinto de felicidad?
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Acojo el deseo interior
que me impulsa a buscar lo que me hace feliz.
Acojo todos los momentos felices y también los menos felices...
Pongo mi vida en las manos de Dios trino
para comprender cuál es la fuente
de la felicidad verdadera.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR LAS BIENAVENTURANZAS
1. Jesús proclama "las bienaventuranzas". Medito el mensaje de Jesús,
entro en la contemplación de su persona cuando proclama "Felices
son ustedes..." Leo y comparo las dos versiones de las
bienaventuranzas en los evangelios de Mt 5, 1-12 y Lc 6, 20-23. Anoto
las diferencias y las semejanzas.
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Me pregunto: ¿cuál de las bienaventuranzas es luz y llamado hoy para
mí?
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Busco en el evangelio de Lucas todo lo que se refiere a felicidad, alegría,
salud, plenitud, en las palabras, encuentros y vivencias de Jesús. Anoto cuál
es la Buena Noticia para mí.
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2. La liturgia de la Iglesia proclama las bienaventuranzas en la fiesta
de Todos los Santos. ¿Es la santidad un llamado a la felicidad?
Anoto mi reflexión.
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3. San Juan Eudes nos dice:
"Prestad oídos al Espíritu Santo que te dice por boca de su apóstol: Esta es
la voluntad de Dios, vuestra santificación" (1 Ts 4, 3)... El bautizado ha de ser
santo por múltiples motivos. .. Santo, porque es el hijo de Aquel que es el
principio y esencia de toda santidad. Santo, porque por el bautismo el cristiano
recibe la gracia divina que es una participación de la santidad de Díos... Santo,
porque lo debe animar el mismo espíritu de Jesucristo.... el Espíritu Santo.
Me preguntarás ¿cómo una criatura tan frágil, débil y miserable puede ser
santa como santo es Dios? Aunque esto sea imposible para la debilidad humana,
se hace posible y fácil con la gracia, que Dios no rehúsa a quien la pide con
fervor. Para ello solo se nos pide una cosa, muy deliciosa por cierto. ¿Qué más
delicioso y fácil que amar?¿Qué hay más agradable que amar al que es
infinitamente bueno, bello, perfecto y amable, al que es toda bondad, belleza y
perfección, al que nunca te ha hecho mal alguno, sino favores incalculables, al que
es todo corazón, caridad, amor por nosotros? Ama pues a este Dios bueno y
amable y serás santo.
¿No sabes acaso, que el amor transforma al amante en el objeto amado?". 65
"Vosotros que hacéis profesión de amar al Señor, aborreced el mal."
Subrayo lo que me atrae del texto leído y contemplado.
Contemplo a Jesús
que realizó en su vida el ideal de las bienaventuranzas.
Medito mi bienaventuranza y el proyecto
de Dios para conmigo y
le doy gracias por haberme mostrado el camino
de la verdadera felicidad.
III. UN TIEMPO PARA
BIENAVENTURANZAS
VIVIR
EL
PERDÓN
SEGÚN
EL
ESPÍRITU
DE
LAS
1. Comparo la noción de felicidad que he descrito al comienzo de la etapa, y la
que he descubierto en la escuela de Jesús. Destacó.
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2. Leo Dt 30, 15-20 y Mt 19, 24. Una elección se impone a los que siguen
a Jesús. ¿Cuál? ¿Qué renuncias se presentan en mi camino? Escojo.
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65
PP. Eudistas, Leccionario Eudista 25. P.30-32
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3. Descubro la importancia de la ascesis cristiana que me
impregna del misterio pascual, camino de muerte y resurrección.
El sarmiento ha de ser podado para que dé más fruto (Jn 15, 1-2).
¿Cómo vivir la dificultad, el esfuerzo y el sufrimiento .
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Confirmo mi opción por vivir las bienaventuranzas.
Pido perdón por haber buscado felicidades fáciles.
egoístas, destructivas, ficticias.
Me doy al Espíritu de Jesús
para que me conduzca
en el camino de la bienaventuranzas.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS SEGÚN LAS BIENAVENTURANZAS
1. En su epístola a los Romanos, San Pablo. explica que Dios colabora
en todo para la felicidad de los que Él ha llamado. (Rom 8, 28-29).
¿Cómo se manifiesta esto en mi experiencia personal? ¿Qué llamados
percibo hoy para acoger esta acción de Dios en mi vida?
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2. ¿Hay una santa, un santo o un personaje actual, cuyo ejemplo y vida
me atrae particularmente? Lo nombro y señalo lo que me atrae de su
modo de vivir las bienaventuranzas.
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3. El gozo es un don del Espíritu. ¿Cómo comparto mi felicidad con los otros?
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4. Hago un compromiso de que mi misión tendrá un carácter gozoso. Me
comprometo a… Escribo.
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5. Compongo mi salmo: "Feliz soy si..."
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En la. gran feria de la felicidad:
horóscopos, métodos y sabidurías, son propuestos en todas partes...
Anoto mis puntos de referencias, para hallar la felicidad
en el seguimiento de Cristo.
Me siento capaz de darla a conocer a los que están a mí alrededor.
AL FINAL DE ESTA ETAPA,
PODRÉ COMPROBAR
CÓMO SE HA ENRIQUECIDO MI VISIÓN
DE LA FELICIDAD.
ETAPA XX
Manifestar la
Misericordia
"Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo..." (Ex 3, 7}
"Es misericordioso, el que lleva en su corazón,
por compasión, la miseria de los miserables”.66
66
JE, Corazón Admirable OC. VIII, p. 52-54
CONTENIDO DE LA ETAPA
 La historia que Dios vive con nosotros es una historia de misericordia.
En Jesús, Dios nos revela su compasión y su esperanza hacía la persona
herida. El Corazón de Jesús, tan a menudo conmovido de compasión y
traspasado por una lanza, nos revela el amor gratuito, generoso y paciente,
que espera y perdona, que ama tiernamente al más pobre y necesitado, hasta
dar la vida por salvarlo. Hemos de tomar conciencia de que somos los/las
primeros necesitados de misericordia y que nos toca llevar con inmenso
amor, en nuestros corazones, el rostro de la humanidad herida. Cada
persona que sufre me involucra en un acto dé compasión.
OBJETIVOS DE LA ETAPA
 Acoger y vivir la misericordia de Jesús, para acoger la miseria de los que
urgen de compasión y comprometernos en su servicio.
 Buscar en el evangelio de Lucas, todo lo que concierne a la misericordia de
Jesús.
 Acoger en nosotros mismos, al Dios de la misericordia, herido, frágil, molido
por nuestros pecados (ver salmo 51).
 Revisar para dar gracias, la historia de las misericordias de Dios en nuestras
vidas.
 Ofrecernos a la misericordia de Dios, llevando en nuestros corazones los
llamados del mundo herido y sentimientos de compasión en la acción.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER LA MISERICORDIA
1. Acojo en mi la palabra "misericordia". ¿Cómo resuena en mi interior?
¿Qué evoca en mí? ¿Qué palabras me vienen al pensamiento?
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2. ¿He experimentado la misericordia de Dios en mí?
Describo cuándo, cómo...
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3. Seguramente tengo la experiencia de la misericordia recibida de
otros/as. ¿Cuándo, de quién?
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4. Describo las situaciones o circunstancias en que me ha llegado
profundamente el dolor del otro. ¿Cómo he reaccionado?
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Me abro a la palabra MISERICORDIA
y la dejo habitar en mí.
Acojo en mi corazón
los sentimientos suscitados por el sufrimiento del otro.
Adoro a Jesús presente
en el rostro de aquellos y aquellas
que la vida ha maltratado más .
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR LA MISERICORDIA DADA Y
RECIBIDA
1. En el Antiguo Testamento, Dios se revela como un Dios que ''se deja
conmover" por la miseria humana (Ex 34, 6-, 7). Un Dios que no se irrita por
nuestras negaciones (Os l1, 8-9). Un Dios que no actúa según nuestras faltas
(Sal 50).
Meditar los textos y anotar las palabras Claves
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2. En el Nuevo Testamento, Jesús mismo es misericordia, en su vida, acciones
y palabras. Leo el evangelio en Lc 15. Anoto lo que siento y pienso sobre esta
parábola.
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3. Leo también Lc 7. Nombro las miserias de los hombres que Jesús lleva en su
corazón.
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4. Leo en San Juan Eudes el siguiente texto y destaco lo que me llega al
corazón y me cuestiona:
"Tres cosas son necesarias para, la misericordia: la primera, es tener
compasión de la miseria del otro, pues es misericordioso el que lleva en su
corazón, por compasión, las miserias del otro. La segunda, que tenga una gran
voluntad de socorrer las miserias. La tercera, que pase de la voluntad a la acción.
Porque nuestro santo Redentor se encarnó para derramar sobre nosotros su gran
misericordia... Haciéndose hombre y tomando un cuerpo y un corazón capaces de
sentir el sufrimiento y el dolor como el nuestro, se llenó de gran compasión por
nuestras miserias, y las ha llevado en su corazón con tanto dolor, que no hay
palabras para expresarlo."67
5. Releo en mi vida la misericordia de Dios. Anoto tres vivencias relevantes.
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67
JE, Corazón Admirable OC. VIII, p. 52-54
6. "Bienaventurados los
misericordia" (Mt 5, 7).
misericordiosos,
porque
ellos
recibirán
"El misericordioso es el que tiene el corazón compasivo; el que sufre
por el sufrimiento de los demás. La persona que no sabe "sufrir con", no
puede acoger el don de la misericordia divina, ya que Él es el primero que
sufre con el hombre.
El sufrimiento de Cristo, su pasión y su muerte en la cruz, son el
signo sensible de la profundidad del amor de Dios. El sufrimiento es algo
muy misterioso, sin el cual el amor no sería amor, y solo el sufrimiento de
Cristo nos puede revelar".68
¿Cómo vivo mi preferencia por los pequeños, los débiles, los enfermos,
los solitarios, los oprimidos? Escribo mis preferencias.
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Acojo al Dios de misericordia que se deja conmover hasta las entrañas
por la miseria de su pueblo.
Me doy el tiempo de agradecer por lo que descubro en el corazón de Dios,
en el corazón de Jesús, de María. Me dejo impregnar de sentimientos de
compasión,
de bondad, de paciencia hacia todo ser que sufre.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN POR NO VIVIR LA MISERICORDIA
1. He contemplado a Dios que se deja conmover por la miseria de su
pueblo (Ex 34, 6).
Después he contemplado a Jesús que se conmueve frente al dolor
(Lc 7).
¿Qué reacción he tenido frente a estos textos
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68
FranÇois Varillon, "Joie de Gruiré, Joie de vivre" 1981,mn p. 61. 1981, p. 61
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2. ¿A qué me invitan estos textos? ¿Algún cambio en mi vida? (En mi relación
con Dios, con los demás, conmigo mismo/a)
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3. Nombro algún obstáculo que me impide dejarme conmover por las
dificultades sufrimientos de los demás: comodidad, indiferencia,
insensibilidad, narcisismo, prejuicios raciales, religiosos, políticos.
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Me dejo cuestionar
por este amor apasionado que Dios me tiene.
Me dejo descubrir por Él hasta mis últimas profundidades.
Acepto llenarme de su luz,
incluso en lo más intimo de mí mismo.
Le pido perdón.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS, VIVIENDO LA MISERICORDIA
1.
¿Cómo puedo recibir y hacer mío,
el misterio de la misericordia de Jesús?
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2.
¿De qué manera me siento invitado/a a vivir la paciencia, a comenzar de
nuevo con alguien, como Dios siempre comienza de nuevo conmigo?
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3. En mis dificultades, ¿con qué personas puedo hacerme solidario/a?
Con los que convivo, con quienes me encuentro, aquellos a quienes
soy enviado: Excluidos, rechazados...
Nombro y digo de qué manera.
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3. Dejo surgir en mí las miserias que hacen fuerza en mí corazón.
Nombro dos o tres.
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4. Alabo a Dios y me ofrezco a Él con los deseos de vivir de su
misericordia.
Le escribo una oración.
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Me doy a Jesús, para entrar en su obra de liberación.
Busco y encuentro palabras y actitudes
que lleguen a los que están oprimidos.
Les digo que son amados de Dios.
Y yo, estoy invitado/a a recibir de ellos
la misericordia.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
PODRÉ PERCIBIRME:
COMO UNA PERSONA NECESITADA DE MISERICORDIA
Y DECIDIDA A VIVIR LA MISERICORDIA.
ETAPA XXI
Discernir
los llamados
"Heme aquí, envíame" (Is 6, 8)
"Los envío a la tierra para continuar
la vida que he llevado,
las obras que he practicado" 69
69
JE. OC. III p. 187
CONTENIDO DE LA ETAPA
 Un corazón que se abre al dolor de los excluidos y marginados, es un corazón
que acepta escuchar el llamado que los primeros discípulos han escuchado:
"Vengan, dejen las redes y síganme" ('Cf. Mt 4,19).
Dios llama a cada uno/a por su nombre. Cristo los recibe como son, con sus
defectos y sus cualidades... Les da confianza ya que ellos serán sus testigos en
Pentecostés.
"No son ustedes quienes me han elegido. Yo los elegí a ustedes y los destiné
para que vayan y den fruto" (Jn 15.16).
¡Envíame!
OBJETIVOS DE LA ETAPA





Hacerme disponible a los llamados de Dios.
Meditar los llamados que nos hace la Biblia.
Hacer memoria de los llamados escuchados en mi vida y sus respuestas.
Descubrir la vida bautismal como llamado y envío (vocación).
Discernir aquí y ahora un llamado más preciso y que dé un sentido a mi
vida.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER LOS LLAMADOS
1. ¿Cuáles son las necesidades y las esperanzas de las personas que me
rodean, allí donde vivo, trabajo, estudio...? Anoto.
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 Hoy como ayer, hay hambrientos, extranjeros, inmigrantes,
enfermos, personas que nada tienen, encarcelados... Los rostros
encontrados en las esquinas de la calle, en la casa, en el trabajo, en los
estudios, el rostro del pobre, del pequeño... Ellos, ¿quiénes son para
mí?
Escribo.
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2. El conocer esta realidad ¿A qué me invita?
Escribo mi respuesta.
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Acojo los llamados que me hace hoy el Señor
Ven, sígueme.
Tomo conciencia de mi deseo de ser útil, de servir
en lo cotidiano de mi vida.
Respondo a la invitación que Él me hace
de abrir mi corazón a la misericordia.
II. UN TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS POR SUS LLAMADOS
1. Los llamados en la Biblia. Leo y tomo nota
Abraham Gn 72, 7-2
Moisés Ex 3, 7-75
Isaías Is 6, 1-13
Samuel 1 Sm 3, 1- 21
María Lc 1, 26-38
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Pedro Lc 5, 70-77; Mt 16, 8-79; Jn 21, 15-79
Juan y los primeros discípulos Jn 1, 35-57
Mateo Mt 9, 9
El joven rico Mc 70, 77-27
Pablo Hechos 9, 7-22;
Hechos 76, 73- 75; 77, 72
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Tomo el tiempo para reflexionar estos llamados. Elijo uno, ¿Cuál?
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Miro detenidamente al Señor que llama… y la reacción del personaje
llamado... Escucho lo que el Señor tiene que decirme.
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2. Soy llamado en la Iglesia, Cuerpo de Cristo. Por el bautismo y la
confirmación, soy llamado/a a vivir y extender el reinado de
Jesucristo en el mundo. Hago un acto breve de renovación de mi
misión bautismal.
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Estoy llamado/a a servir para que toda criatura tenga vida. Dios me
llama a construir un mundo más humano y más fraterno, donde yo
pueda edificar junto a otros la paz y la justicia. Reafirmo el
sacramento de mi Confirmación. Le digo al Señor.
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3. En una predicación, San Juan Eudes hace un llamado al rey y a la
reina, con ocasión del incendio en el palacio del Louvre.
“La reina llegó al final de mi sermón; le dije muchas cosas a propósito del
incendio de una parte del palacio del Louvre.... Este incendio nos enseña varias cosas:
que los reyes pueden levantar palacios como el Louvre, pero que Dios les ordena dar
alivio a sus súbditos, tener compasión de tantas viudas y huérfanos y de tantos
pueblos oprimidos por la miseria...” 70
4. Misioneros sin fronteras.
Por el bautismo soy responsable de vivir y anunciar la Buena Nueva donde
quiera que esté. "¿Qué hacemos en este mundo y para qué estamos en él, si no es
para contribuir a la salvación de nuestros hermanos?". 71
¿Estoy dispuesto o dispuesta a responder al llamado de anunciar el evangelio de
Cristo en otros espacios que no sean los habituales? ¿He salido a misionar?
¿Con un grupo, solo, sola, con la oración?
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70
PP. Eudistas, Leccionario Eudista 37, p. 107
71
Sta. M, Eufrasia Pelletier, Conferencia 4
5. "Comienza en el nombre de la Santísima Trinidad para hacerla conocer y
adorar"72 ¿Cuál es mi primer pensamiento al despertar?
Cuando me persigno, ¿lo hago como testigo de la fe o maquinalmente, o para
agradecer, o ganar algo?
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Alabo al Señor porque me ha llamado a la existencia,
para colaborar en su creación.
Mi concepción y nacimiento fue mí llamado a la vida.
Mi Bautismo ha sido mi primer llamado a la fe.
Mi Confirmación me ha llamado a sellar mi discipulado misionero en y con Cristo
Doy gracias a la Trinidad Santa por tomarme y situarme
en el centro de mi historia. Es allí donde descubro las huellas de sus llamados.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN, POR NO DISCERNIR LOS LLAMADOS
1. En los pequeños compromisos de todos los días, ¿se puede contar conmigo?
Nombro algunos, cuándo y dónde
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2. ¿He elaborado mi proyecto, coherente con la llamada del Señor? ¿Lo
respeto? (Soy fiel, o antepongo otros proyectos, o mis objetivos son
vagos...)
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72
DA 144
3. Una vocación no puede madurar sin la oración, en la escucha asidua
al Espíritu. ¿Es la oración la fuente de mi acción? ¿De mis
compromisos? ¿Leo y reflexiono el evangelio u otros libros de
espiritualidad, hago oración mental, rezo el rosario...?
Anoto como oro, cuándo (tiempo) y dónde (lugar).
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4. ¿Cuál es el sitio de la Eucaristía en mi vida? Allí el Señor me habla y
me llama en el seno de su Iglesia, en el don de la Palabra y del Pan.
¿He sentido que en esas ocasiones me llama? Concretamente,
¿cuándo y qué me ha pedido?
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5. Ante los llamados descritos, ¿cuáles han sido mis rechazos, mis
rupturas, mis miedos? ¡No tengas miedo, déjate mirar y reconciliar
por Cristo!
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Heme aquí todo pequeño y pequeña,
delante de Ti, Señor.
Me dejo mirar y llamar por Ti
Creo que Tú me amas tal como soy.
Pongo en tu corazón,
mis miedos, mis rechazos...
mis desalientos, mis tristezas.
Dame tu corazón para amar, para decir
el Sí que esperas
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS EN SUS
"Al llamar a los suyos para que lo sigan, les da un encargo muy preciso:
anunciar el evangelio del reino a todas las naciones"73 (Cf. Mt 28,10; Lc
24, 46-48)
1. A lo largo de este recorrido, hemos hecho nuevos descubrimientos.
Volvamos a leer las primeras páginas de
nuestros
apuntes;
recordemos
nuestra llamada fundamental; nuestro proyecto, nuestras preguntas, deseos
y temores.
¿Con qué me quedo? ¿Qué es lo que se me ha grabado en el centro de mí
ser?
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2. ¿Cuál es el deseo de servir a Dios que se ha profundizado en mí?
Anoto caminos concretos.
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3. ¿Qué medios voy a darme para descubrir y vivir mi vocación
particular?
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Por este paso concreto que me propongo realizar,
bendito seas, Señor.
Que tu Espíritu me dé su fuerza para acoger Tu proyecto.
Heme aquí, Señor, envíame.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ NOMBRAR ALGUNOS
LLAMADOS DE DIOS Y LAS RESPUESTAS
QUE QUIERO DAR.
73
JE, OC. VIII, p 255-258
ETAPA XXII
Dar razón de
mi esperanza
Ven Señor Jesús, ven..." (Ap 22)
"La esperanza es un tesoro de alegría,
que regocijo produce el esperar..." 74
74
JE, OC. VIII, p 255-258
CONTENIDO DE LA ETAPA
 La formación de Jesús en nosotros se vive en la esperanza, actitud esencial del
cristianismo.
Es necesario tomar conciencia de que la vocación humana y bautismal es
siempre "hacia delante", estamos en la espera no de una "idea" sino de
alguien: Cristo, alfa y omega. Principio y fin de la vida, de la historia.
OBJETIVOS DE LA ETAPA
 Llegar a ser testigo de la esperanza que me habita
 Estar abiertos a los signos de esperanza en el mundo y cerca de mí; ellos me
anuncian la presencia de Jesús.
 Buscar en la Biblia testigos de la esperanza.
 El verdadero amor es el que sabe esperar.
I. UN TIEMPO PARA ABRIRME Y ACOGER LA ESPERANZA
1. Frente a los acontecimientos del mundo actual, ¿cómo reacciono? (Abatido,
mirada y discurso pesimista, sufrimiento, llamado a luchar por la vida,
cuestiono mi sentido de vida).
Escribo.
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2. Mi mirada, pensamiento, sentimiento habitual y espontáneo sobre las
personas, ¿puedo decir que es positivo, negativo, con cierta desesperanza?
Escribo.
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3. Nombro a personas que hayan sido para mí testigos de esperanza.
Anoto.
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Tomo conciencia de mis actitudes,
de mi mirada ante los acontecimientos
y las personas;
me proyecto hacia delante
en ritmo de esperanza.
Busco descubrir la presencia de Jesús
en todo y en todos.
II. U N TIEMPO PARA CONTEMPLAR Y DAR GRACIAS EN RAZÓN DE MI ESPERANZA
1. Miro a Abraham y leo pausadamente Génesis 12. ¿Qué impulsó a aquellas
personas a actuar como lo hicieron? Escribo.
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2. Busco en Rom 8, 24-25 y en 1 Co 13, 12. ¿Cuál es la esperanza del
cristiano? Anoto.
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3. Releo tranquilamente la 1a y 2a Epístola de Pedro.
Anoto lo que allí se dice de la esperanza.
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4. Contemplo la esperanza de María en la anunciación. Transcribo mi
reflexión.
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5. San Juan Eudes nos transmite la experiencia de su esperanza.
“...La esperanza es un tesoro de alegría y consolación, pues la
alegría de esperar es una esperanza cierta y que no sufre jamás
confusión, estando apoyada y fundada en la palabra de Dios y sobre la
verdad eterna. Digo: esperar, ya que un día veremos el rostro de Dios...
comeremos en la mesa de Dios... ¿No es verdad que una tal esperanza
debería hacernos morir de dicha?".75
Acojo lo que he reflexionado y orado sobre la esperanza.
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 "Creer y amar a alguien es abrir la ruta de la esperanza. La esperanza es
"calidad del ser", es radiante, es radioactiva; hace ver en los otros el rostro de
Jesús. La esperanza es creadora, es la virtud de "llegar a ser"..., es escuela de
libertad. La esperanza es una virtud de combate".76
¿Qué me dice este texto?
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75
76
JE, OC. V. p. 168
Cf. Jacques Leclerc
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Contemplo y doy gracias por la esperanza,
puesta por Dios en el corazón del mundo y de los seres humanos.
Pido al Señor que aumente en mí esta esperanza
para sembrarla allí donde muchos sufren desesperanza.
III. UN TIEMPO PARA VIVIR EL PERDÓN POR MIS DESALIENTOS
1. He contemplado la esperanza de Abraham, de María, de Pedro, de San Juan
Eudes. Nombro algunos cansancios, rutinas, desesperanzas que en mí
necesitan de purificación: respecto a mi propia vida, a personas,
acontecimientos. Escribo.
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Si he tenido desmoralizaciones, experiencias de haber vivido sin sentido,
depresiones... noches oscuras del alma ¿cómo las he vivido o he salido de ellas?
Describo.
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"Para volver a encontrar la esperanza, es necesario haber ido más allá de la
desesperanza. Cuando se va hasta el final de la noche, se encuentra otra
aurora".77
77
Bernanos
Me pongo en las manos de Dios para vivir el perdón.
Yo sé que Él me espera con los brazos abiertos
para transformarme en vaso nuevo.
No hay noche, por larga que sea,
que no desemboque en un nuevo día.
IV. UN TIEMPO PARA DARME A JESÚS EN RAZÓN DE MI ESPERANZA
1. "Doy gracias a mi Dios, firmemente convencido de que, quien inició en vosotros
la buena obra, la irá consumando hasta el día de Cristo Jesús "(Fil. 1, 3-7),
"...Nos gloriamos hasta en las tribulaciones., sabiendo que la tribulación engendra
paciencia, y la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza y la
esperanza no falta, porqué el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rom 5, 3-6).
Hay llamados en nosotros/as, que nos invitan a "esperar contra toda
esperanza". Los descubro nombro uno o dos.
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Compromisos:
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 Cómo bautizado/a ¿qué acciones puedo realizar para despertar y
avivar mi esperanza?
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 Soy peregrino/a en esta tierra, ¿a qué compromiso me lleva esta
constatación?
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 ¿Cómo vivo la relación entre mi esperanza y Cristo resucitado?
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2. Compongo una oración para decirle a Dios que mi esperanza está
puesta en Él.
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3. La V Conferencia de Aparecida posa su mirada sobre promesas de futuro:
"Alienta nuestra esperanza, la multitud de nuestros niños, los ideales de nuestros
jóvenes y el heroísmo de muchas de nuestras familias que, a pesar de las crecientes
dificultades, siguen siendo fieles al amor"78.
78
DA
Esperando contra toda esperanza,
yo continúo... pues sé que el amor de Dios es fiel.
Creo que Él es principio y fin de toda existencia.
El me precede.
AL FINAL DE ESTA ETAPA
YO PODRÉ DECIR
CÓMO DIOS HA TRANSFORMADO MÍ
MIRADA SOBRE LAS PERSONAS
Y LOS ACONTECIMIENTOS.
SIGLAS
DA
= Documento de Aparecida
DI
= Discurso Inaugural de Benedicto XVI en Aparecida
JE
= San Juan Eudes
ME
= Mensaje final de Benedicto XVI en Aparecida
NMI. =..Novo millenio ineunte
OC
= Obras Completas de San Juan Eudes, en 12 Tomos (I, II, III, IV)
OE
= Obras Escogidas de San Juan Eudes
BIBLIOGRAFÍA

CELAM "Aparecida, Documento Conclusivo" - Ed. Salesianos
Impresores S.A., julio 2007, Santiago, Chile.

Centro de Espiritualidad Eudista - "Orar con San Juan Eudes" - Ed Du
Signe, 1995, Strasbourg.

Centro Carismático Minuto de Dios - "Obras Escogidas de San Juan
Eudes" - Ed. Carrera, 1990, Bogotá, Colombia.

Centro Espiritual Eudista, Francia. "Itinerario espiritual para hoy, con
San Juan Eudes" trad. del francés, Ed. Don Bosco, 1993. Quito,
Ecuador. Autorizado por Droguet & Ardant.

Congregación de Jesús y María (padres eudistas) - "Leccionario eudista" Ed. Regina S.A., 1981, Barcelona, España.

Santa M. Eufrasia - "Conferencias" - Ed. San Pablo, 19%, Santiago, Chile.
Trad. del francés.

San Juan Eudes - "Obras Completas 12 tomos" - Ed. Breauchesne et Cié,
1905, Francia.

"Biblia de
Jerusalén"
Edición
Pastoral
(Consejo
Episcopal
Latinoamericano.) Ed, Desclée de Brower S.A. 1984, Bilbao, España.
INVITACIÓN
Estimado hermano itinerante...
Si te sientes motivado(a) a realizar o profundizar este recorrido espiritual "Un Camino de
Oración", te invitamos a tomar contacto con:
Padres Eudistas
PROVINCIA DE COLOMBIA
Bogotá: Carrera 7ª # 127-73- Bella Suiza Bogotá. P. Carlos Juliao (Tel: 6265515)
[email protected] o P. Jhonja López (Tel: 3203033968). [email protected]
Cartagena: P. Gabriel Reyes (Tel: 3118500468). [email protected]
Quito: Diácono Pablo Padilla. Apartado 7131, Sucursal 10. Quito – ECUADOR. Tel:
2592137. [email protected]
PROVINCIA MINUTO DE DIOS
Hermanas del Buen Pastor
Centro de Espiritualidad “Buen Pastor”:
En Chile
Correo electrónico: [email protected]
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Dirección: Miguel Covarrubias 2902
Código postal: 8205875
Código postal: 8205875
En Colombia
En Ecuador
PARA LEER LOS TEXTOS
Todo discípulo de Jesús se pone a la escucha
de la Palabra de Dios.
San Juan Eudes hizo esta experiencia; He
aquí un camino que sugerimos para abordar
los diversos textos propuestos en el
itinerario. Comenzar por orar al Espíritu
Santo: ven Espíritu Santo, ilumina nuestros
corazones, enciende en nosotros el fuego
de tu amor...
Hacer silencio interior
Disponer su corazón a la escucha de la
Palabra de Dios.
Leer lentamente el texto, identificar las
palabras que más nos tocan, subrayarlas,
acogerlas en su corazón, saborearlas.
Releer el texto.
Hacerse disponible a los movimientos de la
oración que emergen:
Adoración
Acción de gracias
Petición de perdón
Don de sí
No inquietarse cuando no pasa nada.
Permanecer en la oración hasta el final
del tiempo que uno se ha fijado.
Terminar dando gracias por lo que el
Espíritu nos ha permitido descubrir.