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Alimentación infantil
Alimentación infantil
El mercado de alimentos infantiles en España se situó durante 2012 en 58.940 toneladas, un 3,5% menos que en
2011. El valor global fue de 505,2 millones de euros, un
3,7% menos. La situación de crisis y el continuo descenso
de la natalidad constituyen dos frenos que han provocado la
reducción de las demandas de este tipo de productos. Todas
las estimaciones demográficas indican que España perderá
población durante el próximo medio siglo, de los 46,2 millones actuales a 41,5 millones en 2050. El INE pronostica un
paulatino descenso de la natalidad y supone que en 2021 nacerán 375.160 bebés, un 20% menos que diez años antes. En
la actualidad el promedio de hijos por mujer es de 1,36. En
Galicia, Castilla y León, Asturias, País Vasco, Aragón, Extremadura, Cantabria y La Rioja las defunciones superan ya
a los nacimientos. Teniendo en cuenta esas previsiones no es
extraño que el mercado de alimentos infantiles registre una
situación complicada que puede verse agravada en el futuro.
Los tarritos acaparan el 61,4% de todas las ventas en volumen y el 45,1% en valor, seguidas por las leches infantiles,
con porcentajes respectivos del 23,4% y del 40,2%. De manera más específica, las leches líquidas suponen el 14,7%
de las demandas en volumen y el 22% en valor, mientras
que las leches en polvo acaparan unas cuotas del 8,5% y del
18,2% respectivamente. Las papillas, por su parte, alcanzan
el 15,4% de todas las ventas en volumen y el 14,6% en valor.
Durante el pasado año, el valor de los tarritos se incrementó
en un 2,9%, mientras que las leches líquidas disminuyeron
su porcentaje de mercado en valor en un 6,7%, después de
una importante corrección a la baja de sus precios. Los tarritos más demandados son los elaborados a base de frutas y
postres, ya que representan el 41,8% en volumen y el 42,9%
en valor. En el caso de las papillas, las presentaciones en
polvo representan el 69,8% de todas las ventas en volumen y
el 75,8% en valor. Los porcentajes restantes del 30,2% y del
24,2% corresponden a las papillas líquidas.
ESTRUCTURA EMPRESARIAL
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Alimentación infantil
DISTRIBUCIÓN COMERCIAL
Una peculiaridad del mercado de los alimentos infantiles es la importancia que tradicionalmente han tenido las
farmacias en la comercialización de estos productos. En
los últimos tiempos esta situación ha cambiado de manera
radical, debido a la creciente irrupción de la distribución
moderna en las ventas de este tipo de ofertas. Actualmente se considera que los hipermercados y supermercados
acaparan más del 70% de todas las ventas en volumen
de alimentos infantiles y alrededor del 55% en valor. Las
farmacias, por su parte, presentan unas cuotas del 27%
en volumen y 42% en valor, mientras que el 3% restante
en volumen y valor constituye el porcentaje de las parafarmacias.
El líder sectorial en valor mantiene una posición claramente
dominante en el canal de las farmacias (aunque no desdeña
la distribución organizada), mientras que el segundo operador acapara el mayor porcentaje de ventas en supermercados
e hipermercados. Los tarritos se adquieren mayoritariamente
en la distribución moderna, mientras que las leches infantiles aparecen como la oferta principal de las farmacias. Las
papillas ocupan una posición intermedia, aunque cada vez
tienden a ser adquiridas en la distribución moderna.
COMERCIO EXTERIOR
No se disponen de cifras contrastadas sobre el comercio
exterior de alimentos infantiles. La hegemonía de grandes
compañías multinacionales en el sector hace que muchos
movimientos entre distintas plantas de producción de un
mismo grupo no aparezcan reflejados en las estadísticas
de exportaciones e importaciones. Lo normal es que estas
compañías tengan estrategias comerciales que engloban
al conjunto de los mercados europeos, a los que abastecen
desde algunos puntos estratégicos. A pesar de la escasez
de datos fiables, se considera que las importaciones han
tendido durante los últimos ejercicios a ser más importantes que las exportaciones, ya que las primeras rondan las
200.000 toneladas anuales, mientras que las segundas se
sitúan en torno a las 180.000 toneladas. Todo este comercio exterior se efectúa entre distintos países de la Unión
Europea.
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Alimentación infantil
Alimentos para niños
Los niños entre 5 y 9 años en nuestro país son unos 2,3 millones, mientras que otros 2,1 millones tienen entre 10 y 14
años. Se trata de un grupo significativo que presenta unas
demandas específicas de consumo que atraen a un gran
número de fabricantes. Resulta difícil precisar las ofertas
concretas que se dirigen a estos colectivos, aunque no puede dudarse de su importancia. Por una parte, los fabricantes tradicionales de alimentos intentan superar la difícil
situación del sector lanzando ofertas para un público de
más edad en gamas “junior”. Además muchas empresas de
otros sectores elaboran ofertas que se dirigen a ese conjunto de pequeños consumidores. Esas ofertas se caracterizan
por presentar formatos, colores, sabores, etc., que los hacen
atractivos para ese público objetivo. Aunque es complicado
ofrecer una cifra contrastada sobre ese mercado, dada la
dificultad de diferenciarlo del resto de ofertas, se considera
que puede situarse en torno a unos 710 millones de euros
anuales y que continúa creciendo en la actualidad.
Las ofertas más clásicas dirigidas al público infantil con las
de los sectores de bollería, galletas, productos lácteos, refrescos y, en general, en los productos de desayuno y merienda. Fuera de ese conjunto muy consolidado, en los últimos
años han ido apareciendo algunas otras ofertas que parecen
tener una cierta importancia, entre las que destacan algunas pastas alimenticias, platos preparados, salchichas, embutidos y otros productos cárnicos. También se han hecho
un hueco en los mercados algunos alimentos para prevenir
la obesidad infantil, con tasas de crecimiento en sus ventas bastante importantes. Dentro de las ofertas clásicas, las
marcas de distribución acaparan porcentajes importantes de
ventas, mientras que las nuevas ofertas suelen presentarse
bajo la marca propia de algún fabricante.
CONSUMO
La media de consumo de alimentos infantiles en España
tiende a situarse en los promedios europeos, después de
un largo periodo en el que nuestro país aparecía muy por
debajo de la mayoría de los países de nuestro entorno. Los
cambios en el mercado laboral, con la incorporación masiva de las mujeres al trabajo han provocado que muchas familias recurran de manera habitual a estos productos. Es
todavía pronto para saber si la actual situación de crisis,
con el aumento del desempleo, hará que estas demandas
vuelvan a disminuir. Según las últimas cifras disponibles,
un niño español consume unos 30 litros de leche infantil
al año, alrededor de 35 kilos de papilla y unos 43 kilos
de tarritos. Las leches infantiles, cuyos precios cayeron el
año pasado en un 9,4%, son las que han incrementado de
forma más importante sus consumos, mientras que tarritos
y papillas tienden a mostrarse estabilizados. La zona sur
peninsular, la zona central y el área metropolitana madrileña registran los mayores consumos de alimentos infantiles, mientras que en el extremo opuesto aparecen Galicia
y las comunidades del litoral cantábrico.
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