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Transcript
CONCEPTOS GENERALES SOBRE DIABETES
Jaime A. Ballestero Jiménez. DUE SUH Hospital Santa Bárbara. Puertollano
1. Presentación
•
•
Presentación personal
Presentación de la Asociación de Diabéticos
2. Definición
3. Historia
•
•
Primeras noticias escritas
Investigación
4. Síntomas
•
•
•
•
•
•
•
•
Polifagia
Poliuria
Polidipsia
Astenia
Adelgazamiento
Picor
Infecciones frecuentes
Mal aliento
5. Diagnóstico
•
•
Métodos de diagnóstico
Valores normales de glucemia
6. Tipos de diabetes
•
Diferencias entre diabetes tipo1 y tipo 2
7. Tratamiento
8. Educación diabetológica
9. Dieta
•
•
Consideraciones sobre algunos alimentos
Hojas de dieta y tablas de equivalencia
10. Ejercicio físico
•
•
•
•
El diabético y el ejercicio físico
Planificación del ejercicio
Beneficios del ejercicio físico
Complicaciones
11. Medicación
•
•
Antidiabéticos orales
Insulina
12. Complicaciones
•
•
Complicaciones agudas
- Hipoglucemia
- Hiperglucemia
- Cetonuria
Complicaciones crónicas
13. Cuidados higiénicos
•
•
•
•
•
Piel
Boca
Pies
Ojos
Genitales
14. Prevención
1
1.
PRESENTACIÓN.
1.1. Presentación personal. Ante todo se debe dejar claro que no somos personal
.sanitario y que, por tanto, no podemos diagnosticar ni prescribir ningún tipo de
tratamiento. Nuestra labor es meramente orientativa y deberá ser el médico el que
evalúe cada caso en particular y tome las decisiones que considere oportunas.
El ponente se presentará con su nombre y dos apellidos y explicará el trabajo
que desarrolla en la Asociación y el cargo que ocupa, si lo hiciera, dentro de ella.
1.2. Presentación de la Asociación de Diabéticos. Se explicará desde que año lleva
funcionando la Asociación y cuales son sus fines:
- Cubrir huecos en lo referente a la educación diabetológica.
- Formación de monitores mediante cursos y seminarios.
- Colaboración con la administración pública y otros organismos, tanto
públicos como privados, para conseguir mejorar la atención al
diabético.
- Ayudar al diabético a resolver los problemas de toda índole que,
relacionados con su enfermedad, se le pudieran presentar.
- Suministrar, a precio de coste, el material necesario para el correcto
control de la diabetes que no este subvencionado por la Seguridad
Social.
- Representación del colectivo.
- Integración de la Asociación en cuantas federaciones se considere
conveniente.
En definitiva, el fin último de la Asociación debe de ser la mejora de la
calidad de vida del diabético.
2.
DEFINICIÓN. La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por un
déficit total o parcial, de insulina que provoca un mal aprovechamiento de los Hidratos de
Carbono que da lugar al aumento de los niveles de glucosa en la sangre y a la eliminación de
la misma por la orina.
Atendiendo a los últimos criterios de diagnóstico afecta a más de un 11% de la población
general y por igual a todos los sexos y razas. Puede aparecer a cualquier edad, aunque la
incidencia aumenta considerablemente con la edad.
Los factores de riesgo que pueden servir como desencadenante de una diabetes son:
- Herencia genética.
- Autoinmunidad (HLA).
- Virus.
- Factores ambientales como pueden ser la dieta y el sedentarismo
son muy importantes en relación con la aparición de la diabetes;
sirva como ejemplo la baja prevalencia de la enfermedad entre los
esquimales (menos del 0,1%) frente a la de los indios Pimas
norteamericanos entre los que la diabetes está considerada como
una enfermedad endémica que afecta a más del 45% de la
población.
3.
HISTORIA.
3.1. Primeras noticias escritas. La descripción más antigua que conocemos de la
diabetes aparece en un papiro egipcio que tiene aproximadamente 3.500 años. Con
posterioridad, hacia el año 600 a. de C. aparecen descripciones en escritos hindúes y
tratados de medicina chinos.
Fue en el siglo II a. de C. cuando el griego Areteo de Capadocia utiliza por primera
vez el término “diabetes” (pasar a través) y describe la enfermedad como ... una
delicada afección en la que las carnes se funden por la orina. Loa pacientes nunca
paran de beber agua; su vida es corta y penosa; padecen nauseas, inquietud, una sed
ardiente y no tardan mucho tiempo en morir...
2
En el siglo II de nuestra era el romano Galeno culpa a los riñones de la aparición
de la diabetes.
3.2. Investigación. A partir de la Edad Moderna, superada la etapa oscurantista de la
Edad Media, comienza la investigación médica basada en la experiencia y en el año
1520 von Hohenheim evapora la orina de un diabético y consigue un residuo sólido
que confunde con sal llegando a la misma conclusión, más de 1000 años después,
que Galeno: la culpa la tienen los riñones.
Thomas Willis , hacia 1674, descubre, a través del heroico método de probar la
orina de un diabético, el sabor dulce de la misma; un siglo después Mathew Dobson
descubre la presencia de azúcar en la orina y en la sangre de los diabéticos y
describe la enfermedad como Areteo de Capadocia 2000 años antes.
Ya en la segunda mitad del siglo XIX Langerhans descubre en el páncreas células
cuya función desconoce (células Beta) y que hoy sabemos que son las encargadas de
producir insulina.
A finales de este mismo siglo, en 1889, la cirugía ha avanzado considerablemente
y von Mering y Minkowski logran extirpar el páncreas a un perro que,
automáticamente, se convierte en diabético lo que les hace sospechar la existencia de
una sustancia que favorece el metabolismo de los Hidratos de Carbono y que sería
producida en los Islotes de Langerhans.
Gracias a la I Guerra Mundial, en 1914, Allen se da cuenta de que el ayuno casi
total mejora los síntomas de la diabetes, por lo que comienza a utilizar este sistema
como tratamiento consiguiendo que la mortalidad por culpa de la diabetes disminuya,
ya que los pacientes mueren antes por desnutrición.
En el año 1921 Banting y Best dan un paso de gigante en el tratamiento de la
diabetes y consiguen que la muerte no sea el futuro más inmediato de los que
padecemos diabetes, descubren la insulina y empiezan a utilizarla en humanos
mejorando considerablemente la cantidad y calidad de vida de esos primeros
afortunados.
En el año 1923 el Dr. Carrasco, en Barcelona, utiliza la insulina por primera vez en
España. Desde entonces, y gracias a los avances en ingeniería genética que nos
permiten la producción de insulina humanizada, la utilización sistemática del deporte
como método de control y el conocimiento de la composición de los alimentos que nos
permite una utilización más racional de los mismos, la insulina ha pasado de
convertirse en una enfermedad mortal de necesidad en una molestia perfectamente
controlable.
Los nuevos avances de la medicina moderna (trasplantes de páncreas, implantes
de islotes, ...) nos permiten albergar esperanzas en cuanto a una curación definitiva
de la enfermedad en un plazo no demasiado largo.
4.
SÍNTOMAS. Podemos sospechar la presencia de una diabetes cuando aparece alguno de
los síntomas que a continuación se describen. Estos, dependiendo del tipo de diabetes,
pueden manifestarse de forma más o menos aguda y todos o únicamente alguno de ellos; la
diabetes también puede permanecer asintomática durante mucho tiempo .
4.1. Polifagia. Hambre intensa. Debido al déficit de insulina la glucosa es incapaz de
penetrar en la célula y alimentarla, lo que provoca que la sensación de hambre no
desaparezca.
4.2. Poliuria. Gran cantidad de orina. La glucosa que no puede ser aprovechada por la
célula permanece en el torrente sanguíneo hasta que alcanza unos niveles de
concentración excesivos, es lo que se llama umbral renal para la glucosa, este exceso
es filtrado por los riñones y eliminado a través de la orina.
4.3. Polidipsia. Sed intensa. La glucosa, filtrada por el riñón, ha de disolverse en agua
con el fin de ser eliminada; una cantidad de orina mayor de lo habitual provoca
perdida de líquidos que el organismo intenta compensar haciendo más intensa la
sensación de sed.
4.4. Astenia. Cansancio, fatiga. Los músculos carecen de combustible con el que producir
energía lo que provoca que el más mínimo ejercicio suponga un gran esfuerzo.
3
4.5. Adelgazamiento. El no poder utilizar la glucosa proveniente de los Hidratos de
Carbono hace que el organismo utilice, para obtener energía, los recursos propios
que mantiene almacenados (grasas); esta perdida de grasas provoca un
adelgazamiento.
4.6. Picor. Sobre todo en el área genital, está provocado por la acumulación de azúcar en
los tejidos.
4.7. Infecciones frecuentes. Acompañadas también por una mala cicatrización de las
heridas debido al exceso de azúcar que alimenta a los gérmenes.
4.8. Mal aliento. Para poder aprovechar las reservas de grasas el organismo necesita
descomponerlas dando lugar a ácidos grasos y un residuo toxico, los cuerpos
cetónicos, estos se eliminan en parte a través de la respiración produciendo el
característico mal aliento.
5.
DIAGNÓSTICO . Según los nuevos criterios de diagnóstico se considera que una persona
es diabética cuando aparecen glucemias basales superiores a 126 mg./dl. o, en el caso de
practicar una curva de glucemia, una determinación basal superior a 126 mg./dl. o superior a
200 mg./dl. al cabo de los 120 minutos o en alguno de los puntos intermedios.
Determinación basal es la que se realiza recién levantado del descanso nocturno, en
ayunas y en reposo.
La curva de glucemia consiste en una sobrecarga de glucosa por vía oral (75 gr.) tras un
reposo de 12 horas, una alimentación rica en hidratos de carbono los días anteriores y
determinaciones a los 0, 60, 90 y 120 minutos.
5.1. Métodos de diagnóstico.
- En el propio domicilio realizando una glucemia basal en sangre
capilar con un medidor de glucosa.
- En laboratorio mediante una glucemia basal en sangre venosa o
plasma o haciendo una curva de glucemia.
5.2. Valores normales de glucemia.
- Basal: < 126 mg./dl.
- 60 y 90 minutos: < 200 mg./dl.
- 120 minutos: < 140 mg./dl.
La curva de glucemia se considera un método de diagnóstico, por lo que está
contraindicada en diabéticos ya diagnosticados.
6.
TIPOS DE DIABETES. Dependiendo de diversos factores, como pueden ser causa, edad
•
4
de aparición o tratamiento necesario, podemos clasificar la diabetes en:
Diabetes tipo 1:
- Generalmente aparece antes de los 30 años.
- La mayor frecuencia de presentación está entre los 12 y los 16 años.
- Su prevalencia aproximada es de un 3,5/1000.
- Aproximadamente aparecen entre 5 y 17 casos nuevos por cada
100.000 habitantes cada año.
- Supone el 15% del total de los diabéticos.
- El páncreas no produce insulina.
- La herencia genética no influye de forma determinante en su
aparición.
- Es una enfermedad autoinmune asociada a los anticuerpos HLA que
precisa de un factor desencadenante, generalmente una infección o
una situación de estrés.
- Tiene un comienzo brusco y con síntomas muy evidentes.
- Su tratamiento requiere siempre insulina.
- Al comienzo de la enfermedad puede presentarse un periodo de
recesión, que puede dar lugar a falsas esperanzas de curación, cuya
duración depende de las reservas de insulina que tenga el páncreas
del paciente, es la llamada “fase de luna de miel”.
•
Diabetes tipo 2:
Generalmente aparece después de los 40 años.
La mayor frecuencia de presentación se sitúa a partir de los 60 años.
Su prevalencia está entre el 11 y el 12 %..
La incidencia está en progresivo aumento gracias a la mayor
esperanza de vida.
- Los factores que provocan se aparición son:
. Genético, muy importante en este tipo de diabetes.
. Disminución del número de receptores celulares de insulina.
. Agotamiento pancreático.
. Factores ambientales como obesidad, sedentarismo y dietas
ricas en hidratos de carbono.
- Suele tener un comienzo insidioso. Muchas veces pasa
desapercibida hasta que se descubre en una analítica de rutina.
- El tratamiento consiste en dieta, ejercicio físico, antidiabéticos orales
y, a veces, insulina.
• Diabetes gestacional:
Intolerancia a la glucosa que aparece durante el embarazo en mujeres no
diagnosticadas previamente de diabetes pero que poseen una susceptibilidad a padecerla.
Generalmente desaparece al dar a luz.
Es muy parecida a la diabetes tipo 2 pero el tratamiento es a base de insulina para
evitar los riesgos de absorción de fármacos, a través de la placenta, por parte del feto.
Un 30% de las pacientes desarrolla una diabetes en los 10 años posteriores al
embarazo.
• Diabetes relacionadas con ciertos estados y síndromes:
- Diabetes relacionadas con tratamientos hormonales, con drogas o
productos químicos.
- Diabetes provocadas por enfermedades pancreáticas.
Aquí hablaremos de los dos primeros tipos citados anteriormente que son los que más
afectan a la población general.
6.1. Diferencias entre diabetes tipo 1 y tipo 2.
-
Comienzo
Instauración
Obesidad
Cetosis
Máxima aparición
Prevalencia
ICA al inicio
Asociación con HLA
Concordancia de gemelos
TIPO 1
< 30 años
Brusca
Rara
Frecuente
12-16 años
3-4/1000
Presentes
Si
50%
TIPO 2
> 40 años
Insidiosa
Frecuente
No
65 años
11-12%
Ausentes
No
100%
7. TRATAMIENTO. La diabetes, como enfermedad crónica, precisa de un tratamiento que
depende en gran medida de la implicación del paciente en la ejecución del mismo. Es el
diabético quien bajo la dirección de su médico o educador debe conocer su diabetes y saber
cuando y que debe comer, como administrarse la medicación, etc. El objetivo a conseguir
será adaptar la diabetes a su estilo de vida, vivir con diabetes y no para la diabetes.
Este tratamiento que nos permitirá mantener la diabetes perfectamente controlada y evitar
las temidas complicaciones a que pueden dar lugar las descompensaciones metabólicas
frecuentes está basado fundamentalmente en cuatro puntos:
5
8.
Educación diabetológica.
Dieta.
Ejercicio físico.
Medicación.
EDUCACIÓN DIABETOLÓGICA. La diabetes, a diferencia de otras enfermedades, es
un visitante inoportuno que se nos ha colado en casa y del que ya no podremos deshacernos
nunca, al menos de momento. Como no nos queda más remedio que convivir con él durante
toda nuestra vida la mejor forma de mantenerlo a raya y evitar que pueda llegar a
perjudicarnos demasiado es conocerlo a la perfección.
Tan solo nuestro médico o nuestro educador pueden poner a nuestro alcance los medios con
que combatir a nuestro enemigo y estos, unidos a nuestra experiencia personal, nos ayudarán
a tener una vida larga y totalmente satisfactoria.
Debemos pues prestar oídos sordos a todos aquellos que se compadecen de los
“pobrecitos diabéticos” y que aconsejan soluciones milagrosas porque han escuchado que
dicen que a un vecino de Fulano un curandero le “recetó” unas hierbas que sumadas a unas
oraciones a San Zutano le libraron del pinchazo, o lo que es mejor, le curaron la diabetes;
seguro que conocen también a un diabético al que la insulina dejó ciego, una diabética que no
puede tener hijos o a alguien a quien le cortaron una pierna por culpa del azúcar. No vamos a
negar que cualquiera de la catástrofes anteriormente expuestas nos puede ocurrir con más
frecuencia que a una persona no diabética, pero si hacemos bien las cosas no tiene porque
pasar.
Pensemos por un momento que en lugar de comunicarnos que tenemos diabetes nos han
regalado un ultraligero y que no nos queda más remedio que pilotarlo; tenemos tres opciones.
1º. Subirnos a el, sin más, e intentar despegar.
2º. Confiar en la explicación de un amigo que una vez vio en una película como desde la torre
de control de un aeropuerto le decían a un pasajero de un avión que se había quedado sin
piloto como debía pilotar el aparato y que gracias a eso sabe como se hace.
3º. Aprender a pilotarlo asistiendo a las clases de un buen profesional que lleva años
enseñando a manejar aparatos de este tipo.
¿Cuál de las tres opciones elegiremos?. Sin duda alguna la 3ª . Pero debemos saber que a
pesar de que el instructor nos enseñará como hacerlo y quizás nos acompañe en los primeros
vuelos la responsabilidad de que el aparato se eleve y se mantenga en el aire es solamente
nuestra.
El profesional sanitario podrá evaluar nuestros avances en el conocimiento de la diabetes
por medio de nuestro Diario de Autoanálisis; este diario es un cuadernillo en el que
debemos ir anotando todas las incidencias que, relacionadas con nuestra enfermedad, nos
ocurran a lo largo del día y además los resultados de las determinaciones de glucosa en
sangre que, con la frecuencia y en el horario que nos han hincado, nos hemos ido haciendo;
si las instrucciones recibidas en cuanto a dieta, ejercicio físico y medicación han sido seguidas
correctamente al ver el diario, el educador, podrá decidir si se debe mantener el tratamiento o
modificarlo en alguno de sus puntos.
Los diabéticos con un nivel óptimo de conocimientos y debidamente entrenados, siempre
bajo la supervisión del educador, podrán subir un escalón más y practicar el Autocontrol, a
ese nivel y con los datos del Diario de Autoanálisis el propio paciente debe saber como,
cuando y porque modificar las pautas de su tratamiento y, dependiendo de las circunstancias,
inyectarse más o menos insulina, comer más o menos hidratos de carbono, hacer ejercicio o
permanecer en reposo.
9.
DIETA. El diccionario nos define dieta como regulación de los alimentos como medida
higiénica o terapéutica. A nosotros la dieta nos indicará que alimentos debemos tomar, que
cantidad y con que frecuencia dependiendo de las sustancias nutritivas que los compongan.
Sus objetivos principales son mantener el peso ideal, niveles óptimos de glucemia y un
buen estado nutricional para lo cual debe ser individualizada y adaptarse a las necesidades
6
de cada uno; estas necesidades dependen de factores como la edad, el sexo, peso o la
actividad física. Por ejemplo: El número de calorías/día para un adulto con una actividad física
moderada está entre 1.800 y 2.500; según el grado de obesidad o la intensidad de la actividad
física que desarrolle la persona estas cifras podrán aumentar o disminuir, dietas hipercalóricas
de más de 2.500 calorías en el caso de sujetos que estén sometidos a un gran esfuerzo (un
minero o un deportista de élite) o hipocalóricas de menos de 1.500 en los obesos.
Según esto la dieta debe de ser siempre individualizada y adaptarse tanto a las
necesidades como a las costumbres, tipo de vida y hábitos alimenticios de cada uno, por lo
que tampoco ha de ser restrictiva.
Lo ideal es hacer 5 ó 6 tomas de alimento a lo largo del día repartiendo entre ellas tanto las
calorías diarias como los principios inmediatos en la siguiente proporción:
- Desayuno: 15-20%.
- Media mañana: 10-15%.
- Comida: 30%.
- Merienda: 10-15%.
- Cena: 30%.
Estos principios inmediatos dependiendo de la función que realicen se pueden dividir en:
- Sustancias calóricas, encargadas de liberar energía.
- Sustancias acalóricas , sales minerales, vitaminas y agua, que no
aportan energía pero que son indispensables para la vida. Una dieta
equilibrada lleva estas sustancias en la cantidad necesaria por lo
que, salvo prescripción facultativa, no son necesarios aportes extras.
Deberá contemplar un aporte suficiente de vitaminas y sales minerales para lo cual se
deben incluir en ella todo tipo de alimentos, con lo que se consigue, además de una dieta
completa y equilibrada, eliminar la monotonía y el aburrimiento, que es el principal motivo del
fracaso a la hora de seguir cualquier tipo de dieta.
La dieta del diabético debe de ser rica en fibra. Esta se encuentra principalmente en los
cereales enteros, legumbres, fruta y verduras en general y, entre sus diversas funciones, tiene
especial interés para nosotros porque retrasa la absorción de la glucosa en el intestino, lo que
contribuye a disminuir los niveles de glucemia después de las comidas. También disminuye la
absorción del colesterol.
Una dieta equilibrada contiene la cantidad de fibra adecuada, por lo que no necesita
aportes extras.
Los alimentos que ingerimos están compuestos por sustancias que, una vez absorbidas
por el organismo, realizan en el diferentes funciones: liberar energía, formar parte de los
tejidos y moléculas, almacenarse como reserva, transformarse unos en otros dependiendo de
las necesidades del cuerpo o bien servir como catalizador para que todo lo anterior se pueda
llevar a cabo.
Las sustancia calóricas o principios inmediatos que componen los alimentos son:
. Hidratos de carbono. Deben aportar entre el 50 y el 60% del total de calorías diarias.
Su función es la de liberar energía y dependiendo de la rapidez con la que pasan a la
sangre pueden ser:
- Hidratos de carbono prohibidos.- Presentes en el azúcar y alimentos
confeccionados con ella.
- Hidratos de carbono de consumo calculado.- Contenidos en
legumbres, cereales (pan, arroz, pastas, ...), verduras (guisantes,
zanahorias, ...), fruta y leche.
. Grasas. Representan entre el 25 y el 30% del aporte total de calorías consumidas y su
función es energética. Dependiendo de su origen las grasas pueden ser:
- Grasas de origen vegetal.- Aceites que se extraen de los vegetales,
bien sea de sus frutos (oliva) o de sus semillas (girasol, soja, ...).
Salvo algunas excepciones (coco y palma) son buenos para el
colesterol y previenen las enfermedades coronarias.
- Grasas de origen animal.- Las que provienen de los animales (carne
o pescado) y que a su vez podemos dividir en visibles e invisibles.
Su consumo debe limitarse (al menos eliminando la parte visible)
7
porque, al contrario que las vegetales, son perjudiciales. Son
preferibles las del pescado a las de la carne.
. Proteínas. Aportan el 15% de las calorías totales y su función es plástica y reparadora.
Atendiendo a sus orígenes pueden ser:
- Animales.- Contenidas en las carne y en el pescado.
- Vegetales.- Contenidas principalmente en las legumbres.
Son preferibles las proteínas de origen animal a las de origen vegetal, y dentro de las
primeras las del pescado a las de la carne.
9.1. Consideraciones sobre algunos alimentos.
- Leche. Es uno de los alimentos más completos que existe pues
contiene, en las proporciones adecuadas, todos los principios
inmediatos necesarios.
Es necesaria en la alimentación de adultos por sus aportes
en vitaminas y minerales, principalmente calcio.
Su consumo puede hacerse en su forma natural o sus
derivados (yogur, queso, ...)
Debemos tener en cuenta que la leche descremada,
recomendable en el caso de que el consumo de grasa esté
restringido, tiene la misma cantidad de proteínas e hidratos de
carbono que la normal.
- Bebidas no alcohólicas. El agua es la única bebida indispensable
para el correcto funcionamiento del organismo que necesita, por
termino medio, entre 2 y 2,5 l. Diarios, de los cuales la mitad
aproximadamente los aportan los alimentos sólidos.
Es una bebida totalmente acalórica por tanto, es falso el mito
tan extendido de que el agua engorda.
Entre las bebidas no alcohólicas serán de consumo libre
para los diabéticos:
o Gaseosa blanca (Casera).
o Refrescos light (cola, tónica, ...).
o Infusiones (café, té, manzanilla, ...)
Los zumos de fruta industriales sin azúcar añadido se
deberán tomar sustituyéndolos por la misma cantidad de fruta.
Los refrescos tipo cola, extractos de frutas (naranja, limón,
...) o de plantas (tónica) están totalmente desaconsejados por su
alto contenido en azúcar.
- Bebidas alcohólicas No son aconsejables por el aporte calórico sin
ningún valor nutritivo que supone su consumo.
La toxicidad del alcohol puede dañar órganos como riñones,
hígado o estómago y además bloquea la liberación de las reservas
hepáticas de glucosa, lo que puede dar lugar a hipoglucemias
severas.
El bajo contenido alcohólico de algunas bebidas (cerveza,
vino, sidra, ...) permiten su consumo moderado.
Edulcorantes artificiales. La sacarina, ciclamatos y aspartamo no
aportan calorías y, en dosis habituales, no son perjudiciales para la
salud.
La fructosa, el sorbitol y el manitol terminan por convertirse en
glucosa y aumentan la glucemia, por tanto no son aconsejables.
- Alimentos especiales para diabéticos. No existen alimentos
especiales para diabéticos y el rótulo “ESPECIAL PARA
DIABÉTICOS” en el etiquetado no debe de engañarnos.
Normalmente se sustituye el azúcar de su composición por fructosa
o sorbitol pero, aunque el aporte calórico del edulcorante utilizado
fuese nulo, el contenido de hidratos de carbono, proteínas y grasas
8
continuaría siendo el mismo, por lo que no se deben tomar
libremente.
9.2. Hojas de dieta y tablas de equivalencia. El médico o el educador en diabetes
deberá entregar a cada paciente una hoja de dieta adaptada a sus necesidades
personales.
En dicha hoja figurarán el número de calorías a consumir y el reparto de las
mismas a lo largo de las diferentes comidas del día, así como un ejemplo del menú
diario en el que se detallen los alimentos a ingerir y el peso de los mismos.
Las hojas de dieta se complementan con las tablas de equivalencia. En estas
tablas los alimentos se dividen en diferentes grupos atendiendo a la proporción de las
sustancias nutritivas que contienen y a la función que realizan en el organismo.
Gracias a las tablas podemos hacer variaciones en el menú y cambiar unos
alimentos por otros del mismo grupo y cuyo contenido en principios inmediatos sea
equivalente.
Grupo
Leche
Proteicos
Farináceos
Grasas
Frutas
Verduras
Principales componentes
Leche, yogur, kéfir, queso, ...
Carne, pescados, huevos, ...
Legumbres, cereales, patata, pastas, ...
Aceites, frutos oleaginosos, ...
Frutas frescas, zumos, ...
Verduras
Función
Plástica
Plástica
Energética
Energética
Reguladora
Reguladora
Resumiendo, la dieta del diabético es una de las más sanas, en realidad es lo
que todo el mundo debería comer pues contiene los elementos necesarios y en las
cantidades adecuadas para lograr que el organismo funcione correctamente. En
ningún caso debe tomarse como un castigo sino como un medio para conseguir el
bienestar físico y psíquico óptimo.
10. EJERCICIO FÍSICO. El ejercicio físico esta considerado como una de las principales
medidas terapéuticas desde antes del descubrimiento de la insulina; en 1919 se demostró que
mejoraba de forma temporal la tolerancia a la glucosa y, por tanto, también la glucemia.
En la actualidad se considera que un programa de dieta y ejercicio físico es el
tratamiento más efectivo para los pacientes con DM 2 y que se debe reservar la medicación
para cuando estos por si solos no sean efectivos.
La práctica de un deporte de forma regular y el consiguiente entrenamiento muscular
conlleva un aumento de los receptores de insulina que poseen los músculos, lo que se
traduce en una mayor sensibilidad a esta y en un mejor aprovechamiento de los hidratos de
carbono. Por otra parte, el ejercicio desencadena una serie de mecanismos que hacen que el
organismo transforme las grasas acumuladas como reserva en ácidos grasos para poder ser
utilizados como fuente de energía en lugar de la glucosa; esta última servirá para reponer los
depósitos de glucógeno muscular y hepático una vez finalizado el ejercicio.
10.1. El diabético y el ejercicio físico. La práctica de ejercicio por parte del diabético debe
ser:
- Voluntaria.
- Dependerá de los gustos, aptitudes y capacidad física de cada
individuo.
- Deberá de estar programado en cuanto a duración e intensidad.
- Son preferibles los deportes que suponen un esfuerzo continuo y
prolongado (ciclismo, natación, pasear, ...) a los que necesitan un
gran esfuerzo en un corto espacio de tiempo (pesas, culturismo, ...).
- Siempre que sea posible se realizará en compañía, conociendo los
demás nuestra condición de diabéticos.
9
No son aconsejables los deportes de riesgo (submarinismo,
alpinismo, ...).
10.2. Planificación del ejercicio. A la hora de planificar el ejercicio, siempre de acuerdo
con nuestras posibilidades y preferencias, debemos considerar los siguientes puntos:
- Duración e intensidad del ejercicio.
- Modificación de pautas de insulina en el caso de los DM 1.
- Aumento de la ingesta de hidratos de carbono antes, durante y
después del ejercicio a realizar.
- Determinación de la glucemia antes del ejercicio:
o < de 100 mg./dl.
Realizar una toma de hidratos de carbono.
o Entre 100 mg./dl. y 250 mg./dl.
Realizar el ejercicio con normalidad.
o > de 250 mg./dl.
Retrasar el ejercicio y determinar la presencia de cuerpos
cetónicos en orina. En el caso de aparecer estos está
totalmente contraindicada la práctica de ejercicio y
debemos ponernos en contacto con nuestro médico.
Es el médico o educador en diabetes quien, en cada caso en particular, deberá
recomendar el tipo y cantidad de ejercicio que el diabético debe realizar pues, además
de los beneficios que aporta, existen una serie de contraindicaciones que hay que
tener muy en cuenta.
10.3. Beneficios del ejercicio físico. La práctica regular y controlada de ejercicio físico
conlleva los siguientes beneficios:
- Disminución de la glucemia y mejora del control a largo plazo.
- Aumento de la sensibilidad a la insulina.
- Disminución de los niveles de colesterol “malo” y aumento de los del
“bueno”,
- Mejora de la tensión arterial.
- Aumento del consumo de calorías, lo que reduce el riesgo de
obesidad.
- Disminución del pulso y del trabajo cardíaco.
- Aumento de la capacidad física de trabajo.
- Aumento de la calidad de vida y de la sensación física de bienestar.
10.4. Contraindicaciones.
- Hipoglucemia durante o después del ejercicio.
- Hiperglucemia durante o después de un ejercicio de gran intensidad.
- Aumento rápido de la glucemia y de los cuerpos cetónicos en
pacientes mal controlados.
- Aumento del riesgo de complicaciones en enfermedades
cardiovasculares ya diagnosticadas.
- Empeoramiento de las complicaciones crónicas.
-
11. MEDICACIÓN. Para el tratamiento de la diabetes existen dos tipos de medicación: la
insulina y los antidiabéticos orales. Por regla general los DM 1 necesitan insulina para el
tratamiento y control de su enfermedad y los DM 2 antidiabéticos orales y cuando estos
fracasan insulina, aunque en muchos de estos casos, como ya hemos dicho anteriormente,
les basta con la práctica regular de ejercicio físico y una dieta adecuada para mantener unos
niveles óptimos de glucemia, por lo que no precisan de ninguna medicación adicional.
11.1. Antidiabéticos orales. El DM 2 necesita tomarlos en los casos en los que la dieta y
el ejercicio no bastan por si solos para mantener la glucemia controlada.
Los antidiabéticos orales son una serie de sustancias químicas que,
administradas por vía oral, estimulan el páncreas para que produzca insulina o
potencian el efecto de esta mejorando su absorción por parte de los músculos; otros
retrasan o disminuyen la absorción de los hidratos de carbono a través del intestino.
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Dependiendo del tipo de diabetes, el médico y solo el médico decidirá que
clase de antidiabético oral y en que dosis debe tomar cada paciente, si tomará solo de
un tipo o necesitará mezclar varios y solo el deberá hacer las modificaciones que en
cada momento estime oportunas. Recordemos que “no existe la diabetes, sino
diabéticos” y en cada caso las necesidades son distintas y, por tanto, los tratamientos
también lo son; lo que a nuestro vecino le va estupendamente puede ser perjudicial
para nosotros y llegar a causarnos serios problemas.
Es muy importante, cuando se están tomando antidiabéticos orales, respetar
la dieta y los horarios, tanto para el ejercicio como para la comida.
Los antidiabéticos orales están contraindicados en los siguientes casos:
- Diabetes tipo 1.
- Insuficiencia hepática o renal.
- Cetoacidosis.
- Diabéticas embarazadas.
- Diabetes gestacional.
- Infecciones y cirugía.
Entre los efectos secundarios más frecuentes podemos encontrar:
- Hipoglucemias por administración o indicación inadecuada o por
asociación con otras sustancias que potencian sus efectos.
(aspirinas, alcohol, ...).
- Problemas de tipo digestivo.
- Alergias.
- Ictericia.
- Intolerancia al alcohol.
- Alteraciones en la eliminación de agua: retención o diuresis
excesiva.
11.2. Insulina. Un segundo grupo de diabéticos, los que necesitan inyectarse insulina, está
formado por los tipo 1, los tipo 2 en los que el tratamiento a base de AO ha fracasado
o que no los toleran por diferentes problemas, las diabéticas embarazadas y las
gestacionales.
La insulina es una hormona que, en el caso de las personas no diabéticas, se
produce en las células Beta del páncreas. Su función principal es la de permitir el
aprovechamiento, por parte de las células, de las sustancias energéticas. Es una
sustancia que resulta imprescindible para la vida, fabricada por el organismo y que,
por tanto, en contra de lo que popularmente se cree no tiene contraindicaciones, la
insulina no provoca ceguera, no agrava la situación de los diabéticos y no crea hábito
ni dependencia porque no es ningún tipo de droga. Si es verdad que el que comienza
a inyectarse ya no va a dejar de hacerlo pero porque su organismo ha dejado de
fabricarla y, como ya hemos dicho antes, la insulina es imprescindible para la vida.
El que un diabético se administre insulina tampoco quiere decir que esté más
enfermo o que su enfermedad sea más grave, lo único que ocurre es que sus
necesidades han cambiado; por utilizar un tipo determinado de medicación,
antidiabéticos orales o insulina, no se es ni más ni menos diabético. En la actualidad
las insulinas de origen animal (porcinas o bobinas) han sido sustituidas por las
obtenidas por ingeniería genética creándose una insulina idéntica a la humana
(humanizada) con lo que los efectos secundarios que, a pesar de su alto grado de
purificación, provocaban las primeras se han eliminado.
Los efectos secundarios o complicaciones del tratamiento insulínico son:
- Hipoglucemia. Efecto Somogi (rebote).
- Edema insulínico.
- Alergia; muy raras veces desde la utilización de insulinas
humanizadas.
- Resistencia a la insulina.
- Lipodistrofias. Se previenen con una adecuada rotación de las zonas
de inyección.
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Dependiendo del tiempo que dura su acción una vez inyectadas las
insulinas se dividen en:
- Análogos: De reciente creación, su aspecto es totalmente
trasparente, como agua; comienza a hacer efecto inmediatamente
después de la inyección y su duración máxima oscila entre las 2 y 3
horas.
- Rápidas: Con el mismo aspecto que la anterior, su efecto comienza
a los 30’ de la inyección y alcanza su máxima efectividad entre las 2
y las 4 horas. Su duración es de unas 6 horas aproximadamente.
- Intermedias: De aspecto lechoso, su efecto comienza al cabo de 1 h.
30’ de su inyección; alcanza su máxima efectividad entre las 4 y las
8 horas y su duración es de unas 18 horas.
- Lentas: De aspecto lechoso, su efecto comienza a las 2 h. 30’ de su
inyección; no tienen un efecto máximo sino que se mantiene más o
menos estable durante el tiempo que dura su acción que viene a
oscilar entre las 24 y las 36 horas.
- Mixtas: Mezclas al 10, 20, 30, 40 y 50% de insulinas rápida e
intermedia.
Hoy por hoy, a pesar de las numerosas investigaciones que se vienen
realizando en este sentido, la única forma de administrar la insulina es mediante
una inyección que puede ser subcutánea o intravenosa en el caso de los análogos
o insulinas rápidas, o solo subcutánea en el resto de los casos.
Al igual que en el caso de los antidiabéticos orales es el médico quien debe
indicar la conveniencia o no de la utilización de insulina, el tipo o mezclas y la
pauta de administración. En ningún caso el diabético utilizará la insulina para poder
permitirse transgresiones dietéticas o de cualquier otro tipo.
12. COMPLICACIONES. Las descompensaciones metabólicas producidas por la diabetes
pueden dar lugar a una serie de complicaciones que, dependiendo de si son o no reversibles,
pueden ser agudas o crónicas.
12.1. Complicaciones agudas. Son las complicaciones que aparecen provocadas por una
descompensación momentánea y que remiten con un tratamiento adecuado. Las
complicaciones agudas más frecuentes de la diabetes son:
- Hipoglucemias.
- Hiperglucemias.
- Cetonurias.
12.1.1. Hipoglucemia. Se llama hipoglucemia al descenso brusco de los niveles
de glucosa en sangre (“bajada de azúcar”), por debajo de los 70-80 mg./dl..
Pueden catalogarse como leves, moderadas y graves.
Los síntomas de la hipoglucemia son:
- Irritabilidad.
- Temblores.
- Palpitaciones.
- Palidez.
- Hambre.
- Sudoración.
Estos síntomas son consecuencia de los mecanismos de defensa
que el organismo pone en marcha para aumentar el nivel de glucosa en
sangre por medio de hormonas antagonistas de la insulina (adrenalina,
glucagón, ...) los tres primeros; disminuyendo el calibre de los vasos
sanguíneos, lo que provoca la palidez; aumentando la sensación de
hambre para avisarnos de que debemos ingerir hidratos de carbono con
urgencia y eliminando agua para aumentar la concentración de glucosa.
Si la hipoglucemia persiste y el cerebro se encuentra falto de energía
aparecen:
- Mareos.
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Visión borrosa.
Cansancio.
Dolor de cabeza.
Estos síntomas, en el caso de presentarse una hipoglucemia,
pueden aparecer todos, tan solo alguno de ellos o ninguno por lo que es de
vital importancia aprender a conocer bien la propia diabetes y hacer
frecuentes controles de glucemia que nos indiquen como nos encontramos
en cada momento.
Las hipoglucemias pueden producirse por una sobredosis de
insulina o antidiabéticos orales, la omisión de una comida o retraso en el
horario de la misma o por la realización de un ejercicio físico excesivo o no
previsto.
La forma de evitarlas es, en el primer caso, aumentar la ingesta de
hidratos de carbono; no saltarnos nunca ninguna comida, si por cualquier
causa no nos apetece comer podemos tomar zumos de frutas o cualquier
alimento ligero rico en hidratos de carbono, si no queda más remedio que
retrasar la hora de comer tomaremos algún aperitivo. En el caso del
ejercicio físico, si lo tenemos previsto, disminuiremos la dosis de insulina o
aumentaremos la ingesta de hidratos de carbono antes del ejercicio y, si
fuera necesario porque este se prolongase, durante el mismo y una vez
finalizado este.
Si, a pesar de todas las precauciones, se presenta una
hipoglucemia la forma de operar para solucionar el problema es la
siguiente:
- Cuando el enfermo está consciente.
. Comprobar, si se puede, por medio de tira reactiva que realmente
se trata de una hipoglucemia en cuanto se noten los primeros síntomas.
. Administrar por vía oral cualquier alimento o bebida rico en hidratos
de carbono de absorción rápida (azúcar, pan, zumo de frutas natural o
refrescos tipo cola). Para el diabético es imprescindible llevar siempre en
el bolsillo azúcar, glucosa o algún alimento rico en hidratos de carbono.
. Permanecer en reposo hasta que desaparezcan los síntomas.
- Cuando el enfermo está inconsciente.
Puede darse el caso, bien porque la hipoglucemia aparezca de
forma totalmente inesperada o porque no se distingan los síntomas a
tiempo, de que el enfermo pierda el conocimiento; en estas
circunstancias los familiares, amigos o cualquier persona que pueda leer
la identificación de la que todo diabético debe ir provisto deberá hacer lo
siguiente:
. Avisar inmediatamente al Servicio de Urgencias.
. Comprobar, si se puede, por medio de una tira reactiva que se
trata de una hipoglucemia; si no se puede realizar la determinación se
actuará como si se tratara de una hipoglucemia aunque solo se tenga la
sospecha de que así es.
. Bajo ningún concepto se intentará administrarle algún alimento o
bebida por vía oral.
. Si se dispone de Glucagón se administrará una ampolla por vía
subcutánea, igual que la insulina, y se avisará de forma inmediata al
Servicio de Urgencias. En caso necesario se puede repetir la inyección
de Glucagón al cabo de 10’. Se comunicará al Servicio de Urgencias si
se ha puesto Glucagón y a que hora.
12.1.2. Hiperglucemia. La Hiperglucemia es el efecto contrario, niveles muy altos
de glucosa en sangre producidos por falta de insulina, fracaso de los
antidiabéticos orales, transgresiones dietéticas o descompensaciones
metabólicas producidas por infecciones o enfermedades intercurrentes.
-
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Se puede diagnosticar mediante determinación domiciliaria con tira
reactiva o analítica en un laboratorio. Aún sin estos métodos es fácilmente
identificable pues aparece la sintomatología clásica de la diabetes si la
hipoglucemia es mantenida.
El tratamiento consiste en modificar pautas de insulina, cambio de
antidiabéticos orales a insulina y corregir errores dietéticos. En el caso de
infecciones es aconsejable aumentar las dosis de insulina e, incluso,
cambiar el tratamiento a base de antidiabéticos orales por insulina hasta
que desaparezca; una vez corregido el problema se podrá volver a las
pautas anteriores.
12.1.3. Cetonuria. Es la presencia de cuerpos cetónicos en orina provocada por la
descomposición de las grasas que el organismo almacena como reserva
de energía y que metaboliza cuando le faltan hidratos de carbono, ya sea
por exceso de actividad, por falta de insulina o por que no se han ingerido.
Para poder ser asimiladas las grasas se desdoblan en ácidos grasos y
cuerpos cetónicos; estos últimos son un residuo tóxico que pasa a la
sangre y se elimina a través de la orina principalmente. Cuando la
concentración de cuerpos cetónicos en sangre es muy elevada se produce
un envenenamiento que puede dar lugar a problemas serios (coma).
Normalmente la cetonuria aparece junto a la Hiperglucemia,
aunque también puede aparecer como consecuencia de las hipoglucemias,
y se puede diagnosticar mediante determinación domiciliaria en orina con
tira reactiva. Dependiendo del color que tome el reactivo impregnado y
comparándolo con la gama de colores conoceremos la concentración de
cuerpos cetónicos en orina:
(-)
negativa
(+)
leve
(++) moderada
(+++) alta
Una concentración alta se puede distinguir por algunos síntomas
característicos como pueden ser mal sabor de boca, mal aliento y el olor de
la orina (a manzanas).
El tratamiento consiste en una dieta rica en hidratos de carbono
(galletas, arroz blanco, ...), prohibición absoluta de grasas, administración
de insulina rápida y modificación (al alza) de las pautas de insulina. En el
caso de los DM 2 se sustituirán de forma temporal, hasta que se solucione
el problema, los antidiabéticos orales por insulina.
12.2. Complicaciones crónicas. Las complicaciones crónicas provocadas por la diabetes
suelen aparecer, por regla general, a largo plazo (después de 10 años o más de
evolución de la enfermedad) y cuando no se ha tenido un buen control metabólico.
Pueden ser de dos tipos:
- Vasculares, las que afectan a los vasos sanguíneos, que a su vez se
dividen, según sea a los pequeños o grandes vasos, en:
o Macroangiopatías.
o Microangiopatías.
- Neurológicas, las que afectan a los nervios.
Suelen aparecer a nivel ocular, renal, de los nervios periféricos, cardiovascular,
cutáneo y de las articulaciones. Las lesiones oculares y renales son más frecuentes
en el DM 1 y las arterioscleróticas en el DM 2, siendo las neuropatías comunes para
ambos.
Se supone que este tipo de complicaciones están provocadas por hiperglucemias
mantenidas durante largos periodos de tiempo. La prevención, mediante un riguroso
control procurando siempre mantener las cifras de glucemia lo más cercanas posible
a las de la normalidad es el mejor tratamiento a seguir para retrasar su aparición lo
más posible e incluso evitarla.
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Una vez aparecidas las lesiones estas son de carácter irreversible y los
tratamientos de las mismas están destinados a detener su avance por lo que son de
vital importancia las revisiones periódicas de los órganos que pudieran resultar
afectados para poder actuar sobre ellas desde su origen.
13. Cuidados higiénicos. Al presentar una elevada concentración de glucosa en los tejidos y por
su predisposición a padecer complicaciones que afectan al sistema nervioso periférico y al
sistema vascular, los diabéticos tienen una especial tendencia a padecer infecciones leves
que, sin el tratamiento adecuado, pueden dar lugar a situaciones desagradables y ocasionar
problemas muy graves.
La mejor forma de evitar estas complicaciones es llevando un riguroso control metabólico,
una extremada higiene corporal, seguimiento de normas de vida saludables y renuncia a
tóxicos como drogas, tabaco y alcohol.
Las infecciones más frecuentes se presentan en los siguientes órganos:
- Piel.
- Boca.
- Pies.
- Ojos.
- Genitales.
13.1. Piel. Entre las infecciones dermatológicas que con mayor frecuencia se dan en la piel
de los diabéticos se pueden destacar las bacterianas y las producidas por hongos.
Consejos:
- La mejor medida preventiva es la ducha diaria con agua tibia y jabón
neutro, lavando con especial cuidado los pliegues, las zonas pilosas
y los genitales, secándose con especial cuidado utilizando una toalla
suave para evitar traumatismos en la piel.
- Buen control metabólico.
- Buena higiene de la ropa. Utilizaremos siempre que nos sea posible
ropa fabricada con fibras naturales.
- Precaución al utilizar desodorantes.
- Evitar erosiones, rozaduras y traumatismos.
- Consultar con el dermatólogo siempre que aparezca algún tipo de
lesión.
13.2. Boca. En los diabéticos descompensados, como consecuencia de la deshidratación
producida, se fabrica menos saliva y esta tiene una concentración de glucosa mucho
mayor que si el control glucémico es bueno, lo que provoca que la aparición de
infecciones bucales sea más frecuente y que estas sean más agresivas.
Consejos:
- Buen control metabólico. Intensificar el Autoanálisis en el caso de
que aparezca una infección.
- Limpieza de la cavidad bucal (dientes, lengua, encías y parte interna
de las mejillas) con un cepillo de cerdas no demasiado duras, pasta
dental fluorada no abrasiva y seda dental.
- Revisión, como mínimo una vez al año, por el dentista.
- Extracción de las piezas afectadas por caries para evitar su
propagación.
13.3. Pies. Las lesiones en los pies constituyen una de las principales complicaciones para
el diabético. Su atención es fundamental para evitar graves consecuencias
provocadas por:
- Mala irrigación de los tejidos.
- Infecciones sobreañadidas.
Los problemas más frecuentes son:
- Callos y durezas.
- Sequedad de la piel y grietas.
- Infecciones por hongos.
- Signos de mala circulación.
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-
o Claudicación intermitente.
o Cicatrización lenta de las heridas.
o Palidez y frialdad.
Uña encarnada.
Consejos:
No poner los pies en remojo demasiado tiempo.
Lavado diario con agua tibia y jabón neutro.
Buen secado, con especial atención a las zonas interdigitales.
Aplicar talco a las pieles húmedas y crema hidratante a las pieles
secas.
- Evitar rozaduras.
- Utilizar calzado de piel cerrado, cómodo, flexible y ajustado pero sin
apretar. Es aconsejable que el tacón no supere los 4 cm.
- Nunca caminar descalzo.
- Utilizar medias y calcetines de fibras naturales, sin costuras y que la
parte superior no oprima la pierna. Cambiarlos a diario.
- No utilizar bolsas de agua caliente.
- No utilizar callicidas ni objetos cortantes para eliminar callos.
- Observación diaria de los pies en busca de lesiones; en caso
necesario nos ayudaremos con un espejo y una lupa.
- Para las uñas, no utilizar nunca objetos punzantes ni cortantes. No
deben cortarse, sino limarse utilizando preferentemente limas de
cartón en lugar de metálicas. El borde de la uña debe quedar recto y
nunca más allá de donde terminan los dedos.
- Caminar diariamente y realizar ejercicios que activen la circulación
sanguínea.
- Son muy conveniente las visitas periódicas al podólogo.
13.4. Ojos. La mejor forma de evitar los problemas oculares es la prevención y para ello
visitaremos al oftalmólogo al menos una vez al año. No debemos confundir
oftalmólogo con óptico.
13.5. Genitales. Utilizaremos siempre ropa interior cómoda y transpirable y confeccionada
con fibras naturales. A la hora de mantener relaciones sexuales es aconsejable, si la
pareja no es estable, la utilización de preservativo para evitar infecciones y
enfermedades de trasmisión sexual.
-
14. Prevención. Como ya hemos dicho anteriormente en la aparición de la diabetes, tanto en la
tipo 1 como en la tipo 2, influyen una serie de factores que nos permiten identificar grupos de
personas con riesgo de desarrollar la enfermedad:
- Factores genéticos: personas con antecedentes familiares (padres o
gemelo idéntico diabético tipo 1 ó 2).
- Factores ambientales y culturales.
o Obesos.
o Personas sedentarias.
o Dietas ricas en grasas e hidratos de carbono.
o Edad.
o Ingesta excesiva de alcohol.
- Otros.
o Diabéticas gestacionales.
o Accidentes pancreáticos.
No quiere decir esto que las personas incluidas en estos grupos de riesgo, por
contar con uno o varios de estos factores, tengan que convertirse necesariamente en
diabéticos.
Contra la herencia, de momento, poco podemos hacer; sabemos que la diabetes
permanece latente hasta que un desencadenante hace que se manifieste. Después de una
situación de estrés, un traumatismo o una infección de tipo vírico puede aparecer una
diabetes, por eso se considera una buena medida preventiva las vacunaciones, sobre todo
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a partir de cierta edad, para evitar en lo posible episodios infecciosos (gripes, catarros, ...)
que puedan servir de catalizador.
En cuanto a los factores ambientales y culturales, la prevención pasa por llevar una
vida sana, mantener el peso ideal, ejercicio físico, dieta equilibrada, prescindir en lo posible
del tabaco, el alcohol y las drogas, ...; ni más ni menos que lo que todo el mundo debería
hacer para mantenerse sano y en forma. Cuidarse no debería suponer un sacrificio si
tenemos en cuenta los beneficios físicos y psíquicos que obtendremos a cambio.
Si, a pesar de todas estas precauciones, terminamos siendo diabéticos debemos
dar a la enfermedad la importancia y la trascendencia que realmente tiene. Un diabético es
una persona normal, capaz de desarrollar cualquier tipo de actividad que se proponga y sin
más limitaciones que las que el mismo se cree.
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