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RED POR UNA AMERICA LATINA
LIBRE DE TRANSGENICOS
BOLETÍN Nº 13
Estimd@s amig@s:
A continuación enviamos dos reportes sobre papaya (o lechosa) transgénica. El uno
es una denuncia hecha por la Red de Acción en Alternativas al Uso de Agrotóxicos de
Venezuela, y la otra es una nota de prensa de Hawaii.
Es importante notar que la papaya es un cultivo tropical, que ya está en el mercado, y
que se está haciendo ensayos a distintos niveles sobre papaya transgénica en varios países de América Latina tropical, por lo que hemos creido importante enviar estas notas.
Elizabeth
Ana Lucía
RAPAL-VE DENUNCIA TRANSGENICOS EN VENEZUELA
LORNA HAYNES
Universidad de los Andes
RAPAL-VE, Red de Acción en Alternativas al Uso de Agrotóxicos de Venezuela, denuncia
la liberación al ambiente de plantas transgénicas lo que constituye un riesgo ambiental
muy grave, además de un problema potencial de salud pública. Lorna Haynes, coordinadora para RAPAL-VE de la región andina, señala que un grupo de investigadores de
la Universidad de los Andes (ULA) está realizando ensayos de campo en la estación experimental de FONAIAP (Fondo Nacional de Investigación Agropecuaria) en Lagunillas,
Estado Mérida, con plantas transgénicas de lechosa desarrolladas en los laboratorios
de la ULA. Esta estación experimental está situada en una zona donde se cultiva la lechosa (papaya) en patios y huertos familiares de manera que no se puede descartar la
posibilidad de que se produzca “contaminación genética” de la lechosa en los huertos
y jardines. No hubo consulta pública antes de iniciar el ensayo. Aunque dicha consulta
no es una obligación legal porque en Venezuela no se ha implementado un código de
bioseguridad, RAPAL-VE considera que es una cuestión de responsabilidad social.
Plantas transgénicas
Las plantas transgénicas son plantas que han sido modificadas genéticamente: contienen uno o más genes de otra especie. Hasta ahora, las principales modificaciones
realizadas en cultivos involucran la introducción en el genoma de la planta de genes
procedentes de microorganismos como bacterias y virus. Son modificaciones que no
ocurren en la naturaleza. Los mecanismos naturales de evolución han influido en el
desarrollo de cada especie en ámbitos específicos, con interacciones con la flora y la
fauna existentes y bajo un contexto geológico y climático particular. En otras palabras,
la evolución natural de las especies está vinculada con el ecosistema de que forman
parte. A diferencia de estos procesos evolutivos, la modificación genética se realiza en
laboratorios con genes de otras especies y en aislamiento del medio ambiente, de tal
modo que se desconoce cuál pueda ser el comportamiento de la planta transgénica en
el entorno natural.
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Riesgos ambientales
Uno de los principales problemas asociados con el uso de plantas transgénicas es que si las plantas transgénicas se cruzan con plantas no transgénicas, el transgén pasará a las semillas de las plantas no-transgénicas,
dando así una descendencia de plantas transgénicas. Este proceso es irreversible. Se corre el peligro de que las plantas transgénicas reemplacen
las variedades tradicionales y locales. De hecho, en el caso de que el polen
escape del cultivo transgénico y fertilice una especie silvestre del cultivo,
se contaminaría para siempre una fuente invalorable de diversidad. En el
caso del citado experimento en Lagunillas, es inevitable que haya escape
de polen que pueda polinizar los cultivos locales.
Como los cultivos transgénicos contienen genes diferentes de los de las plantas normales, se producen nuevas sustancias en estas plantas. Estas sustancias pueden resultas
tóxicas, no sólo para los seres humanos sino también para los insectos, pájaros o microorganismos que se nutren de dichas plantas. Se ha detectado efectos sobre microorganismos en la rizósfera (las raíces y su entorno en el suelo.) No se puede garantizar
la estabilidad genética de la planta transgénica: es decir, no se sabe si será susceptible
a mutarse. Para poder pronunciar sobre esta posibilidad, se tendría que estudiar la estructura genética de estas plantas durante años y bajo diferentes condiciones ambientales. Los ecosistemas son redes intricadas de interrelaciones, y es imposible predecir
todas las consecuencias que una alteración aparentemente pequeña pueda inducir a
lo largo del tiempo.
Riesgos para la Salud
Puesto que no se sabe cuáles sustancias nuevas pueden aparecer en la planta debido
a la trangenización, se deben someter los alimentos transgénicos a estudios rigurosos
de alergenicidad y toxicidad a largo plazo (20 a 40 años.) Evidentemente, esto no se ha
llevado a la práctica ni se pretende hacerlo con los cultivos transgénicos. La comunidad
de Lagunillas tampoco va a saber si la planta de lechosa que nace en su huerto es
transgénica o no. Otro problema asociado con la producción de cultivos transgénicos
es que en el mismo proceso de trangenización se introducen genes que le proporcionan a la planta resistencia a ciertos antibióticos; en el citado caso, se trata de la resistencia a la kanamicina. Existe la preocupación de que esto puede llevar la evolución a
favor de microorganismos resistentes a kanamicina lo que debilitaría o destruiría la
utilidad para el ser humano de dichos antibióticos.
Rechazo y moratoria
Frente a éstos y otros riesgos, los consumidores europeos han insistido
que
se
dicte una moratoria sobre el uso de cultivos transgénicos. En Gran Bretaña, el rechazo
por parte del público ha sido tan contundente que las principales cadenas de supermercados se han visto obligadas a eliminar estos productos, y ahora garantizan a sus
consumidores que no venderán nada que contenga material transgénico. En un informe titulado: “The Impact of Genetic Modification on Agriculture, Food and Health” (El
impacto de la Modificación Genética sobre la Agricultura, los Alimentos y la Salud), la
prestigiosa British Medical Association (Asociación Británica de Medicina) aconsejó al
gobierno británico no autorizar el uso de alimentos de organismos genéticamente modificados (OGM) hasta que su seguridad haya sido probada. Sostiene esta asociación
que el estado actual del conocimiento sobre los riesgos de los productos transgénicos
es insuficiente para justificar su uso. En los Estados Unidos, la Agencia de Alimentos
y Drogas (FDA) enfrenta litigios de organizaciones de consumidores y está re-examinando la cuestión de los riesgos de los alimentos producidos con cultivos transgénicos.
Más aún, El Protocolo de Bioseguridad de la ONU, acordado en enero de este año, defiende el Principio de Precaución que proclama que no se debe realizar ninguna acción
que tenga la posibilidad de causar consecuencias catastróficas, aún cuando no existan
pruebas científicas sobre dichos riesgos.
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Y en Venezuela, ¿qué?
Uno se pregunta: ¿ Por qué en Venezuela se permite realizar el mencionado ensayo
en Lagunillas? El problema es que no existe ningún reglamento al respecto, y el público desconoce los riesgos. Debemos señalar que la ULA no es la única institución
que realiza este tipo de ensayos. La Fundación Polar está trabajando con maíz y arroz
transgénicos desde hace años, además de aplicar la ingeniería genética para la estabilización de las levaduras utilizadas en la fabricación de la cerveza. Tampoco sabemos
si los productos de consumo que se venden en nuestros supermercados provienen de
cultivos transgénicos. Es probable que los alimentos importados de los Estados Unidos derivados de la soya, del tomate y del maíz sean productos de este tipo de cultivo,
puesto que en este país se producen transgénicos de estos cultivos y, hasta ahora, no
se ha separado la cosecha transgénica de la no transgénica. Los consumidores más
exigentes de Europa insisten en que toda materia genéticamente modificada lleve una
etiqueta para informar al consumidor, proporcionándole así la opción de rechazar estos
productos. Aquí, en Venezuela, no sabemos lo que estamos consumiendo. Es urgente
que se ponga en práctica los derechos del consumidor a la información veraz. RAPALVE rechaza todo uso de los cultivos transgénicos y alimentos derivados de ellos.
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Cultivos de papa Big Isle (transgénica)
De acuerdo al jefe de agricultura, Nakatani la economía de mercado ha obligado a la
industria de la papaya a repensar que hacer con las variedades de las tan publicitadas
papayas transgénicas.
El mercado japonés, que constituye el 40% de las ventas potenciales, ha cerrado sus
puertas a las frutas transgénicas, dijo Nakatani... mientras los cultivadores de papaya
reconocen que están obteniendo mejores precios por las variedades antiguas de papaya. Por ejemplo la variedad Kapoho Solo cuesta 60 centavospor libre, mientras que la
variedad alterada Rainbow cuesta 20 centavos por libra, dijeron.
Las papayas Rainbow papayas tienen una vida más corta antes de que se pudra, y su
tamaño es muy grande, lo que hace que los costos de transporte sean más altos. Además, esta variedad ha demostrado tener menos resistencia a las enfermedades de lo
que se había promocionado, dijo Durkan
Hawaii Tribune-Herald, April 7, 2000
Si usted quiere saber sobre los riesgos de secuencias de virus, puede encontrar en:
www.btinternet.com/~nlpwessex/Documents/gmviralriskusda.htm
www.btinternet.com/~nlpwessex/Documents/gmviral.htm
www.btinternet.com/~nlpwessex/Documents/camv.htm
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