Download Disfagia y regurgitación

Document related concepts

Reflujo gastroesofágico wikipedia , lookup

Esofagitis eosinofílica wikipedia , lookup

Dieta blanda wikipedia , lookup

Bifosfonato wikipedia , lookup

Ácido ibandrónico wikipedia , lookup

Transcript
Disfagia y regurgitación: enfermedades esofágicas
Ángel Sainz
Hospital Clínico Veterinario Complutense
Departamento de Medicina y Cirugía Animal
Facultad de Veterinaria
Universidad Complutense de Madrid
Son múltiples las patologías faríngeas y esofágicas que se pueden presentar en pequeños
animales, cursando la mayoría de ellas con cuadros de disfagia y regurgitación. Estadísticamente
son mucho menos habituales las enfermedades faríngeas. Desde un punto de vista práctico, es útil
ver comer al animal en la consulta en casos de disfagia, para distinguir si se trata de disfagia
orofaríngea o esofágica. Las primeras se suelen caracterizar por dificultad en la prensión del
alimento, movimientos de gagging y caída de comida de la boca.
Si se confirma la existencia de disfagia orofaríngea, deben descartarse cuadros que cursen con
dolor en la boca (entre ellos, las faringitis). Las faringitis muchas veces son sólo la manifestación
más externa de un proceso inflamatorio que se extiende hacia el interior del aparato digestivo o
respiratorio. Otras causas de disfagia orofaríngea son la presencia de cuerpos extraños en boca,
enfermedades neuromusculares o neurológicas, acalasia cricofaríngea o neoplasias.
Si se confirma la existencia de disfagia esofágica, son múltiples las patologías esofágicas que
se pueden presentar en perros y gatos, produciendo otros muchos signos clínicos. A
continuación expondremos algunas de las enfermedades esofágicas más habituales en la
clínica de pequeños animales. Concretamente nos referiremos a las esofagitis, las dilataciones
esofágicas y las obstrucciones esofágicas; además, abordaremos diferentes aspectos de las
estenosis esofágicas, las hernias de hiato y las anomalías vasculares congénitas.
ESOFAGITIS
Entre las causas que pueden producir esofagitis, destacan los traumatismos directos sobre la
mucosa esofágica provocados por agentes cáusticos (como el litio que contienen las pilas
botón) o irritantes, alimentos muy calientes o muy fríos, cuerpos extraños, etc. En muchas
1
ocasiones, las esofagitis son secundarias a patologías que cursan con un cuadro grave de
vómitos.
Algunas enfermedades infecciosas como las calicivirosis felinas o el moquillo canino pueden
cursar con esofagitis. Aunque son poco frecuentes, también se han descrito infecciones por
Candida albicans en pacientes con megaesófago o en gatos con inmunodeficiencia felina.
En los últimos años se ha asociado la administración de diferentes fármacos como la
doxiciclina o la clindamicina con la presentación de esofagitis en la especie felina. Estas
esofagitis pueden ser tan importantes que en ocasiones provocan cuadros de estenosis
esofágicas.
Dentro de las esofagitis, destacaremos la esofagitis por reflujo, la cual constituye una entidad
propia en el perro y en el gato. La esofagitis por reflujo se asocia con un mal funcionamiento
del esfínter gastroesofágico (GES) que permite el reflujo de contenidos gástricos hacia el
esófago o bien del propio esófago que no es capaz de devolver el reflujo hacia el estómago.
En cuanto a los factores que predisponen a la presentación de esofagitis por reflujo en
pequeños animales, cabe señalar que la secreción de saliva y su deglución (la cual estimula el
peristaltismo esofágico primario) están marcadamente disminuidas durante el sueño y la
anestesia, asociándose habitualmente estos periodos con situaciones de mayor riesgo para el
desarrollo de esofagitis. Además, múltiples fármacos habitualmente empleados en protocolos
anestésicos disminuyen el tono del esfínter gastroesofágico. Los periodos de ayuno
prequirúrgicos superiores a las 24 horas parecen predisponer a la presencia de esofagitis por
reflujo, siendo recomendable un periodo de 8-12 horas.
Algunas alteraciones anatómicas como la hernia de hiato predisponen a la presentación de
esofagitis por reflujo, debido a que se favorece el paso de reflujo al esófago y, por otro lado, se
enlentece el posterior paso de dicho contenido hacia el estómago. No obstante, la frecuencia
de presentación de hernia de hiato en Medicina Veterinaria es muy inferior a la descrita en
Medicina Humana.
SINTOMATOLOGÍA
En cuadros leves de esofagitis, los síntomas pueden ser muy poco específicos o prácticamente
inexistentes. Sin embargo, en esofagitis graves los signos clínicos pueden ser muy
importantes. Entre ellos, se presenta disfagia, movimientos repetidos de deglución, dolor
2
durante la ingesta de alimentos, cambios de carácter relacionados con dicha ingesta (apatía o
nerviosismo) e incluso anorexia y pérdida de peso.
DIAGNÓSTICO
Las dificultades para diagnosticar una esofagitis comienzan en ocasiones con la
inespecificidad de los signos clínicos. La realización de una anestesia reciente es un factor
predisponente a tener en cuenta en un número importante de casos. La radiología de contraste
puede ser útil, especialmente en esofagitis importantes o en hernias de hiato. Mediante
fluoroscopia se puede visualizar el propio reflujo gastroesofágico, si bien se debe tener en
cuenta que el reflujo suele ser intermitente, por lo que el hecho de que no se detecte no implica
que no se produzca.
El diagnóstico definitivo se suele realizar mediante exploración endoscópica del esófago
(esofagoscopia).
TRATAMIENTO
En cuanto al tratamiento dietético, en casos de esofagitis aguda es recomendable mantener al
animal en ayunas durante 1-2 días (o incluso más, dependiendo de la gravedad de la
enfermedad). Posteriormente, se debe administrar una dieta inicialmente líquida o semilíquida,
con características que favorezcan la funcionalidad del esfínter gastroesofágico, que no
produzcan una hipersecreción ácida gástrica y que no enlentezcan el tránsito digestivo, es
decir, baja en grasa, baja en fibra y con proteínas fácilmente digestibles. En aquellos animales
que no quieran comer, se debe recurrir a la nutrición parenteral o enteral.
En cuanto al tratamiento médico, se suele recurrir a un protector de la mucosa como el
sucralfato en suspensión, el cual debe administrarse separado de la comida y del resto de la
medicación. El empleo de antisecretores ácidos gástricos se recomienda, especialmente en
casos de esofagitis por reflujo. También se deben administrar procinéticos como la
metoclopramida, domperidona, eritromicina o ranitidina.
En animales con estenosis esofágicas secundarias a esofagitis, el tratamiento consiste en la
dilatación de las mismas, habitualmente mediante endoscopia, empleando balones o bujías de
dilatación.
3
DILATACIÓN ESOFÁGICA
ETIOLOGÍA
Las dilataciones esofágicas se pueden clasificar en congénitas y adquiridas.
A) Dilataciones esofágicas congénitas. A su vez, dentro de las dilataciones esofágicas
congénitas distinguimos los siguientes tipos:
A.1) Megaesófago congénito idiopático. Es la causa más importante de regurgitación en el
perro y en el gato. Aunque son muchas las hipótesis respecto a la causa que desencadena esta
dilatación, la que más ha cobrado fuerza en estos últimos años es la falta de tono muscular y
de peristaltismo en el cuerpo esofágico debida a un defecto en la inervación aferente vagal
hacia el esófago. Los síntomas suelen aparecer después del destete. Hasta el momento se ha
demostrado que ésta es una enfermedad hereditaria en las razas Schnauzer miniatura y Fox
Terrier.
A.2) Dilataciones parciales y divertículos esofágicos: mucho menos frecuentes que el
megaesófago y muchas de ellas también idiopáticas.
A.3) Dilataciones por anomalías en los anillos vasculares. Estas patologías realmente dan
lugar a una dilatación secundaria a la estenosis provocada por la anomalía vascular. Se trata de
alteraciones congénitas en la formación del arco aórtico. La más frecuente se debe al
desarrollo de la aorta a partir del cuarto arco aórtico derecho (en lugar del izquierdo). Esta
patología se presenta especialmente en las razas Pastor Alemán y Setter Irlandés.
B) Dilataciones esofágicas adquiridas. Suelen presentarse especialmente en animales adultos.
A su vez, se distinguen diferentes tipos de dilataciones:
B.1) Megaesófago adquirido. Son muchas las patologías que se han asociado con
megaesófago adquirido. Puede deberse a:
- megaesófago idiopático adquirido. Es el que con más frecuencia se presenta ya que es
habitual no encontrar ninguna causa que justifique la existencia de una dilatación esofágica en
un animal adulto.
- enfermedades neuromusculares. Las más frecuentes son, especialmente, la miastenia gravis,
y también el lupus eritematoso sistémico y polimiositis.
- Intoxicaciones, especialmente por plomo.
4
- Endocrinopatías, en especial, hipotiroidismo.
B.2) Divertículos esofágicos adquiridos.
SINTOMATOLOGIA
La regurgitación es el signo clínico más frecuente y el más sugerente de dilatación esofágica.
También es habitual encontrar disfagia, sialorrea, halitosis y signos de bronconeumonía por
aspiración, como tos, secreción nasal, fiebre y disnea. Es frecuente encontrar pérdida de peso
o, en cachorros, retraso en el crecimiento.
DIAGNÓSTICO
Muchos casos con dilatación esofágica se diagnostican con radiología simple, y a veces es
necesario hacer una radiografía con contraste. El empleo de la fluoroscopia y la mezcla de la
solución de contraste con alimento permiten diagnosticar algunas patologías de la motilidad
que pueden pasar desapercibidas si se administra únicamente la solución líquida. La
radiografía de contraste es especialmente útil para distinguir una dilatación esofágica completa
de una dilatación parcial. La analítica de sangre se recomienda para determinar anticuerpos
frente a receptores nicotínicos de acetilcolina para el diagnóstico de miastenia gravis,
anticuerpos antinucleares para el diagnóstico de lupus, hormonas tiroideas e iones.
TRATAMIENTO
Debe intentarse la alimentación en posición bípeda y el tratamiento de la patología primaria,
en caso de conocerse. Desgraciadamente no existe un tipo único de consistencia de la dieta
que funcione en todos los casos. Aunque muchos animales se van a beneficiar de una comida
rica en calorías semisólida, en algunos casos una dieta sólida es mejor tolerada que una más
líquida. Si existe bronconeumonía por aspiración, se recomienda antibioterapia de amplio
espectro. En casos recidivantes o sin respuesta a antibióticos convencionales, el tratamiento se
debe seleccionar tras realizar cultivo y antibiograma.
OBSTRUCCIÓN ESOFÁGICA
ETIOPATOGENIA
La obstrucción esofágica puede ser debida a múltiples causas que van desde compresiones
extraesofágicas o neoplasias (poco frecuentes) hasta estenosis secundarias a cuadros de
esofagitis, a las que ya nos hemos referido. En la clínica de pequeños animales, la causa más
5
habitual de obstrucción es la presencia de cuerpos extraños (fundamentalmente huesos) o de
alimentos muy voluminosos atascados en la luz esofágica.
La persistencia de un cuerpo extraño en la luz del esófago puede provocar una esofagitis
severa y necrosis de la pared esofágica por la presión del cuerpo extraño. Ello puede
desencadenar una perforación esofágica que puede dar lugar a mediastinitis, pleuritis, piotórax
y muerte del animal. Tras la retirada del cuerpo extraño, el importante proceso inflamatorio
existente puede producir una estenosis esofágica.
SINTOMATOLOGÍA
El cuadro clínico es agudo e inicialmente se puede restringir a anorexia y apatía, debido al
dolor. También se puede detectar sialorrea, disfagia y regurgitación.
Si aparecen síntomas respiratorios (especialmente tos) o fiebre, se debe sospechar de la
existencia de neumonía por aspiración o de perforación esofágica.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico debe ser confirmado por radiología simple de las regiones cervical y torácica.
En aquellos casos en los que el cuerpo extraño sea radiolúcido, puede resultar de ayuda la
existencia de una acumulación de gas o líquido craneal a la obstrucción. Si se sospecha de una
perforación, la realización de una endoscopia terapéutica debe realizarse con mucho cuidado
puesto que la insuflación de aire durante la misma podría dar lugar a un neumotórax y a la
posterior muerte del animal. En cualquier caso, la técnica idónea para el diagnóstico de estos
problemas es la esofagoscopia, la cual también nos será útil para intentar extraer el cuerpo
extraño.
TRATAMIENTO
El tratamiento debe ser de urgencia y debe comprender dieta absoluta y la extracción del
cuerpo extraño. En primer lugar debe intentarse la extracción mediante endoscopia empleando
la pinzería de cuerpos extraños. Si no es posible la extracción endoscópica pero el objeto se
puede movilizar hacia el estómago, se debe realizar esta maniobra ya que en ocasiones el
cuerpo extraño se puede recolocar y extraer desde el estómago más fácilmente. Si, de todos
modos, la extracción desde el estómago no se consigue, se facilita la posterior labor del
cirujano.
6
La movilización del cuerpo extraño es más difícil cuanto más tiempo lleve alojado el mismo
en el esófago, debido a que alrededor del mismo se presenta una reacción inflamatoria que va
englobando al cuerpo extraño y puede llegar a encajarlo. En el caso de que no se consiga
movilizar el cuerpo extraño, se debe realizar la extracción mediante cirugía (toracotomía y
esofagostomía).
BIBLIOGRAFIA
1. Glazer A, Walters P: Esophagitis and esophageal strictures. Compend. Contin.
Educ. Pract. Vet. 2008; 30:281-292.
2. Washabau RJ: Disorders of the pharynx and oesophagus. En: BSAVA Manual of
canine and feline gastroenterology. Hall EJ, Simpson JW, Williams DA (eds.).
2005. BSAVA, Gloucester. 2nd edition. pp. 133-150.
3. Bexfield NH, Watson PJ, Herrtage ME: Esophageal dysmotility in young dogs. J.
Vet. Intern. Med. 2006; 20: 1314-1318.
4. Willard MD: Recognizing and treating esophageal disorders in dogs and cats. Vet.
Med. 2004; 99: 448-454.
5. Beatty JA, Swift N, Foster DJ, et al.: Suspected clindamicyn-associated
oesophageal injury in cats: five cases. J. Feline Med. Surg. 2006; 8:412-419.
6. Bennett AD, Macphail CM, Gibbons DS, et al.: A comparative study evaluating the
esophageal transit time of eight healthy cats when pilled with the FlavoRx pill glide
versus pill delivery treats. 2009 Nov 10; Epub ahead of print.
7. Wilson DV, Walshaw R: Postanesthetic esophageal dysfunction on 13 dogs. J. Am.
Anim. Hosp. Assoc. 2004; 40: 455-460.
8. Gianella P, Pfammatter NS, Burgener IA: Oesophageal and gastric endoscopic
foreign body removal: complications and follow-up of 102 dogs J. Small An. Pract.
2009; 50: 649-654.
7