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¡A comer!
Crea en tu hijo
hábitos nutricionales
para su desarrollo.
Comparte importantes
momentos de
aprendizaje y regálale
un mundo lleno de
sabores, olores,
formas y texturas que
llenarán sus sentidos.
A partir del sexto mes tu bebé puede
comenzar a ingerir alimentos sólidos y la leche
materna sigue siendo el complemento en su
alimentación. De esta manera el niño continúa
con el proceso de maduración de su sistema
digestivo y adquiere los nutrientes que su
cuerpo va demandando y que la leche materna
ya no alcanza a suplir.
De ahora en adelante, debes complementar las
comidas que le brindes a tu bebé con lactancia.
No te asombres si las tomas de leche materna
disminuyen a ocho veces diarias en lugar de las
10 a 12 que consumía anteriormente.
Trata de evitar las frutas cítricas
pues pueden causar intolerancia.
Las papillas son el primer alimento que los bebés
empiezan a comer, ya que no tienen dientes
y además su sistema digestivo aún no está
preparado para procesar alimentos enteros. Se
recomienda que éstas sean de cereales con
frutas o vegetales sin la adición de sal o azúcar.
Puedes añadir una pizca de sal a las comidas
del bebé a partir del séptimo mes. Esta medida
no es para mejorar el gusto de las papillas,
sino para que los niños reciban una pequeña
cantidad de yodo.
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Carnes en el
séptimo mes
A partir del séptimo u octavo mes, según recomiende
el médico, debes incluir en la dieta de tu bebé
proteínas, mejor si empiezas con pollo y poco a poco
introduces carne que es más difícil de digerir. En el
almuerzo y la merienda tu bebé debería comer:
Cereales
Dos tipos de vegetales de dos colores distintos
Pollo o carne
Estos ingredientes los debes licuar con el mismo
caldito de su cocción. Procura que no queden
pedazos gruesos.
Los vegetales que uses para preparar las
papillas deben ser de preferencia cocidos y
las frutas sin pepas y sin cáscara. Las más
recomendadas son la granadilla (sobre todo
su jugo) y el plátano. Trata de evitar las frutas
cítricas pues pueden causar intolerancia.
Debes tener mucho cuidado con la manipulación
de los alimentos, los bebés menores de un año
son propensos a las infecciones estomacales.
¿Cuántas
comidas al día?
Por lo general se le dan al niño entre tres a cuatro
comidas al día a partir de los seis meses, pues
este tipo de alimentación pasa a ser la principal
fuente de nutrientes. Toma como ejemplo este
menú sugerido para alimentar a un bebé de seis
meses.
Desayuno:
leche materna
Media mañana:
papilla de frutas
Almuerzo:
papilla de vegetales
Noche:
leche materna
Cada papilla puede ser complementada con
leche materna si el bebé se queda con hambre.
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Aparecieron los dientes
La dentición puede comenzar a los
tres meses y continuar hasta que el
niño cumpla tres años. La higiene es
fundamental para la buena salud oral.
Entre los cuatro y siete meses notarás que los
primeros dientes de tu bebé empiezan a salir. En
algunos casos este proceso puede adelantarse o
atrasarse, todo dependerá del desarrollo de cada
niño.
En casos poco frecuentes los niños nacen con uno o
dos dientes o producen un diente durante las primeras
semanas de vida. Salvo que estos interfieran con la
alimentación no hay de que preocuparse.
Recuerda que los primeros dientes que aparecen
se conocen como de leche y son importantes ya
que guardan el lugar para los definitivos, le dan
la forma adecuada a la estructura de la cara,
permiten el correcto desarrollo de los músculos de
esa zona, son parte fundamental para la apropiada
pronunciación de las palabras.
Por lo general, la dentición no es un proceso
doloroso pero puede incomodar a algunos bebés
y hace que experimenten breves períodos de
irritabilidad, con episodios de llanto, un poco de
fiebre, sueño y alimentación irregular.
En esta etapa tu pequeño babeará más y
empezará a querer morder las cosas. Para morder
puedes darle un aro especial para la dentición o un
paño húmedo que haya estado en el refrigerador
durante 30 minutos.
La limpieza es esencial
Es indispensable cuidar la dentadura desde
temprana edad. Para ti, la tarea comienza desde
antes que salgan sus primeros dientecitos. Puedes
limpiar sus encías con una toallita, con gasas o con
un paño suave y húmedo, una vez al día, también
puedes utilizar un cepillo específico, nunca uno
normal.
Una vez que aparezcan los dientecitos puedes
empezar a usar una crema dental especial para
bebés y cepillar sus dientes con suavidad, tanto la
parte de enfrente como la de atrás.
También es necesario que le limpies la lengua para
eliminar las bacterias que pueden causar mal aliento.
Una rápida pasada con el cepillo es suficiente.
También debes controlar si el color de los dientes es
parejo o si tiene algunas manchas o puntos oscuros,
en este caso consulta al odontopediatra, quien te
indicará el tratamiento adecuado para eliminarlas.
Asegúrate de llevar a tu bebé al odontólogo cuando
haya cumplido un año. Las próximas visitas deben
ser cada seis meses para evitar el miedo al dentista
y crear la costumbre de realizar revisiones dentales
para prevenir y no sólo para curar.
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Hora de comer y divertirse
A medida que pasan los meses, las necesidades
nutricionales del bebé cambian. Pronto deja la leche
para empezar a comer vegetales, frutas y carne.
La nutrición de los pequeñitos es fundamental para
su crecimiento y desarrollo. A partir del proceso de
dentición del bebé, alrededor de los seis meses,
el bebé empezará a masticar alimentos picaditos
o desmenuzados, como las papillas o coladas,
integrando nuevos alimentos a su dieta. Sin embargo,
la hora de comer no es solamente el momento de
alimentarlo sino de compartir en familia y de esta
forma, empezar a crear buenos hábitos alimenticios
en tu pequeño.
Integra al pequeño en la mesa familiar, siéntalo
frente a su platito, cuchara y vaso, estimulándolo
poco a poco a utilizar los cubiertos en la comida.
Convierte la hora de la comida en un ritual agradable
y entretenido, así ayudarás al bebé a relacionarse
positivamente con los alimentos. En las siguientes
líneas te ofrecemos algunas recomendaciones en
cuanto a productos para la alimentación.
Procesador de alimentos
El
procesador
de
alimentos
es
un
electrodoméstico completo y eficaz que te
ayudará a preparar la comida para tu bebé. Es
un producto muy fácil de utilizar que te ahorrará
tiempo, con tan solo colocar algunas frutas
o vegetales obtendrás en pocos minutos una
deliciosa papilla casera. Este producto te será
muy útil en las etapas alimenticias del bebé de
0 a 24 meses.
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Sillas de comer
Sin importar el tipo de silla que escojas, recuerda
que la silla de comer tendrá que resistir por lo
menos dos años de uso diario, por tanto debe
ser durable. Revisa que el cinturón de seguridad
sujete a tu bebé firmemente alrededor de la
cadera y entre las piernas, de esta manera tu
bebé no podrá levantarse o resbalarse por debajo
de la bandeja. El cinturón de seguridad debe ser
ajustable para adaptarse al crecimiento del bebé.
Silla para incorporar a la mesa: algunos
padres prefieren las sillas para incorporar a la
mesa. Este tipo de sillas ahorran espacio, son
portátiles y cuestan menos que la mayoría de sillas
de comer.
Silla alta: la mayoría de padres piensan que una
silla alta es uno de los productos más importantes
para el bebé, porque les permite sentarse frente
a su bebé para ayudarle mientras come, son
más seguras y evitan que le bebé se sienta solo.
La silla alta tiene patas para que el bebé pueda
comer a una altura práctica. Muchas sillas tienen
diferentes posiciones de altura y de reclinamiento.
Sillas convertibles: muchos modelos se
adaptan a varias edades, permitiendo a los
padres transformarlas desde sillas de comer a
columpios e incluso en un lugar para descanso y
juego de un niño.
Accesorios para
alimentar al bebé
La cuchara: la cuchara plástica es una
manera agradable de introducir la cuchara
en la comida del bebé porque es suave con
sus encías.
Algunas marcas te ofrecen cucharas que
cambian de color si la comida está muy
caliente. Por el momento sólo necesitas
la cuchara, pero cuando crezca e intente
comer solo, necesitarás cubiertos con
mangos especiales para que los pueda
agarrar.
Tazas para tomar: no hay nada
como una taza anti-derrame para tu bebé
cuando deja el biberón y quiere tomar de
la taza. La mayoría tienen una válvula
especial que evita que el jugo se riegue
aunque sea lanzado contra la pared.
Lamentablemente, esta válvula hace que
también sea un poco más difícil tomar,
así que puede tomar un poco de tiempo
hasta que el niño se acostumbre.
Tazas para el destete: a los seis meses
aproximadamente, será hora de comenzar
a dejar el biberón y entrenarse a tomar de
una taza. Existen tazas especiales que te
ayudan a entrenar a tu bebé en tomar este
gran paso. Estas tazas tienen diferentes
picos para hacer el cambio gradualmente:
primero un pico suave similar a una tetina,
luego un pico más duro, luego un sorbete y
finalmente la taza sin pico
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Platos plásticos: una vez que el bebé
empieza a comer por sí mismo querrás que
tenga sus propios platos y que resistan ser
lanzados de un lado al otro del comedor.
El plato ideal se puede meter en el microondas,
es fácil de sostener y tiene una tapa para poder
guardar la comida. Algunas mamás prefieren
los platos que tienen ventosas para sujetarse
a la bandeja de la silla de comer..
Cepillo de dientes y
pasta dental
Los primeros dientes del bebe puedes
limpiarlos usando un trapito o una gasa
húmeda. Ya entre los 12 y 18 meses puedes
comenzar a utilizar un cepillo de dientes
suave y una cantidad pequeña de pasta
dental que no contenga fluor. El primer
cepillo de dientes del bebé debe tener
una cabeza pequeña y un mango grande
apropiado para tu mano.
Alfombra plástica: consiste de un tapete
plástico de un tamaño muy especial para sillas
de comer. Se lo coloca debajo de la silla de
comer para proteger el piso o alfombra de las
manchas de comida que cae.
Baberos: busca baberos grandes, fáciles
de lavar y de poner. Entre más grande el
babero mejor y si tienen bolsillos para atrapar
la comida que cae aún mejor. Si te gustan
los de plástico son más prácticos porque son
fáciles de limpiar con un trapo y son a prueba
de manchas. Si prefieres los de tela recuerda
que se aumentará la cantidad de ropa sucia
por lavar. Siempre debes llevar en tu pañalera
o cartera, un babero “para emergencias”.