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Suplemento electrónico semanal de la Coordinación de Comunicación Social, UAZ, No. 28
Investiga Unidad Académica de Biología
Experimental efectos de los refrescos de cola
•
Obesidad y sobrepeso en México se han triplicado en las últimas tres décadas
•
Casi el 70 por ciento, es decir 7 de cada 10 adultos tienen una masa corporal inadecuada
•
México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad
adulta. Es el primer consumidor de refrescos embotellados en el mundo
(Texto y fotografías: Pamela Girón)
Cambios en la cultura alimentaria
En los últimos 30 años, las sociedades como la mexicana han
sufrido un cambio radical en sus patrones y su cultura alimentaria.
En el curso de un período relativamente corto, los alimentos y
tradicionales –en gran parte naturales- que formaban la dieta del
mexicano se han sustituido por productos industrializados.
Para las generaciones de niños y jóvenes nacidos en los años
ochenta y posteriores, es normal consumir pizzas, hamburguesas, hot
dogs, sandwiches, sopas instantáneas, panecillos industrializados,
botanas y refrescos. Más recientemente, con la globalización, junto
con alimentos de diferentes países, se ha uniformizado la dieta. Este
proceso se ha intensificado con la utilización excesiva de los medios
de difusión que cuentan entre sus principales patrocinadores a los
fabricantes de esos productos.
Por lo general, las transmisiones deportivas y las dedicadas a
los niños y jóvenes asocian el deporte y el entretenimiento con el
consumo de esos productos. Refrescos, panes industrializados y
botanas… constituyen la dieta de millones de personas.
Durante muchos años, aun en las comunidades y rancherías más
lejanas, a las que era posible llegar sólo por terracerías maltrechas,
y en donde frecuentemente no había escuelas, no llegaban los
servicios públicos ni otros medios de comunicación. En las tiendas
y tendajones de esas comunidades se encontraban los refrescos
embotellados, los panes industrializados, las botanas. En ocasiones,
eran los únicos alimentos que se podían conseguir.
Se justificó diciendo que esas empresas “hacían caminos”, que
ofrecían productos baratos… A la distancia, cabe la pregunta:
¿realmente fueron o son baratos?, ¿fueron o son nutritivos?,
¿alimentaban o alimentan?
Epidemia de obesidad y desnutrición
Las autoridades de la Secretaría de Salud reconocen que en
las últimas tres décadas, la prevalencia de obesidad y sobrepeso
en México se ha triplicado, en particular en la población adulta.
Conforme al documento que resume las acciones del gobierno
federal en esta materia (http://portal.salud.gob.mx/descargas/pdf/
ANSA_acciones_gobierno_federal.pdf), 39.5 % de los hombres y
mujeres tienen sobrepeso y 31.7%, obesidad. Es decir, casi el 70
por ciento, es decir 7 de cada 10 adultos tienen una masa corporal
inadecuada.
México ocupa el segundo lugar de prevalencia mundial de
obesidad, después de Estados Unidos. En obesidad infantil, los
mexicanos ocupamos el primer lugar.
Si bien esta epidemia tiene un origen multifactorial, debe
reconocerse que un aspecto primordial es, efectivamente, la
alimentación inadecuada, rica en calorías, grasas, harinas,
carbohidratos y, de manera especial, la elevada proporción de
azúcares que proporcionan los refrescos embotellados. En este
aspecto, México ocupa el primer lugar mundial en el consumo de
refrescos. Un lugar poco digno de mencionar.
Por eso, las preguntas formuladas sobre si esta modificación
alimentaria ha sido barata o costosas, tienen que medirse en
términos sociales porque, las consecuencias han sido muy graves: el
incremento de enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial,
dislipidemias, enfermedad coronaria, enfermedad vascular cerebral,
osteoartritis y los cánceres de mama, esófago, colon, endometrio y
riñón, además de trastornos digestivos, consecuencias en cavidad
oral (dientes, encías).
A tal punto ha sido negativo el cambio de hábitos alimentarios
que se ha convertido en un problema de gran magnitud en todos los
grupos de edad y experimenta un crecimiento a gran velocidad. Sus
consecuencias en la salud se han convertido en un problema de salud
pública de primer orden. Además, implica costos significativos para
el sistema de salud pública, para la sustentabilidad del régimen de
pensiones y para la estabilidad económica y social de la población,
especialmente de los sectores más pobres.
Educación, cultura e investigación
Especialistas consideran que si bien el problema del sobrepeso y
obesidad es multifactorial, la inadecuada alimentación es un elemento
importante. Es también un problema de cultura y educación, además
de las transformaciones que han sufrido la sociedad, la familia y
las demás instituciones que inciden en la educación y la cultura de
la población (o en la falta de ellas). En el caso que nos ocupa, los
refrescos o bebidas se han establecido de tal manera, que un gran
número de personas lo usan para acompañar sus alimentos, o bien,
se ingieren entre comidas como si fueran dulces o agua, ocupando
un lugar destacado en la alimentación de los niños.
En la Universidad Autónoma de Zacatecas se ha abordado
desde hace varios años este problema mediante la investigación
en diferentes Unidades y Centros Académicos. Recientemente ha
egresado la primera generación de la Licenciatura en Nutrición.
En el año 2006, señala la doctora Alejandra Moreno -investigadora
de la Unidad Académica de Biología Experimental-, la Secretaría
de Salud publicó un documento que establecía a ciertos líquidos
como ideales, es decir líquidos que no representaban problemas de
salud. Se hizo una especie de clasificación, la cual especificaba
las características de distintas gamas del agua natural y de sabor,
los lácteos como el yogurt y otros productos derivados, los jugos
naturales y artificiales, refrescos
y café.
En ese contexto, el cuerpo
docente y alumnos de esta
Unidad Académica se dieron a
la tarea de evaluar los refrescos
de cola, debido a las pocas
evidencias científicas de los
efectos de estos refrescos a
nivel cavidad oral y fisiológica.
El estudio se realizó con
tres grupos de animales de
laboratorio, a los cuales se les
suministró Coca- cola, Big cola y
agua, por un periodo de 6 meses.
La intención fue establecer
peso y talla de los animales,
al inicio y al final del tiempo
señalado. Así como determinar
los niveles de glucosa (azúcar)
en sangre y el muestreo en
cavidad oral (boca), con el
objetivo de establecer forma,
tamaño, textura y propiedades
de los microorganismos que
proliferaron.
Explica que utilizar ratas en
este experimento se debió a que
esta especie constantemente
regenera sus dientes.
Los resultados de esta primera
investigación demostraron que
de los refrescos suministrados
a las ratas, la que más causaba
daños era la Big Cola, ya que
participa de manera directa
en la formación de placa
dentobacteriana, que es la masa
amarillenta que se forma en
la superficie de los dientes, así
mismo la formación de flora,
que incide en la aparición de
caries.
Además de los agentes
encontrados en la cavidad
bucal, se encontró crecimiento
en talla y peso de los roedores,
así como aumento en la glucosa
en comparación de los que
solamente se les suministró
agua.
Hacia una segunda etapa de la
investigación
En un segundo estudio sobre
los efectos de las bebidas de
cola, se implementaron los
mismos parámetros que en la
primera investigación. Se volvió
a usar agua natural, refrescos
Coca cola y Big Cola, pero se
introdujo la variable de trabajar
con animales desnutridos. Del
mismo modo que se siguieron
conservando los grupos de
animales anteriores.
Se incluyó esta variable
-animales desnutridos- a causa
de las condiciones económicas
que actualmente viven los países
subdesarrollados, condiciones
no ideales que muestran un
estado no nutricional.
Cabe mencionar que dentro
de estos conjuntos se incluyó
un grupo de control, al que
solamente se le proporcionaba
alimento de marca establecido
por el bioterio, que cumplía con
todas las funciones nutricionales
a base de carbohidratos, grasas,
etc. Sin embargo, los grupos
que ingerían agua, coca cola,
Big cola y el grupo de las
desnutridas, se les proveyó de
un alimento creado a base de
maíz y azúcar.
En este grupo experimental
se demostró que los animales
utilizados
no
tuvieron
modificación en peso y talla,
ni en alta del azúcar, solamente
se observó un deterioro en la
cavidad oral (formación de
placa y flora) y un cambio en la
coloración del pelaje de café opaco, similar al color del refresco de
cola.
Los resultados de esta segunda etapa, añadió, resaltan la
importancia de un estado nutricional. Se demostró que la
alimentación balanceada es importante para los consumidores de
refrescos de cola. Esto se debe en gran medida a que los animales
desnutridos no consiguieron modificaciones en peso y talla como
ya antes se había señalado. El cambio de coloración en el pelaje y
las secuelas negativas de la boca, se adjudicaron al gran aporte de
la glucosa contenida en los líquidos, es decir un aporte no adecuado
para el estado nutricional.
Actualmente se mantiene la misma línea de investigación sobre
los líquidos o bebidas de cola con contenido alto en azúcares. Al
estudio se agregaron los jugos, los refrescos de sabor y el café, para
observar las modificaciones que existen en torno a la información
adquirida de los otros grupos de ratas. Dentro de esta investigación
se pretende agregar variables de tiempo, es decir hacer grupos de
animales de distintas edades, un grupo de ratas recién destetadas y
otro de ratas de dos meses y medio, que en comparación con la vida
de los humanos serían las etapas de niño-adulto.
En este caso, los grupos de roedores a los que se les dio refrescos,
jugo y café, también se les estableció un periodo de tiempo. A
cada uno se le administró la bebida por tres meses, con lo que se
obtendrán los resultados de cavidad oral, talla y peso, asimismo
se establecerán los daños crónicos que los líquidos causan a largo
plazo en distintas etapas del desarrollo.
Los resultados de este último estudio aún no están terminados. Lo
que se puede adelantar, menciona la doctora Alejandra Moreno, es
que los animales que recibieron mayor ingesta de refresco de cola
y de sabor, así como de jugos, se notó un considerable aumento en
talla y peso en comparación con los que ingirieron agua y café con
azúcar.
En consideración de los resultados de las tres investigaciones,
se indagó un factor fundamental sobre la dieta del ser humano. La
ingesta exagerada de los líquidos con alto contenido en azúcar, sin
una dieta balanceada, tendrán un impacto importante sobre el peso
y talla de las personas, y subsiguientemente también generará daño
en el metabolismo.
La trascendencia social de investigar líquidos altos en azúcar
El trabajo de los docentes-investigadores de la UABE es de
gran importancia para la sociedad, porque se dirige a investigar e
informar sobre las consecuencias negativas que pudieran producirse
en el ser humano y su medio ambiente.
En este caso, será fundamental que los resultados de estos estudios
sobre los efectos de las bebidas de cola, se difundan, ya que ayudará
a evitar enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes, el
cáncer, la hipertensión y la obesidad.
La doctora Moreno subrayó lo significativo de llevar un respectivo
control de los líquidos ingeridos. El alta de glucosa puede crear
un impacto esencial en peso y talla, que posteriormente generará
también un problema en el metabolismo. Similar a lo que ocurrió en
el experimento donde la variable de tiempo demostró que a menor
edad de inicio en el consumo de líquidos azucarados, mayor será
la posibilidad de obtener una enfermedad que afectará la calidad
de vida.
Simultáneamente a lograr un control de líquidos, también es
de vital importancia complementarlo con una dieta balanceada
a base de alimentos nutritivos ricos en vitaminas, minerales y
carbohidratos como pan, leche, verduras, frutas, quesos, entre otros.
Lo ideal –señala- sería integrar dentro de nuestra dieta diaria, cinco
frutas y cinco verduras al día y tomar al menos un litro de agua,
para evitar enfermedades de obesidad y por consecuencia diabetes,
hipertensión y colesterol.