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CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA -CONCYTSECRETARIA NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA -SENACYTFONDO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA -FONACYTUNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA CENTRO DE ESTUDIOS DEL MAR Y ACUICULTURA INFORME FINAL EVALUACIÓN DEL POTENCIAL ACUÍCOLA DE Atractosteus tropicus (PEJELAGARTO) PARA LA DIVERSIFICACIÓN DE LA PISCICULTURA NACIONAL. PROYECTO FODECYT No. 71-2007 M. Sc. Héctor Leonel Carrillo Ovalle Investigador Principal GUATEMALA, Julio de 2011. I AGRADECIMIENTOS: La realización de este trabajo, ha sido posible gracias al apoyo financiero dentro del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología, -FONACYT-, otorgado por La Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología -SENACYT- y al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología -CONCYT-. II OTROS AGRADECIMIENTOS Agradecimiento a los investigadores que con su trabajo contribuyeron a la conclusión de este proyecto de investigación: M.Sc. Silvia Lorena Guerra Bonne Investigador Asociado TA David Ávila Bringuez Asistente de Investigación TA Manoel Cifuentes M. Asistente de Investigación TA Pedro Daniel Rodríguez Asistente de Investigación También contribuyeron con su trabajo, apoyando en el trabajo de campo, análisis estadístico de la información y/o revisión del manuscrito, por lo que agradecemos su colaboración, las siguientes personas: M.Sc. Luis Francisco Franco Cabrera M.Sc. Carolina Marroquín Sr. Maynor Lara Sra. Sindy Castillo Agradecimiento especial al Centro de Estudios del Mar y Acuicultura de la Universidad de San Carlos de Guatemala y al Laboratorio de Investigación Aplicada por su apoyo económico, logístico y de infraestructura que hicieron posible este trabajo. III Resumen La piscicultura en Guatemala se basa en el cultivo de Tilapia. En la última década el crecimiento de ésta industria ha superado el 15% anual. Algunos problemas de mercado son ya observables en la comercialización de tilapia, por lo que nuevas especies acuáticas, especialmente autóctonas deben ser evaluadas. Con el fin de diversificar la piscicultura nacional se evaluó el potencial acuícola de la machorra o pejelagarto (Atractosteus tropicus). Esta evaluación incluyó la primera reproducción en condiciones controladas en nuestro país, la evaluación del uso de alimento balanceado durante la larvicultura y el cultivo semi-intensivo utilizando tres alimentos. Los parámetros de evaluación para determinar el comportamiento productivo de la especie bajo las condiciones experimentales fueron: peso, talla, supervivencia y edad para alcanzar la talla comercial. Adicionalmente a las evaluaciones biológicas se realizó un estudio de mercado para establecer los nichos de consumidores potenciales en la ciudad de Guatemala, para la comercialización de la producción obtenida. Los resultados de esta investigación demuestran la factibilidad económica de cultivar la machorra Atractosteus tropicus en nuestro país. Este cultivo es factible en todas sus etapas, incluyendo la reproducción en cautiverio con estimulación hormonal, larvicultura y engorda. Estas dos etapas son técnica y económicamente factibles utilizando alimentos comerciales de fácil adquisición en nuestro país. IV ABSTRACT Fish culture in Guatemala is based on tilapia production. In the last decade the tilapia industry has grown over 15% annually. Some marketing problems are already evident. Therefore, it is necessary to diversify the national fish culture industry. Especially, native species should be considered and evaluated. With the objective of diversifying the national fish culture industry we evaluated the aquaculture potential of machorra or pejelagarto (Atractosteus tropicus). This evaluation included the first reproduction of the species under controlled conditions in Guatemala; the use of commercial feed during larval culture, and the semi-intensive culture of the species using three different diets. The parameters used to evaluate the efficiency of the culture under experimental conditions were: weight, size, survival rate, and age to reach commercial size. Additionally, to the biological evaluations, we conducted a market study to establish the niche sites of potential consumers within the City of Guatemala to market the animals produced during the study. The results of this research demonstrate the economic feasibility of culturing machorra Atractosteus tropicus in Guatemala. This culture is feasible in all its phases, including reproduction in captivity using hormonal stimulation, larval culture and grow out. Both the grow out and larval phases are technically and economically feasible using commercial diets that are easily obtained in our country. V INDICE Resumen Astract PARTE I I.1 INTRODUCCIÓN 1 I.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 3 1.2.1 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACION I.3 OBJETIVOS 3 5 III.3.1 Objetivo General 5 III.3.2 Objetivos Específicos 5 I.4 HIPÓTESIS 5 1.4.1 Hipótesis nula 5 1.4.2 Hipótesis nula 5 I.5 METODOLOGÍA 6 I.5.1 Localización de la investigación 6 I.5.2 Equipo y materiales utilizados 6 I.5.3 Acondicionamiento de reproductores 8 I.5.4 Reproducción 10 I.5.5 Desove y eclosión 11 I.5.6 Larvicultura 13 I.5.7 Primera alimentación y evaluación del comportamiento productivo de las larvas de A. tropicus utilizando dos fuentes de alimento: alimento vivo –Artemia sp.- y alimento comercial 15 I.5.7.1 Índices zootécnicos empleados en la evaluación I.5.8 Evaluación del comportamiento productivo de Atractosteus tropicus durante las fases de crecimiento y engorde en estanques 16 17 VI I.5.9 Diseño experimental 18 I.5.10 Análisis económico del cultivo de Atractosteus tropicus bajo condiciones controladas 19 I.5.11 Estudio de mercado para la comercialización y aceptación del producto final en el Municipio de Guatemala 19 PARTE II MARCO TEÓRICO 21 II.1 Orden taxonómico de Atractosteus tropicus 21 II.2 Generalidades de la especie 21 II. 3 Morfología 22 II.4 Hábitat 23 II.5 Generalidades sobre el cultivo de machorra 23 II. 6 Reproducción 25 II.6 Alimentación 28 II.7 Nutrición 30 II.7.1 Uso de alimentos vivos en cultivo de pejelagarto 33 PARTE III RESULTADOS 36 III.1 Primera alimentación y evaluación del comportamiento productivo de las larvas de A. tropicus utilizando dos fuentes de alimento: alimento vivo –Artemia sp.- y alimento comercial 36 III.2 Evaluación del comportamiento productivo de Atractosteus tropicus durante las fases de crecimiento y engorde en estanques 38 III.2.1 Análisis de la varianza entre muestreos de la variable peso (gramos 42 III.2.2 Análisis de la varianza entre muestreos de la variable talla (cm) 43 VII III.3 Análisis económico del cultivo de A. tropicus bajo condiciones controladas 45 III.4 Estudio de mercado para la comercialización y aceptación del producto en el Municipio de Guatemala 46 III.4.1 Degustación 46 III.4.2 Entrevistas 48 III.4.3 Comercialización 49 III.5 Discusión de resultados 50 III.5.1 Comparación de los resultados del ensayo de primera alimentación y evaluación del comportamiento productivo de las larvas de A. tropicus utilizando dos fuentes de alimento: alimento vivo – Artemia sp. - y alimento comercial 50 III.5.2 Comparación de los resultados de talla, el peso y la supervivencia de A. tropicus durante un ciclo de cultivo, comparando utilizando tres tratamientos de alimentación 52 III.5.3 Análisis económico del cultivo de A. tropicus bajo condiciones controladas 53 III.5.4 Estudio de mercado para la comercialización y aceptación del producto final en el Municipio de Guatemala 54 PARTE IV IV.1 Conclusiones 55 IV.2 Recomendaciones 56 IV.3 Referencias bibliográficas 57 IV.4 Anexo 62 Anexo 1 63 Anexo 2 66 PARTE V V.1Informe financiero 67 VIII ÍNDICE DE FOTOGRAFIAS, CUADROS Y GRAFICAS Fotografía 1. Vista lateral de las piletas utilizadas para el acondicionamiento de reproductores en la estación Experimental de Monterrico, Santa Rosa, del CEMA-USAC. 7 Fotografía 2. Vista interior de las piletas y cubiertas con Sarán (60%), utilizadas para el acondicionamiento de reproductores en la estación Experimental de Monterrico, Sta. Rosa, del CEMA-USAC. 7 Fotografía. 3. Licda. Guerra con una hembra madura de A. tropicus, con una vitelogénesis precisa para poder ser provocado un desove artificial con hormonas. Se utilizó una relación recomendada de 1 hembra por 3 machos (Hernández-Vidal, 2002). 9 Fotografía 4. Carga de la jeringa tipo Insulina, y aplicación de dosis de 35 mg/Kg de peso vivo de hormona estimuladora de la liberación de Gonodatropinas a reproductores de A. tropicus 10 Fotografia 5. A. Nidos de rafia en el fondo del estanque de reproducción. B. Huevos fertilizados los cuales se deben adherir a la rafia para evitar ser contaminados por cualquier microorganismo del fondo de la pileta 11 Fotografía 6. A. Vista cercana de los huevos adheridos a la rafia. B. Tamaño de los huevos cerca de 3 mm, y color clásico. Este color concuerda con lo reportado anteriormente por otros autores (Márquez, 1999: en Márquez-Coutier et al, 2006) 12 Fotografía 7. Transporte de huevos de la Estación de Monterrico hacia el Laboratorio de Investigación Aplicada del CEMA. 12 Fotografía 8. Vista cercana de huevos en proceso de eclosión 13 Fotografía 9. A. Larvas recién eclosionadas adheridas al nido de rafia con el disco germinal. B. Larva de cerda de un día de vida, aún presenta saco vitelino, carece de pigmentación y aletas, ya presenta el disco germinal 14 Fotografía 10. A. Vista de una larva de un día de edad, con un ojo compuesto desarrollado, disco germinal y carente de boca. B. En esta fotografía se aprecia como la larva se adhiere a una caja de Petri por medio del disco germinal. 14 Fotografía 11. A. Larva de pejelagarto en un proceso más avanzado de metamorfosis, ya no tiene disco germinar para adherirse al sustrato, posee una boca funcional y del saco vitelino solo queda una yema. B. Pigmentación en la región caudal y la formación de las aletas dorsal, anal y caudal. 14 Fotografía 12. A. Larvas de pejelagarto que han desarrollado el hocico característico de la especie. B. Larva con una talla de 2 centímetros. 15 IX Cuadro 1. Distribución de los tratamientos de acuerdo a la numeración de cada pileta en la Estación Experimental de Monterrico 17 Fotografia 13. Vista general que permite tener una idea de las piletas donde se llevó a cabo el cultivo de juveniles de A. tropicus. A. Juveniles de aproximadamente 10 g. B. Juveniles de A. tropicus durante el proceso de siembra en los estanques de experimentación. En este momento los animales tienen un peso promedio de 24 gramos 18 Fotografia 14. A. Fotografía del salón donde se llevó a cabo la degustación. B. Platos tipo buffet donde se sirvieron los invitados, mostrando la vista general de las recetas preparadas 19 Fotografia 15. Uno de los participantes durante la evaluación del producto llenando la encuesta, luego de degustar los platos 20 Grafica 1. Comparación de dos dietas en larvas de A. tropicus por muestreo 37 Cuadro 2. Estadística descriptiva de la comparación del comportamiento productivo de larvas alimentadas con dos dietas diferentes: nauplios de Artemia sp. y alimento comercial para alevines de trucha 37 Cuadro 3. Prueba T para comparar los tratamientos de alimento con Artemia y alimento comercial concentrado de trucha 38 Grafica 2. Comparación de peso (g) en tres dietas en engorde de A. tropicus 38 Grafica 3. Comparación de tallas (mm) en 3 dietas para engorde de A. tropicus 39 Cuadro 4. Estadística descriptiva de la comparación del comportamiento productivo de Atractosteus tropicus durante las fases de crecimiento y engorde en estanques 39 Cuadro 5. Análisis de la varianza para la variable peso en relación a los tres tratamientos 40 Cuadro 6. Análisis de la varianza para talla en relación de los tres tratamientos 41 Grafica 4. Relación talla-peso de A. tropicus en engorde 42 Cuadro 7. ANDEVA de muestreos para Peso (g) 43 Cuadro 8. ANDEVA de nuestros para Talla (cm) 44 Cuadro 9. Análisis de beneficios, costos variables y netos de la producción de A. tropicus en condiciones controladas 45 Cuadro 10. Tasa Marginal de Retorno 45 X Grafica 5. Respuesta a la pregunta número 1 ¿Había consumido anteriormente este pescado? 47 Grafica 6. Respuestas a la pregunta No. 2 consultando sobre el sabor de la carne 47 Grafica 7. Respuesta a la pregunta No. 3 consultando sobre la textura de la carne 47 Grafica 8. Mercado potencial y precio que los potenciales consumidores están dispuestos a pagar por una libra de carne de pejelagarto 48 XI PARTE I I.1 INTRODUCCIÓN La seguridad alimentaria a nivel mundial y nacional sigue siendo un tema de importancia debido a que existe una gran brecha entre la cantidad y calidad de alimentos que se requieren y la disponibilidad de los mismos. La acuicultura es la actividad de producción animal con mayor crecimiento en los últimos años, y se espera que sus productos ayuden en alguna medida a disminuir esta diferencia. Guatemala no es ajena al crecimiento mundial de la acuicultura. En la última década la acuicultura nacional ha crecido considerablemente, debido principalmente al aumento del volumen de producción de tilapia. Este cultivo, sin embargo, no ha sido ajeno a problemas. El crecimiento rápido en los volúmenes de producción y disponibilidad en el mercado han promovido un descenso del precio de venta. Adicionalmente, debido a múltiples factores de la economía nacional y otros propios de los sistemas acuícolas, los costos de producción han aumentado, provocando que los muchos de los pequeños productores se retiren de esta actividad. Al momento en que se planteó esta investigación no existían proyectos nacionales a nivel privado o gubernamental que buscaran desarrollar alternativas de producción acuícola que contribuyeran a solucionar el problema y que presentaran alternativas viables. Aunque si existían, y existen, investigaciones sobre cultivo y reproducción de especies nativas, éstas especies no han probado ser alternativas reales de cultivo. Con el fin de solucionar esta problemática se evaluó el cultivo de Atractosteus tropicus con el interés de diversificar los cultivos de peces en Guatemala. A. tropicus es un pez con alto valor comercial debido a la exquisitez de su carne y la demanda insatisfecha por la disminución de la captura. Como con otros recursos pesqueros, las poblaciones de A. tropicus han sufrido sobre explotación, principalmente por la pesca excesiva con artes no selectivas y por períodos prolongados, impidiendo el reclutamiento natural para la sostenibilidad de la especie. Otra presión sobre el recurso A. tropicus es el deterioro de los sitios naturales de desove afectados por las actividades humanas. En condiciones similares, ambas presiones provocan la disminución en la captura, el deterioro ambiental, y la vulnerabilidad humana dependiente de alimentos de alta calidad nutricional. A pesar 1 de ser un recurso íctico de gran valor, no existen estrategias ni programas gubernamentales dirigidos a la protección del recurso A. tropicus que incluyan períodos de veda que permitan la reproducción natural y el reclutamiento de organismos nuevos en las poblaciones salvajes. Esta situación limitará a corto plazo la disponibilidad de organismos para la pesca de subsistencia y como banco de reproductores para programas de acuicultura. La acuicultura permite mediante técnicas de reproducción, alimentación y manejo de recursos autóctonos el cultivo sostenible de A. tropicus minimizando la presión y mejorando la conservación del recurso por incentivo económico con beneficios en la seguridad alimentaria de los pobladores, la independencia a la pesca extractiva no racional y al planteamiento de un programa de repoblamiento a nivel de la costa sur en una etapa inicial. Esta investigación probó que el cultivo de A. tropicus es técnicamente viable y económicamente sostenible. Adicionalmente se probó que, aunque en principio la comercialización puede representar un reto, el mercado potencial de este producto es grande. Esta especie representa una verdadera alternativa de producción acuícola nacional. Con este proyecto se realizó, por primera vez en el país en julio de 2009 la reproducción de A. tropicus. Utilizando los protocolos establecidos anteriormente en México fue posible además realizar una larvicultura, aunque difícil, exitosa de la especie. Se comprobó que es posible alimentar a larvas, desde la primera alimentación, con alimentos comerciales y que los juveniles crecen satisfactoriamente utilizando alimentos comerciales de fácil adquisición en nuestro medio. Adicionalmente, el análisis de rentabilidad probó que este cultivo es rentable y puede ser económicamente sostenible y que el mercado potencial es grande. 2 I.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Atractosteus tropicus (anteriormente Lepisosteus tropicus) pejelagarto o machorra, pertenece a la familia Lepisosteidae la cual fue descubierta en Sur América por Wiley (1976). Las especies vivientes de los únicos dos géneros (Lepisosteus y Atractosteus) datan de hace 75 millones de años (Cretácico tardío). Las poblaciones de pejelagarto se reportan tanto en las zonas del Pacífico como Atlántico de Mesoamérica. Su distribución se extiende desde México hasta Centro América, incluyendo: Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica (Escobar, 2006). Las medidas antropogénicas de deterioro ambiental y la sobrepesca han provocado la depresión poblacional de muchos recursos bióticos. Estudios previos sobre las condiciones poblacionales de A tropicus indican que se han reducido específicamente producto de la sobrepesca. CECON (1999) reporta que A. tropicus es la especie más atrapada por pescadores y en consecuencia la amenazada, seguida de por lo menos 26 especies más, todas en el área del Canal de Chiquimulilla. Igualmente se reporta una alta dependencia de los pobladores de los recursos pesqueros como actividad socioeconómica principal. El pejelagarto se extrae durante todo el año, coincidiendo los mayores volúmenes de captura con la temporada de reproducción, limitando que se propague la especie de forma natural y el reclutamiento de ejemplares jóvenes a la siguiente generación (CECON, 1999). Observaciones realizadas durante esta investigación y otras afines, han permitido detectar que A. tropicus está sometido a una pesquería indiscriminada por los grupos de pescadores artesanales que se distribuyen en el Canal de Chiquimulilla, el área de Sipacate y en el Manchon-Huamúchal. La carne de este organismo es muy apetecida por las poblaciones costeñas dentro del área del Canal de Chiquimulilla. Silva (2007), reporta que las pesquerías se realizan en el área de Candelaria y Monterrico, dentro del canal de Chiquimulilla con trasmallos de 2.5 a 4.0 cm de luz de malla, con los cuales se atrapan organismos pequeños que no han logrado alcanzar la madurez sexual y su consecutiva reproducción. Las pesquerías de Retalhuleu y San Marcos abastecen a los pobladores del departamento de Quetzaltenango, para la elaboración de platos típicos de la zona. 3 La falta de de controles en la pesquería artesanal ha conllevado una sobrexplotación de este organismo durante años. La adicional destrucción de su hábitat, limita considerablemente la repoblación natural. Estos dos eventos han disminuido considerablemente las poblaciones de A. tropicus en los sistemas acuáticos del Pacifico guatemalteco. A pesar de ser un recurso íctico de gran valor, no existen estrategias ni programas gubernamentales dirigidos a la protección del recurso que incluyan períodos de veda. Esta situación limitará a corto plazo la disponibilidad de organismos para la pesca de subsistencia y como banco de reproductores para programas de acuicultura. Las situaciones antes mencionadas ponen en riesgo el futuro de la especie A. tropicus en los sistemas acuáticos del sur del país. La propuesta de la presente investigación fue trabajar con una especie de reconocido valor para establecer protocolos de reproducción, alevinaje y engorde, como una alternativa para integrar esta especie a los cultivos acuícolas del sector nacional, con el fin de abastecer los mercados existentes de pejelagarto y contribuir a disminuir su explotación desmedida en los medios ambientales naturales. 4 I.3 OBJETIVOS I.3.1 Objetivo General o Evaluar el potencial acuícola del Atractosteus tropicus en sistemas semiintensivos de producción. I.3.2 Objetivos Específicos o Evaluar el comportamiento productivo de Atractosteus tropicus suministrando alimentos natural y balanceado bajo condiciones controladas de cultivo. o Determinar la supervivencia, talla y peso durante el ciclo de cultivo de Atractosteus tropicus. o Realizar un análisis económico del cultivo de Atractosteus tropicus bajo condiciones controladas. o Elaborar un estudio de mercado para la comercialización y aceptación del producto final en el municipio de Guatemala. I.4 HIPÓTESIS 1.4.1 No existe diferencia significativa en el comportamiento productivo de larvas de A. tropicus alimentadas con alimento natural versus larvas alimentadas con alimento comercial. 1.4.2 No existe diferencia significativa en el comportamiento productivo de A. tropicus alimentadas: con alimento comercial para tilapia con 38% de proteína cruda versus las alimentadas con alimento comercial para tilapia 38% de proteína enriquecido con aceite de pescado. 5 I.5 METODOLOGÍA I.5.1 Localización de la investigación El período de la investigación tuvo una duración de dos años, comprendidos del primero de febrero del 2008 al 31 de enero del 2010. Esta investigación se llevó a cabo en las instalaciones del Centro de Estudios del Mar y Acuicultura de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en dos de sus sedes: en la Estación Experimental de Monterrico, la reproducción y la evaluación del comportamiento productivo de la especie; y en el Laboratorio de Investigación Aplicada ubicado en el campus central de la Universidad de San Carlos de Guatemala, la evaluación del comportamiento productivo de las larvas. La Estación Experimental de Monterrico se encuentra ubicada a 5.0 msnm en jurisdicción de la Aldea Monterrico, Santa Rosa. Su posición geográfica es: longitud 90°28’53’’ y latitud de 13°53’30’’ (Gall, 1981). Según De La Cruz (1982) la Aldea de Monterrico se encuentra dentro de la zona de vida Bosque Seco Subtropical, los meses de mayor precipitación son de junio a octubre, con un precipitación anual promedio de 855 mm. y una biotemperatura que oscila entre 19 a 24°C, con una evapotranspiración de alrededor de 1.5. I.5.2 Equipo y materiales utilizados En la Estación Experimental de Monterrico, para la reproducción y evaluación del comportamiento productivo de la especie: 8 piletas de cemento de 10.0 m2. Figuras 1 y 2. Sarán de 60% de sombra, que recubrió las 8 piletas. Bombas trifásica y monofásica para suministro de agua a piletas. 6 Fotografía 1. Vista lateral de las piletas utilizadas para el acondicionamiento de reproductores en la estación Experimental de Monterrico, Santa Rosa, del CEMA-USAC. Fuente: FODECYT 71-2007 Fotografía 2. Vista interior de las piletas y cubiertas con Sarán (60%), utilizadas para el acondicionamiento de reproductores en la estación Experimental de Monterrico, Sta. Rosa, del CEMA-USAC. Fuente: FODECYT 71-2007 Equipos y materiales de uso general durante toda la investigación Balanza OHAUS CL series, capacidad de 200 gramos, sensibilidad 0.1 gramo. Balanza OHAUS Ranger GT063. Regulador de Voltaje Automático KEBO SVR-2000VA. Sonda multiparamétrica para calidad de agua, WTW 350i/SET. Vernier. Bandejas plásticas. Papel mayordomo. 7 Extensión Eléctrica. Quechas diversas medidas. Beakers de 1 litro Alimentos para los distintos tratamientos Alimento comercial de trucha arcoíris, 45% PC. Migaja # 4. Artemia sp. en forma de quistes. Alimento comercial de tilapia 38% de proteína cruda (38% PC). Aceite de pescado comercial para enriquecimiento de dieta I.5.3 Acondicionamiento de reproductores Es importante mencionar en este párrafo que la reproducción inducida de A. tropicus no se había realizado antes en Guatemala. Con este proyecto fue posible hacer la reproducción, no solo una vez, sino durante dos años consecutivos, generándose así un protocolo de manejo de la reproducción aplicable a las condiciones nacionales. Para iniciar el trabajo se utilizaron como base los protocolos desarrollados por la Universidad de Juárez Autónoma de Tabasco, México, quienes desarrollaron las técnicas necesarias para la reproducción y larvicultura de esta especie. Se utilizaron estas referencias ya que compartimos territorialmente la distribución natural de la especie. Los organismos que fueron utilizados en la fase de reproducción son ejemplares capturados del medio natural. Éstos se encontraban en cautiverio bajo condiciones controladas de cultivo por un período de más de cinco (5) años. Estos organismos fueron originalmente extraídos del Canal de Chiquimulilla y se utilizaron como reproductores ya que para que estén aptos para la reproducción los organismos necesitan adaptarse a las condiciones de cautiverio, alimentarse en forma controlada y alcanzar la madurez sexual necesaria para inducirlos a la liberación de sus gametos en forma artificial. Para el primer ensayo de reproducción, el acondicionamiento se llevó a cabo de febrero a junio-julio del 2008, en piletas de 10.0 m2 (Figuras 1 y 2). Se practicaba un recambio del 100% del agua por semana. Los reproductores fueron alimentados con peces vivos: alevines de tilapia de desecho de la Estación Experimental de 8 Monterrico, juveniles de pez pululo (Dormitator latifrons) capturados en el canal de Chiquimulilla; y camarón blanco (Litopenaeus vannamei) de cultivo. Estos alimentos tenían como objetivo mejorar la calidad del desarrollo gonadal en las hembras, principalmente, ya que buena alimentación en el período de acondicionamiento gonadal, promueve mejor calidad y mayor número de óvulos producidos por hembra, lo que genera larvas con elevadas tasas de crecimiento, buena talla y supervivencia. A intervalos más o menos regulares de quince días, se monitoreaban las características externas principalmente el abultamiento del vientre de los reproductores como evidencia de un proceso de vitelogénesis ya avanzada. Para el primer ensayo de reproducción se emplearon 2 hembras de cerca de 2.5 kg y 8 machos de cerca de un 1.0 kg en promedio. La relación de sexos empleada fue de 1 : 3.5 (hembras : machos). Este primer ensayo de reproducción no fue exitoso ya que a pesar de observar desarrollo y maduración gonadal no hubo desove. Fotografía 3. Licda. Guerra con una hembra madura de A tropicus, con una vitelogénesis precisa para poder ser provocado un desove artificial con hormonas. Se utilizó una relación recomendada de 1 hembra por 3 machos (Hernández-Vidal, 2002). Fuente: FODECYT 71-2007 En el 2009, se procedió a un segundo acondicionamiento de reproductores con el método antes descrito. En julio de 2009 se logró un desove exitoso de A. tropicus, el primero bajo condiciones controladas de acuicultura en Guatemala. Durante este proceso de reproducción las dos hembras y 7 machos fueron inyectadas el día uno (1) 9 alrededor de las 17:00 horas con el LH-RH y se colocaron en el estanque de reproducción con los nidos de rafia. El día dos (2) se revisó el comportamiento de los organismos alrededor de las 06:30 de la mañana, observándose que ya presentaban una conducta reproductiva, donde los machos seguían en grupos de 3 a 4 a cada hembra. I.5.4 Reproducción La inducción al desove se realizó utilizando hormonas análogas de factores liberadores de gonadotropinas (LH-RH). Como se indicara anteriormente, se utilizaron como base los protocolos establecidos en México. Hernández-Vidal (2002), comprobó que la dosis efectiva para la primera reproducción en cautiverio debería ser de 35 mg/Kg de peso vivo, inyectada en la región muscular de la base de la aleta pectoral, para obtener una adecuada y rápida distribución al torrente sanguíneo (ver Fig. 4). Previo a la inyección los reproductores fueron anestesiados utilizando el producto comercial Éter Monofenílico del Etilenglicol (Merck) en dosis de (10.0 mL/ 30 L de agua). Fotografías 4. Carga de la jeringa tipo Insulina y aplicación del dosis de 35 mg/Kg de peso vivo, de hormona estimuladora de la liberación de gonodatropinas a reproductores de A. tropicus. Fuente: FODECYT 71-2007 Fuente: FODECYT 71-2007 Para la fase de reproducción se colocaron los peces en una relación de 3.5 : 1 (macho: hembra) en piletas de 10.0 m2 de espejo de agua, con una columna de agua de aproximadamente 60 cm de profundidad. Se colocó un sustrato artificial constituido por rafia deshilachada para elaborar un ramillete, al cual se le agregó un peso, para 10 mantenerlo en el fondo. Estos sustratos reemplazan las gramíneas y plantas de tul que se encuentren en las zonas inundadas del hábitat natural de la especie, sobre las cuales las hembras depositan los huevos adherentes, y donde se lleva a cabo el desarrollo embriológico o incubación de los huevos. I.5.5 Desove y eclosión El comportamiento durante el desove fue el mismo al descrito anteriormente por varios autores. Las hembras se dirigían a través de la rafia rozándola con el cuerpo, estimulando la maduración de los productos sexuales, y finalmente desencadenando el desove. Las hembras pasaban entre la rafia, seguidas de los machos muy cercanamente, arqueaban el cuerpo, exponiendo la papila reproductiva y liberando un grupo de óvulos, los cuales eran fecundados por los machos casi simultáneamente, formándose una nube de óvulos, espermas y líquidos reproductivos. Los huevos se adhirieron a la rafia. Esta conducta se repitió durante algunas horas. Fotografías 5. A. Nidos de rafia en el fondo del estanque de reproducción. B. Huevos fertilizados los cuales se deben adherir a la rafia para evitar ser contaminados por cualquier microorganismo del fondo de la pileta. A. Fuente: FODECYT 71-2007 Nidos de Rafia B. Fuente: FODECYT 71-2007 Huevos adheridos a la rafia Como se observa en la Fig. 6 el diámetro aproximado de los huevos de A. tropicus se encuentra cercano a los 3.0 mm. Esto corresponde a los reportes de Hernández-Vidal (2002) quien encontró que en promedio, 100 huevos tomados aleatoriamente alcanzaron un diámetro de 2.95 ± 0.04 mm. 11 Fotografías 6. A. Vista cercana de los huevos adheridos a la rafia. B. Tamaño de los huevos cerca de 3 mm, y color clásico, este color concuerda con lo reportado anteriormente por otros autores (Márquez, 1999: en Márquez-Coutier et al, 2006). A. Fuente: FODECYT 71-2007 B. Fuente: FODECYT 71-2007 Los huevos fertilizados se transfirieron, fijados a los nidos, a tinacos con capacidad de 1,000 litros y con aireación continua para ser transportados al Laboratorio de Investigación Aplicada de la USAC-CEMA donde se llevó a cabo la larvicultura (Fig. 7). El proceso de incubación de los huevos se realizó en tanques de larvicultura de fibra de vidrio con capacidad para 1,000 litros. El agua de incubación se acondicionó con termostatos hasta alcanzar 28oC. Fotografía 7. Transporte de huevos de la Estación de Monterrico hacia el Laboratorio de Investigación Aplicada del CEMA. Fuente: FODECYT 71-2007 La eclosión de las primeras larvas se inició 48 horas post desove y fecundación, coincidiendo con el tiempo de incubación reportado a 30oC por Zapata (2003). La fase de nado libre y apertura de la boca ocurrió a las 96 horas post eclosión, coincidiendo con los reportes de Zapata (2003). 12 Fotografías 8. Vista cercana de huevos en proceso de eclosión. Fuente: Rivas, (2009) Fuente: Rivas, (2009). I.5.6 Larvicultura Como se indicara anteriormente, los nidos (rafia con huevos adheridos) fueron transportados al Laboratorio de Investigación Aplicada de la USAC-CEMA para completar la incubación y realizar la larvicultura. La larvicultura se llevó a cabo en los mismos tanques de eclosión a 28oC. Durante el transporte de los nidos se observó la pérdida de algunos de los huevos debido al desprendimiento, sin embargo, la mayoría de ellos llegaron en buenas condiciones al laboratorio. La eclosión y desarrollo de las larvas siguió el curso normal descrito en la literatura (Zapata, 2003). Durante el proceso de desarrollo se observaron los cambios metamórficos descritos por otros autores y que incluyen: absorción del disco germinal, desarrollo de la boca, y finalmente crecimiento del hocico del pez, que le da las características típicas de la especie. Márquez-Couturier, et al (2006), reportan una supervivencia del 75% hasta la absorción del saco vitelino y primera alimentación. La sobrevivencia observada durante el presente estudio fue similar a la reportada por estos autores. A partir del momento de la primera alimentación, sin embargo, la sobrevivencia disminuyó considerablemente para ser de aproximadamente 15% al final del ciclo. En las siguientes fotografías se ilustra el desarrollo embrionario post-eclosión observado en las larvas de A. tropicus en la larvicultura de la especie realizada en el Laboratorio de Investigación Aplicada de la USAC-CEMA. 13 Fotografías 9. A. Larvas recién eclosionadas adheridas al nido de rafia con el disco germinal. B. Larva de cerca de un día de vida, aún presenta saco vitelino, carece de pigmentación y aletas, ya presenta el disco germinal. A. Fuente: FODECYT 71-2007 B. Fuente: FODECYT 71-2007 Fotografías 10. A. Vista cercana de una larva de un día de edad, con un ojo compuesto desarrollado, disco germinal y carente de boca. B. En esta fotografía se aprecia como la larva se adhiere a una caja de Petri por medio del disco germinal. A. Fuente: FODECYT 71-2007 B. Fuente: FODECYT 71-2007 Fotografías 11. A. Larva de pejelagarto en un proceso más avanzado de su metamorfosis, ya no tiene disco germinal para adherirse al substrato, posee una boca funcional y del saco vitelino solo queda una yema. B. Pigmentación en la región caudal y la formación de las aletas dorsal, anal y caudal. A. Fuente: FODECYT 71-2007 B. Fuente: FODECYT 71-2007 14 Fotografías 12. A. Larvas de pejelagarto que han desarrollado el hocico característico de la especie. B. Larva con una talla de 2 centímetros A. Fuente: FODECYT 71-2007 B. Fuente: FODECYT 71-2007 I.5.7 Primera alimentación y evaluación del comportamiento productivo de las larvas de A. tropicus utilizando dos fuentes de alimento: alimento vivo –Artemia sp.- y alimento comercial Uno de los objetivos de esta investigación era determinar la factibilidad de alimentar larvas de A. tropicus con dietas comerciales. Para cumplir con este objetivo se realizó la comparación del comportamiento productivo de las larvas alimentadas con dos dietas: una a base de alimento natural (Artemia sp.) y otra con un alimento balanceado comercial (protocolo de primera alimentación para truchas, basado en el uso de harina para trucha 45% de proteína cruda < 0.600 mm de diámetro seguido de alimento para alevines Alevín # 1 0.600-0.850 45% PC). Los organismos utilizados en esta fase de la investigación provinieron de la fase de reproducción antes explicada. Las larvas empleadas en el estudio habían consumido el saco vitelino, iniciado la natación y desarrollado su sistema digestivo, principalmente la apertura del boca lo cual sirvió como indicador de que podían iniciar su alimentación exógena. La alimentación exógena se inició el día 5 post- eclosión. Las unidades experimentales consistieron de 6 tinacos de fibra de vidrio con capacidad para 200 litros de agua. Se sembraron las larvas a una densidad de un (1) organismo/L, teniendo cada tinaco una población inicial de 200 larvas. Las condiciones de calidad de agua se mantuvieron a 28.0o ± 1.5°C, y una concentración de oxígeno disuelto de 6.5 ± 0.5 mg/L. Para asegurar que las condiciones de calidad 15 de agua eran apropiadas se hizo un recambio parcial por sifoneo una hora después de agregarse el alimento, con el fin de retirar restos de alimento y heces fecales de acuerdo a las sugerencias de Hernández (1999). Las larvas sobrevivientes a esta fase inicial de cultivo fueron mantenidas en reserva durante un período aproximado de cuatro meses para ser utilizadas en las fases siguientes del proyecto de investigación. I.5.7.1 Índices zootécnicos empleados en la evaluación Se evaluó la tasa de supervivencia, el peso inicial y final de los organismos. Para estas evaluaciones se tomó una muestra de cada tinaco, consistiendo de 15 organismos tomados al azar. Los muestreos de crecimiento se realizaron cada 5 días. Día 0 (día 5 después de la eclosión), día 5 de cultivo, y día 10 de cultivo, determinándose peso promedio, mortalidad en cada muestreo y mortalidad final acumulada. Los resultados de crecimiento utilizando como parámetro de comparación el peso fueron analizados con estadística descriptiva y las medias de crecimiento fueron comparadas utilizando el teste de T-Student (α = 0-05). 16 I.5.8 Evaluación del comportamiento productivo de A. tropicus durante las fases de crecimiento y engorde en estanques Los juveniles que sobrevivieron a la fase de larvicultura fueron trasladados a la Granja Experimental de Monterrico. En la granja se hizo una etapa de pre-engorde por cuatro meses, alimentando a los animales con concentrado comercial para trucha de 45 % PC (marca Silver Cup, importado). Esta fase de pre-engorde se empleó para lograr que los organismos alcanzaran tallas similares ya que de la larvicultura surgieron organismos con tallas muy dispares producto del canibalismo. También se llevó a cabo para coincidir con la talla de siembra reportada en México y poder comparar los resultados de esta investigación con las de investigaciones similares. Para determinar la aptitud de la especie a cultivo en las condiciones nacionales se realizó un ensayo de crecimiento y engorde, comparando tres dietas y evaluando los parámetros de supervivencia, talla y peso durante el ciclo productivo. Los organismos empleados tenían una edad aproximada de 4 meses y peso promedio de 24 ± 3.85 gramos. Las unidades experimentales consistían en 7 piletas con dimensiones de 2.5 x 4.0 m (área = 10.0 m2), a una densidad 5 organismos/m2 (ver Cuadro 1). Los tratamientos fueron distribuidos al azar en las piletas de investigación y asignados de acuerdo a la siguiente tabla. Cuadro 1. Distribución de los tratamientos de acuerdo a la numeración de cada pileta en la Estación Experimental de Monterrico. Tratamiento Alimento comercial para tilapia con 38% de proteína cruda Tilapia 38% marca Purina de distribución nacional Alimento comercial para tilapia enriquecido con aceite de pescado Tilapia 38%+Aceite, marca Purina de distribución nacional Alimento comercial para trucha 45% Trucha 45% Asignado como alimento control, marca Silver Cup (importado) Código de tratamiento Numero de pileta en el ensayo 1 15,17,21 2 18,18,20 3 16 Fuente: FODECYT 71-2007 La alimentación se administró ad libitum para los tres tratamientos. El período de evaluación tuvo una duración total de 257 días (8.6 meses). Durante el proceso se 17 realizaron 12 muestreos, cada 21 días aproximadamente. Las muestras consistían de 15 peces de cada una de las piletas. Los factores evaluados durante los muestreos fueron: talla, peso y profundidad promedio de los animales; estado general de salud y supervivencia. También se mantuvieron registros del alimento consumido para hacer una estimación del factor de condición alimenticia y hacer un análisis indirecto para el costo de producción por libra. La calidad del agua del cultivo se mantuvo con un recambio de agua parcial, una vez por semana. Adicionalmente se mantuvieron registros de oxígeno disuelto, pH y conductividad del agua como referencia. Fotografías 13. Vista general que permite tener una idea de las piletas donde se llevó a cabo el cultivo de juveniles de A. tropicus. A. Juveniles de aproximadamente 10 g. B. Juveniles de A. tropicus durante el proceso de siembra en los estanques de experimentación. En este momento los animales tienen un peso promedio 24 gramos. A. Fuente: FODECYT 71-2007 B. Fuente: FODECYT 71-2007 I.5.9 Diseño experimental Para el ensayo de dos dietas en crecimiento y supervivencia de larvas se aplicó la comparación de medias mediante prueba T de Student, lo cual se corrió en paquete informático InfoStat/Profesional, Versión 1.1. Para esta evaluación del comportamiento productivo durante la fase de crecimiento se usó un diseño completamente al azar desbalanceado, con una réplica de tratamiento testigo de referencia y dos tratamientos experimentales (38% PC) con tres replicas cada uno. 18 Para realizar los análisis estadísticos se utilizó un paquete informático (InfoStat/Profesional, versión 1.1) para correr un análisis de varianza para las variables de crecimiento y rendimiento (peso y talla). Posteriormente, se utilizó la prueba de Tukey para comparar las medias de los tres tratamientos. I.5.10 Análisis económico del cultivo de A. tropicus bajo condiciones controladas. Para efectos de evaluación económica se realizó una prueba de Tasa Marginal de Retorno, como indicador de rentabilidad. Se tomó en cuenta el costo de los alimentos experimentales, así como el aditivo de dos aceites como enriquecedores lipídicos. Se calculó la conversión alimenticia que presentaron los tres tratamientos durante la fase experimental, con el fin del cálculo de consumo de alimento y evaluar económicamente los tratamientos. I.5.11 Estudio de mercado para la comercialización y aceptación del producto final en el Municipio de Guatemala Para poder determinar la aceptación del producto y su factibilidad comercial se realizó una degustación en la cual se presentó y enseñó a los invitados como podía ser preparada y consumida la carne de machorra. Se prepararon dos recetas a base de machorra asada. Fotografías 14. A. Fotografía del salón donde se llevó a cabo la degustación. B. Platos tipo buffet donde se sirvieron los invitados, mostrando la vista general de las recetas preparadas. A. Fuente: FODECYT 71-2007 B. Fuente: FODECYT 71-2007 19 Cada participante degustó los dos platillos y posteriormente impresiones en una prueba hedónica, lográndose anotó sus recabar información para las variables: aceptación, sabor, olor, textura y disponibilidad de pagar por una libra de carne de pejelagarto, luego se tabulo y analizo la información obtenida. Una copia de la boleta de evaluación se encuentra incluida en el anexo. Fotografía 15. Uno de los participantes durante la evaluación del producto llenando la encuesta, luego de degustar los platos. Fuente: FODECYT 71-2007 20 PARTE II MARCO TEORICO II.1 Orden taxonómico de Atractosteus tropicus La Machorra, Pejelagarto o Pez Armado, Atractosteus tropicus es una especie acuática considerada como pez fósil (Moyle y Cech, 1988). Ha recibido distintos nombres desde su descubrimiento a la fecha actual, se la denominó originalmente Atractosteus tropicus (Gill1, 1863), posteriormente Atractosteus belandieri (Dumeril, 1890), y Lepisosteus tropicus, (Jordano y Everman 1896) y más recientemente ha sido reubicado como Atractosteus tropicus (Wiley, 1976), al concluir el estudio de los Lepisosteidos fósiles y vivientes, siendo éste último el nombre actualmente empleado por la comunidad científica para referirse al pejelagarto (Gómez, 2003). Atractosteus tropicus Gill, 1863. Familia: Lepisosteidae, incluye 7 especies. Orden: Lepisosteiformes Clase: Actinopterygii Género: Atractosteus y Lepisosteus Especie: tropicus Nombre común: Machorra, Pejelagarto, Pez Armado II.2 Generalidades de la especie Estos peces tienen una talla promedio de 125 cm para ambos sexos, y un peso promedio de 2,860 gramos. Pesos mayores son escasamente reportados encontrándose en áreas con mínima influencia humana. Las mayores tallas reportadas son para hembras. Habitan en ambientes demersales, de agua dulce en climas tropicales (Casillas, 2006). En general, son especies con alta tolerancia a las bajas de oxígeno, habitan en aguas anóxicas o bajas en concentración de oxígeno disponible, presenta una vejiga 21 natatoria altamente desarrollada que les permite flotar con facilidad y en casos extremos de calidad de agua tomar el oxígeno directamente del aire, toleran altas concentraciones de metabolitos orgánicos nitrogenados y fosforados, característicos de los sistemas estuarinos. La machorra ó pejalagarto son abundantes en los remansos de los ríos, en aguas someras de poca profundidad y alta turbidez. Puede encontrarse tanto en ríos, lagos o sistemas estuarinos, preferentemente en aguas estancadas. El pejelagarto habita en ríos, lagunas y pantanos del sureste de México. Su distribución se extiende hacia Centroamérica: Guatemala, El Salvador, Nicaragua, y Costa Rica (Casillas, 2006). Silva (2007), describe los procedimientos de pesca en el Canal de Chiquimulilla, Santa Rosa, donde se utilizan dos tipos de trasmallos, uno de 7 mallas por cuarta y otro de 5 (de 2.5 a 4 centímetros de luz de malla). Estos trasmallos fueron virados en los puntos trazados y al cabo de 2 horas y algunos casos toda la noche, fueron observados para verificar la captura de organismos. Estos trasmallos tienen de 4 a 8 metros de longitud y 2 metros de altura. Silva (2007), La presión de pesca que se ejerce sobre el pejelagarto, es alta ya que se capturan de 150 a 300 especímenes semanales por cuadrilla en época de reproducción del organismo. En estas capturas se encuentran animales jóvenes que no son sexualmente maduras, ya que los especímenes capturados no superan los 70.0 centímetros de longitud, por lo que son sacrificados antes de poder aparearse y tener progenie. Aunque para esta talla, los organismos reportados para la literatura ya han más de un evento reproductivo. II.3 Morfología La familia Lepisosteidae presenta un maxilar superior no articulado al cráneo, una elongada nariz provista de una estructura ósea fuerte en la cabeza, ambos maxilares provistos de prominentes dientes. Son organismos predadores que en la mayoría de casos utilizan la vista como detector de presa. Presentan placas óseas bien desarrolladas a lo largo de los maxilares capaces de rasgar y romper la presa. Como predador, las siete especies son capaces de ingerir a la presa completa cuando el 22 tamaño es adecuado o bien rasgar solamente el área que pueden manipular, prefieren peces pequeños (Moyle y Cech, 1988). II.4 Hábitat En general, son especies con alta tolerancia a las bajas de oxígeno, habitan en aguas anóxicas o bajas en concentración de oxígeno disponible. Presenta una vejiga natatoria altamente desarrollada que les permite flotar con facilidad y en casos extremos de calidad de agua tomar el oxígeno directamente del aire. Toleran altas concentraciones de metabolitos orgánicos nitrogenados y fosforados, característicos de los sistemas estuarinos. Puede encontrarse tanto en ríos, lagos o sistemas estuarinos, preferentemente en aguas estancadas (Moyle y Cech, 1988). La machorra es una especie que se mantiene en grupos o cohortes, comportamiento gregario, son fácilmente visibles y por mantenerse flotando con poca movilidad en espera de presa o el proceso de digerir los alimentos. Cuando en grupo, la machorra suele ser agresiva contra la presa, que en cualquiera de los casos debe ser presa viva. El comportamiento gregario permite a los grupos de machorra ordenarse para encerrar y no permitir que la presa escape (Moyle y Cech, 1988). II.5 Generalidades sobre el cultivo de machorra Chávez (2003) reporta experiencias de cultivo con 1,000 juveniles de pejelagarto de cuatro meses de edad, cultivados en un estanque de concreto de 8x6x1 metros de largo, ancho y profundidad respectivamente. Iniciando el día 24 de febrero de 2002, la longitud total y el peso inicial promedio de los ejemplares fue de 15 cm y de 13 gramos respectivamente. Los juveniles presentaron baja ganancia de peso en el primer mes de cultivo, probablemente debido a las temperaturas prevalecientes, sin embargo para julio se reportaron crecimientos en promedio de 258 gramos/organismo y longitud de 34.4 centímetros/organismo. Los pejelagartos fueron alimentados con alimento para trucha flotante extrudado con 42% de proteína y 15% de grasa, el tamaño del pellet se ajustó 23 conforme avanzo el cultivo, empleando 3.5, 4.5 y 5.5 mm de diámetro. El 25 de septiembre del mismo año se realizó la cosecha y se concluyó esta parte del proyecto. Molina et al, (2008), reportan que se procesaron un total de 8 ejemplares de A. tropicus, de los cuales 5 ejemplares fueron machos y 3 hembras. En total se observaron 95 laminillas que fueron analizabas bajo el microscopio. A partir de este análisis se localizaron 2,682 metafases de entre las cuales fueron seleccionadas 430 para ser contabilizadas. Molina et al, (2008), a partir del conteo se determino que el numero cromosómico modal diploide para A. tropicus, es de 56 cromosomas (2n = 56). Sin embargo, durante el conteo se encontraron algunas metafases con un número cromosómico diferente al de 56 cromosomas; de 430 metafases de hembras y machos el número de metafases con 56 cromosomas corresponde al 38% aproximadamente, siendo el porcentaje más alto. Al analizar el material de machos las metafases con 56 cromosomas corresponde a 34.2% y en el de hembras 40.4%. El cariotipo presenta una formula cromosómica 10m+8sm+3st+14 microcromosomas y no se observaron diferencias entre hembras y machos. Molina et al, (2008) opinan que la observación y conteo de metafases con un numero cromosómico diferente a 56 cromosomas, puede ser efecto de la técnica empleada. El cariotipo del pejelagarto A. tropicus se describe por medio de la tinción Giemsa de 295 preparaciones cromosómicas en mitosis a partir de 120 larvas y 15 adultos (5 hembras y 10 machos) de la población que habita en Tabasco, sureste de México. El numero diploide 2n = 56 cromosomas se dio en 281 dispersiones cromosómicas de un total de 445 muestras, de ellas 73 dispersiones provinieron de 206 metafases larvales, y 208 dispersiones de 239 metafases de adultos. Se observo variación en el número de cromosomas desde 46 hasta 64 elementos cromosómicos (larvas). Las metafases con 58 cromosomas fueron el segundo valor más abundante, después del numero diploide 2n = 56 (35%). En los adultos esa variación no fue relevante. Esta variación cromosómica se relacione con microcromosomas móviles. El cariotipo se determino de seis dispersiones cromosómicas bien definidas de tres hembras y tres machos; y el cariotipo promedio se integro de ocho pares de cromosomas metacéntricos (m), cuatro pares cromosomas submetacéntricos (sm), 24 ocho pares de telocéntricos (t), y ocho pares de microcromosomas telocéntricos (*t). El numero fundamental observado en el cariotipo típico promedio fue NF = 80 brazos cromosómicos. No se detectaron diferencias sexuales (Arias-Rodríguez, et al, 2009). II.6 Reproducción Una de las características que limita la proliferación del pejelagarto es su reproducción anual, misma que coincide con la temporada de lluvias. Las zonas de reproducción comprenden áreas de inundación, someras y con abundante vegetación hidrófila como lo son algunos pastos, el lirio acuático, la lechuga de agua y otras formas vegetales como la lenteja de agua. También pueden presentarse el desove en los márgenes de ríos y lagunas con las características antes descritas. Esta especie es dioica y no presenta un claro dimorfismo sexual. Algunos investigadores coinciden que las hembras alcanzan mayor talla y peso que los machos y que la fecundación es externa (Chávez, 2003). Alemán y Contreras (1987), señalan que la temporada de reproducción se lleva a cabo preferentemente durante los meses con precipitaciones pluviales muy altas, época del año en que ocurren inundaciones de las zonas pantanosas, lagunas y ríos, las hembras encabezan los grupos de reproductores agitando la cola de manera brusca en cortos lapsos contra la vegetación sumergida (chapaleo), y prefieren para el desove, aéreas someras con profundidades entre 30 a 60 cm, con abundante vegetación constituida de lirio acuático (Eichoria crassipes), pasto (Paspalum sp), espadaño (Typha latifolia), popal (Thalia geniculata), lechuguilla (Pistia stratiotes) y abundante pasto estrella (Cynodon plectostachyus). La época de desove se presenta entre agosto y septiembre, coincidiendo con un aumento en las lluvias. Los desoves se llevan a cabo en grupos. Las hembras encabezan los grupos de reproductores, mientras que los machos avanzan detrás de las hembras expulsando el esperma. La eclosión se presenta a las 48 horas aproximadamente (Gómez, 2003). Los huevecillos son adhesivos y no hay cuidado paterno. Las larvas son inactivas durante algunos días, hasta que el saco vitelino es absorbido e inicia la 25 alimentación exógena con zooplancton. Es en este momento en el cual se presenta el principal problema en el desarrollo de su cultivo, ya que si escasea el alimento zooplanctónico en el momento en el que se acelera el crecimiento, se presenta un fuerte canibalismo, lo que origina una importante disminución en los niveles poblacionales de la especie. Por otra parte, la baja disponibilidad de zooplancton repercute igualmente en la baja calidad de las crías obtenidas en cada época de reproducción (Treviño, 2000). Mendez-Marin et al (2009), reportan que el tipo de desarrollo ovárico que presenta el A. tropicus es del tipo sincrónico, a lo largo de un ciclo anual se identifican tres periodos: previtelogénesis, vitelogénesis y posdesove. Asimismo, las hembras de A. tropicus inician la previtelogénesis de septiembre a enero, indicado esto por la presencia en las gónadas de folículos previtelogénicos abundantes, así como de nidos celulares. Durante los meses de febrero a julio los folículos ováricos se encuentran en un proceso de crecimiento constante, debido al incremento en la captación de vitelo exógeno. Sin embargo, se pueden observar picos y caídas de los valores promedios obtenidos, lo que sugiere que los picos son hembras en vitelogénesis avanzada, las cuales esperan las condiciones ambientales apropiadas para llevar a cabo el desove, los valores promedio bajos son hembras en un periodo temprano de la vitelogénesis que serán las últimas en madurar y desovar. Mendez-Marin et al (2009), durante los meses de agosto a septiembre las hembras muestran una disminución en los valores de IGS (índice gonadosomático), VG (volumen gonadal) y DF (diámetro del folículo ovárico mas grande), los ovarios se observan vacios y flácidos, lo que sugiere que el desove se presenta durante estos meses en la mayoría de los organismos de esta población. De octubre a noviembre se describe una etapa posovulatoria, indicada por la presencia de ovarios con ovocitos posovulatorios, pero con ovocitos previtelogénicos, lo que sugiere que son hembras que desovaron y se encuentran reiniciando el ciclo ovárico. Mendez-Marin et al (2009), caracterizan al A. tropicus con tres periodos de desarrollo gonadal, previtelogénesis, vitelogénesis y posdesove. Estos periodos muestran un patrón de variación mensual, que explican el proceso de maduración y la temporada reproductiva. 26 En el caso de los Leposistéidos las hembras alcanzan mayor talla y peso que los machos, pero no sabemos si este crecimiento diferenciado se presenta desde la determinación del sexo a temprana edad o si este mayor crecimiento se debe a los estímulos que se presentan cuando los organismos maduran sexualmente. Lo que es evidente en esta especie es que esta diferencia de talla es parte de una estrategia reproductiva en la cual el sexo de mayor valor reproductivo es la hembra. Suponemos que esta estrategia reproductiva del pejelagarto se basa en que las hembras de mayor talla y peso aportan mayor número de huevos, estos huevos además son de mayor diámetro y las larvas que eclosionan también presentan tallas significativamente mayores que las que provienen de hembras de menor talla y peso, siendo directamente proporcional esta relaciones (Chávez, 2003). Los machos maduran al primer año de edad, mientras que las hembras canalizan su energía para el crecimiento corporal en su primer año y es a los dos años que maduran por primera vez. Mediante esta estrategia de machos precoces, es posible que la especie asegure la variabilidad genética y que esta participación de machos de distintas edades en los desoves favorezca la herencia de los caracteres de adaptabilidad que le han permitido existir como especie desde hace 75 millones de años (Chávez, 2003). La Familia Lepisosteidae no presenta dimorfismo sexual, la hembra es casi siempre mayor al macho, rara vez el macho suele ser mayor que la hembra, algunos investigadores indican que podría existir diferencia entre sexos basado en el número de manchas. La talla y peso donde alcanzan madurez sexual tienden a ser desde los 50 y 60 centímetros y 600 gramos, respectivamente, en este rango se considera que el 50% de los organismos están maduros o desovados. En la naturaleza y ambiente centroamericano, las hembras suelen estar maduras desde enero y los machos desde marzo hasta septiembre, tienden a ovopositar varias veces durante la época de reproducción. El número de ovocitos por ovario maduro difiere de la talla de las hembras. Se reportaron 1124 ovocitos para hembras de 78.8 cm y 99,000 para hembras de 118.6 cm, largo total. Los refugios para desovar y adherir la hueva suelen ser en sistemas donde existen raíces, hojas y turbidez que den sustento a las nuevas crías. Una densa mucosidad protege a la hueva depositada, caracterizada por ser huevo grande, fácilmente visible. Posterior a la liberación de la hueva, los reproductores 27 dejan los ambientes y se trasladan de nuevo a ríos. La masa mucosa que contiene la hueva se adhiere a diferentes superficies. Se ha comprobado que como medio de protección contra predadores, la hueva contiene cierta cantidad de neurotoxinas para invertebrados y cardiotoxinas para el caso de mamíferos (Chávez, 2003). Según Márquez (1998), el número promedio de huevos por kilogramo de hembras es de 12,390 pero este dato puede variar si se trata de ejemplares de primera maduración. Los huevos maduros miden 3 mm de diámetro promedio y presentan una coloración verde olivo, cubiertos por una sustancia toxica para otras especies, la cual les permite adherirse a cualquier tipo de sustrato. Una vez que eclosionan las larvas, la alimentación exógena inicia 72 horas después de su eclosión, capturando el alimento vivo disponible como cladóceros, larvas de mosquitos, pequeños insectos y crías de peces (Contreras y Márquez, 1988). Márquez (2009) en Márquez-Couturier et al, (2006), menciona que para planificar los desoves y la producción de crías se experimentado con hormonas comerciales como el OVAPRIM-C a una dosis única de 0.2 mg/kg. de hembra, donde se ha observado un tiempo de respuesta de 10 a 12 horas presentándose desoves totales con un porcentaje de fertilización de 92 % y un 98 % de eclosión. Sin embargo, al usar una dosis de 0.5 mg/kg o más, puede causar hipotrofia de los ovarios e incluso la muerte de los ejemplares. Hernández (2002), menciona que es posible realizar la identificación de sexo de ejemplares adultos de A. tropicus mediante la detección y cuantificación de la vitelogenina (VGT) plasmática, empleando suero anti-VTG producido a partir de la proteína purificada. El empleo conjunto de los niveles de VTG y sus análogos súperactivos de los factores liberadores de gonadotropinas (des-Gly10-(D-ala6) LHRH ethylamide y D-Ala6-LHRHa) y Ovaprim como agentes inductores, permiten programar los desoves durante la temporada de acuerdo a la fase de maduración de las gónadas en las hembras, lo cual hace posible un uso optimo de los reproductores. II.6 Alimentación Estudios sobre la alimentación de los pejelagartos en su ambiente señalan que los ejemplares jóvenes incluyen insectos acuáticos y peces y que su función ecológica 28 es la de regular la abundancia de otras formas de vida. En los tractos digestivos de adultos se han encontrado insectos, crustáceos, peces, anfibios, ocasionalmente zooplancton y restos vegetales. La mayoría de los autores coinciden en que es un pez carnívoro, crepuscular y nocturno (Chávez, 2003). La temporada de desove es corta en cada sitio y los grupos que desoven primero tienen amplias posibilidades de obtener en los sitios de desove ejemplares que incluirán en su dieta natural a los organismos que nazcan en desoves posteriores. Aparentemente el canibalismo es parte de una estrategia de supervivencia durante temporadas con escasez de alimento que permite superar la etapa crítica rápidamente, aumentando las posibilidades de desplazamiento hacia lagunas y ríos cuando retornan las aguas que inundaron las zonas bajas. Es probable que esta estrategia también favorezca el escape de las crías de sus depredadores naturales (Casillas, 2006). La alimentación basada en alimentos vivos es costosa, requiere de abundante mano de obra e infraestructura para su producción. Motivo por el cual se han realizado numerosas investigaciones orientadas hacia la sustitución de alimentos vivos por dietas artificiales de tal manera que se minimicen los costos de la producción (Casillas, 2006). Márquez-Couturier et al, (2006) menciona que una vez la adaptación al alimento artificial se consigue, el canibalismo cesa totalmente, lo cual coincide con el momento de la transformación de larva a juvenil, en este periodo de vida se inicia el proceso denominado preengorda, para lo cual se ha utilizado el alimento para trucha (45% de proteína y 16% de lípidos), cabe mencionar que con la utilización de este alimento comercial se avanzo de manera extraordinaria durante es te proceso, pero actualmente se ha concluido con los estudios en torno a los requerimientos de proteínas, lípidos y energía, y demostrado que al igual que otros peces el requerimiento de estos nutrientes es más alto durante los primero s estadios de vida y va disminuyendo conforme el organismo crece. La harina de res puede ser utilizada como un insumo en la elaboración de una dieta para prejuveniles de A. tropicus, aporta el contenido proteico a la dieta, puede ser utilizada para la alimentación de prejuveniles de pejelagarto, puesto que con ella se 29 obtienen incrementos importantes en peso (390%) y en talla (72%). Con las dietas experimentales se mantuvieron sobrevivencias aceptables (74-82%). Aunque se registro el valor de KM más pequeño con la dieta a base de harina de res, ésta permite a los organismos mantener su forma alargada. Aunado a lo anterior, resulta rentable el manejo de A. tropicus por las características propias de la especie como su elevada tasa de crecimiento y las grandes tallas que alcanza en estado adulto (Castro-Mejía et al, 2009). II.7 Nutrición Las fases de alimentación del pejelagarto fueron determinadas por HernándezVidal, et al (2000) quienes reportaron que la alimentación endógena se presentó de la eclosión hasta las 120 horas post eclosión (hpe), la fase de alimentación mixta ocurrió entre las 120 y 128 hpe y por último la fase de alimentación exógena se presentó a las 136 horas hpe, cuando las larvas presentaron una talla promedio de 16.3 mm. En relación a la alimentación de larvas del pejelagarto (A. tropicus) existen varios trabajos sobre la larvicultura. Los primeros trabajos sobre la cría de larvas y postlarvas reportaron que los mejores resultados se obtienen con los alimentos vivos: cladóceros y copépodos, así como con crías de peces para las postlarvas (Márquez y Contreras, 1988; Díaz y Otero, 1991). En García et al (1997) menciona el primer estudio sobre la sustitución gradual del alimento vivo por alimentos inertes. Experimentaron con alimento en fresco y artificial para la cría de larvas y postlarvas de pejelagarto. Las larvas aceptaron alimentos frescos y artificiales pero su crecimiento no fue favorable. Los autores lo atribuyeron al contenido nutricional de los alimentos que posiblemente no fue el más adecuado para esta etapa de vida. Sobre el horario de alimentación en larvas en primera alimentación del pejelagarto, Zacarías (2003) reportó que los mejores resultados se obtuvieron con las larvas alimentadas con cuatro porciones diarias en un horario matutino-nocturno (8:00, 12.00, 24:00 y 4:00 horas) obteniéndose larvas de mayor talla (39.4 cm) y peso (0.156 gr.) a los 11 días de iniciada la alimentación. 30 Ramón (2003) realizó un estudio sobre frecuencia de alimentación en larvas de pejelagarto, reportando que en cuanto a crecimiento en peso no hubo diferencias significativas al alimentar tres, cuatro, cinco o seis veces al día, siendo el promedio más alto de 0.152 gr. En referencia a talla el mejor promedio fue de 34.8 mm para las larvas alimentadas con una frecuencia de seis veces al día misma que no fue estadísticamente diferente a aquellas alimentadas tres, cuatro y cinco veces al día. Marquez-Couturier et al, (2006), señalan que se deben considerar dos aspectos importar para obtener sobrevivencias por arriba del 60%. 1.- Cantidad de veces que son alimentados los organismos al día y 2.- Considerar la fase de crecimiento en la que se encuentra el organismo en experimentación, debido a que mientas más grande es el organismo, la cantidad de veces que debe ser alimentado es mayor. Los mismos autores señalan que una ingesta mayor a 3 raciones de alimento al día, no solo provoca que los animales formen estructuras necesarias, sino que el peso y la talla se incrementan significativamente. El segundo aspecto importante que consideran Marquez-Couturier et al, (2006), es que organismos como el A. tropicus alimentados por la tarde-noche presentan un incremento mayor en peso y talla, en contraparte con los peces alimentados en las horas de la mañana, por lo que la decisión de alimentar a los pejelagartos fue a las 16:00, 20:00 Y 24:00 horas. Este horario de alimentación permitió alcanzar valores de sobrevivencia por arriba del 70% Mendoza et al (2002) lograron el acondicionamiento al consumo de alimentos artificiales en larvas de A. spatula utilizando una dieta a base de microesferas extruidas con un 45% de proteína, obteniendo juveniles de 30 cm de longitud en un período de cuatro meses. En el ámbito de la alimentación y nutrición García (1997), al evaluar la sustitución de los alimentos vivos, por alimentos frescos y en larvas del pejelagarto A. tropicus, reportan que en esta etapa los organismos prefieren los alimentos frescos y como consecuencia de estos el crecimiento es mínimo cuando se utiliza alimento artificial. Las investigaciones sobre la adaptación al consumo de dietas inertes en la larvicultura de peces es ampliamente estudiado en especies de cultivo para determinar 31 el tiempo preciso para que un larva esté preparada fisiológicamente para recibir un alimento formulado. La co-alimentación con dietas vivas e inertes es una herramienta que puede mejorar la nutrición de las larvas así como acondicionar a las larvas para aceptar dietas inertes una vez que se suprima el uso de dietas vivas. En el caso del A. spatula se ha reportado que al inicio de la alimentación exógena, es decir, 5 días post-eclosión, las larvas presentan un sistema digestivo completamente desarrollado y funcional, lo cual indica que en esta especie las larvas tienen la capacidad digestiva para degradar y asimilar dietas artificiales. Las investigaciones para determinar el desarrollo del aparato digestivo en pejelagarto se encuentra actualmente en proceso (Escobar, 2006). Una vez que la adaptación al alimento artificial se consigue, el canibalismo cesa totalmente, lo cual coincide con el momento de la transformación de larva a juvenil. En este período de vida se inicia el proceso denominado preengorda, para lo cual se ha utilizado el alimento con valores de proteína de 40% y de lípidos 16%. Estudios en torno a los requerimientos de proteínas, lípidos y energía han demostrado que al igual que en otros peces, el requerimiento de estos nutrientes es más alto durante los primeros estadios de vida y va disminuyendo conforme el organismo crece (Tacon, 1993). En el caso de juveniles de pejelagarto el requerimiento de proteína es de 45%, 15% de lípidos y 400 Kcal/100 g, durante la etapa de preengorda. Estas cantidades van disminuyendo cuando se llega a la etapa de engorda siendo 40% de proteína y 10% de lípidos, esto concuerda con lo obtenido para otras especies de peces con hábitos carnívoros. (Davis y Stickney 1978; Austreng y Storebakken, 1984; Chen y Tsay, 1994; Asknes et al., 1996; Chou y Shiau, 1996; Chou et al., 2001; Espinosa et al., 2003). Huerta-Ortiz et al (2009), opina que los mejores resultados de crecimiento en las graficas de interacción, fueron larvas alimentadas con las dietas que contenían aceite de pescado con 10 y 15% de lípidos, esto posiblemente se debió a las diferencias en composición de ácidos grasos que presentan ambos aceites. Los de origen vegetal son carentes de HUFA por lo cual la presencia de ácidos grasos 32 altamente poli-insaturados como el EPA y DHA, están restringidos. En este sentido, estos ácidos grasos están relacionados al crecimiento que afecta directamente en la formación de las membranas estructurales y procesos de osmoregulación, por lo tanto que si estos nutrientes esenciales no están presentes o se encuentran limitados habrá un efecto directo sobre el crecimiento y supervivencia en las larvas de los peces (Izquierdo et al, 2003) II.7.1 Uso de alimentos vivos en cultivo de pejelagarto Los hábitos alimenticios de la machorra indican que es una especie ictiófaga, por excelencia, sin embargo suele alimentarse bajo condiciones controladas con camarones, poecílidos y cíclidos, todos en estado pequeño. Dado sus hábitos alimenticios, en algunos países ha sido considerada como indeseable por el impacto sobre otros recursos pesqueros de mayor importancia. En Norteamérica se han desarrollado campañas para su exterminio. Sin embargo, en Guatemala, como en el resto de países donde suele ser abundante, la carne es preciada por su sabor, el caparazón utilizado para ornamento y más recientemente utilizado como pez de acuario con gran aceptación en países de Asia y Europa. El uso de alimentos vivos en peces es un tema de discusión que ha sido abordado ampliamente por distintos investigadores (Watanabe et al 1983; Jones, et al 1993; Person-Le Ruyet et al, 1993; Zorruelos et al, 1993; Hart, et al, 1996; Rosenlund et al, 1997), coincidiendo en su mayoría en tres puntos fundamentales: se requieren instalaciones adicionales con personal capacitado, la disponibilidad es relativa y pueden ser afectadas por parámetros ambientales y no siempre se puede mantener el valor nutricional del alimento vivo. Aguilera, et al (2005), concluye que la capacidad digestiva de las larvas de pejelagarto atraviesa por un periodo de adaptación al tipo de alimento y su duración depende de las características de la dieta ofrecida. Después de los 30 DDE (después de eclosión) la capacidad digestiva se incrementa significativamente y los niveles de actividad se ven afectados por el tipo de dieta. Por lo anterior es posible mantener a las larvas de pejelagarto desde la primera alimentación con dietas artificiales. 33 Los alimentos vivos estimulan la digestión parietal y la secreción enzimática de las larvas dando como resultado altos índices de crecimiento y supervivencia (Person-Le Ruyet, 1989; Person-Le Ruyet et al, 1993, Jones et al, 1993; Hart y Purser, 1996; Kolkovski, 2001). Los alimentos vivos más usados mundialmente en la larvicultura de peces según Lavens y Zorruelos (1996) son las microalgas, rotíferos marinos y de agua dulce, Artemia sp., copépodos, cladóceros, nemátodos y larvas trocóforas de bivalvos. En el caso particular del pejelagarto, tradicionalmente, la crianza se ha realizado con un esquema de alimentación basado en alimentos vivos, que incluyen nauplios, Artemia sp. adulta viva y alevines de peces cuando han completado su desarrollo y son pequeños juveniles (Hernández, 1999). En su dieta natural, los adultos y juveniles de pejelagarto consumen principalmente peces (Reséndez y Salvadors, 1983) y para las larvas se ha reportado que en el medio natural se alimentan de zooplancton de agua dulce, el cual está compuesto fundamentalmente de pulgas de agua (cladóceros), larvas de mosquitos y otras formar larvales de insectos y microcrustáceos (copépodos), y que conforme continua su desarrollo van incorporando presas de mayor talla hasta que los peces son el principal componente alimenticio. Posiblemente, tanto en el medio natural como en cautiverio el pejelagarto aproveche todas las fuentes de proteína animal disponibles en el medio, con capacidad de engullir alimentos vivos e inertes. En el boletín No. 36 de CECADER.gob.mx en diciembre de 2007, se menciona la respectiva información: El ingreso económico de cada uno de los integrantes del grupo antes del proyecto era de 10,000.00 peso mexicanos al año, obtenidos principalmente en la actividad agrícola o como jornalero con otros productores. Este proyecto que perseguía en su segundo objetivo: Aprovechar las tierras bajas de la zona para la realización del cultivo de pejelagarto, cada unidad productiva aumento sus utilidades en 30,000.00 pesos mexicanos por año, además que ellos continúan con su actividad normal, ya que la producción de Pejelagarto no les quita mucho tiempo, logrando un total de 40,000.00 pesos al año de ingresos por productor (http://www.cecader.gob.mx/boletín/b36/experiencias/ experiencias2.htm). 34 Aguilera, et al (2005), opina que en el crecimiento se puedo observar que de 5 a 8 DDE no existe un efecto asociado al tipo de dieta, los cual es indicativo de la existencia de reservas de vitelo. En el caso de las largas con AF (alimento formulado) la actividad enzimática responde al tipo de dieta a partir de los 14 DDE, cuando la actividad proteolítica ácida y alcalina aumenta. A partir de los 29 DDE se observó un fuerte incremento en la actividad de todas las enzimas estudiadas. 35 PARTE III RESULTADOS III.1 Primera alimentación y evaluación del comportamiento productivo de las larvas de A. tropicus utilizando dos fuentes de alimento: alimento vivo –Artemia sp.- y alimento comercial Se comparó la primera alimentación de larvas de 5 días de edad suministrando dos tipos de alimentos: nauplios de Artemia sp., y un alimentación comercial para trucha (migajas de trucha harina < 0.600 mm y Alevino # 1 0.600-0.850). El alimento comercial seleccionado tiene la característica de flotar, por lo que si cumple con las características físicas de atractabilidad para estas larvas que se alimentan principalmente por estímulo visual. La alimentación se administró ad libitum en un horario de 08:00, 10:00, 15:00 y 17:00. En la grafica 1 y cuadros 2 y 3, se presentan los datos de crecimiento y los resultados de la estadística descriptiva de los dos tratamientos. Las medias de talla para ambos tratamientos son muy similares: 17.99 mm para animales alimentados con Artemia sp. y 17.75 mm para animales alimentados con la dieta comercial. Sin embargo, el coeficiente de variación si cambia entre los tratamientos. Esto nos indica que los animales que comieron Artemia sp. tenían tallas más uniformes y presentaban riesgos menores de canibalismo, mientras que los animales que recibieron la dieta comercial tenían una mayor dispersión de tallas y por tanto mayor riesgo de pérdidas por canibalismo. 36 Graf. 1. Comparación de dos dietas en larvas de A. tropicus por muestreo. 33,68 Talla (mm) 27,19 20,70 14,21 7,72 Artemia sp. Concentrado Tratamientos Muestreo-1 Muestreo-2 Fuente: FODECYT 71-2007 Muestreo-3 Como se observa en la cuadro 2 el comportamiento el crecimiento promedio de las larvas durante la fase experimental fue similar para ambos tratamientos. Sin embargo, las larvas alimentadas con la dieta comercial presentaron una mayor disparidad de tallas. El alimento natural siempre ha tenido ventajas sobre un alimento comercial, pero en este caso se determinó que no existe diferencia significativa en tallas entre tratamientos, lo apoya al hecho que podemos utilizar un alimento comercial, el cual es más barato que la Artemia sp. Cuadro 2. Estadística descriptiva de la comparación del comportamiento productivo de larvas alimentadas con dos dietas diferentes: nauplios de Artemia sp. y alimento comercial para alevines de trucha. Tratamiento Artemia Concentrado Variable n talla 135 talla 135 Media D.E. 17,99 4,55 17,75 5,43 Var(n-1) CV Mín Máx 20,72 25,31 10,60 32,10 29,52 30,62 8,90 32,50 Fuente: FODECYT 71-2007 La comparación de medias mediante prueba T de Student (Cuadro 3) no detectó diferencia significativa (P>0.05) para la variable talla entre larvas de A. tropicus alimentadas con nauplios de Artemia sp. y las alimentadas con alimento balanceado para trucha. 37 Cuadro 3. Prueba T para comparar los tratamientos de alimento con comercial concentrado de Trucha Artemia y alimento Clasificación Variable Grupo(1) Grupo(2) n(1) n(2) media(1) media(2) p(Var.Hom.) T gl p Tratamiento talla {1,00} {2,00} 135 135 17,99 17,75 0,0415 0,40 261 0,6916 prueba Bilateral Fuente: FODECYT 71-2007 En el parámetro de sobrevivencia si se observó diferencia entre tratamientos. La sobrevivencia de larvas alimentadas con nauplios de Artemia sp. tuvieron una sobrevivencia de 64.35%, mientras que las larvas alimentadas con la dieta comercial tuvieron una sobrevivencia de 45.41%. A pesar de la diferencia en sobrevivencia entre tratamientos, esta no fue significativamente diferente entre tratamientos. Como se indicara anteriormente esta sobrevivencia puede deberse a la disparidad de tallas en las larvas alimentadas con la dieta comercial lo cual pudo aumentar el canibalismo. III.2 Evaluación del comportamiento productivo de Atractosteus tropicus durante las fases de crecimiento y engorde en estanques La alimentación para los tres tratamientos fue ad libitum y durante el período de engorde se realizaron 12 muestreos. El período experimental tuvo una duración de crecimiento de 257 días, lo que equivale a 8.6 meses. En las graficas 2 y 3 se observan los resultados de crecimiento en talla y peso para los tres tratamientos evaluados Graf. 2. Comparación de peso (g) en tres dietas en engorde de A. tropicus 421,90 Peso (gramos) 352,60 283,30 214,00 144,70 75,40 6,10 1.00 2,00 3,00 4,00 5,00 6,00 7,00 8,00 9,00 10,00 11,00 12,00 Muestreos 38% 38%+aceite Trucha Fuente: FODECYT 71-2007 38 Graf. 3. Comparación de tallas (mm) en 3 dietas para engorde de A. tropicus 42,58 Talla (mm) 36,41 30,24 24,07 17,90 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00 6,00 7,00 8,00 9,00 10,00 11,00 12,00 Muestreo 38% 38%+aceite Trucha Fuente: FODECYT 71-2007 En el cuadro 4 se incluye la estadística descriptiva de las variables peso y talla para los 3 tratamientos evaluados (tratamiento 1: tilapia 38% PC; tratamiento 2: tilapia 38% PC +Aceite; tratamiento 3 o control: alimento comercial de trucha). Cuadro 4. Estadística descriptiva de la comparación del comportamiento productivo de Atractosteus tropicus durante las fases de crecimiento y engorde en estanques Tratamiento 1,00 1,00 2,00 2,00 3,00 3,00 Variable peso talla peso talla peso talla n 405 405 405 405 135 135 Media 182,19 32,50 186,05 32,63 196,26 32,43 D.E. 77,37 4,12 82,18 4,33 96,70 4,90 Var(n-1) 5986,16 16,95 6753,45 18,79 9351,52 23,99 CV 42,47 12,67 44,17 13,28 49,27 15,10 Mín Máx 25,00 403,00 20,00 41,50 30,00 400,00 19,00 41,00 39,00 393,00 20,00 40,50 Fuente: FODECYT 71-2007 Los resultados demuestran que las medias no presentan grandes diferencias entre los tres tratamientos, en referencia al peso y la talla. La desviación estándar es mayor para los organismos alimentados con el alimento para trucha, y la menor desviación se presenta en el grupo que recibió el alimento de tilapia 38% PC. Una posible explicación a esta diferencia en el comportamiento productivo de los organismos es que el alimento de Trucha posee 16% de lípidos, mientras que el alimento de tilapia 38% PC solo un 5.5%. 39 Los resultados también evidencian que existe una gran disparidad en tallas en todos los tratamientos. Esto muy probablemente es el resultado de que se trabajó con organismos que no presentaban ningún grado de domesticación. Para determinar el comportamiento productivo de cada uno de los tratamientos, se corrió un análisis de varianza. Este análisis no encontró diferencia significativa entre tratamientos. A pesar de ello, se les realizó una prueba de Tukey para comparar las medias de los tres tratamientos, donde se confirmó que no hay diferencia significativa (α = 0.05%) entre los tratamientos (Cuadro 5 y 6). Cuadro 5. Análisis de la varianza para la variable peso en relación a los tres tratamientos Variable Peso | N 945 R² 3,1E-03 R² Aj 1,0E-03 CV 44,35 Cuadro de Análisis de la Varianza (SC tipo III) F.V. Modelo Tratamiento Error Total SC 20083,61 20083,61 6399902,95 6419986,55 gl 2 2 942 944 CM 10041,80 10041,80 6793,95 F 1,48 1,48 p-valor 0,2286 0,2286 Análisis de la varianza para la variable peso en relación a los tres tratamientos Test: Tukey Alfa:=0,05 DMS:=16,57616 Error: 6793,9522 gl: 942 Tratamiento Medias n 38% 182,19 405 A 38%+Aceite 186,05 405 A Trucha 196,26 135 A Letras distintas indican diferencias significativas (p<= 0,05) Fuente: FODECYT 71-2007 40 Cuadro 6. Análisis de la varianza para talla en relación de los 3 tratamientos Variable Talla N 945 R² 3,3E-04 R² Aj 0,00 CV 13,30 Cuadro de Análisis de la Varianza (SC tipo III) F.V. SC Modelo 5,83 Tratamiento 5,83 Error 17655,42 Total 17661,26 gl 2 2 942 944 Test: Tukey Alfa:=0,05 DMS:=0,87064 Tratamiento 3,00 1,00 2,00 Medias n 32,43 135 32,50 405 32,63 405 CM 2,92 2,92 18,74 F 0,16 0,16 p-valor 0,8559 0,8559 Error: 18,7425 gl: 942 A A A Letras distintas indican diferencias significativas (p<= 0,05) Fuente: FODECYT 71-2007 La grafica 4 muestra el comportamiento productivo en el crecimiento de A. tropicus expresado en gramos, para cada uno de los tres tratamientos, observándose que estos se comportan en forma similar, siendo los animales alimentados con concentrado de trucha los que presentan menor variación. Es importante mencionar que el tratamiento de trucha se tomó como el control, ya que es el alimento utilizado en los cultivos comerciales de engorde en Tabasco, México, esto es motivado porque el A. tropicus es un carnívoros (consumidor de peces y larvas de insectos), los que normalmente son una buena fuente de proteína, y el alimento de trucha les proveyó de un 45% de PC. Nutricionalmente, por tener el alimento de trucha una base de harina de pescado se considera como un alimento superior. A pesar de esto el tratamiento de alimento de tilapia 38%, durante los primeros muestreos presenta un mejor crecimiento. La variable de peso muestra un crecimiento continuo, aunque en el muestreo 6 y 7 observamos una ligera desaceleración. El análisis estadístico del comportamiento de las tallas durante la fase experimental evidencia un cociente de variación de 13.30 para la variable talla en relación a los tratamientos, lo cual muestra que el comportamiento de ésta es relativamente bajo para organismos silvestres. La prueba de Tukey no encontró diferencia significativa a 41 α=0.05% entre los tres tratamientos, aunque la media en talla más alta observada es de 32.63 cm para animales alimentados con el tratamiento 2 (alimento de tilapia 38% PC+Aceite). Graf. 4. Relación talla-peso de A. tropicus en engorde. 421,90 Peso (gramos) 317,95 214,00 110,05 6,10 17,88 24,06 30,25 36,44 42,63 Talla (mm) Fuente: FODECYT 71-2007 La grafica 4 muestra que las tallas crecen en forma lineal hasta el muestreo numero 4, en el numero 5y 6 tenemos un estancamiento en el desarrollo de tallas, para retomar el crecimiento a partir del muestreo 7, para alcanzar otro estancamiento en los muestreos 10, 11 y 12. Si lo comparamos el comportamiento del aumento en tallas con el comportamiento del crecimiento en peso, observamos que este comportamiento no es igual, al contrario los peces tienen un aumento de peso lineal. En la grafica 4 se observa que la relación entre el peso y la talla es curvilínea con tendencia logarítmica, esto concuerda con la tendencia de crecimiento de muchos peces, reportadas por varios investigadores (Daniel, 1996). III.2.1 Análisis de la varianza entre muestreos de la variable peso (gramos) En la cuadro 7 se puede observar que si hubo crecimiento continuo de los organismos evidenciado por la diferencia significativa (α= 5%) entre los muestreos de peso. Este comportamiento no se observó en todos los casos, ya que como se explicó anteriormente, hubo dos momentos en los cuales la tasa de crecimiento disminuyó. 42 Los últimos tres muestreos realizados evidencian que se estaba alcanzando un momento de planicie en la curva de crecimiento debido a la talla y peso de los animales en ese momento. Cuadro 7. ANDEVA de muestreos para Peso (g) Variable Peso N 945 R² 0,79 R² Aj CV 0,79 20,43 Cuadro de Análisis de la Varianza (SC tipo III) F.V. Modelo Muestreo Error Total SC 5075398,83 5075398,83 1344587,72 6419986,55 gl 11 11 933 944 CM 461399,89 461399,89 1441,14 F p-valor 320,16 <0,0001 320,16 <0,0001 Test: Tukey Alfa:=0,05 DMS:=20,46584 Error: 1441,1444 gl: 933 Muestreo 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00 6,00 7,00 8,00 9,00 11,00 10,00 12,00 Mediasn 56,69 87,23 106,59 131,77 141,27 169,41 179,21 198,04 215,33 262,74 271,47 281,44 70 70 70 70 70 70 70 70 70 105 105 105 A B B C C D D E E F F G G G Letras distintas indican diferencias significativas (p<= 0,05) Fuente: FODECYT 71-2007 III.2.2 Análisis de la varianza entre muestreos de la variable talla (cm) En el cuadro 8 se puede observar que se alcanzó diferencia significativa al 5% entre los muestreos de peso, especialmente en los primeros cuatro muestreos, luego podemos observar que los siguientes muestreos tuvieron comportamientos similares y que no existe diferencia significativa entre tratamientos. Este comportamiento evidencia una vez más que hacia el final de la investigación estábamos alcanzando un punto de planicie en la curva de crecimiento para la especie. 43 Cuadro 8. ANDEVA de muestreos para Peso Talla (cm) Variable Talla N 945 R² 0,81 R² Aj CV 0,80 5,89 Cuadro de Análisis de la Varianza (SC tipo III) F.V. SC gl CM F p-valor Modelo 14233,26 11 1293,93 352,17 <0,0001 Muestreo 14233,26 11 1293,93 352,17 <0,0001 Error 3428,00 933 3,67 Total 17661,26 944 Test: Tukey Alfa:=0,05 DMS:=1,03337 Muestreo 1,00 2,00 3,00 4,00 6,00 5,00 7,00 8,00 9,00 12,00 10,00 11,00 Medias 24,35 26,51 28,84 30,19 31,90 31,94 33,16 33,56 33,93 36,58 36,68 36,73 n 70 70 70 70 70 70 70 70 70 105 105 105 Error: 3,6742 gl: 933 A B C D E E F F F G G G Letras distintas indican diferencias significativas (p<= 0,05) Fuente: FODECYT 71-2007 La sobrevivencia en todos los tratamientos evaluados fue muy buena, 97% para el tratamiento uno, y 98% para los tratamientos dos y tres. Esto demuestra que los tratamientos no tuvieron ninguna influencia sobre la sobrevivencia y que estos organismos, tal y como reportan otros autores son muy resistentes y adaptables a las condiciones de cultivo una vez superada la etapa crítica de la larvicultura y el primer crecimiento (de la larvicultura a los 24 gramos de peso). El factor de conversión alimenticia tampoco fue significativamente diferente entre tratamientos por lo que esos resultados no se discuten en el presente documento. Esta información, fue sin embargo, importante en el análisis económico del cultivo, en el cual el costo del alimento, por ser el insumo más costoso de producción, juega un papel importante. 44 III.3 Análisis económico del cultivo de A. tropicus bajo condiciones controladas Para el estudio económico se tomaron en cuenta el tratamiento 3 (trucha) y tratamiento 1 (38%), ya que éstos presentaron el mejor comportamiento productivo. Se aplicó una TMR estableciéndose una rentabilidad de 1.61% al utilizar el tratamiento 3 (38%). Lo que significa que por cada quetzal invertido en el alimento se tuvo un retorno de Q. 1.60 al vender cada A. tropicus en vivo, lo que significa que por cada Quetzal invertido se tuvo un retorno de Q. 0.60. Estos análisis económicos se presentan en los cuadros 9 y 10. Cuadro 9. Análisis de beneficios, costos variables y netos de la producción de A. tropicus en condiciones controladas Peso promedio (g) Precio (Q./lb) Rendimiento (lbs.) Rendimiento Bruto Costos Variables Consumo de alimento (lbs.) Costo del alimento (Q.) Costo aceite de pescado (Q.) Costo aceite vegetal (Q.) Total costo variable (Q.) Beneficio Neto (Q.) Trucha 38%+Aceite 323.0 278.5 25.00 25.00 74.7 64.4 1,867.5 1,610.00 137.64 502.38 128.8 409.58 50.00 60.00 519.58 1,090.42 502.38 1,365.12 38% 270.1 25.00 62.4 1,560.00 121 384.78 384.78 1,175.22 Fuente: FODECYT 71-2007 Cuadro 10. Tasa Marginal de Retorno Clave Tratamiento Costo C Beneficio Trucha Tratamiento 1 502.38 1,365.12 38%+aceite Tratamiento 2 519.58 1,090.42 38% Tratamiento 3 384.78 117.6 1,175.22 B 189.9 TMR 161 Rentabilidad 1.60% Fuente: FODECYT 71-2007 45 III.4 Estudio de mercado para la comercialización y aceptación del producto final en el Municipio de Guatemala Se realizó un estudio de mercado, siendo los puntos seleccionados para el levantado de la información: El municipio de Guatemala y la Aldea Monterrico del departamento de Santa Rosa, este último punto fue tomado en cuenta por su importancia estratégica, debido a que se tienen referencias del consumo de pejelagarto. El municipio de Guatemala, se tomó dentro del estudio debido a su importancia comercial, como un nicho potencial de mercado. III.4.1 Degustación Como parte del estudio de mercado se realizó una degustación de la carne de pejelagarto asado, en las instalaciones del Centro de Estudios del Mar y Acuicultura, en la que participaron 23 personas de diferentes instituciones. Los participantes degustaron dos platillos de pejelagarto, de los cuales brindaron su apreciación en una boleta de opinión (ver anexo). El primer plato que se presentó fue carne asada de pejelagarto, servida con tortillas y un chirmol suave. Esta receta se selección ya que permitía degustar las propiedades de la carne. El segundo plato fue carne asada de pejelagarto con salsa roja (ver receta en el anexo). Los resultados obtenidos en la degustación, a través de una prueba hedónica, fueron bastante favorables para la variable aceptación ya que el 82.6% de los participantes no habían probado anteriormente este pescado y a pesar de tan elevado porcentaje, al 86.9% les gustó muchísimo el sabor (grafica 5); al 91.3% les gustó muchísimo la textura (grafica 6 y 7) y al 78.2% les gusto muchísimo el olor. Además de éstas características, el 100% de los participantes expresaron que les parecieron muy buenos los dos platos servidos en la degustación. 46 Graf. 5. Respuesta a la pregunta número 1 ¿Había consumido anteriormente este pescado? Fuente: FODECYT 71-2007 Graf. 6. Respuestas a la pregunta No. 2 consultando sobre el sabor de la carne. Fuente: FODECYT 71-2007 Graf. 7. Respuesta a la pregunta No. 3 consultando sobre la textura de la carne Fuente: FODECYT 71-2007 47 Para la variable consumo se obtuvo que un 100% de los participantes consumirían este producto y estarían dispuestos a pagar un precio por libra de: Q.15.00 (9%); Q. 25.00 (74%) y Q.35.00 (17%); en supermercados o mercados de la localidad. (Grafica 8) Graf. 8. Mercado potencial y precio que los potenciales consumidores estarían dispuestos a pagar por una libra de carne Pejelagarto Fuente: FODECYT 71-2007 III.4.2 Entrevistas Además de la degustación se realizaron entrevistas con pescadores de La Aldea de Monterrico, ubicada en el departamento de Santa Rosa, para establecer el consumo de éste pecado, la época de mayor venta y el precio según la época del año. De acuerdo a los datos brindados por los pescadores, la machorra es un pez que extraen de la pesca en un 100%, siendo la estación de mayor pesca el invierno, cuando se inunda el canal, coincidiendo con la época de reproducción y desove de éstos organismos. El pejelagarto es comercializado de dos formas, una de ella es vivo y la otra es seco salado en forma de cherlas, que consiste en cortar el pez en la parte dorsal, quitarle las vísceras y realizar el proceso de salación y secado. 48 Los precios de venta por libra de pejelagarto oscilan de Q.10.00 a Q.25.00 y durante la época de Semana Santa alcanza un precio de Q.50.00, esta información fue obtenida de la entrevista a pescadores del área. III.4.3 Comercialización Se logró abrir un mercado en el municipio de Amatitlán, lográndose la venta de pejelagarto a un precio por libra que oscilo entre Q25.00 – Q.35.00, la forma de comercializarlo fue vivo. 49 III.5 Discusión de resultados La reproducción del A. tropicus se alcanzó satisfactoriamente utilizando como base las técnicas desarrolladas por los especialistas de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, quienes han acumulado una amplia experiencia en los últimos años con esta especie. Por primera vez en la historia de Guatemala se logró reproducir esta especie en condiciones controladas. Adicionalmente, se probó que la misma puede ser cultivada en nuestro país tanto en la fase de larvicultura como en la fase de engorda utilizando un alimento comercial para peces que se encuentra disponible en el mercado nacional. Esto evidencia que la especie representa una verdadera alternativa para diversificar la piscicultura nacional. III.5.1 Comparación de los resultados del ensayo de primera alimentación y evaluación del comportamiento productivo de las larvas de A. tropicus utilizando dos fuentes de alimento: alimento vivo –Artemia sp.- y alimento comercial Consideramos que la parte más difícil del trabajo con A. tropicus es la larvicultura, especialmente la alimentación en los primeros días y los fuertes problemas del canibalismo. En este experimento se inició la alimentación exógena a los 5 días post-eclosión. A esta edad, coincidiendo con lo que Mendoza y Aguilera (2001) reportan en su investigación sobre el desarrollo histológico de la especie, los animales ya presentaban el tracto digestivo completamente formado y estaban listos para iniciar la alimentación exógena. En la comparación de estadistica descriptiva de los resultados de los dos tratamientos (nauplios de Artemia sp y concentrado comercial), muestra que las medias de talla son similares (Artemia sp.= 17.99 mm; y concentrado comercial = 17.75 mm). Dato importante es el coeficiente de variación de tallas, siendo éste mayor en el tratamiento de concentrado con 30.62%; un 5.0% mayor que para Artemia sp. La mayor variación en tallas la atribuimos al canibalismo, el cual fue mayor en el tratamiento con concentrado comercial, provocando que algunas larvas tuvieran mejor crecimiento por influencia del consumo de sus hermanos. 50 La comparación de medias mediante la prueba T de Student no detectó diferencia significativa (P>0.05) para la variable talla entre larvas de A. tropicus alimentadas con nauplios de Artemia sp y alimento balanceado para trucha con 48% PC, lo cual muestra que podemos alimentar a las larvas desde un inicio en base de un concentrado comercial de calidad proteica y tamaño adecuado. Las tasas de crecimiento son adecuadas, en este experimento tuvimos un crecimiento diario promedio de 0.83 mm/día, Mendoza y Aguilera (2,001) reportan crecimientos diarios en larvas de la misma especie de 1 mm/día, durante los primeros 30 días. Las diferencias pueden atribuirse a cuestiones puramente genéticas, por ser grupos geográficamente distintos. Así mismo, hay cierta domesticación de los organismos utilizados en México, mientras que nuestros organismos no presentaban ningún grado de domesticación. La variable que si fue afectada por la diferencia en dietas fue la supervivencia. Se observó una mayor sobrevivencia en los organismos que recibieron los nauplios de Artemia sp durante la investigación, observándose un 64.35% de organismos vivos en relación al concentrado donde solo se obtuvo un 45.41% de organismos vivos. Estas sobrevivencias son, sin embargo, similares y se encuentran dentro de los rangos reportados para esta especie en México, donde ya existe una acuicultura comercial de A. tropicus. Aún con la sobrevivencia menor que se obtuvo con el uso del alimento balanceado los rendimientos se verían compensados por el menor costo de producción de estas larvas ya que el suministro de nauplios de Artemia sp. o de cualquier otro alimento vivo implicaría condiciones de manejo que incrementan considerablemente los costos de producción y que no compensan los costos con la mayor sobrevivencia. Adicionalmente, el iniciar la alimentación de los organismos desde la larvicultura con alimentos comerciales minimiza los problemas asociados a la fase de transición entre alimento natural y alimento comercial, fase durante la cual se observa una vez más altas tasas de mortalidad por falta de aclimatación al nuevo alimento. Esto podría permitir también en un futuro utilizar tallas de siembra en la fase de engorde menores a las que se utilizan actualmente (24.3 +/- 4.12 gramos). 51 III.5.2 Comparación de los resultados en talla, el peso y la supervivencia de A. tropicus durante un ciclo de cultivo, comparando utilizando tres tratamientos de alimentación En esta parte de la investigación se evaluó el comportamiento productivo de los organismos sometidos a tres tratamientos diferentes de alimentación. El análisis estadístico no mostró diferencias significativa entre tratamientos al correr un ANDEVA y realizar la prueba de Tukey, sugiriendo que cualquiera de los alimentos utilizados podría darnos un resultado aceptable de crecimiento. Esto es realmente importante, ya que el alimento empleado como control debe ser importado de México u otro país, ya que no se encuentra disponible en el mercado nacional, lo que eleva considerablemente su costo. Los otros dos alimentos utilizados en la comparación son alimentos para tilapia que se encuentran disponibles en el mercado nacional y tienen costos mucho más accesibles para los productores, además de ser más fáciles de adquirir. El hecho de que para el cultivo de la especie se pueda utilizar el alimento que se distribuye en Guatemala facilita las posibilidades del cultivo de este organismo en la acuicultura nacional. Si bien la alimentación con este concentrado generó un coeficiente de variación para el crecimiento en peso de 44.75 g. entre los tratamientos, este es un comportamiento normal para organismos de origen silvestre. Adicionalmente, el ANDEVA no encontró diferencia significativa al 0.05% entre los tres tratamientos. Esto evidencia la factibilidad del uso de alimento comercial para tilapia 38% PC como un alimento adecuado para el engorde de A. tropicus bajo condiciones de cultivo en estanques. Fuera del marco de esta investigación se observó a un grupo de A. tropicus que se engordaron en un estanque a una densidad aproximada de 4 peces/m2. Estos organismos tuvieron un mejor crecimiento que los animales de experimentación que se encontraban a densidades mayores. Al capturar algunos de los organismos y evaluar los contenidos estomacales, se observó la presencia de insectos en su intestino, fuente de alimento extra, la cual promovió un buen crecimiento. En condiciones más cercanas a la realidad en que se encontrarían los A. tropicus en las granjas acuícolas del país, los insectos y otros invertebrados acuáticos estarían también disponibles para 52 su consumo lo que podría también constituirse en una fuente adicional de alimento y mejorar aún los rendimientos que se observaron en las condiciones de este trabajo. Bajo condiciones de cultivo experimental se alcanzaron tasas de crecimiento diario de 0.85 gramos/día, lo cual se puede mejorar bajo condiciones de cultivo en estanques y posiblemente con un pequeño programa de mejoramiento genético, con el aumento de peso diario, como principal variable de selección dentro de los grupos genéticos que se manejan dentro de la Estaciona Experimental de Monterrico, o de acuerdo a un programa apropiado de genética mas avanzado. En la variable talla observamos un menor coeficiente de variación entre tratamientos. Este coeficiente es de 13.30, mucho menor al 44.35 de peso, ya que los promedios de los tres tratamientos y sus repeticiones fueron muy similares de: (1) 32.43, (2) 32.50 y (3) 32.63. Esto demuestra que los incrementos en talla se mantuvieron muy similares entre tratamientos, siendo la variable más afectada por el alimento el peso. Los animales crecieron normalmente en su largo corporal, sin embargo, el aumento de peso si fue afectado, la producción de masa muscular, se pudo ver afectada por las frecuencias de alimentación o su oferta. El comportamiento entre la relación de talla y peso, mostró ser positivo, porque ambos factores cambian simultáneamente, provocando un cambio positivo en ambos ejes. III.5.3 Análisis económico del cultivo de A. tropicus bajo condiciones controladas El análisis económico por medio de una tasa marginal de retorno muestra que por cada quetzal invertido en alimento se tendría una ganancia de 60% en el caso supuesto que se lograra comercializar la libra de A. tropicus a Q. 25.00. Se observa que el cultivo de A. tropicus es rentable para Guatemala, que sería un organismo adecuado para incorporarlo a la acuicultura nacional, no para que compita contra tilapia o alguna otra especie, sino que para llene un nicho de mercado determinado por quienes consumen los organismos pescados. Así mismo, sería 53 interesante que se generaran nuevos nichos de mercado, no para el pez como tal, sino para su carne procesada. III.5.4 Estudio de mercado para la comercialización y aceptación del producto final en el municipio de Guatemala. Como se observa en las graficas de resultados, la aceptación de la carne de A. tropicus fue bien recibida por los comensales, que se invitaron a participar en la degustación de los platillos ofrecidos durante el evento. El 82.60% de los invitados no habían consumido antes la carne de este pez, siento esto importante para emitir una opinión. El 87.00% de los mismo opinaron que les había gustado muchísimo el sabor de la carne, esto no se debe tomar como el pez. La opinión en esta encuesta está enfocado a la carne ya procesada de A. tropicus, lo cual promueve la probabilidad de abrir un nuevo nicho de mercado como seria la carne con valor agregado del pez, no el pez como tal. El 91.30% de los participantes aprobaron con esta alta nota la textura de la carne, que les gustaba bastante. Es importante que la mencionar que la carne de este pez, es de textura compacta, podríamos decir similar a la carne de una pechuga de pollo, muy consistente. Finalmente el 74% de los encuestados opinaron que pagarían Q. 25.00 por una libra de este organismo, lo que competiría bien en el mercado nacional contra precios máximos de tilapia entera de Q. 15.00. 54 PARTE IV IV.1 Conclusiones Bajo condiciones controladas es posible alcanzar rendimientos aceptables de producción en talla, peso y sobrevivencia de larvas de A. tropicus alimentadas con alimento comercial para tilapia. Sin embargo, se mantiene la recomendación de autores mexicanos de utilizar Artemia sp. porque ayuda a disminuir la anorexia y el canibalismo. El engorde de juveniles arriba de 24 gramos de peso vivo, se puede llevar a cabo con el concentrado comercial para tilapia 38% de PC, sin ningún problema en el crecimiento de peso y talla, ya que se comprobó que no hay diferencia significativa en relación al alimento control. La supervivencia entre los tres tratamientos no mostró diferencia significativa, corroborando el hecho de que los organismos mayores a 24 gramos son muy resistentes y se adaptan con facilidad a las condiciones de cultivo. La tasa de retorno marginal, como índice económico, salió favorable para el tratamiento con 38% de PC, con una ganancia bruta de Q 0.60 por cada Quetzal invertido, lo que muestra que es un cultivo económicamente rentable. El mercado mostró satisfacción por el consumo de la carne de A. tropicus, y proponen el pago de un buen precio por libra de Q. 25.00. 55 IV.2 Recomendaciones Se recomienda que para la larvicultura de A. tropicus se utilice Artemia sp. como primera alimentación y que luego del quinto de día de alimentación exógena, se ofrezca una alimento concentrado comercial con tamaño de partícula adecuado. Se recomienda utilizar alimento comercial para tilapia 38% y 32% PC como el alimento para crecimiento y engorde de A. tropicus, ya que su costo y accesibilidad en el mercado nacional son adecuados y representa la mejor alternativa de alimentación para los acuicultores nacionales. Se recomienda realizar ensayos de crecimiento de A. tropicus en estanques acuícolas de tierra, para evaluar su comportamiento productivo, bajo condiciones normales de trabajo. Se recomienda realizar investigaciones para el procesamiento de la carne, con el fin de evitar la venta del pescado entero, ya que este presenta problemas para su faenado. Se recomienda darle un valor agregado a la carne y hacer estudios de comercialización de solo la carne a diferentes sectores del país. 56 IV. 3 Referencias bibliográficas Aguilera, C., R. Mendoza, G. Rodríguez y G. Márquez. 2002. Morphological Description of Alligator Gar and Tropical Gar Larvae, with an Emphasis on Growth Indicators. Transactions of the American Fisheries Society. 131:899909. USA. Aguilera, C., R. Mendoza, I. Iracheta, G. Marquez y J. Montemayor. 2005. Efecto de la dieta sobre las enzimas digestivas en larvas de pejelagarto (Atractosteus tropicus).http://www.fcb.uanl.mx/www/proyectos_de_investigacion_vigentes_ 16.html. Alemán, L y w. Contreras. 1987. Algunas consideraciones sobre el pejelagarto Lepisosteus tropicus (Gill) y descripción de sus hábitos alimenticios. 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RESULTADOS DE LA ENCUENSTA DE OPINIÓN SOBRE EL CONSUMO DE CARNE DE A. tropicus Proyecto FODECYT 71-2007 “Evaluación del potencial acuícola de Atractosteus tropicus (pejelagarto) para la diversificación de la piscicultura del país” Total de personas encuestadas: 23 (n=23) Fecha: 21/11/08 Sexo: Femenino 11 Masculino 12 Años No. Personas 21-25 6 26-30 3 31-35 3 36-40 4 41-45 1 46-50 2 51-55 2 56-60 2 1. ¿Había consumido este pescado anteriormente? Si: 4 No: 19 2. ¿Cómo le pareció el sabor de la carne? Gusta muchísimo: 20 Gusta moderadamente: 3 Disgusta: 0 63 3. ¿Cómo le pareció la textura de la carne? Gusta muchísimo: 21 Gusta moderadamente: 2 Disgusta: 0 4. ¿Le pareció agradable el olor de este pescado? Gusta muchísimo: 18 Gusta moderadamente: 5 Disgusta. 0 5. ¿Le pareció adecuado el aperitivo con relación a los platos servidos? Si: 23 No: 0 6. ¿Cómo le parecieron los platos servidos durante este evento? Bueno: 23 Regular: 0 Malo: 0 7. ¿Consumiría este pescado en restaurantes? Si: 23 No: 0 8. ¿Si una libra de tilapia le cuesta Q.15.00, Cuánto estaría dispuesto a pagar por una libra de este pescado en supermercados o mercados? Q. 15.00: 2 Q. 25.00: 17 Q. 35.00: 4 COMENTARIOS: Sabor y textura parecida al pollo. La compraría sin cabeza y sin escamas. Le gusto porque no tiene olor y el sabor es bueno (8 personas). Comercializarlo como producto gourmet. 64 Le gusto más la presentación solamente asado (2 personas). Le gusto el bajo nivel de grasa (3 personas). Pagaría Q.25.00 por la situación económica pero valdría la pena pagar Q.35.00. El cultivo puede generar fuentes de empleo (1 personas). 65 Anexo 2 RECETA DE PEJELAGARTO QUE SE PREPARÓ PARA LA DEGUSTACIÓN DURANTE EL ESTUDIO DE MERCADO Receta de Pejelagarto El sabor del pejelagarto es diferente al de cualquier otro pez, sea de agua dulce o salada, porque es carnívoro y, en consecuencia, como las especies marinas análogas, tiende a tener un sabor más agradable que el pez blanco o rojizo. Además, los jóvenes son más jugosos que los grandes, y suelen ser utilizados para tamales, empanadas y guisos diversos. A ello se debe la costumbre de atravesarlos con “palo de rosa”, para que adquiera un sabor distinto cuando es asado. AQUI UNAS RECETAS PEJELAGARTO A LA MEXICANA Ingredientes 1 pejelagarto asado 4 jitomates grandes 1 cebolla Chiles verdes al gusto Aceite de oliva Sal y pimienta PREPARACIÓN Se desmenuza el pejelagarto con tenedor para no lastimarse las manos; aparte se pica el jitomate, la cebolla y los chiles y se fríen en el aceite bien caliente. Una vez acitronados, se agrega el pejelagarto y se salpimienta. Se deja cocinar a fuego lento para que se sazone. Se sirve en tacos. Fuente: | http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20070712103413AAIDUTE 66 PARTE V V.1 Informe financiero AD-R-0013 FICHA DE EJECUCIÓN PRESUPUESTARIA LINEA: Nombre del Proyecto: FODECYT "Evaluación de la diversidad genética de las poblaciones de Atractosteus tropicus en la costa del Numero del Proyecto: Pacífico de Guatemala" 02-2009 LIC. HÉCTOR LEONEL CARRILLO OVALLE Investigador Principal: Monto Autorizado: Plazo en meses Fecha de Inicio y Finalización: Grupo Renglon Q300,075.60 Orden de Inicio (y/o Fecha primer pago): 24 MESES 01/03/2009 al 28/02/2011 PRÓRROGA AL 31/12/2011 TRANSFERENCIA En Ejecuciòn Asignacion Menos (-) Mas (+) Pendiente de Presupuestaria Ejecutado Nombre del Gasto 01/03/2009 Ejecutar 1 122 181 181 2 241 261 262 266 268 269 292 295 3 Servicios no personales Impresión, encuadernación reproducción y Q Estudios, investigaciones y proyectos de factibilidad Q Estudios, investigaciones y proyectos de factibilidad (Evaluación Externa de Impacto) Q MATERIALES Y SUMINISTROS Papel de escritorio Elementos y compuestos químicos Combustibles y lubricantes Productos medicinales y farmaceúticos Productos plásticos, nylon, vinil y pvc Otros productos químicos y conexos Útiles de limpieza y productos sanitarios Útiles menores, médico-quirúrgicos y de laboratorio PROPIEDAD, PLANTA, EQUIPO E INTANGIBLES GASTOS DE ADMÓN. (10%) MONTO AUTORIZADO (-) EJECUTADO SUBTOTAL (-) CAJA CHICA TOTAL POR EJECUTAR 1,000.00 105,700.00 Q Q 1,000.00 101,295.68 Q 4,404.32 Q 8,000.00 214.45 23,247.49 5,000.00 3,640.00 16,306.00 50,000.00 804.00 3,439.92 8,000.00 Q Q Q Q Q Q Q 700.00 74,200.00 5,000.00 3,640.00 16,306.00 50,000.00 1,250.00 Q Q Q 485.55 Q 50,952.51 Q Q Q Q Q 446.00 Q Q 7,000.00 Q 3,560.08 Q Q 27,279.60 Q 27,279.60 Q Q 300,075.60 Q Q Q Q 300,075.60 184,019.42 116,056.18 Disponibilidad Q 116,056.18 - 184,019.42 Q 116,056.18 Q 116,056.18 184,019.42 67