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Editorial
Silvia Gascón, editora responsable
Yo te saludo, mujer
Esta edición de Lazos está dedicada a recordar el Día de la
Mujer.
Hay varias notas referidas al tema. En la excelente
presentación que nos hace Lalo Painceira, recorre la historia de
mujeres valientes, apasionadas, aventureras, creadoras,
Mujeres que supieron ganar el espacio público, que levantaron
su voz, que sobresalieron. Que dejaron huella, e hicieron
caminos para todas las que siguieron.
Y nos avisa en su nota que la lucha continúa, por que nada
alcanza cuando los prejuicios y estereotipos prevalecen.
Entre tantas mujeres que han hecho la historia, pocas son las
recordadas, las que tienen su historia oficial. Sólo aquellas
capaces de torcer su propio destino, de dejarse perder en la
identidad fabricada para crear una nueva y decir otra vez esta
soy y esto quiero.
Y esta es también la historia de tantas mujeres clandestinas
que todos los días, y sin que nadie se entere, hacen oir su voz,
cometen una traición, un escape, una conquista. Transgreden
normas, escapan del molde preparado para ellas y conquistan
nuevos espacios de libertad individual y social. Y las hay de
todas las edades.
Quiero destacar en esta editorial los cambios producidos en las
mujeres que hoy transitan los 60. Aquellas que dieron sus
primeras luchas, justamente por los años 60. Ingresaron a la
universidad, usaron minifaldas, fumaron cigarrillos, pregonaron
y practicaron el amor libre con silencios y culpas, militaron a la
par de los varones e irrumpieron masivamente en el mundo del
trabajo. Se casaron, se divorciaron y se volvieron a casar. Y las
más mayores, las que ya cumplieron los 70 o más y que se
animaron a todo, ahora en la llamada tercera edad: inventaron
nuevas
abuelidades,
construyeron
nuevas
parejas,
descubrieron vocaciones, participaron de nuevas luchas contra
abusos y maltratos, impensables años atrás.
Por eso es cierto que la lucha continúa, en nosotras, nuestras
hijas y nuestras madres.
Por eso es necesario seguir juntas, hablar entre nosotras,
contarnos nuestros desvelos y nuestros éxitos.
Desterrar normas que nos atrapan, nos encierran, nos mutilan.
Nos ponen en situación de desventaja.
Conmemoremos todos este 8 de marzo, varones y mujeres
comprometidos con un mundo con iguales oportunidades y
responsabilidades, sin diferencia de edad, de género, de color o
religión.
Día de la Mujer
Pese a los grandes avances “la lucha continúa”
Por Lalo Painceira
El 8 de marzo de 1857, las obreras de una fábrica textil de Nueva
York que reclamaban por sus derechos laborales, fueron reprimidas
con bombas incendiarias, muriendo en el incendio 146 de ellas.
Mucho han luchado las mujeres en toda la historia humana por la
igualdad de derechos con los varones. El siglo XX fue pródigo en
avances, pero la discriminación todavía subsiste en muchos ámbitos.
“Un epitafio romano del siglo II antes de nuestra era, señalaba: No
tengo mucho que decir, amigo mío; para y lee. Esta hermosa tumba,
que no es bella, es sin embargo la de una mujer hermosa. Le dieron
sus padres el nombre de Claudia. Amó a su esposo en su corazón. Le
dio dos hijos, de los que uno se lo llevó la tierra y el otro deja tras sí.
Su conversación era amable y grácil su caminar. Llevó la casa e hizo
labores de lana. Eso es todo. Vete en paz”, reproduce Susana Bianchi
en “Feminismo, ciencia, cultura, sociedad (compiladoras Nené
Reynoso, Ana Sampaolesi y Susana Sommer)”. La historiadora
agrega luego que “como observa Mosos Finley (‘Las mujeres
silenciosas de Roma’), queda claro que el epitafio fue redactado por
el esposo de Claudia o por algún miembro varón de su familia. ¿Qué
pensaba ella de sí misma? Nunca lo sabremos. No tuvo la
oportunidad de expresarse ni de escoger ni de decidir. Es posible
que, apenas cumplidos los doce años, haya consumado su
matrimonio –la ley lo autorizaba- con un hombre elegido por su
padre. Es posible que haya amado a ese hombre, como se ama a un
dueño con poder absoluto sobre su esposa, sobre sus hijos e hijas,
sobre las mujeres y los hijos de sus hijos, sobre sus esclavos y sus
esclavas y sobre todas sus otras propiedades. Posiblemente, Claudia
aceptó y defendió los valores y las normas que le impusieron. No
conocía otro mundo. Quizás, intentó rebelarse. Nunca lo sabremos.
La sociedad negó las voces de la mayor parte de las Claudias…”.
Desde aquellas matronas romanas hasta hoy, mucho han tenido que
luchar y hasta combatir las mujeres, para que sus voces penetren los
oídos blindados de una sociedad construida a imagen, semejanza y
antojo de los varones. Y subrayo que fueron excepciones, al menos
hasta el siglo XIX, comienzo de las grandes y heroicas luchas obreras
. Fueron importantes también los combates por los derechos civiles,
entre ellos, el sufragio del que estaban excluidas.
LAS EXCEPCIONES
En la Grecia clásica hay dos mujeres que sobresalen por su rebeldía:
Antígona, que como señala Arnold Hauser (Historia de la Literatura y
el Arte – Tomo I), “se levanta contra el estado democrático” y sobre
todo Lisístrata y su revuelta pacifista declarando, junto a otras
mujeres, una huelga sexual contra los hombres que hacen la guerra.
En la antigüedad, imposible no hablar de Cleopatra (31 a.C),
recordada por su belleza y su seducción, pero los historiadores
(siempre varones) ocultan que manejó con mano de hierro uno de
los imperios más grandes de su tiempo.
Jesús inauguró un ciclo distinto. A diferencia de otras religiones, el
Evangelio es testimonio del protagonismo de las mujeres en la
Iglesia primitiva.
Empezando por María, aquella adolescente que aceptó el designio
divino con una fe que aún maravilla. Madre de Jesús, fue quien le
pidió su primera manifestación pública en las bodas de Caná. Por
otra parte, fue ella quien lo crió, lo siguió, lo escuchó, fue su
consuelo en la Cruz y luego se quedó hasta su muerte con sus
discípulos conviviendo en las primeras comunidades cristianas.
Junto a María, siempre permaneció Magdalena quien junto a la otra
María y a Marta, se integraron a los primeros discípulos. Fueron
mujeres las primeras que dieron cuenta de la Resurrección y el ángel
les habló a ellas para anunciarles que Jesús no estaba entre los
muertos. Es importante señalar el rol que la primera Iglesia, la
perseguida, la que vivía en comunidades, le dio a la mujer.
Después, y por un largo período, las excepciones se encierran en los
conventos y en los castillos, salvo santa Juana de Arco, la heroica
doncella de Orleáns, llevada a la hoguera por el Santo Oficio
(paradojas y curiosidades de la Iglesia, llamar “Santo oficio” a la más
brutal represión religiosa en la historia de la humanidad: la
Inquisición) por hereje y después, transportada a los altares. Santas
que mostraron precozmente un rigor y una voluntad que cautivaron
su tiempo, como Clara de Asís, que provocó una avalancha de
vocaciones religiosas entre las muchachas de la nobleza y la naciente
burguesía (Clara fundó su orden cuando tenía sólo 19 años, en
1212); que mantuvieron una santa rebeldía transformadora, como
Teresa de Avila o que iluminaron el camino a la santidad desde las
cosas sencillas de la vida, describiendo su hondura, como Teresita de
Lissieux, otra santa precoz y de vida breve. Y sólo ellas por nombrar
algunos de los cientos de ejemplos.
Entre las paredes de los palacios sobresalieron Isabel la Católica y su
tocaya británica además de Victoria. Y si hablamos de Inglaterra,
cómo no nombrar a Lady Godiva y su particular manera de luchar
contra los impuestos que su propio esposo obligaba a pagar al
pueblo.
COMIENZA LA LUCHA
La primera irrupción masiva y pública de las mujeres fue la
Revolución Francesa. Codo a codo con los varones lucharon por la
Igualdad, la Fraternidad y la Libertad, derechos que la humanidad
todavía aguarda.
Pero será el siglo XIX el que hizo visible la irrupción femenina
reclamando por sus derechos, lucha que incluyó la del 8 de marzo de
1857, en la fábrica textil de la Triangle Short Waist Company de
Nueva York, huelga ferozmente reprimida por la policía con bombas
incendiarias. En esa gesta murieron carbonizadas 146 obreras. Su
crimen: pedir mejores condiciones de trabajo y seguridad. En su
homenaje fue instituido el 8 de marzo como Día Internacional de la
Mujer, que se conmemoró por primera vez en nuestro país con el
retorno a la democracia, en 1984.
A las luchas de las obreras se sumaron las emprendidas por las
sufragistas, pidiendo el derecho a votar, a elegir gobernantes como
lo hacían los varones. Tampoco fueron ajenas al estallido social de la
Comuna de París, un preanuncio de las grandes revoluciones
socialistas del siglo XX.
En el siglo XIX la mujer empezó a ganar los espacios públicos antes
destinados al varón, tanto dentro de la cultura como de la política.
Aunque los hombres se hicieran los desentendidos, la mujer empezó
a hablar en voz alta diciendo lo que pensaba, a manifestar sus
opiniones, a escribir, contar historias, pintar y hacer música. Es como
si se hubiera hartado de ser un adorno o la anfitriona de los salones
sociales. George Sand (Armandina Lucila Aurora Dupin -1804-1876),
fue el rostro más conocido y difundido de aquella rebeldía.
Desafiante, vestida de varón para demostrar su independencia y su
crítica, su adhesión a las ideas de vanguardia política y sus amores
con grandes artistas de su tiempo, Federico Chopin el más célebre, la
hicieron trascender sobre otras mujeres artistas, que compartieron
también la bohemia, el hambre y el talento con los grandes de su
tiempo. Porque desde las vanguardias estéticas aún hoy se cavan
trincheras de rebeldía y se dinamitan los cimientos retrógrados e
injustos de la sociedad, con la misma potencia de otras expresiones
explícitamente políticas.
LAS REBELDES CRIOLLAS
Mientras esto ocurría en la Europa iluminada y en la naciente
potencia del Norte, en la Argentina las mujeres dijeron presente en
la resistencia al invasor imperial en 1806 y 1807 y participaron
activamente, desde el sector nacional y popular, en las incipientes
guerras de liberación. María Magdalena Güemes, peleó junto a su
hermano Martín defendiendo el territorio patrio en Salta; Delfina, la
combativa compañera de Pancho Ramírez y la boliviana Juana
Azurduy, todas ellas desde el combate, desde la acción directa.
En las postrimerías del siglo XIX, la mujer participó en las grandes
ciudades argentinas de los primeros centros obreros y de los
combativos actos del 1º de mayo de socialistas y de anarquistas. Por
eso no extrañó que entre el 18 y el 23 de mayo de 1910 se realizara
en Buenos Aires el Primer Congreso Femenino Internacional,
convocado por la Asociación de Universitarias Argentinas que presidía
la doctora Cecilia Grierson y que tenía como secretaria a una
feminista y luchadora desde entonces por el voto femenino, como la
platense doctora Julieta Lanteri, que llegó a fundar un partido
feminista de vida efímera en los años 20.
Pero son dos mujeres las que sintetizan las conquistas de la mujer en
la Argentina. Contemporáneas y enfrentadas pese a las posiciones de
vanguardia en lo político y en lo social que mantuvieron ambas. La
doctora Alicia Moreau de Justo y Eva Perón, Evita, como la sigue aún
nombrando su pueblo. Las dos reconocidas militantes en pos de la
justicia social, laboral y el voto femenino, que en la Argentina recién
se concretó en 1951 y queda en la memoria la dramática fotografía
de Evita votando en su lecho de enferma. Opositoras en el campo
político, siguiendo rumbos paralelos que nunca tuvieron puntos de
contacto, ambas fueron y son el símbolo de las luchas y de las
conquistas de la mujer en el país.
HOMENAJE FINAL
El siglo XX empezó a escuchar las voces femeninas y cedió a sus
reclamos. No fue fácil. Las mujeres debieron luchar y mucho. Rosa
Luxemburgo, Golda Meier, Indira Ghandi, La Pasionaria en la Guerra
Civil española, Simon de Beauvoir (su libro “El segundo sexo”
revolucionó a la generación de los 60) y la irrupción total en el arte,
en las ciencias, en la filosofía, son el prólogo necesario para que no
sorprenda que hoy Carmen Bachelet presida Chile y que Hillary
Clinton, Ségònel Royal y Cristina Fernández de Kirchner, estén en el
sitio de largada, ocupando lugares de privilegio, para ocupar la
presidencia de sus respectivos países.
Como en todo listado, hay seguramente ausencias notables e
injustas, omisiones que son involuntarias. Pero este homenaje a las
mujeres debe incluir otro homenaje especial: a todas las jóvenes
desaparecidas en la dictadura militar, a las compañeras de todos
aquellos que sufrieron persecución, cárcel o que fueron muertos. Y
sobre todo, a las que no callaron ante los militares brindando un
testimonio admirable, como las Madres de Plaza de Mayo y las
Abuelas de Plaza de Mayo, que aún continúan su lucha por la verdad
y la justicia y por recuperar a los hijos de sus hijos, robados como
botín de guerra.
Pero no todo ha terminado. Como decían las consignas juveniles de
los 70, “la lucha continúa”. La mujer no ha alcanzado la igualdad de
oportunidades. La pobreza es cada vez más femenina, como la
desnutrición, el sida. La mujer sigue siendo víctima de violencia, de
prostitución, de desamparo. Existe en muchas empresas y
reparticiones públicas el “techo de cristal” que limita ascensos y
cuando se aspira hay que responder exigencias mucho mayores que
para sus pares masculinos; sus salarios son inferiores a los de los
varones y les cuesta más obtener empleo.
Así ocurre en el siglo XXI, en este país, al que alguna vez le
mintieron y le dijeron que era del primer mundo, aunque debe
reconocerse que se avanzó muchísimo en el siglo XX, en la que las
mujeres protagonizaron su propia revolución. Pero resulta increíble
en esta civilización, llamada cristiana, que todavía en algunos sitios
se manejen valores de desigualdad de género de manera tan
desvergonzada, con mujeres en los altares a quienes rezar pero que
tanto ha costado y cuesta poner en el mismo nivel para hablar y
simplemente compartir, de igual a igual. Pero ya mucho se ha
avanzado y resta muy poco. Como decía Liliana Mizrahi, “es hora de
que lleguen otros tiempos para mí”, que es decir, a toda mujer.
Preparación para el retiro laboral, un desafío a
distancia
Parte I
El Instituto Universitario ISALUD ofrece un innovador
programa para todas aquellas personas próximas a jubilarse.
Las personas se capacitan para ingresar y permanecer en el
mercado laboral, pero en general los trabajadores no se
preparan para dejar el trabajo.
El fin del trabajo de Jeremy Rifkin es, sin duda, la obra que mayor
impacto ha provocado en la opinión pública norteamericana y
mundial. Sobre ella opina Wassily Leontief, premio Nóbel de
Economía, "nos enfrenta de forma hábil y astuta al mayor problema
de la sociedad contemporánea, algo que la mayoría de los
economistas ni siquiera se atreven a analizar".
Rifkin plantea que estamos entrando en una nueva fase de la historia
humana, caracterizada por lo que "ya parece una permanente e
inevitable decadencia de lo que hasta ahora entendíamos por
trabajo".
El punto de partida es la constatación del nivel alcanzado por el
desempleo, a escala mundial, que es el mayor desde la gran
depresión del 30. "El número de personas infraempleadas o que
carecen de trabajo está creciendo a un ritmo vertiginoso... Más de
800 millones de seres humanos están en la actualidad desempleados
o subempleados en el mundo".
Para el autor, dicho fenómeno sería una consecuencia de una nueva
"revolución tecnológica". El impacto de la cibernética, la robótica, las
telecomunicaciones y otras formas de la alta tecnología están
sustituyendo rápidamente a los seres humanos en la mayor parte de
los sectores económicos. Marchamos, según sus palabras, a un
"mundo sin trabajo".
La peculiaridad de la nueva "revolución tecnológica" consistiría en
que todos los sectores han caído "víctimas" de la reestructuración
tecnológica y no ha irrumpido ningún sector "significativo" habilitado
para canalizar la mano de obra desplazada.
El proceso de cambio que experimenta actualmente el mundo del
trabajo produce nuevos modelos y figuras a ritmo vertiginoso. El
trabajo virtual, el teletrabajo, el trabajo electrónico, la robotización,
la informatización integral, las oficinas electrónicas, son algunos de
los términos que ya no resultan extraños a las organizaciones
bancarias, a las cadenas de comercialización masivas, las industrias
o a las empresas de tarjetas de crédito. Ni a empleados, clientes,
proveedores ni público en general.
A pesar de la existencia de numerosas teorías, conceptos, técnicas,
herramientas y sistemas orientados al hombre en el ámbito del
trabajo, considerándolo el elemento más valioso al conformar -con
sus conocimientos, habilidades, aptitudes y actitudes- el capital
intelectual de la empresa. Lo lamentable es que los modelos
racionales de gestión empresaria no siempre tienen en cuenta al
factor humano.
Siendo el trabajo la actividad destinada a proveer las necesidades del
ser humano, la asignatura pendiente post desarrollo tecnológico, es
que se tomen acciones para ayudar a convertir a cada persona en
alguien motivado, orgulloso y satisfecho de sí mismo y de su aporte
a la empresa.
Qué dicen los especialistas
Analizamos los planteos de Ursula Lehr, una de las expertas en
gerontología de mayor reconocimiento a nivel mundial, quien afirma
que una política para la vejez no debería ser sólo determinada por la
pregunta qué podemos hacer por los mayores sino también
cuestionarse qué pueden hacer los adultos mayores por la sociedad,
“porque la mayoría de los mayores son competentes y desean
emplearse para otra gente, para la sociedad” -sostiene Lehr.
Las ciencias y las políticas, dice la especialista, están juntas
procurando con mucho empeño crear nuevas condiciones médicas y
económicas para este fin, así como educar a las personas para un
estilo de vida más sano. Estableció que la vejez no debería ser vista
como un problema, sino como una oportunidad y un reto, “para cada
uno de los adultos mayores, para su familia y para nuestra sociedad,
de tal manera que se vea a la senectud como capital humano”.
Ursula Lehr recomienda enfocar la prevención y la rehabilitación en la
activación de capacidades físicas, mentales y sociales y considerar la
rehabilitación no sólo desde el punto de vista médico, sino también
bajo los aspectos psicológicos y sociales.
Curiosamente en Argentina...
En medio de estas visiones, encontramos recientemente en nuestro
país noticias y titulares que nos sorprenden gratamente como los
siguientes:
Proyecto oficial en la provincia de Buenos Aires: Cuando la
experiencia es el valor más buscado por las Pymes. Un plan
impulsa la reinserción de profesionales que por su edad no
consiguen empleo: Experiencia Pyme. - La Nación 2-10-06.
Transmisión de valores y recambio generacional: Cómo
rescatar el conocimiento del personal que se retira. - La Nación
4-2-07.
La etapa prejubilatoria:
trabajar distinto, poquito, nada...
Amén de los conceptos compartidos, para una masa de población
muy amplia, en las sociedades occidentales el trabajo sigue siendo
aún el eje que articula y estructura la vida de las personas y por
ende la vida en sociedad en su conjunto. El trabajo tuvo y tiene una
posición significativa en la vida de las personas y estas se llegan a
desarrollar en la faz personal, familiar y social debido
preponderantemente a los resultados que se obtienen en relación a
su capacidad productiva laboral.
Como podemos apreciar, la mayoría de las sociedades actuales se
configuran en torno al trabajo. La importancia que se le otorga al
mismo no es exclusivamente una elección de la persona, sino que se
halla condicionada por el significado y el valor que cada sociedad y el
momento histórico le asigna. Este se internaliza a través de un
proceso complejo de socialización, en el que son parte el entorno
familiar, la cultura, la educación y los ámbitos sociales económicos
en los que se interactúa.
Las personas se mueven dentro de ámbitos que garantizan
continuidades, pero a su vez se nutren de permanentes
modificaciones y cambios. Por eso afirmamos que la vida humana es
cambio, y el vivir cotidiano es cambiar, y este supone pasar de un
momento biológico y psicosocial a otro momento superador del
anterior. Cada uno de estos momentos tiene características,
contenidos, intereses, limitaciones y posibilidades que le son propios.
El paso del tiempo marca la edad cronológica y esta determina las
edades de la niñez, adolescencia, juventud, adulto y del adulto
mayor. También algunos acontecimientos que se desarrollan en el
transcurso de la vida, son los que señalan el comienzo y fin de las
diferentes etapas que exigen numerosos procesos de adaptación: a
la escuela, al primer empleo, al matrimonio, a la pérdida de seres
queridos, etc. (P. Lain a estas fases las denomina “Vidas Sucesivas”).
Cuando se va cumpliendo el “curso de la vida”, junto al desarrollo
normal de los acontecimientos que marcan el transcurso del tiempo
en los ámbitos familiares, sociales y laborales de una persona, rara
vez esta se detiene a pensar y planificar su futura jubilación o retiro
laboral.
Al imperar en la sociedad valores que exaltan la juventud (rapidez,
competitividad, flexibilidad, etc.), esta es vislumbrada como única
fuente de construcción, desarrollo y éxito, esto lleva a concebir a la
jubilación o el retiro como algo hostil, lo que atemoriza y crea una
resistencia a iniciar esta etapa de la vida. Etapa que la sociedad
asigna a la vejez y esta no goza de buen predicamento, lo que relega
a los adultos mayores a desempeñar roles poco significativos.
Mi cuerpo es viejo pero yo soy joven
Dr. Ricardo Iacub
Esta frase, a pesar que resulte curiosa y algo extraña, es más
que habitual.
Como me dijo una señora mayor cuando le pregunté si la
había escuchado:
“Eso ya lo decía mi abuela”.
Algunas veces la gente lo nota al pasar por una vidriera y ve una
figura que pareciera no reconocer, preguntándose quién es esa vieja
o viejo, cuando esa figura representa, ni más ni menos que su propio
reflejo.
El escritor inglés Priestley lo describió de este modo: “Como si
caminando
por la
avenida
Shaftesbury como un
joven
despreocupado, hubiese sido súbitamente raptado, introducido en un
teatro y, maquillado con el pelo gris, con arrugas y con otros
atributos de la vejez hubiese sido forzado a salir al escenario. Detrás
de la apariencia de viejo yo soy la misma persona, con los mismos
pensamientos que cuando era joven”.
Estas situaciones nos presentan un curiosa sensación que tienen
muchos adultos mayores y a la que se la ha denominado “el cuerpo
máscara” (Featherstone y Hepworth, 1991)
En mis propias investigaciones he podido comprobar que esta mirada
sobre el propio cuerpo se encuentra muy extendida y muestra como
a los adultos mayores les cuesta aceptar, comprender e incorporar
su cuerpo con los cambios lógicos que producen los años.
Por esto cabe preguntarnos: ¿qué pasa con la edad que puede llegar
a modificar el poder pensarnos de una manera integrada a lo largo
de la vida?
Evidentemente las miradas negativas y descalificantes que existen
para con esta etapa vital llevan a que ubiquemos en el cuerpo, que
sabemos que es lo más visible de la edad, lo viejo y dejemos en
aquello que parece más oculto, nuestra identidad, lo más joven.
Separando de un manera más o menos consciente dos partes que
son verdaderamente inseparables.
“Yo sigo siendo el mismo a pesar de que mi cuerpo envejeció”:
Esta frase la decía un señor ¿tratando de mostrarme qué?: ¿acaso
las transformaciones corporales deberían modificar nuestra forma de
ser, de pensar o de sentir?, ¿o ser el mismo significaría ser
eternamente joven?
A lo largo de la vida cambiamos en muchos aspectos, sin embargo
hay ciertos rasgos que parecen más estables relacionados con los
deseos más íntimos, los afectos más profundos y cierta forma de
actuar ante la vida que van más allá de ser joven o viejo.
Para mucha gente sentirse joven por dentro, como se suele decir,
implica separarse de los significados negativos que esta sociedad le
brinda al envejecimiento. Ser joven o ser viejo no implican
significados buenos o malos en si mismos.
Hoy sabemos que ni la felicidad ni la alegría son atributos de los
jóvenes, así como tampoco la falta de deseo es propia de los
mayores. Estos son prejuicios implantados desde hace siglos y que
llevan a que los mayores se nieguen a si mismos cuando sienten
deseos, pasiones, emociones que supuestamente “ya no son para su
edad”.
Por esta razón debemos ser menos críticos con el propio cuerpo y si
ser más críticos con los prejuicios sociales acerca de los mayores,
para que no nos dejen encerrados en un sentimiento de vergüenza
hacia nosotros mismos.
Un nueva mirada
Recuerdo que una señora me decía: “desde que lo conocí a Juan
empecé a verme distinta” ¿Por qué? Simplemente por que su cuerpo
dejo de ser visto desde una mirada descalificatoria (la de ella,
aunque influenciada por los demás) sino por la de un persona que la
amaba, la hacía sentir bella y le mostró que ese cuerpo, que ella
negaba, podía ser gozado y vivido de una manera muy positiva.
Pero no solo con el amor uno puede volver a unificar su cuerpo, sino
a través de seguir disfrutándolo, encontrándole belleza, sintiéndole
vibraciones y experiencias nuevas.
Los “achaques de la edad” no deberían llevar a negarlo, ocultarlo o a
pelearnos con él, sino por el contrario a mimarlo, explorarlo y
contemplarlo para reconocerlo cada día como una parte indisociable
de nosotros mismos.
Mujeres en el sillón de los directores
Martín Carrasco Quintana
En el Mes de la Mujer, una interpretación cínica del cine podría decir
que es la industria donde los hombres viven de las imágenes de
mujeres hermosas. No es tan así. Si hay explotación, no se
discrimina por sexos; veamos, si no, los réditos dejados por Rodolfo
Valentino, por Tyrone Power y por Leonardo DiCaprio.
Con todo, el cine ha sido siempre una actividad manejada por
hombres. Digamos, como productores y directores; también, los que
ponen la música, y los que sintetizan la obra para que llegue a
determinada cantidad de minutos.
Eso sí, las mujeres de detrás de la escena son cada vez más y sus
labores no se acotan a los eternos Maquillaje y Peinado. Las hay
guionistas, productoras y especialistas en los más complejos trabajos
del mundo del cine.
Avance persistente
Eso sí, el lugar más emblemático es el de la dirección. Y la imagen
del sujeto de voz áspera enfundado en breeches y botas se esfuma y
aparece el perfil femenino.
Para empezar por alguien, una buena directora es Maya Deren,
norteamericana que entre las décadas del ´40 y del ´50 realizó
películas de bajo presupuesto y también fue una teórica capaz de
debatir teorías fílmicas en pie de igualdad con cualquiera.
También Liliana Cavani, italiana especializada en obras de extrema
morbosidad, como Portero de Noche, Galileo y Más allá del bien
y del mal.
Estupenda resultó la neocelandesa Jane Campion, de temprano
prestigio por el Oscar para La lección de piano.
Desde la India, Mira Nair asombró por su poder descriptivo con
Salaam Bombay y La boda. Nair no teme tocar con el ojo de la
cámara temas crudos, como la prostitución infantil.
Nacida en el cine (recordemos la infantil prostituta de Taxi Driver),
Jodie Foster ganó dos Oscar como actriz y después se lanzó a la
dirección con Mentes que brillan.
También Anjelica Hous-ton (foto), hija del genial John, se fue detrás
de la cámara y dirigió Agnes Brown.
El influjo político
Hasta aquí, mujeres en un cine comercial ¿Y que pasa con la
problemática alemana Lenni Riefensthal, contemporánea de Hitler?
Fue pionera en técnicas, enfoques y planos, pero le llevó el carro al
nazismo con películas de propaganda e hizo suyo el modelo del
horror, de la muerte, y de las persecuciones. Un talento perdido.
Por haber nacido en 1942, otra alemana, Margarethe von Trotta,
escapó a las garras del nazismo y pudo dirigir en libertad, después
de ser actriz de la mano de Rainer Werner Fassbinder. Dos de sus
películas son insoslayables: El honor perdido de Katarina Blum y
El segundo despertar de Christa Klages.
Cine nacional
Para orgullo de los argentinos, en estas latitudes las mujeres que
quisieron acercarse a la dirección cinematográfica lo hicieron con
especial suceso. Digamos María Luisa Bemberg (y con la asistencia
en la producción de Tita Tamames).
Cerebral, descriptiva, no comprometida, la joven Lucrecia Martel nos
deslumbró con su ópera prima, La ciénaga y entró en la leyenda.
Digamos que aquí pudimos escapar a la filosa frase de John Lennon:
“La mujer es el negro del mundo”.
Y finalmente -aunque el final es abierto- está la sorpresa de Sofía
Coppola. Criada en el concepto paterno de un cine hermoso pero
hecho con brocha y martillo, rompió el molde con Las vírgenes
suicidas y después hizo estallar una lluvia de estrellas con Perdidos
en Tokio, donde pasa de todo donde parece que no pasa nada.
Ahora nos deslumbra en este momento con el refinado detallismo de
María Antonieta.
Como en otros terrenos, las mujeres han demostrado mayor
enjundia y mejor ojo como directoras. Un día no lejano se quedarán
con todo el mundo del cine.
Y tal vez sea para bien de todos.
Mujeres platenses de tres generaciones
Lazos reunió a tres mujeres de una misma familia,
pertenecientes a tres generaciones distintas, para establecer
las coincidencias y diferencias que se fueron dando en el
mundo de la mujer a través del tiempo.
TRABAJO
¿A qué edad comenzó a trabajar?
Liliana: Nunca trabajé. Terminé el secundario y comencé a estudiar
profesorado de Matemáticas. Me casé. Mi marido fue muy claro: “No
permitiré que te vayas de casa. Vamos a formar una familia, es
necesario que cuides y eduques a los hijos“.
Alicia: Comencé a trabajar a los 20 años. En la Facultad hacía
planos. Antes hacía artesanías, para vender. El motor para trabajar
era tener independencia.
Inés: A los 17 años. Para juntar plata y hacer un viaje. Ahora
también trabajo para tener independencia.
¿Hay desigualdades entre mujeres y varones en el trabajo?
Liliana: Hoy en el trabajo están a la par hombres y mujeres, porque
las mujeres son muy capaces.
Alicia: Sí, pero creo que mucho depende de nosotras. Nos ponemos
nuestro propio techo. Primero los hijos y el marido. Tenemos miedo
a crecer.
Inés: Hasta ahora no sentí discriminación por ser mujer. Pero sí lo
sentí en Inglaterra. Trabajé en un Mc Donalds y me trataron muy
mal, me proponían tareas irrealizables.
DINERO
¿Quién aporta más en su casa?
Liliana: Era mi marido el que aportaba para la casa. Yo le iba
pidiendo a medida que necesitaba.
Alicia: Cuando recién nos casamos, yo ganaba más, hasta me
compré un auto. Eso no afectó la relación. Era una lucha codo a
codo.
¿Las decisiones económicas las toma Ud. o su marido?
Liliana: Cuando decidimos comprar la casa, lo hablamos los dos.
Alicia: En relación a la casa, el auto, yo decido. En las cuestiones de
negocios decide él. Y no mezclamos las cosas.
LA POLÍTICA Y EL PODER
¿La participación de la mujer en la política podría ayudar a
mejorar las cosas?
Liliana: Dudo que las mujeres mejoren la falta de moral que hay en
la política. Creo que tienen igualdad de derechos.
Alicia: Seguro. Pero debe ser el resultado de un proceso, una
trayectoria. No solo porque es mujer, sino por la historia que tiene.
Inés: Me gusta que la mujer participe en política. Me gustan las
mujeres que hacen cosas. Tampoco la exageración feminista que la
mujer “debe estar” en política.
¿Alguna vez pensó en participar en política?
Liliana: Nunca pensé en participar, tampoco mi marido.
Alicia: No me veo como una política. Pero si me interesa participar,
modificar la realidad. De hecho, me comprometo.
Inés: Trabajé en un barrio, pero lo dejé. Me pareció un trabajo muy
asistencialista.
¿Qué inconvenientes y facilidades tienen las mujeres para
construir poder político?
Liliana: Las mismas que los varones.
Alicia: A las mujeres se les exige siempre más. A veces si son
atractivas, les puede jugar en contra. Sobre todo con las otras
mujeres.
Inés: Las mujeres, tienen muchas mas dificultades, pero se puede.
Lo importante es saber lo que uno quiere y elegir.
MATRIMONIO
¿A qué edad se casó?
Liliana: A los 23 años, era lo correcto en mi época. Tengo tres hijos
y seis nietos y una muy buena relación con ellos. Vienen a casa y
hablamos de todo.
Alicia: Me casé a los 26 años. Para mi época era bastante grande.
Las chicas se casaban a los 21, 22 años. Primero me recibí de
arquitecta. Yo no tenía como proyecto principal casarme. Pasaba
horas en los tableros. Yo quería hacer hospitales, escuelas. Cuando
escuché por primera vez a una amiga de mi hermana decir “Yo no
quiero tener hijos, me quiero dedicar a mi profesión”, fue
impresionante.
Inés: El casamiento no se está dando en las chicas de mi edad. No
se lo cree tan necesario. Algunos creen que es mejor convivir y luego
casarse.
¿Por qué ahora se casan más tarde?
Liliana: Por que hay más libertad sexual
Alicia: Porque los padres renunciaron a su rol hegemónico. A ser los
dueños de la casa. Tenemos mejor relación, pero están demasiado
cómodos. Eso sumado a la incertidumbre en los empleos, hace más
lento el motor de la independencia.
Inés: Se quieren postergar ciertas obligaciones. Está el mandato de
saber qué te gusta, qué querés hacer a los 18 años. ¿Y si no sabés?.
Que nos aguanten un poco más en nuestras casas. Me da más
tiempo para indagar tranquila, saber adónde quiero ir.
Yo el día de mañana me quiero ir. Pero ahora no tengo plata y
además no me siento mal con mis padres. Hasta los 30 años, todo
bien. Después, si te quedás, sos un desubicado.
¿Qué opina de las relaciones prematrimoniales?
Liliana: Soy amplia. Mi nieta de 26 se fue a vivir con el novio y me
vino a avisar. Hoy, juntarse está bien mirado. En mi época, no. Yo
estuve casada 55 años con el mismo hombre.
Alicia: ¿Llegar al matrimonio virgen?....Ni loca.
Inés: La mujer estuvo muy reprimida y ahora nos fuimos al otro
extremo. Hace cosas para rebelarse y no piensa que le pueden hacer
mal. Pasamos de la mujer que solo podía estar en la casa a la mujer
que hace de todo. Hay que bajar un cambio.
¿Cuáles son las claves para vivir juntos?
Liliana: Saberse aguantar y perdonar. Es la única forma posible. La
fidelidad es muy importante.
Alicia: La clave es escuchar al otro. Esto implica también escuchar a
los hijos. Enfrentar las dificultades con sentido del humor y relajarse.
¿Cómo se decidieron a tener hijos?.
Liliana: Nadie se preguntaba si era el momento oportuno o había
que esperar. Simplemente llegaban. Una se casaba y lo más
importante era tener hijos.
Alicia: Lo hablamos y decidimos tenerlos.
Inés: Antes casarse y tener hijos era lo mismo. Hoy no forma parte
de mi plan. Si algún día encuentro a la persona que me motiva,
puede ser. Creo que podría ser feliz sin tenerlos.
SEXO
En su generación ¿a qué edad se iniciaban en la actividad
sexual?
Liliana: Sólo después de casarse. Ahora es muy diferente. Tengo
una nieta que dice casarse virgen es re-aburrido. Lo que me da
miedo es que queden embarazadas. Me parece terrible. Con mis hijas
nunca hablé de sexo. Y jamás se me ocurrió que podían quedar
embarazadas solteras.
Alicia: En mi generación era común los 17, 18 años iniciarse
sexualmente. Pero no se hablaba ni con las amigas. Sentíamos culpa
por la formación religiosa. Una no sabía que las amigas también lo
hacían.
Inés: Cuando se despierta la sexualidad. En algún momento pasa. A
medida que uno se conoce se aprende a disfrutar. Nadie te enseña.
Al despedirnos Alicia Cabarrou de Eliçabe nos dice: “Hoy, para la
mujer hay más oportunidades. Pero la contracara es la exigencia.
Queremos hacer todo bien. Mi hija me dice, yo, mamá, no quiero ser
una super-mujer”.
Liliana Cledrys de Cabarrou. Nació en Buenos Aires. Inició
estudios de Matemáticas en la Universidad. Se casó con el
prestigioso médico platense Arturo Cabarrou y vino a vivir a La Plata.
Es viuda, tiene 3 hijos y 6 nietos.
Alicia Cabarrou de Eliçabe: Nació en La Plata. Es una reconocida
arquitecta. Casada con el empresario platense Ricardo Eliçabe. Tiene
dos hijos: Manuel e Inés.
Inés Eliçabe: 24 años. Estudió sociología. Trabaja independiente.
MAL DE ALZHEIMER :
Cómo ayudar al paciente
Llega un momento, con la evolución de la enfermedad, en que el
paciente de Alzheimer
se vuelve totalmente dependiente.
Generalmente deja de comunicarse, y es posible que su deterioro
cerebral progresivo complique su fragilidad física. Un resfrío, una
leve infección o una deshidratación pueden empeorar gravemente su
situación.
Aunque el paciente no conserve el lenguaje verbal, es importante
mantener el contacto con él. Comprende cuando recibe muestras de
afecto, caricias, sonrisas, trato cariñoso. El familiar puede utilizar el
lenguaje gestual, que el paciente comprende muy bien.
Asimismo se debe procurar mantener su higiene personal, proteger
su piel, cuidar los posibles casos de deshidratación y/o
estreñimiento. Es muy importante mantener la adecuada hidratación,
sobre todo cuando hace más calor o si el enfermo está padeciendo
alguna infección.
Puede llegar el momento de plantearse la necesidad de llevar al
paciente a un centro asistido. Para muchos cuidadores, el ingreso de
su familiar a una residencia geriátrica se vive mal. Pero hay que
comprender que esta situación no es en sí, algo que esté bien o mal,
sino algo que depende de la situación del enfermo. Ante la situación
de tener que decidir
la internación del enfermo en un centro
asistido, el familiar no debe pensar que se trata de un abandono
del paciente. Los centros geriátricos generalmente suelen disponer
de todos los servicios necesarios para dar una buena atención al
enfermo.
Sí es conveniente antes de tomar la decisión, visitar distintas
instituciones, y
confirmar que tienen todas
las acreditaciones
legales, y que está preparado para atender ese tipo de enfermos.
No deje de visitarlo en caso de resolver la internación. El familiar
debe comprender que aunque pueda resultarle triste la situación, su
enfermo necesita su presencia y recibir sus manifestaciones de
cariño. En la medida en que el familiar asuma la enfermedad de su
ser querido, mejorará tanto su situación como la del enfermo, que lo
necesita
en buen estado físico y psíquico, y requiere de su
comprensión y cariño. Si se encuentra muy angustiado, no dude en
buscar apoyo profesional y/o de grupos de ayuda donde podrá
compartir experiencias y tal vez encontrar procedimientos para
actuar ante distintas situaciones que se le presenten.
Los familiares suelen sentir mucha presión, por lo cual es muy
importante que el cuidador cuide, dentro de lo posible, su salud
física como psíquica. A veces, para posibilitar el descanso, se
puede utilizar el sistema de rotación con otro familiar o un asistente.
El familiar de un enfermo de Alzheimer debe aprender a buscar
momentos de descanso en la estresante tarea que provoca el
cuidado continuo de estos enfermos. No olvidemos la importancia de
“cuidar al cuidador”
El grupo ALMA – La Plata se reúne los primeros sábados
de cada mes en el Hospital San Roque de
Gonnet, calle 18 e/0508 y 509, 1er piso por escalera caracol
Aula Docencia e Investigación.
Próximas reuniones: sábados 04-03-07 y 01/04/07
El nuevo Código de Tránsito y la discriminación a
los mayores
La provincia de Buenos Aires acaba de dictar una norma por la cual
las personas mayores de 65 años, al renovar el carnet de conductor,
deberán volver a rendir los exámenes físicos y teórico.
Seguramente la medida surge a partir del escandaloso incremento de
accidentes viales. Y a la necesidad de “hacer algo” frente al hecho.
Estamos de acuerdo con la necesidad de implementar todas las
buenas medidas que ayuden a prevenir lo que ya podemos
considerar una nueva epidemia social.
Pero en este caso, el hilo se corta por lo más delgado, se enjuicia a
los mayores.
Otra vez se parte de un prejuicio, un paradigma equivocado que
asocia vejez a imposibilidad, déficit, carencia. Que pone el acento en
lo que se pierde en lugar de lo que se gana.
No se pretende ensalzar la juventud, ni tampoco la edad mayor, solo
tener en cuenta algunas consideraciones que han sido estudiadas y
probadas en otros países y creo que ponen las cosas en su justo
medio:
• Una persona joven puede ver más rápido algo que signifique un
riesgo, pero tardan en reconocerlo como tal. Mientras que los
mayores reconocen más rápidamente los riesgos, aunque reaccionen
un poco mas lento.
• Los conductores jóvenes tienden a manejar más rápido. Los
mayores se inclinan por hacerlo más despacio.
• Los conductores muy jóvenes (18 a 26 años) a menudo juegan
cuando van manejando, se distraen fácilmente con otros en el
interior del vehículo. Los mayores suelen manejar muy atentos y
concentrados.
• Los conductores jóvenes son más omnipotentes, y les cuesta
reconocer los riesgos. Los conductores mayores son mas prudentes.
• Las personas mayores conocen y respetan más las normas de
tránsito
• Los conductores jóvenes suelen ir por caminos desconocidos. Las
personas mayores prefieren los caminos conocidos, más seguros.
• Los conductores jóvenes suelen conducir vehículos con fallas. Los
conductores mayores toman prevenciones antes de viajar, controlan
las condiciones del auto, preparan mapas.
• Los conductores muy jóvenes suelen conducir pese a haber
consumido alcohol o drogas. Es menor la incidencia de personas
mayores que conduzcan excedidos en alcohol o drogas
• Los conductores jóvenes reaccionan más rápido. Los conductores
mayores reconocen antes la necesidad de reaccionar.
No hay estudios que avalen la necesidad de reiterar exámenes
visuales o auditivos antes de los cinco años. La patología que
eventualmente puede afectar estos órganos sensoriales en una parte
de la población mayor tiende más bien a ser de evolución lenta.
Pero lo más disparatado resulta la norma que obliga a rendir otra vez
el examen teórico. ¿De dónde surge que las personas mayores
pueden olvidar las normas de tránsito aprendidas y experimentadas
a través de los años?. Esta situación implica un franco
desconocimiento
del
proceso
del
envejecimiento.
Implica
estigmatizar a un grupo. Y a eso nos oponemos.
Silvia Gascón
Directora de la Maestría en Gestión de Servicios de Gerontología
Instituto Universitario ISALUD
[email protected]
Red Mayor La Plata 2007
¡Se viene con todo!
Desde el mes de Marzo, en la Red Mayor La Plata, se
implementarán los cursos Cuidadores Domiciliarios, La
Experiencia Cuenta y Prevención de Abuso y Maltrato.
Todas estas actividades son de carácter gratuito y se realizarán
en forma conjunta con el Instituto de Cultura y Comunicación
La Red y en convenio con el Ministerio de Desarrollo Social de
la Nación.
En el Curso Cuidadores Domiciliarios sólo podrán inscribirse
personas mayores de 21 años hasta 55 años, tiene una
duración de cuatro meses y tiene como objetivo capacitar a
cuidadores para
jerarquizar la atención de la población
anciana, de las personas con discapacidades y de las personas
con distintas patologías.
Al finalizar el curso los egresados participarán del servicio de
Cuidadores Domiciliarios de la Red Mayor y recibirán una beca
por su trabajo.
El Curso de Prevención de Abuso y Maltrato tiene como
propósito prevenir las situaciones de discriminación, abuso y
maltrato hacia los adultos mayores y su entorno inmediato
desde una perspectiva de los derechos.
Tiene una duración de seis meses y está organizado en cuatro
componentes: 1) Capacitación a los equipos técnicos locales 2)
Fortalecimiento a los adultos mayores y cuidadores informales
3) Sensibilización comunitaria y Asesoramiento 4) Contención a
personas en situación de maltrato.
Está dirigido a todos los profesionales y técnicos, tanto del
sector público como privado, que trabajan en temas
relacionados con los adultos mayores.
El Curso La experiencia cuenta tiene como objetivo facilitar
la transmisión de saberes y oficios tradicionales desde los
adultos mayores hacia las personas jóvenes y de mediana
edad. El mismo tiene una duración de seis meses.
Inscripción de docentes: todas aquellas personas mayores que
deseen enseñar oficios comunicarse con la Red Mayor La
Plata, Tel/ Fax 451-0090, de lunes a viernes de 17 a 19 hs.
Calle 55 Nº 1165 entre 18 y 19.
Desde la segunda semana del mes de marzo, se reinicia la
actividad de Tejido Solidario. Las personas interesadas se
pueden acercar a la Red Mayor los días miércoles de 17 a 19
hs. Las prendas confeccionadas serán donadas a distintas
instituciones de la ciudad.
Los Adultos Mayores comienzan sus clases
Lugares en donde se pueden inscribir:
1- PEPAM. Programa de Educación Permanente de Adultos
Mayores ( UNLP) 50 Entre 17 y 18. tel. 457 2505.
2- El Centro de Médicos Jubilados y Pensionados
comunica que desde el lunes 5 de febrero , está abierta la
inscripción de todos los cursos para Adultos Mayores que se
dictarán en el 1er. cuatrimestre. Informes e inscripción, calle
55 Nº 485 (entre 4 y 5) de 9 a 12 hs. Teléfono: 483 9845.
3- Centro de Ingenieros: 53 Nº 416 y 1/2( 3 y 4 ). Tel. 421
8232.
4- Centro de Fomento Gral San Martín , Club Tacuarí.
La inscripción ya está abierta y las clases comienzan el 19 de
marzo.
Grupo Tercera Edad UPCN
(Informes al 425-8925/ 71925/ 8705 Int. 116)
¡Feliz cumple!
En febrero apagaron las velitas Raquel Villareal, Jorge Rodríguez,
Sara Rabusko, Beatriz Jasime, Olga Martínez, Edil Etchevest, Matilde
Bragañolo, Raúl Amelva, Lucía Olivero, Rosa Pedraza, Vilma Riveiro,
Ernestina Abramovich, Jorge Errecalde, María Estandar, Leticia
Marotta, Mirta Vara, Elida Roldán y el día 23, bajo el signo de Piscis,
nada menos y nada más que Walter Vidal, Presidente del Centro de
Jubilados UPCN. Para todos muchas felicidades, por muchos,
muchos, años.
En el Día Internacional de la Mujer...
Benditas sean todas las mujeres. Las abuelas, las madres, las hijas.
Porque son la vida. Por eso el 7 de marzo, a las 18 horas, el Centro
de Jubilados les rendirá homenaje con una exposición excepcional en
el salón Rubén Landívar, en AMAUPCN, calle 14 Nº 1023. En la
inauguración de la temporada 2007 expondrán Ana Pikulik y Elsa
Russetti y se presentará el libro Huellas de la escritora Hilda Verón.
El libro cuenta parte de la historia de vida de esta integrante de la
Tercera Edad de UPCN. La coordinación, impecable, como siempre,
estará a cargo de Alicia Baccini.
Nuevos talleres
En el mes de marzo se agregarán nuevos cursos a los que ya se
vienen dictando en "La Casita" de UPCN. El primero en
implementarse será el de telar y artesanías indiígenas. En los
próximos días se comunicarán los horarios, para que puedan
inscribirse todos los que lo deseen.
Super pileta
Fue el anuncio del año. Ante la cantidad de jubilados que durante
todo el verano asistieron a la pileta del camping UPCN (calle 89 y
143) el Secretario General del Gremio, Carlos Quintana, les anunció
que para la próxima temporada quedará inaugurada la nueva pileta
olímpica. Será la mejor equipada de la ciudad y estará a total
disposición de los mayores. ¡A disfrutar!
Alimentos funcionales y prevención
Una nueva era en las ciencias de los alimentos y de la
nutrición se ha hecho presente con mayor intensidad: el área
de la interacción alimentos-medicina.
Estudios epidemiológicos “in vivo”, “in vitro”, clínicos y de medicina
basada en la evidencia indican que una dieta a base de "alimentos
saludables y/o funcionales" reduce el riesgo de enfermedades
crónicas.
La prevención de enfermedades utilizando diariamente estos
alimentos es una opción especialmente eficiente, tanto en la
prevención primaria como secundaria de una gran cantidad de
dolencias crónicas.
Todos los alimentos saludables y/o funcionales tienen un
denominador común: actúan de forma beneficiosa sobre una o varias
funciones específicas del organismo. Pero para obtener estos efectos
es preciso integrarlos en la dieta habitual.
Por regla general, los alimentos funcionales huelen y saben como sus
equivalentes comunes y presentan el mismo aspecto que éstos.
Como explica el Dr. Ros, director de la Unidad de Lípidos del Servicio
de Nutrición y Dietética del Hospital Clínico de Barcelona, los
alimentos funcionales contienen uno o más ingredientes que afectan
positivamente a determinadas funciones del organismo.
Dichos alimentos pueden ser macronutrientes (como los ácidos
grasos insaturados de los aceites de oliva y semillas),
micronutrientes (como las vitaminas) o compuestos sin valor
nutritivo (como los flavonoides). Pero siempre son componentes
naturales de los alimentos, presentes en el propio alimento no
elaborado (ácidos grasos omega-3 en el pescado azul, vitamina C en
los cítricos) o añadidos por fortificación ( calcio y vitamina D en la
leche, ácido fólico en los cereales, omega-3 en milanesas de soja o
hamburguesas de merluza).
El Programa de Prevención del Infarto en la Argentina (PROPIA), de
amplio reconocimiento nacional e internacional, que funciona en la
ciudad de La Plata, promueve el proyecto de Alimentos Funcionales.
Se basa en la modificación de la composición lípida (grasas y aceites)
de alimentos de consumo masivo.
Su director, el Dr. Tavella explica: "El colesterol, las grasas saturadas
y las hidrogenadas se conocen como grasas malas porque su
consumo aumenta el colesterol en sangre. En cambio, la grasa
insaturada (Omega 3, 6 y 9) es reconocida como grasa buena porque
beneficia la salud".
La combinación de medidas dietéticas con el uso de comidas
funcionales puede evitar el tratamiento farmacológico en pacientes
con hipercolesterolemia leve o moderada, y en otros reducir las dosis
de fármacos hipolipemiantes.
Utilizada como un alimento funcional, una milanesa de soja con
omega-3, o una hamburguesa de merluza con omega-3, o una leche
enriquecida en esteroles vegetales y ácidos grasos omega-3, podría
reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular hasta un 25% en la
mayoría de la población con concentraciones moderadamente
elevadas de colesterol.
La evidencia de que los ácidos grasos omega-3 son saludables en
muchas maneras, incluyendo como agente antiinflamatorio sistémico
y en las arterias, es incuestionable. Necesitamos incluir más omega3 en la dieta.
Recordemos que la dieta es el tratamiento básico de la
hipercolesterolemia, de la diabetes, de la obesidad y en muchos
casos también de la hipertensión arterial.
Se debe contar con los servicios eficaces en los aspectos esenciales
de la dieta, y las metodologías periódicas que informen a los
pacientes y a sus familiares de la necesidad de un patrón de
comportamiento.
En una dieta familiar en este marco es necesario aumentar la ingesta
habitual de ácidos grasos omega-3. La manera más sencilla es
incorporar estos alimentos funcionales en nuestros hábitos de
alimentación.
Dr. Germán Niedfeld
DIRECTOR MEDICO
COALSA
CONSUMO DE ALIMENTOS SALUDABLES
Filet de pescado a la manteca
INGREDIENTES
50 gramos de manteca
1 cucharada de aceite
1 kilo de filetes o medallones
de pescado
200 cc. de crema de leche
1/2 cucharadita de pimienta negra
1/2 cucharadita de sal fina
PREPARACION
Coloque en una sartén grande la manteca y el aceite. Derrita en la
misma y coloque los filetes, cubriendo la superficie de la sartén.
Espolvoree provenzal y salpimiente a gusto. Cocine a fuego
moderado de ambos lados, minutos antes de terminar la cocción
vuelque crema de leche con la pimienta y la sal.