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¿ QUIEREN LOS JÓVENES CAMBIAR LA SOCIEDAD?
Pablo-Tzacol Terrón Canellas
El tema de la disertación es de una gran importancia y de actualidad. Es de gran
importancia porque históricamente siempre se le ha dado a la juventud un protagonismo para
el cambio, y además en estos días, el tema es de enorme actualidad. Nada más hay que acudir
a la Puerta del Sol o leer los medios de comunicación para darse cuenta de que algo está
pasando en la juventud española: desde el pasado día 15 por la noche hasta el día de hoy,
cientos de personas han tomado la calle y de manera pacífica se reúnen en asambleas,
debaten, hacen propuestas y manifiestan su enfado con el sistema que les ha tocado vivir.
Quieren ser protagonistas del cambio. Y esto ha tenido una gran repercusión en otras ciudades
españolas, europeas y latinoamericanas. Lo que comenzó siendo una manifestación
“Democracia Real Ya”, se ha convertido en un Movimiento, denominado 15-M.
Mi posición al respecto, es claramente a favor: los jóvenes sí quieren cambiar este modelo de
sociedad, pero solos, no. Necesitan de unos medios, de otras perspectivas y de la ayuda de
otras generaciones. Mis razones son básicamente éticas y educativas. Con ellas argumentaré el
cambio que los jóvenes pueden realizar y por qué necesitan de los demás.
Las razones éticas las baso en la capacidad de elegir que tenemos los seres humanos, y que
constituye nuestra libertad. Pero no una libertad entendida como “hacer lo que me da la
gana”,o dejarse guiar por alguien que incluso busca nuestro interés personal, sino en el obrar
conforme a la razón que está en nuestra naturaleza , y en la que se basa la ley moral según
Kant. En este sentido, nos consideramos autónomos porque obramos por deber.
Pues bien, los jóvenes en función de esa capacidad de elección que como seres humanos
tenemos, tienen esa oportunidad de obrar por deber, no como algo externo, como norma
exterior que les obliga a cumplir para obtener un beneficio, sino como algo que se dan a sí
mismos, se lo autoimponen, en cumplimiento del deber moral que para ellos es el cambio
social, el cambio de valores, normas, estructuras sociales, políticas…etc.
Las razones educativas las apoyo en una educación en valores de justicia, igualdad,
solidaridad, de respeto a otras culturas. Lo que llamamos una educación cívica: ser verdaderos
ciudadanos conscientes y responsables, y no manipulados, objetos de consumo.
Con esta educación, los jóvenes sí pueden ser motores del cambio, de la transformación
social, pues la misma educación lo es ya.
¿Basta pues una buena educación en valores y una autonomía moral para producir el cambio
social? Creemos que no. Ambos son requisitos imprescindibles, sin los cuales los jóvenes no
podrían desarrollarse como personas. Se requiere para el cambio, para la transformación
social, una situación de opresión, de malestar, Marx diría de alienación, en sus múltiples
manifestaciones y una toma de conciencia de la misma Y los jóvenes hoy, en nuestro país, sí
la sufren. He aquí unos datos:
•
En 2010 uno de cada diez jóvenes españoles tuvo que volver a casa de sus padres. La
natalidad cayó otro 3.2%.El paro juvenil superó el 40%.Cuatro de cada diez jóvenes no
trabaja, y el 15,6% ni estudia ni trabaja.
•
La tasa de pobreza relativa en España fue del 20,8% en 2010, un 2,7% más que el año
anterior, según el INE (Instituto Nacional de Estadística), siendo una de las más altas de
toda la UE. Sólo Letonia, Lituania, Rumania, Grecia y Bulgaria están peor.
•
España es el país de Europa con más paro: en Febrero representaba un 20,2 % de la
población activa, el doble de la media europea.
Estos datos los he obtenido del capítulo VII “La Generación estafada” de Ignacio Escolar, del
libro “Reacciona” del cual también son coautores entre otros José Luis Sampedro y Federico
Mayor Zaragoza
Anteriormente dije que solos no podían transformar la sociedad, se requiere asociarse, unirse.
El ejemplo atrae y arrastra. Estamos en una sociedad globalizada, vivimos “en la aldea
común”, todo tiene repercusión de manera inmediata, si los medios de comunicación lo
facilitan, o mejor, mediante las redes sociales que hacen más fáciles e inmediatas las
comunicaciones. Un ejemplo claro lo tenemos en el 15-M: si no hubiera sido por la ingente
muestra de solidaridad y de unión, no hubiera tenido repercusión sus propuestas de cambio.
Finalmente me referiré a los medios, estrategias, para el cambio:
En la Historia hemos tenido grandes ejemplos de cambios sociales y políticos, y de
concienciación, realizados por métodos pacíficos: Gandhi, Martin Luther King, Mandela, entre
otros, y de movimientos sociales pacíficos, como el M.O.C (Movimiento de Objección de
Conciencia), el Movimiento por el 0.7 de PIB, y, actualmente, el Movimiento “V” de vivienda,
así como ONG cuyos principios son la No violencia, tales como Amnistía Internacional,
Intermón Oxfam, Green Peace… por nombrar algunos.
Creo que la opción de la transformación de la sociedad mediante métodos sin violencia
demuestra más a las claras la verdadera naturaleza humana porque hace uso de la razón, y de
ahí surge su fuerza, y no la razón de la fuerza. Es a través del diálogo y del ejemplo como
podrán influir en las generaciones futuras.
Cualquier método de cambio tiene que estar basado en la protección y defensa de los
Derechos Humanos. No podemos retroceder en la Historia. Los jóvenes que se decidan por la
transformación de las actuales estructuras injustas, en las que ellos son víctimas, deben tener
como bandera todos los Derechos Humanos conquistados y hacer que se cumplan.
Finalmente la utilización de las redes sociales hará que cualquier cambio o propuesta
transformadora tenga la repercusión inmediata y el apoyo necesario, y se reconozcan
ciudadanos activos, protagonistas de los cambios.
En definitiva, los jóvenes sí pueden y quieren transformar la sociedad que les ha tocado vivir,
siempre que reúnan las condiciones y estrategias anteriormente desarrolladas. De esta
manera podrán seguir soñando, creyendo en la Utopía.