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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
1
RT S
Revista de Treball Social
Directora: Montserrat Bacardit i Busquet
Subdirectora: Rosa Mª Ferrer i Valls
Equipo de redacción: Teresa Aragonès i Viñes
Irene De Vicente Zueras
Josep Ma. Mesquida González
Pepita Rodríguez i Molinet
Pepita Vergara Beltrán
Administrativa: Anna Pablos Ortuño
Comité asesor: Rogeli Armengol i Millans
Montserrat Cusó i Torelló
Josefina Fernàndez i Barrera
Manuel Miguel Pajuelo Valsera
David Paricio Salas
Xavier Pelegrí i Viaña
Milagros Pérez Oliva
Carmina Puig i Cruells
Cristina Rimbau i Andreu
Glòria Rubiol i Gonzàlez
Maria del Carme Sans Moyà
Antoni Vilà i Mancebo
Diseño de las portadas: Jordina Tió
Diseño interior: Ester Lozano Vivó
Corrección de estilo y traducción: Raül Cascajo i Orzáez
Imprenta y maquetación: I.G. Santa Eulàlia. Sta. Eulàlia de Ronçana
Depósito legal: B-19535/1968
ISSN: 0212-7210
Tiraje: 600 ejemplares.
Edita: Col. legi Oficial de Treball Social de Catalunya
Portaferrissa 18, 1r 1a - 08002 Barcelona
Tel. 93 318 55 93 - Fax 93 412 24 08
Adreça electrònica: [email protected]
Subscripcions: www.tscat.cat
Junta de Gobierno del Col.legi
Degana: Núria Carrera i Comes
Vicedegana 1a.: Mª Antònia Rocabayera Andreu
Secretaria: Rosa Mª Carrasco Coria
Tesorera: Thaïs Yarky Tenllado
Vocal y vicesecretario: Juan Manuel Rivera Puerto
Vocal y vicetesorera: Àurea Quintana Baulés
Vicedegana 2a.: Mª Carme Tobella Barés
Vicedegana 3a.: Mª Àngels Expósito Miró
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Vicedegano 5o.: Alberto Caballero Marcos
Vicedegana 6a.: Glòria Martín Lleixa
Vocales: Lis Brusa Acuña
Lucia Guerrero Ruiz
Càndid Palacín Bartolí
El equipo de redacción no se identifica necesariamente con el contenido de los artículos publicados.
2
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Sumario
Sumario
„
Editorial ........................................................................................................................................5
„
A fondo
Las familias del siglo XXI. Algunas tendencias
Montserrat Soronellas Masdeu......................................................................................................... 19
Políticas e intervenciones familiares: algunas consideraciones básicas y
perspectivas críticas
Fernando Fantova Azcoaga ............................................................................................................. 21
Consideraciones jurídicas sobre la familia en un entorno de crisis
económica
Agnès Pardell Veà .......................................................................................................................... 30
Aportaciones del psicoanálisis a la intervención en familias des del
trabajo social
Dr. Guillermo Salvador Beltrán...................................................................................................... 40
Apuntes para la intervención en servicios sociales desde una perspectiva
sistémica
Joana Alegret Hernàndez ............................................................................................................... 49
Análisis y resolución de casos: una propuesta metodológica entre el espacio
docente y el profesional para los estudios de grado de trabajo social
Diversos autors ................................................................................................................................ 60
Trabajo social con familias en un Centro de Salud Mental de Adultos
Manuel Miguel Pajuelo Valsera ...................................................................................................... 70
Estructuración del proyecto de familia
Judith Cobacho, Francina Planas y Judit Monfort.......................................................................... 82
El Proyecto Paidós: acompañantes de familias
Marta Sanchís y Marta Caramés. Coords. .................................................................................... 94
El trabajo social con familias de pacientes ingresados en unidades de
larga estancia socio-sanitaria
Lydia Gómez Rodríguez ............................................................................................................... 102
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
3
Infancia, Trabajo Social y... Familias
Carme Fernández Ayerbe .............................................................................................................. 109
El Blog: una nueva herramienta de comunicación
Núria Oliver y Montserrat Lacalle ............................................................................................... 119
„
Interés profesional
Entrevista a Núria Carrera
Rosa M. Ferrer Valls.................................................................................................................... 129
Aproximación a la práctica del trabajo social con grupos de personas
usuarias de los servicios sociales en Catalunya
Teresa Rossell y Rosa Alegre ......................................................................................................... 137
Género, social care y políticas de bienestar social
Esther Albesa Jové ........................................................................................................................ 143
Una mirada resiliente a la institución penitenciaria
Natalia Sánchez Delgado ............................................................................................................. 152
„
Libros
La infància, una història fosca ........................................................................................ 160
El trabajo social y sus instrumentos ............................................................................. 163
Com fer un pla d’empresa en empreses de serveis personals ............................ 166
Afrontar la discapacidad, el envejecimiento y la dependencia .......................... 168
„
Sección libre
Creatividad de abuelos y nietos ...................................................................................... 173
„
La Revista
Publicaciones ......................................................................................................................... 177
Normas para la presentación de artículos en la Revista de Treball Social .... 178
Boletín de suscripción ......................................................................................................... 181
4
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Editorial
Editorial
Repensando el trabajo social con familias (I)
En este número iniciamos una nueva etapa de la RTS, la digital, y lo hacemos con
un tema que a lo largo de la historia del trabajo social ha estado ininterrumpidamente presente como sujeto de nuestra intervención: el trabajo con familias.
El modelo tradicional de familia ha cambiado. Desde la segunda mitad del siglo
XX y hasta ahora, han ido surgiendo nuevas formas de familia y al mismo tiempo
nuevas conductas familiares. Familias monoparentales, hogares unipersonales,
familias reconstruidas, cónyuges del mismo sexo, familias adoptivas, familias
deslocalizadas y otros modelos. Es fruto de un contexto social, económico, político
y cultural que ha supuesto grandes cambios, como la incorporación generalizada
de la mujer al mundo laboral, el control de la natalidad, la difuminación de los
roles dentro de la familia, el divorcio, el matrimonio homosexual y las migraciones.
Asimismo podemos ver, en nuestro trabajo y en las exposiciones de los estudiosos
del tema, que la familia, en sus diversas formas, sigue siendo la principal base
relacional de las personas. Es una institución primordial y compleja y primer espacio
de socialización. En este contexto podemos seguir hablando de trabajo social individual y familiar, y a la vez tener en consideración las redes familiares en la cohesión
de las diversas comunidades.
Hace tiempo que la RTS no había profundizado en este tema tan cotidiano del
trabajo social. Queremos hacer una mirada lo más extensa posible que nos ayude a
identificar los cambios en las familias y a repensar el trabajo social con familias, y
es por eso que hemos decidido dedicarle dos números seguidos a esta temática.
En este primer número varios artículos nos aportarán conocimiento sobre las
familias del siglo XXI, las políticas y las leyes sociales que inciden directamente
sobre las familias. Veremos también aportaciones de diversas teorías de cara a la
intervención y empezaremos a fijarnos en qué características tiene actualmente el
trabajo social con familias y qué especificidades y diferencias se pueden dar según
los ámbitos de trabajo, considerando que el trabajo social puede estar encaminado
directamente o indirectamente a las familias, teniendo en cuenta, desde cualquier
ámbito de trabajo, la perspectiva familiar.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
5
Editorial
El trabajo social con familias forma parte de nuestra identidad profesional, sean
cuales sean los recursos existentes en cada momento, en cualquier época política
que nos haya tocado trabajar, con una legislación u otra. También ahora, en un
momento de fuertes recortes sociales y pérdida de derechos, que hacen incrementar las situaciones de desigualdad y que abocan a muchas familias a la pobreza y al
riesgo de exclusión social. Ahora que este contexto ha obligado a las familias a
retomar funciones de cuidado y a hacer frente a la protección de sus miembros.
Consideramos que es bueno repensar nuestra intervención con familias y ver qué
respuestas y qué técnicas podemos ofrecer para afrontar esta nueva realidad. Y
también conviene replantear si en las actuales circunstancias sociales y políticas
los profesionales somos capaces de trabajar valorando más la escucha, la empatía y
el acompañamiento.
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
Las familias del siglo XXI
Políticas e intervenciones
familiares
Consideraciones jurídicas sobre
la familia en un entorno de crisis
económica
Aportaciones del psiconanálisis
a la intervención des del trabajo
social
Intervención en servicios
sociales desde una perspectiva
sistémica
Análisis y resolucion de casos
Trabajo social con familias en un
Centro de Salud Mental de Adultos
Estructuración del proyecto de
familia
El Proyecto Paidós:
acompañantes da familia
El trabajo social con familias de
pacientes ingresados en unidades
de larga estancia socio-sanitaria
Infància, Trabajo Social y...
Familias
El Blog: una nueva herramienta
de comunicación
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
Las familias del siglo XXI. Algunas
tendencias
Montserrat Soronellas Masdeu 1
Resumen
Este artículo revisa los cambios con que las familias afrontan su encaje en la sociedad
de comienzos del siglo XXI. Con la noción de familia, nuestra sociedad define una
amplia gama de relaciones, estructuras, sentimientos y emociones, que tienen un
papel esencial en la gestión de la integración de las personas en el sistema
sociocultural. En las sociedades globales, a pesar de la existencia de fuerzas que
tienden a la homogeneización, las familias son más diversas y expresan con menos
inhibición su diversidad. Algunos factores como la transformación de los roles de
género, la individualización o el despliegue de las políticas de bienestar han incidido
sobre las dinámicas de la convivencia familiar.
Palabras clave: Familia, transformaciones familiares, cambio social, parentivo,
relaciones familiares.
Para citar el artículo: SORONELLAS MASDEU, Montserrat. Las familias del siglo XXI. Algunas tendencias
Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197, páginas 9-20.
ISSN 0212-7210.
Abstract
This article reviews how families are changing to fit into the society of the beginning
of the 21st century. Our society uses the notion of family to define a wide variety of
relations, structures, feelings and emotions which play a fundamental role in the
integration of people into the sociocultural system. Despite the existence of forces
that tend towards homogenization, in global societies families are more diverse
and less inhibited about expressing this diversity. Such factors as the change in
gender roles, individualization or the implementation of welfare policies have had
an effect on the dynamics of family life.
Key words: Family, family changes, social change, kinship, family relationships.
1
Doctora en Antropología. Departamento de Antropología, Filosofía y Trabajo Social. Universitat Rovira
i Virgili, Tarragona. [email protected].
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
9
Las familias del siglo XXI
Introducción: familias diversas
La familia es una institución esencial y
compleja de nuestra y de cualquier sociedad. Cuando reflexionamos sobre la familia
como institución social, en tér minos
procesuales, solemos pensar que venimos de
un modelo de sociedad con familias potentes, muy funcionales y resolutivas, que ha
evolucionado hacia una sociedad formada
por familias débiles, con funciones testimoniales y circunscritas al ámbito de la vida
privada. La teoría social clásica (Durkheim
y Weber) configuró un esquema de pensamiento científico que parte de algunas certezas pero que ha sido fuertemente
ideologizado y que, durante años, ha sido
difundido, vulgarizado y utilizado por la clase política. Haciendo una simplificación, el
mensaje pregona, con alarmismo, que se
acaba el tiempo de las familias; que esta institución social, considerada fundamental para
sustentar las personas y las sociedades, ha
entrado en crisis como resultado del proceso de individualización y de la crisis de valores que se ha extendido en nuestra sociedad
a lo largo del siglo XX.
Expresada en estos términos, esta afirmación es falsa. La familia no está en crisis
como institución, sólo está sometida a cambios que inquietan a una parte de la sociedad y que provocan una reacción social
ideológicamente conservadora y resistente
a los nuevos escenarios familiares. Las ciencias sociales han identificado los elementos
que componen las bases reales de esta afirmación. En las sociedades complejas, ante
la existencia y la proliferación de otras formas de relación y de satisfacción de necesidades (redes de amistad y de relación entre
iguales, asociacionismo, trabajo y entornos
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
laborales o de formación, etc.), la familia
pierde importancia como proveedora de servicios y como estructura de relación y de
identificación. Primera certeza: la familia ya
no existe en exclusiva sino que comparte
espacio en la provisión de servicios a las
personas.
Segunda certeza: en el proceso de individuación que han seguido las sociedades complejas, las personas dan importancia a su
capacidad para elegir con quién relacionarse
y con quién establecer el circuito de deberes
y obligaciones que configura la red de relaciones sociales. La familia no se elige, decimos, pero los amigos sí. Las sociedades
contemporáneas tienden a vivir las relaciones familiares como una imposición y, en
consecuencia, como un entorno de relación
menos amable y deseado que otros, pensando que las relaciones alternativas a las familiares dependen de un proceso de elección
personal y que, por tanto, son expresión del
ideal de libertad.
Para apaciguar el miedo a la desaparición de la familia sólo necesitamos dar un
paseo por las diferentes culturas del mundo
de la mano de la antropología del Parentesco, una rama de la antropología dedicada a
la investigación de la diversidad con que las
relaciones parentales se configuran y se expresan en cada cultura. Hacerlo es todo un
ejercicio de humildad porque nos permite
darnos cuenta de que las novedades familiares a las que nos enfrentamos son formas
familiares que otras culturas del mundo han
practicado de manera tradicional. La familia
es un mecanismo esencial de adaptación al
entorno. Muchos comportamientos familiares que son o han sido considerados extraños o incluso patológicos en nuestra sociedad,
pueden ser plenamente normativos en otra
A fondo
cultura. Familias sin maridos; padres biológicos que no ejerce la paternidad social; cónyuges del mismo sexo; rupturas conyugales
y recomposiciones familiares de todo tipo;
matrimonios poligínicos y poliándricos;
endogamias parentales; hijos con madres diferentes, adopciones, familias muy amplias
con capacidad para adaptar su tamaño si las
circunstancias lo requieren, matrimonios
pactados, enamorados, interesados; cohabitación (y sexualidad) previa al matrimonio...
Tercera certeza científica: las familias se
comportan de acuerdo con el contexto
sociocultural y los modelos familiares actuales tienden a la diversificación.
La familia no está en crisis, lo que está
en crisis es el modelo familiar que hemos
mantenido vigente desde finales del siglo
XIX. La llamada familia burguesa, de orientación patriarcal, organizada en base a la segregación de roles conyugales y compuesta
„ Desde la segunda mitad del siglo
XX y hasta hoy han ido emergiendo nuevas formas de familia
y nuevas conductas familiares y
parentales que han configurado
las tendencias de las familias del
siglo XXI, que cada vez expresan más su diversidad sin complejos.
por un núcleo conyugal heterosexual con
hijos, ya no nos sirve como modelo y desestimamos. Desde la segunda mitad del siglo
XX y hasta hoy han ido emergiendo nuevas
formas de familia y nuevas conductas familiares y parentales que han configurado las
tendencias de las familias del siglo XXI, que
cada vez expresan más su diversidad sin
complejos.
1. La composición de los hogares
y las nuevas conductas familiares
En nuestra sociedad, las estructuras y las
formas familiares han adaptado a las nuevas circunstancias de los ritmos de vida de
las personas. El tamaño de las familias ha
tendido a reducirse, tal y como ya nos explicaba el sociólogo Talcott Parsons, hace más
de 50 años (1986), a raíz de sus investigaciones sobre el sistema familiar norteamericano.2 Las tendencias en la dimensión y en
la composición de los hogares que se desprenden de las fuentes de estadística demográfica evidencian algunas de las transformaciones.3 Los hogares unipersonales han crecido en el último cuarto de siglo,4 como también lo han hecho los núcleos conyugales sin
hijos (22,4% en Cataluña) o las familias compuestas por un solo progenitor y los hijos
(7,8% en Cataluña). La información que
podemos extraer del estudio de la estructu-
En Cataluña, la media de miembros que componen los hogares son 2,7 personas (2,9 en España). La
estadística de población también deja patente la bajada de los núcleos familiares multigeneracionales; en
España sólo el 4,4% de los hogares conviven tres generaciones. Fuente: Idescat e INE (censo de 2001).
3
A falta de la publicación de los datos del censo de 2011, tenemos que trabajar aún con los datos, muy
desfasadas del censo de 2001, el último publicado. Los datos que se mencionan en este apartado correspondientes a Cataluña están disponibles en el Idescat: http://www.idescat.cat. Los datos de España son
también del censo de 2011 y están disponibles en: http://www.ine.es.
4
Los hogares unipersonales eran el 9,9% del total de los hogares catalanes en el censo de 1981, mientras que
en el del 2001 representaban el 20,9 del total de hogares existentes en Cataluña.
2
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
11
Las familias del siglo XXI
ra de los hogares tiene valor en la medida
que nos pone sobre la pista de los comportamientos familiares. El incremento del
número de personas que viven solas es indicativo de la transformación de las culturas familiares y de algunos comportamientos
nuevos como, por ejemplo, la emancipación
en soltería de los jóvenes y, sobre todo, la
residencia en solitario de las personas mayores, incluso cuando pierden la pareja. 5 Del
mismo modo, es muy significativo que, en el
año 1981, un 48,2% de los hogares catalanes estuvieran compuestos por parejas con
hijos (el modelo “ideal” de la familia urbana), mientras que en 2001 los hogares de
esta tipología bajaron hasta el 36,9%. Esta
información estadística nos deja intuir algunas de las transformaciones del sistema familiar pero muchas de las nuevas tendencias
no quedan registradas en los censos de población, que muestran cómo están compuestas los hogares, pero que nos cuentan poco
las familias y sus circunstancias cotidianas.
No recogen situaciones como la de las parejas que viven separadas los días laborables
por motivos profesionales, tampoco las parejas que conforman un núcleo sentimental
no residencial, o la situación de hijos que
están empadronados en el domicilio de los
progenitores y que, la mayor parte de días
del año, viven en otro lugar, solos, en pareja
o en un piso compartido; los censos tampoco recogen algunas situaciones de reconstitución familiar posteriores a las rupturas
conyugales, o las familias que incorporan los
hijos de anteriores relaciones unos determinados días de la semana o del mes, o los
5
vínculos transnacionales de las familias
deslocalizadas y de las personas inmigradas.
Debemos ir más allá de la forma de los hogares para entender las familias.
2. Factores de cambio: individualización, género y bienestar social
El proceso de individualización (Giddens,
2000), propio de las sociedades democráticas, ha incidido sobre cómo se organizan las
relaciones familiares y en la toma de decisiones en relación a la formación y continuidad de la familia. Los sistemas de control
social que vigilaban la familia se han aflojado y los individuos se sienten más libres para
elegir y organizar sus proyectos familiares.
Las fases del ciclo familiar están menos condicionadas por las normas sociales. La emancipación, la formación de pareja, el
nacimiento del primer hijo, son momentos
de la biografía personal en que las personas
valoran su capacidad de elegir libremente, a
pesar de la incertidumbre que supone el abandono de las formas de control tradicionales
sobre los proyectos de vida. Asistimos a un
proceso de desinstitucionalización de la
familia, donde el reto de las sociedades
actuales es ajustar la combinación del individualismo, consustancial a la democracia,
con el comunitarismo que caracteriza a la
familia como institución social. La “familia
moderna avanzada” (Flaquer, 1998) o la
“familia posmoderna” (Meil, 1999) o las
“postfamilias” (Beck-Gernesheim, 2003) son
familias que quieren decidir su destino, que
quieren elegir, que quieren ser libres para
Es significativo que en 1981, un 13% de los hogares catalanes estaba compuesta por familias nucleares
coresidente con otras personas (mayoritariamente alguno de los abuelos paterno o materno). En el año
2001 esta tipología baja hasta el 8,2%.
12
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
escoger los tiempos de su ciclo y para
reconfigurar sin seguir trayectorias necesariamente lineales ni prefiguradas.
Otro factor de cambio de los modelos
familiares es la transformación del sistema
de género. En más de 30 años de democracia,
se han producido nuevas situaciones sociales, políticas y económicas que han propiciado la transformación de una sociedad que
ha pasado de estar institucionalmente
estructurada en la desigualdad de género a
ser una sociedad que pregona su intención
de alcanzar la equidad, la paridad y la igualdad entre hombres y mujeres. La desigualdad de género crea familias jerárquicas,
estructuradas sobre roles conyugales especializados y diferenciados donde los hombres ostentan la posición de poder y las
mujeres una posición subordinada. Las familias se explican a sí mismas utilizando un
discurso de equidad, de igualdad y de cooperación en las tareas y responsabilidades
reproductivas; sin embargo, esta es una imagen, una apariencia, que, en la mayor parte
de ocasiones no se corresponde con la realidad.6 La naturalización del rol de atención y
cuidado de la mujer ha sido y es todavía muy
potente a la inmensa mayoría de sociedades.
La familia y las obligaciones derivadas de la
reproducción siguen siendo más horas dentro de la cabeza de las mujeres que en el de
sus compañeros. Las numerosas intendencias familiares les siguen resolviendo las
mujeres, a menudo porque son ellas mismas
las que se sienten más preparadas para asumir estas funciones o, también porque, sin
reflexionar, actúan impulsadas por la “normalidad” en que han sido educadas. La so6
„ La incorporación de las mujeres
a la formación y al trabajo fuera
de casa ha sido también un factor
de cambio de gran trascendencia para entender la transformación de las familias, en la forma,
en el contenido de sus relaciones
y en el ejercicio de sus funciones.
ciedad incorpora nuevos modelos pero también se resiste a cambiarlos y tiene, en el proceso de socialización, el mecanismo de perpetuación más importante (Comas, 1993).
La incorporación de las mujeres a la formación y al trabajo fuera de casa ha sido
también un factor de cambio de gran trascendencia para entender la transformación
de las familias, en la forma, en el contenido de
sus relaciones y en el ejercicio de sus funciones (Alberdi, 1999). El trabajo fuera de casa
contribuye a dejar de pensar la mujer como
encargada en exclusiva de las tareas domésticas y de atención y cuidado, y, en la medida
que se mercantiliza el trabajo reproductivo,
también ha contribuido a ponerlo en valor y
a visibilizar del mismo. Se ha producido una
democratización de los modelos que legitiman las relaciones de género, una circunstancia que se ha trasladado a los marcos legales
que regulan estas cuestiones (la conciliación de
la vida laboral y familiar, el acceso de padres y
madres a los permisos de maternidad ...) y
que ha dado cobertura a un nuevo discurso
de equidad cada vez más aceptado socialmente y que, demasiado despacio, ha empezado a transformar las relaciones conyugales
y de género en los hogares (Brullet, 2009).
Meil (2005) analiza la conflictividad y la ruptura conyugal asociada a la discusión sobre la distribución de las
tareas reproductivas en el núcleo conyugal.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
13
Las familias del siglo XXI
Para acabar con esta selección de factores que inciden en la estructura y la organización familiar, nos referiremos a la relación
entre el Estado y la familia a través del despliegue de políticas de apoyo a las familias.
En España y en otros países de la Europa
meridional el despliegue del Estado del Bienestar se ha hecho tarde y de manera precaria. 7 En la distribución de tareas entre el
Estado, el mercado y la familia, en nuestro
país es esta última la que sigue asumiendo la
responsabilidad máxima de garantizar el bienestar de sus miembros, dado que persisten
fuertes valores familiaristas y solidaridades
intergeneracionales muy resolutivas. Las políticas desplegadas en el marco del Estado
del Bienestar inciden directamente sobre las
familias, de manera muy especial, las legislaciones en materia laboral y de seguridad social, el conjunto de servicios públicos, y una
gran diversidad de servicios sociales destinados a atender la vulnerabilidad de las personas
y de las familias que sufren situaciones adversas: migraciones, pobreza, discapacidad,
o violencia, entre otros. Los ejes que han
guiado el desarrollo de las políticas familiares en la España del siglo XXI han sido: la
protección a la infancia (ayudas por hijos a
cargo) y a las estructuras familiares que pueden ser vulnerables;8 la conciliación de la vida
familiar y laboral, y la atención a las situaciones de dependencia. Muchas de estas
medidas fueron implementadas o modestamente reforzadas en los años de bonanza
económica (ver los datos en Cubel y Gispert,
2008), pero su impacto fue escaso (Flaquer,
2012). Actualmente, como consecuencia de
la aplicación de políticas netamente liberales
y del impacto de los recortes en el sistema
de bienestar catalán y español, las familias
vuelven a tener que enfrentarse casi en solitario la protección de sus miembros, justo
en el momento en el que las situaciones de
precariedad son más graves. El debilitamiento drástico de un sistema de protección que
ya era débil, incrementa las situaciones de
desigualdad y deja a muchas familias en situación de pobreza y de exclusión.
3. Nuevas tendencias en la configuración y las dinámicas de las
familias
Padres e hijos. Entre la dependencia y la
emancipación
Al contrario de lo que ocurre en los países del norte y el centro de Europa, donde
los jóvenes se emancipan pronto y en solitario, los jóvenes catalanes y españoles tienden a emanciparse tarde y en pareja y, por
tanto, con un proyecto de familia, si no consolidado, sí mínimamente iniciado. El valor
de la independencia también ha ido calando
en los matrimonios adultos, para los que la
marcha de los hijos ha empezado a ser vivida como una situación en la que pueden
volver a poner en un primer plano la relación de pareja. La independencia residencial
de padres e hijos es un comportamiento
familiar que se ha ido consolidando en nues-
Grecia, Portugal, Italia y España son, según Flaquer (2004) países que tienen unos indicadores similares en
cuanto a la debilidad de la inversión pública en políticas de bienestar y vínculos fuertes de solidaridad
familiar que sustituyen la falta de inversión.
8
Como es el caso de las familias monoparentales. La bibliografía relacionada es abundante, destacamos la obra
de Madruga (2006) porque revisa las problemáticas asociadas a las familias monoparentales. Ver también
Flaquer, Almeda y Navarro (2006).
7
14
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
tra sociedad desde hace más de 40 años y
que hoy es incuestionable, aunque los vínculos intergeneracionales y la solidaridad familiar siguen siendo esenciales para entender
el sistema de bienestar. El flujo de prestaciones de servicios es especialmente habitual en las etapas del ciclo familiar que piden
más intensidad de trabajo reproductivo:
mientras los hijos/nietos son pequeños y
cuando los padres/abuelos empiezan a ser
dependientes. Numerosos estudios se hacen
eco de la importancia de unos vínculos familiares que resultan esenciales para entender la reproducción de los grupos domésticos
(Bott, 1990; Finch, 1989; Attias-Donfut,
1995; Meil, 2011), hasta el punto que los
hijos emancipados buscan la proximidad residencial hacia los padres para facilitar las
tareas compartidas. Las complicidades entre
unos y otros están determinadas por el catálogo de obligaciones (y derechos) contemplado
dentro de las categorías de parentivo: ser padre/madre, ser abuelo/a, ser hijo/a determina el nivel en que las relaciones y el flujo
de emociones y obligaciones es más intenso.
Parejas menos institucionales. La diversidad del pacto conyugal
Las relaciones conjugales se planifican de
manera plural, distendida y abierta, muy a
menudo fuera del marco más institucional
del matrimonio y lejos de la idea de indisolubilidad. Detrás de la manera como las parejas actuales entienden su relación está el
valor otorgado a la libertad de elección, reforzado por el ideal del amor romántico, el
símbolo de la familia burguesa-industrial, que
pone de relieve la libertad de los individuos
9
para escoger pero que identifica amor con
pasión y lo asocia a la durabilidad de la vida
de pareja, una combinación difícil que necesita el divorcio para resolver las situaciones
de desamor (Roca, 2008). La conyugalidad se
plantea como un pacto entre los miembros de
la pareja que contempla la perdurabilidad,
pero que ya no es vivido como indisoluble. El
divorcio se ha normalizado y, aunque es
percibido como un elemento perturbador de
la vida familiar y que, objetivamente, puede
dejar secuelas sociales y económicas de consideración,9 ya está ampliamente legitimado
en todos los sectores de la sociedad.
„ En el proceso de desinstitucionalización del matrimonio quedan
todavía restos de convencionalismos sociales, pero las transformaciones de los roles de género,
el debilitamiento de los tabúes
sexuales, la aprobación de nuevos
marcos legales y la ruptura del
binomio formación de parejaformación de familia conforman
las piezas principales de la estructura que sustenta los cambios en
las relaciones conyugales.
En el proceso de desinstitucionalización
del matrimonio quedan todavía restos de
convencionalismos sociales, pero las transformaciones de los roles de género, el debilitamiento de los tabúes sexuales, la
aprobación de nuevos marcos legales y la
ruptura del binomio formación de parejaformación de familia conforman las piezas
Los hogares monoparentales de mujeres con hijos a cargo y las reconstituidas (muy a menudo resultado de
situaciones de divorcio) sufren tasas de pobreza que casi doblan las de los hogares biparentales (Flaquer, 2012).
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
15
Las familias del siglo XXI
principales de la estructura que sustenta los
cambios en las relaciones conyugales. Cada
vez más parejas prescinden del matrimonio,
sobre todo en la primera etapa de su vida
conyugal, pero también en otros momentos
del ciclo familiar, como es el caso de las parejas (a menudo grandes) formadas tras una
viudedad. En cambio, las parejas homosexuales, que habían sido obligadas ocultarse ya
mantenerse al margen de la institucionalización, pueden y quieren ampararse en la
legitimidad social del vínculo matrimonial
para la formación de familias (Pichardo,
2009). Otros, a menudo parejas formadas
por personas que salen de una o varias rupturas conyugales, deciden ser pareja sin compartir domicilio (Roca, 2008). Y, al contrario,
hay parejas que viven lejos por motivos laborales y que deciden casarse a pesar de la
dificultad que supone la distancia residencial. La llegada de población inmigrada internacional nos ha aportado también nuevas
formas: la deslocalización de la conyugalidad
provocada por la situación migratoria previa
al reagrupamiento de la familia (si se produce), la negociación del modelo de conyugalidad
por parte de las parejas mixtas, o las tradiciones poligínicas propias de los países de
origen de algunos colectivos migrantes.
El proyecto de los hijos/as
Las personas se eligen para formar parejas y las parejas deciden el momento de formar familia, planificando la pa(ma)ternidad.
La planificación familiar, como expresión del
control sobre la fecundidad, no es una novedad, la versión contemporánea de los pla10
nes de familia va más allá de la demografía
y se adentra en la proyección de la vida futura de los hijos y de la pareja con los hijos.
Los hijos son una opción, pero siguen siendo la más elegida y deseada hasta el punto
de que las parejas que tienen dificultades
para engendrar afrontan largos procesos
médicos de asistencia reproductiva y, si es
necesario, procesos legales de adopción para
alcanzar el proyecto de familia deseado.10 Hay
que contemplar también la existencia de la
infecundidad opcional (Piella, 2011), una
tendencia que crece discretamente en nuestras sociedades y que también es indicativa
de las transformaciones de las identidades
masculinas y femeninas.
Las familias depositan en los hijos su proyecto de movilidad social ascendente, el tiempo que les dedican es más extenso y vivido
con mayor intensidad y esfuerzo. Incluso
cuando los recursos disponibles no permiten esta dedicación, los padres y madres tienden a proyectar en sus hijos las expectativas
de éxito mencionadas (Flaquer, 2012). Con
todo ello, y por las dificultades actuales de
inserción de los jóvenes en el mercado de
trabajo, los hijos conviven muchos años con
sus familias de orientación, hasta el punto
que ha sido necesario desarrollar un marco
legal que proteja a los padres de los hijos
que se niegan a independizarse y que suponen trabajo y una carga económica para sus
padres. Paradojas de la vida, en su momento el Estado tuvo que implementar medidas
de supervisión y vigilancia de la tarea de
cuidado que los padres dispensan a los hijos,
para protegerlos de situaciones de desaten-
Sobre el impacto de las tecnologías de reproducción asistida en el parentesco, ver Bestard (2004). En
relación a las adopciones internacionales hay una bibliografía muy amplia, destacamos a Fine (1998), Bestard y
Marre (2004) y algunos artículos recientes muy interesantes en Fons et al. (ed.) (2010) y Grau, J. et al. (ed.) (2011).
16
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
ción y/o maltrato; hoy, este mismo Estado
se erige en protector de los padres ante la
posibilidad que puedan ser “extorsionados”
por sus hijos.
4. Recursos familiares para atender la adversidad
Las redes familiares proveen de recursos en situaciones de precariedad y pobreza:
la atención y el cuidado, la alimentación, la
vivienda o el acceso al trabajo pueden ser
satisfechos gracias a la activación de relaciones de reciprocidad entre parientes. Las
situaciones de pobreza extrema suelen coincidir con perfiles de personas que han vivido una desvinculación progresiva de su red
de relaciones familiares, en paralelo, o a consecuencia del deterioro de su situación económica, hasta el punto de quedarse “sin
familia” y, por tanto, sin la red de asistencia
mínima que se activa en situaciones de emergencia personal. La situación actual de crisis
económica es, lamentablemente, un buen
observatorio de este tipo de situaciones.
Los procesos migratorios también
ejemplifican la relación entre la precariedad
y la existencia de recursos familiares. La migración deja a las personas en situación de
vulnerabilidad, socialmente descapitalizadas,
especialmente durante la primera incorporación a la sociedad de llegada. Es un momento de crisis personal en la que los
migrantes deben buscar recursos en un contexto que les resulta desconocido y hostil, al
que, los pioneros, deben enfrentarse sin el
apoyo del entorno familiar más directo donde se ha gestado la migración (Soronellas,
2010). Hay que entender la migración como
una estrategia de reproducción del grupo
doméstico (Sanz, 2009), por lo que las deci-
siones sobre la migración se toman en familia. A partir de este momento la familia, dividida entre el lugar de origen y el de destino,
se convierte transnacional (Bryceson y
Vuorela, 2002) y puede seguir siendo gestionada como una unidad de reproducción, a
pesar de la situación de deslocalización, y se
mantiene conectada por el intercambio (flujo) de recursos económicos, emociones, informaciones y, incluso, de personas. El
tiempo de transnacionalidad transforma la
familia, los roles conyugales y familiares se
ven alterados por el tiempo de deslocalización (Pedone, 2006; Parella, 2007). En
origen y en destino, las familias deslocalizadas
convierten vulnerables y buscan en el desarrollo de las solidaridades familiares, en las
redes y las cadenas migratorias, la forma de
resolver las precariedades derivadas de la
migración.
Conclusiones
Las formas de vivir en familia se han
diversificado. La proliferación de nuevos
patrones de vida familiar a partir de la transformación de los modelos anteriores y de la
incorporación de formas familiares foráneas
ha provocado una sensación de crisis estructural que no es real. En general, a la sociedad le resulta fácil percibir lo que pierde,
mientras que le es difícil poner en valor las
novedades que se incorporan. La observación de la composición de los hogares nos
indica que las personas siguen viviendo
mayoritariamente en familia y que las familias compuestas por padre, madre e hijos son
las más habituales; sin embargo, también se
observan cambios importantes, como el incremento del número de personas que viven solas o familias compuestas por un solo
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
17
Las familias del siglo XXI
progenitor y la merma del número de familias que conviven con miembros de otras
generaciones. Las formas de corresidencia
actuales son indicativas de las lógicas familiares, pero no las pueden expresar en todo
su significado. Necesitamos ir más allá y
observar los cambios en el contexto social,
económico, cultural y político (marco legal)
y las dinámicas de organización de la vida
familiar para comprender el alcance de la
transformación. La individualización de la
sociedad, la democratización de las relaciones familiares, el acceso mayoritario de las
mujeres a la formación y al mercado de trabajo, la transformación de los roles de género y el desarrollo de políticas de bienestar
son factores que nos ayudan a entender
las transformaciones de las formas de convivencia y de organización familiar. La
formación de la pareja, las relaciones conyugales, y las relaciones intergeneracionales
han tendido a la desinstitucionalización. La
familia es vivida como un proyecto que se
va configurando desde la libertad de elección de las personas: el proyecto de vida en
pareja y el proyecto de tener hijos. También
es vivida desde la noción de pacto: el pacto
conyugal, por lo que la pareja establece las
bases de su relación y compromiso mutuo
en relación a las obligaciones familiares, y el
pacto intergeneracional que debe guiar la
18
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
„ La familia sigue cubriendo necesidades importantes de las
personas, es un grupo funcional
y un núcleo de generación de
afectos y sentimientos que ayuda a encarar los cambios y a
afrontar las adversidades.
relación de los padres y madres con los hijos, tanto en la etapa de dependencia de los
hijos, como en la de los progenitores.
La familia sigue cubriendo necesidades
importantes de las personas, es un grupo
funcional y un núcleo de generación de afectos y sentimientos que ayuda a encarar los
cambios y a afrontar las adversidades. La
red parental es muy resolutiva, especialmente
en situaciones excepcionales, y ofrece un
amplio abanico de recursos económicos,
afectivos, sociales, laborales, de acogida, etc.
Los momentos de crisis ponen a las familias
en funcionamiento para actuar como amortiguadores de la adversidad. En síntesis, el
entorno familiar resuelve situaciones, cuida
de las personas, acompaña, protege, ama,
educa, pero es necesario que la sociedad se
mantenga alerta para que el estado, el sistema público, no se desentienda de su función
de apoyo, también de supervisión, de las familias en el ejercicio de estas tareas esenciales.
A fondo
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A fondo
Políticas e intervenciones familiares:
algunas consideraciones básicas y
perspectivas críticas
Fer nando Fantova Azcoaga 1
Resumen
El artículo recoge lo que el autor considera algunas aclaraciones introductorias y
ciertos trazos de análisis estratégico en relación con las políticas e intervenciones
familiares, realizadas con un formato no especialmente académico desde la
experiencia de la responsabilidad política en el área y tomando como destinatarias
del texto a personas inmersas en el día a día de la intervención social. Así, aborda
cuestiones como la concepción transversal de la política familiar; la aplicación del
enfoque comunitario a diversas políticas y servicios; la conciliación de la vida
familiar, personal y laboral; y una visión amplia de la intervención familiar como
instrumento de la política familiar para todas las personas y familias.
Palabras clave: Política familiar, intervención familiar, conciliación de la vida
familiar, personal y laboral, sistema de bienestar, enfoque comunitario.
Para citar el artículo: FANTOVA AZCOAGA, Fernando. Políticas e intervenciones familiares: algunas consideraciones básicas y perspectivas críticas. Revista de Treball Social . Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya,
diciembre 2012, nº 197, páginas 21-29. ISSN 0212-7210
Abstract
The ar ticle presents what the author considers some introductory remarks and
outlines some strategic analysis regarding family policies and interventions, carried
out with a format not particularly academic from the experience of political
responsibility in the area and taking as target text people immersed in the day-today social intervention. So, the design addresses issues such as cross-family policy,
the implementation of the Community approach to various policies and services,
reconciliation of family life, work and family, and a broad view of family intervention
as an instrument of family policy for all individuals and families.
Key words: Family policy, family intervention, reconciliation of family life, personal and professional, welfare system, community approach.
1
Doctor en Ciencias Políticas y Sociología y licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación. Director de
Etorbizi (Fundación Vasca para la Innovación Sociosanitaria). [email protected].
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
21
Políticas e intervenciones familiares
Introducción
Este breve artículo está hecho desde una
visión panorámica y, si se me permite decirlo, con brocha gorda, cuando estoy terminando una legislatura en la que he tenido
responsabilidades políticas sobre el área de
los asuntos sociales, responsabilidad que me
ha alejado de la realidad de cada uno de los
sectores o ámbitos específicos que me correspondían (el de lo familiar, entre ellos).
Podría decirse que, sobre políticas e intervenciones familiares, sé menos que antes de
este paso por el Gobierno Vasco, porque
estoy más lejos de su día a día, más lejos del
planteamiento científico y técnico, y esto te
puede dar una visión genérica, panorámica,
filosófica, estratégica, pero muchas veces no
te permite matizar y menos fundamentar,
dialogar con la comunidad investigadora y
académica. Espero, en todo caso, que el artículo sea de alguna utilidad, con un carácter
introductorio y reflexivo, para personas que
están trabajando en la intervención social.
Para este artículo, en todo caso, reutilizaré y
adaptaré textos preparados con anterioridad
y, especialmente en los últimos años, en el
marco del Seminario de Intervención y Políticas Sociales, los cuales podrán ser completados con los que pueden encontrarse en
www.fantova.net.
Política familiar
Dentro del concepto de política familiar
se podría incluir:
„ La que denominaríamos “política familiar en sentido estricto, directa o
como campo” (así, por ejemplo, la regulación jurídica de las relaciones familiares; la fiscalidad aplicable a las
22
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
familias; prestaciones económicas o
servicios para las familias, tales como
información, orientación, mediación,
formación o terapia); y
„ Un anillo más o menos amplio de las
que denominaríamos “políticas de alto
impacto familiar” o “políticas que son
(o pueden ser) realizadas con perspectiva o enfoque familiar” (en campos
como, por ejemplo, regulaciones laborales, política de vivienda, servicios
sociales o prestaciones económicas a
personas, regulación de horarios comerciales u organización de la atención
sanitaria).
Hablaríamos, por decirlo así, de una
política familiar que tendría una doble
dimensión o sentido: el de incorporar
medidas y actuaciones que tuvieran
como destinatarias directas a las familias como tales, y el de contribuir a la
incorporación de la perspectiva familiar y medir o analizar el impacto familiar en todo el resto de políticas
públicas, que serían consideradas, desde este punto de vista, más o menos
“amigables para la familia”.
Sea como fuere, me parece relevante
señalar que, a mi entender, la política familiar es, en definitiva y sobre todo, una política transversal u horizontal, es decir, una
política que se va a apoyar en diferentes
ámbitos sectoriales; se va a apoyar en el
ámbito del empleo, en el ámbito de los ser-
„ La política familiar es, en definitiva y sobre todo, una política
transversal u horizontal, es decir,
una política que se va a apoyar en
diferentes ámbitos sectoriales.
A fondo
vicios sociales, en el ámbito de la educación,
en el ámbito de la vivienda… Toda política
transversal tiene la condición de que normalmente no debiera generar demasiadas
estructuras, instrumentos especialmente propios, sino, más bien, permear, influir en esos
grandes ámbitos sectoriales, en esos pocos
que suelen ser llamados “pilares” del sistema de bienestar, que se ocupan de grandes
áreas de necesidad de las personas.
En una sociedad como la nuestra, que
ha ido formulando progresivamente las
políticas sociales en términos de derechos
individuales, podríamos formular la definición de política familiar como aquella
política, aquella intervención de los poderes públicos, que pretende proteger y promover el derecho individual a for mar
familias y establecer relaciones familiares, removiendo los obstáculos que nos impedirían
formar familias, formar familias del tamaño que quisiéramos y establecer relaciones
familiares, lazos familiares y vínculos familiares.
Ahora bien, quizás esta visión es parcial,
ya que también se podrían ver las cosas desde una perspectiva más colectiva. Pensemos
en una persona a la que se diagnostica la
enfermedad de Alzheimer y que se plantea
su futuro. Esta persona automáticamente
piensa en quién es la persona o cuál es la
red de personas (con una determinada estructura) que son de su confianza. Y sabe
que la relación que tiene con esa o esas personas es un bien valioso. Esa relación, si nos
fijamos, genera en la persona afectada una
expectativa de que cuando él vaya viendo
limitadas sus capacidades, incluso para
autoidentificarse, alguien va a velar porque
su vida y su proyecto de vida se parezcan lo
más posible a lo que él hubiera deseado.
Si nos fijamos, esta expectativa sólo la
puede tener en tanto en cuanto haya construido una relación significativa con alguien.
Esta expectativa sólo se puede producir en
ese contexto, y por tanto esto es lo que nos
permite entender lo que es un bien relacional.
No es un bien privado, es decir, no se puede
adquirir en el mercado. Pero tampoco es un
bien público, tampoco lo puedo exigir como
derecho al Estado.
„ Los bienes relacionales generan
condiciones de calidad de vida, y
entonces ya no estamos hablando
sólo de un derecho individual a
f ormar familias o establecer
lazos, sino de algo que da densidad a la trama colectiva.
Por tanto, los bienes relacionales –si entendemos por bienes relacionales esto que
estoy mencionando, estos vínculos de confianza– generan condiciones de calidad de
vida, y entonces ya no estamos hablando sólo
de un derecho individual a formar familias
o establecer lazos, sino de algo que da densidad a la trama colectiva, es decir, un elemento de cohesión social y de sostenibilidad
social, por tanto con un significado colectivo, un significado que va más allá de lo individual.
Y esta reflexión, por tanto, nos remite a
esa dialéctica tan propia en el ser humano
de lo individual y lo social o lo individual y
lo colectivo, y descubrimos el valor de estos
bienes relacionales, máxime cuando vivimos
en una época de intensa destrucción de bienes relacionales. Destrucción de bienes
relacionales que, en ocasiones, será positiva,
en la medida en que se destruyan determiRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
23
Políticas e intervenciones familiares
nados vínculos familiares perniciosos o determinados mecanismos de control social
comunitario punitivo, porque ello supone liberación de ataduras, pero que, en otras
ocasiones, puede resultar verdaderamente
dramática. Y es que, como suele decir Enrique Gil Calvo, con el capital social, con el
capital relacional, pasa como con el
colesterol, que hay del malo y del bueno.
Eso nos está pasando y eso lo menciono
porque nos hace pensar que desde la política pública y desde la intervención social algo
tendremos que hacer. Es decir, si realmente
hay fenómenos económicos, institucionales,
sociales que están contribuyendo a la destrucción de los bienes relacionales, y, por
tanto, a impedir o a menoscabar el derecho
que tenemos de formar familias y de formar vínculos relacionales, efectivamente
aparece una llamada a la política pública y a
la intervención social, una llamada a decir
que desde la política pública y desde la intervención social se puede hacer o no hacer, se puede dañar o no dañar, se puede
mejorar o no mejorar ese ámbito de las relaciones familiares, de la construcción de familias, de la construcción de lazos familiares
y comunitarios.
Por tanto, pensemos que desde la esfera
pública, desde la ley, desde el derecho o desde las políticas públicas, podemos contribuir
a que la dinámica familiar y comunitaria
pueda ser más rica y más viva y de más calidad, aunque también reconozcamos que
habrá un elemento de radical autonomía, de
radical imposibilidad de acceso en esa esfera, porque es una esfera propia y distinta.
De hecho en la sociología están estudiados
los efectos de lo que se puede llamar colonización de una esfera sobre otra. De alguna
manera, cuando, por ejemplo, pretendemos
24
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
darle dinero a alguien para que cuide a un
familiar hay un punto donde esto puede ser
entendido como compensación de un lucro
cesante, es decir, como una compensación
desde el Estado, desde la colectividad, de una
situación en la que esa persona que cuida a
otra ha dejado de tener posibilidades de obtener un salario en el mercado y, por tanto,
puede tener un efecto positivo. Pero hay un
punto a partir del cual, según como se haga,
el efecto puede ser el de desvirtuar esa relación familiar, de mercantilización de la relación familiar, donde la persona acaba
entendiendo que debe ser remunerada por
hacer algo que de suyo es tan natural como
cuidar a un familiar. Y por tanto, hemos de
preguntarnos dónde está el punto en el cual
desde el Estado compensamos un lucro cesante y promovemos el ejercicio de la relación familiar de cuidado, y dónde pasamos
la raya y empezamos a desvirtuar y a desvalorizar esa relación familiar al pretender considerarla un bien de mercado cuando era un
bien relacional.
Política familiar y conciliación de
la vida familiar, laboral, personal…
Cuando hablamos de política e intervención familiar, en buena medida estamos hablando de hacer posible la vida familiar y,
por tanto, la conciliación entre la vida familiar (y singularmente los cuidados familiares) y el resto de dimensiones de la vida
personal y social.
Las estrategias de conciliación son de diversa índole. Algunas se basan en modificar
condiciones u organizaciones u horarios laborales de la persona que trabaja, y otras se
basan en los servicios. Parto de la base de
que aquí hay también otro malentendido. Yo
A fondo
suelo poner el ejemplo de los denominados
“servicios de respiro”. A mí no me gusta ese
nombre, porque denomina el servicio por el
efecto que el servicio tiene en quien no lo
utiliza, y por tanto ahí hay algo que no cuadra. Yo, cuando llevaba a mis hijas a la escuela y las dejaba después de haber peleado
hora y media con ellas en el desayuno, también respiraba, pero nunca consideré que la
escuela fuera un servicio de respiro, es decir, nunca consideré que la escuela existía
para que yo respirara. No, la escuela existía
en función de unas necesidades de mis hijas.
Su efecto colateral era que yo respirara, pero
no debemos confundir el fin de una institución con un efecto colateral, por importante
que sea.
Por tanto, en general yo creo que no hay
o no debe haber servicios “para la conciliación”. Los servicios deben ser pensados para
su propia finalidad, la finalidad de quienes
los utilizan. Y lógicamente, como los servicios
pueden tener varias funciones, varias utilidades, colateralmente debieran servir para
la conciliación o debieran pensarse para que
contribuyeran a la conciliación, pero no en
primera instancia, sino en segunda instancia.
Es decir, los servicios deben tener su
propia finalidad, y efectivamente, pueden ser
pensados para que, de paso, contribuyan a
la conciliación y contribuyan al ejercicio del
derecho a formar familias. Su enfoque familiar y comunitario es compatible con su
función primordial, es decir, no debiera ser
incompatible que un servicio de ocio fuera
pensado en función de sus finalidades
propias para el usuario de ese ocio, y que
también pudiera además servir para la conciliación de la vida familiar y laboral.
Pero, frecuentemente, pasa lo contrario.
Frecuentemente se dice que debe haber co-
lonias de ocio en julio ya que las vacaciones
de los niños y de las niñas empiezan antes
que las de los padres y madres, lo que supone incidir en el error de concebir el servicio
en función de su finalidad secundaria. A este
respecto quiero señalar que las políticas públicas de servicios se ven presionadas por
una demanda para la conciliación que en cierta manera es espuria, en cierta manera vulnera la propia esencia del servicio, como en
el caso de una larga jornada escolar que,
eventualmente, podría servir a la conciliación, pero desvirtúa y vulnera la esencia del
servicio en la medida que esa larga jornada
contribuye a la institucionalización del niño
y no resulta pedagógica ni formativa.
En cualquier caso, no niego y, al contrario, afirmo que los servicios pueden, en sus
términos estructurales u organizativos de
horarios, de flexibilidad, ser un elemento de
contribución a la conciliación y también por
su propio enfoque. No es lo mismo una escuela que se entiende como comunidad de
aprendizaje, que interactúa con las familias
y que busca que las familias se hagan más
autónomas y más implicadas en la educación de sus hijos, que una escuela que simplemente se concibe como un servicio
separado de la vida familiar y comunitaria.
Además de por su estructuración, los servicios también pueden contribuir a la conciliación por su enfoque pedagógico, técnico, y
también por su coordinación con otros servicios. No cabe duda de que una de las cosas que más perjudica la organización de la
vida familiar es la descoordinación entre
servicios. Pensemos en la coordinación
sociosanitaria: evidentemente una buena
coordinación sociosanitaria va a facilitar la
organización de la vida de una familia, por
ejemplo mediante la planificación del alta.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
25
Políticas e intervenciones familiares
Servicios con un mayor impacto
potencial en la conciliación, con
especial referencia a los servicios
sociales
Lógicamente no se puede negar que existen servicios más o menos orientados a las
familias, con más o menos impacto familiar.
Entre los servicios que pueden tener un especial impacto en términos de conciliación
señalaríamos los siguientes:
„ Servicios educativos para niñas y niños.
„ Servicios de ocio (información, acompañamiento, animación del tiempo libre, educación en el tiempo libre…).
„ Servicios sociales para niños y niñas
que no están en situación de desprotección (guarderías, ayuda a domicilio,
atención temprana…).
„ Servicios sociales para menores en situación de desprotección (acogimiento familiar, hogares…).
„ Servicios sociales para personas en situación de dependencia (ayuda a domicilio, teleasistencia, centros de día,
servicios residenciales, estancias temporales…).
„ Servicios de apoyo a personas cuidadoras.
„ Servicios sanitarios (ampliación de la
cartera de servicios en convalecencia,
cuidados sanitarios de larga duración,
rehabilitación, cuidados paliativos…)
„ Servicios para las familias (de información, orientación, formación, mediación, terapia…).
„ Servicios de urgencia o emergencia
social (para situaciones de calamidad
doméstica, violencia de género…).
„ Servicios domésticos.
26
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Haré aquí un apunte algo más detallado
sobre los servicios sociales, porque es verdad que los servicios sociales pueden ser
especialmente importantes para contribuir a
la conciliación de la vida familiar y laboral
de las personas. Sobre todo en la medida en
que se están redefiniendo.
„ Los servicios sociales pueden
ser especialmente importantes
para contribuir a la conciliación
de la vida familiar y laboral de
las personas. Sobre todo en la
medida en que se están redefiniendo.
Yo creo que los servicios sociales se han
definido mucho como una especie de servicios generalistas, sin objeto propio, que iban
al quite de muchas cosas, de vivienda, de
dinero… Sin embargo, podríamos decir que
los servicios sociales estarían devolviendo
carpetas a otros ámbitos y ello, a la vez, les
obliga a saber cuál es su objeto. Yo defiendo
que su objeto tiene que ver con la autonomía funcional y con la integración relacional.
Por eso cuando un niño o niña no obtiene
de su familia los cuidados que podría esperar, los servicios sociales hacen cosas, intentan buscar otra familia, o la reemplazan en
cierta medida por un hogar que se parece a
una familia pero no lo es. En todo caso intervienen, pues, como digo, los servicios
sociales intervenimos en esos ámbitos y es
nuestro nicho, y de alguna manera reconciliamos familias o intervenimos para que se
reconstruyan familias, y eso, en este sentido,
es un tipo de servicio muy importante que
también está orientándose cada vez más, no
tanto a reemplazar a la familia (lo cual ya
A fondo
dijimos que es imposible), sino a contribuir
a que no deteriore ese entorno relacional
(familiar y comunitario), y a que se mantenga y a que sea de más calidad.
Por eso cada vez más en los servicios
sociales se apuesta por servicios blandos,
flexibles, domiciliarios, comunitarios y diría
además que también los servicios sociales
están superando esa visión basada en colectivos. Antiguamente, y todavía hoy (espero
que se vaya superando), para entrar por la
puerta de los servicios sociales tenías que
mostrar a qué colectivo pertenecías (al de
los mayores, al de las personas gitanas, al de
las personas con discapacidad…). Es decir,
si hay una familia donde hay una madre de
70 años con una autonomía limitada pero
que se puede valer, una hija con algún problema de salud mental y un nieto de siete
años y esa familia claudica, el sistema lo que
quizá hará será acabar de romper los vínculos relacionales y comunitarios y mandar a
cada uno de los miembros a un lugar distinto (en función del “colectivo” al que pertenece). Sin embargo, si lo miras bien, desde
una intervención comunitaria y domiciliaria
puedes actuar para prevenir esa claudicación
y para que se conserven esos vínculos y esa
abuela, esa hija y ese nieto puedan seguir
funcionando en su comunidad. Y eso, además, posiblemente será más barato, de mayor satisfacción y de más calidad. Ese es el
reto de los servicios sociales, esa flexibilidad
en la intervención y a la vez la capacidad de
huir de la tentación de la prestación, del sucedáneo económico.
Por lo tanto, creo que, al final, el reto de
los servicios sociales es contribuir a la construcción de un nuevo “mix” de cuidados, un
nuevo entorno de cuidados. Pensando en un
futuro (próximo o lejano) en el que pudiera
tener más limitaciones de autonomía, me
gustaría que mi entorno familiar pudiera estar involucrado en mis cuidados y que eso
no condicionara especialmente su vida. También que se pudiera involucrar a la gente de
mi barrio, la asociación vecinal a la que hubiera pertenecido, mi “banco del tiempo” o
una cooperativa o una mutualidad de la que
hubiera tomado parte, lo que supondría que
yo también he ido construyéndome un tipo
de entorno determinado. Independientemente de que, por descontado, me gustaría que
el Estado me garantizase unos derechos, y
me gustaría que eso me permitiera continuar en mi domicilio y comunidad y, si tuviera algo de dinero, poder proporcionarme
un extra. Todo lo cual sirve para construir
un “mix” en el que también hay que preguntarse qué haría la sanidad, los servicios domésticos, de ocio, qué haría cada parte. Ese
“mix” comunitario creo que es el gran reto
de los servicios sociales y del mantenimiento y de la reproducción de las condiciones
de posibilidad de una conciliación y de una
vida familiar sostenible.
Intervención familiar
Para ir terminando, vamos a intentar
ensamblar el concepto de política familiar
con el de intervención familiar, de modo que
pudiera comprenderse que la segunda es, por
decirlo así, el instrumento de la primera. La
operación no es sencilla por cuanto en la
misma medida en que, desde nuestro punto
de vista y, se tiende, quizá, a un uso generoso y desbordante de la expresión “política
familiar”, podríamos decir que tiende a ocurrir lo contrario con “intervención familiar”,
desde el momento en que basta una rápida
búsqueda del término a través de Internet
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
27
Políticas e intervenciones familiares
para constatar que suele vincularse preferentemente a una pequeña parcela entre las
actuaciones que se derivarían de la política
familiar.
Creo, sin embargo, que puede ser razonable e interesante propugnar un uso más extensivo o abarcador de la expresión “intervención familiar” de suerte que vayamos
aplicándolo no sólo a las intervenciones de
respuesta a situaciones familiares que podríamos denominar problemáticas, deficientes,
desestructuradas o disfuncionales, sino, más
bien, a todo el abanico de actuaciones que, en
el marco de la política familiar, pueden tener
como destinatarias a las familias como tales.
„ Puede ser razonable e interesante
propugnar un uso más extensivo
o abarcador de la expresión
“intervención familiar”.
En la medida en la que superemos un
modelo de protección familiar, de orientación defensiva y de corto alcance, y vayamos a un modelo de política familiar,
proactivo y dinámico, parece encajar la idea
de una intervención familiar que tendrá que
instrumentar en forma de actuaciones el
amplio abanico de objetivos y estrategias de
la política familiar y no tan sólo una pequeña parcela dentro de ellas. Una intervención
familiar así entendida podría abarcar un variado conjunto de dispositivos mediante los
cuales se apoyaría a las familias o se
interactuaría con ellas. Incluiría, desde luego, todo lo que sabemos hacer con las familias en riesgo, en situación de vulnerabilidad
o con necesidades especiales, pero incorporaría también actuaciones dirigidas a todas
las familias en general o, siguiendo la misma
28
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
lógica antes planteada, intervenciones con
diversos subsistemas o en diversos entornos
pensadas para tener impacto (indirecto, si se
quiere) en las familias, progresivamente más
empoderadas. Se trataría de una intervención
familiar que no se realiza sólo desde los servicios sociales, sino que se va desplegando y
articulando en la medida en que más y más
sistemas y dispositivos sociales identifican
también a la familia como su destinataria.
Efectivamente, si estamos comprendiendo la familia como un hacer familia; si estamos constatando la diversificación de las
realidades familiares; si advertimos la variedad de momentos y vicisitudes en los distintos ciclos de vida de las distintas familias; si
estamos intentando comprender los viejos y
nuevos papeles de las familias en las cada
vez más complejas redes sociales de nuestra
sociedad del riesgo; si estamos buscando,
desde las políticas familiares, actuaciones
cada vez más amigables para con las familias, acaso sea necesario construir y reconstruir modelos cada vez más complejos y
abiertos de intervención familiar. Modelos
cada vez más comprehensivos e interdisciplinares para intervenciones de muy diversa
índole y contenido.
Y es que quizá el concepto de intervención familiar nos pueda ayudar a buscar
nuevos horizontes e instrumentos para la
política familiar que, sin desconocer la importancia de mecanismos de regulación jurídica o de transferencia económica, por
ejemplo, articulen otros tipos de apoyos más
flexibles, más adaptables, más relacionales,
más sinérgicos. Y ahí posiblemente encontremos nuevas maneras de articular respuestas y fortalecer redes en las que se potencien
las sinergias entre los diferentes agentes constructores del bienestar social. Quizá desde
A fondo
muy distintos espacios y sistemas sociales se
pueda pensar y hacer esa intervención familiar consciente y conocedora de los delicados mecanismos que constituyen las
familias, respetuosa de sus códigos y dinámicas, pertinente y eficaz en la interacción
con los sistemas familiares.
Un sistema de bienestar más pluralista,
más sinérgico y más complejo puede activar
mejor las potencialidades de los diversos
agentes (familias, mercado, Estado y sector
voluntario) y responder mejor a las necesidades y retos con los que nos encontramos.
En un sistema que potencie la interactividad,
la reflexividad, la participación y el empoderamiento, a nuestro juicio, tiene encaje este
concepto más abarcador y dinámico de intervención familiar, a la vez que son necesarias, sin duda, muchas otras intervenciones
en el mundo de las relaciones laborales, en
lo que tiene que ver con la garantía de ingresos, en el acceso a las nuevas tecnologías
„ Y es ahí donde yo diría que el
enfoque familiar y comunitario
se convierte en un eje radical de
reforma social.
de la información y la comunicación, en la
educación en valores y así sucesivamente.
Y es ahí donde yo diría que el enfoque
familiar y comunitario se convierte en un
eje radical de reforma social. Ya no estamos
hablando de una parte de la política pública,
sino de un elemento que se coloca en el corazón de las políticas. Y de alguna manera cada
una de las políticas de transporte, de vivienda,
fiscal, se pregunta o se debiera preguntar si
está contribuyendo a que podamos ejercer
el derecho a formar familias y a ejercer responsabilidades comunitarias o si está contribuyendo a destruir los bienes relacionales.
Yo tiendo a pensar que una sociedad no
puede socavar indefinidamente su base
relacional sin convertirse en algo bastante
desagradable e indecente. Y me gusta interpretar la crisis sistémica que estamos viviendo como una crisis que nos remite a pensar
si el mix de bienestar, si el planteamiento de
la protección social, no debería reforzar esta
visión relacional, familiar y comunitaria, y
por tanto si no debiera pensarse no sólo en
términos de sostenibilidad económica, sino
cada vez más y en equilibrio, en términos de
sostenibilidad social.
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29
Consideraciones jurídicas sobre la familia
Consideraciones jurídicas sobre la familia
en un entorno de crisis económica
Agnès Pardell Veà1
Resumen
La crisis económica y financiera ha puesto de manifiesto la debilidad de nuestro
sistema de protección social dirigido a las familias. Precisamente, la crisis cuestiona
la viabilidad del modelo de Estado social previsto en la CE de 1978 y, en consecuencia,
la solidaridad familiar funcional se convierte de nuevo en la primera red de
protección ante la inexistencia de prestaciones públicas o la desconfianza que genera el Estado en cuanto al mantenimiento de las existentes.
En Cataluña, con el nuevo Estatuto de Autonomía de 2006 y el Libro segundo del
Código Civil referente a la familia (2010), se abren nuevas expectativas de protección y
promoción de los nuevos modelos familiares y que la crisis también ha parado. Las
opciones del Gobierno de la Generalitat (de CiU, con pactos presupuestarios con el
PPC) han supuesto un freno al desarrollo de los nuevos derechos estatutarios (Renta Garantizada de Ciudadanía) y un paso atrás en cuanto a determinadas prestaciones
sociales de las cuales son beneficiarias las familias (Renta Mínima de Inserción).
Palabras clave: Crisis económica, Estado social, familias, protección social, Estatuto
de Autonomía de Cataluña.
Para citar el artículo: PARDELL VEÀ, Agnès. Consideracionés jurídicas sobre la familia en un entorno de crisis
económica. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197,
páginas 30-39. ISSN 0212-7210
Abstract
The economic and financial crisis has exposed the weakness of our social security
system aimed at families. Indeed, the crisis questions the viability of the model
welfare state envisaged in the SC (Spanish Constitution) in 1978 and, consequently,
family solidarity becomes functional again in the first network of protection against
the lack of public services or distrust generated by the State regarding the
maintenance of existing ones.
In Catalonia, the new Statute of Autonomy of 2006 and the second book of the Civil
Code concerning the family (2010) opened up new prospects for the protection and
promotion of new family models and the crisis has also stopped. Choices of
Government (CiU budgetary agreements with PPC) have been a brake on the
development of new statutory rights (guaranteed income) and a step backwards for
certain benefits for which beneficiaries are families (Minimum Insertion Income).
Key words: Economic crisis, social welfare, families, social protection Statute of
Autonomy of Catalonia.
1
Catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universitat de Lleida. [email protected].
30
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
1. Estado social y solidaridad familiar
De la importancia de la familia en el
ámbito jurídico nos da cuenta la Constitución española en su artículo 39. Este precepto figura entre los principios rectores de
la política social y económica y contiene un
mandato dirigido a los poderes públicos de
asegurar la protección social, económica y
jurídica a la familia. En el año 2012 este precepto adquiere una relevancia muy especial,
dado que la familia ha sido golpeada por la
crisis económica y, una vez más, se considera ésta como el último reducto en las situaciones de necesidad (MEIL, G., 2011: 42).
El artículo 39 de la CE debe ponerse en
concordancia con el artículo 32 del mismo
texto constitucional, derecho a contraer
matrimonio, dado que ambos constituyen los
PRINCIPIOS básicos de nuestro derecho
de familia. Este tuvo un nuevo desarrollo
normativo a partir de la década de los ochenta, en que se reflejó sin duda una nueva concepción de la familia, más igualitaria y
diversificada de acuerdo con los principios
constitucionales de libertad, igualdad y tolerancia (ALBERDI, I., 1999), y coincidente
con la concepción mantenida en otros estados
de la Unión Europea que también adoptaron
en su día leyes sobre divorcio, aborto, reconocimiento legal de parejas de hecho, etc.
En nuestro texto constitucional existen,
además, otras referencias a derechos vinculados a la familia, como son un conjunto de
derechos y servicios dispersos en el texto: el
derecho a la intimidad familiar (art. 18), el
derecho a un salario suficiente para satisfacer las necesidades del trabajador y las de su
familia (art. 35), las obligaciones de los poderes públicos de garantizar la suficiencia
económica a los ciudadanos de la tercera
edad, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, y un sistema de
servicios sociales para atender los problemas específicos de salud, vivienda, cultura y
ocio, con independencia de las obligaciones
familiares (art. 50).
Constatamos cómo a través de estos preceptos constitucionales se definen las relaciones entre el Estado y la familia como
institución y también los derechos de los
miembros que forman parte. Estas relaciones, formadas por derechos y obligaciones
de los poderes públicos, han sido impactadas
por la crisis económica y el actual Gobierno
del Partido Popular con las reformas llevadas a cabo, muy especialmente la reforma
laboral, la congelación de las pensiones, etc.,
han provocado que se abran paso propuestas de asistencialización para la protección
social o la presencia creciente de la provisión privada de servicios de bienestar en
detrimento de los servicios públicos
(LAPARRA, M. y PEREZ ERANSUS, B.,
2012: 27). Un ejemplo es la desaparición del
Programa temporal de protección por desempleo e inserción (PRODI), que ha significado un descenso del número de personas
beneficiarias de prestaciones por desempleo
y ha dado como resultado que la cobertura
sea inferior a cinco puntos porcentuales a la
del mismo periodo del año 2011.
Hoy la familia, a pesar de haber tenido
una importante evolución, que se ha expresado en las relaciones padres e hijos o en las
dimensiones de las familias, en las separaciones y divorcios, etc., aun ocupa un papel
central en la sociedad española y constituye,
según han señalado los sociólogos, el primer
lugar de socialización, un espacio de vital
influencia que resulta imprescindible para
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
31
Consideraciones jurídicas sobre la familia
favorecer la estabilidad y la cohesión de toda
la sociedad. Muy especialmente en tiempos
de crisis como la que hoy estamos sufriendo, que hace que se pongan en marcha estrategias de apoyo y supervivencia entre los
miembros de una familia. Algunos datos así
nos lo indican: el 40% de las personas mayores ayudan económicamente a algún familiar o amigo (en el año 2010 este porcentaje
era sólo del 15,1%). Sólo un 7,5 de las personas mayores reciben ayuda económica de
algún familiar o amigo (en el año 2010 este
porcentaje era del 12,5%). Ahora es cuando
la familia tradicional soporta los demoledores efectos de la crisis sobre millones de
españoles y sobre el conjunto de la sociedad
(INFORME SOBRE ESTADO SOCIAL
DE LA NACION, julio 2012: 19).
Debemos poner de manifiesto que la
Constitución de 1978 deja un concepto abierto de familia, pues no especifica un determinado modelo de familia ni se refiere a un
tipo determinado de institución familiar. Esta
indefinición supone un gran acierto, pues la
institución de la familia ha tenido una de las
más importantes evoluciones, siendo la característica actual su diversidad, aunque predomina la familia nuclear, es decir, la
constituida por los padres e hijos, frente al
modelo patriarcal propio de otros tiempos.
En Europa se ha producido una evolución de la familia burguesa, modelo que distinguía entre familia y trabajo, caracterizando
a la familia como una unidad de producción
y de consumo y asignándole una distribución de roles a cada miembro de la pareja,
en función de la edad y el sexo, consistente
en que el padre era el jefe de familia proveedor y la madre cuidaba del hogar y de
los hijos. Este modelo ha evolucionado y ha
dado lugar, tanto en España como en otros
32
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
países de nuestro entorno, a una diversificación de modelos coexistiendo junto al modelo tradicional otros tipos de uniones
convivenciales. La variedad de tipos de familias ha requerido un replanteamiento de
la protección social a la familia. Precisamente
la crisis económica ha puesto de relieve que
muchos de los derechos conseguidos en el
ámbito laboral y de la protección social hoy
están cuestionados o están en vías de extinción. Los datos son bastante evidentes, en
España tenemos un paro de casi 5 millones
de personas en diciembre de 2012, y la tasa
de actividad de las mujeres es menor en relación a otros países de nuestro entorno
(Francia, Gran Bretaña o Dinamarca). Las
familias con todas las personas activas
desempleadas han aumentado ininterrumpidamente en estos años de crisis, y según la
Encuesta de Población Activa (EPA) los hogares con al menos la mitad de los activos
parados se acercaba en el primer trimestre
de 2012 al 30%. Y otro dato importante es
que en el 46,2% de los hogares con la persona principal desocupada, ésta no percibe
ninguna prestación.
Ante este escenario, y el modelo de Estado social y democrático de Derecho (art. 1
de la CE) y la cláusula de efectividad de este
modelo (art. 9.2 de la CE) obliga a que las
familias reciban una protección integral que
incluye la educación, la sanidad, una política
de vivienda, una política fiscal, una política
laboral que favorezcan la incorporación y la
presencia de la mujer en el mercado de trabajo y una política de Seguridad Social, con
medidas destinadas a las familias. La existencia de un Estado social no hace desaparecer la responsabilidad de los diferentes
miembros de la familia, pero sí que obliga a
los poderes públicos a que pongan a disposi-
A fondo
„ La existencia de un Estado social
no hace desaparecer la responsabilidad de los diferentes miembros
de la familia, pero sí que obliga a
los poderes públicos a que pongan a disposición de las familias
servicios y prestaciones que permitan asistir a una socialización
de las tareas que tradicionalmente
habían llevado a cabo algunos
miembros de la familia, concretamente las mujeres, y que se conviertan en una obligación colectiva y social.
ción de las familias servicios y prestaciones
que permitan asistir a una socialización de
las tareas que tradicionalmente habían llevado a cabo algunos miembros de la familia,
concretamente las mujeres, y que se conviertan en una obligación colectiva y social. Actualmente el recorte de los servicios sociales
afecta a las mujeres por partida triple, ya
que son muchas las mujeres que trabajan en
el ámbito de los servicios sociales que ahora
se quedan sin trabajo. Las medidas de conciliación laboral también son objeto de modificación y de retorno al pasado y de nuevo
asumen la labor de cuidadoras del hogar y
de la familia (INFORME SOBRE ESTADO
SOCIAL DE LA NACION, julio 2012: 31).
Precisamente, la crisis cuestiona la viabilidad del modelo de Estado social, y en consecuencia las familias se convierten de nuevo
en la primera red de protección ante las situaciones de necesidad de sus miembros. Es
evidente que la solidaridad familiar en España aún actúa frente a las situaciones de
necesidad, y esta llamada solidaridad funcional “referida a las acciones de dar y recibir
ayudas y recursos de otros miembros de la
familia sin recibir ninguna contraprestación
directa a cambio de la ayuda o los servicios
ofrecidos, aunque se espere reciprocidad en
el futuro” adquiere en tiempos de crisis como
los actuales una importancia capital. Las ayudas pueden ser en servicios o en dinero o valores y pueden ser ocasionales o periódicas.
Esta dimensión es la que habitualmente se
identifica con la solidaridad familiar (MEIL,
G., 2011: 23).
El reparto de responsabilidades entre la
familia y el Estado depende de muchos factores. Si miramos a Europa encontramos
diferentes modelos. Un modelo que tiene un
Estado del bienestar desarrollado y un alcance limitado de la concepción familista de
la solidaridad intergeneracional, como es el
caso de Alemania. Otro, como Noruega, en
el que se considera que el Estado es el responsable principal del cuidado de las personas mayores, y a la familia se le asigna un
papel de apoyo (MEIL, G., 2011. Pág. 38).
Mientras que en los países del sur y del este
de Europa, y muy especialmente en lo que
se refiere a la familia española, el modelo se
caracteriza por una emancipación muy tardía de los jóvenes, una proporción relativamente elevada de padres mayores que viven
con alguno de sus hijos y una proximidad de
la red familiar también muy alta. (MEIL, G.,
2011: 61). En definitiva, “estas diferencias
se atribuyen al diferente grado de desarrollo
del Estado del Bienestar en los países respectivos y a la fortaleza de lazos familiares en España. Generalizando, podríamos deducir que
España sería, por tanto, un país en el que la
ayuda económica tiene un papel importante
en los intercambios de ayuda entre generaciones, más destacado que en otros países
desarrollados” (MEIL, G., 2011. Pág. 145).
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
33
Consideraciones jurídicas sobre la familia
„ La crisis económica ha hecho
que la familia sea un centro de
interés en la medida en que ésta
es una expresión de solidaridad,
y como ya hemos señalado, en el
seno de una familia se produce
un constante intercambio cambio de ayudas y servicios.
La crisis económica ha hecho que la familia sea un centro de interés en la medida
en que ésta es una expresión de solidaridad,
y como ya hemos señalado, en el seno de
una familia se produce un constante intercambio cambio de ayudas y servicios; en esta
funciona una determinada solidaridad funcional que actúa frente a situaciones de necesidad, especialmente ante las derivadas de la falta
de un empleo o en ausencia de protección
social por parte de alguno de sus miembros.
El desarrollo tiene un Estado del Bienestar centrado en la mejora de las pensiones y
de las prestaciones sanitarias, bordeando el
desarrollo de servicios que faciliten la
desfamiliarización del cuidado familiar, sería la causa de la fortaleza de la solidaridad
familiar en nuestro país. Dicho de otro modo,
el tipo de Estado de Bienestar que se ha
desarrollado en España habría implicado
que, mientras otras dimensiones de la vida
familiar conocen un cambio profundo derivado del proceso de individualización, este
proceso apenas habría generado pautas de
solidaridad familiar (MEIL, G., 2011).
Después de haberse generado cambios
tan profundos en la vida familiar, la crisis
económica está revirtiendo una parte de estos cambios, “la inestabilidad del contexto
social ha reactivado o reforzado las redes
de solidaridad intrafamiliar, no como una
34
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
disconformidad con las formas de emancipación familiar sino como una reacción a la
desconfianza del estado o del mercado (Meil,
2011). Los datos que explican estos cambios son muy preocupantes: 500.000 familias en las que no entra ningún ingreso;
1.000.000 de familias en las que la cabeza
principal está en paro; 170 familias son desahuciadas cada día de su vivienda (INFORME SO BRE EL ESTADO SOCIAL DE
LA NACIÓN, julio 2012: 18).
En España la solidaridad familiar se consolida como un capital social fundamental
en el bienestar de las personas en este tiempo de crisis, y muy especialmente cuando la
protección desde el Estado se está replegando. La pregunta que todo el mundo se hace
es hasta qué punto y hasta cuando la red
familiar extensa y particularmente las personas mayores podrán soportar esta situación y suplir las carencias de un Estado como
el nuestro en materia de protección social
(INFORME SOBRE ESTADO SOCIAL
DE LA NACION, julio 2012: 21).
2. Algunas consideraciones en
torno al marco jurídico catalán
y las familias
Familias y situación familiar no son conceptos ligados en exclusiva al matrimonio.
El Tribunal Constitucional ya afirmó, en la
ST 222/1999, que el artículo 39 de la CE
no se refiere en términos exclusivos y
excluyentes a la familia fundamentada en el
matrimonio, ni ha identificado a la familia a
la que debe proteger con la que tiene su origen en el matrimonio, y así este precepto da
cobertura a diversas modalidades de vida
familiar. Según esta STC, corresponde a la
libertad de configuración del legislador al
A fondo
articular los instrumentos normativos y de
otro tipo a través de los cuales hacer efectivo
el mandato constitucional, teniendo en cuenta
que su articulación concreta debe realizarse
dentro del respeto a las determinaciones de
la Constitución y, muy especialmente, a las
que impone el principio de igualdad.
En un estado plurinacional como España hay que tener en cuenta la distribución
de competencias entre el Estado y las CCAA
(Título VIII de la CE) a la hora de valorar
cuál ha sido la opción del legislador autonómico en regular los derechos de las personas y las familias y también cuál ha sido el
desarrollo del Estado social, a partir de los
diferentes títulos competenciales.
Cataluña dispone, con respecto a la persona y la familia, de un derecho propio, y el
art. 5 del EAC (Estatut d’Autonomia de Catalunya) 2006 dispone que “el autogobierno
de Cataluña se fundamenta también en los
derechos históricos del pueblo catalán, en
sus instituciones seculares y en la tradición
jurídica catalana que este Estatuto incorpora y
actualiza (...) de los cuales se deriva el reconocimiento de una posición singular de la
Generalitat en relación con el derecho civil”.
En el reparto competencial que figura en
la CE el artículo 149.1.8 contiene el reparto
de competencias en materia civil entre el Estado y las CCAA con derecho civil propio.
El Estatuto de Autonomía de 2006 dedica a la familia un conjunto de preceptos que
arrancan del Título I – De los derechos,
deberes y principios rectores–. Este Título
“es el primero de los títulos absolutamente
nuevos que incorpora el Estatuto de 2006 y
que establece, por primera vez, una relación
de derechos específicos y algunos deberes
que también de manera específica corresponden a los ciudadanos en Cataluña, así
como las correlativas obligaciones que para
el efectivo goce y ejercicio de estos derechos corresponden a los poderes públicos
formulados como principios rectores. Por lo
tanto, derechos y deberes, por una parte, y
principios rectores, por otro, junto a las garantías los derechos son las tres partes en
que, en cinco capítulos, se estructura este
Título I. “(SANTOS, L. y otros, 2006: 59).
El artículo 16 EAC se refiere a los “Derechos en el ámbito de las familias” y establece que “Todas las personas tienen derecho,
de acuerdo con los requisitos establecidos
por la ley, a recibir prestaciones sociales y
ayudas públicas para atender las cargas familiares”. Estos derechos como se constata
a de la dicción literal del artículo, no son de
aplicación directa, ya que la propia norma
remite su eficacia a su necesario desarrollo
y a su concreción normativa.
En el mismo Título el artículo 24 establece
los “Derechos en el ámbito de los servicios
sociales”, y en el punto 3 se refiere a las
familias en situación de pobreza estableciendo en estos casos el “derecho a acceder a
una renta garantizada de ciudadanía que les
asegure los mínimos de una vida digna, de
acuerdo con las condiciones que legalmente
se establecen”. De nuevo se produce una
remisión al legislador para concretar cuáles
son las prestaciones y servicios que formarán parte de la renta garantizada de ciudadanía. Desarrollo legislativo que hoy todavía
no se ha producido. Y se continúa con la
aplicación de la Renta Mínima de Inserción a
la que más adelante hacemos referencia.
Dentro del Capítulo V –Principios rectores–, el artículo 40 también se refiere a las
familias y, en su apartado 2, establece: “Los
poderes públicos deben garantizar la protección jurídica, económica y social de las disRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
35
Consideraciones jurídicas sobre la familia
tintas modalidades de familia que regulan
las leyes, como estructura básica y factor de
cohesión social y como primer núcleo de
convivencia”. Y en su apartado 7 sigue estableciendo que “Los poderes públicos deben
promover la igualdad de las distintas uniones estables de pareja, teniendo en cuenta
sus características, con independencia de la
orientación sexual de sus miembros. La ley
debe regular dichas uniones y otras formas
de convivencia y sus efectos”.
El alcance de estos principios se establece en el propio el artículo 39 del texto
estatutario: los principios rectores no sólo
obligan a orientar y a informar las políticas
y la actuación de los poderes públicos, sino
que, además, “son exigibles ante la jurisdicción, de acuerdo con lo que determinan las
leyes y las demás di s posiciones que las desarrollan”. Así pues, estos principios requieren un desarrollo legislativo para hacerlos
efectivos.” El principal efecto jurídico los
principios rectores debe situarse en su función de directriz inspiradora de las políticas
públicas, efecto que debe quedar garantizado por el Estatuto para no convertir el principio rector en una mera declaración retórica
o programática” (RIDAO, J., 2007: 32).
El Título IV del Estatuto trata “De las
competencias”, y en su Capítulo II –”Las
materias de las competencias”– hace referencia en el artículo 166 a “Servicios sociales, voluntariado, menores y promoción de
las familias”, y establece en el punto 4: “Corresponde a la Generalitat la competencia
exclusiva en materia de promoción de las
familias y de la infancia que incluye en todo
caso las medidas de protección social y su
ejecución”. Entiende que una competencia
es exclusiva cuando la Generalitat ejerce de
forma íntegra tanto las potestades legislati36
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
vas y re reglamentos rías como la función
ejecutiva, sin que pueda intervenir el Estado y sin olvidar que el derecho catalán, en
materia de competencias exclusivas de la
Generalitat, es el derecho aplicable en su territorio con preferencia sobre cualquier otro.
En el ámbito del derecho privado e el legislador catalán, mediante la técnica de leyes especiales, desarrolló el derecho civil propio y
lo hizo en varias fases, iniciando esta tarea
con la Ley 13/1984, de 20 de marzo, texto
refundido de la Compilación de Derecho
Civil de 1960 (que hasta entonces era una
ley estatal) y que contiene las principales
normas escritas de derecho civil adaptadas
a los principios constitucionales. La Ley 29/
2002, primera del Código civil de Cataluña,
establece la estructura, el contenido básico
y el procedimiento de Tramitación del Código civil de Cataluña, que se estructura como
un código abierto y lo componen seis libros.
El derecho de familia en Cataluña tiene
las siguientes expresiones normativas: el
Código de familia, Ley 9/1998, la Ley 10/
1998, de uniones estables de pareja, la 19/
1998, sobre situaciones convivenciales de
ayuda mutua y, parcialmente, la 37/1991,
de protección de los menores desamparados y de la adopción que constituyen los
antecedentes del Libro II.
La Ley 25/2010, de 29 de julio, del libro
segundo del Código civil de Cataluña relativo a la persona y la familia, entró en vigor el
1 de enero de 2011. Éste fue aprobado por
Parlament de Cataluña con los votos favorables de los Grupos del PSC-Cp C, ERC e
ICV - E UA. Votaron en contra CiU y PP
(Diario de Sesiones del Parlamento de Cataluña, 14-7-2010).
El Libro segundo del Código Civil supone una modernización muy IMPORTAN-
A fondo
„ El Libro segundo del Código Civil
supone una modernización muy
IMPORTANTE del derecho de
familia en Cataluña. Por ejemplo,
el legislador catalán reconoce
en el artículo 231.1 la heterogeneidad del hecho familiar y así
encontramos mención a las
diversas formas de familia.
TE del derecho de familia en Cataluña. Por
ejemplo, el legislador catalán reconoce en el
artículo 231.1 la heterogeneidad del hecho
familiar y así encontramos mención a las
diversas formas de familia: las derivadas del
matrimonio, de la convivencia estable en
pareja, las monoparentales y, por primera vez
y como novedad y avanzando a todas las
regulaciones civiles existentes, las familias
reconstituidas, se reconoce el papel del cónyuge o pareja estable del progenitor. Así, el
cónyuge o conviviente en pareja, que en cada
momento tiene la guarda del hijo tiene derecho a participar en la toma de decisiones
sobre los asuntos relativos a su vida diaria,
si bien en caso de discrepancia prevalece el
criterio del progenitor (art. 236.14). En definitiva, el legislador catalán se hace eco de
los cambios que se han producido en la sociedad (VAQUER, A., 2010: 23).
Los cambios de modelo familiar tienen
una repercusión en los efectos protectores
que se instaura a través del ordenamiento
jurídico, ya sea estatal o autonómico. Las
referencias a la familia, por ejemplo, en el
ámbito de la Ley General de la Seguridad
Social (LGSS) son constantes, concretamente
en el ámbito de la acción protectora, en el
que se constata que en algunos casos el reconocimiento y la cuantía de una prestación
dependen de la convivencia y los vínculos
familiares. Por ejemplo, en el ámbito de la
protección por desempleo, nivel contributivo,
el artículo 211 de la LGSS establece que la
cuantía de la prestación puede incrementarse
en función del número de hijos a cargo. En
el nivel asistencial, el artículo 215 de la LGSS
concreta cuando se entiende que una persona tiene responsabilidades familiares y lo fija
cuando tiene a su cargo cónyuge, hijos menores de 26 años o mayores discapacitados
o menores acogidos, etc. En el art. 217 de la
LGSS la cuantía del subsidio especial para
mayores de 45 años también establece que
se determina en función de las responsabilidades familiares del trabajador.
„ Desde el comienzo de la crisis
económica en Cataluña la protección social a las familias ha
estado en el centro de algunas
leyes catalanas y no siempre han
ido en la dirección que determina el Estatuto de Autonomía.
Desde el comienzo de la crisis económica en Cataluña la protección social a las familias ha estado en el centro de algunas leyes
catalanas y no siempre han ido en la dirección que determina el Estatuto de Autonomía. Al contrario, la crisis económica y la
obsesión por conseguir reducir el déficit ha
llevado a los Gobiernos, tanto español como
catalán, a introducir una serie de recortes en
ámbitos como la salud, la enseñanza, la protección social. Así pues, la crisis actúa por
un lado frenando el despliegue del Estatuto
en el ámbito de los derechos sociales y de
otra introduciendo reformas in peius a las
políticas sociales.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
37
Consideraciones jurídicas sobre la familia
Un ejemplo lo constituye la última modificación de la Ley 10/1997, de 3 de julio, de
la Renta Mínima de Inserción (RMI). Esta
ley supuso un hito muy importante en la
manera de tratar las situaciones de pobreza
por parte de los poderes públicos. La principal novedad fue la definición de la RMI
como una acción de solidaridad de carácter
universal, con cinco bloques de prestaciones: 1) urgencia y resarcimiento; 2) acciones
de apoyo a la integración social, acciones de
información y orientación y acciones de apoyo para la colaboración cívica; 3) acciones
de formación de adultos; 4) acciones de apoyo a la inserción laboral; y 5) abastecimiento
de una prestación económica. Por primera
vez el Programa Interdepartamental de la
Renta mínima de Inserción (PIRMI) se regulaba por ley y se definía como el instrumento idóneo en la lucha contra las
situaciones de pobreza y marginación.
Desde el inicio de la IX Legislatura (20
10), el Gobierno de CiU han ido laminando,
con un acuerdo con el PPC, la Ley 10/1997
con diversas modificaciones legislativas. La
Ley 7/2011, de medidas fiscales y financieras, contempla que la actualización del im-
38
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
porte de la prestación económica a básica y
los complementos se hará atendiendo a la
evolución económica general, mediante la
Ley de P RESUPUESTOS de la Generalitat,
y no anualmente, como se venía haciendo, y
teniendo en cuenta el incremento del IPC.
Posteriormente, la Ley 5/2012, de 20 de
marzo, de medidas fiscales, financieras y
administrativas y de creación del impuesto
sobre las estancias en establecimientos turísticos, en su artículo 80, introduce un cambio fundamental ya que afecta al propio
concepto de la Renta mínima de Inserción,
y esta deja de ser concebida como un derecho de carácter universal; aumentando el
tiempo en que el titular debe encontrarse en
situación de no disponer de los medios económicos necesarios para atender a las necesidades básicas (de 6 meses se pasa a 12
meses). Finalmente, se admite que cuando
la disponibilidad económica no sea suficiente para aprobar todos los expedientes, los
poderes públicos determinan los criterios
objetivos de prelación de los expedientes. Las
disponibilidades post rías determinarán la
aplicación de esta Renta, no las necesidades
de las personas y de las familias.
A fondo
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
39
La psicoanálisi a la intervención en familias
Aportaciones del psicoanálisis a la intervención en familias desde el trabajo social
Dr. Guillermo Salvador Beltrán 1
Resumen
Este artículo pretende ser una breve reflexión sobre la relación entre el psicoanálisis,
la familia y el trabajo social. La ayuda a las familias pienso que es un trabajo en el
que el Psicoanálisis y el Trabajo Social pueden desarrollar el diálogo y colaboración
más fructíferos. Por suerte, este diálogo ya lo es en otros ámbitos, pero creo que el
interés en la familia como grupo de crecimiento social es un nexo claro de unión
en el objetivo común de dar soporte emocional a las familias en riesgo.
Palabras clave: Psicoanálisis, trabajo social, familia, ayuda emocional.
Para citar el ar tículo: SALVADOR BELTRÁN, Guillermo. Aportaciones del psicoanálisis a la intervención en
familias desde el trabajo social. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya,
diciembre 2012, nº 197, páginas 40-48. ISSN 0212-7210
Abstract
This article is a brief reflection on the relationship between psychoanalysis, family
and social work. Helping families think it is a job in which psychoanalysis and
social work can develop dialogue and fruitful collaboration. Luckily, this dialogue
already is in other areas, but I think the interest in the family as a group of social
growth is a clear link connecting the common goal of giving emotional support to
families at risk.
Key words: Psychoanalysis, social work, family, emotional support.
1
Médico psiquiatra. Psicoterapeuta del Centre Emili Mira. [email protected].
40
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
Introducción
No podría iniciar este artículo sin evocar
recuerdos y gratitudes. El psicoanálisis, el
trabajo social, la ayuda emocional a las familias y yo somos viejos compañeros de viaje. En 1976 inicié mi colaboración docente
con la entonces conocida como Escuela de
Trabajo Social, ubicada en el Dpto. de psiquiatría del Hospital Clínico de Barcelona;
colaboración que perduró hasta el año 2010,
formando parte del Dpto. de Trabajo Social
de la Facultad de Pedagogía de la UB. A lo
largo de este largo período se desarrolló mi
interés en la formación, primero como
psicoterapeuta psicoanalítico y, con posterioridad, como terapeuta de pareja y familia.
Tuve la suerte de estar en un ámbito docente del trabajo social en el que el pensamiento psicoanalítico era y es profundamente
reconocido y apreciado. En este sentido formé parte de una serie de profesores, colegas
y amigos, encargados de transmitir mensajes de pensamiento de orientación dinámica:
Antonio Pérez Sánchez, Jorge Tizón, Jesús
Mansilla, Joan Fortuny, Ramón Bassols,
Enrique de la Lama y Francesc Sainz me
han acompañado en diversas etapas de este
tiempo. No quiero dejar de señalar la relevancia de la obra de Teresa Rossell (1987),
como la aportación de una trabajadora social, largos años directora de la Escuela, impregnada de aportación psicoanalítica.
Sin embargo, no quiero hacer un relato
idealizado. La articulación de las teorías
psicoanalíticas y el trabajo social, su
complementariedad y, sobre todo, su utilidad no es nada fácil. Desde una perspectiva
de un cierto psicoanálisis ortodoxo y
2
“elitista”, el conocimiento psicoanalítico es
una “posesión de unos pocos” y se puede
hacer llegar un “poquito a unos muchos”.
Por otro lado, desde una cierta perspectiva
del trabajo social muy de “acción social”, la
comprensión profunda que ofrece el psicoanálisis puede ser un incordio. ¡Qué le vamos
a hacer! Por suerte esto no sucede siempre,
y ha habido y hay tanto representantes del
mundo psicoanalítico como del mundo del
trabajo social que pensamos que compartir
conocimientos y experiencias es bueno y que
la comprensión profunda del ser humano y
de los grupos humanos es provechosa sea
cual sea la tarea a realizar. Pero, ¡alerta!, seamos conscientes de que vivimos un momento
social en el que la psicología profunda no
está de moda y se tiende a negar la complejidad; vivimos esos “Tiempos líquidos” de
los que nos habla claro Z. Bauman (2007).
El psicoanálisis como pensamiento en evolución
El psicoanálisis no es tan solo un “corpus teórico” derivado de la obra de Freud.
Es mucho más. Es una manera de mirar y
entender lo humano y la existencia. En un
sentido “bioniano”2 es un punto de vista.
Encuentra sus raíces en la filosofía (Spinoza,
Kant, Nietzsche, Schopenhauer, Leibniz y
tantos más), conecta con aspectos del pensamiento oriental (zen y taoísmo), está expresado a través del arte (Surrealismo) y, en
la actualidad, buscas sus raíces biológicas en
la neurociencia (E. Kandel, A. Damasio). En
este sentido, el psicoanálisis es mucho más
que una técnica psicoterapéutica, que también lo es, es una forma de pensar y es por
Referido a la obra de Wilfred R. Bion.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
41
La psicoanálisi a la intervención en familias
ello que cuando personas como yo y mis
colegas hacen llegar estos conocimientos a
algunos colectivos profesionales como trabajadores sociales, educadores, etc. no lo
hacemos con la intención de transmitir la
técnica (crasa confusión), sino con la intención de poder “pensar distinto” al puro pensamiento lógico y racional. Iríamos más en
la línea “meltzeriana” de hacer experiencia
emocional, o en el “pensar los pensamientos”
de Bion, o en el “mentalizar” de P. Fonagy.
El psicoanálisis, tanto como forma de
pensamiento como como técnica, ha evolucionado desde los postulados de Freud. Más
de lo que algunos quisieran y menos de lo
que otros desearían. Pero ha evolucionado.
No es este artículo el lugar idóneo para
detenerse en explicarlo extensamente, aunque da para mucho. Cuando hable, más adelante, de algunos aspectos de la relación
psicoanálisis-trabajo social espero que quede más claro qué concepciones comparto.
Para resumir podríamos pensar que, en la
actualidad, el pensamiento psicoanalítico se
mueve alrededor de dos tendencias e ideologías.
„ Un grupo que se mantiene dentro de
la ortodoxia del pensamiento freudiano (teoría libidinal, instintos de vida y
de muerte). Unido a este grupo estaría
su continuidad derivada de la obra de
Melanie Klein (relaciones objetales).
„ Otro grupo, siguiendo básicamente las
obras de Winnicott, Bowlby, Kohut, H.
Stack Sullivan, etc. habrían ido derivando hacia el llamado psicoanálisis
relacional (Stolorow, Atwood, etc.), en
el que el protagonista ya no es tanto la
mente individual o el “mundo interno”
sino el “espacio mental intersubjetivo”,
es decir, la RELACIÓN.
42
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Dentro de este contexto brevemente sintetizado pienso que el psicoanálisis actual,
en constante autorevisión y ante la amenaza
ya antigua del “cientifismo”, debe abrirse a
otras fuentes de conocimiento, como ya está
haciendo con la neurociencia, para, como
dicen ahora, reinventarse, pero no negando
o invalidando la obra total de Freud sino
reformulándola y reargumentándola. No
olvidemos que la obra de Freud, aunque
muchas hipótesis no las compartamos, se
basa, según yo pienso, en dos conceptos básicos: el protagonismo de la relación y la existencia del inconsciente.
Las dimensiones del trabajo social
Quiero referirme brevemente a algo de
lo que sé poco. Nunca estudié Trabajo Social. Yo era un psiquiatra que pasaba por allí
para explicar lo que yo creía que sabía.
Disculpadme. Pero creo que en este artículo puede servir este breve apartado para clarificar el relato posterior. En mi opinión
pienso que el trabajador social, cuando enfrenta su tarea, empieza a moverse en tres
dimensiones. Estas dimensiones variaran en
función de la organización en la que se trabaje y según el perfil de personalidad del
profesional. Vamos a señalarlas.
„ La gestión de recursos y su promoción. El trabajador social es, podríamos
decirlo así, el “ejecutor”, en el buen
sentido del término, de finalidades derivadas de la tarea de la institución en
la que opera. Esta es una dimensión
claramente ligada a la ACCIÓN.
„ La movilización y aglutinación de los
recursos sociales de la comunidad en
que trabaja. En este sentido, es un
A fondo
“agente de salud comunitaria”. Esta es
una dimensión claramente relacionada
con la RELACIÓN.
„ En la medida que la mayor parte del
trabajo social se mueve alrededor de
situaciones de conflicto y sufrimiento,
tanto sus acciones como su forma de
relacionarse comportan la necesidad de
desarrollar la capacidad de AYUDA
EMOCIONAL.
Pienso que estas tres dimensiones no se
pueden separar en la praxis humana, se pueden separar teóricamente, lo que apreciamos
es la resultante de esas interacciones. Sinceramente opino que la perspectiva psicoanalítica puede aportar mucho en el desarrollo
complejo de esa tarea. Particularmente en
la segunda y tercera dimensión.
La ayuda emocional a la familia:
nexo de unión del psicoanálisis y
el trabajo social
Si hay un ámbito en el que claramente
coinciden el psicoanálisis y el trabajo social
es claramente la familia. Las problemáticas familiares representan un denominador común de muchos campos del trabajo
social en la comunidad: servicios sociales,
salud mental, infancia. Toda la teoría
psicoanalítica se basa en la comprensión de
las relaciones familiares como una de las
bases de la salud mental, desde la formulación del complejo edípico de Freud, a la teoría del apego de Bowlby, a la idea de “fallo
ambiental” de Winnicott, etc., la familia es
un referente esencial. Por otro lado, el psicoanálisis y otras escuelas psicológicas han
ido desarrollando, a lo largo de los últimos
cincuenta años abordajes de terapia familiar.
En mi libro Familia: experiencia grupal básica me refiero a la familia como una solución
sensata para hacer frente al crecimiento físico, emocional y social, pero también señalo que a la vez que sensata la familia y su
funcionamiento son profundamente complejos. Debido a esta complejidad hay que entender que ofrecer ayuda emocional no
resulta tan sencillo como puede parecer y
es, en esta línea, que querría señalar aquellas características del pensamiento y técnica psicoana-líticas que pueden ayudar al
trabajo social en su tarea.
Características
Acercarse al dolor emocional
Para una persona mínimamente sensible y suficientemente sana acercarse al dolor del otro impacta, incluso duele. Desde
el perverso producir dolor causa placer,
desde la morbosidad neurótica puede
atraer, desde la ultrasensibilidad solo queda huir. No es fácil, hay que modular ese
impacto en nosotros y hallar la “distancia
adecuada” para poder ayudar. J. Coderch
(2012) recoge en su artículo una frase de
P. Hobson de The Cradle of Thougth que
dice:
“Hallarse emocionalmente conectado con alguien
es experimentar a ese alguien como una persona…
Una persona es la clase de cosa con la cual uno
puede sentir y compartir cosas.” (2002).
La familia no es un objeto neutro de observación, la proyección de sus problemas
en el profesional genera una gran turbulencia emocional y sus consecuentes defensas.
Hay que promover que la familia exprese
su dolor, no “taponarlo”, pero eso exige que
el profesional se proteja. El análisis en grupo de los casos y la supervisión serían eleRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
43
La psicoanálisi a la intervención en familias
„ La familia no es un objeto neutro
de observación, la proyección
de sus problemas en el profesional genera una gran turbulencia
emocional y sus consecuentes
defensas. Hay que promover
que la familia exprese su dolor,
no “taponarlo”, pero eso exige
que el profesional se proteja. El
análisis en grupo de los casos y
la supervisión serían elementos
altamente recomendables desde
el pensamiento psicoanalítico.
trata. Ante la familia esto se hace evidente,
los grupos son evasivos y mutables en su
forma, hay que aceptar que nunca sabremos ni entenderemos todo lo que queremos
saber y entender. Uno de los inconvenientes
de profesionales del trabajo social que he
supervisado es que se ven obligados a manejarse con un exceso de información concreta y unas demandas de ser concretos que
les puede llevar a olvidar la complejidad que
subyace tras esa gran cantidad de datos. La
humildad aplicada al deseo y necesidad de
conocer mucho de lo humano es buena receta para los que realizamos tareas de ayuda
emocional.
mentos altamente recomendables desde el
pensamiento psicoanalítico.
„ La humildad aplicada al deseo
y necesidad de conocer mucho
de lo humano es buena receta
para los que realizamos tareas
de ayuda emocional.
La aceptación de la complejidad
Un aspecto esencial del ser humano es
su complejidad. J. Wagensberg (1985) nos
dice en su libro que, aún sin llegar a negarla,
la complejidad molesta a algún pensamiento
filosófico (Descartes) y también a la ciencia
(Whitehead). Lo humano no es objetivable
desde la ciencia, es profundamente subjetivo y, bajo la influencia de la turbulencia de
las emociones, los protagonismos son la inquietud y la incertidumbre. Buscamos
constantemente concretar para protegernos y resolver la complejidad y la complejidad no tiene solución, hay que asumirla.
El psicoanálisis ha sido criticado desde el
cientifismo por no ser objetivable científicamente, pero en esta crítica esta una de sus
esencias: la complejidad de lo subjetivo y lo
intersubjetivo.
El trabajador social debe asumir esta visión si quiere entender y hacerse cargo del
trasfondo emocional de los problemas que
44
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
La existencia de lo inconsciente
Si tuviera que elegir cuáles son las aportaciones básicas del psicoanálisis al conocimiento del ser humano serían el inconsciente
y el protagonismo de lo relacional en la organización de nuestra vida mental y social.
La idea actual de inconsciente no es la primitiva de Freud ligado a la represión sino
que sería el reconocimiento de nuestra incapacidad para acumular la totalidad de las
experiencias y como, a través del papel de la
memoria implícita, se va formando un precipitado experiencial del que no tenemos
conocimiento. Como señala T. Ogden (1989):
“No puede haber mente consciente sin la
inconsciente y viceversa, cada una crea a la
otra”. Nuestra conducta es una resultante
A fondo
de esta dialéctica. W. R. Bion (1963) pone
las bases de la existencia de un “inconsciente grupal”, idea desarrollada por otros autores (Anzieu, Meltzer, etc.) y aplicable
obviamente al grupo familiar. El inconsciente familiar es un espacio mental compartido,
reservorio de experiencias compartidas por
la familia y que se alimenta y alimenta de y a
los inconscientes individuales de sus miembros. Desde el punto de vista del trabajo social
con familias lo importante residiría en comprender que las familias, sobre todo las que
están sometidas a conflictos diversos, nos
muestran comportamientos referidos a aspectos que ellos mismos desconocen, de los
que no tienen conocimiento. Por lo tanto no
podremos hacer una lectura lineal, desde la
lógica racional de lo que les sucede. La supervisión desde una orientación psicoanalítica puede ser una gran aportación para el
trabajador social.
El protagonismo de la relación
Nacemos y llegamos al mundo para comunicarnos y entrar en contacto emocional
intenso con otros seres humanos, esta tarea
esencial del desarrollo se inicia en la familia
y el gran protagonista es la relación y relaciones afectivas que ese contexto nos ofrece. Cuando pretendemos realizar una tarea
de ayuda emocional, el gran protagonista no
somos nosotros, sino la relación que podemos ofrecer. Debe ser una relación que permita generar crecimiento. La familia debería
ofrecer la posibilidad de ofrecer desde una
“base segura” del apego (J. Bowlby), la oportunidad de comprender que somos más que
uno y más que dos y más que tres y, desde
ahí, abrir la puerta a la sociabilidad.
Los profesionales que pretendemos dar
„ La familia no es un objeto de observación neutro, entrar en contacto con ella promueve en el
profesional una reacción emocional muy intensa; por lo tanto la
neutralidad es imposible, el trabajo para acercarnos a ella a sabiendas que no la alcanzaremos sí es
posible.
apoyo emocional a las familias en situación
de conflicto deberíamos pensar alrededor de
dos conceptos elaborados por el Psicoanálisis: la “neutralidad benevolente” y la empatía.
La familia no es un objeto de observación
neutro, entrar en contacto con ella promueve en el profesional una reacción emocional
muy intensa; por lo tanto la neutralidad es
imposible, el trabajo para acercarnos a ella a
sabiendas que no la alcanzaremos sí es posible. Hay que realizar un trabajo interno que
nos permita una distancia que genere entender más que juzgar. La observación cercana
del funcionamiento de las familias produce,
de forma espontánea, opiniones y juicios
(prejuicios), grandes enemigos de la comprensión de los dramas familiares. Esta tarea de
aproximación a la “neutralidad imposible”
nos permite acceder al otro aspecto que señalaba, la empatía. La empatía, ese fenómeno humano no al alcance de todos los
humanos, de poder ponerse “ en la piel del
otro”, no la entenderemos aquí como una
reacción espontánea de sintonía sino tal como
la entiende H. Kohut, un esfuerzo del profesional para acercar su mundo interno y
hacerlo permeable al mundo interno del
paciente, en este caso el grupo familiar.
Esta tarea compleja del profesional para
ofrecer un grado de neutralidad benevolenRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
45
La psicoanálisi a la intervención en familias
te (a favor de) y empatía nos lleva a pensar
en otro concepto psicoanalítico fundamental en el trabajo con familias que es la
contratransferencia (CTF). Nunca me gustó la palabra pero si lo que significa: lo que
el paciente hace sentir al profesional. Freud
consideró a la CTF como algo que dificultaba la tarea del analista y, por tanto, algo a
evitar y proteger a través del análisis personal del terapeuta. H. Racker (1959) da un
giro a esta visión y considera la CTF como
elemento de gran importancia en toda tarea
de ayuda emocional. Daniel Stern y el psicoanálisis relacional, entre muchos otros,
corroboran esta idea. En el trabajo con familias deberíamos comprender que la CTF
es como un “caja de resonancia” en la que
se combinan lo que nos transfiere la familia
y lo que esto nos hace sentir: pena, rabia,
compasión, rechazo etc. Nuestras respuestas deberían ser siempre el resultado de haber tenido muy en cuenta este fenómeno y
haberlo pensado. El gran riesgo es que si no
lo pensamos nuestras respuestas serán puras actuaciones reactivas y no promoverán
crecimiento. Como síntesis de esta característica del protagonismo de lo relacional
podríamos señalar que Freud fue el primero en señalar que toda psicología es una psicología social. Construimos individualidad
desde experiencias relacionales y sociales y
la familia es la primera matriz experiencial.
Los profesionales que decidimos hacer tareas de ayuda emocional debemos ser conscientes que nosotros, como personas, y
nuestra forma de relacionarnos somos el
instrumento de trabajo. Los seres humanos
no únicamente parten de la organización de
un “sistema de apego” en el sentido de J.
Bowlby (1976), sino que en su mayoría, no
todas, buscan apego a lo largo de toda su
46
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
vida. Las psicoterapias no son una invención de los psicólogos, son la concreción de
una necesidad humana universal: encontrar
apoyo, consuelo y orientación en la comunicación con otros seres humanos. Todos los
bebés esperan encontrar, como señala D.
Winnicott “una madre suficientemente buena” que los sostenga y entienda, qué haga lo
que mejor pueda para que el bebé tire adelante, y tanto mejor si existe una padre que
intervenga y sea, también, “suficientemente
bueno”. Para que este concepto no sea idealizado me parece oportuno referirme al artículo de mis amigos y colegas F. Sainz y V. Cabré
(2012), en el que se matiza la necesidad de
ser humildemente consciente de muestras
limitaciones y pensar que a todas las personas
que intentemos ayudar también las podremos
en contacto con nuestras insuficiencias.
Aspectos prácticos de la ayuda
emocional a la familia
Querría sintetizar muy brevemente algunos aspectos del abordaje de ayuda y comprensión familiar desarrollados en mi libro
(2009), también aplicables desde el trabajo
social.
„ Lo que observamos
„ Una serie de conductas ajenas al conocimiento de la familia: un inconsciente
familiar.
„ Como se tratan entre ellos, como tratan al profesional y lo que nos hacen
sentir (transferencias y contratransferencia).
„ Lo que dicen, cómo lo dicen, y, por
ende, lo que no dicen (verdad, mentira, secretos).
„ Qué tipo de malestar circula entre ellos
(ansiedades y afectos ligados a ellas)
A fondo
Estilos de relación y comunicación
(interacciones y representaciones mentales).
Desde aquí concretaríamos lo que el profesional puede ofrecer para empezar a construir un espacio-tiempo que promueva
crecimiento.
„ Tenerlos en la mente como grupo. Luchar contra la tendencia racional espontánea a verlos como suma de individualidades. Pensar que las comunicaciones individuales son comunicaciones del
grupo, conscientes o inconscientes), a
través de un miembro individual.
„ Ofrecer un espacio físico y mental de
encuentro a la familia, o a los miembros
que puedan o queramos que acudan,
huyendo de la entrevistas individuales.
„ Encuadrar la tarea, es decir, decidir un
marco de trabajo ordenado por el profesional y evaluado por él y que permita a la familia cobrar protagonismo
en la resolución de sus problemas. El
objetivo no es dar recursos a la familia
sino ayudarla a promover sus propios
recursos.
„
La formación en el trabajo con
familias
Los estudios de Trabajo Social consideran, como es obvio, a la familia como objeto
importante de análisis desde el punto de vista psicosocial y comunitario. Sin embargo,
soy de la opinión que los profesionales que
se quieran dedicar específicamente a profundizar en este ámbito y ofrecer, por ende,
ayuda emocional, deberían profundizar en
el tema a través de una formación específica. Sería importante que pudieran optar por
un modelo de intervención, los más exten-
didos: el psicoanalítico y el sistémico, y que
lo hicieran en función de un criterio personal; los viejos desacuerdos en defensa de cual
es más adecuado ya no sirven. El profesional actúa bien si se encuentra a gusto e identificado con su propio modelo. Aparte de
esta profundización más de tipo teórico lo
que me parece del todo fundamental en el
trabajo con familias es la SUPERVISIÓN
de la tarea. Nunca he considerado al supervisor como “el que sabe más y enseña a otros
que saben menos”. Lo relevante de esta tarea es compartir experiencia y generar pensamiento nuevo. Tras largos años de trabajo
como supervisor de equipos psicosociales
nunca he pretendido “enseñar psicoanálisis”,
tan solo he utilizado mi formación psicoanalítica para “entender más y de manera
más profunda”. Creo que es en el momento
de la supervisión cuando se produce ese vínculo enriquecedor entre psicoanálisis y trabajo social al que me he ido refiriendo como
base de este artículo.
Aviso para navegantes
Para finalizar, querría señalar que, como
todos sabéis, navegamos por tiempos difíciles en los que asumir la complejidad, pensar
y pararse a pensar, profundizar, hacer experiencia emocional no está de moda. Impera
un reduccionismo concretizador que busca
soluciones rápidas a temas difíciles, se venden recetas de la felicidad y tanto el Psicoanálisis como el Trabajo Social de orientación
dinámica pueden no ser muy bien vistos, sino
incluso atacados. ¡Animo navegantes afines
a mi forma de pensar!... Más vale pensar lo
que crees aún siendo mal visto que dejar de
pensar por ser bien visto.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
47
La psicoanálisi a la intervención en familias
Bibliografía
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A fondo
Apuntes para la intervención en servicios
sociales desde una perspectiva sistémica
Joana Alegret Hernàndez 1
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca.
No arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce,
MARTHA MEDEIROS
Resumen
Se diferencian los conceptos de perspectiva sistémica de otros más específicos,
como son terapia familiar, intervención en servicios sociales, etc.
Se comentan los puntos de vista de algunos autores que ilustran la citada perspectiva. Se introducen sendas categorizaciones de los climas y las situaciones
relacionales presentadas en espacio de supervisión. El objetivo es que sean usadas
como herramientas de comprensión y cambio positivo en la intervención.
Palabras clave: Perspectiva sistémica, intervención en servicios sociales, supervisión
de casos.
Para citar el artículo: ALEGRET HERNÀNDEZ, Joana. Apuntes para la intervención en servicios sociales desde
una perspectiva sistémica. Revista de Treball Social . Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre
2012, nº 197, páginas 49-59. ISSN 0212-7210
Abstract
I differentiate between systemic approach and more specific concepts, such as family
therapy, social service intervention, etc. The views of some authors who represent
that approach are summarized. Some categories of atmospheres and relational
situations explained in consultation meetings are introduced. The aim is using
them as tools for comprehension and positive change in the intervention.
Key words: Systemic approach, social service intervention, case-consultation.
Psiquiatra, terapeuta familiar, supervisora docente. Supervisora de equipos de primaria del Ayuntamiento
de Barcelona. [email protected].
*
En todo el artículo se utiliza el masculino aunque su significado englobe a ambos géneros.
1
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
49
Intervención desde una perspectiva sistémica
Presentación
L@s lectores/as precisan saber ante todo
quién es la persona que les habla. Por ello
presentarme es un deber, y más siendo excepcional mi inclusión en revistas como la
presente, por lo cual también debo explicitar
mi agradecimiento genuino. Jubilada en parte, 65 años, de profesión de origen médicopsiquiatra. Psicoterapeuta como profesión de
destino. He transitado básicamente por ámbitos de trabajo pertenecientes a la red pública catalana de atención a la salud mental
de niños y adolescentes. Y he seguido la evolución de la red de servicios sociales que en
nuestro país ha florecido. La he conocido
como fuente de derivación, como receptora
de casos, como consultora y como formadora. Nunca estuve dentro. Esta circunstancia es a la vez un límite y una posibilidad.
Ojalá el límite se redefiniera a partir de ahora. Espero que pueda transmitirles la posibilidad: aquello que la posición externa me
facilitó discurrir.
En este artículo hay dos partes. Se esbozan en primer lugar algunas síntesis de
autor@s con el deseo de que quien lo lea se
sitúe acerca de algunos puntos del pensamiento sistémico. En la segunda parte se
plantean un par de ejes conceptuales surgidos de mi contacto con servicios sociales.
1ª parte
Las ideas que se expondrán aquí, representativas de autores o autoras de filiación
sistémica con los que sintonizamos, se han
ido destilando a partir de experiencias innovadoras en su momento. En el presente hay
una proliferación de prácticas con influencia
sistémica y, cual semillas que, según el terre50
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
no, desarrollan una u otra variedad vegetal,
ofrecen una diversidad muy estimulante. Cada práctica ofrece una peculiar síntesis del bagaje conceptual de quien sobre ella reflexiona.
„ La perspectiva sistémica configura una posición del profesional
conectada con una epistemología, unos instrumentos teórico-técnicos y unas formas de respuesta.
Algunos presupuestos comunes subyacen a esa diversidad. La perspectiva sistémica
configura una posición del profesional conectada con una epistemología, unos instrumentos teórico-técnicos y unas formas de
respuesta, una de las cuales, primigenia, es
la terapia familiar. Hoy en día, sin embargo,
se consideran otras prácticas a su mismo
nivel lógico: terapia individual sistémica, intervenciones en ámbitos diversos, mediación,
coaching, etc. Todas ellas vienen iluminadas
por una forma de comprender la realidad a
la que calificamos como sistémica.
Dicha perspectiva nace incardinada en
el abordaje de los trastornos de la comunicación o de las relaciones; no por azar se
llama también perspectiva relacional. Asimismo, se le califica como ecológica, ya que un
distintivo de su mirada sería el interrogarse
sobre los contextos o marcos de significación
en los que anidan los fenómenos sociales.
López Baños, Manrique Solana y Otero
(1990) la entienden como una forma de
pensar y de interactuar con lo que constituye nuestro objeto de trabajo caracterizada
por las siguientes ideas:
„ La realidad se construye. La participación
del observador en lo que viene percibiéndose es una posición epistemológica
A fondo
que, si bien no es exclusiva de la perspectiva sistémica, resulta, hoy en día,
uno de sus pilares conceptuales.
„ El lenguaje crea realidad. La comunicación nunca es la transmisión de una
realidad “objetiva”, sino que se produce
a partir de consensos de significación
entre los que hablan. La denominación
de un fenómeno determina qué peculiar significado de los múltiples potenciales va a ser el que se transforme en
realidad-tenida-en-cuenta.
„ Hay orden a partir del caos. Usando, por
analogía, un fenómeno descrito por
Prigogine en física, también en ciencias sociales a partir de cierta lejanía
del equilibrio, o sea de cierto aumento
del caos, se puede producir una nueva
organización, hasta entonces impredecible. Ello desafía los postulados
deterministas.
„ La mente es social. Bateson realizó un
aporte importante a las teorías vigentes en su momento, desarrollando, entre muchas, la idea de que la mente
excede los límites del individuo para
abarcar circuitos de acción-transformación ostensibles a partir de diferencias. Según este autor, toda información
es una diferencia (Bateson, 1972).
„ El sistema y su contexto son recíprocos. Hay
una evolución de la idea de ambiente a
la de contexto que puede ilustrarse con
la palabra reciprocidad. Ambos, sistema
y contexto, se modifican mutuamente
y precisan co-evolucionar para sobrevivir.
„ La causalidad es circular. La causalidad
lineal, o sea A causa B, resulta con frecuencia una visión reduccionista de un
fenómeno. Si ampliamos la secuencia,
hallaremos que la retroacción de B
hacia A cierra el círculo y abre la puerta a la contemplación de la recursividad.
Emilia Dowling, autora cuyos temas principales han sido la relación familia-escuela y
la familia ante la separación o divorcio
(2011), en comunicación personal (2000),
señala los siguientes itinerarios que recorrería la perspectiva sistémica:
„ De la linealidad a la circularidad.
„ De lo intrapsíquico a lo interaccional.
„ De mirar las causas a mirar las consecuencias.
„ De mirar la conducta a mirar los significados y creencias que la gobiernan.
„ Del estereotipo en la visión de lo que
pasa a la apertura a distintas perspectivas.
„ De la imposición a la co-construcción
de soluciones.
El pensamiento de Cancrini ha tenido
peso en nuestro quehacer longitudinalmente
en diversos momentos. Uno de ellos fue
desde su dirección de la experiencia de Ciutat
Vella (1997), después de aquella pionera de
Palermo. Sus conceptualizaciones en los campos de la toxicomanía (1992), de las familias
multiproblemáticas (1997), de los funcionamientos borderline (2007) y de las infancias
infelices (2012), tienen en común su repercusión y proyección en la praxis de los servicios sociales.
Algunas ideas de Cancrini, extraídas de
sus obras y de experiencias compartidas con
él en la supervisión de casos, son:
Así como el terapeuta familiar reúne en
su despacho alguna vez a toda la familia significativa a causa de un problema de un miembro, el profesional sistémico reúne en su cabeza
a las personas significativas en un caso, con
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
51
Intervención desde una perspectiva sistémica
las cuales puede haber contactado juntas, por
subgrupos o individualmente. La mente del
profesional ensambla y relaciona las versiones de cada uno de los miembros del sistema, de cara al diseño de la intervención.
En las familias multiproblemáticas es
adecuado pensar al subsistema de los varios
profesionales que intervienen como el frente parental (los padres). Si en este hay fisuras,
desacuerdos, el subsistema filial (la familia)
va a resentirlo.
Las emociones que los funcionamientos
borderline de algunas personas o subsistemas
desvelan pueden ocasionar que también los
profesionales, temporalmente, funcionen a
ese nivel. La supervisión puede restablecer
una distancia óptima: ni desapegados ni confundidos con lo que los usuarios sienten o
expresan.
„ La supervisión puede restablecer
una distancia óptima: ni desapegados ni confundidos con lo que
los usuarios sienten o expresan.
Lerma (1992) es una autora que influyó
asimismo en nuestra tarea por su sistemático desarrollo de conceptos incardinados en
lo que ella llama “el proceso de ayuda en la
práctica del servicio social”. Por ser desconocida en nuestros idiomas, castellano o catalán, me detendré especialmente en resumir
sus planteamientos.
Para adoptar la perspectiva sistémica se
precisan algunas condiciones. La primera es
adquirir un pensamiento multidimensional
(Morin, 2011) que nos permita movernos
entre lo particular y lo general. La segunda
se refiere a la oportunidad de un pensamiento de ida y vuelta (Selvini Palazzoli, 1986),
52
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
que va de la teoría a la práctica a través de
un proceso circular deductivo e inductivo.
Según Lerma, en la forma tradicional del
servicio social hay una predisposición
anticipatoria del razonamiento sistémico,
pues su foco no es la persona ni el ambiente
concebidos separadamente, sino la relación
entre ambos.
Sus fases metodológicas serían las siguientes:
1) Análisis y valoración de la demanda
de ayuda
2) La entrevista
3) La toma a cargo y la valoración
psicosocial
4) El contrato colaborativo.
5) La evaluación y la conclusión de los
procesos
Nada nuevo. Lo que me parece más notable son los desarrollos de cada una de las
fases. No los expondré con detalle, pero aportaré algún ejemplo de cada una de las fases
enunciadas.
En la primera de ellas incluye las hipótesis a hacerse cuando una demanda es recurrente. ¿Se puede tratar de interrumpir tal
redundancia? Hay que preparar con esmero
los primeros contactos a partir de lo que ya
sabemos.
En la entrevista ejemplifica técnicas para
introducir la circularidad en las preguntas,
así como para superar trabas comunicativas.
En la toma a cargo desarrolla la necesidad de aprender a situarse en las intervenciones obligadas, o sea, bajo coacción, por ejemplo
en las situaciones de maltrato o abuso.
En el contrato colaborativo se remansa
en las dificultades también posibles entre
profesionales para construir la cooperación.
En la evaluación de los procesos señala
el auto-análisis de los errores del profesio-
A fondo
nal como aprendizaje que producirá frutos
en los efectos de su hacer. Y el mero hecho
de que la autora hable de conclusión de los
procesos ya es activador de reflexiones.
Transcribiré una de las ideas de Lerma
como punto de conexión con algunas ideas
propias. “Valencia terapéutica no es sinónimo de psicoterapia. Reconocer y realizar la
terapeuticidad de la relación profesional y
de la intervención significa actuar como parte
integrante de un proyecto global para el cambio que asocia a diversos profesionales, en
coherencia con los fines del servicio… Tal
función es un instrumento de evolución personal y social.” (op. cit.)
¿Qué es lo que define una intervención
como psicoterapéutica?
Etimológicamente, “intervenir” significa
“venir entre”. El profesional puede interactuar con la situación problemática desde
distintos metacontextos (Lamas, 1997). Intervención psicoterapéutica es la activación
por parte de un profesional de un proceso,
en el marco de una temporalidad acotada, y
llevada a cabo con medios psicológicorelacionales, cuyo objetivo sea una mayor
autonomía del sistema problemático de los
usuarios y una mayor resiliencia de éstos
como individuos. . La resiliencia, según Rutter
(1985), “parece implicar distintos elementos
relacionados. Primero, un sentido de
autoestima y autoconfianza; segundo, una
creencia en la propia eficacia y habilidad para
afrontar el cambio y la adaptación; y tercero, un repertorio de aproximaciones sociales
resolutivas de problemas”
Pueden haber, por lo tanto, intervenciones psicoterapéuticas en distintos dispositivos funcionales donde se trabaja: el ámbito
psicopedagógico, el sanitario, el de servicios
sociales, el de salud mental, el de protección
a la infancia, el judicial, etc.
¿Define el tipo de intervención la disciplina del profesional? ¿O bien los objetivos
y el modo de ir hacia ellos? La respuesta a
estas preguntas ha sido una constante inquietud en mi historia profesional. Por el hecho
citado de tener una titulación como psiquiatra, ¿sería este rótulo el que calificaría mi
práctica? Pero ¿cuál de mis prácticas?
Siempre con la finalidad de esclarecer las
distintas funciones que una misma puede
desempeñar, recientemente he resumido y
ejemplificado los distintos contextos de cambio de los que he podido o puedo formar
parte (Alegret, 2012).
Por tanto, en mi opinión, el papel del/de
la psiquiatra puede ser diferente según su
institución y su historia profesional y
formativa permitan. Hay una función específica (que tiene que ver con su formación
en los aspectos biológicos incluidos en la
conducta de la persona, y con su posibilidad
de uso de los fármacos); y hay otras funciones posibles que comparte con otros profesionales de la atención psico-socio-sanitaria.
Las funciones de acogida, valoración, toma
a cargo terapéutico, inicio de contexto de
control, oferta asistencial, le han de ser también posibles de desempeñar adecuadamente en según que lugares o metacontextos esté
situad@. ¿El hábito no hace al monje? El
hábito nos avisa y aclara cuando el monje
puede tener distintas funciones. Si lleva de-
„ La claridad comunicativa es nuestra manera de ser coherentes con
la adecuada transparencia y de
favorecer la construcción de una
alianza de trabajo.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
53
Intervención desde una perspectiva sistémica
lantal blanco está en función de cocinero.
Los usuarios han de saber qué hábitos podemos llevar y cuáles no. La claridad
comunicativa es nuestra manera de ser coherentes con la adecuada transparencia y de
favorecer la construcción de una alianza de
trabajo.
2ª parte
Toca ahora hablar de servicios sociales
desde una posición en la que mi presencia
es menos cotidiana: la de consultoría de casos, también llamada supervisión. En ese
espacio los focos que se van repitiendo responden a la siguiente tipología:
1) Procesos entre los profesionales y el
caso
2) Procesos entre los profesionales y el
encargo institucional
3) Procesos entre los profesionales y el
consultor
4) Procesos en la dinámica interna del
grupo de profesionales.
Al reflexionar sobre tales procesos me
interesó hallar hipótesis para comprender las
figuras relacionales que repetidamente aparecían y aparecen en servicios sociales en
equipos diferentes y en profesionales bien
diversos.
Como sabemos, y desde Caplan (1960)
lo podemos aplicar también al campo social,
una forma de responder a los bloqueos o
dificultades que los agentes de salud experimenten al manejar un caso es ofrecer una
escucha que se abra también a su subjetividad. Dos circunstancias me animaron a probar otras vías, complementarias a las de
Caplan y de tantos autores focalizados en
las resonancias del operador social. Una, la
más importante, es constatar la diversa mo54
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
tivación que en un grupo cada individuo
aporta al espacio de consulta de casos, especialmente cuando aquél es solicitado por un
agente externo al propio grupo. No se puede forzar la comprensible reserva de los que
están en el espacio con actitud pasiva o expectante. La motivación individual es imprescindible para trabajar en el registro subjetivo.
Quien lo olvide puede ocasionar rechazo o,
en el mejor de los casos, inoperancia. Otra
circunstancia fue la de percibir redundancias en las presentaciones que me sorprendían, al proceder yo misma de metacontextos
diferentes. Empecé a pensar que tales redundancias procedían, más que de los profesionales, de las características de la cultura
de respuestas del propio metacontexto de servicios sociales. De ahí surgió la idea de ir identificando tales redundancias, nombrándolas y
cuantificando su aparición.
Un tipo de redundancias tienen relación
con el clima emocional básico. Este concepto se
refiere a aquello que el profesional relata
como la atmósfera predominante del encuentro. Este sería el primer eje. En el relato del
caso y de algunas de sus escenas rememoradas se recoge, con frecuencia, el eco del tipo
predominante de ondas emocionales que
“bañan” los contenidos de los que hablan
los participantes. A lo largo del tiempo, y con
la colaboración de Elisenda Castanys, he diferenciado seis tipos de climas: Desacuerdo
simétrico, Desacuerdo complementario, Confusión, Tranquilidad, Temor y Satisfacción.
Algunos comentarios que la tabla precisa: a pesar de que hablamos de clima, ello
no significa que la influencia de los miembros del sistema sea equiparable. Por ejemplo, en un clima de confusión, el profesional
puede dotarse de recursos que la contrapesen. Lo cual a veces modifica el clima. Pero
A fondo
Tabla 1
Tipo de clima Desacuerdo Desacuerdo
emocional
simétrico
complemenbásico
tario
Confusión
Tranquilidad
Temor
Satisfacción
Palabras
clave
Tensión y
conflicto
explícitos
Resistencia
Desconcierto Previsibilidad, Preocupación Adelanto
implícita con
incoherencia estancamiento, por alguien
trabajo en
acuerdo verbal
inèrcia
inquietud
comú
Ideas para
la situación
Técnicas
de
desactivacion del
conflicto
Atención al
lenguaje
analógico
¿Puede
Valorar si
nuestra
hay que
clarificación consultar
influir? ¿Es el caso
rasgo del
sistema
usuario?
¿Es oportuno
metacomunicarlo?
Consultar
el caso,
ampliar
el equipo
Comentarlo,
compartirlo
con los
compañeros
del dispositivo
y de otras
sedes
Fuente: elaboración propia
a veces no, por ejemplo en personas con
perturbaciones del proceso de lectura de la
realidad. De todas formas, siempre será útil
que el profesional juegue sus cartas lo más
serenamente posible, con todo aquello que
la experiencia, propia o ajena, enseña para
las entrevistas difíciles.
Entremos en el segundo eje. Otro tipo
de redundancias se conectan con aquellas
metas que surgen al acabar el comentario
del caso. En general, aunque ello no sea lo
esencial de un espacio de consulta, se cierra
el encuentro con algunas ideas nuevas, que
aconsejan seguir en determinado sentido o
desaconsejan algunos caminos ya probados.
A posteriori del encuentro, la pregunta que
me he hecho ha sido: “¿Cuál es la idea nueva que se ha perfilado en esta reunión de
cara al manejo del caso?” Normalmente no
se reduce a eso el trabajo del grupo con el
consultor, pero la exigencia de buscar una
formulación transmisible de los momentos
de conclusión ha guiado mi reflexión. Por
ejemplo, la idea nueva podría ser que quizá
la madre no colabora con la trabajadora familiar (TF) porque la haya aceptado a disgus-
to, aunque de palabra haya aceptado su presencia. Un clima emocional básico de desacuerdo complementario, según lo explicado
anteriormente. A renglón seguido la pregunta
era: “¿A qué aspecto del caso sugiere límites
la idea nueva? “ Por ejemplo, siguiendo lo
anterior, se puede sugerir limitar la ocultación del control que puede haber motivado
la propuesta de la TF al domicilio dando solamente otras razones (“Vd. está sobrepasada,
la TF le será de ayuda con los niños, etc.”).
Explicitar el origen del control pasa por
transmitir la preocupación que alguien haya
expresado acerca de la función parental hacia los niños, basándose en algunos hechos
observados (por ejemplo, que los niños se
duermen siempre en clase, que llevan algunos moretones, etc.). Lo cual clarifica una
ambigüedad en el mensaje dado para ofrecer la inclusión de una TF. La madre la había aceptado de palabra, pero con los hechos
mostraba sus reticencias. Así como su mensaje es ambiguo, también lo es la formulación que el servicio hace de la necesidad de
la TF. Se sugiere la clarificación para sanear
la comunicación, y ello pasa por evitar la
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
55
Intervención desde una perspectiva sistémica
ocultación del control. Ese límite sugerido
fue llamado CO (control oculto).
En mi experiencia, compartida en un
período con Elisenda, se han ido repitiendo
ciertos consejos de abandonar algunos caminos, y a eso le llamamos límites, por estar
preocupado el Ayuntamiento que nos contrató por los límites de servicios sociales. Su
formulación en negativo puede fácilmente
traducirse en positivo. Es una vivencia habitual en la presentación de casos que el/los
consultante/s agradezcan que se les aconseje algún giro en determinado aspecto técnico. Tal expectativa suele compensar el
esfuerzo que supone presentar el caso. A
veces lo que se espera es una confirmación
del camino iniciado. La transformación del
consejo en categorías tomó dos años de tra-
bajo en esa institución, con el método de
extraer de la práctica una denominación que
sintetizara lo sugerido.
Una clarificación necesaria es que cada
frase que se propone como “limitable” lo es
en aquella situación específica de la intervención. Para algunas de las categorías no se
desaconseja su uso en general, sino tan sólo
en determinados bloqueos o empantanamientos del profesional en los casos. Otras
veces su valencia será adecuada y su elección justificada.
He aquí la enumeración de las categorías, y a su derecha las siglas usadas como
resumen (se han mantenido las siglas de origen en catalán). El desarrollo más detallado
y la ejemplificación de cada una de ellas sería materia de otro artículo.
Tabla 2
Poner límites a...
Siglas que
resumen
el consejo
Oferta asistencial
AS
Control oculto
Derivación dificultada
Derivación retenida
Encargo aceptado
CO
DD
DR
EN
Formación
desaprovechada
FOR
Mensaje ambiguo
Motivación polarizada
Visión parcial
MA
MP
PAR
Realidad vista como
immóvil
Saber por otras vías
Red profesional
disfuncional
RI
SAV
XPD
Fuente: elaboración propia
56
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Explicación resumida de lo que se aconseja
limitar o disminuir
Oferta asistencial que en el inicio tenía sentido pero que en el present bloquea
los recursos propios
Medida ofrecida para vigilar la función parental sin explicitarlo
Traspaso a otro equipo con poca posibilidad de ser aceptado por el usuario
Demora en derivación a otro equipo por dudas acerca del funcionamiento de aquel
Línea de trabajo sugerida por alguien precedente a la toma a cargo del caso y
pasivamente seguida
Esfuerzo en ofrecer consejos, pautas, psicoeducación, etc. sin que se puedan
ver frutos
Menasaje simultáneo de activación y bloqueo de las mismas capacidades del usuario
Posición hacia el cambio muy distante de la homeostática
Adhesión a visión de un miembro del sistema como inmutable, con bloqueo de su
inclusión
Adhesión a definición de un comportamiento o situación como immodificable
Obtención de información de forma poco transmisible cuando es adecuada la transparencia
Fisuras, desconfianza, coaliciones, omisiones, etc. en la red necesari entre
profesionalse
A fondo
Cabe ahora comentar una experiencia
acerca del uso de la mencionada nomenclatura. Al ir codificando día a día mis impresiones al acabar una sesión de consulta, se
dibuja al cabo de cierto tiempo un perfil
peculiar y único en cada uno de los equipos
en los que he intervenido. Veamos, por ejemplo, tres perfiles recientes:
Equipo A: 8 casos comentados
Visión parcial
Red
profesional
disfuncional
Mensaje ambiguo
Control oculto
Formación
desaprovechada
3
2
1
1
1
Equipo B: 13 casos comentados
Visión parcial
Formación
Red
desaprovechada profesional
disfuncional
5
3
Realidad vista
como inmóvil
Oferta
asistencial
Control
oculto
1
1
1
2
Equipo C: 10 casos comentados
Red
Control
Formación
Oferta
profesional oculto desaprovechada asistencial
disfuncional
3
2
1
La visión parcial, categoría predominante
(9 casos) al sumar los tres perfiles, no es
ajena a los casos de dificultades relacionales
y psicopatológicas extremas que a veces hay
que atender en servicios sociales. Por ello la
multiparcialidad, concepto clave en la perspectiva sistémica, es de gran utilidad. Asimismo, la red profesional disfuncional, segunda
categoría más frecuente (7 casos), se contrarresta al aportar una mirada al sistema de
intervención en el que se incluya la relación
entre los profesionales. Ahí pueden residir
dificultades que, superadas, serán punto de
apoyo de una evolución positiva.
1
Mensaje Realitdad vista Visión
ambiguo
comp
parcial
inmóvil
1
1
1
Conclusiones
La introducción de la perspectiva
sistémica en el campo de la intervención en
servicios sociales fue, a mi juicio, una promesa hecha realidad en las experiencias de
Palermo y Ciutat Vella, por ejemplo. Hay
muchas otras. Sus premisas, basadas en la
hipotetización y en el análisis de los casos en
el que se incluye el margen de cambio de los
profesionales, favorecen la apertura a la
mejoría que toda intervención posee. La lectura de las situaciones desde los recursos
posibles, más que desde las carencias, ofreRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
57
Intervención desde una perspectiva sistémica
ce a los profesionales metas realistas,
verificables y graduales. Que permitan el
análisis del proceso de la intervención de
forma continuada. Y que prevean una
catamnesis o follow up al cabo del tiempo.
„ Una condición indispensable es
que el profesional no esgrima su
per tenencia formativa o de
modelo como una bandera que
separe.
Una condición indispensable es que el
profesional no esgrima su pertenencia
formativa o de modelo como una bandera
que separe. Los profesionales de servicios
sociales, a diferencia de otros colectivos, han
aprendido, desde su origen, a contar con el/
la compañer@ en la inter vención. Las
sinergias se construyen apuntaladas en lo que
nos une, y aceptando lo que nos separa. Los
hilos del manejo de casos están, en parte, en
58
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
nuestras manos. Y solamente hemos de
responsabilizarnos de esa parte, no de la
globalidad de los hechos. Los lamentables
recortes presupuestarios presentes pueden
estimular hacia formas de colaboración nuevas, por ejemplo con el colectivo del
voluntariado. Las experiencias serias y sostenidas de trabajo en red, además de un
aprendizaje multiplicador, demuestran un
ahorro también en términos económicos
(Almirall et al., 2012). Y una prevención evidente del queme profesional. El trabajo en
red no es exclusivo de ningún colectivo, pero
los sistémicos, lectores de relaciones, debemos priorizarlo con tesón en servicios sociales. Ojalá las líneas precedentes hayan
estimulado algunas búsquedas y animado a
la profundización de la novedad, si fuera el
caso, de alguna idea o concepto de los expuestos. Ya habría valido la pena, recordando el poema inicial, hablar a través del
artículo a aquellos de los lectores con los
que, hasta ahora, no nos conocíamos.
A fondo
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
59
Análisis y resolución de casos
Análisis y resolución de casos: una propuesta metodológica entre el espacio
docente y el profesional para los estudios
de grado de trabajo social
<
<
María Virginia Matulic Domandzic;1 María Antonia Buenaventura Rubio;2 Mercè Riquelme Olivares; 3 Josefa Cabiscol Pujol 4; Lourdes Aguado Roa5;Yolanda Lozano Echeverría 6 y
Ana Planes Bas7
Resumen
La experiencia que presentamos forma parte de una propuesta metodológica
planteada en el marco de la asignatura obligatoria Trabajo social individual y
familiar (TSIF) de segundo curso de Grado en Trabajo Social de la Universidad de
Barcelona durante el periodo académico 2011/2012. Esta propuesta plantea la aplicación
metodológica del trabajo social familiar mediante dos situaciones prácticas que han
sido diseñadas conjuntamente con profesionales de los servicios sociales básicos y de
la salud mental implicadas en los casos sociales presentados. Con esta actividad se
pretende fomentar las competencias transversales de los estudiantes como son el
aprendizaje autónomo y colaborativo a través del análisis y resolución de situaciones
prácticas en el aula. La utilización de casos prácticos reales llevados al aula permite
establecer una conexión entre el espacio profesional y el espacio docente.
<
Palabras clave: Aprendizaje autónomo, resolución de casos, aprendizaje
colaborativo, espacio docente y espacio profesional.
Para citar el artículo: MATULIC, Virgiania; BUENAVENTURA, Mª Antònia; RIQUELME, Mercè; et al. Análisis y
resolución de casos: una propuesta metodológica entre el espacio docente y el profesional para los estudios de
grado de trabajo social. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012,
nº 197, páginas 60-69. ISSN 0212-7210
Profesora colaboradora permanente del Departament de Treball Social i Serveis Socials de la UB. Trabajadora
social y antropóloga social y cultural. Máster de Investigación en Sociología. [email protected]
2
Profesora asociada del Departament de Treball Social i Serveis Socials de la UB. Trabajadora social y Máster
en Pedagogía social y comunitaria. Liderazgo de la transformación socioeducativa.
3
Profesora asociada del Departament de Treball Social i Serveis Socials de la UB. Trabajadora social y
socióloga.
4
Profesora asociada del Departament de Treball Social i Serveis Socials de la UB. Trabajadora social y
psicóloga.
5
Trabajadora social de los SSB de Les Corts. Ajuntament de Barcelona.
6
Trabajadora social del PSI Les Corts - Sarrià - St. Gervasi.
7
Trabajadora social del CMIJ de Granollers (Hospital de Sant Joan de Déu).
1
60
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
Abstract
The experience that is part of a methodology proposed in the framework of the
compulsory subject individual and family social work (TSIF) of the Degree of Social Work at the University of Barcelona during the course 2011/2012. This proposal
raises themethodological application of family social work through two practical
situations that have been designed in conjunction with professionals in basic social
services and mental health involved insocial cases presented. This activity
is intended for developing generic skills of students as they are autonomous
and collaborative learning through the analysis and resolution of classroom
practices.
Key words: Autonomous learning, solving cases, collaborative learning, teaching
space and work space.
1. Introducción
El Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Barcelona inicia el Grado en Trabajo Social durante
el curso 2009/2010. La implementación de
los estudios de Grado de Trabajo Social ha
supuesto una reformulación de las estrategias de enseñanza-aprendizaje basadas en la
adquisición de competencias (Fernández, J.,
2006: 129).
El actual plan de estudios se organiza en
materias que se configuran en diversas asignaturas de formación básica, obligatoria y
optativa. La asignatura Trabajo social individual y familiar (TSIF) forma parte de las
asignaturas de formación obligatoria y es
prerrequisito para la realización de las prácticas de tercer curso de la carrera. Se imparte en el primer semestre del segundo año
del Grado en cuatro grupos (mañana y tarde), con un total de 60 estudiantes por aula,
por lo que en esta asignatura se trabajan
competencias transversales y específicas centradas en la capacidad de análisis y reflexión,
así como en la resolución de temáticas vinculadas al trabajo social con personas y familias (Plan docente curso 2011/2012).
La siguiente propuesta metodológica,
basada en la resolución de dos casos prácticos reales, pretende construir conocimiento
hacia el aprendizaje compartido. En primer
lugar, desde el trabajo colaborativo entre los
estudiantes, y en segundo lugar, desde la reflexión y el análisis con los docentes y las
profesionales implicadas en las situaciones
prácticas planteadas.
2. Marco teorico
“La integración de los estudios de Trabajo Social en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) ha implicado una serie
de cambios en la comprensión y organización de la docencia universitaria» (López
Pastor, V. M., 2007:8). Esta nueva orientación ha promovido en los estudiantes una
formación basada en la adquisición de competencias y en la concepción del aprendizaje
activo y reflexivo (Cano, I., 2005:20) y ha
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
61
Análisis y resolución de casos
significado para los docentes un cambio conceptual en los objetivos, métodos y estrategias de enseñanza-aprendizaje, así como en
el sistema de evaluación y organización de
los recursos y espacios universitarios
(Imbermón, F; Medina, J. L., 2005:11).
Las competencias específicas del título de
Grado en Trabajo Social se recogen en dos
documentos fundamentales, el Libro Blanco
de Grado (Vázquez, 2005) y el Documento de
Barcelona, ??aprobado en esa ciudad en el año
2007 (Vázquez-Aguado, O., 2011: 26). Estos dos documentos son el resultado de
amplios trabajos realizados desde el año 2000
en relación a las competencias y el perfil
profesional de los trabajadores sociales.
El antecedente más inmediato que vinculaba las competencias profesionales con
los títulos universitarios era el Proyecto
Tunning.8 Este proyecto clasificaba las competencias en dos tipos fundamentales. En
primer lugar, estaban las competencias específicas, que son las que identifican las características de los perfiles profesionales, y
en segundo lugar, las competencias transversales o genéricas, que serán comunes a todas las titulaciones universitarias.
El perfil profesional de los trabajadores
sociales está formado por un conjunto de
competencias que le permiten ejercer su función profesional. Estas son: las técnicas (que
forman parte de los conocimientos o «del
saber»), las metodológicas (que se corresponden con las habilidades o el «saber hacer») y
las de relación (vinculadas con las participativas o del “saber ser”). 9 Según De Mi-
guel, en el ámbito universitario la competencia es la capacidad que tiene un estudiante para afrontar con garantías situaciones
problemáticas en un contexto académico o
profesional determinado (2006:24).
Estas competencias se trabajan dentro del
plan docente de la asignatura TSIF, dividida
en tres grandes bloques temáticos:
1. Elementos constitutivos del trabajo
social individual y familiar
2. El proceso metodológico del trabajo
social individual y familiar
3. La intervención social familiar
El ejercicio práctico propuesto permite
desarrollar diversas competencias de los estudiantes vinculando el espacio académico
con el profesional. Estos aprendizajes aplicados en los grupos de trabajo tienen como
objetivo aproximarse a la realidad social en
el aula-laboratorio para analizar y acordar
de forma conjunta el eje de resolución de
las situaciones sociales presentadas.
La metodología aplicada para el desarrollo
de la asignatura TSIF se basa en los fundamentos teóricos del aprendizaje colaborativo,
que potencia las habilidades psicosociales y
de interacción (Slavin, 1980, citado en
Monereo y Duran), de respeto hacia los demás, de aceptación de los puntos de vista,
comunicación, negociación y autoestima, fundamentándose en valores como la colaboración, la ayuda mutua y la solidaridad.
La aplicación de esta metodología ha facilitado la interacción entre los estudiantes y
las docentes y posteriormente con las profesionales, siendo un motor para el aprendi-
Se trataba de un proyecto creado para responder a la Declaración de Bolonia. Su finalidad era contribuir a
la creación de los EEES a través del consenso y la definición de las titulaciones europeas (http:// www.usc.es/
es/goberno/vrodoces/eees/glosario.html).
9
Estas competencias están descritas en el Libro Blanco del Trabajo Social, donde se detallan los ámbitos y las
funciones específicas que ejercen los trabajadores sociales (2007:126-151).
8
62
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
zaje significativo y para la enseñanza de calidad (Monereo y Duran: 2001). Desde una
concepción más constructivista, que entiende el trabajo en grupo de estudiantes como
una de las modalidades de interacción educativa que se encuentra en el núcleo de los
procesos de enseñanza y aprendizaje, se explica que el progreso personal es inseparable del progreso y de la relación interpersonal
(Solé, 1997). Así encontramos que si hablamos de las dimensiones del aprendizaje entre iguales, podemos incorporar tres tipos
de interacciones: la tutoría, la cooperación y
la colaboración. Para desarrollar este aprendizaje en el aula nos hemos basado en la
metodología del aprendizaje basado en problemas, la cual requiere que los estudiantes
se involucren de forma activa en su propio
aprendizaje definiendo el escenario de formación autodirigida (Escribano y Del Valle,
2008, pág. 19, citado en Orts 2011), donde
los estudiantes son responsables de sus aprendizajes, y el eje vertebrador del aprendizaje
es la resolución de un caso o problema, que
se realiza a partir del trabajo en grupo, potenciando el pensamiento crítico y creativo,
y teniendo como referente al tutor como guía
en el trabajo el estudiante participa de su
propia evaluación (Orts, 2011).
La implicación de las profesionales en el
diseño y análisis de los casos prácticos presentados en el aula supone una oportunidad
„ La implicación de las profesionales en el diseño y análisis de
los casos prácticos presentados
en el aula supone una oportunidad para el intercambio y crea
nuevas sinergias entre el espacio universitario y el profesional.
para el intercambio y crea nuevas sinergias
entre el espacio universitario y el profesional. Según el Llibre Blanc de Grau en Treball
Social (2005), el compromiso de vincular la
práctica con la formación de los futuros trabajadores/as sociales es uno de los requerimientos básicos en la adquisición de
competencias profesionales en el nuevo Espacio de Educación Superior. Esta implicación favorece el enriquecimiento de la
profesión y mejora la formación de los estudiantes.
3. Propuesta metodológica
3.1. El diseño de la actividad: la
colaboración entre docentes y
profesionales
El diseño de la práctica por parte de las
docentes y profesionales se inicia en marzo
de 2011 y tiene varias fases. En una primera
fase, las docentes identifican las necesidades de aprendizajes de la asignatura fijando
los objetivos descritos en el plan docente y
planificando el proceso a seguir con las profesionales sociales implicadas en las situaciones prácticas.
En una segunda fase, se inicia el proceso
de diseño de la actividad con las profesionales implicadas, Ana Planas y Lourdes Aguado, que en años anteriores también han
colaborado en la formación de estudiantes
en prácticas. Ana Planas, trabajadora social
del centro de salud mental infantil y juvenil
de Granollers (CSMIJ), presenta el caso I, y
Lourdes Aguado, trabajadora social del centro de servicios sociales básicos (SSB) de Les
Corts del Ayuntamiento de Barcelona, presenta el caso II. Posteriormente se incorpora en el diseño de esta práctica Yolanda
Lozano Echevarria, trabajadora social del
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
63
Análisis y resolución de casos
PSI Les Corts - Sarrià - St. Gervasi, que
trabaja conjuntamente con los SSB en este
caso. Desde la coordinación de la asignatura
se programan varias reuniones con las profesionales y el equipo docente.
Cada caso tiene unas lecturas específicas
y obligatorias (seleccionadas conjuntamente
con las profesionales) que enmarcan
conceptualmente y que son referentes a las
situaciones presentadas. Los estudiantes trabajarán de forma autónoma, y posteriormente lo harán colectivamente en su propio
grupo de trabajo para comprender la situación presentada e iniciar una primera fase
de la intervención: el estudio. A medida que
las profesoras docentes van incorporando
nuevos conceptos dentro del marco del proceso metodológico de la intervención, como
es el diagnóstico social, el pronóstico, la planificación y la evaluación, éstos son relacionados y trabajados por los estudiantes en la
situación práctica escogida.
En una tercera fase, el equipo docente
plantea a los profesionales la posibilidad de
realizar una sesión de trabajo en el aula, generando de esta forma un feedback entre profesionales, docentes y estudiantes; permiten
obtener, de este modo, la posibilidad de resolución de dudas metodológicas de primera mano por parte de las profesionales que
han propuesto y han trabajado el caso de
forma real.
3.2. La planificación docente: una
reorganización de la actividad
en el aula
Los objetivos de aprendizaje fijados en
el plan docente de la asignatura se enmarcan
en dos grandes apartados: los referidos a los
conocimientos y a las habilidades. En relación a los conocimientos destacan los méto64
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
dos y técnicas en TSIF, el proceso metodológico de trabajo social, la aplicación teórica
en situaciones prácticas, los dilemas éticos
que aparecen en la intervención social, así
como la documentación técnica utilizada. Y
en relación a las habilidades, destacan la capacidad de diferenciar varios modelos de
intervención en TSIF, identificar las competencias relacionales, actitudes y valores, así
como saber aplicar los conocimientos aprendidos en esta asignatura.
La planificación de esta actividad práctica ha supuesto una reorganización de los contenidos y tiempos dedicados en el espacio
aula. En primer lugar, el equipo docente determina los objetivos que se plantean conseguir con esta actividad práctica:
„ Fomentar el proceso analítico del estudiante por medio de actividades vinculadas a la relación teoría-práctica.
„ Aprender la resolución de casos de manera grupal y colaborativa.
„ Implementar las fases metodológicas,
estrategias y técnicas del trabajo social
a través de la aplicación de casos prácticos.
„ Reflexionar y analizar situaciones prácticas con profesionales del trabajo social.
Para implementar estos objetivos la organización de las actividades grupales y del
grupo clase son fundamentales. Se programan un total de 10 sesiones, distribuidas de
la siguiente forma:
„ dos sesiones de exposición y análisis de
lecturas por parte de todos los grupos,
seguidas de la vinculación y reflexión
de cada caso.
„ siete sesiones para trabajar la aplicación metodológica del trabajo social en
los dos casos presentados. Estas sesio-
A fondo
nes tendrían dos partes diferenciadas,
una de trabajo grupal y otra parte de
puesta en común y conclusiones generales del grupo clase.
„ Una sesión final donde profesionales/
docentes/estudiantes intercambian la
resolución y reflexión sobre las situaciones prácticas presentadas.
A lo largo del semestre, las docentes realizan varias tutorías grupales con la finalidad de aclarar dudas, orientar el trabajo
grupal y preparar la sesión final con los
profesionales.
3.3. La aplicación de la práctica en
el aula: el aprendizaje colaborativo de los estudiantes
La práctica propuesta a los estudiantes
forma parte de una actividad grupal obligatoria que tiene un peso específico en los contenidos evaluables de sus aprendizajes. Esta
actividad se presenta al inicio de la asignatura con el fin de crear los grupos de trabajo
(5/6 estudiantes) y seleccionar los casos que
se trabajarán en el aula. Se presentan dos
casos prácticos: el caso I relacionado con el
CSMIJ de Granollers y el caso II relacionado con los SSB Les Corts del Ayuntamiento
de Barcelona.
Los estudiantes inician un primer trabajo
autónomo a través de las lecturas vinculadas a cada práctica que expondrán en el aula.
Cada grupo dispone de un coordinador responsable de liderar y organizar el trabajo
grupal a lo largo de toda la actividad. También se designa un grupo motor para cada
caso, que sería el responsable de coordinarse con todos los grupos y exponer el trabajado en el aula en la sesión programada con
los profesionales (ver diagrama).
Con esta propuesta práctica, los estudiantes implementan la metodología de trabajo
social a través de un trabajo grupal y compartido con todo el grupo clase. Esta propuesta tiene como finalidad fomentar el
aprendizaje a través del trabajo colaborativo,
objeto de evaluación tanto en el proceso
como en el resultado final de la actividad.
4. Análisis de los resultados
Concluida la experiencia podemos hablar
de los resultados obtenidos en tres niveles:
a) Estudiantes
b) Profesionales
c) Docentes
a) Estudiantes: los estudiantes valoran
muy positivamente esta nueva metodología
por lo que supone la oportunidad de acercamiento a la realidad profesional, estudiando
y analizando un caso práctico real, el cual
después de varias sesiones de trabajo conjunto ofrece la oportunidad de ser contrastado con las profesionales que en la
actualidad siguen trabajando en él. La sesión
de puesta en común con los profesionales
permite crear un interesante espacio para la
resolución del caso presentado, hecho que
ha contribuido notablemente a reducir la
ansiedad propia del estudiante cuando se
refiere a enfrentarse con la realidad y el trato directo con personas, en definitiva con su
futuro profesional.
Sin embargo, la aplicación de los conceptos teóricos a la práctica supone un proceso
de aprendizaje al que normalmente los estudiantes no están acostumbrados, ya que la
teoría no es aplicable en la práctica hasta
que no se sumergen en el mundo laboral.
Ante la resolución de los casos se han visto
con la necesidad de buscar apoyo en el marRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
65
Análisis y resolución de casos
„ La aplicación de los conceptos
teóricos a la práctica supone un
proceso de aprendizaje al que
normalmente los estudiantes no
están acostumbrados, ya que la
teoría no es aplicable en la práctica hasta que no se sumergen
en el mundo laboral.
co teórico, dando así mayor importancia al
uso del modelo de intervención que un trabajador social debe aplicar para la resolución de los casos. Este tipo de actividad
también ha potenciado la adquisición de competencias transversales del Grado de Trabajo Social como son la escucha activa y el
respeto por la opinión de los miembros del
grupo, así como la empatía, el respeto y el
trabajo en equipo, lo que ha conducido en
muchas ocasiones a interiorizar los “principios éticos del trabajo social”.
Por otro lado conviene destacar la importancia del grupo motor en la implementación de la metodología. Esta actividad
les ha supuesto un enriquecimiento personal y profesional, ya que uno de los elementos fundamentales en el trabajo social es la
coordinación de grupos. También cabe remarcar la importancia del tutor en cada caso,
pues en momentos determinados éste ha
reconducido la situación marcando los límites para la consecución de los objetivos. El
hecho de realizar una presentación ante los
profesionales pide más implicación y
responsabilización de los estudiantes en su
coordinación y exposición, fomentando la
autonomía y compromiso ante la actividad.
Debemos comentar también la gran aportación y el feedback establecido con las profe66
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
sionales referentes de los casos prácticos
presentados, que han ayudado a ampliar la
mirada y han favorecido la resolución de
dudas planteadas por los estudiantes en esta
actividad.
b) Profesionales: para las profesionales
el hecho de sistematizar los casos, y dedicarles un tiempo a la reflexión y al análisis
supuso, en primer lugar, un trabajo arduo,
pues era necesario preparar un material docente previo conjuntamente con las docentes
para trabajar los diferentes casos en el aula.
A las profesionales el ofrecimiento de esta
nueva participación con la UB les ha permitido, por un lado, abrir puertas de la práctica
cotidiana del trabajo social de base con las
familias a los futuros trabajadores sociales;
y por el otro, sistematizar esta práctica con
todos los elementos y profesionales que intervienen: las visitas domiciliarias, las entrevistas individuales y familiares, las
coordinaciones con otros profesionales y los
agentes sociales de la red, los avances y retrocesos en las dinámicas familiares. La oportunidad de trabajar con las docentes les
otorgó la posibilidad de reflexionar en torno
a los conceptos fundamentales presentes en
la intervención social, como son: el establecimiento del vínculo, la empatía y el
empoderamiento de las familias. Así como
también les ayudó a pensar en las estrategias, técnicas y modelos de intervención aplicados en cada caso.
En segundo lugar, se valora muy positivamente por la posibilidad que este análisis
ofrece en la profundización de los casos, así
como la oportunidad de visualizar otros puntos de vista y frescura por las intervenciones de los estudiantes.
Se destaca considerablemente el hecho
de poder ayudar a crear un espacio partici-
A fondo
pativo y con una motivación tan alta por
parte de todos, considerando que esta forma de enfocar la asignatura podría tener
continuidad en los próximos cursos académicos.
c) Docentes: para los docentes, el uso
de esta metodología ha supuesto una evolución en el aprendizaje para los estudiantes
sobre todo en relación a las competencias
que éstos deben adquirir, tales como el trabajo colaborativo y en grupo, la adquisición
de habilidades comunicativas y relacionales,
y la incorporación y aplicación de métodos
y técnicas del trabajo social.
La aplicación de esta metodología ha permitido crear en el aula un espacio analítico y
reflexivo que ha favorecido la profundización de los casos y su relación con la
teoría de referencia. Este escenario no hubiera sido posible sin el compromiso grupal
establecido al inicio del curso en relación a
los casos.
La oportunidad de implementar el proceso metodológico en dos casos reales ha
permitido profundizar en las técnicas e instrumentos necesarios para su realización y
ha posibilitado diferenciar estrategias de trabajo y actividades específicas en cada caso
práctico. También ha permitido abrir el espacio docente al espacio profesional, construyendo puentes y acercando a los
estudiantes a la práctica más real. El trabajo
desde esta perspectiva es más enriquecedor
para la asignatura.
5. Conclusiones
La propuesta metodológica planteada por
el equipo docente de la asignatura TSIF ha
supuesto una experiencia innovadora porque ha implicado de forma continuada a
estudiantes, profesionales y docentes con la
finalidad de compartir y generar conocimiento. La presentación de dos casos reales
donde intervienen trabajadores sociales favorece la implicación de los estudiantes en
la resolución de los casos y los enfrenta a
una situación simulada a las prácticas profesionales en el espacio aula. Este escenario se
corresponde con uno de los objetivos básicos de esta asignatura, la comprensión y resolución de temáticas vinculadas al trabajo
social con personas y familias que les capacita para la realización de las prácticas en el
tercer curso de la carrera.
Potenciar las competencias analíticas y reflexivas a través de un modelo centrado en
el trabajo colaborativo enriquece y supone
un beneficio para los estudiantes, ya que han
aprendido compartiendo y han resuelto el
caso mediante la cooperación realizada entre su grupo, el grupo clase y las aportaciones de las profesionales. Estas actividades
han sido posibles gracias a la tutorización
continuada del equipo docente con los estudiantes y a la implicación de los mismos en
las actividades programadas. Hay que destacar que durante el proceso del trabajo cooperativo las docentes han podido visualizar
las habilidades relacionales desplegadas por
los estudiantes, como son: la responsabilidad, la participación, la empatía, la
asertividad, el respeto, y la capacidad del trabajo en equipo para organizar y liderar grupos por parte de algunos estudiantes, que
asumían la función de coordinadores o grupos motores de cada clase.
La aplicación de esta metodología ha potenciado la relación del marco teórico con
las situaciones prácticas presentadas, expuestas y analizadas en el aula, y ha favorecido
que los estudiantes puedan comprender las
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
67
Análisis y resolución de casos
situaciones-problema en relación con los centros, las profesionales implicadas y las dinámicas y relaciones familiares establecidas en
los casos presentados.
Entonces, la metodología de aprendizaje
basado en problemas representa un reto para
los docentes, pues la resolución de un caso
real puede presentar diferentes inquietudes
en los estudiantes, lo que invita al profesor
a tener una formación y preparación total-
mente dinámica para el desarrollo de diferentes actividades dentro del aula.
El equipo docente de esta asignatura ha
valorado la posibilidad de establecer una continuidad de esta actividad en otras asignaturas
del grado vinculadas a las prácticas profesionales. Esta transversalidad permitirá desarrollar aprendizajes significativos en los
estudiantes y facilitará una mayor vinculación del espacio académico con el profesional.
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A fondo
Annexo: Diagrama metodología de tabajo
Fuente: Elaboración propia.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
69
Trabajo con familias en un Centro de Salud Mental
Trabajo social con familias en un Centro
de Salud Mental de Adultos
Manuel Miguel Pajuelo Valsera 1
Resumen
Este artículo se centra en el enfoque clínico de de los trabajadores sociales, desde
el punto de vista del trabajo con familias. Consta de dos partes. En la primera se
realiza una aproximación teórica, a modo de encuadre. En la segunda parte se
concretan algunos aspectos del trabajo social con familias en un centro de salud
mental de adultos.
Palabras clave: Salud mental, familia, clínica.
Para citar el artículo: PAJUELO VALSERA, Manuel Miguel. Trabajo social con familias en un Centro de SaludMental
de Adultos. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197,
páginas 70-81. ISSN 0212-7210
Abstract
This article focuses on the clinical approach of social workers from the point of
view of working with families. It consists of two parts. The first part is a theoretical
approach, by way of framing. In the second part aspects of social work with families
in a mental health center for adults are specified.
Key words: Mental health, family, clinic.
1
Trabajador social. Centro de Salud Mental de Adultos de Sarrià-Sant Gervasi. Centro de Higiene Mental
Les Corts. [email protected].
70
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
Introducción
Un breve comentario previo. En este artículo me voy a centrar, principalmente, en
aspectos emocionales relacionados con la
intervención y el tratamiento familiar, desde
el trabajo social. Vivimos en un país en plena descomposición social, política, económica, y hay que denunciarlo, porque somos parte
de ello. Pero mientras reaccionamos poco a
poco, mientras tratamos de empezar a cambiar de una manera profunda el estado de
las cosas, tenemos que seguir siendo capaces de pensar y hablar de aquella otra parte
que también nos define, que es la relación
de ayuda en su nivel emocional.
Los trabajadores sociales somos clínicos.
En origen, la palabra procede del griego Kliné
(cama) y de la raíz indoeuropea Klin, que
derivó en el verbo Klinéin1 (inclinarse). El
clínico sería aquella persona que se inclina
para atender a una persona encamada, con
la finalidad de ejercer la relación de ayuda.
Visita, cuida, atiende, acompaña, contiene,
sostiene. Es fácil identificar el trabajo social,
en cualquier ámbito, desde esta perspectiva.
Baste con recordar los inicios de la profesión y el papel de las primeras trabajadoras
sociales. La terapéutica, o terapia, sería la
manera concreta de ejercer la clínica, en cada
caso. Dicho de otro modo: los métodos, técnicas, habilidades profesionales (PELLEGERO i ROSSELL, 1991) y recursos de
cualquier índole (materiales, económicos,
humanos) necesarios para el tratamiento y
la mejora de una situación dada, una vez se
ha llegado a un diagnóstico.
Durante mi experiencia profesional he
trabajado en el ámbito de los servicios so1
ciales municipales, y actualmente en el de
salud mental. En paralelo he colaborado, de
distintas maneras, en el ámbito de la oncología. Fruto de esta experiencia voy teniendo
la sensación de que no hay una separación
clara entre el trabajo social con familias y el
individual, ni en el planteamiento teórico, ni
en las técnicas específicas. Sí que hay algunas particularidades o matices, pero la frontera no está muy definida en tanto que lo
que sirve para un ámbito suele servir para
el otro.
El trabajo social y las familias
En cuanto al tratamiento familiar, lo idóneo es que cada profesional pueda desarrollar sus propias capacidades apoyándose en
el modelo teórico (o una combinación de
éstos) con el que se sienta más confortable y
que más le ayude en cada momento. Hay
personas que se sienten mejor con modelos,
métodos y técnicas más directivos, y otras
que optan por aquellos menos pautados o
concretos. Lo importante es cómo se trata a
la familia, no tanto desde qué planteamiento
lo hacemos. Aunque cabe recordar que una
teoría nunca es ideológicamente neutra.
„ En cuanto al tratamiento familiar, lo idóneo es que cada profesional pueda desar rollar sus
propias capacidades apoyándose
en el modelo teórico (o una combinación de éstos) con el que se
sienta más confortable y que más
le ayude en cada momento.
Diccionario etimológico de la lengua española. Link: http://www.elcastellano.org/palabra.php?q=clinico
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
71
Trabajo con familias en un Centro de Salud Mental
A este respecto, en el nº 145 de la RTS,
Núria Pellegero y Montserrat Mestres describen tres modelos de intervención del trabajo social en los centros de salud mental,
que son válidos a día de hoy: socialreduccionista, psicosocial y psicoterapéutico.
Las aportaciones de D. Meltzer y M.
Harris (1989) abordan el tema de la organización familiar desde un punto de vista
psicodinámico. Realizan una descripción de
las funciones emocionales de la familia. Dichas funciones están relacionadas con el
desarrollo familiar de sus miembros, y pueden generar tanto crecimiento como regresión, destrucción o estabilidad. No es posible
detenerse aquí y explicar a fondo este modelo, pero a grandes rasgos se trataría de
pensar en dos grupos de familias según su
estilo de relación y comportamiento: familias con predominio de un estilo proyectivo
o con predominio de un estilo introyectivo.
Los aspectos emocionales introyectivos
o de crecimiento son: absorber o contener
sentimientos depresivos; generar amor; generar esperanza; generar pensamiento. Cuando predomina este tipo de funcionamiento
la familia es capaz de contener y elaborar el
dolor mental, de poder resolver sus dificultades de forma saludable, organizándose, de
manera que sea posible el aprendizaje a través de la experiencia.
Los aspectos emocionales proyectivos o de
regresión son: suscitación de odio; desesperanza; aspectos de confusión; aspectos persecutorios. Se desarrolla un aprendizaje basado
en la proyección, con conductas que pueden
ir desde la paralización hasta la agresión.
La atención a las familias, cuando se realiza incorporando al paciente en el proceso,
nos lleva a pensar en la intervención con un
pequeño grupo (dos personas y un terapeu72
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
ta serían su mínima expresión), que será el
objeto de tratamiento. Un grupo en el que
los miembros se conocen, tienen o han tenido una historia de vida común. Lo específico en este caso es que el foco no se pone en
el paciente, ni en el familiar, sino en la
interacción de ellos como grupo. El uso, entonces, del “proceso de grupo” para la intervención familiar del que habla G. Hamilton
(1992) nos lleva a incorporar dos aspectos
del pensamiento de W. Bion, que desarrolló
una teoría fruto de su experiencia con grupos terapéuticos: mentalidad grupal y supuesto básico. L. Grinberg (1979), junto a otros
colaboradores, escribió un libro que facilita
la comprensión de las ideas de Bion.
Mentalidad grupal es el término utilizado para postular la existencia de una opinión, dirección o voluntad común a todos
los miembros de un grupo en un momento
determinado; no es necesariamente consciente y puede estar en contradicción con pensamientos u opiniones individuales. Se trataría
de un pensamiento que está por encima del
individuo y cuya función es contribuir a la
cohesión del grupo como tal.
Este funcionamiento unitario se materializará en una organización del grupo en cuanto a roles de sus miembros, liderazgo, reparto
de tareas, o mecanismos de adaptación a
nuevas situaciones.
Supuesto básico es la manera en que se
concreta y materializa esa opinión común
del grupo. Para Bion (1980), los supuestos
básicos son mecanismos de defensa inconscientes, fundamentalmente resistencias al
cambio que se ponen de manifiesto en forma de dificultad para pensar con claridad.
Las conductas asociadas pueden ser de paralización, ataque o dependencia. Los supuestos básicos surgen como modo de adaptación
A fondo
a situaciones diversas durante el transcurso
de la vida familiar, pero pueden ser especialmente comunes cuando uno de sus miembros se ve afectado por una enfermedad, ya
que todo cambio puede provocar inestabilidad. Y adaptarse a los cambios lleva tiempo y
puede requerir de ayuda profesional.
Estos conceptos ayudan a entender que
hay algo más allá del aquí y el ahora en la
relación asistencial que dificulta la capacidad para pensar y, por tanto, la organización
de la familia.
Entender tales mecanismos como normales, naturales e incluso saludables (porque su función principal es de protección) y
no encaminar la actuación profesional a negarlos o anularlos desde el primer momento, sino a incluirlos en el proceso de trabajo,
constituye una herramienta muy útil. Sólo
desde la comprensión y el no enjuiciamiento
(en un sentido acusatorio o punitivo) se puede establecer una auténtica relación de ayuda. El profesional tiene que promover un
clima de confort y confianza suficientes para
que, en primer lugar, las resistencias, defensas y conflictos, surjan; y, en segundo lugar,
puedan ser reconocidos por la familia. De este
modo se favorece su posible elaboración o
resolución. La atención a la familia será, entonces, una relación de ayuda que permitirá
transitar, en palabras de Bion, del grupo de
supuesto básico al grupo de trabajo, caracterizado por la colaboración entre sus miembros.
El tratamiento familiar. Encuadre
Para poder ejercer un trabajo familiar se
requiere acuerdo y consentimiento, tanto del
paciente como de la familia. Además, es necesario que tengan un mínimo de capacidad
de empatía e introspección.
En las personas con mayor gravedad a
nivel psiquiátrico será indispensable que no
haya síntomas activos. Para lograr esto es
necesaria la cobertura farmacológica. Es
cierto que gran parte de las medicaciones
antipsicóticas tienen efectos secundarios indeseables. Pero no es menos cierto que en
enfermedades psiquiátricas graves con síntomas activos, sin medicación no hay posibilidad de tratamiento a través de la palabra,
porque la persona no tiene la capacidad necesaria para prestar atención, concentrarse
y pensar con claridad; y, por tanto, para revisar y cambiar. Iniciar un tratamiento familiar en esas condiciones sería absurdo y quizá
iatrogénico.
Del primer encuentro entre familia y profesional, pero también de la relación
asistencial en cualquiera de sus fases, podemos destacar cuatro elementos que ayudan
a guiar el proceso de atención.
Se trata de: 1. Las expectativas y los temores (SALZBERGER-WITTENBERG,
1997). 2. Los aspectos relacionados con la
ansiedad y la contención emocional (TIZÓN,
1988). 3. La transferencia y la contratransferencia. 4. La identificación proyectiva
(TORRAS DE BEA, 1991). Estos elementos afectan tanto a la familia como al equipo
por igual, pero será tarea de los profesionales su correcta conducción y desarrollo, su
“utilización consciente e intencionada”, en
palabras de Teresa Rossell (1990).
De los elementos descritos, el de mayor
complejidad es la identificación proyectiva.
Se trata de una combinación de los mecanismos de proyección e identificación. Para
el profesional, la relación entre transferencia, contratransferencia e identificación
proyectiva puede dar información valiosa
que facilite el establecimiento del diagnóstiRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
73
Trabajo con familias en un Centro de Salud Mental
co y el tratamiento. Como dice H. Segal, citada por Tizón: “A menudo, la situación
transferencial sólo puede entenderse en función de la identificación proyectiva; por
ejemplo, una situación en la que el paciente
se mantiene silencioso y retraído provoca en
el analista un sentimiento de impotencia, rechazo y falta de comprensión porque el paciente ha proyectado en él su propia parte
infantil, con todos los sentimientos correspondientes.” (TIZÓN, 1988)
La secuencia sería la siguiente:
1. Proyección de un estímulo, sentimiento o deseo inconsciente que nos genera ansiedad o malestar emocional.
2. Obtención de una respuesta en el otro
adecuada a lo proyectado.
3. Identificación con esa respuesta evitando así el dolor que nos hubiera provocado emitir una respuesta similar
por nosotros mismos.
Se utiliza al otro como instrumento para
ejecutar nuestros propios sentimientos (proyectados) e identificarnos posteriormente
con él para vivir la reacción o actuación (aunque sea parcial e inconscientemente) como
si fuera propia.
En la vida cotidiana, en las relaciones
profesionales, personales y, por supuesto, en
el trabajo social que ejercemos mediante la
relación asistencial, este tipo de mecanismo
está muy presente. La supervisión externa,
o el hecho de compartir experiencias en el
marco de las relaciones entre compañeros
de equipo, puede ayudarnos a ser más conscientes e incorporar estos aspectos, en lugar
de disociarlos. Una mayor conciencia nos
permite ser más libres y, por tanto, ayudar
mejor al otro.
El papel del profesional como referente
en este proceso requiere conocer las pro74
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
pias capacidades y límites. Pero también las
del otro, que habrá que manejar con especial cuidado a la hora de hacer propuestas
de intervención y promover posibles cambios. La omnipotencia profesional puede
generar en las familias tanto sentimientos de
frustración como de dependencia.
„ El papel del profesional como
referente en este proceso requiere conocer las propias capacidades y límites. Pero también las del
otro, que habrá que manejar con
especial cuidado a la hora de
hacer propuestas de intervención
y promover posibles cambios.
En ocasiones, nuestros deseos de promover mejoras en las dinámicas de relación
pasan por alto las capacidades familiares para
asumir y desarrollar estos procesos, pudiendo precipitarles hacia un cambio para el que
no están preparados. Esto sería lo que Bion
denomina el cambio catastrófico. Y, aunque
no haya intencionalidad consciente, la actuación profesional se convierte en antiprofesional, ya que se vulnera el principio ético
de no hacer daño. La supervisión y el trabajo en equipo pueden ayudar a prevenir y
resolver estas situaciones.
También puede ocurrir que, a veces, no
generamos un marco que permita el crecimiento emocional y la independencia. Esto
puede deberse a que se infravaloran las capacidades familiares y la misma omnipotencia
del profesional lleva a generar dependencia.
Aunque, según Isca Salzberger (1996), con
mayor frecuencia guarda relación con la
necesidad del profesional de ser “indispensable” para alguien. La autora lo relaciona
A fondo
con el hecho de tener una vida privada poco
satisfactoria. En este caso, quizá con la supervisión y el trabajo en equipo no sea suficiente y se requiera que el profesional busque
apoyo, en forma de terapia.
Vemos aquí cómo se vincula el rol profesional con las características personales, ya
que la vida es un continuo y no está tan fragmentada como a veces los profesionales nos
esforzamos en aparentar, usando el encuadre (sobre todo el interno) para generar distancia en lugar de acercamiento.
Algunos aspectos del día a día en
la atención a familias en un CSMA
Relaciones o conflictos no resueltos entre miembros de una familia tienen a veces
un peso y un coste emocional elevados. Desde el punto de vista del paciente, con frecuencia se pone de manifiesto en forma de
lo que siente que merece, o no merece, en
cuanto a su posible mejora. Sobre todo en
personas diagnosticadas de aspectos relacionados con la afectividad, que, en sentido
amplio, representan una cantidad importante de los pacientes atendidos en un CSMA.
Esto no es así en casos de personas con
esquizofrenia u otras psicosis, cuando hay
síntomas activos, ya que en esos momentos
la ansiedad depresiva (relacionada con el
sentimiento de vacío, la culpa y la reparación)
no está tan presente como la confusional o
la persecutoria, más primarias y que por tanto tienen menos en cuenta al otro.
Cuando se pone el énfasis en el trabajo
familiar, hay que tener en cuenta que, si bien
el permitirse o no mejorar suele estar relacionado con causas diversas, una de ellas, y
que con frecuencia observamos, es que hasta
que la relación con la familia (o la persona
de la familia con la que hay un vínculo más
profundo) no mejora o se repara, no se da
una recuperación anímica franca en el paciente. Algo similar ocurre con el resto de
los miembros de la familia, aunque a priori
puedan tener más capacidades de afrontamiento.
Hay veces en que sólo podemos acompañar los sentimientos asociados a una relación difícil porque puede que no sea posible
una reparación, ya sea por causa del paciente o de la familia, o bien porque el familiar
en cuestión ha fallecido.
Padres de edad madura al cuidado del paciente
Ser cuidador o responsable de una persona con enfermedad mental puede ser un
rol querido. A veces, se puede sentir como
una obligación. Cuidar ocupa tiempo, da sensación de utilidad y suele estar socialmente
aceptado. Pero también puede encubrir dificultades propias relacionadas con la natural separación padres-hijo. Diagnosticar si se
trata de una relación de dependencia de los
propios cuidadores, o una relación de tipo
simbiótico, y valorar cómo tratarlo es una
función de los profesionales que trabajamos
con familias.
¿En qué momento se le sugiere a una
familia que tiene que implicarse más o menos en el cuidado? ¿Lo que el profesional
considera como más adecuado en una situación, también lo es para el paciente o la familia?
Esto guarda relación, de nuevo, con el
concepto de cambio catastrófico de Bion.
Hay que valorar si cuando intervenimos e
intentamos movilizar a la familia vamos a
poder acompañar como profesionales, o en
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
75
Trabajo con familias en un Centro de Salud Mental
equipo, este proceso. Si no es así, y para evitar
romper su equilibrio a cambio de nada, quizá
sea más conveniente no intervenir, siguiendo el principio de responsabilidad. Habrá ocasiones en que, a pesar de los riesgos, tendremos
que ayudar al paciente a que se distancie de
su familia, o ayudar a la familia a que se
distancie del paciente. Podríamos diferenciar
aquí situaciones de urgencia respecto a situaciones ordinarias. En situaciones urgentes será
necesario ser más directivo en las propuestas que en las situaciones no urgentes.
Los profesionales valoramos una situación y proponemos un plan de trabajo. Pero
cuando éste va en la línea de ayudar a la
familia a no cuidar, no responsabilizarse, no
hacerse cargo, a diferenciarse (al menos temporalmente) de una dinámica de relación
poco sana, se puede entrar en conflicto aparente con los objetivos de la profesión, el
encargo de la institución, o el papel social
del trabajador social. En estos casos puede
ser útil reconocer que, como seres humanos, los pacientes también tienen la capacidad de ser egoístas, de tener actitudes
despóticas hacia el entorno, de odiar, de sobrecargar al otro. Esto equivale a darles una
dimensión humana, de igualdad. Este reconocimiento es necesario para que, a partir
de ahí, paciente, familia y equipo lo podamos incorporar y nos podamos manejar
mejor con ello, ya que se trata de sentimientos dolorosos y contradictorios. También se
ayuda así a los familiares a poner palabras a
su frustración y a elaborar los sentimientos
negativos relacionados con el cansancio propio del cuidado de una persona vulnerable.
Y, en caso necesario, favorecer o ayudar en
el abandono del cuidado.
Cuando dejar de cuidar implica la expulsión del paciente del domicilio, hay que ser
76
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
especialmente cautos. Se puede comentar
nuestra impresión con el paciente y la familia, dejar clara nuestra opinión (sobre todo
si hay agresiones físicas o amenazas por parte del paciente que no pueden reconducirse);
pero expulsar a un hijo de casa se hace muy
difícil de sostener para los padres. En estos
casos se puede realizar un proceso de apoyo
al familiar, sin el paciente, para poder valorar la situación de sobrecarga y ayudar a
sostener un posible proceso que implique el
cese de la convivencia por expulsión. Tales
situaciones, desde nuestra experiencia en el
equipo, tienen difícil pronóstico.
En este nivel de toma de decisiones y de
dilemas éticos hay que tener en cuenta las
características únicas de cada caso, pero también el contexto desde el que trabajamos. En
un entorno donde el estado de bienestar está
siendo desmantelado con cada vez menos
servicios y prestaciones, sugerirle a una familia que deje de cuidar y/o convivir con el
paciente significa que, como profesionales,
tenemos que poder asumir y trabajar con la
incertidumbre y el riesgo de que la Administración pública, muy probablemente, no responderá con rapidez cuando se necesite, y
que el paciente entrará en un circuito de
marginación social. Esto puede ocurrir, por
ejemplo, en caso de que el paciente se quede
sin alojamiento y se necesite una concesión
urgente de plaza en centro residencial. La
Administración no agilizará la concesión porque, entre otros motivos, y a pesar del colectivo del que hablamos, no contempla este tipo
de situaciones. De igual modo tampoco se
contempla que un paciente, por ejemplo
hombre, pueda ser maltratado por su familia y requiera un lugar de vida urgente.
En este sentido, la entrada de un paciente de salud mental en el circuitos de los Servi-
A fondo
cios Sociales de urgencia, tal y como están
organizados en la actualidad, se hace muy
difícil porque se trata de personas que suelen tener grandes dificultades para tolerar
espacios donde hay aglomeraciones de personas (albergues, comedores sociales).
Sin embargo, también hay que mencionar el peligro que conlleva abusar de consignas estereotipadas, realizadas sin valoración
previa, como por ejemplo cuando se sugiere
a los familiares el “cuidarse a uno mismo”,
en detrimento del cuidado del paciente. Este
consejo puede ser muy sensato pero también puede llevar consigo unas dosis de superficialidad y egoísmo considerables, ya que
invita a no tolerar el dolor emocional propio ni el del otro, la ansiedad, la incertidumbre. Es reflejo de los tiempos actuales, una
de las manifestaciones del sistema neoliberal,
donde la afirmación del yo sobre el nosotros
puede llevar a negar al otro (preocupación y
cuidado del otro), y por tanto también de
desvalorización de uno mismo y sus propias
capacidades de ayudar y cooperar con el otro.
De ahí la importancia de realizar un diagnóstico, caso por caso, previo a la intervención.
Padres mayores. Incertidumbre
ante el futuro
Uno de los aspectos comunes en el trabajo con familias en un CSMA es la preocupación por el futuro, relacionada con el hecho
de que gran parte de los padres cuidadores
de los pacientes son mayores y se encuentran ya, o se pueden encontrar a corto plazo, con limitaciones para cuidar. También está
presente el miedo al futuro relacionado directamente con la muerte de los progenitores.
Algunos padres no permiten poder hacer un trabajo preventivo, ni tratar este tema
en modo alguno, ya sea por incapacidad,
necesidad de control, o ambos factores. En
estos casos, sólo cabe acompañar a la familia e intentar ayudar al paciente a adaptarse
a la nueva situación una vez los padres fallecen. Lo esencial es valorar si el paciente
puede continuar viviendo en su casa (con
más o menos apoyo); o bien en una habitación realquilada; si puede trasladarse a casa
de otro familiar; o si se hace necesario que
resida en un piso tutelado o centro residencial. En ocasiones, los profesionales pensamos que los pacientes quedarán muy
mermados a nivel emocional y práctico cuando han sido muy dependientes de sus padres
o la relación ha sido simbiótica. No siempre es
así. Hay veces en que los pacientes desarrollan capacidades con las que los profesionales
quedamos sorprendidos y que parecían poco
alcanzables.
Otros padres, en cambio, sí que permiten y favorecen que se pueda hablar del futuro. Esto tranquiliza a todos, incluido al
equipo, pero hay que tener cuidado con
cómo se le transmite esto al paciente para
evitarle una ansiedad innecesaria. Tal proceso requiere que los padres sean suficientemente sanos y capaces de contener la angustia
que genera (a ellos y al hijo) hablar abiertamente de estos temas.
Materializar y llevar a cabo algunos aspectos prácticos tales como un proceso de
incapacitación legal; hablar de la cobertura
económica futura en forma de prestación
de orfandad; o bien permitir que el paciente
adquiera conocimientos básicos del manejo
del hogar que le faciliten ser más autosuficiente, puede necesitar de varios años y acompañamiento profesional. Los tiempos de
algunas familias pueden ser lentos, desde
nuestro punto de vista, ya que se trata de
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
77
Trabajo con familias en un Centro de Salud Mental
cambiar modos de organizarse de años de
evolución. Sin olvidar lo doloroso que es
empezar a contemplar el final de la familia.
Una vez se ha podido hablar y preparar esto
es igualmente importante que el profesional
esté atento a los sentimientos de tristeza que
pueden aparecer en paciente y familia, y en
caso necesario tratarlos.
Persona solas. Situaciones de
riesgo
La persona que vive sola puede haberlo
decidido así, y contar o no con apoyo de otros
miembros de la familia. También puede haber llegado a vivir sola tras ser expulsada,
por causas diversas. Sea como sea, toda persona que vive sola ha vivido alguna vez en
familia (en cualquiera de sus posibles manifestaciones), y tiene una idea de lo que debería ser una familia. En este sentido, la idea
de familia está muy presente en su día a día,
en su mundo interno, y puede influir en su
„ Cuando la persona vive sola y
no tiene familia, hay que trabajar con lo que recuerda o siente
que fue su familia, con su historia de vida y relación familiar.
actividad diaria, o en su falta de actividad.
Cuando la persona vive sola y no tiene
familia, hay que trabajar con lo que recuerda o siente que fue su familia, con su historia de vida y relación familiar. En ocasiones
se hace difícil construir un relato objetivo.
En este caso hay que ayudar a revisar y elaborar a partir de lo que el paciente aporta.
El trabajo pasaría más por acordar una definición de la “realidad objetiva” y tratar a
partir de ahí con los sentimientos asociados.
78
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Si hay sentimiento de culpa es importante
no negarlo. Cuando una persona se siente
emocionalmente contenida por otra, podrá
ir revisando, modificando, cambiando algunos aspectos de sí misma e incorporar algunos nuevos. Si la culpa es negada de entrada,
sentirá que no somos capaces de escuchar
ni de contener esta ansiedad, y quizá dejará
de confiar en el profesional.
Cuando la persona es mayor y no tiene
red social, hay una doble situación de riesgo.
Si no acepta vincularse a algún dispositivo
comunitario, y el único referente es el equipo asistencial, hay que intentar atenderla con
mayor regularidad, si es posible por diferentes miembros, para aumentar la frecuencia
de contacto.
En caso de que la persona viva sola, se encuentre en situación de riesgo (puesta de manifiesto en forma de falta de cuidado a nivel
físico, mental y relacional) y no acepte ayuda, se presenta un dilema ético para los equipos. Si no hay una alteración clara de la
percepción que implique riesgo de hacerse
daño a ella misma o a los demás, no se justifica un ingreso hospitalario involuntario. Se
hace difícil, entonces, tomar la decisión de
respetar al paciente en su autonomía, como
adulto, o intervenir de forma más activa en
contra de su voluntad. También puede ocurrir, en estas situaciones, que la familia esté
al corriente de este asunto, se muestre preocupada e intente ayudar, pero que el paciente tampoco acepte su ayuda. En este caso
el equipo, con mayor urgencia, debe iniciar
un proceso de mediación, que no siempre
resulta satisfactorio.
Pacientes jóvenes
Cuando la enfermedad está recién diag-
A fondo
nosticada hay que tener prudencia con la
información que se ofrece, tanto acerca
del diagnóstico como del pronóstico. En
primer lugar porque realmente se sabe
muy poco, al inicio, y hay que esperar su
evolución. En segundo lugar, porque es
necesario mantener un equilibrio entre dar
información ajustada (incluso cuando se
sabe que el pronóstico pueda ser complicado) y cuidar el impacto de esta información en el proceso de duelo asociado a la
pérdida del ideal de hijo que se tenía proyectado, ya que ningún padre tiene previsto
que un hijo joven padezca una enfermedad
mental. En este sentido, lo que se suele hacer más difícil para el equipo es poder trabajar para que se llegue a entender o a aceptar
que hay aspectos que no funcionan correctamente, pero no poner demasiado el acento en estas dificultades para que no paralicen
o interfieran mucho en una posible recuperación de capacidades o mejora.
Se trata de una situación nueva para todos los miembros de la familia. A la pérdida
de la salud, se le suma la duda acerca de la
capacidad para poder llevar a cabo una vida
normalizada (estudios, trabajo, relación de
pareja, amistades). Aparece el temor de que
el paciente vaya a convivir para siempre
con los padres y de que éstos vayan a tener
que renunciar a parte de sus vidas para asumir el cuidado del hijo. A veces esto es muy
difícil de sobrellevar y se pueden dar actitudes de negación o minimización de la enfermedad. En ese caso sería necesario un trabajo
específico para los familiares en forma de
terapia individual o de pareja. También son
muy útiles, en los momentos iniciales, los
grupos de familiares, ya que posibilitan un
espacio para compartir información e intercambiar experiencias.
Algunos de estos pacientes tienen necesidad de dejar de vivir con sus padres y probar un proyecto de vida solos, compartiendo
piso en habitaciones realquiladas. En escasas ocasiones tienen los medios económicos
para hacerlo en un domicilio propio. Aquí
puede darse un desacuerdo explícito con la
familia, que puede oponerse a tal proyecto.
Además, habrá que trabajar el malestar que
puede ocasionar en los padres cuidadores
perder la convivencia y parte de su rol, así
como la intranquilidad por el temor de que
su hijo no pueda cuidarse bien por sí solo y,
por tanto, se dé el riesgo de recaídas. El equipo, cuando apoya estos procesos, puede ser
objeto de quejas y recriminaciones por parte del resto de la familia, y en menor grado
del paciente, si surgen complicaciones.
Especialmente cuando se trata de una
persona joven, el profesional, aún con los
riesgos que esto puede generar, tiene que
poder potenciar que el paciente tenga un
proyecto de vida propio, intentar ayudar en
la diferenciación y la autonomía. Para ello
hay que preparar muy bien el proceso previo y acompañar el durante.
Incluso cuando para el paciente no haya
sido posible sostener por mucho tiempo un
proceso de emancipación y vuelva con la
familia de origen, se habrá tratado de una
experiencia que, dado que en su momento
le ofreció seguridad y confianza, puede
acompañarle emocionalmente durante tiempo y servir como base para llevar a cabo
nuevos cambios y proyectos en el futuro. El
proceso cuenta tanto como el resultado final. Valorar esto con el paciente y la familia
es importante de cara a poder generar otros
cambios y no quedar atrapados únicamente
en la frustración.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
79
Trabajo con familias en un Centro de Salud Mental
Hijos adultos al cuidado del
paciente
Ayudar a que los hijos puedan pensar
sobre el cuidado y decidir cuánta responsabilidad quieren o pueden asumir respecto a
sus padres con enfermedad mental es una
tarea difícil, porque la relación de responsabilidad padre cuidador-hijo, suele pensarse
como más natural que la de hijo cuidador
joven-padre. Frecuentemente los hijos adultos, sobre todo si tienen familia propia y vida
laboral activa, suelen verse atrapados en la
ambivalencia entre el sentimiento de querer
hacer su propia vida y el de cuidar de su
progenitor.
Dependiendo de la edad, el ciclo de vida
y la solidez en la relación de pareja, esto
puede contar con más o menos apoyo por
parte de la pareja del hijo, que, si es
globalmente sana, puede cumplir un papel
mediador o modulador (similar al del profesional) que en ocasiones promoverá el acercamiento y en otras el distanciamiento,
80
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
ayudando a encontrar los límites necesarios.
Hay pacientes, padres, que tienen grandes dificultades para tolerar que sus hijos
puedan realizar una vida autónoma sin convivir con ellos e intentan (de forma más o
menos consciente) reclamar su atención, ya
sea con conductas pasivas (descuido o abandono del cuidado, aspectos regresivos, dependientes) o más activas (llamadas
recurrentes de atención, discusiones, o incluso intentos de suicidio).
Cuando hay más hermanos es necesario
valorar cuál es la disposición de cada cual
para el cuidado. Casi siempre suele haber
uno de los hermanos que está más presente
y es el portavoz ante el equipo. Resulta útil
ver si todos están de acuerdo en el reparto
de roles. A veces el cuidador que aparece
como principal ha sido designado como tal,
pero se trata de una tarea que le genera un
grado importante de ansiedad y estrés. Otras
veces, se trata de un papel que es aceptado
y que, además, no se está dispuesto a compartir, ya que otorga identidad y protagonismo.
A fondo
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
81
Estructuración del proyecto de familia
Estructuración del proyecto de familia
Talleres de grupos de padres y madres
Judith Cobacho,1 Francina Planas2 y Judit Monfort3
Resumen
Programa dirigido a cabezas de familia en situaciones de vulnerabilidad o en riesgo
de exclusión social para estructurar su propio proyecto de familia y desarrollar las
habilidades parentales a partir de sus elementos más funcionales. Durante 2 meses
se dinamizan 8 talleres de grupo de progenitores/as y se cierra con una entrevista
personalizada al final del proceso. La composición de los grupos la decide cada
equipo, y se realiza en la sede local que deciden los responsables del servicio de
cada municipio. Los últimos 4 años este programa ha sido financiado por el IRPF.
Palabras clave: Proyecto de familia, habilidades parentales, organización familiar,
roles, autoevaluación, interpelación del grupo, proceso, ciclo vital, red familiar,
red social.
Para citar el artículo: VINCLE. Estructuración del proyecto de familia. Talleres de grupos de padres y madres.
Revista de Treball Social . Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197, páginas 82-93.
ISSN 0212-7210
Abstract
Program for households in vulnerable situations or at risk of social exclusion to
structure their own family project and develop parenting skills based on its most
functional. For 2 months, 8 workshops stimulate group of parents, and ends with a
personal interview at the end of the process. The composition of the groups decided
each team, and is done in your local makers who decide the service in each
municipality. The last 4 years this program has been funded by IRPF.
Key words: Family project, parenting skills, family organization, roles, selfassessment, appeal the group process life cycle, family network, social network.
Educadora social.
Trabajadora social.
3
Trabajadora social.
VINCLE, Associació de Recerca i Acció Social. [email protected]
1
2
82
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
Quién somos
VINCLE diseñamos y realizamos programas de atención social y educativa dirigidos
a los colectivos más vulnerables de nuestra
sociedad, y de desarrollo comunitario, desde
una óptica integradora de los elementos que
configuran el hábitat humano en cada con-
Acompañamiento
socioeducativo en
procesos de
realojamiento y
remodelación de
barrios
Intervención
comunitaria en
comunidades de
vecinos y barrios
vulnerables
Trabajamos en equipo con dispositivos
territorializados, pero también con equipos
itinerantes, sobre todo en las comarcas catalanas. Esporádicamente trabajamos en otras
regiones del Estado.
Lo que presentamos en este artículo es
un programa específico para la estructura-
texto local. En tanto que consultores especializados, también hacemos proyectos de
investigación, diagnósticos sociales, planes de
remodelación de barrios, planes locales de
vivienda, planes locales de inclusión social,
dictámenes expertos en materia de vivienda
y población excluida, evaluaciones de planes
integrales... entre otros.
Programas
de inclusión social
en contextos
de exclusión
residencial y
social
Intervención
especializada
con colectivos
específicos
ción del proyecto familiar, dirigido a las familias en situaciones de alta vulnerabilidad,
que se atienden desde los diferentes servicios locales. Su financiación, con cargo al
IRPF, nos ha permitido implementar en diferentes municipios y comarcas catalanas a
lo largo de los últimos 3 años.
Funte: elaboración propia
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
83
Estructuración del proyecto de familia
De qué hablamos
La familia, como sistema dinámico, responsable del cuidado, crianza, desarrollo y
protección de sus miembros, es a la vez la
célula más vulnerable a los cambios sociales
y presiones del entorno.
En nuestra sociedad emergen y se integran diferentes modelos de familia y unidades de convivencia con tipologías, culturas y
formas de organización muy diversas. Las
diferentes expresiones de la denominada familia posmoderna reflejan la diversidad que caracteriza y fundamenta una sociedad
democrática y plural. Observamos una rápida transformación del modelo de familia
nuclear, con cambios en los roles y funciones
de la familia en general, y de sus progenitores
en particular, debida a: la normalización de
la vida laboral de la mujer, la llegada de familias de otras raíces culturales con modelos y códigos diversos, el aumento de las
cargas económicas de la familia, el descenso
de la natalidad, la longevidad creciente, las
distancias geográficas que van dispersando
las redes familiares... junto con la individualización, la aceleración del ritmo de vida y el
sacrificio de los espacios básicos de interrelación y apoyo. Estos son algunos de los factores que afectan, ya menudo erosionan, las
capacidades de adecuación de las familias a
las necesidades de sus miembros.
Tal como se desprende de la investigación del IGOP 2009, en la que orientan
nuevas políticas para las nuevas familias de
nuestra sociedad, además de algunas reflexiones en este sentido plantea, entre otras, dos
líneas de trabajo complementarias: la atención
a los colectivos ya las zonas con condiciones
de pobreza y de exclusión continuadas, y el
abordaje de las situaciones coyunturales que
84
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
afectan a las personas a lo largo de las diferentes etapas del ciclo vital:
“Los obstáculos que van surgiendo a lo
largo de la vida encuentran a las personas
menos acompañadas que antes, de manera
que estas disrupciones pueden fácilmente
implicar caer en situaciones de gran vulnerabilidad e incluso en riesgo de exclusión.
Sobre todo cuando los viejos riesgos (desempleo, enfermedad, vejez...) añadimos los
nuevos, derivados de la precariedad laboral,
la fragilidad familiar, las dificultades de combinar trabajo y cuidado, las dificultades de
estabilizarse laboral y económicamente, o las
incertidumbres con respecto al final de su
vida laboral, las condiciones y el tiempo que
resta, etc. (especialmente en lo que viven en el
momento actual y por la falta de perspectivas de
futuro a su alcance) //... Habrá, pues, que combinar la atención a grupos, personas y zonas
con situación continuada de pobreza y exclusión, y al mismo tiempo abordar y acompañar las situaciones coyunturales de
personas y colectivos (búsqueda de primer
empleo, transiciones laborales, desajustes
familiares, discapacitados, prejubilaciones...)
distinguiendo así “vida de riesgo” de “riesgos vitales”.
En este contexto, los profesionales de los
SSAP que reciben las necesidades detectadas por otros servicios o planteadas por los
propios interesados, a menudo se ven desbordados para atender lo más perentorio,
combinando los recursos y servicios
institucionales a su alcance, y conscientes de
que demasiadas veces no llegan a poder desarrollar las capacidades y recursos de estas
familias, a pesar de ser una de las máximas
prioridades del propio sistema de SSSS.
Por otra parte, en su esfuerzo de superación y de adaptación, las familias soportan
A fondo
procesos complejos que, si se mantienen más
allá de sus posibilidades, conllevan la pérdida de los elementos esenciales que las configuran, y con ellos sus posibilidades de
recuperación.
En este sentido, el reto radica en encontrar lo que la Sra. Esther Khavous, del ministerio de la vivienda de Tel Aviv, dijo sobre
los modelos de estructura familiar, en el Congreso Europeo de Santiago de Compostela,
XII-2001: “Aprender a ser, aprender a vivir
juntos”:
“Como fortalecer la estructura familiar
en este proceso dinámico de constantes cambios y no forzar inútilmente los códigos culturales, sino valorarlos y reforzar la estructura
familiar desarrollando valores como la estimación, el respeto, la solidaridad, la unidad,
etc. en nuestra sociedad y, particularmente,
en su núcleo más básico, la familia... //...
entendiendo la validez de la Familia como
el propio corazón de nuestra sociedad”.
„ Al margen del tipo y modelo de
cada familia, en su base hay un
proyecto constitutivo y vinculante específico en cada caso,
partimos de la premisa que,
ayudándolas a desar rollarlo,
estimularán sus potencialidades
y recursos ante los nuevos retos.
Teniendo en cuenta que, al margen del
tipo y modelo de cada familia, en su base
hay un proyecto constitutivo y vinculante
específico en cada caso, partimos de la premisa que, ayudándolas a desarrollarlo, estimularán sus potencialidades y recursos ante
los nuevos retos.
En qué consiste
En sí mismo, el concepto de Proyecto de
Familia es un término amplio y difuso que
de algún modo recoge las vivencias
interiorizadas, las expectativas explícitas e
implícitas, compartidas por los adultos de la
unidad familiar, vinculantes y relativas a: sus
aspiraciones a medio y largo plazo, en el reparto de roles; sistema de supervivencia;
crianza y desarrollo de la unidad de convivencia; principios y creencias; normativa y
reglas internas; organización familiar y del
hogar; relaciones con las familias de origen;
relaciones sociales... El sistema familiar, generalmente compuesto por el conjunto de
miembros de los subsistemas parental, filial
y de hermanos, desde sus inicio se impulsa y
organiza en una compleja combinación de
conveniencias y necesidades especiales para
cada etapa evolutiva de la familia: construyendo procesos evolutivos personales de
todos sus miembros, a lo largo de los diferentes ciclos y etapas de la vida en familia.
Este complejo conjunto de elementos
configura la particular articulación entre el
estilo y la propia idiosincrasia de cada familia, con los condicionantes de su bagaje interno y del contexto social.
Identificarlo en cada caso, recuperar sus
elementos constitutivos, impulsores y cohesionadores del núcleo familiar para consolidarlo, es un reto profesional.
La funcionalidad de la familia en las sociedades más modernas implica un dinamismo continuo en el ejercicio de las funciones
que deben cubrir durante las etapas de desarrollo del sistema, sobre todo en cuanto al
afecto, el cuidado, la crianza, la socialización
y el estatus familiar, en todo su proceso evolutivo. Con destreza para:
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
85
Estructuración del proyecto de familia
Mantener un orden estructural y
estructurador
„ Establecer y mantener los límites de
manera clara y flexible a la vez
„ Repartirse los roles y complementarse
para asumirlos
„ Comunicarse fluida y claramente
„ Movilizar sus recursos para adaptarse
a los cambios internos y externos, y a
las diversas necesidades de cada miembro y de la familia en su conjunto.
De hecho, la disfuncionalidad se relaciona con el no cumplimiento de alguna o varias de las funciones antes mencionadas, la
alteración de alguno de los subsistemas familiares, o la inestabilidad psicosocial de los
individuos y los subsistemas.
Dado que el aprendizaje significativo se
produce sobre la base de la experiencia, este
programa aborda los diferentes temas en
unos talleres vivenciales organizados para
grupos reducidos de padres y madres. A través de dinámicas específicas y juegos de rol,
se propicia que se experimenten a sí mismos/as contrario, y que se descubran con
iniciativas y respuestas diferentes ante las
situaciones escenificadas, todas ellas reflejo
de la vida cotidiana de las familias.
„
Qué pretendemos
Los Objetivos Generales del programa
pretenden:
a. Consolidar la estructura familiar reforzando el rol parental y desarrollando
valores como la estima, el respeto por
la autonomía de cada uno, la solidaridad entre los miembros y la unidad
como estructura de parentivo.
b. Desarrollar los vínculos de parentivo,
afecto y convivencia en el marco de
86
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
los diferentes modelos familiares.
c. Potenciar el desarrollo integral de los
menores de edad, desde la seguridad
y firmeza afectiva y efectiva de los
progenitores y de la necesaria flexibilidad ante las situaciones vitales.
d. Mejorar la capacidad de las familias
de abordar constructivamente sus retos sociales y familiares.
e. Optimizar la protección, por parte de
la familia, de sus redes de apoyo.
f. Contribuir a optimizar el trabajo de los
profesionales de los servicios locales
con cada familia.
Los objetivos operativos del programa,
orientados a los resultados se sitúan en:
I. Ofrecer unos módulos didácticos para
la estructuración del proyecto de familia
II. Facilitar la incorporación y la consolidación de herramientas útiles y singularizadas para la vida cotidiana de las
familias.
III. Aportar a los servicios sociales locales las potencialidades y la perspectiva
de cambios iniciados por las familias
participantes.
Los resultados que vamos observando,
nos muestran:
1) Familias más conscientes de sus objetivos y prioridades en sus condicionantes actuales.
2) Capaces de preservar y potenciar
mejor los subsistemas del propio núcleo familiar.
3) Que los adultos responsables de la familia adquieren herramientas pertinentes y eficaces, aplicables en diferentes
circunstancias, especialmente en las
situaciones de crisis y de estrés.
4) Que los profesionales de los servicios
A fondo
locales dispongan de algunos elementos complementarios para el desarrollo de su plan de trabajo con las familias
participantes.
Nuestra mirada
El programa se basa en el concierto
Institucional entre las administraciones que
lo promocionan y le dan apoyo –Ministerio
de Sanidad y Política Social, con cargo al
IRPF– y las administraciones locales responsables de los servicios donde se implementa
–Consejos Comarcales, Consorcios Municipales y Ayuntamientos–.
Esta propuesta se ha diseñado y se desarrolla con un dispositivo técnico itinerante
para facilitar que lo tengan los servicios interesados. Los profesionales de este dispositivo dinamizan los grupos de familias en el
municipio correspondiente aportando las
herramientas metodológicas y pedagógicas.
Estas herramientas se adaptan a cada contexto particular.
La coordinación con el equipo del servicio local es un elemento cabal para la efectividad del programa: son los profesionales de
los servicios los que valoran a las familias y
proponen la composición del grupo de padres
y madres. En la dinámica de los talleres, se
refuerza siempre la función de su profesional
de referencia y, a lo largo del desarrollo del
programa se mantiene recíprocamente la comunicación para todo lo que convenga, relativo a las familias participantes, o para otros
aspectos de la adecuación del programa. Al
finalizar el trabajo con cada grupo se hace una
última reunión técnica de devolución, valoración general y cierre de la experiencia.
Se contempla la familia como sistema,
focalizando el trabajo con sus progenitores
„ Se contempla la familia como
sistema, focalizando el trabajo con
sus progenitores o adultos responsables. Los talleres de grupo
se complementan con una entrevista final personalizada, donde
se adecuan y se refuerzan los aprendizajes y los pequeños cambios que incorpora cada familia.
o adultos responsables. Los talleres de grupo se complementan con una entrevista final personalizada, donde se adecuan y se
refuerzan los aprendizajes y los pequeños
cambios que incorpora cada familia.
El modelo desarrollado plantea una estrategia socioeducativa en un marco
integrador entre el sentir, el pensar y la
proyección de cambios en las dinámicas particulares de cada familia, a través de los talleres de grupos de padres y madres, desde
la dialéctica experimental, acción-reflexiónacción. Los talleres permiten vivenciar las
situaciones planteadas en el sí del grupo, y
experimentar nuevos encajes, desarrollar
nuevas acciones con las que las personas
participantes se descubren diferentes, procediendo de otras maneras y desplegando
otras capacidades, a menudo desconocidas.
Los ejercicios diseñados para estos talleres,
contienen elementos de autoconocimiento,
de refuerzo positivo de las “buenas prácticas” que se dan y que, a la vez, les impulsan
a interpelarse y a explorar otras posibilidades que pueden transformar sus dinámicas
familiares. Se incide, sobre todo, en aquellos
aspectos estructuradores de la familia y el
refuerzo de los roles parentales. El hecho de incentivar la interpelación por parte
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
87
Estructuración del proyecto de familia
del propio grupo, hace que se valoren más,
y que se abran mucho más a plantearse algún cambio. Por ejemplo: en un grupo, hablando
de los espacios propios, dos madres se lamentaban
de que no disponen de un momento para ellas y,
entre otros detalles, coincidían en que una de las
razones es que duermen todavía con sus hijos (uno
de 10 años que vive sólo con la madre; uno de 6
años que es el pequeño de 4 hermanos y duerme con
la madre, mientras que el padre duerme en el comedor). Otra madre del grupo les cuestionó presumiendo
que ella –también sola con su hija– a los 3 años ya
la acostumbró a dormir cada una en su habitación,
aportando todas las ventajas que experimentaba.
O, en otro grupo, un hombre va ilustró al resto en
cómo hacerse valer a la hora de poner un límite a
sus hijos, sin necesidad de chillar ni recorrer a amenazas... al final de todo el proceso, la mayoría del
grupo explicó que una de las cosas que más les
había gustado es aprender a ser más efectivos en
relación a los hijos, sin chillar tanto.
La estructuración de los contenidos se
organiza en base a tres módulos temáticos
que contienen entre 2 y 3 talleres específicos cada uno, para hacerlo máximamente
alcanzable para las familias. Se ha concebido este formato ágil, teniendo en cuenta que
en la vida de las personas y las familias, a
menudo irrumpen factores imprevistos que
pueden interferir su continuidad con el grupo. Por eso los talleres vivenciales –de 2h
cada uno– se agrupan en módulos tan cortos y se realizan en semanas consecutivas,
para que las familias puedan empezar y acabar todo el módulo entero y, por poco que
puedan, fácilmente continuar con el módulo siguiente. El logro de cada módulo se
ritualiza con la entrega de un diploma, así, al
final del proceso suelen disponer de 3 diplomas diferentes que, a pesar de no tener ningún valor académico ni para el mercado de
88
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
trabajo, los aprecian mucho, la mayoría de
participantes, no tienen ningún otro diploma o certificado de méritos.
Todo el programa, con las diferentes fases de desarrollo y en cada aspecto de su
implementación, se ciñe a lo prescrito en la
LOPD, garantizando la protección y la
confidencialidad de todos los datos personales de sus participantes. En este sentido, al
inicio cada participante debe haber cumplimentado una ficha de inscripción con el / la
profesional de referencia, manifestando sus
motivos para incorporarse al programa, y
??firmando su compromiso, que incluye el
protocolo de la LOPD. Después, en el primer
taller, se aprovecha la dinámica de la red para hacer las presentaciones y, a la vez que se contrastan
expectativas y temores, se explicita el compromiso
de confidencialidad para evitar fisgoneos y demás.
Cómo lo hacemos
El planteamiento inicial: en una primera
reunión con el equipo de cada municipio
interesado, se valoran las adecuaciones
pertinentes del programa para cada grupo, y se acuerda el sistema y circuitos de
coordinación que se mantendrán a lo largo
de la implementación del programa.
La composición de los grupos: sobre los
perfiles de las familias, se valora que puedan
ser grupos heterogéneos (con familias nucleares, monoparentales y monomarentales,
o con familias recién llegadas y otras más
arraigadas; familias sin recursos y otras con
trabajo regular...). Aunque también resultan ricos e interesantes los grupos con perfiles más
similares: grupos de madres inmigradas con
hijos pequeños; grupos de madres solas arraigadas al municipio; grupos de familias con
hijos en edades similares... Cabe decir que,
A fondo
en general, con los grupos más heterogéneos,
inicialmente cuesta más de crear un clima
de grupo participativo que responda a los
intereses y necesidades de todos los participantes, a la vez que acostumbran a ser los
grupos más ricos e integradores. Los grupos
homogéneos quizás agilizan este proceso y permiten profundizar más algunos temas, por bien
que pueden perder riqueza de perspectiva en
algunos contenidos. Por ejemplo, en Ripollet se
constituyó un grupo de familias monomarentales, y
alguna de ellas víctima de violencia de género. Nos
plantearon la posibilidad de incluir a 2 familias
monoparentales a las que la DGAIA había concedido la tutela a los padres... Un reto complejo de
entrada, que derivó en una experiencia muy exitosa
y enriquecedora para todas las partes.
El equipo del servicio local es quien propone a las familias para constituir el grupo
de trabajo. Hay servicios que se decantan
por las familias que requieren más apoyo,
mientras que otros optan por proponerlo a las
familias más dispuestas. Se pueden seguir, también, otros criterios, a considerar. Este es un
elemento más que incide en la implicación y
dinámica de cada grupo. En cualquier caso,
des del programa siempre se refuerza la figura del/de la profesional de referencia que
tiene cada familia en el municipio.
El diseño de los módulos permite que se
puedan programar y trabajar de manera
independiente y complementaria, excepto el módulo 1, “Vida en familia”, que es el
inicial con los 2 talleres que lo componen.
Los talleres de los otros dos módulos, el de
Habilidades Socio-Familiares y el de Habilidades Prácticas y Entorno, el 2 y el 3 respectivamente, se adaptan a lo que se valora
más adecuado para cada grupo de familias.
En una reunión conjunta con el equipo local
se deciden, pues, los talleres más adecuados
de estos dos módulos para cada grupo, en caso
de que no se implemente todo el conjunto.
La programación, pues, se adapta a las
modalidades, a los contenidos y al ritmo que
cada equipo considera oportunos. También
se acuerdan el calendario y el horario, que
acostumbra a hacerse coincidir con el horario escolar, de mañanas o tardes, aunque
también se hace al mediodía o al atardecer,
según convenga para cada grupo.
Materiales: al inicio, se les libra a las familias una carpeta con los contenidos del
programa, y donde pueden ir ordenando los
materiales que trabajan en las diferentes sesiones. El final de cada módulo se remarca
con la entrega de un diploma personalizado,
que cubre la doble función de reconocimiento de los aprendizajes alcanzados, y de vinculación al proceso. Acostumbra a ser muy
apreciado por los participantes.
Coordinación: a lo largo de todo el ciclo
se coordinan los profesionales de referencia
de cada familia con la técnica del programa,
para tratar los aspectos organizativos y las
incidencias en relación a cada familia del
grupo. Además, se complementa una ficha
final para cada participante, que se libra a
su profesional de referencia, donde se recogen los elementos funcionales observados,
las potencialidades y los cambios que está
empezando a incorporar.
Evaluación: en la línea de reforzar que
los participantes son los protagonistas
de su propio proceso, en el primer taller
se les presenta “la estrella”, una herramienta muy visual en la que cada brazo representa una de les áreas de la vida familiar. Se
busca facilitarles la perspectiva global de la
mayoría de aspectos que conforman el proyecto de familia. Y para que puedan disponer de un instrumento ágil de autovaloración.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
89
Estructuración del proyecto de familia
AUTOEVALUACIÓN DE LA FAMILIA
Font: elaboració pròpia
90
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
En la entrevista de clausura, se acostumbra a revisar la estrella para reflejar las modificaciones que consideren y para reforzar
los cambios que quieran alcanzar. Entonces,
se les invita a que lo trabajen con su profesional de referencia.
Al finalizar los talleres con el grupo de
familias, se les pasa un cuestionario para que
lo cumplimenten anónimamente, con su valoración de los talleres a modo organizativo
y didáctico.
Al final de cada edición, se hace una reunión de clausura con el equipo local para
valorar la implementación del programa y
su impacto en cada una de las familias. Por
otra parte, se entrega a cada profesional una
ficha con la recopilación de aspectos funcionales observados en cada participante, y
los cambios que se propone o que está incorporando.
Capacitación de equipos: se ofrece también la posibilidad de transferir el modelo
a los equipos locales, la metodología de
trabajo y las herramientas, para que lo pueda incorporar a las propias dinámicas, con
las adaptaciones que se consideren oportunas. En algún caso-como por ejemplo en
Hospitalet de Llobregat– se han realizado
también unas sesiones complementarias de
apoyo técnico a su propia implementación
del programa.
Línea de consolidación: con algunas familias participantes –en Ripoll y Vic– hemos hecho una prueba piloto: al acabar
todo el proceso hemos acordado con SSAP
y ellas entre 4 y 6 sesiones personalizadas para trabajar con todo el núcleo
de convivencia, en el interior del domicilio, alguno de los cambios que habían empezado a impulsar. Ha resultado ser una
experiencia muy satisfactoria para todas las
partes implicadas y que en los próximos
meses se podrá valorar su efectividad en el
tiempo.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
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Estructuración del proyecto de familia
ÍNDICE TEMÁTICO
TALLERES
CONTENIDOS
MÓDULO 1
Taller de identificación del
propio proyecto de familia
- Funciones de la familia
- Modelos de familias
- La familia de origen y la propia familia actual
MÓDULO 1
Taller las raíces y las relaciones familiares
MÓDULO 2
Taller de necesidades personales y necesidades familiares
- Identificación y reconocimiento de
las propias necesidades y las de los
demás
MÓDULO 2
Taller de comunicación y habilidades sociales en familia
- Herraminetas básicas de escucha y
de comunicación asertiva
- La expresión y la contención emocionales
Taller de organización doméstica y roles
- Necesidades organizativas y tareas
cotidianas
- Identificación de los diferentes roles
y responsabilidades familiares
- Identificación y mantenimiento de
normas y límites
MÓDULO 3
Taller de mantenimiento del
hogar y economía doméstica
- La organización y cuidado del hogar
- Bases para la organización y gestión
del presupuesto
MÓDULO 3
Taller sobre el entorno de la
familia
- Redes de apoyo
- Relaciones sociales
MÓDULO 3
Taller sobre la resilienca y los
recursos del entorno
- Capacidades resilientes en la propia
familia
- Recursos de apoyo del entorno
Entrevista personalizada
- Asesoramiento y devolución personalizada
- Valoración final
MÓDULO
MÓDULO 2
MÓDULO 3
92
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
- Costumbres y tradiciones familiares
- Hoja de ruta: proyección de futuro
y expectativas de desarrollo
A fondo
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
93
El Proyecto Paidós: acompañantes de familias
El Proyecto Paidós: acompanyantes de
familias
Marta Sanchís Franch1 y Marta Caramés Boada. 2 Coords.
Resumen
El Proyecto Paidós busca cómo erradicar la pobreza infantil que se transmite
intergeneracionalmente y prevenir los factores de cronificación mediante un trabajo
intensivo, integral e integrado con las familias, los agentes sociales y la comunidad,
para la mejora de la capacitación de las potencialidades, tanto del niño como de su
familia. En el momento actual se han puesto en marcha tres proyectos
experimentales que están en fase de diseño de procedimientos y de indicadores de
evaluación y de selección de familias. El objetivo del Paidós es establecer una
metodología de trabajo que acabe siendo utilizada por los poderes públicos como
una herramienta más efectiva en la lucha por la erradicación de la pobreza infantil
en Cataluña.
Palabras clave: Pobreza, infancia, familias, trabajo social, educación social.
Para citar el artículo: SANCHIS, Marta; CARAMÉS, Marta. El Proyecto Paidós: acompañantes de familias.
Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197, páginas 94-101.
ISSN 0212-7210
Psicóloga, trabajadora social y referente del Proyecto Paidós a Càritas Diocesana de Barcelona.
Doctora en Pedagogía y responsable del Proyecto Paidós. [email protected].
Otros autores y autoras: Naïma Aligua Hansaoui, Dolors Arbonés Mor, Andrea Araujo Taboada, Roser
Astorga Vilalta, Laia Creus Casanovas, Albert Frago Llurda, Jofre Fuguet Gonzano, Marta Gómez Rodríguez,
Maru González Bosch, Manel Grande Ordoñez, Loli Ibáñez Iturat, Sònia López Martínez, Cristina Maymó
Puig, Alejandro Ovejero Scaglia, Ona Pich Sánchez , Marina Quinto Ferreres, Raquel Renes Grande, Marta
Ripoll Moliner, Juana Valera Parra.
Entidades: Càritas Diocesana de Barcelona, Fundació Pere Tarrés y Suara Cooperativa.
1
2
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
Abstract
The Paidós project seeks to eradicate child poverty which is transmitted between
generations, and prevent the factors that make it chronic, through a work intensive,
comprehensive and integrated with families, the social partners and the community,
for the improvement of the training of the potentialities, both children and their
family. At the present time three pilot projects are in the phase of design of
procedures and indicators for evaluation, and selection of families. The Paidós
project aims to establish a working methodology which could be used by public
authorities as a more effective instrument in the struggle for the eradication of
child poverty in Catalonia.
Key words: Poverty, children, families, social work, social education.
Antecedentes del Paidós
El Proyecto Paidós nace de una preocupación y de una pregunta. La preocupación
de Cáritas Diocesana de Barcelona por la
situación de pobreza en la primera infancia
y la pregunta de si los gobiernos, las entidades sociales y la ciudadanía somos capaces
de hacer algo diferente para que no se perpetúe. Desde hace años, diferentes estudios
y desde diferentes organizaciones se insiste
en mostrar que las familias con niños y en
situación de pobreza económica son las que
están sufriendo con más dureza el momento crítico que vivimos, ese que llamamos
crisis económica.
Ya hace tiempo que desde Cáritas se
tomó la decisión de profundizar en el análisis de cómo se está trabajando con los niños
y sus familias desde los diferentes proyectos
socio-educativos de la organización. De este
análisis nacen diferentes propuestas, una de
las cuales, validada por un grupo de expertos, es la que se denominará Paidós. El Proyecto Paidós busca cómo erradicar las consecuencias
de la pobreza infantil que se transmite intergeneracionalmente y prevenir sus factores de
cronificación, mediante un trabajo intensivo, integral e integrado con las familias, los agentes sociales
y la comunidad, para la mejora de la capacitación
primeriza de las potencialidades, tanto del niño como
de su familia.
Esta perspectiva de trabajo integral con
las familias, los agentes sociales y la comunidad surge de la experiencia y práctica educativa de otros equipos profesionales que ya
conocen otras formas de trabajar y concretan en este proyecto prácticas, perspectivas
teóricas y metodologías, para dar un paso
adelante. De estas experiencias destacaremos
la de los Educadores/as familiares; recurso que
se desarrolló en Cáritas desde el año 1999
hasta el 2003 y desde el cual se realizaba un
trabajo educativo en el propio hogar de las
familias. Los educadores/as ampliaban la
tarea que hacían las trabajadoras familiares;
ofreciendo un acompañamiento educativo
adaptado a la vida cotidiana de cada familia.
Señalaremos también la amplia experiencia que tienen las profesionales de los espacios de apoyo materno-infantiles, también de
Cáritas, que trabajan con madres en situación de vulnerabilidad, dando un acompañamiento de la vinculación madre-hijo para
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El Proyecto Paidós: acompañantes de familias
el aprendizaje del cuidado de la pequeña infancia.
Y, finalmente, otra experiencia de la cual
bebe, también, el Proyecto Paidós es el
equipamiento situado en el barrio La Font
de la Pólvora, de la ciudad de Girona, promovido por el Ayuntamiento de la ciudad,
en el año 2005, para trabajar con las familias del barrio que tienen dificultades en el
cuidado y acompañamiento de sus hijos. De
esta experiencia hay aspectos que el proyecto Paidós “toma en préstamo”, como es la
idea de trabajar de forma continuada con el
conjunto de la familia; y también la idea de
que este trabajo sea a la carta, en lugar de
ofrecer menú de planificaciones educativas.
Pensamos que este trabajo en singular, a la
carta, es una de las características de muchos proyectos de Cáritas. Un trabajo a la
carta para cada adulto, para cada niño y para
cada familia, que suele ser, además, para un
período de tiempo bastante largo. Una forma de trabajar que ha hecho posibles algunas pequeñas-grandes transformaciones en
„ Un trabajo a la carta para cada
adulto, para cada niño y para
cada familia, que suele ser,
además, para un período de
tiempo bastante largo. Una
forma de trabajar que ha hecho
posibles algunas pequeñasgrandes transformaciones en
situaciones de dificultad de
muchos niños y sus familias.
situaciones de dificultad de muchos niños y
sus familias.
Objetivos generales y específicos
del Paidós
Desde la práctica y saber profesional de
estas y otras experiencias, así como de su
puesta en común entre varios profesionales,
se elaboraron los objetivos generales y específicos del Proyecto Paidós.
Los objetivos son:
1. Incrementar las competencias parentales y marentales.
1.1. Aumentar el nivel de conciencia en torno a las características, aspectos a mejorar y
capacidades de sus hijos/as
1.2. Identificar las necesidades de sus hijos/as.
1.3. Desarrollar un cuidado adecuado a las necesidades de sus hijos (alimentación, salud,
seguridad y emocionales).
2. Aumentar los factores de protección y resiliencia de los niños.
2.1. Desarrollar las capacidades para establecer vinculaciones positivas.
2.2. Adquirir un desarrollo adecuado a su etapa evolutiva.
3. Facilitar una circulación social de las familias en su medio o entorno más
cercano.
3.1. Desarrollar las capacidades relacionales con el entorno.
3.2. Conocer los recursos y servicios del medio o entorno más cercano.
3.3. Realizar un uso adecuado de los servicios comunitarios.
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
El acompañamiento socioeducativo se abordará desde tres ámbitos y tres espacios de
incidencia:
Concreción del Paidós
El Proyecto Marco del Paidós, elaborado conjuntamente por Cáritas Diocesana de
Barcelona, Suara cooperativa y la Fundació
Pere Tarrés, guiará la práctica educativa que
desarrollarán los diferentes equipos de trabajo. En estos momentos los tres primeros
equipos de Paidós ya han empezado a trabajar: el distrito de Ciutat Vella de Barcelona, el Paidós-Barceloneta; en Hospitalet de
Llobregat, Paidós-Hospitalet; y en Sant Adrià
de Besòs, el Paidós-Sant Adrià.
El equipo de cada Paidós está constituido por un director/a, un trabajador/a social, un psicólogo/psicóloga, dos educadores/
as sociales y un trabajador/a familiar. En el
momento actual, todos ellos están en la fase
de selección de familias, de diseño de los
itinerarios de trabajo con ellas, y de elabora-
ción de los Planes de Trabajo Familiar, conjuntamente con las familias y con los
trabajadores sociales de referencia que los
acompañan. También del diseño de los
indicadores de evaluación a la que el proyecto deberá someterse.
Consideramos interesante, en esta fase
inicial del Proyecto, reflejar las vivencias que
están experimentando cada uno de los equipos ya constituidos.
1. Paidós-Sant Adrià. El compromiso y la creatividad como punto de partida.
“Ilusión, energía, compromiso, innovación, oportunidad, creatividad... Es el punto de partida del
equipo del Paidós de Sant Adrià de Besòs. Como
profesionales tenemos la suerte de empezar a diseñar un nuevo proyecto y estamos convencidos de que
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
97
El Proyecto Paidós: acompañantes de familias
hay que hacer un proceso y recorrer un camino
con la colaboración de todos. A lo largo del tiempo
de preparación hemos estado imaginando servicios, acordando metodologías, entendiendo el cómo
y por qué se pueden hacer las cosas, y buscando un
nuevo enfoque para el trabajo con familias. Después habrá que escuchar, observar, acompañar y
respetar la realidad de las familias para introducir su participación. De esta manera participarán del proceso de crecimiento del Paidós.
La herramienta más valiosa a la hora de trabajar con las familias son ellas mismas. El papel
de los profesionales se centrará en potenciar sus capacidades y apoderarse para que sean ellas el propio motor de cambio, para que encuentren un
mañana de oportunidades, de futuro, que posibilite
y facilite el conocimiento de todas sus potencialidades personales y familiares. Trabajar para la
estigmatización de las familias multiasistidas, o la
falta de oportunidades, no sea el marco donde generación tras generación se perpetúe el círculo de la
pobreza. Pretendemos que las familias sean protagonistas de un cambio, de una nueva vivencia, y de
saber y sentir que es posible un nuevo camino. El
Paidós de Sant Adrià de Besòs se desarrollará en
un piso ubicado en una planta baja con patio, y
con acceso directo desde la calle. Organizaremos el
espacio con el objetivo de que sea lo más parecido a
un hogar, haciéndolo acogedor para que las familias se sientan cómodas”.
„ “Pretendemos que las familias
sean protagonistas de un cambio,
de una nueva vivencia, y de
saber y sentir que es posible un
nuevo camino”.
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
2. Paidós-Hospitalet. El nacimiento de un proyecto: iniciar la
relación vincular con las familias
“Durante el embarazo se produce un proceso de
adaptación física y psicológica de los futuros padres
al feto en crecimiento. Nosotros estamos viviendo un
proceso similar en estos meses de creación del proyecto, en la organización del espacio, en la selección de
familias y en el conocimiento del territorio. El equipo vive con mucha ilusión el encargo de poner en
marcha un nuevo proyecto, pero también es consciente de la gran responsabilidad que conlleva. Entendemos que este proyecto es innovador por la
confluencia de diferentes elementos clave que forman
un todo mucho más potente que la suma de las
partes: 1) Está centrado en el trabajo con familias
que tienen hijos entre 0 y 6 años: la primera infancia como espacio privilegiado de trabajo de la
parentalidad positiva y para apoyar el desarrollo
óptimo de los niños para que tengan una efectiva
igualdad de oportunidades. 2) Confía en los padres
y madres, los apodera, los hace sentir capaces. Una
familia consciente de sus capacidades será una familia más segura y autónoma, con más posibilidades de implicarse en su proceso de mejora y de ofrecer
un modelo educativo estable y coherente a sus niños.
3) Atiende a todo el sistema familiar de forma
integral, trabajando el conjunto de relaciones que se
dan, todas las necesidades, con un acompañamiento desde diferentes perfiles profesionales.
Nuestras herramientas de trabajo son: 1. Los acompañamientos, no sólo entendidos como una metodología o acción, sino también como una filosofía de
trabajo que impregna toda la intervención educativa y psicológica. 2. Los espacios familiares, que
planteamos para la convivencia y la participación,
en los que se desarrolla una labor educativa, no
asistencial, y donde se trabaja la creación y fortalecimiento de los vínculos de relación positivos. 3. El
trabajo comunitario realizado más allá de los contex-
A fondo
tos habituales de la familia, para que nuestro espacio educativo no se convierta en un recurso cerrado.
Y 4. El apoyo psicológico para mejorar las dinámicas relacionales”.
3. Paidós-Barceloneta. Trabajando
de forma integral y sistémica con
las familias y su entorno.
“En la Barceloneta, estamos realizando entrevistas iniciales con algunas familias y otras ya empiezan a venir los diferentes espacios de trabajo. El
equipo está muy ilusionado en llevar a cabo un
proyecto que trabaja con todos y cada uno de los
miembros de una familia desde una mirada sistémica,
viendo, observando, acompañando a la familia en
lo que sea necesario para salir de una situación que
los angustia y que al mismo tiempo los aleja de su
proyecto vital.
El hecho de trabajar con toda la unidad
familiar es un hecho innovador y diferencial
de otros proyectos. Paidós no es un materno-infantil, no es un espacio familiar, no es
un centro abierto, no es un servicio de inserción, no es un centro de formación permanente, no es un centro de terapia familiar,
no es un servicio de ayuda a domicilio, no es
nada de esto, pero puede serlo en un momento determinado. Para el equipo, el Paidós
es un todo integral para trabajar con las familias dentro del centro, a la comunidad, o
en el domicilio. No queremos hacer coordinaciones sin que las familias vean la necesidad de hacerlas, porque la intención no es
ser un servicio del que dependen las familias, sino un servicio para acompañar y para
apoderarse de las mismas.
Paidós-Barceloneta está ubicado en una antigua iglesia reconvertida en equipamiento de servicios sociales (centro abierto, formación de adultos,
centro juvenil, espacio de adolescentes y espacio
polivalente para charlas, encuentros, del barrio).
Estamos, por tanto, en un espacio privilegiado con
muchos recursos dentro del mismo edificio, lo que
facilitará el acompañamiento y el acceso a otros
servicios necesarios para las familias. Actualmente
el Paidós Barceloneta está empezando a hacer entrevistas de ingreso con las familias derivadas de
Servicios Sociales, de EAIA y de las Trabajadoras Sociales de Cáritas, para conocer las necesidades y poder así dibujar conjuntamente con ellas un
itinerario a medida. Sabemos que este trabajo no lo
hacemos solos, que hay muchos profesionales trabajando desde hace años en los barrios y con la gente.
Esperamos ser un espacio más en la Barceloneta
que intenta trabajar junto a las familias buscando
sencillez en el oficio de acompañar”.
Conclusión: Paidós. Acompañantes de familias
Convertirse en acompañantes de familias es
un compromiso para llevar adelante este
proyecto, una manera de trabajar. Tener la
oportunidad de trabajar de forma integral y
con tiempo largo con las familias es un privilegio que hay que aprovechar, siguiendo el
camino marcado por otros compañeros y
compañeras de diferentes servicios, que lo
han hecho aprovechando rendijas institucionales y con trabajo compartido.
Pensamos que hay que «escuchar y observar las realidades familiares para introducir su participación», como escriben desde
Sant Adrià. Buscaremos la comprensión de
las formas de funcionamiento familiar, buscando que sean las propias familias «el motor de cambio». También desde Hospitalet
se recoge la idea del “respeto y la escucha
atenta al proceso de las familias”, con un
acompañamiento adecuado, que no sea
invasivo. Además, el acompañamiento se
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El Proyecto Paidós: acompañantes de familias
realiza con toda la unidad familiar, tal como
nos indican desde la Barceloneta. Así, los
espacios educativos que se están diseñando
buscan reflejar momentos cotidianos de la
relación familiar: espacios de juego, de cuidado, de las comidas, espacios lúdicos en el
barrio, en los domicilios.
Sabemos que la responsabilidad de la situación de vulnerabilidad que viven muchas
familias no es sólo suya. No es sólo con su
apoderamiento y potenciando sus capacidades que podremos hacer posibles los cambios que hay que trabajar. Serán necesarias
actuaciones más globales en relación con
estas familias. Desde el Paidós se procurará
hacer otras actuaciones que mejoren las condiciones de vida de las familias atendidas:
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
vivienda y condiciones laborales dignas, salud, entre otras.
Estamos en los inicios, en la ilusión y la
incertidumbre de lo que vendrá. La finalidad
sería que los territorios, los y las profesionales
y las familias puedan aprovechar este recurso
y que se convierta en lo que deben ser los
recursos sociales y educativos: espacio de todos. Sabemos que tenemos que trabajar discretamente y con humildad con las familias
y los compañeros. Porque con la misma práctica silenciosa que mantiene la intimidad de
la gente, podemos mostrar otra forma posible
de acompañar y escuchar lo que las familias y
los niños más pequeños nos indiquen, para
ayudarles a superar las graves dificultades
de desarrollo en las que están viviendo.
A fondo
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
101
El trabajo con familias de pacientes ingresados
El trabajo social con familias de pacientes
ingresados en unidades de larga estancia
socio-sanitaria
Lydia Gómez Rodríguez 1
Resumen
Este artículo intenta mostrar una fotografía actual del trabajo social con familias
en las Unidades de Larga Estancia de los Centros Socio-sanitarios en Cataluña.
Ref lexiona sobre las diversas tipologías de familias y la complejidad que conlleva
al trabajo social actual esta diversidad. Recoge estrategias de intervención con
cada tipología de familia, con el equipo de los centros y algunas reflexiones para el
futuro de nuestra profesión en el ámbito socio-sanitario.
Palabras clave: Programa Vida als anys, dependencia, cuidador principal,
claudicación, conflicto deontológico, equipo interdisciplinario, formación específica.
Para citar el artículo: GOMEZ RODRÍGUEZ, Lydia. El trabajo social con familias de pacientes ingresados en
unidades de larga estancia sociosanitaria. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya,
diciembre 2012, nº 197, páginas 102-108. ISSN 0212-7210
Abstract
This article explains the actual situation about the Social Work relating to families
with relatives hospitalized in Long Term HealthCare Centers in Catalonia. The
text shows different tipologies of family and how the wide profile of users is an
added complexity for the development of the Social Work. The article summarizes
helping strategies for the concret needs of every family working together with the
center staff. And finally, it reflects about the future of our profession in the social
and healthcare environment.
Key words: Vida als anys Program, dependence, primary caregiver, claudication,
conf lict of ethics, interdisciplinar y team, specific training.
1
Trabajadora social y Máster en Gerontología social. Trabajadora social Centres Blauclinic. [email protected]
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
El programa vida als anys (Vida
a los años)
En 1986 el Departamento de Sanidad y
Seguridad Social creó el Programa Vida als
Anys (PVAA Orden de 29 de mayo de 1986),
que integraba los servicios sociales y los sanitarios en una misma y única prestación,
para mejorar la atención a las personas mayores enfermas, enfermos crónicos y personas en situación terminal.
La Ley 15/1990, de 9 de julio, de ordenación sanitaria de Cataluña, prevé en su artículo
8 que el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut),
de acuerdo con las funciones que le son propias, lleve a cabo actividades de atención
socio-sanitaria. A la luz de esta normativa y
de este impulso del modelo, se fueron añadiendo los diferentes servicios: inicialmente
los de larga estancia y los hospitales de día, a
continuación, ya el año 1990, los equipos de
apoyo, el Programa de Atención Domiciliaria - Equipo de Soporte (PADES), la Unidad
Funcional Interdisciplinaria Socio-sanitaria
(UFISS) y, a partir de 1992, las unidades de
convalecencia y cuidados paliativos.
Las unidades de larga estancia
socio-sanitarias
Las unidades de Larga Estancia (ULE)
fueron de las primeras en ofrecer atención
continuada a personas con enfermedades o
procesos crónicos que presentan diferentes
niveles de dependencia y varios grados de
complejidad clínica y que no pueden ser atendidas en su domicilio.
El contingente más importante constituye lo que podríamos llamar larga estancia
geriátrica.
Actualmente las ULE son una prestación
garantizada para las personas en situación
de dependencia, en aplicación de la disposición adicional quinta de la Ley 12/2007,
de 11 de octubre, de Servicios Sociales. Tener la solicitud de dependencia tramitada no
es requisito obligatorio para ingresar en las
ULE. En cambio es una obligación, por parte del departamento de Trabajo Social de
cada centro, de asegurarse de que el paciente con dependencia tramitada es valorado/
revisado de grado (aunque puede no alcanzar ninguno) y elaborar o modificar el Acuerdo PIA si es necesario, dejando constancia
de los recursos utilizados por el usuario y
del coste del recurso actual.
Los usuarios de las unidades de
larga estancia socio-sanitarias
Las ULE están dirigidas a la atención
continuada de personas con enfermedades
o procesos crónicos que presentan diferentes niveles de dependencia y diversos grados de complejidad clínica y que no pueden
ser atendidas en su domicilio. El perfil del
usuario de estas unidades ha tenido características comunes en los últimos años. Se trata, en la mayor parte de los casos, de pacientes
geriátricos con pluripatología, fragilidad, apoyo social-familiar insuficiente o inexistente y
con difícil retorno al domicilio por la alta
dependencia.
Año tras año se vuelve más complicado
potenciar la autonomía del paciente dado el
aumento del número de usuarios de las ULE
con algún tipo de alteración cognitiva y/o
mental. Esto repercute directamente en la
organización de nuestro trabajo. Si el paciente
no es interlocutor válido, la familia se convierte en nuestra principal fuente de información y herramienta de trabajo.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
103
El trabajo con familias de pacientes ingresados
Tipología de usuarios de las ULE
Los usuarios habituales de las ULE son
los pacientes geriátricos, pacientes demenciados, con enfermedades psiquiátricas,
discapacitados y enfermos con VIH.
„ Un colectivo a destacar son los
pacientes sin familia, sin domicilio y sin apoyo social.
Un colectivo a destacar son los pacientes
sin familia, sin domicilio y sin apoyo social.
Se trata de personas mayores que han llegado a una situación límite por falta de recursos y apoyo y personas inmigrantes que no
tienen red informal de apoyo. A menudo
estos dos colectivos comparten la característica de no tener familia, no tener ingresos
o muy reducidos y la dificultad de comunicación. La gente mayor puede tener patologías asociadas como el deterioro cognitivo o
los problemas auditivos, y en el caso de los
inmigrantes no se pueden obviar las diferencias idiomáticas y culturales.
Por último, no olvidemos todos aquellos
pacientes que ingresan en las ULE por un
problema sanitario que, una vez resuelto, no
tienen domicilio, cuidador ni red informal
que pueda cubrir sus necesidades básicas. Son
pacientes que cuentan con ingresos muy reducidos (PNC, SOVI, prestación de paro para
mayores de 52 años, etc.) o sin ingresos y
que no alcanzan ningún grado de dependencia. Son personas que quedan excluidas del
sistema de servicios sociales tal y como la
ley establece actualmente el acceso (a través
del grado II o III de dependencia).
104
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Estrategias de intervención según la tipología de familias de los
pacientes de las ULE
El aumento de la esperanza de vida ha
propiciado la mayor incidencia de enfermedades cerebrovasculares, demencias y el aumento de la dependencia física en los usuarios
que ingresan en estas unidades. Este hecho
ha incidido directamente en las características de las familias que los acompañan, que,
en muchos casos, muestran signos de agotamiento, claudicación y angustia.
„ Familiares de edad avanzada: parejas, hijos, primos y sobrinos de pacientes que superan los 70 años. También
sufren problemas de salud que, en ocasiones, incluso han comportado un ingreso también del cuidador en la ULE.
En ocasiones el paciente ingresa en la
ULE en concepto de descanso familiar,
ya que requiere cuidados sanitarios que,
en aquel momento, el cuidador principal no puede ofrecer por problemas
de salud o intervenciones quirúrgicas.
En estos casos, nos encontramos la posibilidad de realizar el ingreso del paciente dependiente y posteriormente el
ingreso de su cuidador.
„ Familiares con otras cargas familiares. Estas cargas les limitan como
cuidadores de la persona ingresada en
la ULE. Muchos son cuidadores de
nietos o de otros familiares de edad
avanzada. Es muy común que comenten que para venir al centro tienen que
dejar solos a los suegros, padres... Eso
repercute y produce sentimientos contradictorios de culpa por el ingreso de
su familiar y a la vez de alivio por el
descanso que comporta tenerlo ingre-
A fondo
sado. Muchos cuidadores “encadenan”
los cuidados de diferentes familiares,
en el tiempo. Empiezan cuidando a un
padre, después la madre, los suegros...,
hasta que llegan ellas mismas a necesitar cuidados. Y no olvidemos el papel
tan importante que tienen hoy en día
los abuelos que cuidan de los nietos
durante la jornada laboral de los padres. Todas estas cargas hacen que la
calidad de los cuidados que pueden
ofrecer se vea comprometida y que,
finalmente, cuando se produce el ingreso en la ULE, los conflictos emocionales, los signos de agotamiento,
claudicación y angustia aparezcan de
golpe, dificultando el proceso de adaptación de la familia y del paciente al
centro. A este hecho se añade la ayuda
tan limitada que pueden ofrecer los familiares en edad laboral que trabajan, tienen cargas familiares y en un contexto
de crisis como el actual no pueden dedicar parte de su tiempo ni de sus ingresos en el cuidado del paciente.
„ Familias desestructuradas o “no
sanas” donde las relaciones familiares
están deterioradas. Nosotros intervenimos en un momento puntual de su
vida, durante la estancia del paciente
en las ULE. La historia familiar previa
puede ser compleja y los interlocutores
pueden dar una información subjetiva
y parcial. En estos casos se hace fundamental la coordinación con los recursos de Atención Primaria de Salud
y de Servicios Sociales, durante todo el
proceso de intervención social familiar.
Nuestro tiempo de intervención es limitado por la duración del ingreso, por
tanto será difícil trabajar determinados
„ Nuestro tiempo de intervención
es limitado por la duración del
ingreso, por tanto será difícil
trabajar determinados aspectos
a largo plazo. El seguimiento de
las situaciones familiares se
tendrá que traspasar a los recursos que continuaran la intervención social en el alta.
aspectos a largo plazo. El seguimiento
de las situaciones familiares se tendrá
que traspasar a los recursos que continuaran la intervención social en el alta.
„ Familiares afectados por enfermedades mentales. Se hace muy difícil
intervenir a nivel familiar en estos casos, ya que, generalmente, no disponemos de formación específica sobre
salud mental. Trabajar en un caso en
el que tanto el paciente como el familiar de referencia tienen problemas
cognitivos/mentales, supone un grave
inconveniente. La capacidad para entender la situación y para planificar los
recursos en el alta, puede estar muy
alterada. Normalmente, este tipo de
familiares dificultan mucho el trabajo
de todo el equipo. Y nos encontramos
con el dilema ético si serán cuidadores
válidos. En estos casos se hace imprescindible la coordinación con los recursos de la red de salud mental (CAPSM).
„ Cuidadores privados que ejercen
como referentes porque los familiares
cercanos ya han muerto o la persona
no tiene ningún otro apoyo. En estos
casos nos podemos debatir en un conflicto deontológico, dado que a veces
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
105
El trabajo con familias de pacientes ingresados
el paciente no ha podido nombrar a
esta persona como interlocutora. Podemos dudar sobre qué obligaciones
puede tener un cuidador que cobra por
su servicio, y hasta qué punto tenemos
que tratarlo como si fuese el familiar
referente. Generalmente, en estos casos
usamos nuestro criterio profesional, que
nos indica si el cuidador privado tiene o
no un interés ilícito en reconvertir su
rol profesional en un rol familiar.
Los requerimientos de la administración
No hay que olvidar que, como recurso
sanitario, la Administración ha establecido
unos requerimientos que nos obligan a desarrollar nuestra tarea en un tiempo limitado (123 días). Teniendo en cuenta que la
resolución de problemas y la accesibilidad a
recursos a domicilio y/o residenciales se ve
ralentizada por los trámites y las listas de
espera, es muy posible que nuestros usuarios tengan que volver a su domicilio sin esa
ayuda que tanto precisan. Esto provocará
reingresos hospitalarios y posteriormente el
regreso de nuevo a las unidades de larga estancia. No es extraño detectar casos de pacientes que han hecho diferentes estancias
en ULE de diferentes centros en los últimos
meses, con intervalos de ingresos hospitalarios y retornos a domicilio.
Intentamos evitar que las ULE se conviertan en lugares donde permanecer a la
espera de la tan deseada plaza residencial
social. Pero la realidad es otra. La alta dependencia de los pacientes y la complejidad
sanitaria, sumadas a las características de las
familias que antes mencionábamos, hace muy
difícil esta tarea.
106
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Desarrollo del trabajo social en
las unidades de larga estancia
En este contexto, el trabajo social con
familias en las ULE se desarrolla como una
rama del trabajo social sanitario que requiere formación específica y, cada vez más,
variada (gerontología, salud mental, sanidad,
cuidados paliativos, inmigración, VIH, familias desestructuradas, etc.).
El/la trabajador/a social necesita, para
desarrollar óptimamente su labor, conocimientos muy variados, habilidades específicas y desarrolladas y formación psicológica,
que actualmente se adquieren con la experiencia, el trabajo interdisciplinar, la coordinación con otros recursos/profesionales y
la formación específica.
En un contexto como el actual, de ajustes presupuestarios y recortes sociales, la formación específica complementaria para
nosotros atraviesa un momento complicado. Las ratios de pacientes-trabajador/a social están sobrepasadas, principalmente
porque ninguna normativa establece cuál
debe ser para las ULE. Por este motivo encontramos profesionales que sufren una sobrecarga de trabajo que no les permite
disponer de tiempo para formarse.
Este hecho se ve agravado por los recortes económicos que también han llegado a
la formación interna de los centros.
„ Últimamente, la última tarea que
también tenemos que asumir es
la función de gestionar Acuerdos
y Modificaciones de Acuerdos
PIA, hecho que dificulta alcanzar adecuadamente todas las
otras tareas del día a día.
A fondo
Últimamente, la última tarea que también
tenemos que asumir es la función de gestionar Acuerdos y Modificaciones de Acuerdos PIA, hecho que dificulta alcanzar
adecuadamente todas las otras tareas del día
a día.
Podríamos decir que la polivalencia de
los trabajadores/as sociales en general y en
especial a los centros socios-sanitarios (calidad que puede ser muy útil) se vuelve a
menudo un handicap para poder desarrollar
un trabajo de calidad. Cuando las tareas a
desarrollar son tan variadas, y algunas de ellas
complejas y que llevan añadida una responsabilidad importante (no reconocida), el profesional de trabajo social puede encontrarse
saturado, sobrepasado y desmotivado. Esto
puede conllevar que no sea capaz de trabajar adecuadamente y que se acabe convirtiendo en un técnico burócrata que se ve
abocado a limitar las intervenciones con los
pacientes y las familias por falta de tiempo.
Y como efecto secundario se den situaciones en la que no se pueden coordinar adecuadamente recursos al alta para asegurar
una continuidad de los cuidados del paciente fuera de las ULE.
Para evitarlo hay que reivindicar cuál es
nuestro papel fundamental en las ULE y
empezar por trabajar siempre en equipo,
dentro y fuera del centro socio-sanitario.
Mantener contactos permanentes con los
profesionales del trabajo social de otros centros y organismos sociales y de salud. Luchar por una formación continuada y
colaborar en la formación de los futuros profesionales del trabajo social. Y nos los centros es necesario hacer formación interna
para compartir nuestros conocimientos y experiencias con otros profesionales y dar a
conocer nuestra profesión para dotarla del
valor y el respeto que merece. Hay que tomar medidas que en ocasiones parecen poco
importantes, pero que pueden volverse fundamentales, como es establecer un espacio
físico íntimo y adecuado para atender a los
pacientes con poca movilidad y a las familias. Establecer un horario de atención con
cierta flexibilidad para garantizar un tiempo
adecuado para atender a cada persona, así
como un horario definido y no demasiado
extenso de reuniones interdisciplinares.
Y no olvidar nunca que detrás de un diagnóstico médico, de un problema social, de
un número de habitación, tenemos a personas que pasan por un momento de crisis
personal y que requieren un tratamiento
individualizado.
Reflexiones
Aunque la fotografía de la situación actual del trabajo social con familias en las ULE
no parece muy alentadora, no debemos olvidar que nuestra función ha sido fundamental en el desarrollo de este recurso.
El/la trabajador/a social gestiona el ingreso en la ULE, hace la acogida al paciente
y a la familia, ayuda en el proceso de adaptación, gestiona los recursos adecuados (dependencia, discapacidad, servicios a domicilio...).
La finalidad es garantizar la continuidad de
la atención al alta y coordinar todo este pro-
„ La finalidad es garantizar la
continuidad de la atención al
alta y coordinar todo este proceso con los profesionales del equipo interdisciplinario y con los
servicios y recursos que intervendrán en el alta.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
107
El trabajo con familias de pacientes ingresados
ceso con los profesionales del equipo
interdisciplinario y con los servicios y recursos que intervendrán en el alta. Acompañamos al paciente y a la familia dentro del
sistema y los orientamos y apoyamos, escuchando activamente y gestionando todos
aquellos recursos que pueden necesitar
(voluntariado, asesoramiento legal, acompañamiento espiritual, etc.).
La familia es fundamental en todo este
proceso, y nuestro trabajo es enriquecedor
ya que los ayudamos en este camino, apren-
diendo de ellos y de su capacidad para resolver los inconvenientes que van surgiendo
paulatinamente.
Nos queda todo un camino por recorrer.
Hay que reinventar el trabajo social con familias en el ámbito de la salud en general, y
en el ámbito socio-sanitario en particular, a
la espera de las nuevas realidades que el sistema de salud nos deparará. Y, cómo no, de
las nuevas realidades sociales y familiares que
surgirán en una sociedad en pleno proceso
de cambio.
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10/12).
A fondo
Infancia, Trabajo Social y... Familias
Carme Fernández Ayerbe1
Resumen
En este artículo se pretende reflexionar sobre los principios que sustentan las
posibilidades de intervención con las familias desde el trabajo social, y en particular respecto al ámbito de la infancia. El trabajo social como práctica vinculada a
dispositivos complementarios a las funciones que en el pasado sustentaba a solas a
la familia, debe acotar cuáles son sus límites y posibilidades, porque en este ámbito
se problematiza la localización del sujeto y el objeto de la intervención. Para hacer
esta reflexión el artículo hace un retorno a los principios que sustentan el ejercicio
profesional.
Palabras clave: Objeto, sujeto, malestar psicosocial, reconocimiento, singularidad.
Para citar el artículo: FERNÁNDEZ AYERBE, Carme. Infancia, Trabajo Social y... Familias. Revista de Treball
Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197, páginas 109-118. ISSN 0212-7210
Abstract
This article aims to reflect on the principles underpinning the possibilities for
intervention with families from social work, particularly with respect to the area of
childhood. Social work as a practice linked to ancillary functions that once sustained
the family alone, you should limit what your limits and possibilities in this area
because it questioned the location of the subject and object of intervention. To this
thought the paper makes a return to the principles underpinning professional
practice.
Key words: Object, subject, psychosocial distress, recognition, uniqueness.
1
Trabajadora social. Coordinadora del EAIA de Hospitalet. [email protected].
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
109
Infancia, Trabajo Social y... Familias
La práctica del trabajo social en el ámbito de la infancia está asociada al trabajo con
familias, pero la intervención con las familias no es exclusiva del trabajo social, otras
disciplinas se ocupan y varias teorías dan
cuenta de ello. ¿Qué especificidad aporta el
trabajo social? La práctica profesional debe
estar asociada a unos principios teóricos y
éticos para garantizar su cuerpo como disciplina, con lo cual no nos queda más que preguntarnos por los conceptos que la sustentan:
¿Qué objeto para el trabajo social? ¿Qué es
“La Familia”? ¿Por qué y cómo en el ámbito
de la infancia el trabajo social puede concebir a la familia como sujeto de su intervención? ¿Desde qué posición ética se puede
hacer efectiva esta práctica? Citando a T.
Zamanillo debemos avanzar en integrar los
vértices de teoría, técnica y ética, que deben encontrarse articulados en todo proceso de intervención
social de la posmodernidad.2 Este es el resultado
de mis reflexiones, donde intento hacer explícito mi supuesto teórico sobre el trabajo social con familias en el ámbito de la infancia.
Acotar el objeto del trabajo social
A mediados del s. XIX, en Inglaterra, en
un entorno de pobreza y desigualdad que
amenazaba el orden social, es donde surgen
desde una función de control social las primeras intervenciones, que luego derivaron
en las prácticas del trabajo social. Desde
aquellos orígenes, diferentes ideologías y
movimientos teóricos han influido en la configuración de cuál es el objeto del trabajo
social y qué objetivo dirige su intervención,
aspectos ambos que aún requieren de investigación y profundización para resolver los
2
T. Zamanillo. 2009.
110
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
problemas de identidad de nuestro colectivo profesional.
T. Zamanillo, en Apuntes sobre el objeto en
Trabajo Social, sitúa el elemento constitutivo
del trabajo social en la interacción entre
los problemas individuales y sociales, de modo
que el objeto de conocimiento del trabajo
social “queda ordenado en el ámbito de la
interacción entre lo objetivo y lo subjetivo
del problema, porque aunque todos los problemas del individuo sean psicosociales no
siempre le afectan de la misma manera. (...)
Las necesidades no tienen un significado en
si mismas (…) sino que es el propio individuo quien les atribuye un significado en el
proceso de interacción social que cada uno
mantiene con los demás”. También nos dice
que el malestar psicosocial, más que los
problemas o necesidades sociales, ha sido
aquello con lo que se ha enfrentado el trabajo social. Este concepto apunta a un conflicto entre una situación alienante para el
sujeto que necesita ser reconducida a otra
en la que las condiciones de mejora y oportunidades tengan lugar. El trabajo social configura aquí su objetivo: contribuir a crear
condiciones de posibilidad con su acompañamiento y apoyo a las capacidades e inicia-
„ El trabajo social configura aquí
su objetivo: contribuir a crear
condiciones de posibilidad con
su acompañamiento y apoyo a
las capacidades e iniciativas
donde el protagonista de los
cambios es el propio sujeto del
malestar.
A fondo
tivas donde el protagonista de los cambios es el propio sujeto del malestar.
Por otra parte, en Invitación a un trabajo
social reflexivo apunta, retomando a Mary
Richmond, que la singularidad de la intervención social “es la acción ejercida sobre el
medio social en el cual se desarrolla el individuo”. Y, diferenciándolo del campo de la
sociología y la psicología social, señala que
en trabajo social el campo es microsociológico, y hablamos de individuo y situación,
el ambiente que rodea al individuo, un campo más pequeño que atañe más a los fenómenos que lo condicionan o determinan, el
de las situaciones de malestar psicosocial que
lo dañan e impiden su desarrollo.
Por otra parte J. M. Barbero, en Treball
social en acció. Mètode i autogestió en la pràctica
professional, también da relevancia a los flujos de la interacción individuo-entorno,
pero pone como centro de la intervención
las relaciones sociales de marginación o exclusión. Destaca la dimensión social de los problemas y constituye el entorno (sin reducirlo al
recurso) en el instrumento para comprender
y cambiar las situaciones (individuales y colectivas). Sitúa al objeto de la intervención
en el conocimiento y modificación de la relación social de las personas y su grupo (familia, servicios cercanos...).
En ambas concepciones se delimita como
objeto de la intervención el juego interactivo
entre el sujeto y lo que me permito denominar como “lo social”, entendido como todas
aquellas formas que puede tomar la alteridad,
desde lo más inmediato en el otro familiar,
hasta lo más abstracto del mundo simbólico
que ordena el mundo externo.
SUJETO
“LO SOCIAL”
Este esquema intenta mostrar que el objeto de la intervención social se sitúa en la
flecha, en este lugar de interacciones que
condensa varios elementos entre el sujeto y
lo social. A veces esta flecha es un espacio
rico y fluido, otras veces está lleno de obstáculos y condiciones.
„ En mi práctica profesional, y
creo que no he sido un caso
excepcional, siempre ha sido un
reto unir disciplina (abstracción
teórica) y profesión (práctica).
En mi práctica profesional, y creo que
no he sido un caso excepcional, siempre ha
sido un reto unir disciplina (abstracción teórica) y profesión (práctica). ¿Cómo extraer
de este esquema una práctica particular?
¿Cómo utilizar el entorno social como instrumento de cambio, como propone Barbero? Para ello continuamos necesitando
teorías, construcciones que nos expliquen los
fenómenos que conciernen a lo humano.
El psicoanálisis nos enseña que la constitución del sujeto humano no es posible sin
el otro, habitualmente otro del entorno familiar. El encuentro con estos “otros” introducirá desde el cuidado y desde el límite los
fundamentos que permiten, si todo va bien,
el surgimiento de seres sociales, sujetos de
deseo. Este encuentro, sin embargo, deja unas
marcas que constituyen, entre otros aspectos, la forma particular de aquel individuo de poder estar en lo social. En la
primera etapa se configuran las estructuras
que delimitan las preguntas y parte de las
respuestas que nos hacemos sobre: ¿Quién
soy para el otro? ¿Quién es el otro para mí?
Así pues, las condiciones bajo las cuales
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
111
Infancia, Trabajo Social y... Familias
es posible “el juego interactivo” entre el sujeto y “lo social” son particulares, diferentes
para cada uno. La flecha del esquema condensaría desde la parte del sujeto las condiciones que éste pone para poder vincularse
y desde la parte del entorno las ofertas de
vinculación que propone el medio.
La intervención social posible debe respetar estas reglas subjetivas para que el medio social pueda ser instrumento de cambio
y convertirse en un lugar con posibilidades
de mejora. Como consecuencia, la intervención-propuesta de “interacción”, sea una
derivación, un recurso, un hito de futuro en
forma de plan de trabajo, debe cumplir las
condiciones bajo las cuales es posible
para el sujeto incluirse en “lo social”,
las “reglas subjetivas” bajo las cuales puede
hacer lazo social. El acceso a estas reglas
subjetivas es posible a través del propio sujeto y de una metodología que introduce la
pregunta sobre la lógica que orienta el caso.
El trabajador social cumpliría la función de
facilitador de la vinculación social que puede ayudar a convertir una situación de alienación, conflicto, en una situación de
oportunidad. No se ocuparía de los conflictos intrapsíquicos sino de las posibilidades
de re-conexión del sujeto con lo social.
„ El trabajador social cumpliría la
función de facilitador de la vinculación social que puede ayudar
a convertir una situación de
alienación, conf licto, en una
situación de oportunidad. No se
ocuparía de los conflictos intrapsíquicos sino de las posibilidades de re-conexión del sujeto
con lo social.
112
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¿Por qué el trabajo con familias
en el ámbito de la infancia?
Aunque familia y niño no es un binomio
indisoluble, es indudable que, cuando se interviene desde el trabajo social con infancia, la puerta de entrada más habitual es la
familia. La especificidad del trabajo social
no se ha constituido a partir de la intervención directa con el niño/a. El malestar
psicosocial, la situación alienante que pueda
sufrir el niño y que afecta a su desarrollo u
oportunidad de mejora es tratada en el medio en el que tiene lugar, habitualmente la
familia. En el trabajo familiar es donde se
hace más evidente que nuestra especificidad es la intervención en el medio en el que
se desarrolla el individuo.
Pero algún aspecto queda desubicado
cuando la intervención social viene motivada no por un malestar psicosocial del que se
hace portavoz un individuo, sino por un conflicto motivado porque un niño no está recibiendo en el medio familiar los elementos
suficientes para que este entorno sea un entorno de posibilidades y oportunidades de
desarrollo. Es en estos casos en los que intervenimos directamente sobre la necesidad
social y en los que nos enfrentamos a la dificultad del trabajo sin demanda que es más
fácil llegar a la función de control social de
los orígenes de la profesión. ¿Cómo constituir a los miembros de la familia en sujetos
de la intervención, es decir en protagonistas
de un proceso de cambio del cual nosotros
seamos acompañantes, y cumplir así la función de facilitadores del vínculo social? Debemos hacer esta pregunta porque ya
sabemos que para ejercer nuestra función
necesitamos a un sujeto, y en este caso este
no vendría dado de entrada.
A fondo
¿Cómo introducir en la intervención del
trabajo social el análisis de la vivencia subjetiva del malestar psicosocial que apuntaba
T. Zamanillo como imprescindible en la definición del objeto del trabajo social? En el
ámbito de la protección a la infancia se hace
evidente cómo determinados individuos no
sienten que la intervención protectora les haya
amparado, y más bien muestran que el desamparo de su subjetividad ha sido la consecuencia del cumplimiento ciego de la ley, o
de los protocolos, es decir de los estándares
y convenciones que como sociedad hemos
definido que son necesarios para la infancia.
Pero en la práctica del trabajo social la pregunta debe formularse en relación a un niño
particular, no sirven las respuestas uniformadoras de la Ley, por más que en este caso
hayan permitido el desarrollo de una sociedad de Derecho y más justa. El dilema se
encuentra entre el menor como concepto
jurídico objeto de derechos y un niño/sujeto que elige. En este cruce, la ética toma su
importancia radical en cuanto nos remite el
fin, la responsabilidad de la intervención.
¿Qué es una familia? ¿Qué funciones mantiene?
Me alieno a las teorías que entienden la
familia como una institución y no como una
formación natural, una estructura con reglas y leyes que organizan lo posible y lo prohibido, una formación cultural que genera
lugares simbólicos para ocupar y donde se
desarrollan las funciones que dan cuenta de
la constitución del sujeto. La familia es la
estructura que permite la transmisión del
deseo de vivir más allá de la satisfacción de
las necesidades, por lo tanto la que nos constituye en seres sociales.
Una evidencia que la familia es una institución es que el propio concepto y su
correlato real ha sido dinámico a lo largo de
la historia y que las formas que ha tomado
han sufrido una evolución no homogénea,
ni territorial ni cronológicamente. Sus cambios y adaptaciones han estado ligados a las
modalidades productivas, los avances tecnológicos, las clases sociales, el papel social de
la mujer, los dispositivos creados para complementarla y las nuevas conceptualizaciones
de la infancia, que han convertido a los niños en los elementos preponderantes en torno
a los cuales se organizan las familias. A diferencia del pasado, la familia ya no puede facilitar el aprendizaje, ni el trabajo productivo,
ni los contenidos técnicos y profesionales;
ha socializado la educación de la infancia y,
por tanto, esta ha salido del ámbito de lo
exclusivamente privado. La familia ha pasado de sujeto a objeto de gobierno. Ha sufrido una desposesión de funciones y la
autoridad paterna se ha vaciado de contenido porque ya no dirige actividades familiares indiscutibles. Ante esta evolución, ¿qué
contenidos le faltan? Alimentar, vestir, querer y constituirse en una red de solidaridad.
Pero como institución, la familia mantiene en exclusiva la función de transmisión
que nos convierten en seres sociales:
„ la transmisión de la nominación,
del patronímico: una identidad civil
y una posición en las generaciones que
define cuáles son los intercambios restringidos y cuáles son los posibles,
orientándolo a abandonar los objetos
familiares y buscar formas de satisfacción en lo social.
„ la transmisión de las formas posibles de satisfacerse para aquella familia, para aquella cultura y la canalización
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
113
Infancia, Trabajo Social y... Familias
posible del deseo. El primer vínculo con
el otro materno, que da los primeros
cuidados y atenciones, junto con la diferencia que introduce la función paterna (la existencia de un tercero en
posición de deseo), canalizan las operaciones de alienación y separación que
marcarán las condiciones posibles para
aquel sujeto sobre cómo satisfacer en
las relaciones y en la cultura: cómo trabajar, hacer pareja, interesarse...
Así pues, si todo va bien, será en la familia donde se desarrollarán los primeros pasos hacia la socialización: las condiciones
posibles sobre cómo disfrutar, desear, interesarse, satisfacerse en las relaciones, en la
cultura, trabajar, hacer pareja...
Condiciones de posibilidad en
torno al trabajo social con familias
Siguiendo la lógica de lo que estoy planteando, el trabajador social intervendrá
acompañando a la familia cuando sus funciones tienen dificultades para realizarse y
ponen a alguno de sus miembros o a todo el
grupo en una situación de alienación en la cual
tenga dificultades para desarrollarse y, especialmente, cuando los miembros de la familia
que encarnan la función materna y paterna
plantean dificultades para dar al hijo un lugar desde el deseo (cuidado y atenciones) y/
o dificultades para facilitarle el acceso a lo
social (educación, relaciones, cultura...).
La intervención social se situaría en el
trabajo con familias entre lo privado y lo
público, momento en el que vuelve a surgir
3
la necesidad de plantear desde qué posición
ética es posible esta intervención, que por
otra parte podemos calificar de “alto riesgo” ya que sabemos que las funciones materna y paterna requieren del espacio privado
para realizarse, y una intervención que interfiera en exceso en este espacio puede producir efectos iatrogénicos.
Metodológicamente, antes de iniciar la
intervención deberemos situar los elementos para realizar el diagnóstico social, que
no debemos confundir con las herramientas
protocolarizadas que miden y sistematizan
la gravedad de una situación de riesgo infantil. El tipo de saber que se deriva de estos instrumentos no es suficiente para
interpretar la realidad de un niño y su familia, ya que deja fuera el activo más importante que siempre ha tenido el trabajo social:
los propios sujetos y los lazos y vinculaciones particulares que pueden establecer con
las comunidades de las que forman parte.
Los diagnósticos que sólo tienen en cuenta
la gravedad de la situación de desprotección
identifican a los padres con los maltratos y
los niños en una posición de víctima, pero
ambas identificaciones son poco útiles para
hacer un recorrido responsable.3 Debemos
ir más allá.
En el momento del diagnóstico y análisis
debemos convertir una situación/problema
en un caso con el que intervenir. Necesitaremos una hipótesis, una interpretación e
interrogación sobre la fenomenología, haciendo una aproximación a las formas posibles de hacer vínculo social para este
sujeto. En los límites que impone el sujeto a
C. Eliacheff sostiene que las prácticas que no respetan la dignidad de los padres y que los descalifican en su
función son más peligrosas que las sospechas que se puedan tener sobre cómo la ejercen. Un niño necesita
reconocerse con un mínimo de orgullo en sus padres para encontrar sentido a su existencia.
114
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
A fondo
la vinculación también se encuentran las posibilidades que ofrece, respetar estos límites
es imprescindible para que el otro se sienta
reconocido y pueda aceptar una oferta que
contenga condiciones de posibilidad de vínculo.
El uso de la demanda
En los últimos años algunos de los dispositivos que más ha desarrollado la labor de
los trabajadores sociales han derivado excesivamente hacia la gestión de las demandas
de ayudas de los ciudadanos, colaborando a
la confusión del objeto del trabajo social.
Pero la demanda es un instrumento muy
potente de interacción. La demanda social
es demanda de reconocimiento de necesidades sociales, reconocimiento de un lugar en
lo social, puede ser señal de un sujeto que
intenta resolver sus problemas, que está en
busca de promoción social. En la lectura inversa, la demanda también otorga un lugar
en el que es receptor, y es aquí donde adquiere su potencia, en tanto que permite la
condición previa para el establecimiento del
vínculo asistencial. El vínculo asistencial no
garantiza el cambio pero es condición para
que se genere la escena en la que tengamos
“un sujeto en diálogo consigo mismo frente
a otro para mejorar un malestar que se produce entre él y lo social”.
En el caso de la intervención familiar el
demandante toma especial relevancia, ya que
se convierte en la puerta de entrada a la familia, quien nos permite el acceso a la estructura familiar.
El análisis de la demanda diferencia al
trabajador social del gestor de recursos. Interpretar la demanda y hacer uso de ella nos
sitúa en una lógica que no es la de la deman-
da/respuesta, sino demanda/tiempo de comprensión/respuesta, una lógica que introduce la función psicológica de la espera como
tiempo de construcción y comprensión y que
permita tener en cuenta las coordenadas
subjetivas que permiten el lazo social.
El lugar desde el que interviene el trabajador social no es sólo un lugar de escucha,
es un lugar de respuesta, pero no de la
respuesta a la demanda. Los apoyos económicos, educativos o terapéuticos, las orientaciones y actividades que se puedan generar,
deben tener en cuenta las coordenadas del
diagnóstico social, ya que serán interpretadas por el sujeto en términos de “respuesta
de lo social”, que lo confirmará o no en sus
identificaciones y que abrirá o cerrará la
posibilidad de nuevas interacciones.
A menudo en la práctica del trabajo social con infancia la situación requiere de intervenciones que se inician sin demanda ni
del niño ni de ningún miembro de la familia.
En este caso trabajamos directamente sobre la necesidad, y por lo tanto la familia
de entrada no es sujeto de la acción, sino
que se convierte en objeto de la misma,
pasando a ser receptora pasiva. Es difícil
operar desde el trabajo social en estas circunstancias, sólo desde un contexto de control social. A pesar de ello debemos intentar
que nuestras intervenciones se produzcan
desde una determinada posición desde la que
sea posible que surja la demanda y emerja el
sujeto.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
115
Infancia, Trabajo Social y... Familias
La posición ética como condición de posibilidad en el hacer del
trabajo social
La ética, como concepto ligado a la posición, la finalidad y la responsabilidad podría
convertirse en la condición de posibilidad
para que surja la demanda en situaciones
donde ni progenitores ni otros miembros de
la familia se hacen portavoces del malestar
del niño. Hablar de principios éticos es responder a la pregunta sobre la posición de
cada profesional respecto a la finalidad de
la intervención social. La ética está ligada a
la responsabilidad, a que debemos responder de nuestros actos y sostener las consecuencias de los mismos. Estos son algunos
de los elementos relativos a la posición que
propongo tener en cuenta:
„ La responsabilidad subjetiva no afecta
sólo a los individuos y familias que atendemos, afecta también al agente social,
a quien le corresponde crear condiciones de posibilidad para la vinculación,
y éstas se generan cuando el profesional se siente concernido, cuando pone
en juego un deseo particular.
„ El saber que guía nuestra intervención
debe ser un saber “que no lo sabe
todo”, desligado de ideales que no respetan la singularidad de cada sujeto,
grupo o comunidad. El saber lo que le
pasa lo tiene el propio sujeto, a quien
conviene escuchar como portador de
las soluciones posibles.
„ Identificar el sujeto con sus actos impide diferenciar al padre o madre del
maltrato o la negligencia que ha infringido al hijo, lo que dificulta que el hijo
pueda construirse con sus padres tal y
como ellos son. En la misma lógica,
116
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
identificar al niño con el maltrato que
ha sufrido le asigna una posición de
víctima desde la que tampoco tiene la
posibilidad de elegir.
Últimos apuntes sobre el trabajo
con familias
Ciertamente en el trabajo familiar debemos avanzar respecto de qué metodologías
y técnicas nos hacemos o construimos como
propias. No puedo dar cuenta de una sistematización que se derive de mi práctica profesional, pero sí apuntar algunos elementos
de reflexión al respecto.
Las coordenadas que nos delimita el diagnóstico guían las ofertas que podemos hacer a los sujetos para crear condiciones
donde se desarrolle la función materna (cuidados y atenciones) y la paterna (límite y
deseo). Nos orientaremos en hacer propuestas que permitan canalizar en lo social los
intereses particulares, utilizando la propia
relación asistencial como la oportunidad
para que se produzca una re-conexión con
lo social.
Pero para hacer cualquier oferta debemos ser alguien para el otro, por eso cuando no hay demanda debemos trabajar para
que existan, demanda de reconocimiento
mutuo teniendo en cuenta el dispositivo en
el que trabajamos y las atribuciones que encarna.
Creo que es importante utilizar como aspectos diagnósticos de los referentes familiares adultos elementos como: posibilidades
de establecer vínculos asistenciales, oportunidades que permiten que se generen en el
entorno de su hijo, carencias o dificultades
respecto a las cuales pueden hacer una demanda, uso de los servicios...
A fondo
De alguna manera tener en cuenta no
sólo la vertiente afectiva sino las posiciones subjetivas que se ponen en juego en
las vinculaciones familiares y asistenciales.
En el ámbito de la infancia a menudo
acompañamos procesos muy largos en el
tiempo, en estas situaciones nos conviene
no perder de vista cuál es la finalidad de
la intervención y sostener nuestra función
desde una posición ética y comprometida. Sería muy interesante profundizar,
como apunta T. Zamanillo, en el concepto
de dependencia y en la relación entre autonomía, dependencia y vinculación y
deshacer estereotipos que nos dificultan
situarnos en esos casos a los que llamamos
“crónicos”.
No he mencionado, hasta aquí, ni el trabajo en equipo ni el trabajo en red, porque
mi objetivo era intentar delimitar la especificidad del trabajo social, pero no puedo terminar sin señalar que no hay duda de que
nuestras metodologías, las que se pueden
derivar de los principios teóricos y éticos,
requieren del diálogo con otros, de la formulación de preguntas comunes respecto
del estatuto que tienen los malestares y de
estrategias específicas de intervención interdisciplinar orientadas respetando y acompañando la singularidad.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
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Infancia, Trabajo Social y... Familias
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A fondo
El Blog: una nueva herramienta de comunicación
Núria Oliver i Janó1 y Montserrat Lacalle i Sisteré2
Resumen
El proceso de institucionalización de una persona mayor conlleva una serie de
cambios y pérdidas que inciden tanto en la propia persona como en sus familiares.
Uno de los cambios más importantes es el riesgo de desarraigo del entorno sociofamiliar. En la Residencia Vibentia Mullerat se ha impulsado un proyecto que
pretende, entre otros, minimizar los posibles efectos de este desarraigo, con la
creación de un blog en internet donde residentes, familiares y profesionales del
centro tienen un papel muy activo. A través de las aportaciones a diferentes secciones se fomenta la comunicación entre los diferentes colectivos. Los resultados
obtenidos evidencian que se trata de una experiencia muy positiva.
Palabras clave: Institucionalización, blog, residencia, familiares.
Para citar el artículo: OLIVER, Núria; LACALLE, Montserrat. El Blog: una nueva herramienta de comunicación.
Revista de Treball Social . Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197, páginas 119126. ISSN 0212-7210
Abstract
The process of institutionalization of elderly involves a number of changes and
losses that affect both the person and in their families. One of the biggest changes
is the risk of uprooting the socio-familiar. The Residence Vibentia Mullerat has
launched a project which aims, among others, minimize the effects of this uprooting,
creating a blog on the Internet where residents, families and professionals play a
central role active. Through contributions to various sections fosters communication
between different groups. The results show that it is a very positive experience.
Key words: Institutionalization, blog, home, family.
Trabajadora social. Directora y trabajadora social de la Residencia Vibentia Mullerat (Barcelona).
[email protected].
2
Doctora en Psicología. Psicóloga de la Residencia Vibentia Mullerat (Barcelona). Profesora asociada al
Dept. de Psicología Clínica y de la Salud de la Universitat Autònoma de Barcelona. [email protected].
1
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
119
El Blog: una nueva herramienta de comunicación
1. Introducción
La institucionalización de una persona
mayor en una residencia es un momento
decisivo tanto en la vida del futuro residente como de su familia (Martínez, 2009).
Hablamos de un proceso que conlleva una
serie de cambios en la dimensión psicológica y social de la persona mayor que, como
equipo asistencial, debemos saber detectar,
trabajar y, en la medida de lo posible, minimizar su impacto.
Socialmente, existe la creencia de que las
personas que ingresan a sus familiares en
una residencia lo hacen motivados por una
falta de interés en atenderlos, relacionando
la institucionalización con el abandono. Un
estudio realizado en España revela como
causas más frecuentes de ingreso: motivos
sociales como la falta de red social y fuentes
de ayuda (49%), seguido de trastornos psicológicos o cognitivos (40%) y enfermedades físicas (37 %). (Pac, Vega, Formiga y
Mascaró, 2006). Asimismo, aspectos como
la agresividad, la deambulación, la incontinencia, los problemas de salud, la sobrecarga del cuidador y las viviendas no adaptadas
pueden ser también precipitantes de un ingreso residencial (Márquez-González et al.,
2010).
Independientemente de los factores que
motivan la institucionalización, hay que tener presente que cada persona es fruto de
una realidad social y familiar concreta. Cuando una persona ingresa en una residencia, lo
hace con su familia, con sus relaciones, con
su historia, conflictos, valores, con toda una
serie de aspectos que los profesionales del
centro no podemos obviar. La intervención
por parte del equipo asistencial debe ir dirigida no sólo a atender al residente, sino tam120
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
bién a su familia (Leturia, Inza y Hernández,
2007).
Las residencias para personas mayores
deben entenderse como un espacio que sustituye en el hogar y, contrariamente a lo que
muchas personas piensan, no sustituye los
cuidados y atenciones familiares, sino que
las complementa. El sistema familiar debe
interactuar con el sistema institucional, y eso,
en algunas ocasiones, puede ser una fuente
de conflictos que hay que saber gestionar
(Padierna, 1994).
La familia es un elemento clave en todo
este proceso. Implicarla en la dinámica de la
residencia, celebraciones, fiestas y eventos
relevantes fomentará la relación con su familiar, y se sentirá un elemento clave en todo
este proceso. Este será un objetivo importante que deberá trabajar todo el equipo
asistencial. En la mayoría de casos, con la
intervención de los profesionales sanitarios
que forman parte del equipo, se consigue
un buen control de síntomas y patologías de
tipo físico. Pero, ¿qué hacemos para cubrir
las necesidades psicológicas y sociales que
se derivan del proceso de institucionalización?
2. Justificación del proyecto de
creación de un Blog
El proyecto de creación de un Blog de la
Residencia nace con la voluntad de dar respuesta a varias necesidades emergentes. Por
un lado, establecer un nuevo sistema de comunicación entre la residencia y las familias
de los residentes, por otro, crear una nueva
actividad en la que los residentes puedan
participar activamente, y por último, pero
no menos importante, abrir la residencia a
la vida comunitaria.
A fondo
a) Facilitar y potenciar la comunicación
familia-residencia:
Como hemos mencionado anteriormente, la adaptación familiar al ingreso residencial de uno de sus miembros debe ser
considerada como un proceso en el que el
equipo asistencial debe diseñar y realizar intervenciones que impulsen tanto el bienestar de los familiares como de los residentes.
La coordinación entre el apoyo informal y
formal es un elemento clave en todo proceso de adaptación e integración a la vida residencial (Márquez y Losada, 2009).
La intervención con la familia por parte
del equipo asistencial se realiza antes, durante y después del ingreso del residente.
Establecen vías de comunicación formales,
con entrevistas de pre-ingreso, acogida, valoración, plan individualizado de atención
integral (PIAI), reuniones de seguimiento, y
vías informales, con el uso del teléfono y
del correo electrónico.
Muchos familiares se asustan cuando reciben llamadas desde la residencia, sienten
que sólo se contacta con ellos cuando hay
alguna incidencia o cuando su familiar se encuentra en una situación de emergencia. Está
en nuestras manos cambiar esta percepción,
estableciendo vías de comunicación regulares que informen de las actividades que se
realizan en el centro. Resulta muy gratificante
saber que el familiar ha participado en alguna de las actividades, y estar informado del
día a día del centro (Padierna, 1994).
Siguiendo esta línea de actuación y con
el objetivo de implicar a las familias en la
vida residencial, en la Residencia Vibentia
Mullerat se inició una nueva vía de comunicación con los familiares a través de correo
electrónico. Mediante el mail se hacen llegar
fotografías de las fiestas, calendarios de ac-
„ Siguiendo esta línea de actuación
y con el objetivo de implicar a
las familias en la vida residencial, en la Residencia Vibentia
Mullerat se inició una nueva vía
de comunicación con los familiares a través de correo electrónico.
tividades, noticias de interés del sector y
eventos que pueden ser de su interés. Motivados por la buena acogida de esta iniciativa, se ha querido seguir innovando con la
creación de un Blog.
b) Facilitar y potenciar la participación
de los residentes:
La estimulación cognitiva es y ha sido uno
de los ejes vertebradores de la intervención
psicológica en el ámbito residencial. La creación del Blog permite trabajar diferentes
aspectos vinculados en esta área como son
la redacción de documentos, la estimulación
de la memoria, la focalización de la atención
y la concentración en determinadas tareas.
El Blog también permite trabajar otras
dimensiones importantes. El residente recibe un reconocimiento por la labor realizada,
dado que el producto de su trabajo pasa a
ser visible por los familiares y trabajadores,
a través de la publicación en la red.
A la vez, también se consigue trabajar las
relaciones intergeneracionales, dado que los
residentes se familiaricen con el uso de una
tecnología propia de nuevas generaciones
(acercamiento abuelos-hijos-nietos).
c) Abrir la residencia a la vida comunitaria del barrio:
Un centro gerontológico se define como
un espacio que sustituye el hogar, un centro
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
121
El Blog: una nueva herramienta de comunicación
abierto integrado dentro de una comunidad.
Sin embargo, a menudo encontramos centros que no participan del entorno donde se
encuentran ubicados. Esto conlleva efectos
tanto en los residentes y familiares, que llegan a concebir la institución como un centro cerrado, como en la comunidad, que se
crea una imagen distorsionada menudo lle-
na de prejuicios (Hernández y Llorente,
1999).
La creación de esta plataforma pretende
visualizar las actividades, dinámicas y funcionamiento del centro hacia aquellas personas que no han tenido nunca contacto con
este tipo de recurso, y así poder construir
una imagen más cercana a la realidad.
3. Objectivos del proyecto
Tabla 1. Objetivos generales y objetivos específicos del Blog.
Objectivos generales
1. Favorecer la comunicación entre los
familiares y los residentes.
Objectivos específicos
1.1. Informar de las actividades que se
llevan a cabo en el centro.
1.2. Difundir fotografías y comentarios
de las actividades realizadas.
2. Crear un espacio donde los residentes
puedan publicar trabajos, artículos, etc.
2.1. Publicar historias de vida.
3. Abrir una vía de comunicación donde
el equipo pueda divulgar información
referente a su ámbito de actuación.
3.1. Publicación de artículos monotemáticos.
4. Favorecer la integración de la residencia en la comunidad.
4.1. Participación en el Blog del barrio.
122
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
2.2. Crear espacios para colaboraciones
periódicas de algunos residentes.
4.2. Proyección a la sociedad en general.
A fondo
4. Fases y metodología de implantación
Primera fase. Diseño del proyecto
El día 21 de mayo de 2011 se inauguró
el Blog de la Residencia en Internet, con la
voluntad de crear una nueva vía de comunicación con los residentes, los familiares y la
comunidad.
El Blog está estructurado en diferentes
apartados (ver tabla 2):
Tabla 2. Secciones en el Blog.
Página principal: Donde se publican noticias de interés relacionadas con el sector de
las residencias, la gerontología, artículos de profesionales, vídeos...
¿Quiénes somos? En este apartado se describe la residencia, nuestra misión y nuestros
valores.
¿Dónde encontrarnos? Espacio donde se hace constar la dirección del centro, el mapa
de localización y el transporte público para llegar.
Actividades: Donde se hace difusión de las actividades que se organizan en el centro,
como son las actividades celebradas con motivo de fiestas tradicionales, actuaciones
especiales y actividades extraordinarias.
Fotografías y vídeos: Espacio donde se publican fotografías y vídeos de las actividades
que se hacen en la residencia, con la previa autorización de los residentes y de sus
familiares.
Los artículos de Ricard: Este espacio está reservado a los artículos que periódicamente escribe uno de los residentes del centro.
Condiciones de uso: Se exponen las normas de participación en el Blog.
Segunda fase. Difusión del proyecto.
Para hacer visible la nueva iniciativa tanto a familiares como a trabajadores del
centro, se utilizaron dos vías de comunicación formal. Por un lado, se colgó un cartel
informativo en la entrada del centro, y por
otro, se hizo llegar la información por correo electrónico donde se indicaba el enlace
o vía de acceso. A estas dos estrategias hay
que sumar la comunicación informal, que también contribuyó a la difusión de la noticia.
En el caso de los residentes, la creación
del Blog se comentó especialmente con
aquellos usuarios que harían un uso activo a través de sus aportaciones. Las personas con deterioro cognitivo moderado
o grave no han participado directamente
de esta iniciativa, aunque sí han podido
recibir indirectamente los efectos positivos
que ha representado el fomento de la comunicación entre sus familiares y la institución.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
123
El Blog: una nueva herramienta de comunicación
Por último, se comunicó al entorno comunitario. La dirección del centro forma
parte, juntamente con otras entidades y asociaciones del barrio, del Consejo de Redacción de la Revista Virtual del Coll. En una de
las reuniones del Consejo se comunicó la
creación del Blog de la Residencia. Desde
aquel momento, todos los artículos publicados por personal de la Residencia en la revista del barrio ofrecen la posibilidad de
ampliar la información en el Blog de la Residencia.
Tercera fase. Autorización para publicar
fotografías y vídeos.
Para garantizar el derecho a la intimidad
de los residentes, se pidió por escrito a ellos
mismos o a los familiares de referencia, en
el caso de aquellos residentes con un deterioro cognitivo moderado o grave, la autorización para publicar fotografías y vídeos en
nuestro Blog. La plataforma es un espacio
abierto a todos y, como tal, debemos respetar a aquellas personas que no deseen participar. Cabe decir que la iniciativa tuvo muy
buena acogida por parte de los residentes y
familiares, que en la mayoría de los casos
autorizaron la publicación de imágenes y
referencias personales.
Cuarta fase. Ejecución del proyecto.
Desde su creación, el Blog ha sido concebido como un punto de encuentro entre
residentes, familiares y miembros del equipo. Es por este motivo que en los diferentes
„ Desde su creación, el Blog ha
sido concebido como un punto
de encuentro entre residentes,
familiares y miembros del equipo.
124
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
apartados se puede encontrar información
aportada por los tres colectivos.
El apartado “Artículos de Ricard” es un
buen ejemplo de la participación activa por
parte de los residentes. En otras ocasiones,
especialmente en aquellos casos que implique a personas con un cierto deterioro
cognitivo, la participación de los residentes
se vehiculada por la educadora social, la trabajadora social o la psicóloga del centro,
como es ejemplo la historia particular donde se trabaja la historia de vida de los usuarios del centro.
Los familiares también pueden hacer sus
aportaciones a través de la administradora
de la plataforma. Del mismo modo, los
miembros del equipo utilizan este canal para
publicar artículos referentes a su ámbito de
conocimiento que puedan ser de interés general.
La actualización de cualquiera de los apartados del Blog se acompaña con un mensaje
de correo electrónico, tanto a los familiares
como a los trabajadores del centro.
Quinta fase. Evaluación.
Para valorar el alcance de los objetivos
planteados con la creación y el desarrollo de
esta iniciativa, se ha pedido la colaboración
de los familiares, para que hagan llegar su
opinión mediante una encuesta de valoración. Actualmente se está llevando a cabo la
recogida de datos para poder extraer los resultados.
Los datos referentes al número de visitas a las diferentes secciones se distribuyen
según se muestra en la tabla 3.
A fondo
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Tabla 3. Número de visitas registradas en cada una de las secciones (Diciembre 2012).
5. Conclusiones
La experiencia piloto de creación del
Blog de la Residencia Vibentia Mullerat
ha presentado hasta el momento resultados
positivos. Los diferentes colectivos implicados en este proyecto (residentes, familiares,
equipo asistencial y comunidad) han
verbalizado interés y reconocimiento hacia
el trabajo realizado durante estos meses.
Los residentes que han participado activamente se muestran satisfechos de los trabajos que han publicado, especialmente
cuando reciben el reconocimiento por parte
de los lectores del Blog (familiares, trabajadores u otras personas que frecuenten el centro).
„ Algunos de los puntos fuertes de esta
iniciativa son:
„ Abrir una nueva vía de comunicación
entre la residencia y los familiares
Crear una nueva actividad para los residentes que estimule sus capacidades
cognitivas y a la vez incremente su
autoestima
„ Hacer visibles las actividades que se
realizan en el centro
„ Comunicar noticias relacionadas con
el sector
„ Difundir conocimientos vinculados a
las áreas de trabajo de los diferentes
profesionales
Los puntos débiles detectados hasta el
momento son:
„ Falta de familiaridad con herramientas
ofimáticas por parte de algunos familiares
„ Dificultades para disponer de acceso
a la red por parte de algunos familiares
En definitiva, el Blog fomenta el espíritu
„
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
125
El Blog: una nueva herramienta de comunicación
de grupo y es un lugar de encuentro de residentes, familiares y trabajadores que construyen algo común. El conjunto de efectos
positivos derivados de la creación y funcionamiento de esta plataforma nos anima a
seguir trabajando para desarrollarla y darla
a conocer a todos aquellos que puedan estar
interesados.
Los resultados obtenidos hasta el momento nos animan a promover la participación
de los familiares en el Blog, ya que hasta el
momento este ha sido el colectivo que ha
participado menos activamente en el momento de aportar contenidos, mientras que
su papel como receptores de información
ha sido mucho más activo.
Bibliografía
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Interés profesional
Entrevista a Núria Carrera
Aproximación a la práctica del
trabajo social con grupos de
personas usuarias de los
servicios sociales en Catalunya
Género, social care y políticas
de bienestar social
Una mirada resiliente a la
institución penitenciaria
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
127
128
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Interés profesional
“No concibo el trabajo social sin
vinculación ideológica”
Entrevista a Núria Carrera
Decana del Col .legi Oficial de Treball Social de Catalunya
Rosa M. Ferrer Valls 1
Ante la grave situación económica que vive el país y las políticas de recortes de las
diversas administraciones que afectan, sobre todo, a las personas más vulnerables,
desde la RTS hemos creído oportuno hablar con Núria Carrera, decana de nuestro
Colegio, y conocer de primera mano qué opina y qué se está haciendo desde el Colegio.
La entrevista tiene lugar el día 5 de diciembre de 2012 en la sede de Barcelona.
Para citar el artículo: FERRER VALLS, Rosa Mª. Entrevista a Núria Carrera, degana del Col·legi. Revista de
Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197, páginas 129-136. ISSN 0212-7210
RTS: La colegiatura recibe el boletín
«Fem Visible», que es una buena herramienta para conocer lo que se hace
desde el Colegio, pero nos gustaría saber de primera mano tu opinión sobre
la situación actual que estamos viviendo y qué es lo que está haciendo el
Colegio al respecto.
Núria Carrera: Esta crisis tan extraordinaria lleva mucho dolor a la gente y a los
ciudadanos que estamos atendiendo, y también a los colegiados y a los trabajadores
sociales en general. Esto ha producido una
sacudida inmensa en el Colegio. Todas las
organizaciones, sindicales, políticas, el propio gobierno, las familias, los colegios, debemos reajustar a esta realidad, una realidad
muy incierta, dolorosa, que nos obliga a
actuar de otra manera. Entonces, la junta
1
del colegio –tomando en consideración las
opiniones de los grupos relevantes de nuestra organización, como la revista, el consejo
de ética y las comisiones de trabajo– cree
que hay tres o cuatro líneas estratégicas que
debe reforzar en este mandato. Una es
detectar dónde están los problemas de la
ciudadanía, provocados por unos recortes
que originan injusticias. Debe ser misión de
los colegios la detección de este hecho y
posicionarnos, por ejemplo, ante el PIRMI
(Programa Interdepartamental Renta Mínima de Inserción) o de la retirada de apoyo
en los programas de justicia de todas las entidades que hacían programas de reinserción.
Esta detección de problemas ciudadanos nos
lleva a veces a hacer la denuncia, a juntar
nuestra acción a la de otros colegios y organizaciones. Nos lleva también a que el Co-
Subdirectora de la RTS
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
129
Entrevista a Núria Carrera
traordinario papel de los trabajadores sociales. No tenemos más remedio que seguir,
desde el punto de vista de comunicación y
de imagen corporativa, reivindicando
nuestro papel. Creo que en este caso hemos dado un paso adelante importante,
pues en el último año hemos estado presentes más de 60 veces en los medios de
comunicación con informaciones, valoraciones y denuncias. Hemos tenido una presencia muy superior del que se había hecho
en el Colegio. Se ha hecho un esfuerzo
muy importante, pero aún nos queda mucho camino a seguir. La otra misión es dar
fortaleza académica y de acompañamiento profesional. Esto implica una formación. La gente sigue creyendo en la
formación del colegio, y con orgullo podemos decir que muchas personas siguen
apuntándose a la formación, y también hemos crecido en supervisión. Mi pronóstico es que seguirá creciendo, y es probable
que busquemos fórmulas de consultorías
de uno o dos días, de acompañamientos
ligeros, para situaciones extremas. Igualmente deberíamos poder avanzar en el
papel que pueden tener las comisiones
dentro del Colegio. Las comisiones tienen
una influencia directa en la voz del Colegio. Todos los posicionamientos que hemos hecho hasta ahora –que afectan a
recortes, a cambios de modelo de atención a las personas, etc.– han tenido como
base las opiniones de las comisiones. Pues
estas comisiones deberían tomar mucha
más fortaleza de la que tienen.
legio, internamente, tenga que hacer un esfuerzo para ser más austero en el gasto, más
riguroso en el aspecto relacional, y a que
los valores de la solidaridad, del reconocimiento del otro, del acompañamiento y de
la justicia estén cada vez más presentes.
Dado que el tema de los valores debe formar parte también del punto de vista
organizativo, proyectamos hacer un código ético que nos marque los parámetros
que deben guiarnos como organización. El
código necesitará ser aprobado, en su
momento, por la asamblea. El futuro traerá también dificultades económicas a nuestra organización, que espero no sean muy
importantes, pero las podemos tener por
dos razones. Una es que haya bajas de
colegiatura, porque de hecho ya se están
produciendo algunas. Seremos menos masa
crítica y tendremos menos fuerza y menos medios económicos para atender a la
ciudadanía y a los colegiados y colegiadas.
Quiero decir que aquí podemos tener una
amenaza de ser más pequeños. Una segunda razón previsible es que tenemos algunas subvenciones y ayudas externas que
pueden ser mermadas. En estas circunstancias, el Colegio podría sufrir un retroceso en su capacidad de gestión.
„
Pues quizás habrá que fortalecer el
ejercicio profesional. ¿Qué crees que
puede hacer el Colegio para reforzar
el trabajo social y dar así respuesta
con más rigor a las necesidades de
estos momentos?
Apoyar a los trabajadores sociales, que es
una de nuestras misiones troncales. Los
colegios profesionales existen para dar
empuje y reconocimiento y fortalecer el
perfil profesional, o sea, reforzar el ex-
130
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
„
Partiendo de estas comisiones, ¿qué
crees que se podría repensar del trabajo social en estos momentos? ¿Alguna forma de hacer diferente?
Seguramente. El otro día en un acto orga-
Interés profesional
nizado por el Colegio tuvo lugar la emotiva
intervención de una trabajadora social que
a mí me pareció repentinamente impactante y me hizo chirriar un poco la opinión de lo que deberíamos hacer en el
trabajo social. Lo que dijo, en resumen, es:
«Soy trabajadora social y estoy atendiendo
a personas que están en procesos de desahucios, (entendí que estaba en un ayuntamiento), y fuera de mi horario laboral
he creado una plataforma de lucha contra la hipoteca». O sea que esta trabajadora social ha decidido dar un paso más
y supone otro modo de atender esta realidad.
De hecho, este es un proceso presente en
los inicios del trabajo comunitario, durante el franquismo. Era un trabajo social que
se organizaba junto con la comunidad para
buscar solución a los temas concretos que
le afectaban. Yo creo que ahora vuelve a
ser el mismo, y que esto irá a más a partir
de ahora, por temas concretos, como la
lucha por la dación en pago de la hipoteca, en caso de que refirió esta trabajadora
social. Entonces, esta manera de enfocar el trabajo social, que va más allá de
la gestión concreta, del encargo contractual, que lleva a una acción política o
voluntaria a otras horas y en otros momentos, creo que sigue siendo y seguirá
siendo trabajo social.
„
Precisamente recuerdo el día de la presentación de las jornadas de servicios
sociales básicos, en el que dijiste que
deberíamos volver a ser agentes de
cambio. De acuerdo, pero, tú que viviste esa época, ¿qué crees que ha
cambiado y qué se mantiene?
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
131
Entrevista a Núria Carrera
Diría que hay dos elementos que cambian
un poco. Un creo que consiste en que en
este momento se ve una metodología de
trabajo extraordinaria, en cuanto al proceso de reivindicación y de denuncia. Hay
también buenas pautas de organización,
una estrategia limpia, como en el caso del
que he hablado antes, en relación con los
desahucios. Se actúa primero contra los
bancos, después se busca el apoyo de la
justicia, y particularmente, se trata de ver
cómo apoderar a todas las personas afectadas por la hipoteca, de modo que ellas
se convierten en promotoras de nuevas
plataformas. Todo esto implica un proceso en varios niveles: estratégico, metodológico e ideológico. Esta forma de trabajo
estoy segura de que nos da pistas de lo
que hay que hacer para apoderar a las personas y reivindicar los derechos de la gente. Por lo tanto, creo que aquí hay un
cambio y que esto muestra que ahora sabemos más que antes.
Hay un segundo elemento que ha marcado un cambio. Me refiero a la relación con
los movimientos sociales. Durante el
franquismo los trabajadores sociales nos
vinculábamos con los movimientos en temas muy locales, más territoriales, por ello
nos relacionábamos preferentemente con
plataformas de asociaciones de vecinos.
Creo que ahora los movimientos se han
convertido, en lo bueno y en lo malo, en
temas concretos, o sea que tendremos que
vincular con una defensa, una lucha o un
posicionamiento para temas precisos (hipoteca, PIRMI, etc.). Es la forma de estar
al lado de las personas afectadas y junto
con ellas trabajar por la resolución de la
problemática y buscar justicia social. La
diferencia es bastante importante. En otros
132
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
momentos el papel territorial tenía mucho
peso.
„
Otra cosa que quisiera preguntarte,
aquí, desde el Colegio nos hemos
posicionado ante problemáticas importantes (como el PIRMI, los desahucios o las modificaciones a la ley «de
la dependencia»), pero parece que a
diferencia de otros territorios del Estado, los profesionales, como grupo,
no hemos salido a la calle. Por ejemplo en Madrid, Andalucía o Aragón,
los trabajadores sociales se han hecho
visibles con la camiseta naranja (la
«marea naranja»). Y aquí otros colectivos también se identifican con camisetas de colores diferentes que son
reconocidos en los diversos medios de
comunicación, no así la naranja de los
servicios sociales. ¿Crees que en otros
lugares del Estado los que trabajan en
servicios sociales se identifican más
entre sí y por eso salen a la calle y van
a las manifestaciones como grupo?
¿Cómo lo interpretas tú?
Lo primero que te digo es que no coincido con esta apreciación. Lo que pasa es
que nosotros hemos hecho, más allá de las
camisetas, muchas más acciones. Fuimos
los primeros de todo el Estado que nos
vinculamos como colegio a «Ni un paso
atrás», que montamos la plataforma y en
este caso la hicimos liderar antes de que
se iniciara en Madrid y en el resto del Estado, y hemos hecho un conjunto de acciones reivindicativas encadenadas con
otros colegios y entidades.
En segundo lugar, la protesta es una parte
que el colegio puede promover pero que
está en manos de los trabajadores sociales.
Interés profesional
Aquí las reivindicaciones y acciones de protesta se realizan desde los municipios y
reúnen a los trabajadores sociales y a otros
profesionales. Mi pronóstico es que esto
se ha hecho poco en todo el Estado. Otra
cosa es si lo hemos vendido más o menos,
si en Madrid en la manifestación de la
huelga general la camiseta naranja fue más
visible es porque estaba la presidenta del
Consejo General de Trabajo Social. Son
instrumentos de presencia y que también
nosotros consideraremos.
„
No obstante nuestras reivindicaciones no son tan visibles como las de
educación o sanidad.
Aquí sí que te doy la razón.
„
¿Por qué crees que es eso?
Los servicios sociales han tardado a ser
un derecho universal y no se ha interiorizado bastante. Quizás sea, hablo pensando
en voz alta, porque en trabajo social estamos acostumbrados a hacer una tarea
transversal, porque hemos sido especialistas de la acción transversal, y por tanto
quizás a la hora de salir a reivindicar también lo hacemos sumándonos a otros grupos sociales.
„
Antes has dicho que hay trabajadores
sociales que se dan de baja del colegio por problemas económicos. ¿Sabéis si muchos TS han perdido su
trabajo o peligran sus puestos de trabajo?
Nosotros, por un lado, porque formamos
parte de muchas redes y plataformas, conocemos no pocas entidades del tercer
sector que están cerrando, aunque es una
cuestión que no se comenta mucho, pero
son unidades de trabajo con muchos pro-
fesionales y en que la mayoría son trabajadores sociales, y algunos han perdido su
trabajo. Nuestro convencimiento es que
en este momento el índice de paro entre
los trabajadores sociales ha subido muchísimo, pero tenemos una información poco
fidedigna, de ahí que haremos un «Fem
Visible» donde animaremos a la gente a
entrar en la web, y a través de una encuesta preguntaremos en qué situación laboral
están, para tener una visión real de en qué
situación estamos en este momento. Y no
sólo preguntaremos si están en paro o si
no, también intentaremos saber en qué situación de precariedad han quedado, por
ejemplo con menos sueldo, menos horas
de trabajo, sin las pagas dobles, etc. Entonces si nuestros compañeros se animan
a entrar y contestar podremos conocer la
situación que tenemos. Antes nosotros
hacíamos unos estudios muy costosos, pero
en este momento el Colegio por razones
económicas no se lo puede plantear. Preferimos dedicar los recursos a otros proyectos, pero claro, debemos reconocer que
nuestra mirada sobre la situación de la
colegiatura no es lo suficientemente fidedigna.
En un futuro, dentro de la web, tendremos un sistema nuevo que permita tener
al día la situación de los trabajadores sociales, si están o no en activo, y qué realidad viven, pero de momento empezaremos
por la encuesta. Ahora, la percepción que
tenemos es que la pérdida de puestos de
trabajo irá a más, aunque los medios todavía no han hecho demasiado eco sobre el
tema. El tercer sector está recibiendo una
agresión espectacular, pero es que ahora
pueden empezar los problemas en la función pública.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
133
Entrevista a Núria Carrera
„
Muchos trabajadores sociales de la función pública no han consolidado sus plazas. Por tanto, según cómo vaya la crisis
de este país, y hablo de Cataluña, nos podemos encontrar que una parte de los trabajadores sociales de la función pública vean
peligrar su trabajo, y consiguientemente la
ciudadanía pierda la atención adecuada.
Estas no son buenas perspectivas.
Esto unido a lo que ya hemos comentado
del tercer sector puede suponer dificultades a nuestros profesionales para mantener los puestos de trabajo. Ante esta situación, animaría a la gente a colegiarse,
para que juntos creemos discurso y busquemos nuevos modelos de intervención.
Cuanta más fuerza tengamos, mejor
defenderemos los derechos sociales de
todos.
„
a las instituciones y ante la amenaza de
destrucción de puestos de trabajo. Conozco empresas del tercer sector que cierran
o que están haciendo EREs (Expediente
de Regulación de Empleo), pero no se comenta mucho y tampoco los trabajadores
sociales afectados lo dicen al Colegio. Lo a
través de los miembros de la Junta o directamente de las empresas que están cerrando, y si cierra su empresa, detrás van
los trabajadores sociales que han despedido. Ahora sé de dos empresas más que
están haciendo EREs y en las que la mitad
de los profesionales son trabajadores sociales. No obstante, estas informaciones
no nos llegan directamente.
Mayoritariamente los trabajadores sociales ejercen en las administraciones...
„
Nuestra profesión, en este contexto tiene
fortaleza. Es una profesión amenazada por
la crisis, clarísimamente amenazada, y si
no lo queremos ver nos equivocaremos.
Pero también están amenazados los médicos y otros profesionales. Seamos rigurosos:
están amenazadas todas las profesiones de
atención a las personas y nosotros somos
casi el epicentro de ello. Por tanto, el trabajo social es una profesión en riesgo pero,
por otro lado, es una profesión más apoderada, más que cuando yo entré en el
Colegio. No es una profesión que sea menos considerada por el entorno ni menos
considerada por el conjunto de los otros
profesionales, o sea, no ha quedado debilitada en su rol.
Ante este panorama, la pregunta obligada es: ¿qué futuro inmediato le ves
al trabajo social?
Es una pregunta dura. Creo que hay dos
cosas que se deben hacer muy bien. Una
es seguir estando en plataformas con otros
colegios. Ya sabes que estamos en una asociación que recoge a más de 100 colegios.
Me parece que, menos los médicos, están
todos. Y todos tenemos algunas dificultades para seguir estando al servicio de la
colegiatura y defender a nuestros profesionales. Debemos tener la mirada puesta
en la idea de que no vamos solos, porque
si no es así, no ganaremos esta batalla. La
otra cosa que tendremos que seguir haciendo son las tareas de denuncia y reivindicación. Aquí el tono debe subir de cara
134
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
La otra pregunta sería: la profesión,
en este contexto, ¿cómo la ves?
„
Una apreciación muy positiva la tuya.
Y hablando de otros temas ahora olvidados por los medios deberíamos señalar todas las cuestiones relacionadas
Interés profesional
con la llamada “ley de la dependencia”.
Esta es la consecuencia clara de que estábamos hablando antes, de unos derechos
que la ciudadanía debía tener y que al final parece que han caído a medio camino.
En el Parlamento, los partidos que están
en la oposición intentan colocar estos temas y salen a medias, pero nosotros intentamos posicionarnos y hacer eco en los
medios de comunicación. Y nos consta que
los profesionales que se dedican se encuentran en una situación frágil, porque si cae
el nivel de prestación por temas de dependencia estos profesionales también están
en riesgo de no tener asegurado su puesto
de trabajo.
„
Hace un rato has dicho que el Colegio no puede ir solo, y los trabajadores sociales tampoco. ¿Será necesario
que nos acerquemos más a los movimientos sociales?
Por supuesto, esta es la frase, Rosa Mª.
Nosotros solos imposible, los que quieran
hacer cambios personales, o cambios para
la mejora de la colectividad, no se pueden
plantear ir solos, y ahora menos que nunca. Nosotros tenemos que estar mucho
más vinculados en diversas plataformas y
ser una pieza más, y a veces ser una pieza
clave, y a veces ser una pieza de agrupación, de iniciativas. Esta experiencia puede llevar al Colegio, y también a los
profesionales, a habituarse a estrategias de
este tipo. Los trabajadores sociales estamos abocados, en este presente, no en el
futuro, más allá de hacer trabajo social en
su día a día, a vincularse en movimientos
de base territorial, de base temática para
colaborar en la defensa de los derechos.
Es una guerra contra los valores, contra
los derechos, que durará muchos años, que
nos lleva a situarnos de otra manera, y los
profesionales en este momento deben volver a comprometerse desde el punto de
vista ideológico de una manera clarísima.
O sea, que no concibo trabajo social sin
vinculación ideológica, no lo concibo ni en
este momento ni en esta situación. No se
puede, es imposible.
„ ¿Algún otro problema que actualmente
os preocupe a nivel colegial?
Sí hay un tema inquietante. Se trata de una
nueva ley de asuntos profesionales, que
está en la mesa del PP y que puede afectar a que los colegios se conviertan en asociaciones; esto se está debatiendo, y la
propuesta tiene la intención de debilitar los
colegios. Yo no sé si el hecho de pasar de
colegio en asociación debe debilitar, no le
doy un drama en la nomenclatura, incluso
puede ayudar a dar fortaleza otra vez en
el sentido de compromiso, de esfuerzo, de
pertenencia, ha sido una de las razones de
que los diferentes colegios nos hayamos
constituido en asociación de colegios. Esta
intención de la propuesta de ley de debilitar los colegios es un hecho que nos puede perjudicar mucho a toda la colegiatura,
no a la nuestra sino a la de todos. Una de
sus estrategias es sacar la colegiación obligatoria, sacar la fortaleza que podemos
tener los colegios cuando hacemos dictámenes por una mala práctica profesional,
es una situación que también nos puede
dar bastante trasiego. Es probable que haya
colegios con pocos colegiados que vayan
a desaparecer e incluso no ser ni asociación, o tengan que cambiar de nombre.
Hay un ataque frontal claramente al movimiento de agrupación en torno al serviRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
135
Entrevista a Núria Carrera
cio profesional que nos puede, en el futuro, también crear dificultades. Es muy importante que nuestro Colegio pueda
aumentar en número y en presencia: seremos más fuertes.
„
científica, pero el futuro es éste. También
quiero dar valor al hecho de que mantenemos ediciones pequeñas de papel, que
son realmente necesarias, haremos unas
tiradas cortas, el mínimo para atender las
necesidades que se puedan producir. Esta
modalidad dual mínima creo que es más
respetuosa con toda aquella gente del Colegio que no está acostumbrada al tema
digital, a una parte que sigue, y yo soy una,
teniendo necesidad a veces del papel. Por
lo tanto creo que la fórmula que hemos
planteado es una fórmula muy exquisita
y que le da buen futuro.
Tienes razón, todos y todas somos Colegio, es importante estar y participar.
Antes de terminar no nos podemos
olvidar que hay un cambio importante en la revista, justamente este número será el primero digital. ¿Qué
cosas provechosas ves en esta nueva
etapa de la revista, después de 50 años
de la exclusividad del «papel»?
De la revista, tres cositas: primera, felicitaros porque sois el grupo portador del
cambio, era un momento en que había que
hacer este paso. Es un planteamiento más
democrático de nuestro conocimiento y de
apertura. Ahora que la RTS será digital y
que podrá tener acceso toda la ciudadanía
quizás será más fácil comprender qué es
el trabajo social y conocer nuestra posición
científica, técnica y estratégica. Creo que ha
sido una decisión generosa, que yo os quiero agradecer, porque no era fácil que todas y todos comprendiéramos que era un
momento estratégico de hacer la apertura,
de dar un salto importante que no todos los
colegios están haciendo en su vertiente más
136
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
„
Agradecemos muchísimo que nos
hayas expresado sinceramente tus
opiniones. Núria, ¿quieres añadir algo
más?
Sería ya para terminar poder decir que
estamos en un momento de mucha fragilidad para conservar puestos de trabajo, y
de dificultad para ser eficaces en el trabajo que hacemos. Debemos localizar estos
obstáculos pero no debemos hundirnos en
las ganas de seguir luchando.
„
Esto es casi un titular.
En los momentos difíciles debemos saber
luchar juntos. Si lo defendemos entre todos y todas, lo conseguiremos.
Interés profesional
Aproximación a la práctica del trabajo
social con grupos de personas usuarias de
los servicios sociales en Catalunya???
Teresa Rossell Poch1 y Rosa Alegre Beneria2
Resumen
El artículo pone en evidencia la necesidad de disponer de datos empíricos sobre
los resultados de la aplicación del trabajo social a grupos de personas usuarias de
los servicios sociales, y de conocer si estas experiencias mantienen una estructura
metodológica que muestre las vinculaciones teórico-operativas que las sustentan.
Los resultados de una investigación sobre el tema, realizada por las mismas autoras,
muestran la amplitud y diversidad de la práctica del trabajo social con grupos en
Cataluña.
Palabras clave: Trabajo social con grupos, tipología de grupos en el trabajo social.
Para citar el artículo: ROSSELL, Teresa; ALEGRE, Rosa. Aproximación a la práctica del trabajo social con
grupos de personas usuarias de los servicios sociales en Catalunya. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de
Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197, páginas 137-142. ISSN 0212-7210
Abstract
The article makes evident the need to carry out empirical research on social
groupwork as a way to know about the present fieldwork outcomes as well as to
explore the different methodologic and theoric approaches used. The data coming
from a social groupwork research in Catalonia shows the great amount and diversity
of the existing experiences on social groupwork.
Key words: Social groupwork, groups’ typology within social work.
1
2
Trabajadora social y psicóloga. Departament de Treball Social. Universitat de Barcelona. [email protected].
Trabajadora social y antropóloga. Departament de Treball Social. Universitat de Barcelona. [email protected].
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
137
Aproximación a la práctica del trabajo social
Los estudios y las investigaciones empíricas sobre la metodología del trabajo social
empleada actualmente por los trabajadores
sociales son todavía limitados en nuestro país.
Podemos conocer la orientación teórica y
metodológica de las entrevistas, del trabajo
con familias, del trabajo con grupos y del
trabajo comunitario (si queremos utilizar la
clasificación clásica), pero no tenemos datos
empíricos que nos muestren las similitudes
o diferencias de los criterios utilizados por
los profesionales en situaciones comparables.
Las aplicaciones prácticas del trabajo social con grupos de usuarios que conocemos
por el contacto con los profesionales y los
programas que desarrollan, experiencias que
son muy ricas y variadas, deberían ser estudiadas por los resultados que se derivan, y
deberían ser fuente de análisis y de reflexión
para los propios trabajadores sociales y los
profesores que imparten conocimientos teóricos y metodológicos en los planes de estudios universitarios de trabajo social.
Sin embargo, en general, no disponemos
de datos sobre los objetivos, la metodología
o los resultados de estas prácticas que no
sea a través de la descripción de experiencias, la observación directa y de algún artículo esporádico. En realidad el método de
trabajo social de grupo no ha recibido tanta
atención como la que se ha dado al trabajo
comunitario, familiar o individual. Y consideramos que dentro de una perspectiva in3
tegrada del trabajo social, como es la perspectiva comunitaria, para trabajar con familias, personas o grupos, cada método o
procedimiento que se utiliza debe tener una
base de conocimientos que fundamenten la
intervención profesional del trabajador social y sean pertinentes a cada aplicación práctica. En este sentido podemos constatar que
raramente el método de grupo ha sido motivo de polémica, de análisis o de discusión
entre los profesionales, y la evidencia de esta
afirmación la encontramos en los pocos artículos y pocas investigaciones publicadas
sobre el tema. Sin embargo existen trabajos
que muestran una práctica consolidada desde hace años en algunos servicios, y entre
ellos, experiencias con resultados empíricos
muy exitosos.
Desde las universidades se forma a los
estudiantes en diferentes orientaciones
metodológicas, según sean las características de las personas que forman un grupo,
los objetivos de la intervención, las orientaciones y especialidades de los servicios, entre otras variantes. Pero es muy necesario
no perder el feed-back entre la teoría y la práctica para poder ampliar continuamente perspectivas, tanto en la formación como en la
práctica del trabajo social. Con este fin se
realizó una búsqueda sobre “El trabajo
social con grupos de personas usuarias
de los servicios sociales en Cataluña”,
que fundamenta este trabajo.
La investigación sobre el “Trabajo social con grupos de usuarios en Cataluña” (TSG) tenía por objetivo
conocer y poder objetivar el estado de la cuestión de esta modalidad del trabajo social y los criterios
organizativos y metodológicos que utilizan los profesionales en Cataluña. Se trataba de una primera investigación sobre el tema para, posteriormente, poder continuar profundizando sobre aspectos más complejos
de definir y evaluar.
El estudio, de carácter descriptivo, se realizó entre los años 2008 a 2010. Se envió el cuestionario a todos
los colegiados de Cataluña (4.261) del año 2008, pidiendo su colaboración. Se obtuvieron 254 respuestas
de trabajadores sociales, de las cuales 117 profesionales (2,74% del total de colegiados) manifestaban
138
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Interés profesional
Al tratar sobre el trabajo social con grupos de usuarios, nos referimos a aquellos
grupos diseñados por los trabajadores sociales para ayudar a las personas participantes,
las que sufren problemáticas psicosociales
que les afectan personalmente, o los familiares de personas con problemas que requieren atención y cuidado continuado de
familiares o personas cercanas, para diferenciar estos grupos de aquellos que tienen una
finalidad más amplia dentro de una acción
social o comunitaria.
En el diseño del trabajo se consideró que
la propuesta de un estudio inicial sobre este
tema debía ser: a) modesta, ya que no hay
demasiado consenso sobre la tipología de los
grupos, las orientaciones técnicas y otros
aspectos, y b) estar circunscrita a aspectos muy básicos y estructurales de la
metodología del trabajo social con grupos
que todos los profesionales pudieran interpretar de la misma manera.
No es el objetivo principal de este artículo presentar detalladamente los resultados de
la investigación mencionada, pero creemos
que tiene mucho interés ilustrar algunos aspectos de este trabajo con datos empíricos
actuales de nuestro contexto profesional para
observar las características identitarias del
trabajo social con grupos de usuarios a través de las finalidades y objetivos de los gru-
pos y del abordaje metodológico que presentan los profesionales.
En relación con la investigación: consideramos que los resultados no se pueden
generalizar por dos razones: primera, en la
consulta no se incluyen los trabajadores sociales que no están colegiados (aunque a través
de los colegiados se podría haber obtenido
una muestra representativa del conjunto de
los trabajadores sociales de Cataluña, si las
respuestas de los colegiados hubieran sido
más numerosas). Segunda, los profesionales colegiados que responden no representan todos los ámbitos y servicios donde se
aplica el trabajo social con grupos. Pese a
estas limitaciones, los resultados muestran la variedad y la riqueza de los temas que abordan los profesionales y la
estructura metodológica que utilizan.
Por este motivo el estudio en el que se
basa este artículo, y a partir de una población profesional que utiliza el método del
trabajo social con grupos, se centró en los
siguientes aspectos: a) Ámbitos de servicios,
desde donde se describen las experiencias c)
Población receptora, que mostraría cuáles
son los destinatarios de la acción profesional, d) Tipología de los grupos y objetivos
que persiguen, y e) Comprobar cuáles son
los criterios metodológicos más habituales
Ámbitos de servicios desde los que se
trabajar con grupos de usuarios y enviaban información sobre un total de 206 grupos. Estos 206 grupos se
habían realizado en los ámbitos siguientes:
140 grupos (67,96%) dentro del ámbito de Salud, 58 grupos (28,15%) dentro del ámbito de Servicios
Sociales, mientras que los grupos realizados en los ámbitos de Enseñanza, Ocupación y Justicia eran un total
de 8 grupos (3,88%).
De los 140 grupos del ámbito de Salud, 69 grupos (49,28%) provienen de los servicios de Salud Mental; 39
grupos (27,85%) de los Servicios de Atención Primaria; 19 grupos de los CAS, y 13 grupos son realizados
en Hospitales.
De los 58 grupos del Ámbito de Servicios Sociales, 30 grupos (51,72%) se realizaron en los Servicios
Sociales de Atención Primaria, y los 18 restantes desde los programas Atención Domiciliaria, Discapacitados,
Mujer, Infancia y Adolescencia, PIRMI, y Salud Mental.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
139
Aproximación a la práctica del trabajo social
ha recibido la información sobre las experiencias de trabajo social con grupos de usuarios: las respuestas obtenidas que provienen
en la casi totalidad de profesionales de los
ámbitos de Salud y de Servicios Sociales,
platea la pregunta de si en otros ámbitos y
servicios no se practica el trabajo con grupos de usuarios, aplicando unos criterios
metodológicos establecidos (lo cual descartamos de entrada). Considerada la cuestión
en sentido positivo se podría “pensar” que
los trabajadores sociales de los ámbitos de
Salud y Servicios Sociales son los profesionales que se han sentido más motivados para
contestar los cuestionarios. Se podría añadir
también la suposición de que esta motivación para colaborar puede corresponder al
hecho de que estos profesionales tienen a
disposición un banco de datos relacionados
con las preguntas del estudio, y que por tanto,
la búsqueda despierta el interés para mostrar
los resultados de los trabajos que realizan.
Características de la población
receptora
Respecto al género, los resultados muestran una preponderancia de grupos con composición mixta (mujer/hombre) en 151
grupos. Este dato corresponde a la organización de los grupos y no se puede saber ni
la proporción de hombres-mujeres que participan, ni cuáles son las personas que con
más frecuencia continúan el proceso o cuáles lo abandonan.
47 grupos se dirigen sólo a mujeres y 7
grupos solamente a hombres. Los respectivos objetivos de estos grupos están relacionados con las características propias del
género, o con el rol social más frecuente en
cada uno de ellos.
140
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
En cuanto a la edad, en las experiencias
de trabajo social con grupos de usuarios encontramos dos características significativas:
a) La heterogeneidad de edades entre los
miembros de los grupos (en 105 grupos (50,9%) la diferencia de edad entre algunos miembros es de entre 20
y 40 años.
b) La presencia de miembros de edad
muy avanzada (80 años o más) entre
los grupos de familiares y/o cuidadores
no son una excepción. Esta es una
característica de los grupos de trabajo
social que difícilmente encontraríamos
en grupos de población general, llevados por otras profesiones.
Los grupos de usuarios o grupos de familiares presentan las siguientes características:
La distribución entre grupos de personas
afectadas por un problema o dificultad y los
grupos de familiares y cuidadores muestra
que la proporción de grupos de usuarios es
de 125 grupos (%) y la de familiares y
cuidadores es de 77 grupos (%), mientras
que 4 grupos son de composición mixta.
La gran incidencia de grupos dirigidos a
familiares es también una característica del
trabajo social El predominio de grupos de
familiares se encuentra en los Servicios de
Salud Mental y en las Áreas Básicas de Salud, y la tipología de grupo más significativa
por el número de experiencias presentadas
(30 grupos) corresponde a “Grupos de familiares y cuidadores de personas con demencia y/o enfermedades crónicas”
Tipología de los grupos y objetivos que persiguen
Del análisis de los 206 grupos se han
establecido 36 categorías de grupos, y
Interés profesional
dentro de estas categorías se han incluido
un total de 106 tipologías de grupos. Esto
significa que los grupos que presentan las
mismas características y persiguen objetivos
similares quedan englobados en una misma
tipología. El mejor ejemplo de tipología de
grupo, antes mencionado, serían los “Grupos de familiares y cuidadores de personas
con demencias o enfermedades crónicas”,
que es el más numeroso. Otros grupos con
un solo ejemplo quedan establecidos como
una tipología diferente a las demás. Un ejemplo podría ser el “grupo para mujeres que
presentan enfermedades poco frecuentes”.
La variedad y riqueza de estas tipologías
requeriría un espacio de discusión muy
profunda y detallada.
Al analizar la función de los 206 grupos descritos en el estudio en relación a
sus objetivos, encontramos los siguientes
resultados:
Grupos de formación: 8 (3,88%)
Grupos de información: 5 (2,42%)
Grupos de prevención: 17 (8,24%)
Grupos de tratamiento socioterapéutico:
119 (57,76%)
Grupos de tratamiento socioeducativo:
14 (6,79%)
Grupos para la integración social: 34
(16,50%)
Grupos de ayuda mutua: 5 (2,42%)
Grupos de participación comunitaria: 4
(1,94%)
Como se puede observar, los grupos con
una función socioterapéutica son los más
numerosos, seguidos de los que tienen una
función de integración social.
Metodología: por los resultados del estudio, y en términos generales, podemos
afirmar que los profesionales que trabajan con grupos aplican unos criterios
metodológicos coincidentes con las
orientaciones de la bibliografía básica
de este método.
La duración del grupo es de hasta 3
meses (33,49%) y de 1 año o más (52,42%).
Sobre la duración de las sesiones predominan los grupos con 90 minutos (37,37%)
y los de 60 minutos (33,49%). La periodicidad con una frecuencia más alta es la semanal (58,25%), seguida de la quincenal
(17,96%).
Sobre el abordaje técnico, predomina
la orientación semi-directiva (60,19%), seguida de la orientación directiva (15,53%) y
no directiva (13,59%).
Los grupos de la muestra están dirigidos por un solo trabajador social en un
38,83% y co-dirigidos en un 58,73%. Del
conjunto de los grupos un 47,08% tienen
supervisión, mientras que un 50,97% no
están supervisados. En cuanto a la evaluación de los resultados de los grupos, tanto
por parte de los usuarios, las instituciones y
los profesionales, es muy positiva.
Conclusión
El interés por elaborar este artículo era
poder mostrar una realidad de conjunto, a
través de datos empíricos, sobre la práctica
del trabajo social con grupos de usuarios en
Cataluña, y comprobar que esta práctica seguía una estructura metodológica básica.
Queríamos mostrar la riqueza y variedad de grupos descritos, la mayoría de ellos
consolidados en los servicios, y la necesidad
de establecer conexiones teórico-prácticas
para profundizar el conocimiento sobre esta
metodología de trabajo social. La realidad es
que en el trabajo social en general, y quizás
más en el trabajo con grupos, existe un coRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
141
Aproximación a la práctica del trabajo social
nocimiento acumulado desde la práctica que
en gran parte no es conocido ni reconocido
por la propia profesión, el cual habría que
sistematizar y argumentar para inscribirlo
como elemento de progreso dentro de la
profesión.
Hay muchos aspectos que se deberían
discutir, clarificar y concretar para poder
avanzar, no tanto para que todo el mundo
piense lo mismo, sino para que cada grupo
de profesionales pueda argumentar sobre los
objetivos, sobre los criterios que aplican, sobre los condicionamientos del marco institucional, y otras variantes que intervienen.
Estamos convencidas de que además de
trabajar bien y de enseñar bien, cada trabajador social debe contribuir en la construcción de la profesión.
Bibliografía
„ BROWN, A. Groupwork. Aders-
hot: Gower, 1986. ISBN 9781857420876
„ CIRERA, T. y LOPETEGUI,
L. “Grupo socioterapéutico
para mujeres”, en Revista de ser-
142
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
vicios sociales y política social, núm.
45 (1984), pàg. 121-135. Madrid: Consejo de Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social. ISSN 1130-7633
„ ROSSELL, T. Trabajo social de
grupo: Grupos socioterapéticos y grupos socioeducativos. Madrid: Universidad Complutense, 1998.
Cuadernos de Trabajo Social,
núm. 11. ISSN 0214-0314
Interés profesional
Género, social care y políticas de bienestar
social
Esther Albesa Jové1
Resumen
Las transformaciones sociales acontecidas en los últimos años en las sociedades
desarrolladas han ido acompañadas de una serie de cambios en la cobertura de los
riesgos que afectan a las personas a lo largo de su trayectoria vital.
Este artículo pretende analizar los aspectos esenciales de la atención y el trabajo de
cuidado hacia las personas desde una perspectiva de género, en especial, la atención
y cuidado de larga duración a las personas con dependencia, a la vez que analiza
cuáles han sido las respuestas de las políticas sociales en los diferentes modelos de
bienestar de nuestro entorno, haciendo también referencia al desarrollo de la Ley
39/2006, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en
Situación de Dependencia.
Palabras clave: Trabajo de cuidado de larga duración, dependencia, social care,
estados de bienestar, políticas sociales, modelo informal de cuidado, género.
Para citar el artículo: ALBESA JOVÉ, Esther. Género, social care y políticas de bienestar social. Revista de
Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197, páginas 143-151. ISSN 0212-7210
Abstract
Social transformations in developed societies over the past years entailed an array
of changes within the coverage of the social risks which affect people along their
lives. The purpose of the present paper is analyse the policies of “social care” in
Europen social wellfare models, essentially aspects of the attention and care towards
people under the prism of gender, and above all, the long-term care of dependent
people. That means, to take a closer look at the way they have been approached and
which answers have been delivered from the social policies stemming from the
diverse models of well-being. But also within our most immediate environment
while taking special consideration the Law 39/2006.
Key words: Long-term care work, dependency, social care, welfare states, social
policies, informal care model, gender.
1
Trabajadora social y socióloga. Trabajadora social del Consorci Parc de Salut Mar. [email protected].
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
143
Género, social care y políticas de bienestar social
El trabajo de cuidado y la crisis
del modelo informal
El término social care o trabajo de cuidado ha sido desde su origen un término controvertido, al menos, se ha utilizado
generalmente para designar aquel trabajo
realizado dentro de los hogares en el entorno familiar orientado a la atención de las
personas, sin retribución económica y que
engloba la atención integral de aquellas personas que no pueden valerse por sí mismas
o que necesitan el apoyo de otros para realizar una vida normalizada, como pueden ser:
niños, personas mayores dependientes, personas con enfermedades crónicas invalidantes o personas afectadas por algún tipo
de discapacidad (Carrasco, Borderías y Turnos, 2011).
Históricamente las mujeres han asumido
como propias las tareas del trabajo doméstico y de cuidado de las personas dependientes, tareas fundamentales en la reproducción
social y el bienestar cotidiano. Tradicionalmente se ha dado una marcada diferenciación entre el trabajo productivo y el trabajo
reproductivo, el primero realizado por los
hombres cabeza de familia ganadores de pan,
male breadwinner,2 y el segundo, atribuido y
asignado básicamente a las mujeres.3
El hecho de que el trabajo de cuidado
haya estado durante muchos años dentro del
ámbito doméstico y privado; pese a haber
variaciones en la distribución y adjudicación
de las tareas según los diferentes contextos
socioeconómicos y políticos de las sociedades a lo largo de la historia (Borderías,
Carrasco y Tornos, 2011), este trabajo ha
sido normalmente un trabajo bastante
invisibilizado y devaluado: invisibilizado porque ha formado parte de la esfera íntima y
privada, al tiempo que devaluado por no encontrarse remunerado a nivel económico, o
incluso así (situación que se da actualmente
en el aprovisionamiento privado del cuidado), se realiza en condiciones laborales y salariales bastante precarias.
Es evidente, según nos sugiere Tornos
(2008), que este modelo social se encuentra
fuertemente arraigado en la división sexual
del trabajo y en un modelo de sociedad patriarcal, ligado a una clara diferenciación y
discriminación de roles en el modelo productivo y de género, lo que motivó una profunda reconceptualización a finales de los
años 80 con la ruptura etimológica del concepto de trabajo en las ciencias sociales4 y el
cuestionamiento del modelo tradicional de
cuidado.
A partir de este fenómeno surge en los
estados de bienestar una preocupación creciente por el tema, sobre todo hacia la atención y el cuidado hacia las personas mayores,
lo que ha situado el trabajo de cuidado y la
atención a la dependencia en el centro del
debate político y social.
La preocupación creciente por el trabajo
de cuidado y atención a los dependientes ha
venido motivada por una serie de factores y
cambios sociales que han hecho que el mo-
Término utilizado en legua anglosajona según el modelo del sustentador principal
con trabajo a tiempo
completo y bien remunerado.
3
A tiempo parcial, precario y mal retribuido.
4
Depende básicamente de los países y de los modelos de bienestar, existen experiencias de socialización del
cuidado en el Modelo Socialdemócrata a partir de los años 70.
2
144
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Interés profesional
delo tradicional de atención informal hegemónico entrara en crisis, y por tanto, se produjera una visibilización del cuidado, pasando
la frontera de la esfera íntima y privada para
situarse en la esfera pública.
Entre los aspectos más relevantes que han
motivado este cambio de visión cabe señalar
los cambios socioeconómicos y culturales que
han acontecido en las últimas décadas:
Por un lado, la incorporación masiva de
la mujer al mercado de trabajo, «transición
laboral femenina», ha propiciado un cambio
social en profundidad en cuanto a los roles
sociales femeninos tradicionales, que junto
con el aumento de los niveles formativos5
ha generado que muchas mujeres prefieran
el desarrollo de su carrera profesional a estar recluidas en los hogares realizando tareas como cuidadoras. Ligado a este aspecto,
un fenómeno que se está produciendo actualmente como resultado de la inserción de
la mujer al mundo laboral es la «doble presencia». Cada vez son más las mujeres que
trabajan dentro y fuera del hogar, este fenómeno ha derivado en un aumento de la tasa
femenina de parcialidad laboral, al tener la
mujer que compaginar el trabajo dentro
(reproductivo) y fuera del hogar (productivo), ya que las pautas culturales masculinas
relativas a la implicación en el cuidado son a
pesar de todo todavía débiles.
Por otra parte, los cambios en el modelo
de familia y las nuevas estructuras de los
hogares, con la disminución progresiva de
sus dimensiones y un aumento considerable
de hogares unifamiliares, sobre todo mujeres viudas mayores de 65 años que viven
solas, o el incremento considerable de fami5
6
lias monoparentales, han derivado en una
crisis de la familia de corte patriarcal, dando
paso a modelos de familias más diversas que
plantean serias dificultades a la hora de asumir las necesidades de cuidado de los dependientes.
Por otro lado, el progresivo envejecimiento de la población ha supuesto un aumento
considerable de las situaciones de dependencia y de falta de autonomía en personas de
edad avanzada, como consecuencia de vivir
todavía mayor número de años y sufrir graves limitaciones físicas y mentales. Este aspecto ha hecho aumentar considerablemente
las necesidades de atención a las situaciones
de dependencia de las personas mayores,
bien sea en el propio hogar, a nivel comunitario o a nivel institucional, tanto en el ámbito público como privado.
Las políticas de “social care” en
los modelos de Bienestar Social
europeos
Todos estos fenómenos descritos han
propiciado que las políticas de social care 6
hayan sido una de las preocupaciones prioritarias de los últimos años en los estados de
bienestar europeos.
El cuidado se ha convertido en un nuevo riesgo social, como consecuencia de los
cambios ya señalados, que han dado paso a
un aumento considerable de la demanda del
trabajo de cuidado y una reducción importante de su oferta informal, como consecuencia del número decreciente de los apoyos
sociales informales de cuidado disponibles,
situación que se ha hecho extensiva a casi
Actualmente por encima de los del hombre, según los principales datos estadísticos.
La traducción literal en lengua castellana es cuidado social.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
145
Género, social care y políticas de bienestar social
todos los países europeos y que ha producido, por tanto, una situación de «crisis del
cuidado» generalizada (Daly y Lewis 2011).
Por lo tanto, frente a esta nueva problemática social, las políticas de bienestar dirigidas al abordaje y atención al cuidado de
larga duración y situaciones de dependencia
han comenzado a formar parte de la agenda política. En los últimos años se ha dado
un reconocimiento de la dependencia como
riesgo social por sí mismo, y se ha generado
un consenso creciente sobre la necesidad de
establecer políticas integrales de atención a
las situaciones de dependencia.
En cuanto a las respuestas que se han
venido dando en nuestro entorno, las políticas
de atención a la dependencia han variado considerablemente según los países. Mientras
algunos países han creado sistemas integrales de protección, otros se han mantenido
en sistemas bastante fragmentados, dirigiendo su protección a riesgos o grupos sociales
muy específicos y/o formando parte de otros
sistemas de protección (Österle, 2009).
Atendiendo a la tipología de regímenes o
modelos de bienestar social europeos, el autor Esping-Andersen hace referencia a los
Países Nórdicos (modelo de Bienestar Socialdemócrata) como el conjunto de países
donde se ha dado históricamente un mayor
desarrollo de programas y servicios de atención a la dependencia, tanto en el ámbito
comunitario como en el ámbito residencial
de titularidad pública. En el extremo opuesto encontramos a los países del sur de Europa, dentro del llamado modelo de Bienestar
Mediterráneo, en el que se ha dado un ra7
8
quítico desarrollo y una lenta expansión de
programas de atención a la dependencia (se
inició desarrollo como campo diferenciado
de atención a partir de 2007, con la
promulgación de la LAPAD).7 En una situación relativamente similar al anterior modelo, pero con características históricas y
evoluciones radicalmente diferentes, encontramos el Reino Unido, con un modelo de
Bienestar Liberal que presenta un elevado
grado de subsidiariedad8 en el papel asumido
por las administraciones públicas en referencia al tipo de políticas de atención. Por otra
parte, en un término medio, están los países
con un modelo de Bienestar Corporativista
o Conservador, vinculados de forma considerable a sistemas contributivos de la seguridad social y a un desarrollo y grado de
cobertura muy amplio.
La institucionalización de la
atención a la dependencia en el
modelo de bienestar español.
Desarrollo y situación actual en
Cataluña
España forma parte del modelo de bienestar característico de los países del sur de
Europa, con una tradición de protección
centrada en la esfera familiar, donde la mujer ha sido históricamente la encargada de la
atención y el cuidado de las personas dependientes, y donde se ha ido desarrollando a lo
largo de los años un sistema público de políticas sociales subsidiarias y asistencialistas.
Las respuestas institucionales de protec-
Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situaciones de Dependencia.
El principio de subsidiariedad, en su definición más amplia, dispone que un asunto debe ser resuelto por la
autoridad más próxima al objeto del problema.
146
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Interés profesional
ción a la dependencia en nuestro país son
fruto de un largo proceso que arranca con
el Pacto de Toledo en el año 2004, la elaboración del Libro Blanco de Atención a la Dependencia y el acuerdo firmado entre las fuerzas
políticas y los agentes sociales en 2005, que
consideran la protección a la dependencia
como una de las prioridades frente a las
nuevas realidades de la sociedad.
Anteriormente a la entrada en vigor de
la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación
de Dependencia9, no existía en el Estado
español ninguna normativa que regulase este
riesgo social. La atención a las personas
mayores y personas con discapacidades se
encontraba vinculada a las leyes de Servicios Sociales autonómicas. La LAPAD articula un modelo de cuidado y atención a la
dependencia de responsabilidad compartida
entre persona, familia y sector público que
tiene como principal objetivo la promoción
de la calidad de vida de las personas afectadas por una situación de dependencia y sus
cuidadores, a la vez que busca favorecer la
libertad de elección dentro de un marco de
prestaciones eficaces que descargue el deber moral femenino del cuidado hacia un
deber moral compartido, apoyándose con un
derecho de carácter subjetivo del cuidado y
propiciando la compatibilidad entre la vida
laboral, social y personal (Rodríguez Cabrero, 2011).
La Ley establece un derecho de ciudadanía de atención a las personas en situación
de dependencia que no requiere ninguna
actividad profesional ni cotización previa,
con carácter de derecho subjetivo, el cual es
susceptible de ser exigido legalmente ante la
justicia, lo que se puede considerar un avance significativo en la consolidación de los
derechos sociales en nuestro país.
La Ley comienza a aplicarse a partir de
enero de 2007 10 y se prevé un desarrollo progresivo de los derechos hasta 2015 (actualmente se han producido modificaciones en
su aplicación debido a la crisis económica).
En cuanto al desarrollo de la Ley en Cataluña, en la tabla 1 podemos ver que hasta
el año 2011, según el Departament de
Tabla 1. Distribución de las valoraciones de dependencia por grado y nivel.
GRADO
VALORACIONES
%
III - GRAN DEPENDIENTE
145.395
38,6
II - SEVERO
128.517
34,2
I - MODERADO
102.339
27,2
TOTAL
376.251
100,0
Elaboración propia a partir de los datos del Departament de Benestar i Família.
9
Ley 39/2006, de 14 de diciembre.
Las valoraciones y el desarrollo del PIA se inician con el grado III.
10
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
147
Género, social care y políticas de bienestar social
Benestar i Família, habían 376.251 personas dependientes, de las cuales el 38,6% son
grandes dependientes, el 34,2% son dependientes severos y el 27,2% son dependientes moderados.
La tabla 2 nos muestra que el número
total de prestaciones y servicios, según datos actualizados en marzo de 2012 por el
Departament de Benestar i Família, es de
187.250, de las cuales son beneficiarias un
total de 145.869 personas.
En cuanto a las prestaciones, el 39,5%
son servicios y el 60,5% son prestaciones
económicas, es decir, hay una preponderancia de prestaciones económicas frente a pres-
taciones en servicios, lo cual contradice la
Ley que dice que se debe priorizar las prestación en servicios frente a las prestaciones
económicas.
En referencia al tipo de prestación en servicios, podemos ver claramente que predominan los servicios dirigidos a personas
mayores, y dentro de éstos los servicios residenciales, con un 32,6%, en número inferior el SAD, con el 24,5%, y por último la
teleasistencia con el 23,4%. En referencia a
las prestaciones económicas, se aprecia claramente la tendencia de este tipo de prestaciones frente a los servicios, sobre todo las
prestaciones económicas para cuidadores/
Tabla 2. Número y tipología de prestaciones y servicios
Prestaciones en ser vicios
74.008
%
Prestaciones económicas
Centro día Discapacitados
3.039
4,1
Asistente personal
Centro día GG
5.485
7,4
Cuidador no profesional
Hogar Residencia
1.216
1,6
Vinculada a Centro de día
Residencia Discapacitados
3.402
4,6
Vinculada a Residencia
Residencia GG
24.123
32,6
Ayuda a domicilio
18.125
24,5
Sociosanitaria
1.309
1,8
Teleasistencia
17.309
23,4
Vinculada a SAD
113.242
%
22
0,02
102.346
90,4
215
0,2
10.357
9,1
302
0,3
Elaboración propia a partir de los datos del Departament de Benestar i Família.
as no profesionales, que suponen el 90,4%
del total de prestaciones económicas.
En cuanto a la edad, la tabla 3 nos muestra que el grupo más numeroso de personas
148
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
que reciben prestaciones, el 50,1%, son mayores de 80 años, y el 27,4% son mayores
de 65, por lo que el 77,5% del total de personas dependientes son personas mayores.
Interés profesional
Tabla 3. Perfil de personas beneficiarias por edad
EDAD
NÚMERO PERSONAS
%
<3
3-18
1.027
5.767
0,7
4,0
19-30
4.229
2,9
31-45
8.239
5,6
46-54
5.257
3,6
55-64
8.370
5,7
65-79
39.916
27,4
> 80
73.064
50,1
Total:
145.869
100,0
Elaboración propia a partir de los datos del Departament de Benestar i Família.
Conclusiones
Como síntesis se puede concluir que el
trabajo de cuidado ha sido tradicionalmente
realizado por las mujeres dentro de la esfera
privada de los hogares. Las recientes transformaciones sociales, culturales y económicas en las sociedades desarrolladas han dado
como resultado que el ámbito privado del
cuidado haya sufrido una cierta visibilidad,
pasando a ser considerado un nuevo riesgo
social, tomando cuerpo y entidad propia. Por
tanto, esta nueva situación hace patente la
necesidad de socialización del cuidado y la
crisis del modelo informal de atención, fuertemente arraigado en la familia tradicional,
la división sexual del trabajo y la discriminación por razón de género.En cuanto a las
diferentes respuestas que se han dado encontramos modelos de políticas sociales sectoriales y fragmentadas, sobre todo en los
países del sur de Europa y en el modelo Liberal; por el contrario, en los modelos de
bienestar socialdemócrata y conservador
existen políticas integrales amplias y con fuerte presencia pública. En términos generales,
en todos los modelos de bienestar europeos
la responsabilidad de cobertura recae sobre
tres pilares: persona-familia-Estado, pero el
aspecto a señalar es que el peso de uno u
otro pilar viene definido por el tipo de modelo de bienestar. Como se ha visto a lo largo de la exposición, la peculiaridad del
modelo en el arco de los países mediterráneos es que el eje o pilar básico de apoyo es
la familia, con la mujer como núcleo central, la encargada del trabajo de cuidado.
En referencia al desarrollo de políticas
de dependencia en España, la LAPAD ha
supuesto la universalización del derecho a la
atención a los dependientes, pero, según nos
confirman los datos analizados y los tipos
de prestaciones que se venden dispensando
en el caso de Cataluña desde el inicio de la
implementación de la ley hasta la actualidad,
no se ha producido un equilibrio real entre
las diferentes esferas de responsabilidad, tendiendo hacia la mercantilización de los serRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
149
Género, social care y políticas de bienestar social
vicios y hacia una fuerte desviación de la
responsabilidad de la atención hacia la familia.
Los datos nos muestran que a pesar de
haber una regulación firme acompañada del
derecho al acceso a los recursos de forma
universal, el 40% de prestaciones que se
ofrecen son servicios y el 60% prestaciones
económicas, de las cuales el 90% son para
cuidadores no profesionales, es decir, se
priorizan las prestaciones monetarias frente
a los servicios, y entre las prestaciones monetarias las dirigidas a cuidadores no profesionales. Por tanto, el peso de la atención sigue
recayendo de forma mayoritaria en las mujeres, aspecto que pone en evidencia la quiebra del modelo para romper con la herencia
familista del modelo mediterráneo de bienestar social.
Otro aspecto relevante es la mercantilización que se ha producido en los servi-
150
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
cios: como hemos visto, el perfil de las personas dependientes es el de mujer, mayor
de 80 años, viuda y sola. El SAD ha generado un mercado de economía sumergida para
población inmigrada que reproduce las desigualdades de género y la explotación de este
colectivo, dado que el sector no cuenta con
ningún tipo de regulación laboral.
Por último, cabe decir que a partir de 2010
se ha producido un descenso importante en
el desarrollo de los derechos sociales de la
LAPAD como consecuencia de la crisis y la
falta de recursos económicos por parte de
las administraciones, con lo que un porcentaje importante de personas valoradas como
dependientes, a pesar de tener el derecho
reconocido, no están recibiendo ninguna
prestación, el retraso en las valoraciones
durante todo el procedimiento o los recortes y la extinción de algunas de las prestaciones.
Interés profesional
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
151
Una mirada resiliente a la institución penitenciaria
Una mirada resiliente a la institución
penitenciaria
Natalia Sánchez Delgado 1
Resumen
Es objeto de controversia y debate en nuestra sociedad la reforma del sistema
penal español, debate que adquiere aún mayor trascendencia en el contexto de
recesión en que nos encontramos. Tanto en el discurso político, como en la
percepción social influenciada también, a veces, por los medios de comunicación
y su manera de enfocar la delincuencia, es por lo menos inquietante que no nos
alarmemos ante el hecho de que siga habiendo una propensión hacia la búsqueda
de consenso sobre el endurecimiento de las penas. La consecuencia es la constatación
de un aumento en el número de personas encarceladas (González, 2011).
Este artículo, desde el enfoque que nos propone la resiliencia, pretende colaborar en la
construcción de una mirada diferente, más prometedora, para modificar determinados
estereotipos y/o mensajes pervertidos que se dan desde algunos órganos políticos.
Palabras clave: Resiliencia, tratamiento penitenciario, política penitenciaria, trabajo
social.
Para citar el artículo: SÁNCHEZ DELGADO, Natalia. Una mirada resiliente en la institución penitenciaria.
Revista de Treball Social . Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya, diciembre 2012, nº 197, paginas 152157. ISSN 0212-7210
Abstract
Is the subject of controversy and debate in our society Spanish penal system reform,
a debate that becomes even more significant in the context of recession in which
we are. Both, in political discourse and in social perceptions influenced, sometimes,
by the media and their approach to crime, is at least disturbing that we are not
alarmed at the fact that there is still a propensity for finding consensus on harder
penalties. The result is the statement of an increase in the number of people
incarcerated (González, 2011).
This article, from the approach proposed by the resilience, intends to collaborate
in the construction of a different look, more promising, to modify certain stereotypes
and/or perverted messages that occur from some political organs.
Key words: Resilience, prison treatment, prison policy, social work.
1
Trabajadora social. Coordinadora técnica de atención domiciliaria en la entidad ABD (Asociación, Bienestar
y Desarrollo) Barcelona. [email protected]
152
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Interés profesional
Motivación
Des de una mirada crítica, nos cuestionamos el funcionamiento del sistema penal,
el tratamiento penitenciario y la praxis de
las intervenciones que se llevan a cabo en el
interior de los centros; paralelamente nos
interrogamos sobre la consecución real acerca
de lo que nos dicta la Constitución Española
sobre las penas privativas de libertad, es decir, si en efecto el conjunto de actuaciones
están dirigidas hacia su fin, la reeducación y
reinserción social de las personas. Por otro
lado, nos interesa vincular el tratamiento
penitenciario con un concepto emergente,
que ha ido adquiriendo una especial relevancia, siendo un término muy acuñado en la
actualidad, resiliencia. Algunos autores lo
plantean como un paradigma, otros lo presentan como un enfoque o mirada. La realidad es que se ha incrementado su uso y
estudio en diferentes ámbitos de actuación.
En este sentido, Forés y Grané (2012) expresan: “Finalmente la resiliencia es un concepto
del cual no sólo hablan algunos expertos, sino que
ha llegado a la comunidad educativa, a los medios
de comunicación y a la sociedad. Es un concepto,
una metáfora de las posibilidades que hay que conocer y promover, tanto a nivel personal como comunitario, y más todavía en momentos de crisis”.2
Buena parte de la literatura científica que
encontramos, alude a los efectos nocivos de
la llamada institución total, Goffman,
Focault, Valverde y Wacquant son autores
clásicos, por citar algunos. Éstos y otros autores plantean, entre otros aspectos, que la
prisión es un simple mecanismo de control
2
3
social, que el castigo no resuelve los problemas de fondo que influyen en las conductas
delictivas, y dejan al descubierto la existencia de una clara tendencia hacia la penalización de la pobreza.
Teniendo en cuenta un contexto como
es el de la institución penitenciaria, desconocida por muchos, con sus frecuentes y
complejas dificultades asociadas, como son
personas a menudo con adicción, violencia
intracarcelaria, problemáticas de índole
sociofamiliar, económico, laboral, etc. Da
lugar, en multitud de casos, a la estigmatización, al prejuicio e incluso a la exclusión
social. Como trabajadora social que cree firmemente en la capacidad del ser humano,
en su reeducación,3 se presentaba como sumamente atractivo abordar y vincular el estudio de la resiliencia y el tratamiento
penitenciario como eje central de este artículo. La finalidad principal es sensibilizar
sobre la necesidad de un cambio de mirada
sobre las personas que están o han estado
en situación de privación de libertad.
Marco legal y algunas incongruencias
Brevemente expondremos que en relación con los fines del tratamiento penitenciario, siguiendo el mandato constitucional
que dispone en el artículo 25.2: “Las penas
privativas de libertad y las medidas de seguridad
estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción
social”, el sistema penitenciario español concibe el tratamiento penitenciario como el
conjunto de actuaciones directamente diri-
Cita incluida en la contraportada (cuarta de portada) del libro de los autores.
La reeducación nosotros la entendemos como un camino de autoconocimiento y crecimiento, encontrando
la manera de vivir íntegra y coherentemente con uno/a mismo/a y el entorno.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
153
Una mirada resiliente a la institución penitenciaria
gidas a la consecución de este fin. En este
sentido, la Administración penitenciaria debe
orientar su intervención y tratamiento hacia
la promoción y crecimiento personal, la
mejora de las capacidades y habilidades sociales y laborales y la superación de los factores conductuales de exclusión que
motivaron las conductas criminales de cada
persona condenada. 4
Contrariamente, la realidad es que nos
encontramos con una dicotomía muy clara:
España es uno de los países con la tasa de
delincuencia más baja y, sin embargo, con
una tasa mayor de gente encarcelada (Bondia,
2011). Los expertos nos dicen que España
se sitúa entre los países con una de las mayores tasas de población de presos (sólo superada por Chipre e Italia), llegando a un
promedio de ocupación superior al 140 por
ciento. Este dato se debe fundamentalmente a un endurecimiento del código penal, ya
que en los últimos años no hay un aumento
de la delincuencia ni del número de entradas en prisión. Por lo tanto, reiteramos, se
constata que no hay un verdadero aumento
de la delincuencia, sino que se ha extendido
el uso de las denominadas medidas cautelares.
Además, la composición de las prisiones es
bastante significativa, cerca del 80% de los
presos de España no tienen estudios medios
o de trabajos cualificados en el momento de
su ingreso, y el 70% se encuentran dentro
por delitos relacionados directamente o indirectamente con las drogas, ya sea por trá-
fico, robos o ajustes de cuentas (González,
2011).
Todo esto nos lleva a la reflexión sobre
cómo las estrategias de política criminal de
la última década han configurado un sistema que hace fácil la entrada a la cárcel y al
mismo tiempo dificulta su salida (García,
Becerra, & Aguilar, 2012). Un horizonte que,
desde nuestro criterio, es una paradoja que
contradice una verdadera “voluntad” de establecer condiciones dignas de internamiento para conciliar el sistema de ejecución
penal con los principios irrenunciables que
nos impone el Estado de Derecho.
Dicho esto, no entendemos la voluntad
política de iniciar medidas populistas que
anuncian algunos medios de comunicación
en torno a la posibilidad de endurecer las
penas o inclusive, de implantar la cadena
perpetua, en palabras del Ministro de Justicia, la cadena permanente revisable.5 Un
ejemplo de esto es la propuesta denominada
“custodia de seguridad”, hecha pública por
el señor Gallardón después de una reunión
con el padre de Marta del Castillo, asesinada
en el 2009 (El País, 2012). 6
Creemos que la violencia tiende a engendrar resentimiento por quien la recibe, y en
consecuencia mayor posibilidad de respuestas o reacciones con violencia, retroalimentando de esta manera conductas, actitudes o
reacciones insanas, no constructivas. En relación a esta cuestión, Sánchez (2012), según su propia experiencia, manifiesta: “Las
Notas elaboradas en base a documentación oficial de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.
La cadena permanente revisable consiste en una pena de prisión perpetua que, pasados unos años, el plazo
varía en cada país, es revisada.
6
Con todo mi respeto por las víctimas. La custodia de seguridad es una medida que está en gestación, que
podría imponer hasta 10 años más de internamiento extra para los delincuentes considerados peligrosos. Existen varias noticias sobre esto, ver por ejemplo el texto publicado por Precedentes judiciales en España (2011).
4
5
154
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Interés profesional
personas no se tratan, se educan. Y a mí, como a
todos los que he conocido, no me han educado, ni
siquiera estimulan la educación (...) Si tratas a
golpes a la gente después te morderán (...) Si la
reinserción fuera real no se entendería tanto como
una venganza social y llevarían esfuerzos a reeducar
con un poco más de amor para que una persona no
cometiera más delitos (...) el caso es que compartimos más que una condena es una venganza hacia
el individuo y no queremos ver las carencias que le
aporta porque cuanto más limitado sea más fácil
será dar la razón a tanto presupuesto inútil dejando de lado las carencias que lo hicieron delinquir”.7
Resiliencia
“La resiliencia difícilmente puede brotar en la
soledad. La confianza y solidaridad de otros, ya
sean amigos, maestros o tutores, es una de las condiciones para que cualquier ser humano pueda recuperar la confianza en sí mismo y su capacidad de
afecto”.
C YRULNIK (2005)
El enfoque de la resiliencia está, sin duda,
en contra del determinismo, en contra de la
idea de que los que han sido maltratados o
han vivido en un ambiente insano se convertirán en maltratadores y conflictivos, o
que quienes una vez se comportaron de
manera inadaptada no pueden cambiar. La
resiliencia sorprende, por ejemplo, a los médicos cuando algunas personas enfermas
sobrepasan los límites de recuperación de
sus enfermedades y prolongan su vida más
allá de lo que se estimaba. Llegados a este
punto: ¿Cómo se puede salir con éxito o fortalecido de una situación difícil como pueden ser las adicciones y/o la experiencia de
7
un ingreso en prisión? ¿Cómo acompañar a
las personas en esta situación?
Según algunas investigaciones, todos los
sujetos que resultaron resilientes tenían al
menos una persona, familiar o no, que los
aceptó de manera incondicional, independientemente de su temperamento, su aspecto físico o su inteligencia. Necesitaban contar
con alguien y, al mismo tiempo, sentir que
sus esfuerzos, su competencia y su autovaloración eran reconocidos y fomentados por
una relación afectuosa y estrecha con otras
personas. Melillo y Suárez (2002).
Los programas de intervención se pueden orientar hacia este concepto, buscando
fortalecer las capacidades de resistir las situaciones difíciles, límite o destructivas, como
son posiblemente algunas de las circunstancias que han podido llevar a las personas a
cometer delitos y en consecuencia a la prisión; potenciar los vínculos que unen a las
personas en el medio, los otros, incrementar
y potenciar la revinculación frente a la desvinculación que pueden experimentar muchas de estas personas. Organizando, por
ejemplo, dentro de los programas, la existencia de factores resilientes y la figura de
tutores de resiliencia que promuevan una
mejora en la percepción de la pena, incidan
en la calidad de vida dentro del centro, y en
las posibilidades de reinserción de las personas en situación de privación de libertad.
La resiliencia como enfoque y estrategia
de intervención brinda el conocimiento de
la manera como las personas que, a pesar
de haber experimentado situaciones desfavorables y estar un poco condicionadas (no
determinadas), han podido superar, fortale-
Citado por Eloi Sánchez (2012) a través del portal web “social.cat”: la primera comunidad en línea de la
acción social en Cataluña. (Red digital catalana). “Las personas no se tratan, se educan”.
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
155
Una mirada resiliente a la institución penitenciaria
cer y enriquecerse a través de ellas. Por ello,
se puede tener una visión más esperanzadora
dirigida a las personas en situación de privación de libertad, ya que plantea que la adversidad y el estrés pueden ser abordados
en el contexto de la prisión trabajando las
propias fortalezas y generar recursos de
afrontamiento, aunque muchas de ellos y ellas
puedan tener historias vitales complejas y
difíciles detrás. En palabras de Mikulic
(2007): “Es posible que no haya otra forma de
sobreponerse al dolor, si no es cruzándolo con el
descubrimiento de las propias fortalezas” (pág. 25).
Esto nos lo puede dar, o al menos hay más
posibilidades de que sea así, la presencia, el
estudio y el fomento dentro de la propia institución, de los factores resilientes necesarios para el desarrollo o fortalecimiento de
la propia capacidad resiliente.
Conclusión
La Administración pública creemos que
debería tener presentes los factores que promueven la resiliencia en el diseño de las políticas de intervención, también a las
asociaciones y entidades que intervienen y
colaboran en los centros, y otras instituciones relacionadas; asumiendo la responsabilidad incorporar, reforzar o dar el apoyo
necesario para que los factores resilientes se
156
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
den y se conserven. En nuestro criterio, la
repercusión de los estudios de los factores
resilientes dentro de los centros penitenciarios puede favorecer la amortiguación de la
reincidencia de la conducta delictiva, es decir, reducir considerablemente las posibilidades de reincidir. En última instancia,
reconocer e implementar procesos resilientes
sobre poblaciones que son expuestas a mayores dificultades y situaciones de estrés
ambiental aportaría la presencia de “escudos” más sólidos para que las personas puedan hacer frente a situaciones adversas. Al
mismo tiempo, posicionarnos en esa mirada
nos conduce a romper con la visión de déficit e imposibilidad para trabajar y construir
con la potencialidad y capacidad de las personas.
Pensamos que es fundamental realizar
estudios científicos en esta línea, no sólo por
el hecho de que las investigaciones en este
ámbito son escasas, sino sobre todo porque
actualmente, según un informe del Observatorio de la delincuencia (ODA), nos encontramos con que las cárceles españolas son
de las más pobladas de Europa, por lo que
se deben seguir uniendo esfuerzos en la
mejora de las políticas penitenciarias y en el
tratamiento penitenciario para lograr la
reinserción de las personas privadas de libertad.
Interés profesional
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
157
158
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Libros
La infància, una història fosca
El trabajo social y sus
instrumentos
Com fer un Pla d’Empresa en
empreses de serveis personals
Afrontar la discapacidad,
el envejecimiento y la
dependencia
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159
160
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Libros
La infància, una història
fosca
Les condicions de vida dels nens
a Catalunya a través dels segles
„ PINILLA PÉREZ DE BUS-
TOS, J. La infància, una història
fosca. Les condicions de vida dels nens
a Catalunya a través dels segles.
Lleida: Pagès Editors, 2011.
ISBN 978-84-9975-149-8.
Para citar el artículo: TORRALBA,
Josep Mª. La infància, una història
fosca –reseña. Revista de Treball
Social. Col·legi Oficial de Treball
Social de Catalunya, diciembre
2012, nº 197, páginas 161-162.
ISSN 0212-7210
El autor, publicista y miembro colaborador de la
entidad Aldeas Infantiles SOS de Cataluña en la actualidad, hace con esta obra una revisión historiográfica
de la situación de la infancia en Cataluña desde la Edad
Media hasta la actualidad, utilizando unas fuentes muy
bien documentadas y exhaustivas.
La concepción de la infancia a lo largo del tiempo
modificándose según el modelo de sociedad existente,
pasando de la consideración de los niños sin diferenciarlos de los adultos y por lo tanto con medidas represivas y punitivas iguales que las de los adultos hasta la
aparición, muy entrado el siglo XX, de las primeras
medidas de protección hacia los niños como personas
diferentes a los adultos. A lo largo de muchos siglos, los
niños son abandonados e incluso se practica el infanticidio como forma de eliminar su existencia y que no se
conviertan en un problema social.
Cabe destacar la segunda parte del libro, donde el
autor realiza un recorrido histórico sobre los dispositivos, servicios y respuestas que se dan en Cataluña ante
la situación de los niños en situación de abandono o
desamparo, empezando por la caridad en la Edad Media, pasando por la aparición de las primeras leyes de
protección a la infancia y llegando a la aprobación de la
Convención de los Derechos del Niño y el reconocimiento de
los niños como sujetos de derecho.
En el capítol sobre “La infancia, objeto de protección”, el autor realiza un análisis histórico muy intereRTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
161
La infància, una història fosca
sante entre las tesis del pedagogo Ramon
Albó y el cura José Pedragosa, que llegaron
a enfrentarse dialécticamente y que mantuvieron un pulso durante muchos años sobre
cómo debían ser los centros de atención a
los niños abandonados. El rifirrafe terminó
cuando el Gobierno de la época se decantó
a favor de Ramon Albó apoyando las tesis y
el planteamiento de este pedagogo.
Tal como explica el autor en la introducción del libro, el encargo de Aldeas Infantiles SOS de Cataluña de realizar una campaña
publicitaria de captación de familias acogedoras para los niños desamparados en Cataluña con el eslogan “No hay que ir muy lejos.
Aquí, cerca de ti, diez mil niños y niñas necesitan tu ayuda”, le suscitó el afán de conocer e investigar cuál había sido la situación
de los niños en el pasado. Según Pinilla, “no
fue al principio una tarea fácil porque ni los
propios profesionales relacionados con el
tema (pedagogos, psicólogos, trabajadores
sociales, educadores sociales) desconocían
este pasado, ya que se dedican al niño de
ahora con todas sus actuales circunstancias”.
La valentía y capacidad del autor de iniciar la investigación historiográfica sobre las
fuentes del pasado, y sumergirse en libros,
documentos y textos para ir construyendo
el hilo sobre la historia de la infancia en
Cataluña le ha permitido durante un trabajo
de cuatro años llegar a elaborar esta obra
con un recorrido tan preciso y contextualizado de la consideración de los niños a lo
largo de los siglos hasta llegar al momento
actual.
Sólo mencionar como carencias que he
encontrado personalmente del libro un análisis en mayor profundidad del concepto de
infancia y su representación social, y cómo
ha ido evolucionando esta imagen colectiva
de los adultos que tenemos o hemos tenido
los niños a lo largo de historia. Y algún
capítulo del libro más dedicado al papel
que han tenido los profesionales de atención y protección a la infancia en la evolución de la consideración de los niños sin
diferenciarlos de los adultos en el reconocimiento de estos como verdaderos sujetos de
derecho.
Josep Maria Torralba
162
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Libros
El trabajo social y sus instrumentos. Elementos para
una interpretación a piacere
„ FOMBUENA, J. (Coord.); MI-
RANDA, M.; MONTAGUD, X.;
MOLLEDA, E.; MUNUERA,
M. P.; DE VICENTE, I.; LÓPEZ,
A. i SEGADO, S. El trabajo social y sus instrumentos. Elementos
para una interpretación a piacere. València: Nau Llibres, 2012.
ISBN 978-84-7642-842-9.
Para citar el artículo: MUNTÉ PASCUAL, Ariadna. El trabajo social y
sus instrumentos. Elementos para
una interpretación a piacere –ressenya-. Revista de Treball Social.
Col·legi Oficial de Treball Social
de Catalunya, dicembre 2012, nº
197, páginas 163-165. ISSN 02127210
La Diada de Sant Jordi nos ha regalado a la profesión
El trabajo social y sus instrumentos. Elementos para una interpretación a piacere. Como su título sugiere, se trata de un
libro que ofrece un interesante conjunto de análisis y
reflexiones que permite conocer y pensar el trabajo social
actual abordando algunos de los aspectos clave que lo
constituyen. Sin dejar de mantener un hilo conductor,
la forma en que se estructura el libro permite al público hacer una lectura particular, siguiendo su propio
orden en función de las necesidades de conocimiento
y/o la motivación para aproximarse al mundo del trabajo social.
Josefa Fombuena, en el capítulo primero, nos presenta la especificidad de la técnica en el ámbito del trabajo social, especialmente cuando nos referimos a la
“relación con el otro”. Por otro lado, plantea el papel de
la ética en la intervención, así como las grandes contradicciones que se han ido superando y/o repitiendo a lo
largo de la historia de la disciplina, y los debates actuales en torno a los binomios gestión-intervención social,
monodisciplinariedad-interdisciplinariedad, generalismoespecialización y la responsabilidad pública-gestión privada. La misma autora, en el capítulo segundo, entra en
el terreno de la justicia social como uno de los pilares
del trabajo social, sirviéndose del análisis del ámbito
familiar como ejemplo de la importancia de la justicia
en la constitución y la legitimación de la disciplina.
En tercer lugar, Miguel Miranda nos ofrece una
mirada a la historia a través de las aportaciones de algunas de las grandes mujeres del trabajo social como Mary
Richmond, Jane Addams y Gordon Hamilton. Con este
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
163
El trabajo social y sus instrumentos
recorrido defiende que el trabajo social es
una actividad socialmente construida y que,
por lo tanto, presenta diferencias en función
de los contextos socio-históricos y culturales en el que se desarrolla. Ello entraña una
dificultad para hallar una definición universalmente acordada, pero no por ello se trata
de un ámbito menos científico, ya que incluso aquellas disciplinas que cuentan con el
mayor reconocimiento científico se hallan
constantemente redefiniéndose a si mismas
a lo largo del tiempo. Por último, el autor
dilucida la existencia de una constante que
siempre aparece cuando analizamos qué es
el trabajo social: la intervención psico-social.
El libro sigue con un capítulo cuarto, en
el que Xavier Montagud analiza la contradicción que supone el hecho de que una
mayor inversión por parte de las administraciones en los servicios sociales no se traduzca en la reducción de la pobreza y la
exclusión en nuestra sociedad. La historia
brinda la posibilidad al autor de ver los límites de la intervención social tal y como se
ha ido entendiendo hasta nuestros tiempos,
a la vez que apunta hacia un giro en el tipo
de intervención que trascienda las limitaciones de las formas surgidas en contextos socio-históricos distintos.
Esperanza Molleda, en el capítulo subsiguiente, nos ofrece una clase magistral acerca de una de las herramientas básicas para
el trabajo social: la entrevista. La autora plantea cuáles son sus elementos constitutivos
así como el papel que tiene cada uno de ellos
en el desarrollo de la misma y realiza un
análisis de las claves para que las entrevistas
y las entrevistas a domicilio sean una herramienta eficaz para la intervención social.
Mª Pilar Munuera, en el capítulo sexto,
aproxima al lector el informe social, desta164
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
cando la necesidad de este para un buen
desarrollo del trabajo social tanto en su vertiente asistencial como investigadora. La
misma autora aborda, en el capítulo que le
sigue, la presencia del conflicto y el papel de
la mediación en su resolución.
De la mano de Irene De Vicente, el capítulo octavo nos conduce al conocimiento de
la supervisión en el trabajo social en todas
sus vertientes. Partiendo de un exhaustivo
conocimiento de éste campo a través de la
propia experiencia y la investigación, la autora muestra la importancia de la supervisión en el desempeño de la profesión, así
como en los procesos de formación universitaria de los futuros profesionales.
La complejidad de las instituciones que
enmarcan el desarrollo de las intervenciones sociales ocupa el capítulo noveno,
también escrito por Esperanza Molleda. En
él se plasman aspectos como la burocratización, el papel de las instituciones en una
sociedad capitalista, la cultura organizacional,
el trabajo en equipo, las coordinaciones, etc.
Antonio López y Sagrario Segado escriben el décimo capítulo, dedicado al estado
del trabajo social comunitario en los países
europeos. A través del análisis comparativo
entre la intervención comunitaria en los países en vías de desarrollo y los países europeos con presencia de un Estado de
Bienestar, se llega a una serie de conclusiones acerca de por qué no está funcionando
en estos últimos contextos. El capítulo termina ofreciendo un decálogo para la mejora
y reactivación de las intervenciones comunitarias en el escenario europeo. Los mismos autores cierran el libro con el onceavo
capítulo, dedicado al tema de la investigación enfocada específicamente a la intervención social.
Libros
Merece la pena destacar el carácter historicista del conjunto del documento. Si bien
cada capítulo presenta el estilo propio de
cada autor, todos ellos adoptan una perspectiva histórica que enmarca la actualidad
de la temática que presentan, que facilita la
comprensión del trabajo social contemporáneo. Otro aspecto relevante de la obra es el
hecho de la confluencia del mundo profesional y el mundo académico, a través del
trabajo conjunto entre profesionales que se
hallan en la práctica y trabajadores sociales
con una amplia experiencia investigadora y
docente del ámbito universitario. Este tándem tan necesario para el avance de nuestra
disciplina da un valor añadido a esta publicación que la convierte en un documento
recomendable para un amplio público: para
aquellas personas legas que tengan interés
en aproximarse al trabajo social, pero también para profesionales experimentados, así
como para docentes e investigadores que se
nutren de aportaciones de base científica que
les permitan llevar a cabo su tarea de la forma más adecuada.
Para terminar, solamente añadir que la
obra aquí presentada forma parte de una
colección de trabajo social de la Editorial Nau
llibres, dedicada específicamente a ésta disciplina y que cuenta con otras publicaciones
acerca de temas significativos para el trabajo
social como la mediación, el trabajo social
comunitario, los fundamentos éticos de la
profesión y las intervenciones socioeducativas, entre otros.
Ariadna Munté Pascual
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165
Com fer un Pla d’Empresa
Com fer un Pla d’Empresa en empreses de serveis
personals
„ PELEGRÍ VIAÑA, Xavier.
Com fer un Pla d’Empresa en empreses de serveis personals. Edicions de la Universitat de Lleida,
2005. EINES 49 (Col.lecció tutelada des de l’Institut de Ciències de l’Educació de la Universitat de Lleida) ISBN: 84-8409910-5.
Para citar el artículo: DE VICENTE ZUERAS, Irene. Com fer un
Pla d’Empresa en empreses de
serveis personals –ressenya–. Revista de Treball Social . Col·legi
Oficial de Treball Social de
Catalunya, diciembre 2012, nº 197,
páginas 166-167. ISSN 0212-7210
1
A partir de ahora se indicará como PE.
166
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Com fer un Pla d’Empresa1 en empreses de serveis personals
es un manual especialmente dirigido a los estudiantes
de Trabajo Social que pretende ofrecer unas orientaciones básicas para que éstos puedan crear su propia
empresa e insertarse en el mundo laboral. Sin embargo,
no sólo puede ser útil para dicha inserción laboral, lo
que es muy loable y, sin duda, una opción muy atractiva para encarar el futuro en tiempos de crisis, sino también para aquellos trabajadores sociales que deseen
asesorar e impulsar cambios (changemakers) con usuarios emprendedores.
Su contenido tiene mucho que ver con la
emprendeduría social, con hacer una mirada dirigida
hacia una forma de crear alternativas y respuestas. La
obra emplaza a las personas emprendedoras a seguir
los pasos necesarios para hacer todo aquello requerido
para auto ocuparse.
El texto ofrece en primer lugar una primera aproximación al P.E. teniendo en consideración, por un lado,
que el principio es la idea, y por otro lado, dando respuesta a preguntas como: ¿qué nos interesa saber antes
de iniciar un P.E.?, ¿cómo saber si una idea es suficientemente buena?, ¿cómo es un P.E.?, ¿cómo se ha de
escribir un P.E.? A partir de este marco el autor nos
introduce directamente en lo que sería una guía, orientativa, para la confección de dicho plan contemplando
los siguientes aspectos: conceptos estratégicos clave;
Libros
definición del producto/servicio; análisis del
mercado; organización del producto/servicio; estructura del equipo humano; plan económico y financiero; forma jurídica de la
empresa y evaluación de la viabilidad. En su
conjunto presenta una serie de componentes a tener en consideración que son necesarios, importantes y habitualmente poco
conocidos para los estudiantes de Trabajo
Social para personas que desean convertir
sus ideas en realidad.
A través de la obra vemos cómo el P.E.
permite llevar a cabo un exhaustivo estudio
de las diferentes variables e información
necesaria para determinar la viabilidad del
proyecto que se desea impulsar y, a su vez,
ser la carta de presentación de los emprendedores y del proyecto ante terceras personas como son entidades financieras,
inversores institucionales, socios, etc. Una
vez en marcha, dicho plan también sirve
como herramienta interna para evaluar la
marcha de la empresa y sus desviaciones
sobre el escenario previsto.
Está escrito con un lenguaje claro y sencillo, eminentemente didáctico ya que sus contenidos, además de ser de fácil lectura y comprensión, se acompañan de ejemplos prácticos.
Es una publicación que tiene una especial validez como material docente y de
aprendizaje para estudiantes y egresados de
trabajo social que deseen acercarse o embarcarse en iniciativas y retos que implican
la realización de este tipo de proyectos. Sin
duda el P.E. es una herramienta imprescindible cuando se quiere poner en marcha un
deseo empresarial, sea cual fuere la experiencia/inexperiencia profesional del impulsor o impulsores y la dimensión del
proyecto.
El autor nos presenta, a lo largo de 115
páginas, un texto de carácter introductorio
pero que impregna al lector de la importancia de gestionar bien un P.E. y de cómo hacerlo para crear una organización dedicada
a prestar servicios personales. Estamos ante
un documento que da pistas para aquellas
personas que tienen la actitud, la predisposición y la iniciativa para formar proyectos,
que tienen una idea y quieren llevarla a cabo,
ya que ofrece los pasos necesarios a modo
de “brújula o cartas de navegación” para llegar a buen puerto.
“No hay nada más poderoso que una idea
innovadora en las manos de un emprendedor social” (SOUND BYTES).
Irene De Vicente Zueras
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167
Discapacidad, envejecimiento y dependencia
Afrontar la discapacidad,
el envejecimiento y la
dependencia
„ CASADO, Demetrio. Afrontar la
discapacidad, el envejecimiento y
la dependencia. Madrid: Editorial CCS, 2011. ISBN 9788498427608.
Para citar el artículo: VILÀ MANCEBO, Toni. Afrontar la discapacidad, el envejecimiento y la
dependència –ressenya–. Revista
de Treball Social . Col·legi Oficial
de Treball Social de Catalunya,
diciembre 2012, nº 197, páginas
168-169. ISSN 0212-7210
168
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
En estos últimos años se han escrito muchos libros
y múltiples informes sobre la “dependencia” desde diferentes puntos de vista. La incidencia que tiene esta
problemática en casi todos los hogares del país y las
expectativas creadas han hecho que se convirtiera en
un tema de debate popular, político y también de gran
interés para los profesionales que deben promover la
autonomía personal y atender a personas en situación
de dependencia y a sus familias y deben aplicar la controvertida Ley de Promoción de la Autonomía Personal y
Atención a las personas en situación de dependencia
(LAAD, 2006).
Por eso puede parecer que este libro que se presenta, Afrontar la discapacidad, el envejecimiento y la dependencia,
de Demetrio Casado, es un libro más sobre esta temática, pero no es así. Esto no es ninguna sorpresa para
los que conocemos al autor, personalmente o a través
de sus trabajos –muchos de los cuales son de referencia
en el ámbito de los servicios sociales y de la discapacidad
y que han servido para formar a generaciones de trabajadores sociales, educadores sociales y otros profesionales de todo el Estado–. Los conocimientos del Dr.
Casado y su larga trayectoria profesional, docente e investigadora, así como su exposición clara, sistemática y
didáctica y el tratamiento riguroso de los temas a los
que nos tiene acostumbrados, le permite ofrecer una
visión muy singular, que él llama avanzar en “la acción
racional”, entendida como la que aprovecha el conocimiento disponible en pro de una vida grata y provechosa.
Otro aspecto innovador del trabajo es que se dirige,
como señala el título, a la discapacidad, el envejecimiento
Libros
y la dependencia, cuando normalmente se
estudia la problemática de las personas mayores o a las personas con discapacidad separadamente; este enfoque lo justifica el
autor porque en general demandan intervenciones coincidentes o muy parecidas.
En cuanto al contenido de la publicación,
se puede resumir señalando que comienza
con un primer capítulo dedicado a las aclaraciones conceptuales sobre los temas claves: a) la discapacidad, revisando las
definiciones administrativas, las provenientes de construcciones propias (modelo médico, modelo social, movimiento por la
autonomía personal) y finalmente analiza las
dos clasificaciones de la OMS (CIDMM y
CIF); b) el envejecimiento, refiriéndose a los
tipos y a las dificultades funcionales que
puede comportar y a la delimitación conceptual entre envejecimiento-discapacidaddeficiencia; c) la dependencia funcional,
sobre la noción, grados y la aplicación en la
LAAD. El segundo capítulo lo dedica a la
discapacidad y el envejecimiento desde la
perspectiva de afrontar o de eludir estas situaciones. Por ello, divide las respuestas según sean pragmáticas (lucha, adaptaciones)
o elusivas (pasividad, autoafirmación clasista, sobreprotección, destrucción, etc.), indicando en el primer caso cómo facilitar las
respuestas pragmáticas (desarrollo personal,
conocimiento de afectaciones y tratamientos, etc.) y en el segundo cómo prevenir las
respuestas elusivas (dignidad de la persona y
universalidad de las limitaciones, abordajes
integrales, etc.).
En el capítulo siguiente trata de los recursos de intervención, comenzando por la
prevención (primaria, secundaria y terciaria),
y sigue con la habilitación, la rehabilitación y
la integración por los diferentes tipos de
deficiencia, y en relación al envejecimiento,
la accesibilidad pro igualdad de oportunidades en los diferentes ámbitos (físico, educación, trabajo, etc.) y la asistencia curativa y
supletoria (personal y económica). En el último capítulo sintetiza los enfoques para la
gestión de los objetivos individuales y colectivos, señalando en primer lugar los relativos al
desarrollo personal en interdependencia, en
el que aborda temas como la felicidad, la
calidad de vida, los derechos básicos universales, las metas, etc. Seguidamente trata de
la pro actividad, el enfoque comunitario en
las diferentes modalidades y finalmente se
refiere a la protección social pública
igualitaria y universalista, con selectividad
técnica, donde trata temas como la desigualdad, la marginalidad, la estigmatización o la
igualdad territorial.
Cada uno de estos capítulos, además de
estar ilustrado con muchos ejemplos históricos y actuales, se acompaña de entrevistas
relacionadas con los temas tratados a especialistas, personas afectadas y familiares que
permiten profundizar el tratamiento de los
conceptos utilizados.
En definitiva, el maestro Demetrio Casado nos da una nueva e importante aportación sobre un tema de gran actualidad, desde
una perspectiva de reflexión crítica, bien
estructurada y fundamentada, que sin duda
da una nueva dimensión a los trabajos sobre
estos temas de la discapacidad-envejecimiento-dependencia, que constituye un marco
teórico que puede ser de gran interés para
los profesionales, los políticos, los administradores, las personas afectadas y sus familias, a
menudo demasiado preocupados con los
temas del día a día que les impiden disfrutar
de esta visión global que ofrece este libro.
Toni Vilà Mancebo
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
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El sistema català de serveis socials (1977-2007)
170
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Sección libre
Creatividad de abuelos y nietos
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
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172
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Secció lliure
Creatividad de abuelos y nietos
o cómo producir un cuento que nos embruje
a mayores y pequeños
Irene Estrada1
Hacer cualquier cosa con los niños puede convertirse en una aventura con un resultado inesperado. Ellos lo ven todo con
ojos nuevos, sin esquemas previos, y por
tanto son más libres, espontáneos y creativos.
Los abuelos dicen que los nietos les aportan
inspiración2 y que ellos facilitan el desarrollo de las ideas y ponen los medios materiales y técnicos. Contar cuentos es una de las
actividades favoritas compartidas por abuelos y nietos. Es lo que hacen la autora y sus
nietas en las mañanas de domingo. A veces
los leemos, pero lo que más nos gusta es
inventarlos. Los cuentos son como los sueños, tal como se cuentan se olvidan. Algo
parecido ocurre con otras obras, bromas,
juegos y celebraciones, creaciones efímeras
cuyo registro sería de utilidad para profundizar en la creciente investigación sobre el
rol del abuelo. Un día, cuando mis nietas tenían 4 y 6 años, inventamos un cuento que
nos gustó más que los otros y decidimos es-
cribirlo para no olvidarlo. En cuanto acabamos de leerlo las niñas comenzaron a dibujar, en el dorso, a los personajes. Lo
mandamos a sus padres y a otros niños amigos, imprimimos algunos ejemplares con el
ordenador y recibimos elogios y peticiones.
Los comentarios más frecuentes se referían
a su frescura, su humor y a la resolución
pacífica, no excluyente e ingeniosa del conflicto que se plantea entre la bruja y los vecinos del pueblo. Fue así como decidimos
publicarlo. Un amigo lo maquetó y lo enviamos a una editorial on line 3 que lo aceptó.
Las niñas asistieron a todo el proceso. Visitaron la biblioteca de San Miguel de los Reyes, donde se depositan ejemplares de todas
las obras que se escriben en la Comunidad
Valenciana, y les explicaron que cuando ellas
fueran abuelas su cuento estaría allí, en una
cámara oscura con temperatura y humedad
controladas para que se conservara mucho
tiempo. Fue una visita concertada por su
Para citar el artículo: ESTRADA, Irene. Creatividad de abuelos y nietos o cómo producir un cuento que noes
embruje a mayores y pequeños. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya,
diciembre 2012, nº 197, páginas 173-174. ISSN 0212-7210
Trabajadora social, psicóloga y escritora. [email protected]
CASTRO, 2007.
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www.obrapropia.com
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El bol del mendicant
Creatividad
de abuelos y nietos
madre y el personal de la biblioteca se volcó
con las dos pequeñas ilustradoras. La presentación la hicimos en un jardín. Dispusimos pinturas para que los niños colorearan
los dibujos y pudimos observar cómo añadían fondos y complementos que reflejaban
su particular interpretación del cuento. Ahora tenemos una hucha con el producto de
las ventas y soñamos con invertirlo en nuevos proyectos.
La bruja de la lámpara4 nos ha hecho compartir muchos momentos placenteros y emocionantes y les ha permitido a las niñas
conocer todo el proceso de la creación de
un libro, desde la idea inicial, la escritura y
la ilustración hasta los trámites de la publicación, la presentación y la venta. Sus
nombres aparecen en la portada como
ilustradoras y tienen la propiedad intelectual.
La bruja nos ha permitido divertirnos, aprender juntas y emprender un proyecto que se
alarga en el tiempo, es decir, que ha aumentado nuestra unión y las perspectivas
de futuro al mismo tiempo que queda materializado de tal manera que no se borre de
la memoria y pueda comunicarse.
Bibliografía
„ CASTRO GALLARDO, M. Re-
laciones intergeneracionales y bienestar en las personas mayores. Granada: Editorial de la Universi-
4
dad de Granada, 2007. ISBN
978-84-338-4460-6.
ESTRADA, I.; MOSCARDÓ, M.
i MOSCARDÓ, S. La bruja de la
ESTRADA, MOSCARDÓ y MOSCARDÓ, 2012.
174
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
lámpara. València: Editorial
Obra Propia, 2012. ISBN 97884-15453-83-3.
La revista
Publicaciones
Presentación de artículos
Suscripción
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176
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Números anteriores
Presentació
d’artiPublicaciones
cles
„ Migraciones: el valor de la interculturalidad (I)
Número 186 - Abril 2009
„ Migraciones: el valor de la interculturalidad (II)
Número 187 - Agosto 2009
„ Acercándonos al trabajo social penitenciario
Número 188 - Diciembre 2009
„ Supervisión en trabajo social
Número 189 - Abril 2010
„ 50 años de la Revista de Treball Social
Número 190 - Agosto 2010
„ Los servicios sociales básicos con perspectiva
Número 191 - Diciembre 2010
„ La investigación, una realidad en trabajo social
Número 192 - Abril 2011
„ El tercer sector en el marco de las políticas sociales
Número 193 - Agosto 2011
„ La profesión ante la crisis y el malestar social
Número 194 - Desembre 2011
„ Desigualdades a propósito de género
Número 195 - Abril 2012
„ Formación y compromiso, bases para el crecimiento profesional
Número 196 - Agosto 2012
„
Repensando el trabajo social con familias (I)
Número 197 - Diciembre 2012
Año 2012. Temas
„ Repensando el trabajo social con familias (II)
Número 198 - Abril 2013
„ Ética y bioética en trabajo social
Número 199 - Agosto 2013
„ El estado de Bienestar Social
Número 200 - Diciembre 2013
RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
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Presentación de artículos
NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ARTÍCULOS EN LA
REVISTA DE TRABAJO SOCIAL (RTS)
La Revista de Trabajo Social, editada por el Col.legi Oficial de Treball Social de Catalunya,
es una publicación con más de 30 años de antigüedad que se edita con periodicidad
cuatrimestral. Su objetivo es transmitir el conocimiento de los ámbitos del trabajo social,
los servicios sociales, el bienestar social y las políticas sociales a la comunidad científica,
a los profesionales y a los colectivos interesados.
„ La RTS está abierta a todos los colaboradores que lo deseen para presentar artículos
sobre investigaciones originales teóricas o experimentales, trabajos teóricos y
metodológicos, descripciones de experiencias profesionales, ensayos, etc., siempre en
relación con el trabajo social, las políticas sociales y los servicios de bienestar social.
„ Los artículos tienen que ser inéditos. A pesar de ello, el equipo de redacción podrá
reproducir textos publicados en otras lenguas y en otros ámbitos geográficos, si lo
cree oportuno.
„ El equipo de redacción estudiará los artículos recibidos e informará al autor/a de la
aceptación para la publicación. Podrá también recomendar modificaciones y, si el
artículo se considera no publicable, se le comunicarán los motivos. El contenido de
los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores.
„ Extensión. Los artículos de la sección “Dossier” tendrán una extensión máxima de
12 páginas, los de las secciones “Interés profesional”, un máximo de 6 páginas; los de
“Sección Libre” 3 páginas, y los comentarios de “Libros” no excederán las 2 páginas.
Los artículos se presentarán en formato electrónico, letra Arial cuerpo 12; interlineado 1,5; márgenes 3 cm.
„ Lenguas. Los artículos pueden presentarse en catalán o en castellano indistintamente.
„ Los datos tienen que ir en la cabecera de los artículos. En la primera página se hará
constar título y subtítulo, si se tercia; nombre y apellidos del autor/a principal y relación
de otros autores/as si el trabajo es de equipo; título académico, centro de trabajo y cargo;
también se incluirán el número de teléfono y la dirección de correo electrónico.
A continuación el resumen, no superior a 10 líneas, en el idioma escogido y, si es
posible, en inglés. Al final del resumen las palabras clave, en número no superior a 5.
„ Irán al final del texto, siguiendo el orden alfabético y de acuerdo con las siguientes
normas de referencia: ISO 690, 1987 (UNE 50-104-94) para documentos impresos
e ISO 690-2 para documentos electrónicos, bases de datos y programas informáticos.
Documentos impresos.
– Monografias (libros): APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad
responsable. Título (en cursiva). Otros responsables: traductor, editor, etc. (opcional). Edición. Lugar de publicación: Editorial, año. Extensión del libro (opcional).
Colección (opcional). Notas (opcional). Número ISBN.
– Partes de monografias (capítulo del libro): APELLIDOS (mayúscula), Nombre o
nombre de la entidad responsable del capítulo. Título del capítulo. En APELLIDOS
(mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable del libro. Título del libro
(en cursiva). Lugar de publicación: Editorial, año, situación en la publicación fuente
(volumen, páginas, etc.).
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RTS - Núm. 197 - Diciembre 2012
Presentación de artículos
– Publicaciones en serie (revistas): Título (en cursiva). Responsabilidad de la revista.
Edición. Identificación del fascículo (fecha y/o número). Lugar de publicación:
Editorial, año. Serie (opcional). Notas (opcional). Número ISSN.
– Artículos de publicaciones en serie (revistas): APELLIDOS (mayúscula), Nombre o
nombre de la entidad responsable del artículo. Título del artículo. Colaboradores/as en el artículo (opcional). Título de la revista (en cursiva). Edición, año, volumen,
número, páginas.
– Legislación: País. Título. Publicación (en cursiva), fecha de publicación, número, páginas.
Documentos electrónicos.
– Textos completos: APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad
responsable. Título (en cursiva) [tipo de soporte]. Responsable(s) secundario(s) (opcional). Edición. Lugar de publicación: Editor, fecha de publicación, fecha de actualización/revisión [Fecha de consulta] (obligatorio para los documentos en línea;
opcional para el resto). (Colección) (opcional). Notas (opcional). Disponibilidad y
acceso (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Número
normalizado (opcional).
– Partes de textos: APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable del documento base. Título del documento base (en cursiva) [tipo de soporte].
Responsable(s) secundario(s) del documento base (opcional). Edición. Lugar de
publicación: Editor, fecha de publicación, fecha de actualización/revisión [Fecha
de consulta] (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto).
Capítulo o designación equivalente a la parte. Título de la parte. Numeración dentro del documento base (opcional). Localización dentro del documento base (opcional). Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio para los documentos en
línea; opcional para el resto). Número normalizado (opcional).
– Publicaciones en serie (revistas electrónicas): Título (en cursiva) [tipo de soporte].
Edición. Lugar de publicación: Editor, fecha de publicación [Fecha de consulta]
(obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Serie (opcional).
Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Número normalizado.
– Artículos y otras contribuciones de publicaciones en serie (revistas electrónicas):
APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable de la contribución. Título de la contribución. Título de la revista (en cursiva) [tipo de soporte].
Edición. Número del fascículo. Fecha de actualización/revisión [Fecha de consulta]
(obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Localización
dentro del documento base. Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio
para los documentos en línea; opcional para el resto). Número normalizado.
„ Las gráficas, dibujos y tablas llevarán las correspondientes referencias, indicando
con qué parte del texto están relacionadas.
„ Los artículos se enviarán a la dirección electrónica de la RTS: [email protected]
„ Los artículos, una vez publicados, pasan a ser propiedad de la RTS.
„ Los autores/as recibirán un ejemplar del número de la revista en el cual se ha
publicado su trabajo.
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Nota a los lectores:
La Revista de Treball Social (RTS) ofrece un espacio de comunicación con los
lectores con la voluntad de recibir comentarios, sugerencias, cartas, notas y
todo lo que los lectores quieran comunicar a la dirección de la revista.
Envia tus aportaciones por correo postal a:
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o bien por correo electrónico a: [email protected]
Esta revista se envía a todas las personas colegiadas. En caso que no deseen seguir
recibéndola, por favor comuníquenlo a [email protected].
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