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Capítulo 3
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.1 La Profesión del Psicólogo en la Argentina
Gabriela De Georgi
I.) Desarrollo Académico
A) Período preprofesional de la Psicología
Antes del Período profesional, que se inicia con la creación de las carreras de
Psicología en la Argentina, la disciplina ya tenía varias décadas de historia.
Podemos mencionar los finales del siglo XIX y los comienzos del XX en Argentina
como períodos de una "Psicología sin Psicólogos" (Vezzetti, 1988), el de una disciplina
presente en los desarrollos de otras disciplinas y prácticas.
Progresivamente la Psicología procura institucionalizarse, comenzando por la
creación de las primeras cátedras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
de Buenos Aires, primeros movimientos dentro del marco del positivismo imperante, que
fueron evolucionando en su tarea. A la vez, se creaban los primeros laboratorios de
Psicología experimental.
En 1908 se crea la Sociedad de Psicología de Buenos Aires, la primera de
América Latina, que reunió a todos aquellos que entonces publicaban trabajos sobre
Psicología o que contribuían a su enseñanza en la universidad. Los estatutos de la
Sociedad, así como los tres volúmenes publicados de sus Anales de Psicología1,
muestran que quienes la conformaban tenían un claro concepto de la Psicología como
disciplina independiente y propugnaban su desarrollo en Argentina. La concepción de la
Psicología como profesión autónoma aún estaba ausente en estos tiempos. Lo que se
procuraba era producir saberes psicológicos científicos para aplicarlos a la resolución de
problemas en campos profesionales ya conformados, tales como la clínica médica, la
educación y la criminología (Ríos y Talak, 1999).
La década del treinta ha sido caracterizada en términos de retroceso o decadencia
de los modelos experimentales, dándose un repliegue de la psicología académica hacia la
“filosofía” (Klappenbach, 1996).
A partir de la década de 1940, bajo la influencia de las necesidades vinculadas con
los cambios productivos derivados de la Segunda Guerra Mundial y de otros cambios
sociales, aparecieron carreras cortas o especializaciones en Psicotecnia y Orientación
Profesional (Klappenbach, 1996).
En estos años previos a la creación de las carreras de Psicología, aunque los
institutos y especializaciones en Psicología se organizaron en ámbitos estatales y en las
áreas de educación y trabajo, las cátedras universitarias de Psicología se mantuvieron
1
Primera publicación dedicada específicamente a la Psicología.
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
alejadas de estas orientaciones prácticas preservando un perfil más teórico y filosófico
(Dagfal, 1997).
Si se considera la proliferación de cátedras e instituciones psicológicas que se
produjo en esos años, no es de extrañar que, como corolario, en 1954 tuviera lugar el
Primer Congreso Argentino de Psicología organizado por la Universidad Nacional de
Tucumán, con un gran apoyo del Gobierno Nacional. Ese congreso fue un evento
académico de envergadura, que contó con la participación de renombrados invitados
extranjeros y de profesores de Psicología, filósofos, psiquiatras, psicotécnicos y
psicoanalistas que, desde sus inscripciones en diversas instituciones, advirtieron la
necesidad de legitimar los estudios de Psicología como carrera universitaria mayor. De
ahí que de ese congreso surgiera una declaración sobre la necesidad de crear "la carrera
universitaria del psicólogo profesional" a escala nacional, con un plan de estudios de cinco
años de duración (Anónimo, 1954; citado por Dagfal, 1997).
El impacto institucional de este congreso fue casi inmediato: pocas semanas
después ya habían sido presentados proyectos de creación de carreras de Psicología en
las universidades de Buenos Aires, de La Plata y del Litoral.
B) Período profesional de la Psicología
En el año 1956, se concreta la creación de la primera carrera de Psicología del
país en la ciudad de Rosario. En el año 1958 es creada en la Universidad Nacional de
Córdoba, dentro de la Facultad de Filosofía y Humanidades (1er Plan de estudios), y entre
los años 1956 y 1959 fueron creadas en las Universidades de Buenos Aires, San Luis,
Tucumán y La Plata.
Los planes de estudio de estas primeras carreras tenían una perspectiva
acentuadamente humanística, que se combinaban con enfoques provenientes de la
medicina junto con otros de perfil filosófico.
Dentro de las orientaciones profesionales, la clínica se impuso rápidamente,
pasando a ser la más demandada por los alumnos. Esto era acorde con la popularidad
que adquiría la clínica como ocupación privilegiada del psicólogo a nivel internacional. En
Argentina este predominio vino de la mano de una rápida expansión del psicoanálisis, que
a mediados de la década de los 60 se instaló como matriz teórica fundamental (Courel,
1999b).
Hasta 1960, el psicoanálisis competía con la psiquiatría tradicional en la
comprensión y tratamiento de la enfermedad mental, pero rápidamente su demanda se
extendió en la sociedad, como parte de las renovaciones culturales de esa época. En este
marco, las recién creadas carreras de Psicología se prestaban como vías para su difusión
(Talak, 2000).
Hacia principios de la década del sesenta, surgen los primeros profesionales de la
Psicología en nuestro país. Comienza la etapa de la Psicología Profesional (Klappenbach,
1995).
A esta primera generación de profesionales, les tocó una tarea muy particular:
construir la identidad profesional, en un trabajo que abarcaba tanto el campo interno (para
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
los propios psicólogos) como el externo (en los distintos espacios en que empezaba a
insertarse).
Progresivamente fueron incorporándose en diversas instituciones, construyendo el
rol profesional, y la docencia de la Psicología fue pasando lentamente a manos de los
psicólogos.
Cuando se estaban obteniendo los primeros logros (la carrera estaba en vías de
consolidación, su primer instituto de investigación ya estaba armado), la “Noche de los
bastones largos” del año 1966 interrumpe todo al expulsar y desaparecer a docentes e
investigadores.
La crisis política, social y económica vivida en las décadas que fueron desde los
sesenta a los ochenta, determinadas por sucesivos golpes de estado y gobiernos de
diferentes dictaduras, incidió directamente en el desarrollo de nuestra profesión.
La persecución ideológica en aquellos tiempos estaba dirigida a todos los sectores
sociales, pero en especial a los intelectuales y en particular a nuestra disciplina, ya que en
este contexto aparecíamos como amenazantes, estimuladores de reflexión,
promovedores de teorías y acciones de cambio social.
A su vez, la actividad clínica de los psicólogos en el campo de la salud se fue
acentuando, apareciendo conflictos de competencias con el médico. La puja no era sólo
por derechos laborales. El tipo de psicoanálisis en expansión, más próximo a las
humanidades que a las ciencias naturales, inspiraba la diferenciación de la Psicología
respecto de la Medicina, más asentada en las segundas. Al mismo tiempo, los
psicodiagnósticos, las psicoterapias, la psicoprofilaxis y diversos saberes que se
inscribían en la Psicología influían en las características de las prácticas médicaspsiquiátricas, de la pediatría y de la obstetricia, contrarrestando también el organicismo
tradicional que impregnaba los sistemas de salud (Courel, 1999b).
Otras áreas de la Psicología, como la laboral, la organizacional, la sociocomunitaria y la forense, más necesitadas de soportes institucionales que la clínica, no
lograban desarrollarse con la misma fuerza.
En 1969, se modifica el plan de estudios de la carrera de Psicología en la
Universidad Nacional de Córdoba (2.º Plan de estudios).
En el año 1976, se cierra el Ingreso a la carrera de Psicología en la Universidad
Nacional de Córdoba, mientras que en otras universidades del país se cierra la carrera.
Dos años más tarde, se reabre el ingreso a la carrera, con un nuevo plan de
estudios (3er Plan de estudios) y con un cupo limitado de 50 alumnos.
Recién con el advenimiento de la Democracia en la década del ochenta, las
universidades recuperaron su autonomía y avanzaron hacia su normalización.
Se eliminaron los cupos de ingreso, donde los había, y la matrícula en todas las
carreras del país pasó a ser masiva.
En 1986, se aprueba la modificación del plan de estudios en la carrera de
Psicología, en la Universidad Nacional de Córdoba (4.º Plan de estudio, vigente en la
actualidad).
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Progresivamente, las carreras de Psicología pasaron a tener importancia dentro de
las universidades y a buscar autonomía, logrando el estatuto de “facultades” (Toro y
Villegas, 2001).
En el caso de la Universidad Nacional de Córdoba, en 1998, por Asamblea
Universitaria se aprueba la creación de la Facultad de Psicología2.
La creación de Facultades de Psicología implicó una mayor independencia
institucional y académica de los estudios.
II.) Desarrollo Legal
A) Período de restricción legal del ejercicio profesional del psicólogo
El vacío de leyes que reglamentaran el ejercicio de la práctica profesional del
psicólogo, ya era un tema de preocupación de los primeros egresados.
Si bien progresivamente iban logrando abrir camino en distintos campos
instituciones, con un especial desarrollo en el ámbito clínico, aparecían en el mercado de
trabajo como un grupo nuevo y debían competir con profesiones ya consolidadas como
los psicoanalistas médicos y los psiquiatras, quienes contaban con mayor legitimidad
social y con habilitación legal para ejercer sus prácticas. Es por esta razón que los
psicólogos debían avanzar tanto en la búsqueda de aceptación y reconocimiento social,
como también en el terreno legal que les era adverso.
Estrategias de legitimación basadas en intervenciones concretas, ofreciendo una
serie de competencias ligadas a la evaluación y al diagnóstico de la personalidad les
permitieron incorporarse al terreno de las psicoterapias de manera gradual; buscaban
demostrar la efectividad de las mismas y, al mismo tiempo, insistir sobre el valor
diferencial de una intervención estrictamente psicológica.
Resulta evidente, que esta búsqueda de un perfil clínico por parte de los
psicólogos encontró resistencias importantes del lado de las profesiones ya constituidas
en este terreno, a lo que se suma el controvertido momento socio-político y la persecución
ideológica dirigida a los sectores intelectuales, en especial a nuestra disciplina, los cuales
fueron factores que derivaron en medidas oficiales francamente restrictivas hacia la
práctica profesional del psicólogo.
Es así que en 1967, se promulga la Ley Nacional 17.132, ley que regula el
ejercicio de la Medicina, Odontología y actividades de colaboración3, en la cual se les
prohibía a los psicólogos el ejercicio de la Psicoterapia, el Psicoanálisis y la prescripción
de drogas psicotrópicas.
Esta ley impedía a los psicólogos ejercer la práctica clínica y lo subordinaba a la
supervisión del médico colocándolo como su auxiliar.
2
Hasta aquí la carrera de Psicología estaba inmersa dentro de la Facultad de Filosofía y
Humanidades, como Escuela de Psicología.
3
Conocida también como Ley de Holmberg o Ley de “los tres No”
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Como señala la Lic. Adela Duarte (una de las primeras egresadas del país), con la
promulgación de esta ley los psicólogos son, por primera vez y al mismo tiempo,
reconocidos e ignorados. "Digo esto porque hasta ese momento no aparecíamos
mencionados en ninguna reglamentación profesional y nosotros buscábamos el
reconocimiento legal. Con esta ley, en un solo acto, se nos denominaba psicólogos y
simultáneamente se restringe y cercena nuestra actividad profesional" (Duarte, 1992).
Pero las restricciones no terminaron acá, en el caso de Córdoba, en 1978 se dicta
la Ley Provincial 6.222, que prohíbe el ejercicio liberal de la profesión a los psicólogos y
subordina su práctica a la del médico (contenía básicamente lo mismo que la Ley
Nacional 17.132).
En julio de 1980, se nos notifica desde el Ministerio de Bienestar Social de la
Nación su intención de modificar la Ley 17.132. Además, se nos solicita que preparemos
un memorándum expresando cuáles debían ser las reformas que entendíamos como
pertinentes, en lo que respecta al ejercicio de la Psicología, reforma ésta que se
efectivizaría al año siguiente.
Aparentemente parecía que empezaban a reconocernos, pero las ilusiones
duraron poco, porque en septiembre de ese mismo año el Ministerio de Cultura y
Educación dicta la Resolución 1560/80 sobre Incumbencias de psicólogos y licenciados
en Psicología. La misma dice que a los psicólogos les incumbe la obtención de test
psicológicos y la colaboración en tareas de investigación psicológica únicamente por
indicación y bajo supervisión del médico psiquiatra. Al final, refuerza: No les incumbe la
práctica del psicoanálisis, de la psicoterapia, ni la prescripción de drogas psicotrópicas.
Dicha resolución se propone:
 Reforzar nuestro lugar como auxiliares de la Medicina, en franca contradicción
con el reconocimiento de la Psicología como ciencia autónoma.

Restringir el alcance del título otorgado por las Universidades a los psicólogos.
 Invalidar nuestro derecho al trabajo, desautorizando nuestra capacitación
profesional.
La lucha de los psicólogos empieza a ser ardua e intensa y, progresivamente,
viendo que nuestros reclamos son justos, empiezan a apoyarnos desde la Confederación
de Profesionales de la República Argentina, la Asociación Dominicana de Psicología, la
Convención Nacional de Entidades Universitarias y hasta la propia Asociación de
Psiquiatras de Capital Federal, la cual reconoce la idoneidad de nuestro trabajo y la
eficacia de nuestra preparación universitaria.
Finalmente, en diciembre del mismo año, el Consejo de Rectores de
Universidades Nacionales dictamina la Resolución 2350/80 que intenta corregir la
anterior: habla de la habilitación de los psicólogos en las áreas educacional, laboral y
jurídica, pero es insuficiente en el área clínica.
Se podría decir que el triunfo era parcial, porque si bien lográbamos el
reconocimiento de tres áreas de ejercicio profesional, nada expresa esta resolución sobre
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
la psicoterapia, quedando en el área clínica subordinados a lo establecido en la resolución
anterior (1560/80).
B) Período de reconocimiento legal del ejercicio profesional del psicólogo
Recién con el advenimiento de la democracia en la década del ochenta, logramos
reivindicar nuestros derechos. En este período, denominado por Klappenbach “Período de
la plena institucionalización”, “se crean determinadas condiciones que favorecen el pleno
ejercicio público de la profesión del psicólogo.” (Klappenbach, 1996).
“En tal sentido, un primer rasgo que se destaca en el período, en lo relacionado
con la profesionalización, es la legalización del ejercicio profesional de la Psicología, que
consolidaría en todo el territorio de la República” (Avelluto, 1983; citado en Klappenbach,
1996).
Las leyes sancionadas en este período, todas vigentes en la actualidad, que rigen
el ejercicio profesional del psicólogo, son las siguientes:
 Ley provincial 7.106, sobre Disposiciones para el ejercicio de la Psicología
en la provincia de Córdoba (1984).
 Resolución Nacional 2.447 sobre Incumbencias de los Títulos de
psicólogos y de licenciados en Psicología, dictada por el Ministerio de Educación de la
Nación. Dicha resolución reconoce el accionar de los psicólogos en el área clínica,
derogando las resoluciones y leyes anteriores que lo prohibían (1985)4.
 Resolución N.º 5 Código de Ética de la Provincia de Córdoba, uno de los
primeros Códigos de Ética en el país (1987)5.
 Ley Provincial 7.601, donde se incluye a los psicólogos en la Caja de Previsión
Social para Profesionales de la Salud (1987).
 Ley Provincial 7.625, sobre el Régimen para el equipo de Salud Humana. Se
incorpora a los psicólogos en la carrera Hospitalaria (1987).
 Resolución N.º 21, donde se establece la creación del Área de la Psicología
Sanitaria (1989)6.
En 1999, la Federación de Psicólogos de la República Argentina dicta su propio
Código de Ética para todos los psicólogos del país. Cabe destacar que dicho Código no
tiene fuerza de Ley (aunque se procura lograrlo), pero sirve como Código de referencia.
4
Las Incumbencias determinan el alcance del título.
Código sancionado por el Consejo de Psicólogos de la Provincia de Córdoba
6
Resolución sancionada por el Consejo de Psicólogos de la Provincia de Córdoba.
5
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
III.) Desarrollo gremial e institucional
Debido a las dificultades y restricciones con las que nos enfrentábamos en el
campo de lo académico y, fundamentalmente, de lo legal, los psicólogos emprenden su
lucha gremial en defensa de sus legítimos derechos.
Es por esta razón, que comienzan a nuclearse, buscando concentrar fuerzas a
través de instituciones (regionales, provinciales o nacionales) que los represente para
enfrentar difíciles desafíos y alcanzar sus objetivos.
Dicho proceso de institucionalización es relevante, pues no sólo confiere
nominación a los sujetos, sino que les impone un lugar y constituye un espacio que
favorece, a la vez, una definición frente a otros.
Es así que en el año 1971, se constituye la Confederación de Psicólogos de la
República Argentina (COPRA), cuyo objetivo principal era el de cubrir la falta de
Legislación que protegiera a los psicólogos e impulsar la creación de entidades
provinciales. El funcionamiento de esta institución dura pocos años, debido a que fue
limitado por el gobierno de facto.
El 13 y 14 de Octubre de 1974, el Centro de Estudiantes de la Escuela de
Psicología y la Escuela de Psicología de Córdoba, con el apoyo de COPRA, organizan el
primer Encuentro Nacional de estudiantes y profesionales de la Psicología en Córdoba,
siendo sede la Facultad de Filosofía y Humanidades, con el objetivo de reivindicar a la
profesión ante decisiones del Gobierno, como la exclusión del Sistema Nacional Integrado
de Salud (sistema al que pertenecían las diversas profesiones de la salud), sentándose
las bases para la creación del Colegio de Psicólogos. Como reconocimiento de este
encuentro como hito, queda establecido el 13 de octubre, como el “Día del psicólogo”.
En el caso de la provincia de Córdoba las instituciones que se constituyen son:
 La Asociación de Psicólogos de Río IV (1976)7.
 La Asociación de Psicólogos de Villa María (1977)8.
 El Colegio de Psicólogos de la Ciudad de Córdoba (1979)9.
A nivel nacional, se constituye en 1977, la Federación de Psicólogos de la
República Argentina (FEPRA), institución que viene a reemplazar y a desempeñar las
funciones que ejercía COPRA. Esta institución permanece en vigencia hasta la fecha.
A través de distintas acciones, el gobierno militar intenta limitar la participación de
psicólogos y estudiantes de Psicología en las entidades profesionales, logrando en
muchos casos el cierre de asociaciones o colegios en algunas provincias.
7
Fusionada en la actualidad por Ley Provincial N.º 8312.
Institución que cesa en sus funciones en 1986.
9
Fusionado en la actualidad por Ley Provincial N.º 8.312.
8
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
No obstante, la conciencia gremial de los psicólogos en esos tiempos, que era de
destacar, no permitió que la fuerza decayera, logrando, a pesar de las circunstancias, el
reestablecimiento de nuevas instituciones, la apertura de algunos espacios laborales y la
continuación de la búsqueda del reconocimiento legal.
Con el advenimiento de la democracia, y a partir de la legalización de nuestra
práctica profesional, logramos establecer instituciones colegiadoras, que en este caso
eran sancionadas con fuerza de ley.
Dichas instituciones pasan a tener otras funciones además de las gremiales, que
tienen que ver con la regulación de la práctica y con el control deontológico de la
profesión.
Así, en 1984, se constituye el Consejo de Psicólogos de la Provincia de
Córdoba10, que años más tarde se fusiona con el Colegio de Psicólogos de la ciudad de
Córdoba (1979) y con la Asociación de Psicólogos de Río IV (1976), en una única
institución que es el actual Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba11. Dicha
institución establece Delegaciones Regionales en las ciudades de Villa María, Río IV y
San Francisco.
Consideraciones finales
“En la actualidad, la Psicología se encuentra en un momento de fuerte
consolidación profesional: leyes de ejercicio profesional sancionadas en casi la totalidad
de las provincias, institucionalización a través de los Colegios y Asociaciones, sólida
representación por medio de la Federación de Psicólogos de la República Argentina en el
proceso de integración al Mercosur.” (Calo, 2000).
Pero la situación actual está lejos de ser fruto de un progreso tranquilo. Dos
décadas nos llevó legalizar lo que legítiamente nos correspondía desde lo científico,
desde lo jurídico y desde la función social. Fue una lucha ardua, permanente, en medio de
un contexto socio-político de represión ejercida por parte del Gobierno de facto, con
intervenciones constantes del sector médico que intentaba subordinar nuestra práctica
profesional a la suya, fundamentalmente en el ámbito de la salud, el que tradicionalmente
era considerado patrimonio propio por este sector.
La restitución de la democracia en la década del ochenta, nos abrió las puertas
para el planteo de nuestras reivindicaciones y para el reconocimiento de nuestros
derechos.
Pudimos consolidar una tradición académica hasta aquí siempre interrumpida,
fortalecer y afianzar aquellas instituciones que nos nuclean, regulan y procuran por
nuestro progreso.
Logramos darle un marco legal y deontológico a la profesión del psicólogo. La
totalidad de las leyes sancionadas, tanto en el orden nacional como en el provincial,
coinciden en cuatro puntos fundamentales:
10
11
Por Ley N.º 7156, fusionado en la actualidad por Ley Provincial N.º 8312.
Constituido en 1993, por medio de la Ley Provincial N.º 8312.
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo

Plena autonomía profesional del psicólogo.
 Validez del título de psicólogo otorgado por Universidad nacional o privada
reconocida, como única condición para el ejercicio profesional.
 Reconocimiento de los diferentes campos del ejercicio profesional, clínico,
educacional, laboral, institucional y forense.
 Reconocimiento de la práctica de la psicoterapia, a cargo del psicólogo, en el
área clínica” (FEPRA, 1985, julio-agosto).
Hoy la identidad profesional no es una idea a generarse, sino que ya está, se irá
modificando, ampliando, construyendo y enriqueciendo, pero no nos encontramos con los
problemas que teníamos antes respecto de qué era esto de ser psicólogos (Ares, 1985).
No obstante, así como a toda una generación de profesionales les tocó luchar por
nuestro reconocimiento legal, hoy la tarea continúa. El reconocimiento social es una
cuestión que aún nos convoca.
La nuestra es una profesión relativamente joven, en comparación con aquellas
disciplinas ya definitivamente asentadas y conformadas. Nos tocó recorrer un camino sin
huellas, con un saber y una práctica a la que se buscó relegar y desvalorizar. Estos
aspectos no dejaron de incidir en el imaginario social, tornando en nuestro gran desafío el
esclarecer y definir en este ámbito nuestro quehacer profesional, nuestros campos de
actuación, como así también la autonomía de nuestra disciplina.
Reivindicar derechos que, a pesar de ser legales, todavía en algunos casos no nos
son otorgados, conquistar nuevos espacios que le son pertinentes a nuestra práctica
profesional, así como desarrollar nuevas áreas de ejercicio, son también algunas de las
metas que todavía nos quedan por alcanzar.
Es a partir de una reflexión constante sobre nuestra práctica profesional, de una
evaluación permanente del lugar que ocupamos en los distintos ámbitos, que vamos a
poder identificar sobre la marcha aquellas debilidades que aún nos quedan por fortalecer.
Todo esto, acompañado de un ejercicio responsable, idóneo y ético de nuestro
desempeño profesional, es lo que nos permitirá continuar en el camino del crecimiento y
desarrollo de nuestra profesión.
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47
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Leyes y resoluciones
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(1984).
Ley Provincial 7156/84. Constitución del Consejo de Psicólogos de la Provincia de
Córdoba, (1984).
Ley Provincial 7601/84. Inclusión de los psicólogos en la Caja de Previsión social para
Profesionales de la Salud de la Pcia de Córdoba, (1984).
Ley Provincial 7625/84. Régimen para el Equipo de Salud Humana de la Pcia de Córdoba,
(1987).
Ley Provincial 8312/93. Constitución del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba,
(1993).
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Resolución N.º 2350/80 del Consejo de Rectores de Universidades Nacionales.
Incumbencias de los títulos de psicólogos y licenciados en Psicología, (1980).
Resolución N.º 2447/85 del Ministerio de Educación de la Nación. Incumbencias de los
títulos de psicólogos y licenciados en Psicología, (1985).
Resolución N.º 5 del Consejo de Psicólogos de la Provincia de Córdoba. Código de Ética
de la provincia de Córdoba, (1987).
Resolución N.º 21 del Consejo de Psicólogos de la Provincia de Córdoba. Creación del
Área de la Psicología Sanitaria, (1989).
Acerca del Autor:
Gabriela Maricel Degiorgi es Licenciada en Psicología, egresada de la U.N.C.
Posgraduada en Teoría y Técnica de Psicoterapias Psicoanalíticas en el Centro de
Estudios en Psicoterapias. Se desempeña desde 1997 a la fecha como Jefe de Trabajos
Prácticos en la Cátedra de Deontología y Legislación Profesional (Facultad de Psicología,
U.N.C.) y es actual Miembro del Gabinete Psicopedagógico del Colegio Nacional de
Monserrat, dependiente de la U.N.C.
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.2 Investigación en Psicología en la República Argentina
Juan Carlos Godoy
Introducción
Orígenes de la Psicología científica
En general, se acepta como hito fundacional de la Psicología científica la creación
del primer laboratorio de Psicología experimental por parte de Wundt (1832-1920) en la
Universidad de Leipzig, Alemania, en 1879 (véase, por ejemplo: Gondra, 1997; Tortosa y
cols., 1998; Brennan, 1999; Hergenhahn, 2001). No obstante, hay quienes sostienen que
la Psicología científica ha tenido múltiples orígenes. Por ejemplo, Leahey (1997) afirma
que la Psicología se funda tres veces a finales del siglo XIX: con la Psicología de la
Conciencia de Wundt y otros, con el Psicoanálisis de Freud (1856-1939), y con la
Psicología de la Adaptación de James (1842-1910) y otros. Sin embargo, de manera
curiosa, la investigación en Psicología o sobre temas psicológicos antecede al
establecimiento de la Psicología como una disciplina científica. Diversos autores
concuerdan en destacar, como primer programa de investigación psicológica, las
investigaciones en psicofísica desarrolladas antes de 1870 por parte de Weber (17951878), Fechner (1801-1887) y von Helmholtz (1821-1894). De hecho, muchos señalan
como padre de la Psicología experimental a Fechner (Leahey, 1997; Ato, 1998; Dehue,
2001). En síntesis, queda claro que la Psicología existe como ciencia autónoma desde
fines del siglo XIX.
Orígenes de la Psicología científica en la República Argentina
Ahora bien, ¿cuáles son los orígenes de la Psicología científica en Latinoamérica?
Y, más específicamente, ¿cuáles son sus orígenes en la República Argentina? Como
veremos, la Psicología científica en nuestro país comienza a desarrollarse poco tiempo
después de la creación del primer laboratorio de Psicología experimental, en 1879, por
parte de Wundt. Específicamente, se sostiene que Víctor Mercante (1870-1934) crea en
1891 el primer laboratorio de Psicología en la ciudad de San Juan (Papini, 1976; Cortada
de Kohan, 1978; Klappenbach y Pavesi, 1994). Al respecto, cabe señalar que en 1904
Víctor Mercante se convierte en el primer psicólogo en recibir un premio internacional por
su contribución a la ciencia en idioma español por su obra “Psicología de la aptitud
matemática en el niño” (Vilanova, 1994).
Por otro lado, en 1898, Horacio Piñero (1869-1919) crea un laboratorio de
Psicología experimental en el Colegio Nacional de Buenos Aires y, en 1901, crea un
laboratorio de psicofisiología en la Universidad de Buenos Aires (Papini, 1976; Cortada de
Kohan, 1978; Sánchez-Sosa y Valderrama-Iturbe, 2001). En este último laboratorio,
Piñero exigía de sus alumnos la realización de diversos experimentos y, para
complementar la formación de los estudiantes, presentaba enfermos que eran estudiados
50
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
desde una perspectiva clínica. Su visión de la Psicología surgía a partir de los trabajos de
Charcot, Wundt, Ribot y Janet (Cortada de Kohan, 1978). Unos años después, en 1906,
se crearían dos laboratorios de investigación psicológica más. Félix Krueger, discípulo de
Wundt, fundaría uno en el Instituto Nacional de Profesorado Secundario, mientras que
Víctor Mercante crearía otro en la Sección Pedagógica de la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales de la Universidad de la Plata (Talak y García, 2004).
La investigación científica en Psicología en la Argentina, entonces, comienza casi
de la mano con la actividad científica de la disciplina en los principales centros
académicos del mundo (Europa y Estados Unidos). Sin embargo, este comienzo “tan
promisorio”, al decir de Cortada de Kohan, comenzó a frustrarse con la llegada de
Coriolano Alberini (1886-1960) a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de
Buenos Aires. El Dr. Alberini, debido a su fuerte formación filosófica, se inclina por una
Psicología filosófica o “Psicología de sillón” con lo que, poco a poco, la Psicología
científica pierde espacio en el ámbito de la Universidad de Buenos Aires (Cortada de
Kohan, 1978). Finalmente, antes de 1930, la “reacción antipositivista” produjo el cierre de
la mayoría de los laboratorios de investigación psicológica en la República Argentina
(Vilanova, 1994). Comienza así un período en el cual la Psicología argentina se aleja de
los desarrollos que se daban en los principales centros académicos del mundo. En los
años siguientes la Psicología argentina irá adquiriendo cada vez más un perfil
profesionalista con lo que la investigación quedará decididamente en segundo plano.
Desarrollo de las carreras de Psicología en la República Argentina: Impacto sobre la
formación en investigación
A partir de 1950 comienzan a desarrollarse las diversas carreras de Psicología que
hoy se encuentran consolidadas en la mayoría de las universidades públicas argentinas.
Es posible que las políticas universitarias de la época hayan contribuido al desarrollo de
estas carreras. Sin embargo, el impulso no se acompañó de inversiones adecuadas en
términos de presupuestos ni tampoco contó con psicólogos capacitados en la docencia e
investigación de los temas psicológicos que se desarrollaban en Europa y Estados Unidos
(Cortada de Kohan, 1978; Ardila, 1986; Vilanova, 1994). Debe tenerse presente que la
mayoría de los docentes de las flamantes carreras de Psicología eran médicos o filósofos
y, buena parte de ellos, clínicos sin experiencia en investigación y formados en el campo
del psicoanálisis (Vilanova, 1994). Este período de la historia de la Psicología en la
República Argentina es conocido como el período profesional o etapa de la Psicología
profesional (Cortada de Kohan, 1978; Klappenbach, 1995; Alonso y Nicenboim, 1997). Sin
embargo hubo algunas excepciones, de tal manera que psicólogos como Horacio Rimoldi
y Nuria Cortada de Kohan no sólo contribuyeron a mejorar la calidad de la docencia
universitaria en Psicología sino que también promovieron el desarrollo de diversas líneas
de investigación, particularmente en el campo de la medición psicológica o psicometría
(Cortada de Kohan, 1997; Moreno, 1997; Rimoldi, 2001; Saforcada, 2001).
Otro aspecto que afectó la formación general y la formación en investigación de los
primeros psicólogos argentinos surgidos de las incipientes carreras de Psicología,
además de la falta de recursos materiales y humanos, fue el hecho de que el diseño
curricular de las carreras no siguió el modelo de formación propuesto y consensuado unos
años antes en Estados Unidos. Nos estamos refiriendo al modelo de formación científico-
51
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
practicante que surgiera de la discusión, por primera vez, entre psicólogos, agencias
gubernamentales e instituciones de educación superior sobre el tipo de formación que los
psicólogos deberían recibir. Esta discusión tuvo lugar en Boulder (Colorado, EE.UU.) en
1949 y dejó como resultado un modelo de formación que comprende dos ciclos, uno
científico y otro profesional, y que aún hoy se aplica en casi todo el mundo y que es
comúnmente denominado Modelo Boulder (Baker y Benjamin, 2000; Leahey, 1997). El
diseño curricular propuesto por el modelo procuraba acortar la distancia entre los
psicólogos investigadores o académicos y aquellos dedicados a las prácticas
profesionales como, por ejemplo, los psicólogos clínicos. Al respecto, cabe señalar que
Latinoamérica recién tuvo su espacio de debate y reflexión sobre la formación de
psicólogos con motivo de la I Conferencia Latinoamericana sobre Entrenamiento en
Psicología en Bogotá (Colombia) en 1974. En esa ocasión, especialistas de toda
Latinoamérica (por nuestro país, por ejemplo, participaron Nuria Cortada de Kohan y
Horacio Rimoldi, entre otros) se refrendó el modelo científico-practicante que rápidamente
comenzó a consolidarse en las principales universidades latinoamericanas (Ardila, 1978 y
1986).
En conjunto todos estos factores que se pusieron de manifiesto durante el período
1950-1960 (falta de recursos materiales y de recursos humanos adecuados y dificultades
en la implementación de un modelo curricular como el Modelo Boulder) contribuyeron a
debilitar el desarrollo de la investigación psicológica en este país. Al respecto, Vilanova
señala:
“Cuando en los ’50 es creada la carrera de pregrado, sin
presupuesto y sin concursos internacionales, que pudiesen proveer
investigadores de carrera, termina de consolidarse esa tradición
verbalista y reacia a la indagación empírica que perdura en nuestros
días, como caso único en el mundo.” (Vilanova, 1994).
Actualmente, en el mundo todavía coexisten tanto el psicólogo que se dedica a la
investigación básica o aplicada cuanto el psicólogo que sólo se dedica al ejercicio
profesional, con sus respectivos intereses y recursos metodológicos y técnicos (Baker &
Benjamin Jr., 2000). La evidencia acumulada parece señalar que esta separación es
insalvable (Hothersall, 1997; Leahey, 1997; Hergenhahn, 2001). Para graficar esta
escisión basta señalar que el conjunto de psicólogos de Estados Unidos no se siente
totalmente representado por la organización que agrupa a psicólogos de todas las áreas y
que se considera la más importante del mundo: la American Psychological Association
(APA). Una parte importante de la comunidad psicológica norteamericana ha creado su
propia organización de perfil netamente académico: la American Psychological Society
(APS) (Leahey, 1997; Vilanova, 2001). Sin llegar a tener la dimensión de la discusión
entre psicólogos investigadores y psicólogos profesionales de Estados Unidos, en la
República Argentina existe una situación similar. Típicamente los psicólogos profesionales
se sienten mejor representados por entidades como los Colegios de Psicólogos existentes
en cada provincia o por entidades nacionales como la Federación Argentina de
Psicólogos de la República Argentina (FEPRA). Por su parte, los psicólogos
investigadores argentinos, además de pertenecer a los Colegios de Psicólogos, se
agrupan en entidades nacionales más vinculadas con la investigación, como la Asociación
Argentina de Ciencias del Comportamiento (AACC) o asociaciones internacionales como
la International Union of Psychological Science (IUPsyS), la Asociación Iberoamericana
52
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
de Diagnóstico y Evaluación Psicológica (AIDEP), o la Research Society on Alcoholism
(RSA).
Más allá del esfuerzo de cada psicólogo en particular, resulta evidente que en
nuestro país el perfil profesionalista de los programas de formación así como la pobre
inserción de teorías psicológicas modernas con sus respectivos métodos y técnicas de
investigación (tales como la Psicología cognitiva), han contribuido a obstaculizar la
articulación entre investigación y práctica necesaria para una adecuada formación del
estudiante de grado (AUAPSI, 2001; Fernández Acevedo, 2001; Godoy y Pautassi, 2003;
Vilanova, 2001). Cabe destacar que algunas unidades académicas ya han comenzado a
analizar sistemáticamente la formación científica y profesional que sus graduados reciben.
En este sentido, se puede mencionar la experiencia del Departamento de Psicología de la
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La
Plata (ver, por ejemplo: Piacente, Compagnucci, Schwartz & Talou, 1999).
Más recientemente, la discusión se ha centrado en evaluar la formación en
investigación de los futuros psicólogos argentinos (Di Doménico y Vilanova, 2000;
Fernández Acevedo, 2001). Este aspecto ha sido ya analizado por algunos países, por
ejemplo España, en orden a ajustar los planes de formación de psicólogos (Blanco, 1998).
En la República Argentina, entidades gubernamentales (tales como la CONEAU y el
Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación) y entidades universitarias (tales como la
AUAPsi) han venido destacando la necesidad de revisar críticamente la formación
científica de los futuros graduados en Psicología.
Estado actual de la investigación psicológica en la República Argentina
Contra todo pronóstico, y aún cuando en la mayoría de las universidades los
docentes de Psicología son herederos y promotores de la formación profesionalista, es
posible detectar aquí y allá grupos de investigación en Psicología. Algunos consolidados
desde hace muchos años y con proyección internacional como: el Centro Interdisciplinario
de Investigaciones en Psicología Matemática y Experimental (CIIPME) ubicado en la
ciudad de Buenos Aires, originalmente fundado por el Dr. Horacio Rimoldi, y actualmente
dirigido por la Dra. María Cristina Richaud (recientemente galardonada con el Premio
Bernardo Houssay de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Nación); o como el
Laboratorio de Alcohol, Aprendizaje y Ontogenia Temprana creado y dirigido por el Dr.
Juan Carlos Molina en el Instituto de Investigaciones Médicas Mercedes y Martín Ferreyra
de la ciudad de Córdoba.
Afortunadamente, existen grupos de investigación psicológica en universidades e
institutos independientes de todo el país. El nivel es bastante heterogéneo y al respecto
se debe considerar que la investigación en general nunca ha recibido demasiado apoyo
en términos de subsidios y becas por parte del gobierno nacional. Es posible tener una
idea aproximada del tipo y calidad de las investigaciones realizadas revisando la página
web
de
la
Asociación
Argentina
de
Ciencias
del
Comportamiento
(www.mdp.edu.ar/psicologia/aacc/), de la Agencia Nacional de Promoción Científica y
Tecnológica (www.agencia.secyt.gov.ar), o del Consejo de Investigaciones Científicas y
Técnicas (www.conicet.gov.ar). Un rápido repaso pone de manifiesto que la investigación
psicológica en este país, al menos la evaluada por organismos científicos pertinentes, es:
53
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
variada; básica y aplicada; evidencia correspondencia con la investigación desarrollada en
el resto del mundo; trata de responder a las demandas concretas de la sociedad; cuenta
con apoyo económico moderado en términos de subsidios y becas; y se somete a la
evaluación de la comunidad científica nacional e internacional a través de las
publicaciones en revistas del área y de presentaciones en congresos y jornadas.
La investigación psicológica en Córdoba
La ciudad de Córdoba reúne grupos de investigación consolidados y otros de
reciente formación. En general, ambos tipos de grupos se encuentran en la Facultad de
Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba o en centros independientes. Por
ejemplo, ya se ha mencionado el Laboratorio de Alcohol, Aprendizaje y Ontogenia
Temprana creado y dirigido por el Dr. Juan Carlos Molina en el Instituto de
Investigaciones Médicas Mercedes y Martín Ferreyra. Otro grupo de investigación de
larga trayectoria lo constituye el Centro de Investigación y Transferencia en Acústica
compuesto por, entre otros, la Dra. Ana Verzini, la Dra. Cristina Biassoni y la Lic. Claudia
Arias. Este centro se encuentra en Universidad Tecnológica Nacional – Facultad Regional
Córdoba. Por otro lado, en la Facultad de Psicología se encuentran: el Laboratorio de
Evaluación Psicológica y Educativa (LEPE) que reúne a diversos investigadores, becarios
y tesistas, su director es el Dr. Edgardo Pérez; el Laboratorio de Psicología Cognitiva (uno
de los últimos laboratorios creados y uno que presenta muy buenas perspectivas de
desarrollo), este laboratorio tiene la particularidad de ser dirigido por el Dr. Juan Carlos
Seguí, una de los referentes mundiales en psicolingüística y Psicología cognitiva (el Dr.
Seguí reside en Francia en donde tiene su laboratorio principal).
Una mención especial merece el Laboratorio de Psicología dedicado a la
investigación sobre alcohol, aprendizaje y adolescencia, creado inicialmente como un
espacio para prácticas de psicobiología, pronto fue reorganizado por el Dr. Juan Carlos
Molina y transformado en un espacio de formación de jóvenes recursos humanos en el
campo de la investigación científica. Cabe señalar que este grupo pronto cumplirá veinte
años de existencia, lo que lo transforma en uno de los centros de investigación más
antiguos de la Facultad de Psicología. Es co-dirigido por el Dr. Molina (quien reside
actualmente en Estados Unidos y se encuentra trabajando en el Centro de Psicobiología
del Desarrollo de la Universidad de Binghamton) y por uno de sus ex-alumno, el autor de
este escrito.
Existen otros grupos de investigación psicológica en la Facultad de Psicología, el
lector interesado puede dirigirse a la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Facultad de
Psicología para solicitar más información. Entre otros aspectos, se puede tener una idea
aproximada de todos los grupos de investigación, sus integrantes; también es posible
preguntar si cuentan con evaluación y acreditación y con fuentes de financiamiento, y su
plan de formación de recursos humanos jóvenes, entre otros aspectos.
54
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Consideraciones Finales
La investigación en Psicología en la República Argentina ha crecido bastante a
pesar de la serie de obstáculos internos y externos que se mencionaran. No obstante, aún
queda mucho por hacer. Existen áreas de vacancia que necesitan ser desarrolladas
rápidamente; se debe alentar la formación en investigación desde el grado y también en el
cuerpo docente (se necesita un equilibrio entre psicólogos investigadores y psicólogos
profesionales); se deben incrementar los montos destinados a subsidios y becas de
investigación; se deben actualizar las bibliotecas y las hemerotecas, y garantizar el
acceso a las principales bases de datos de la especialidad; también se debe priorizar la
inversión en investigación al interior de cada unidad académica y el diseño y ejecución de
políticas científicas pertinentes; además, se deben generar respuestas empíricamente
fundadas para solucionar los problemas de la sociedad. Esto, evidentemente, no
constituye un listado exhaustivo de cosas por hacer para mejorar el nivel de la
investigación en Psicología en nuestro país. Deseo hacer notar también que esta
discusión no es reciente y que cada vez queda menos tiempo para intentar mejorar. Al
respecto y para terminar, cabe citar a Alberto Vilanova (alguien que durante toda su vida
académica puso sobre la mesa las debilidades y mezquindades de la Psicología
argentina):
“En los últimos años se ha registrado una inaudita expansión
de la Psicología científica y se han tornado anacrónicos los textos, los
conceptos y los métodos que tradicionalmente instrumenta el
psicólogo argentino, lo que pone de relieve la necesidad de un
cambio de actitud en dirección a la novedad y a la rigurosidad
científica.
En la medida en que la Psicología pueda definirse como
incesante producción de conocimientos sobre los procesos mentales
y sobre el comportamiento, es la investigación empírica y no el
repaso de los textos sacros el manantial del que deben abrevar las
nuevas promociones de estudiantes.” (Vilanova, A., 1994)
Bibliografía:
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55
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
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Conferencia presentada en la X Reunión de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento,
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56
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Tortosa, F., Pastor, J. C., Quintana, J., Sáiz, M., Sáiz, D. y Mülberger, A. (1998) El
nacimiento de la Psicología académica en Alemania: La Psicología “moderna” hasta 1910. En:
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Vilanova, A. (1994) La investigación psicológica en la Argentina. Nexos, Año 1, Vol. 1.
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Vilanova, A. (2001) La formación académica del psicólogo en el mundo y en Argentina.
Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 47, Nº1, pp. 73-78.
Acerca del Autor:
El Mgter. Juan Carlos Godoy es Director del Laboratorio de Psicología y
desempeña actividades docentes en la cátedra de Escuelas, Corrientes y Sistemas de la
Psicología Contemporánea y asimismo en la de Metodología de la Investigación
Psicológica (Facultad de Psicología – Universidad Nacional de Córdoba). Actualmente
esta finalizando sus estudios para optar al título de Doctor en Psicología.
57
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.3 Áreas de Ejercicio de la Psicología
3.3.1 Psicología Clínica
Cristina González
La Psicología Clínica tiene un origen relativamente reciente si consideramos, como
lo hace la mayor parte de los autores (Garfield 1974, Bellack y Hersen 1989, Buendía
1999,) a la 2° guerra mundial -con sus demandas de selección y asistencia a problemas
de salud mental- el momento histórico donde la Psicología Clínica adquiere protagonismo.
Su intervención ha sido desde entonces en tan variados campos y
entrecruzándose en el camino con tan diferentes profesiones, que se torna todo un tema
de discusión el determinar su campo y función. Por ello, los límites con otras disciplinas y
aún con otras áreas de la misma disciplina, pueden prestarse a confusiones tales como
pensar que todo Psicólogo es por definición Psicólogo Clínico, o por el contrario reducir su
función a la asistencia del padecimiento emocional y su campo al del hospital.
Por ello recordar la reglamentación vigente en nuestro país puede ser un referente
de utilidad. La Ley Nº 7106 del Senado de la Provincia de Córdoba sobre las disposiciones
para el ejercicio de la Psicología, promulgada en 1984, dice lo siguiente:
“Se considerará ejercicio de la profesión en el área de la
Psicología Clínica: la exploración psicológica de la estructura,
dinámica y desarrollo de la personalidad, la orientación psicológica
para la promoción y prevención del equilibrio de la personalidad, la
investigación y formulación de diseños experimentales, el diagnóstico
y tratamiento de los conflictos y tensiones de la personalidad
mediante psicoterapia, otras actividades que con el mismo objetivo
requieran el uso de instrumentos y técnicas estrictamente
psicológicas”.
Si subrayamos las acciones que en sus verbos se mencionan, es el área que
intenta: explorar, promover (la salud), prevenir, investigar, diagnosticar, y tratar los
conflictos emocionales. Podría decirse entonces que Psicólogo clínico es aquel que se
especializa en el análisis, predicción, tratamiento y comprensión de la conducta humana y
de la red multicausal que la determina. Por lo tanto debería estar capacitado para las
funciones de Psicodiagnóstico, tratamiento por medio de las distintas teorías y técnicas
psicoterapéuticas, para la investigación y para la prevención de la enfermedad y
promoción de la salud emocional.
Como se desprende de la lectura, su campo de acción sería tan amplio como
lugares donde se requiera de alguna de éstas funciones; sin embargo la ley mencionada
al señalar la esfera de acción indica solo a hospitales generales, psiquiátricos,
neuropsiquiátricos, centros de salud mental, clínicas e instituciones privadas de la misma
índole y a la práctica privada de la profesión.
58
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
En el Reglamento de Especialidades, publicado por el Colegio de Psicólogos de la
Provincia de Córdoba, en la revisión realizada en noviembre de 1995, se amplía su esfera
de acción diciendo:
“Se considera área de la Psicología clínica a la esfera de acción
que se desarrolla en Hospitales generales Psiquiátricos, Centros de
Salud Clínicas , Consultorios y otras Organizaciones e Instituciones
Públicas o Privadas en las que se desarrollen acciones de Promoción,
Prevención, Asistencia y Rehabilitación de la Salud”.
Con referencia a las actividades propias al Psicólogo clínico también modifica
significativamente algunas de las funciones al decir:
“Se considera ejercicio de la Psicología Clínica:
a) la exploración de la estructura y dinámica de la personalidad
mediante métodos y técnicas específicamente psicológicas.
b) La intervención psicológica para la promoción de la salud en el
ámbito: individual, de pareja, familiar, grupo y/o instituciones.
c) El diagnóstico y tratamiento del individuo, pareja familia, grupo y/o
instituciones.
d) La investigación de los instrumentos y/o técnicas que posibiliten el
abordaje clínico de acuerdo a las demandas actuales.
e) investigación y docencia.
Agrega:
“Será necesario para su formación: - Psicología Clínica: teorías,
técnicas y/o abordajes psicoterapéuticos individual, pareja, familia
grupo, instituciones.

Métodos y técnicas de investigación.
Psicodiagnóstico
instituciones).

(individual
y/o
pareja,
familiar,
grupal,
e

Psicopatología general y especial.

Etica profesional.

Práctica institucional oficial y/o privada en Instituciones específicas.
En el Plan de Estudios de la Carrera de Psicología de la Universidad Nacional de
Córdoba, encargado de la formación disciplinar, se enuncia además de la asignatura
obligatoria “Psicología Clínica”, una nómina de materias electivas permanentes como
pertenecientes al área: “Estrategias de intervención comunitaria”, “Psicopatología”,
“Clínica psicológica y psicoterapia”, “Neuropsicología”, “Psicoterapia”, e “Interconsulta”
(que de hecho no se ofrece). Aunque no aparecen en el plan de estudios por ser materias
y/o seminarios electivos no permanentes, se continúa con la formación en el área con una
59
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
serie de asignaturas hacia final de la carrera entre las que los estudiantes pueden optar
de acuerdo a sus intereses ya mas delineados a esa altura del cursado.
Sin embargo, la reflexión sobre qué materias debieran pertenecer al área no es
de fácil respuesta. A modo de ejemplo, si se define que una de las funciones básicas del
Psicólogo Clínico es el diagnóstico ¿porque no incluir Técnicas Proyectivas como
pertenecientes al área? Todo dependería de cómo se defina el concepto de área, si se
trata del campo de su aplicación y las técnicas que para ello se requerirían quizás incluiría
distintas asignaturas, a si se define desde su objeto de estudio, o desde sus concepciones
epistemológicas.
Seguramente en la revisiones del Plan de Estudio que deberán realizarse bajo el
marco de los lineamientos de la innovación curricular actual, esta discusión académica
volverá a ser planteada, sin embargo lo importante en el campo de trabajo es poder
intervenir interdisciplinariamente con todas las herramientas que el psicólogo tiene, en el
común interés de promover la salud emocional de la comunidad.
Esto significa, poder accionar más allá del tradicional trabajo en hospitales, clínicas
psiquiátricas, o consultorio privado y de ampliar el eje de la patología para incluir también
el campo de la salud. Inclusive cuando definimos al método clínico como el estudio a
profundidad del caso individual, nos referimos al caso singular, porque, como dice
Vilanova (1990), éste como todo método tiene la intencionalidad de servir para ampliar
sus observaciones a terrenos mas amplios que la individualidad. Subrayo esta obviedad
porque lo que se observa es que, a pesar de la concordancia con una definición como la
dada, de la lectura de teóricos que afirman y trabajan desde esta concepción y de los
decires curriculares en los planes de estudio de la Carrera, lo que se observa en la
práctica es que la gran mayoría sigue asociando psicología clínica con patología y trabajo
asistencial. Es poco lo que encontramos de desarrollo en investigación y promoción de
salud.
Por eso es que se ha puesto mayor énfasis en lo hasta aquí mencionado en la
función del clínico como promotor de salud, dado que a la fecha, la función asistencial es
aceptada sin mayores inquietudes.
Otra función que en su desarrollo sigue produciendo resquemores es la del
Psicólogo Clínico como investigador. Aunque todos admiten (Torninbeni,S.-Gonzalez,C.
Salvetti,M. 2000) que la investigación es indispensable para el avance de una disciplina,
existen algunas discrepancias en qué se entiende por investigar y los métodos que se
avalarían como apropiados para un Psicólogo Clínico.
Si pensamos que en la medida que la disciplina continúe profundizando y
ampliando los márgenes de su conocimiento, podrá realizar mayores aportes teóricos y
técnicos para el mejoramiento de la calidad de vida del ser humano, tendríamos que
pasar de la preocupación sobre el estado de la investigación a la ocupación en la
investigación para modificar ese estado. Podría decirse que investigar es un acto de
prevención al estancamiento de nuestra disciplina.
60
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Bibliografía:
Bellack,A. y Hersen,M. (1989) Métodos de investigación en Psicología Clínica. Ed. Descleé
de Oruwer, S.A.- Bilbao.
Buendía, J. (1999) Psicología Clínica. Perspectivas actuales. Ed. Pirámide. Madrid.
Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba. (2000) Reglamento de
Especialidades .
Garfield, S.L. (1979) Psicología Clínica. El Estudio de la personaliad y la conducta.
Ed. El Manual Moderno. Mexico D.F.
González,C. Torninbeni,S. (2002) Aportes para la innovación curricular. Concepciones
sobre investigación de estudiantes universitarios de Psicología. Rev. Investigaciones en Psicologa.
U.B.A. Año 7-Nº 1.
Acerca de la Autor:
La Dra. Cristina González es profesora titular de la cátedra de Psicología Clìnica,
especialista en la especialidad en dicha área de la Psicología. Asimismo es investigadora
de excelente nivel y en tal carácter dirige proyectos de investigación subsidiados por
organismos de promoción científica provinciales y nacionales.
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.3.2 Psicología Educacional
María Angélica Möller
La educación es una de las maneras de no discriminar, de respetar a
los niños y de que los mayores puedan transmitir lo que saben.
Yehudi MenuhYin (músico)
¿Creen que la ciencia y la educación superior son caras? Prueben con
la ignorancia.
Ignacio Reggi (investigador)
Frente a las perspectivas unilaterales hay que propiciar enfoques
múltiples. Eso implica romper con la ideología del mercado, porque el
mercado nos induce a pensar la evolución de la sociedad en términos de
adaptación neodarwiniana, con lo cual la noción de resistencia pierde todo
sentido.
Armand Mattelart (semiólogo)
El área educacional de la Licenciatura en Psicología se ocupa de un proceso
esencialmente humano, y por lo mismo social y simbólico: la educación. Todo proceso
educativo consiste, en una primera definición muy básica, en procesos de transmisión y
recreación de la cultura. En toda comunidad humana existen actividades dirigidas a la
transmisión que permitirá a sus miembros, a la par que desarrollarse, incorporarse y
participar de la vida social, así como en el mejor de los casos recrear y/o modificar la
propia cultura.
Estos procesos educativos tienen lugar, con distintos grados de organización y
formalización, en diversos ámbitos de interacción social tales como la familia, la escuela y
otras instituciones. Por otra parte, en la sociedad contemporánea los medios masivos de
comunicación cumplen un papel decisivo para el acceso y la participación en la cultura;
ellos son, mencionándolos en el orden de su desarrollo en la historia humana: los libros, la
prensa escrita, la radio, la televisión y las nuevas tecnologías de la información y la microelectrónica, que permitieron una enorme expansión; a su vez, cada uno de ellos
incorpora, no sin tensiones, a los anteriores. Así hoy es posible acceder a una
computadora personal y navegar por internet empleando nuevos productos multimedia.
La familia y la escuela han sufrido en las últimas décadas profundas
transformaciones; intentan educar en un ambiente social caracterizado por un significativo
aumento de la desigualdad social. Hoy existe consenso en admitir que así como “uno de
los factores fundamentales asociados al aumento de la desigualdad es la transformación
en la organización del trabajo” (Tedesco, 2000:16) las instituciones públicas, entre ellas el
sistema educativo, recibieron el fuerte impacto que produjo en todo nuestro continente el
neo-liberalismo económico.
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Es entonces entre la complejidad de los procesos sociales y la velocidad de los
cambios tecnológicos que tiene lugar la educación. La cátedra de Psicología Educacional
elige anualmente algunos problemas que considera representativos del área (concebida
precisamente como campo de problemas que nos desafían) y que tienen que ver con los
logros, los fracasos y las situaciones conflictivas de los procesos educativos.
Los hechos y los procesos educativos responden a un complejo entramado de
factores de distinta índole; podemos distinguir en ellos aspectos históricos, pedagógicos,
sociales, biológicos, filosóficos, políticos, económicos, jurídicos, etc., así como aspectos
psicológicos. Podemos decir, por lo tanto, que la Psicología en tanto disciplina científica
es necesaria pero no suficiente para la explicación y el tratamiento de los problemas
educativos. O bien, que la Psicología que pretenda aportar a este campo no puede dejar
de considerar, cuanto menos, los aspectos históricos, biológicos y socio-culturales
constituyentes del sujeto humano.
Lo anterior nos permite sostener que, en determinados niveles de complejidad, es
necesaria una aproximación interdisciplinaria. Cuando diferentes disciplinas se
articulan para el tratamiento de un problema, cada una de ellas realiza sus aportes
específicos. Llevado esto a la integración de un equipo de trabajo, significa que un
psicólogo/a podrá co-operar con otros profesionales (por ejemplo, pedagogos, sociólogos,
biólogos, etc.) en tanto y en cuanto sea un experto en su propia disciplina, lo que le
permitirá establecer relaciones adecuadas de intercambio, enriqueciendo el análisis y
contribuyendo a generar transformaciones.
Vemos entonces que determinados aspectos de los problemas educativos pueden
ser analizados e investigados desde teorías psicológicas, y eventualmente modificados
desde sus desarrollos conceptuales, metodológicos y técnicos. Las relaciones entre las
teorías psicológicas y las prácticas educativas merecen otro capítulo, pero podemos
adelantar que
“es preciso analizar las principales categorías de la teoría
psicológica que son utilizadas para formular las propuestas educativas.
Sobre todo, hay que indagar las relaciones entre los ensayos
educativos y las condiciones teóricas y epistemológicas…” de las
propias teorías (Castorina y Dubrovsky, 2004:81).
Se trata entonces de disponer, para los problemas educativos, de marcos
psicológicos con potencial explicativo y con posibilidades de ser útiles para la resolución
práctica. Esto no es sencillo. A continuación se presentan las reflexiones de los autores
de tres teorías psicológicas que revolucionaron las concepciones del siglo XX: Freud,
Piaget y Vygotski, quienes elaboraron teorías abiertas aún hoy en desarrollo, de una
enorme riqueza en cuanto a sus posibilidades de interpretación y modificación de las
prácticas educativas.
Sigmund Freud consideraba de “extraordinaria importancia” y con “grandes
posibilidades de desarrollo” las relaciones entre Psicoanálisis y Pedagogía, y proponía:
“…la educación tiene que buscar su camino entre el escollo del
dejar hacer y el escollo de la prohibición. Y si el problema no es
insoluble, será posible hallar para la educación un camino óptimo,
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
siguiendo el cual pueda procurar al niño un máximo de beneficio
causándole un mínimo de daños” (1932:3186).
Freud mostraba, en un decisivo trabajo acerca de estos problemas, cómo “la
cultura es la vía ineludible que lleva de la familia a la humanidad” (1929:3059) y señalaba
con agudeza:
“El hecho de que se oculte a los jóvenes el papel que la
sexualidad habrá de desempeñar en su vida, no es el único reproche
que se puede aducir contra la educación actual. Además, peca por no
prepararlos para las agresiones cuyo objeto están destinados a ser.
Al entrar la juventud a la vida con tan errónea orientación psicológica,
la educación se conduce como si se enviara a una expedición polar a
gente vestida con ropa de verano y equipada con mapas de los lagos
italianos.” (1929:3060, pie de página).
Liev Vygotski aproximadamente en la misma época consideraba que el problema
educativo ocupaba “un lugar central en la nueva manera de enfocar la psique del hombre”
y demostraba una gran confianza en el desarrollo de la Psicología:
“Puede decirse que, por primera vez, la ciencia permite
desvelar la verdadera naturaleza de la educación, que por primera
vez el educador encuentra una base para hablar del significado
exacto de la tarea educativa y de las leyes científicas que la rigen, en
lugar de hablar sobre conjeturas y metáforas.” (1926:144).
A su turno, Jean Piaget se preocupaba por
“las enseñanzas desprovistas hasta la evidencia de todo valor
formativo y que se siguen impartiendo, sin saber si alcanzan o no el
propósito utilitario que se les atribuye.” (1968:14),
Más aún:
“…la pedagogía experimental todavía permanece muda y da
testimonio, así, de la espantosa desproporción que sigue
subsistiendo entre la amplitud o la importancia de los problemas y los
medios empleados para resolverlos” (1968:16).
Compara la Pedagogía con la Medicina, ya que en ambas interviene cierta dosis
de empirismo y de arte, pero debería basarse en conocimientos científicos más precisos.
Ya Piaget había planteado, en el contexto de Europa de entre guerras, otras
cuestiones de fondo:
“El hecho es que no estamos adaptados psicológicamente a
nuestro estado social. Los acontecimientos han superado a los
hombres y se han sucedido demasiado rápidamente para nuestras
mentes individuales o colectivas. Ya no los seguimos. Estamos a lo
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
sumo adaptados a nuestra vida local, a la vida de nuestra ciudad, a la
vida de nuestro país, pero no comprendemos el estado actual del
mundo, de este universo de relaciones complejas y solidarias. (…) …
el hombre de Estado contemporáneo prácticamente juega a los dados
en política internacional. (…) ya que no puede dominar el conjunto de
los problemas.” (1932:102-103).
En el orden de las propuestas, Piaget, en un homenaje que UNESCO rindió al
pedagogo checo del siglo XVII Juan Amós Comenius, destacaba:
“…Comenius planteó una serie de problemas nuevos para su
siglo: el del desarrollo mental, el de los fundamentos psicológicos de
los métodos didácticos, el de las relaciones entre la escuela y la
sociedad, y el de la necesidad de organizar o incluso reglamentar los
programas y los marcos administrativos de la enseñanza; finalmente,
el de una organización internacional de la investigación y la
educación. Haber tomado conciencia de la existencia de estas
cuestiones, y haber subrayado incansablemente su importancia vital
para el devenir de la humanidad, siguen siendo los mayores títulos de
gloria del célebre educador.” (1957:224).
Tal vez sorprenda la actualidad del pensamiento de estos grandes científicos del
siglo XX; queda en evidencia que, aunque hoy disponemos de mayores conocimientos y
mejores instrumentos, aún no hemos solucionado aquellos problemas.
Los límites de este artículo impiden otros desarrollos, pero el objetivo de estas
citas es incitar a los estudiantes a comenzar sus búsquedas intelectuales en esta
apasionante disciplina. Cabe aquí señalar algunas cuestiones fundamentales: el trabajo
científico es esencialmente co-operativo y requiere de un diálogo, intercambio y debate
permanente de ideas, de informaciones y de procedimientos; y la universidad pública
constituye el mejor contexto para desarrollarlo.
En cuanto a la definición del rol profesional del psicólogo/a que trabaje en relación
a procesos educativos, pensamos que es un quehacer que debe ser construído en el
interjuego de las demandas sociales y las posibilidades de intervención, desde las
posiciones teóricas, técnicas y éticas que sustente.
Finalmente, recordamos que en el programa de la asignatura se puede encontrar
bibliografía básica relativa a las cuestiones aquí presentadas.
65
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Bibliografía:
Castorina J.A. y Dubrovsky S. (2004) La enseñanza y la teoría psicológica socio-histórica
en Castorina J.A. y Dubrovsky S. (2004) Psicología, cultura y educación. Perspectivas desde la
obra de Vigotski, Buenos Aires: Novedades Educativas.
Freud S. (1929) El malestar en la cultura en Freud S. (1974) Obras completas Tomo VIII,
Madrid: Biblioteca Nueva.
Freud S. (1932) Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis en Freud S. (1974) Obras
completas Tomo VIII, Madrid: Biblioteca Nueva.
Piaget J. (1932) La evolución social y la nueva pedagogía en Piaget J. (1998) De la
pedagogía, Buenos Aires: Paidós Educador.
Piaget J. (1957) La actualidad de Juan Amós Comenius en Piaget J. (1998) De la
pedagogía, Buenos Aires: Paidós Educador.
Piaget J. (1968) Educación e instrucción, Buenos Aires: Proteo.
Tedesco J.C. (2000) Educar en la sociedad del conocimiento, Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica.
Vygotski L. (1926) Principios de enseñanza basados en la Psicología en Vygotski L.
(1991) Obras Escogidas Tomo I, Madrid: Visor – Ministerio de Educación y Ciencia.
Acerca del Autor:
Es Licenciada y Profesora en Pedagogía (UNC). Actualmente se encuentra
cursando el Doctorado en Psicología (UNC). Es profesora adjunta por concurso a cargo
de Psicología Educacional. Asimismo es investigadora en procesos de aprendizaje y
directora de proyectos de investigación en la órbita de la Secretaria de Ciencia y Técnica
de la UNC. Se ha desempeñado como docente en distintos niveles del sistema educativo.
Asimismo ha coordinado programas de apoyo a los procesos de enseñanza y aprendizaje
en organismos dependientes del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba.
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.3.3 Psicología Jurídica
Olga Puente de Camaño
Al adentrarnos al campo de la Psicología llamada Jurídica, es necesario que
precisemos en primer lugar que no se trata de pensar una Psicología diferente en sus
basamentos teóricos y metodológicos, sino entenderla como una delimitación dada
principalmente por los problemas que aborda y por los ámbitos en los que desarrolla sus
intervenciones. Trataremos de mostrar entonces los principales temas a los que intenta
dar respuesta la Psicología Jurídica y los espacios en los que se realizan sus prácticas,
los que como veremos no han permanecidos inmóviles desde los comienzos de su
desarrollo, sino por el contrario han ido ampliándose a lo largo del devenir histórico.
Tal crecimiento de la Psicología Jurídica se ha ido manifestando a medida que el
saber psicológico estuvo presente en aquellas circunstancias que por su naturaleza
compleja requirieron del aporte de diversos enfoques científicos, tal como sucede por
ejemplo cuando se trata de comprender las cuestiones referidas a los procesos de
violencia, que mantienen vigentes aún hoy innumerables interrogantes para el conjunto de
las ciencias que se ocupan de su estudio, la Psicología, las Ciencias Jurídicas, la
Criminología, la Sociología, entre otras. Estos problemas representan para todas ellas un
compromiso permanente en la búsqueda de respuestas científicas, que
mancomunadamente aporten a la prevención.
La denominación Psicología Jurídica alude en primer término a una interrelación, a
una suerte de encuentro, de entrecruzamiento de dos ciencias, de dos saberes, de la
ciencia psicológica por una parte y la ciencia jurídica, el derecho, por la otra, cada una de
ellas con sus propios cuerpos teóricos y metodológicos, con capacidad para aportar
desde la especificidad de su saber una perspectiva de análisis propia. Para el caso de la
Psicología significa trabajar en la comprensión de los complejos fenómenos de la vida
psíquica, presentes en las conductas que por alguna circunstancia, por tratarse de
acciones antijurídicas, como es el caso de los delitos y de sus autores, o de quienes
sufren las consecuencias de los mismos, las victimas, importan a lo jurídico.
El Derecho por su parte, como conjunto de normas, principios, leyes y reglas a
cuya observancia son comprometidos los individuos en toda sociedad jurídicamente
organizada, interviene en la regulación de las relaciones humanas.
Este encuentro al que hacemos mención, se manifiesta por un lado en
articulaciones a nivel de teorías y en el desarrollo de una práctica concreta, lo que debe
entenderse con un sentido de complementariedad, donde cada una de las disciplinas
aportara desde la especificidad de su saber a la comprensión de la complejidad de los
problemas que tratan en común.
Hablamos de complementariedad, de enriquecimiento mutuo, y no de
subordinación de una ciencia a otra, aclaración que importa señalar, en tanto algunos
autores le confieren a la Psicología Jurídica un carácter de auxiliar del Derecho,
encargada, sin más, de responder a los requerimientos unidireccionales provenientes de
lo jurídico. Pensar en complementariedad implica una consideración interdisciplinaria,
abierta a otros conocimientos, sin supremacía de unos sobre otros.
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El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Al respecto de su definición, el autor de la obra Psicología Judicial, Juan Del
Popolo, la define como
“el estudio desde la perspectiva psicológica de conductas
complejas y significativas en forma actual o potencial para lo jurídico, a
los efectos de su descripción, análisis, comprensión, critica y eventual
actuación sobre ellos en función de lo jurídico.”
El autor habla de perspectiva, en tanto existen distintas manera de observar un
fenómeno de conducta y como modo de evitar reduccionismos o determinismos al
momento de analizar hechos que por su complejidad son abarcados por varias disciplinas.
A modo de ejemplo, el delito -como hecho jurídico- puede ser analizado desde la
Ciencia Jurídica, desde la Antropología, la Biología, la Sociología, la Psicología, la
Criminología, por nombrar sólo algunas de las disciplinas que se ocupan de su estudio.
La interdisciplinariedad se fundamenta entonces principalmente en la naturaleza
compleja de los hechos estudiados, hechos que no admiten explicaciones simples ni
unilaterales, sino por el contrario se hace necesaria la consideración de múltiples
dimensiones de análisis.
También cabe aclarar que esta especificidad de la Psicología ha sido designada
de distintas maneras, respondiendo a distintas concepciones y por sobre todo haciendo
referencia al ámbito de desarrollo de las prácticas, así por ejemplo con la denominación
Psicología Forense se hace referencia al área de la Psicología vinculada específicamente
a la práctica de los tribunales, mientras que con la denominación Psicología Jurídica se
alude a la multiplicidad de áreas, prácticas, tareas, roles, que el psicólogo realiza en
interacción con el derecho, con la criminología, y que por cierto exceden a un ámbito
particular.
Al respecto resulta importante destacar la interrelación existente entre la
Psicología y la Criminología, entendida esta última como la ciencia que, desde una
perspectiva esencialmente interdisciplinaria, se ocupa del estudio del delito, de la pena,
del delincuente, de la victima, como también de los distintos modos de reacción
institucional frente al problema del delito, llámense penas, medidas de seguridad, de
tratamiento o medidas de prevención.
En referencia a la Criminología, la Dra. Hilda Marchiori expresa en su libro
“Criminología”, luego de mostrar el camino histórico recorrido por esta ciencia, que los
conceptos actuales implican la consideración de los múltiples y complejos aspectos que
abarcan los procesos de la violencia.
Si bien la Criminología recibió desde sus comienzos los aportes de la Psicología,
centrados por entonces en el estudio de los procesos psicológicos del delincuente, los
aspectos de personalidad del autor, la Psicología hoy se interesa y realiza sus aportes a
esta dimensión amplia e interdisciplinaria de la Criminología.
Por otra parte la naturaleza compleja y dinámica que caracteriza a los problemas
con los que trabaja la Psicología Jurídica, se hace evidente cuando intentamos el análisis
de los mismos, con el objeto de poder intervenir sobre ellos, así a modo de ejemplo en la
tarea de comprender por qué alguien comete un delito, por qué este sujeto roba o mata,
serán relevantes los aportes que realice la Psicología a través de la explicación de los
68
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
psicodinamismos presentes en la conducta, los aspectos de la personalidad del autor,
las motivaciones de la conducta delictiva, del tratamiento del autor como de la victima,
pero resultan insuficientes para dar cuenta de toda la complejidad que encierra el delito.
Las maneras en como las sociedades reaccionan ante la criminalidad han ido
cambiando a lo largo de la historia, no sólo en sus métodos, en sus formas concretas de
hacerlo, sino también en sus fundamentos. Al respecto, la Psicología ha aportado el
concepto de tratamiento, uno de los aspectos esenciales en el desarrollo de la
Criminología contemporánea.
Resulta igualmente compleja la consideración de los daños que ocasiona el delito
en la víctima, que es quien sufre las consecuencias directas del mismo, como en la
sociedad en su conjunto, que resulta destinataria aunque sea de manera indirecta del
conjunto de la criminalidad. La Psicología desde su especifico saber aporta al estudio de
las consecuencias psicológicas y al tratamiento de quienes son objeto de los distintos
procesos de victimización, como también a la interacción del autor y la victima, presentes
en la dinámica del delito, a las características psicoevolutivas de los sujetos involucrados.
Podemos entonces en relación a la Psicología Jurídica entenderla como el
conjunto de articulaciones a nivel teórico y entrecruzamiento a nivel de las prácticas que
se reflejan en el accionar interdisciplinario, practicas del psicólogo que operan sobre el
sujeto, sujeto de la medida procesal, penal, institucional.
Todo esto constituye para la Psicología una práctica específica, habilitadas a partir
de una demanda, en principio social, institucional, en un ámbito institucional determinado
que requieren de algunas conceptualizaciones propias de otros campos, como por
ejemplo de aquellas provenientes del campo de las ciencias jurídicas.
Hoy la Psicología aporta a la Ciencia Jurídica y Criminológica aspectos
fundamentales sobre una amplia variedad de problemas de interés común, atendiendo
fundamentalmente al interés por la prevención, con el objeto de intervenir para disminuir
la emergencia de comportamientos violentos, como también disminuir el impacto que
produce en la victima y en la sociedad en su conjunto.
La Psicología Jurídica así entendida es algo más que el dar respuesta a las
demandas provenientes del campo jurídico, al introducir nuevos interrogantes,
complejizando el nivel de análisis, al abrir y desplegar el conflicto sobre aquello que lo
jurídico “desde el deber ser”, debe resolver. Este crecimiento paulatino del campo de la
Psicología Jurídica ha ido acompañado de importantes desarrollos teóricos a través de los
cuales se intenta dar respuesta a los principales interrogantes del área, interrogantes que
han ido cambiando a la par de los nuevos problemas. Desde la personalidad del autor, a
los psicodinamismos presentes en la conducta delictiva, al tratamiento del autor, y más
tardíamente a las cuestiones referidas a la victimología con el objeto fundamentalmente
de la prevención, asesoramiento y o tratamiento de aquellos fenómenos psicológicos
conductuales y relacionales que tuvieran incidencia en el comportamiento legal de las
personas. Como medio para lograr dicho fin utiliza métodos que son propios de la
Psicología científica.
Son innumerables los antecedentes históricos en relación al desarrollo de la
interacción de la Psicología y lo jurídico, cuya mención excede las posibilidades de esta
introducción. La Psicología desde sus diversas escuelas psicológicas, conductismo,
69
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
cognitivismo, psicoanálisis, psicología experimental, ha venido realizando importantes
aportes.
El Dr. Juan H. Del Popolo en su obra “Psicología judicial”, presenta este recorrido
histórico remontándose al año 1835 donde Friedrich escribe su “Manual Sistemático de
Psicología Judicial”, luego cita a Claparede, quien trabaja en el área de la Psicología del
testimonio y escribió diversas obras, entre ellas “La Psicología judicial”, en 1908. Cesar
Lombroso, médico italiano, realizó aportes sobre el estudio de la personalidad del
delincuente, publicó numerosos trabajos, entre ellos “El Hombre Delincuente”, obra
editada en 1871; y en 1906 escribe “Psicología del Testimonio en el proceso penal” y
también estudió el testimonio de los niños y el hipnotismo aplicado al proceso penal.
Altavilla en 1925 publica su obra “Psicología Judicial” en la que analiza temas tales como
el proceso psicológico y la verdad judicial; el proceso psicológico en la normalidad;
teniendo en cuenta la edad y el sexo, las emociones y las pasiones, las diferencias
individuales, las perturbaciones del proceso psíquico, las situaciones de los deficientes o
enfermos mentales, de los que simulan, de la psicología del acusado, del abogado, del
ministerio público del juez y sus diferentes funcionarios.
En el marco del Psicoanálisis, Sigmund Freud escribió una serie de artículos que
hacen referencia a temas estudiados por la Psicología Jurídica, entre ellos se pueden
mencionar la “Indagatoria Forense y el Psicoanálisis” (1906); “El dictamen de la Facultad
en el proceso Halsmann” (1930-1931); “El delincuente por sentimiento de culpa” (1916),
así como otros escritos que contienen importantes aportes teóricos en relación al tema
como “El malestar en la cultura” (1930), “Totem y Tabú”, “Dostoyevsky y el
parricidio”(1928), “El porque de la guerra”, (1932). Por su parte Alfred Adler realiza
aportes a través de su Psicología Individual en referencia a la estructura y prevención de
la delincuencia. Theodor. Reik con su obra “Psicoanálisis del Crimen “ (1942), Alexander
y Staub “El delincuente y sus jueces desde el punto de vista psicoanalítico” (1961).
Melanie Klein realizó aportes, especialmente en relación a los niños “Sobre la
Criminalidad” (1934) y “Tendencias criminales en los niños normales”. Jacques Lacan,
entre otros aportes al área, escribió “Una introducción teórica a las funciones del
Psicoanálisis en Criminología”. Winicott en su obra “Deprivación y Delincuencia” (1990),
aporta a la comprensión de la génesis del delito a partir de trabajar con niños
institucionalizados y que habían sufrido deprivaciones maternas. Luis Jiménez de Asúa
(1947) escribe su obra Psicoanálisis Criminal.
Hans von Hentig, en su Tratado de “Psicología Criminal”, describe las
características de la criminalidad atendiendo a las especificas modalidades delictivas,
estafadores, ladrones, homicidas…. Jean Pinatel aporta al estudio de la personalidad
criminal en su obra “La sociedad criminógena”( 1979) Franco Ferracuti, el examen de la
personalidad del condenado en el instituto de observación y diagnóstico de Revivía.
Hilda Marchiori, en su obra ”Delito y personalidad” (1984), analiza los aspectos
psicológicos presentes en la conducta delictiva, considerando que desde un nivel esta
expresa el fracaso de los mecanismos psíquicos que controlan los impulsos agresivos.
De acuerdo con lo manifestado por el Profesor Juan Del Popolo, en nuestro país
se coincide en situar los comienzos del desarrollo de la Psicología Jurídica en la década
de 1960 a 1970, reflejado en investigaciones, con importantes publicaciones en distintos
temas relevantes para la Psicología Jurídica.
70
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
A nivel de la enseñanza de la Psicología Jurídica, en los ámbitos universitarios, en
nuestro país, se reconocen los aportes de Emilio Mira y López y Plácido Horas en las
universidades de Buenos aires y de San Luis.
En Córdoba, la Psicología Jurídica ha tenido un gran desarrollo, incorporada a los
planes de estudio de la Carrera de Psicología, se comienza a enseñar en el año 1986,
con la asignatura Psicología Criminológica, y posteriormente se suman otras materias al
área Jurídica, con el objeto de continuar profundizando en la temática.
La enseñanza en la Universidad de los problemas relacionado a la violencia
representa una importante prevención, preparando a los futuros profesionales para el
tratamiento de temas tan graves y preocupantes para toda la sociedad.
En la Provincia de Córdoba en 1984 se sanciona la Ley de Ejercicio de la
Psicología, Ley Nº 7106,m en la que entre otros temas se especifican las disposiciones
para el ejercicio de la Psicología en el área jurídica.
Se considera ejercicio de la profesión de psicólogo en el área de la Psicología
Jurídica:
“el estudio de la personalidad del sujeto que delinque, la
rehabilitación del penado, la orientación psicológica del liberado y de
sus familiares, la actuación sobre las tensiones grupales en institutos
penales, con tareas de psicohigiene, la colaboración en peritajes,
empleando los instrumentos específicos, la realización de peritajes
psicológicos, y estudio de adopción y de conflictos familiares.”
Cabe advertir que otros grandes temas, como los referentes a la victimología
están por cierto incorporados a la Psicología jurídica, aunque no lo estén expresamente
en la ley, como consecuencia de su desarrollo más tardío en el país.
En síntesis, son campos de aplicación de la Psicología Jurídica:
-
El ámbito de Tribunales: Fuero Penal, Fuero de Menores, Fuero de Familia.
-
Las Instituciones Penitenciarias
-
Las Instituciones encargadas del Tratamiento de Jóvenes en Conflicto con la Ley
Penal.
-
Pabellones o sectores judiciales de hospitales psiquiátricos
-
Centros de Atención a victimas de delitos
Las tareas propias de la Psicología Jurídica comprenden:
a) Promoción, b) Prevención, c) Asesoramiento, d) Diagnóstico, e) Asistencia f)
Peritajes, g) Tratamiento y seguimiento, h)) Investigación, i) Trabajos institucionales e
interinstitucionales
71
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
La complejidad de los temas de los que se ocupa la Psicología Jurídica, su
dimensión de análisis interdisciplinario, la interrelación con otras disciplinas a la que
hemos hecho mención, el encuentro en una práctica concreta, en ámbitos institucionales
comunes a distintas disciplinas, hacen necesario la formación y capacitación especifica.
Finalmente desde la especificidad de nuestro saber, dentro de un contexto
institucional determinado, los tribunales, las cárceles, los institutos de jóvenes, los centros
de asistencia a victimas, contextos que significan además a nuestras prácticas, a partir de
la escucha y la observación, intervenimos la mayoría de las veces habilitados a través de
una demanda en principio social, institucional, orientados al estudio, la investigación, la
asistencia y prevención del delito, delincuente y víctima.
Bibliografía:
Del Popolo J. H. Psicología Judicial. Ed. Ediciones Juridicas Cuyo. 1996.
Marchiori H. Criminología Ed. Marcos Lerner (1999).
Ley de Ejercicio Profesional del Psicólogo, Ley Provincial Nº 7106.
Acerca del Autor:
La Lic. Olga Puente egresó de la Facultad Psicología (UNC) en 1974 y en 1979
comenzó a desempeñarse en el área de la Psicología juridica, como psicóloga del
Servicio Penitenciario de Córdoba, donde llegó a ocupar la conducción del mismo en su
carácter de Directora General de Técnica Penitenciaria y Criminológica. Asimismo, integró
el grupo de primeras especialistas en el área de la Psicología Juridica otorgado por el
Consejo de Psicólogos de Córdoba.
72
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.3.4 Psicología Laboral
Andrea Pujol
PROBLEMAS Y AMBITOS DE INTERVENCION
"Hay manos capaces de fabricar herramientas
con las que se hacen máquinas para hacer ordenadores
que a su vez diseñan máquinas que hacen herramientas
para que las use la mano."
Jorge Drexler
Guitarra y vos
1.1.1.1.
Introducción
A través de este escrito pretendemos presentar algunas ideas sobre la psicología del
trabajo y de las organizaciones12, una breve referencia al desarrollo de la disciplina y los
principales problemas que busca resolver la práctica profesional en los diversos ámbitos
en los que se ejerce.
Dar a conocer de manera sencilla y acotada un campo de actividad profesional tan vasto y
complejo entraña muchas dificultades, por lo que se pretende ofrecer una visión
panorámica y estilizada de los “pilares” de la actividad profesional actual, con algunos
ejemplos que –a modo de recursos didácticos- posibiliten una posterior exploración o
investigación más profunda de algunos aspectos.
En la primera parte se ofrece una definición general del campo disciplinar y se sintetizan
algunas ideas acerca del contexto actual que fundamentan el uso de la expresión
“problemas del mundo del trabajo” para referirnos a las cuestiones sobre las que
interviene esta psicología.
La segunda parte constituye el cuerpo conceptual más complejo del artículo, ya que allí se
narra de manera sintética el desarrollo de la disciplina. Para facilitar su comprensión, se
muestra cómo fueron evolucionando los modos de producir en la sociedad y con ello las
concepciones acerca del trabajo y de las personas en el trabajo. Se evidencia allí cómo
cada modo de producir de la sociedad contribuyó al desarrollo de un cuerpo de
conocimientos que conocemos hoy como “psicología” del trabajo.
En la tercera parte, se describen concretamente los ámbitos en los que actúa el psicólogo
y qué actividades desarrolla, ilustrando a través de ejemplos concretos el quehacer
profesional. Aunque de manera sintética, el apartado hace referencia también a los temas
más preocupantes de la actualidad profesional.
Si bien actualmente la psicología del trabajo y la psicología de las organizaciones constituyen
dos disciplinas, cada una de ellas con un conjunto propio de desarrollos teóricos y
metodológicos, se presentan aquí de manera conjunta con el fin de que el lector se forme una
primera idea de las problemáticas que abarcan.
12
73
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Por último, hacemos referencia a algunos saberes básicos que requiere el ejercicio
profesional y a la conexión significativa que tiene el desarrollo de esta especialidad con
las tradiciones centrales del desarrollo de la psicología.
1.1.1.2.
La importancia actual de la psicología del trabajo y las organizaciones
Nos interesa aquí compartir algunas ideas en torno al quehacer de la psicología del
trabajo y de las organizaciones. Tratándose de una psicología, este quehacer pone en
foco a las personas organizándose y desplegando prácticas de trabajo, a los sujetos en
situación de trabajo, a las organizaciones y particularmente a los procesos de
construcción de subjetividad que tienen lugar en el trabajo y en los diversos modos en que
se organiza.
Nos referimos al trabajo no sólo como “empleo” (el empleo puede considerarse un modo
de trabajo pero no el único), sino también al trabajo independiente, a la actividad
emprendedora, al trabajo voluntario y a las diversas “ocupaciones” que posibilitan el
despliegue de la actividad humana y a las organizaciones (empresas, organizaciones no
gubernamentales, instituciones, etc.) a través de las cuáles dichas actividades se
organizan y dotan de utilidad social al quehacer humano.
Desde esta perspectiva, el trabajo constituye una práctica social que cumple un papel
esencial. Es un escenario de interacciones significativas entre las personas (entre
compañeros de trabajo, jefes y empleados, etc.), un ámbito de aprendizaje y desarrollo
personal y social y también, desde la perspectiva de la salud, un espacio en el que se
despliegan dinámicas de cooperación y conflicto grupal y con ello placer y sufrimiento
personal. Por su parte, las organizaciones operan como contextos o ámbitos donde
transcurren las acciones de los sujetos y cumplen un papel esencial en los procesos de
cambio social y de transformación de las subjetividades de los trabajadores.
Resulta imposible asimilar la realidad del mundo del trabajo y su organización, sin
comprender el contexto social, económico y político en el cual se encuentra. De este
modo, ciertos aspectos como la dinámica de los intercambios económicos, el desarrollo
del conocimiento humano y la organización política que se dan a sí mismos los hombres
en la sociedad, se encuentran estrechamente vinculados a las prácticas de trabajo.
Si bien la preocupación de las ciencias sociales y humanas por la problemática del trabajo
y de las organizaciones es muy antigua, actualmente este interés se intensifica en virtud
de los cambios que han sufrido las prácticas laborales y organizacionales en las últimas
décadas del siglo pasado.
74
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Las prácticas de trabajo han cambiado profundamente. No se trabaja actualmente como
hace cincuenta años o incluso treinta años: las empresas, las técnicas, las profesiones,
las relaciones sociales, las legislaciones laborales han cambiado. Estos cambios se
relacionan directamente con lo que actualmente llamamos la “nueva economía”. Una
economía globalizada, centrada en el conocimiento, la información y las nuevas
tecnologías como bases del desarrollo, tanto de las empresas como de las regiones,
ciudades y países.
Así, a partir del desarrollo de nuevas tecnologías de información y comunicación (NTIC),
se produce una modificación importante de las actividades laborales y los procesos
productivos y emergen nuevas formas de organizar el trabajo, que constituyen realidades
muy distintas de las que caracterizaron a las organizaciones clásicas que implantó la
revolución industrial.
Esta nueva economía puede ser pensada como una “economía del conocimiento”, donde
el saber y el saber-hacer de las personas resultan sumamente importantes y constituyen
factores decisivos en el desarrollo de las organizaciones. Al valorizarse el saber podría
pensarse que se revaloriza el trabajo, sin embargo, el desarrollo de la nueva economía y
los cambios en la organización del trabajo, también han venido acompañados de una
importante tasa de desempleo y de precarización del trabajo, haciendo que las actuales
relaciones laborales y condiciones de trabajo se vean empeoradas y sean portadoras de
sufrimiento para muchos trabajadores. Las actuales condiciones laborales podrían
caracterizarse por un aumento en la carga de trabajo, amplia flexibilidad horaria, contratos
precarios y por tiempo determinado, salarios reducidos y pérdida de beneficios sociales,
entre otros.
Por otra parte, al interior de las empresas, se transforman progresivamente las relaciones
de poder y autoridad y se promueve una mayor autonomía de los trabajadores, el
desarrollo del trabajo en equipo y la búsqueda de prácticas de trabajo más coordinadas
grupalmente. Desde el punto de vista de la subjetividad, la incertidumbre de estas
Nueva economía, sociedad de la información, economía del conocimiento, son términos vinculados entre sí que permiten comprender algunos fenómeno
¿De qué trata todo esto?
http://www.fes.org.ar/PUBLICACIONES/LaNuevaEconomia_MEhrke.htm http://weblog.educ.ar/sociedad-informacion/
http://es.wikipedia.org/wiki/Sociedad_del_conocimiento
transformaciones implica un alto componente emotivo que desestabiliza a los sujetos y a
los colectivos de trabajo. Así, a partir de esta evolución de la economía, es posible deducir
que el trabajo no se ha vuelto más inteligente, más rico y más respetuoso de la autonomía
de las personas. Angustia, miedo, sufrimiento y frustración constituyen una parte de las
consecuencias que surgen de estos cambios. Sin embargo, el empleo sigue
constituyendo hoy el principal medio de inserción social, lo que impulsa a que las
personas deban desplegar estrategias individuales y colectivas que les permitan afrontar
estas realidades, con el fin de adaptarse a los cambios o resistirlos.
75
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
NUEVAS TENDENCIAS EN EL MERCADO LABORAL
¿Cuál es el futuro de los trabajadores?
TENDENCIAS DEL CAMBIO
En este sentido, la importancia creciente del factor humano en el desarrollo económico
conlleva una importante presión individual sobre los trabajadores, lo que deriva en una
fuerte competencia por oportunidades de empleo escasas.
En lo que respecta a la formación del psicólogo, puede afirmarse que el estudio de la
problemática del trabajo adquiere un carácter extremadamente complejo. Como puede
verse, la comprensión de las prácticas del trabajo y de la vida organizacional, debe ser
abordada con los aportes de varias disciplinas: es en las zonas en que diversas
disciplinas se entrecruzan en donde se construyen los nuevos conocimientos acerca del
trabajo, denominamos a esta zona como “campo de los estudios del trabajo”.
76
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Es importante entonces, no colocar a las distintas disciplinas (economía, antropología,
sociología, psicología, lingüística, etc.) una al lado de otra, sino de intentar comprender
cómo cada una tiene áreas inexploradas y aportes sustantivos que es preciso poner en
tensión, articular, confrontar. Si se convoca a las distintas disciplinas, es posible restituir la
pluralidad de miradas que exige la problemática del trabajo.
2. Los campos de intervención y las prácticas profesionales del psicólogo
¿Pero qué problemas resuelven o intentan resolver profesionalmente los psicólogos
laborales? El desarrollo actual de la disciplina es considerablemente más amplio y abierto
que hace unas décadas, por lo cual el campo de actuación de los psicólogos se ha
enriquecido notablemente y ofrece un conjunto importante de oportunidades y desafíos
profesionales.
En principio, nos referiremos brevemente a cuatro campos donde puede intervenir
profesionalmente el psicólogo laboral, cada uno de ellos conformado por un conjunto de
problemas afines entre sí.
a) Un primer y natural ámbito de intervención profesional refiere al estudio y abordaje de
las condiciones de trabajo y la salud ocupacional. En este ámbito, las prácticas se
orientan al abordaje de problemas relativos al impacto de las condiciones objetivas y
subjetivas de trabajo en los sujetos. Nos referimos a las condiciones objetivas, cuando
77
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
consideramos el salario, los beneficios sociales, el ambiente físico, etc., mientras que las
condiciones subjetivas refieren al bienestar psicológico del trabajador, a la satisfacción
que provee la ocupación en relación con sus expectativas de desarrollo personal.
La intervención del psicólogo en este campo abarca la planificación, implantación,
actualización, gestión y seguimiento de programas de prevención de accidentes y
En una empresa industrial del interior de la provincia se produjo un incendio en una zona de la planta muy vulnerable desde el punto de
La empresa encargada de la seguridad realizó una investigación interna y llegó a la conclusión que se trataba de un atentado interno en
No obstante, a la vez que se analizan las disconformidades del personal que dieron origen al problema, la empresa se plantea que la sit
Para esto último, la empresa contrató un equipo de psicólogos para que realicen un plan de sensibilización y reflexión sobre la problemá
enfermedades en el ámbito de trabajo, a la rehabilitación y la reinserción post-traumática y
también al estudio de cuestiones relativas a la legislación laboral en materia de salud
ocupacional. Se integra también a este campo todo lo relativo al estudio y abordaje de la
satisfacción laboral y el bienestar psicológico del sujeto en el trabajo.
En relación a este tema, la modernización de las empresas ha permitido una importante
evolución en lo relativo al ambiente de trabajo y las condiciones de salud que posibilita la
introducción de las modernas técnicas de seguridad e higiene laboral. No obstante, las
inequidades y desigualdades entre las distintas categorías socioprofesionales se
amplifican y generan nichos de ocupación con condiciones altamente desfavorables. Se
suma a esto que se ha intensificado la carga emocional del trabajo (por oposición a la
carga física) y esto acarrea importantes problemas sobre los que resulta necesario
intervenir.
El movimiento actual de precarización del empleo impacta sensiblemente sobre la salud.
Hay una relación altamente significativa entre las exigencias del empleo y las
consecuencias sobre la salud, a partir de la sobrecarga que puede derivarse de dichas
exigencias.
Actualmente, el modelo del empleo estable, permanente y de duración indeterminada,
tiende a ser reemplazado por trabajos precarios y de corta duración y este cambio afecta
sustantivamente la salud ocupacional, produciendo nuevos emergentes en materia de
salud mental.
b) La cuestión del trabajo y del empleo constituye actualmente otro tema de intervención
muy importante para los profesionales. Este campo de problemas involucra actividades en
torno al análisis de la evolución del trabajo y del empleo en la sociedad, los problemas de
inserción profesional y de desarrollo ocupacional, la evaluación de las capacidades de los
78
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
trabajadores –en los procesos de selección de personal o dentro de las empresas-, la
orientación profesional y todo lo relativo a los aprendizajes y desarrollo personal que
surgen de la relación que los trabajadores establecen con su tarea y con su profesión en
sentido amplio.
El empleo puede ser definido como la relación que vincula al trabajador a una
organización productiva. Para que haya empleo es necesario que la actividad se inscriba
en una relación colectiva y que sea objetivo de intercambio contra un salario.
El ritmo de creación de empleos estables en los últimos años se ha desacelerado
notablemente y a su vez, paralelamente, se amplía y diversifica el repertorio de
estrategias que los sujetos adoptan frente a la crisis, por lo que aumenta la presencia de
lo que se denomina actualmente “alternativas al empleo”, como el autoempleo o la
generación de microemprendimientos.
La emergencia de nuevas formas de organización y gestión de los empleos y de nuevas
expresiones de trabajo de carácter más autogestivo (autoempleo, microempresa),
introducen cambios en el mercado de trabajo generando nuevos desafíos para las
prácticas profesionales, especialmente lo que refiere al desarrollo de las capacidades
(conocimientos, habilidades y actitudes) que cada ámbito de actividad exige a los sujetos.
c) Por otra parte, la relación entre trabajo y formación resulta cada vez más significativa.
Este campo abarca el diagnóstico de necesidades de formación de los trabajadores, el
planeamiento de la formación profesional y la evaluación de sus impactos directos e
indirectos.
En principio, la formación es un criterio de selección y un índice de la productividad
probable del trabajo. Los diplomas y las titulaciones educativas son cada vez más
importantes en los ámbitos de desempeño, y a su vez la ausencia de formación inicial
opera como un criterio de discriminación que explica la exclusión de un número
importante de trabajadores.
El lugar que ocupa la formación en el problema del acceso al empleo es cada vez más
importante. En los últimos años, se produce una situación contradictoria. Por una parte, es
cada vez más difícil y complejo acceder al empleo y por otra parte, quienes acceden
Un colegio privado del medio convoca a psicólogos laborales cada vez que requiere incorporar
personas nuevas a los cargos docentes y directivos. Para ello, antes del "concurso académico",
los psicólogos realizan un proceso de selección de postulantes a través de diversas instancias:
confeccionan los perfiles de los cargos a cubrir, reclutan currículums vitae de postulantes y
preseleccionan los más adecuados, realizan diversas evaluaciones a los postulantes
preseleccionados y elaboran informes de los perfiles que finalmente accederán a la instancia de
concurso académico.
disponen cada vez de más capacidades y formación. Así, las relaciones entre trabajo y
formación resultan complejas y evidencian la influencia de los cambios en el mundo del
trabajo sobre las capacidades exigidas a los sujetos.
En este marco, la psicología del trabajo se preocupa por las acciones que la organización
realiza para desarrollar a sus recursos humanos y también las estrategias compensatorias
79
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
que construyen los mismos trabajadores con el fin de preservar su empleo o mantener la
dinámica propia del puesto de trabajo que ocupan.
La problemática de la formación profesional, obviamente está asociada a los cambios en
la concepción de organización que imponen las nuevas formas de producción. Los
procesos de formación continua producen siempre algún nivel de impacto en el desarrollo
de las profesiones por lo cual, la formación o capacitación laboral y el desarrollo de las
organizaciones son fenómenos íntimamente vinculados.
d) Finalmente, uno de los campos de intervención que tiene mayor desarrollo en la
actualidad, refiere a la problemática del desarrollo y el cambio organizacional. En este
marco, el psicólogo interviene actualmente acompañando a las organizaciones en la
implementación de cambios tecnológicos, organizativos y sociales, facilitando los
procesos de toma de decisión que suponen y potenciando la participación de los
miembros de la organización en la implementación y consolidación de las innovaciones.
Las intervenciones incluyen la implementación de cambios en la organización del trabajo,
el análisis del clima organizacional, de los índices de satisfacción y de las relaciones entre
clima organizacional, cultura, satisfacción y otras variables psicosociales, incluyendo la
gestión de recursos humanos, es decir, el planeamiento y acompañamiento de procesos
de desarrollo de las personas en las organizaciones.
En una importante empresa de servicios públicos de la provincia, un grupo de capacitadores psicólogos diseña e implementa un program
Desde la teoría de la organización, los cambios en la concepción de los procesos de
trabajo antes mencionados hacen necesario pensar a las organizaciones como entidades
capaces de aprender y de desarrollarse a partir de las contribuciones de sus miembros.
En este marco, una organización que aprende es aquella capaz de crear, adquirir y
transferir conocimiento, modificando su comportamiento en función de ese aprendizaje.
80
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Una Organización No Gubernamental dedicada a la formación cultural de jóvenes, decide convocar a psicólogos organizacionales para
Es decir, el conocimiento es “algo” que detentan los individuos, el cual no se desarrolla en
forma aislada, sino que se genera en un contexto de interdependencia con otros actores.
La función del psicólogo en este ámbito consiste esencialmente en contribuir al
aprendizaje y al desarrollo de las organizaciones facilitando todos aquellos procesos que
permiten a los miembros optimizar su propio quehacer, como por ejemplo el diseño de
dispositivos grupales que se constituyan en espacios de participación, cooperación y
transmisión de conocimientos de los individuos al resto de la organización.
3. Los saberes esenciales del quehacer profesional
a) Como ha podido verse en este breve desarrollo, los desafíos profesionales del
psicólogo laboral son múltiples y muy complejos, lo que exige una actualización
permanente en la formación de grado y posgrado.
b) Hemos destacado la importancia del trabajo en la construcción de la identidad
personal y social, por lo que los aportes de la psicología social pueden iluminarnos
también la comprensión de los procesos sociales que permiten la construcción de
la subjetividad.
c) Los aportes de la psicología clínica y sanitaria, constituyen un conocimiento muy
significativo para explorar los procesos de salud en el trabajo y también para
comprender los recursos personales con los que las personas afrontan
condiciones de trabajo adversas o fenómenos como el desempleo y la
precarización laboral.
d) También las prácticas profesionales se apoyan en el dominio o habilidad de los
psicólogos para el uso de herramientas y técnicas propias de la disciplina como la
entrevista, las técnicas grupales, la utilización de técnicas de psicodiagnóstico,
81
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
etc., que progresivamente, a partir de la formación específica
complementándose con técnicas propias del campo de la psicología laboral.
van
e) Decimos entonces, que un psicólogo laboral es antes un buen psicólogo clínico y
social, ya que son los aportes de estas dos tradiciones los que han posibilitado la
construcción de un conjunto de desarrollos teóricos y técnicos específicos para
intervenir en los problemas propios del mundo del trabajo. No obstante, y a la luz
del análisis contextual realizado al principio de este escrito, entendemos que la
formación de posgrado exige del contacto con los desarrollos de otras disciplinas
más distantes de la formación básica de un psicólogo como lo son la economía, la
sociología, la teoría política, las ciencias de la administración y particularmente las
ciencias del diseño.
Bibliografía
Para este desarrollo se han tomado como bibliografía básica los siguientes textos:
Argyris, C. y Schon, D. Organizational Learning: A theory of action perspective. Adisson
Wesley. 1978
Coriat, B. Pensar al Revés. Trabajo y organización en la empresa japonesa. Siglo XXI. 1992
De La Garza Toledo, E. & Neffa, J. (comps). El trabajo del futuro, el futuro del trabajo.
Clacso. Buenos Aires. 2001.
Dejours, C. El factor humano. Piette del Conicet. Ed. Lumen. Buenos Aires. 1998.
Linhart, D. La modernización en las empresas. CEIL-PIETTE. Buenos Aires. 1997.
Munduate Jaca, Lourdes. Psicología Social de la Organización. Pirámide. Madrid. 1997.
Nonaka, I. y Takeuchi, H. La organización creadora de conocimiento. Oxford University
Press. México. 1999.
Rojas, E. El saber obrero y la innovación en la empresa. Serie Herramientas para la
transformación. Centro Interamericano de Investigación y Documentación sobre Formación
Profesional (CINTERFOR). Montevideo. 1999.
Schein, Edgar. Psicología de la Organización. Prentice-Hall Hispanoamericana. México.
1982.
Zarifian, P. La compétence, mythe, construction ou réalité. L´Harmattan, París. 1994.
Zarifian, P. Travail et comunication. Essai sociologique sur le travail dans la grande
entreprise industrielle, París, PUF. 1996
Acerca del Autor:
Andrea Pujol13 es Licenciada y Profesora de Psicología, egresada de la Facultad
de Filosofía y Humanidades de la UNC. Se desempeña desde 1990 como docente e
investigadora en la UNC. Ha sido docente de Metodología, Observación y Práctica de la
Enseñanza, Psicología Social, Psicología Organizacional y, actualmente, Psicología
Laboral. Así mismo, se ha desempeñado como Investigador Jefe en la Facultad de
Colaboraron en el procesamiento didáctico Viviana Jara Roldán (Profesora Adscripta de la
Cátedra de Psicología Laboral), Natalia Bartolini (Profesora Adscripta de la Cátedra de Psicología
Laboral y Docente del Curso de Nivelación 2006 y 2007) y Eugenia Olivera (Profesora Adscripta
de la Cátedra de Psicología Laboral). Se agradece especialmente la corrección de estilo realizada
por la Lic. Silvia Scarafía.
13
82
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Ciencias Económicas durante 10 años. Actualmente es Profesor Titular de la Cátedra de
Psicología Laboral de la Facultad de Psicología y responsable académico de las
asignaturas Comportamiento Organizacional y Metodología de Investigación, en la
Maestría en Ciencias de la Ingeniería de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales de la UNC y de la asignatura Gestión de Pymes II en la Maestría en Desarrollo
Económico de la Universidad Nacional de General Sarmiento, integrando el equipo de
investigación del Instituto de Industria y la Red PyME Mercosur. En este marco, posee
publicaciones en libros, artículos de investigación en revistas nacionales e internacionales
y un número importante de ponencias en eventos científicos. Poniendo en foco las
relaciones entre economía del conocimiento, trabajo y aprendizaje, dirige proyectos de
investigación, becarios, tesistas e investigadores.
83
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.3.5. Psicología Sanitaria
3.3.5.1
Angélica Dávila
Introducción
La Psicología Sanitaria surge como asignatura de la Carrera de Psicología (Plan
l986) y como Especialidad de los Psicólogos en el campo del ejercicio profesional
(Consejo de Psicólogos de la Provincia de Córdoba - l989) en el contexto del
advenimiento de la democracia, luego de varios años de dictadura militar. En ambos
casos el objetivo apunta a un perfil de psicólogo que integre la problemática global de la
salud en sus concepciones y prácticas, rompiendo las dicotomías de mente-cuerpo,
teoría-práctica, psique-contexto social.
El objeto de estudio e intervención, o conjunto de problemas a los cuales
intentamos dar respuestas desde la Psicología Sanitaria, es la salud humana en tanto
proceso colectivo en sus diferentes ámbitos de expresión.
El campo de trabajo del Psicólogo Sanitario es la vida cotidiana, ya que los
diversos aspectos de la realidad humana en sus dimensiones materiales y simbólicas
están relacionados con el proceso salud-enfermedad.
El proceso salud enfermedad
Existen muchas definiciones acerca de la salud y la enfermedad, algunas toman
unas dimensiones como lo biológico, lo social o lo mental y otras intentan integrar estos
aspectos. El paradigma científico al cual adscriben determina estas perspectivas.
Nos encontramos ante un problema teórico-epistemológico cuando queremos
encontrar una definición de salud. El filósofo francés Canguillhem la describió como “la
libertad de elegir el modo de andar por la vida”, ya que la enfermedad es una limitación a
la libertad del ser humano. En esta definición prevalece la idea de salud como valor o bien
social asociado al valor supremo de la libertad.
Desde nuestra perspectiva consideraremos a la salud como un fenómeno
complejo de la realidad vital humana que solo puede ser comprendido desde el paradigma
de la complejidad. A modo de aproximación, e intentando integrar los diversos aspectos,
podríamos definirla como:
“un estado de relativo equilibrio, un punto de encuentro donde
confluyen lo biológico, lo social y lo subjetivo, el individuo y la
comunidad, la política social y la económica. La salud es un medio para
la realización personal y colectiva. Estar sano es poder evolucionar en
el tiempo, crecer, madurar y morir en la dinámica de los movimientos de
la vida. La salud tiene características dinámicas, ya que implica una
84
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
búsqueda incesante de la sociedad, como un movimiento constante
hacia la solución de los conflictos que plantea la existencia”.
Desde esta concepción, no es el conflicto lo que define lo patológico, sino su
bloqueo e imposibilidad de resolución, sea éste de índole biológico, social o subjetivo. De
modo que la enfermedad sería el polo opuesto a la salud desde una perspectiva
dialéctica, lo que implica la pérdida de esta última por algún desequilibrio surgido en
alguno de sus ámbitos.
En la relación del sujeto con el medio interactúan factores protectores y
destructores que producen las situaciones de salud o enfermedad en cada organización
social humana. Por ello decimos que salud/enfermedad es un proceso dialéctico sometido
a múltiples determinaciones (macro-estructurales/sociales, económicas, políticas,
culturales) y condicionamientos (micro-biopsicosociales). El proceso salud/enfermedad
deberá enfocarse desde una perspectiva sincrónica (interacciones actuales) y diacrónica
(como construcción social inmersa en un proceso histórico).
Dimensiones psicosociales del proceso salud enfermedad
Desde la Psicología Sanitaria efectuamos un aporte generando otro nivel de
análisis de los procesos de salud colectiva, desde una teoría psicosocial que trascienda el
orden médico tradicional de explicación de la producción y distribución de la salud y la
enfermedad. La salud tanto individual como colectiva es el resultado de un proceso social,
por lo tanto emerge del interjuego dialéctico entre las estructuras objetivas y los procesos
subjetivos. Desde esta perspectiva pensamos que las estructuras objetivas están
interiorizadas en los sujetos a través de la socialización, y las mismas aparecen
naturalizadas en la vida cotidiana. Esta naturalización de las condiciones objetivas oculta
la distribución diferencial de la salud y la enfermedad en el colectivo social, impidiendo la
visualización de las determinaciones y condicionantes profundos del proceso saludenfermedad.
Como psicólogos abordamos un conjunto de problemas que podríamos denominar
procesos o fenómenos subjetivos, pero aquí aparecen algunas diferencias en relación a la
concepción de sujeto que cada uno propone y sostiene para el análisis y la intervención
en el campo de la Psicología. Por esta razón es que resulta necesario introducir algunas
explicaciones al respecto.
La existencia humana es indisociablemente psíquica y social. La sociedad no
constituye algo exterior al sujeto –que lo “influye”– sino que tiene implicancias decisivas
en la organización y en los contenidos de la vida psíquica. A través del proceso de
socialización que ocurre en el entramado social se construyen las subjetividades. La
persona transita inmersa en las interacciones sociales instituidas.
Ser socializado significa investir la institución existente de la sociedad y las
significaciones imaginarias insertas en ella –“contrato narcisista”– (Castoriadis, C
Cornelius). El lazo entre lo psíquico y lo social se produce porque el ser humano es un ser
de necesidades que se satisfacen socialmente, como lo enunciara E. Pichón Riviere, y
estas necesidades son materiales y simbólicas, fundamentalmente la necesidad psíquica
85
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
de sentido. Esta necesidad psíquica de sentido debe ser satisfecha por el medio social en
que el niño se encuentra.
El medio social está conformado por individuos ya socializados que transmitirán
las significaciones absorbidas por ellos mismos. De esta manera es como las instituciones
sociales tienden a reproducirse.
La familia y la escuela son en nuestra sociedad las principales instituciones de
socialización. En el seno de la familia comienza a formarse la subjetividad, esto es la
adquisición del lenguaje, los modos de ver el mundo, los criterios de apreciación, de
percepción, de valoración, los criterios éticos y estéticos. Y más tarde se continúa en la
escuela, que constituye un esfuerzo organizado para construir el sentido y las
significaciones sociales.
El Estado moderno se constituyó como aparato en base a tres pilares: la creación
de un ejército, un sistema de recaudación impositiva y la escuela. Eso le sirvió para
garantizar el monopolio de la violencia física en un territorio y el monopolio de la violencia
simbólica (Bourdieu, P.) ,esto es la capacidad que necesitaba el Estado para imponer una
serie de significados en la sociedad que le permitieran darle una forma a las relaciones
sociales necesarias para el desarrollo del capitalismo.
Así también hoy aparecen los medios de comunicación como agentes
socializadores que disputan el otorgamiento de sentido con las otras instituciones
sociales. El fenómeno de la globalización conducido por la concepción neoliberal
capitalista ha llevado a la hegemonía de lo que se ha denominado “pensamiento único”,
máximo exponente de la violencia simbólica de imposición de significados y de creación
de sentido común.
Dentro de este contexto y desde el marco de la Psicología enfocamos a la salud
como un campo social inserto en un espacio social más amplio. En este campo circulan
concepciones y discursos acerca del proceso salud enfermedad que orientarán las
prácticas de los distintos actores, produciéndose una lucha por las hegemonías (ver
gráfico No.1).
En la sociedad capitalista postindustrial el discurso hegemónico es el biologistaindividual-mecanicista, en cuya concepción se oculta el carácter social de la distribución
de la salud y la enfermedad. Allí el campo de la salud se presenta como un mercado y la
salud como una mercancía, tornándose en un espacio de la guerra competitiva de grupos
profesionales, laboratorios, industrias de equipos médicos, consultoras y administradoras
de salud, etc. La medicina se ha utilizado para "medicalizar" la sociedad, constituyéndose
en el discurso científico predominante sobre la salud, o más bien sobre la enfermedad.
Entendemos por discurso, siguiendo a Foucault, un régimen de producción de verdad o
política de enunciados.
Los discursos hegemónicos generan las representaciones sociales que dominan
en el imaginario social, y por lo tanto, como ya lo señalé, orientará las prácticas de los
sujetos sociales. Por ello propongo desde la Psicología considerada como ciencia social,
el análisis de los distintos discursos sociales sobre el cuerpo, la salud, la enfermedad, la
atención sanitaria y las prácticas curativas. Nuestra tarea será develar y desmitificar los
paradigmas que generan las distintas prácticas discursivas, en una actitud crítica que
lleve a la reflexión en los actores tanto individuales como grupales o colectivos. Esto
deviene del análisis que vengo sosteniendo, ya que después de lo planteado me
86
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
pregunto: - ¿ Cuál es el papel de la Psicología dentro de este contexto?, ¿Cómo construir
subjetividades autónomas y reflexivas que posibiliten una crítica de los procesos sociales
que conducen a una desigualdad en la salud?, y aún más ¿Cómo aportar a la
construcción de ciudadanos plenos que luchen por la salud entendida como un bien social
en el marco de la creación de espacios públicos democráticos y equitativos?. ¿Cómo
aportar a la libertad de “elegir el modo de andar por la vida”?.
Gastao de Sousa Campos, sanitarista brasileño, define al profesional sanitarista
como “un agente formado con una perspectiva de salud integral, que pueda constituírse
en líder de procesos de cambio (instituyentes)”. Campos sostiene que los problemas de
salud solo pueden ser abordados y resueltos desde la interdisciplinariedad, donde cada
disciplina aportará desde su saber al equipo.
Acerca del lugar del psicólogo sanitario
El Consejo de Psicólogos de la Provincia de Córdoba define como área de la
Psicología Sanitaria a "la esfera de acción que comprende el sector salud, cuyos
efectores se sitúen en instituciones estatales, privadas o no gubernamentales". Considera
como ejercicio de la profesión de psicólogo en el área de la Psicología Sanitaria a:
1) El conocimiento, estudio e investigación del proceso salud-enfermedad desde el campo
teórico de la Psicología. Deberá utilizar para dichos propósitos, instrumentos y
metodologías pertinentes a su saber científico.
2) La consideración, para su accionar, de los determinantes psicológicos, sociales,
culturales e histórico políticos y/o económicos del proceso salud-enfermedad.
3) La intervención, a través de las instituciones del sector salud, desde su campo
específico en todas las actividades de gestión (planificar, programar, organizar, ejecutar,
controlar, supervisar, coordinar y/o evaluar), con el objeto de contribuir a la eficiencia de la
respuesta particularizada que cada organización aporte al sector poblacional demandante.
En consecuencia, el Psicólogo ejercerá sus funciones incorporando al saber psicológico
las metodologías y técnicas de la Demografía, Planificación, Administración,
Epidemiología, Ecología, Sociología, Antropología, sobre un sector poblacional
determinado. Su obrar será pertinente en cualquier momento del proceso saludenfermedad (Córdoba, noviembre de 1992).
Luego del marco que brinda el Colegio de Psicólogos para esta Especialidad del
ejercicio profesional, hemos realizado otros desarrollos que avanzan en la construcción de
nuestras especificidades disciplinarias.
Nuestras aptitudes y saberes como psicólogos nos permiten diseñar dispositivos
grupales y colectivos para operar en el interior de los mismos, colaborando en producir un
trabajo psíquico e intersubjetivo entre sus integrantes. Esto significa favorecer la
gestación de espacios de transición (Winicott, D.) que funcionen como soporte para que
los sujetos realicen el análisis crítico de sus necesidades y deseos. Facilitaremos el
ejercicio de operaciones en las que las situaciones preocupantes de una comunidad
puedan ser formuladas como problemas, y agenciarse de las mismas de manera
protagónica. Cada ámbito precisará de un dispositivo diferenciado, el psicólogo estará allí
87
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
para propiciarlo y colaborar en que los sujetos restauren y potencien su creatividad y
productividad para elaborar proyectos de acción. En la medida que las necesidades
comprometen y movilizan a las personas son potencialidades y pueden llegar a ser
recursos. La suspensión de una respuesta inmediata a la demanda, abrirá el espacio
hacia la participación. En estos aspectos nos apoyamos en la teoría de Lev Vigotsky y su
concepto de Zona de Desarrollo Próxima (ZDP).
La ZDP es la distancia entre el nivel de desarrollo real , determinado por la
solución individual de los problemas y el nivel de desarrollo potencial, determinado por la
solución de los problemas con la guía de alguien más desarrollado en sus procesos
psicológicos superiores, e interesado en el desarrollo del otro.
En los últimos años va cobrando importancia el estudio de los factores
psicosociales que influyen en el proceso salud-enfermedad. Así, encontramos
investigaciones que incluyen variables sociales en la múltiple determinación causal de las
patologías, como así también en las respuestas a los mismos y en el pronóstico. Esta
orientación ha llevado a considerar la necesidad afrontar los problemas de salud desde
un punto de vista multidisciplinario. El equipo Interdisciplinario surge como el dispositivo
adecuado para afrontar el proceso salud enfermedad en toda su complejidad.
Entiendo al equipo interdisciplinario como un dispositivo que permite el tratamiento
y la comprensión de los problemas de salud desde un intercambio de saberes entre
profesionales de distintas disciplinas que comparten el objeto de estudio y persiguen el
mismo objetivo en un tiempo y espacio determinados. Conceptualmente se encuentra
ligado a la idea de salud integral.
Aunque el equipo interdisciplinario aún es una utopía, considero que todas las
problemáticas de salud deben abordarse desde varias disciplinas, por todo lo enunciado
anteriormente. Las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo como los
accidentes, violencia, enfermedades cardiovasculares, cáncer y sida, reconocen en el
modo de vida un elemento condicionante de su producción y desarrollo. Solo enfocando
estos problemas desde la interdisciplinariedad se podrá lograr una intervención eficaz
tanto a niveles preventivos cuanto terapéuticos.
La formación del Especialista en Psicología Sanitaria deberá comprender los
aspectos señalados por el Consejo de Psicólogos (hoy Colegio de Psicólogos).
Luego de las consideraciones precedentes, podríamos esquematizar las posibles
intervenciones del Psicólogo de la siguiente manera:
Niveles generales
88
-
Reconocer las estructuras sociales y culturales generadoras de enfermedad para
posibilitar una intervención sobre ellas.
-
Analizar los discursos sociales sobre el cuerpo, la salud, la enfermedad, los
modelos de atención sanitaria y las prácticas curativas.
-
Develar y desmitificar las concepciones y representaciones sociales que generan
las distintas prácticas discursivas, para la producción de un discurso
contrahegemónico.
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
-
Reflexionar sobre el carácter social de la subjetividad y restaurar el lugar de la
subjetividad en las problemáticas de salud.
-
Actuar en los sectores del tejido social donde se producen las fracturas de la
relación humana, para colaborar en la recuperación de lo que entendemos como
condición necesaria de un desarrollo pleno: el lazo social, la solidaridad y la
participación en la resolución de los problemas.
Niveles particulares y/o locales
-
Diseñar dispositivos grupales y colectivos y operar en el interior de los mismos,
colaborando en producir un trabajo psíquico e intersubjetivo en sus integrantes.
-
Favorecer la gestación de espacios de transición que funcionen como soporte para
que los sujetos realicen el análisis crítico de sus necesidades de salud.
-
Interpelar a los hechos sociales para su desmitificación, rompiendo con la
familiaridad del sistema de representaciones que los muestran como lo real y
autoevidente.
-
Facilitar el ejercicio de operaciones en las que las situaciones preocupantes de
una comunidad puedan ser formuladas como problemas para agenciarse
colectivamente de manera protagónica.
-
Integrar los equipos de salud promoviendo su funcionamiento interdisciplinario.
89
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Acerca del autor:
Licenciada y Profesora en Psicología, especialista en Psicología Clínica
y en Psicología Sanitaria. Ha obtenido el título de posgrado de Magíster en Ciencias
Sociales. Actualmente se desempeña como profesora Adjunta a cargo de la cátedra de
Psicología Sanitaria "A", y a su vez como profesora de Psicología Institucional en la
Universidad Blas Pascal.
90
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.3.5. Psicología Sanitaria
3.3.5.2
Elba Mosso
La Psicología sanitaria es una de las especialidades más nuevas en el campo que
nos ocupa. Fue creada como área de la Psicología por la Resolución N° 21 del Consejo
de Psicólogos de la Provincia de Córdoba (hoy desaparecido) del 18 de abril de 1989.
Recién en 1995 el Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires reglamenta los
títulos de especialistas, entre los cuales figura el de Psicólogo Sanitarista, pero fue en
septiembre de 1996 el primer exámen correspondiente a una postulación para tal
especialidad (Saforcada 1998).
En la Resolución mencionada se define el área como:
"la esfera de acción que comprende el sector público de la
atención de Salud Mental, cuyos efectores se sitúen en las instituciones
de salud estatales y/o No gubernamentales (organizaciones
intermedias de carácter comunitario que brinden un servicio de salud,
tales como fundaciones, cooperativas, etc)".
En la misma Resolución se considera como quehacer específico del psicólogo
sanitario el estudio de problemas de salud mental, adaptando los conocimientos,
instrumentos y estrategias de intervención a una nueva modalidad que se imponía en el
mundo, llamada Atención Primaria de la Salud, que proponía salir a la búsqueda de los
problemas en los lugares donde vive la población, en lugar de esperar en el centro de
salud la demanda. El plan incluía una modificación del sistema de atención médica y la
integración de equipos de salud interdisciplinarios.
El plan a que hacemos referencia tuvo centro en la ciudad de Córdoba, donde,
específicamente en la Escuela de Salud Pública de la UNC se dictaron cursos por niveles
para profesionales de las distintas especialidades ligadas a la salud mental que provenían
de las distintas provincias del país. En estos encuentros periódicos se producían
intercambios riquísimos dada las diferentes experiencias que se vivían en los distintos
lugares, se alcanzaron aprendizajes intensos sobre el tema, se generaron relaciones
amistosas, en definitiva, emergió un amplio movimiento de salud mental con alcance
nacional. El concepto de salud con el cual se empezó a operar en el campo abandonó su
exclusiva pertenencia a la biología y se empezó a comprender como objeto complejo de
carácter simultáneamente biológico y psicológico profundamente imbricado con el mundo
social. Por lo tanto exigía un tratamiento complejo: la interdisciplinariedad.
Como se puede apreciar, el cambio esperado era paradigmático, exigía una
concepción totalmente diferente del enfermo mental, de las condiciones de posibilidad
para la enfermedad y de las instituciones para su atención. El psicólogo debía interpretar
los dichos y los hechos de los sujetos, entonces organizados colectivamente, apelando a
los instrumentos provistos por la ciencia psicológica, para promover dispositivos que
fueran aceptados por dichos sujetos para desarrollar acciones colectivas que permitieran
recuperar, conservar o mejorar la salud del conjunto social. El escenario cambia, ya no es
el consultorio sino la comunidad; la relación profesional-paciente toma otra modalidad,
91
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
fundamentalmente pierde la asimetría producida por "el lugar del que sabe" y se
abandona la idea de la reclusión como única posibilidad terapéutica. Por todo lo
expresado, ser psicólogo sanitario implica un posicionamiento teórico y profesional
novedoso, una consideración innovadora de la práctica y la incorporación a sus
conocimientos de teorías, conceptos, instrumentos de otras disciplinas. Por ejemplo
planificación, usos de la epidemiología, estrategias para el trabajo en terreno,
administración de sistemas de atención, sin olvidar el apoyo importante que significa la
antropología. Habida cuenta de la magnitud del cambio que se proponía, un grupo de
profesionales cordobeses, médicos y psicólogos, pensaron que no era suficiente un
programa de capacitación en el ámbito de la Salud Pública, es decir, el Ministerio de
Salud de la Provincia y sus dependencias. La trascendencia del proyecto podía
asegurarse si éste se incorporaba al plan de estudios de la carrera de Psicología. Así se
hizo en la Escuela de Psicología (hoy Facultad) de la Universidad Nacional de Córdoba,
cuando se creó la cátedra de Psicología Sanitaria y en la Facultad de Psicología de la
Universidad de Buenos Aires con la instalación de la cátedra de Salud Pública / Salud
Mental, ambas en 1986.
Bibliografía
Saforcada y otros (1998) El factor humano en salud pública. Una mirada psicológica
dirigida hacia la salud. Proa XXI Editores. Buenos Aires.
Consejo de Psicólogos de la Provincia de Córdoba. (1989) Anexo 1. Resolución No. 21.
Abril . Creación del Área de Psicología sanitaria.
92
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
2.6
Psicología Social
Ana M. Correa
Introducción al campo de la Psicología Social
En el sentido común, esta arraigada la idea que la Psicología Social estudia la
influencia y/o las interacciones que definen los comportamientos del individuo en la
sociedad. Si bien, la influencia y las interacciones conciernen a los estudios de Psicología
Social no explican la complejidad de los procesos psicosociales implicados en la
relaciones entre individuo – sociedad. Entonces, cabe preguntarnos por esos procesos
psicosociales, encontrando en Herbert G. Mead, Pichón Riviere y Moscovici algunas
propuestas que problematizan la definición de objeto de estudio.
En efecto, el problema de la definición de objeto en esta disciplina siempre ha
constituido una aporía, que nos remite a una interesante e inacabada discusión y debate
sobre teorías, modelos y paradigmas, acerca de la producción de conocimiento en
procesos sociales históricos mostrando la búsqueda de marcos teóricos que son al
mismo tiempo un ejercicio de formación para el psicólogo. Es de central importancia,
para desarrollar un profesional autónomo, con sentido crítico y ético de su accionar
concreto el reconocer la incertidumbre y la complejidad de aquello que se propone
estudiar y que, como dice la canción “caminante no hay caminos se hace camino al
andar” y agrego con “otros” construyendo algunas premisas claves para orientar la
marcha reflexiva.
En esta presentación me propongo abordar de manera introductoria, algunas de
las dificultades más recurrentes en el proceso de enseñanza –aprendizaje para pensar el
objeto de estudio como campo de problemáticas, es decir como un objeto complejo,
contradictorio, provisorio. Para ello les proponemos hacer un ejercicio reconociendo,
relacionando y trabajando teoría – práctica – teoría, en la construcción del campo de la
Psicología Social como objeto de conocimiento y de intervención, a través de un
fragmento del guión de una Obra de títere – que fuera presentada al inicio de clases de la
asignatura en la carrera de psicología- que casualmente se llama “Lo social en el
campo”14.
La obra de títeres a manera de metáfora, pone de manifiesto con los artilugios
propios de la herramienta teatral, algunas de las dificultades para pensar y analizar la
situación del campo de la psicología mostrando a través de un personaje llamado Cipriano
la visión mas generalizada y legitimada por el sentido de común, de la concepción de un
orden social, estable y sin conflicto y, como los alambrados de su campo operan de
manera similar que las demarcaciones de las disciplinas en el campo científico, como
cercos cognitivos que reducen y restringen el análisis de los fenómenos y crean
La Obra de títere fue presentada en forma completa con los alumnos de Psicología durante el
2005. Es de la autoría del Escondite dirigida por el psicólogo Carlos Szulkin y la participación de
la Lic. en Lenguas Bibiana Amado.
14
93
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
obstáculos para pensar la diferencia, la alteridad. Mediante lo grotesco, característico de
este género teatral se hace visible en la obra como en el uso del lenguaje cotidiano, se
incorporan conceptos teóricos, se configuran representaciones sociales y de que manera
estas, cuando forman parte del sentido común, caen en usos estereotipados para justificar
los procesos sociales (de inclusión – exclusión). Asimismo y por la magia del títere
refuerza la una posición ética como premisa de la reflexión política en las acciones de los
sujetos concretos en la situación que viven.
Una premisa de base que tomamos para iniciar el ejercicio es la importancia de
comprender el sentido de las cosas y de los eventos que la gente vive. Dicho de otra
manera como los sujetos elaboran su espacio psíquico e intersubjetivo para construir en
un momento dado una representación de si mismo, de los otros y de la realidad en una
historia individual y colectiva.(De Gaulejac. 2003). No se trata de simplificar ni de reducir
la complejidad donde estos fenómenos acontecen sino sustancialmente de pensarla a
modo de campo de “trama o entramado de relaciones sociales y vinculares”
(Correa.2003).
En efecto, esta manera de pensar presupone críticas a las teorías de Psicología
social conductuales y positivistas, sostenidas por distintos aportes teóricos provenientes,
por una parte, de George Mead (1982) con su crítica al conductismo social cuando
subraya la importancia de lo simbólico como dimensión clave de articulación psicosocial
entre pensamiento y el acto social; por otra, de Enrique Pichón Riviere (1985) quien
mediante la crítica a la vida cotidiana como ámbito vincular, problematiza, interroga, revisa
y reconstruye la noción freudiana de vínculo en la constitución del sujeto social, como
sujeto de necesidad, de conocimiento y de la representación, de la norma y la cultura y
finalmente de la teoría de la representación social de Serge Moscovici (1984) como
construcción psicosocial en procesos ideológicos y comunicativos.
De esta manera y resumidamente tomando estos tres aportes para pensar lo
social / simbólico, el sujeto y las representaciones sociales, tres ejes teóricos de la
psicología social para la construcción del objeto de estudio en tensión con una realidad
concreta. La posición epistemológica es crítica e interpretativa- de búsqueda de sentido- y
nos lleva mediante el desarrollo de investigaciones e intervenciones a pensar el objeto de
estudio como un campo de problemáticas de las tramas relacionales entre sujetos en un
contexto histórico y cultural determinado.
A continuación el fragmento de la obra de títeres “lo social en el campo” del teatro
del Escondite dirigido por Carlos Szulkin, psicólogo de nuestro equipo de trabajo, me
ayuda para señalar tres dificultades recurrentes que se presentan en la practica docente,
referidas a lo que Pichón Riviere llamaría obstáculos epistemofílicos: Primera dificultad,
querer tomar la teoría como dogma y no instrumento para pensar; segunda dificultad,
usar la teoría para clasificar y tercera dificultad no escuchar, mirar ni sentir o dificultad
ética.
94
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
La obra de títeres:
“Lo social en el campo”
Presentador (títere) ... A la flauta, que hay psicólogos juntos acá... Me siento un
poco analizado...bueno, habrá que comenzar... (balbucea un poco intimidado ante
tantos estudiantes de psicología)
Damas y caballeros, aquí estamos otra vez, el Teatro de Títeres “El escondite”
que hoy se complace en presentar una pequeña historia que sucedió en un campo
como en tanto de esos. Allí vivía un hombre que se enfrentaba a algunos problemas,
problemas propios del campo. La historia se llama “Lo Social en el Campo”...si,
señor...una historia telúrica que Uds. compartirán con nosotros...queridos amigos.
Que comience el espectáculo...muchísimas gracias, muchísimas gracias…….
No van a aplaudir?
(aplausos).
Buen… yo soy Cipriano del campo de lo social... que está muy
organizado. Tengo las vacas con las vacas, las ovejas con las ovejas... Pero, mire Ud.
el otro día, una gallina, que sé yo... empecé a tener problemas con la gallina...
No me diga... cuénteme.
Es una gallina que es sujeto de la diferencia, así nomás se la ve...
No me diga... que lo veo complicado don Cipriano... Ud. me dice que el
animal no siente, no ha reconocido su ser avícola?
Exactamente, no se reconoce en los otros, dice que no quiere estar ahí...
Veamos y vamos por parte. ¿El animal tiene plumas, y tiene pico...?
Por supuesto...
Y tiene cresta...?
Sí
Pero Cipriano!!!! es una gallina, no le dé mas vueltas...
Pero, claro que es una gallina... ¿y sabe lo que quiere hacer, la muy
desgraciada?... Se quiere ir a vivir con los chanchos, no le gusta el gallinero. Dice, que
el gallinero es aburrido, que el gallo no sé cuanto... que el otro es guaso y que sé yo.
Ud. no sabe las cosas que me ha dicho en su idioma avícola.
Ya no mas, le doy el diagnóstico
Ahhhh, Ya sé... la gallina cayó en la droga...
No, no es eso, ni tampoco me venga con que tiene problemas de
síndrome atencional...
Sabe lo que le pasa a esa gallina?... Es una verdadera mal educada, que
quiere que le diga.
Y ahora que voy a hacer con esa gallina? Yo no me voy a poner a
educarla .
Pero claro que si, hay que educarla en valores... en valores, que esta muy
de moda...
Y que hago?
...aplicarle la teoría de la manzana en mal estado, vio
95
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Y como es esa teoría?
Lo que tiene que hacer es sacarla del cajón, sino le va podrir las otras...
Pero eso, no me parece que vaya por ahí la bocha...
Pero sino, imagínese, hoy se va con el chancho y mañana la cabra se va a
querer ir con la gata...
Pero no tiene otro camino, otra cosa?
La otra posibilidad es que apliquemos la teoría centrípeta... lo que tiene
que hace es poner al animal en el centro de su grupo...
En el centro? Y como se hace eso?
Busca el gallinero y le hace como un montículo y ahí pone a la gallina para
que se sienta el centro y elevada sobre las demás... la privilegia y al animal empieza a
gustarle ese lugar y reconoce su esencia avícola, Cipriano.
No se... Voy a ver si pruebo con eso... no sé... Pero desde ya le agradezco
muchísimo, señora la ayuda que me ha dado...
Pero si para eso estamos, si somos vecinos en el campo...
Adiós, señora... Así que, es la teoría de la manzana podrida: que ponga el
animal que lo eleve, que se piensa. No me parece que pase por ahí el asunto... todas
salidas medias individuales esas... que voy a hacer con esa gallina? Que problema... la
verdad que pensándolo bien, voy a agarrar todos los alambrados que tengo y los voy a
sacar uno por uno, cosa que los animales se junten con quien quieran, que hagan
pareja con quien quieran, que busquen ellos sus intereses, sus cosas... me parece que
todos estos grupos los tengo solamente yo adentro de la cabeza, ya mismo me voy y los
libero a los animales... ya mismo... Adiós, amigos... adiós...
Colorín colorado, esta historia del campo se ha terminado...
1ª. Dificultad en la construcción del campo Psicología social: pregnancia del
modelo positivista de pensamiento.
Una de las primeras dificultades para pensar el objeto de estudio como campo de
problemáticas es la formulación misma de interrogantes acerca de la posición teórica y
epistemológica desde donde se formula el problema a estudiar, analizar, abordar. ¿Cual
es el ámbito vincular cotidiano donde emerge una situación que se define como
problema? ¿Porqué se hacen visibles ahora los problemas? ¿Qué aporta la/s teoría/s
elegida/s? ¿Cuándo y donde fue formulada y para qué? En definitiva, como se define “la
trama” de relaciones sociales y vinculares donde están insertos o des- insertados los
sujetos, para pensar el problema, que hace visible y que no hace visible?
Por lo tanto un primer paso hacia el campo de la Psicología Social, es un proceso
de de-construcción de los marcos teóricos que se usan para entender los fenómenos
considerando los distintos puntos de vistas-proporcionados por diversos enfoques y
perspectivas teóricas y disciplinarias. Por ejemplo ¿Qué concepción de orden social y
conflicto tiene el “paisano” llamado Cipriano que vive en el campo? ¿Cuál es la visión de
Cipriano de la constitución del campo, de la organización y de la conducta y de la “mala
96
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
conducta”? ¿Porque su preocupación, ansiedad, incertidumbre, etc.? ¿Cómo analizar y
dar sentido a esta experiencia? Es decir ¿Cómo se construye la “realidad” en un proceso
histórico y cultural? ¿Es posible el cambio?
De esta forma el guión de la obra pone en evidencia el predominio en el uso de
teorías de corte positivista y objetivista donde se sostiene una lógica lineal, binaria
disyuntiva que opone y define que es el individuo y que es la sociedad. Manteniendo
respuestas en dos vías, una más psicologista para abordar las conductas como expresión
positiva del individuo, y otra más sociologista con una visión del orden social y del
conflicto; tendencias en Psicología Social que aun perviven creando dificultades para
pensar la complejidad del campo de la Psicología social pues produce un conocimiento
“sin sujeto” (Stolkiner.2005).
2da. Dificultad en la construcción del campo Psicología social: ¿interdisciplina o
transdisciplina?
Otra de las dificultades para pensar el objeto de estudio como campo de
problemáticas son las luchas o batallas en el campo científico-institucional respecto a
ciertos conceptos, fenómenos y problemas, para lograr la hegemonía teórica o
metodológica de ciertas disciplinas sobre otras. En la obra esto se advierte en el efecto de
lectura que tiene el diagnóstico de la maestra al decir, “es una mal educada” y propone su
cura.
Recorriendo más de medio siglo de producción teórica se destaca una variedad de
enfoques y perspectivas (fenomenología, el materialismo histórico, la lingüística, el
interaccionismo simbólico, el constructivismo y el constructivismo social, etc.) que entran
en crisis en los años sesenta pues se reconoce que no se incorporaban la cultura y el
poder en la definición misma del problema.
La llamada “crisis de la Psicología Social” surge entonces como una desconfianza
de teorías que provenían de otros contextos sociales, políticos, culturales, enmascarando
o fortaleciendo fenómenos, como la opresión, la desigualdad, la dominación y sumisión, el
maltrato. Se plantea entonces la imperiosa necesidad de nuevos modos de construir
conocimiento en la articulación de la historia social e individual en matrices culturales.
(Montero, M.1994;Correa de Jesús; MuchinicK, E.2003)
En efecto, fueron las luchas reivindicativas sociales, culturales y científicas en
América Latina que dieron emergencia a saberes y prácticas sociales, particulares
regionales y locales permitiendo afirmar que el objeto de estudio es un campo en
construcción, de carácter interdisciplinario y/o transdisciplinario(psicología, sociología,
sociología clínica, antropología, lingüística, política, arte, entre otras). Lo cual implica un
modo de hacer y pensar que pone en juego la transversalidad del saber y el no saber,
entre los sujetos, grupos, instituciones y entre las disciplinas, complementándose para la
comprensión y aprehensión de los problemas.(Ibáñez, T.1992; Doménech e Ibáñez.1998)
De esta manera la metáfora del campo de Cipriano con alambrados (materiales y
simbólicos) instituyen la diferencia creando dificultades para pensar la resolución de
problemas emergentes y produciendo malestar y sufrimiento como obstáculos para el
pensamiento reflexivo.
97
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3ra. Dificultad en la construcción del campo Psicología social: escuchar y
relacionar
La perspectiva crítica de una Psicología Social interpretativa procura entonces,
abandonar en primer lugar el criterio de verdad que subyace a las dicotomías individuosociedad; mente-cuerpo; interior-exterior; subjetivismo-objetivismo y para ello es central
la noción de proceso en la producción del conocimiento desde la perspectiva de los
sujetos, puesto que si nos quedamos con que las ciencias permiten clasificar,
reduciríamos nuestra practica a “separar” en vez de “relacionar” lo cual simplifica y
establece una noción de diferencia a manera de exclusión.
En este sentido es necesario reconocer, referenciar y dilucidar la posición y
actitudes de los sujetos manifestadas en demandas sociales como asimismo la de los
sujetos investigadores, escuchando en esas voces de que manera se enuncian nuevos
problemas, reclamos y denuncias pronunciadas por un colectivo social como nuevas
demandas sociales.
Aproximarse al campo implica por lo tanto reconocer, referenciar y dilucidar el
proceso socio-histórico-cultural, tanto de las producciones teóricas, como del momento
en que los sujetos que participan en el juego de las demandas sociales y nos ponen alerta
sobre las operaciones que podrán tender a una reproducción de formas de
dominación/sumisión, o bien, a la invención, creación con creciente autonomía y
resistencia. (Correa de Jesús y otros; Loureau, R.1985)
Alerta en la escucha donde el investigador que analiza e interviene, se encuentra
también implicado, “en pleno proceso de complejización participativa, pues demanda del
otro la misma actitud sin consuelos hacia él, y cuando alza la voz, sea para explicitar,
explicar y confrontar, para cuestionar y relavitizar lo que el sujeto afirma siempre busca un
efecto problematizador en la continuidad de la acción, en el proceso errante del
movimiento entre las diferencias, pasando por experiencias compartidas, por cálidos
parajes de lo tácito, pero para no quedarse en ellos” (Alvarez Pedrosian.2003:83)
Reflexiones finales
La construcción del objeto de estudio de la Psicología Social como campo de
problemáticas, a partir de lo expuesto, implica una posición epistemológica- teórica y
ética basada en una autocrítica en la producción de conocimiento y de los efectos que
esta produce en la subjetividad. Una posición crítica respecto de los supuestos y aprioris
desde donde se parte y hacia donde se pretende avanzar. Es en definitiva una practica
científica y al mismo tiempo una practica política puesto que como profesionales
psicólogos siempre estamos ubicados “en el centro mismo de la democracia, de la
ciudadanía, de la aparición del sujeto”.(Enriquez, E. 1994: 10).
El modo de constitución del campo de la Psicología Social parte de la premisa de
la búsqueda de sentido y entra en las tramas de relaciones de poder dando lugar a dos
maneras de entender las prácticas en dicho campo, una apolítica y supuestamente neutral
y otra, que marcha al ritmo de las luchas populares. Practica y conocimiento, pensamiento
98
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
y acción son instancias que en todo proceso de conocimiento no han de estar disociadas
o encubiertas, “Más los individuos están predispuestos a interrogar, mas los grupos y las
naciones (de las que forman parte) estarán exigidos a aceptar la interpelación y el debate
y Moscovici ha subrayado con énfasis el rol de las minorías activas en la toma de
conciencia del disenso; puesto que si el mismo se instala es porque existen y se oponen
distintas convicciones y concepciones de la responsabilidad social” (Enriquez, 2003).
Por ello, la ética (de ethos, costumbre) se refiere a una reflexión de la practica de
si, de la convicción, de la responsabilidad, en definitiva aquello que nos hace pensar en
nosotros como hombres ubicados en el espacio público productor de prácticas y de
sentido.
Finalmente y no con la intención de concluir, la complejidad de campo de la
Psicología Social analiza, comprende e interviene en una trama de significaciones en
imbricaciones, sociales, culturales y políticas, sean éstas de conformismo como de
resistencia donde no hay normalidad sino que existen disparidades. Ello fortalece el
carácter generativo del campo que a la vez origina “el nacimiento de nuevas disciplinas
que brotan de su seno y emprenden una existencia autónoma: como por ejemplo la
psicología política, la psicología ambiental, la organizacional, la jurídica, etc” (Ibáñez, T.
1992:27).
Bibliografía
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Clinica.comp. Barceló Universidad de la República. Facultad de Psicología Montevideo.
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Psychosociologie.Vol1, Nº1. Paris. ESKA.
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Cuadernos del Campo Psicosocial Nº 1 . Traducción Ana Correa. Ed. Brujas. Córdoba.
De Gaulejac.(2003) Entre el inconsciente y los determinismos sociales. En Sociología
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IBAÑEZ T Y DOMENECH M. (1998). La Psicología Social como crítica .Barcelona: Revista
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Barcelona.:Anthropos.
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Mead G. (1982) Espíritu, persona y sociedad. Paidos. Barcelona.
Moscovici S.(1984) Psicología Social Vol. 2. "Introducción al campo de la Psicología
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Montero M.(comp) (1994). Un Paradigma para la Psicología Social. Reflexiones desde el
quehacer en América Latina”, en Construcción y Crítica de la Psicología Social. Barcelona:
Anthropos,
Muchinick, E.2003. Historia de la Psicología Social. En Morales, Paez, Kornblit, Asun.
Psicología Social. Ed. McGraw-Hill
99
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Paez, Dario y otros.(1992) Teoría y Método en Psicología Social. Barcelona Anthropos.
Pichon Riviere, Enrique (1985) El proceso grupal. Del psicoanálisis a la Psicología Social.
Bs. As. Argentina. Editorial Nueva Visión.
Quiroga Ana. (1986) Enfoques y perspectivas en Psicología Social “Psicología Social y
crítica a la Vida Cotidiana” BA. Argentina: Ed. Cinco.
Stolkiner, A. (2005) Ponencia. La Psicología y las estrategias de abordaje interdisciplinario.
Congreso Regional de Psicología. Rosario.
Acerca del Autor:
Ana M. Correa es Licenciada en Psicología de la UNC (1971) Master Psicología
social. U. Louis Pasteur. (1978) Fr. Profesor Titular Cátedra de Psicología Social en
Facultad de Psicología (1987 a la fecha) y Dto. De Cine. Facultad de Filosofía y
Humanidades. Docente de Posgrado “Maestría Psicología Social” U. N. Tucumán y UBA;
en “Maestría Docencia Universitaria” Universidad Tecnológica Regional Córdoba,
Resistencia y Tucumán.
Director de Investigación: Representaciones sociales y subjetividad en sectores
vulnerables. Secyt; Coordinador de Programa de Extensión: Director de Becas Comité
Editorial. “Cuadernos del Campo Psicosocial”; Comité Científico:“Nouvelle Revue
Internacional de Psychosociologie”. Francia. Principales Publicaciones: libro “Notas para
una Psicología Social como critica a la vida cotidiana”; Cuadernos del campo psicosocial I
“Quehaceres en psicología Social” –II “La intervención psicosocial”; Rev. Marginalidades
CIFFyh; Rev. Cuadernos de Educación CIFFYH. Ponencias en Congresos y Reuniones
científicas Internacionales, Brasil, México, Francia.
100
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.4 Áreas Emergentes en el Ejercicio de la Psicología
Fernando Bermejo, Santiago Redondo y Federico Scabuzzo
Introducción
A partir del nacimiento de la Psicología, acordado hacia fines del siglo XIX, vemos
que ésta es una línea de trabajo científico reciente en comparación con otras disciplinas
como la medicina, la física o la biología. Es así que el desarrollo científico, el avance y la
acumulación de conocimientos en esta disciplina tiene una trayectoria de poco más de un
siglo. Durante el cual la Psicología se desarrolló de una manera sumamente acelerada y
heterogénea, traduciéndose en una multiplicidad de campos de intervención del psicólogo
que llevó a la necesidad de lograr un reconocimiento legal en la segunda mitad del siglo
XX.
En la República Argentina en particular, la Psicología se profesionalizó en 1956 con
el surgimiento de la carrera en la Universidad del Litoral, tras el impulso del 1º Congreso
de Psicología celebrado dos años antes en Tucumán. En años posteriores, a pesar de
gozar del reconocimiento social de su práctica, gobiernos dictatoriales subordinaron el
ejercicio legal de la Psicología a la práctica médica. Fue recién en la década del 80, con la
restauración del gobierno democrático, cuando se le devuelve al psicólogo su autonomía
de trabajo (Klappenbach, 1996). Es entonces cuando el Ministerio de Educación y Justicia
de la Nación promulga la Resolución Nº2447 “De las Incumbencias de los Títulos de
Psicólogo y Licenciado en Psicología” y desde entonces los colegios de psicólogos de
cada provincia legislan sobre el ejercicio profesional en su jurisdicción. En 1985 en
Córdoba, bajo la Ley 7106, “De las disposiciones para el ejercicio de la Psicología”, se
reconocen las siguientes áreas de ejercicio profesional: clínica, educacional,
criminológica, social y laboral. La ley menciona que: “la enumeración de las áreas no
limita la promoción de nuevas especialidades, que requieren su formación particular y
aplicación específica para un mejor servicio a la comunidad determinando así otras áreas
ocupacionales”. Esto permite que en 1989, mediante la Resolución Nº21 del Consejo de
Psicólogos de la Provincia de Córdoba se suma a estas cinco la Psicología sanitaria como
nueva área.
La imprecisión de este término nos lleva a la necesidad de establecer ciertos
parámetros que permitan delimitar el concepto de área de ejercicio profesional del
psicólogo. Las fuentes consultadas muestran grandes discrepancias al respecto. Por
ejemplo, mientras que la Asociación Americana de Psicología (APA - USA) conforma 55
subdivisiones en la práctica psicológica y el Colegio Oficial de Psicólogos de España
presenta 7 perfiles del profesional psicólogo, en Buenos Aires las áreas de la Psicología
se equiparan a los ámbitos de acción del psicólogo, sin definir explícitamente cuáles son,
ni las actividades que competen.
A pesar de que en Córdoba la legislación no especifique el significado del término
“área”, a través de lo que se expone en la Ley Nº7106 se puede considerar como tal a la
esfera de acción específica que responde a un cúmulo suficiente de conocimientos, con
101
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
una demanda social instaurada que la legitima, delimitando objetivos y población
específicos, y que no pueda ser abarcada por una esfera de acción mayor.
De esta definición se desprende que:
Un área implica la existencia de un cúmulo suficiente de conocimientos, o la
posibilidad de construirlo, que le permita ser merecedora del reconocimiento científico y
profesional de la comunidad en la que se desarrolla.
Debe responder a una demanda social, es decir que se debe ocupar de una
situación que resulta problemática para la comunidad, o bien que maximice el
funcionamiento de un contexto determinado.
Con respecto a la relación entre las áreas, aunque en algunos casos los límites de
un campo no son claros, lo que define, lo que comprende un área y no permite la
superposición de acciones, son los objetivo y la población específicos a la que
responden. Dicho de otra forma, el trabajo de un psicólogo responde a un objetivo y una
población particular, de los cuales, en última instancia, se desprende su producción
actual.
Por otra parte la esfera de acción debe ser lo suficientemente exclusiva para que no
pueda ser abarcada por una esfera de acción distinta y para que la práctica no se
superponga con otras esferas de acción.
Cabe destacar que existen complejas variables que determinan el reconocimiento de
un área. Por ejemplo, además de las ya mencionadas, las políticas gubernamentales que
alienten o no a tal desarrollo, los paradigmas científicos que marquen el ritmo de la
investigación y contingencias referidas a la asociación formal de los psicólogos (colegios,
federaciones, consejos, etc.).
Cuando el desarrollo de un tópico específico dentro de un campo general crece o se
moviliza independientemente de su contexto y se aleja de los fines que lo unían al área,
estamos en presencia del nacimiento de un campo de ejercicio. Este es el caso de los
desarrollos que a continuación presentaremos.
De este modo, al realizar una exploración de diferentes áreas del ejercicio
profesional que no son reconocidas explícitamente como tales por el marco legal que rige
la práctica en nuestro medio, se plantea como objetivo de este trabajo ampliar la
representación que tiene el lector novel acerca de la práctica del psicólogo. Cabe aclarar
que no se realizará una revisión exhaustiva acerca de estas prácticas. Lo que se intentará
es dar un panorama de algunas áreas que cuentan con un corpus científico sólido y una
amplia demanda social que las sostienen.
Psicología del Deporte
Los estudios en esta rama han hecho que, aunque se trate de un área relativamente
joven, la Psicología de la Actividad Física y del Deporte esté ampliamente reconocida y
representada por asociaciones y organizaciones de nivel nacional e internacional. La
Psicología del Deporte es considerada un área de la Psicología Aplicada cuyo objeto de
estudio es el comportamiento en el ámbito de la actividad física y el deporte (Colegio
Oficial de Psicólogos, 1998).
102
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Explica Garzarelli (2005) que el juego es tan antiguo como la misma humanidad.
Cuando se analizan usos, costumbres, leyes, religiones, etc., en la historia de los
hombres, el juego emerge como una actividad conectada a su cultura, no solo entre los
niños sino también entre los adultos, y se registra casi siempre una neta división entre
juegos de hombres y juegos de mujeres y por supuesto entre juegos de niños y juegos de
adultos. Sin embargo, ajustándonos a un concepto de disciplina científica formalizada,
podríamos establecer las raíces de esta rama en los mismos comienzos de la Psicología
experimental de Wundt y sus trabajos de laboratorio, centrados en el estudio de los
tiempos de reacción y las respuestas motrices. Por otra parte, hacia comienzos del siglo
XX encontramos las primeras reseñas documentadas que explícitamente se refieren a la
Psicología aplicada a la actividad física y el deporte.
Los investigadores alemanes C. Diem y L. Diem toman la posta y fundan el primer
laboratorio de Psicología del deporte en Berlín hacia el 1920, y en 1925 Griffith funda el
similar en EEUU. La Unión Soviética hace su entrada en el campo entre los años 1945 y
1957. Roudick, Punin y Hanin, desarrollan trabajos valiosos en las universidades de
Moscú y Leningrado que insertan la disciplina en el nivel universitario (Linares, 2001).
Podría aseverarse que el momento crucial para la formalización de esta disciplina
fue la celebración del I Congreso Mundial de Psicología del Deporte, realizado en Roma
en 1965. Tras la celebración de este congreso y la constitución de organizaciones
científicas especializadas a nivel europeo e internacional se consolida la disciplina
mediante la participación en diversos encuentros científicos y la difusión de los trabajos en
publicaciones especializadas.
Para el Colegio Oficial de Psicólogos de España (1998) el psicólogo que se
desenvuelve dentro de esta área tiene por funciones específicas las de:
• Evaluación y Diagnóstico.
• Planificación y Asesoramiento.
• Intervención.
• Educación y/o Formación.
• Investigación.
Por otra parte, el rol que desempeña el psicólogo que trabaja en la actividad física
se resume en los siguientes puntos:
Deporte de rendimiento: se desempeña en el deporte profesional y de alto
rendimiento, promoviendo como principal objetivo la consecución de resultados óptimos
en la competición deportiva. El Deporte de Rendimiento se enmarca en una institución,
organización o entidad, regulándose por una disposición normativa de carácter
institucional. Este tipo de deporte implica una práctica relativamente continuada (no
esporádica), planificada y realizada habitualmente dentro de unos márgenes de edad, en
función de la modalidad deportiva practicada, ya sea amateur o profesional.
Deporte de Base e Iniciación: Algunos aspectos son la actividad física y deporte
escolar y universitario, y el deporte comunitario. El Deporte de Base e Iniciación se refiere
a la fase de inicio de la actividad físico-deportiva especialmente en edades tempranas.
Hay que matizar que el deporte contemplado desde esta perspectiva debe entenderse no
tanto como actividad competitiva, sino como actividad lúdica y de desarrollo personal. El
103
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
aprendizaje, la motivación, la interacción social y el disfrute con la actividad son, entre
otros, aspectos prioritarios en esta etapa.
Deporte de Ocio, Salud y Tiempo Libre: Deporte para todos; Deporte para
poblaciones con necesidades especiales. En esta área la intervención profesional de los
psicólogos incluye las tareas destinadas a optimizar el desarrollo psicosocial de los niños
y adolescentes a través de dos métodos globales: la mejora de la formación de los
agentes psicosociales (padres y entrenadores fundamentalmente), y la adquisición por
parte de niños y jóvenes de las estrategias más adecuadas para la valoración de sus
logros, de acuerdo con la etapa evolutiva en que se encuentren.
Además, es necesario saber que el psicólogo de la actividad física y del deporte, en
el desempeño de sus funciones, ha de tener en cuenta a todas aquellas personas e
instituciones que intervienen e interactúan en el contexto deportivo, como son los
deportistas, técnicos deportivos (de base, elemental y superior), directivos, espectadores,
familiares, medios de comunicación, asociaciones, organizaciones e instituciones
deportivas y otros profesionales de las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Se puede concluir diciendo que la Psicología de la actividad física y el deporte es un
área consolidada, caracterizada por una creciente elevación del nivel de calidad y
cantidad de los trabajos e investigaciones y una configuración académica y profesional
(Colegio Oficial de Psicólogos, 1998).
Para mayor consulta, el lector puede remitirse a las direcciones de revistas digitales
de Psicología del deporte siguientes:
http://www.efdeportes.com/psicologia/
http://www.psicodeportes.com/
Psicología del Tránsito
Los accidentes de tránsito se han convertido en uno de los problemas de salud
pública más graves. En la República Argentina, en 2003 se produjeron 3124 muertes y
56669 personas resultaron heridas a causa de accidentes de tránsito (INDEC, 2004).
El estudio de las variables que intervienen en los accidentes da como resultado la
implicancia de factores de naturaleza física, técnica, meteorológica, deficiencia de la
calidad de la red vial, aspectos comportamentales, cognitivos y de formación cívico/vial.
Siguiendo a esto, se llevan a cabo distintas estrategias de investigación y prevención, con
el fin de reducir el gran costo que generan.
Uno de los agentes fundamentales que inciden en la seguridad vial es el
denominado "factor humano" (Colegio Oficial de Psicólogos, 1998), en el que la
Psicología tiene un amplio espacio de intervención, ya que su objeto de estudio es el
comportamiento humano (entendiéndolo en su forma más amplia). Por otro lado, "el factor
humano" es un aspecto que hay que tener en cuenta en otro tipo de actividades que
pueden implicar riesgo y donde también hay un alto grado de accidentalidad. En síntesis,
podemos decir que el objeto de estudio de ésta área es cualquier actividad de riesgo en la
104
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
que estén en juego las características personales, y dada la gran demanda social que
provocan los accidentes de tránsito, avocada al tratamiento del factor humano en
situaciones de tránsito.
Por su parte, Rothengatter (1991) define a los factores más importantes que
influencian el comportamiento en tránsito de la siguiente manera:
(a) factores del entorno físico.
(b) factores cognitivos.
(c) factores motivacionales.
(d) factores socio-culturales.
(e) factores legales.
Y concluye señalando que en la Psicología aplicada y, particularmente, en la
Psicología de tránsito se han realizado innumerables investigaciones dirigidas a clarificar
la influencia de estos factores, y a la búsqueda de medidas para cambiar el
comportamiento del conductor y de los otros usuarios de la carretera, con el objetivo de
aumentar la eficiencia y la seguridad viales. Las investigaciones se han reducido a varios
temas específicos (1991).
En sus orígenes, la Psicología del tránsito y el transporte recibió un impulso decisivo
durante las dos guerras mundiales; también debido al avance del propio transporte, de las
políticas de seguridad públicas y de las medidas técnicas y preventivas tomadas por las
grandes compañías de transporte y la industria automovilística. Esta Psicología se
encuentra íntimamente unida al desarrollo de medidas de seguridad respecto de los
conductores profesionales, y sólo recientemente al de todos los conductores (Tortosa,
2003).
En relación a la historia de la Psicología de tránsito, Rothengatter (1991) reconoce
dos tendencias mundiales, las investigaciones en los Estados Unidos que se concentran
todavía en los temas tradicionales, como el de la percepción o el de la ergonomía; y la de
Europa, donde las investigaciones trabajan más sobre los factores cognitivos y
motivadores.
En nuestro país el antecedente más significativo relacionado a las tareas del
psicólogo del tránsito lo forma la Primer Jornada Nacional del Psicólogo del Tránsito,
organizada por la Federación de Psicólogos de la República Argentina, celebrada en
septiembre de 2004. A continuación se presenta un cuadro con las principales
conclusiones.
FEDERACIÓN DE PSICÓLOGOS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
PRIMERA JORNADA NACIONAL DE PSICOLOGÍA DEL TRÁNSITO
17 y 18 DE SETIEMBRE DE 2004, ROSARIO
PRINCIPALES CONCLUSIONES
- Se logró darle identidad propia a la Psicología del tránsito como campo y espacio de
aplicación de la Psicología.
105
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
- Confirmamos que la presencia y participación de los psicólogos en las políticas de
seguridad vial que implementan los responsables del área en las distintas jurisdicciones
se torna de vital importancia para la efectividad de las mismas.
- El accidente no es únicamente un hecho casual o fortuito, sino que intervienen en él
factores humanos, mecánicos y ambientales y según la OMS, es uno de los problemas
de salud pública más graves.
- El tránsito es un fenómeno complejo e interdisciplinario y la participación de la
Psicología en él no es solo para definir aptitudes para el carnet de conducir sino que
también debe abordar, desde la intersectorialidad y la epidemiología, acciones
preventivas tendientes a la promoción de la salud.
- La pertinencia del trabajo del psicólogo en el área deviene de la idoneidad en el
entendimiento de la conducta humana que tiene. Por lo tanto resta consensuar y definir
el perfil y las competencias profesionales del psicólogo en esta especialidad que aún es
nueva en el país.
- Se hace necesaria una formación de grado y capacitación específica de postgrado del
psicólogo en Psicología del tránsito, atravesada ésta por lo clínico,
jurídico, educacional, organizacional y sanitario.
- Las técnicas de evaluación psicológicas, recurso específico e indiscutible de la práctica
profesional del psicólogo, concurren y aportan a la intervención idónea de la
problemática del tránsito. Este aspecto requiere del encuadre de todo proceso de
evaluación, y se hace necesaria la búsqueda de consensos en cuáles son las técnicas
indispensables para el ejercicio de la Psicología del tránsito.
- Se propone trabajar en la modificación de las leyes provinciales y nacionales de
tránsito y sus reglamentaciones, a fin de lograr la inclusión del profesional psicólogo en
el proceso de la administración y evaluación psicológica del aspirante a conductor.
- Promover la responsabilidad de conductores, peatones, fabricantes de autos, y
funcionarios, todos actores involucrados en la problemática del tránsito, es otro de los
ejes de intervención del psicólogo en esta especialidad.
- Los recursos informáticos y mecánicos en la evaluación de aptitudes del conductor no
deben ser los únicos recursos para ello ni deben ser sustitutos de la intervención
profesional de un psicólogo especializado en Psicología del tránsito.
- El contexto en la sociedad actual de aumento y vigencia de las conductas de riesgo
entre las cuales los accidentes ocupan un lugar importante no debe ser omitido al
momento de diseñar las estrategias de intervención del psicólogo.
- Desde la Federación de Psicólogos se propone rescatar las experiencias prácticas y
de investigación y los desarrollos teóricos existentes, para conformar
una red tendiente al trabajo en común de los psicólogos del país, interesados en la
problemática de la Psicología del tránsito.
A pesar de lo que pudimos desarrollar, no se encuentran definiciones claras sobre cuáles
son las funciones y competencias profesionales, y cuáles las relaciones con otras áreas
de la Psicología. Esta falta de definición del rol profesional en la Psicología del Tránsito y
106
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
de la Seguridad, y concretamente en los Centros de reconocimiento, ha hecho que tenga
muy poco peso como colectivo en el ejercicio profesional, cercenando la capacidad de
influencia en la elaboración de los desarrollos de las disposiciones normativas.
Psicología Económica
El objeto de estudio de la Psicología económica son las conductas de adquisición,
consumo y uso de bienes, servicios e ideas, el comportamiento económico, las variables
que inciden en la toma de decisiones económicas individuales y colectivas, y las formas
como las personas comprenden el mundo de la economía y sus variaciones. Según Lea y
Tarpy (1987, citado en Denegri Coria, 2004) un psicólogo economista es aquel que
reconoce que el problema que está estudiando es tanto psicológico como económico y
está preparado para utilizar tanto los métodos psicológicos cuanto los económicos para
investigarlo. De esta forma, la Psicología económica se ocupa de estudiar y analizar las
interrelaciones entre la economía y el comportamiento de los individuos.
Los estudios de la economía del hombre tienen una amplia variedad de aspectos a
abordar. Las investigaciones en esta especialidad se desarrollan tanto desde cómo se va
gestando la formación de conceptos, actitudes, valoraciones y manejo del dinero hasta las
conductas que responden a la alta complejidad de las sociedades, como puede ser la
economía mundial. Es por eso que dentro de esta disciplina existen muchas
investigaciones que intentan dar cuenta de estos distintos aspectos del hombre
económico.
Se piensa que el estudio del dinero es importante debido a múltiples razones. Entre
ellas encontramos tres principales (Denegri Coria, 2004):
1. El dinero permite que las personas puedan comprar y por lo tanto cubrir sus
necesidades vitales.
2. Su posesión se relaciona con la calidad de vida y con los símbolos de
diferenciación social y de pertenencia a grupos actuando como un símbolo social.
3. En nuestra sociedad actual, la posesión de dinero se asocia con sentimientos de
satisfacción y felicidad personal.
Dentro de los procedimientos más usados en investigación en ésta área se
encuentran "Surveys", test coyunturales, escalas de actitudes y hábitos de consumo y
entrevistas semi estructuradas (2004).
Por estas consideraciones, esta área se proyecta como un campo de interés y de
trabajo para futuros psicólogos, ofreciendo posibilidades de intervenciones novedosas.
Psicología Política
A grandes rasgos podemos decir que la Psicología política es un conjunto de
conocimientos científicos, desarrollados y transmitidos por psicólogos que pretenden
describir y explicar el comportamiento político humano (Dávila y cols. 1998).
Los primeros antecedentes de la Psicología política aparecen a principios del siglo
XX, precisamente, el término Psicología política aparece en el libro "La Psychologie
107
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Politique et la défense sociale” de Gustavo Le Bon, publicado en 1910 (Jiménez Busrillo,
1986). Sucesivas trabajos e investigaciones le siguieron en el marco de la Psicología y la
Ciencias Política. Y, en 1973, termina formalizándose la constitución de la disciplina con la
publicación del primer manual de Psicología Política. La fundación en enero de 1978 de la
Sociedad Internacional de Psicología Política (ISPP) constituye un hecho institucional
clave, formalizando la creación de una comunidad que se identifica y es identificada como
de psicólogos políticos. En 1979 fundan la revista Political Psychology, órgano oficial de la
sociedad. Por otra parte, en nuestro país en 2003 se comienza a publicar la Revista
Electrónica de Psicología Política, dependiente de la Universidad Nacional de San Luís.
El objeto de estudio de este área es el comportamiento político, el cual estará
formado por aquellas acciones de las personas (fisiológicas, emocionales, cognitivas y
conductuales) que estén enmarcadas dentro de situaciones referentes a lo político. Así,
siguiendo a Dávila y cols. (1998), la Psicología Política es un conjunto de conocimientos
científicos que intenta explicar el comportamiento humano en las situaciones que:
1. Influyen en un colectivo amplio de personas, en asuntos de intereses públicos o
colectivos (sin que los intereses se definan exclusivamente por una de las partes),
acciones que traten de impactar o impacten en el orden social.
2. Ordenan, regulan o prohíben algo vinculante para toda la sociedad, esté situado
ese algo en el terreno de lo social, lo económico, lo ideológico o lo cultural o en cualquier
otra esfera. Se trata de fijar normas, de reglar.
3. Distribuyan, asignen, movilicen o extraigan recursos, o produzcan bienes y
servicios generales.
4. Tengan comportamientos alternativos, distintas opciones o planteamientos sobre
los que se debe hacer.
Los fines de la Psicología Política se desprenden de su objetivo principal, conocer el
comportamiento político. En relación a esto se puede decir desde el plano político que es
importante conocer al individuo tanto en su funcionamiento como tal como cuando forma
parte de un grupo. De ahí la importancia de estudios como los de minorías, fenómenos de
masas, factores que influyen en la intención de voto, cómo promover la participación
política, liderazgo, opinión pública... Así como conocer las dinámicas y variables que
pueden dificultar o mejorar el funcionamiento en política, estudios sobre autoritarismo,
discurso político, conducta política, estudios heurísticos empleados en la toma de
decisiones, procesos de pacto y negociación. Y por otro lado, para el individuo normal
sería bueno tener un mayor conocimiento de las cuestiones políticas desde la óptica de la
Psicología Política, lo que le permitiría mejorar su participación, ya que tendría una mayor
comprensión de los procesos subyacentes a los hechos políticos que acontecen en su
vida cotidiana.
Sin poder agotar el catálogo de temas, Jiménez Burillo (1986) muestra
desordenadamente algunos de los asuntos de los que trata la Psicología política,
extraídos de las Actas de los Congresos, las Revistas y Manuales de la especialidad.
- Papel de la familia en la identificación del niño con los partidos
políticos.
- La Psicohistoria y el Holocausto.
108
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
- Estudio psicológico de las elites.
- Causas de la guerra.
- Salud y participación política.
- Aspectos psicológicos del paro.
- Psicología social del terrorismo.
- El concepto de eficacia política.
- Sobre la utilidad de la Teoría de los Rasgos en Ciencia Política.
- La televisión y el aprendizaje político
- Barreras psicológicas en las negociaciones árabe-israelíes
- La Psicología del burócrata.
- La Psicología política de Alejandro Magno.
- Aspectos psicológicos de la revolución iraní.
- El Fascismo contemporáneo.
- Teoría de la Atribución y Relaciones Internacionales.
- Implicaciones psicológicas del desarrollo infantil en la Era Nuclear.
Si el lector desea conocer más sobre este campo puede dirigirse a los
siguientes sitios:
• http://ispp.org/ (Sociedad Internacional de Psicologia Politica)
• http://www.psicopol.unsl.edu.ar/ Revista Electrónica de Psicología Política.
Psicología de las Catástrofes
Entre finales del siglo XIX y comienzos del XX aparecen en la literatura estudios
sobre el impacto psicológico de las guerras, los cuales se incrementaron con el
advenimiento de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la calidad de las
intervenciones de los psicólogos en estas situaciones extremas se puso en duda por los
mismo profesionales (Berdullas Temes, 2005). Así es como la Asamblea General de la
Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos y a petición de un elevado número de
psicólogos que habían intervenido en situaciones de emergencia, decidió poner en
funcionamiento un grupo de trabajo sobre intervención en crisis y desastres. El núcleo
inicial comenzó la actividad en 1998 (Berdullas Temes, 2005), decidiendo que las tareas
prioritarias a realizar fuesen:
• Recopilar las experiencias de los psicólogos que habían participado e intervenido
en situaciones de emergencia.
• Revisar el tipo de formación y entrenamiento de los psicólogos que prestaron
ayuda voluntaria.
109
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
• Proponer un perfil del profesional de la Psicología que se adecue a esas
situaciones y
• Profundizar en el conocimiento de los factores de riesgo que pueden hacer que las
conductas de las personas y grupos inmersos en las crisis no desemboquen en
reacciones de pánico que multipliquen los efectos negativos de aquéllas.
Desde esta disciplina se define desastre como “la interrupción de un acontecimiento
súbito, intenso y traumático con gran número de víctimas que sobrepasa los recursos de
la comunidad y que, además de la destrucción material y la desorganización social que
provoca, produce una seria afectación psicológica a quien la padece, ya que fallan las
estrategias de afrontamiento habituales para la resolución de problemas” (Montoso y
Carbonell, 1992).
Ante esto, quizás la principal actividad del psicólogo es la primera ayuda psicológica,
la cual para Yagüe (2002) se caracteriza por realizarse en un contexto sin estructurar,
generalmente en un espacio público y en forma grupal, en un tiempo limitado, con una
persona que se ve por primera vez y en coordinación con el resto de los servicios de
intervención.
Una intervención psicológica temprana adecuada tiene diversas consecuencias tales
como: una influencia positiva en las reacciones psíquicas de la víctima, ayudándola a
recuperar el equilibrio perdido por la situación que está viviendo, favorece la resolución de
secuelas psicológicas que quedan tras el acontecimiento traumático y repercute en el
personal que interviene en la catástrofe, facilitando la sensación de control de la situación
y, por lo tanto, de sus propias reacciones (Campillo Cascales, Rivas Molina, Luna
Maldonado y Llor Esteban, 2004).
Además de esto, durante el desastre el psicólogo observa los comportamientos
individuales para detectar necesidades de intervención, realiza entrevistas a víctimas,
familiares y personal encargado de intervenir en el desastre, colabora con las familias de
víctimas, las acompaña en el reconocimiento de cadáveres, en los trámites necesarios y
ayuda a comenzar a elaborar el duelo y organiza centros de recepción de víctimas y de
información al resto de la comunidad (Campillo Cascales y cols., 2004).
Si bien la mayoría de los psicólogos que se dedican a estas actividades trabaja en
grupos que se activan ante estas emergencias y que son dependientes de colegios de
psicólogos, direcciones de defensa civil, instituciones internacionales como la Cruz Roja u
organizaciones no gubernamentales como Médicos sin Fronteras; las tareas desarrolladas
por ellos no se limitan al periodo que dura el desastre sino que después del mismo se
realizan seguimientos de las víctimas y sus familiares y evaluaciones de las
intervenciones. Además, en base a éstas últimas, se llevan a cabo campañas de
información, realización de simulacros, realización de programas de formación para los
demás profesionales que participan ante una emergencia, tales como médicos,
enfermeros, bomberos, etc., y diseño de planes de emergencia y protocolos de actuación,
además de realizar investigaciones sobre el comportamiento humano durante los
desastres (2004).
En conclusión, puede decirse que si bien las investigaciones relacionadas a esta
temática se remontan a un siglo atrás, esos conocimientos se han estructurado en una
práctica sólo recientemente, pero aún siendo un área joven, tiene una función y marco de
actuación bien definidos y una importante demanda social que atender.
110
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Consideraciones Finales
Hasta aquí se efectuamos una revisión sobre algunas áreas emergentes del
ejercicio del psicólogo. A partir de esto vemos la existencia de diversos campos donde se
desempeña el profesional. Los campos enunciados, en la República Argentina, no son
reconocidos como tales por las reglamentaciones vigentes. Si bien algunos de estos no
tienen un marcado desarrollo en nuestro país, sí existen esfuerzos por lograr el
reconocimiento de su práctica.
Si bien las áreas trabajadas en los párrafos precedentes podrían enmarcarse dentro
de las vigentes actualmente según las disposiciones legales, la demanda social específica
desde la cual se desarrollaron y los avances posteriores exigen una formación profesional
determinada para cada una de ellas. Cabe preguntarse a esta altura acerca de los
motivos por los cuales no se ha reconocido en nuestra provincia ningún área nueva desde
1989, cuando se agregó la Psicología sanitaria al ejercicio legal.
Podemos afirmar que existe una especificidad en los marcos conceptuales
trabajados por cada área, lo que puede observarse también en la proliferación de cursos
de postgrado y de manuales específicos para el estudio de cada una de ellas. En relación
a ello, es factible plantear que un potencial reconocimiento explícito implicaría la
dedicación de mayores recursos para el desarrollo del área y la posibilidad de una
formación profesional más idónea.
Para concluir, podemos postular que desde la heterogeneidad de la disciplina se
arribaría a dos desenlaces contrapuestos: Por un lado existe la posibilidad de que la
Psicología se fragmente en partes inconexas de trabajo, perdiendo de esta forma la
unidad disciplinar y desdibujando su objeto de estudio. Por otra parte, seguramente se
observará un conocimiento más profundo y valioso de los distintos aspectos abarcados.
Será el desafío para futuros profesionales el lograr un equilibrio entre éstas dos posturas,
un avance en la particularidad sin perder cierta integridad.
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catástrofes. Información Psicológica, 80, 19-24.
112
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Acerca de los Autores:
Fernando Bermejo es Licenciado en Psicología, egresado de la Facultad de
Psicología de la UNC. Se desempeña como ayudante alumno en la cátedra de
Neurofisiología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología. Actualmente trabaja en el
CINTRA (Centro de Investigación y Transferencia Acústica UA-CONICET FRC-UTN) en la
línea de investigación “Ecolocación Humana”. En este marco posee publicaciones en
capítulos, artículos y presentaciones en congresos.
Santiago Redondo es Licenciado en Psicología egresado en la Facultad de
Psicología de la UNC. Se desempeña desde 2007 como docente Adscripto en la Cátedra
de Neurofisiología y Psicofisiología y en la Cátedra de Psicología Clínica. Actualmente se
desempeña como Alumno Tutor en el servicio de Orientación al ingresante, al mismo
tiempo que trabaja en investigación en el Centro de Estudios Avanzados y en el Área de
Educación del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades. En
este marco posee publicaciones en capítulos del manual del ciclo de nivelación y
presentaciones en congresos y jornadas.
Federico Scabuzzo es Licenciado en Psicología egresado en la UNC en el año
2006. Se desempeña desde 2007 como Adscripto a la Docencia en la cátedra
Metodología de la Investigación Psicológica y en el curso de extensión Formulación de
Proyectos de Investigación. Como estudiante participó durante cuatro años en actividades
de investigación del Laboratorio de Neurofisiología Celular (INIMEC – UE CONICET). En
ese marco posee algunas publicaciones en presentaciones a congresos y en una revista
internacional especializada. Actualmente trabaja en la línea de investigación en
Ecolocación Humana (CINTRA – UA CONICET), donde se encuentra preparando su
proyecto de doctorado.
113
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
114
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
3.5 La Ética en la Práctica Profesional del Psicólogo
Eliana Jaime Bacile y Lucas Luque
Introducción
La Deontología es la Ética Profesional, es decir, el tratado de los deberes y la
descripción de las normas que rigen una profesión. Ésta determina los límites y los
alcances del quehacer profesional. En ese sentido, la Psicología como práctica posee sus
propios códigos deontológicos.
El campo legislativo es de suma importancia para el quehacer profesional del
psicólogo, ya sea que desarrolle su actividad a nivel privado o que la realice en el ámbito
de alguna institución: hospital, dispensario del ámbito educativo, jurídico o sanitario.
En su ejercicio, el psicólogo debe tener siempre en consideración las legislaciones
presentes y vigentes a nivel deontológico. Esto implica conocer que posee derechos y
deberes propios del rol y que ambos son soportes de la ética propia de cada uno.
Siendo que en el ejercicio de la práctica profesional de la Psicología se encuentran
involucradas cuestiones relativas a la Deontología y la Ética Profesional, como así
también aspectos subjetivos propios, el psicólogo, confrontado a estas tensiones
inherentes a su campo de acción, deberá posicionarse critica y reflexivamente, utilizando
su propio bagaje teórico y ético.
Estos elementos que forman parte del ejercicio profesional conllevan, en
determinadas circunstancias, ciertos obstáculos y dificultades para este desempeño.
Se plantean, entonces, permanentes preguntas y cuestionamientos en cuanto al
quehacer profesional que competen a toda la comunidad de psicólogos, quienes deben no
sólo identificar los principales dilemas éticos que recaen en su accionar, sino también
comprometerse a intentar alcanzar un cierto esclarecimiento.
Para lo antedicho, se hace necesario, por una parte, un amplio estudio y
conocimiento de los alcances, incumbencias y límites de nuestra profesión previstos por
leyes y códigos normativos. Por otra parte, atender con especial dedicación aquellas
situaciones que, no estando contempladas y previstas en los códigos, ponen en jaque lo
establecido, puesto que, dada la complejidad de nuestro campo, no podrían resolverse
atendiendo a una sola dimensión.
Estos motivos son suficientes para introducir y comenzar a reflexionar sobre la
importancia del estudio de la Deontología, atendiendo a las discusiones que giran en
torno a las controversias que se ponen en juego.
115
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
La Ética y la Deontología Profesional
La Deontología, en principio, alude a la Ética Profesional, siendo entendida como
el tratado de los deberes y la descripción de las normas, determinando los límites del
quehacer profesional. El creador de este término fue Jeremy Bentham, quien lo utilizó
para designar una ciencia de “lo conveniente”.
La Deontología contempla las obligaciones, deberes y derechos dentro de un
campo de acción profesional. “(...) No es más que la moral profesional, entendida ésta
como una serie de principios morales consensuados por un grupo profesional en
determinado período epocal”15.
Las teorías que se denominan deontológicas (del griego, Deon=deber) establecen
que es bueno hacer lo que se debe. “Una teoría es deontológica si y sólo si algunos actos
se juzgan correctos (incorrectos) aun cuando sus consecuencias son en balance malas
(buenas)”16.
La Deontología, como acaba de expresarse, cumple su función normativa y
legisladora en el ámbito de una determinada profesión explicitando e imponiendo aquellos
límites a los cuales tienen que ajustarse los profesionales (incumbencias), como así
también detalla los puntos a los que se ven obligados aquéllos en el ejercicio de su
práctica profesional. Esta regulación encuentra su establecimiento en leyes y códigos
normativos vigentes, y es ejercida y sustentada por instituciones que las amparan, como
organismos de control y supervisión de su cumplimiento, entre otras funciones que
cumplen; éste es el caso del Colegio de Psicólogos de la provincia de Córdoba.
Diremos, en principio y sólo como una primera aproximación, que entender la Ética
Profesional sólo como Deontología, que como dijimos se limita al tratado de los deberes y
obligaciones de los psicólogos, pierde de vista factores importantes que se juegan en la
práctica. En tanto el campo normativo se asienta en una lógica de lo general, el riesgo es
sustraer la reflexión sobre la dimensión que introduce la variable de lo singular.
Considerar al sujeto en su singularidad. Pensar en términos de singularidad
implica tener en cuenta todo aquello que queda fuera de la norma, todo aquello que no
pudiendo generalizarse cae fuera de los códigos normativos. Ese margen de lo no
estipulado, en el orden de la imprevisión, de la imprecisión, hace singular al caso con el
que nos enfrentamos, el cual, por no estar contemplado en los códigos, posiciona al
psicólogo ante el desafío de guiarse en su práctica por su propia formación ética.
La Ética Profesional en el campo de la salud mental comporta este importante
punto de complejidad. Involucra cuestiones relativas a las regulaciones deontológicas
pero, por otra parte, no podría desconocer las exigencias a las que la dimensión de lo
singular compromete al profesional. Como lo refiere Salomone, G. :“La ética convoca al
sujeto a responder singularmente; pero no en el sentido de una ética individual, sino que
nos referimos a una ética sustentada en la lógica de lo singular”17.
Hermosilla, A. M.: (2002, Septiembre). “Mala Praxis y Secreto Profesional. Responsabilidad y
Ética profesional”, en Primeras Jornadas Nacionales de Psicología Jurídica, San Juan, Argentina.
16
Mainetti, J. A. (1991). Bioética Sistemática, Editorial Quirón, La Plata, pág. 38.
17
Salomone, G. Z. y Domínguez, M. E. (2006). “La transmisión de la ética. Clínica y deontología”,
en. Letra Viva, Buenos Aires, pág. 42.
15
116
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
En términos generales expresaremos que la Deontología se asienta en una idea
de sujeto en tanto autónomo, por lo tanto autogobernado, responsable, responsable de sí
mismo, sujeto de la voluntad y la intención. Juzgado en estos términos, se impone la
inequívoca correspondencia con el sujeto de derecho, con el sujeto del campo normativo
que, por definición, es aquel ente susceptible de adquirir derechos y obligaciones,
partiendo de una concepción de hombre que lo reduce al orden racional.
En este sentido, el punto fundamental a destacar es que la noción de sujeto
autónomo, fundamento del campo normativo, se diferencia de la noción de sujeto que la
Psicología propone y que, como intentamos transmitir, es nodal respecto de su accionar:
“Allí donde se juega la ética del psicólogo es en su capacidad para reconocer y respetar la
singularidad de ese o esos sujetos con los que esta trabajando (…)”18. Reconociendo
también en ese otro “un cierto grado de autonomía, es decir, capacidad para actuar en
función de su propia ley (autónomos) y no ubicarse como aquél que va a dictaminar la ley
para el otro (…)”19.
Desde esta perspectiva, la propuesta y el desafío radican en la interpretación de
aquello establecido por las normas y los códigos deontológicos ya consensuados a la luz
de la dimensión del sujeto. “(…) Tal articulación no cobra importancia exclusiva con
relación al trabajo clínico, sino también con relación a la posición del profesional mismo
frente al campo normativo”20. Entonces, incluir la dimensión del sujeto en el campo de la
Ética Profesional lleva por una parte a considerar las implicancias clínicas del campo
normativo y, por otra, insta a la propia reflexión ética sobre nuestras decisiones.
Es menester del profesional psicólogo, entonces, confrontado a las singularidades
con que su práctica lo enfrenta, atender la dimensión deontológica que lo regula sin
perder de vista la dimensión subjetiva.
¿Cuál es la importancia de los códigos?
Es incuestionable que, para lograr lo que se propone, es necesario que el
profesional se vea interesado y preocupado por aquellas responsabilidades sobre las que
en él recaen, a saber: la responsabilidad de estudiar y tener un amplio conocimiento de
los códigos normativos a los que se encuentra obligado a responder, siendo esto
imprescindible para su desempeño. Esto último supone el conocimiento de los códigos de
ética, leyes de ejercicio profesional y otras herramientas deontológicas de las que
dispone.
El amplio y riguroso conocimiento por parte del profesional psicólogo da cuenta de
un compromiso, por una parte, con su práctica, con los sujetos con los que trabaja y se
desempeña, como así también del respeto a su identidad, tanto personal como
profesional.
Czar, Maria T. (1997, Mayo). “La Ética del psicólogo: Entre la dependencia y la autonomía”, en
el Manual de la Cátedra de Deontología y Legislación Profesional, Facultad de Psicología, U.N.C.,
2004.
19
Op. Cit.
20
Salomone, G. Z. y Domínguez, M. E., Op. Cit., pág. 41.
18
117
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
La atención que presta a los códigos creados por la comunidad a la cual pertenece
es equivalente a entender que, de acuerdo con las necesidades presentes en la práctica,
éstos han pensado, previo estudio y experiencia, aquello que entienden conveniente para
el ejercicio de una práctica.
Entonces, los códigos normativos alertan a los profesionales sobre los límites de
su práctica, enfatizan los principios por los que deben regirse, orientan, sirven de guía,
resguardan al profesional responsable, promueven la identidad y respeto profesional,
jerarquizando su rol social, garantizando ciertos derechos, etc. Se trata de un cuerpo
normativo que tiene el propósito de resguardar tanto a los sujetos que demandan la
pericia del profesional, como a los profesionales mismos; que aspira a la excelencia y al
respeto por los derechos humanos, y tienen como última referencia a la Constitución
Nacional.
Destacamos, entonces, la importancia fundamental que reviste el estudio
exhaustivo de los textos legales de manera regular, responsabilidad ineludible en la
formación del profesional psicólogo, puesto que para el logro de los cometidos apuntados,
y advertidos ya, de los dilemas que encierran el quehacer, toman la dimensión de
necesariedad, porque, como ya señalamos, le corresponde llevar a la práctica un ejercicio
comprometido con las instituciones que lo respaldan, con sus deberes y obligaciones.
Este compromiso con relación al conocimiento de las normativas que regulan su
práctica profesional le dará la posibilidad de generar un espacio de reflexión y discusión
para el análisis ético-deontológico del quehacer profesional, otorgándole los fundamentos
teóricos de las implicancias éticas de la práctica psicológica
Resaltamos, de este modo, la propuesta del conocimiento de las normativas,
dando prioridad a la importancia de los planteos permanentemente críticos acerca de las
implicancias éticas que recubren su práctica. Esta postura tiene la característica
particular, y que creemos de suma importancia, de ser desafiante y comprometida.
Consideraciones finales
De acuerdo con nuestras aproximaciones y elucidaciones, estamos en condiciones
de decir que la Deontología moderna considera que actuar moralmente es respetar las
obligaciones o reglas de carácter universal, concepción basada en las normas que facilita
la vida en comunidad, independientemente de las consecuencias.
Hicimos mención también de la existencia del encuentro problemático entre dos
instancias: la dimensión singular y la dimensión deontológica. Este encuentro reafirma la
importancia del conocimiento riguroso en materia de ética profesional, conocimiento de
los códigos de ética que es teórico e histórico, y de otras herramientas deontológicas y
jurídicas, dado que es esto lo que permite y posibilita la conciencia crítica, la postura
reflexiva y fundamentalmente responsable, que mediante su consecución generará una
articulación pertinente que sea respetuosa y que dé por resultado un marco adecuado
para el debido abordaje de los dilemas éticos que se presentan en la práctica psicológica.
Entonces, puede verse cómo el profesional se ve enmarcado por la deontología y
las legislaciones vigentes, y la ética individual en su campo de acción. Omitir algunas de
estas dos dimensiones excluye toda posibilidad del ejercicio profesional, pues el
118
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
resguardo de la integridad de la salud del sujeto debe ser la prioridad que motive a cada
profesional de la Psicología a formarse con sustento ético.
El profesional que pretenda actuar responsablemente se verá preocupado por todo
aquello que incida en su práctica y estará inclinado a intentar resolver disyuntivas,
despejar dudas, indagar, profundizar y formarse en aspectos éticos de su quehacer.
Bibliografía
Código de Ética del Consejo de Psicólogos de Córdoba. Resolución 5.
Czar, María Teresa (1997, Mayo). “La Ética del psicólogo: Entre la dependencia y la
autonomía”, en Manual de la Cátedra de Deontología y Legislación Profesional, Facultad de
Psicología, U.N.C., 2004.
Gómez, Mariana E. (2003, Junio). “Práctica del Psicoanálisis y Posición Ética”, en Manual
de la Cátedra de Deontología y Legislación Profesional, Facultad de Psicología, U.N.C. 2004.
Hermosilla, A. M. (2002, Septiembre). “Mala Praxis y Secreto Profesional. Responsabilidad
y Ética profesional”, en Primeras Jornadas Nacionales de Psicología Jurídica, San Juan, Argentina.
Mainetti, J. A. (1991). Bioética Sistemática, La Plata, Editorial Quirón.
Salomone, G. Z. y Domínguez, M. E. (2006). “Testimonios de la experiencia”, en La
transmisión de la ética. Clínica y deontología, Buenos Aires, Letra Viva.
Acerca de los Autores:
Eliana Jaime Bacile es estudiante de la Licenciatura en Psicología y del
Profesorado de Psicología en la U.N.C. Se encuentra realizando el trabajo final de la
carrera y se desempeña desde el año 2005 como colaboradora alumna de la Cátedra de
Semiótica, Psicoanálisis y subjetividad actual, y desde el año 2007 en el Seminario
Momentos y Herramientas de la cura psicoanalítica, Facultad de Psicología, U.N.C.
Actualmente, y desde el año 2006, es responsable administrativa del Curso de posgrado
“Efectos del discurso social. La clínica psicoanalítica frente a las nuevas demandas”,
U.N.C., al mismo tiempo que trabaja en investigación en el Centro de Estudios
Avanzados, U.N.C. en el programa de Psicoanálisis “Ciencia y Época”.
Lucas Luque es estudiante de la Licenciatura y del Profesorado en la Facultad de
Psicología, U.N.C. Se encuentra actualmente realizando la Tesina de Grado. Se
desempeña como Ayudante Alumno de la cátedra de Psicología Clínica y de la Cátedra
de Psicología General de la Licenciatura en Producción de Bioimágenes, Escuela de
Tecnología Médica, Facultad de Ciencias Médicas, U.N.C. Al mismo tiempo investiga en
el Departamento de Estudios de Psicoanálisis y Cuerpo, perteneciente a la Fundación
"Centro de Investigaciones y Estudios Clínicos" (CIEC).
119
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
Actividades
1. En el texto de la Lic. Ana Correa “Introducción al campo de la Psicología
Social” se mencionan “tres escuelas” que aportan definiciones al objeto de estudio de la
Psicología Social: la fenomenología, el interaccionismo simbólico y el constructivismo:
1.1. Buscar de qué se trata cada una de ellas, en que época surgieron, cuáles son sus
principales postulados.
1.2. Averiguar quién fue Enrique Pichón Riviere, en qué época vivió, cuál fue su principal
actividad y cuáles fueron sus obras.
1.3. ¿Cuáles son las diferentes definiciones de Psicología Social que pueden rastrearse
en el texto: con cuál se queda la autora y a partir de qué fundamentos…?
2. Realice una línea de tiempo ubicando a los siguientes autores, mencionados
en los textos, y coloque debajo en el país principal en que desarrollaron su actividad. En
la misma línea marque hitos fundamentales de la historia mundial: SIGMUND FREUDJEAN PIAGET- LEV VYGOTSKY- ENRIQUE PICHON RIVIERE- ALFRED ADLERTHEODOR REIK- VICTOR FRANKL- ARISTOTELES- PLATON- RENE DESCARTESDAVID HUME- EMANUEL KANT
Por ejemplo, si tuviese que hacer lo mismo con grandes autores de la literatura mundial,
procedería de esta forma:
Paul Auster, EEUU,
1947Fernando Pessoa,
Portugal, 1888- 1935
Franz Kafka, Rep.
Checa, 1883- 1924
1914-1918
Raymond Carver,
EEUU, 1939- 1988
Julio Cortázar,
Argentina, 1914- 1986
1922
Primera Guerra URSS
mundial
1939-1945
2º Guerra Mundial
1957
Sputnik I
1969
1991
Llegada a la
Luna
Fin URSS
3. Realizar un cuadro comparativo tomando como unidad de análisis cada una
de las áreas de la Psicología según ley 7102 y res. 21 del Consejo de Psicólogos y como
variables a: INSTITUCIONES DONDE PUEDE DESARROLLAR SUS TAREAS-
120
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
PRINCIPALES ACCIONES QUE LLEVA A CABO- POSIBLE DEFINICION DE SU
CAMPO
VARIABLES
INSTITUCIONES
ACCIONES
DEFINICIÓN
SANITARIA
SOCIAL
JURÍDICA
LABORAL
CLINICA
EDUCACIONAL
4. Confeccione una línea de tiempo marcando los hitos señalados por Juan
Carlos Godoy en su artículo sobre la investigación en Argentina y por debajo indique
quien era el presidente de nuestro país
5. Realice un cuadro comparativo donde las unidades de análisis sean: AREA
LABORAL- AREA SANITARIA y las variables a comparar: PRINCIPALES
ANTECEDENTES- PRINCIPALES AUTORES- FUNDAMENTOS DEL ACCIONAR
LABORAL
SANITARIA
Principales
antecedentes
Principales autores
Fundamentos del
accionar
6. Busque en un diccionario de Etimología (p.e. Joan Corominas “Diccionario de
Etimología Abreviado”) el origen de las palabras: CLINICA- EDUCACION- PEDAGOGIATRABAJO- SALUD- SOCIEDAD- COMUNIDAD
7. ¿Qué significa la expresión “apriorístico…”? ¿De dónde proviene? ¿A cuál se
opone tradicionalmente y cómo se relacionan estas dos expresiones con las corrientes
filosóficas citadas por Duero?
121
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
8. ¿Qué criterios deben tenerse en cuenta para considerar que hay una nueva
área en Psicología? ¿Conoces alguna “nueva área” que no haya sido incluida en el texto:
bajo que criterio la incluyes?
9. PREGUNTA PARA REFLEXION PERSONAL: Luego de leído el Bloque 2 y el
Bloque 3, ¿Cambió tu representación de qué estudia la Psicología? Si tu respuesta es
afirmativa, ¿puedes redactar qué es lo que más novedades te aportó?
10. REFLEXION PERSONAL: inspeccionando el artículo sobre Psicología Social:
¿qué cambios en tu concepción de “Vida Cotidiana” puedes advertir?
11. Hay conceptos de los cuáles es bueno ir formándose una idea clara de su
definición. Estos son: ESTRUCTURA- SISTEMA- COMPRENSION- EXPLICACIONENTENDIMIENTO Busque sus definiciones en diccionarios especializados en ciencias
sociales, y compare las mismas con definiciones otorgadas por diccionarios comunes.
12. Hay palabras claves que sirven para formar las representaciones más típicas
de cada una de las Areas de la Psicología: señale a cuál pertenece cada una y agregue
otras que formen una red semántica:
LISTA 1: PREVENCION- DELITO- APRENDIZAJE- PATOLOGIA- GRUPO- TRABAJO
LISTA 2: ERGONOMIA- TERAPIA- VICTIMA- ALUMNO- VIDA COTIDIANAEPIDEMIOLOGIA
13. Actividades para el artículo “Código de Ética del Colegio de Psicólogos de la
provincia de Córdoba”:
12.1 ¿Qué se entiende por Deontología y Legislación Profesional?
12.2 Identifique las dos dimensiones éticas propuestas, que atraviesan la práctica del
profesional psicólogo.
13.3 Elabore una pregunta a partir de lo desarrollado en el apartado titulado: ¿Cuál es
la importancia de los códigos?
14. Actividades para el artículo “Código de Ética del Colegio de Psicólogos de la
provincia de Córdoba”:
13.1 ¿Qué se entiende por Deontología y Legislación Profesional?
13.2 Identifique las dos dimensiones éticas propuestas, que atraviesan la práctica del
profesional psicólogo.
13.3 Elabore una pregunta a partir de lo desarrollado en el apartado titulado: ¿Cuál es la
importancia de los códigos?
122
El Ejercicio de la Profesión del Psicólogo
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