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Paulo Freire y la gestión pública Discutir el enlace complejo entre el pensamiento/práctica freiriano y la política pública. ¿Qué desafíos para la formulación de políticas?¿Cómo pensar y problematizar la participación? ¿Cómo educar en base a las redes complejas entre los actores sociales y los que toman decisiones? Ricardo Cetrulo Tenemos que comenzar problematizando el acto educativo. Porque el problema de las políticas educativas no es simplemento un problema cuantitativo: extender la educación a más gente de modo que nadie quede excluido, y priorizar los programas científicotécnicos, que se traduce por el slogan:” más computadoras en las escuelas”. Esa es la concepción de Jontien en su documento final: Educación para todos, y ése fue el sentido del programa de alfabetización de Nicaragua, preocupado por el rápido acceso de la población a la lectoescritura y la reducción de las tasas del analfabetismo y no por la metodología más lenta de la alfabetización como proceso de concientización. No mucho tiempo después, el sandinismo perdía las elecciones y Fernando Cardenal el responsable del programa de alfabetización me reconocía su error de haber priorizado la cantidad y la rapidez sobre la cualidad y los procesos lentos transformadores de la vida. Creo que tenemos que comenzar preguntándonos qué hace el sistema educativo formal cuando dice que educa?, qué involucra ese acto educativo? y qué supone como incidencia sobre los individuos y la sociedad, cuando su influencia se prolonga por un largo período de la vida? Sólo después podemos preguntarnos cómo puede incidir una práctica educativa liberadora (Paulo Freire) en las política educativas públicas dentro del sistema formal, y por tanto, cómo puede contribuir la educación a la construcción de un proyecto político alternativo. Esto apunta a las dos partes de esta ponencia: el análisis crítico del sistema educativo formal, por un lado, y las condiciones para que la práctica y el pensamiento de Paulo Freire pueda tener una incidencia en las políticas educativas públicas . Para el primer punto, debemos tener presente la distinción entre el análisis crítico del sistema educativo y la elaboración de cursos de acción o estrategias, para lograr una progresiva influencia de la perspectiva freiriana en el sistema educativo público. En este sentido, para que la estrategia pueda ser eficaz es necesario que el análisis del sistema educativo sea radical en una perspectiva del desenmascaramiento ideológico de su propuesta metodológica y programática (los contenidos). Sólo entonces se puede asumir la flexibilidad necesaria para actuar sobre la realidad del sistema, teniendo en cuenta sus múltiples condicionamientos: lo público, lo estatal, lo burocrático, la multiplicidad de actores involucrados, la diversidad de perspectivas ideológicas, de intereses, etc. En esta perspectiva se pueden aceptar logros limitados, graduales, inscriptos como pasos en un largo proceso. En una fórmula breve: Pensar radicalmente crítico, actuar contextualmente flexible y realista. No hay que olvidar que en la educación popular los educadores somos los que creamos el escenario en el cual actuar, la situación pedagógica, la metodología. Mientras que en la educación formal estamos frente a un bloque en que todo está establecido de antemano: programas, objetivos, métodos, evaluaciones, perfil de los educadores formados por el propio Estado y todo ello dentro de la racionalidad dominante que es la cuantitativa. Tenemos que ser concientes que este intento de influenciar las políticas educativas desde la concepción de Paulo Freire equivale al enfrentamiento de dos ideologías de las cuales una –la oficial – es la hegemónica, y de dos proyectos políticos de los cuales uno es el vigente, “lo instituido” y el otro es el que apunta a la creación de alternativas, a la potenciación de lo que está latente a la espera de su expresión , “lo instituyente”. I. El sistema educativo formal. La significación de Jontien: Educación para todos. ¿Quién podría estar contra una tal consigna : lograr que la educación no sea un reducto exclusivo de una clase social? Pero si analizamos más de cerca el problema vamos a descubrir que siendo la extensión “a todos” un objetivo necesario , si no se lo complementa con otros objetivos todavía más importantes, que analizaremos en esta ponencia, “la educación para todos” se convierte en un instrumento más para la reproducción de las sociedad, vale decir, la negación de la perspectiva de Paulo Freire . I.1. La educación al servicio del sistema establecido. Se maneja en algunas corrientes de las ciencias sociales la noción de “demanda social” según la cual los descubrimientos científicos, las corrientes de pensamiento, la organización de la sociedad, las instituciones, las profesiones, no surgen espontáneamente, o al azar sino como respuesta a necesidades del sistema económico de cada época. Por ejemplo, la racionalidad científica instrumental relacionada con Descartes, Bacon y Newton no nace por impulsos estrictamente personales de algunos genios, sino que responde a las necesidades de una nueva clase social – la burguesía – que , agotado el sistema feudal en su capacidad de producción y acumulación, requiere una racionalidad que sustituya la explicación religiosa del mundo simbólico medieval, y le provea instrumentos para generar formas de producción que superen las posibilidades de los talleres artesanales. De la misma manera, el sistema económico actual tiene sus demandas siempre nuevas de habilidades y especialidades (los nichos del mercado) que satisfagan las condiciones existentes de acumulación de capital. Una educación “inteligente” es aquélla que prepara para satisfacer esas demandas de la sociedad. Esto mismo, leído desde otro ángulo, y como en una especie de bisagra con respecto a lo anterior, podría expresarse como extensión de la educación para lograr salidas laborales o, como dice el Plan Nacional de Educación decretado por el actual presidente de Brasil: educación como condición fundamental para el desarrollo, vale decir, para la mantención del actual sistema. Esta forma sutil de poner el sistema educativo al servicio de la conservación de la sociedad bajo el atractivo título de “educación para todos”, deber ser analizada críticamente para desvelar sus reales contenidos I.2. “Educación para todos” en la realidad latinoamericana. Si consideramos la realidad latinoamericana sometida a un modelo económico despojado de toda consideración ética y humana y de toda preocupación que no sea la lógica del mercado, ella aparece con una creciente polarización , fragmentación y exclusión de sectores cada vez más numerosos (quien no puede competir no tiene espacios para existir). Y esa exclusión, con aumento cada vez mayor de la pobreza extrema va generando lo que se ha dado en llamar una contracultura de la pobreza , es decir, una cultura estructurada fuera y en contra de los valores que estructuran la sociedad y aun las normas elementales de la convivencia. En este contexto ¿qué significa “todos” en la expresión “educación para todos” de Jontien? A menos que el sistema educativo se inserte y se piense como formando parte de un proyecto político alternativo, o sea, si nos limitamos al contexto actual, hay dos respuestas posibles, las dos igualmente negativas. La primera, el sistema educativo efectivamente busca extender el alcance de la educación a través de programas únicos para todas las clases sociales. En esta hispótesis se produce el fenómeno analizado por Basile Bernstein en “Lenguaje y clases sociales”, según el cual se imparte la enseñanza en códigos lingüísticos que no están a disposición de los sectores carenciados. Mismos códigos para culturas distintas: eso genera escaso rendimiento, desinterés, y prematuro abandono escolar de los alumnos de las clases más desposeídas. La segunda, lleva a la elaboración de dos sistemas educativos: uno para las clases sociales integradas a la sociedad de las cuales se espera la respuesta a la demanda social del sistema económico, y otro, de menor nivel, para atender a las necesidades básicas de los sectores excluidos. Lo cual cristaliza y da permanencia a la segmentación actual.1 Esto no es ni nuevo, ni casual. Porque el sistema educativo como ámbito de aprendizaje separado de la comunidad en instituciones especializadas ha cumplido siempre una función ideológica importante en la legitimación de las desigualdades sociales. II. Función ideológica del sistema educativo Como ya se indicó, llama la atención que cuando se habla de reforma educativa se lo hace como si fuera un problema puramente cuantitativo. Resalto en esta perspectiva la ausencia de preocupación por la educación como problema. Porque el sistema educativo es peligroso porque forma parte de una vasto dispositivo de legitimación de una sociedad cuyas relaciones están signadas por la dominación/dependencia: el saber-poder del docente imponiéndose a través de una enseñanza reducida a la transmisión del que sabe al que no sabe . Es decir, se trata de la dominación legitimada bajo el incentivo del aprender para llegar a una calificación dentro de la sociedad (y del mercado). Esto es el ABC de Paulo Freire. Uno tiende a olvidar que el origen de la escuela como institución especializada, separada de la comunidad, se produce cuando aparecen las desigualdades sociales en cuanto distintas de las naturales, el género y la edad. Los antropólogos nos hablan de la forma en que en la sociedades simples, la comunidad (y no profesionales de la enseñanza) asume la función de introducir al niño al saber y a la cultura. Todos los que conviven, aprenden de la sabiduría del grupo social para hacer a cada uno apto y socialmente reconocido. Se reproduce así la igualdad social o la complementaridad por encima de las diferencias naturales en espacios no escolares. 1 Ver por ejemplo la etapa en que algunos países europeos admitieron la inmigración para asumir las tareas “sucias” que los ciudadanos desechaban. Cuando se comienzan a reproducir las desigualdades sociales por sobre las desigualdades naturales para servir al poder de unos pocos sobre el trabajo y la vida de muchos, surge históricamente la escuela como ámbito de aprendizaje y socialización de los miembros de la sociedad . Se pasa de la educación a la enseñanza, de la práctica y del hacer, a la transmisión del saber, del aprender la sabiduría, a incorporar información. Recordemos, como instancia tomada al azar, cómo la democrática Grecia distinguía entre la enseñanza a los esclavos (la tekne) y a los libres (la teoría) . A esto se añade el impacto posterior en los sistemas educativos de aquella distinción de Descartes entre la res cogitans y la res extensa que genera un reduccionismo del ser humano a su dimensión intelectual. El sistema educativo se fue progresivamente estructurando en sus contenidos y en su metodología en torno al modelo de la racionalidad científica generada desde Bacon, Descartes y Newton. Esa racionalidad instrumental esencialmente manipuladora de la naturaleza, cuando se aplica a las realidades humanas se convierte en instrumento de manipulación, y cuando se convierte en cultura y en criterio de organización social, llega a constituir un tejido social deshumanizador del cual el sistema educativo es parte privilegiada. Es necesario, entonces, retomar los procesos por los que la educación se fue convirtiendo en enseñanza, y la enseñanza, en transmisión de conocimientos fragmentados . Se forman entonces los especialistas del saber , verdaderos sistemas de control y legitimación de las desigualdades, educadores al servicio ( las más de las veces inconscientemente) del “señor” en el poder. Es una exacta contraposición a la educación en una comunidad de iguales o complementaridad social por encima de las desigualdades naturales, espacio educacional no escolar donde vivir es saber. Por tanto, los elementos deshumanizadores y legitimadores instalados y camuflados en el sistema educativo obligan a plantearse muy seriamente la dificultad de relacionar el pensamiento y la práctica freiriana con las políticas públicas dirigidas a un sistema educativo de las características intrínsecas que hemos analizado brevemente Pensar tal relación tiene que comenzar por sorprendernos al descubrir que el modelo pedagógico de nuestro sistema educativo, independientemente de la intención de quienes forman parte de él, se encuentra en la misma lógica que el sistema neoliberal cuyas terribles consecuencias criticamos. Y luego, sorpresa mayor aún, al descubrir que esa lógica perversa la tenemos interiorizada como estructura de pensamiento, y se constituye en obstáculo para situarnos en la perspectiva de la inspiración de Paulo Freire. III. Condiciones para la actualización de Paulo Freire. Dije “en la perspectiva de la inspiración de Paulo Freire” porque existe una peligrosa trampa que debemos desenmascarar: es posible comprender los escritos de Paulo Freire y entusiasmarnos sinceramente por sus contenidos, y negarlos en nuestras prácticas. Porque Paulo Freire no es primariamente un sistema de pensamiento, sino un modo de aproximarse a la realidad, un estilo de relaciones que es la negación de las relaciones de dominación / dependencia que se nos convertido en connaturales en la sociedad. Desde esas relaciones nuevas , desde esas prácticas reflexionadas, surge el pensamiento de Paulo Freire. Para llegar a su inspiración fundamental, debemos pasar por una instancia crítica , por una reflexión sobre nosotros mismos, porque mientras estamos hoy en las ciencias sociales en la búsqueda de superar el paradigma cartesiano,(el paradigma de la manipulación ), Paulo Freire se adelantó a su tiempo y desde otro paradigma hoy todavía emergente en el mundo académico, posibilitó prácticas liberadoras y elaboraciones teóricas que sólo pueden ser realmente comprendidas si se realiza el camino vital que posibilite relaciones alternativas Este es el primer punto que interesaba destacar: dado el profundo condicionamiento ideológico neoliberal que nos condiciona, no podemos plantearnos la posible incidencia de Paulo Freire en el sistema educativo sin ponernos a nosotros mismos en cuestión, con respecto a su inspiración fundamental. Avancemos algunos elementos de esa inspiración, a modo de inventario muy breve: III.1. La inspiración de Paulo Freire * El hombre ser inacabado que se reflexiona reflexionando la realidad, y se realiza en su inserción en el mundo y en la historia con los otros como creación y cambio humanizador. * La dominación, atravesando toda la trama de las relaciones humanas y constituyendo el factor fundamental de deshumanización. *La prioridad de la praxis sobre el discurso, o sea la praxis como fuente de conocimiento. *El acto educador como acto creador: una relación de sujetos que posibilitan una lectura nueva, no oficial, de la realidad y se comprometen a transformarla. * La denuncia y el anuncio como dos momentos en el proceso liberador del ser humano. Oigamos al propio Paulo: “Cualquiera que haya sido el aspecto examinado (de la educación), jamás intenté una comprensión mecanicista , sino como un acto creador al cual los educandos deben comparecer como sujetos, capaces de conocer y no como puras incidencias de trabajo docente de los alfabetizadores.” (Pedagogía de la indignación, p.87) Estamos muy lejos del paradigma mecanicista cartesiano-newtoniano que si bien ha producido todos los logros de las ciencias, ha generado también la deshumanización y el desencantamiento del mundo. III.2. El paradigma vigente Señalemos algunos aspectos del paradigma vigente, en cuanto obstáculos para “llegar a Paulo Freire”. * Vivimos en una sociedad dominada por un tipo de racionalidad instrumental que se caracteriza desde los comienzos por una capacidad de dominar la naturaleza para manipularla (Recuérdese la “natura vexata” de Bacon) . Esa racionalidad se ha convertido en cultura, es decir, hemos introyectado esa racionalidad haciendo de la dominación/dependencia algo connatural (“imprinting cultural” de E. Morin, y “software cultural “de Ulrich Beck). Y esa racionalidad se ha trasladado a la organización social piramidal: estamos insertos en una trama relacional de dominación / dependencia que atraviesa toda la sociedad. Los condicionamientos que dificultan una lectura freiriana de la realidad y una práctica acorde son muy profundos. Esto significa que para aproximarnos a la práctica de Paulo Freire tenemos que pasar por procesos de desestructuración. Algunos aspectos de ese proceso de desestructuración: * Lo más difícil es descentrarnos, cambiar el eje, es decir cambiar nuestra tendencia a proyectarnos sobre la realidad y abrirnos a la realidad, y a la diversidad. Esto es difícil porque la diversidad genera amenaza. *Cambiar nuestra práctica de poder sobre para abrirnos a un poder para y un poder con. Esto significa un redescubrimiento de una nueva concepción de lo político: lo político se juega en la relación. * Recuperar de la fragmentación nuestra totalidad y la totalidad del mundo (sociedad compleja de Morin) * Lograr el difícil aprendizaje de conocer desde la relación, no proyectando en el otro mis estereotipos sino abriéndonos con admiración a su novedad. * Recuperar nuestra capacidad de emoción y de ternura que no tienen espacio en la cultura de la conquista y de la racionalidad manipuladora. * Revalorizar la subjetividad y la cualidad y resituar lo cuantitativo en su ámbito específico. Esto que se dice en pocos segundos requiere largos procesos personales porque los obstáculos de que hablamos se han convertido en lo que Bauman llama: la segunda naturaleza generada a través de los procesos de socialización en la familia y reafirmada en la larga exposición al sistema educativo. Reencontramos así nuevamente el sistema educativo que analizamos en la primera parte. La educación bancaria es algo más que una práctica pasajera, y supone la constitución de complejas estructuras psicológicas no fáciles de superar. Conclusión. Hemos problematizado los dos términos que se intentaban relacionar en este eje temático. Podría quedar la impresión de que lograr una incidencia de la metodología de Paulo Freire en los sistemas educativos formales es imposible. Pero no es así. Afirmamos al comienzo que una cosa era la necesaria radicalidad de la problematización y otra, la gradualidad de las estrategias para la consecución de metas parciales: formación de docentes en una metodología liberadora, ocupación de espacios en el sistema educativo formal, la incidencia en la elaboración de contenidos de la educación que superen la fragmentación del conocimiento etc. Por supuesto que, en la línea de Paulo Freire, el sistema educativo podrá realmente reformularse radicalmente en una perspectiva liberadora cuando se incorpore a un proyecto dinámico de sociedad alternativa, es decir, cuando forme parte de un proyecto político. Pero tanto los cambios graduales como el cambio más radical forman parte de lo posible en cuya realización nos comprometemos. Porque junto con todas la negatividades de las que somos testigos cada día, apuntan positividades que con nuestra práxis queremos potenciar. A medida que se generaliza la dominación y adquiere el carácter abiertamente destructor, se profundiza también la posibilidad de una nueva conciencia que se abre paso en todas las clases sociales . Terminemos con un pasaje de la Pedagogía de la indignación: “Pensar el mañana es así hacer profecía. El profeta no es un viejo con barba... El profeta es el que fundándose en lo que vive, en lo que escucha, en lo que percibe, en lo que entiende, a raíz de su curiosidad epistemológica, atento a los signos que procura comprender, apoyado en la lectura del mundo y de las palabras antiguas y nuevas, a la base de cuánto y de cómo se expone, haciéndose así cada vez más una presencia en el mundo a la altura de su tiempo, habla casi adivinando, en realidad, intuyendo lo que puede ocurrir en ésta o aquélla dimensión de la experiencia histórico-social” (p.118) Ricardo Cetrulo Fundación Instituto del Hombre Universidad de la república-Montevideo