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Del perito al auditor forense
2016-06-30
"La labor del auditor forense está enfocada en investigar y detectar las anomalías
en los números de una compañía y reunir de manera efectiva las pruebas para
poder castigar un delito económico o financiero", Carlos Julio Cortés, presidente
de ASIAF y gerente de GFA.
Con la captura de Alphonse Gabriel Capone en 1931, conocido como Al Capone,
gánster estadounidense de renombre, que puso en jaque a las autoridades de
Estados Unidos, con el tráfico de licor, prostitución, juego ilegal y extorsiones,
entre otros actos delictivos, se marcó el inicio de lo que hoy se conoce como
auditoría forense.
Así lo recordó Carlos Cortés, presidente de la Asociación Internacional de
Auditoría Forense (ASIAF) y gerente de Global Forensic Auditing (GFA), quien
cuenta que este hecho histórico “se tiene como marco de referencia, pues gracias
a la indagación realizada por contadores e investigadores del Estado, se logró
capturar al gánster. Se considera a este hecho como el punto de partida de la
auditoría forense”.
La historia cuenta, que tras haber estado en varias oportunidades en la cárcel,
según
se
relata
en
un
documento
de
la
página
web
del
FBI https://www.fbi.gov/about-us/history/famous-cases/al-capone,
por
cortos
periodos de tiempo -pues las autoridades estadounidenses no lograban imputarle
cargos de peso- su captura finalmente se logra por la pericia del Departamento del
Tesoro de Estados Unidos que había estado recopilando pruebas por evasión de
impuestos en contra de Capone.
“Además de Al Capone, su hermano Ralph, Bottles; Jake, Greasy Thumb; Guzik,
Frank Nitti, y otros mafiosos también fueron investigados por evasión de
impuestos”, se señala en el documento del FBI.
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La histórica captura, de acuerdo con Cortés, se da finalmente gracias a que
contadores e investigadores encontraron que Capone “evadía impuestos en
Estados Unidos, hecho que es penalizable, a diferencia de Colombia en donde no
lo es. A través de las finanzas dieron con pruebas con las cuales pudieron juzgarlo
y condenarlo”.
A pesar de este hecho, el inicio de la práctica de la auditoría forense se da en
Colombia solo hasta el establecimiento de la figura del perito judicial que, si bien
no es un profesional especializado en contaduría o ciencias económicas, tiene
conocimientos en técnicas de investigación y fue habilitado para cumplir un rol de
auxiliar al juez o fiscal.
Pero antaño, la falta de experticia de estos peritos en las ciencias contables o
económicas trajo vacíos en las investigaciones y por lo tanto en el abordaje e
interpretación de los informes financieros.
En la actualidad, en el país, los casos a los que se enfrentan los peritos les exigen
dominar los temas contables para un mejor entendimiento de los mismos, lo cual
hace que se comiencen a generar capacitaciones que buscan fortalecer el oficio.
Esto permitió que se creara, hacia el año 2002 aproximadamente, la figura del
perito contable judicial. Tuvo que pasar cerca de una década para que el auditor
forense comenzara a desarrollarse. Por ello, a continuación, Huella Forense le
presenta un recuento sobre el desarrollo de la auditoría forense en el país.
El contador, punto de partida
La necesidad de tener expertos que asesoren los casos de crímenes económicos
y financieros, surge en Colombia como producto del apogeo del narcotráfico, en la
década de los 80, que trajo consigo fenómenos criminales como: el lavado de
activos, enriquecimiento ilícito y posteriormente la financiación del terrorismo,
según recuerda Carlos Cortés presidente de la Asociación Internacional de
Auditores Forenses (ASIAF) y gerente de Global Forensic Auditing (GFA).
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“En Colombia con el auge del narcotráfico, época en la que se empezó a utilizar a
los bancos y entidades financieras para el lavado de activos, se vio la necesidad
de aumentar la regulación en el sector, y nos amparamos en las normas
norteamericanas para poderlo hacer”, señaló Cortés.
Pero solo hasta el año 1990, con la expedición de la Ley 43, en sus artículos 1 y 2,
se reglamenta la profesión del contador público, y se faculta a estos profesionales
como auxiliares de la justicia. Dicho hecho da inicio a la historia de este
profesional como perito experto, empezando a aportar sus conocimientos en
casos de delitos criminales y económicos.
Los organismos de investigación e inteligencia también sufrieron transformaciones
importantes. Por ejemplo, hacia la década de los 90, quedan relegados el
organismo de inteligencia F2 y el Departamento Administrativo de Seguridad
(DAS), encargados de hacerle frente a los casos criminales. Para llenar este
vacío, gracias a la formulación de la Constitución del 1991, se crea la Fiscalía
General de la Nación y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI). Y solo hasta
1995 se consolida como tal la Dirección de Investigación Criminal (DIJIN), de la
Policía Nacional.
A pesar de estas transformaciones, finalizando el siglo XX, la experiencia
demostró que para abordar los casos que involucran delitos económicos se
necesitaba que los contadores transcendieran la interpretación de los estados
financieros, conocieran más de normatividad y de técnicas de investigación.
“El contador no tenía la capacidad para interpretar los argumentos o el informe del
perito de la Fiscalía, que a su vez tampoco estaba preparado para entender los
informes financieros”, argumentó Carlos Julio Cortés.
Lo anterior justificó el origen de los auditores forenses.
Un campo nuevo de estudio
Para suplir la demanda de profesionales especializados se dieron pasos en la
academia y se crean en el país de grupos de investigación, entre ellos el Grupo de
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Estudio Javeriano en Auditoria Forense (CIJAF), que nace en el Departamento de
Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la
Pontificia Universidad Javeriana en el 2002.
El CIJAF se dedica a proyectos de investigación, desarrollo académico y
asistencia técnica en temas como la detección de delitos financieros, la auditoria
forense, la cultura anti-corrupción, la prevención y detección del lavado de activos
y la implementación del gobierno corporativo como buena práctica para la
prevención de fraudes.
Cambios en las reglas de juego
La adopción del Sistema Penal Acusatorio (con la Ley 906 de 2004) da paso a las
audiencias públicas, orales y garantistas, dejando atrás la Ley 600 del 2000, en
donde los procesos se presentaban por escrito y existía la acumulación de
documentos por caso. Lo que genera un nuevo reto que deben empezar a
enfrentar los contadores.
“Antes de la ley 906, los procedimientos que utilizaba la fiscalía o la policía judicial
no eran propios del auditor ni del contador, y con esta ley se trasladó esa parte
tecnológica y de procedimiento y demás, a los particulares, en este caso al auditor
forense”, precisó Cortés.
Lo anterior generó una mayor demanda de peritos contables, quienes se
convierten en un gran apoyo para la defensa, y que deben estar cada vez más
preparados para soportar las pruebas y dirimir en las audiencias frente al ente
judicial.
El nacimiento de la especialización en auditoría forense
Teniendo en cuenta que existía una necesidad de profesionales en el área, la
Universidad Externado de Colombia encontró una oportunidad para profesionalizar
el oficio de perito contable. De esta manera, el decano de la Facultad de
Contaduría, Juan Manuel Guerrero junto a la Fiscalía General de la Nación,
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adelantó una investigación que duro cuatro años, y que hizo evidente los vacíos
en este campo y la necesidad de un nuevo programa de estudio.
En 2007 se da inicio, en la sede de Bogotá, a la especialización en Auditoría
Forense, siendo esta universidad pionera en la disciplina. Ante la creciente
demanda y acogida que tuvo, se abrieron espacios regionales para nuevos
aspirantes en Tunja y Villavicencio. En junio de 2008 se graduó la primera
promoción con 25 profesionales entre contadores y abogados.
Para el año 2015, la Universidad Externado de Colombia contaba con 250
profesionales graduados en la especialización en Auditoría Forense, para un total
de 12 promociones; y entre estos graduandos se encuentran tanto funcionarios de
la policía judicial, como civiles. Así mismo y como lo señaló a Huella Forense el
decano Juan Manuel Guerrero, “la investigación sobre esta disciplina continúa
para promoverla como pregrado y programa de maestría”.
Un hecho que cambió la historia
La caída de las torres gemelas, el 11 de septiembre del 2011, genera un impacto
en el área de trabajo de los auditores forenses.
“A partir de este hecho hay una gran ofensiva en los Estados Unidos sobre las
leyes y se tipificaron los delitos de lavado de activos y financiación del terrorismo.
Por lo que crearon mecanismos para que se pudieran contrarrestar o minimizar las
posibilidades de que tuvieran los criminales de financiar sus fechorías”, comentó
Cortés.
Por
ejemplo,
se
establecieron
las
leyes Sarbanes
Oxley y Patriot,
normas estadounidenses que obligaban a los países que querían tener y tenían
relaciones económicas a cumplir ciertos requisitos.
“Al imponerlas, los países que tuvieran negocios con Estados Unidos debieron
implementarlas. Inicialmente pedían el conocimiento del cliente, lo que hace hoy
el sector financiero mediante el SARLAFT; se creó un área de riesgo, se crearon
los oficiales de cumplimiento, se crearon entidades como la UIAF, se crearon los
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comités de auditoría, con el propósito de prevenir la utilización de la banca para
financiar el terrorismo o un delito económico y financiero, entre otras medidas”,
explicó Cortés.
Los retos que persisten en la auditoría forense
Pese a la formación que se ha impartido desde la academia en respuesta al nuevo
sistema penal acusatorio y a los hechos internacionales ya citados, en la
actualidad los auditores forenses todavía tienen un vacío en temas de aplicación
de la ley 906, dado que solo hasta este año se empezó a implementar, como lo
mencionó
Carlos
Cortés
en http://www.huellaforense.com/informesespeciales/auditoria-forense-un-desafio-para-los-contadores.
“No se ha capacitado suficientemente a los involucrados sobre aspectos tales
como: el recaudo adecuado de pruebas, la presentación de informes y la
metodología para hacer este tipo de investigaciones. El nuevo Código Penal no
desarrolla estos puntos”, dijo.
No obstante, por los distintos casos que se han presentado en el país y que
ameritan la investigación de delitos financieros -entre ellos los casos del Grupo
Nule, Interbolsa, Reficar y el sonado episodio del actual alcalde de
Yopal, Jhon Jairo Torres (Jhon Calzones)- las firmas de auditoría forense se han
esforzado por llenar estos vacíos por su cuenta, convirtiéndose así en grandes
aliados para esclarecer los hechos.
Tanto el sector público como el privado acuden a los servicios de estos
profesionales expertos en la materia, quienes trabajan de forma independiente y
también a través de firmas nacionales e internacionales.
De acuerdo con Carlos Cortés, la auditoría forense sigue siendo una disciplina
nueva para el país que “hasta ahora se está posicionando y se convierte en una
oportunidad para los profesionales en el área. Se busca que esta ciencia abarque
todos los espacios que requiere dentro de su función como tal, en dónde el campo
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de acción, además de darse en la investigación y detección del delito, debe tener
un mayor protagonismo en la prevención”, enfatizó.
Perfil del Auditor Forense
Es un profesional que trabaja en temas de prevención, investigación y detección de
delitos económicos y financieros. Apoya las investigaciones de casos tanto en el sector
público como en el privado.
Su principal motivación y razón de ser es hallar la verdad. Inicialmente se destinó este rol
a los contadores públicos, pero con el desarrollo de la disciplina se encontró que al formar
profesionales de diferentes áreas del conocimiento, cada uno desde su rol podría aportar
en las distintas investigaciones e informes. Así, hoy en Colombia, también tienen cabida
los abogados, psicólogos, antropólogos, economistas, administradores de empresas,
sociólogos, ingenieros industriales y de sistemas, quienes se complementan entre sí, en
los diferentes procesos, de acuerdo con su área de conocimiento.
Competencias fundamentales
La profesión central para todos los casos serán los contadores, por su conocimiento en
esta ciencia, al igual que tienen un rol muy importante los economistas. Algunas de las
competencias que se destacan en estos profesionales son:
 Conocimiento en el campo que auditará.






Conocimiento de las técnicas y procedimientos de auditoría que se emplearán.
Manejo de técnicas de investigación y análisis.
Conocimiento de la cadena de custodia, según el sector que audite. Manejo de
técnicas en recolección de pruebas y evidencias.
Conocimiento de los principios y las disposiciones legales vigentes, las normas
internacionales de auditoría y también de contabilidad.
Formación jurídica en materia penal y civil.
Habilidades en comunicación.
Fuente: Asociación Internacional de Auditoría Forense –ASIAF
Redacción Huella Forense Twitter @HuellaForense
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