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Transcript
INSTITUTO NACIONAL DE
INVESTIGACIONES FORESTALES,
AGRÍCOLAS Y PECUARIAS
CENTRO DE INVESTIGACION REGIONAL
DEL NORESTE
DIRECCION DE COORDINACION Y
VINCULACION ESTATAL EN SAN LUIS
POTOSI
PAQUETE TECNOLÓGICO PARA ALFALFA EN EL ALTIPLANO DE SAN LUIS POTOSI
CICLO AGRÍCOLA: PERENNE 2016
ESTADO: SAN LUIS POTOSÍ
NIVEL DE POTENCIAL PRODUCTIVO: ALTO
CONCEPTO
DESCRIPCIÓN
Características del
área
Altitud: 1,700 a 2,100 msnm
Temperatura: 14 a 29º C.
Precipitación 250 a 450 mm de junio a diciembre.
El cultivo de la alfalfa requiere de suelos profundos, con buen drenaje y bien preparados
para lograr altos rendimientos de forraje.
Preparación del
terreno
Barbecho. Debe barbecharse a una profundidad de cuando menos 30 centímetros.
Esta labor sirve para aflojar la tierra y facilitar que entren las raíces de las plantas.
Rastreo. Dar los pasos de rastra que sean necesarios y en forma cruzada para
desmoronar los terrones y quede mullido el suelo. Con ello se tiene una cama de
siembra sin terrones, se distribuye mejor la semilla y se tiene una buena nacencia de
semilla.
Nivelación y trazo de riego. En el cultivo de alfalfa, el establecimiento y las altas
producciones de forraje dependen de un suelo bien nivelado, ya que se evita el arrastre
de semilla y se aprovecha mejor el agua, ya que se distribuye más pareja. Además de
que se evitan enfermedades de la raíz provocadas por los encharcamientos. La
pendiente del terreno debe tener aproximadamente 10 centímetros en 100 metros.
La nivelación puede hacerse con riel, tablón pesado, cuadro nivelador; la niveladora
"Land Plane", u otros implementos, se recomiendan de acuerdo a los recursos
económicos que tenga el productor.
Variedades
Época de siembra
Forma de sembrar
En el sistema de riego por gravedad (o rodado), la forma apropiada de establecer la
alfalfa es en melgas, el largo y ancho de éstas dependerá de la clase de suelo. Por
ejemplo, en suelos livianos (arenosos), el largo sugerido es de no más de 50 metros;
en suelos de migajón, no más de 129 metros y en suelos pesados (arcillosos) menos
de 150 metros. Para un trazo correcto del sistema de riego, conviene consultar al
personal técnico de los Distritos de Desarrollo Rural de la SAGARPA.
Las variedades que se recomiendan son: Milenia, Gigante, Atlixco, Júpiter, Vía Láctea,
San Miguelito, Temporalera, Oaxaca, Bajío 76, Mixteca 76, Puebla 76 e INIA-76 y las
autorizadas por la SAGARPA.
La siembra debe efectuarse preferentemente en los meses de menos calor (octubre a
enero) para evitar el crecimiento de maleza y zacates de la época de primavera. Esto
favorece un mejor establecimiento del alfalfar. Después de estos meses, se tiene mayor
riesgo de invasión de la maleza.
La siembra puede hacerse en forma mecánica con la sembradora Cultipaker, Brillion o
de cereales. Cuando se siembra al voleo, la semilla se distribuye con la rnano o con la
sembradora Cyclone y se tapa con un paso de rastra de ramas o de picos, procurando
que la semilla quede enterrada a una profundidad no mayor de 2 centímetros, para
facilitar su nacencia y emergencia.
1
Inoculación
La aplicación de nitrógeno es necesaria para alimentar a la plántula en las primeras
etapas de crecimiento. Después, la alfalfa misma puede fijar nitrógeno del aire en el
suelo, formando nódulos o colonias de bacterias en sus raíces, a través de las cuales
la planta obtiene este elemento.
Así, para facilitar la formación de nódulos, conviene tratar la sernilla con un inoculante
específico para la alfalfa. Para hacer esta operación, se deben seguir las siguientes
indicaciones:





Cantidad de semilla
para la siembra
Riegos
Fertilización
Use el inoculante específico para la alfalfa.
lnocule o trate la sernilla que se va a sembrar el mismo día.
Evite que al inoculante y la sernilla inoculada les dé el sol o el viento
directamente.
Moje ligeramente las sernillas para que se pegue el inoculante.
Mezcle la semilla y el inoculante perfectamente.
Para más detalles, siga las instrucciones del fabricante del producto a utilizar.
Para sembrar una hectárea de alfalfa y tener una población adecuada de plantas, son
suficientes 30 kilogramos de sernilla limpia y con buena germinación (más de 85%).
Después de la siembra, se aplica el primer riego; debe ser lento para que no arrastre
la semilla y se formen espacios sin planta. El segundo riego se da cuando comience a
"orearse" o secarse el suelo, lo cual varía según la clase de suelo, la presencia de calor
y vientos, así corno de la nivelación del terreno.
La alfalfa requiere nitrógeno solo en las primeras etapas de crecimiento. Cuando tiene
las raíces bien desarrolladas sus nódulos ahí formados le permiten a la alfalfa
aprovisionarse de nitrógeno. Durante toda la etapa de producción, la alfalfa necesita
de fósforo y potasio en grandes cantidades.
Por estas razones, es conveniente aplicar 40 kilogramos de nitrógeno y 80 kilogramos
de fósforo durante la siembra. En alfalfa ya establecida, cada año se deben aplicar solo
80 kilogramos de fósforo. Con ello asegura mayor producción y duración del cultivo.
Las aplicaciones de fertilizante se hacen al voleo, en forma manual o con maquinaria.
Control de la
maleza
Control de plagas
Las cantidades de fertilizante nitrogenado se obtienen con 200 kilogramos de Sulfato
de Amonio o 90 kilogramos de Urea. El fertilizante con fósforo se obtiene con 400
kilogramos de Superfosfato de Calcio Simple o con 180 kilogramos de Superfosfato de
Calcio Triple.
La maleza se presenta en las primeras etapas de crecimiento de la alfalfa, pero si se
siembra con la cantidad recomendada de semillas en los meses indicados, la invasión
de maleza es menor y las que logran crecer se eliminan desde el primer corte. Por eso
no es conveniente usar herbicidas o hacer deshierbes.
La alfalfa es atacada por varias plagas que pueden ser de importancia económica. Las
plagas más frecuentes y su control se presentan a continuación:
Pulgón verde. Es un insecto con o sin alas, de color verde brillante a verde oscuro,
mide de 3 a 5 milímetros en el estado adulto. El insecto chupa la savia de hojas y tallos;
el ataque más severo se presenta al principio y final del invierno y en tiempo de calor,
si no llueve. El daño que se observa es el marchitamiento de las hojas, las cuales se
vuelven de color amarillento y se detiene el crecimiento de la alfalfa.
Pulgón manchado. El pulgón manchado es un insecto que mide 3 milímetros
aproximadamente, de color amarillo débil a gris. Su nombre se debe a que tiene puntos
negros en la parte superior del cuerpo. El pulgón se presenta durante la primavera y el
invierno y causa daño al chupar la savia de las plantas, al mismo tiempo que le inyecta
2
una toxina lo que trae como consecuencia amarillamiento de hojas y pueden llegar a
desprenderse si el daño es severo; además, este pulgón segrega una mielecilla
mientras se está alimentando. Esta mielecilla favorece el desarrollo de hongos en el
follaje, que se vuelve de color oscuro.
El pulgón verde y el pulgón manchado se controlan con los siguientes productos y dosis
para una hectárea:
Insecticida
Imidacloprid
Thiamethoxam
Pymetrozine
Control de
enfermedades
Dosis g I. A./ha
350
150
250
Antes de aplicar un insecticida es conveniente considerar la etapa de desarrollo y fecha
de corte. Las aplicaciones deben hacerse con 15 días de anticipación al corte.
Las enfermedades muchas veces reducen la vida de la alfalfa y merman la producción
de forraje y su calidad. Estas enfermedades se presentan principalmente en la raíz y
en las hojas.
Enfermedades de la raíz. Son producidas principalmente por hongos y bacterias. Se
presentan con más frecuencia en suelos con drenajes deficientes o encharcamientos.
A continuación se describen los tipos de enfermedades que pueden causar mayores
problemas:
Marchitez de la alfalfa. La marchitez, causada por un hongo, ocurre en áreas con
suelos de drenaje deficiente o donde se forman encharcamientos. El follaje de las
plantas dañadas toma un color amarillento, formándose en algunas partes una
coloración rojiza y en ocasiones mueren. También en las raíces se observan lesiones
hundidas de tamaño variable; al principio de color amarillo y que después se tornan de
color café oscuro con las orillas amarillas. Estas lesiones pueden localizarse en
cualquier parte de la raíz. Para prevenir esta enfermedad se recomienda evitar los
excesos de agua en el suelo, y se debe nivelar perfectamente el terreno antes de
sembrar y dar riegos ligeros en forma frecuente.
Pudrición de la alfalfa. El hongo que provoca la pudrición invade los tejidos de la raíz
y el tallo, ocasionando problemas de absorción, transporte de agua y nutrimientos, lo
que trae como consecuencia la marchitez y muerte posterior de la planta. Las plantas
infectadas reducen su desarrollo, y sus hojas se marchitan y mueren. Al hacer un corte
transversal en las raíces, se observa en ellas una coloración café, abajo de la corteza
y amarillo en la parte central. Para evitar la enfermedad se recomienda nivelar el terreno
antes de sembrar, controlar los riegos y evitar los excesos de humedad en el suelo.
Pudrición texana. Esta enfermedad es frecuente en suelos alcalinos y arenosos. El
síntoma característico, es que a simple vista se pueden observar en el terreno plantas
muertas en áreas casi circulares, de tamaño variable. En el centro de estas, se pueden
encontrar algunas plantas libres de la infección; en las orillas se nota el avance de la
enfermedad, ya que las plantas muestran amarillamiento, se marchitan y mueren. Para
controlar esta enfermedad, se recomienda efectuar rotación de cultivos por un período
de cuatro a cinco años con gramíneas y hacer barbechos profundos para exponer el
hongo al sol.
En caso de que cualquiera de estas tres enfermedades esté atacando fuertemente al
cultivo de la alfalfa, es recomendable hacer rotaciones de cultivos de gramíneas,
principalmente sorgo durante un periodo de tres años.
Enfermedades de la hoja. Entre las enfermedades más importantes, por lo daños que
ocasionan, destaca la peca de la hoja y el rnildiu velloso, que a continuación se
describen:
3
Época de corte
Rendimiento
esperado (ton/ha)
Peca de la hoja. Esta enfermedad se encuentra ampliamente distribuida en la mayoría
de las zonas alfalferas de México; especialmente en la época de lluvias, cuando
prevalecen periodos frescos y húmedos. Los síntomas se manifiestan en las hojas a
manera de manchitas redondas de color café oscuro, casi negro, cuyo tamaño varia de
1 a 3 milímetros. Cuando el daño es severo, las hojas se ponen de color amarillo y
llegan a caerse de la planta. Esta enfermedad reduce la calidad del follaje. El control
químico no es costeable y una forma de reducir los daños es adelantando un poco la
fecha del corte.
Mildid velloso. Esta enfermedad, llamada también "cenicilla", se presenta cuando
existen temperaturas frescas acompañadas de humedad ambiental. Cuando la planta
es atacada por esta enfermedad, primeramente se nota sobre la hoja una coloración
verde pálido que poco a poco cambia al color amarillo y en la parte de abajo de la hoja
se forma una masa algodonosa de color blanco grisáceo. Cuando el daño es intenso,
las hojas pierden coloración, se deforman y llegan a desprenderse. Al igual que la peca,
el corte adelantado de la alfalfa es la práctica más común para conservar las hojas.
El primer corte de alfalfa puede darse entre los 60 a 80 días después de la siembra,
dependiendo de la fecha de siembra y las temperaturas existentes. Durante la
primavera, verano y otoño, los cortes deben hacerse cuando las plantas inicien su
floración o cuando tengan un máximo de 10% de flores. En el invierno la alfalfa reduce
su floración, en cuyo caso los cortes se deben hacer cuando los tallos nuevos de la
corona alcanzan una altura no mayor de 5 centímetros. En promedio, los cortes se
hacen de 25 a 28 días en primavera, verano y otoño y cada 35 días en invierno.
90 toneladas de forraje verde en promedio al año, equivalente a 23 o más toneladas
de forraje seco o achicalado por hectárea, con ocho a diez cortes al año.
Costo de mantenimiento al año en alfalfa establecida: $20,000.00
Valor promedio de la tonelada achicalada: $1,750.00
Valor de la producción al año: $40,250.00
Utilidad: $20,250.00
Relación beneficio costo: 2.01
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