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Transcript
164
Coniferas
Por el Ing. Agr. Pablo ü Ross
Jefe del Museo y Jardín Botánico
Dibujos del Arij. Pedro Cracco
Es más o menos corriente que la gente al referirse a cierto tipo de árboles o a
veces a arbustos, lo haga mencionándolos por el nombre de "Pinos". Esta referencia, que puede resultar suficiente
para un entendimiento primario, a poco
que sea considerada por quien entienda
de plantas, puede resultar insuficiente o
conducir a confusión. En efecto, ocurre
que en el lenguaje común muchas veces
se adjudica el nombre de 'Pino" a un amplio grupo de especies, en función de
que presentan ciertas semejanzas de orden general que se captan en forma casi
intuitiva y permiten suponer su parentesco asi como su diferenciación de otros
grandes grupos botánicos, aun al no iniciado en el conocimiento de las plantas.
Se hace referencia bajo la denominación
de "Pino" a la mayoría, por no decir a
todas, las especies que pertenecen botánicamente al grupo de las Coniferas.
Sin embargo, a poco que una persona
se interese en observarlas en detalle, sin
perjuicio de captar los elementos comunes que conducen a tal simplificación,
encontrará entre ellas diferencias tan
notables que le resultará casi sorprendente el haberlas confundido hasta el
punto de designarlas a todas con un
solo nombre.
CARACTERÍSTICAS
Son cerca de seiscientas las especies
de Coniferas que viven actualmente en
el mundo; a esta cifra debe agrega
las variedades y formas hortícolas qus
se encuentran bajo cultivo y que son
muy numerosas, especialmente aquéllas
consideradas de buen valor ornamental.
Son todas leñosas, frecuentemente ap
boles de gran tamaño, más raramente;,
arbustos o arbustillos; generalmente
presentan una organización monopodiaC
es decir, poseen un tallo principal o troteco que culmina en una yema apical y las.
ramas se desarrollan en verticilos o fal
sos verticilos sobre ese tronco, con
tante regularidad, generando con
^
cuencia ejemplares con formas geométricas también bastante regulares. Otra
característica propia de las Coniferas #
que nos ayuda a reconocer el grupo, éSla presencia en sus tejidos, de células
secretoras, productoras de oleorreá'
ñas. a veces de aroma bastante fuertft,
de donde el término de "resinosas" «$•
que a veces son nombradas. Las hojSli
son simples, por lo general aciculares
lineares, lanceoladas o escamiformesn
con distintas variantes, aunque existen
algunos géneros que comprenden espe'
cíes en las que son aplanadas y de formas oblongas u oblongo-lanceolada^
(Araucaria, Agathis, Podocarpus)
Fig. 1.
El follaje por lo común es persistefl
aunque existen especies en que es
duco, como ocurre en una de ellas bafl
tante cultivada entre nosotros: el "Cipre§
calvo" (Taxodium distichum), que des
CONIFERAS
165
Figura 1
F^ura 2
lúó
ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
rrolla muy bien en terrenos húmedos y
aun anegadizos. Las flores son reducidas (no poseen cáliz ni corola) y unisexuadas y se encuentran agrupadas en
inflorescencias; las masculinas, constituidas sólo por hojas estaminales (estambres) y las femeninas por una escama u hoja carpelar que sostiene óvulos
desnudos y está insertada en la axila de
una bráctea. Las inflorescencias masculinas y femeninas se producen en el mismo individuo, es decir, las especies son
monoicas; son raras las especies dioicas o sea que presenten individuos sólo
masculinos e individuos sófo femeninos
(familia Taxáceas y género Juniperus en
su mayoría). La polinización es anemófíia. Entre la polinización y la fecundación
(unión del gameto masculino contenido
en el grano de polen con el femenino
existente en el óvulo), media un lapso
variable que en algunos casos, Pinus
por eiemplo. puede llegar a más de un
año. Después de la fecundación, las escamas que sostienen los óvulos devienen leñosas y constituyen un cono típico
o en algunos casos devienen más o menos carnosas constituyendo una falsa
drupa o baya.
El término "Coniferas" que da nombre
al grupo, significa portador de conos y
alude al tipo de frutos que presentan.
Cono proviene del íatin "conus", nombre
que daban los latinos a la pina de los
pinos por su forma cónica: se aplica este
nombre a la mayoría de los frutos leñosos de las Coniferas aunque no presenten estrictamente esa forma. En la fig. 2
podemos observar diversos conos y
otros tipos de frutos que aparecen en
este grupo de plantas. En las descripciones botánicas suele encontrarse el término "estróbilo" (ya utilizado por Linneo),
empleado como sinónimo de cono.
IMPORTANCIA Y DISTRIBUCIÓN
Las Coniferas, cuyos primeros representantes aparecen en el Carbonífero
Superior (hace más de 320 millones de
años) y alcanzan su máxima expansión
en el Jurásico (hace 181 millones de
años) con más de 20.000 especies,
constituyen hoy dia ios elementos esen-
ciates de ciertos tipos de bosques,
cialmente en el hemisferio norte
las diversas especies de Picea,
Larix, forman las mayores reservas i
réstales de las regiones septentrional
de América del Norte y Eurasia, -•'•
como en las zonas montañosas de
regiones templadas. En el hemisferio
tienen una menor significación y las
pecies existentes se encuentran
áreas disyuntas {no vecinas geográf
mente); el género Araucaria perter¡eq§
exclusivamente a este hemisferio. g¡
América del Sur las especies de Conífe
ras son muy poco numerosas, podemqj
citar: Araucaria angustifdlia ("Pino ?&$:,
ná" o "Pino Brasil"), Araucana araucarg
("Araucaria chilena" o "Pehuen").Fitzroya
cupressoides ("Alerce ). Libocedrus ?&.
lensis ("Ciprés de la cordillera") y otF^
de los géneros Podocarpus. Saxegothaea.Pilgerodendron y Dacrydium, de
las cuales se encuentran ejempfares culh
tivados en nuestro medio sólo de Pino
Brasil, Araucaria chilena y Ciprés de k
cordillera.
En la flora de nuestro país no esta representado este grupo de plantas t j |
modo que las que podemos observé
entre nosotros son todas exóticas y han
sido introducidas al cultivo desde fueS
de fronteras. Sin embargo, podemos
constatar fácilmente el excelente coffl]"
portamiento que demuestran casi todas
ellas en las condiciones de nuestro rfflfc
dio, a pesar de ser originarias de las m"'
diversas regiones. Un buen ejemplo
esta adaptación lo constituye el
marítimo" (Pinus pinaster), con tanto é
to utilizado en la forestación de los af8i
nales costeros del Río de la Plata. %
punto que produce una abundante rec^
neración natural a partir de las semiW
que e! viento disemina cuando se abf«|
las pinas de los árboles adultos: por otrtf
parte, su crecimiento es en general
perior al que alcanza la especie en el
roeste de Francia, una de sus áreas
origen.
Entre especies y variedades de Co<
feras cultivadas en los paseos públti
de Montevideo, Lombardo cita en sus
bros un total de 83, agrupadas en 22
ñeros; de ellas 64 son árboles y 19 pr
sentan porte arbustivo. Pero si bieni
CONIFERAS
- Picea 2- Juniperus 3.- Pinus 4.~ Cedrus 5.- Cryptomena 6.- Ceptialoiaxus
1Ó7
ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
J
en los parques y jardines donde podemos apreciar ¡a mayor cantidad de especies como consecuencia del destacado
valor ornamental que presenta, ya existen en nuestro pais desde hace mucho
tiempo plantaciones con otros fines.
Son cada vez más importantes las destinadas a la obtención de madera o por su
valor consecuencia, de diversas especies del género Pinus entre las cuales,
además de las de "Pino maritimo" ya
mencionadas, deben citarse P. radiata
("Pino insigne"), P. elliottii, P. taeda, P.
patula y aun P. pinea ("Pino piñonero")
para la obtención de piñones por referirnos a las más abundantes. Es frecuente
asimismo observar cercos de "Ciprés" o
a veces de "Tuya" con fines de protección de los cultivos frente a la acción del
viento.
Una parte muy importante de la madera que se consume en el mundo proviene de árboles de este grupo botánico, ya
sea como madera de aserrío, postes,
durmientes o rollizos o también como
materia prima para la elaboración de papel. En otro orden, puede obtenerse de
elios resinas de aplicación en la industria
y aún algunos producen semiilas que tienen interpes como comestibles.
El arte de ia jardinería ha tenido y tiene
muy en cuenta la utilización de las Coniferas en virtud del valioso aporte que resulta de sus formas, de sus tamaños, de
:
la calidad de sus follajes, del colorido de
sus hojas, en fin, de la posibilidad de
acudir a ellas para resolver plantaciones
i en muy diversas situaciones ecológicas.
i
La Identificación
Las consideraciones precedentes nos
¡levan a pensar que sería de interés contribuir a la divulgación del conocimiento
de estas plantas, tratando de poner a
disposición de los interesados elementos que permitan la identificación de por
lo menos aquéllas que en nuestro medio
son más frecuentes o más destacadas.
Un excelente aporte en este sentido y
probablemente el único en el país que se
extiende sobre claves de este tema, ha
sido el trabajo del Prof. Afilio Lombardo
"Coniferos comunes o interesantes de
parques, paseos y jardines de Montevi-
deo", publicado hace casi 45 años
"Anales de Instrucción Primaria". Haca
30 años el Ing. Agr. César Del CastiS
publicó un interesante y detallado traba
jo pero limitado al género Pinus: "Pos¡y"
lidades de difundir el género" Pinus en a
Uruguay...en la Revista Silvicultura f^
2, boletín de la Escuela Industrial de §£
vicultura de Matdonado. Otros estudio»
no publicados, principalmente sobre Pf.
ñus han sido objeto de trabajos de tesis
en la Orientación Forestal de la Facultad
de Agronomía.
Como primer paso consideramos úm
que se pueda tener una idea de la morf@.
logia general de aquellos órganos que
en lo sustancial nos servirán de base:
para llegar a la identificación de las especies sólo mediante su observación
macroscópica; son las hojas y los frutos.
A tal fin presentamos una lámina mostrando las formas de hojas más frecuentes y otra en que se aprecian tos distintos tipos de fruto de las Coniferas que
se encuentran cultivadas entre nosotros.
A la información morfológica que dan las ,
láminas y que sugerimos sea cotejada
con ejemplos que puedan tenerse al al-;
canee, debe agregarse datos sobre cfi-j
mensiones, consistencia, disposición en {
las ramillas, color y (a información com- ¡
pfementaria que pueda contribuir a
nuestro fin.
i
En muchos casos es muy útil tener an;
cuenta características generales de la I
planta tales como tamaño, tipo de rami^ ¡
cae ion, hábito.
Las claves
Con estos datos estaremos en condiciones de abordar el manejo de claves
para Itegar a la determinación de los gé*
ñeros en una primera aproximación y
luego dentro de cada género intentar llegar a la especie que queremos identificar, de las diversas comprendidas en P
mismo. Es decir, por tomar un par <#
ejemplos: podríamos llegar primero *
género Araucaria y luego dentro del mS'
mo discernir si el ejemplo considera^
es A. angustifolia, A.bidwillii, A. araucS"
na, A. heterophylla, A. columnaris o ™
cunninghamii, que son las seis especié1
que se encuentran cultivadas en nuesfl®
medio: de igual modo, en otro caso
1
X)
CONtfBiAS
169
12
7.-TaxusB.-Taxodium 9 . - Pseudolarix 10.- Abies 1 1 . - Sequoia 12.- Cunninghamia
170
ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
driamos llegar al género Pinus y luego
dentro del mismo a alguna de las numerosas especies existentes acá.
Desde luego que nuestro propósito no
es completar la información necesaria
para líegar a la determinación de todas
las especies de Coniferas cultivadas
aquí, lo que superaría nuestras posibilidades y por supuesto la extensión de un
articulo de divulgación sobre el tema.
Pero si procuraremos proporcionar los
elementos que permitan llegar por lo menos a los géneros.
En próximas entregas intentaremos
hacer lo propio para las especies más
frecuentes o aquéllas cuyos ejemplares
se consideren destacados.
Para (a confección de estas claves nos
hemos basado en buena parte en fas
que Lombardo presentó en su trabajo
que antes aludimos. Constituyen un mecanismo que plantea opciones sucesivas
referidas a las características de tos
ejemplares que abarca.
De esta manera una clave artificial de
Coniferas como la que presentamos,
abarcará los géneros más comunes representados entre aquéllos cultivados
en Montevideo, aunque casi seguramente incluirá a la mayoría de los que existen en el país.
Como lo decimos anteriormente, hemos procurado tomar como referencia
para las opciones, características que
puedan observarse macroscópicamente
y así por el camino de esas opciones podremos llegar al género del ejemplar estudiado. Luego de conocido el género,
recurriendo a una clave de las especies
que abarca, se puede por análogo mecanismo llegar a la especie buscada. Un
mismo género puede aparecer en más
de una opción ya que a veces las especies que lo integran presentan características generales macroscópicas diversas.
Por medio de esquemas morfofógicos,
hemos tratado de brindar una ayuda adicional para quienes no están habituados
al uso de claves y de la terminología corriente en Botánica.
En la clave que presentamos a continuación, comenzamos el camino para la
determinación entrando por e! tip0
hojas, para lo cual se plantean 6 Ol '
nes numeradas del 1 al 6. Luego, sencorresponda, en cada una de ellas
abren las opciones que se señalan &1
letras, las que se repiten las veces r w
sarias y finalmente, en orden aifabéw
aparecen las opciones de 2 o , 3er. y j ,
grado que se encuentran gradualmersl
desplazadas hacia el centro de la p ^¿
na, hasta llegar a la que correspondí
género.
CLAVE DE LOS GÉNEROS
1. Hojas aciculares, cifindricas o
cilindricas
A. Hojas cortas, libres, dispuestas ato
largo de las ramillas, insertas sobre uní
base más o menos saliente. Ramilla nueva asurcada. Cono colgante con escamas leñosas que no se desarticulan aS
madurez
Picea Fig.1
AA. Hojas reunidas en verticilos en f»
quenas ramitas cortas; algunas espaíft
das en las ramillas. Cono erecto c o n ^
camas leñosas que se desarticulan a femadurez
Cecirus Fig.!
AAA. Hojas reunidas en fascículos des.
2, 3, 4 ó 5 por una vaina membranosasír
la base
Pinus Fig.3
2. Hojas lineales
A. Arboles y arbustos sin forma pira$S
dal. no monopodiales.
B. Hojas punzantes con una o dos baldas blancas en la cara superior. Fruto
baya o drupáceo
Juniperus Fig-*
BB. Hojas blandas, sésiles y decurrenfó!
en las ramillas
Cryptomeria Fi<P
BBB. Hojas coriáceas, verdes, sin
das, blanca en la cara superior,
drupa.
C. Hojas verde lúcido en la cara sup»
rior, pálidas o con dos bandas pálidas»1
la inferior. Arbustos o árboles bajos.
D. Hojas netamente disticas, de
cm. de largo por 3 a 4 mm. de
cara inferior con dos bandas
cada una más ancha que la nerva
media, verde. Fruto: drupa con el as
to exterior y tamaño de una acsit
verde, después parduzco.-.Cepha
xus Fig. 6
CONIFERAS
•-Sequoiadendron 14 - Crypt
_~ Af aucaria 16.- Agathis 17.- Podocarpus
' e - - Araucaria
171
172
ALMANAQUE DEt BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
DD. Hojas no netamente dísticas, de 1,5
a 2,5 cm. de largo por 2 mm. de ancho.
Fruto: drupa con disco rojo...Taxus Fig.
7
AA. Arboles grandes o pequeños, deforma piramidal, monopodrales.
B. Hojas blandas, verde cfaro; follaje caduco o sem i persistente, marrón ferrugíneo o amarillo dorado en el otoño.
C. Hojas disticas, de 10-20 mm. de targo
por 1 mm. de ancho. Follaje caduco o
sem ¡persistente, marrón ferrugineo en el
otoño.
Fruto globoso de 1 a 3 cm. de diámetro,
constituido por escamas leñosas caducas; semilias gruesas irregularmente
angulosas
Taxodium Fig. 8
CC. Hojas de 5 a 6 cm. de largo por 2
mm. de ancho, agrupadas en los extremos de ías ramillas cortas (braquiblastos) y solitarias en los brotes nuevos.Follaje caduco, amarillo dorado en et otoño.
Fruto: cono ovoide de 5 a 7 cm. de largo,
que se desarticula a la madurez. Semillas aladas
Pseudolarix Fig. 9
BB. Hojas no blandas, con dos bandas
blancas en la cara inferior.
C. Ramillas cortas, rodeadas de hojas en
todo el !argo, a veces dísticas. Conos
grandes, oblongos.
D. Bandas blancas bren marcadas.
Rama joven tisa.
Conos erectos que se desarticulan a la
madurez...Abies Fig. 10
DD. Bandas blancas apenas marcadas.
Rama joven asurcada. Conos colgantes
que no se desarticulan a la madurez . . .
Picea Fig. 1
CC. Hojas dísticas o subdísticas
D. Cada banda blanca más angosta o
igual que la nervadura media, verde.
Cara superior verde oscuro.
En la base de las ramillas hojas escamiformes muy cortas generalmente de color castaño. Conos ovotdes o subglobosos, de 15-25 mm., persistentes
Sequoia Fig. 11
DD. Cada banda blanca más ancha que
la nervadura media. Hojas lineal-lanceoladas, agudas, de borde finamente aserrado, a veces algo falcadas, decurren-
tes, de 3 a 7 cm. de largo por 4-7 mm ^
ancho. Conos ovoides o globosos des*'
5 cms. de largo
Cunninghamia Fin Vi'
3. Hojas lineal-aciculares.
A. Hojas decurrentes en las ramillas
B. Ramillas de 5-7 mm. de diámetro, n- ¡
jas de 4-10 mm. de targo, imbricadas Q '
subimbricadas, casi escamiformes, & i
ápice.agudo algo, separado de Ja.ramjya •
Sequoiadendron Fig. ^
BB. Ramillas de 10-12 mm. de diámetro
Hojas ni imbricadas ni subimbricadas
unguiculadas o subuladas. Cono globo'
so de 1,5 cm, de diámetro, con escamas
persistentes y espinulosas
Cryptomeria Fig. 14
AA. Hojas no decurrentes en 135
ramillas.
B. Grandes o pequeños árboles de forma piramidal, monopodiales. Ramas piañas o subplanas.
C. Hojas con dos bandas blancas enfi!
cara interior. Ramillas corlas, rodeadas
de hojas en todo el largo.
D.Bandas blancas bien marcadas, rama'
joven lisa, conos erectos
.,
Abies Fig. 1ÍJ,
DD. Bandas biancas apenas marcadas,
rama joven asurcada, conos colgantes .
Picea Fig. 1 ¡
CC. Hojas sin bandas blancas. Ramas ,
verticiladas
Araucaria Fig. 15
BB. Arboles o arbustos sin forma piramidal. Ramas no aplanadas. Hojas punzantes, con 1 ó 2 bandas blancas en la
cara superior.
Fruto baya o drupáceo
Juniperus Fig. *
4. Hojas lanceoladas, ¡ineal-lanceoladas, oblongas u oblongo - lanceoladas.
A. Hojas coriáceas, agudo punzantes*
más o menos rigidas.
B. Hojas de 4 mm. de ancho o menosCon 2 bandas blancas en el envés, mas
anchas que la nervadura media. Dórete
finamente denticulado.
Fruto globuloso de 3 a 5 cm. de largQSemilias aplanadas, aladas
•"•
Cunninghamia Fíg- 1Z
BB. Hojas de más de 5 mm. de ancfi°<
sin bandas blancas en el envés. FnJ^
grueso, de 10 a 30 cm. de largo. Semilla*
gruesas
Araucaria Fíg. W
CONIfERAS
CupresEus 20.- Tetraclinis 2 1 . - Callitris
Libocedrus (Austrocedrus) 23.- Thuja 24.- Thujopsts
173
174
ALMANAQUE PEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
AA. Hojas no agudo punzantes
B. Con nervio central prominente, verde
intenso y lúcido en la cara superior, pálidas en la inferior .. Podocarpus Fig. 17
BB. Hojas sin nervio central prominente,
del mismo color en ambas caras
Agathis Fig. 18
5. Hojas todas escamiformes
A. Dispuestas en ramillas cilindricas (tipo
cupresoide)
B. FRTÍO compuesto de varias escamas
leñosas no caducas S.errülías aristadas.
Cupressus Fig. 19
BB. Fruto compuesto de 4 valvas
Tetraclinis Fig. 20
BBB. Fruto compuesto de 6 valvas verrucosas
Callitris Fig. 21
AA. Dispuestas en ramillas aplanadas
(tipo tuyoide)
B. Hojas con bandas blancas o plateadas
C. Bandas blancas o plateadas en ambas caras de las hojas
Libocedrus (Austrocedrus) Fig. 22
CC. Banda blanca o plateada sólo en la
cara inferior de las hojas
D. Follaje verde intenso, muy aromático.
Ramillas de 2 a 5 mm. de ancho, bandas
blancas poco perceptibles. Conos colgantes, semillas aladas .. Thtija Fig. 23
DD. Follaje verde claro. Ramillas de más
de 5 mm. de ancho. Bandas blancas anchas y bien perceptibles
Thujopsis Fig. 24
BB. Hojas sin bandas blancas o plateadas.
C. Fruto herbáceo, papiráceo o cartáceo, con semillas no afistadas.
D. Follaje verde intenso. Ramillas muy
aplanadas. Hojas netamente más largas
que anchas, agudas en su extremidad.
Ángulo de ramificación de las ramillas
muy agudo
Libocedrus (Calocedrus) Fig. 25
DD. Follaje verde claro o verde intenso,
con reflejos dorados o verde amarillentos. Hojas no agudas, ramilla de aproximadamente 2 mm. de ancho. Conos
erectos, con escamas o con una punta
dorsal recurvada . .Thtija (Biota) Fig. 26
CC. Fruto leñoso y subleñoso. Semillas
aristadas o más o menos atadas.
D. Amentos masculinos verde amarill
tos. Semillas aristadas. Ramillas
tes, a veces con reflejos dorados..
Cupressus Fjg
DD. Amentos masculinos rojizos o
gruzcos. Ramillas ramificadas en
los de 30 a 45 grados. Conos muy n.
queños, caedizos
Chamaecyparis Fig. ¿
6. Hojas casi todas e sea mi formes, po
cas iineal-aeiculares.
A. Las hojas lineal-aciculares plateadas
en la cara superior. Fruto: baya
;
Junipems Fig. j j !
AA, Las hojas lineal-aciculares sin color!
plateado en la cara superior, decurrentes en las ramillas, imbricadas o
i
subimbricadas
.;
. . . . .Cupressus (Estado joven) Fig.
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CONIFERAS
175
25.- Líbocedrus 2 6 - Thuja (Blota) 27.^ Cupressus
28.- Oiamaecyparis 29.- Juniperus 3 0 - Cupressus (estadojoven)