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Transcript
ii
La presente investigación es parte del proyecto 10 32 08 07 “Producción de Abonos
Orgánicos Mediante Compostaje y Vermicompostaje”, registrado en la Dirección
General de Investigación y Postgrado de la UACh en el Programa Universitario de
Investigación en Agricultura Sustentable. El trabajo se realizó bajo la dirección y
asesoría de los C.C. Gerardo Noriega Altamirano, Miguel Ángel Vergara Sánchez,
Francisco Rodríguez Neave, Mateo Vargas Hernández, y Sergio Cruz Hernández.
iii
AGRADECIMIENTOS
A DIOS; por darme el más sublime y frágil de los regalos: LA VIDA.
A LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO; por el cobijo y sustento en estos
cinco años brindándome la oportunidad de realizar una carrera de calidad.
A MIS PADRES LUIS ANTONIO SÁNCHEZ Y FIDELA ROMÁN; por su afán de
sembrar en mí una actitud de superación, por los esfuerzos puestos en mí para
lograr nuestro objetivo hoy alcanzado.
A MIS HERMANOS RUBI, ANA, YERANIA Y LUIS; por todos los momentos
compartidos, las palabras de aliento y el apoyo incondicional que harán que siempre
seamos una familia.
A LA S. P. R. DE R. I. “ROALFI AGROPECUARIOS”; por las facilidades otorgadas, el
apoyo brindado y la disponibilidad para la realización del presente trabajo de interés
común.
A MIS PROFESORES; a cada uno de ellos, por su valiosa contribución en mi
formación como agrónoma, así como en la formación de criterio para el desarrollo
profesional.
A MIS COMPAÑEROS; por el tiempo, vivencias y experiencias compartidas, y por la
motivación para ser mejor cada día.
A TI; por tu cariño, comprensión y compañía en esta etapa de mi vida.
iv
DEDICATORIA
A mis Padres y Hermanos
v
ÍNDICE GENERAL
INDICE DE CUADROS
x
INDICE DE FIGURAS
xi
RESUMEN
xiv
SUMMARY
xv
1.- INTRODUCCION
1
2.- REVISIÓN DE LITERATURA
2
2.1. La Producción de Maíz en México
2
2.2. Origen del Maíz
2
2.3. Usos del maíz
3
2.4. Identificación Botánica
3
2.5. Maíz Zapalote
5
2.5.1. Usos del maíz Zapalote
6
2.5.2. Caracteres genéticos
8
2.5.3. Fisionomía
10
2.5.4. Genealogía
10
2.6. Requerimientos Agroecológicos del Maíz
12
2.6.1. Clima
12
2.6.2. Suelo
13
2.7. Sistema de Producción y Agrosistema
13
2.8. Leyes de la Productividad
14
2.8.1. Ley del Mínimo
14
2.9. Materia Orgánica del Suelo
15
2.10. Reacción del Suelo (pH)
16
2.11. Nutrición Mineral del Maíz
16
2.11.1. Nitrógeno
18
2.11.2. Fósforo
21
2.11.3. Potasio
22
2.11.4. Calcio
25
2.11.5. Magnesio
26
2.11.6. Azufre
28
vi
2.11.7. Micronutrimentos
29
2.11.7_1. Hierro
29
2.11.7_2. Manganeso
31
2.11.7_3. Cobre
32
2.11.7_4. Zinc
34
2.11.7_5. Molibdeno
36
2.11.7_6. Boro
37
2.11.7_7. Cloro
38
2.11.7_8. Níquel
39
2.11.8 Elementos Benéficos
39
2.11.8_1. Silicio
39
2.11.8_2. Cobalto
40
2.11.8_3. Aluminio
40
2.11.8_4. Selenio
41
2.11.8_5. Yodo
41
2.11.8_6. Vanadio
41
2.12 Fertilización foliar
42
2.13. Micorrizas
44
2.14. Azospirillum
46
3.- OBJETIVOS E HIPOTESIS
53
3.1 Objetivo General
53
3.2 Objetivos particulares
53
3.3 Hipótesis
53
4.- MATERIALES Y MÉTODOS
54
4.1 La región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca
54
4.1.1 Localización del lugar de trabajo
55
4.1.2 Extensión
55
4.1.3 Relieve
55
4.1.4 Geología
56
4.1.5 Suelos
57
4.1.6 Hidrología
58
vii
4.1.7 Clima
59
4.1.8 Uso del suelo
61
4.2 Parcela Experimental
61
4.2.1 Historia agrícola
61
4.2.2 Analisis de suelo
64
4.2.3 Establecimiento de los experimentos
66
4.2.4 Diseño experimental
69
4.2.5 Semilla utilizada
70
4.2.6 La inoculación de la semilla
70
4.2.7 Siembra
71
4.2.8 Aporque
73
4.2.9 Preparación y aplicación de fertilizante foliar
73
4.2.10 Variables observadas
74
4.2.11 Analisis estadístico
75
5.- RESULTADOS Y DISCUSIÓN
76
5.1 Producción de Maíz Zapalote Chico de Chahuites en el Istmo de
Tehuantepec
76
5.2 Efecto de los Tratamientos en la Producción de Maíz
81
5.2.1 Altura de Planta
81
5.2.3 Numero de Hojas
83
5.2.4 Días a Floración Masculina
85
5.2.5 Floración Femenina
86
5.2.6 Rendimiento de Grano
86
5. 2. 7 Peso Seco de la Planta
88
5.2.8 Número de Hojas Verdes
90
5.2.9 Discusión General
90
6. CONCLUSIONES
93
7.- LITERATURA CITADA
94
8.- ANEXOS
105
Anexo 1. Mediciones del día 20 de noviembre de 2009; fecha de siembra:
31 de octubre de 2009
105
viii
Anexo 2. Medidas registradas el 22 de diciembre de 2009
106
Anexo 3. Registro de variables a los 100 días después de la siembra
108
Anexo 4. Análisis de suelo de la parcela del señor Alejandro Román
Sánchez
112
ix
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro 1. Características genéticas del maíz Zapalote chico
8
Cuadro 2. Clasificación de los factores de la producción (Turrent, 1985)
14
Cuadro 3. Requerimientos nutrimentales de maíz (Zea mays)
18
Cuadro 4. Clasificación de plantas en función del contenido de Silicio
39
Cuadro 5. Soluciones óptimas de diversos fertilizantes utilizados en
pulverizaciones sobre el follaje
43
Cuadro 6. Características y diferencias entre micorrizas arbusculares y
ectomicorrizas
44
Cuadro 7. Distribución de la precipitación en Tapanatepec Oaxaca
60
Cuadro 8. Concentración nutrimental del fertilizante foliar
67
Cuadro 9. Posibles escenarios de consumo de maíz Zapalote del Istmo de
Tehuantepec, Oax.
77
Cuadro 10. Coeficiente de variación para las variables hojas verdes,
presencia de jilote, mazorca, peso seco de grano
85
Cuadro 11. Comparación de medias por Tukey para los diferentes
Tratamientos
91
x
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Inflorescencias masculina y femenina en una planta de maíz
(fuente: www.bedri.es)
4
Figura 2. Localización del nicho Tehuantepec en el Estado de Oaxaca
6
Figura 3. Totopo del istmo de Tehuantepec, Oaxaca elaborado con maíz
Zapalote
7
Figura 4. Usos del maíz Zapalote chico en el Istmo de Tehuantepec:
totopos, tamales de horno o de olla, elotes hervidos
7
Figura 5. Mazorcas del maíz Zapalote chico de la región del Istmo de
Tehuantepec, Oaxaca
8
Figura 6. Planta de maíz Zapalote chico al aporque (22 días de siembra)
en la región del Istmo
10
Figura 7. Genealogía del Zapalote chico (Hernández, 1987)
11
Figura 8. Posibles razas que dieron origen al Zapalote chico:
1: el Teocintle y 4: el Nal-Tel (Muñoz, 2005)
12
Figura 9. Deficiencia de Nitrógeno en una hoja de maíz
(www.ipni.net, 2009)
20
Figura 10. Deficiencia de Fósforo en el cultivo de maíz
22
Figura 11. Deficiencia de Potasio en mazorcas de maíz (www.inpofos.org)
25
Figura 12. Deficiencia de Magnesio en maíz
28
Figura 13. Deficiencia de Azufre en maíz
29
Figura 14. Deficiencia de Hierro en maíz
31
Figura 15. Deficiencia de Cobre en maíz
34
Figura 16. Deficiencia de Zinc en maíz
36
Figura 17. Región del Istmo de Tehuantepec en el estado de Oaxaca
54
Figura 18. Localización del municipio de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca
55
Figura 19. Relieve del municipio de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca
56
Figura 20. Vertisol pélico del Ejido Revolución 20 de Noviembre
58
Figura 21. Rio Novillero en el mes de Julio, en el municipio de
Tapanatepec,Oax.
59
Figura 22. Climograma de Tapanatepec, Oaxaca
61
xi
Figura 23. Etapas fenológicas donde hay incidencia de plagas en el maíz
62
Figura 24. Cultivo de ajonjolí del Productor Alejandro Román Sánchez
en Octubre de 2009
63
Figura 25. Plantas de mango establecidas en junio 2009
64
Figura 26. Localización y acceso a la parcela
64
Figura 27. Esquema de muestreo en la parcela experimental
65
Figura 28. Producto MYCOFOS como fuente de micorrizas
66
Figura 29. Producto AZO N como fuente de Azospirillum
67
Figura 30. Tratamientos establecidos
69
Figura 31. Solución con los productos y semilla a inocular con micorrizas y
Azospirillum
70
Figura 32. Semilla en solución de biofertilizantes
71
Figura 33. Semilla inoculada
71
Figura 34. Siembra y establecimiento de las parcelas demostrativas
72
Figura 35. Siembra y establecimiento de las parcelas demostrativas
72
Figura 36. Identificación de tratamientos en la parcela experimental
72
Figura 37. Fertilizante foliar adicionado con Urea y KCl para
la primera aplicación
73
Figura 38. Llenado de mochilas aspersoras
74
Figura 39. Aplicación de fertilizante foliar
74
Figura 40. Preparación del terreno para la siembra, del maíz de “Chahuites” en el
Istmo de Tehuantepec
77
Figura 41. Aporque al maíz Zapalote chico a los 22 días después de la siembra, en
el Istmo de Tehuantepec, Oax.
78
Figura 42. Escasa incidencia de gusano cogollero en maíz Zapalote
79
Figura 43.Canasto con el que se cosecha el maíz
80
Figura 44. Secado del maíz Zapalote en el terreno al finalizar el ciclo
80
Figura 45. Cuarto de almacenamiento del maíz Zapalote
81
Figura 46.Efecto de los tratamientos a los 20 días de emergencia sobre la altura de
la plantas de maíz
81
xii
Figura 47. Efecto de los tratamientos a los 50 días de emergencia sobre la altura de
las plantas
82
Figura 48. Efecto de los tratamientos en el número de hojas por planta a los 20 días
posteriores a la siembra
84
Figura 49. Efecto de los tratamientos en el número de hojas por planta a los 50 días
posteriores a la siembra
84
Figura 50. Floración femenina en maíz Zapalote por efecto de los diferentes
tratamientos evaluados
86
Figura 51. Rendimiento de grano en maíz Zapalote con diferentes tratamientos de
inoculación, fertilización química, foliar y composta
88
Figura 52. Rendimiento promedio de planta seca en maíz Zapalote por efecto de los
tratamientos evaluados con fertilización química, inoculación con micorrizas y
Azospirillum, fertilización foliar y adición de composta
89
Figura 53. Producción de rastrojo en base seca en maíz Zapalote por efecto de los
tratamientos evaluados
89
Figura 54. Número de hojas verdes en maíz Zapalote 50 días después de la
siembra por efecto de los diferentes tratamientos
90
xiii
Resumen
ALTERNATIVA DE FERTILIZACIÓN CON EL USO DE AZOSPIRILLUM,
MICORRIZA, COMPOSTA Y FERTILIZANTE FOLIAR PARA MAÍZ
ZAPALOTE CHICO EN EL ISTMO DE TEHUANTEPEC
En el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, se siembra un maíz nativo o criollo de la raza
Zapalote Chico, que en el ciclo de otoño-invierno se cultiva bajo condiciones
extremas de viento, en humedad residual, sistema de producción que se conoce
como “chahuites”. Durante 2008, se sembraron 84, 066 hectáreas con maíz, 87 % en
condiciones de temporal, con un rendimiento promedio de 1.4 tonha-1. El uso de
fertilizantes químicos al suelo es determinante para obtener rendimientos
satisfactorios en maíz, este tipo de fertilizantes actualmente tienen precios elevados,
por ello es conveniente explorar alternativas agroecológicas y sustentables como la
coinoculación con micorrizas (Glomus sp.) y rizobacterias (Azospirillum brasilense),
la incorporación de composta y la fertilización foliar como una vía de aportar
nutrientes. Se evaluaron seis tratamientos, en un diseño completamente al azar con
tres repeticiones; el análisis de los resultados obtenidos fue mediante un diseño
completamente al azar con submuestreo. Las variables asociadas al rendimiento de
grano registrada a los 100 días de la siembra indican que todos los tratamientos son
estadísticamente iguales, así la dosis regional de fertilización (100-40-00) tuvo un
mayor promedio, seguido del tratamiento con la coinoculación micorriza +
Azospirillum + composta + fertilización foliar. Los resultados revelan que el uso de
microorganismos, composta y fertilización foliar puede sustituir la fertilización química
al suelo e incrementar la productividad en el sistema de producción de “Chahuites”.
Palabras clave: micorrizas; Azospirillum; composta; fertilización foliar; maíz;
rendimiento.
xiv
SUMMARY
In the Tehuantepec´s Isthmus, Oaxaca, a native maize of the landrace Zapalote
Chico is planted, in the autumn-winter cycle is grown under extreme conditions of
wind, residual moisture, production system known as "chahuites”. During 2008, were
planted 84, 066 hectares of maize, 87% under rainfed conditions, with an average
yield of 1.4 ton / ha. The use of chemical fertilizers to the soil is crucial to obtain
satisfactory yields in corn, those fertilizers currently have high prices, should therefore
explore alternatives agroecological and sustainable such as co-inoculation with
mycorrhizae
(Glomus
sp.)
and
rhizobacteria
(Azospirillum
brasilense),
the incorporation of compost and foliar fertilization as a way to provide nutrients. Six
treatments were evaluated in a completely randomized design with three replicates,
the analysis of the results was by a completely randomized design with
subsampling. Variables associated with grain yield registered at 100 days after
planting showed that all treatments were statistically similar, and regional dose of
fertilizer (100-40-00) had a higher average, followed by co-inoculation mycorrhiza +
Azospirillum + compost + foliar fertilizer treatment. The results reveal that the use of
microorganisms, compost, foliar fertilization can replace chemical fertilizers to the soil
and increase productivity in the production system "Chahuites."
Keywords: mycorrhizae; Azospirillum, compost, foliar fertilizer, maize, yields.
xv
1.- INTRODUCCIÓN
En el Estado de Oaxaca se siembran alrededor de 200 mil hectáreas con maíz,
identificándose el potencial productivo en regiones como: la Costa, Istmo de
Tehuantepec, Cuenca de Papaloapan y Valles Centrales.
El maíz Zapalote chico es de importancia en la región del Istmo de Tehuantepec,
Oaxaca, siendo esta región considerada nicho de origen y adaptación de esta raza
de maíz criolla; el maíz Zapalote chico como su nombre lo indica desarrolla una
mazorca pequeña, con bajos rendimientos, alrededor de 1 tha -1; su importancia es
en buena parte cultural, siendo el elote y el grano consumidos en diferentes formas y
preparaciones y el rastrojo es utilizado como forraje para los animales de trabajo,
principalmente.
El maíz para los campesinos culturalmente tiene tres ejes en sus componentes: (a)
la riqueza de la variedad del maíz que se siembra, lo que define el maíz que se
comercializa y el gusto por el sabor; (b) la riqueza del producto que se cosecha:
elote, grano, totomoxtle, zacate, otros; y (c) el proceso de producción de grano,
como el caso de “Chahuites”.
La producción de maíz Zapalote chico en el Istmo de Tehuantepec se lleva a cabo
en dos ciclos, primavera-verano: de temporal; y en otoño-invierno: de “Chahuites”,
sistema de producción que depende de la humedad residual de la temporada de
lluvias, con presencia de fuertes vientos y un proceso de producción con nivel de
tecnificación bajo. Para obtener rendimientos aceptables, el maíz requiere
cantidades importantes de fertilizantes químicos, lo que incrementa su costo de
producción, por ello una alternativa es el uso de microorganismos promotores del
crecimiento como micorrizas y Azospirillum, la aplicación de materia orgánica en
forma de composta y fertilización foliar representan una estrategia viable de
fertilización, suministrándole al maíz Zapalote chico los nutrimentos requeridos para
la producción de grano.
1
2.- REVISIÓN DE LITERATURA
2.1. La Producción de Maíz en México
Las tendencias del consumo aparente y de la producción nacional del maíz de los
últimos cincuenta años, muestra cinco etapas: (a) la primera, caracterizada por una
producción equivalente al consumo aparente, culminó en 1965; (b) la segunda
etapa, se caracterizó por una producción mayor al consumo aparente, ocurrió en la
segunda mitad de la década de los años 60, durante este periodo se exportaban
poco más de un millón de toneladas al año; (c) la tercera etapa, ocurrió de 1970 a
1991, se caracterizó por un déficit entre la producción y el consumo aparente, que
promedió 2.1 millones de toneladas anuales, déficit que se cubrió con importaciones;
(d) la cuarta etapa inició a partir de 1992, el país recuperó la capacidad de
autoabastecerse de maíz, se sostuvo durante tres años, este logro dependió de la
ampliación de la superficie bajo riego dedicada al maíz, a costa de otros cultivos, no
se atribuye al aumento en los rendimientos de las tierras cultivadas con maíz
(Turrent, et al., 1996); (e) la quinta, corresponde a la actualidad donde la producción
no abastece al consumo y se acude a las importaciones (FAO, 1993).
2.2. Origen del Maíz
Mesoamérica es el centro de origen del maíz (Zea mays); los registros arqueológicos
sugieren que la domesticación del maíz ocurrió al menos, hace 6000 años,
aconteciendo independientemente en regiones de los Estados Unidos, México y
América Central. Los eventos de hibridación del maíz domesticado han involucrado a
un maíz silvestre antecesor, actualmente extinto, se describe al Teocintle (Z.
diploperennis y Z. mays ssp. mexicana) y al Tripsacum como participantes en el
proceso de domesticación (Mangelsdorf, 1974).
La ausencia de formas silvestres de esta especie, agudiza la especulación y la
controversia, sin embargo, “donde quiera que el maíz haya tenido su origen como
planta silvestre, es indudable que esta planta tiene historia en México. Existen
2
pruebas de ello, en la escultura y cerámica prehistóricas, en los códices, en
impresiones de mazorcas de maíz en rocas, en reliquias de maíz prehistórico y en la
evidencia circunstancial de maíz antiguo en otras regiones” (Wellhausen, et al.,
1987).
2.3. Usos del maíz
El maíz constituye un alimento de primera necesidad para una proporción
significativa de la población mundial. El 21% de la producción mundial total de maíz
se consume como alimento; en México el 68% del maíz cultivado se utiliza para
alimento humano (Morris, 1998).
La importancia de este cereal en los países del primer mundo, la destaca Arturo
Warman quien reporta que de una prueba realizada en un supermercado de Estados
Unidos, se encontró que de diez mil productos que se vendían, dos mil provenían de
este cereal. Por ejemplo numerosos derivados del maíz, son: hojuelas, crispetas,
frituras, aceite, harina, miel, fécula, tortillas, atoles, tamales, enchiladas, tacos,
pozole, elotes, esquites, panes, pasteles, sopas, budines, verduras, cerveza, whisky,
pinturas,
adhesivos,
cosméticos,
fibra,
ornato,
construcción,
otras
(www.fondodeculturaeconomica.com 2009).
2.4. Identificación Botánica
Zea es un género que pertenece a la familia de las gramíneas; Poaceae, a la
subfamilia Andropogonaceae y a la tribu Maydea. Zea es un género de cuatro
especies, de las cuales sólo Zea mays ssp., es económicamente importante
(Doebley, 1990).
El maíz (Zea mays) es una planta anual, monoica, con una altura de 1 a 4 metros
(Watson & Dallwitz, 1992). El tallo está formado por nudos y entrenudos claramente
definidos; los entrenudos son anchos en la base y se estrechan hacia la
3
inflorescencia terminal en el extremo superior de la planta. Las láminas de las hojas
están dispuestas de forma alternada a lo largo del tallo. El maíz es la única gramínea
que posee ambas flores masculinas y femeninas, se encuentran en la misma planta,
localizadas en forma separada. La espiga o inflorescencia estaminada (masculina)
se asemeja a racimos tipo espigas, el polen se dispersa a partir de la panoja o
espiga y es viable durante aproximadamente 10 a 30 minutos, rápidamente es
disecado en el aire (Kiesselbach 1980). La planta de maíz libera el polen durante un
periodo de hasta 14 días, la fase reproductiva comienza cuando una o dos yemas
laterales, presentes en las axilas de las hojas se desarrollan y forman la
inflorescencia pistilada o flor femenina, conocida como jilote (Purseglove 1972). En
cada flor comienza a alargarse el estilo hacia el extremo del eje preparándose para
la fertilización; los estilos pueden alcanzar una longitud de 30 cm, los más largos
conocidos en el reino vegetal. Los granos de maíz individuales, o frutos, están
encerrados y protegida por brácteas foliares modificadas, al conjunto se conoce
como mazorca (Hitchcock & Chase, 1951).
Figura 1. Inflorescencias masculina y femenina en una planta de maíz.
4
2.5. Maíz Zapalote
México tiene numerosas microrregiones, explicadas por la orografía irregular;
originando nichos ecológicos, que son receptáculos, con condiciones singulares;
cada uno tiene condiciones ambientales relativamente diferentes, que los ejemplares
de una especie reciben en forma conjunta: organismo y ambiente, modelan su
adaptación al nicho. La adaptación, en una especie se realiza mediante la selección
y concentración de los genes o combinaciones de ellos que van apareciendo en su
mapa genético: por mutación, migración o recombinación, se expresan con la acción
ambiental, hacen que la planta pueda crecer, vivir y reproducirse de manera más
eficiente, lo que en conjunto lleva a la adaptación. Los suelos de cada nicho son
variables en fertilidad, pendiente, profundidad, color, textura y otras propiedades.
También estos espacios presentan variaciones de lluvia, nubosidad, temperatura,
luz, plagas y enfermedades, con diferencia de un lugar a otro y de un año a otro
(Muñoz, 2005).
Los grupos humanos establecidos en los numerosos nichos del territorio mexicano,
no sólo han conformado las razas de maíz, han perfeccionado las variantes
especializadas de las diferentes condiciones de los nichos y los usos que les
confiere la sociedad. A estas variedades de maíces se les denomina variedades
nativas (Muñoz, 2005).
Nicho ecológico Tehuantepec. En la región del Istmo se identifica el nicho
Tehuantepec, Oaxaca. Tehuantepec está ubicado en la planicie costera del Océano
Pacifico, con altitudes del orden de los 30 metros, con altas temperaturas y baja
humedad relativa. En este nicho circulan vientos fuertes todo el año, especialmente
de septiembre a marzo; destacando la localidad La Ventosa, donde alcanzan los
80km/h. Ahí el maíz que se aprecia es una variedad nativa perteneciente a la raza
Zapalote chico, resistente a los vientos, manteniendo al final del ciclo una forma
ligeramente curvada, pero sin sufrir acame. Las altas temperaturas, son estables a
través del año, lo cual favorece la incidencia permanente de la plaga denominada
gusano cogollero (Spodoptera frugiperda Smith y Abbot), la cual es la más dañina de
5
las regiones tropicales, sin embargo el maíz Zapalote chico ha desarrollado una
resistencia, conocida por los productores (Muñoz, 2005).
Figura 2. Localización del nicho Tehuantepec en el Estado de Oaxaca
2.5.1. Usos del maíz Zapalote
En el valle de Tehuantepec, el maíz Zapalote chico es una variedad precoz, florece a
los 46 días, con una notable estabilidad en su rendimiento a través de los meses del
año, muestra superioridad respecto a los maíces mejorados que son introducidos; el
Zapalote, en condiciones de vientos fuertes es superior a los introducidos, acumula
más rendimiento por día de ciclo vegetativo, lo cual es reflejo de una mayor
eficiencia fotosintética. El rastrojo es bastante apetecible por el ganado, por su
notable palatabilidad, los productores reportan que los animales prefieren el rastrojo
del Zapalote sobre los maíces introducidos. Los elotes son valiosos en la economía
familiar, se cosechan pronto, dado lo precoz de la variedad, observándose a las
mujeres en los centros urbanos regionales con un recipiente en la cabeza
comercializando elotes hervidos o bien deliciosos pasteles. Uno de los usos más
conocidos del grano de esta variedad nativa, son los totopos, que se asemejan a
tostadas, se preservan por largos periodos, sin perder su calidad, ello permite a
6
muchos zapotecos disponer de provisiones como sustituto de la tortilla (Muñoz,
2005).
Figura 3. Totopo del istmo de Tehuantepec, Oaxaca elaborado con maíz Zapalote.
Figura 4. Usos del maíz Zapalote chico en el Istmo de Tehuantepec: totopos,
tamales de horno o de olla, elotes hervidos.
7
2.5.2. Caracteres genéticos
Entre los subproductos del maíz Zapalote, destaca el totomoxtle, representa la mitad
de la longitud de la mazorca; está cubierta permite que el grano se libre del ataque
de las plagas y de las enfermedades, las cuales son muy agresivas por las altas y
estables temperaturas que prevalecen (Muñoz, 2005). Destacan 22 caracteres
genéticos favorables detectados hasta ahora en el maíz Zapalote chico, lo cual lo
convierte en una raza de maíz perfeccionada.
Figura 5. Mazorcas del maíz Zapalote chico de la región del Istmo de Tehuantepec,
Oaxaca
Cuadro 1. Características genéticas del maíz Zapalote
8
Número
Cualidad
Número
Cualidad
1
Resistencia a vientos
12
2
Resistencia a gusano cogollero
Excelente
totomoxtle
3
Resistencia a desecación
13
Buen coeficiente de desgrane
4
Resistencia al calor
14
Mazorca de fácil desgrane
5
15
Resistencia a enfermedades
foliares
16
Buen rendimiento
Resistencia a pudriciones de la 17
mazorca
18
Resistencia a insectos del
19
grano
Excelente calidad para tortillas
6
7
cubierta
del
Excelente calidad para totopos
Alta extensibilidad de la masa
Planta de porte bajo
8
Resistencia al acame
20
Rastrojo de buena palatabilidad
9
Insensibilidad al fotoperiodo
21
Alta eficiencia fotosintética
10
Precocidad
22
Alto potencial
sequia
11
Excelente calidad elotera
hídrico
bajo
La uniformidad del ambiente tehuano, la constancia de los numerosos e intensos
factores adversos, la acuciosa perseverancia de los zapotecos, unida a la
selección prolongada, que incluso continua hasta nuestros días, es lo que
explica el haber logrado excepcional variedad de maíz que debió iniciar su
selección por lo menos hace unos 2500 años (Muñoz, 2005).
El maíz Zapalote chico pertenece al grupo de las razas de maíz mestizas
prehistóricas; este grupo de razas está constituido por razas que se cree se
originaron por hibridaciones entre las razas indígenas antiguas y las razas
exóticas precolombinas y por medio de la hibridación de ambas con el teocintle.
Se utiliza el término prehistórico, porque aun cuando todas las razas son
prehistóricas en el sentido de que no existe evidencia histórica de su origen,
varias de éstas pueden haberse originado como consecuencia de las
migraciones de los primeros colonizadores. Todas ellas, son lo suficientemente
antiguas para haber alcanzado un alto grado de estabilidad genética
(Wellhausen, et al., 1987).
9
2.5.3. Fisionomía
Las plantas del Zapalote chico son de porte bajo de 1 a 2 metros de altura;
precoces; con pocas hojas, con alto índice de venación, color púrpura de la
planta relativamente común, pubescencia ligera o ausente, adaptado a bajas
altitudes, alrededor de 100 msnm (Wellhausen, et al., 1987).
Figura 6. Planta de maíz Zapalote chico al aporque (22 días de siembra) en la
región del Istmo.
Las espigas son cortas, con alto número de ramificaciones dispuestas a lo largo
de más de la tercera parte de la longitud del eje central y las mazorcas son
extremadamente cortas, con 10 a 12 hileras de granos, granos cortos
fuertemente dentados, los granos se desprenden fácilmente del olote, porque se
encuentran colocados casi fuera de las glumas, estrías ausentes, endospermo
blanco y generalmente de harina suave y pericarpio sin color (Wellhausen, et
al., 1987).
2.5.4. Genealogía
El origen del nombre “Zapalote chico” con el que es conocida esta raza se
desconoce. Es relativamente abundante en las tierras bajas de las costas de
Oaxaca y Chiapas, a altitudes de 100 metros más o menos, se han recolectado
muestras en Oaxaca cerca de Niltepec, Reforma, Pochutla y Tehuantepec. Es
casi seguro que el Zapalote chico es el producto hibrido del Nal-Tel, el maíz
10
reventador primitivo del sur de México y otra raza, probablemente el Tepecintle
(Wellhausen, et al., 1987).
Su genealogía propuesta es la siguiente:
NAL-TEL
ZAPALOTE
CHICO
HARINOSO DE
GUATEMALA
TEPECINTLE
TEOCINTLE
Figura 7. Genealogía del Zapalote chico (Wellhausen, et al., 1987).
El Zapalote chico se asemeja al Nal-Tel en el tipo de planta, longitud de la
espiga, número de ramificaciones y longitud de la parte ramificada; también se
acerca al Nal-Tel en los días necesarios para su maduración, ambos son maíces
precoces. El Zapalote chico, como el Nal-Tel, debido a su precocidad, está
adaptado a regiones de poca precipitación pluvial, como son la costa del sur del
Estado de Oaxaca. Se asemeja al Nal-Tel en su adaptación a los suelos
tropicales de bajo contenido en Nitrógeno. En muchos de los caracteres internos
y externos de las mazorcas, el Zapalote chico es intermedio o se asemeja al
Tepecintle. La mejor explicación que existe hasta la fecha sobre el origen del
Zapalote chico, es la hibridación del Tepecintle, o un tipo muy semejante, con el
Nal-Tel. El Zapalote chico debe ser de origen relativamente antiguo, puesto que
ha dado origen al Zapalote grande, que a su vez ha sido padre de razas
secundarias (Wellhausen, et al., 1987).
11
De izquierda a derecha:
1.- Teocintle.
2.- Olote de hace 7mil años
3.- Chapalote incipiente
4.- Nal-Tel
5.- Palomero Toluqueño
6.- Zapalote chico
Figura 8. Posibles razas que dieron origen al Zapalote chico: 1: el Teocintle y 4:
el Nal-Tel (Muñoz, 2005).
2.6. Requerimientos Agroecológicos del Maíz
2.6.1. Clima
La diversidad en tipos, razas y nuevas variedades de maíz que actualmente
existen en México, permiten que existan maíces adaptados a diversas
condiciones agroecológicas que se presentan en el país. En general el maíz
responde a algunos factores y elementos del clima.
Latitud. Con respecto a la luminosidad, se cultiva el maíz en México
desde los 14° de latitud Norte en el extremo sur del país, hasta los 32° de
latitud norte en la frontera con los Estados Unidos. A nivel mundial, el
rango de adaptación llega hasta los 50° de latitud norte, ello explica su
cultivo en algunos lugares de Rusia y Canadá (Centro de Investigaciones
Agrarias, 1980).
Altitud. Se encuentra maíz cultivado desde las costas de ambos océanos
hasta alrededor de los 3000 metros sobre el nivel del mar (Centro de
Investigaciones Agrarias, 1980).
Temperatura. La isoterma 18°C constituye el límite latitudinal norte para
el cultivo del maíz (Gamboa, 1980). La media diaria óptima de
12
temperatura durante junio, julio y agosto es 22°C, con una variación de
temperaturas entre el día y la noche entre 30°C diurnos y 15°C nocturnos
(Thompson, 1970).
Humedad. La planta de maíz parece ser más resistente a la sequia en los
comienzos de su desarrollo, que posteriormente. La pluviometría,
sobretodo en la época de la floración, es el factor determinante del
rendimiento del maíz (Gamboa, 1980). Se necesitan lluvias anuales, entre
600 y 1000 mm para la producción de maíz de ciclo corto; y
precipitaciones adicionales para la producción de alta intensidad, donde
existen temporadas de ciclo de cultivo más largo (Purseglobe, 1972).
En México se siembra maíz de temporal, con probabilidades, aunque
escasas, de obtener cosecha en zonas áridas como la altiplanicie de San
Luis Potosí, cuya precipitación total anual es menor a 400mm; hasta en
las Sierras de Hidalgo, Puebla y Veracruz, o en las selvas de Tabasco y
Chiapas con lluvias anuales superiores a los 4000mm de precipitación
total (Centro de Investigaciones Agrarias, 1980). Las necesidades de
agua son grandes, debido a su producción de materia seca, siendo uno
de los cultivos más eficientes, teniendo un coeficiente de transpiración de
350 (Domínguez, 1997).
2.6.2. Suelo
El maíz se cultiva en una amplia gama de suelos, se prefieren los suelos
profundos, con buen drenaje y aireación. En climas secos es deseable que
tengan buena capacidad de retención de agua; en los climas húmedos y fríos,
son más adecuados los terrenos ligeros, con buen drenaje. Con relación al pH,
son más adecuados los suelos ligeramente ácidos a neutros (Gamboa, 1980).
2.7. Sistema de Producción y Agrosistema
El sistema de producción se concibe como un cultivo donde los factores
incontrolables de la producción son prácticamente constantes. Se excluye a los
13
factores controlables de la producción, el manejo, que se puede llevar a su nivel
óptimo (Turrent, 1985); los factores de la producción son controlables e
incontrolables.
Cuadro 2. Clasificación de los factores de la producción (Turrent, 1985).
Clasificación
Ejemplo
Factores controlables
Dosis, fuentes y método de fertilización
Factores Incontrolables
1.modificables
Nitrógeno en el suelo
2.inmodificables Textura, estructura, régimen de lluvias
Turrent (1985), definió al Agrosistema como un cultivo en que los factores de
diagnóstico inmodificables, fluctúan en un ámbito establecido por conveniencia,
dentro de un agrosistema, cualquier fluctuación geográfica o sobre el tiempo, en
la función de respuesta a los factores controlables de la producción será
considerada como debida al azar en el proceso de generación de tecnología de
producción.
En la definición de agrosistemas, solamente figuran los factores inmodificables;
los modificables se pueden aproximar a niveles óptimos mediante la
manipulación de los factores controlables correspondientes (Turrent 1985).
2.8. Leyes de la Productividad
2.8.1. Ley del Mínimo
Fue enunciada por Lieibig, es cualitativa, expresa que: “El rendimiento o el
aumento de materia vegetal durante el crecimiento viene determinado por el
factor que se encuentra en menor cantidad en relación con las necesidades de
las plantas”. Los elementos que actúan sobre el crecimiento lo hacen
conjuntamente, basta con que uno de ellos que se encuentre en proporción
14
insuficiente, para que el rendimiento se vea comprometido, este es el factor
limitante (Diehl, 1994). Lieibig comprobó que al aumentar el nivel del elemento
que actúa como limitante, la cosecha aumenta linealmente hasta un punto en
que este factor deja de ser limitante, entonces otro factor es el que limita la
magnitud de la cosecha (Urbano, 1992). Es decir, el factor sólo ejerce influencia
en tanto se aporta en dosis tales que pueda ser considerado como limitantes,
cuando se alcanza un cierto umbral, el factor ya no ejercerá esa acción y será
entonces otro factor el que pasará a ser limitante (Diehl, 1994).
Cada factor de crecimiento puede ser limitante mientras no se alcance un
contenido determinado; por debajo de este mínimo, el crecimiento es
proporcional a la cantidad del factor disponible por la planta, pero cuando se
supera el factor no ejercerá ningún efecto (Diehl, 1994).
La ley del mínimo, en la fertilización obliga a tener presentes todos los elementos
nutritivos y hacer el aporte de nutrimentos en forma equilibrada, para que
ninguno de ellos tenga función limitante (Urbano, 1992).
2.9. Materia Orgánica del Suelo
La materia orgánica está constituida por un conjunto heterogéneo de sustancias
en distintos grados de alteración. La materia orgánica se compone de:
(a) Materia orgánica fresca. Es la materia prima para la formación de las
sustancias húmicas, integrada por:
1. Biomasa vegetal. Es mayoritaria, senescente o necrosada,
procedente de la parte aérea de la vegetación y raíces,
deyecciones, secreciones y restos de animales. Constituye una
fuente de energía para las comunidades saprófitas que las
consumen.
2. Biomasa microbiana. Masa de microorganismos y microfauna
menores de 5x10-3 µm. está muy poco o nada alterada, no se
encuentra unida a la fracción mineral. Se puede separar por
procedimientos físicos.
15
(b) Humus. Constituido por sustancias resultantes de la alteración,
desnaturalización, desorganización, y cambios en la funcionalidad de
productos sintetizados por las plantas y los microorganismos, por ejemplo:
1. Materias
orgánica
heredada
(sustancias
no
húmicas,
biomacromoléculas con características químicas reconocibles),
como materiales orgánicos sencillos: azúcares y aminoácidos, y
materiales orgánicos de elevado peso molecular: polisacáridos y
proteínas.
2. Materias orgánicas humificadas, que son sustancias húmicas o
humus en sentido estricto, materiales transformados que han
perdido las características químicas de sus precursores (Porta, et
al., 2003).
2.10. Reacción del Suelo (pH)
La acidez del suelo está determinada por la concentración de iones Hidrógeno
(H+) en la solución del suelo, exactamente por la actividad de los mismos. En el
suelo la actividad de los iones Hidrógeno generalmente es pequeña, por lo que
se expresa esta concentración mediante el logaritmo de la inversa de la
concentración (H+);
.
La escala de pH es de 0 a 14; el centro de la escala es 7, corresponde a la
neutralidad, los valores inferiores, son de acidez creciente y los superiores de
basicidad creciente. En el suelo, los valores de pH pueden variar de 4 a 10,
teniendo este valor influencia en el desarrollo de los cultivos; esta influencia es
indirecta,
influye
en
la
solubilidad
de
nutrimentos,
desarrollo
de
microorganismos, humificación y mineralización de la materia orgánica, entre
otros. (Domínguez, 1997).
2.11. Nutrición Mineral del Maíz
Las necesidades nutricionales de cualquier planta son determinadas por la
cantidad total de nutrimentos que requiere durante su desarrollo fisiológico. En el
16
caso del maíz esta extracción dependerá del rendimiento meta que incluye la
concentración en el grano y en el forraje; la composición del grano fluctúa poco,
el porcentaje de la producción que representa el grano puede variar entre 30 y
60%. Entre las causas de la variabilidad, además de la influencia varietal,
Gamboa (1980), señala:

El ciclo del maíz o número de días transcurridos desde la germinación hasta
la madurez fisiológica: los maíces de ciclo largo arrojan altas relaciones
grano/forraje.

La fecha de la siembra: las siembras precoces elevan el rendimiento en
grano.

La densidad de plantación: el aumento de densidad disminuye el número
medio de mazorcas por planta, así como el peso de éstas.
Domínguez (1997), reporta que la absorción de la mayoría de los elementos
nutritivos que extrae el maíz del suelo se realiza en un periodo de unos 50 a 60
días, con un periodo de máxima actividad en la floración. Las producciones altas
de maíz exigen un nivel de fertilidad elevado en el suelo, es ahí donde el análisis
de suelo permite conocer el estado de fertilidad del suelo y la probable respuesta
del cultivo; así apoyados en el análisis de hojas en plantas desarrolladas,
muestreando la hoja opuesta a la última mazorca, analizando el tercio central
permite conocer el estado nutritivo del cultivo.
Entonces, las necesidades nutricionales de cualquier cultivo son determinadas
por la cantidad total de nutrimentos que extrae durante su desarrollo fenológico
(Gamboa, 1980). La cantidad de elementos nutritivos debe establecerse
realizando los balances de elementos que utiliza, teniendo en cuenta todos los
factores de la producción, las características productivas y las fuentes de
fertilizantes necesarios (Domínguez, 1997). La extracción total depende del
rendimiento meta, por ello es necesario poner a disposición de la planta la
cantidad total de elementos nutritivos que esta extrae (Gamboa, 1980). En el
caso del cultivo del maíz las concentraciones requeridas para producir una
tonelada de grano han sido estudiadas, como se reporta en el Cuadro 3.
17
Cuadro 3. Requerimientos nutrimentales de maíz (Zea mays)
Nutriente
Requerimiento Índice de
(kg/t grano)
cosecha
Macronutrimentos
Nitrógeno
22
0.66
Fósforo
4
0.75
Potasio
19
0.21
Calcio
3
0.07
Magnesio
3
0.28
Azufre
4
0.45
Boro
0.02
0.25
Cloro
0.444
0.06
Cobre
0.013
0.29
Hierro
0.125
0.36
Manganeso
0.189
0.17
Molibdeno
0.001
0.63
Zinc
0.053
0.5
Micronutrimentos
Fuente: http://www.ipni.net/ (International Plant Nutrition Institute)
2.11.1. Nitrógeno
El Nitrógeno es constituyente de los más importantes compuestos y complejos
orgánicos minerales de la planta, por ejemplo: aminoácidos, proteínas, ácidos
nucleícos, aminas, amidas, nucleoproteínas, Clorofila, otros. El contenido de
Nitrógeno en la planta varía entre 2 y 4% de la materia seca, de éste, un 80 a
85% corresponde a las proteínas y 10% a los ácidos nucleícos (Domínguez,
1997).
18
El Nitrógeno es absorbido, en forma nítrica (ion nitrato NO 3-), en forma
amoniacal (ion amonio NH4+), ambos metabolizados por la planta. La forma
nítrica es absorbida preferentemente; el ion nitrato es absorbido por la planta con
actividad metabólica, es decir, con consumo de energía (Domínguez, 1997). Se
ha reportado que ciertos híbridos del maíz utilizan cantidades importantes en
forma amoniacal (NH4+), lo que coadyuva a incrementar el rendimiento. Esto es
explicable, debido a que cuando se absorbe NO3- este es reducido a NH4+ y
luego se convierte en aminoácidos, los carbohidratos utilizados podrían
dedicarse a la formación de grano.
En la absorción de Nitrógeno se distinguen tres fases, según la velocidad de
absorción: (a) la primera comprende desde la germinación hasta un mes antes
de la aparición de las barbas o estilos florales femeninas o jilote, en esta fase la
absorción es lenta, aquí la planta extrae solo el 8% de sus necesidades totales;
(b) la segunda se desarrolla durante el mes anterior a la aparición de las barbas
o jilote; y (c) la tercera corresponde al proceso de la madurez fisiológica
(Gamboa, 1980).
La reducción del nitrato a amonio es mediante dos enzimas; (1) la nitrato
reductasa, la que implica el gasto de dos electrones para reducir el nitrato a
nitrito y (2) la nitrito reductasa, que transforma el nitrito (Marschner, 2002).La
reducción del nitrato ocurre en las raíces y también en la parte aérea
(Domínguez, 1997).
NO3- + NADPH

NO2- + NADP
(nitrato reductasa)
NO2- + NADPH

NH2OH + NADP
(nitrito reductasa)
NH2OH + NADPH

NH4+ + NADP
(hidroxilamina
reductasa)
En el metabolismo del Nitrógeno influyen: genotipo, humedad, temperatura,
suministro de Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Azufre, Molibdeno, Hierro, cobre, luz y
madurez de la planta; debe destacarse que la reducción del nitrato no se efectúa
sin luz, exige la presencia de la coenzima NADPH que se produce en la
19
fotosíntesis y con la edad de la planta aumenta también la capacidad del sistema
enzimático (Domínguez, 1997).
El Nitrógeno por su presencia en la Clorofila influye en la asimilación de los
hidratos de carbono; un excesivo contenido de Nitrógeno en la planta reduce la
acumulación de hidratos de carbono en la célula, con lo que la pared celular se
ve afectada, en consecuencia, se obtienen plantas débiles. El Potasio por su
acción
estimuladora
sobre
los
azucares,
contrarresta
estos
efectos
desfavorables. La acumulación de nitrato en la planta por exceso de absorción
puede tener efectos tóxicos en el hombre y en los animales, causa
envenenamiento de la sangre (metahemoglobina) y existe reducción de la
vitamina A (Domínguez, 1997).
La escases en el abasto de Nitrógeno a la planta, aunque sea ligera tiene una
notable incidencia en el desarrollo (Domínguez, 1997). Las deficiencias de
Nitrógeno en la primera fase del crecimiento se manifiestan por retraso en el
desarrollo y el color verde-amarillento claro de las hojas. Los síntomas más
evidentes de deficiencia se aprecian después que la planta ha alcanzado la
altura de la rodilla (Gamboa, 1980), el síntoma característico es la Clorosis
generalizada de la planta iniciando con las hojas viejas, dada la gran movilidad
de este elemento dentro de la planta (Domínguez, 1997), este amarillamiento
continua a lo largo del eje de la hoja originando una V con la punta dirigida hacia
el tallo, y luego toda la hoja queda amarilla. El proceso se repite sucesivamente
en las hojas más jóvenes (Gamboa, 1980).
Figura 9. Deficiencia de Nitrógeno en una hoja de maíz (www.ipni.net, 2009)
20
2.11.2 Fósforo
En la naturaleza el Fósforo se encuentra en los minerales primarios como las
apatitas, otra fracción se encuentra adsorbida en las arcillas y el P en solución,
que es del que pueden disponer las plantas.
El Fósforo se encuentra en la planta en forma de ortofosfato, en algunos casos,
como pirofosfato; se une a diferentes compuestos orgánicos mediante la
formación de ésteres con grupos hidroxilos y el enlace con otros grupos fosfato,
mediante un enlace de pirofosfato. Entre los compuestos más frecuentes y
significativos destacan: adenosin difosfato y adenosin trifosfato (ADP, ATP),
fosfolípidos,
ácidos
nucleícos
(ácido
ribonucleico
(RNA),
ácido
desoxirribonucleico (DNA), dinucleotido adenina nicotinamida (NADPH), fitina,
otros. Las plantas tienen un contenido en Fósforo entre 0.1 a 1.2%, estando al
menos el 80% incorporado a compuestos orgánicos (Domínguez, 1997).
Las formas absorbidas de Fósforo son los iones monofosfato (PO 4H2-) y bibásico
(PO4H=), creyéndose que solo el primero lo es activamente. Tienen una marcada
influencia en la absorción del Fósforo, factores como: la temperatura (se reduce
con el frio); el pH (reducción notable a pH elevado); otros factores son la
humedad, la aireación y la disponibilidad de nutrimentos (Domínguez, 1997).
La absorción del Fósforo es mucho más lenta que la del Nitrógeno, es paralela a
la acumulación de materia seca durante la mayor parte del desarrollo vegetativo
de la planta. En la curva de absorción hay que destacar un cambio en la
pendiente de la curva poco después de la aparición de los estilos femeninos o
jilotes; esta inflexión señala el descenso que se produce en la extracción media
diaria de P cuando la planta pasa el periodo crítico de desarrollo, ubicado en los
alrededores de la aparición de la inflorescencia masculina (espiga) y de las
barbas (jilote). A diferencia del Nitrógeno, el Fósforo está uniformemente
repartido en la planta. Las hojas y el tallo alcanzan su contenido máximo en el
momento en que comienza a formarse el grano, en esta misma fase fenológica
se inicia la translocación del Fósforo de los órganos vegetativos hacia el grano
(Gamboa, 1980).
21
El Fósforo, una vez absorbido, es móvil en la planta y se incorpora rápidamente
al metabolismo, primero se producen azucares y alcoholes fosforilados como
productos intermedios, así como los fosfolípidos que son componentes básicos
de las membranas celulares. El compuesto orgánico mas importante en el que
interviene el Fósforo por su papel en el almacenamiento y transporte de la
energía es el adenosin trifosfato (ATP) que se forma en la reacción de
fosforilación (Domínguez, 1997).
El maíz deficiente en P presenta hojas verde oscuro con puntas y bordes
violáceos; la deficiencia es usualmente identificable en plantas jóvenes, las
cuales presentan una marcada disminución del crecimiento inicial; la maduración
del cultivo es retrasada con deficiencias de P (International Plant Nutrition
Institute http://www.ipni.net/ ).
Figura 10. Deficiencia de Fósforo en el cultivo de maíz
2.11.3. Potasio
El Potasio es componente de los minerales primarios, se encuentran en los
feldespatos (4-15%) y en las micas (10% K); en estos compuestos, el Potasio es
liberado sólo a medida que se produce la descomposición y transformación de
los minerales. La fracción más activa del Potasio se encuentra en los minerales
secundarios de la fracción coloidal: caolinita y las micas evolucionadas como la
Illita, Montmorillonita y Vermiculita. También es adsorbido por la materia
orgánica, pero en proporción mucho más débil. En la solución del suelo, la
concentración del ion Potasio K+ es entre 0.2 y 10 miliequivalentes por litro
(Domínguez, 1997).
22
La ecuación general que ilustra las relaciones del Potasio en el sistema sueloplanta es la siguiente:
K+ suelo
K+ solución
K+ planta
En la fracción del suelo, el K+ puede estar en dos posiciones:
(1) En la estructura cristalina de los minerales o fijados en las posiciones
interlaminares, de modo que sólo la alteración del mineral es capaz de
producir la liberación del Potasio y su incorporación al sistema; en esta
posición se encuentra del 90 al 98% de dicho nutrimento.
(2) Adsorbido en posiciones de cambio de las arcillas coloidales y otros
materiales coloidales (materia orgánica, alófanos) con mayor o menor
afinidad, pero de forma cambiable, por lo tanto participando activamente
en el sistema. El Potasio cambiable puede estar entre el 1 y el 10% del
total.
(3) Así, la reacción principal del sistema es la correspondiente al equilibrio
entre el K+ intercambiable adsorbido y el K+ en la solución del suelo.
El Potasio como cualquier otro catión, es adsorbido en la superficie laminar y en
los bordes de las arcillas, así como en posiciones interlaminares en las arcillas
expandibles. La fuerza de adsorción es definida por los coeficientes de adsorción
determinados por las ecuaciones de cambio. La máxima afinidad del Potasio
corresponde a las posiciones interlaminares de las arcillas expandibles, en
particular, de Illita, Vermiculita y Montmorillonita. Las posiciones laminares de las
arcillas retienen el Potasio con poca fuerza y lo mismo ocurre con la materia
orgánica; la cantidad de adsorción del K en el suelo depende, de la cantidad de
arcilla presente (Domínguez, 1997).
Cuando el K ocupa posiciones muy selectivas que por cambios físicos quedan
prácticamente inaccesibles a otros cationes para su intercambio se dice que está
fijado. En las Illitas y Vermiculitas, la fijación del K puede ser muy grande con
cierta independencia del grado de humedad del suelo. La fijación del Potasio por
estas arcillas cuyo contenido de este elemento ha ido disminuyendo a medida
que han evolucionado tienen una enorme trascendencia en la dinámica del
23
sistema y en la práctica agrícola; la aplicación de fertilizantes potásicos ante la
presencia de estas arcillas semiagotadas de este elemento provoca readsorción
intensa y queda escasamente cambiable y se reincorpora al sistema lentamente
(Domínguez, 1997).
El transporte del Potasio en el suelo hacia la raíz se produce, principalmente, por
difusión. Teniendo en cuenta que la superficie radicular es mínima comparada
con la del suelo (1x10-6 a 1x10-4), para que las plantas puedan absorber 200
Kg/ha de K directamente por contacto, el suelo debería contener un 45% de K
(Domínguez, 1997).
Las plantas utilizan el Potasio que se encuentra en la rizósfera y que está en
equilibrio con el Potasio cambiable. Los cultivos pueden absorber Potasio en
cantidad suficiente para cubrir sus necesidades, aun en bajas concentraciones
de la solución, a condición de que esta se mantenga estable, es decir, que el
suelo tenga la capacidad o poder amortiguador para reponer las pérdidas
(Domínguez, 1997).
La extracción de Potasio es sumamente rápida a partir del momento de la
nacencia. El ritmo de absorción es incluso superior al Nitrógeno. Alrededor de
unos 20 días antes de la emergencia de los estilos femeninos (jilote) la velocidad
de absorción se eleva rápidamente, manteniéndose prácticamente constante
durante 20 a 25 días, en este periodo la absorción diaria puede alcanzar hasta
7.3
kg/ha.
En
su
fase
inicial
el
Potasio
absorbido
se
encuentra
fundamentalmente en las hojas y en el tallo; la máxima concentración en las
hojas se alcanza en el periodo entre la aparición de la panícula masculina
(espiga) y de las barbas (jilote). A partir de ese momento es el tallo el que
acumula más Potasio; se produce la migración de Potasio hacia el grano, pero la
translocación es más lenta y menos importante (Gamboa, 1980).
La respuesta de los cultivos al Potasio presenta interacciones positivas con
numerosos factores como con la resistencia de las plantas al frio, a la salinidad y
a las enfermedades. Cabe destacar la interacción con el agua, dado el papel del
K, tanto en el mantenimiento de la turgencia celular como en la regulación de la
apertura de los estomas. Las plantas con una adecuada nutrición de K
reaccionan rápidamente cerrando los estomas para reducir la transpiración
24
cuando se someten a vientos cálidos. También existe una fuerte interacción con
el Nitrógeno, ya que influye en el metabolismo del N (Domínguez, 1997).
La deficiencia potásica se muestra en un principio por la disminución del ritmo de
crecimiento de la planta y un color más claro, posteriormente se decoloran los
bordes de las hojas más viejas, seguido por el empardecimiento y necrosis de
los bordes. Finalmente estos síntomas se extienden a toda la superficie de la
hoja (Gamboa, 1980). Si la deficiencia persiste, los síntomas progresan hacia
toda la planta (International Plant Nutrition Institute http://www.ipni.net/). La falta
de Potasio origina en maíz mazorcas con las puntas sin granos y muy pajosas,
que maduran más o menos tardíamente en función de la gravedad de dicha falta
(Gamboa, 1980).
Figura 11. Deficiencia de Potasio en mazorcas de maíz
2.11.4. Calcio
En el sistema suelo-planta se encuentran tres componentes principales de
Calcio: (1) La fracción mineral la forman los feldespatos, calizas diversas y
apatitas y variados compuestos de Fósforo; (2) la fracción adsorbida en el
complejo coloidal en la que el Calcio juega un excelente papel como floculante;
y (3) el Ca++ en la solución del suelo (Domínguez, 1997).
El contenido de Calcio en el suelo puede alcanzar valores elevados,
especialmente en suelos calizos, las fracciones más activas e importantes del
sistema son el Ca++ cambiable y el Ca+ en solución. El Ca++, es adsorbido más
fuertemente que el Mg++, K+ y Na+ por el complejo coloidal del suelo, debido a su
carga y a su reducida hidratación; ocupando así entre el 30 al 90% de la
capacidad total de cambio del suelo. El Ca++ en solución se mueve en la
25
rizósfera hacia la raíz con el movimiento del agua en cantidad muy superior a la
que absorbe la planta (10 a 20 veces). Es muy susceptible de perderse por
lavado. Así como el Potasio, se considera al Ca++ en forma cambiable como
asimilable; sólo en condiciones de extrema acidez, con Calcio cambiable inferior
al 20% de la capacidad de cambio, es posible que se registren deficiencias de
este elemento en los cultivos (Gamboa, 1980).
El Calcio tiene un papel importante en la mejora de la estructura del suelo, por
medio de la floculación de las partículas coloidales y su efecto sobre la
agregación de las mismas. Es un elemento fundamental en la neutralización de
la acidez del suelo y elevación del pH mediante el encalado, a través del
intercambio del Ca++ por el Al+++ y el H+ (Gamboa, 1980).
En años recientes el calcio ha llamado la atención porque una de sus funciones
dentro de la planta es como segundo mensajero conduciendo señales entre los
factores del ambiente y las respuestas de las plantas en términos de crecimiento
y desarrollo. Ésta función es relacionada con la estricta compartimentación a
nivel celular del Calcio (Marschner, 2002).
El Calcio se encuentra en el maíz en las hojas fundamentalmente, el grano es
pobre en este elemento. Las fluctuaciones registradas en la concentración de
Calcio son pequeñas, se estiman entre 0.015 y 0.025% de CaO en el grano de
maíz (Gamboa, 1980).
La deficiencia en Calcio produce el ennegrecimiento del ápice vegetativo. No se
producen deficiencias en suelos que tengan un pH igual o superior a 6; siendo
más bien debido a la insuficiencia o débil asimilabilidad de otros elementos
indispensables, a una nitrificación defectuosa o a la toxicidad de elementos tales
como el Manganeso o el Aluminio cuando están presentes en cantidades
excesivas (Gamboa, 1980).
2.11.5. Magnesio
Este elemento se puede encontrar en tres fracciones en el sistema: (1) en los
minerales que lo contienen y que son pocos activos en el suelo: dolomita,
26
anfíboles, olivino, piroxeno, otros; (2) el Magnesio adsorbido en el complejo
coloidal en forma cambiable; y (3) el Magnesio (Mg++) contenido en la solución
del suelo y que constituye la fuente principal de absorción para la planta
(Domínguez, 1997).
El comportamiento del Magnesio en el sistema suelo-planta queda circunscrito
básicamente a la reacción de adsorción y el equilibrio existente entre el Mg de la
solución y el Mg adsorbido en forma cambiable. Sin embargo, al igual que el
Potasio, puede quedar fijado en forma no cambiable en las posiciones
interlaminares de determinadas arcillas y ocupar posiciones en la red cristalina
de las mismas sustituyendo al Aluminio. El Magnesio cambiable es la forma
asimilable por las plantas, generalmente las necesidades de los cultivos se
cubren cuando el Mg ocupa más del 6% de la capacidad de cambio, siendo el
intervalo normal en los suelos entre el 4 y el 20% (Domínguez, 1997).
Una proporción sustancial del magnesio total está involucrado en la regulación
del pH celular y en el balance catión- anión (Marschner, 2002) presentando así
interacciones importantes con el K y el Ca. En los suelos ácidos, pobres en
Magnesio, la corrección exclusiva con materiales de Calcio puede resultar en
deficiencias graves de este elemento. Debe realizarse las correcciones con
materiales mixtos, como dolomitas. Por otra parte, un elevado contenido de K
afecta igualmente al Mg cambiable. Un bajo contenido de Mg en los forrajes
induce una deficiencia de este elemento en los animales, conocido como
tetanina (Domínguez, 1997).
Las necesidades de Magnesio en maíz, son similares a las de Calcio o Fósforo
(Gamboa, 1980). La deficiencia de Magnesio produce rayas blancuzcas a lo
largo de las venas y con frecuencia, el envés de las hojas inferiores toma una
coloración púrpura (Berger, 1995). Esta deficiencia puede manifestarse en
suelos arenosos ácidos, incluso si su pH se ha elevado a 6 mediante enmiendas
calizas. Naturalmente que este caso sólo se produce cuando dichas enmiendas
no contienen Magnesio (Gamboa, 1980). Las deficiencias de Mg en cultivos de
maíz se presentan con manchas cloróticas internervales en las hojas más viejas,
conocido como síntoma de “hojas estriadas” (International Plant Nutrition
Institute http://www.ipni.net/).
27
Figura 12. Deficiencia de Magnesio en maíz
2.11.6 . Azufre
Al Azufre se le encuentra en forma gaseosa y como componente de algunos
minerales como el basalto y la pirita.
La forma iónica SO2-4 es como se absorbe el Azufre y puede ser utilizado sin
reducir e incorporarse a las estructuras orgánicas esenciales, como los
sulfolípidos en las membranas o polisacáridos (Marschner, 2002); existen
también numerosos compuestos orgánicos de Azufre, en los que se integra de
forma reducida, formando parte, entre otros compuestos, de los aminoácidos
esenciales, Cistina y Metionina; de la coenzima A, de las vitaminas biotina y
tiamina, glicósidos, otros. (Domínguez, 1997).
El Azufre se absorbe en la forma oxidada del sulfato, sin que tenga competencia
por parte de otros iones. La selectividad de la absorción del Azufre depende de
la concentración de Azufre en la solución del suelo. Una vez absorbido en forma
de sulfato tiene que ser reducido para ser asimilado por la planta, se efectúa por
medio del ATP y con una molécula portadora de un grupo sulfhidrilo, siendo
activada por diversas enzimas y por las ferredoxinas, que son complejos
orgánicos, de gran poder reductor. El Azufre reducido es rápidamente
incorporado a moléculas orgánicas, la Cisteína es el compuesto estable más
simple, éste con la Metionina son los aminoácidos azufrados más importantes
(Domínguez, 1997).
28
El Azufre participa en reacciones de oxidoreducción, siendo un componente de
las ferredoxinas (Domínguez, 1997). La escasés de Azufre impide la formación
adecuada de proteínas en las plantas, con lo que el desarrollo de la planta se
reduce considerablemente. El follaje adquiere un color verde pálido en las hojas
más jóvenes (Gamboa, 1980); después se extiende a toda la planta, seguido de
Clorosis y marchitez (Domínguez, 1997).
Figura 13. Deficiencia de Azufre en maíz
2.11.7. Micronutrimentos
2.11.7_1. Hierro
El Hierro representa el 5% de la corteza terrestre, se encuentra en los minerales
primarios y secundarios como los olivinos, pirita, siderita, hematita, goetita,
magnetita y limonita. Las formas aprovechables por las plantas son las
hidrosolubles (Fe2+) y las quelatadas (Alcántar et al., 2009).
Este elemento forma parte de complejos orgánicos relacionados con los
procesos de oxidoreducción de la planta, destacan las combinaciones formadas
por el grupo heminico, que originan las diferentes variantes de citocromo:
citocromo oxidasa, catalasa, peroxidasa, otros. Y las ferredoxinas (Domínguez,
1997). El contenido medio de Hierro en la planta es de 100 ppm sobre base seca
(Domínguez, 1997).
El Hierro es absorbido como ion ferroso (Fe2+) o asociado a complejos orgánicos
en forma de quelatos. El ion férrico (Fe3+) debe ser reducido previamente a la
29
absorción, lo que se realiza en la membrana celular por suministro de electrones
desde el interior de la célula. Los cultivos varían notablemente en la capacidad
de reducir el Hierro y solubilizarlo por medio de productos excretados por la raíz
(ácidos orgánicos, aminoácidos). Los cultivos más eficientes en esta función
muestran cambios morfológicos en la raíz, como el engrosamiento de la corteza
de la raíz, así como mayor desarrollo de pelos radicales (Domínguez, 1997).
La absorción del Hierro, se realiza mediante la actividad metabólica, siendo
influida por la temperatura y por la competencia de otros cationes, como el
Cobre, Zinc y Manganeso. El Hierro es inmóvil en la planta, debiendo ser
enviado de modo continuo a través del xilema a los nuevos tejidos. En sentido
descendente, se mueve a través del floema en forma de citrato (Domínguez,
1997). Su papel principal es en la intervención de las principales reacciones de
oxidoreducción, debido a su capacidad de cambio de valencia por intercambio
de electrones:
Fe2+
Fe3+ + e-
También influye en la formación de la Clorofila y compuestos que intervienen en
la fotosíntesis, respiración, el metabolismo del Nitrógeno, otros. (Domínguez,
1997).
Los cultivos difieren en su capacidad de absorción del Hierro, lo cual es una
característica genética, por lo que varían en la susceptibilidad a presentar
deficiencia. Los cultivos más sensibles son sorgo, frijol, vid,
plantas
ornamentales, melocotonero, soya, tomate, entre otros. La deficiencia de Hierro
es similar a la de Magnesio, se manifiesta mediante una Clorosis que, dada la
inmovilidad de este elemento, comienza en los brotes y hojas más jóvenes. La
Clorosis se produce entre los nervios, permaneciendo éstos verdes, si bien en
los casos graves, pueden quedar también decolorados (Domínguez, 1997). En
maíz se muestra Clorosis internerval de hojas jóvenes que, al tiempo, pueden
quedar blanquecinas (International Plant Nutrition Institute http://www.ipni.net/).
30
Figura 14. Deficiencia de Hierro en maíz
Se llega a producir toxicidad a la planta por exceso de Hierro, generalmente
cuando en el suelo se dan condiciones reductoras, como es el caso de los
suelos inundados. En estos suelos puede elevarse la concentración de Hierro
desde menos de 1ppm hasta 50-100 ppm. Los síntomas comienzan con la
aparición de manchas marrones pequeñas en las hojas, que después se
extienden a toda la hoja (Domínguez, 1997).
2.11.7_2. Manganeso
El contenido de Manganeso en los suelos varía de 200 a 300 ppm en forma de
cationes intercambiables, combinaciones orgánicas y óxidos; a pH inferiores a
6.5 es común en forma divalente (Mn2+) encontrándose en solución o adsorbida
al complejo de intercambio; la forma Mn3+ se encuentra como óxido (Mn2O3) muy
activo, se le considera aprovechable (Alcántar et al., 2009). El contenido de
Manganeso en la planta es bajo, varían entre 20 y 200 ppm sobre base seca.
Este contenido depende de factores, como: edad, suelo, otros elementos,
temperatura, otros factores. Se encuentra en la planta generalmente en forma
iónica o asociado a quelatos (Domínguez, 1997).
El Manganeso es especialmente afectado por el Magnesio, así como por el
encalado (efecto cálcico y pH). La absorción de Manganeso se realiza bajo
forma de ion Manganeso (Mn2+). Este elemento es poco móvil en la planta, por lo
que es transportado a los tejidos en desarrollo, en tanto que el movimiento de
unos tejidos a otros es lento e improbable (Domínguez, 1997).
31
El Manganeso juega un importante rol en el proceso de oxido-reduccion
(Marschner, 2002), además es componente de dos sistemas enzimáticos:
arginasa y fosfotransferasa. Puede sustituir al Magnesio en muchas enzimas
(fosfoquinasas) formando el enlace de estas con el ATP. Con estas acciones
participa en procesos metabólicos importantes de la planta como la fotosíntesis y
el metabolismo de los hidratos de carbono, estando asociado aparentemente a
la producción de la Clorofila (Domínguez, 1997).
Los síntomas de deficiencia son similares a los de la deficiencia de Magnesio:
Clorosis que se inicia entre los nervios de las hojas jóvenes. En plantas
dicotiledóneas puede observarse moteados de las hojas. El nivel crítico de
Manganeso por debajo del cual es probable la carencia es de 15 a 25 ppm
(Domínguez, 1997).
Las deficiencias de este elemento son frecuentes en lechuga, espinacas,
cebollas, guisantes, melocotonero, patata, remolacha, sorgo, avena, trigo y otros
(Domínguez, 1997). Las necesidades de Manganeso en maíz son débiles; así
las faltas que se pueden presentar son en ciertos tipos de suelos como turbosos
o con un elevado contenido en materia orgánica o con pH alcalino o en algunas
ocasiones la deficiencia de Manganeso proviene de un abuso de enmiendas
calizas (Gamboa, 1980).
El Manganeso se aplica vía foliar, realizándose una pulverización de Sulfato de
Manganeso (1kg/ha) en solución; tan pronto como se observen los primeros
síntomas y una segunda vez cuando las plantas alcanzan la altura de la rodilla
(Gamboa, 1980).
Niveles de exceso de Manganeso en la planta resultan tóxicos, produciendo
síntomas como moteado marrón de las hojas más viejas y distribución desigual
de la Clorofila, con frecuencia se observa Clorosis en los bordes de las hojas;
también pueden aparecer puntos necróticos en los peciolos y los nervios de las
hojas (Domínguez, 1997).
2.11.7_3. Cobre
32
La concentración de Cobre en los suelos varía de 2 a 200 ppm, la mayor parte
se encuentra atrapado en la materia orgánica y una pequeña porción se
encuentra como Cu2+ intercambiable (Alcántar et al., 2009).
Normalmente el contenido de Cobre en la planta es inferior a 20 ppm sobre base
seca. Este elemento se encuentra disociado en la planta, sin formar compuestos
estables (Domínguez, 1997).
La absorción se lleva a cabo mediante un proceso activo metabólicamente;
prácticamente no es afectado por competencia de otros cationes. Por el contrario
afecta a los demás cationes y, en especial al Zinc, al ocupar preferentemente los
espacios de adsorción en la corteza radical en la capacidad de cambio de bases
(Domínguez, 1997).
El Cobre es un elemento relativamente inmóvil en la planta, aunque puede ser
transportado de las partes viejas a las nuevas, excepto en caso de deficiencia
(Domínguez, 1997).
La actividad principal del Cobre se desarrolla en las enzimas: oxidasas del ácido
ascórbico, polifenol, citocromo, otras., también forma parte de la plastocianina
contenida en los Cloroplastos que participa en la cadena de transferencia de
electrones en la fotosíntesis (Domínguez, 1997).
Pocos casos de deficiencias en Cobre se han identificado y éstos en su gran
mayoría, se han producido en suelos orgánicos con pH igual o superior a 6
(Gamboa, 1980).
Existen especies más sensibles a la escases de Cobre debido a sus
características genéticas. Entre ellas se destacan: alfalfa, lechuga, espinaca,
avena, trigo, sorgo, entre otros. Como características generales presentan
Clorosis general, reducción de los entrenudos, deformación de las puntas y
bordes de las hojas que se tuercen. En general, los síntomas aparecen en las
hojas nuevas de plantas jóvenes (Domínguez, 1997). Aunque el síntoma más
típico es el denominado de las “asas de cesta” que se forman al quedarse unida
la ultima hoja que se ha desarrollado con la extremidad de la planta, constituida
por las hojas más jóvenes aun no desenrrolladas (Gamboa, 1980). Cultivos de
maíz deficientes en Cu muestran hojas nuevas descoloridas, después
33
amarillentas y enrolladas y hojas viejas flácidas y dobladas (International Plant
Nutrition Institute http://www.ipni.net/). Por efecto de toxicidad se produce una
inhibición rápida del desarrollo de la raíz y se observa Clorosis (Domínguez,
1997).
Figura 15. Deficiencia de Cobre en maíz
2.11.7_4. Zinc
El contenido de Zinc en el suelo es de 10 a 300 ppm (Swaine, 1995), en forma
hidrosoluble, intercambiable, fijada o en la estructura de algunos minerales como
la esfalerita. La forma aprovechable más común es como Zn 2+ (Alcántar et al.,
2009).
El contenido de este elemento en la planta es pequeño, sin que se superen
normalmente las 100 ppm sobre base seca. Se encuentra en la planta en forma
iónica o asociado a diversos complejos orgánicos, sin formar compuestos
estables (Domínguez, 1997).
El ion Zinc (Zn2+) se acumula en la corteza de la raíz por adsorción mediante un
proceso de cambio de bases; el 90% del Zinc contenido en las raíces se
encuentra en esta forma. Sin embargo la absorción del Zinc depende de la
temperatura; es afectada por los inhibidores del metabolismo (Domínguez,
1997).
El Zinc actúa principalmente como enlace en sistemas enzimáticos, entre la
planta y el sustrato. La primera enzima conocida, que fue activada
34
específicamente por el Zinc, fue la relacionada con la hidrólisis del anhídrido
carbónico. Posteriormente se han identificado numerosos enzimas; entre ellas
están varias dehidrogenasas (alcohol, acido glutámico, acido láctico, acido
málico, entre otras) así como algunas peptidasas y proteinasas relacionadas con
la síntesis y degradación de proteínas (Domínguez, 1997).
Recientemente el rol del Zinc en las proteínas que participan en la replicación del
ADN y en la regulación de la expresión genética ha llamado la atención
(Marschner, 2002).
Los cultivos más susceptibles a deficiencia del Zinc son frijol, cebolla y sorgo; el
síntoma más característico es la Clorosis progresiva entre los nervios de las
hojas jóvenes, además se reduce el desarrollo de las hojas y del tallo, con
frecuencia arrosetado de los brotes. Los síntomas de deficiencia corresponden
generalmente a contenidos en la planta inferiores a 15 ppm (Domínguez, 1997).
El Zinc es sin duda el micronutriente cuya deficiencia está más extendida en los
cultivos de maíz (Gamboa, 1980). En fases muy diferentes del desarrollo de la
planta, el primer síntoma de deficiencia es la aparición de zonas decoloradas a
ambos lados de la nervadura, en el tercio inferior de las hojas sub-basales. Estas
manchas progresan rápidamente formando dos bandas pálidas, translucidas,
que se extienden hacia la parte terminal de la hoja. En casos graves, estas
decoloraciones se manifiestan sobre las hojas siguientes, mientras que las hojas
más viejas adquieren un color rojo Cobre y en seguida violeta, se necrosan y
mueren (Lubet, 1965). Las deficiencias de Zn se expresan en plantas más
pequeñas,
internodios
cortos
(International
Plant
Nutrition
Institute
http://www.ipni.net/).
35
Figura 16. Deficiencia de Zinc en maíz
Los factores determinantes de las deficiencias de Zinc son (Gamboa, 1980): (a)
Débiles reservas en Zinc total o agotamiento de estas reservas por cultivos
sucesivos; (b) Encalado excesivo de suelos originalmente ácidos; (c) Excesiva
nutrición fosfatada; (d) Monocultivo de maíz año tras año; (e) Exceso de
humedad y bajas temperaturas en las primeras semanas que siguen a la
germinación; y (f) Labores culturales defectuosas que llevan al deterioro de la
estructura.
Los síntomas de toxicidad por Zinc son, reducción en el crecimiento de la raíz y
desarrollo de la hoja seguido de Clorosis. En algunas especies se ha
comprobado una elevada tolerancia, debida a la propiedad de fijar este elemento
en la pared celular (Domínguez, 1997).
2.11.7_5. Molibdeno
La mayor parte del Molibdeno presente en el suelo no es aprovechable por las
plantas, se localiza en la estructura de minerales primarios y secundarios o bien
fijado como MoO2-4 en las arcillas o en alófano; otra parte del Molibdeno se
36
localiza en la materia orgánica del suelo y sólo una pequeña fracción es
hidrosoluble (Alcántar et al., 2009).
El contenido normal de Molibdeno en la planta es mínimo, siendo inferior en
general a 1ppm; no obstante pueden darse casos de contenidos superiores (1.5
– 2.0 ppm), sin que lleguen a producir síntomas de toxicidad. Forma parte de
numerosas enzimas (Domínguez, 1997).
Es absorbido en forma de ion molibdato (MoO42-); en el proceso de absorción,
compite con el ion sulfato. El Molibdeno es relativamente móvil en la planta
(Domínguez, 1997).
La principal actividad se manifiesta en la reducción de los nitratos, a través de la
nitrato reductasa, de la que es componente el Molibdeno. Participa también por
medio de la enzima nitrogenasa, en la reducción del Nitrógeno atmosférico a la
forma amoniacal, desempeñando un papel fundamental en la fijación de este
elemento por las bacterias Rhizobium y otros microorganismos (Domínguez,
1997, Marschner, 2002).
Los síntomas de deficiencia del Molibdeno son similares a los del Nitrógeno por
su papel en la asimilación de este elemento; generalmente los síntomas
aparecen primero en las hojas bien desarrolladas y en las más viejas,
apareciendo frecuentemente, además de la Clorosis típica, manchas necróticas.
2.11.7_6. Boro
La materia orgánica es fuente de Boro aprovechable en el suelo, quedando
disponible al ocurrir la mineralización. Las principal forma aprovechable del Boro
es el acido bórico (H3BO3) que proviene de la intemperización de minerales
como la Turmalina que es un Borosilicato complejo; contiene alrededor de 10%
de Boro, es insoluble en agua y resistente a la intemperización (Alcántar et al.,
2009).
La extracción de Boro que realiza una cosecha de maíz es pequeña (Gamboa,
1980); probablemente el B se encuentre en la planta como ácido bórico (BO 3H3)
sin disociar o formando complejos inestables con polisacáridos, y es absorbida
probablemente como ácido bórico. La absorción ocurre por el movimiento del
37
agua, siendo, por lo tanto, la transpiración el factor principal en el transporte y
distribución del Boro en la planta, a través del xilema. Este elemento es
relativamente inmóvil en la planta (Domínguez, 1997). Por sus efectos, influye en
la formación del ácido ribonucleico (RNA), esencial para el desarrollo de nuevos
tejidos y compuesto necesario para la formación de una coenzima determinante
de la síntesis de sacarosa (Domínguez, 1997).
Como resultado de su transporte en la planta a través de la corriente
transpiratoria, su falta o exceso se muestra en los tejidos en crecimiento (raíz,
tallo, hojas) observándose en ellos los síntomas más acusados: crecimiento
retardado y anormal de los brotes y zonas de crecimiento, Clorosis irregular,
arrosetado de los brotes. En las deficiencias graves muere la yema terminal,
paralizándose todo el desarrollo. Los síntomas de deficiencias aparecen con un
contenido de Boro en la planta inferior a 20 ppm. Los cultivos más sensibles a la
falta de Boro son la alfalfa, coliflor, remolacha, nabo, apio, cacahuate, otros.
(Domínguez, 1997). El mal desarrollo de la mazorca en el maíz, así como la
mala colocación de los granos en ella, se produce en veranos secos sobre
suelos arenosos, debidos a la deficiencia de Boro. Se recomienda aplicaciones
de bórax cuando hay menos de 0.30 ppm de Boro en el suelo (Gamboa, 1980).
Con niveles ligeramente por encima de los necesarios, para el desarrollo normal,
se puede producir toxicidad en la planta. El melocotonero, viña, judías e higuera
son cultivos sensibles al exceso de Boro. Los síntomas comienzan con
amarillamiento de la punta de las hojas y siguen con necrosis desde el ápice y
bordes hasta el centro de la hoja (Domínguez, 1997).
2.11.7_7. Cloro
El Cloro es tomado del suelo en forma de ion cloruro (Cl-) y así permanece en la
planta (Broyer et al., 1954). Su presencia es común en los suelos; el contenido
de Cloro en las plantas es de 10 a 100 veces más del que necesitan;
presentando problemas de deficiencia en suelos muy permeables, en regiones
lluviosas y alejadas del mar (Alcántar et al., 2009).
38
2.11.7_8. Níquel
El Níquel es el elemento más recientemente reconocido como esencial. Su
forma aprovechable es como Ni2+. Su contenido en las plantas es de 0.1 a 1
mg/kg de peso seco. Es componente de la enzima ureasa, responsable de la
hidrólisis de la urea; las plantas deficientes en Níquel presentan niveles tóxicos
de ésta en los ápices de las hojas (Alcántar et al., 2009). Además el níquel
cumple con los requerimientos para clasificarlo como nutrimento esencial para
las plantas, pues éstas no pueden completar su ciclo de vida sin el adecuado
abastecimiento de níquel (Marschner, 2002).
2.11.8 Elementos Benéficos
2.11.8_1. Silicio
Las formas de Silicio activas física y químicamente en el suelo son los ácidos
monosílicos solubles y rápidamente adsorbibles, ácidos polisílicos y compuestos
organosilicatados (Matichenkov et al., 1996). El acido monosílico (Si(OH)4) es la
forma principalmente absorbida por las plantas; el contenido de Silicio en las
plantas oscila entre 0.1 y 10% del peso seco (Ma et al., 2002 ). El Silicio
absorbido por las raíces en forma de acido monosilico (H4SiO4) es transportado
al vástago y depositado en las hojas, se incorpora a las células dentro de la
pared celular, especialmente en la epidermis, células del estoma y del tricoma
(Epstein, 1999). Takahashi et al. (1990) dividió a las plantas en función de la
concentración de Silicio: (1) acumuladoras; (2) intermedias; y (3) no
acumuladoras.
Cuadro 4. Clasificación de plantas en función del contenido de Silicio
Tipo de planta
Concentración
de Silicio (ppm)
Tipo
absorción
de Ejemplo
Acumuladoras
10-15
Activa
Arroz
Intermedias
1-5
Pasiva
Cereales, caña
de azúcar
No
acumuladoras
<0.5
Excluyente
Dicotiledóneas
Fuente: (Alcántar et al., 2009)
39
En maíz, la fertilización con este elemento incrementa la eficiencia del uso del
agua (Gao, et al., 2004). Constituyendo el 1 al 2% de la materia seca del maíz;
teniendo esencialidad en las gramíneas, acumulándose en las paredes
aumentando su impermeabilidad y la resistencia al ataque de hongos, no sólo
por constituir una barrera física, sino también por configurar compuestos sílicoorgánicos que son muy estables frente a las enzimas de los patógenos (AzcónBieto et al., 2008).
2.11.8_2. Cobalto
El contenido de Cobalto en suelos es bajo, de 0.2 a 31mg/kg de suelo. En
plantas, su contenido es de 0.01 a 0.4µg/g de peso seco (Mengel, 1991). La
absorción de Cobalto por las plantas está limitada por la presencia de humus y
de altas concentraciones de Manganeso en el suelo (Alcántar et al., 2009).
El Cobalto resulta útil en las plantas leguminosas, en la fijación de Nitrógeno en
simbiosis, aunque es el microorganismo el receptor de este elemento (Alcántar
et al., 2009, Azcón-Bieto et al., 2008).
2.11.8_3. Aluminio
Aunque es un elemento abundante en la corteza terrestre se encuentra en bajas
concentraciones en forma soluble, a pH por debajo de 5 se solubiliza y afecta en
forma negativa a gran número de plantas. Aunque en bajas dosis puede ser
beneficioso porque, al igual que el Silicio, reduce la toxicidad producida por el
exceso de Calcio, Magnesio o Fósforo (Azcón-Bieto et al., 2008). La forma Al3+
es toxica para la raíz; el monohidroxido de Aluminio
[Al(OH)+2, Al(OH)2+ y
Al(OH)-4] presentes en la solución a valores de pH de 5 a 6.2 no son toxicas para
las plantas (Kinraide, 1997).
Foy (1984) afirma que el Aluminio incrementa la disponibilidad del Hierro en
suelos calcáreos y la fracción de Hierro biológicamente activo en la planta; y que
puede bloquear las cargas negativas en las paredes celulares, en consecuencia
aumentar la absorción de Fósforo.
40
2.11.8_4. Selenio
El Selenio se encuentra en cinco estados de oxidación, las diferentes formas de
Selenio determinan su solubilidad y en consecuencia su disponibilidad; los
selenatos (6+), los selenitos (4+) y el Selenio orgánico (2-) son las formas
solubles más importantes en el ambiente (Zhang et al., 1999). Todas las formas
de Selenio han sido encontradas en hojas, tallos y raíces de las plantas en
concentraciones de 0.01 mg/kg de peso seco (Marschner, 2002).
El Selenio generalmente, es toxico para la mayoría de las plantas, existe un
grupo que lo acumula (plantas seleníferas, entre ellas el género Astragalus). El
Selenio
desplaza
selenometionina
y
al
Azufre
y
selenocisteina;
configura
en
seleno-aminoácidos
algunas
bacterias
se
del
tipo
presentan
selenoproteínas que contienen a estos aminoácidos implicados en el proceso de
oxidorreducción (Azcon-Bieto et al., 2008).
2.11.8_5. Yodo
La absorción de Yodo por las plantas depende de la cantidad y la forma de Yodo
presente en la superficie de la raíz; aunque el yodato (IO -3) es reducido
electroquímicamente a I- antes de la absorción (Whitehead, 1975).
Las funciones del Yodo dentro de la planta son como biofortificante, tambien
como precursor hormonal, reportando que participa en las partes de la planta
que contienen Clorofila, como promotor de la síntesis de ésta. Se atribuye al
Yodo también la capacidad de adelantar la época de floración en frutales
provocando mayor acumulación de azucares y carbohidratos (Rodríguez, 2003).
Las concentraciones óptimas de Yodo en las plantas oscilan 0.5 y 1.0 mg/kg, a
concentraciones mayores pueden resultar fitotóxicas, como en el cultivo de maíz
(Chilean Iodine Educational Bureau, 1990).
2.11.8_6. Vanadio
41
El Vanadio se encuentra en bajas concentraciones en todas las plantas y su
absorción parece ser pasiva (Welch, 1973). Bertrand (1950), reporta una
concentración media de 1mg/kg en peso seco en 62 especies.
El Vanadio actúa como un catalizador redox en el transporte de electrones en los
fotosistemas I y II (Meisch et al., 1981). Aunque puede alterar los flujos de Ca 2+
en la célula e inhibir el sistema de transporte de ATPasas (Delfert et al., 1985).
2.12 Fertilización foliar
La fertilización foliar se utiliza como una herramienta de abastecimiento
nutrimental complementaria a la fertilización al suelo. Es utilizada en la
agricultura debido a que causa menor contaminación ambiental y ofrece la
posibilidad de incrementar la productividad y la calidad de las cosechas (Alcántar
et al. et al., 2007).
En algunas ocasiones el procurar nutrimentos que, siendo depositados sobre el
follaje, los cuales pueden ser absorbidos por las hojas, tallos y ramas de las
plantas atravesando la cutícula de las células. De esta forma se consigue la
penetración muy rápida de los elementos nutritivos para activar la vegetación, en
el caso de Nitrógeno, o de otros elementos cuya absorción radicular sea difícil
por condiciones de suelos desfavorables (pH extremos o exceso de caliza). Lo
más importante en este caso es evitar posibles quemaduras en la vegetación,
por lo que las soluciones fertilizantes deben ser bastante diluidas (Diehl, 1994).
El-Fouly (2002), clasifica a los fertilizantes foliares, en: (1) formulaciones mono y
multimacronutrimentales
que
contienen
uno
o
más
macronutrimentos,
respectivamente, y en ocasiones se adicionan cantidades bajas (no más de 2%)
de micronutrimentos; (2) formulaciones mono y multimicronutrimentales,
contiene uno o más micronutrimentos en condiciones por arriba del 2% para
quelatos
y 5%
para
otras
sales;
y (3)
formulaciones
de
macro
y
micronutrimentos.
El uso de fertilizantes foliares es una manera práctica de proporcionar
nutrimentos en casos urgentes de deficiencias, que es efectiva si se realiza bajo
un adecuado diagnóstico y además incrementa la productividad (Miranda, 1997);
42
aunque también es efectiva cuando se presentan problemas de acidez,
alcalinidad, fijación, inmovilización e incluso bajos niveles de nutrimentos
esenciales en el suelo (Eibner, 1986). En el cuadro 5 se reportan las
concentraciones de diversas soluciones fertilizantes.
Cuadro
5.
Soluciones
óptimas
de
diversos
fertilizantes
utilizados
en
pulverizaciones sobre el follaje
Elemento
Producto utilizable
Concentración
(g/100 l)
Cantidad
de
elemento aportada
(g/100 l)
Nitrógeno
Urea
350-1000 s/edad de 160-450
las hojas)
Fósforo
Fosfato amónico
500
300
Potasio
Sulfato de Potasio
1000-2000
480-960
Magnesio
Sulfato de Magnesio
2000
320
Cinc
Sulfato de cinc
100 (o 1000+500 cal)
25
Cobre
Sulfato de cobre
500 (o 1000+500 cal)
13
Manganeso
Sulfato
Manganeso
Molibdeno
Molibdato sódico o 7-20
amónico
35-10
Boro
Pentaborato sódico
100-250
18-45
Hierro
Sulfato de Fe
400
56
Hierro
Quelato
(EDTA)
Fe 150
20
de 100
de
30
Fuente: Trocme y Grass (1972)
En el caso de los elementos considerados menores (Fe, Zn, Cu Mn y Mo),
pueden ser suficientes las cantidades absorbidas por vía foliar, pero para los
elementos principales (N, P y K) estas pulverizaciones son solamente una ayuda
para activar la vegetación en determinados momentos (Diehl, 1994). De ninguna
manera la fertilización foliar atiende las necesidades totales de N, P y K.
43
Dentro de las limitaciones que presentan la fertilización foliar destacan: (a) riesgo
de fitotoxicidad, para cada nutrimento existen valores límite de concentración; (b)
dosis limitadas de macronutrimentos, vía la nutrición foliar, quedando restringida
la fertilización al suelo; (c) requiere de buen desarrollo de follaje, los mejores
resultados se obtienen mientras mayor sea el área foliar; (d) requiere de sales de
alta solubilidad; y (e) las aplicaciones foliares en zonas con alta o baja humedad
relativa, la mayoría de las veces no tienen éxito (Alcántar et al. et al, 2007).
2.13. Micorrizas
Las micorrizas son una asociación simbiótica mutualista entre raíces de plantas
superiores y ciertos grupos de hongos del suelo. Los hongos dependen de la
planta en cuanto a energía y de un nicho ecológico; a su vez éstos entregan
nutrimentos minerales, especialmente los pocos móviles como Fósforo; además,
les imparten otros beneficios como: estimulación de sustancias reguladoras de
crecimiento, incremento de la tasa fotosintética, ajustes osmóticos cuando hay
sequia, aumento de la fijación de Nitrógeno por bacterias simbióticas o
asociativas, incremento de resistencia a plagas, tolerancia a estrés ambiental,
mejoramiento de la agregación del suelo y mediación en muchas de las acciones
e interacciones de la microflora y microfauna, que ocurren en el suelo, alrededor
de las raíces (Bethlenfalvay et. al, 1992).
Las micorrizas se han clasificado con base en su estructura, morfología y modo
de infección en dos tipos principales: ectomicorrizas y endomicorrizas. Este
último se divide en varios subtipos: ectomicorrizas, arbutoides, monotropoides,
ericoides, orquidáceas y las arbusculares que son las más comunes (Sieverding,
1991).
Cuadro 6. Características y diferencias entre micorrizas arbusculares y
ectomicorrizas.
Micorrizas arbusculares
Ectomicorrizas
Clase taxonómica Zigomicetes
Clases
Bacidiomicetes,
Ficomicetes
taxonómicas:
Ascomicetes
y
44
No forma manto hifal, micelio Formación
aceptado
septado
de
manto,
micelio
Crecimiento inter e intracelular Crecimiento del micelio intercellular
en corteza radical
Hospederos: árboles, arbustos, Hospederos: arboles maderables
hierbas
Reproducción:
asexual, Reproducción: sexual y asexual
clamidiosporas y micelio
Diversidad: solo seis géneros Diversidad: 148 géneros con 5400
con 150 especies descritas, especies
diversidad
fisiológica,
intraespecifica
No
hay
hospederos
especificidad
Menor
selectividad
requerimientos ambientales
a Desde
mucha
especificidad
a Selectivos
ambientales
Ocurren en toda clase de suelos
a
a
ninguna
requerimientos
Mayor distribución en bosques de
zonas templadas y en suelos con
alto contenido de materia orgánica
Predominan en suelos tropicales Absorben
P,
Zn,
etc.,
son
con bajos contenidos en materia descomponedores y aprovechan
orgánica
fuentes orgánicas de Nitrógeno.
Absorben P, Zn, Cu que son
poco móviles y otros elementos
de la solución del suelo
No son descomponedores
Fuente: Blanco et al, (1997).
El uso de fertilizantes químicos es importante en la obtención del rendimiento de
maíz; sin embargo, es necesario explorar alternativas ecológicas y sustentables,
como el uso de microorganismos benéficos de la rizósfera (Díaz, 2005). Los
microorganismos más utilizados son las bacterias de géneros Rhizobium y
Azospirillum, así como hongos micorrízicos del genero Glomus, (García 2006).
Desde el punto de vista nutricional, el mayor beneficio que las plantas obtienen
de la micorriza, es un mayor crecimiento atribuido a un incremento en la
absorción de P cuando este elemento es limitante; los suelos tropicales tienen
45
poca disponibilidad de P para las plantas, la utilidad de las micorrizas en estas
condiciones es promisoria (Blanco 1997); en los suelos agrícolas, las micorrizas
representan una estrategia para la economía nutritiva de la planta.
La infección de las plantas se desarrolla a partir de las clamidiosporas, o bien a
partir del micelio, originado en una raíz previamente infectada. A continuación, la
hifa invasora se ramifica intercelularmente en la corteza de la raíz, sin invadir
endodermis, tejidos vasculares, ni meristemos; después de iniciada la infección
se desarrollan los arbúsculos mediante ramificación dicotómica repetida de hifas
intracelulares, hasta la formación de hifas de menos de 0.2 micrómetros de
diámetro. Cuando se forman los arbúsculos, el almidón de la célula invadida
desaparece, al tiempo que el núcleo se alarga y divide. Los arbúsculos son
digeridos rápidamente y su contenido, absorbido por el huésped. Cuando los
arbúsculos son digeridos, los núcleos vuelven a su tamaño normal y el almidón
desaparece; la transferencia de fosfatos del hongo al huésped tiene lugar en los
arbúsculos, los cuales degeneran y son digeridos, liberándose el Fósforo que
contienen; el flujo de fosfatos en el interior de las hifas es del orden de 10 -8 a 109
moles/cm2/s. El desarrollo de la infección en el interior de la corteza está
acompañado por el crecimiento exterior de las hifas que emergen de la raíz y se
extienden por el suelo varios centímetros, dando lugar al micelio externo que
constituye el sistema de absorción de nutrimentos. La red de hifas externas
debido a su longitud y distribución, permiten a la planta explorar un volumen
superior al que pueden utilizar las plantas no micorrizadas, aumentando su
campo de absorción de Fósforo, lo que reviste interés en nutrición vegetal
(Azcón, 2000).
2.14. Azospirillum
Las rizobacterias promotoras del crecimiento, como Azospirillum han sido
estudiadas en su interacción con hogos micorrízicos arbusculares, ello produce
incrementos significativos en el crecimiento de algunos cultivos, en particular de
los cereales.
46
Una bacteria del suelo debe sobrevivir a múltiples interacciones que se
presentan con la compleja comunidad microbiana que habita el mismo
microambiente, antes de que ocurra cualquier interacción con las raíces de la
planta. En el inicio de una interacción con las raíces de la planta hospedera, el
microorganismo específico deberá llegar a la superficie de las raíces, adherirse y
multiplicarse para colonizarla. Si la bacteria tiene capacidad de invadir los tejidos
internos, se diseminará en el interior de la raíz e incluso en otros órganos de la
planta.
La
adaptación
de
Azospirillum
al
futuro
ambiente
rizosférico
probablemente se inicia con la germinación de la semilla, la cual exuda infinidad
de compuestos orgánicos que forman parte fundamental de la espermósfera;
posteriormente, la exudación de compuestos será a través de las raíces durante
el desarrollo de la planta (Curl y Truelove, 1986).
La riqueza en compuestos orgánicos en la rizósfera conduce a intensas
actividades e interacciones microbianas. Algunos estudios indican que la
quimiotaxis de los exudados de raíz es uno de los factores que influyen en la
llegada de los microorganismos a la rizósfera (Schmidt, 1979). La aerotaxia,
parece ser importante bajo condiciones de fijación de Nitrógeno, permitiéndole a
las
células
de
Azospirillum
alcanzar
concentraciones
de
Oxígeno
lo
suficientemente bajas para que se exprese la actividad nitrogenasa. Se sugiere,
que la respuesta quimio y aerotáctica son características que contribuyen en el
proceso de colonización de las raíces de las plantas, ya que el consumo de
oxígeno durante el crecimiento activo de las raíces enriquece el ambiente con
sustratos orgánicos y genera gradientes de oxígeno al consumirse éste durante
la respiración (Michiels, Vanderleyden y Van Gool, 1989).
Diversas condiciones, tales como el envejecimiento celular y la presencia de
metales pesados provocan que las células vibroides de Azospirillum cambien su
morfología y tomen la forma de “quistes” (conocidos como formas C),
conduciendo a la agregación celular y formando grumos visibles de gran tamaño
(Bashan y Holguin, 1997).
La agregación y la formación de quistes mejoran la sobrevivencia de
Azospirillum, situación en la que la acumulación de poli-b-hidroxibutirato (PHB)
parece desempeñar una función importante al servir como almacén de carbono y
47
energía (Okon, Albrecht y Burris, 1976). Además, diversas funciones fisiológicas
son atribuidas al PHB, destacándose la mayor resistencia a la desecación
(Lamm y Neyra, 1981), a la luz ultravioleta y al choque osmótico (Tal y Okon,
1985).
Se ha sugerido que la formación de quistes desempeñan una función importante
en la sobreviviencia de Azospirillum en el ambiente rizosférico, por ejemplo:
cuando los nutrimentos son limitados, previo a la asociación con las raíces de la
planta (Tal, Okon, 1985).
Probablemente, una vez que las células de Azospirillum se han adaptado a las
condiciones del ambiente rizosférico y han logrado llegar a la superficie de las
raíces, debido a sus características quimio y aerotácticas, se inicia el
establecimiento de la asociación. Diferentes estudios han mostrado que A.
brasilense tiene la capacidad para adherirse a las raíces de plantas gramíneas
como el maíz (Gafny, Okon, Kapulnik y Fischer, 1986).
La asociación de Azospirillum con las raíces de las plantas se desarrolla en dos
etapas completamente independientes (Michiels, Croes y Vanderleyden, 1991).
La primera consiste en una adsorción rápida, débil y reversible, la cual es
dependiente de proteínas de la superficie bacteriana del tipo de las adhesinas en
conjunto con la participación del flagelo polar (Croes, Moens, Van Bastelaere y
Vanderleyden, 1993). La segunda fase consiste de un anclaje lento, pero firme e
irreversible que alcanza su máximo nivel 16 horas después de la inoculación, el
cual parece ser dependiente de un polisacárido extracelular de Azospirillum
(Michiels, Croes y Vanderleyden, 1991).
La inoculación de diversas plantas con Azospirillum ha mostrado que los
principales sitios de colonización son las áreas de elongación celular y las bases
de los pelos radicales (Levanony, Bashan, 1991). Sólo algunas células de
Azospirillum llegan a adherirse a la cofia o a los pelos radicales (Kapulnik, Okon
y Henis, 1985).
El uso de Azospirillum como bioestimulante del crecimiento de las plantas no se
ha generalizado mundialmente, en México la aplicación de ésta bacteria en
diferentes cultivos ha rebasado con mucho lo hecho en otros países. En el ciclo
48
agrícola primavera-verano (PV) del año 1999 la Secretaría de Agricultura, a
través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias
(INIFAP) y de la Fundación Mexicana para la Investigación Agropecuaria y
Forestal, A.C., en colaboración con el Centro de Investigación sobre Fijación de
Nitrógeno-UNAM, llevó a cabo la inoculación de alrededor de 450,000 hectáreas
de maíz y 150,000 hectáreas de sorgo, cebada y trigo, empleando cepas de
Azospirillum seleccionadas por su capacidad para promover el crecimiento de
las plantas e incrementar el rendimiento de los cultivos. El programa de
“Biofertilización” se continuó durante el ciclo PV-2000, inoculándose alrededor de
un millón y medio de hectáreas (Caballero, 2010).
La inoculación con Azospirillum permite reducir las elevadas cantidades de
fertilizantes químicos que generalmente se aplican y con ello abatir los
problemas derivados de su uso, principalmente la contaminación, sin detrimento
de la producción (Caballero, 2010); así como disminuir los costos de producción.
El desarrollo del uso de los microorganismos que se asocian a las raíces de los
vegetales, conocido como biofertilización, es " la manera de suministrar a las
plantas algún nutriente que ellas necesitan para su crecimiento, mediante un
proceso biológico en el que intervienen diferentes microorganismos". En la
actualidad existen tratamientos para lograr la biofertilización, es el caso de la
bacteria Azospirillum (Ferlini, Diaz y Traut, 2005).
La inoculación de gramíneas con bacterias diazótrofas fijadoras de Nitrógeno
atmosférico, como el microorganismos del género Azospirillum, Azotobacter,
otros., no forman una asociación simbiótica, su acción, se produce alrededor del
área de las raíces (rizósfera), produciendo sustancias promotoras del desarrollo
radicular (fitohormonas), ello plantea la hipótesis que la inoculación de semillas
con Azospirillum brasilense, produce cambios en la morfología de las plantas,
manifestándose éstos de diferentes maneras : (1) mayor desarrollo radicular; (2)
mayor producción de materia vegetal; y (3) mayor producción de granos. Se han
desarrollado desde los ciclos 2003/2004 y 2004/2005, experiencias y
evaluaciones en campo en diversas especies de granos y forrajes (Ferlini, Diaz y
Traut, 2005).
49
Ferlini, Diaz y Traut, (2005), reportan que la inoculación de especies vegetales,
con Azospirillun brasilense, produce mayor volumen de raíces, mayor número de
plantas por m2, mayor desarrollo de materia verde y mayor producción, tanto en
gramíneas como en leguminosas, además en éstas se anticipa la nodulación y
se produce un mayor número de nódulos a pesar de aplicar los tratamientos en
lotes
diferentes
con
distintas
características
de
suelos
y
regímenes
pluviométricos. Estos autores encontraron lotes de soya, que la diferencia de
pesos radiculares entre la parte inoculada y el testigo es del 33 % superior en la
parte inoculada, tomada sobre la base de materia seca, esto plantea como
hipótesis la posibilidad de que las plantas co-inoculadas absorban mayor
cantidad de nutrimentos por unidad de peso.
Los países líderes en aplicaciones prácticas en campo, de Azospirillum son
México, con aproximadamente 300,000 ha, inoculadas en campo en 2007, y
Argentina, donde más de 220.000 hectáreas de trigo y el maíz fueron inoculadas
con Azospirillum comercialmente en 2008. Esta evolución más reciente coincidió
con el aumento dramático en el precio del petróleo y los costos de fertilizantes
químicos nitrogenados (Hartmann y Bashan, 2009)
Díaz y Fernández (2009) evaluaron los efectos de la inoculación con
Azospirillum brasilense sobre la productividad de trigo (Triticum aestivum L.), en
condiciones de cultivo de secano, cuya semilla fue inoculada con una
formulación líquida con Azospirillum brasilense (INTA Az-39). El estudio fue
realizado de 2002 a 2006 en la región pampeana de Argentina. Los cultivos
inoculados han revelado un crecimiento vegetativo más vigoroso, mayor
acumulación de materia seca en la raíz (12.9 y 22.0%, respectivamente). La
inoculación incrementó el número de granos cosechados en 6.1%, y el
rendimiento en 8.0%.
Cassan, Maiale, Masciarelli, Vidal, Luna y Ruiz (2009), trabajaron con
Poliaminas, que son consideradas como compuestos de regulación de
50
crecimiento de las plantas, entre ellas, la cadaverina, la cual se ha relacionado
con la promoción del crecimiento de las raíces y mitigación de estrés osmótico
en algunas especies de plantas. El propósito del estudio fue evaluar la
capacidad de la cepa de la bacteria Azospirillum brasilense Az39 para producir
cadaverina en un medio químico definido así como en plantas inoculadas, y
correlacionar esta capacidad con la promoción del crecimiento de las raíces o
mitigación de estrés osmótico en arroz en condiciones de hidroponía. Sus
resultados indican que A. brasilense Az39 promueve el crecimiento de raíces y
ayudan a mitigar el estrés osmótico en plántulas de arroz, debido en parte a la
producción de cadaverina; la acumulación de Cadaverina es significativamente
mayor en las raíces inoculadas (0.352 ml nmol-1). La inoculación Az39 y la
aplicación externa de cadaverina inicial promovió el crecimiento de raíces y tallos
de las plántulas de arroz, en cierta medida ayudó a mitigar el efecto inhibidor de
la condición de estrés osmótico.
Pereyra, Ballesterosa, Creusa, Sueldoa y Barass (2009), analizaron los efectos
de los experimentos que fueron establecidos como una combinación factorial de
dos niveles de inoculación (con y sin bacterias) y dos concentraciones
Tebuconazol (0 y la dosis recomendada). Las semillas fueron separadas en: (a)
sin Tebuconazol; y (b) tratados con Tebuconazol. Las plantas inoculadas y no
inoculadas fueron cultivadas en hidroponía en la oscuridad a 20 ° C durante 72
h. Se evaluó superficie radicular, longitud de coleóptilo, peso en fresco y seco,
en los tejidos y número probable de bacterias diazotrophicas en las raíces. Ni el
crecimiento de Azospirillum, ni la colonización de las raíces se vio afectada por
Tebuconazol. Bajo condiciones normales de crecimiento la mayoría de los
parámetros de crecimiento analizados, revelan un claro efecto positivo de A.
brasilense en plántulas de trigo de hasta las 72 h de tratamiento.
Se ha demostrado anteriormente que la cepa Az39 de Azospirillum brasilense y
la E109 de Bradyrhizobium japonicum producen ácido 3-indol acético (AIA),
ácido giberélico (GA3) y zeatina (Z); estos compuestos son responsables de la
promoción temprana del crecimiento en maíz inoculado (Zea mays L.) y soya
51
(Glycine max L.) en semillero. Semillas inoculadas con Az39, E109, y ambos, se
mantuvieron en una cámara a 20-30 ° C bajo un fotoperiodo controlado para
evaluar la germinación de semillas, en maíz se evaluó longitud de las raíces y
del brote, peso seco, el número de nódulos y el porcentaje de plántulas
noduladas. En la soya, las plantas se mantuvieron en cámara de crecimiento
durante 14 días, bajo fotoperiodo
y condiciones similares de temperatura.
Inoculadas con Az39 y E109, solos o en combinación, mostraron la capacidad de
promover la germinación de semillas, la formación de nódulos, y el desarrollo
temprano de las plántulas de maíz y soya. Ambas cepas son capaces de
excretar el IAA, GA3 y Z en medio de cultivo, a una concentración suficiente para
producir cambios morfológicos y fisiológicos en los tejidos de semillas jóvenes
(Cassan, Perrig, Sgroy, Masciarelli, Penna y Luna, 2009).
Tlatilpa (2003) evaluó el efecto de la aplicación de hidrogel (4, 8 y 12 g/ 2.5 Kg
de Suelo) y micorriza (1,2 3g /2.5 Kg de Suelo) sobre el grado de infección
endomicorrízica, absorción de nutrimentos y producción de biomasa en jitomate
en suelo ácido. Obteniéndose que la aplicación combinada de micorrizas mas
hidrogel promovió una interacción positiva obteniéndose una mayor colonización
micorrízica, mayor numero de esporas viables, contenido de N, P, K, Mg, Cu, Zn
Na y biomasa total, respecto del testigo y del suministro individual de la micorriza
e hidrogel. El tratamiento constituido por la mezcla al nivel más alto de micorriza
(3g/2.5kg de suelo) y el medio del hidrogel (8g/2.5kg de suelo) promovió el
mayor desarrollo de la planta e incrementó en mayor medida el contenido de
todos los nutrimentos.
52
3.- OBJETIVOS E HIPOTESIS
3.1 Objetivo General
Evaluar la efectividad de la fertilización biológica y foliar con respecto a la
fertilización química el cultivo de maíz Zapalote chico de “Chahuites” en el Istmo
de Tehuantepec, Oaxaca.
3.2 Objetivos particulares
1. Caracterizar el sistema de producción del maíz Zapalote chico de
“Chahuites” en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
2. Evaluar la efectividad agrobiológica de la coinoculación micorrizasrizobacterias, uso de composta y fertilización foliar en relación a la
aplicación tradicional de fertilización química sobre el rendimiento en
grano y en rastrojo de maíz Zapalote chico.
3.3 Hipótesis
1. El uso de microorganismos como micorrizas y Azospirillum, pueden
sustituir el uso de fertilizantes químicos al suelo en el cultivo de maíz
2. La incorporación de composta puede incrementar el rendimiento en grano
de maíz
3. La fertilización foliar pueden sustituir el uso de fertilizantes químicos al
suelo en el cultivo de maíz.
53
4.- MATERIALES Y MÉTODOS
4.1 Región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca
La región del Istmo de Tehuantepec, como su nombre lo indica, es la parte más
angosta de la República Mexicana, es una franja de aproximadamente 308 km
que separan el Golfo de México del Océano Pacífico; se localiza al este del
Estado de Oaxaca, abarcando una superficie de 19, 975 km2; presenta zonas
montañosas y planicies, sobre todo en la parte costera. El Istmo de Tehuantepec
cubre aproximadamente 135 km de la costa oaxaqueña y el 18% del territorio
estatal, es la segunda región más grande del Estado. El nombre Tehuantepec
significa "Cerro de las Fieras" en náhuatl. Esta región es rica en recursos
naturales,
agrícolas,
pecuarios,
silvícolas,
frutícolas
y
mineros
(www.oaxaca.gob.mx 2004). Es una región de importancia histórica.
Se puede mencionar como parte importante de la región del Istmo, el
afloramiento de una corriente marina anormalmente caliente, originando un
gradiente térmico y de presión que da lugar a un intenso viento del Norte, desde
el otoño hasta la primavera, considerándose las condiciones eólicas en el Istmo
de Tehuantepec como las mejores a nivel mundial para la producción de energía
eólica.
Figura 17. Región del Istmo de Tehuantepec en el Estado de Oaxaca.
54
4.1.1. Localización del lugar de trabajo
Al sureste de la región del Istmo de Tehuantepec encontramos el municipio de
San Pedro Tapanatepec, en las coordenadas 94º 12’ de longitud oeste y 16º 22’
de latitud norte, a una altitud de 40 metros sobre el nivel del mar. Dentro del
municipio de Tapanatepec se ubica El ejido Revolución Veinte de Noviembre, el
cual se encuentra a 20 kilómetros al suroeste de la cabecera municipal (INAFED,
2009).
Figura 18. Localización del municipio de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca.
4.1.2. Extensión
El área total que ocupa el municipio de San Pedro Tapanatepec Oaxaca son
544.78 km2. Limita al norte con el Estado de Chiapas, los municipios de San
Miguel Chimalapa, Oaxaca y Santo Domingo Zanatepec; al sur con el océano
Pacifico; al oeste con San Francisco Ixhuatán y Santo Domingo Zanatepec, y al
este con el Estado de Chiapas (INAFED, 2009).
4.1.3. Relieve
La cabecera municipal de San Pedro Tapanatepec se encuentra en una porción
plana por debajo de la cota 100, rodeada de algunas elevaciones como el cerro
la jineta de 1000 m de altitud, Cerro Piedra Cuache de 750 m de altitud, Cerro el
55
Cornelio, de 500 m y Cerro el Barejonal de 400 m; el Ejido Revolución Veinte de
noviembre se encuentra también por debajo de la cota 100, teniendo cerca al
cerro El Cornelio según la carta topográfica E15-10, D15-1 Salina Cruz del
INEGI escala 1:250000.
Figura 19. Relieve del municipio de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca.
4.1.4. Geología
De acuerdo con la carta geológica E15-10, D15-1 Juchitán, del INEGI escala
1:250, 000 en el municipio de San Pedro Tapanatepec, se encuentran:
(a).- Rocas metamórficas del periodo precámbrico como el gneis, en colores
crema y blanco, de textura granoblástica y gnéisica, en partes bandeada, con
fracturamiento intenso, cuyo protolito sea una roca granítica. La roca está
formada por un mosaico heteroblástico de cuarzo, plagioclasa sódica, ortoclasa
en partes pertítica, biotita parcialmente diseminada y zircón; localmente se
encuentra cubierto por una capa de suelo de color rojizo. Gneises cataclásticos
deleznables se presentan al sureste de Tehuantepec y cerca del estero (mar
muerto) se observa una loma constituida por augneis de color pardo claro.
Subyace
discordantemente
a
los
metasedimentos
paleozoicos,
puede
correlacionarse con el precámbrico de Oaxaca.
Presenta una morfología de sierras altas con laderas suaves; en las cercanías
de la planicie costera forma una serie de elevaciones arredondadas con baja
56
densidad de drenaje. Aflora principalmente en las partes oriental y occidental del
área.
(b).-Rocas ígneas intrusivas del periodo Terciario, como la granodiorita, son de
color blanco con puntos blancos le dan un aspecto moteado, en lámina delgada
exhibe una textura holocristalina constituida por cuarzo, feldespato potásico,
plagioclasa sódica, biotita, zircón y apatita; de estructura masiva y compacta. Al
disminuir la cantidad de cuarzo y feldespatos pasan a diorita de grano fino.
Localmente se encuentran cuerpos aplíticos que intrusionaron a rocas
calcáricas, lo que originó aureolas de metamorfismo de contacto con hornfels y
skarn principalmente, son responsables de la mineralización de ciertas áreas,
como los yacimientos de magnetita que se observan al noroeste de
Tapanatepec. Estos intrusivos corresponden al último evento plutónico
registrado en el área. El relieve que presenta la unidad son cumbres altas de
formas escarpadas, aunque en algunos lugares constituyen lomeríos aislados.
Aflora en la región oriental.
(c).- Rocas metamórficas del periodo Paleozoico como el esquisto, rocas
constituidas por esquistos verdes y anfibolita, de metamorfismo regional de bajo
o moderado grado, los esquistos de clase pelítica se presentan compactos, muy
fracturados con textura afanítica lepidoblástica, con cuarzo, feldespatos, biotita,
zircón, trazas de pirita, hematita y magnetita.
Esquistos de clase cuarzo-feldespática constituidos, además de cuarzo y
feldespatos por plagioclasa, biotita cloritizada y zircón, ocasionalmente se
encuentran intrusionadas por pórfidos granodioríticos. Presenta fracturamiento
intenso y foliación de 20 a 50°. Su morfología es de sierras de mediana altura,
con desarrollo de drenaje tipo dendrítico. Afloran en la región noroeste de la
zona.
4.1.5. Suelos
Los suelos pertenecen del periodo Cuaternario, constituidos por depósitos de
origen aluvial, cuyo origen es por la erosión de las rocas preexistentes de la
región. En las laderas de cerros y serranías predominan los sedimentos areno57
gravosos; los depósitos en los valles son principalmente arcillo-arenosos,
constituidos por fragmentos de roca ígnea y cuarzo, con algunas micas; en las
márgenes de las corrientes se forman terrazas en la que se observan
gradaciones y estratificaciones. En las cercanías de la planicie costera
los
depósitos son arcillo-limosos con granos de cuarzo, feldespatos y micas.
Se identifica a la clase de suelo dominante en el municipio como Vertisol pélico,
según la clasificación FAO. Presentan un color oscuro, de café a negro, de
textura migajón a arena, con un contenido de materia orgánica pobre; son suelos
poco profundos, la profundidad es de 30 centímetros, inmediatamente se
encuentran los depósitos aluviales. Los suelos dedicados a la agricultura tienen
pendientes hasta de 10%.
Figura 20. Vertisol pélico del Ejido Revolución 20 de Noviembre.
4.1.6. Hidrología
El municipio cuenta con un río que se conoce como “Novillero”, el cual nace en
el punto denominado El Potrerito, de esta municipalidad, viene de la Sierra La
Jineta, este rio tiene corriente la mayor parte del año. Cuenta también con el rio
Los patos y el San Miguel; cuenta con numerosos arroyos pequeños según la
carta topográfica E15-10, D15-1 Salina Cruz del INEGI escala 1:250000. La
profundidad a la que se encuentran el agua de los pozos en el ejido es a 8
metros.
58
Figura 21. Rio Novillero en el municipio de Tapanatepec, Oax.
4.1.7. Clima
El clima se clasifica como A, que se define como clima cálido húmedo, con
lluvias en verano, la mayor precipitación se presenta en el periodo de marzo a
septiembre. Se caracteriza por una temperatura media anual mayor de 22º C y
sostiene principalmente comunidades vegetativas como: selva baja, selva
mediana y pastizales. Se localiza principalmente a lo largo de la zona costera del
Estado de Oaxaca.
4.1.7.1. Temperatura
Dentro de las temperaturas que se presentan en el municipio se tiene una
temperatura máxima anual de 34.2°C, siendo abril el mes que presenta la
temperatura más elevada del año, 36.2°C. Presenta una temperatura media
anual de 27.2°C, y una temperatura mínima anual de 20.3°C, siendo enero el
mes que presenta la temperatura más baja del año, 17.7°C (Servicio
Meteorológico Nacional, 1971-2000).
4.1.7.2. Precipitación
59
La precipitación pluvial anual del municipio de San Pedro Tapanatepec es de
1749.1 mm. La distribución de las lluvias se concentra en los meses de marzo a
octubre; la canícula comprende los meses de junio a septiembre.
Cuadro 7. Distribución de la Humedad en Tapanatepec Oaxaca (Datos de 19611990).
MES P(mm) PD(75%) EV(mm) ETP(mm) 0.5ETP
E
4.4
0
216.4
173.12
86.56
F
5
0
214.6
171.68
85.84
M
5.7
0
250.8
200.64
100.32
A
25.2
7.64
252.2
201.76
100.88
M
154.7
98.29
216.1
172.88
86.44
J
337.7
226.39
162.0
129.60
64.80
J
271.2
179.84
168.6
134.88
67.44
A
330.1
221.07
162.9
130.32
65.16
S
439.5
297.65
139.2
111.36
55.68
O
141.8
89.26
159.1
127.28
63.64
N
31.9
12.33
170.0
136.00
68.00
D
1.9
0
199.3
159.44
79.72
1749.1
2111.9
=1848.9
60
500
P(mm)
450
EV(mm)
(mm)
400
350
ETP(mm)
300
0.5ETP
250
200
150
100
50
0
E
F
M
A
M
J
J
Mes
A
S
O
N
D
Figura 22. Climograma de Tapanatepec, Oaxaca.
4.1.8. Uso del Suelo
De acuerdo a la carta de vegetación y uso del suelo E15-10 del INEGI escala
1:250 000, en el municipio se puede encuentra vegetación natural, como la selva
baja caducifolia con vegetación secundaria arbustiva entre las especies
destacan: palo mulato (Bursera simaruba), vainillo (Cassia andrieuxii), brasil
(Haematoxylon brasiletto), pochote (Ceiba sp.), Tepeguaje (Lysiloma divaricata),
cacho de toro (Pithecellobium sp.) y cucharito (Acacia cymbispina). Como
vegetación cultivada se tienen cultivos anuales, siendo los dominantes en la
región, el Maíz (Zea Mays), el Ajonjolí (Sesamum indicum), cultivos permanentes
que como el Mango (Mangifera indica), con diferentes variedades: el Oro, criollo,
Tommy Hadkins, Ataulfo y Manila. Además se encuentran extensiones de
pastizal cultivado, con especies de zacate jaragua( Hyparrhenia rufa), privilegio (
Panicum maximum) y estrella de africa ( Cynodon plectostachyum).
4.2. Parcela Experimental
4.2.1. Historia Agrícola
61
La parcela donde se llevaron a cabo las pruebas es un lote de 3 hectáreas,
teniendo alrededor de 28 años de trabajo. En los últimos 3 años en la parcela se
ha producido maíz y ajonjolí en rotación. En el año 2007 en la parte norte de la
parcela se sembró Ajonjolí (Sesamun indicum L.) en una hectárea y en la parte
sur de la parcela en las dos hectáreas restantes se sembró maíz Zapalote
grande utilizando semilla del mismo productor.
Para el año 2008, sembró una hectárea de ajonjolí en la parte sur de la parcela y
las dos hectáreas de la parte norte se sembraron con maíz Zapalote grande; a la
semilla antes de la siembra, para el control de coralillo o gusano de alambre
(Agriotes sp) y para el control de gallina ciega (Phyllophaga sp.), se le aplicó
gamisán un polvo comercial regional, ya que la incidencia de ambas plagas del
suelo son frecuentes.
Figura 23. Etapas fenológicas donde hay incidencia de plagas del suelo que
inciden en el cultivo del maíz.
En el 2009, sembraron dos hectáreas de maíz hibrido tuxpeño en la parte sur de
la parcela. Y en la parte norte se sembró una hectárea de Ajonjolí. Según el
productor, este año le afectó el periodo de sequía, el cual se extendió en pleno
temporal, ya que solo cosechó 3 costales de maíz (300 Kg), y los cosechó en
estado masoso o camagua, es decir en estado sazón; seco no cosechó nada.
Al momento de establecer los experimentos, una hectárea estaba sembrada con
Ajonjolí (Sesamum indicum), una hectárea más tenía una semana de sembrada
con maíz Zapalote chico, y la hectárea faltante y parte intermedia de la parcela
se destinó a los experimentos y a una parcela demostrativa de un cuarto de
62
hectárea, la parcela es de tenencia ejidal y propiedad del Señor Alejandro
Román Sánchez.
Para el ajonjolí se utilizan aproximadamente 6 kg de semilla en una hectárea, lo
siembra igual que el maíz, en forma manual y con apoyo de la yunta. Las
semillas se colocan mateadas y se van tapando con el pie.
Para el maíz utilizan 6 cuartillos (24 litros) de semilla para una hectárea.
Sembrándose de forma manual, apoyándose con la yunta de bueyes para hacer
los surcos, con una separación de 70 cm, y una persona más va sembrando de
3 a 4 semillas cada 60 cm; la cantidad de semillas por mata es mayor para
temporal que para el ciclo de humedad, y para este último ciclo el espacio entre
matas es más grande.
Figura 24. Cultivo de ajonjolí del Productor Alejandro Román Sánchez. Octubre
de 2009
En la parcela que nos ocupa, en el mes de junio de 2009 se sembraron plantas
de mango injertado con Ataulfo, en marco real a 12m x12m.
63
Figura 25. Plantas de mango establecidas en junio 2009.
La parcela se encuentra en las coordenadas 16°20’06.37’’N y 94°19’25.51’’W,
con una altura de 41.148 msnm. El acceso a la parcela se puede hacer por la
carretera que comunica al ejido con la cabecera municipal, a medio kilometro del
ejido a la cabecera, se toma el callejón que está a la izquierda de la carretera, a
medio kilometro se encuentran los restos de una construcción colonial, bajo un
gran árbol, al llegar a ese punto se toma el camino a la derecha pasando por 4
predios y al pasar por este último se da vuelta a la izquierda aproximadamente
300 metros, como se ilustra en la Figura 27.
Figura 26. Localización y acceso a la parcela.
4.2 Análisis de Suelo
64
El muestreo y análisis del suelo se realiza con la finalidad de conocer cuál es el
estado de la fertilidad del suelo en un determinado momento en el ciclo de
cultivo. En este caso interesaba conocer el estado nutrimental del suelo antes de
comenzar el ciclo otoño-invierno 2009, el muestreo se llevó a cabo el 15 de
octubre de 2009; para el muestreo primeramente se realizó el reconocimiento del
terreno tomando en cuenta aspectos como pendiente, grado de erosión,
brechas, arroyos y cobertura del suelo; en la parcela en que se llevó a cabo el
muestreo, no tenía gran variación en pendientes, siendo un promedio de 5%, la
cobertura de suelo era escaza ya que se acababa de levantar los restos de la
cosecha pasada y tomando en cuenta la textura arena de la parcela se
consideró a toda la parcela como una sola unidad de muestreo.
Se dividió la parcela en 4 triángulos; tomándose submuestras de los vértices de
cada triangulo, obteniéndose 12 submuestras, para obtenerlas se utilizó pala
recta, cubeta y un plástico.
Figura 27. Esquema de muestreo en la parcela experimental
Con las submuestras obtenidas se elaboró una muestra compuesta, quitando
raíces y/o fragmentos de rocas. Se expuso sobre el plástico y se mezcló de
forma homogénea, se dividió en cuatro y se eliminaron dos cuartos opuestos; se
volvió a mezclar y a dividir hasta que el material que quedó en el plástico fue de
1-1.5 Kg, ésta fue la muestra compuesta que tendrá representatividad de la
parcela y la cual fue llevada para practicarle el análisis de fertilidad en el
laboratorio central universitario de la Universidad Autónoma Chapingo.
65
4.2.3. Establecimiento de los experimentos
Se establecieron 6 tratamientos:
T1: Testigo. La forma en que lo hacen los productores. Sin aplicación de
agroquímicos y solo con un aporque como labor cultural.
T2: Dosis regional de fertilización recomendada por INIFAP para regiones
de mediana productividad. Para la región es la dosis 100-40-00; como fuentes
se utiliza Urea (46-00-00) para Nitrógeno y Superfosfato de calcio triple para
fósforo; aplicándose como fuentes Urea y Superfosfato de Calcio triple.
T3: Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar
Como fuente inoculante de micorrizas se utilizo el producto:
MYCOFOS (de la empresa NOCON S. A. DE C. V.). Este producto es
hecho bajo las normas de la agricultura orgánica (IFOAM) y certificado
por Bioagricert, se trata de un Biotransferente de Fósforo, es derivado
de multicepa de ectomicorrizas y micorrizas arbusculares. Contiene
5x106 esporas/ml. Utilizando una dosis de 250 ml a la cantidad de
semilla utilizada para sembrar una hectárea.
Figura 28. Producto MYCOFOS como fuente de micorrizas.
Como fuente de Azospirillum se utilizó el producto:
66
AZO N (de la empresa NOCON S. A. DE C. V.) Producto hecho bajo las
normas de la agricultura orgánica (IFOAM) y certificado por bioagricert;
que es un promotor de crecimiento fabricado a base de Azospirillum
brasilense, para gramíneas. Contiene 5x108 bacterias por ml. Utilizando
una dosis de 250 ml por cantidad de semilla a sembrar en una hectárea.
Figura 29. Producto AZO N como fuente de Azospirillum
La composta utilizada fue elaborada por el productor propietario de la parcela,
para la elaboración se utilizaron hierbas verdes, estiércol y agua. Se colocó el
material en capas sucesivas humedeciendo cada una. Se realizaron volteos del
material cada 8 días hasta los 45 días que duró el proceso de descomposición.
El producto de la composta se aplicó al aporque en forma mateada 70 gramos/
mata.
Como fertilizante foliar se utilizó el producto que se elabora en el Módulo
de
Lombricultura de la Universidad Autónoma Chapingo, cuyos componentes son
sustancias húmicas obtenidas mediante vermicompostaje, aminoácidos y sales
minerales permitidas en la agricultura orgánica, con lo cual se obtiene una
concentración garantizada como la que se reporta en el Cuadro 10.
Cuadro 8. Concentración nutrimental garantizada del fertilizante foliar
Nutrimento
Boro
Cobalto
Concentración
(ppm)
69
20
67
Cobre
Hierro
Magnesio
Manganeso
Molibdeno
Zinc
Sustancias
húmicas
Aminoácidos
94
262
2855
246
13
87
Si
Si
Se dieron 4 aplicaciones de fertilización foliar a una concentración del 1% del
fertilizante foliar (1 litro de fertilizante/99 litros de agua); para bajar el pH del
agua se utilizó ácido acético y como surfactante se utilizó detergente común. Las
aplicaciones fueron en las fechas:
La primera aplicación se realizó al aporque: 21 de noviembre de 2009. En
esta aplicación se adicionó 2 Kg de Cloruro de potasio (KCl) + 2Kg de
Urea.
La segunda aplicación: 28 de noviembre de 2009
La tercera aplicación: 5 de diciembre de 2009
La cuarta y última aplicación: 12 de diciembre de 2009
T4: Testigo + foliar. Este tratamiento se realizó de la misma manera que el
tratamiento uno, solo que al aporque (22 días después de la siembra; que para
este caso fue 21 de noviembre de 2009) se realizó la primera de las cuatro
aspersiones del fertilizante foliar en la misma preparación que el tratamiento 3,
las siguientes aplicaciones se realizaron cada 8 días (28 de noviembre, 5 de
diciembre y 12 de diciembre de 2009).
T5: Dosis regional de fertilización + fertilización foliar. Se utilizó la misma
proporción de fertilizantes químicos que en el tratamiento dos, así como las
fuentes y los momentos de aplicación.
En cuanto a la fertilización foliar se realizaron las mismas cuatro aplicaciones
como en el tratamiento 3, con las mismas preparaciones y en las mismas fechas.
68
T6: Micorrizas + Azospirillum + composta
Para este tratamiento se utilizó composta realizada por los productores, así
como los mismos productos biofertilizantes utilizados para el tratamiento tres
(MYCOFOS y AZO N).
4.2.3. Diseño Experimental
Los tratamientos se establecieron en un diseño de bloques completos
completamente al azar con tres repeticiones. Para el establecimiento de cada
bloque en la parcela, se tomaron 5 surcos a lo largo para incluir los 6
tratamientos, cada unidad experimental constó de 7 metros de largo y 3.5 metros
de ancho. Entre cada unidad experimental se dejo 1.5 metros e inmediatamente
después se estableció la siguiente
Las repeticiones se ubicaron en 5 surcos, dejando 1 surco intermedio para
marcar los límites entre cada repetición. Los tratamientos quedaron distribuidos
de la siguiente manera:
N
W
E
S
3.5m.
7m.
Figura 30. Tratamientos establecidos
69
La distancia entre surcos fue de 70 cm, la distancia entre matas fue de 60cm. El
área por unidad experimental fue entonces:5 surcos * 70 cm = 3.5 m
3.5 m * 7 m = 24.5 m2
En cada unidad experimental se contó con 12 matas por surco; 60 matas en 5
surcos; y con un total de 180 plantas por tratamiento en los tres repeticiones.
4.2.5. Semilla utilizada
Se utilizó semilla propiedad del productor, de maíz raza Zapalote chico. Para el
ciclo de humedad el productor utilizó 24 litros de maíz, aproximadamente 25 kg.
para una hectárea. Se inocularon 12 litros de maíz; para los lotes experimentales
y para la parcela demostrativa que constó de ¼ de hectárea.
4.2.6. La inoculación de la semilla
La inoculación se realizó disolviendo los dos productos biofertilizantes (125 ml de
cada uno MYCOFOS y AZO-N), en un cubo de agua de 20 litros se introdujeron
los 12 kg de semilla en una carretilla para asegurarse que toda la semilla
estuviera sumergida, por un periodo de 2 horas, después se extrajo la semilla.
La inoculación se realizó por la noche.
Figura 31. Solución con los productos y semilla a inocular con micorrizas y
Azospirillum.
70
Figura 32. Semilla en solución de biofertilizantes
Figura 33. Semilla inoculada
4.2.7. Siembra
El terreno se encontraba rastreado desde el 20 de octubre; del 21 al 23 el
productor sembró la hectárea sur de la parcela con maíz Zapalote chico; la
siembra de las parcelas experimentales y demostrativas se realizó el 31 de
octubre de 2009, de forma manual con apoyo de una yunta de bueyes.
La yunta comenzó a hacer los surcos en la parcela, inmediatamente después del
arado se iban colocando 4 semillas en cada mata, quedando las matas
espaciadas a 60cm. La siembra se realizó por la mañana de las 6 am, a las 11
am.
71
Figura 34. Siembra y establecimiento de las parcelas demostrativas.
Figura 35. Siembra y establecimiento de la parcela experimental
Una vez sembrado y establecido el experimento se identificaron los lotes con
estacas con el correspondiente número del tratamiento y con hilo se delimitó la
superficie de cada lote.
Figura 36. Identificación de tratamientos en la parcela experimental.
72
4.2.8. Aporque
El aporque se realizó el día 21 de noviembre de 2009, se practica por la mañana
de 6 a.m. a 11 a.m.; se llevó a cabo con la yunta y ayuda del productor.
4.2.9. Preparación y aplicación de fertilizante foliar
La preparación de fertilizante foliar se realizó en un recipiente de 200 litros, se
colocaron 198 litros de agua, 2 litros de fertilizante foliar, agregando un litro de
acido acético o vinagre comercial, 100 gramos de detergente común, 2 Kg de
Cloruro de potasio (KCl) + 2 Kg de Urea; ésto se realizó para la primera
aplicación, para las tres aplicaciones posteriores solo se utilizó el producto foliar
2 l en 198 litros de agua mas el vinagre y el detergente como surfactante.
La cantidad de 200 litros de la mezcla preparada de fertilizante foliar alcanzó
para el cuarto de hectárea de la parcela demostrativa; así como para los
tratamientos que incluían al fertilizante foliar.
Figura 37. Fertilizante foliar adicionado con Urea y KCl para la primera
aplicación.
73
Figura 38. Llenado de mochilas aspersoras
Figura 39. Aplicación de fertilizante foliar
4.2.10. Variables observadas
Con los diferentes tratamientos que se establecieron, se registraron las
siguientes características: altura de plantas, número de hojas, número de hojas
verdes al jiloteo, espigueo, número de mazorcas en la planta, numero de hoja en
la que se desarrollaron las mazorcas, diámetro de las plantas, grosor del olote,
peso seco del totomoxtle, peso seco del zacate y rendimiento en grano.
74
Las variables altura de planta y número de hojas, se registraron el 20 de
noviembre de 2009, a los 20 días de desarrollo del cultivo. Se volvió a registrar
altura de planta, número de hojas, número de hojas verdes, jiloteo, espigueo y
presencia de mazorcas, el día 22 de diciembre de 2009, a los 50 días de
desarrollo del cultivo. Las variables peso seco de caña, peso seco de totomoxtle
y peso seco de grano se registraron el día 10 de febrero de 2009, a los 100 días
desde la siembra.
4.2.11. Análisis estadístico
A las variables medidas, altura de plantas, número de hojas, número de hojas
verdes, presencia de jilote, presencia de mazorcas, peso seco de la caña, peso
seco del totomoxtle, peso seco de olote y peso seco del grano. Se les realizó
análisis de varianza utilizando el modelo correspondiente al diseño experimental
empleado y las siguientes consideraciones: (a) dado que en cada unidad
experimental se tomó la información correspondiente exclusivamente a 10
plantas, entonces se debe considerar como un diseño en bloques completos al
azar con submuestreo; y (b) considerando todas las observaciones individuales
dentro de cada unidad experimental y dentro de cada repetición, simplemente
como repeticiones, esto es, como si hubiese 30 repeticiones para cada
tratamiento y realizando el análisis como un diseño completamente al azar. En
ambos tipos de análisis los resultados fueron consistentes en lo relacionado a su
significancia, y como la primera alternativa de análisis es la más apropiada se
reportan solo estos resultados. Se realizaron además pruebas de comparaciones
múltiples de medias usando el método de Tukey. Los análisis fueron hechos
mediante el programa Statistical Analysis System (SAS) versión 9.1 (SAS, 2008).
75
5.- RESULTADOS Y DISCUSIÓN
5.1 Sistema de producción de Maíz Zapalote Chico de Chahuites en el
Istmo de Tehuantepec
La palabra “Chahuites” significa “tierra húmeda”, en el Istmo de Tehuantepec
hablar del maíz de “Chahuites” indica que el cultivo de maíz Zapalote chico es
cultivado en el ciclo de producción Otoño- invierno, en el cual no hay lluvias y la
producción es a base de la humedad residual acumulada en el suelo.
El campesino istmeño, tiene características, y elementos de definición que son:
(a) es parcelario, es decir sus actividades están orientadas a superficies de tierra
limitadas; (b) son productores directos, es decir poseen la tierra como medio de
producción, así como instrumentos de trabajo, indistintamente del tipo de
propiedad; (c) las unidades de producción son de tipo familiar; (d) el nivel
tecnológico es bajo; (e) la producción es de autoconsumo; (f) genera productos
que constituyen satisfactores para él, así como algunos para transferirlos o
intercambiarlos por otros que le son de utilidad; (g) las relaciones técnicas que
se establecen entre las actividades que desarrolla son bajo su total control y es
parte de su proceso de producción; (h) son productores cuya producción
agrícola, pecuaria y/o forestal les garantiza su propia reproducción familiar y
económica.
En síntesis, las unidades de producción rural están orientadas a la
autosubsistencia y a la autosuficiencia, fundados en la cultura del maíz, donde el
consumo es de importancia capital, así el grano es la base de la alimentación,
seguridad y tranquilidad de la unidad de producción; el zacate se orienta a la
alimentación de los animales de trabajo, principalmente; el olote se utiliza como
combustible; y los granos picados se canalizan a los animales del traspatio:
gallinas y cerdos.
El maíz se cultiva para el consumo, no para el mercado, se utiliza para elaborar
tortillas, totopos, atole, tamales; alimento para las gallinas, cerdos y guajolotes;
además se destina una parte para el alimento de los animales de trabajo.
76
Luego entonces, para propósitos de estimación del consumo de maíz se
consideran cinco miembros adultos que equivaldrían al consumo familiar; cinco
gallinas; un cerdo; y animales de trabajo. Para que una unidad de producción
familiar satisfaga sus necesidades de grano de maíz, requiere producir 2,726 kg
de maíz por año, como se ilustra en el Cuadro 1.
Cuadro 9. Posibles escenarios de consumo de maíz Zapalote del Istmo de
Tehuantepec, Oax.
ESCENARIO
REQUERIMIENTO (KG DE MAÍZ )
Cinco Integrantes (U.P.F.)
1,500
U.P.F. + un caballo
2,000
U.P.F.+un caballo+cinco gallinas
2,250
U.P.F.+un caballo+cinco gallinas+un cerdo 2,750
Fuente: Elaboración propia con información del campo.
A continuación se describe el proceso de producción.
Preparación del Terreno. En el Istmo de Tehuantepec se produce el maíz
Zapalote chico; nativo de la región, que para su cultivo en “Chahuites” la
preparación del suelo se realiza únicamente con un rastreo a mediados del mes
de Octubre, días antes de los últimos eventos de lluvia, para que el suelo capte
agua. Para realizar el rastreo se utiliza maquinaria, la renta tiene un costo de
$350.00/ha.
Figura 40. Preparación del terreno para la siembra, del maíz de “Chahuites” en el
Istmo de Tehuantepec.
77
Siembra. La siembra se realiza en forma manual con ayuda de una yunta de
bueyes, los últimos días del mes de Octubre; utilizan semilla obtenida del ciclo
anterior, cuya producción es del mismo productor; se utilizan 10 Kg (1 almud)
por hectárea de semilla. A la semilla se le tratamiento con algún insecticida
disponible en la región para controlar las plagas de gallina ciega (Phyllopaga sp.)
y gusano de alambre (Agriotes sp.).
Aporque. A los 22 días de la siembra; alrededor del 20 de Noviembre, se realiza
un aporque o “arrime de tierra”, esta labor se realiza con la misma yunta de
bueyes; al mismo tiempo que se realiza el aporque, se practica un deshierbe o
“limpia” del terreno, como localmente se le conoce. Este trabajo lo realiza el
mismo productor o bien con mano de obra familiar.
Figura 41. Aporque al maíz Zapalote chico a los 22 días después de la siembra,
en el Istmo de Tehuantepec, Oax.
Fertilización. En cuanto a la fertilización en esta zona no se realiza fertilización
química; se puede mencionar que al final del ciclo se incorporan al suelo los
residuos de la cosecha.
Como ya se mencionó, en el sistema de “Chahuites” no tienen lluvias, ni riegos,
depende solamente de la humedad que acumuló el suelo del pasado periodo de
lluvias.
78
Plagas. El cultivo es revisado periódicamente para tener controlada la incidencia
de plagas, la única que reportan los productores en el maíz Zapalote es el
gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), los productores afirman que la
incidencia es escaza por lo que no causa mermas considerables en el
rendimiento, por ello no se realiza aplicación de productos para combatir la
incidencia.
Figura 42. Escasa incidencia de gusano cogollero en maíz Zapalote.
Cosecha. La cosecha se realiza en dos partes: (1) cuando la mazorca se
encuentra tierna y se conoce como “elote” aproximadamente a los 60 días,
cosechando
por
hectárea
3
cargas
o
media
carreta
que
equivale
aproximadamente 250 kg/ha por ciclo; y (2) cuando la mazorca se encuentra
seca o en madurez fisiológica después de los 80 días después de la siembra; en
esta etapa se cortan las plantas completas y se dejan apiladas en el terreno para
que se sequen completamente. Después de una semana se recojen las
mazorcas secas, y aparte la parte él rastrojo o rastrojo. En esta etapa se
cosechan lo que resta de la producción obteniéndose aproximadamente 700 kg
/ha, considerando las mazorcas con totomoxtle. La cosecha se hace de forma
manual con la ayuda de canastos.
79
Figura 43.Canasto con el que se cosecha el maíz.
Figura 44. Secado del maíz Zapalote en el terreno al finalizar el ciclo.
Almacenamiento. El maíz cosechado al final del ciclo se almacena en un cuarto
seco para después consumirse paulatinamente. Se comercializa solamente si se
calcula que hay excedentes de la cantidad que se consume por la familia. Para
la comercialización se desgrana y se vende por litros.
80
Figura 45. Cuarto de almacenamiento del maíz Zapalote.
5.2 Efecto de los Tratamientos en la Producción de Maíz
5.2.1 Altura de Planta
A los 20 días de la siembra, al realizar las mediciones de la altura de los seis
tratamientos, se escogieron 9 plantas por tratamiento; la media aritmética fue de
29.83 cm, en la figura 8 se puede observar que los tratamientos testigo absoluto
(T1), micorrizas+ Azospirillum+ composta (T6) fueron ligeramente superiores a
los demás.
35
32
30
31
29
30
29
28
t2
t3
t4
t5
25
cm
20
15
10
5
0
t1
t6
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
Figura 46. Efecto de los tratamientos a los 20 días de emergencia sobre la altura
de las plantas de maíz.
81
A los 50 días después de la emergencia, la media aritmética de la altura de
plantas, fue de 127.5 cm, y el comportamiento de los tratamientos fue como se
ilustra en la Figura 51.
160,00
140,00
145,67
121,20
130,93
130,40 125,20
111,60
120,00
100,00
80,00
60,00
40,00
20,00
0,00
t1
t2
t3
t4
t5
t6
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
Figura 47. Efecto de los tratamientos a los 50 días de emergencia sobre la altura
de las plantas.
Las plantas coinoculadas, donde además se incorporó composta y fertilización
foliar supera en 18.5 % a la altura promedio; es superior en 11.45 % al
tratamiento de la fertilización química; respecto al testigo es superior en 20.66 %.
Los resultados revelan que el tratamiento con coinoculación con Azospirillum y
micorrizas, composta y fertilización foliar alcanzó la mayor altura de planta; sin
embargo su acción es a mediano plazo, dado que a los 20 días el efecto no es
tan evidente.
Ramírez y luna (1995), reportan que Azospirillum promueve el desarrollo de los
pelos radiculares, influye en la formación de ramificaciones y el alargamiento de
la raíz, coadyuva al debilitamiento del tejido, favorece la absorción mineral y de
agua; sin embargo los resultados sugieren que a los 20 días de inoculadas las
semillas es posible que aún no ocurran cambios morfológicos en la raíz del
cultivo.
82
Salamanca y Silva (1998), reportan que en las raicillas ocurre que las esporas
infectan y una vez que el hongo penetra ocurre una proliferación, una semana
después de iniciada la infección el hongo esporula, incrementándose, si existe,
un pequeño déficit hídrico; así los hongos micorrizógenos se mueven desde 0.6
a 3.2 m/año. Entonces es posible que a los 20 días después de la inoculación
con las micorrizas, el avance de la infección aún estaba restringido.
Los resultados indican que el incremento en altura de plantas que produjo el
tratamiento tres (micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar),
superó los efectos de los otros tratamientos, como el de la fertilización química,
la aplicación del fertilizante foliar o la coinoculación con la adición de composta.
La comparación de medias de altura, asigna la mayor de 146 cm, al tratamiento
con inoculación, incorporación de composta y fertilización foliar.
5.2.3 Numero de Hojas
Esta variable respuesta se evaluó a los 20 y 50 días después de la siembra; se
seleccionaron 9 plantas por tratamiento a los 20 días y 15 plantas por
tratamiento a los 50 días.
A los 20 días después de la siembra, la media aritmética fue de 8.03 hojas/
planta, el tratamiento 3 (Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización
foliar) alcanzó un valor de 8.3, mientras que el tratamiento con fertilización
química; coinoculación + composta y el testigo alcanzaron 8.1. Estos resultados
explican que en la evaluación del crecimiento de las plantas de maíz, el número
de hojas debe mantener una relación estrecha con la nutrición del cultivo; así la
coinoculación de los microorganismos tiene como función la estimulación del
desarrollo radicular de las plantas, lo que garantiza mayor exploración de las
raíces y posibilitan mayor absorción nutrimental, lo cual se aprecia en el
tratamiento 6.
83
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
8,1
8,1
8,3
t1
t2
t3
7,7
7,9
8,1
t4
t5
t6
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
Figura 48. Efecto de los tratamientos en el número de hojas por planta a los 20
días posteriores a la siembra.
A los 50 días posteriores a la siembra, la media aritmética fue de 12.71 hojas
por planta; es el tratamiento 3 (Micorrizas + Azospirillum + composta +
fertilización foliar) quien alcanzo 13.3 hojas promedio por planta, situación que
se asocia que a mayor área foliar, mayor actividad metabólica, este tratamiento
permitió obtener plantas con mayor vigor, como lo revela la evaluación de
crecimiento, tanto en altura de planta, como en el número de hojas/planta.
14
12,9
13,2
13,3
11,7
12
12,5
12,7
t5
t6
10
8
6
4
2
0
t1
t2
t3
t4
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
Figura 49. Efecto de los tratamientos en el número de hojas por planta a los 50
días posteriores a la siembra.
84
A los 50 días después de la siembra, el tratamiento tres manifestó mayor número
de hojas, esto puede ser explicable dado que el hongo micorrízico recibe
carbohidratos y la planta huésped, en este caso el maíz, recibe fosfatos,
entonces es de suponer que la planta aumenta su capacidad fotosintética para
atender el suministro de carbono dedicado al hongo.
El análisis de varianza realizado
no reportó diferencias significativas entre
tratamientos, para la observación de número de hojas a los 20 días y a los 50
días (Cuadro 10).
Cuadro 10. Resultados del Análisis de Varianza. Se presenta la probabilidad de
error tipo I (Pr>F) para la hipótesis nula de igualdad de efectos de los
tratamientos y el coeficiente de variación para las variables hojas verdes,
presencia de jilote, mazorca y peso seco de grano.
Estadístico
Pr>f*
C. V.
*: Pr > F menor a
hojas
verdes
0.0088
12.04873
0.05 indican
peso seco peso
seco peso seco
caña
totomoxtle
grano
0.1219
0.0108
0.0278
44.90711 51.32358
79.48315
que hubo diferencias entre los efectos de los
tratamientos, con un nivel de significancia (alfa) al 5%.
5.2.4 Días a Floración Masculina
El testigo registró a los 50 días después de la siembra el 100 % de emisiones de
flores masculinas, que corresponde a la panoja laxa y apical. El tratamiento con
fertilización química correspondió
a 93 %; mientras que el tratamiento con
micorrizas, Azospirillum y composta fue el que resultó con menos flores
masculinas 87 %; mientras que los tratamientos que incluyeron fertilización foliar
alcanzaron el 100 % de floración masculina, al igual que el testigo. Esto
resultados sugieren que la reducción de días en la floración masculina, puede
ser una estrategia para que el cultivo de maíz evada un posible periodo de
sequia, con ello se evita que el rendimiento de grano se abata.
Resultados similares han sido reportados por Uribe y Dzib (2006), quienes en el
Campo Experimental Uxmal, en Yucatán, reportaron no haber encontrado
85
diferencias estadísticas entre el testigo y el tratamiento con micorrizas +
asospirillum + Brassinoesteroide.
5.2.5 Floración Femenina
La flor femenina del maíz, conocida como jilote, se refiere a la mazorca de maíz
cuando aún no han cuajado sus granos, es una espiga compuesta y axilar,
cubierta por brácteas foliáceas.
La media aritmética de los diferentes tratamientos, indica que el 55 % de las
distintas plantas se encontraba en jilote a los 50 días después de la siembra. El
testigo sólo con el 20 % de las plantas contaba con jilotes; mientras que el
tratamiento 3 (Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar) había
alcanzado el 80 % de emisión de jilote; el tratamiento 5 (fertilización química al
suelo + fertilizantes foliar) alcanzaba 73 %; el testigo + fertilización foliar 60 %;
mientras que micorrizas + Azospirillum + composta el 53 %; en tanto que el
tratamiento de fertilización química al suelo sólo alcanzaba el 47 %.
Los resultados sugieren que el tratamientos 3 abastece nutrimentalmente al
% de jiloteo
cultivo, de ahí que se encuentre un mejor jiloteo en dicho tratamiento.
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
80
73
60
53
47
20
t1
t2
t3
t4
t5
t6
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
Figura 50. Floración femenina en maíz Zapalote por efecto de los diferentes
tratamientos evaluados
5.2.6 Rendimiento de Grano
La media aritmética de los resultados del rendimiento de grano seco de los
diferentes tratamientos fue de 3.16 ton/ha; el mayor rendimiento corresponde al
86
tratamiento de fertilización química al suelo que alcanzó 4.45 toneladas/ha;
mientras que el tratamiento 3 (Micorrizas + Azospirillum + composta +
fertilización foliar) alcanzó 3.86 ton/ha; el tratamiento 6 (micorrizas + Azospirillum
+ composta) sólo alcanzó 2.72 ton/ha, rendimientos muy similares al resto (2.70
ton/ha). (sería conveniente mostrar aquí los resultados de la comparación
múltiple de medias para esta variable)
La coinoculación con composta y fertilización foliar constituye una alternativa
para la sustitución de la fertilización química al suelo. Así la fertilización química
superó en 64.81 % mientras que el tratamiento 3 superó al testigo en 42.96 %; al
tratamiento testigo más la fertilización foliar se le atribuye 15.55 % de incremento
en el rendimiento de grano en el cultivo de maíz, con relación al testigo.
En general se identifica una efectividad del proceso de coinoculación con
respecto al testigo; y una mayor efectividad a la fertilización foliar, dado que los
rendimientos son superiores con respecto a los tratamientos simples.
El tratamiento 5, que corresponde a la fertilización al suelo y la fertilización foliar,
pone
de
manifiesto
la
importancia
de
la
coinoculación,
donde
los
microorganismos con sus diferentes mecanismos de acción parecen influir en el
rendimiento del cultivo, donde destaca el tratamiento tres.
En el caso del tratamiento 6 (micorrizas + Azospirillum + composta), Alarcón y
Ferrera (2000), señalan que los hongos micorrizicos tienen un crecimiento lento,
entonces, dada la precocidad del maíz Zapalote, es posible que el periodo de
inoculación no haya sido suficiente.
El tratamiento 5 (fertilización química al suelo + fertilización foliar), con 2.12
ton/ha de grano de maíz, pudiera ser explicable por los beneficios de las
micorrizas, así Sierverding y Toro (1988), reportan que las plantas micorrizadas
exploran de 10 a 200 veces más el volumen de suelo, en consecuencia
absorben hacia la raíz mas nutrimentos, que bajo otras condiciones son poco
disponibles para las plantas. Al respecto Khalil et al., (1994) reportan que las
plantas de maíz micorrizadas absorbieron más N, P, K, Ca, Mg y Zn. Luego
87
entonces, lo que reportan en la literatura, es que el hongo micorrízico es como
una extensión de la raíz, lo que contribuye a mejorar la absorción de agua y
nutrimentos, es una posible explicación al comportamiento del tratamiento 5,
ton/ha
cuyo rendimiento fue bajo y careció de la inoculación de microorganismos.
5
4,5
4
3,5
3
2,5
2
1,5
1
0,5
0
4,45
3,86
3,12
2,72
2,7
2,12
t1
t2
t3
t4
t5
t6
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
Figura 51. Rendimiento de grano en maíz Zapalote con diferentes tratamientos
de inoculación, fertilización química, foliar y composta
Los resultados obtenidos, revelan un incremento en el rendimiento de maíz por
el efecto de la inoculación de microorganismos como las micorrizas,
Azospirillum, adición de composta y fertilización foliar. Esto concuerda con los
resultados de investigación de Uribe y Dzib (2006), quienes encontraron
respuesta positiva a la inoculación; Uribe, Petit y Dzib (2007), reportan que la
inoculación con micorrizas + Azospirillum +13-33 y micorrizas + Azospirillum +
26-66 fueron estadísticamente iguales en rendimiento de grano con el
tratamiento de fertilización química 40-100-00 con 2.79 ton/ha.
5.2.7 Peso Seco de la Planta
Esta evaluación se realizo a los 100 días después de la siembra, incluye en el
peso seco de la planta: peso de la “cañuela”, totomoxtle y olote. La figura 14
ilustra la producción de dicha biomasa.
88
10,5
10
9,5
9
8,5
8
7,5
7
6,5
6
ton/ha 5,5
5
4,5
4
3,5
3
2,5
2
1,5
1
0,5
0
t1
t2
t3
t4
t5
t6
Tratamiento
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
Figura 52. Rendimiento promedio de planta seca en maíz Zapalote por efecto de
los tratamientos evaluados con fertilización química, inoculación con micorrizas y
Azospirillum, fertilización foliar y adición de composta.
La importancia de este parámetro consiste en que el rastrojo es fuente de
alimento para los animales de trabajo, así el tratamiento 3 (Micorrizas +
Azospirillum + composta + fertilización foliar) produce 2280 Kg/ha, en base seca,
de rastrojo; entonces un buey de 400 Kg de peso vivo, consume el 2.5% de su
peso, lo que equivale a 10 Kg de rastrojo/día; así el zacate que proviene de la
milpa alcanza para alimentarlo 228 días. Esto para el campesino istmeño es
relevante.
11
10
9
8
7
6
Kg/ha
5
4
3
2
1
0
t1
t2
t3
t4
t5
t6
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
89
Figura 53. Producción de rastrojo en base seca en maíz Zapalote por efecto de
los tratamientos evaluados.
5.2.8 Número de Hojas Verdes
A los 50 días después de la siembra se registro el número de hojas verdes por
plantas en los diferentes tratamientos, el tratamiento 3 (micorrizas + Azospirillum
+ composta + fertilización foliar) destaca sobre todos los tratamientos
explorados, como se ilustra en la Figura 16 con 9.9 hojas/planta, mientras que el
No. de hojas
testigo 9.3 hojas por planta.
11
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
t1
t2
t3
t4
t5
t6
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
Figura 54. Número de hojas verdes en maíz Zapalote 50 días después de la
siembra por efecto de los diferentes tratamientos.
Los resultados del tratamiento 3 (Micorrizas + Azospirillum + composta +
fertilización foliar) indican que al existir mayor número de hojas verdes entonces
existe mayor capacidad de fotosíntesis, dado por la simbiosis entre la planta de
maíz y el hongo mutualista, entonces la existencia de hojas verdes es
fundamental, dado que el hongo recibe fotosíntesis de la planta, carbohidratos
que el hongo necesita para la producción de esporas.
5.2.9 Discusión General
A las variables medidas: altura de plantas, número de hojas, número de hojas
verdes, presencia de jilote, presencia de mazorcas, peso seco de la caña, peso
seco del totomoxtle, peso seco de olote y peso seco del grano. Se les realizo
90
análisis de varianza, comparación de medias por el método de Tukey (0.05), se
realizaron el análisis en el programa SAS de dos formas: con submuestreo y sin
submuestreo, siendo más significativo el análisis de las variables con
submuestreo el cual fue el considerado para la interpretación.
Las variables de altura de planta, número de hojas, peso seco de olote no
muestran significancia; por lo tanto no se presentan en el análisis de los datos.
La falta de significancia se puede atribuir al error de medición o a la fecha en que
se tomaron los datos.
Las variables que se toman en cuenta en el presente análisis estadístico, son:
número de hojas verdes, peso seco de caña, peso seco de totomoxtle y peso
seco de grano.
En el análisis de los datos muestra que la probabilidad, 0.0088< 0.05 sobre la
variable de hojas verdes medida al 22 de diciembre de 2010 a los 50 días
presentó evidencia significativa, es decir que hubo efecto de alguno de los
tratamientos implementados.
En cuanto a las variables asociadas a rendimiento en peso seco de caña, la
probabilidad, 0.1219>0.05, lo que indica que no hay efecto de los tratamientos
sobre esta variable. En el caso de la variable peso seco de totomoxtle muestra
que dado que 0.0108<0.05, lo que indica que si hubo efecto de alguno de los
tratamientos sobre esta variable. De la misma forma la variable peso seco de
grano muestra la probabilidad 0.0278 <0.05 que indica que si hubo efecto de al
menos uno de los tratamientos.
Cuadro 11. Comparación de medias por el método de Tukey para los diferentes
tratamientos.
hojas
tratamiento verdes
1
9.333 ab*
2
9.8 a
3
9.933 a
4
8.400 b
5
9.266 ab
6
8.733 ab
peso seco
caña
28.800 a
25.800 a
31.067 a
27.633 a
22.800 a
26.900 a
peso
seco peso seco
totomoxtle
grano
1.583 b
36.69 ab
2.600 a
60.80 a
2.066 ab
52.61 a
1.566 b
42.49 ab
1.900 ab
28.83 ab
1.900 ab
37.08 ab
*: Medias con la misma letra indica que las medias son estadísticamente no diferentes
91
T1=testigo; t2= dosis 100-40-00 al suelo; t3= Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar; t4=
testigo + foliar; t5= dosis 100-40-00 al suelo + fertilización foliar; t6= Micorrizas + Azospirillum + composta.
La comparación de medias por el método de Tukey muestra que la variable
número de hojas verdes el 22 de diciembre de 2010 a los 50 días, el tratamiento
3, Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar, fue el que tuvo
mayor valor y significativamente diferente a que los demás tratamientos, pero
con un comportamiento similar al tratamiento 2.
Para las variables asociadas a rendimiento medidas el día 10 de febrero de 2010
a los 100 días de la siembra se tuvo que para el caso de peso seco de caña
todos los tratamientos fueron estadísticamente iguales aunque el tratamiento 3,
Micorrizas + Azospirillum + composta + fertilización foliar fue el que tuvo un
ligero valor por encima de los demás tratamientos. Para la variable peso seco de
totomoxtle el tratamiento 2, dosis regional de fertilización (100-40-00) fue el que
tuvo mayor valor, seguido del tratamiento 3, Micorrizas + Azospirillum +
composta + fertilización foliar. El mismo comportamiento presentó la variable
peso seco de grano, siendo el tratamiento 2, dosis regional de fertilización (10040-00) el que tuvo mayor valor , seguido también del tratamiento 3, Micorrizas +
Azospirillum + composta + fertilización foliar.
92
6. CONCLUSIONES
El cultivo de maíz Zapalote con fertilización química y el tratamiento con
inoculación de micorrizas + Azospirillum + Composta + fertilización foliar en la
producción de grano fueron
estadísticamente iguales aunque la dosis de
fertilización 100-40-00, tuvo mayor valor.
En la producción de rastrojo de maíz Zapalote, todos los tratamientos fueron
estadísticamente iguales, aunque el tratamiento con Micorrizas + Azospirillum +
Composta + fertilización foliar tuvo
un ligero valor
superior a todos los
tratamientos.
Los resultados encontrados en el rendimiento de grano de maíz Zapalote, revela
que los rendimientos con los tratamientos que incluyeron micorrizas y
Azospirillum, la adición de composta y la fertilización foliar pueden sustituir el uso
de fertilizantes químicos al suelo.
A los 20 días después de la siembra los resultados no revelan diferencias, se
requiere mayor tiempo para que las variables o parámetros de evaluación
manifiesten los efectos de los tratamientos, particularmente por la inoculación de
microorganismos.
La fertilización foliar aplicada en el cultivo de maíz Zapalote, por si sola
incrementa 15 % el rendimiento de grano seco con respecto al testigo.
El tratamiento donde se inoculo micorrizas + Azospirillum + composta +
fertilización foliar permite alcanzar 42.96 % de incremento en el rendimiento de
grano de maíz Zapalote, respecto al rendimiento que obtienen en el sistema de
producción de “Chahuiteras”.
93
7.- LITERATURA CITADA
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104
8.- ANEXOS
Anexo 1. Mediciones del día 20 de noviembre de 2009; fecha de siembra: 31 de
octubre de 2009
Tratamiento
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
2
2
2
2
2
2
2
2
3
3
3
3
3
3
3
3
3
4
4
4
4
4
4
4
4
4
5
repeticion
1
1
1
2
2
2
3
3
3
1
1
1
2
2
2
3
3
3
1
1
1
2
2
2
3
3
3
1
1
1
2
2
2
3
3
3
1
altura de planta (cm)
36
34
23
33
38
30
30
38
29
21
30
25
33
34
25
30
34
26
34
30
33
26
27
30
30
30
26
23
23
37
30
25
26
30
30
35
24
numero de hojas
8
8
9
8
9
8
7
8
8
6
8
7
8
9
9
8
9
9
8
10
9
8
8
9
7
8
8
8
7
8
8
7
7
8
8
8
7
105
5
5
5
5
5
5
5
5
6
6
6
6
6
6
6
6
6
1
1
2
2
2
3
3
3
1
1
1
2
2
2
3
3
3
25
35
28
33
35
23
25
23
33
35
35
30
35
28
30
25
27
7
8
7
9
8
8
9
8
8
10
8
10
8
7
7
7
8
Anexo 2. Medidas registradas el 22 de diciembre de 2009
tratamiento
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
2
2
2
2
2
2
2
2
repeticion
1
1
1
1
1
2
2
2
2
2
3
3
3
3
3
1
1
1
1
1
2
2
2
2
altura
de
planta (m)
1.24
1.33
1.3
1.05
1.34
1.3
0.96
1.26
1.25
0.92
1.11
0.76
1.24
1.63
1.49
0.63
1.45
0.6
1.14
0.75
1.6
1.84
1.72
1.44
#
de
hojas
13
12
13
13
12
13
13
13
12
13
14
11
13
14
14
14
13
13
13
13
13
13
14
14
# de hojas
verdes
9
10
11
9
9
10
10
9
9
9
9
8
9
9
10
10
9
9
10
11
10
9
11
9
Jilote
0
0
0
1
1
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
1
0
0
0
1
1
1
1
espiga
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
0
1
1
1
1
#
mazorcas
0
0
0
1
2
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
1
0
0
0
2
2
2
2
106
2
2
2
2
2
2
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
4
4
4
4
4
4
4
4
4
4
4
4
4
4
4
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
2
3
3
3
3
3
1
1
1
1
1
2
2
2
2
2
3
3
3
3
3
1
1
1
1
1
2
2
2
2
2
3
3
3
3
3
1
1
1
1
1
2
2
2
2
2
3
3
3
1.6
1.57
1.05
1.34
1.72
1.19
1.34
1.68
1.69
1.65
1.82
1.22
1.72
1.53
1.19
1.61
0.9
1.27
1.43
1.4
1.4
1.79
1.47
1.32
1.35
1.5
1.12
1.62
1.4
1.54
1.46
0.7
0.7
1.22
1.12
1.25
1.54
1
0.8
1.54
1.44
1.12
1.54
1.29
1.12
1.24
0.94
1.22
1.38
12
14
13
13
13
13
15
14
11
13
14
16
13
12
13
12
13
14
13
14
13
11
11
12
12
11
13
11
13
12
13
15
10
10
11
11
12
15
12
15
14
11
12
12
12
11
12
11
12
9
10
10
11
9
10
11
12
7
10
10
12
10
9
11
10
9
10
9
10
9
8
8
9
9
7
9
9
9
8
8
11
7
8
8
8
8
11
9
11
10
9
8
9
10
8
8
9
9
1
0
0
0
1
0
0
1
1
1
1
0
1
1
1
1
0
1
1
1
1
0
1
1
1
1
0
1
1
0
1
0
0
0
1
1
1
0
0
1
1
1
1
1
0
1
0
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
0
0
0
2
2
2
3
1
1
1
0
2
2
1
2
0
1
2
2
2
0
0
1
1
1
0
1
1
0
1
0
0
0
1
1
1
0
0
1
1
1
1
2
0
1
0
2
2
107
5
5
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
3
3
1
1
1
1
1
2
2
2
2
2
3
3
3
3
3
1.1
1.51
1.4
1.4
1.51
1.59
1.73
0.8
1.27
1.2
1.13
1.12
0.4
0.6
0.71
0.98
0.9
14
13
14
14
14
14
13
13
12
14
12
14
8
12
11
12
13
10
10
11
9
10
8
10
10
9
10
8
9
5
7
8
7
10
1
1
1
1
1
1
1
0
0
1
1
0
0
0
0
1
0
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
0
0
1
1
1
2
2
2
2
2
2
2
0
0
1
1
0
0
0
0
1
0
Anexo 3. Registro de variables a los 100 días después de la siembra.
tratamiento
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
repeticion
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
3
3
3
3
3
peso de
caña (g)
10
22
12
15
15
30
20
20
35
25
18
20
22
20
40
22
20
22
20
18
40
39
47
40
32
la peso totomoxtle peso de olote peso de grano
(g)
(g)
(g)
1
1
8
2
1
30
2
1
13
2
1
33
1
1
5
1
1
19
2
1
23
1
1
13
1
1
44
2
1
25
1
1
17
1
1
18
2
1.5
38
1
1
17
1
1
16
1.5
1
35
1
1
16
2
1
25
1
1
20
1
1
17
2
1
42
1
1
79
1
1
31
3
2
115
2
2
81
108
1
1
1
1
1
3
3
3
3
3
41
40
40
80
39
2
2
2
3
2
2
1
1
2
1
160
79
43
120
40
peso de
tratamiento repeticion caña (g)
2
1
25
2
1
10
2
1
5
2
1
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2
1
28
2
1
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2
1
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1
12
2
1
35
2
1
12
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25
2
2
15
2
2
70
2
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15
2
2
15
2
2
20
2
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35
2
2
25
2
2
15
2
2
25
2
3
50
2
3
22
2
3
40
2
3
25
2
3
20
2
3
40
2
3
25
2
3
50
2
3
28
2
3
15
la peso totomoxtle peso de olote peso de grano
(g)
(g)
(g)
2
1.5
2
1
1
25
1
1
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0
3
1
0
2
2
40
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3
2
2
2
5
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2
1
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3
2
70
2
1
55
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3
290
2
1
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2
2
45
2
2
25
4
2
135
2
2
70
1
1
28
2
1
35
3
2
95
2
2
80
3
2
115
3
2
125
2
2
60
2
2
100
2
2
75
4
3
165
5
3
140
2
2
60
peso de
caña (g)
25
32
25
18
la peso totomoxtle peso de olote peso de grano
(g)
(g)
(g)
2
2
50
2
1
52
3
2
64
1
1
42
tratamiento
3
3
3
3
repeticion
1
1
1
1
109
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
1
1
1
1
1
1
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
30
40
40
25
40
25
15
38
22
20
35
22
23
23
25
25
36
37
39
38
38
40
38
42
38
38
peso de
tratamiento repeticion caña (g)
4
1
18
4
1
20
4
1
22
4
1
20
4
1
22
4
1
22
4
1
21
4
1
20
4
1
22
4
1
25
4
2
40
4
2
22
4
2
25
4
2
32
4
2
35
4
2
20
4
2
25
3
3
3
4
4
3
1
2
3
2
2
2
2
2
1
2
2
1
2
1
2
1
2
1
1
2
2
2
2
3
3
2
1
1
2
1
1
1
1
1
2
1
1
1
1
1
1.5
1
1
1
1
2
110
98
105
103
128
85
23
22
38
38
42
38
45
22
47
40
83
41
79
40
78
41
39
36
41
82
la peso totomoxtle peso de olote peso de grano
(g)
(g)
(g)
2
3
24
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1
22
2
1
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1
17
2
1
10
1.5
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2
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2
2
20
1
1
18
2
1
50
1
1
25
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1
30
3
2
140
1
1
40
1
1
40
3
2
132
110
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4
4
4
4
4
4
4
4
4
4
4
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2
2
2
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3
3
3
3
3
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3
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28
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15
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20
35
21
42
23
27
58
39
40
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tratamiento repeticion caña (g)
5
1
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18
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1
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2
24
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2
26
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2
40
5
2
40
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2
40
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2
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2
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5
2
32
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2
35
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15
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3
15
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15
5
3
15
5
3
22
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1
1
1
1
1
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1
1
1
1
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1
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1
1
50
98
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32
36
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78
38
40
78
41
81
la peso totomoxtle peso de olote peso de grano
(g)
(g)
(g)
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0
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1
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2
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2
10
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1
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1
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2
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1
1
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2
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2
1
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1
1
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2
1
50
2
2
50
2
2
33
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1
20
2
1
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1
15
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1
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2
1
55
1
1
45
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1
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1
15
1
1
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tratamiento
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
repeticion
1
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1
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1
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2
2
2
2
2
2
2
2
2
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3
3
3
3
3
3
3
3
3
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caña (g)
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35
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40
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18
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15
20
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la peso totomoxtle peso de olote peso de grano
(g)
(g)
(g)
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28
1
1
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2
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2
2
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1
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1
1
13
1
1
23
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1
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1
1
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1
1
30
2
2
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2
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130
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2
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Anexo 4. Análisis de suelo de la parcela del señor Alejandro Román Sánchez
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