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ASPECTOS HISTORICOS SOBRE LAS DEPENDENCIAS DE
LATINOAMERICA
Maribel De La Cruz Vergara*
Frente a la globalización o la mundialización de las economías, se ha retomado en América
Latina la discusión alrededor de la dependencia económica y por tanto política e ideológica
de este bloque continental con relación a los países de primer orden. No obstante los
diversos estudios que ubican la dependencia al final del siglo XIX y básicamente en el siglo
XX, vale la pena anotar que estas dependencias son un proceso que como diría Braudel 1 se
ubica en la larga duración, ya que está emparentada básicamente con el imaginario
económico expansivo de la Europa de finales del siglo XV. De tal Manera que la fecha de
1492, 2 o del descubrimiento de América por parte de la corona hispánica, representa un
hito que transformaría la historia en ambos continentes, así, los europeos como tampoco los
americanos seguirían siendo los mismos a partir de ese momento, es decir se evidencia una
transformación mutua, que va desde el aporte de la producción metalífera americana en la
acumulación originaria de capital 3 y posterior consolidación del capitalismo 4 occidental 5 ,
hasta la gastronomía, pasando por la religión y la recreación racial 6 , que daría origen al
actual hombre latinoamericano, el cual hace referencia al ciudadano latinoamericano
estándar que ha desarrollado y evolucionado su vida y formas culturales en coherencia
con las tendencias mundiales y nacionales, de las cuales se puede divorciar e iniciar
movimientos sociales, políticos, económicos e ideológicos pero que sus referentes siguen
* Historiadora, Profesora programa de Historia, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad de Cartagena, Cartagena de Indias – Colombia. Grupo de investigación Economía, Historia y Conflicto. Clasificación Colciencias 2009.
1
Braudel, Fernand, “La larga duración” en Las ambiciones de la historia, Barcelona, Crítica, págs. 147 – 177
2
Frank, André Gunder – Gills, Barry. K. (ed.). El sistema mundial de los 5.000 años. Una introducción interdisciplinar, 46 pp. Edición original: The World. System. Five Hundred Years or Five Thousand? Londres, 1993. Introducción. 3
Marx, Karl, El Capital, México, Fondo de Cultura económica, 2000. Véase la acumulación originaria de capital. 4
Se refiere al capitalismo moderno europeo, ya que tal como lo plantea Weber el capitalismo ha existido de diferentes maneras a través de la historia de la humanidad, pero que el capitalismo occidental se diferencia de las otras formas de capitalismo, de tal manera que satisfacer las necesidades cotidianas por medios capitalistas es propio del capitalismo del occidente de Europa, y lo ubica como una actividad cotidiana a partir del siglo XIX. Weber, Max, Historia económica general, México, Fondo de cultura económica 1942. 5
Wallerstein, Immanuel, El moderno sistema mundial, I., La agricultura capitalista y los orígenes de la economía‐mundo europea en el siglo XVI, México, siglo veintiuno editores, 1979. El moderno sistema mundial, II., El mercantilismo y la consolidación de la economía‐ mundo, Europa 1600‐1750, México, siglo veintiuno editores, 1984. 6
En el sentido de la multiculturalidad 1
siendo la consecución de otras formas de vida dentro de los parámetros mundialmente
establecido 7
1. De las autonomías provinciales al centralismo borbónico.
El sistema administrativo español, bajo la dinastía de los Austrias para las Indias
Occidentales, se caracterizaba al nivel administrativo por cierta autonomía municipal y
provincial, lo que permitió que se generaran procesos de producción que gozaban de ciertas
libertades, o más bien de cierta independencia de la corona, básicamente por la
imposibilidad que tenia esta para controlarlo todo desde los dos Virreinatos establecidos, el
del Perú y el de Nueva España, esta estructura permitió no obstante existir unos centros
Virreinales que las provincias y gobernaciones representaran un papel igualmente
importante, sobre todo si eran puertos, ya que a través de estos se movía toda la economía
de la época. Debido a las autonomías provinciales y al papel definitivo de los puertos en la
economía, no podríamos aplicar el modelo clásico de centro- periferia 8 intracolonial en
sentido moderno, ya que algunos puertos como el puerto de Cartagena de Indias,
7
Sobre el tema véase las teorías de la modernidad/colonialidad y la decolonización en Mignolo, Walter. “El pensamiento des‐colonial. Desprendimiento y apertura: Un manifiesto” en Castro‐Gómez, Santiago y Ramón Grosfoguel (2007) (compiladores). EI giro decolonial: reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá: Siglo del Hombre Editores, Universidad Central, Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar, págs. 25 – 46. Escobar, Arturo (2005). “Mundos y conocimiento de otro modo: El programa de investigación de modernidad/colonialidad” en Más allá del tercer mundo. Globalización y diferencia, Bogotá, ICANH Instituto Colombiano de Antropología e Historia, págs. 63 – 91. Quijano, Aníbal. “Colonialidad del poder y clasificación social”. En Castro‐Gómez, Santiago y Ramón Grosfoguel (2007) (compiladores). EI giro decolonial... Op. Cit. , págs. 93 – 126. Quijano, Aníbal. “Colonialidad y modernidad/racionalidad” en Heraclio Bonilla (comp.). Los conquistados: 1492 y la población indígena de las Américas, Santa Fe de Bogotá, Tercer Mundo Editores – FLACSO, Libri Mundi, 1992, pág. 26. “Don Quijote y los molinos de viento en América Latina” en Kozlarek, Oliver (coord.). De la Teoría Crítica a una crítica plural de la modernidad, Buenos Aires, Biblos, 2007, 79 – 105. 8
Sobre el modelo centro periferia tenemos varios aspectos. Uno de ellos el planteado por Wallerstein en el cual refiriéndose a la economía‐mundo europea plantea que: “La periferia de una economía mundo es aquel sector geográfico en el cual la producción es primariamente de bienes de baja categoría, esto, es de bienes cuya mano de obra es peor remunerada. Pero que es parte integrante del sistema global de la división del trabajo, dado que las mercancías implicadas son esenciales para su uso diario”. Estas periferias según el autor no son externas al sistema de economía‐mundo sino que son parte de él, y señala que es este el caso de América en los primeros siglos de occidentalización. Para el mismo siglo XVII el autor plantea que “La arena externa de una economía mundo está compuesta por aquellos otros sistemas mundiales con los cuales una encomia mundo dada mantiene algún tipo de relaciones comerciales, basadas primariamente en el intercambio de objetos preciosos, lo que a su vez se ha llamado “comercios ricos”. Sunkel y Paz, por su parte plantean que en las culturas prehispánicas americanas se evidencia una estructura de centro –
periferia, en donde el imperio Incaico y Azteca eran los centros, mientras una serie de poblaciones intermedias y zonas producción orbitaban alrededor de estos grandes centros, los cuales a su vez fueron utilizados por los españoles con la misma estructura para imponer el sistema de dominación colonial. Véase en Sunkel, Oswaldo y Paz, Pedro, El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo, México, siglo veintiuno editores, 1988, págs. 282 y ss. 2
Portobello y todos los del Mar del Norte, incluyendo el de Buenos Aires se convertirían en
la primera mitad del siglo XVIII, en los dinamizadores de la economía hispánica, no
solamente porque eran los sitios naturales para el envió de metales preciosos, sino también
porque hacía el año de 1713, se convirtieron en los puertos negreros 9 más importantes para
abastecer la mano de obra esclava, como nuevo elemento en la producción de mercaderías.
No obstante esta nueva mano de obra, las políticas económicas españolas y de comercio
exterior estaban basadas en el monopolio, por tanto la metrópoli impuso todos sus
productos a las colonias 10 prohibiendo el desarrollo productivo y comercial entre estas,
situación que no solamente se ve reflejado en las relaciones económicas, sino también en la
política 11 y en lo jurídico, 12 ya que se legislaba o se trazaban políticas públicas para cada
una de ellas según las circunstancias y conflictos espacio - temporales. En tal sentido,
hasta la primera mitad del siglo XVIII, tendríamos en América unos territorios
considerados desde lo geopolítico como una prolongación oceánica de España, por tanto
formaban parte estructural de la misma. Por otra parte el Imperio como tal dependía de la
voluntad de los particulares que eran los dueños de los medios de producción, de la fuerza
de trabajo indígena y la mano de obra esclava, mientras para sí, siguió reservándose los
impuestos, la propiedad sobre la tierra y el dominio territorial en general. La autonomía
municipal y provincial, y el hecho de que los particulares tuvieran bajo su control, los
medios de producción y la fuerza de trabajo, permitieron que se fuera consolidando en toda
Hispanoamérica un nuevo hombre que comenzó a sentirse Americano y por tanto con más
derecho que los peninsulares que llegaban a ocupar un rango social y administrativo
superior. Este nuevo americano 13 ocuparía un papel protagónico posteriormente en la
independencia política de España.
Es de anotar, que las políticas económicas, de organización administrativa y social de
América Hispánica oscilaban siempre entre las políticas económicas europeas y su
relación con España y Portugal como metrópolis, dichas políticas a su vez estaban
permeadas por las muchas guerras y conflictos religiosas, de dominio colonial y políticos
que España sostenía básicamente con Inglaterra y Francia, en todo caso el convulsionado
siglo XVIII europeo es el pretexto con el cual se intenta recomponer las relaciones de
Hispanoamérica con la metrópoli, de tal manera que bajo el reinado de Carlos III, y su
9
Donoso, Anes Rafael, “Un análisis sucinto del Asiento de esclavos con Inglaterra (1713‐1750) y el papel desempeñado por la contabilidad en su desarrollo”. Anuario de estudios Americanos, 64,2. Julio – diciembre, 105‐144, Sevilla (España) 2007. 10
Galindo Aníbal, Estudios Económicos y fiscales, Bogotá, Biblioteca Popular de economía, ANIF‐
COLCULTURA No 1. 1978. Pág. 122 11
Solórzano y Pereyra, Juan, Política Indiana, Oficina de Diego Luis de la Carrera, Madrid, 1647 12
Recopilación de las leyes de los Reinos de las Indias, Mandadas a imprimir por la Magestad católica del rey Don Carlos II, por la viuda de Don Joaquín Ibarra, Impresora de dicho Real y Supremo Consejo de Indias. 13
Este mismo ideario lo encontramos igualmente en los americanos del norte, los cuales definieron su ámbito comercial, financiero, político y cultural con mucha autonomía con relación al imperio británico, lo cual hizo posible la independencia de las trece colonias en 1776. 3
política de Reformas Borbónicas, que según sus teóricos pondrían a España a tono con el
desarrollo económico ingles y los avances políticos de Francia, se decide aplicar dicho tren
de reformas a sus colonias, las cuales a partir de la segunda mitad de este siglo,
prácticamente habían dejado de considerarse como prolongación hispánica, para convertirse
por lo menos teóricamente en colonias, tipo factorías, cuya función principal sería la
producción de materias primas y su especialización con el fin de proveer los mercados
internacionales, lo que permitiría a España seguir detentando el papel fundamental que
había desempeñado desde finales del siglo XV. El control colonial borbónico se ve
reflejado básicamente en las reformas administrativas, en las reformas a la producción, la
comercialización y reformas estructurales sobre la distribución de la tierra, las cuales se
suponen entrarían a aún proceso de modernización, rentable en ambos hemisferios.
Sobre este período plantea Galindo 14 , que la libertad de comercio se inicia por medio de la
real cédula de 16 de octubre de 1775, conocido como el decreto de “Comercio libre”, con lo
cual se habilitaron para el comercio las islas de Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico,
Margarita y Trinidad, en España se habilitaron los puertos de Cádiz, Sevilla, Alicante,
Cartagena, Málaga, Barcelona, Santander, La Coruña y Gijón, aboliendo igualmente una
serie de impuestos sobre el comercio tales como los derechos de palmeo, toneladas,
extranjería, seminario de San Telmo, visitas, habilitaciones y licencias. Esta libertad de
comercio implicó una apertura total de la economía hispanoamericana a la economía
mundial y a la creación de redes mundiales de comercio, es decir si en los siglos anteriores
no se estimulaba el comercio, sino que se trataba de establecer relaciones individuales con
cada colonia, ahora se pretendía que estas entraran conscientemente al circuito económico
mundial europeo, en donde Ingleses y Franceses podían comprar y vender de acuerdo con
las reglas del mercado. Las reformas borbónicas sin embargo, tuvieron ciertas diferencias
en su aplicación con relación a dos grandes regiones temporo-espacial, la región de los
Andes y las regiones costeras, incluyendo en estas la cuenca del Caribe.
Para el caso del virreinato de la Nueva Granada, la libertad de comercio fue tan fructífera
que el Arzobispo – Virrey en la relación de mando de 1789, escribía: “… lo que más
sensiblemente prueba los efectos del comercio libre es la extracción de frutos, pues de los
informes de aduanas de Santa Marta consta, que de 30.791 pesos que salieron el año 84, ha
ido subiendo gradualmente hasta 247.039 pesos en el que llegaron en el año pasado de
88”. 15 No obstante el optimismo del Virrey, plantea Galindo que el comercio estaba sujeto
a las políticas económicas internacionales como a las guerras en Europa, y considera que
en los últimos veinte años de la política colonial el comercio exterior en la Nueva Granada
fue más bien escaso. Este período como lo plantea Marchena y Garavaglia16 , fue el período
14
Galindo, óp. cit, 124 Relaciones de Mando, Nueva York, 1869, pág. 26,67 y 97. Citado por Galindo, op.cit, pág. 125. 16
Garavaglia, Juan Carlos y Marchena Juan, América latina de los orígenes a la independencia. II. La sociedad colonial ibérica en el siglo XVIII, Barcelona, Critica, 2005. Los autores plantean que el siglo XVIII se inicia aproximadamente en 1760 y su finalización hacía 1820‐1825. Págs. 31 y ss. 15
4
más corto de la historia de estos países, ya que las reformas fueron el detonador a través del
cual se iniciarían las independencias hispanoamericanas.
Con relación a este punto tenemos que al finalizar el período colonial, Hispanoamérica se
encontraba en una relación de dependencia estructural de España y económica de los
mercados mundiales, estas relaciones configuraron los presupuestos a partir de los cuales
se establecerían los nexos con el mundo en el período republicano. Por otra parte cabe
anotar que las transacciones comerciales y los mercados internacionales no hace la
dependencia en sí, ya que los países industrializados o más desarrollados son las más
dependientes del mundo, lo que realmente hace y desarrolla sistemas dependientes
entendidos en el sentidos de “menos” es la igualdad o desigualdad de las balanzas
comerciales, la capacidad de producción, y el desarrollo tecnológico de los medios para
producir, lo que en últimas determina el papel que cada uno ocupa dentro del concierto
internacional. La anterior reflexión si la vemos desde el punto de vista del “hombre
económico”, pero como el ser humano no solamente es económico sino también
multidimensional y en cada acto involucra además de la producción de bienes materiales
una serie de intersujetividades, nos vemos abocados a un sistema de valoración sociocultural y económico, que pone en segunda línea muchas sociedades humanas, como es el
caso de la división de países que la economía moderna ha clasificado en países de primer
orden, de segundo orden y de tercer orden, así que aquellos que se han considerado de
primer orden han terminado estableciendo las pautas de desarrollo en el mundo y por tanto
considerándose “mejores o superiores” a los que le siguen en línea descendente. Sin
embargo vale la pena aclarar que esta lógica de clasificación ha sido la causa más
contundente para los cambios de sistemas económicos, gobiernos e instituciones a través
de los tiempos, pues está en la esencia del ser humano sentirse igual a sus congéneres 17 , de
tal manera que este hecho ha sido definitivo en la caída de los sistemas esclavistas de
oriente, el imperio romano, la sociedad feudal, las revoluciones capitalistas de occidente,
las revoluciones independentista americanas y porque no el reciente “sistema comunista”
de Europa oriental.
1.1.
Las influencias ideológicas como moldeadoras de un
universalista occidental.
pensamiento
Los primeros españoles asentados en América no obstante ciertas libertades y autonomías
de las cuales disfrutaban, estaban amarrados a un imaginario que había sido construido en
la península y por tanto puesto en práctica en los territorios dominados, la tarea entonces
era la conquista y colonización de territorios para vivir mejor y lograr un posicionamiento
social con relación al que tenían establecido en la sociedad peninsular. Además de la
motivación personal a estos se les asignó una tarea fundamental para cumplir: el
17
No en el sentido de la revolución francesa 5
adoctrinamiento bajo los preceptos católicos de los indígenas y posteriormente africanos
bajo su tutela, adicional a esto es evidente señalar la multiplicidad y cantidad de religiosos
que llegaron con las huestedes conquistadoras con la misión de evangelizar y ganar para la
religión católica las almas de esta parte del mundo. Así los encomenderos conjuntamente
con los eclesiásticos ejercían la función de dominación ideológica-religiosa en
Hispanoamérica.
No obstante, las críticas que se le hacían a los encomenderos por su despreocupación por la
evangelización de los indígenas y negros, vale la pena aclarar que este hecho no se dio
homogéneo en todos estos territorios, ya que hubo regiones en donde la intervención de la
religión fue más contundente, así toda la zona andina colombiana fue más religiosa que las
zonas costeras y el Caribe, esto posiblemente porque en esta última parte geográfica sus
habitantes estaban en un permanente contacto con otras culturas lo cual indudablemente
pesa en las versiones y percepciones que se tienen del mundo. Por otra parte y como se
señala permanentemente en los escritos de la época y en las memorias de los virreyes
neogranadinos 18 los negros eran poco disciplinados en los asuntos de la religión católica,
adicionalmente que en general seguían practicando y adorando a sus dioses africanos, no
obstante los elementos religiosos de los negros y de los indígenas, la religión dominante fue
la católica y por tanto se convirtió en el instrumento idóneo de disciplinamiento de la
sociedad colonial. Así la población hispanoamericana configura una mentalidad de
dependencia religiosa de la Iglesia Católica, dicha tradición se ve reflejada en el
pensamiento de los independentistas del siglo XIX, a través de todo el siglo XX hasta la
actualidad.
Otro tipo de pensamiento influyente en los españoles americanos y específicamente en los
de finales del siglo XVIII, fueron las teorías políticas, económicas, filosóficas y de
desarrollo de las ciencias naturales europeas, las cuales sirvieron de base para la
postulación de las revoluciones políticas, económicas y sociales de ese siglo. Estamos
refiriéndonos al pensamiento ilustrado cuyas teorías fueron especialmente determinantes en
la consolidación del capitalismo como sistema. Así los criollos19 fueron educados no
solamente bajo los preceptos de la religión católica y la aceptación de los monarcas como
acto divino, sino también bajo los preceptos del contrato social de Rousseau, las ideas de
Robespierre y el liberalismo económico inglés, podríamos decir que estas generaciones se
caracterizaban por el eclecticismo teórico, el cual permitió y sirvió como condición
indispensable para que se diera la ruptura mental que permitiría la separación de España.
Pero no solamente los criollos monopolizaban el saber, también juega un papel importante
cierta población mestiza la cual y gracias a los títulos de limpieza de sangre habían logrado
18
Colmenares, Germán, relaciones e informes de los gobernantes de la Nueva Granada, Fondo de promoción de la cultura del Banco Popular, Bogotá, 1989 19
Recibían esta denominación los hijos de los españoles nacidos en América, se diferenciaban de los españoles peninsulares y de los españoles americanos 6
posicionarse en las altas esferas sociales, creando así una élite blanca abstracta, que a su
vez era consciente de su mestizaje. 20 Por otra parte los Indígenas y Negros en su calidad
de vasallos y esclavos estaban bajo la dominación de dicha élite, la cual reproducía los
esquemas de dominación acordes con la Corona, pero más que nada acorde con sus propios
intereses; en resumen tendríamos la siguiente relación de: Blancos (de diferentes razas y
pelambres) Mestizos (los reconocidos y emparentados con las élites blancas, eran libres y
podían desempeñarse en diferentes oficios) Indios y Negros. Estos dos últimos grupos
varían de acuerdo al análisis ya que en la época los negros racialmente eran considerados
superiores a los indios, mientras los indios socialmente eran considerados superiores a los
negros que estaban en calidad de esclavos. Entonces la imposición de un pensamiento de
dominación que caía en cascada definiría en cierta forma el pensamiento del hombre
americano, el cual en la actualidad frente al europeo, sigue siendo considerado un
ciudadano de segunda categoría, no obstante la globalización y el discurso del ciudadano
universal; dado que las lógicas que se manejan históricamente en ambos hemisferios son
diferentes los puntos de encuentros y espacios comunes hoy abría que saberlos establecer.
2. En una relación centrífuga. Girando alrededor de la economía internacional.
Creadas las condiciones que darían paso a una “nueva época” en el bloque continental
hispanoamericano, se inician las luchas de independencia y el intento de las élites
coloniales por recuperar el control de ciertos aspectos tales como la economía y la
administración, pues consideraban que deberían tener un papel más decisivo frente a la
corona en estos aspectos, y digo frente a la corona porque de hecho tenían el control en
parte de la sociedad colonial. El comercio libre de los ingleses, la igualdad abstracta de los
franceses y las crisis peninsulares por la invasión napoleónica habían forzado a las elites
coloniales a reclamar lo que consideraban suyo. Sus reclamaciones las basaban en el
sistema de desigualdad en el que se hallaban con relación a las provincias peninsulares, no
obstante poseer mayores territorios y producir más que muchas de estas, tal como se
argumento en “el memorial de agravios”. 21 Antecedente al anterior asunto vale la pena
mencionar el proyecto independentista de Francisco de Miranda y a la traducción de los
Derechos del Hombre, por primera vez para las colonias americanas, por Antonio Nariño
en el año de 1793. Ideas que recorrían los puertos y provincias desde la Nueva Granada
hasta México y el cono sur. No obstante las reclamaciones, el comercio siguió fluyendo a
través de los puertos e igualmente las relaciones diplomáticas de las provincias y
20
Véase sobre el tema del mestizaje en la época a: Camilo Torres, “el memorial de Agravios “escrito en Bogotá en 1809, Simón Bolívar, “La Carta de Jamaica”, escrita Kingston en 1813 y al final del siglo XIX, José Martí “Los códigos Nuevos” Guatemala, abril de 1877. 21
Documento escrito por la Junta Central de Santafé en 1809 por Camilo Torres. http://es.wikisource.org/wiki/Memorial_de_Agravios, consultado el 27 de octubre de 2009. 7
virreinatos con los Estados Unidos 22 , en cuyas misivas son comunes los temas sobre las
relaciones comerciales, el apoyo a la guerra de independencia y el reconocimiento de las
repúblicas por el vecino del norte. Y no solamente se pedía el reconocimiento como
repúblicas independientes de Estados Unidos, sino también de Inglaterra, siendo la
importancia de este reconocimiento la posibilidad de los empréstitos23 de estos países para
la organización del comercio y de los gobiernos de las nuevas repúblicas. Esta carrera de
empréstitos determinarían a través de este siglo y del XX, las relaciones básicamente con
los estados Unidos, situación que dio pie, para que a finales del XIX se iniciara una
intromisión a través de los agentes bancarios en las economías latinoamericanas, frente a la
necesidad del mercado mundial de materias primas y la especialización de Latinoamérica
en estas. Otro aspecto importante es la conformación del Estado-Nación y el aspecto
jurídico- normativo, como estructuras necesarias en la articulación con el sistema
económico mundial, e igualmente el inicio de la industrialización y la apropiación de las
ideas de progreso y desarrollo como imagen deseada de las sociedades latinoamericanas.
Así a partir de 1826, aproximadamente en los textos constitucionales y como política de
estado se establece la inmigración de extranjeros 24 hacia estos países, con el fin de que con
estos se pudiera lograr el tan anhelado desarrollo industrial, no obstante las reformas y
demás, el papel que ocuparían estos países estaba reservado por la dinámica del mercado, el
cual los ubicaría en la periferia con relación a los centros de desarrollo y producción de los
países industrializados. La lenta industrialización de América latina, es multicausal, sin
embargo podemos anotar que además de la presión de las circunstancias externas, ciertas
condiciones internas en el largo siglo XIX no lo permitirían, tal es la pervivencia de las
estructuras coloniales, la divergencia de pensamiento frente a los vientos de modernidad, el
concepto del trabajo, la mano de obra esclava, la desigualdad regional, la poca fluidez de
las vías de comunicación y la corrupción administrativa, procesos que empujaron a la
región a tener el papel que ocupa hoy.
22
Manning, William, R, Correspondencia diplomática de los Estados Unidos concerniente a la independencia de las naciones latinoamericanas, Buenos Aires, Librería y Editorial La facultad de Juan Roldan y Compañía, 1931, Tomo II 23
Para el caso de Colombia el primer empréstito por catorce mil libras esterlinas se hizo a Inglaterra en 1824, por el General Santander, véase en De la cruz Vergara Maribel, El proceso jurídico político de la desamortización de bienes de manos muertas, 1776‐1887, El taller de la Historia, vol. 1, No 1, 2009, pág. 203‐222. 24
En el caso de la Nueva Granada en 1847 se aprueba la ley de 2 junio sobre inmigración de extranjeros la cual dispone que los diplomáticos asentados en Europa y los Estados Unidos serán los encargados de estimular y contratar artesanos y agricultores que se necesiten para el fomento de la industria granadina, e igualmente se podrán contratar con empresarios que quieran venir a la Nueva Granada, para tales efectos el gobierno dispone de tres millones de fanegadas de tierras baldías de la propiedad del Estado, con el objeto de concederlas a los nuevos colonos que quieran venir a establecerse en ellas, las cuales deben cultivar y volver productivas en los tiempos estipulados para tal efecto. Léase en Colección de documentos sobre inmigración de extranjeros, reimpreso de la Gaceta de la Nueva Granada, número 611, del 13 de septiembre de 1847, Bogotá, Imprenta de J.A. Cualla. 8
En el caso de Colombia por ejemplo en el periodo de 1823 a 1853, según los informes de
hacienda la balanza comercial era desfavorable ya que se importaba más de lo que se
exportaba así: En el año de 1834 en el movimiento comercial se registró un valor total de
productos exportados de $ 1,546,063, 2 4/4, mientras el movimiento por importación fue
de 1,817,677, 4 ¼, 25 en el año de 1835 26 , la importación se realizó por un total de
3,292,625, 5, 12, mientras la exportación se realizó por un total general de 2,566,208,6. En
el año 36 27 , las importaciones fueron por un total de 4,142,400, 1, 172, mientras las
exportaciones se realizaron por 2,827,544, 1 ¾, en este año se observa que la importación
comercial se incremento $1,314,856, con relación a la exportación, tales consecuencias se
debían como lo plantea Galindo a un periodo económico más bien de temor a la innovación
económica, conservándose el proteccionismo como medida cautelar frente a la tarea de
organización del estado y la sociedad, sin embargo a partir de 1846 comienza una época de
reformas liberales en la cual 28 :
“… de las estrechas ideas que buscaban el desenvolvimiento industrial y mercantil del país
en la imposición de derechos restrictivos, para favorecer las toscas y escasas manufacturas
del país, se pasa de un solo golpe a las grandes ideas económicas, que midiendo la riqueza,
no por la intensidad del trabajo, sino por la relación de la suma efectiva de bienestar y
satisfacción que él nos procura, hacen solidario el progreso de todos los pueblos de la tierra,
y van a buscar el resultado económico del trabajo inteligente del hombre en la unidad del
mercado del mundo”
Esta puesta a tono con la economía mundo requirió de una serie de reformas como de
aduana, reforma del sistema monetario, abolición de los monopolios, abolición de la
esclavitud, reformas sobre la tierra, libre cambio, nuevos currículos escolares, paquete de
reformas que servirían de base para determinar nuevas relaciones con el capitalismo y el
desarrollo del país mismo. Los postulados económicos, las teorías de creación del estado y
las instituciones jurídicas, son procesos que encontramos más o menos similares en toda
América latina en el siglo XIX, aunque sus diferencias básicas están en la estructura
económica y social 29 , la cual se hace más evidente a finales del mismo, en donde cada país,
25
Exposición que hace al Congreso Constitucional de La Nueva Granada en 1834, el Secretario de estado en el Despacho de Hacienda, sobre los negocios de su departamento, Bogotá, Imprenta de B. Espinosa. 26
Exposición que hace al Congreso Constitucional de La Nueva Granada en 1835, el Secretario de estado en el Despacho de Hacienda, sobre los negocios de su departamento, Bogotá,1835, Imprenta de Nicomedes Lora, 27
Exposición que hace al Congreso Constitucional de La Nueva Granada en 1836, el Secretario de estado en el Despacho de Hacienda, sobre los negocios de su departamento, Bogotá,1836, Imprenta de Nicomedes Lora, 28
Galindo, Aníbal, Estudios económicos y fiscales, Bogotá, Anif ‐ Colcultura, 1978. Escrito por el Autor en 1880. 29
Para 1870 Latinoamérica se presenta como un mosaico en donde coexisten diferentes formas de producción, de tal forma que al lado de unas haciendas altamente productivas articuladas al mercado nacional e internacional tendientes al moderno capitalismo europeo, encontramos relaciones de producción y formas de producción pertenecientes a lo que se ha denominado relaciones pre capitalistas de 9
siguiendo desde el punto de vista económico con la tradición colonial, se especializa en la
producción de ciertas materias primas así como la forma de articulación con el mercado
mundial. Desde finales del XIX hasta la crisis del 29, los países latinoamericanos
desarrollan su economía fundamentalmente basados en lo que se ha denominado el modelo
de crecimiento hacia afuera, de tal forma que cada uno comienza a desarrollar ciertos
productos que lo identificaran en los mercados internacionales, mientras el desarrollo de
infraestructura interna, las reformas estatales, las políticas públicas, la iniciación del
sistema bancario y el sistema educativo se convierten en políticas internas necesarias para
sostener las balanzas de exportación, esta también es la era de las grandes inversiones de
capitales por parte de Estados Unidos y por tanto la intromisión de este en los asuntos
internos de estos países. Luego de la crisis del 30 y de la segunda guerra mundial, se inicia
el proceso de crecimiento hacía adentro o desarrollo industrial moderno latinoamericano el
cual de la mano con las teorías keynesianas y su sistema de proteccionismo, conjuntamente
con las protestas sociales, sindicales, la penetración contundente de la Unión Soviética, la
guerra fría, los gobiernos militares de ultraderecha, la creación del Banco Mundial, el
FMI, y la polarización entre oriente europeo y occidente darían ciertas especificidades a
este periodo de nuestra historia, ya que se puede decir que se manifiesta el desbordamiento
de todo proyecto posible, para dar paso a múltiples proyectos posibles en los cuales los
gobiernos, las élites de poder económico, las elites de poder político y ciertos grupos
sociales se alinearía de acuerdo con sus propios intereses. La década de 1970 resulta
también de mucha importancia, ya que con esta se inicia en Chile las políticas neoliberales
las cuales aún ocupan mucho espacio de discusión, pues esta como parte de la globalización
económica y del Sistema Mundial nos inquieta, ya que no hemos podido prever a qué
punto llegara el capitalismo y que transformaciones le espera y sobre cuáles serían las
políticas que permitirían que sigamos perviviendo como especie.
Para finalizar diría que si tendríamos que ubicar la dependencia en Latinoamérica en primer
lugar tendríamos que hablar de las dependencias por dos razones 1) la dependencia de los
siglos XVI, XVII y XVIII e incluso parte del siglo XIX, es diferente a las dependencia de
1870 en adelante, y 2) Las relaciones de dependencia de estos países a partir de finales del
siglo XIX, se fueron diversificando de tal manera, que cada país comenzó a tener ciertas
características identitarias. Esta última dependencia que ha sido estructurada sobre países
independientes puede considerarse de más efectos, ya que ha planteado unas relaciones
desiguales y vulnerado los postulados de soberanía de autonomía y del propio desarrollo en
pro del fortalecimiento de los grandes centro económicos de poder mundial, razón por la
cual es urgente plantear unas nuevas relaciones más equitativas de estos países dentro del
producción, o dicho en términos de Weber, producción que no está totalmente relacionada con la producción racional capitalista del consumo diario. Para el tema de la articulación de Latinoamérica con los mercados internacionales entre el periodo de 1870‐1914 véase a Glade, William, América latina y la economía internacional, 1870‐1914. En Historia económica de América latina, desde la independencia hasta nuestros días. Autores varios, Barcelona, Editorial Crítica 1997. 10
sistema mundial, para lo cual se requiere que el clientelismo, el afán de apropiación, la
degeneración del concepto de propiedad privada, y de libertades individuales sufran ciertas
transformaciones que permitan construir un sistema mundial más equitativo y menos
vulnerable para la existencia humana.
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