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5/9/2016
EyN: China busca mostrarse como paladín del libre comercio en cumbre del G­20
Lunes, 5 de Sep de 2016 | 10:59:09 hrs.
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Representantes de 28 países se reunirán entre mañana y el lunes en Hangzhou:
China busca mostrarse como paladín del libre
comercio en cumbre del G­20
sábado, 03 de septiembre de 2016
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Alicia Tagle Crichton
Internacional
El Mercurio
El anfitrión asiático espera que el encuentro le dé mayor influencia económica global, aprovechando que los líderes
occidentales llegan cargados de preocupaciones políticas. Hangzhou, la pintoresca ciudad china donde las pagodas conviven con modernos edificios y jardines que parecen sacados de
cuentos, está más reluciente que nunca. Sus muros fueron pintados, las estaciones de servicio fueron cubiertas y se
construyeron calles. Las fábricas suspendieron su producción, las oficinas públicas fueron cerradas, y dos de sus nueve
millones de habitantes tuvieron que salir de la ciudad. Algunos carteles llaman al buen comportamiento, mientras que otros
dicen "Bienvenidos al G­20".
China está haciendo todo lo posible para mostrar su mejor cara en la cumbre del Grupo de los 20, que entre mañana (hoy en
Chile) y el lunes acogerá a los líderes de las principales economías del mundo. Hangzhou ­al suroeste de Shanghai­ es ideal
para dar una imagen de modernidad e innovación, cuando además se ha hecho famosa, entre otras cosas, por ser la cuna de
Alibaba, el gigante del comercio electrónico.
El gobierno de Xi Jinping espera que su estatus de anfitrión le dé mayor influencia sobre las políticas de la economía mundial,
luego que la reputación de la segunda potencia se viera afectada por un derrumbe de las bolsas chinas, la depreciación del
yuan y la desaceleración de su crecimiento. Entonces eligió el lema: "Hacia una economía mundial innovadora, vigorizada,
interconectada e inclusiva".
La propuesta llega en un momento en que la cooperación y el comercio internacional se convierten en una preocupación global.
La directora del FMI, Christine Lagarde, alertó esta semana del peligro de un creciente aislacionismo y proteccionismo. "El
péndulo político amenaza con oscilar contra la apertura económica", escribió en un comunicado. "Y sin la acción política
necesaria, el mundo podría sufrir por mucho tiempo las consecuencias de un crecimiento decepcionante", añadió.
Este año será el quinto seguido en que el crecimiento de la economía mundial será menor a la media de 3,7% que se mantuvo
por mucho tiempo (un 3,4%, estima el FMI), mientras que el comercio global subirá 2,8%, también por cinco años debajo del
3%, según la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"El comercio mundial se ha ralentizado significativamente desde 2010, y esta es una preocupación importante para los
gobiernos del G­20", explicó a "El Mercurio" Rajiv Biswas, experto de IHS Global Insight.
Entre los motivos están las consecuencias de la crisis financiera en los países industrializados, que se tradujeron en un débil
consumo privado. Se suma una productividad cada vez más baja, la caída de los precios de las materias primas y la
reestructuración del modelo económico chino, que pasó de estar basado en las inversiones públicas y las exportaciones, a
centrarse en el consumo interno y los servicios.
"China usará la cumbre para enviar una fuerte señal al mundo de que quiere jugar un rol de liderazgo en el proceso de
recuperación económica mundial. Quiere usar la plataforma del G­20 para impulsar la coordinación de políticas económicas de
los principales países y para lograr un mayor rol de las economías emergentes en los acuerdos financieros internacionales",
explicó a "El Mercurio" Bin Ju, experto de la Escuela Chino­Europea de Negocios Internacionales, en Shanghai.
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=286117
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Sin embargo, el anfitrión deberá encontrar la forma de hacer espacio a su agenda cuando gran parte de los líderes mundiales
llegan a Hangzhou cargados de preocupaciones, muchas de ellas políticas. Una Unión Europea más disgregada desde que
Reino Unido decidió dejar el bloque; las crisis en Siria y en Ucrania; las tensiones que sostiene la propia China con sus
vecinos en el mar del Sur; la amenaza nuclear de Norcorea, la crisis de los refugiados y la propagación del terrorismo tomarán
protagonismo.
"Hoy, la atención de muchos miembros del G­20 está en sus problemas internos más que en los planes de acción de la
cumbre. Brasil, Rusia y Turquía enfrentan crisis políticas y económicas. La UE y Japón ven problemas económicos
profundamente arraigados. Reino Unido está envuelto en dificultades para implementar el Brexit", agregó Biswas.
Por lo demás, este será el último viaje a Asia del Presidente estadounidense Barack Obama antes de dejar el gobierno, y se
espera que aproveche la ocasión para ratificar con Xi Jinping el pacto sobre el cambio climático alcanzado a fines de 2015 en
la cumbre de París.
Lucha de poder
Obama matará varios pájaros de un tiro, ya que aprovechará la ocasión para consolidar su "giro al Asia" ­que ha intentado
imprimir en su política exterior­ y para promover el Acuerdo Transpacífico (TPP), que pretende cimentar el liderazgo de EE.UU.
en Asia y el Pacífico, haciendo contrapeso al ascenso de Beijing.
Aunque los líderes chinos no se quedarán atrás. "Se espera que Xi promueva su Banco Asiático de Inversión en
Infraestructuras (BAII) y su iniciativa 'Un cinturón, una ruta' (con la que pretende unir, mediante infraestructuras, el extremo de
Asia con Europa) como el centro de todas las soluciones", dijo a "El Mercurio" Edward Friedman, de la Universidad de
Wisconsin. El BAII ha sido precisamente visto como un importante desafío al orden económico dominado por EE.UU., así
como al Banco Mundial.
Las autoridades chinas deberán, por lo demás, buscar la forma de evadir asuntos espinosos, como sus disputas en el mar del
Sur, los roces con Corea del Sur y Japón, o las críticas internacionales por la ofensiva del gobierno contra la disidencia
interna. Aunque más incómodas serán las elecciones en Hong Kong, que se llevarán a cabo justamente este domingo, donde
una nueva generación de activistas que defienden una ruptura radical con Beijing intentará atraer a los votantes.
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