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LAS PRINCIPALES PROPUESTAS DE LOS CANDIDATOS A LA
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DE FRANCIA Y SU POSIBLE IMPACTO
EN LA POLÍTICA ECONÓMICA EUROPEA
24 de abril de 2012
- François Hollande ha ganado la primera vuelta de las elecciones
para Presidente de la República de Francia y, según las encuestas,
parte con ventaja sobre Nicolas Sarkozy para la elección definitiva
del 6 de mayo.
- François Hollande prevé un mayor gasto público, una mayor
restricción de la actividad bancaria y un aumento impositivo sobre
las rentas más altas. En el ámbito europeo, propone rebajar la
intensidad de las medidas de austeridad e incorporar medidas
adicionales para favorecer el crecimiento económico, incluyendo
una reorientación del papel del BCE en este sentido.
- Nicolas Sarkozy pretende avanzar en las reformas que garanticen
la estabilidad presupuestaria, evitar la deslocalización de las
empresas francesas e impulsar un debate sobre el papel del BCE.
El pasado 22 de abril se celebró la primera vuelta de las elecciones a la Presidencia de la
República, donde los dos candidatos que obtuvieron un mayor porcentaje de votos y, por
tanto, se enfrentarán en una segunda vuelta son el socialista François Hollande (28,63%) y el
conservador Nicolas Sarkozy (27,08%). Los comicios que desvelarán el nombre del próximo
Presidente de la república de Francia tendrán lugar el próximo 6 de mayo.
Francia es la segunda economía de la Unión Europea y desempeña un papel clave en las
relaciones políticas y económicas comunitarias. Por ello, la celebración de las elecciones a
Jefe del Estado, el máximo responsable político del país, suponen un hito relevante para el
desarrollado de la política europea y del resto de países de la Zona Euro.
En este caso, las elecciones presentan una mayor relevancia, tanto por el momento en el
que nos encontramos (adopción de medidas para salir de la crisis de deuda en la Zona Euro),
así como por el posible giro político de Francia hacia posiciones ideológicas más a la
izquierda, que contrastaría con los gobiernos conservadores en el resto de principales
economías europeas.
Diego de León, 50 – 28006 MADRID Tel. 91 566 34 00 Fax. 91 561 82 31
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Principales propuestas en el ámbito económico
NICOLAS SARKOZY
FRANÇOIS HOLLANDE
Alcanzar el equilibrio presupuestario en 2016.
Introducir en la Constitución la regla de oro,
cuyo objetivo es limitar la posibilidad de gastar
más de lo que recauda.
Reducir las cotizaciones sociales para los salarios
más bajos. (Esta medida será compensada por
una subida del IVA del 19,6% al 21,2%, que
entrará en vigor en octubre).
Permitir a los trabajadores autónomos no pagar
impuestos si no tienen actividad.
Alcanzar el equilibrio presupuestario en 2017.
Se oponen a la introducción de la regla de oro en
la Constitución.
Exigir la reciprocidad en los intercambios
comerciales entre la Unión Europea y el resto del
mundo.
Crear un impuesto mínimo sobre los grandes
grupos empresariales, que gravará los beneficios
con independencia de donde se hayan generado.
Prohibir la deducción fiscal de gastos por
deslocalización del impuesto de sociedades.
Reservar una parte de la contratación pública a
las PYMES europeas.
Exonerar a las empresas al pago total y
permanente de las cargas sociales derivadas de
la contratación de desempleados mayores de 55
años.
Generalizar la obligación de efectuar 7 horas de
trabajos de interés general a las personas que
perciban el subsidio de la renta de solidaridad
activa.
Eliminar el aumento del IVA, denominado “IVA
social” aprobado recientemente, que persigue
compensar la bajada de cotizaciones sociales.
Realizar una reforma fiscal más justa. Ésta
fusionará el impuesto sobre la renta y la
contribución social generalizada, e igualará la
imposición de las rentas del capital y del trabajo.
Crear un nuevo tramo marginal, en el impuesto
sobre la renta, con un tipo del 45% para ingresos
de 150.000 hasta 1.000.000. A partir de ese
umbral el tipo marginal será del 75%.
Poner en marcha tres tipos impositivos en el
impuesto de sociedades: 35% para las grandes;
30% para las PYMES y 15% para las
microempresas.1
Exigir a las empresas que se deslocalicen la
devolución de las ayudas públicas recibidas.
Crear un banco público de inversión.
Creación de un nuevo contrato indefinido (“de
generación”) para facilitar la contratación de
jóvenes por parte de las empresas.
La revisión de la reforma de la jubilación para
que aquellas personas que hayan cotizado 41
años puedan jubilarse a los 60 años, en lugar de
los 62 años.
Obligar a los bancos a separar las actividades de
crédito y las operaciones especulativas. Además,
prohibirá a los bancos franceses estar presentes
en paraísos fiscales.
1
Actualmente, el tipo de sociedades se sitúa en 15% para los primeros 38 .120 euros de beneficios y en el 33,3% para el
resto.
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Principales propuestas en el ámbito europeo
François Hollande se ha mostrado contrario a la aplicación de medidas de austeridad tan
ambiciosas como las practicadas en toda la Zona Euro para intentar rebajar las tensiones en
los mercados financieros. Por ello, tratará de renegociar el Pacto Fiscal, ya firmado pero que
aún no ratificado por Francia, con el fin de concederle una mayor orientación hacia el
crecimiento y el empleo, exigiendo medidas adicionales en este sentido para reequilibrar la
política económica de la Zona Euro.
Además, considera que el BCE debería desempeñar un papel más activo para favorecer el
crecimiento y el empleo. Igualmente, su programa electoral recoge su apoyo al
establecimiento de los eurobonos y la creación de una agencia pública europea de
calificación de deuda.
Por su parte, Nicolas Sarkozy defiende la aplicación de las políticas de austeridad,
señalando que la ausencia de ellas en otros países europeos gobernados por el Partido
Socialista como Grecia o España, ha llevado a esos países a una situación económica mucho
peor que la francesa.
En este contexto, el actual Presidente de la república ha centrado sus propuestas para
superar la crisis de la deuda y lograr una recuperación de la Zona Euro, en el papel del BCE.
En su opinión, debería abrirse un debate sobre el papel del BCE para favorecer el
crecimiento, incluyendo la utilización de la política de tipos de cambio del euro.
CONCLUSIÓN
La segunda vuelta, que se celebrará el próximo 6 de mayo, se prevé con una cierta ventaja
para el socialista Hollande, que recibió un mayor respaldo en la primera vuelta y, sobre todo,
el apoyo explícito por los partidos comunista y ecologista tras conocer los resultados.
En cambio, el desgaste de Nicolas Sarkozy y las próximas elecciones legislativas en junio han
motivado que los partidos de extrema derecha (Frente Nacional) o centro derecha (Unión
por la Democracia) no hayan pedido, al menos por el momento, el voto para Nicolas Sarkozy.
El resultado de las elecciones en Francia refleja un aumento de los votos hacia partidos
radicales e ideologías extremas, una tendencia que se está produciendo en toda Europa. La
crisis económica y la dificultad de los Gobiernos para dar una respuesta rápida y clara a la
misma, se encuentran detrás de este ascenso. El principal problema de esta evolución radica
en que un elevado peso político de éstos podría desestabilizaría el clima político, agravando
la debilidad económica y financiera de algunos países.
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En clave europea, la celebración de las elecciones tendrá un impacto sobre la política
económica desde un primer momento, ya que el nombramiento de puestos de referencia,
como la presidencia del Eurogrupo o el puesto en el Consejo de Gobierno del BCE que dejará
vacante el español José Manuel González-Páramo, está paralizado hasta entonces.
Asimismo, la victoria del socialista Hollande y su exigencia de medidas adicionales para
favorecer el crecimiento como condición para ratificar el nuevo Pacto fiscal puede generar
cierta inestabilidad y desconfianza en la Zona Euro.
Este escenario podría relajar la ambición por aplicar medidas de consolidación y, por tanto,
reducir la presión del resto de socios europeos sobre la política de austeridad de España. No
obstante, no hay que descartar que la incertidumbre sobre las nuevas relaciones entre
Francia y Alemania, así como el rumbo de la política económica de la Zona Euro pudiera
favorecer un aumento de la presión de los mercados sobre los países más vigilados, (como
es el caso de España e Italia).
El peso de Francia en la Zona Euro, así como la opinión de algunos países del G-20, favorece
la posibilidad de que François Hollande consiga influir en la actitud de la Zona Euro en
materia presupuestaria y la puesta en marcha medidas alternativas que promuevan un
impacto sobre el crecimiento. Sin embargo, es mucho menos probable el éxito del debate
planteado, por ambos candidatos, para que el BCE asuma un papel más destacado en el
fomento del crecimiento, habida cuenta del apoyo de Alemania a la independencia del
Banco Central y el objetivo único de control de precios.
En todo caso, el resultado de la segunda vuelta tendrá que ponerse en cuarentena hasta la
celebración de las elecciones legislativas del 10 y 17 de junio, ya que será fundamental para
la gobernabilidad del ejecutivo que nombre el próximo Presidente de la República.
La falta de propuestas de calado por parte de los dos principales candidatos contrasta con
los importantes retos para el futuro que tiene la economía francesa. En concreto, hay que
destacar el peso del sector público en la economía (el 56% del PIB, el nivel más elevado de
todos los países avanzados), el crecimiento de la deuda pública que podría ascender al 90 %
del PIB en 2012 y una edad de jubilación muy temprana en relación con el resto de países
desarrollados. Estos elementos plantean importantes riesgos para la sostenibilidad de las
finanzas públicas francesas a medio y largo plazo, lo cual exige la adopción cuanto antes de
importantes reformas estructurales (tal y como ya han realizado o están realizando la
mayoría de países europeos).
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