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MÉXICO A N T E L A ENCRUCIJADA MUNDIAL GILBERTO EL O R D E N ECONÓMICO I N T E R N A C I O N A L ESCOBEDO EXISTENTE " D e c í a n [los enanos] que m i alimentación era demasiado costosa y que podía dar l u g a r a u n a miseria n a c i o n a l . A veces llegaron a l a conclusión que debían dejarme m o r i r p o r inanición. . . ; pero después c o m e n z a b a n a reflexionar sobre l a descomposición de u n cadáver tan grande que daría l u g a r a que se desarrollase u n a peste e n la metrópoli y probablemente se extendería a todo el m u n d o . " J o n a t h a n Swift, V i a j e s d e G u l l i v e r . " U n viaje a L i l i p u t . " A L E N T O R P E C E R S E el intercambio en el mercado internacional de mercancías y dificultarse cada vez más las transacciones financieras, el p a n o r a m a m u n d i a l h a venido sufriendo alteraciones de gran m a g n i t u d desde hace ya algunos años. Estos fenómenos h a n ensombrecido el orden económico m u n d i a l existente desde fines de l a década de los cincuenta, l a c u a l se c a racterizó por u n rápido crecimiento económico en l a mayoría de los países desarrollados del Hemisferio O c c i d e n t a l dentro de u n c l i m a de relativa estabilidad y de g r a n fluidez. Sin embargo, a p a r t i r de 1974 empezaron a generarse presiones en l a dem a n d a agregada m u n d i a l , provenientes sobre todo de l a economía de los Estados U n i d o s , que a l a postre se tradujeron en u n a mayor liquidez intern a c i o n a l a través de los persistentes y crecientes déficits de balanza de p a gos de este país. A contar de aquel año, en que los países participantes en l a segunda G u e r r a M u n d i a l terminaron prácticamente su proceso de reconstrucción, se observó que la. d e m a n d a m u n d i a l empezó a, crecer a tasas más altas cjue en el pasado, sin que se registrara u n aumento de m a g n i t u d correlativa en l a producción y en l a capacidad p r o d u c t i v a m u n d i a l . E s t a capacidad era más l i m i t a d a que l a i m a g i n a d a en materias primas y alimentos, de cuyo abastecimiento estaban encargados, por condiciones históricas, los países en desarrollo. Por otra parte, las reducidas tasas de desempleo que se registraron en los 122 JUL-SEP 75 MÉXICO ANTE LA ENCRUCIJADA MUNDIAL 123 Estados U n i d o s durante los quince años previos, fueron factibles mientras el m u n d o occidental estaba dispuesto a absorber l a creciente liquidez gener a d a p o r los déficits de su balanza de pagos. Estos mismos déficits p r o v o c a ron el gradual deterioro en el poder de c o m p r a y en l a convertibilidad y las posibilidades de mantener l a p a r i d a d del dólar, y fueron u n elemento que afectó negativamente el deseo de acumular esta moneda por parte d e l público en general y de las autoridades monetarias fuera de los Estados U n i d o s . Se llegó así a u n exceso de liquidez internacional que se h a m a nifestado en sucesivas crisis monetarias entre 1967 y 1975. Las crisis financieras internacionales más intensas de l a década de los años sesenta fueron l a devaluación de l a l i b r a esterlina (noviembre de 1967), el establecimiento de u n doble mercado del oro (marzo de 1968), l a d e v a luación del franco francés (agosto de 1969) y l a revaluación del marco alemán. A mediados de 1971 l a mayoría de las principales monedas europeas y el yen japonés se encontraban flotando. E s t a crisis culminó con el establecimiento de l a inconvertibilidad del dólar en oro a p a r t i r del 15 de agosto de 1971 y con dos devaluaciones sucesivas del dólar norteamericano en 1972 y 1973. 1 L a relativa quietud financiera de 1970 y l a disminución de las presiones de d e m a n d a registradas en los Estados U n i d o s durante el mismo año, p r o d u j e r o n u n gran optimismo respecto a l futuro de l a economía m u n d i a l en el siguiente decenio. Se esperaba entonces que los avances logrados durante l a década de los sesenta, derivados de l a consolidación económica de países que habían quedado rezagados desde el f i n a l de l a segunda G u e r r a M u n d i a l , como A l e m a n i a , F r a n c i a y Japón, y del notable crecimiento de l a economía norteamericana, deberían no sólo continuar en los sesenta, sino incluso superarse. Quienes hacían estos pronósticos consideraban que el fracaso del sistema monetario internacional y l a inflación pronto serían superados mediante l a aplicación de enérgicas medidas de política económica tomadas en armonía internacional. 2 1 P a r a u n análisis d e t a l l a d o de estas crisis hasta "El 1972, véase J i m e n a C a r r e t e r o , a c t u a l Sistema M o n e t a r i o I n t e r n a c i o n a l y algunos problemas r e c i e n t e s " . tigación Económica, México, V o l . X X I X , núm. pecto es el artículo de H e n r y C . W a l l i c h , T h e 116. Monetary t o b e l e a r n e d . Per J a c o b s o n , F o u n d a t i o n , W a s h i n g t o n , 2 Véanse las proyecciones q u e en 1970 OECD, Inves- Interesante también a este resC r i s i s of 1 9 7 1 . The lessons 1972. realizaron entidades t a n prestigiadas como W h a r t o n E c o n o m e t r i c F o r e c a s t i n g , F a i r , B r o o k i n g , etc., y compárense con las cifras reales de los últimos tres años. V e r G i l b e r t o E s c o b e d o , " ¿ H a n fracasado los modelos econométricos de Estados U n i d o s ? " , R e v i s t a j u l i o de 1973. d e Comercio Exterior, México, 124 GILBERTO ESCOBEDO FI XVI—1 Estas expectativas optimistas pronto fueron contradichas por los hechos, sobre todo cuando se llegó a u n crecimiento en l a demanda m u n d i a l , el c u a l ejerció t a l presión sobre los recursos naturales disponibles y sobre l a c a p a c i d a d p r o d u c t i v a m u n d i a l que produjo u n bache deficitario entre p r o d u c ción y demanda que rápidamente h a conducido a l m u n d o occidental a l deterioro, y probablemente a l a destrucción del orden económico existente. E l esquema económico que prevaleció durante las dos décadas anteriores establecía, de manera implícita, que los países económicamente poderosos, lidereados principalmente por los Estados U n i d o s , se especializaran en l a producción de artículos manufacturados y de c a p i t a l , mientras que los países económicamente débiles abastecerían de materias primas a estos países a precios normalmente reducidos resultantes de u n a fuerte competencia mundial. A partir de 1970 empezó a hacerse evidente el bache deficitario referido y los países productores de materias primas v i e r o n por p r i m e r a vez en l a historia que sus precios subían y llegaba a niveles sin precedente. Además, l a demanda que el m u n d o occidental ejercía sobre sus materias primas les hizo ver con evidencia su fuerza económica, que si bien parecía transitoria no era previsible que disminuyera por lo menos en u n corto plazo, mientras l a oferta de materias primas no p u d i e r a incrementarse con rapidez. Conscientes de esta fuerza, los países débiles decidieron unirse p a r a e x i g i r lo que ellos consideraron su derecho, esto es, que los países desarrollados pagaran precios adecuados por sus materias primas. L a reacción por parte de los países desarrollados, que p a r a ese momento se encontraban l u c h a n d o contra u n fuerte proceso inflacionario, h a sido en ocasiones c o n c i l i a t o r i a y en otras explosiva, y a veces decidiéndose a tomar medidas t a n drásticas que h a n hecho viable l a posibilidad de u n a nueva guerra, sobre todo a causa de l a tensión que se h a desarrollado por el petróleo. L A S O P C I O N E S D E POLÍTICA ECONÓMICA " C o n f i e s o que me senti tentado muchas veces, mientras pasaban [los enanos] de u n l a d o a otro sobre m i c u e r p o , de a g a r r a r a c u a r e n t a o c i n c u e n t a de los que se ponían a m i alcance y estrellarlos c o n t r a l a t i e r r a . " J o n a t h a n Swift, o p . c i t . L a s autoridades fiscales y monetarias encargadas de l a política de estabilización en los países industrializados se h a n encontrado consecuentemente c o n u n a g r a n d i f i c u l t a d p a r a llevar a feliz término sus objetivos. Esta d i f i - JUL-SEP 75 MÉXICO ANTE LA ENCRUCIJADA MUNDIAL 125 c u i t a d es producto no sólo de l a mayor internacionalización de las economías, antes aparentemente cerradas, sino de que las tasas de inflación h a n resultado m u y resistentes a las medidas de política económica que recomend a b a l a experiencia desde l a crisis de 1929-1933, agravadas por l a escasez m u n d i a l de materias primas. E l o r d e n financiero existente a partir de l a conferencia de Bretton Woods, al i g u a l que el que h a prevalecido en las mercancías, h a sido puesto a p r u e b a de m a n e r a violenta. Así se observa que l a repetida experiencia de t o m a r medidas de política económica p a r a reducir las presiones i n f l a c i o n a rias a través de u n a menor d e m a n d a agregada no h a tenido los resultados esperados y en cambio sí se h a observado que dichas medidas provocan aumentos de consideración en el nivel de desempleo. L a f a l t a d a respuesta a las medidas tradicionales se debe a que l a transmisión de l a inflación entre distintos países se h a intensificado recientemente. L a s políticas económicas y a no pueden actuar aisladamente i g n o r a n do las que el resto del m u n d o está llevando a cabo, pues las medidas tomadas internamente pueden ser anuladas por lo que sucede en e l resto del m u n d o . Además, el prolongado proceso inflacionario h a generado c a m bios e n las expectativas acerca del comportamiento futuro de los precios, lo que a su vez h a disminuido el efecto de los esfuerzos de política económ i c a tendientes a reducir l a inflación. INCERTIDUMBRE E N LA RESPUESTA E n v i r t u d de que los países industrializados h a n manejado su política económica basados en l a existencia de u n a relación estable del costo de o p o r t u n i d a d entre u n a mayor inflación y u n menor desempleo, estos países tendieron a seguir políticas expansionistas desde 1971, preocupados por el aumento en los niveles de desempleo, haciendo esto a u n a riesgo de afectar l a relación de estabilidad de precios que se había logrado durante buena parte de l a década de los sesenta. L o que se buscaba era generar suficiente d e m a n d a p a r a alcanzar el pleno empleo. C o n este aumento en l a d e m a n d a se afectarían los planes de consumo y de inversión de l a sociedad mediante aumentos sostenidos en los ingresos. S i n embargo el modelo t r a d i c i o n a l no funcionó como se esperaba, pues 3 s Este modelo, m e j o r c o n o c i d o c o m o l a c u r v a de "Phillips", establece u n costo a l t e r n a t i v o entre desempleo e inflación c o n reducciones de u n o que p r o d u c e n a u m e n tos e n el otro. A . W . Phillips, of c h a n g e of money wage " T h e r e l a t i o n between u n e m p l o y m e n t a n d the rates o n the U n i t e d K i n g d o m 1 8 6 2 - 1 9 5 7 " . rate Económica, 126 GILBERTO FI ESCOBEDO XVI—1 si b i e n l a gran mayoría de los países desarrollados promovieron mayores n i veles de gasto agregado durante 1972 y 1973, los niveles de empleo n o p u dieron ser alterados sustancialmente y, en cambio, sí se produjeron aumentos en los precios muy por encima de l a tendencia histórica. L o s niveles de i n flación alcanzados en 1973 y 1974 no se registraban desde l a segunda G u e rra Mundial. L o s acontecimientos económicos recientes convencieron a los gobiernos del m u n d o de que l a causa p r i n c i p a l de l a inflación provenía de u n exceso de demanda, como consecuencia de u n exceso de liquidez internacional que el decrépito sistema de Bretton W o o d s no había podido manejar. A este fenómeno se añadió l a insuficiencia de oferta de alimentos, c o m bustibles y materias primas, que agudizó las presiones inflacionarias y l a especulación en el ámbito n a c i o n a l e internacional. E n t a l v i r t u d , l a g r a n mayoría de los países, preocupados no sólo por el fenómeno inflacionario sino por l a tendencia creciente de sus déficit en l a cuenta de mercancías de l a balanza de pagos, tomaron medidas tendientes a reducir l a d e m a n d a durante 1974, sin importarles y a mayormente lo que le sucediera a l empleo. T o d a s estas medidas tomadas en el m u n d o simultáneamente h a n conducido ahora a las economías a l otro extremo de l a b a l a n z a ; es decir, que en l a a c t u a l i d a d se observa u n a situación generalizada de aumentos en las tasas de desempleo, semejantes solamente a las que se observaron en l a g r a n depresión de 1929-1933. L a u n a n i m i d a d en l a recomendación de que se redujese el r i t m o de act i v i d a d económica, si bien conducía deliberadamente, hacía esperar que las presiones inflacionarias se p u d i e r a n reducir de momento; pero ello no fue así, y a que si bien las tasas de crecimiento de los precios se están desaceler a n d o , lo hacen sólo de m a n e r a m u y m o d e r a d a ante l a permanencia de condiciones de incertidumbre. E n m a t e r i a de política económica surge la amenaza de que nuevamente se v u e l v a a juzgar conveniente acelerar el r i t m o de crecimiento de l a d e m a n d a p a r a atenuar el problema del desempleo, lo que llevaría a u n a situación en donde tantas decisiones tomadas simultáneamente confundirían de t a l modo a los encargados de l a política económ i c a que sólo se agravaría el caos en el que actualmente se encuentra la economía. Vol. X X V , "The núm. 100, n o v i e m b r e 1958. relation between P a r a u n a posición crítica ver Spencer R o g e r Prices a n d U n e m p l o y m e n t : R e s e r v e B a n k of St. L o u i s , m a r z o 1969, " T h e M o n e t a r y Crisis of 1 9 7 1 " . Two Views", Review, Federal p p . 15-21. H e n r y C . W a l l i c h y C . J . M o r s e , JUL-SEP 75 MÉXICO ANTE LA ENCRUCIJADA E L N U E V O O R D E N ECONÓMICO. MUNDIAL POSIBLES 127 SOLUCIONES " . . . y se acordó unánimemente que el p l a n p a r a hacerle m o r i r paulatinamente de h a m b r e [a G u l l i v e r ] , debería mantenerse en secreto; pero l a sentencia de sacarle los ojos fue asentada en los libros, sin que nadie desistiese de e l l a . . . " J o n a t h a n Swift, op. cit. " H u b o u n m o m e n t o en que me sentí i m p u l s a d o a resistirme [a aceptar l a sentencia], y a q u e p o r estar en libertad como estaba, toda l a fuerza de aquel E s t a d o difícilmente m e habría p o d i d o someter, pues yo podría, n a d a más a pedradas, destrozar p o r c o m pleto su metrópoli. Pero en seguida rechacé esta idea c o n verdadero h o r r o r . . . " J o n a t h a n Swift, o p . c i t . D e l o expuesto hasta aquí, resulta evidente que el rompimiento d e l orden económico establecido sea atribuible a l a g r a n aceleración que se le proporcionó a l a d e m a n d a agregada m u n d i a l debido a l espejismo de l a "economía d e l bienestar", que ofrecía u n m u n d o i d e a l lleno de satisfactores de necesidades c a d a vez más inimaginables. Este crecimiento extraordinario de l a d e m a n d a fue promovido por políticas macroeconómicas fuertemente expansionistas que rompieron el balance adecuado entre oferta y demanda. L a g r a n d u d a que surge ahora, es l a de si los países desarrollados volverán al cauce o r i g i n a l mediante políticas económicas más drásticas que las que h a n sido comunes en los últimos veinte años, o pretenderán continuar con u n crecimiento irrefrenable explotando excesivamente los recursos naturales disponibles. Esta segunda posibilidad no parece viable, por lo que se puede suponer que h a llegado el final de u n a época en que era posible dirigir l a economía dentro de límites razonables y sin grandes esfuerzos o sacrificios. S i ésta es l a solución, es posible prever que en el futuro mediato l a d e m a n d a agregada m u n d i a l desacelerará su r i t m o de crecimiento y que los recursos disponibles se sujetarán a u n a explotación más racional.* E n estas condiciones, surge como incógnita no sólo el futuro del sistema financiero m u n d i a l , sino fundamentalmente el futuro de l a fuerza de los países abastecedores de materias primas como grupos que puedan crear u n nuevo orden m u n d i a l aprovechando l a m a y o r dependencia de l a demanda m u n d i a l en las materias primas a pesar de que, como es previsible, los precios ya no se m a n t e n g a n t a n altos como en 1973-1974. P a r a que el orden económico existente hasta hace algunos años no v u e l v a a establecerse, se requerirá que los países abastecedores de materias p r i * S o b r e este p u n t o dice E M B . L t d . " L a s proyecciones de más largo plazo suponen que el p r o d u c t o crezca lentamente en los próximos años y que el desempleo creciendo 22, 1975. persistentemente." E M B (Ltd.) Research continúe E c o n o m i s t s , I n g l a t e r r a , marzo 128 GILBERTO FI ESCOBEDO XVI—1 mas aprovecharan muy inteligentemente su posición de ventaja transitoria. Es decir, estos países deberán buscar el mayor desarrollo interno posible en el menor tiempo, pues de lo contrario su posición de dominio en el mercado m u n d i a l será transitoria y, lo que es peor, eliminaría cualquier posibilidad p a r a el establecimiento de u n nuevo orden económico con u n a distribución más equitativa de los beneficios del desarrollo, y el futuro del m u n d o occidental sería el de u n grupo de países poderosos explotadores frente a otro de explotados con íntimos niveles de v i d a , fuerte explosión demográfica y sin esperanza. E F E C T O S E N L A ECONOMÍA MEXICANA " H e m o s sido víctimas de u n c o m p l e j o de i n f e r i o r i d a d y de u n encaño. E l subdesarro11o no es u n estadio previo a l d e s a r r o l l o ; es el resultado de l a organización oligárq u i c a de l a sociedad i n t e r n a c i o n a l . " F r a n c i s c o J a v i e r A l e j o , Secretario d e l P a t r i m o nio N a c i o n a l . Excélsior, m a r z o 22, 1975. Es evidente l a interrelación económica m u n d i a l y es indudable que existe u n proceso mediante el c u a l los cambios económicos se transmiten entre los países. Este mecanismo afecta, tanto a los países industrializados, como a aquellos que se encuentran en proceso de desarrollo, y es m a y o r cuanto m a y o r sea l a participación del sector externo en l a actividad económica de c a d a país. México no h a sido u n a excepción en esta influencia del devenir internacional, y muchos de los problemas coyunturales que actualmente afectan su economía son derivados de los grandes cambios anteriormente reseñados que h a n ocurrido en el m u n d o . E n México este efecto se h a presentado fundamentalmente a través de las siguientes variables: a) E x p o r t a c i o n e s : como país exportador principalmente de productos primarios, México h a registrado u n a creciente tasa de ventas al exterior a p a r t i r del último trimestre de 1971, situación que fue consecuencia del rápido crecimiento de las economías industrializadas en p a r t i c u l a r de los Estados U n i d o s y de l a escasez relativa de l a oferta m u n d i a l de alimentos y materias primas. E n t a l v i r t u d , tanto los precios de exportación como el v o l u m e n exportado registró crecimientos de consideración en los últimos tres años. Además, México, a diferencia de otros países en desarrollo, h a venido aumentando consistentemente, durante los últimos años, el v o l u m e n de ex- JUL-SEP 75 MÉXICO ANTE LA ENCRUCIJADA MUNDIAL 129 portaciones de productos manufacturados, de t a l m a n e r a que éstos h a n llegado a representar cerca del 5 0 % del total de las exportaciones de m e r cancías. Situación que indudablemente refleja u n a m a y o r independencia c o m e r c i a l de los exportadores mexicanos que, sin embargo, no h a podido ser correspondida también por una mayor diversificación geográfica. b) I m p o r t a c i o n e s : el sector externo constituyó u n a fuerza adicional a las presiones inflacionarias de origen interno que se h a n registrado en México en los dos últimos años, recibiéndose este impacto inflacionario fundamentalmente a través de los aumentos en los precios de las importaciones que requiere M é x i c o en su proceso productivo y en f o r m a indirecta como resultante de l a mayor demanda de exportaciones mexicanas. Los precios de las importaciones tanto de insumos como de bienes de c a p i t a l se h a n elevado, incrementándose los precios internos de las mercancías importadas p a r a consumo directo y los costos y precios internos de las m e r cancías que u t i l i z a n insumos importados. E n síntesis y por lo que se refiere a l resultado de l a balanza comercial, se puede observar que México h a aumentado de m a n e r a desproporcionada su déficit hasta alcanzar 3 192 millones de dólares en 1974, c a n t i d a d que t r i p l i ca el resultado de 1972, que sumó 1 053 millones de dólares y que supera también a los ingresos totales obtenidos por l a venta de exportaciones m e x i canas (2 755 millones) durante el mismo año de 1974. Los resultados anotados ponen en evidencia l a ausencia de u n a política com e r c i a l coordinada, que regule las ventas y compras que México hace a l exterior, de t a l f o r m a que las condiciones favorables p a r a los productos m e xicanos p u e d a n ser aprovechadas a l máximo y no se reviertan de nueva cuenta a l exterior mediante importaciones a precios también inflados. c) B a l a n z a d e p a g o s : en consecuencia, México no h a logrado evadir el p r o b l e m a de b a l a n z a de pagos a pesar del rápido crecimiento de las exportaciones. Más bien éste se h a agravado porque el crecimiento del ingreso interno, el aumento del precio de las importaciones y l a mayor liquidez i n ternacional provocaron u n rápido crecimiento del gasto mexicano en i m portaciones, sin que se observara u n aumento correlativo en los ingresos 5 6 ¡¡ E s t o es más grave si se t o m a en cuenta lo que m e n c i o n a el Informe d e l B a n c o de M é x i c o de 1974 respecto a estas exportaciones. " E n este i n c r e m e n t o fue determi- nante l a diversificación de exportaciones, pues mientras las de o r i g e n agropecuario registraron u n a b a j a de 4 . 8 % taron"l33.8%- las de las actividades extractivas y d e l petróleo a u m e n - y las de las m a n u f a c t u r a s 4 8 . 2 % . " « L a falta de coordinación m e n d e protección en m a t e r i a c o m e r c i a l , e n m u c h o es p r o d u c t o d e l régi- industrial que h a i m p e r a d o en M é x i c o en el pasado. E s decir, las tarifas y aranceles a l a importación respondían m á s a u n propósito de desarrollo i n d u s t r i a l que a política de balanza de pagos. 130 GILBERTO ESCOBEDO FI XVI—1 por concepto de servicios, reduciéndose así el efecto favorable del crecimiento de las exportaciones y manteniendo a niveles cada vez más elevados el déficit en cuenta corriente. E n estas circunstancias h a sido necesario p r o mover mayores volúmenes de endeudamiento externo, inversión extranjera y afluencia de ahorro externo p a r a lograr u n saldo final positivo e n l a b a lanza de pagos, cuyo efecto se dejará sentir en las próximas generaciones a través de mayor dependencia, a menos que se implemente u n a política expresa que permita u n desarrollo más coordinado del comercio exterior de México. d) C r e c i m i e n t o : a l igual que en los países industrializados en 1972 y 1973 México mantuvo u n a acelerada tasa de crecimiento del producto i n terno bruto, pero, a diferencia de aquéllos en 1974 todavía logró u n a tasa considerable de entre 5.7 y 6.3, mientras los países económicamente más poderosos del m u n d o occidental no registraron crecimiento real e inclusive algunos lo registraron negativo. Esto demuestra que a pesar de l a situación económica internacional, México logró mantener tasas muy importantes de crecimiento económico y aumentar el producto real per cápita aunque su efecto fuera adverso p a r a l a b a l a n z a de pagos. Surge como gran incógnita el futuro de l a economía mexicana en el dev e n i r incierto que espera a l m u n d o , como antes se indicaba. S i n embargo, a diferencia de l a gran mayoría de los países abastecedores de materias primas, que no pueden utilizar eficientemente los ingresos extraordinarios provenientes de las ventas de aquéllas a precios alzados, México cuenta c o n u n a estructura diseñada durante varios decenios p a r a aprovechar eficientemente los recursos exteriores adicionales que puede obtener ahora por las mayores exportaciones, principalmente del petróleo, p a r a favorecer l a consolidación del proceso de desarrollo económico. Asimismo, puede utilizar los ingresos exteriores que otros países exportadores de materias primas p u d i e r a n tener, convirtiéndose así en el promotor de u n nuevo desarrollo reg i o n a l auténtico que hace algunos años parecía irrealizable. P a r a lograr esto, es necesario que los objetivos de mediano plazo que persigue el desarrollo del país se implementen en el corto plazo, y que coyunturas especiales que tengan cjue ser adecuadas por medidas de política de corto plazo distorsionadoras no desvíen de su curso a l a economía mexicana. D e lo contrario, l a suerte que le espere a M é x i c o no será m u y distinta de l a que es orevisible n a r a el resto de los países en desarrollo eme en dos años h a n aumentado sus déficits de mercancías en balanza de pagos de 10 000 a 20 000 millones de dólares obteniendo a cambio sólo mayor miseria.