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CLOROQUINA FOSFATO
Comprimidos
COMPOSICIÓN:
Cada comprimido contiene:
Cloroquina Fosfato 250 mg
PROPIEDADES:
La cloriquina posee la estructura química siguiente:
La Cloroquina guarda gran semejanza con pamaquina pentaquina, los
antipalúdicos de tipo 8 aminoquinalina obsoletos.
Posee la misma cadena lateral que la quinacrina, pero difiere de esta
última por poseer una quinolina en vez de un núcleo de acridina y por
no tener la acción metoxi. Las formas d.l y dl (dextro, levo y dextrolevo)
tienen potencia igual en el paludismo del plato, pero el isómero d es un
poco menos tóxico que el L en los mamíferos. Un átomo de cloro unido a
la posición 7 del anillo de quinolina confiere la máxima actividad
antipalúdica al compuesto contra el paludismo de aves y seres humanos.
La AMODIAUQINA es un congénere de la cloroquina que ya no se
recomienda en la quimioprofilaxia del paludismo por P FALCIPARUM
porque su uso ocasiona toxicidad hepàtica y agranulocitosis. La
HIDROXICLOROQUINA en el cual uno de los sustitutivos Cetil de la
cloroquina fue B-hidroxilado equivale esencialmente a la cloroquina
contra el paludismo por P FALCIPARUM. Se prefiere dicho análogo para
tratar la artritis reumatoide leve y el lupus eritematoso porque las dosis
altas necesarias pueden causar menos toxicidad ocular que la
cloroquina.
EFECTOS FARMACOLÓGICOS:
•
•
Acciones Antipalúdicas: la cloroquina es muy eficaz contra las
formas eritrociticas de P. Vivax, P. ovale, P. malariae y cepas de P.
falciparum sensibles a ella. Ejerce actividad contra gametocitos de
las primeras tres especies de plasmodios, pero no contra los de P.
falciparum. El fármaco es inactivo contra formas titulares latentes de
P. vivax, P. ovale, y no elimina infecciones por dichas especies.
Otros efectos: la cloroquina ó sus análogos se utilizan para combatir
cuadros diferentes del paludismo. También se uso para tratar la
amibiasis hepática. Dosis altas e hidroxicloroquina se administran a
veces en el tratamiento de la artritis rematoide, y con mayor
frecuencia, en el lupus critematoso díscoide y enfermedades por
fotosensibilidad como la Porfirio cutánea tarda y la erupción
fotopolimorfa intensa.
MECANISMOS DE ACCIÓN ANTIPALÚDICA DE LA CLOROQUINA Y
OTRAS QUINOLINAS Y RESISTENCIA A ELLAS:
Los esquizonticidas hemáticos de tipo alcaloide, en parte por ser bases
débiles, se concentran mucho e incrementan el HP de las vacuolas
alimentarias ácidas de los parásitos palúdicos sensibles; en las
vacuolas, causan cambios histológicos característicos de la clase
particular del fármaco; la cloroquina induce el “depósito” rápido del
pigmento, en tanto que los arilaminoalcoholes, como la quinina,
mefloquina y halofantrina, ocasionan cambios más tardíos y sutiles en tal
sustancia. No se han dilucidado los mecanismos que explican dichos
cambios histológicos. La digestión de la hemoglobina del huésped que
está dentro de las vacuolas alimentarias ácidas de los plasmodios libera
hem (ferriprotoporfiria IX) un compuesto tóxico con propiedades
membranolíticas. El hem a su vez es desintoxicado hasta convertirlo en
un pigmento palúdico insoluble e innocuo. Se detectó que la actividad de
polimerasa del hem de plasmodios, sensible de ser bloqueado por
cloroquina o quinina, catalizaba la reacción mencionada y ello fue el
punto de partida de la idea de que el hem se acumulaba hasta llegar a
cifras tóxicas en presencia de dichos fármacos. No se ha señalado si
este mecanismo también explica la acción de la mefloquina y la
halofantrina. Otro mecanismo posible, que es la formación de complejos
tóxicos fármacos-hem, no ha sido corroborado unánimemente por
estudios de interacciones entre una serie de antipalúdicos y el hem. Se
han dado otras sugerencias como el intercalamiento del fármaco en el
DNA del parásito; la interferencia de la biosíntesis de DNA/RNA del
parásito; la inhibición de la proteasa de hemoglobina y otras enzimas por
unión directa del fármaco o el aumento de los plasmodios
intraeritrocíticos a los antipalúdicos alcaloides depende de la capacidad
de dichos microorganismos para concentrar selectivamente los fármacos
mencionados. Por ejemplo, las cepas de P. falciparum sensibles a
cloroquina acumulan concentraciones grandes del compuesto, en tanto
que tales cifras son menores en los parásitos resistentes. Todavía más,
los bloqueadores de canales de calcio que disminuyen la salida de
cloroquina restauran de modo parcial la sensibilidad de los parásitos
resistentes a dicho fármaco, dicho comportamiento recuerda al de las
células neoplásicas resistentes a múltiples medicamentos que expulsan
eficazmente compuestos no similares químicamente, a través de un
mecanismo que depende del ATP. Como aspecto notable, se han
descubierto en P. falciparum dos homólogos de genes de mamíferos que
codifican transportadores que confieren resistencia a múltiples fármacos
a las células y que pertenecen a la superfamilia cuyos miembros se ligan
a ATP. Uno de ellos pfmdr L, fue amplificado siempre en cepas
resistentes a mefloquina y halofantrina, pero no en las resistentes a
cloroquina. El hallazgo mencionado, además de sugerir un posible
mecanismo de resistencia a mefloquina y halofantrina, indica que otros
mecanismos diferentes de la amplificación de pfndr L proporcionan
resistencia a la cloroquina. Por talesrazones, algunos investigadores han
propuesto la existencia de una “permeasa” a la cloroquina que
explicaría la acumulación de esta última en parásitos sensibles a dicho
fármaco, las mutaciones de dicho gen que impiden la acumulación de
cloroquina explican la aparición de una fenotipo resistente a dicho
medicamento.
ABSORCIÓN, DESTINO Y ELIMINACIÓN:
La Cloroqina se absorbe adecuadamente desde las vías
gastrointestinales, y en forma rápida de sitios de aplicación intramuscular
y subcutánea; se distribuye con relativa lentitud en un volumen al
parecer muy grande y ello se debe al secuestro extenso de fármacos en
los tejidos y, en particular, hígado, bazo, riñones, pulmones, tejidos que
contengan melaminas y en menor extensión, cerebro y médula espinal.
La cloroquina se une de manera moderada a las proteínas plasmáticas y
muestra notable biotransformación. La monodesetilcloroquina, que es el
metabolito más importante; posee actividad y alcanza concentraciones
plasmáticas que son de 20 a 35% de las correspondientes al compuesto
original. La depuración renal de cloroquina constituye la mitad
aproximadamente de su eliminación sistemática total. La cloroquina sin
cambios y su principal metabolito explican más de 50 y 25% de los
productos medicamentosos de orina, respectivamente y la excreción de
ambos compuestos por los riñones aumenta la acidificar la orina.
En adultos y niños, la cloroquina muestra una farmacocinética compleja
de modo que las concentraciones plasmáticas de ella, poco después de
administrada, dependen más bien de la velocidad de distribución y no de
la eliminación. Dada su unión extensa a tejidos se necesita una dosis
inicial de saturación para lograr cifras plasmáticas eficaces. Después de
administración parenteral, la penetración rápida junto con la salida lenta
de cloroquina desde un pequeño compartimiento
central puede
ocasionar concentraciones altas y potencialmente letales, por un lapso
transitorio, en plasma. Por tal razón, la cloroquina se administra en forma
lenta por goteo intravenoso constante o en fracciones pequeñas, por
vías subcutáneas o intramusculares. El fármaco es más inocuo si se le
ingiere las velocidades de absorción y distribución guardan mayor
semejanza o “igualamiento”, se logran los valores plasmáticos máximos
en un lapso de 3 a 5 horas después de utilizar la vía mencionada. La
vida media de la cloriquina aumenta de unos días a varias semanas
conforme disminuyen las concentraciones plasmáticas, lo cual manifiesta
la transición de una fase de distribución lenta a una eliminación todavía
má lenta a partir de reservas titulares extensas.
La vida media termino es de 30 a 60 días y es posible detectar huellas
del medicamento en la orina años después de haber sido administrado
con fin terapéutico.
APLICACIONES TERAPÉUTICAS:
La cloroquina es el antipalúdico disponible que más usos tiene, pero su
utilización ha disminuido de manera progresiva en mucha partes del
mundo en que han surgido cepas de P falciparum con resistentes
relativa o absoluta a su acción. Ella es mejor que la quinina porque es
más potente y menos tóxica y, como fármaco supresor, solo es
necesaria su administración una vez por semana. La cloroquina no tiene
valor profiláctico ni curativo radical en el paludismo por P vivax o P.
ovale en seres humanos. Sin embargo, excepto en Oceanía en que se
han señalado la existencia de cepas de P. vivax relativamente
resistentes, la cloriquina es muy eficaz para terminar o suprimir ataques
agudos de paludismo causados por dichas especies de plasmodios.
La recaída del paludismo por P. vivax puede surgir después de
interrumpir el uso de cloroquina; pero se prolongan los intervalos entre
las fechas de aparición. La primaquina puede administrarse junto con la
cloroquina para erradicar dicha infección o reservarse para usar después
de que el individuo ha salido de una zona endémica. La cloroquina es
altamente eficaz en la profilaxia y cura del paludismo por P. malariae y
contra cepas sensibles de P falciparum que aún subsisten en América
Central, al occidente del Canal de Panamá, países caribeños, zonas
africanas al norte del Sahara y regiones del Medio Oriente. El fármaco
controla rápidamente los síntomas clínicas y parasitemia de los ataques
palúdicos agudos. Casi todos los pacientes se toman completamente
afebriles en términos de 24 a 48 horas de haber recibido dosis
terapéuticas y, por lo común, los datos de frotis de gotas gruesas de
sangre periférica se tornan negativos a las 48 y 72 horas. Si el paciente
no mejora durante el segundo día de administración de cloroquina, hay
que sospechar presencia de cepas de P. falciprum resistentes y
emprender la terapéutica con quinina, la cloroquina puede
proporcionarse inocuamente por vías parenterales a comatosos o
individuos que vomitan mientras no puedan recibir el medicamento por
vía oral. En niños comatosos; el fármaco se absorbe adecuadamente y
es eficaz después de introducirlo por sonda nasogástrica. Los cuadros
40-1 y 40-2 aportan información sobre los regímenes pueden ser
modificados con base en el juicio clínico del médico y los patrones
geográficos de resistencia al medicamento. Por ejemplo, individuos que
viven en áreas de alta endemicidad a menudo presentan resistencia
parcial al paludismo y quizá necesiten poca quimioterapia, o bien no la
requieren.
TOXICIDAD Y EFECTOS ADVERSOS:
La cloroquina a dosis apropiadas es un fármaco extraordinariamente
seguro. La toxicidad aguda por ella suele surgir cuando se administran
dosis terapéuticas o altas con demasiada rapidez por vías paranterales.
Las manifestaciones tóxicas afectan fundamentalmente al aparato
cardiovascular y comprenden hipotensión, vasodilatación, supresión de
la función miocárdica, anormalidades electrocardiográficas y, al final,
paro cardiaco. Las dosis que excedan de 5g por vía, parenteral suelen
ser letales. El tratamiento inmediato a base de ventilación mecánica,
adrenalina y diazepam puede salvar la vida.
Las dosis orales de cloroquina contra un ataque palúdico agudo, pueden
ocasionar alteraciones gastrointestinales, cefalea leve transitoria,
alteraciones visuales y urticaria. También sufre prurito que es más
común entre personas de piel oscura. La administración duradera de
dosis supresoras a veces causa efectos adversos como cefalea, visión
borrosa, diplopia, erupciones cutáneas liquenoides, disminución del color
del cabello, ensanchamiento del intervalo QRS y anormalidades de la
onda T. Todas las complicaciones anteriores suelen ser leves y
desaparecen poco después de interrumpir el uso del Fármaco. Se han
señalado casos infrecuentes de hemólisis y discrasias sanguíneas.
La cloroquina también puede manchar el lecho ungueal y las mucosas.
Las dosis diarias altas (mayores de 250mg) de cloroquina o de
hidroxicloroquina utilizadas para combatir enfermedades diferentes de
paludismo ocasionan ototoxicidad y retinopatía irreversible. Esta última
quizá depende de la acumulación del fármaco en tejidos con abundante
melamina y pueden evitarse con dosis diarias de 250mg o menores. La
administración duradera de dosis altas de una u otra 4-aminoquinolina
también causan miopatía, cardiopatía y neuropatía periférica tóxicas; las
reacciones comentadas se reducen si a muy breve plazo se interrumpe
el uso del medicamento. En infrecuentes ocasiones, las perturbaciones
neuropsiquiátricas, incluido el suicidio, tal vez sobreviven de dosis
excesivas.
PRECAUCIONES Y CONTRAINDICAIONES:
La cloroquina debe utilizarse con cautela si el paciente porta hepatopatía
o trastornos gastrointestinales, neurológicos o hematológicos graves. Si
surgen los problemas anteriores en el curso, del tratamiento, será mejor
interrumpir la administración del fármaco.
La cloroquina es uno de los antipalúdicos que causa hemólisis en
individuos con deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa.
Es mejor no utilizar sales de oro o fenilbutanozona junto con cloroquina
por la tendencia de los 3 medicamentos a producir dermatitis. No ha de
administrarse cloroquina en sujetos con Porfirio cutánea tarda o
psoriasis porque en tales cuadros quizá se presenten reacciones graves.
En individuos que reciben durante largo tiempo dosis altas, se
recomienda efectuar una evaluación oftalmológica y neurológica cada 3
a 6 meses.
PRESENTACIÓN:
•
Caja x 20 blister x 10 tabletas c/u