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Un gran Bol d’Air ® ! Por Sophie Macheteau. Dr. en Medicina. C.N.R.S. El oxígeno proporciona toda la energía necesaria para efectuar el menor de nuestros
movimientos o latidos cardíacos. Está implicado en reacciones tan esenciales como eliminar
los contaminantes, los medicamentos, los productos cancerígenos, el alcohol, las drogas o los
organismos
patógenos.
Interviene
en
diversos
procesos
enzimáticos
durante
la
transformación del colesterol en hormonas (estrógenos, testosterona, cortisol, aldosterona,
DHEA). Tiene una acción anti-infecciosa y efectos positivos en la cicatrización de los edemas.
El aporte de oxígeno es una necesidad constante y vital para el organismo. Al contrario de
lo que ocurre con las substancias nutritivas que pueden almacenarse en los tejidos, no
podemos hacer reservas de oxígeno. Por ello, durante toda nuestra vida, dependemos del
oxígeno que respiramos y, más aún, de la forma en que lo utilizamos.
La falta de oxígeno, denominada « hipoxia » es un factor determinante en la aparición de
los trastornos más simples y de las enfermedades más graves.
Ahora bien, el oxígeno no
falta en el aire ambiente y, en la mayoría de los casos, un incremento del oxígeno que
respiramos tendrá pocos efectos. Es mucho más interesante facilitar su « asimilación » con
ayuda de un catalizador natural.
Y esto es precisamente lo que nos permite el Bol d’Air®, sin provocar una hiper-oxigenación
ni oxidación del terreno pues todos los productos inhalados son antirradicalarios.
En el organismo, el Bol d’Air® relanza el proceso natural de asimilación del oxígeno que se
atenúa con la edad, el estrés, las enfermedades, la contaminación atmosférica y alimenticia.
Realizar inhalaciones de forma regular incrementa la vitalidad, mejora el terreno, al
favorecer nuestro funcionamiento normal.
De este modo, estamos de forma natural mucho más preparados para reaccionar de forma
sana ante cualquier agresión.
El Bol d’Air® utiliza un producto único fabricado a partir de una oleorresina de pino de las
Landas quemotipada, la Pinus Pinaster. Su recogida se efectúa respetando el árbol y su
perennidad. Este aceite esencial de trementina no contiene alergizante alguno, como del
Delta 3 careno.
Reconocido por sus potentes propiedades terapéuticas, ha sido objeto de profundos estudios
sobre su modo de acción, su inocuidad y sus efectos.
Los beneficios del Bol d’Air® se aplican en muchos campos.
Desde su creación en 1946, muchos son los médicos que lo han venido utilizando para
tratar enfermedades de las esferas respiratorias, cardiovasculares y digestivas, así como en
casos de obesidad, con deportistas y por su capacidad para incrementar el potencial
antirradicalar de la célula. Entre otros profesionales de la salud que lo han venido utilizando
citaremos a los kinesiterapeutas, dentistas, veterinarios, naturópatas...
El Bol d’Air Jacquier ® no produce ningún radical libre en el organismo y ello ha sido
científicamente demostrado mediante el test KRL. Este test internacional, registrado ante
el Ministerio de Sanidad y la CEE, consiste en someter unas células a un ataque violento de
radicales libres. Cuanto más las células proceden de individuos en buena salud, más
resistentes son. Se demostró con este test que, en presencia de la fracción volátil del Bol
d’Air® (= lo que se respira), las células resisten un 25 % más de tiempo que sin el d’Air®!
Atención: es importante no confundir este método con:
–Los bares de oxígeno que en la mayoría de los casos generan una superoxigenación (es decir, producción de radicales libres),
– Los conceptos relacionados con la rarefacción del oxígeno (que provoca la
hipoxia) pero que, desgraciadamente, no presentan gran interés en el día a
día.
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