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Gilles Deleuze, violentar el pensamiento << La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía>> . ( G. Deleuze ) Nombrar al filósofo francés y pensar en un guerrero del pensamiento que continuaba batallando contra la estupidez es todo uno. Para él el quehacer filosófico no consistía ni en temer, i en provocar el temor, o en esperar o hacer esperar con diferentes prédicas, sino en buscar nuevas armas; podría así reconvertirse el dicho spinozista de ni reír ni llorar sino comprender en ni reír, ni llorar, sino en buscar armas para luchar, para descolocar al enemigo. Su actividad filosófica, la <<creación de conceptos>> que era la <<alegría de su vida>>, se deslizaba por distintas <<líneas de fuga>> que abrían brecha en los consolidados muros de la unidad, de la identidad, de las verdades heredadas, y así en vez de dedicarse en su tarea a la repetición de los venerables del panteón filosófico, los visitó y los utilizó-haciéndolos devenir otra cosa- vivificándolos así, y colaborando de dicho modo en el fomento de la propia velocidad del pensamiento, <<el problema del pensamiento , es la velocidad infinita>>; ahí están sus lúcidas incursiones en Hume, Nietzsche, Spinoza, Bergson, Kant, Leibniz, Foucault, sin olvidar sus derivas estoicas, y por campos ajenos a la disciplina filosófica propiamente dicha: Artaud, Lewis Carroll, Sacher-Masoch, Kafka, Proust, etc. y en plena comunión con <<una lógica de la afirmación múltiple, una lógica de la pura afirmación, y una ética de la alegría que le corresponde, tal es el sueño antidialéctico y anti-religioso que atraviesa toda la filosofía de Nietzsche>>, desplazándose en una plano de inmanencia absoluta, en una horizontalidad rizomática en oposición a la jerarquización arbórea.vertical, en continua huida de las redes cerradas que todo lo domestican y lo encasillan. Tal era la velocidad, la densidad, y la profunda mirada del autor de <<Diferencia y Repetición>>, que se mantenía al margen de las cuadrículas dominantes en el terreno del pensar: él avanzaba por los autores recién mentados cuando la fenomenología(con sus tres H: Hegel, Husserl y Heidegger) se había convertido en una nueva escolástica, tan rígica si cabe como la dominante en la Edad Media. Por el singular camino iría dejando cantidad de conceptos, precisamente en tal cifraba él la tarea propia del filósofo, como <<cuerpo sin órganos>>, <<desterritorialización>>, <<acontecimiento>>, <<devenir>>,<<hecceidad>>, <<línea de fuga>>, <<agenciamiento>>, <<máquinas deseantes>>, <<máquina de guerra>>, etc., etc., etc. Viaje de la reivindicación de la plenitud del gozo y la positividad-deudora de Dionisos-, pasando por la comprensión spinoziana - <<siempre he tenido gran cuidado de no ridiculizar las acciones humanas, no deplorarlas ni maldecirlas, sino comprenderlas( neque ridere, neque flectere, neque detestari sed intelligere)>>- y por una cierta vergüenza de ser hombre tras lo visto(en referencia a la obra deslumbrante por lo esclarecedora de Primo Levi, <<los campos nazis han introducido en nosotros “la vergüenza de ser un hombre”>>), que se traduce en situaciones más habituales de nuestra cotidianeidad, <<en las condiciones insignificantes, ante la bajeza y la vulgaridad de la existencia que domina las democracias, ante los valores, los ideales y las opiniones de nuestra época. La ignominia de las posibilidades de vida que nos son ofrecidas aparece de dentro>>. Manteniendo siempre en alto la bandera de la rebeldía frente al romo sentido común que transpira el sistema(el Capital) y que empapa con su carácter expansivo los cuerpos y las mentes de los ciudadanos, por medio de las virtuales redes tejidas por la sofisticada y camelante sociedad de control. La resistencia- bajo la forma de hostigamiento permanente al Capitalderivando, quizá en los últimos años, hacia un cierto repliegue ante lo intolerable del mundo que nos toca vivir(o padecer) del tipo al manteniddo por el personaje de Hermann Melville, Bartleby con su persistente I prefer not to(preferiría no hacerlo), como metáfora de toda una corriente de intelectuales, en comprensible agobio ante los fracasos cosechados y las faltas de perspectivas, a no ser algunas propias al pensamiento dogmáticoalucinado(entre el delirio y el socorrido grito de ¡pequeñoburgués!); la resistencia a ser asimilados- postura con la que tan crítico se mostraba el filósofo liberal yanqui, Richard Rorty y epígonos- por el agobiante reino de la estupidez dominante y su contagiosa verborrea-las más de las veces vacíasobre los derechos humanos, el marco democrático como culminación de los logros humanos( Fukuyama, en lector de Hegel, tamizado por Kojève)… Trayectoria la señalada-hipotética, precipitada y esquemáticamente expuesta- que cumple el repetido y angustiado ascenso de Sísifo, una pelea permanente por lograr el objetivo, siempre aplazado o fracasado; en tal tensión se mueve toda la obra deleuziana, guiada por un empeño de <<explicar de manera rigurosa e indiscutible, así como de deducir de la situación propia a la naturaleza humana, la doctrina susceptible de acordarse con la práctica>>, que se entrecruza con las síntesis disyuntivas(que se ven convertidas en disyunciones inclusivas) y que hacen que resulte prácticamente imposible alcanzar la siempre presta domesticación a la que recurre la Razón dominante; Deleuze apostaba por un uso de la razón trágica, que se mueve en medio de la contradicción y no posee un fundamento sobre el que hacer girar el sentido de todo, posición que bien podría recordar al <<principio de an-arquía>> aplicado por René Schürmann a Heidegger, y también presente en Emmmanuel Lévinas.. El empeño deleuziano era el de un gigante, intentar captar una vida a la vez total y divergente, y sus sucesivas tentativas-desde la Diferencia, la Repetición, el Deseo, el Flujo, lo Molecular y lo Molar, la Imagen, el Movimiento, el Pliegue…- han ido ofreciendo descripciones parciales, como un bricoleur-que bien entiende que no es un arquitecto- y que sabe bien que en sus parciales descripciones, nunca alcanzará la Gran Descripción del Mundo. Enorme obra que constituyen unas ajustadas gafas para acercarnos a la compleja realidad y que hacen afirmar a Michael Hardt, sobre tal pensamiento de pluralidad no liberal, que parte y provoca el <<gozo como el aumento de nuestra potencia de pensar y de hacer, junto con nuestra capacidad de experimentar afecto; gozo como el recorrido común de nuestro cuerpo con otros, que inventa nuevas relaciones y crea cuerpos sociales más dichosos; gozo como una lógica del ensamblaje. El gozo, así entendido, rebasa los márgenes de la filosofía, para invadir todo el plano politico de la democracia y de la fraternidad. O mejor aún: el gozo, como plano de inmanencia absoluta, que se torna un modo de ser>>. ..gozo que provoca, al tiempo, violencia y desagrado, pues como afirmaba el propio filósofo: <<una filosofía que no entristece a nadie y no contraría a nadie no es una filosofía>>. ¡Así, Gilles Deleuze! Varios libros recientes nos acercan al pensador francés: uno que bien sirve como presentación de la totalidad de su obra; los otros dos se centran más en aspectos parciales de su filosofía: uno en el terreno de la pedagogía, el otro en el de la política que se puede deducir de su obra (escrita a cuatro manos con su amigo Félix Guattari). Un filósofo guerrillero No alabaré las dotes proféticas de Michel Foucault cuando afirmaba que el siglo sería deleuziano, mas sí se puede asegurar, sin ningún género de dudas, que el pensamiento del autor de <<Diferencia y Repetición>> da mucho de sí en estos tiempos en los que se ve su profunda huella en el campo de las artes, de la política, y…por supuesto en el de la filosofía a ambos lados del Atlántico; esta presencia se constata en las numerosas obras que tratan de su quehacer, lo que lleva a considerarle sin lugar a dudas como uno de los filósofos más potentes e influyentes del panorama filosófico actual, por encima de los malintencionados ataques, a la sombra del “comunicativo” Jürgen Habermas -claro paradigma de un liberalismo conservador de “izquierdas”- que hablaba irónicamente de él como el <<calvero anarquista>>, los epígonos del alemán lo incluyen en las filas del irracionalismo gaga más logrado. A lo largo de toda su carrera, primero con trabajos de corte académicocomo queda señalado en la presentación de líneas arriba- en los que hacía suyos a Hume, Kant, Bergson, Spinoza, Leibniz, Foucault, Nietzsche, etc. rescatándolos de <la escuela de intimidación>> de la que hablase el último de los citados; y luego tras el salto, a finales de los sesenta, a su filosofía propia con un par de obras esenciales: la citada arriba y <<Lógica del sentido>>, sin obviar sus dos trabajos en colaboración con Félix Guattari sobre <<capitalismo y esquizofrenia>>. Qué duda cabe de que la filosofía y el mismo estilo deleuziano son complejos y parece problemático dar por buena aquella invitación suya a que la filosofía fuese una pop-filosofía…desde luego nada que ver con edulcorados caramelitos de fresa poperos, ni con sus directas alusiones a Bob Dylan, tal vez si nos asomásemos a los devaneos nada poperos por cierto de un Nick Cave, por tomar un ejemplo al vuelo...tal vez. José Luis Pardo muestra su tino ( << El cuerpo sin órganos. Presentación de Gilles Deleuze>>. Pre-Textos, 2012), ya lo había hecho hace ya más de veinte años con un libro editado por Cincel(1990) : <<Deleuze: violentar el pensamiento>> ( Pre-Textos, 2012), y va siguiendo los hilos del tejido elaborado pacientemente, y con <<esbeltez zen>>, - que diría su colega y amigo Jean-François Lyotard - por el filósofo y eso que el presentado lo ponía difícil al afirmar que nadie mejor que el propio filósofo para aclarar su obra; el profesor se atreve a explorar y va exponiendo con claridad meridiana (iba a decir “cartesiana” pero no parece lo más atinado en este caso) Somos conducidos por el ser ( <<el buen sentido es la afirmación que, en todas las cosas, hay un sentido determinable, pero la paradoja es la afirmación de dos sentidos a la vez>>), el tiempo( aïon versus chronos) y la historia a través de la consistencia del tejido elaborado con el utillaje conceptual (¿qué otra cosa era la actividad filosófica según el pensador estudiado que la creación de conceptos?) de las líneas de fuga, las desterritorializaciones, los devenires, los agenciamientos, el nomadismo rizomático,, por los planos de la inmanencia sin dogmas ni prejuicios, ni más allás consoladores. Avanzamos, por el derecho y el revés que remplazan a la altura y la profundidad, de la mano de un guía experimentado que analiza la flecha lanzada por aquél que afirmase que << no siendo una potencia, la filosofía no puede emprender una batalla con las potencias, en revancha ella lleva una guerra sin batalla, una guerrilla contra ellas>>. Magnífica manera de aproximarse a esa filosofía que se reclamaba de su relación con la <<no-filosofía>> ( ciencias, artes y literatura, religión, psicoanálisis, política, economía, geografía, animalidad, etc.), con una <<comprensión no-filosófica>> que operaba no ya con conceptos sino por medio de <<fonceptos(funciones de la ciencia), afectos( los bloques de emociones del arte y en especial, la literatura), y perceptos(los bloques de percepciones impersonales del arte, especialmente en pintura y en cine)>>. Un modo riguroso y certero de cara a acercarse al autor, por las playas de la inmanencia. Paidogogos Decía Jacques Derrida que <<el texto que se llama presente no se descifra más que a pie de página, en la nota o en el post-scriptum>>; el pensador del que hablo dio muestra de ello recurriendo a textos literarios menores, marginales, a películas y otros materiales que pudieran parecer alejados de la seriedad y el tono <<grand seigneur>> de la filosofía. El pensamiento en movimiento perpetuo de Deleuze sirve para acercarse a los cambios ligados a la época contemporánea y de ello da cuenta su presencia en el quehacer filosófico, estético, político y pedagógico por nombrar algunos campos del saber y del quehacer humano. El autor de <<El pliegue. Leibniz y el barroco>> da mucho que pensar, sus obras agitan el pensamiento, y abren caminos por los pagos, impensados, de la inmanencia, empeñado siempre en la vía que le otorgase Alain Badiou: << la vía de Deleuze es presentefiante y lúdica…>. Añadiré ya de entrada que pronunciar el nombre del filósofo es nombrar también a su colega y colaborador Félix Guattari. Ambos señalaban que la filosofía tenía como labor la creación de conceptos y desde luego su creatividad no se quedó corta a la hora de hacerlo, reitero, : ahí están sus <<rizomas>>, sus <<territorialidades>>, <<desterritorializaciones>>, el <<cuerpo sin órganos>>, el recurso a <<personajes conceptuales>>, <<máquinas deseantes>>, <<micropolítica>>, <<afectos y perceptos>>, el <<nomadismo>>, <<devenir-equis>>, etc. Toda una <<caja de herramientas>> que nos ayudan a hacer buena la recomendación de este filósofo –“guerrillero” : <<coge un arma mientras huye>>. Recurre el profesor de la universidad de Paris VIII Saint Denis, Gilles Boudinet, a un personaje conceptual( el <<Anti-pedagogo>>) inspirado por el <<Anti-Edipo>> para desmontar la topología reinante en el mundo de la educación e inclinarse-con la ayuda del instrumental deleuziano- por unas tendencias intensivas, teñidas de una clara vena estética, en la senda de enseñar a pensar y de pensar el enseñar ( . << Deleuze et l Anti-pédagogue. Vers une esthétique de l´éducation>>. L Harmattan, 2012) . Caminos alejados de cualquier forma de domesticación y / o de panteonización de saberes y repeticiones e identidades impuestas…derivas por las vías intensivas del deseo, de la innovación , de la transmisión, representando e interpretando el saber, por un lado, al tiempo que guiando, acompañando, por otro. No está de más subrayar como lo han hecho no pocos alumnos de Deleuze ( por ejemplo: Jaegle, Dosse, Charbonnier, Fabre…) que era un gran maestro y no hay más que ver cómo se llenaban las salas de la mítica facultad de Vincennes cuando tocaba la hora de su clase, en la que se luchaba entre el ruido que molestaba al profesor y a los oyentes si se abría la ventana y el humo de los cigarrillos que hacían irrespirable la estancia…Gilles Deleuze y se lanzaba a derivar ente autores, reflexiones, bromas, etc., etc., etc. con su lúcida y lúdica oratoria que entretenía a la vez que enseñaba mostrando caminos innúmeros. Materialismo libidinal La otra obra se sumerge en un seguimiento de una posible política subyacente en los autores visitados, más allá del habitual recurso a << la micropolítica del deseo>>, y en el terreno de lo macropolítico. Los análisis son de hondura y son realizados entre el marxismo como interlocutor privilegiado de la filosofía de los autores de <<capitalismo y esquizofrenia>>. De esta confrontación surgen algunas hipótesis que el autor destaca: por una parte, un exceso de violencia soberana que planea sobre el aparato del Estado y de las relaciones políticas; por otra, la potencia de una <<máquina de guerra>> que los estados son incapaces de apropiarse en su totalidad e incluso ante la que a veces han de plegarse; en fin, un exceso de <<destructivismo>> de la acumulación capitalista sobre su organización productiva. Con absoluto respeto, el autor desvela, no obstante, algunos aspectos que pueden conducir a una brecha entre los postulados deleuze-guattarianos y la política real, al tiempo que ellos pueden suponer una asimilación con algunos posicionamientos propios a lo impolítico. A lo largo del libro planean ciertos aires de familia entre las habituales disputas, ya tradicionales, entre marxismo y anarquismo, en una disputa frente a frente, espalda a espalda, espalda a frente… Gilles Deleuze un pensamiento plural que apuesta por lo horizontal frente a lo vertical, a lo inmanente frente a los transcendente, que se posiciona del lado del rizoma frente al árbol que alza la voz airada contra los tribunales de la Razón pura o de la Fe pura, u otros…