Download el 40% de los no fumadores que desarrollan cáncer

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FORO DE EXPERTOS SOBRE CÁNCER DE PULMÓN
CON MUTACIÓN EGFR, UNA ENTIDAD DISTINTA
Especialistas en el carcinoma pulmonar revisan en Madrid los últimos avances en el
manejo del paciente mutado
EL 40% DE LOS NO FUMADORES QUE DESARROLLAN CÁNCER
DE PULMÓN PRESENTAN UNA MUTACIÓN QUE MEJORA LA
RESPUESTA AL TRATAMIENTO BIOLÓGICO
• Las mutaciones del gen EGFR son más frecuentes en mujeres y no fumadores
aunque también existen casos entre varones fumadores.
•
La terapia biológica Erlotinib (Tarceva®) reduce el tamaño del tumor hasta en
un 70% de los pacientes mutados.
• En la actualidad, esta terapia oral está aprobada en segunda línea de
tratamiento para pacientes con cáncer de pulmón no microcítico, con o sin
mutación.
Madrid, 22 de marzo de 2010.- Hace algo menos de cinco años, los especialistas
consiguieron entender por qué en uno de cada diez pacientes con cáncer de pulmón que
empezaba a tratarse con una nueva terapia biológica se conseguía una clara reducción del
tamaño tumoral. Si bien la mayoría ampliaba unos meses su esperanza de vida, existía un
grupo en el que la prolongación era claramente mayor. La explicación era la presencia de
una mutación en el gen EGFR, que es como se conoce el Receptor del Factor de
Crecimiento Epidérmico. De éstas y otras novedades se ha hablado en el ‘Foro de
Expertos sobre Cáncer de Pulmón con Mutación EGFR, una Entidad Distinta’,
organizado por Roche Farma y que se acaba de celebrar en Madrid.
Según el doctor Román Pérez Soler, jefe del Servicio de Oncología del Centro Médico
Montefiore y de la Escuela de Medicina Albert Einstein, de Nueva York (Estados Unidos),
desde el punto de vista genético no todos los tumores de pulmón son iguales. “Entre los no
fumadores un 40% de pacientes presentan mutaciones del receptor EGFR y en ellos el uso
de Erlotinib, un tratamiento biológico de administración oral, la eficacia es mucho mayor.
También hay fumadores que tienen la mutación pero es bastante menos frecuente, en torno
a un 3-4%. Sin embargo, aunque pueda parecer una cifra pequeña, ésta supone muchas
vidas que se benefician de la terapia dirigida, ya que hablamos de un tumor muy común.
Sabemos asimismo que la mutación es más frecuente en mujeres, quizá porque hay menos
cáncer ligado al tabaquismo en ellas, sobre todo en los países orientales”.
El EGFR es un receptor celular que desempeña un papel esencial en su desarrollo
fisiológico. Existen distintos tipos de fármacos capaces de inhibir este receptor pero se ha
observado que las moléculas pequeñas, - inhibidores de la tirosinquinasa que pueden
tomarse por vía oral-, logran alcanzar eficazmente la célula tumoral y bloquear la función del
receptor. “Fue sorprendente”, recuerda el investigador español afincado en Estados Unidos,
“comprobar cómo los pacientes mutados que recibían esta medicación conseguían una
reducción tan importante del tamaño tumoral. A raíz de esto, varios grupos de
investigadores de Boston analizaron tejidos de dichos pacientes y comprobaron que el
mayor beneficio se encontraba en aquellos casos en los que había una mutación del EGFR.
Fue una suerte porque podía haber pasado lo contrario. Lo cierto es que los fármacos se
habían desarrollado para tumores con el receptor no mutado”. De hecho, Erlotinib fue la
primera terapia biológica indicada y aprobada en segunda línea, en cáncer de pulmón no
microcítico, localmente avanzado o metastásico.
Talón de Aquiles
Se había descubierto, por tanto, que en las células de un carcinoma pulmonar había un
talón de Aquiles, un punto débil sobre el cual se podía actuar. “Fue pura casualidad porque
los fármacos se desarrollaron para bloquear el receptor normal y de pronto se vio que en un
subgrupo,- los mutados-, Erlotinib reducía el tamaño del tumor hasta en un 70% de los
pacientes, con desapariciones completas un 10-15% de los casos, aunque no fuera de
forma definitiva”, subraya el doctor Pérez Soler. Se trata de un avance que según este
experto debe valorarse a la luz de “los pobres resultados que tradicionalmente consigue la
quimioterapia contra este tumor”.
No obstante, el doctor Pérez Soler ha explicado que aunque la respuesta a este fármaco es
muy alta, falta información relativa al impacto que su uso tendrá a largo plazo puesto que
estos pacientes tienen ya la enfermedad avanzada y lo habitual es que el tumor acabe
desarrollando mecanismos de resistencia que impiden la curación. “Por eso un objetivo
realista es buscar cierta cronicidad en estos pacientes. Al final no se trata de erradicar todas
las células tumorales sino de modular las vías de crecimiento que dichas células están
utilizando. Así cuando busquen otra vía habrá que contar con otro fármaco capaz de
bloquearla. Acabaremos intentando algo parecido a lo que se ha hecho con la infección del
VIH: no se puede curar pero sí tener bajo control”.
El análisis de la mutación podría permitir tratar a los pacientes avanzados con Erlotinib,
pero, según este especialista, el siguiente paso es esperar los resultados de estudios del
beneficio en pacientes recién operados. “En estos casos la curación depende de la
extensión de la enfermedad, puede ir del 40 al 80% según el estadio, pero muchos van a
recaer al cabo del tiempo; por eso habrá que determinar qué puede aportar el fármaco
usado en adyuvancia para así reducir las posibilidades de que el cáncer vuelva a aparecer.
Ahí es donde probablemente podamos curar más pacientes”.
Con las terapias biológicas la oncología alcanza un nivel, terapéuticamente hablando, que
el doctor Pérez Soler califica de “más civilizado”. “La oncología nació porque era preciso
que hubiera médicos que supieran manejar bien las quimioterapias, venenos capaces de
matar tumores pero de uso muy nocivo. Ahora el arsenal disponible ha comenzado a
incorporar fármacos más seguros como Erlotinib. Tienen efectos secundarios pero éstos no
son tan tóxicos, no existe el riesgo de muerte que puede asociarse a la quimioterapia. Son
toxicidades tolerables y sólo en una minoría de pacientes podrían obligar a reducir la dosis
o retirar el fármaco. Algunos experimentan una toxicidad cutánea, pero son pocos los casos
en los que el paciente lo vive como algo realmente molesto”, añade.
La prueba, una controversia actual
Puesto que todos los pacientes, mutados o no, consiguen beneficiarse del uso de Erlotinib
podría parecer que no tiene sentido hacer la prueba que identifica la mutación. Sin
embargo, el doctor Pérez Soler afirma que ésta permite hacer un uso más inteligente de la
secuencia de terapias disponibles y pone un ejemplo para defender la conveniencia del test:
“A un paciente recién diagnosticado que nunca fumó le haría la prueba, sin ninguna duda,
porque en caso de tener la mutación podría plantearse tratarle con una terapia biológica y
reservar la quimioterapia para más adelante. Aun así es un tema controvertido: hay
oncólogos que se la harían a todos los pacientes y otros que sólo la contemplan en
determinados subgrupos”. El análisis de mutaciones ha evolucionado en estos años y
también su acceso en más centros. Actualmente se trabaja para ver si es posible detectar la
alteración en suero. “En cualquier caso, es bueno que el oncólogo sepa que conviene tener
más tejido tumoral para poder caracterizar mejor qué tipo de cáncer va a tratar”, añade.
Roche
Roche, cuya sede central se halla en Basilea (Suiza), es una compañía líder del sector de la salud,
centrada en la investigación y con la potencia combinada de la integración farmacéutica-diagnóstica.
Roche es la mayor empresa biotecnológica del mundo y tiene medicamentos auténticamente
diferenciados en las áreas de oncología, virología, inflamación, metabolismo y sistema nervioso
central. Roche también es el líder mundial en diagnóstico in vitro, incluido el diagnóstico histológico
del cáncer, y pionero en el control de la diabetes. La estrategia de Roche en medicina personalizada
tiene como fin proporcionar medicamentos y herramientas diagnósticas que hagan posible mejoras
tangibles de la salud, la calidad de vida y la esperanza de vida de los pacientes. En el año 2009
Roche, con más de 80.000 empleados en todo el mundo, invirtió casi 10.000 millones de francos
suizos en investigación y desarrollo. Las ventas alcanzaron la cifra de 49.100 millones de francos
suizos. Genentech (Estados Unidos) es un miembro de plena propiedad del Grupo Roche. Roche
posee una participación mayoritaria en Chugai Pharmaceutical (Japón). Más información en
www.roche.com Todas las marcas comerciales mencionadas en este comunicado de prensa están protegidas por la ley.