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UNIDAD # 3
HISTORIA ECONÓMICA DE COLOMBIA DURANTE EL SIGLO XIX: 1810-1900
Rafael Gómez Henao*
Desarrollo de la producción colombiana durante el siglo xix:
Desarrollo de la minería durante el siglo XIX:
En el siglo XIX, Antioquia se convierte en la principal productora de oro de Colombia,
reemplaza la región del Cauca que durante la Colonia había sido la más importante.
En esta región la minería se hacía casi exclusivamente con mano de obra esclava,
motivo por el cual las guerras de Independencia y abolición de la esclavitud hicieron
disminuir las bases de producción de la región.
En Titiribí y Amagá, pueblos de la región antioqueña, en 1800, ya se explotaban
algunas minas con oro de veta. Hasta entonces, la tecnología era bastante rústica,
casi manual, no se utilizaban molinos ni se usaba asogue.
El oro se convierte en la mercancía básica para la conformación de las características
económicas de la región Antioqueña. El oro les permitió una fuerte acumulación de
capital que emplearon posteriormente en el desarrollo industrial.
Durante la última mitad del siglo XVIII, en Antioquia, la producción de oro se había
efectuado sobre todo con base en el trabajo de mineros independientes, denominados
mazamorreros, que explotaban especialmente minas de aluvión. Después de la
Independencia, las actividades extractivas se llevaron a cabo con nuevas actitudes, y
al lado del mazamorreo se desarrolló un sector de empresarios mineros que trataron
de introducir nuevas técnicas en las minas de aluvión y explotar las minas de veta, que
sólo excepcionalmente habían sido trabajadas durante el período del dominio español.
Pese al desarrollo de la minería empresarial, Los mazamorreros se convirtieron
durante todo el siglo XIX en el sector de la población más representativo de la
actividad minera. Roger Brew calcula que todavía hacia 1860 el 80% de la mano de
obra minera estaba compuesta por mineros independientes. Estos explotaban casi
exclusivamente minas de aluvión, con una tecnología tradicional, y combinaban la
actividad minera, regida por ciclos estacionales ligados al régimen de lluvias, con la
agricultura de subsistencia. De este modo el lavado de oro ofrecía una oportunidad de
ingreso monetario complementario a la subsistencia a un grupo relativamente amplio
de la población.
Después de la independencia, con la llegada de mineros europeos, fue posible la
introducción de métodos modernos para la producción minera. En los entables
capitalistas que funcionaron en Antioquia, se aplicó la maquinaria y la técnica, se
concentraron cientos de trabajadores asalariados y se desarrollaron por primera vez,
en el país, técnicas de administración capitalista. De allí salieron empresarios
capitalistas
que acumularon experiencias administrativas de mucha importancia
cuando en el siglo XX, en esta misma región, se dieron los primeros pasos de
desarrollo industrial.
Los avances en la tecnología minera durante el siglo XIX:
A la altura de 1760, en Antioquia, los conocimientos industriales se hallaban bastante
atrasados. En minería se ignoraban en absoluto la geometría subterránea, la
metalurgia y la mecánica; no se conocían bombas ni otra máquina para levantar las
aguas; no se hacía uso del taladro y pólvora para romper las rocas, ni había más
elemento dinámico que la fuerza humana. Los instrumentos de trabajo estaban
reducidos a la barreta, el barretón, el almocafre, la batea y los cachos. La primera
rueda hidráulica fue puesta a funcionar en 1830, en Santa Rosa.
La llegada de mineros europeos, que aplicaron sus conocimientos técnicos condujo a
la introducción de métodos modernos de producción. En los entables capitalistas que
funcionaron en Antioquia, para la producción de oro, se aplicó la maquinaria y la
técnica, se concentraron cientos de trabajadores asalariados y se desarrollaron por
primera vez, en el país, técnicas de administración capitalista. De allí salieron
empresarios capitalistas
que acumularon experiencias administrativas de mucha
importancia cuando en el siglo XX, en esta misma región, se dieron los primeros pasos
de desarrollo industrial.
En la minería de veta, como no se utilizaban bombas, los trabajos no podían pasar de
cierta profundidad y era preciso construir extensas y costosas galerías de desagüe. El
transporte de las minas se hacía en las espaldas de mineros por entre socavones. La
ausencia de técnicas determinaron una explotación superficial y que sólo se pudieran
beneficiar los filones más ricos a costa de un gran desperdicio.
En la década de 1820 fueron introducidos los molinos de pisones y de arrastre,
dando lugar a un incremento muy notable en la productividad del oro. El primero fue
establecido por Tyrell Moore, mientras el segundo se utilizó en las minas de plata de
Supía y Marmato, entre 1826 y 1830, por iniciativa de J. B. Boussingault.
A mediados de los años treinta, según Vicente Restrepo, al menos trece minas de
veta en Antioquia estaban utilizando molinos de pisones, aumentando así la velocidad
para triturar el mineral. El molino de arrastre permitió separar con mayor éxito la plata
del oro y de otros materiales. Estos primeros avances permitieron el crecimiento
acelerado de la minería de veta, mientras continuaba el lavado de los ríos en forma
tradicional.
En 1870, comenzó a usarse bombas hidráulicas, y sobre todo el llamado “monitor
californiano”, que permitía aplicar chorros de agua de alta presión al material aurífero,
se incrementaba así la productividad de la extracción de los aluviones; el primer
monitor fue instalado en la región de Mariquita en la década del 70, pero que se
extendió sobre todo en Antioquia a partir de 1878.
En 1880 se importó la primera draga, por una compañía norteamericana para
utilizarla en el río Atrato, la que se hundió y sólo fue remplazada hacia 1888, época
para la cual existían ya varias en territorio antioqueño.
Muchos mineros medios y sobre todo algunos grandes empresarios lograron amasar
fortunas muy notables en las actividades mineras; muchos de ellos, por lo demás, eran
comerciantes que añadían a las ganancias obtenidas en la minería los beneficios de
un comercio altamente monopolizado que abastecía a los mineros independientes y a
otros sectores de la población.
Desarrollo agrícola durante el siglo XIX:
El proceso revolucionario de la independencia arruinó vidas y bienes de varios
sectores de la economía. Quizás el sector más perjudicado haya sido el de los
empresarios de la agricultura y la ganadería.
Conseguida la independencia se inicia el proceso de reconstrucción, aunque en la
década del 20, debido a las ruinas de la guerra poco fue lo que se pudo readecuar en
la economía.
Simón Bolívar mostró gran preocupación económica por la agricultura y el comercio;
mediante un decreto de la Villa del Rosario, el Libertador creó las Juntas de Agricultura
y Comercio, adoptando una política proteccionista para estas actividades.
En el período colonial el Estado había entregado grandes extensiones de tierra baldía
para su explotación. Esta práctica continuó en el periodo republicano bajo la
convicción de que con esta alternativa se abrirían las perspectivas de desarrollo para
el país.
Todavía en 1850 se reflejaba el carácter desigual de nuestro desarrollo agrícola. Los
intentos por una economía moderna fueron insuficientes para romper los patrones
fuertemente arraigados de las estructuras regionales de origen colonial. Los sistemas
de tenencia familiar terminaron por consolidarse con las políticas agrarias que se
impusieron después de la guerra.
La entrega de baldíos antes de 1850 se ajustaba a la política de integrar la
adjudicación de tierras con la inmigración de extranjeros a Colombia a fin de poder
lograr el tan anhelado desarrollo del agro colombiano. En este sentido se creó la
Compañía Nacional de Colonización de Colombia que buscaba la integración con
empresarios extranjeros para emprender la producción de bienes agrícolas para la
demanda externa. Estos intentos empresariales no encontraron las condiciones
propicias para su consolidación. Sólo a partir de 1850, debido al cambio de modelo, se
inicia en Colombia la modificación de sus estructuras productivas. Con la expansión
del comercio exterior se aseguró mercado para algunos productos como la quina, el
tabaco, el café, el añil, entre otros.
Otro aspecto de importancia para entender la transformación agrícola es la abolición
de la esclavitud. Apenas en 1821, en el congreso de Cúcuta, con la ley de manumisión
de esclavos o libertad de partos, comienza en Colombia el proceso para modificar la
estructura laboral. A partir de ésta ley, todos los nacimientos de esclavo que serían
libres. Como los esclavos eran la base de la producción y el activo más importante de
los empresarios de la minería y de las haciendas produjo fuerte reacción en los
propietarios que le exigieron al Estado reconsiderar su pretensión. Los esclavos
manumitidos, 18 años después, cuando lograron la edad para trabajar comenzaron a
ser libres de forma parcial bajo ciertas condiciones como las de firmar un contrato de
trabajo con sus amos por siete años más.
Después de resolver todas las contradicciones entre los propietarios de esclavos y el
Estado, la ley del 21 de mayo de 1851, que comenzó a regir a partir del 1º de enero
de 1852, le otorga la libertad a los esclavos. El estado, después de evaluar a los
esclavos le pagó a los amos una indemnización con bonos de deuda pública.
Camacho Roldan, Citado por Nieto Arteta,1 al referirse a la abolición de la esclavitud
dice: “La abolición de la esclavitud trae consigo consecuencias sociales de la más alta
importancia, que a primera vista no se notan quizás. La esclavitud permitía la
concentración de la propiedad territorial en pocas manos; la libertad exige una
regeneración en las condiciones agrarias de los pueblos en que deja de existir. Es fácil
ejercer la agricultura en grande sobre terrenos de basta extensión con quinientos o mil
esclavos; con trabajadores libres es imposible. La división y subdivisión de las tierras
es una consecuencia indispensable de la abolición del trabajo servil. Las aristocracias
caen junto con la esclavitud, y un pueblo nuevo, un pueblo de propietarios un pueblo
de independientes le sucede”.
Algunos africanos se quedaron trabajando con sus amos en las haciendas y otros
comenzaron una vida como independientes en zonas de frontera y cerca de los viejos
enclaves de esclavistas.
La producción cafetera durante el siglo XIX:
Los franceses fueron los primeros en introducir el café a América. Las primeras
semillas las sembraron en sus colonias a fines del siglo XVII. El cultivo se esparció por
el continente en la primera mitad del siglo XVIII. Fue la Compañía de Jesús, quien lo
introdujo en Colombia a sus haciendas que poseían en los llanos, el valle del Cauca y
otras regiones.
Los primeros cultivos en escala apreciable se hicieron en la región de Cúcuta en la
década de 1830. Para 1860, nuestro café exportado apenas significaba el 4% de las
exportaciones totales. A partir de 1870, el café dejó de ser un renglón marginal dentro
de nuestro comercio exterior. Al finalizar la década de los 70s representaba más del
20% del total exportado y era tan importante como el oro y la quina. La producción del
país se amplió considerablemente hacia 1890, hasta representar unos 600.000 sacos
en el momento en que estalló la guerra de los Mil Días y cerca de la mitad de las
exportaciones colombianas.
Durante el siglo XIX con la economía cafetera se obtuvieron los siguientes beneficios:
1º Ampliación de la capacidad adquisitiva de las personas debido fundamentalmente a
la producción en pequeñas parcelas y a la gran cantidad de mano de obra que se
requiere para el cultivo y beneficio. En relación a la mano de obra hay que considerar
que desde la siembra en el almácigo hasta el transporte a la ciudad, contribuye una
gran cantidad de personas y que prácticamente toda la familia tiene una función que
cumplir en el beneficio del grano, desherbando, podando, o transportándolo los
hombres mayores, recolectándolo las mujeres adultas, separando los granos buenos
de los malos, en la secada los niños etc.
2º Creación de una burguesía nacional como premisa para la aparición de la industria.
A través del comercio del café se formó una burguesía que obtuvo o acrecentó el
excedente apropiado, el cual invirtió más tarde en la industria nacional.
3º Desarrollo de las vías de comunicación. Para trasladar el café desde las montaña a
los centros poblados y de allí hacia el exterior, se hicieron necesarias vías
permanentes y con especificaciones adecuadas. Los ferrocarriles de Antioquia, el de
Caldas hacia la Dorada, o el del Pacífico, tuvieron mucho que ver con las necesidades
de exportación del grano.
4º.Unificación económica del país. Con café y la ampliación del mercado de el
derivada, el país dio un paso hacia la unificación económica.
Nieto Arteta, Luis Eduardo. “Economía y Cultura en la Historia de Colombia”, Banco de la República /
El Ancora Editores, 1996, pág. 158.
1
5º. Desarrollo del occidente colombiano. La industria nació y creció al occidente, y
Antioquia, Caldas y Valle llegaron a ser la tierra de los dirigentes políticos nacionales y
de los financistas rectores de la economía del país.
En la primera mitad del siglo XIX Cuba, Puerto Rico, Las Antillas y Venezuela, eran
grandes productores de café, pero al dedicarse los primeros al cultivo de caña de
azúcar y la última al petróleo, al finalizar el siglo XIX dejaron el campo libre a los cafés
brasileño, colombiano, centroamericano, etc.
En 1874, se cultivaba en Santander el 90% del café colombiano. El deterioro
progresivo de producción cafetera de esta región hace difícil el conocimiento de las
formas de producción con que se instaló la actividad; pero a juzgar por las aparcerías
que subsistían allí a principios del presente siglo y la existencia de una numerosa
población blanca, se puede colegir que fue ese tipo de relación la que siempre imperó
en la región.
En 1874, Santander y Cundinamarca originaban el 95.1% de la producción exportable
y las regiones de Antioquia y Caldas un 3.1% con exportaciones de un monto de unas
10.000 toneladas anuales.
La expansión de la producción cafetera permitió la construcción del ferrocarril de
Medellín a Puerto Berrío, abaratando los costos de transporte de manera sustancial.
La producción de Caldas fue también conectada con Mariquita, cerca al río de
Magdalena, por medio de un cable aéreo entre Manizales y este municipio de 72
kilómetros de extensión. Por otra parte, los excedentes creados por el café sirvieron
para adelantar obras públicas en otros frentes y para interconectar en forma creciente
diferentes regiones del país, aunque el objetivo era ligar las regiones cafeteras con los
puertos.
El impulso cafetero favoreció en Colombia un proceso de especialización del trabajo,
demanda por medios de producción como despulpadoras, palas, picas, azadones y
machetes, que fueron el sustento de pequeñas industrias metalmecánicas de Medellín,
Amagá y Manizales. Las trilladoras de Pereira, Armenia, Amagá y Manizales se
desarrollaron bajo este impulso, y fueron una de las fuentes más importantes de
empleo industrial en el país, lo que a su vez aumentó la actividad de suministros para
estas ciudades, que crecieron en esta coyuntura al convertirse en centros de
comercio, acopio y trilla para el café.
Para Jorge Orlando Melo, “hacia 1880 se estaba formando un nuevo tipo de
empresario rural y urbano más ilustrado que el terrateniente tradicional, partidario del
progreso tecnológico, dispuesto a ensayar nuevos cultivos, nuevas actividades
productivas”. No obstante es un empresario a medias, un híbrido producido por las
oportunidades que abre el comercio mundial del café; pero, paradójicamente, de
hecho este tipo de empresarios introduce una organización del trabajo aún más
opresiva de la que exhibe el terrateniente “tradicional”.
El transporte constituyó un gran obstáculo al desarrollo cafetero en el siglo XIX. La
expansión cafetera heredó de la bonanza tabacalera algunos desarrollos importantes
del sistema de transportes internos, en especial la navegación a vapor por el río
Magdalena.
A fines del siglo se hicieron unos avances importantes en materia ferroviaria, en
particular se inaguraron el ferrocarril entre Cúcuta y el río Zulia, gran parte del de
Antioquia (Medellín a Puerto Berrío) y el de Honda a Dorada. La comunicación entre el
río Magdalena y los puertos también mejoraron. Ya desde 1871 estaba en servicio la
vía Barranquilla – Sabanilla (Puerto Colombia) y antes de terminar el siglo se inaguró
el ferrocarril entre Calamar y Cartagena.
El transporte de la hacienda hasta el primer punto se siguió haciendo hasta bien
entrado el siglo XX en lomos de mulas. Las recuas de estos animales eran así un
elemento esencial del sistema de transportes.
Los costos de transportar y comercializar el café representaron proporciones
importantes del precio del grano, especialmente en los primeros años. Para 1867, por
ejemplo, el flete de Cúcuta a Maracaibo representaba el 15% del precio del café en
Nueva York. El acarreo desde el Suroeste antioqueño hasta Sabanilla en el Atlántico
representaba en 1896 el 13% del precio del grano.
La mayor parte del café que exportaba Colombia en el siglo XIX se destinó a los
mercados europeos.
Otros productos agropecuarios de importancia durante el siglo xix:
La quina:
La Quina se extraía de los bosques, fundamentalmente en la cordillera oriental, en
lugares muy distantes de las poblaciones. Los procedimientos de explotación de los
bosques, en donde se encontraba esta preciosa medicina para la fiebre palúdica, eran
muy rudimentarios. Los bosques se destrozaban sin parar, sin pensar en el descalabro
forestal.
Camacho Roldán escribe: “ El valor y la constancia de nuestros empresarios han
penetrado al corazón de los bosques más distantes en busca de esta corteza,
recorriendo las tres cordilleras, pero principalmente la oriental, desde San turban, y
aún más lejos, desde la costa guajira, hasta el nudo de Túquerres, haciendo trochas,
construyendo caminos, llevando a brazo de hombre los víveres a quince jornales de
los lugares poblados, y lanzándose últimamente, con el atrevimiento digno de nuestros
progenitores del siglo XV, por el Orteguaza, el Caquetá, el Putumayo y otros ríos,
hasta el poderoso amazonas, descubre en nuestros trabajadores el espíritu inquieto y
aventurero que nos lleva a veces ¡ay¡ hasta la guerra civil; pero que aplicado al trabajo
reparador, será algún día fuente fecunda de progreso y civilización.”2
La competencia y la baja de los precios fueron los hechos comerciales que
precipitaron la decadencia de la extracción de quina. Idénticos motivos suscitaron la
crisis de los cultivos de tabaco.
El añil:
La historia económica del añil en Colombia es muy similar al de la quina.
En junio de 1878 Camacho Roldan decía: “ En 1867 parecieron alentadores algunos
ensayos de exportación de añil, y en 1869 y 1870 más de 350 establecimientos de
producción de este artículo surgieron, como por encanto, en solo los Estados del
Tolima y Cundinamarca, sin faltar otros en ninguno de los siete restantes Estados de
la Unión.”
Los problemas técnicos de la explotación y cultivo del añil fueron explicados por el
mismo Camacho Roldan:
2
Citado por Nieto Arteta, Luis Eduardo, op. Cit.,Pág. 279.
“La fundación de establecimientos de añil, que en 1868 y 1869 tuvo un vuelo muy
considerable, no ha seguido, sin embargo, después con el mismo entusiasmo, por
causas que son fáciles de expresar:
- El país no es rico en capitales disponibles…
- El añil agota pronto las fuerzas productivas de la tierra para sostener la misma
planta por largo tiempo.
- El añil se cultiva en tierras de temperatura media de 25 grados a 30, calor que
evapora pronto la humedad de la tierra…
- El material empleado en la manipulación de la planta es de muy mala calidad.
- Las diversas operaciones que presupone la fabricación del añil requieren
abundancia de brazos oportunamente obtenidos.”3
Las condiciones técnicas y económicas para la producción del añil eran bastante
complejas, debido a ello, este producto no pudo adquirir un auge semejante al de la
quina y menos al del tabaco.
Inglaterra y Francia fueron los dos mercados principales para este producto. Las
exportaciones no fueron representativas.
Desarrollo industrial durante el siglo xix:
Con la guerra de independencia los patriotas se vieron obligados a instalar fábricas de
pólvora en Santa Fe; producción de armas en Mompox, Tunja y Popayán Y el sabio
Caldas, en Rionegro Antioquia, tenía una fundición de cañones.
Con el fin de favorecer la industrialización, los gobernantes de 1833, ofrecieron una
serie de privilegios y ventajas a los fabricantes en potencia. Entre 1830 y 1840 hubo
una considerable proliferación de nuevas industrias en el país: fábrica de papel de
trapos, de fósforos y de cigarrillos.
Entre 1820 y 1840, motivadas por el apoyo gubernamental, se establecieron varias
empresas industriales en la región de Bogotá, entre las que vale la pena señalar la
siderúrgica de Pacho (1824), fábricas de loza (1834), vidrios y cristales (1837), papel
(1836), lienzos de algodón (1836), sombreros de fieltro, etc.
Ospina Vásquez calcula hacia 1855 una producción textil nacional en 1.5 y 2 millones
de pesos, y en consumo importado de unos 5 millones; las cifras de comienzo de siglo
podrían haber sido de 1.5 millones para ambos, y para los ochenta, mientras que la
producción local seguía estable, las importaciones llegaban a 7 u 8 millones de pesos.
La ferrería de La Pradera (Subachoque), es fundada en la década del 50 con fuerte
apoyo estatal. En 1855 es creada la ferrería de Samacá pero sólo empezó a
funcionar hacia 1878-82, cuando recibió cuantiosos auxilios estatales; dos años
después entró en una crisis de la que nunca se recuperó. La ferrería de Amagá fue
establecida en 1864, en Antioquia. Esta metalúrgica, además, de la simple fundición,
se dedicó, con buenos resultados, a producir herramientas agrícolas y mineras más o
menos simples.
A finales de la década del 70 comenzó a reavivarse el interés por el establecimiento de
fábricas modernas, y se estableció una empresa que producía ácido sulfúrico en 1874
y una fábrica de chocolates con maquinaria avanzada en 1877.
3
Citado por Nieto Arteta, Luis Eduardo, op. Cit. Pág. 284.
Entre 1886 y 1888, en Medellín se crearon pequeñas empresas de textiles. También
se establecieron fábricas modernas de calzado, de ácido sulfúrico, de cervezas y de
implementos para el beneficio del café. En Cartagena se estableció la fábrica de
tejidos Merlano. En Bogotá, se fundó en 1891 la Cervecería Bavaria y en 1897 es
fundada para producir vidrios, Fenicia, filial de Bavaria.
Todas estas empresas, con poca experiencia y capital insuficiente lograron una
permanencia que no pudieron tener las aventuras empresariales anteriores.
Producir hierro una de las metas de Rafael Núñez, en ese sentido emitió leyes como la
36 de 1880 a favor de la Ferrería de Samacá, en Boyacá. La 38 de 1881 y la 52 de
1884 para la Ferrería de La Pradera, mostraban la decidida voluntad de Núñez de
apoyar, mediante subsidios en dineros, exenciones y contratos especiales.
Cuando la ferrería de La Pradera, en Cundinamarca, fabricó el 21 de agosto de 1884,
el primer riel de hierro para los ferrocarriles, fue un suceso nacional que hizo pensar a
muchos de que había llegado la hora de la independencia económica
En 1896, es creada la fundición La Estrella, en Antioquia, utilizando maquinaria
alemana y norteamericana accionada por la fuerza hidráulica y en 1988 se creó la
Fundición Girardota, también en Antioquia para atender el mercado local de trapiches
de bronce y de equipo minero empleando máquinas como el torno de metales,
importado de los Estados Unidos.
En la última década del siglo XIX, se inicia a pequeña escala, la fabricaciones de
alimentos, Chocolates Chaves y La Equitativa, en Bogotá. Cervecería Tamayo,
Molinos de Carlos C. Amador y Chocolates la Antioqueña, en Medellín.
Muchas de las empresas montadas al finalizar el sigo XIX fueron un fracaso, aún antes
de empezar operaciones. La única empresa exitosa desde sus inicios fue Bavaria
quien a base de tecnología especializada, mano de obra calificada traída desde
Alemania e integración vertical logró una estructura empresarial moderna que sirvió de
ejemplo a nuevos emprendedores.
La producción industrial predominante durante el siglo XIX consistía en panela,
costales, mochilas enjalmas, lazos, cinchas, alpargates, artefactos de cuero, tejidos
ordinarios, mantas, lienzos, muebles etc. Las materias primas básicas que se
utilizaban eran la caña el algodón, la lana, el fique, la iraca, cuero, etc. Las
herramientas que más se utilizaban era el martillo, el mazo, cuchillos, tijeras, telar de
madera, la rueca o hiladora rudimentaria, entre otros.
La hazaña de las ferrerías de Pacho y La Pradera domina todo el siglo XIX. A parte de
las empresas metalúrgicas ninguna industria en grande, con excepción de Bavaria,
surge en esta centuria.
El desarrollo del comercio durante el siglo xix:
Como hasta ahora se ha comentado, a la altura de 1830 existía en Colombia gran
preocupación por el estado de postración en el que se encontraba el país, que
podemos resumirlas en lo siguiente: necesidad de consolidar la paz, transformar al
sector agrícola, remplazar a los extranjeros en el mercado interno, mejorar las vías de
comunicación, entre otros. A los gobernantes de turno les correspondería emprender
reformas que facilitaran conciliar los diferentes interese de los distintos sectores
productivos.
En la época que va desde 1830 a 1850 ocurre en Colombia un debate sobre el modelo
que se debería utilizar para procurar el desarrollo de la economía. En un principio se
insistió en el modelo proteccionista que procuraba defender algunos sectores
afectados por la competencia extranjera. En este sentido los niveles arancelarios que
se utilizaron hasta 1847 fueron en promedio muy superiores a los de la década del 20
que eran en promedio del 20% frente al 27% promedio en la década del 40. La
filosofía económica de la época abogaba porque los gravámenes más onerosos fueran
los de los alimentos importados. Hasta 1847 el azúcar fue de prohibida importación, el
arroz pagaba un arancel del 173%, la harina el 63%, la manteca de cerdo el 70%, telas
ordinarias de algodón el 80% y las telas finas el 40%.
La política proteccionista se acompañó también de otros estímulos a la industria. Los
privilegios establecían un monopolio temporal referente a la técnica utilizada, además
de préstamos y exenciones de impuestos para la maquinaria y herramientas
necesarias.
Contrario al modelo proteccionista se emprende en Colombia, a partir de 1845, con el
modelo de libre cambio que intentaba modificar de una vez por todas las viejas
estructuras coloniales. Este modelo se logró sostener hasta la década de los 80s, del
siglo XIX, cuando los gobernantes de turno consideraron necesario volver al modelo
proteccionista debido al deterioro sufrido en el sector manufacturero y en las finanzas
públicas.
De todas formas los impulsos logrados a partir de 1850, en el sector agrícola con las
exportaciones de tabaco, quina, añil y café, como resultado del modelo de librecambio
abrieron las posibilidades para que nuestro país comenzara el despegue en la
construcción de nuevas estructuras productivas.
El desarrollo de los transportes durante el siglo xix:
Durante el siglo XIX los medios de transporte estaban bastante atrasados. El río
Magdalena seguía siendo el principal medio de comunicación con el interior del país y
desde los puertos de éste a través de pésimos caminos, utilizando los lomos de las
bestias y de los seres humanos se llegaba a las principales ciudades. Los tiempos de
viaje entre los puertos del Atlántico y la capital tomaban entre 6 y 4 semanas, aún
después de haberse regularizado la navegación a vapor por el río Magdalena y de que
existan algunos tramos dispersos de ferrocarril. En términos generales se emplearon
primitivos y bárbaros sistemas de transporte inclusive a lomo del ser humano.
Don Miguel Samper escribe sobre la importancia de establecer líneas férreas en la
Nueva Granada para el fomento de la industria metalúrgica: “ El riel y el hilo del
telégrafo arrebatan al tiempo sus alas y las fijan en la tierra para acrecentar la vida con
la celeridad del movimiento, y cuando ellas empiecen a extenderse por nuestras
llanuras y a penetrar por las arrugas de las cordilleras mil hornos encendidos día y
noche darán testimonio, como en las cercanías de Birmingham, de Lieja, de Glasgow,
de que la industria del hierro no puede jamás descansar”.4
El Ferrocarril de Panamá fue la primera vía férrea construida en el país, iniciada en
1850 y concluida en 1855 entre Colón y Panamá, con una extensión de 80 Kilómetros.
Posteriormente, fueron construidos los ferrocarriles de Bolívar, el de Cúcuta, de
Girardot, La Sabana, de Antioquia, de Cartagena, de Amagá, de Puerto Wilches, del
Pacífico, de Santa Marta, de la Dorada, del Tolima.
4
Nieto Arteta, Luis Eduardo, op. Cit, pág.173.
Para 1898 se habían construido en Colombia 513 Kilómetros de ferrocarriles.
En el lapso de medio siglo, el ferrocarril había contribuido a la más rápida circulación
de hombres, ideas y mercancías, a la formación de las primeras élites técnicas y
empresariales.
Con los ferrocarriles se buscaba fundamentalmente abaratar las comunicaciones entre
los centros industrializados y el país que se convertía en una fuente de materias para
sus grandes industrias. Los ferrocarriles en Colombia se trazaron hacia el mar o hacia
el Magdalena y no para unir las ciudades del interior.
La polémica sobre la necesidad de un nuevo modelo económico: “el
librecambio”.
Desde la Independencia la mayoría de los líderes de la naciente nación mostraron
decididas intenciones en transformar el sistema fiscal, para adecuarlo a las ideas
vigentes sobre el papel del Estado y para borrar las opresivas cargas tributarias
heredadas de la Colonia. Pero las repetidas dificultades económicas y la necesidad
de mantener elevados gastos militares terminaron por imponer un accionar tímido y
práctico por parte del gobierno
Para mediados del siglo XIX Inglaterra practicaba la filosofía del libre cambio en su
economía y lo proponía para otros países, amparada por el empuje de sus fábricas y
ante la necesidad de alimentos baratos para nutrir su población proletaria y reducir el
valor de la reproducción de su fuerza de trabajo. Fue el momento en que Inglaterra
dictó la famosa ley que abolía la protección para los cereales producidos en la isla.
En la Nueva Granada, desde la década del 30 se mantuvo el deseo de establecer
reformas en las cuales la iniciativa privada podría participar en el manejo y en la
apropiación final del monopolio estatal del tabaco. La idea inicial fue presentada por
uno de los asesores del gobierno, el comerciante inglés nacionalizado Guilermo Wills,
quien era también agente comercial de casas inglesas, interesadas en sondear las
posibilidades de establecimiento de intercambios con la Nueva Granada.
Los agentes económicos de Colombia, veían las ideas de libertad económica de
diferente forma: los comerciantes estaban interesados en ampliar el mercado, en
desarrollar el comercio, abolir las tarifas arancelarias que con ánimo fiscal servían
como protección, en ampliar el mercado a través de la incorporación, como fuerza de
trabajo libre, de indígenas y esclavos, por eso en su programa figuraban la liquidación
de los resguardos que libraba tierra y mano de obra y la abolición de la esclavitud , en
terminar con los monopolios de producción como el estanco del tabaco, y en liberar de
sus gravámenes y trabas la tierra de la Iglesia para hacerla entrar en el terreno de la
libre circulación.
Los comerciantes eran partidarios del liberalismo económico –no importa cuál fuera su
filiación política -, aunque algunos reclamaran sobretodo antes de 1845, algún grado
de protección para sus propias actividades, frente a la llegada de firmas europeas y
norteamericanas a las ciudades de la Nueva Granada. El único grupo, finalmente,
que tenía razones para ofrecer una resistencia continua de la apertura del país a los
mercados mundiales era el de los artesanos, y en particular los artesanos urbanos:
sastres, carpinteros, herreros etc.
Para otros sectores dominantes, por ejemplo para los terratenientes esclavistas,
algunas de las medidas propuestas les vulneraban intereses económicos, otras no
ofrecían contradicción con sus oponentes y otras les convenían.
Los agricultores, ganaderos y mineros del país,
proteccionismo para defender la industria local.
querían continuar con el
José Ignacio de Márquez, en 1832, defendiendo el sistema proteccionista, en su
informe como secretario de hacienda señalaba que: “la decadencia de las
manufacturas textiles afectaba la agricultura y la ganadería, pues quitaba sus
mercados a los productores de algodón y lana. Por otra parte, y basándose en la
tendencia a la realización de importaciones superiores a las exportaciones se advertía
entonces, que este déficit debía compensarse con exportaciones de dinero”
La idea de que el Estado debía dejar a la iniciativa privada toda clase de actividades
productivas se expresó desde muy temprano en los intentos de eliminar los
monopolios coloniales, en particular los de el tabaco y el aguardiente. Por otra lado,
se creyó conveniente reducir los gastos públicos a los que resultaran indispensables
para el mantenimiento del orden público y la protección de los derechos individuales,
entre los cuales ocupaba lugar fundamental en derecho a la propiedad.
Las relaciones económicas con el exterior durante el siglo XIX:
España es remplazada por Inglaterra:
Durante la colonia el comercio de Colombia se hacía principalmente con Sevilla y con
algunos puertos Americanos. Este se realizaba por medio de galeones protegidos
militarmente. Desde nuestro país salía el oro, la plata, y las materias primas y desde
España se traían productos con cierto grado de elaboración.
Las reformas borbónicas adelantadas en la segunda mitad del siglo XVIII, en el
sentido de diversificar la economía de las colonias y abrir el comercio no resultaron
apropiadas y antes por el contrario dieron lugar a problemas económicos en el imperio
y en las colonias, en primer lugar, por las barreras proteccionistas creadas por el
mercantilismo en los principales mercados europeos; y en segundo lugar, por la
incapacidad de España para abastecer a las colonias con los productos
manufacturados.
La actitud de las colonias ante el problema comercial se manifestó en el siglo XVIII por
dos tendencias; primera, fortaleciendo la producción interna de los artículos que
necesitaban y que España no podía abastecer; y segunda, buscando la salida a los
mercados internacionales, aun cuando fuese por medio del contrabando.
Con la independencia, Inglaterra convertida en gran potencia mundial debido a la
revolución industrial, al fortalecimiento del poderío naval y al predominio comercial
logró iniciar relaciones financieras y militares con Colombia.
Bolívar, en 1817, por intermedio de don Luis López Méndez logró obtener en Inglaterra
ayuda militar y económica para los gastos de la guerra de independencia. El señor
López logró reunir un ejército de 5.088 hombres, con quienes se formó la Legión
Británica que apoyó los ejércitos patriotas en la Campaña Libertadora.
El atraso técnico de nuestro país, la avalancha de comerciantes extranjeros y la
competencia de los productos ingleses, hicieron fracasar las aspiraciones de los
pequeños empresarios nacionales. Inglaterra termina por consolidar su influencia en el
país y comienza a traer manufacturas a cambio de materias primas requeridas para su
industria.
Las exportaciones de Colombia durante el siglo XIX:
El café:
El café se comienza a exportar en Colombia desde la década del 30. Fueron los
comerciantes de Cúcuta que aprendieron de los Venezolanos la importancia que podía
tener este producto en los mercados del mundo. Es así como se inicia el cultivo con
fines de exportación en la región de los santanderes.
Para 1834 ya se exportaban 150 toneladas y a la altura de 1873 las exportaciones
ascendían a 10.000 toneladas.
La producción de café comenzó en los Santanderes, siguió en Cundinamarca y a
mediados del siglo XIX se extendió por toda la región andina.
El colono, sin técnica alguna, después de desbrozar el bosque nativo, quemaba el
material vegetal, para sembrar sobre los escombros primero maíz y frijol, luego pastos
para sus animales y por último plantó el café.
Con la producción cafetera se cambian las condiciones socioeconómicas de las
familias involucradas en el cultivo. Mientras la producción tabaco, quina, añil y
algodón se adelantaba en beneficio de un reducido número de propietarios, la
producción del café se lleva a cabo, en su mayor parte, por pequeños productores
independientes dando lugar así a una repartición más democrática de los ingresos.
Con el impulso del café comienza a transformarse la estructura productiva de
Colombia: mejora la capacidad adquisitiva de los agricultores del grano, comienza el
desarrollo de las vías de comunicación, integra las regiones del país y permite el auge
de las ciudades del occidente del país.
La oportunidad con el café se presenta por el crecimiento del mercado mundial, por la
existencia de tierras aptas para el cultivo y porque otros países que antes lo producían
se dedicaron a otras producciones de mayor rendimiento. Está el caso de Cuba que se
dedicó a la caña de azúcar y el de Venezuela que se concentró en el petróleo.
El tabaco:
El tabaco es también otro de los productos que contribuye a la transformación de la
estructura económica de Colombia.
Debemos recordar que el gobierno desde la colonia y hasta 1848 controlaba la
producción y comercialización del tabaco, señalando las regiones donde se debía
sembrar y fijando los precios para la comercialización.
Con la ley de 23 de mayo de 1848 quedó abolido el estanco del tabaco. La ley
expresaba lo siguiente: “ Desde el primero de enero de mil ochocientos cincuenta será
libre en toda la república el cultivo del tabaco, pagándose a beneficio del tesoro
nacional a razón de diez reales por cada mil matas que se siembren.” Con la ley de
mayo 16 de 1850 suspendió la vigencia de este impuesto.
Hasta 1848 las exportaciones de tabaco habían sido muy pequeñas, a parir de esta
fecha comienza un ciclo de crecimiento veloz que hace pasar los valores exportados a
cerca de un millón de pesos anuales; para el periodo1856-59, ya se estaban
exportando dos millones en promedio y entre 1865-69 las exportaciones ascendían a
más de tres millones. A partir de estos años las cifras se reducen levemente hasta
1875, cuando comienza una caída más acelerada que coloca de nuevo las cifras en
cerca de un millón hacia 1879-80. Sin embargo, el cultivo no desapareció del todo y
siguió colocando en el mercado internacional cifras significativas durante todo el resto
del siglo.
Entre las causas para la decadencia de la producción y exportación del tabaco
tenemos: La baja de calidad, introducción de tabacos de Java en Alemania y la
producción en Brasil de tabacos a menor costo.
La producción y exportación del tabaco crea en la economía colombiana un ambiente
de prosperidad entre los años 1850 y 1870. Por medio de este cultivo se pudo
estabilizar la navegación a vapor por el río Magdalena, se mejora los ingresos de la
población, trae prosperidad a los puertos de Ambalema y Barranquilla, entre otros.
Durante la misma década en que comienza el auge del tabaco, se expande
rápidamente las exportaciones de otros dos productos agrícolas. La quina y el café y
una manufactura artesanal, los sombreros de paja.
La quina:
La quina es otro de los productos de importancia en las exportaciones durante el siglo
XIX, es además, la primera industria extractiva agrícola. Los costos de extracción
eran bastante elevados pues los árboles de quina se encontraban en bosques muy
apartados de los centros urbanos y de los puertos. Por otra parte, los procedimientos
de explotación de los bosques de quina eran muy rudimentarios y los bosques se
desbrozaban sin ninguna consideración con la naturaleza.
Baja de los precios y competencia de las quinas coloniales, son los hechos
comerciales que precipitaron la decadencia de la extracción de quina. Idénticos
motivos suscitaron la crisis de los cultivos de tabaco.
La decadencia de la extracción de quina se debió a la baja de los precios y
competencia de las quinas de otras regiones de América. Las exportaciones de añil no
fueron muy cuantiosas, ni sostenidas. Los dos principales mercados para el añil fueron
Inglaterra y Francia.
El añil:
La historia económica del añil en Colombia es bastante breve. A partir de 1867
comienza con algunas explotaciones, llegando al año de 1870 con más de 350
lugares donde se producía este producto: La producción se adelantó
fundamentalmente en los estados del Tolima y Cundinamarca.
La motivación por la explotación del añil que llegó a su máximo en el año 1869
comienza a disminuir por las siguientes razones: poco dinero para la inversión y
pocos conocimientos técnicos para manejar la relación de la planta con la tierra.
La historia económica del añil en Colombia es igualmente breve y tiene el mismo
significado.
Los problemas para el comercio exterior en el siglo XIX:
La economía colombiana durante el siglo XIX estaba caracterizada por una serie de
limitaciones que hacían bastante rígida su estructura productiva. En el sector rural la
movilidad de recursos era muy poca: hasta mediados de siglo una parte de la mano de
obra estuvo conformada por esclavos, la tierra estuvo sujeta a regímenes que
dificultaban las transacciones comerciales de tierra y la acumulación de capitales se
hacía en forma individual o dentro de cerrados grupos familiares.
La economía del siglo XIX continuaba con el patrón ya existente durante la época
colonial, y el esfuerzo de los grupos dirigentes se orientó a encontrar nuevos
productos para la exportación.
En el período comprendido entre 1830 a 1849, la exportación de metales preciosos en
forma de moneda representaba aproximadamente las dos terceras partes de las
exportaciones que equivalían a 3.000.000 de pesos aproximadamente. Fuera de los
metales preciosos, se exportaban cantidades menores de algodón, cueros, tabaco,
madera de tinte y café.
Las importaciones estaban constituidas en su gran mayoría por textiles, que
empezaban a remplazar los tejidos nacionales, artículos de ferretería y quincallería,
loza y productos suntuarios como vinos y otras bebidas alcohólicas. Para uno de los
pocos años en los que se cuenta (1884), el 76% de las importaciones provenían de
Inglaterra, el 21% de Francia, mientras que el 3% restante se atribuía en proporciones
casi iguales a Estados Unidos, Curazao, Venezuela y Perú.
A partir de 1849 el país entró en una época que se caracterizó por la expansión
acelerada de las exportaciones. Distintas a las exportaciones de oro aparecen una
serie de productos agrícolas y de extracción: Tabaco, quina, añil, algodón, cueros,
entre otros.
En la década del 50 la tercera parte de las exportaciones estaban constituidas por
oro, otro tanto por el tabaco y el resto por quina, café, sombreros y otros productos
menores. Para el año 1876 se produce un salto por el crecimiento súbito de las
exportaciones de quina y de añil, que dura hasta 1882. Pero la quina y el añil no
pudiendo resistir la competencia extranjera
desaparece como producto de
exportación.
La expansión de las exportaciones entre 1850 y 1875 tuvo un ritmo relativo más alto al
comienzo del período, pero en todo caso produjo serios efectos sobre la economía
nacional. Como ya se mencionó, se elevaron los ingresos de los propietarios de
tierras y de los comerciantes, y al menos nominalmente los de los jornaleros del centro
del país.
El principal producto artesanal del país, conformado por las manufacturas textiles de
Boyacá y Santander, comenzó a ser desplazado del mercado nacional, aunque más
que sufrir una reducción absoluta sufrió una pérdida relativa: los aumentos en el
consumo nacional de textiles se hicieron con base en importaciones, que podían
adquirirse a precios cada vez más bajos.
En 1871, las importaciones colombianas provinieron en un 51% de Inglaterra, en un
10% de Francia, y en un 8 y 5% de Estados Unidos y Alemania, respectivamente. Las
exportaciones, por su parte, fueron sobre todo a Inglaterra (47%), a Alemania (19%),
Estados Unidos (14%) y Francia (1%), sin contar un 9% que figura como enviado a
Venezuela y en gran parte era mercancía en tránsito para otros países.5
A partir de 1880 se comenzó un proceso de abandono de la política de libre cambio
defendida durante tres décadas por todos los dirigentes políticos y económicos del
país.
5
Memoria de Hacienda 1871, Págs. 65-76.
Rafael Núñez, inició en la década de los 80s a proteger tímidamente una serie de
actividades artesanales concretándose esta nueva política en 1886 con elevación
general de los derechos aduaneros.
Endeudamiento externo de Colombia durante el siglo XIX.
En el período da la Gran Colombia se contrataron con los tenedores de bonos ingleses
dos grandes empréstitos. El préstamo de Zea de 1822 por un monto de dos millones
de libras esterlinas, del que finalmente se reconocieron desembolsos por 1.876.000
libras esterlinas, y el de Arrublas y Montoya, en 1824, por 4.750.000 Libras esterlinas.
Al presentarse la separación de Colombia, Ecuador, y Venezuela, nuestro país heredó
la mitad de las obligaciones vigentes.
Para 1834 una deuda externa de Colombia presentaba un saldo de 3.313.000 libras
esterlinas que incluían unas obligaciones pendientes por concepto de intereses
acumulados.
Durante el siglo XIX, se presentaron refinanciaciones a la deuda externa en los años
1845, 1861, 1874, 1895 y 1905. Tales renegociaciones tuvieron tres características: la
capitalización de los intereses pendientes; condonaciones parciales y modificaciones
en las condiciones financieras, particularmente en las tasas de interés vigentes para
acomodar el servicio de la deuda a la capacidad fiscal del país.
Con la renegociación de 1861 la deuda externa colombiana alcanzó a tener un saldo
cerca de 7,2 millones de libras esterlinas.
En la refinanciación de 1874, cuando se hizo una condonación, en función de la
cotización de la deuda colombiana en el mercado, el saldo de la deuda rebajó a 2,0
millones de libras. En la renegociación de 1895, la deuda externa colombiana estaba
en 2,7 millones de libras y en 1905 el saldo 3,0 millones de libras esterlinas.
Vale la pena decir que las tasas de interés se modificaron de manera significativa en
cada uno de los períodos de renegociación de los intereses. El primer reconocimiento
de la deuda que hizo Zea en 1820, por un monto de 547.000 libras se hizo a tasas del
10 y 12 % anual. Más tarde, el crédito de 1822, fue pactado a una tasa efectiva del
7,5% efectivo anual. En 1824, el costo de la deuda contratada fue del 7% anual. En las
renegociaciones de 1845 y 1861 las tasas se situaron entre el 1% y el 6%, para 1874
las tasas presentaron promedios del 4% y para 1895 y 1905 las tasas fueron del 3%.
Los empréstitos fueron pactados con el compromiso de cancelar tanto el capital como
los intereses con recursos fiscales específicos. El empréstito de Zea se debía cubrir
con las rentas del tabaco y las minas. En las desembolsos posteriores, por lo general,
se estableció un porcentaje de la renta de aduanas como garantía, aunque también se
ofrecieron otras rentas como las salinas y el producido del ferrocarril de panamá.
Los incumplimientos que se presentaron durante el siglo con el pago de la deuda se
debieron tanto a problemas políticos como dificultades del país en el frente económico
y, en particular, en el campo fiscal. Es así como al poco tiempo de contratado el
préstamo Arrublas y Montoya en 1826, Santander se dirigió a la Cámara para destacar
la deplorable situación fiscal y la necesidad de imponer nuevos tributos.
Para 1842, el servicio de la deuda, sin incluir los intereses atrasados, equivalía al 50%
de los ingresos fiscales.
Las dificultades fiscales que se presentaron a fines de los años setenta y que se
prolongaron en el período de Nuñez (1882) tuvieron que ver más con incrementos de
gastos y transferencias que con los ingresos. El déficit público de la época obedece a
los gastos militares para atender las guerras civiles, a las intrigas políticas a nivel de
regiones y el mayor gasto en estimular el aparato productivo.
La crisis de la deuda de Colombia durante el siglo XIX sólo fue posible solucionarla
con los programas de ajuste macroeconómico iniciados por la administración Reyes a
partir de 1903.
Inversión extranjera en minería durante el siglo xix :
El país inicia el proceso de endeudamiento externo desde comienzos de la
independencia con los capitalistas ingleses y como el pago de la deuda debía hacerse
en oro, los acreedores apelaron a la asistencia técnica de la minería tener así más
control sobre el pago de los empréstitos. En 1824 el gobierno arrendó las minas de
plata de Santa Ana y la Manta, a los otros prestamistas, la casa Herring Graham
Powels, por cuenta de la asociación colombiana de minas, con sede en Londres.
En 1825 La casa Golds Smith tomó en arrendamiento del gobierno, varias minas de
oro, de filón y aluvión, y de plata en Marmato y Supía. El mismo año llegó a la Supía
M. Juán S. Boussingaul quien compró por cuenta de la “asociación colombiana de
minas”, de Londres seis minas de filón de oro y plata en Marmato, cinco de filón de oro
en Quiebralombo y una de aluvión en Supía.
Florentino González, defensor de las ideas del libre cambio en la Nueva Granada
compró en 1852, por cuenta de la compañía de Inglaterra la mina de Frontino y varias
minas de filón en el distrito de Remedios. En estas minas, se aplicó la primera
máquina de vapor destinada a dar movimiento a un molino y en ella, entre 1891 y
1893, la compañía inglesa obtuvo una producción en oro de 293.000 libras esterlinas,
fuera del valor de las jaguas exportadas que pasó de 70.000 libras.
Apenas hasta el tercer decenio del siglo XIX toma importancia la inversión en minería
cuando la Colombian Minnig logra controlar la explotación de las minas en toda la
antigua provincia de Riosucio, monopolio que lleva el liderazgo de toda la minería del
país.
Los empresarios de los Estados Unidos logran vincularse a la minería de Colombia a
finales del siglo XIX, especialmente en la región de Chocó. En 1880 en los
Norteamericanos fundaron una compañía con 500.000 pesos de capital para explotar
por medio de dragas el río Atrato, entre los ríos Negueda y Andágueda. En 1886, la
mina de Cristo de las Lajas, en el Tolima, era de propiedad de Norteamericanos.
Desde finales del Siglo XIX el capital norteamericano se fusionó con el capital inglés
para la producción del oro, la plata y el platino en Colombia.
Resumen sobre la historia económica de Colombia durante el siglo XIX:

Hasta 1810 la población de la actual Colombia estaba estructurada por Linajes:
blancos, negros, indios y libres de todos los colores. En estas clases existía
cierta discriminación. Con la independencia se generaron sentimientos de
cohesión que permitió alianzas entre ellas. Con el estado republicano se
suprimen las castas quedando el pueblo libre y el pueblo esclavizado.

La multitud de impuestos y trabas a la economía colonial, se convierten en los
argumentos de los criollos insurgentes contra la monarquía española. Las
inconformidades comienzan principalmente en la segunda mitad del siglo XVIII,
debido al recargo tributario que la metrópoli impuso para financiar las guerras
en que se vio envuelta y las grandes reformas que llevó a cabo.

Durante el siglo XIX la población de Colombia era bastante escasa 1.300.000
habitantes en 1825, 3.000.000 en 1870 y de 4.5 millones en 1905, con una
tasa de crecimiento demográfico no mayor del 1.5% anual, que vive en más de
un 85% en el campo.

El propósito de la formación escolar era el de la instrucción moral y religiosa,
la urbanidad y la corrección y propiedad de la lectura, la elegancia y el buen
gusto en la escritura, la gramática y la ortografía de la lengua castellana, la
aritmética comercial, la teneduría de libros, la geometría, el diseño y su
aplicación a la agrimensura, los principios de la geografía y la historia de la
Nueva Granada y los elementos de la agricultura y la economía.

Las escuelas funcionaron en forma casi exclusiva en los núcleos urbanos; su
influencia no podía por lo tanto afectar a la inmensa mayoría de la población. Y
en las ciudades y pueblos mismos, la escuela apenas cubría una proporción
reducida de la población en edad escolar. Durante el siglo se hicieron diversos
esfuerzos por expandir o mejorar el sistema escolar, pero todos ellos
estuvieron limitados por la escasez de recursos y algunos por problemas de
orden religioso.

A partir de 1872, se estableció en Colombia escuelas normales en todos los
Estados, bajo la orientación de pedagogos alemanes traídos especialmente
para el efecto. Aunque la labor de las escuelas normales fue muy notable,
tropezaron con la oposición de la Iglesia y de los conservadores, por ser los
pedagogos germanos protestantes.

En materia de educación elemental los avances fueron limitados. Al finalizar el
siglo la población escolar sólo alcanzaba la cifra de 144.667 estudiantes

El oro que durante la Colonia había constituido el 85% de nuestras
exportaciones, siguió siendo durante el siglo XIX un elemento importante de las
mismas ya fuera que se exportara en polvo, en barras o amonedado.

Durante los años de 1830 a 1870, comenzaron innovaciones en la minería que
se concentraron principalmente en las minas de veta, donde comenzaron a
utilizarse técnicas traídas con frecuencia por mineros extranjeros contratados
por los empresarios antioqueños, algunas de las cuales fueron luego
adoptadas por otros mineros locales.

Si la región del Cauca había sido la principal productora de oro durante la
colonia, a partir del siglo XIX Antioquia vino a ocupar esta posición. La minería
caucana se hacía casi exclusivamente con mano de obra esclava, motivo por el
cual las guerras de Independencia y la quiebra y abolición de la esclavitud
minaron las bases de producción de la región.

Los comerciantes de la región antioqueña sacaban provecho de las regiones
produciendo más del 90% del oro colombiano. En el comercio del interior el
oro antioqueño también cumplió un papel importantísimo porque dio a los
capitalistas de Medellín la fuente más importante del crédito doméstico.

La producción total de metales preciosos del país se mantuvo estable durante
la mayor parte del siglo, y apenas hacia 1882 logró superar el volumen de la
década anterior a la Independencia; sólo en los últimos 15 años del siglo se
advierte un aumento claro de la producción.

Hacia 1870 todavía podía considerarse excepcional la presencia de capital
extranjero en la minería colombiana: en este punto, como en el de la
inmigración o la compra de tierras baldías, los deseos de los dirigentes
colombianos fueron defraudados por el escaso interés de europeos o
norteamericanos por invertir o vivir en Colombia.

A partir de 1850 con el desarrollo de otros productos exportables, como el
tabaco, la quina y el café, determinó que el oro perdiera su posición
preeminente y que su participación dentro del total de exportaciones se
redujera poco a poco, hasta representar, para finales de siglo, una proporción
aproximada del 25%.

En el siglo XIX son la quina y el tabaco los principales productos del comercio
de exportación de Colombia. El añil, el algodón y el cacao se exportaron en
virtud de circunstancias ocasionales. La exportación de café disfrutó desde su
iniciación de una relativa estabilidad.

. A partir de 1850 empieza el ciclo de exportación de productos agrícolas:
tabaco, añil, quina, algodón, sombreros y café. Todos estos productos unidos
al oro dan la base económica que caracterizó el periodo del librecambio. A
partir de 1875 el valor de las exportaciones comenzó a decrecer. El precio
promedio del café colombiano que en el mercado de Nueva York era de 20.5
centavos por libra en 1875, cae a 10.1 centavos por libra en 1884. Entre 1879
y 1881 el precio de la quina baja en un 80%, y las exportaciones colombianas
que en 1875 eran de 29 millones de dólares, caen a 7.3 millones en 1885.

El tabaco para la exportación se cultivó en Ambalema (Tolima) pero su radio de
acción se extendió desde La Mesa, Guaduas, Apulo y Villeta hasta Ibagué. La
producción, se llevaba a cabo en pequeñas parcelas, lo cual se adecuaba a las
exigencias de cuidado meticuloso que requería el cultivo, su recogida y el
secamiento de la hoja. El cultivo activó la navegación por el río Magdalena y
dio trabajo a braceros, arrieros y transportistas sobre bases también libres.

Las manufacturas de carácter comercial consistieron principalmente en mantas
y lienzos de algodón, frisa, frazadas, y ruanas de lana, pieles curtidas, calzado,
sillas y aperos de montar y vaquetas para forrar muebles. Las materias primas
y los jornales eran bastante favorables que amortiguaba la ausencia de
máquinas.

A mediados del siglo XIX las estructuras coloniales sufrieron una fuerte
transformación: los pilares de la propiedad territorial fueron sacudidos, los
diezmos fueron suprimidos con la ley 20 de 1850. El censo también fue
abolido.

A partir de 1850 con la inserción más a fondo de las haciendas cafeteras en el
mercado internacional, pero en particular la economía campesina que se
desarrollaba en las regiones colonizadas por los antioqueños, impulsó una
expansión rápida y sostenida del mercado interior, forjará un ejercito de
asalariados temporales para las cosechas del grano y para las obras públicas,
en el comercio, los servicios y el transporte, todo lo cual sentará las bases para
el desarrollo de un mercado para la industria.

Hasta 1850, Las finanzas de nuestro país fueron endebles y para los años
siguientes fueron todavía peores. La pérdida de la renta del tabaco, la pérdida
de otras rentas estatales como resultado de la descentralización fiscal de 1850,
la ausencia de rentas nuevas que remplazaran efectivamente las antiguas y las
obligaciones crecientes que provenían del endeudamiento externo, mantenían
al organismo estatal colombiano en una situación de verdadera postración
económica.

En el período 1830-1850, por el monopolio fiscal, muchos productos estaban
estancados y un impuesto específico gravaba cada acto comercial o cada
actividad. Gran parte de la tierra estaba monopolizada, y para ella no había
libre circulación comercial: los resguardos, propiedad realenga dada en uso a
los indígenas, no eran en principio enajenables. Los ejidos, tierras comunales,
tampoco lo eran y los bienes de la Iglesia estaban gravados en múltiples
formas con censos, capellanías, etc.,

Bajo la presión de los grupos de productores y exportadores de tabaco se
produjo, en 1850, la abolición del diezmo. De esta fecha en adelante, el
campesinado colombiano siguió pagando el diezmo, pero ya como un acto
voluntario y piadoso.

Hasta 1850 hubo una aguda escasez de capitales líquidos, pues gran parte del
circulante, oro y plata, era el principal producto de exportación. La escasez de
dinero fue al parecer crónica durante todo el siglo, pero muchos más aguda
durante la primera mitad.

Después de 1850 se desata una amplia transformación de la economía
neogranadina. La extinción afortunada del modo colonial de producción explica
esa transformación. El déficit permanente de la balanza comercial desaparece.
Las rentas del Estado aumentan. Es un período de grandiosas bonanza
económica.

En 1875,con la caída de los precios del tabaco, la quina y el añil en los
mercados de Europa, las transacciones mercantiles se paralizaron, provocando
una crisis.

Las exportaciones de cuero adquieren una importancia creciente, llegan a ser
entre un 2 y un 8% de las exportaciones del país durante el siglo y a partir de
1880, las haciendas de la costa atlántica, efectuaron exportaciones de ganado,
sobre todo hacia las Antillas.

Durante el siglo XIX la apertura de caminos, la construcción de ferrocarriles, el
desarrollo portuario y de la navegación fluvial, fueron interconectando
poblaciones, mercados, capitales y culturas, en medio de convulsiones
políticas, bajo crecimiento demográfico e intermitentes crisis y cambios
económicas.

El transporte de la hacienda hasta el primer punto se siguió haciendo hasta
bien entrado el siglo XX en lomos de mulas. Las recuas de estos animales eran
así un elemento esencial del sistema de transportes. Los costos de transportar
y comercializar el café representaron proporciones importantes del precio del
grano, especialmente en los primeros años. Para 1867, por ejemplo, el flete de
Cúcuta a Maracaibo representaba el 15% del precio del café en Nueva York. El
acarreo desde el Suroeste antioqueño hasta Sabanilla en el Atlántico
representaba en 1896 el 13% del precio del grano.

El sistema de crédito impulsado por la regeneración condujo a que sectores
de terratenientes y especuladores urbanos consiguieran crédito muy barato y
lograran fondos para expandir la producción cafetera y la construcción en
Bogotá debilitando en consecuencia el poder de los comerciantes que ya había
desarrollado una importante y privilegiada banca privada

Durante el siglo XIX, a más de decenas de rebeliones locales se presentaron
ocho grandes guerras civiles: la de 1839-1841 conocida como Guerra de los
Conventos o de los Supremos; la de 1851; la de 1854; la de 1859 a 1862; la de
1876-1877; la de 1884-1885; la de 1895 y la de 1899 a 1902, conocida ésta
última como Guerra de los Mil Días.

En 1890 se acentúa un ligero período de bonanza. Pero todavía la relativa
estabilidad económica no podrá alcanzarse, ni realizarse, a pesar de la
regeneración.

El período comprendido entre 1880 y 1900 es uno de los más conflictivos de la
historia de Colombia. Cuatro guerra civiles –1876,1885,1895,1899-, largas y
cruentas algunas, como la del 76 y la de los Mil Días al finalizar el siglo,
dejaron al país empobrecido económicamente y profundamente dividido.

Para sufragar un creciente déficit fiscal ocasionado por la guerra de los Mil días se recurrió a la
desaforada emisión de papel dinero de curso forzoso, produciéndose una inflación galopante que
no empezó a ser controlada sino a partir de 1907 y que golpeó rudamente a todas las capas de la
población.
Conclusiones a la historia económica de Colombia durante el siglo XIX:

El Estado colonial se enmarcó en el sistema del mercantilismo. Su función era la
de reproducir las condiciones para la extracción de excedente económico con
destino a la metrópoli, y según las prácticas y principios mercantilistas, esto se hizo
por medio de la reglamentación, del monopolio.

Los criollos criticaron el monopolio comercial; el establecimiento de un sistema
asfixiante de impuestos; la multiplicidad de trabas en el comercio, la industria, la
agricultura y demás actividades económicas; la escasez de mano de obra para las
minas y las haciendas; el aumento del contrabando y, en general, toda la
problemática económica española, que repercutía en las colonias americanas.

La Independencia aceleró el proceso de estancamiento que venía sufriendo la
producción aurífera esclavista, al favorecer la emancipación y huida de los
esclavos y crear otras dificultades económicas y sociales para los grandes
propietarios.

La guerra de Independencia se hizo a nombre de la libertad, de la igualdad. La
independencia política respecto a España se logró, pero la igualdad tardó en
manifestarse en los textos constitucionales.

El cuerpo social que se desarrolla durante el siglo XIX en Colombia tiene
naturalmente antecedentes en la época colonial. Pero más que continuidad lineal
con esa época hay cambios de ritmo, rupturas de formas de producción, se crean
nuevos circuitos de producción y circulación, se profundizan algunas tendencias ya
visibles anteriormente y se invierten otras que en conjunto llevan a una
consolidación históricamente regresiva de un sistema de haciendas que logra en
gran medida monopolizar la tierra y someter un importante sector de la población a
relaciones serviles de producción.

La inmigración fue muy reducida, aunque desempeñó importante papel en la
incorporación de algunas tecnologías más avanzadas. La educación formal, por
otra parte, creció a un ritmo muy lento durante el siglo, recibió una mínima
proporción de los recursos oficiales y pudo ofrecerse sólo a sectores muy
reducidos de la población.

La mortalidad originada en las acciones de guerra, unida al desamparo en que
quedaban los hogares por la ausencia forzosa de los varones adultos, la falta de
fuentes de empleo, la escasez de alimentos, el atraso educativo, la miseria
extendida y las epidemias y enfermedades, agravadas por la incapacidad del
estado para atender las necesidades básicas de la población, contribuyeron a la
persistencia y a la agudización de elevados patrones de mortalidad.

La industria minera contribuyó a formar en los habitantes de la Nueva Granada,
especialmente en los que residían en las regiones mineras y que se dedicaban a la
extracción de metales preciosos, una conciencia de despilfarro, poco adecuada
para fomentar la producción de riquezas.

En el siglo XIX al lado del capital extranjero, la mayor parte de la producción de oro
se hacía por los nacionales, en forma individual o por capitalistas nativos a través
de grandes empresas.

El período 1830 a 1845 estuvo caracterizado, en el terreno fiscal, por el
mantenimiento del sistema tributario vigente durante el período colonial. Las
rentas estancadas (tabaco, aguardiente y sal) constituían la fuente de ingresos
más importante del gobierno, en segundo término, teníamos los derechos de
aduana. Por otra parte, tenemos el diezmo y el quinto real. Otros tributos de menor
cuantía eran la alcabala, papel sellado, entre otros.

La economía nacional anterior a la revolución anticolonial de 1850 era una
economía precapitalista. Vida aldeana, gran propiedad territorial y una economía
cerrada para el consumo inmediato. En la ciudad una economía artesanal, un
limitadísimo desarrollo del comercio y una total ausencia de la técnica.

En los años anteriores a 1850, en nuestro comercio exterior hay un permanente
desequilibrio. En la economía nacional los cambios internos no están muy
desarrollados. Las vías de comunicación son muy deficientes. Los viejos caminos
de la colonia todavía subsisten. La navegación a vapor por el río Magdalena
Apenas se inicia.

A partir de 1850 se inicia la bonanza económica. La revolución anticolonial motiva
un mayor desarrollo económico. Se estabiliza la navegación por el río Magdalena.
Se eleva el precio de las mercancías. Se aumentan los salarios. Se amplía la
producción agrícola. Se intensifica la producción artesanal y manufacturera.

Con la introducción del libre cambio los artesanos se vieron afectados al perder
parte importante de sus mercados ante las importaciones de textiles, calzado,
vestido y muebles, lo cual hizo decaer sus ingresos.

La brusca caída de las exportaciones de quina y añil, así como las ventas de
algodón en la década de 1860, obedece la aparición de fuentes alternativas de
aprovisionamiento y a la caída de los precios internacionales, sacaron del mercado
europeo a productos que habían entrado en forma coyuntural.

La crisis de las exportaciones de tabaco, producto para el cual existían
aparentemente suficiente ventajas, se debe a la mala calidad del producto local
ocasionado por el rápido agotamiento de las tierras de Ambalema y que los
mecanismos de comercialización distribuían los riesgos en forma muy peligrosa
para los exportadores locales.
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La liberación de las importaciones en varios períodos antes de su imposición
definitiva a partir del arancel de 1847, introdujo cambios en los patrones de
consumo de las clases dominantes por géneros, moda, moblaje y hasta en la
misma arquitectura.
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La abolición del impuesto conocido como “diezmo” y del sistema de crédito, así
como la desamortización de tierras eclesiásticas ocasionaron un progresivo
enfrentamiento entre el Estado y la iglesia.
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La política que se utilizó para adjudicar la tierra y la forma como de hecho esta fue
ocupada, mostrará, el porqué el desarrollo del país fue particularmente lento en el
campo y en el país durante el siglo XIX y hasta bien entrando el siglo XX.

Durante la vigencia de la Constitución de Rionegro (1863) se adoptó un sistema
federal como una doctrina del liberalismo. Con la Constitución de 1886 el
conservatismo implanta una doctrina centralista.
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La constitución de Rionegro hizo de las libertades personales unas libertades
absolutas y omnímodas. Pero justamente el absolutismo de las libertades
personales permitía que su ejercicio suscitara una mayor desorganización de la
vida nacional.
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Con la producción cafetera, el comercio de exportación e importación generó las
condiciones para que un minúsculo grupo de personas acumulara suficiente
capital - dinero para emprender la industrialización, y ésta en su expansión
paulatina modificó las estructuras del viejo edificio social.
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El siglo XIX, en el aspecto industrial, se caracteriza por la titánica lucha de un
grupo de empresarios por hacer surgir la siderurgia. Los empresarios luchan
durante toda la centuria contra las revoluciones que les quitaban los obreros para
el servicio militar, contra las epidemias, que como la viruela, dio alguna vez muerte
a mas de la mitad de su personal, contra la envidia, contra los intereses creados
del comercio importador de hierro, entre otros..

En el siglo XIX nuestro país tuvo una preferencia marcada por los ferrocarriles, con
primacía sobre las otras vías de comunicación. A través de los ferrocarriles en
Colombia, Inglaterra derivó muchísimas ventajas. Ellos dieron lugar a un poderoso
crecimiento de las exportaciones y de las actividades externas, Todos los
ferrocarriles en Colombia estaban trazados hacia el mar o hacia el Magdalena,
pero no entre ciudades importantes del interior para unir al país económicamente.

El transporte constituyó un gran obstáculo al desarrollo cafetero en el siglo XIX. La
expansión cafetera heredó de la bonanza tabacalera algunos desarrollos
importantes del sistema de transportes internos, en especial la navegación a vapor
por el río Magdalena. A fines del siglo se hicieron unos avances importantes en
materia ferroviaria, en particular se inauguraron el ferrocarril entre Cúcuta y el río
Zulia, gran parte del de Antioquia (Medellín a Puerto Berrío) y el de Honda a
Dorada. La comunicación entre el río Magdalena y los puertos también mejoraron.
Ya desde 1871 estaba en servicio la vía Barranquilla – Sabanilla (Puerto
Colombia) y antes de terminar el siglo se inauguró el ferrocarril entre Calamar y
Cartagena.
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Los comerciantes de la región antioqueña sacaban provecho de las regiones
produciendo más del 90% del oro colombiano. En el comercio del interior el oro
antioqueño también cumplió un papel importantísimo porque dio a los capitalistas
de Medellín la fuente más importante del crédito doméstico.
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El siglo XIX fue un siglo perdido para el país debido a que a fines del mismo el
ingreso per cápita no resultó ser mayor que en sus comienzos. La esperanza de
vida de los colombianos al nacer a duras penas sobrepasaba los 30 años. La
participación de la industria en el PIB apenas era del 8%.
Preguntas para ampliar y profundizar la historia económica de Colombia durante
el siglo XIX:
1. Cree usted que la República de Colombia quedó bien estructurada desde sus
inicios? Explicar.
2. Para usted, ¿fueron claras o no claras las relaciones entre la iglesia y el estado
colombiano durante el siglo XIX? Explicar.
3. Considera usted oportuno o no oportuno el hecho de que Colombia hubiera
experimentado una apertura económica a mediados del siglo XIX? Por qué ?
4. Puede explicar las razones por las cuales los extranjeros no quisieron venir a
vivir o a invertir en Colombia durante el siglo XIX?
5. Puede usted explicar, ¿por qué durante el siglo XIX Colombia tuvo un escaso
desarrollo manufacturero?
6. Para usted, cuáles fueron los factores que más influyeron para que la economía
colombiana tuviera un pobre desarrollo económico durante el siglo XIX?
7. Para usted, ¿cuáles eran las características más prevalecientes de la población
colombiana durante el siglo XIX?.
8. Explicar brevemente el funcionamiento del sistema económico colombiano
durante el siglo XIX.
9. Para usted, ¿ explicar si mejoró o empeoró el sistema monetario y su manejo
durante el siglo XIX? Cuales fueron los cambios más fundamentales.
10. Te invito a elaborar un ensayo como mínimo de 4.000 caracteres sobre el
pensamiento económico de Simón Bolívar y su influencia en el manejo de la
economía colombiana, en las primeras décadas del siglo XIX.
11. Te invito a elaborar un ensayo cómo mínimo de 4.000 caracteres sobre el
desarrollo económico alcanzado por Inglaterra al finalizar el siglo XVII.
12. Puedes explicar, ¿por qué Colombia, a pesar de tener sus propias casas de
moneda, acudió al endeudamiento externo?. ¿ Consideras alto, normal o bajo
en nivel de endeudamiento externo de Colombia al finalizar el siglo XIX? Por
qué?
13. Para usted, ¿cuáles son las explicaciones del auge tabacalero de Colombia y de
la región de Ambalema durante la segunda mitad del siglo XIX?
14. Te invito a dibujar el mapa de Colombia y a situar en él las ciudades fundadas
por los colonizadores antioqueños.
15. Te invito a elaborar un ensayo como mínimo de 4.000 caracteres sobre las ideas
de proteccionismo y librecambio utilizadas en Colombia durante el siglo XIX.
16. Para usted, ¿qué papel desempeñó la colonización antioqueña en el desarrollo
de la economía cafetera durante el siglo XIX.?
17. Cuál es tu opinión sobre si aún quedaban rezagos coloniales en el manejo de la
economía a la altura del año 1900.?
18. Te invito a dibujar un mapa de Colombia y ubicar en él las ciudades y pueblos
fundados durante el siglo XIX.
19. Te invito a elaborar un resumen ejecutivo sobre las guerras civiles en Colombia
durante el siglo XIX y su incidencia en la economía.
20. Puedes explicar, al menos 10 razones, del por qué el siglo XIX es considerado
de pésimos logros en el desenvolvimiento económico.?
Bibliografía para consultar la historia económica del siglo XIX:
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1874.
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federación neogranadina”, Bogotá, 1857.
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norteamericanos”, Medellín 1977.
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1920”, Bogotá, 1977.
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1854.
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XIX”, Revista del banco de la República, Bogotá, nov. De 1972.
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Posada Gutiérrez, Joaquin. “Memorias Histórico - Políticas”, Medellín Editorial
Bedout,1971 (3 vols.)
Tirado Mejía, Alvaro. “Aspectos sociales de las guerras civiles en Colombia”, Biblioteca
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Sowell, David. “La caja de Ahorros de Bogotá”, 1846 –1865. En Colombia en el siglo
XIX. Planeta, 1999.
Caballero Escovar, Enrique. “Historia Económica de Colombia, Ed. Oveja Negra, 1986
Junguito Bonet, Roberto. “La deuda externa en el siglo XIX”, TM Ed.,1995.
De la Pedraja, Tomán. “ Historia de la energía en Colombia” 1537-1930, El Ancora
Editores, 1985.
Aranzazu, Juan de Dios. “Memorias de Hacienda presentadas al Congreso
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Calvo, Mariano. “ Memoria de Hacienda de 1841”.
Camacho Roldán, Salvador. “Notas de viaje”. Librería Colombiana”, Bogotá 1890.
Korn, Alejandro. “ Influencias filosóficas de la evolución nacional” Editorial Claridad,
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Murillo Toro, Manuel. “ Memorias de Hacienda” de 1850,1851 y 1852.
Roldán, Antonio. “ Memoria de Hacienda” de 1882.
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Duque Escobar, Iván. “Bolívar una visión dispersa”, Santa Fe de Bogotá, marzo de
2000.
*Rafael Gómez Henao
Economista
Profesor de Cátedra