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La conversión desde la mirada de un Niño pobre Provincia NORANDINA Ecuador, 8 -12 de marzo LA CASA DE LOS CUBOS La casa de los pequeños cubos es como una historieta que nos arroja luz sobre la historia de nuestra vida, de lo que vivimos conscientemente y de lo que guardamos en los recuerdos, muchas veces olvidados. En otras palabras, lo que guardamos en el preconsciente y en el inconsciente. Las experiencias de la vida nos hacen madurar cuando les damos sentido, cuando nos preguntamos por qué y cómo las hemos vivido. Esto lo encontramos en la historieta de nuestro video. El viejete, al ver que el agua entró en su casa, no le quedó otro remedio que construir otro piso. El ya no se acordaba de los que existían abajo, cargados de historias, sentimientos, vidas. Lo importante para él, en aquel momento, era protegerse del agua y continuar viviendo solo, sin nadie con quien compartir su vida y su tiempo, sin nadie con quien tomar un vaso de vino. Se pone a construir su casa, o mejor dicho a continuar construyéndola. Lo mismo sucede en nuestra vida. Somos fruto de una historia, de un pasado que no puede ser negado, sino integrado y acogido. Para nuestro veterano, el único objeto imprescindible, el que no podía faltar era la pipa. En un momento determinado, por accidente, y por intención premeditada del productor, se le cae al fondo del agua, ocasionándole una gran tristeza. ¡Cuántas cosas cargamos o no nos deshacemos de ellas porque se nos han vuelto insustituibles, porque creemos que ellas nos entregan felicidad y seguridad! Pero la historieta no termina aquí. Continúa. Nuestro personaje, intentando fumar con otras pipas y no sintiéndose realizado, se coloca un traje de buzo, supuestamente usado por su padre y posiblemente heredado de su abuelo, y se lanza al agua. Cuando encuentra su pipa en el fondo empiezan a aflorarle los recuerdos. Aquí le nacen deseos de ir más profundo y llegar hasta el “fondo del mar”. Es ahí donde revive la historia de sus padres y de su propio nacimiento. Todos nosotros somos hijos de la historia, deseados y amados por Dios, a través de tiempos, lugares, cultura y familia concretos. Sumergirnos en el mar, hasta lo profundo, es reencontrarnos con los recuerdos que nos hicieron vivir. Hacer memoria de todo aquello que nos ha formado como personas, sentir el amor de aquellos que han sido especiales en nuestra vida, que fueron colocados en nuestro camino. Necesitamos valor para entrar en lo íntimo de nosotros y en aquello que nos motiva a vivir. Subir a la superficie y brindar es, sobre todo, celebrar el don de una vida que existe porque hemos sido deseados y amados por Dios. Esta es la historieta. Ahora podríamos compartir: - ¿Qué recuerdos guardo en mi corazón? ¿De qué siento nostalgia? ¿Qué personas son las que me han amado de un modo especial y que me ayudaron a ser la persona que soy hoy? ¿Qué debo rescatar para reencontrar mi identidad? ¿Qué es lo que me hace feliz? La invitación para el día es entrar en lo profundo de ti mismo/a, recordar, hacer memoria, rezar, compartir la belleza de tu historia y de tu vivir.