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08/02/2016
La sobrecapacidad de la oferta es la causa principal de la
ralentización de la economía global y del desplome de las
Bolsas, según el director de Inversiones de Tressis. Por ello,
es necesario orientar la cartera hacia empresas y sectores
que no sean dependientes de un ciclo económico expansivo, baja inflación y bajos tipos de interés, lo que él define
como la Triple B. Daniel Lacalle apuesta por utilizar los periodos de alta volatilidad y de subidas altas en los mercados
para reorientar las carteras hacia sectores más defensivos.
En su opinión, es un error letal pensar que los valores no
pueden caer más por lo que la caída de las cotizaciones no
es motivo para lanzarse a comprar.
Daniel Lacalle, director de Inversiones de Tressis Gestión
“La caída de las Bolsas refleja
la sobrecapacidad industrial global”
■ Maite Nieva
de tecnologías disruptivas, empresas industriales cuyo crecimiento no
depende de grandes planes de
inversión; compañías que generen
una caja elevada, en sectores de
crecimiento y que devuelven una
gran parte de esta caja al accionista en dividendos. También en bonos
de alta calidad en sectores de
empresas de bajo riesgo, alejados
de los bonos de baja calificación crediticia high yield.
En Europa hay mucho valor en los
sectores defensivos, con exposición
al consumo y a las tecnologías disruptivas; en las empresas que están
— ¿Espera que EE UU acabe
entrando en recesión?
— Ahora mismo no hay suficientes
argumentos en los indicadores adelantados para decir que el riesgo de
recesión en EE UU es cierto. Con
los indicadores que tenemos el argumento es del 50% tanto en un sentido como en otro. Esto demuestra
la saturación de deuda que hay y la
fragilidad del sistema. Lo que sí se
puede afirmar, sin duda, es que la
ralentización del crecimiento es muy
evidente en todo el mundo pero no
veo un escenario en el que se genere una crisis tipo 2008.
— ¿Qué es lo que preocupa realmente a los inversores para desencadenar una caída de las Bolsas tan agresiva?
— La caída de las Bolsas está reflejando que el crecimiento global va
a ser mucho menor a lo que se estimaba. Y detrás de este crecimiento más ralentizado hay una sobrecapacidad en la oferta, según los
datos reales. Los productores, no
solamente de petróleo sino de
cobre, carbón, acero, gas, entre
otros, compiten entre ellos por precios más bajos. Eso es la constatación de que la capacidad industrial está saturada. Nunca hasta ahora un exceso de oferta y unos precios más bajos ha sido vistos como
un problema económico global. Y
sobre todo, no es un problema económico global que el mundo no
crezca al 4%.
La política monetaria de liquidez
de los Bancos Centrales y la expansión monetaria, ha provocado que
los mercados necesitan urgentemente algo que justifique la expansión de múltiplos y que los precios
de los activos suban. Los Bancos
Centrales están distorsionado el precio de las cosas porque manipulan
el precio y la cantidad del dinero
bajando los tipos a cero y poniéndolos en negativo.
— ¿Cuál es su propuesta para
invertir en un entorno de bajo crecimiento?
— En primer lugar el inversor tiene
que orientar su cartera hacia empresas y sectores que no sean dependientes de un ciclo económico
expansivo. Tenemos que cambiar el
chip de que los Bancos Centrales
van a crear un crecimiento espectacular; aumentar la inflación y estar
en los sectores más expuestos al
ciclo económico y, por el contrario,
acostumbrarse a un entorno de bajo
crecimiento, baja inflación y bajos
tipos de interés, lo que yo llamo la
Triple B.
En el entorno de crecimiento en
el que nos enfrentamos la volatilidad será una constante, como ya
hemos visto. Y los ciclos económicos son cada vez más cortos.
Muchos inversores, sobre todo el
minoritario, no tienen la capacidad
de reaccionar. Normalmente se
encuentran con caídas y no tienen
la capacidad financiera para apro-
“Los mercados necesitan
urgentemente algo que
justifique la expansión de
múltiplos y que los precios
de los activos suban. Los
bancos centrales están
distorsionado el precio de
las cosas”
“Fuera de los grandes
valores del Ibex hay
empresas completamente
reguladas, menos ligadas
al ciclo económico y
energético que tienen
perspectivas de beneficios
muy positivas”
“Hay que cambiar el chip,
y estar alineados con
unas perspectivas de
crecimiento global que no
va a ser aquellas de
exuberancia idílica que se
esperaba el año pasado
para 2016”
EL PERSONAJE Y SU IMAGEN
■ Daniel Lacalle, es
director de
Inversiones de Tressis
Gestión SGIIC, cargo
desde el que coordina
la gestión de los
fondos y Sicavs
aportando su visión
macroeconómica y
análisis de valores en
la selección de
activos. Durante 5
años consecutivos ha
estado entre los 3
mejores gestores del
ranking Extel Survey
de Thomson Reuters.
Con una carrera
profesional
desarrollada entre
Estados Unidos y
Reino Unido, Lacalle
se ha especializado
en la gestión de renta
variable, renta fija y
materias primas en
distintas firmas de
inversión como
vecharlas y cuando empiezan a
recuperar vuelve otra vez a darse la
vuelta. Es necesario revisar esa idea
que se introdujo con la primera
medida de estímulos en EE.UU de
comprar valores de crecimiento muy
rápido y a muy corto plazo; valores
con exposición a mercados emergentes, a petróleo, materias primas
y sectores financieros muy ligados
al crecimiento de los países emer-
Citadel, Ecofin y
Pimco. Es Licenciado
en Ciencias
Económicas y
Empresariales por la
Universidad
Autónoma de Madrid,
Máster en
Investigación
Económica por la
Universidad Católica
de Valencia y Post
(Universidad de
Navarra).
gentes. En mi opinión, hay que utilizar los periodos de alta volatilidad
y de subidas altas para reorientar
las carteras hacia sectores más
defensivos.
— ¿A la vista de este escenario en
qué tipo de activos recomienda
invertir y en qué mercados hay
valor?
— Buscamos sectores de consumo,
en proceso de restructuración porque estén desinvirtiendo, reduciendo inversiones y aumentando la cantidad de caja destinada a dividendos.
En Estados Unidos hay valor, pero
menos y muy selectivo en empresas en las que la identidad de objetivos entre los ejecutivos, los gestores y los inversores es máxima. Yo
creo que todavía es pronto.
— ¿Es un buen momento para
invertir en Bolsa?
— Depende del horizonte temporal
y de la capacidad del inversor de
tomar riesgo. Las Bolsas han cubierto un periodo bajista y han desinflado una gran parte de las expectativas de alto crecimiento pero no está
del todo claro que hayan reflejado,
aún, un entorno de desinflación por
parte de China o la caída del crecimiento. Las Bolsas siguen estimando crecimientos de los beneficios
empresariales que probablemente
son ligeramente optimistas.
El inversor que tenga un horizonte temporal de tres a cinco años probablemente empiece a encontrar
oportunidades de valor muy interesantes, pero tiene que conocer su
tolerancia a la volatilidad. Tenemos
que entender que cuando hay un
24% del Producto Interior Bruto del
mundo con tipos de interés negativos, la inflación prácticamente a cero
y los tipos de interés bajando en
todo el mundo, no puedes pensar
que vas a recibir rentabilidades
enormes a corto plazo. Es necesario un horizonte de inversión más
largo. Las oportunidades de valores
se dan pero no existen los activos
sin riesgo. Y, desde luego, no existe el riesgo cero de que un valor no
va a seguir bajando.
— Recomienda aprovechar las
fuertes caídas de precio de algunos valores para comprar?
— Es un error monstruoso como
inversor pensar que algo no puede
bajar más. Es un error tan letal
como pensar que todavía le queda
un 10% más cuando el valor ha
subido mucho. El mercado es ineficiente, y pueden ocurrir muchas
cosas. Muchas de esas personas
que nos dicen que todo está baratísimo no parece que estén comprando. Desde luego no lo estamos
viendo en los volúmenes ni lo estamos viendo en la liquidez.
En mi opinión hay que cambiar el
chip, y fijarse en las estimaciones
de beneficios empresariales desde
donde estamos hoy y ver si van
hacia arriba o hacia abajo; asegurarse de que van a pagar el dividendo con caja excedentaria, y no en
deuda ni en acciones; y tercero que
sean compañías en las que la identidad entre intereses entre el equipo directivo y el accionista sea máxima. Si tenemos la confianza de que
se dan esos tres baremos, no nos
debería asustar un posible riesgo de
que pueda bajar un poco la cotización por la volatilidad o por un riesgo puntual. Y finalmente, estar alineados con unas perspectivas de
crecimiento global que no va a ser
aquellas de exuberancia idílica que
se esperaba el año pasado para
2016.
— ¿Cree que las Bolsas van a caer
todavía más?
— Claro, porque no están descontando una devaluación drástica del
yuan en China; ni una posible recesión en EE UU. Estos dos factores
pueden ser también grandes oportunidades, si lo contemplan a largo
plazo, si tienen tolerancia a la volatilidad. Es un error pensar que ahora la Bolsa está en el momento más
bajo y no puede caer más. Los “cisnes negros“; existen por algo. Esa
mentalidad es la que se nos inculcó con los estímulos monetarios del
año 2009 y debe desaparecer de la
mente del inversor.
— ¿Cuáles son las previsiones
para la Bolsa española?
— La Bolsa española está formada
fundamentalmente por bancos,
constructoras y energéticas. Por lo
tanto son empresas que están muy
ligadas al ciclo económico. En España está yendo mejor pero también
hay mucha incertidumbre política y
en el extranjero, fundamentalmente
en Latinoamérica, el ciclo económico está en recesión y ha sufrido
mucho por eso.
Fuera de los grandes valores hay
empresas completamente reguladas que tienen unas perspectivas
de beneficios muy positivas, empresas menos ligadas al ciclo económico y al ciclo energético que lo
están haciendo muy bien.
En el año 2011 dije que el Ibex
estaba caro y todavía no se ha recuperado de los niveles en los que
estaba. El Ibex que tiene empresas
estupendas tiene una composición
de sectores de ciclo muy corto. Esto
también da grandes oportunidades
y hay gente que gana mucho dinero dentro de la Bolsa española,
entendiendo que el ciclo de beneficios no es expansivo eterno, igual
que no es en Italia.