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Temas de Física La Física de los microsistemas fuera del equilibrio J. Miguel Rubí Poder explorar la materia en regiones muy pequeñas y a intervalos de tiempo muy cortos ha revelado la existencia de sistemas de tamaño muy reducido y de nuevos procesos que tienen lugar en esas escalas. Los microsistemas no son simplemente miniaturas de los sistemas macroscópicos sino que poseen estructuras y funciones propias. Motores moleculares, nanomotores y partículas activas son microsistemas autónomos que utilizan mecanismos de conversión de energía para realizar su labor, bajo la influencia del entorno y en situaciones de fuera del equilibrio. La física estadística ofrece una metodología capaz de describir los procesos que tales sistemas llevan a cabo. 1. La miniaturización de los sistemas La posibilidad actual de observar y manipular la materia en escalas muy pequeñas, con el fin de identificar los mecanismos básicos que gobiernan la funcionalidad de los microsistemas, precisa de la caracterización de los mismos y de la descripción de los procesos que éstos llevan a cabo. Preguntas tales como: ¿cuáles son los mecanismos de conversión de energía en objetos tan pequeños como los motores moleculares?, ¿se pueden construir micromotores con una alta eficiencia?, ¿cuáles son las propiedades elásticas de los segmentos de la molécula de ADN?, ¿describen las leyes clásicas de la radiación térmica el intercambio de calor entre nanoobjetos muy cercanos?, se formulan frecuentemente en la literatura actual. Se conoce bien cómo caracterizar los estados de un sistema de tamaño macroscópico, a partir de los valores que toman un conjunto reducido de variables, y cómo inferir propiedades macroscópicas a partir del conocimiento de su estructura íntima. Éste ha sido tradicionalmente el objeto de la termodinámica y de la mecánica estadística. Pero, ¿es la termodinámica todavía válida cuando las escalas de observación son tan pequeñas?, ¿se puede también fundamentar tal termodinámica en métodos estadísticos, cuando el sistema se encuentra en un estado alejado del equilibrio? Existe, en la actualidad, un intenso debate sobre cuestiones básicas como son la validez de la segunda ley de la termodinámica en escalas muy pequeñas, donde las fluctaciones son importantes, la definición consistente de la temperatura en sistemas muy alejados del equilibrio y la conexión entre aleatoriedad y termodinámica en tales situaciones. El conocimiento de las propiedades físicas de los microsistemas basa, en gran parte, su interés en las importantes implicaciones en biología y nanociencia (figuras 1 y 2). Así, un mecanismo físico como la formación de pequeños lazos o ‘loops’ en moléculas de ADN, debido a las propiedades elásticas peculiares de los pequeños segmentos de la molécula, influye en el mecanismo de la transcripción genética [1]. Genes distantes a lo largo de la molécula pueden, por tal mecanismo, entrar en contacto y modificar, de este modo, la transcripción. La liberación de serotonina, contenida en micelas de células nerviosas, se efectúa gracias a la intervención de un motor molecular que arrastra las micelas a lo largo de un microtúbulo, hacia la superficie de la célula donde se produce la secreción. El movimiento de las micelas puede tratarREF, Vol. 26-3, julio-septiembre 2012 38/2012.indd 64 a) b) Fig. 1. Microsistemas biológicos fuera del equilibrio: a) Kinesina moviéndose a lo largo de un microtúbulo. b) Transporte activo de iones a través de un canal en una proteína anclada en la membrana celular. Los iones se mueven de menor a mayor concentración, contrariamente a como lo hacen en un proceso de difusión normal. En ambos casos el movimiento es posible gracias a un mecanismo de conversión de energía química, la del proceso de hidrólisis del ATP, en energía mecánica. http://www.rsef.org 2/10/12 13:03:23 La Física de los microsistemas fuera del equilibrio 65 de energía en situaciones de no equilibrio juegan un papel muy importante en la evolución de los sistemas a pequeñas escalas. a) 2. Los límites de la termodinámica T2 T1 b) T2 T1 Fig. 2. Sistemas nanoscópicos fuera del equilibrio: a) Nanomotor. Una corriente eléctrica que pasa a lo largo de un nanotubo de carbono genera, por efecto Joule, una diferencia de temperaturas entre sus extremos. El gradiente induce una fuerza que es capaz de mover el nanotubo coaxial pequeño y transportar, de este modo, una pequeña carga colocada sobre él. b) Una nanopartícula intercambia calor con el substrato mediante la emisión de fotones. Cuando la distancia entre los dos objetos es muy pequeña la conductancia puede llegar a ser mucho mayor que la predicha por la ley de Planck. se mediante un proceso de difusión en presencia de una fuerza. Los fenómenos de transporte de calor por fonones y fotones en la nanoescala explican los mecanismos de conversión de energía en los efectos termoeléctrico y termofotovoltáico. Éstos y otros muchos ejemplos muestran la potencialidad de los métodos de la física estadística en el estudio de sistemas biológicos a pequeñas escalas y de nano-sistemas. Muchos microsistemas necesitan encontrarse bajo condiciones de no equilibrio para desarrollar su función. El paso de iones de calcio a través de la membrana celular no es un proceso espontáneo ya que requiere una cierta cantidad de energía para que pueda producirse. En un proceso de difusión normal los iones se mueven desde zonas de concentración altas a otras donde ésta es menor. El caso inverso, conocido como transporte activo, es sólo posible si los iones disponen de una energía adicional capaz de vencer al gradiente adverso. Tal energía procede del proceso de hidrólisis del ATP. La energía química se transforma, pues, en movimiento, en condiciones de no equilibrio. Recientemente se ha demostrado que es posible mover un objeto de tamaño nanoscópico [2] y orientar una molécula [3] mediante la aplicación de un gradiente de temperaturas. Los mecanismos de conversión Las proteínas, las moléculas de ADN, los motores moleculares, los nano-coloides y los agregados de átomos obtenidos mediante procesos de nucleación son ejemplos de sistemas de tamaño reducido. El desarrollo de técnicas experimentales, como el láser de rayos-X, capaz de identificar procesos en escalas de tiempo muy pequeñas, del orden del femtosegundo [4], posibilita en la actualidad la búsqueda de lo individual. Pero alcanzar tal límite implica un posible conflicto con el requisito de la termodinámica de tratar sistemas macroscópicos, constituidos por un gran número de moléculas. La condición matemática para que un sistema pueda tratarse mediante el método de la termodinámica [5] es que cumpla el llamado límite termodinámico por el que el volumen del sistema y el número de partículas que contiene tienden a infinito, mientras que la densidad se mantiene constante. Conceptos básicos tales como el de calor, temperatura, entropía, energía libre y los principios de la termodinámica fueron propuestos originalmente para sistemas de tamaño macroscópico, que satisfacen tal límite. La termodinámica de procesos irreversibles [6], formulada para el estudio de los sistemas termodinámicos en situaciones de no equilibrio, considera, también, tal condición al suponer al sistema como un medio continuo, desprovisto de estructura molecular. En esta descripción los elementos de volumen del espacio se asimilan a pequeños sistemas en equilibrio que pese a su tamaño reducido contienen aún una gran infinidad de partículas y pueden, por ello, considerarse, aún, como sistemas termodinámicos. En ocasiones la caracterización de los sistemas puede realizarse en función de su tamaño. Los sistemas de tamaño macroscópico obedecen al límite termodinámico y pueden, por tanto, estudiarse mediante el método de la termodinámica de sistemas en y fuera del equilibrio. Parecería ser, pues, que los sistemas de tamaño reducido deberían obedecer a otro tipo de leyes. Tal división, atendiendo únicamente al tamaño, puede ser, en ocasiones, demasiado simplista y en otras engañosa. Cuando se habla de sistemas ‘pequeños’ surge la pregunta: ¿cuán pequeño es ‘pequeño’? Una mayor precisión en tal caracterización proviene de la propiedad de extensividad de las variables. Consideremos un sistema con una energía libre determinada, que resulta de las energías de los diferentes grados de libertad constituyentes. A medida que se reduce el tamaño de éste debemos considerar contribuciones a la energía que son despreciables a escalas mayores. Si las energías de tales grados de libertad escalan de manera diferente con el número de partículas la energía libre no es una magnitud extensiva y por tanto el potencial químico no es una magnitud intensiva. En ausencia de variables intensivas y extensivas una descripción termodinámica deja de ser posible. Un avance en la descripción de los sistemas de tamaño reducido mediante métodos termodinámicos fue llevado a cabo por T. Hill [7], quién propuso una termodinámica de sistemas http://www.rsef.org 38/2012.indd 65 REF, Vol. 26-3, julio-septiembre 2012 2/10/12 13:03:24 Temas de Física 66 pequeños en situaciones de equilibrio. La idea fundamental es construir un conjunto de réplicas del sistema pequeño para formar un sistema macroscópico en el que son válidas las leyes de la termodinámica que relacionan las magnitudes promedio. A pesar de lo reducido de su tamaño algunos sistemas pueden contener numerosos átomos. Las proteínas contienen cientos o incluso miles de átomos de carbono. Simulaciones de dinámica molecular efectuadas recientemente con diferentes proteínas, inmersas en agua y bajo una diferencia de temperaturas [8], indican que la capacidad calorífica es una magnitud extensiva. Este resultado posibilita la definición consistente de los potenciales termodinámicos y muestra que estos microsistemas presentan un comportamiento termodinámico regular. Pero existen también otros casos en los que el tamaño reducido del sistema impide que magnitudes termodinámicas tengan una definición coherente. En un estudio del transporte de átomos de argón en un material nanoporoso, una zeolita, se probó [9], mediante simulaciones de dinámica molecular, que la temperatura cinética, obtenida a partir del valor medio de la energía cinética de los átomos tiene un comportamiento regular pero no así la temperatura obtenida a partir de las fuerzas que actúan sobre las partículas, denominada temperatura conformacional. Tal resultado muestra un ejemplo de inconsistencia en la definición de la temperatura a escalas muy pequeñas, que revela la existencia de un límite de validez de la termodinámica 3. Microsistemas alejados del equilibrio La evolución del estado de un sistema es el resultado de la actuación de dos factores que compiten entre sí. Por un lado la presencia de fuerzas o fuentes externas que aportan al sistema masa, ímpetu o energía hace que éste se aparte del estado de equilibrio inicial y evolucione hacia configuraciones de no equilibrio. Por otro, el gran número de colisiones entre las partículas favorece la restauración del estado inicial. Una cierta tensión aplicada en los extremos de una molécula de RNA puede hacer que los enlaces que unen las hebras de la molécula se rompan progresivamente y ésta adopte configuraciones diferentes. La adición de uno de los componentes de un ciclo bioquímico modifica el equilibrio químico del sistema y desplaza el estado inicial hacia otros estados estacionarios que se adaptan a la nueva situación [10]. Cuando la fuerza aplicada es suficientemente intensa el sistema evoluciona hacia estados de no equilibrio. Pero, ¿existe una descripción termodinámica del sistema en dichos estados, para valores arbitrarios de la fuerza? Un análisis basado en la solución de la ecuación de Boltzmann para gases reactivos mediante un desarrollo de Chapmann-Enskog [11] permite describir la transición hacia estados de no equilibrio. Resultados como la ley de acción de masas, la expresión de la producción de entropía como producto del ritmo de reacción y la afinidad y el principio de balance detallado válidos cuando el sistema se encuentra cerca del equilibrio dejan de serlo para afinidades grandes, cuando el sistema se aleja del equilibrio. Pero existen otros casos en los que a pesar de la existencia de una fuerza externa el sistema no abandona el estado de equilibrio local. Al aplicar una diferencia de temperaturas a los extremos de una barra de metal se genera un flujo de calor a lo largo de ésta que resulta ser linear en el gradiente de temperaturas establecido. REF, Vol. 26-3, julio-septiembre 2012 38/2012.indd 66 Tal linealidad se mantiene aún para gradientes muy grandes. Experimentos realizados con un nanomotor que se mueve a lo largo de un nanotubo de carbono bajo la influencia de una diferencia de temperaturas, generada por una corriente externa [2], indican que a pesar de los enormes gradientes puestos en juego, del orden de los 1K/nm, la relación entre fuerza y gradiente térmico es lineal. Tal hecho ocurre, también, en la orientación de moléculas no polares con un gradiente térmico [3]. Cuando el sistema contiene un número muy elevado de partículas las colisiones son muy frecuentes, por lo que éste reacciona muy rápidamente a los desajustes producidos por la intervención de agentes externos. Magnitudes macroscópicas, como la temperatura y la presión, relacionadas directamente con las colisiones decaen muy rápidamente mientras que otras, como la densidad, asociada a cambios en las conformaciones que implican a muchas partículas, lo hace de una manera mucho más lenta. Simulaciones de dinámica molecular muestran que la relajación de la temperatura de una proteína, obtenida a partir de la energía cinética media de los átomos constituyentes, decae en tiempos muy pequeños, del orden de unas decenas de picosegundos, a la temperatura del entorno inmediato a la proteína [8]. Tal hecho muestra que en determinadas situaciones el sistema pequeño alcanza muy rápidamente un equilibrio local con el baño lo que hace posible una descripción termodinámica, a pesar de lo reducido de las escalas. El sistema es, ciertamente, de tamaño reducido pero el contener un número suficiente de partículas garantiza la regularidad de los promedios necesaria en un tratamiento termodinámico. Un factor importante en la transición hacia estados de no equilibrio de un sistema es la naturaleza del proceso irreversible que tiene lugar. En los procesos de transporte cualquier perturbación por pequeña que sea produce siempre una respuesta. Un fluido simple en reposo se pone inmediatamente en movimiento cuando actúa una pequeña diferencia de presiones. No obstante en los procesos activados el sistema necesita una cantidad de energía mínima para acceder a otros estados. Dicha energía puede proceder de las mismas fluctuaciones del sistema o de fuentes externas. La consecuencia de este hecho es que mientras que en los procesos de transporte existe un amplio régimen lineal para la relación respuesta-perturbación, en los activados el sistema accede casi inmediatamente al régimen no lineal. En tales circunstancias el método de la termodinámica de no equilibrio no proporciona una descripción completa. ¿Existe un marco más general que pueda proporcionar una descripción completa para ambos tipos de procesos, de transporte y activados? 4. Aleatoriedad en pequeñas escalas La física estadística establece un vínculo entre el mundo microscópico y el macroscópico. Proporciona una fundamentación microscópica de los conceptos de la termodinámica, como los de entropía y temperatura, y propone modelos microscópicos que permiten el cálculo de los parámetros relevantes del sistema, como la capacidad calorífica o la conductancia térmica y eléctrica, que se introducen en termodinámica de manera fenomenológica. Pero ¿es esa conexión todavía posible para sistemas de tamaño reducido, bajo la influencia de fuerzas o gradientes intensos, en una situación arbitrariamente alejada del equilibrio? http://www.rsef.org 2/10/12 13:03:24 La Física de los microsistemas fuera del equilibrio 67 Cuando el sistema se encuentra en equilibrio o en equilibrio local el vínculo entre las descripciones macroscópica y microscópica se establece a través de la teoría de colectividades en la que la probabilidad se relaciona con los potenciales termodinámicos del sistema, que representan el trabajo máximo que puede extraerse del mismo [12]. Probabilidad, energía libre y trabajo son magnitudes perfectamente relacionadas. Mientras que para los sistemas macroscópicos las diferentes colectividades proporcionan resultados equivalentes, una reducción de la escala implica una posible pérdida de tal equivalencia, debido al papel que juegan las fluctuaciones. Al aplicar una fuerza a una molécula de ADN podemos optar por mantener la fuerza constante o la elongación de la molécula constante [13]. En el primer caso la elongación fluctúa mientras que en el segundo la magnitud que fluctúa es la fuerza. Resulta que la energía libre calculada en ambos casos, que coincide para sistemas macroscópicos, es, en general, diferente para tamaños del sistema suficientemente pequeños. Solo coinciden en el caso armónico, cuando la fuerza es lineal en la elongación [14]. La entropía estadística de un sistema, definida a través del postulado de Gibbs, proporciona una descripción equivalente a la entropía de Boltzmann únicamente en sistemas macroscópicos, para los que las fluctuaciones son muy pequeñas. El motivo es que la entropía de Gibbs, que se formula en forma integral, depende de la distribución completa de la probabilidad mientras que la de Boltzmann es únicamente función de la probabilidad de un estado. La producción de entropía calculada a partir de esta última puede, por ello, fluctuar [6], aumentar o disminuir. Tal hecho no contradice a la segunda ley de la termodinámica, que es una ley estadística ya que se refiere al promedio de casos observados y no a trayectorias individuales en el espacio de las fases. Las probabilidades de que la producción de entropía tenga un valor positivo o su correspondiente negativo se relacionan a través del teorema de fluctuación [15]. Su formulación permite analizar el comportamiento de la producción de entropía en presencia de fluctuaciones, sin promediar sobre los casos posibles, tal como hace la segunda ley. A pesar de su naturaleza espontánea las fluctuaciones no evolucionan de una manera arbitraria. Deben satisfacer el teorema de fluctuación-disipación que establece una relación entre la respuesta del sistema a una perturbación externa con la correlación de la variable estocástica. Una partícula browniana efectúa un movimiento aleatorio, pero la correlación de la fuerza que origina tal movimiento, es proporcional al coeficiente de fricción de la partícula en el liquido. El teorema fue originalmente formulado para fluctuaciones en torno a estados de equilibrio [16] y generalizado con posterioridad al caso de estados estacionarios [17, 18]. En otras circunstancias no existe un vínculo tan fuerte entre fluctuaciones y disipación, aunque se pueden formular relaciones formalmente equivalente en términos de temperaturas efectivas que dependen de la dinámica de relajación del sistema. Leyes macroscópicas, como la de la difusión de Fick, reflejan el comportamiento promedio de los grados de libertad microscópicos del sistema. Existen casos en los que, debido a la estructura íntima del medio en el que las partículas se mueven, o a la presencia de fuerzas que actúan sobre ellas, dichas leyes dejan de ser válidas. Tales factores llevan a la formación de regímenes de superdifusión o subdifusión, en los que las partículas se mueven de manera más o menos eficiente que en el caso de la difusión normal. Un caso típico es el de la difusión de partículas en el interior de una célula que presenta un comportamiento subdifusivo debido a que los obstáculos con los que la partícula se encuentra ralentizan su movimiento [19]. Por el contrario cuando actúan los motores moleculares la difusión se hace más eficiente. 5. Micro-sistemas en espacios pequeños Muchas de las leyes que gobiernan la evolución de los sistemas fuera de equilibrio suponen tácitamente que el entorno del sistema es un medio ilimitado. Así, al estudiar la difusión de partículas en un fluido se considera, habitualmente, que el movimiento de éstas tiene lugar en regiones de tamaño mucho mayor que el deslazamiento cuadrático medio de las partículas. Las propiedades de transporte, como el flujo de partículas y el coeficiente de difusión, se obtienen frecuentemente bajo tal restricción. La limitación del espacio accesible a las partículas, que se observa frecuentemente en los sistemas de tamaño reducido, conlleva que tal hipótesis deje de ser válida. El movimiento de partículas en el interior de una célula, considerada como un medio complejo compuesto por diferentes órganos, se ve considerablemente afectado por la presencia de estos elementos que impiden el movimiento libre, actuando como obstáculos. Tal es la situación observada en el paso de iones o biomoléculas a través de canales en las proteínas ancladas en la membrana de una célula, cuya forma es irregular, en problemas de transporte en microfluídica y en el cambio en las conformaciones de una proteína al plegarse. La teoría de procesos estocásticos [20] propone ecuaciones cinéticas tales como las de Fokker-Planck y Smoluchowski que para contornos simples pueden solucionarse por medio de condiciones de contorno adecuadas, que corresponden a los casos en los que los contornos absorben o reflejan a las partículas. No obstante en situaciones como las mencionadas en los ejemplos anteriores, en las que los contornos son irregulares, resolver tales ecuaciones es una tarea ardua, de muy difícil ejecución. Un enfoque nuevo al problema de la determinación de las propiedades de transporte en medios confinados consiste en considerar el movimiento de las partículas sólo en una dirección principal, tratando a las irregularidades de los contornos como barreras de potencial que las partículas deben superar para avanzar. Si identificamos el espacio accesible a una partícula con el número de microestados posibles, las variaciones de dicho espacio originan variaciones de la entropía, por lo que el potencial es de naturaleza entrópica. El movimiento en espacios confinados se asimila, por tanto, a la dinámica en presencia de barreras entrópicas [21] (ver figura 3). El confinamiento modifica substancialmente la dinámica de las partículas. Recientemente se ha propuesto un dispositivo capaz de separar, eficientemente, partículas de diferentes tamaños al comportarse éstas de una manera diferente frente a la barrera entrópica [22]. http://www.rsef.org 38/2012.indd 67 REF, Vol. 26-3, julio-septiembre 2012 2/10/12 13:03:25 Temas de Física 68 La presencia de contornos rectifica el comportamiento aleatorio de las fluctuaciones. La rectificación inherente a la barrera entrópica compite en ciertos casos con la asociada a la forma asimétrica del potencial del sistema, como en el caso de un ‘ratchet’, dando lugar a situaciones de cooperación y conflicto entre ambos mecanismos. Los motores moleculares que operan en medios confinados proporcionan una claro ejemplo de tal situación. El solapamiento entre los dos mecanismos y su influencia en la funcionalidad de los dispositivos es un tema a explorar. 6. Termodinámica probabilística para microsistemas En situaciones alejadas del equilibrio la distribución de probabilidad debe obtenerse a partir de ecuaciones maestras o cinéticas, del tipo Fokker-Planck. La formulación de ésta última, cuya forma es la de una ecuación de difusión de la probabilidad, es únicamente posible en el caso de que el ruido sea Gaussiano. Para tal tipo de ruido la variable aleatoria sufre cambios pequeños en intervalos de tiempo cortos, como en un proceso de difusión. Una interpretación probabilística de la termodinámica, conocida como termodinámica mesoscópica [23-25], muestra que la ecuación de Fokker-Planck puede obtenerse a partir de un proceso de difusión de la probabilidad compatible con la formulación estadística de la segunda ley. Tal esquema permite establecer la conexión entre la termodinámica y la dinámica estocástica de los sistemas, en situaciones de fuera de equilibrio. El estudio de las reacciones químicas y más generalmente de los procesos activados limita el ámbito de aplicación de la termodinámica de procesos irreversibles. Considerar escalas de tiempo grandes hace que la reacción se conciba únicamente en términos de los estados inicial y final, ignorando las configuraciones intermedias. Tal hecho hace que la producción de entropía, formulada como producto entre el ritmo de reacción y la afinidad, de lugar a una ley lineal entre ambas magnitudes que coincide con la ley de acción de masas sola- A 7. Conclusiones El estudio de los procesos de no equilibrio que llevan a cabo los microsistemas constituye un ámbito de gran actividad en la investigación interdisciplinar actual. Poder medir los cambios de magnitudes en distancias muy pequeñas, como las variaciones de temperatura en nanomotores [2], e identificar procesos irreversibles como la transferencia de calor entre objetos muy cercanos [27], fomenta en la actualidad la proposición de a) b) B Barrera entrópica Fig. 3. Partícula que se mueve en un medio confinado compuesto por dos compartimentos, A y B conectados. La constricción actúa como una barrera entrópica que rectifica a las fluctuaciones al modificar las probabilidades de transición de las partículas. REF, Vol. 26-3, julio-septiembre 2012 38/2012.indd 68 mente a pequeños valores de la afinidad, es decir muy cerca del equilibrio [6]. En la imagen de Kramers [26] una reacción química se asimila al salto de una partícula browniana a través de una barrera de potencial que separa a los estados inicial y final de la reacción. Tal descripción permite obtener la probabilidad de los estados intermedios, a partir de una ecuación de difusión de la probabilidad que proporciona una descripción más completa que la que lleva a cabo la termodinámica de procesos irreversibles. La termodinámica mesoscópica proporciona un esquema similar al de Kramers. Si observamos el proceso activado en escalas de tiempo cortas veremos que la transformación del estado del sistema tiene lugar de una manera progresiva (ver figura 4). Los saltos entre los diferentes pozos de potencial pueden tratarse, a escalas de tiempo cortas, como un proceso difusivo a través de una coordenada de reacción, que enumera las diferentes configuraciones de la molécula. Este esquema permite obtener las leyes no lineales entre el ritmo de reacción y la afinidad que se encuentran en procesos activados tales como reacciones químicas, adsorción, nucleación, emisión termoeléctrica, procesos electrocinéticos y transporte activo en canales iónicos [24]. Fig. 4. Esquema que ilustra como una reacción química y un ciclo bioquímico pueden tratarse como un proceso de difusión a través de barreras de potencial que separan estados asociados a las diferentes substancias. a) En el proceso de transformación la estructura molecular de una sustancia cambia progresivamente desde el estado inicial al final. La coordenada de reacción γ permite enumerar las diferentes conformaciones intermedias. b) En un ciclo bioquímico las transformaciones se describen mediante dos coordenadas de reacción γ y β. http://www.rsef.org 2/10/12 13:03:25 La Física de los microsistemas fuera del equilibrio 69 nuevos marcos teóricos capaces de explicar la dinámica y los mecanismos de conversión de energía observados. Los microsistemas poseen rasgos genuinos y desarrollan funciones propias, bajo la importante influencia del entorno y en situaciones de no equilibrio. Tales características los hacen idóneos para ser tratados mediante los métodos de la física estadística. Agradecimientos Muchas de las ideas y puntos de vista presentados en este artículo han sido el resultado de discusiones y debates con diversos investigadores. Quisiera mencionar, en particular, a José Vilar del CSIC-UPV/EHU, David Reguera, Agustín Pérez e Ignacio Pagonabarraga de la Universitat de Barcelona y Fernando Bresme de Imperial College London. Referencias [1] SAIZ, L.; RUBI, J. M. y Vilar, J. M. G.: “Inferring the in vivo looping properties of DNA”, Proc. Natl. Acad. Sci. USA, 102, 17642-17645 (2005): http://dx.doi.org/10.1073/ pnas.0505693102. [2] BARREIRO, A.; RURALI, R.; HERNÁNDEZ, E. R.; MOSER, J.; PICHLER, T.; FORRÓ, L. y BACHTOLD, A.: “Subnanometer Motion of Cargoes Driven by Thermal Gradients Along Carbon Nanotubes”, Science, 320 (2008), pp. 775-778: http://dx.doi.org/10.1126/ science.1155559. [3] RÖMER, F.; BRESME, F.; MUSCATELLO, J.; BEDEAUX, D. y Rubi, J. M.: “Thermomolecular orientation of nonpolar fluids”, Phys. Rev. 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