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Arquidiócesis de Santo Domingo
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Diócesis de San Pedro de Macorís
Diócesis de San Francisco de Macorís
Diócesis de Mao-Monte Cristi
Valor del Mes:
Dejarse tocar el corazón
(Conversión)
Lema del Mes:
“Mira que estoy
a la puerta llamando”
(Ap. 3,20)
Plan de Pastoral
Febrero 2016
Créditos
Colaboradores:
Hna. Claudina Diprés, fsscc, Sor Trinidad Ayala (Comisión Arquidiocesana Pastoral
de la Salud), Silvia Rodríguez (Arquidiócesis de Santiago) Angela de León, Pbro.
Erick Wilson Cosme, P. Valerio Baines Sanz, oar, Pbro Daniel Lorenzo Vargas
Salazar (Santo Domingo).
Coordinadora:
Eugenia López
Diagramación y Arte final:
Jesús Pérez
Portadas:
John Williams Castillo
Impresión:
Editora Amigo del Hogar
Manuel María Valencia No. 4
Santo Domingo, D. N. Tel.: 809.548.7594
Para contacto Vicaría de Pastoral,
Teléfono 809-682-0815, 809.221.3126, 849.622.1221, ext. 261 y 262
Correo electrónico: [email protected]
Plan de Pastoral - Febrero 2016
Obra de Misericordia del Mes:
Visitar a los Enfermos.
Acción Significativa del Sector:
Visitar y asistir a los enfermos en los centros
de salud y en los hogares.
Dialogo con los políticos del Sector
Acción Significativa Familiar:
Compartir en familia con un enfermo
de la familia o conocido.
Índice
Primera Parte:
Primer Encuentro de Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Acción Significativa del Sector:
Visita a los Enfermos del Sector con motivo
de la Jornada mundial del Enfermo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Segundo Encuentro de Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Tercer Encuentro de Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Pregón de Cuaresma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Retiro de Cuaresma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Viacrucis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Acción Significativa con los Niños. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Segunda Parte:
Celebraciones Dominicales, Lecturas de la Palabra de cada día y
Meditación diaria del Evangelio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Miércoles de Ceniza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Tercera Parte
Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado Dominicano,
21 de Enero 2016. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
3
Mira que estoy a la puerta llamando
Primer Encuentro de Evangelización
Semana 4-11 de Febrero
Estuve enfermo y me visitaron
Dejémonos tocar el corazón por los enfermos y enfermas
Ambientación
En las comunidades que los encuentros se
realizan en las casas, hoy debemos realizarlo
en casa de alguna persona enferma. Invitamos
a los enfermos de la comunidad que puedan
participar. Si en la parroquia se va a celebrar el
día de los enfermos, debemos hablar con los de
la comunidad y facilitarles el transporte para no
perderse esa celebración. En el lugar de desarrollo del Encuentro ponemos
los signos del mes y el título de este Encuentro. Ponemos una imagen de la
Virgen, si es de la de Lourdes, mejor. Podemos repartir una estampa de la
Virgen de Lourdes a todos los enfermos de la comunidad.
1. Cantos: Amar así: si tuviera la paciencia, ¡qué santidad!
2. Oración inicial
Invoquemos la presencia del Espíritu Santo para que nos acompañe
en este Encuentro. Luego, hagamos esta oración a la Virgen de Lourdes
pidiendo por los enfermos:
¡Oh Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! Llenos de
aflicción y con lágrimas en los ojos, acudimos en las horas difíciles de la
enfermedad a tu maternal corazón, para pedirte que derrames a manos
llenas el tesoro de tu misericordia sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches: pero
acuérdate que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han
acudido a Ti haya sido abandonado ¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa!
¡Madre dulcísima! ¡Madre de misericordia! Ya que Dios obra por tu mano
curaciones, sanando tantas víctimas del dolor, guarda también una mirada
de bendición para los enfermos de nuestra comunidad (podemos decir sus
nombres), alcánzales, de tu Divino Hijo Jesucristo, la deseada salud, si ha
de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho más alcánzanos a todos el
perdón de nuestros pecados, paciencia y fortaleza en los sufrimientos y
sobre todo un amor grande y fiel a nuestro Dios. Amén.
Virgen de Lourdes, ruega por nosotros. Consuelo de los afligidos,
ruega por nosotros. Salud de los enfermos, ruega por nosotros. Madre de
misericordia, ruega por nosotros.
3. Centrando el tema
Estamos celebrando el Jubileo de la Misericordia. El pasado mes de
Enero dimos el primer paso abriendo nuestro corazón a Dios y a nuestros
4
Plan de Pastoral - Febrero 2016
hermanos como hizo María. En Febrero damos otro paso que es Dejarse
tocar el corazón, es decir, la conversión, con el lema: “Mira que estoy a la
puerta llamando” (Ap 3,20).
En este mes de Febrero, en primer lugar, queremos dejarnos tocar el corazón
de los enfermos al celebrar la Jornada Mundial del Enfermo, que siempre
coincide con la fiesta de la Virgen de Lourdes, el día 11. Por eso, en este mes
nos centramos en la obra de misericordia corporal “Visitar a los Enfermos”.
Para la reflexión, nos vamos a servir del mensaje del papa Francisco para
esta jornada del enfermo de 2016. El Papa pone como texto de reflexión la
escena de las Bodas de Caná (Lucas 2, 1-11) con el lema: «Confiar en Jesús
misericordioso como María: “Hagan lo que Él les diga”»
4.Canto: María madre del dolor: Madre, vengo ante ti, mis hermanos
están sufriendo hoy.
5. Palabra de Dios: Juan 2, 1-11
Leemos el texto y lo comentamos sobre todo mirando la misericordia
de María y la de Jesús. El Papa nos invita a mirar en la actitud de los
sirvientes: Jesús cuenta con ellos para hacer el milagro; ¿Jesús, Dios
cuenta con nosotros para presentar la misericordia en el mundo de hoy?
¿Cómo manifestar la misericordia con los enfermos y enfermas?
6. Canto: Un día de bodas el vino faltó
7. Profundizando la reflexión
Nos dice el Papa en su Mensaje para esta Jornada del Enfermo. Y eso que
nos dice es normal y nos pasa a todos y todas: La enfermedad, sobre todo
cuando es grave, pone siempre en crisis la existencia humana y nos plantea
grandes interrogantes. La primera reacción puede ser de rebeldía: ¿Por qué
me ha sucedido precisamente a mí? Podemos sentirnos desesperados,
pensar que todo está perdido y que ya nada tiene sentido…
El Papa Francisco, en su mensaje se refiere a los enfermos, a quienes los
cuidan y a los sanos que pueden enfermarse en cualquier momento.
Primero miremos a los enfermos:
…Para nuestros seres queridos que sufren por la enfermedad pedimos en
primer lugar la salud; Jesús mismo manifestó la presencia del Reino de Dios
precisamente a través de las curaciones: «Vayan a anunciar a Juan lo que
están viendo y oyendo: los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan
limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan» (Mt 11,4-5). Pero el amor
animado por la fe hace que pidamos para ellos algo más grande que la salud
física: pedimos la paz, la serenidad de la vida que parte del corazón y que es
don de Dios, fruto del Espíritu Santo que el Padre no niega nunca a los que se
lo piden con confianza. El Papa está hablando de salud física y espiritual, pero
sobre todo que los enfermos sientan la presencia de la misericordia de Dios.
Como estamos en el año de la Misericordia y en la obra de misericordia
de Visitar a los enfermos, nos detenemos en los párrafos del Mensaje
5
Mira que estoy a la puerta llamando
que hacen referencia a esa atención, ternura y misericordia que debemos
tener con los enfermos. …En la solicitud de María se refleja la ternura de
Dios. Y esa misma ternura se hace presente también en la vida de muchas
personas que se encuentran junto a los enfermos y saben comprender sus
necesidades, aún las más ocultas, porque miran con ojos llenos de amor.
Cuántas veces una madre a la cabecera de su hijo enfermo, o un hijo que
se ocupa de su padre anciano, o un nieto que está cerca del abuelo o de la
abuela, confían su súplica en las manos de la Virgen…
…En esta Jornada Mundial del Enfermo podemos pedir a Jesús
misericordioso por la intercesión de María, Madre suya y nuestra,
que nos conceda esta disponibilidad para servir a los necesitados, y
concretamente a nuestros hermanos enfermos. A veces este servicio puede
resultar duro, pesado, pero estamos seguros de que el Señor no dejará de
transformar nuestro esfuerzo humano en algo divino. También nosotros
podemos ser manos, brazos, corazones que ayudan a Dios a realizar sus
prodigios, con frecuencia escondidos. También nosotros, sanos o enfermos,
podemos ofrecer nuestros cansancios y sufrimientos como el agua que llenó
las tinajas en las bodas de Caná y fue transformada en el mejor vino. Cada
vez que se ayuda discretamente a quien sufre, o cuando se está enfermo, se
tiene la ocasión de cargar sobre los propios hombros la cruz de cada día y de
seguir al Maestro (cf. Lc 9,23); y aun cuando el encuentro con el sufrimiento
sea siempre un misterio, Jesús nos ayuda a encontrarle sentido…
Se nos pide ser manos, brazos y corazones que transmiten la misericordia
de Dios a los enfermos. Aquí queremos tener un recuerdo especial a tantos
hermanos y hermanas que trabajan en las clínicas y dispensarios de la
Iglesia, pero de manera especial hacemos referencia de todas esas personas
que calladamente, sin que les vean, están en el ministerio de enfermos de
tantas comunidades y parroquias de nuestro país… como alguien dice: “esas
hormiguitas silenciosas” que llevan paz, tranquilidad, compañía, ternura y la
presencia de Dios a los enfermos. ¡Ustedes son portadores de la misericordia
de Dios a quienes están sufriendo enfermedad o soledad! ¡Ustedes son el
corazón abierto de la Iglesia a los enfermos y enfermas!
…A todos los que están al servicio de los enfermos y de los que sufren, les
deseo que estén animados por el ejemplo de María, Madre de la Misericordia. «La
dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, a fin de que todos podamos
descubrir la alegría de la ternura de Dios» y llevarla grabada en nuestros corazones
y en nuestros gestos. Encomendemos a la intercesión de la Virgen nuestras
ansias y tribulaciones, junto con nuestros gozos y consolaciones, y dirijamos
a ella nuestra oración, para que vuelva a nosotros sus ojos misericordiosos,
especialmente en los momentos de dolor, y nos haga dignos de contemplar hoy y
por toda la eternidad el Rostro de la misericordia, su Hijo Jesús…
La obra de misericordia “visitar a los enfermos”, está al alcance de todos y
todas. Además de las enfermedades físicas, hay otros muchos padecimientos,
los mentales, sicológicos, la soledad, la ancianidad, la desesperación… Nos
es más fácil entender a un enfermo físico que a un síquico o mental; todos
ellos necesitan de nuestra ayuda, compañía y de nuestra misericordia como
manifestación de la misericordia de Dios.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
8. Canto: Tuve hambre y me diste de comer o Con nosotros está..
9. Reflexión comunitaria
¿Tiene relación las bodas de Caná con la misericordia con los
enfermos? ¿Qué nos enseña el Papa en relación a la misericordia con los
enfermos? ¿Qué podemos hacer en lo personal y en lo comunitario para
manifestar la misericordia con los enfermos? ¿Existen en la comunidad otros
enfermos que no sean físicos? ¿Atendemos a estos otros enfermos?
10. Compromiso comunitario
Todas las personas participantes en el Encuentro nos comprometemos
a realizar la Acción Significativa del Sector y Familiar durante este mes de
visitar a algún enfermo durante esta semana. Nos repartimos de dos en dos
y ponemos día, hora y enfermo a quien visitar. No dejamos ninguna persona
enferma sin la visita de la comunidad, aunque no sean de nuestra Iglesia. Lo
hacemos con el esquema que se nos presenta para esta visita.
11. Canto: Con ustedes está y no le conocen
12. Oración Final
Nos colocamos en círculo. Hacemos unas oraciones por los enfermos de la
comunidad diciendo sus nombres, por quienes los cuidan y los visitan. Se ora de
modo especial por los enfermos de la casa donde están reunidos. Terminamos
con el Padre Nuestro el Ave María y con la Oración para el Jubileo.
ACCIÓN SIGNIFICATIVA DEL MES
Visita a los Enfermos del Sector
0. Preparación: En el sector ya
conocemos cuáles son los enfermos,
su situación de salud y las casas donde
viven. La preparación de esta visita a
los enfermos debe hacerse algunos días
antes: El agente de pastoral de la salud de
la comunidad va antes a conversar con la
familia y el enfermo o enferma para saber
si están de acuerdo en recibir la visita. No
se puede ir sin antes avisar.
Con la
alegría que nos da tu palabra salimos al encuentro y acompañamiento de los
enfermos de nuestras comunidades, siendo auténticos discípulos misioneros.
Los agentes de pastoral deben llevar preparados distintos cantos, sabiendo
cuáles cantarán con cada enfermo. Dada la gravedad de alguno de los
enfermos no se le podrá cantar nada. Si no hay las condiciones necesarias
simplemente acompañar al enfermo es suficiente. .Lo mismo sucede con las
oraciones, no pueden ser las mismas para todos los enfermos, por ejemplo,
si visitamos a enfermos que no son de nuestra Iglesia…
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Mira que estoy a la puerta llamando
El día de la actividad, la comunidad se reúne en el lugar seleccionado
para iniciar la visita a los enfermos de su Sector previamente seleccionados
y con aviso a los familiares. Si pueden llevar algún detalle.
1. Saludo a los de la casa diciendo: La paz del Señor sea en esta casa.
2. Saludo al enfermo, de forma breve, o con cantos.
3. Explicar el motivo de la visita con motivo del Día del Enfermo que
celebra toda la Iglesia:
Hemos venido a visitarle con ocasión de la Jornada Mundial del Enfermo, que
celebramos cada año el 11 de febrero, memoria de la Bienaventurada Virgen de
Lourdes. Queremos junto con el Papa Francisco y con toda la Iglesia, decirle que
estamos cerca de Usted y que el Señor le ama y con Él nosotros también le
amamos, le acompañamos, y deseamos decirle: Confíe en Jesús Misericordioso
como María cuando le dijo: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2,5).
4. Oración breve por el enfermo.
Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los enfermos
quisiste asumir nuestra condición humana, mira con piedad a N., que está
enfermo y necesita ser curado en el cuerpo y en el espíritu.
Reconfórtalo con tu poder para que levante su ánimo y pueda superar
todos sus males; y, ya que has querido asociarlo a tu Pasión redentora, haz
que confíe en la eficacia del dolor para la salvación del mundo. Tú que vives
y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
5. Lectura de la Palabra: Jn 2, 1-11
Comentario participativo si se dan las condiciones del enfermo o de la
enferma.
Luego se dice:
El Papa ha enviado un mensaje a todos los enfermos del mundo,
a sus familiares y a quienes les atienden. Vamos a leerles una parte de
este Mensaje del Papa Francisco que tiene como lema: “Confiar en Jesús
misericordioso como María: Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5) y que se
inscribe muy bien en el marco del Jubileo extraordinario de la Misericordia,
que estamos celebrando.
Cómo y con María que estaba siempre atenta a las necesidades de los
demás, como hizo en las Bodas de Caná venimos a visitarle y a compartir
con usted, para que su enfermedad, en vez de hacerle tambalear la fe sea
un camino para vivir una cercanía más estrecha con Jesús, que camina a
nuestro lado cargando con la cruz.
También María es para Usted su Madre que está cerca de usted y de
quienes lo cuidan con ojos vigilantes y compasivos, como los de su Hijo;
con un corazón maternal lleno de misericordia, como El; con unas manos
que quieren ayudar, como las manos de Jesús, que partían el pan para los
hambrientos que tocaba a los enfermos y los sanaba.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
Por eso queremos pedir al Señor que le regale su salud, la paz, la serenidad
en su dolor y que María con la dulzura de su mirada le acompañe en este Año
Santo y le haga descubrir la alegría de la ternura de Dios” (Ibid., 24).
8. Oremos por la salud del enfermo: Los presentes oran por el enfermo
encomendándolo al Señor. Recemos juntos a Ella: Dios te salve Reina y
Madre de misericordia…
9. Canciones para alegrar al enfermo, si éste lo permite.
10. Despedida en silencio o con abrazos, tanto al enfermo o enferma
como a la familia y a las personas que le atienden.
Segundo Encuentro de Evangelización
Semana del 14-20 de Febrero
Dejemos que Dios toque nuestro corazón
Ambientación: Estamos en el mes de “Dejarse
tocar el corazón”, los signos pueden ser parecidos a
los del mes anterior, que nos centrábamos en abrir
el corazón. Ponemos todo tipo de corazones por las
paredes, o en la mesa. Sería bueno poner algunos
de ellos con la flecha que lo atraviesa. También
debemos tener el lema del mes en un lugar claro.
No puede faltar un cartel con la palabra Conversión. Se puede entregar un
corazón de papel o de cualquier otro material a cada persona participante.
1. Cantos: Como siempre, recibimos a las personas con unos cantos de
acogida. En este caso pueden ser cantos del amor de Dios y de su
presencia. Cuando están todas las personas reunidas, para comenzar
hacemos como canto de entrada: Cansado del camino, sediento de ti
2. Oración: Esta oración la preside alguien de la casa donde se realiza
el Encuentro o quien lo coordina. Puede ser una oración pidiendo la
presencia de Dios. Terminamos leyendo la Oración para el Jubileo de la
Misericordia.
3, Centrando el tema
Estamos celebrando el Jubileo de la Misericordia. El pasado mes de
Enero dimos el primer paso abriendo nuestro corazón a Dios y a nuestros
hermanos como hizo María. En Febrero damos otro paso que es Dejarse
tocar el corazón, es decir, la conversión, con el lema: “Mira que estoy a la
puerta llamando” (Ap 3,20)
En este Segundo Encuentro de Febrero nos centramos en dejarse tocar
el corazón por Dios. Una mamá, cualquier mamá, tiene un bebé que está
comenzando a caminar. Lo lleva de la mano, le invita a moverse solo. Y
9
Mira que estoy a la puerta llamando
cuando lo deja para ir a hacer alguna cosa, el bebé se mueve, gatea, se
levanta agarrado a la pata de la mesa, da dos pasos y se cae, llora; hasta
que llega mamá corriendo y lo abraza, lo besa, lo tranquiliza. A la vez al
poco rato se cae, se mancha, se ensucia y cuando mamá corre hacia él, no
lo deja en el suelo porque está sucio, sino que lo abraza de igual manera, lo
sigue besando aún con su suciedad, porque necesita más consuelo en esa
situación.
Dios tiene un corazón de mamá, más mamá que nuestra mamá, y está
más cerca, nos abraza y besa más cuando más sucios estamos, cuando
más heridos nos encontramos, porque es cuando más estamos llorando y
lo necesitamos.
Canto: Querido Padre, cansado vuelvo a ti
Texto bíblico: Lucas 15, 11-32
Otra vez el hijo pródigo. No, no se trata del hijo, sino del padre, o mejor,
del Padre. Y esta parábola, tan de cuaresma, que todos los años la leemos
y reflexionamos en este tiempo litúrgico, en el año de la Misericordia será
leída, escuchada, orada y reflexionada muchas veces, ya que es la principal
parábola de la Misericordia. Siempre encontraremos elementos nuevos por
descubrir en ella. ¿Dios actúa más como papá o como mamá? Veamos
en esta parábola las características y sentimientos maternos de Dios. Los
reflexionamos entre todas las personas participantes en el encuentro.
Canto: Hoy vuelvo de lejos, de lejos. Sí me levantaré volveré junto a mi Padre.
Profundizando la Reflexión
Nos centramos sobre el abrir nuestro corazón a la misericordia de Dios.
Partimos de que somos hombres y mujeres necesitados de la misericordia
de Dios. El se compadece de mi pobreza y me recuerda cuánto valgo, qué
grande es mi dignidad. Se acuerda de que soy pequeño, me bendice, viene
a mí y me llena con su amor infinito. Su amor infinito supera mi amor. El
encuentro es entre su amor y mi miseria; Su corazón metido en mi miseria
me levanta y me hace mejor de lo que yo me siento. No hay nada que
haya podido hacer que pueda privarme de su amor, esa es la verdadera
misericordia. Un amor que llena, que no me lo he ganado, que supera
todo lo esperado por mí. Por eso es necesario tener el corazón abierto a la
misericordia de Dios que muchas veces no entendemos ni aceptamos.
Nuestra vida es gratuidad: Dios actúa misteriosamente en mis aciertos y
mis errores; en mis alegrías y mis fracasos; en mis logros y mis heridas; en mi
pecado y mis dones; me sostiene y me recuerda cuánto valgo. Dios está en mis
buenas obras y en mis faltas. En mi pecado me abraza siempre emocionado,
como en la parábola del Padre bueno que hemos leído antes. Quiere recodarme
que soy su hijo, que valgo mucho. Pero yo no acabo de comprender que pueda
estar allí donde más le niego, donde más me alejo de Él.
Él permanece en mi alma cuando huyo. Nos dice el Papa Francisco en su
Bula: «Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Ante el mal cometido,
10
Plan de Pastoral - Febrero 2016
incluso crímenes graves, es el momento de escuchar el llanto de todas las
personas inocentes depredadas de los bienes, la dignidad, los afectos, la
vida misma. Permanecer en el camino del mal es solo fuente de desilusión
y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto. Dios no se cansa de
tender la mano». Dios me ofrece su misericordia en mi pecado.
Siempre lo hace, de forma especial en este año. Sé que su corazón está
puesto en mi miseria y ahí me salva. A veces me gustaría borrar de mi historia
mis caídas, mis pecados, mis debilidades. Algunos pecados van conmigo
siempre y se repiten continuamente. Vuelvo a recordarlos y sufro. Vuelvo
a pecar en lo mismo y me molesta por no poder superarlo. Me arrepiento,
quiero no pecar nunca más; y vuelvo a caer, sigo pecando. Pero Dios me
perdona y ya lo olvida todo. Yo no olvido, yo lo recuerdo continuamente con
vergüenza. ¡Me cuesta tanto creer en su misericordia cuando me siento tan
impuro y pecador!
Dios solo quiere que me presente delante de Él tal como soy, sin miedo,
sin vergüenza; debo abrir el corazón a la salvación y a la conversión. Jesús
ya murió por mí, por todos mis pecados. Mi pecado ya estaba clavado en su
cruz y me ha perdonado por ello. Ahora, Dios me espera. En el pecado se
me brinda la oportunidad de experimentar más el amor de Dios. Está claro
que Dios no quiere mi pecado, no desea mi desobediencia; me quiere fiel,
me quiere sano. Pero si me arrepiento, el pecado puede ser el mejor camino
para conocer su misericordia.
Dios no quiere lo que me hace daño, el pecado o la enfermedad, pero
nunca deja de amarme, en el pecado también me abraza y me ama con
ternura. Depende de si acudo a Él arrepentido cuando peco o fallo. Pedir
y recibir perdón es tocar el corazón de Dios misericordioso. Es verdad que
no desea mi pecado, pero no hay nada que le pueda conmover más que
cuando llego hasta Él derrotado, necesitado, arrepentido y confesando mi
debilidad. Solo Él es capaz de sacar de mi pecado algo bueno. Amor solo se
paga con amor, por eso es necesario convertirse por amor, esforzarse por
dejar el mal y el pecado para demostrar que también queremos amar a Dios.
Pongamos dos ejemplos contados por Jesús: En el templo, se acercan
dos hombres a Dios, un publicano y un fariseo (Lucas 18,9-14). Los dos
pecaron: el publicano por la vida que llevaba; el fariseo por su orgullo y dureza
de corazón, pecó porque pensaba que no tenía nada de qué arrepentirse,
porque se creía perfecto. Solo uno de los dos fue escuchado porque pidió
perdón y se sintió sucio y frágil. Dios se conmovió y lo abrazó. El otro volvió
a casa satisfecho, pensando que era mejor que muchos hombres, pero sin
ser perdonado. Dios mira el corazón.
El otro es el ejemplo es el de la parábola de este Encuentro, la del Padre
bueno (Lucas 15, 11-32). En esta parábola los dos hijos pecaron. El pequeño
por egoísmo, deslealtad, inmoralidad. El mayor por envidia, soberbia, por
desear el mal de su hermano y no alegrarse por su bien. Solo uno pidió perdón
y conoció el corazón del padre de verdad. Volvió arrepentido a casa, humillado,
herido. El otro ni siquiera pensó que había pecado, solo vio el pecado de su
hermano. Solo uno conoció la misericordia del padre, el otro quedó en su
pecado aislado. Solo para uno el pecado fue motivo de alegría y la oportunidad
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Mira que estoy a la puerta llamando
para conocer a su Padre. Solo pudo el padre perdonar a uno de los dos, al
otro no pudo porque no se dejó. Dios no quiere nuestro pecado, porque nos
aísla como en el caso del hijo mayor, nos aleja como pasó con el menor. Pero
nos ama más cuando llegamos derrotados pidiendo ayuda. Su abrazo nos da
más fuerzas para no pecar, para amar más, para volver a empezar cuando
volvemos a tocar la alegría de Dios, la alegría de su perdón. El abrazo de Dios
es una fiesta, nos abre el corazón y nos prepara para amar más. Abramos
nuestro corazón a la misericordia de Dios abriéndonos a la conversión.
Canto: Perdónanos nuestra culpas, Señor pedimos perdón.
Reflexión comunitaria
¿Qué entendemos por dejarme tocar el corazón? ¿Estamos abiertos
a la presencia y el amor de Dios? ¿Qué es la conversión? ¿Qué relación
existe entre la conversión y la misericordia? ¿A qué o a quién me tengo que
convertir? ¿Cómo puedo o podemos hacer esa conversión?
Canto: Yo siento, Señor, que tú me amas.
Oración final: Todos se colocan en círculo. En este momento se puede
entonar un canto pidiendo misericordia. Luego, se puede pasar la Cruz o
una imagen del Señor y cada uno lo coloca en su corazón y pide al Señor
que lo toque en lo más profundo de su corazón. Se puede cantar un canto
pidiendo la transformación de su corazón en corazón misericordioso. Se
termina con el Padre nuestro, Ave María y la Oración del Papa para el
Jubileo de la Misericordia. Al final todos se dan un abrazo expresando al
otro la misericordia del Señor para cada uno.
Tercer Encuentro de Evangelización
Semana 22- 27 de Febrero
Dejarse tocar el corazón por Dios en la política
Ambientación: Este encuentro se realizará
en una fecha cercana al día 27, se puede
invitar a los políticos del sector. En el lugar
de la reunión debemos tener una bandera y
todos los demás signos patrios, bien sea en
la pared o en la mesa. En la misma mesa se
coloca la Biblia y los periódicos del día. No
pueden faltar los carteles con el valor del mes
y el título de este Encuentro. Se pude dar a cada participante una pequeña
bandera de nuestra patria.
1.Cantos: Recibimos a los participantes con canciones que nos hablen de
la patria y que son típicas de nuestro país. Para comenzar el Encuentro
se puede cantar el Himno Nacional
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
2.Oración: Invocamos el Espíritu Santo sobre nosotros. Se reza juntos el
Salmo 137 (136).
3. Centrando el tema
El 27 de este mes celebramos el Día de la Independencia; además,
estamos en un año de elecciones. Es bueno que iniciemos este Encuentro
contestándonos estas preguntas:
• ¿Los cristianos debemos hablar, entender, colaborar y meternos en
política?
• ¿La política es mala?
• ¿Qué te parece esta frase del gran Obispo Helder Cámara: “No hay peor
actuación política que la del que dice que él no se mete en política”
4. Canto: El amor es nuestro canto
5. Palabra de Dios: Jueces 9,7-17
Este texto es una parábola sobre la política, y también sobre la actuación
de los ciudadanos en política. Tratemos de aplicarla a nuestra vida y a la
vida de la República Dominicana. Entre todas las personas participantes
damos nuestras ideas y la aplicación a nuestra realidad.
• ¿En el texto, podemos ver la actuación de comodidad de quienes son o
nos decimos buenos y no asumimos responsabilidades?
• ¿Se elige a los mejores o a los peores?
• Las zarzas tienes espinos, ¿qué nos dice la parábola con hacer rey y jefe
a quien tiene espinos?
6. Canto: Somos un pueblo que camina
7. Profundizando en la reflexión
Recordemos una idea que ya aparecía en la Guía del mes pasado, de
enero: la misericordia individual llega a una o unas pocas personas; la
misericordia social llega a un grupo de personas; la misericordia política
debe abarcar a todas las personas del país. Por eso es necesario que el
cristiano o cristiana comprometido tome conciencia de su deber de meterse
en política, porque todas las actuaciones tienen que ver con la marcha de la
“polis”, del campo, del barrio, la ciudad, y el país. ´(Mons. Hélder Cámara).
¿La política es mala? La política es necesaria para hacer funcionar el
país y el mundo. La política la hacen mala las malas actuaciones de los
políticos, los malos políticos y también la actuación de quienes dejan que los
malos políticos sigan en puestos de poder y que hagan lo que les apetezca.
Para poder entrar en las reflexiones sobre política en nuestros
Encuentros nos centraremos principalmente en la Doctrina Social de la
Iglesia. La Conferencia del Episcopado Dominicano publicó, en la segunda
mitad del año pasado, un librito titulado Principios del buen gobernar.
Recomendaríamos a los católicos pudieran conseguirlo, leerlo y reflexionarlo.
De ese libro copiamos la reflexión de hoy; la sacamos de las páginas 78 a
la 82, en el apartado titulado “Fe y compromiso político”tomado del Mensaje
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Mira que estoy a la puerta llamando
“El valor de la vida política”, con motivo al día de la Independencia Nacional,
27 de febrero 2014, #7-52.
Siguiendo el pensamiento de Chenu sobre la caridad o amor al prójimo,
que es la cumbre y cima de la fe, hay que destacar que es ésta la que
fundamenta, motiva y da sentido al compromiso político. Pero es bueno
aclarar de inmediato, que ni la fe, ni la Biblia, nos dan fórmulas concretas de
política, sino que nos inspiran y nos urgen para el compromiso y la acción
en favor de la justicia, la paz, la convivencia y el desarrollo de las personas
y de los pueblos.
…La fe es un compromiso, una respuesta que se expresa en la práctica
de la justicia, de la solidaridad, del anuncio de la buena nueva que libera
y de la denuncia de cualquier tipo de opresión. Un cristiano por el hecho
de serlo debe comprometerse con la justicia y el bienestar social; pero
sin olvidar que la fe trasciende la política. El Evangelio ofrece al cristiano
criterios de orientación e inspiración para trabajar en la justicia social y la
dignidad, a favor de las mayorías pobres y necesitadas. Esa participación o
militancia cristiana de los fieles laicos en la vida política exige preparación,
competencia, conocimiento de la realidad social y una espiritualidad sólida
para no buscar sus propios intereses sino el bien de todos.
… ahí están por ejemplo las palabras de León XIII que exhortaba a los
fieles diciéndoles: “no querer tomar parte alguna en la vida pública sería tan
reprensible como no querer prestar ayuda al bien común”. Pero la exhortación
más contundente y clara acerca del compromiso político de los cristianos
nos lo da el Concilio Vaticano II cuando afirma: “quienes son o pueden llegar
a ser capaces de ejercer ese arte tan difícil y tan noble que es la política,
prepárense para ella y procuren ejercitarla con olvido del propio interés y de
toda ganancia venal. Luchen con integridad moral y con prudencia contra
la injusticia y la opresión, contra la intolerancia y el absolutismo de un solo
hombre o de un solo partido político; conságrense con sinceridad y rectitud,
más aún, con caridad y fortaleza política, al servicio de todos”.
…Esa participación tiene que darse en distintos niveles: no todos están
llamados a esta noble tarea como vocación u oficio; es decir, a dedicarse a
tiempo completo a ese ministerio; los que están llamados deben prepararse
para ejercer cargos públicos; pero sí, es bueno hacernos conscientes de que
todos estamos llamados al sufragio libre para elegir a hombres y mujeres
serios y responsables que administren con ética y pulcritud los bienes que
pertenecen a todos. Y al mismo tiempo, como ciudadanos, mantenernos
vigilantes para que aquellos a quienes les hemos delegado la autoridad
política la ejerzan apegados a las leyes y a los principios éticos.
Está demás decir, que si bien todos hemos de participar en la vida
política, no todos estamos llamados a hacerlo desde la política partidista.
Los miembros jerárquicos de la Iglesia y los consagrados y consagradas,
por su misión evangelizadora y estar llamados a ser signo de unidad entre
los cristianos, habrán de abstenerse de la acción partidaria, no así el resto
de los fieles de la Iglesia.
Por otra parte, es bueno advertir y hacer conscientes a los cristianos que
entran a la vida política, que ésta tiene dos grandes tentaciones:
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
a) El poder, que siendo un servicio, tiende a corromper. Si analizamos
nuestra vida democrática de los últimos 50 años, nos daremos cuenta
que la corrupción se ha hecho presente en casi todos los gobiernos
que hemos tenido.
b) Los políticos, en las distintas esferas políticas y sociales, están
siempre amenazados por lo que llamamos “la erótica del poder”; eso
quiere decir, que lo que es un medio para servir, se puede convertir
en un fin para provecho personal.
Esa tentación ha sido una constante en casi todos los gobiernos; ahí
está el clientelismo político que ha sustituido la verdadera esencia de lo que
debe ser la política como ciencia; ese espíritu mesiánico que le ha entrado
a más de uno, que le lleva a pensar que “no hay nadie más que pueda
sustituirme”, de ahí el fantasma de la reelección y el consabido derroche de
los recursos del Estado para tal fin. Es ese, un impulso cuasi instintivo de
querer perpetuarse en el poder a como dé lugar, sumándose a lo que decía
Sancho antes de empezar a gobernar la Ínsula Barataria: “es bueno mandar,
aunque sea a un hato de ganado”.
Las tentaciones políticas llevan a desconocer la relación que debe existir
entre la ética y la política; y algunos lo justifican basándose en el “realismo
político” que sostiene que sería legítimo recurrir a cualquier medio con tal
de alcanzar los objetivos fijados; de ahí la doble moral de muchos que
están convencidos que hay una ética “especial” para la política, distinta a
la ética que debe regir a todos; colocándose por encima del bien y del mal.
Se sienten seguidores de Maquiavelo, quien planteó con la mayor crudeza:
“Por ello es necesario que un Príncipe, que quiere mantenerse aprenda a
poder no ser bueno”.
Contra esta mentalidad decía magistralmente el Beato Juan Pablo II,
en el Jubileo con los Gobernantes: “no se puede justificar un pragmatismo
que, también respecto a los valores esenciales y básicos de la vida social,
reduzca la política a pura mediación de los intereses o, aún peor, a una
cuestión de demagogia o de cálculos electorales. Si el derecho no puede y
no debe cubrir todo el ámbito de la ley moral, se debe también recordar que
no puede ir “contra” la ley moral”.
Esa manera de concebir la política es muy grave y penosamente es el
principio que norma a muchos políticos, ya que según estos “el fin justifica
los medios”; de ahí que la Iglesia insista tanto a los cristianos, que deben
participar en la vida política, pero hacerlo con conciencia de ir a servir y a
buscar el bien común, respetando los principios y los valores éticos, de ese
modo puedan dar aportes significativos y devolver el lado positivo a la misma
política.
Se contribuye también a quitar esa impresión de que la política es algo
sucio y un oficio para los perversos, echar a un lado lo que dice el filósofo
Charles Péguy que “la única manera de conservar las manos bien limpias
es no tener manos”; a lo que responde muy bien el teólogo Caffarena que
“no tener manos es el modo de ser sucio, cómplice por omisión de toda la
suciedad de este mundo”.
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Mira que estoy a la puerta llamando
8. Compartamos entre nosotros esta reflexión:
• ¿Cómo se relaciona este texto de nuestros Obispos sobre la política y lo
que hemos leído del libro de los Jueces?
• ¿Podemos seguir diciendo que la política es mala y quedarnos tranquilos?
• ¿A qué nos compromete esta reflexión de hoy?
9.Canto: Queremos construir un ciudad en paz.
10.Oremos por nuestra Patria: Todos se colocan en círculo. La bandera
se coloca en el centro. Luego, se va pasando de mano en mano y cada
uno hace una oración por la política en nuestra patria. A cada petición
respondemos: “Señor, que se me pegue la lengua al paladar si no trabajo
a favor de mi patria”. Se concluye con el Padre Nuestro y Ave María y con
el canto del Himno Nacional.
11. Canto final.
Pregón Cuaresmal 2016
Vivamos intensamente en esta Cuaresma
el Jubileo de la misericordia
Les presentamos el Pregón de
Cuaresma 2016 con el que anunciamos la
marca, el color y el sabor que, siguiendo
nuestro Plan Nacional de Pastoral, está
llamada a tener nuestra Cuaresma del
Jubileo de la Misericordia. Nos hemos
inspirado en la Bula del Papa Francisco.
El Pregón puede utilizarse en el
Domingo Primero de Cuaresma antes de
todas las Celebraciones; al inicio de un Retiro o de una reunión comunitaria.
Puede ser proclamado en las Escuelas y Colegios y en las diferentes
instituciones propias.
Para que pueda lograrse el objetivo este Pregón debe ser bien preparado
con un buen ensayo; con sonido adecuado, con gestos teatrales, con
vestiduras especiales y con toda creatividad posible para que impacte.
• Uno desde atrás con voz fuerte: Ha llegado la Cuaresma, la Cuaresma,
la Cuaresma
• Otra desde otro lado: Tiempo de preparación para la Pascua del Señor
Resucitado
• Otro desde adelante: Momento fuerte para celebrar y experimentar la
misericordia de Dios.
• Una mujer: Momento privilegiado en este Año en el que el Padre ha abierto
de par en par la puerta de su corazón misericordioso
• TODOS: Misericordiosos como el Padre compartamos como
hermanos
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
• Una mujer: Tres son los medios para transitar este camino cuaresmal: la
oración, el ayuno y la caridad
• Un hombre: Tiempo para tener los ojos fijos en Jesús, rostro de la
misericordia del Padre con nosotros.
• Jóvenes: Que se revela cuando los cristianos, miramos con amor fraterno
a los hermanos.
• Hombre: Cuaresma es un tiempo para escuchar y descubrir a Jesús
misericordioso
• Mujer: “Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas
en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso
del Padre!
• TODOS: Aprenderemos con el Profeta Miqueas que El es un Dios que
cancelas la iniquidad y perdonas el pecado, pues ama la misericordia y
que destruye sus culpas y arrojará en el fondo del mar todos nuestros
pecados.
• Muchachas: El tiene su corazón abierto que siempre nos perdona, y
espera: que dejemos la ruta y el camino al revés.
• Muchachos: El Papa nos invita a meditar con mayor atención las páginas
del profeta Isaías 58,6-11.
• Adultos: « Este es el ayuno que yo deseo: soltar las cadenas injustas, desatar
los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos
• TODOS: compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin
techo; cubrir al que veas desnudo y no abandonar a tus semejantes.
• Un hombre: Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la
palabra maligna; si partes tu pan con el hambriento y sacias al afligido
de corazón, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como al
mediodía.
• Una mujer: Entonces, tú serás como un jardín bien regado, como una
vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan » (58,6-11).
• TODOS: Aprovechemos la Cuaresma para entregar a Dios Padre, el
corazón por medio de su Hijo, que muere por nosotros y que a cada
uno nos está pidiendo sincera conversión.
• Hombre: Acerquémonos al Sacramento de Reconciliación que nos permite
experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia.
• Mujer: Así quedamos limpios y renovados por esa fuente de verdadera
paz interior.
• TODOS: Y llegaremos vestidos de fiesta a la Pascua del Señor
• Hombre: En esta Cuaresma y todo el Año Santo es tiempo de peregrinación
porque la vida es una peregrinación
• Mujer: y el ser humano es un peregrino que recorre su camino hasta
alcanzar la meta que es Dios.
• Hombres: El Señor Jesús nos indica las etapas de la peregrinación:
« No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados;
perdonen y serán perdonados.
• Mujeres: “Den y se les dará: una medida buena, apretada, remecida,
rebosante pondrán en el pliegue de sus vestidos. Porque serán medidos
con la medida que midan »
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Mira que estoy a la puerta llamando
• TODOS: Si no queremos incurrir en el juicio de Dios, no nos
convirtamos en jueces del propio hermano.
• Jóvenes: Seamos instrumentos del perdón, porque hemos sido los
primeros en haberlo recibido de Dios.
• Adultos: Seamos generosos con todos sabiendo que también Dios
dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad.
• Todos: En Cuaresma y siempre: MISERICORDIOSOS COMO EL
PADRE COMPARTAMOS COMO HERMANOS
• Ellos: AMEN.
• Ellas: AMEN.
• Todos: AMÉN.
Retiro de Cuaresma
Las Direcciones de la Misericordia
Dejémonos tocar el corazón por la Misericordia de Dios
Orientaciones para el Retiro:
Retiro es retiro. No se trata de una convivencia,
de un pasadía, de unos ratos de reunión comunitaria
para estudiar un tema. Retiro es retiro, es decir,
retirarse de la vida normal para reflexionar y orar
sobre la vida normal y diaria, de manera que cambie
nuestra vida de cada día a mejor, a mucho mejor.
Cada comunidad lo realizará como considere
más conveniente, pero proponemos el retiro de
Cuaresma 2016 como un día entero de reflexión.
Se sugiere un lugar “retirado”, de silencio, tranquilo,
sin ruidos ni distracciones. Todos los aspectos de este material, o del que
deseemos utilizar, lecturas de la Palabra de Dios, reflexiones, cantos,
música, silencio, dinámicas, etc., son parte del retiro y se deben integrar
de manera que ayuden a crear el ambiente apropiado para aprovechar el
tiempo de manera personal. También puede realizarse en cinco noches de
una misma semana. Pero también debe tener el aspecto de estar retirados.
Este retiro se va a centrar en el tema de la Misericordia partiendo de la
Palabra de Dios y de las reflexiones de nuestro papa Francisco. Consta de
cinco partes y un tiempo de oración inicial.
El lugar debe estar ambientado con sobriedad, sin muchos adornos. Se
puede realizar en una capilla o iglesia; si se hace en un salón o casa, se puede
poner un altar con una cruz grande, unas velas, y un cartel que podía decir algo
parecido a esto: Dejémonos tocar el corazón por la Misericordia de Dios;
o el lema del año: “Misericordiosos como el Padre, compartamos como
hermanos”.
Al inicio de cada parte de la celebración, en un lugar visible para todas
las personas participantes, ponemos una cartulina con el dibujo que
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
iremos presentando en esta Guía y que corresponderá a cada una de las
direcciones de la Misericordia.
Todas las personas participantes deben llevar su Biblia y también esta
Guía del mes de febrero, ya que habrá algunos textos y comentarios que
deben ser leídos y reflexionados en particular. Si es posible cada persona
lleva la Bula del Año de la Misericordia y la encíclica sobre la ecología,
Laudato sí.
Es necesario crear un Equipo de Retiro. Se encargará de llevarlo
muy preparado, sabiendo qué parte le toca a cada persona, y que todos
tengan sus funciones organizadas. Si queremos que el Retiro funcione,
se necesita que la logística no se improvise. Cada comunidad sabe con
qué personal puede contar. Es necesario que este Equipo tenga más de
una reunión organizativa. No olvidemos hacer la invitación y propaganda
con mucho tiempo de antelación. El Equipo organizativo es quien debe
marcar las pautas, aquí sólo les proporcionamos ideas y material para
poder realizarlo; el modo dependerá de cada comunidad y de ese Equipo
organizador.
Sugerencias de cantos para todo el retiro: Ponemos una lista larga
de cantos sugeridos para el retiro. El Equipo organizador sabrá cuáles
elegir, dónde y cuándo colocarlos. Además se buscan otros cantos que
hagan referencia al tema y que los sepa la comunidad.
Si miro al cielo y miro al mar. / Amar es darse a todos los hermanos.
El Señor, el Señor está aquí./Salmo 120: Levanto mis ojos a los montes.
/Yo siento, Señor, que tú me amas./Mi alma glorifica al Señor mi Dios/
Todo mi ser canta hoy por las cosas que hay en mí. /Cuanto he esperado
este momento./Sumérgeme: Cansado del camino, sediento de ti./ Danos
un corazón grande para amar. / Salmo 122: A ti levanto mis ojos./Con
nosotros está y no le conocemos/Eran cien ovejas que un pastor tenía./ Hoy
vuelvo de lejos, de lejos./ Querido Padre, cansado vuelvo a ti./ Perdónanos
nuestras culpas, Señor pedimos perdón./ Volveré, volveré, a la casa del
Padre volveré./ Ilumíname, Señor, con tu Espíritu./ Ven Espíritu de Dios
sobre mí, me abro a tu presencia./ Quiero ser, oh Señor, instrumento de tu
paz./ Vengo ante ti, Señor, reconociendo mi culpa./ Canto de las criaturas
de san Francisco: Alabado seas mi Señor.
1. Cantos de ambientación: En un aparato de música, reproducimos una
serie de canciones sobre la presencia de Dios, su amor y el Espíritu
Santo. Será como una ambientación y preparación del retiro.
2. Introducción general para el retiro
Ponemos el retiro de Cuaresma 2016 sobre la Misericordia porque el
papa Francisco quiere una cuaresma dedicada a reflexionar, orar, recibir y
compartir la Misericordia.
Nos dice el papa en el número 17 de su Bula sobre el año Jubilar de
la Misericordia: La Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor
intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia
de Dios. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas
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Mira que estoy a la puerta llamando
en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del
Padre!
Y como nos dice en el número 25: En este Jubileo dejémonos sorprender
por Dios. Esperamos y deseamos que este retiro sea una nueva sorpresa
de Dios en nuestra vida, para ello pongamos la parte que nos corresponde.
3. Oración inicial
Si el retiro es de todo el día, comienza con un tiempo de oración lo
suficientemente largo como para ponernos en ambiente de retiro, oración y
misericordia. Para ello tenemos muchas opciones:
• Uno o dos cantos de la misericordia.
• Una invocación del Espíritu Santo.
• Se hace la proclamación de la parábola de la oveja perdida, Lc 15,110.
• Se puede rezar el salmo 136, respondiendo porque es eterna su
misericordia…
Primera parte
El Señor es paciente y misericordioso
4. Motivación para la reflexión
Desde la teología sabemos que la misericordia de Dios es uno de sus
atributos. Esto lo sacamos de la Biblia, ya que en la Palabra aparece Dios
Misericordioso tantas veces, que hasta termina siendo un nombre propio de
Dios; los judíos, que no podían pronunciar el nombre de Dios, en ocasiones
lo llaman “el Misericordioso” y todo el pueblo sabe a quién se refiere. Dios
es misericordioso, Dios es la Misericordia. ¿A dónde, a quién se dirige esa
misericordia? Nuestro retiro se titula las Direcciones de la Misericordia.
Pues bien, la primera dirección de esa misericordia es hacia mí. ¡Sí, hacia
mi propia persona! Dios me ama, Dios me quiere, Dios es misericordioso
conmigo. La primera dirección de la misericordia es la Vertical bajando,
de Dios hacia mí.
Hasta el mismo diccionario, cuando define la palabra
misericordia, una de sus acepciones dice: Atributo de Dios, en
cuya virtud, sin sentir tristeza o compasión por los pecados y
miserias de sus criaturas los perdona y remedia .esa criatura
soy yo, es a mí a quien mira con corazón misericordioso.
Hablando de este atributo de Dios, el papa Francisco en
la Bula del año de la misericordia, en su número 9 nos dice:
En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la
naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta
tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión
y la misericordia. Conocemos estas parábolas; tres en particular: la de la
oveja perdida y de la moneda extraviada, y la del padre y los dos hijos (cfrLc
15,1-32). En estas parábolas, Dios es presentado siempre lleno de alegría,
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
sobre todo cuando perdona. En ellas encontramos el núcleo del Evangelio
y de nuestra fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo
vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón…. Como
se puede notar, la misericordia en la Sagrada Escritura es la palabra clave
para indicar el actuar de Dios hacia nosotros. Él no se limita a afirmar su
amor, sino que lo hace visible y tangible. El amor, después de todo, nunca
podrá ser una palabra abstracta. Por su misma naturaleza es vida concreta:
intenciones, actitudes, comportamientos que se verifican en el vivir cotidiano.
La misericordia de Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente
responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados
de alegría y serenos….
Es tiempo de dejarnos tocar el corazón por el corazón misericordioso de
Dios. Mi debilidad es su debilidad por mí. Mi pequeñez y limitación es motivo
de su ternura. Dios sonríe ante mis imperfecciones, mis incapacidades, sólo
desea que le pida ayuda. Mis heridas para Él son mi mayor tesoro, porque
me hacen necesitado de amor, y “felices los que sufren…”. Me cura, me
unge. Mi pobreza, a veces llena de buenos propósitos, es el lugar donde
quiere entrar. La misericordia de Dios se derrama en esta Cuaresma. Dios
toma mi pobreza. Y no solo tiene misericordia de mis heridas, mis dolores
y tristezas, la tiene sobre todo de mis pecados. Debemos convencernos de
esto. Me abraza en mi pecado. Eso es la misericordia.
Nos vamos a un tiempo largo de reflexión personal. Con los textos bíblicos
presentados, con lo leído del Papa, con nuestra propia experiencia, es
necesario pasar un tiempo sintiendo y reconociendo la gran misericordia
de Dios conmigo. Cada quien puede usar el sistema que considere más
conveniente para su reflexión pero para intentar ayudar ponemos unas
preguntas y sugerencias.
¿Dios ha sido misericordioso conmigo? ¿Cuándo he sentido la misericordia
de Dios en mi vida? ¿Cuándo no la he sentido? Leo los textos bíblicos, todos
a algunos, y los voy reflexionando y haciendo oración. ¿Qué puedo hacer
para estar atento o atenta a esa misericordia de Dios que es eterna? En
este tiempo de silencio dejo que el Señor venga hasta mí, experimento su
presencia y su misericordia en mi vida, aquí, ahora
MV 25.- Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para
repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida.
No seamos egoístas, allí donde hasta ahora he dicho yo, debo decir
nosotros, como esas últimas palabras del texto del Papa. No soy amado por
Dios yo solo, sino toda la humanidad. Y eso nos hace ser hermanos, fraternos.
5. Reflexión personal
Nos vamos a un tiempo de silencio personal orando con estos textos
bíblicos: Éxodo 22,26; Isaías 49,14-15; Jonás 4,2; Nehemías 9, 17. 31; Salmo
145,8; Salmo 103,8; Salmo 86,15; 1 Pedro 1,3; Romanos 5,8;Colosenses
1,12-13; …
Puedo releer lo que nos dice el Papa. Recuerda en silencio desde lo más
profundo de tu corazón: Dios está conmigo, me ama con locura, desde toda
la eternidad pensó en mí, en mi nombre, en que valgo mucho… Luego, cada
21
Mira que estoy a la puerta llamando
uno hace una lista de hechos que Dios ha manifestado su misericordia por
nuestra patria dominicana, nuestra Iglesia y nuestra familia.
6. Reflexión comunitaria
Pasado el tiempo fijado para la parte personal, nos reunimos en grupo y
hacemos una presentación de algunas de nuestras reflexiones. No es una
puesta en común, no es presentar un testimonio de vida, sino de manera
breve exponemos algo de nuestra meditación para ayudar a las demás
personas a sentirse amadas por el corazón misericordioso de Dios. Dejemos
tocar nuestro corazón por el corazón de Dios.
7. Final de la primera parte
Terminado el tiempo dedicado a esta parte comunitaria, se hace una
oración de acción de gracias por toda la misericordia que ha tenido con
nosotros. Luego, se entona un canto que nos hable del amor y la misericordia
de Dios con nosotros. Se termina recitando en comunidad el salmo 136. Es
un salmo que debemos orar y sentir su contenido, su eterna misericordia.
Segunda parte
Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mt 22,38)
8. Motivación para la reflexión
Mateo 22,37-38: “Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento,
el primero. Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Este pedacito de la Biblia tan repetido tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento, hoy lo miramos en la última parte, en el “como a ti mismo”.
Eta dimensión de la misericordia está en el centro, es
una dimensión centrada de la misericordia, es decir,
no va ni para arriba ni para los lados, a lo sumo va hacia
el interior de nosotros mimos. Reflexionamos sobre si soy
misericordioso o misericordiosa conmigo, con mi propia
persona.
Esta parte nos cuesta entenderla, y también vivirla. Debemos distinguir
egoísmo de amor y misericordia consigo mismo, que son dos actitudes
opuestas. Egoísta es la persona que tiene unas actitudes centradas en sí
misma, se pone como el centro de todo y deja de lado las preocupaciones
y situaciones de las demás personas. Todo lo hace de acuerdo a su propia
conveniencia y pone su bien por encima del de los demás. Normalmente la
persona egoísta no se valora a sí misma, y usa su egoísmo para disimular
su incapacidad de amar.
Por el contrario, amarse a sí mismo, ser misericordioso con su propia
persona es un mandato de Dios, que lo repite muchas veces en la Biblia;
“como a ti mismo” es un punto de comparación: no podemos dar a los demás
lo que no tenemos; no podemos amar a Dios ni amor a los demás si no nos
amamos a nosotros mismos.
22
Plan de Pastoral - Febrero 2016
Tristemente, hay personas que se odian a sí mismas; no se autovaloran;
se autorecriminan; se desprecian; no se perdonan haber fallado y no creen
que Dios les ha perdonado o caen en escrúpulos creyendo que todo es
pecado. No es difícil odiarse a sí mismo, hay muchas personas que viven
en contradicción consigo mismas. Su rencor a sus propias personas, su
incapacidad de aceptarse y de reconciliarse consigo mismas, queda muy
lejos de la “auto – negación” pretendida por el Señor. Quien no se ama a sí
mismo no puede amar a su prójimo ni a Dios; quien no se ama a sí mismo
no puede seguir al Señor.
Es necesario aceptarse, quererse, tener misericordia y perdonarse a sí
mismo para poder abrirse a los demás. Todas las personas tenemos nuestras
propias situaciones, miedos, recuerdos, heridas… es necesario aceptarnos
como somos y de ahí querernos más, tener misericordia y perdonarnos.
Cada vez que le damos vueltas a nuestras heridas personales, las
estamos haciendo más grandes, no nos queremos, sino que nos tenemos
lástima en vez de misericordia. Si Dios me quiere, y me quiere tanto con
misericordia eterna, si me quiere hasta entregar a su Hijo, y Éste hasta dar
su vida para salvarme ¿por qué no me quiero yo? Si Dios es misericordioso
conmigo ¿por qué no lo soy yo también? Si Dios me perdona, ¿por qué no
me perdono yo?
El Papa en la Bula, en el número 13, nos dice: Queremos vivir este
Año Jubilar a la luz de la palabra del Señor: Misericordiosos como el Padre.
El evangelista refiere la enseñanza de Jesús: «Sean misericordiosos, como
el Padre de ustedes es misericordioso» (Lc 6,36). Es un programa de vida
tan comprometedor como rico de alegría y de paz. El imperativo de Jesús se
dirige a cuantos escuchan su voz (cfrLc 6,27).
Tengo que pedirle a Dios que me ayude a mirar con misericordia mi vida.
Que me cambie la mirada. Que me enseñe a no juzgarme, a no condenarme
tan fácilmente por lo que no he hecho, por lo que he hecho mal. Así mira
Dios mi vida. Se alegra al contemplar mi pasado y mi presente. Sueña con
mi futuro. ¡A veces somos tan duros con nosotros mismos! ¡Nos falta tanta
misericordia! No tenemos misericordia en nuestras caídas y a veces ni de
nuestras victorias. Cuando me miro con misericordia, puedo mirar a otros
con paciencia y amor. Vivimos infelices muy a menudo exigiéndole a la vida,
exigiéndonos a nosotros mismos lo que no podemos dar. Nos frustramos
una y otra vez con el mundo, con nosotros mismos. Para Dios mi vida es el
camino más bonito, más pleno y más lleno de posibilidades, es mi camino.
Así debería yo mirar mi vida. Me gustaría que mi corazón se pareciera cada
vez más al de Dios. El corazón de Dios es, ante todo, misericordioso. Antes
que nada es un corazón lleno de misericordia. ¿Y el mío?
9. Reflexión personal
Además de los textos ya citados, además de las preguntas ya puestas,
ahora, en veinte minutos de silencio hago mi reflexión personal. Ayudamos
con otros textos y preguntas: Recordando las parábolas de la misericordia
(elijo una de las tres del capítulo 15 de Lucas), me sitúo, la oveja perdida, el
hijo pródigo y la moneda perdida soy yo, y me pregunto:
23
Mira que estoy a la puerta llamando
•
•
•
•
•
¿qué hace Dios por mí y conmigo?
¿Me quiero, me acepto, me respeto o soy egoísta?
¿Qué puedo y voy a hacer conmigo? ¿Qué me tengo que perdonar?
¿Qué heridas debo sanar en mí?
¿Qué tan importante soy para mí mismo, para mí misma?
También puedo utilizar el salmo 8 para reflexionar sobre la importancia que
me ha dado Dios, y así tener misericordia de mí mismo. Luego, hago una lista
de la gran misericordia que Dios ha tenido conmigo a lo largo de la vida.
10. Reflexión comunitaria
Compartimos en este momento entre nosotros en qué a veces no soy
misericordioso conmigo mismo y comparto mi lista de la misericordia que
Dios ha tenido conmigo.
11. Final de la segunda parte
En este momento hacemos una oración de sanación interior. El que
desee que oren por él o ella se pone en el centro del grupo y todos piden por
su liberación, Se hace un canto de liberación interior y luego se concluye con
esta oración del P. Emiliano:
Cambia mi corazón y dame un corazón generoso, /un corazón afable,
un corazón bondadoso,dame un corazón nuevo. Haz brotar en mi los frutos
de tu presencia. Dame el fruto de tu Espíritu que es amor, paz, alegría. haz
que venga sobre mi el Espíritu de las bienaventuranzas, para que pueda
saborear y buscar a Dios cada día, viviendo sin complejos ni traumas junto
a los demás, junto a mi familia, junto a mis hermanos.
Te doy gracias Padre, por lo que estás haciendo hoy en mi vida. Te doy
gracias de todo corazónporque tú me sanas, porque tú me liberas, porque tu
rompes las cadenas y me das la libertad.
Gracias, Señor Jesús, porque soy templo de tu Espíritu y ese templo no
se puede destruir porque es la casa de Dios. Te doy gracias Espíritu Santo
por la fe, gracias por el amor que has puesto en mi corazón, ¡qué grande
eres Señor Dios Trino y Uno! Bendito y alabado seas, Señor.
Tercera parte
No permitan que la noche los sorprenda enojados (Ef 4,26)
12.Cantos: se entonan unos cantos sobre la presencia de Dios como un
motivo de concentrarnos en el retiro.
13. Motivación a la reflexión
Esta tercera dirección de la misericordia es horizontal. Hablamos de
la misericordia de Dios que sale por nuestro medio hacia los demás, hacia
los más cercanos, hacia quienes están a nuestro lado. Dios, por mí, hacia los
míos, así lo podíamos titular también. Nos convertimos en transmisores de la
misericordia de Dios. El gráfico podría ser algo parecido a esto:
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
En esta dirección horizontal nos
fijamos en los demás, pero comenzamos
por los de más cerca. No vamos a
inventar mucha teoría, ponemos al
Papa que nos habla en el número 9 de
la MV:
Jesús afirma que la misericordia no
es solo el obrar del Padre, sino que ella
se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus verdaderos
hijos. Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a
nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia. El perdón de
las ofensas deviene la expresión más evidente del amor misericordioso y
para nosotros cristianos es un imperativo del que no podemos prescindir.
¡Cómo es difícil muchas veces perdonar!
Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles
manos para alcanzar la serenidad del corazón. Dejar caer el rencor, la
rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir
felices. Acojamos entonces la exhortación del Apóstol: « No permitan que
la noche los sorprenda enojados » (Ef 4,26).
Y sobre todo escuchemos la palabra de Jesús que ha señalado la
misericordia como ideal de vida y como criterio de credibilidad de nuestra
fe. «Dichosos los misericordiosos, porque encontrarán misericordia » (Mt
5,7) es la bienaventuranza en la que hay que inspirarse durante este Año
Santo…. Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe orientar el
amor misericordioso de los cristianos. Como ama el Padre, así aman los
hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser
misericordiosos los unos con los otros.
Comencemos a mirarnos en la misericordia con los demás, comencemos
por casa, el trabajo o la escuela y el colegio, la comunidad a la que
pertenecemos, los vecinos… ¿Nuestro trato a ellos se parece en algo al
que tiene el Señor con nosotros y nosotras? Miremos nuestra capacidad de
perdonar y no pongamos excusas. La misericordia empieza en el corazón
y se lleva a la práctica con las acciones a través de los actos de bondad y,
especialmente, de los actos de perdón.
A Dios le gusta perdonarnos y, por lo mismo, a nosotros nos debería
gustar perdonar a los demás. Cuando hablamos de perdonar no nos
referimos a justificar o quitarle al otro la responsabilidad y culpabilidad
de sus actos; perdonar significa liberarse de todos esos sentimientos o
emociones negativas que nos perjudican. Perdonar es la acción de cambiar
todos esos sentimientos o emociones negativas que tenemos hacia alguien,
que nos ofendió, hirió o perjudicó, en sentimientos de amor, acogida y
comprensión. El Perdón es la Ley de la misericordia. Acojamos el perdón de
Dios, perdonémonos a nosotros mismos y perdonemos a quienes están a
nuestro lado. Perdonar es sentirnos hijos amados por el Dios misericordioso
y ser su instrumento de perdón.
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Mira que estoy a la puerta llamando
El papa Francisco, en el número 14 de la MV comenta:
…Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en
el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano.
Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie,
mientras el Padre mira el interior. ¡Cuánto mal hacen las palabras cuando
están motivadas por sentimientos de celos y envidia! Hablar mal del
propio hermano en su ausencia equivale a exponerlo al descrédito, a
comprometer su reputación y a dejarlo a merced del chisme. No juzgar
y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo que de bueno hay
en cada persona y no permitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y
por nuestra presunción de saberlo todo. Sin embargo, esto no es todavía
suficiente para manifestar la misericordia. Jesús pide también perdonar
y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en
haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que también
Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad...
Apliquemos todo esto al ambiente más cercano, como hemos dicho más
arriba. No se trata solo del perdón, también debemos extender una mano
amiga a personas cercanas que están pasando por alguna necesidad,
haciéndoles favores o pequeños actos de bondad y de amistad. La
misericordia es un deber personal de cada uno de nosotros.
Las obras de misericordia nos llaman a crear una cultura de encuentro
y comunión. Las obras de misericordia espirituales están pensadas
principalmente, no exclusivamente, para realizarlas con las personas más
cercanas, con quienes nos relacionamos todos los días.
14. Reflexión personal
El Papa, en su documento, nos ha citado algunos textos bíblicos, nosotros
los vamos a reflexionar ahora en silencio.
Deja que resuenen en tu corazón estas palabras de Jesús: “Sean
misericordiosos como su Padre es misericordioso”. “Traten a los demás
como quieren les traten a ustedes”. “Honrarás a tu padre y a tu madre”.
• ¿A quién de mi familia debo perdonar y acoger? ¿
• De quién de mi familia, trabajo o comunidad tengo envidia o celos?
• ¿De quién hablo mal?
• ¿A quién estoy juzgando y hasta condenando?
Ahora voy a convertir todas estas preguntas en respuestas positivas:
• ¿a quién voy a dejar de criticar, celar, hablar mal, condenar…?
En definitiva, voy a esforzarme en ser misericordioso y misericordiosa
con la gente más cercana. Pero en concreto, ante el Señor que tiene tanta
misericordia conmigo, voy a hacer un compromiso de practicar la misericordia
con esta y esta persona, comenzando ya al terminar este retiro. Y me apunto
el compromiso, lo escribo y lo pondré en un lugar visible en mi vida para
recordarlo con frecuencia. ¡Que se note mi misericordia comenzando por el
propio hogar!
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
15. Reflexión comunitaria
En la reunión comunitaria compartimos con todo el grupo en qué me
resulta fácil perdonar y como me cuesta perdonar. Podemos quiere presentar
el su compromiso concreto.
16. Final de la tercera parte
Se hacen unos cantos que nos hablen del amor hacia los demás y se
termina esta parte con una oración de perdón a alguien con quien me siento
ofendido. Se colocan en círculo y cada uno en silencio recuerda a la persona
con la que me siento herido y empiezo a mandarle bendiciones diciendo
solamente: “Bendícelo/a Señor”. Se hace esta oración de bendición por
varios minutos desde lo más profundo del corazón.
17. Momento de compartir:
Si el retiro es de todo el día, ahora es el tiempo de un receso un poco
largo para la comida. Cada comunidad decide esta actividad, si cada quien
lleva su comida, si la ponen en común, si se ha encargado a alguna casa que
la lleve, o si el centro donde se realiza el retiro pone la comida….
Cuarta parte
“Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso”
18. Momento de oración
Si el retiro es de todo el día, se ha tenido el tiempo de descanso y de comida
después. Es posible que algunas personas se hayan “dispersado”, es decir, se
hayan despistado y es necesario regresar al ambiente de retiro y recogimiento.
Toda la comunidad reunida, realiza un tiempo de concentración y de
oración. Unos cantos sobre la presencia de Dios, pero que no sean cantos
de mucho movimiento, sino de concentración y de sentir la presencia del
Dios, sobre todo del Espíritu Santo.
Después, quien preside hace una oración implorando la luz del Espíritu
para continuar con nuestro retiro de reflexión y silencio.
Si el retiro es en días distintos, al comienzo de cada reunión se debe
tener esta parte de concentración y oración.
19. Motivación para la reflexión
Al comenzar el comentario de la parte anterior decíamos que nos
convertimos en intermediarios de la misericordia de Dios. En esta cuarta parte
seguimos meditando que somos los instrumentos por medio de los cuales Dios
hace llagar su misericordia a los demás, pero en este caso, a los necesitados,
marginados, despreciados y excluidos.
Por tanto seguimos con una dirección horizontal de la misericordia
que la representaríamos con el siguiente cuadro:
Además decíamos que la misericordia es un deber personal de cada
uno de nosotros. Ahora añadimos que la misericordia es también una
responsabilidad comunitaria, social y política.
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Mira que estoy a la puerta llamando
Si las obras de misericordia
espirituales tienen relación directa
de ser misericordiosos con las
personas cercanas, las obras
de misericordia corporales se
refieren principalmente, al prójimo
más olvidado y abandonado.
Principalmente pero no exclusivamente, no sea que nos preocupemos de dar
de comer a los abandonados en la calle, y no proporcionemos el alimento diario
a nuestra familia. Todas las obras de misericordia nos llevan a caminar con los
demás y a trabajar por la dignidad humana y la justicia, con el fin de que ningún
miembro de nuestra sociedad sea considerado indeseable, y de que ninguna
vida sea ignorada o descartada.
Sacando una frases del Papa Francisco en la investidura de los 20 nuevos
cardenales concluimos: “en el Evangelio de los marginados se juega nuestra
credibilidad”, dando a entender que la fe católica sólo tendrá validez ante el mundo
si se convierte en levadura en la masa, “si se tiñe de misericordia, compasión
y caridad con los más pobres”; porque debemos “actuar decididamente y no
quedarnos mirando de forma pasiva el sufrimiento del mundo”.
¿De dónde concluimos o concluye el papa todo esto? De Dios, de la
misericordia de Dios vivida y enseñada por Jesús. La frase que da título a este
cuarto tema: “sean misericordiosos como su Padre es misericordioso” (Lc 6,36),
es un reto que nos pone Cristo y una tarea. Debemos tender, aspirar y trabajar
por parecernos cada día más a la misericordia de Dios manifestada en Cristo.
Toda la Biblia refleja a un Dios que sale al encuentro de los oprimidos,
representados en los huérfanos, viudas y forasteros. Presentamos dos
ejemplos del Antiguo Testamento. El libro del Éxodo constituye el modelo de
un Dios liberador al ver y sentir el maltrato de su pueblo, tanto que llega a decir:
“He visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he oído sus quejas cuando
lo maltrataban. Me he fijado en sus sufrimientos y he bajado para librarlo del
poder de los egipcios…” (3,7-8. A través del profeta Jeremías Dios corrige a los
opresores que se aprovechan del forastero, del huérfano y de la viuda (Jer 7,6).
La opción preferencial del Dios bíblico por los desamparados llega a su
culmen en la persona de su Hijo Jesucristo. Jesús no sólo asume la causa de
los excluidos de la sociedad sino que se identifica con ellos: Tuve hambre y
me diste de comer, desnudo y me diste un vestido, enfermo y encarcelado y
me visitaste… (Mt 25, 31-46).La parábola del buen samaritano (Lc 10, 29-37)
recoge los sentimientos de Dios para aquel que se encuentra en necesidad sin
importar su condición social, política, religiosa o racial: nunca pasar de largo
ante una necesidad humana, hay que detenerse y actuar con misericordia.
Somos cristianos, seguidores de Jesús, por tanto el mandato suyo de amar
a los demás, nos lleva a imitarle en ayudar a estas personas más excluidas,
explotadas y abandonadas de la sociedad. Y hacerlo con misericordia, como
la tuvo él con los empobrecidos de su tiempo. Ya sabemos que misericordia
vine del latín y que es la unión de dos palabras: miser, miseria o miserable,
y corcordis, corazón; por eso Misericordia significa tener corazón o sentir la
miseria de los demás.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
Añadimos un texto de la Bula del año de la Misericordia que nos habla de
este tema y nos ayuda a la reflexión, es parte del número 15:
En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón
a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con
frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea. ¡Cuántas situaciones
de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas
sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado
y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. En este Jubileo
la Iglesia será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el
óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la
solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla,
en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en
el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del
mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad,
y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos
estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor
de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se
vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que
suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo….
El texto nos habla de misericordia hasta que nuestras manos que estrechen
sus manos, cercanía, presencia, amistad y fraternidad, que su grito sea nuestro
grito… Esta es la misericordia que la Iglesia espera de nosotros y nosotros, y
que sea un año de inicio del compromiso, porque no se va a terminar esa
nuestra misericordia cuando termine esta año Jubilar. Es necesario que este
año nos dejemos tocar el corazón para continuar siendo misericordiosos.
20. Reflexión personal
Veinte minutos de silencio exterior pero de mucho diálogo en el interior.
Diálogo con el Señor, conmigo y con la realidad histórica de mi país y comunidad.
Para esta reflexión aprovechamos todos los textos bíblicos que aparecen
en el comentario anterior y además nos preguntamos:
• ¿Me considero cristiano o cristiana de verdad?
• ¿Sigo a Cristo? ¿Los preferidos de Cristo son mis preferidos?
• ¿Cuánto me preocupo por la realidad de mi país? ¿me duele la situación
de tantos dominicanos y dominicanas que pasan hambre y viven en
pobreza extrema?
• ¿Esto puede cambiar o mejorar? ¿Quién la va a hacer cambiar?
• ¿Qué parte me corresponde?
• ¿Qué voy a hacer por seguir más de cerca a Jesús?
• Y no nos olvidemos que estamos en año de elecciones y que la caridad y
misericordia políticas las debemos practicar como cristianos y cristianas.
21. Reflexión comunitaria
Nos reunimos toda la comunidad y nos preguntamos: ¿Qué es lo central
en el seguimiento de Cristo? ¿Nos preocupamos por la realidad de pobreza
de la República Dominicana? ¿En este año de elecciones podemos hacer
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Mira que estoy a la puerta llamando
algo para que llegue un poco de liberación a los más desposeídos del país?
Lo comentamos en comunidad y tratamos de llegar a algunas conclusiones
para nuestra vida cristiana.
22. Final de esta cuarta parte
En comunidad, como estamos, hacemos una oración de petición por
todas las personas participantes, por nuestras comunidades y por todos los
cristianos y cristianas para que nos metamos más en la realidad del país
y trabajemos por mejorarla. Hacemos unos cantos de compromiso y nos
preparamos para la última parte del retiro.
Quinta parte
El Señor colocó al hombre en el jardín del Edén
para que lo guardara y cultivara (Gn 2,15)
23. Salmo inicial
Iniciamos esta quinta parte orando en comunidad con el salmo de
alabanza a Dios realizado por y con todas las criaturas, que es el salmo
136; ya lo hemos orado y reflexionado al comienzo, pero es bueno que lo
repitamos. Sería conveniente tener una copia de este salmo que nos habla
de amor y misericordia de Dios con todas las criaturas.
24. Motivación para la reflexión
La quinta dirección de la
Misericordia es otra vez vertical.
Somos instrumentos de Dios
para manifestar su misericordia,
somos sus intermediarios, esta
vez para con la naturaleza. La
representaríamos con el siguiente
cuadro:
El texto de la Biblia puesto como título de esta parte(Gn 2,15), nos dice
que el hombre y la mujer fueron creados y puestos en la tierra por Dios para
que la cultivasen y custodiasen. ¿Cómo ser cultivadores y custodios? No se
puede hacer más que con amor, atención, misericordia, pasión y dedicación.
Esta dirección de la misericordia la consideramos vertical porque es
responsabilidad de todos, mía, de cada persona de esta comunidad, de
nuestra gente, de los pobres y abandonados, de los políticos y poderosos,
de todos… es una obligación cuidar la “casa común” y mejorarla. La realidad
nos dice que el mundo parece perder cada vez más su carácter de casa,
por la explotación y degradación a la que lo sometemos; y esta débil casa
parece ser cada vez menos común, por la injusticia, violencia y exclusión
con que la habitamos. Para que la casa sea conservada como casa, se requiere una
“conversión ecológica”, y para que sea común, se necesita ser habitada con
misericordia. Y no se trata de dos exigencias separadas, pues el cuidado de
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
la casa común es inseparable del cuidado entre todas las personas que la
habitamos, provocando, por medio de la misericordia, la justicia y quitando
la discriminación.
En la encíclica del Papa sobre la ecología aparece como central esa
unidad entre la situación social y la situación ecológica, de manera que
habla de crisis social y crisis ambiental. Leamos una parte del número 92:
“Por consiguiente, también es verdad que la indiferencia o la crueldad
ante las demás criaturas de este mundo siempre terminan trasladándose
de algún modo al trato que damos a otros seres humanos. El corazón es
uno solo, y la misma miseria que lleva a maltratar a un animal no tarda en
manifestarse en la relación con las demás personas. Todo ensañamiento
con cualquier criatura «es contrario a la dignidad humana». No podemos
considerarnos grandes amantes si excluimos de nuestros intereses alguna
parte de la realidad: «Paz, justicia y conservación de la creación son tres
temas absolutamente ligados, que no podrán apartarse para ser tratados
individualmente so pena de caer nuevamente en el reduccionismo».
Este tema nos une también con el anterior, el de la misericordia con los
excluidos y pobres, ya que según el papa en el número 2 de su encíclica:
Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra
oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22).
Es decir, que la naturaleza, la tierra, es un pobre entre los más pobres.
Cuidar la creación entera es un mandato del Señor. No podemos usar el
mundo y todo lo que Dios ha creado abusando de ello, como si se tratase
de un material de desecho. Toda la creación es un don que nos ha sido
encomendado a todas las personas. Es necesario y urgente que trabajemos
en convertirlo en un jardín de Dios y, por ello, también en un jardín del hombre
y de la mujer. ¿Nosotros y nosotras personalmente estamos haciendo algo
de esto?
La creación es un don del Creador. Toda ella tiene las huellas de Dios. La
familia humana necesita tener casa. Esa casa es la tierra en la que habitamos.
Y Dios nos encarga mantenerla, cuidarla, habitarla con responsabilidad.
Todos los hombres hemos de estar incluidos en el destino universal de los
bienes de la creación. El desarrollo y el equilibrio ecológico en todas las
dimensiones, también la ecología humana, hay que buscarlo entre todos, de
tal manera que fortalecer la alianza entre el ser humano y el medio ambiente,
solamente es posible siendo los hombres reflejo del amor misericordioso
de Dios. No se puede defender la ecología ambiental y destruir la ecología
humana. Para ello es necesario dejarse tocar el corazón por Dios, por mí
mismo, por los míos, por los más empobrecidos y por la naturaleza. En la
Bula de convocación al Año Jubilar, en su número 10 nos dice el papa:
La palabra y el concepto de misericordia parecen producir una cierta
desazón en el hombre, quien, gracias a los adelantos tan enormes de la
ciencia y de la técnica, como nunca fueron conocidos antes en la historia,
se ha hecho dueño y ha dominado la tierra mucho más que en el pasado
(cfrGn 1,28). Tal dominio sobre la tierra, entendido tal vez unilateral y
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Mira que estoy a la puerta llamando
superficialmente, parece no dejar espacio a la misericordia … Debido a
esto, en la situación actual de la Iglesia y del mundo, muchos hombres y
muchos ambientes guiados por un vivo sentido de fe se dirigen, yo diría
casi espontáneamente, a la misericordia de Dios».
Cuando hablamos de compromisos concretos, a nosotros tal vez
nonos toque hacer campañas para salvar a unas raras especies animales
o vegetales, que también es importante, pero ¿no podríamos hacer algo
concreto por cientos de miles o algunos millones de personas tengan, en
nuestro país, agua limpia para beber y aire limpio para respirar. Esta podría
ser una seria responsabilidad moral y la falta de respuesta sería un pecado
de omisión.
25. Reflexión personal.
Si somos hijos de Dios, somos sus herederos, Rm 8,14-16.
• ¿En qué somos sus herederos?
• La tierra es parte de esa herencia, ¿cómo la tratamos?
• Muchos salmos nos hablan de la creación; leamos el 33,6. También leemos
Sabiduría 11,24.Si podemos leamos el número 77 de la Laudato sí.
• ¿En qué soy responsable e irresponsable con la naturaleza?
• ¿Qué puedo hacer como persona, como familia y como comunidad para
cuidar mejor de la casa común?
26. Reflexión comunitaria
Reunidos como comunidad hablamos de lo que hemos reflexionado;
primero, debemos aprender a orar con la naturaleza, pero además, ¿he
hecho algún compromiso personal para mejorar la “casa común? ¿Qué
compromiso podemos hacer como comunidad en relación a la ecología?
¿Cómo ser misericordiosos con la naturaleza, tanto en lo personal como
en cuanto comunidad? ¿Queremos ser felices y bienaventurados? No nos
queda más remedio que ser misericordiosos porque el Señor nos dice:
“Felices los misericordiosos porque alcanzarán misericordia”
27. Oración final
Si el retiro ha sido de todo el día y con muchas personas, lo deseable
sería terminarlo con la Eucaristía. Si no es posible, se debe realizar una
oración un poco larga y tranquila. Podría ser una celebración de la Palabra
bien organizada y con signos de las cinco dimensiones de la Misericordia.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
Viacrucis 2016
Dejémonos tocar por la misericordia de Dios manifestada
en la Cruz de Cristo
Convocados por el Papa Francisco al Año
de la Misericordia, este Vía Crucis tiene un
especial significado dentro de ese marco, ya
que la aceptación por parte de Jesús de la
voluntad del Padre Celestial es especialmente
la manifestación hasta el extremo de la
misericordia del Padre realizada por su Hijo.
El Hijo del Hombre, se encarna como uno de
nosotros por amarnos de manera súper especial;
acepta pasar por este camino excepcionalmente tortuoso del calvario y la
muerte ignominiosa en la cruz. ¿Habrá en la historia de la humanidad un
gesto de mayor misericordia que este, tanto de parte del Nazareno como
de parte del Padre Celestial que en su infinita misericordia no se reservó ni
siquiera a su propio Hijo?
Caminemos con la frente en alto por haber merecido tan Gran Redentor
cuya única explicación es el amor misericordioso del Padre y del Hijo
para regalarnos la salvación. Al mismo tiempo, reflexionemos en este Vía
Crucis, la urgente necesidad de realizar gestos de misericordia con nuestros
hermanos más vulnerables y que están relegados a las periferias geográficas
y existenciales de ser considerados desechables, aun por nosotros mismos,
cristianos de hoy. Pero además de esta necesidad, reflexionemos también
todas las posibilidades y oportunidades que tenemos nosotros para ser
misericordiosos como el Padre.
Primera Estación
Jesús es condenado a muerte
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Pilato respondió otra vez: -¿Y que hago con el (que llaman) rey de los
judíos? Gritaron: -¡Crucifícalo! Pilato dijo: -Pero, ¿Qué mal ha hecho? Ellos
gritaban más fuerte: -¡Crucifícalo! Pilato, decidido a dejar contenta a la
gente, les soltó a Barrabas y a Jesús lo entregó para que lo azotaran y lo
crucificaran”. Mc. 15,12-15
Nueva vez tenemos que bajar la cabeza ante un hombre inocente que
es condenado por la falta de criterio y responsabilidad de un juez que por
miedo, prefiere condenarlo que enfrentarla multitud enardecida; un juez
que se atemorizante la multitud que grita una sentencia completamente
contraria a lo que merecía la vida de Jesús entre ellos. Sin embargo, Jesús
no se acobarda ante este juez injusto e irresponsable. Todo lo contrario, le
habla de su reino que no es de este mundo, porque en el mismo no cabe
la corrupción, las armas, el engaño, el clientelismo, ni los abusos de poder,
del dinero o de las influencias. También nosotros “…llevamos en nuestra
33
Mira que estoy a la puerta llamando
vida las contradicciones que son consecuencia de nuestros pecados”.
(MisericordiaeVultus, No. 22).
Señor, tú que viviste la injusticia de una sentencia contraria a la verdad,
no permitas que en nuestro diario vivir actuemos con injusticia y ausencia de
misericordia como Pilato, el temeroso e injusto. Padrenuestro y Ave María.
Segunda Estación
Jesús con la cruz a cuestas
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“… y Jesús salió cargando él mismo con la
cruz, hacia un lugar llamado La Calavera, en
hebreo Gólgota”. Jn 19,17
La cruz de la derrota; de lo pedido y
deseado por un pueblo olvidadizo de las
obras de misericordia que ese hombre condenado había realizado entre
ellos. La cruz de la contradicción de aquellos que antes le habían cubierto
el camino con sus propios mantos mientras lo aclamaban rey. La cruz de la
burla y humillación para un hombre sano y esencialmente bueno, que ahora
va cansado, derrotado y arrastrándose cual piltrafa humana. La cruz del
pecado que nosotros no somos capaces de cargar es la que lleva el Maestro
con toda su dignidad de Rey de reyes, que aunque parece disminuida, no
está destruida.
Amado Jesús, tú que cargaste con la cruz de mis culpas y pecados por
amarme a pesar de los mismos, ayúdanos a ser misericordiosos como Tú y
no cargarle fardos pesados a quienes con nosotros viven y trabajan y danos
las fuerzas para cargar con las consecuencias de nuestras propias miserias.
Padrenuestro y Ave María.
Tercera Estación
Jesús cae por primera vez
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Por un instante te abandoné, pero con gran cariño te recogeré”. Is 54,7
La fortaleza de Jesús se resquebraja, flaquea y cae. Parece abandonado
por su Padre. Olvidado por Aquel cuya voluntad fue siempre su programa
de vida y de actuar.¡Qué fuerte resulta verte tumbado sobre el suelo!Caído
en tierra como tantos seres humanos destruidos por la droga, el juego o
el chisme y a quienes no les ofrecemos nuestra mano para que puedan
levantarse y cambiar su estilo de vida. Al contrario, nos mantenemos
indiferentes frente a tantos que viven la cultura de ser desechables, como
nos dice el Papa Francisco.
Señor, tú que conociste en carne propia lo que significa caer abatido,
permítenos “…, anunciar la liberación a cuantos están prisioneros de las
nuevas esclavitudes de la sociedad moderna,…” (MisericordiaeVultus,
No. 16). Padrenuestro y Ave María.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
Cuarta Estación
Jesús encuentra a su Madre
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Pero María conservaba y meditaba todo en su corazón”. Lc 2,19
María estuvo siempre presente en el caminar de su hijo, aunque a una
distancia prudente y discreta para no competir con El, ni llamar la atención
o meterse demasiado en los planes de su hijo y el Padre Celestial. No
presionaba a Jesús respecto de las condiciones de la misión que libre y
voluntariamente aceptó de su Padre. María no es la madre común y corriente
que opina, cuestiona y critica las disposiciones del hijo. Todo lo contrario.
Apoyó cada una de las decisiones que Él tomó y si no estaba de acuerdo,
simplemente guardaba todo en su corazón y meditaba sobre eso.
Con más razón grabaría estas circunstancias tan tristes y dolorosas que
vivía junto a su hijo, quien la veía con dificultad al tener su rostro sangriento y
desfigurado por el maltrato. “Ninguno como María ha conocido la profundidad
del misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida fue plasmado por
la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del Crucificado
Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó
íntimamente en el misterio de su amor”.(MisericordiaeVultus, No. 24)
Señor Jesús, tú que viviste la humildad, prudencia y sabiduría con que
tu Madre sufrió tu calvario, permítenos hacer más llevadero la ausencia
de misericordia que tantos dominicanos viven en la actualidad y no hacer
comentarios o decisiones inadecuadas. Padrenuestro y Ave María.
Quinta Estación
El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Pasaba por allí de vuelta del campo un tal
Simón de Cirene –padre de Alejandro y Rufo-, y lo
forzaron a cargar con la cruz”. Mc 15,21
Tan grande era el peso de la cruz y tan débiles
las fuerzas del Nazareno, que tuvieron que obligar
a Simón para que le ayudara. Dichoso él que pudo
darle una mano al Maestro. Aunque fue obligado,
no deja de ser un gesto de misericordia corporal y
espiritual a la vez, pues dispuso su fuerza física,
pero también alivió por un rato el dolor ocasionado
por el madero. ¿Cuántos de nosotros hubiésemos
contestado de la misma manera? ¿A cuántos seres
humanos le hacemos mucho más pesada la carga de su vida? ¿A cuántas
personas los mantenemos estigmatizados con una marca de algo que
pagaron hace ya mucho tiempo, o que desean olvidar y no volver a cometer?
Oh Divino Maestro, Tú que favoreciste de esa manera el encuentro
personal del Cirineo contigo, permítenos aprovechar todas las situaciones
35
Mira que estoy a la puerta llamando
en que el encuentro con el prójimo nos acerca más a ti. Permítenos también
ser un testimonio eficaz de tu misericordia para que otros te conozcan, amen
y anuncien. Padrenuestro y Ave María.
Sexta Estación
La Verónica enjuga el rostro de Jesús
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“…y sabrás que yo soy el Señor, que no defraudo a los seres que esperan
en mi”. Is 49,23b
Otro gesto de misericordia para con el hombre desfigurado por las
torturas, el sudor, el cansancio, la sangre que se le cuaja en el rostro ante
el sol ardiente. La Verónica sale desde dentro de la multitud, probablemente
llena de temor ante la posible reacción de los militares o algún que otro
fanático de esos que solo pedían que Jesús fuera crucificado. Y en medio
de su sufrimiento, Jesús no se deja ganar en generosidad y misericordia.
Le deja grabado su rostro luminoso para que siga confiando en El como
el único Señor, que es fiel siempre y en todo momento. Que valioso fuera
que en nuestros corazones y actuaciones dejemos siempre el sello de que
seguimos al único Líder y Rey.
Jesús, rostro misericordioso del Padre, anímanos a ser oasis de
misericordia en nuestros ambientes, de forma tal que los demás te
vean en nosotros, en nuestro actuar, hablar y acoger. Padrenuestro y
Ave María.
Septima Estación
Jesús cae por segunda vez
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“El Señor me abrió el oído: yo no me resistí ni me eché atrás: ofrecí la
espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que me arrancaban la
barba; no me tapé el rostro ante ultrajes y salivazos”. Is 50,5.
El Maestro está en tierra de nuevo, pero no permanecerá caído. No
rechazó lo que venía con la cruz; ni las consecuencias de haber aceptado el
plan de salvación de su Padre. Aunque sus fuerzas humanas llegan al límite,
no se resiste a quedar vencido todavía. ¡Cuántas miserias humanas pesan
en el corazón de tanta gente hoy en día y que le mantienen tumbados ante
sus semejantes!¡Cuántas necesidades por resolver en gente que es igual
que nosotros, con la misma dignidad humana y el privilegio de ser hijos de
Dios! Y lo más triste es las veces que nosotros mismos derrumbamos a otros
hermanos porque no nos caen bien, no aceptamos su humilde condición o
les rechazamos al tenerlos a menos que nosotros.
Señor Jesús, no sabemos si te dieron la mano para que te levantaras
del suelo, pero motívanos a dársela nosotros a todos aquellos que tienen
necesidad de una mano que les ayude a levantarse del fango en que están
metidos. Padrenuestro y Ave María.
36
Plan de Pastoral - Febrero 2016
Octava Estación
Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres llorando y
lamentándose por él. Jesús se volvió y les dijo: -Mujeres de Jerusalén, no
lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos”. Lc 23,27-28.
En su caminar por Galilea, Jesús tuvo compasión de muchas personas.
Ahora es él quien la despierta en las mujeres que le acompañan o le observan
y que sienten el dolor que se refleja en su rostro. Mujeres que probablemente
tenían alguna situación personal que también ameritaba compasión de
los demás. Mujeres que quizás no la estaban pasando bien. Mujeres que
por alguna razón corporal o espiritual sufrían angustia y desolación. Con
razón Jesús les pide que lloren por sí mismas y no por él. Pero además,
tenían que llorar porque quizás no habían aprovechado la oportunidad de
aceptar a Jesús y su mensaje. Como nos pasa a veces, que nos llamamos
cristianos, pero actuamos como si no lo fuéramos. Como nos dice el Papa
Francisco, “…es el momento de escuchar el llanto de todas las personas
inocentes depredadas de los bienes, la dignidad, los afectos, la vida misma.
(MisericordiaeVultus, No. 19).
Jesús de Nazaret, ya que hoy como en esa ocasión, también hay mujeres
que necesitan compasión y solidaridad ante los problemas de salud, falta
de empleo, delincuencia de sus hijos, abandono de sus maridos, ayúdanos
a mostrarles tu misericordia consolándolas con nuestras palabras, gestos
y acciones comprometidas para su crecimiento y desarrollo integral.
Padrenuestro y Ave María.
Novena Estación
Jesús cae por tercera vez
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Entonces se pondrán a decir a los montes:
Caigan sobre nosotros; y a las colinas: Sepúltennos.
Porque si así tratan al árbol verde, ¿Qué no harán
con el seco?”. Lc 23,30-31
¡Cuánta humillación para Jesús! Insufrible su
dolor y extremadamente fuera de serie su pesar.
Tercera vez que Jesús cae al suelo bajo el fuerte
peso de la cruz y de los pecados de la humanidad. Está abatido y en soledad
total, pues ha sido traicionado por dos de sus amigos cercanos, y los demás
han huido por miedo. Los que le seguían esperando y confiando en los
milagros que haría, también lo han abandonado. Se está secando el árbol
verde. Sin embargo, se levanta para continuar, para no dejar por mitad lo
que inició con firme decisión y sabiendo lo que le aguardaba. Nueva vez el
Nazareno supera la dificultad física de levantarse y continuar. Lo hace por sus
propias fuerzas, como nosotros debemos serlo para tantos dominicanos que
37
Mira que estoy a la puerta llamando
carecen de esas fuerzas para vivir como su dignidad humana les requiere.
Jesús, amado Redentor, concédenos la gracia de levantarnos siempre
para continuar nuestro caminar y que no nos sequemos en nuestra decisión
de evangelizar siempre atrayendo amigos a tu misericordioso corazón.
Padrenuestro y Ave María.
Décima Estación
Jesús es despojado de sus vestiduras
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Lo crucificaron y se repartieron su ropa, echando a suertes lo que le
tocara a cada uno”. Mc 15,24.
Ahí está el cuerpo moribundo de nuestro Salvador. Deshonrado y
desautorizado frente a los que antes le proclamaron rey.Desnudo en su cuerpo
y en su alma, porque le quitaron la túnica que le cubría y carecía del afecto
de quienes le trataron y buscaban únicamente por el interés de ser sanados
o alimentados. Nueva vez solo interesaban sus vestiduras, olvidándose
de sus enseñanzas y ejemplos de misericordia y compasión.Nueva vez el
interés personal está por encima de lo que Jesús es y la salvación que nos
representa. Esta actitud nos recuerda la corrupción imperante en nuestra
sociedad,“obstinación en el pecado, que pretende sustituir a Dios con la
ilusión del dinero como forma de poder” (MisericordiaeVultus, No. 19).
Maestro, que la desnudez de tu cuerpo nos lleve a pensar en las
veces que por comodidad permitimos que nos despojen de la gracia de
nuestro bautismo y de tu amistad; en las veces que nosotros mismos sin
misericordia despojamos a otros de sus derechos y dignidad de ser humano.
Padrenuestro y Ave María.
Décima Primera Estación
Jesús es clavado en la cruz
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Eran las nueve de la mañana cuando
lo crucificaron. La inscripción que indicaba
la causa de la condena decía: El rey de los
judíos”. Mc 15, 25-26
Se acerca el final. ¡Tanto que nos diste
mientras caminabas toda Galilea curando,
alimentando y sanando soledades y tristezas! Este viernes podía haber
sido un día como tantos, pero cuántas diferencias viviste. Esa fue nuestra
respuesta ante tu entrega incondicional. ¡Qué manera de redimirnos y
ganarnos la salvación! Y todavía más, no te conformaste con ser crucificado,
nos entregaste a tu Madre, nos la confiaste en la persona de Juan tu mejor
y más fiel amigo. Además, te quedaste en el sagrario para nuestra fortaleza.
Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las
palabras de perdón que salen de la boca de Jesús. El perdón supremo ofrecido
38
Plan de Pastoral - Febrero 2016
a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia
de Dios. María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites
y alcanza a todos sin excluir a ninguno(MisericordiaeVultus, No. 24).
Señor Jesús, ayúdanos a que vivamos cada minuto de nuestras vidas
para que nos “dejemos tocar el corazón”, porque a pesar de nuestra desleal
respuesta, “sigues a la puerta llamando”. Que tu rostro misericordioso nos
mueva siempre hacia el bien, la justicia y la verdad. Padrenuestro y Ave
María.
Décima Segunda Estación
Jesús muere en la cruz
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Pero Jesús, lanzando un grito, expiró”. Mc15,37.
El final de una vida productiva y repleta de donación porque viene de
un corazón que solo sabe amar. Precisamente por eso Jesús aceptó esa
descomunal manera de devolvernos a la gracia, a la armonía con nuestro
Padre Celestial. También por eso en su último momento de vida se
encomienda al único corazón misericordioso igual que el suyo, el de su Padre,
a quien ora y habla. Culmina la misión tan diligente y misericordiosamente
asumida y vivida. Se cumple así lo afirmado en el Pregón pascual: ¡feliz la
culpa que mereció tal Redentor!
Maestro amado, gracias por dejarnos este ejemplo de amor sin medidas.
Gracias por amarnos de esa manera a pesar de las tantas faltas de fidelidad
a tu mensaje. Gracias por dejarnos a María, tu Madre, como amantísima
madre nuestra, que nos anima en nuestras luchas diarias para llegar a
quienes aún no te conocen ni aman. Padrenuestro y Ave María.
Décima Tercera Estación
Jesús es bajado de la cruz
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Sus conocidos se mantenían a distancia, y las mujeres que lo habían
seguido desde Galilea lo observaban todo”. Lc 23,49.
Resulta imposible imaginar que entre las mujeres que no perdían detalle
alguno, faltara María, madre del Nazareno. Estuvo en cada momento
decisivo de la vida y misión de su hijo. No se iba a amedrentar en el momento
final. ¿Qué más le faltaba ver o esperar después de tanto dolor observado
y compartido? Conocemos esa imagen. La madre abrazando el cuerpo
sin vida de su hijo, con lágrimas en los ojos y angustia insostenible en su
corazón. Madres a quienes le arrancan sus seres más amados, como le
fue arrebatado Jesús a la Virgen María. Madres que llenas de misericordia
quisieran ocupar el lugar de rechazo, humillación, abandono o muerte del
hijo. Madres que encomiendan el último suspiro de sus hijos a quien mejor
las puede comprender, el Padre Celestial que sin titubeos, entrego su
primogénito y único hijo.
39
Mira que estoy a la puerta llamando
Jesús, hijo por excelencia, ayúdanos a formar el carácter y corazón de
nuestros hijos, al estilo de como lo hizo María contigo. Padrenuestro y Ave
María.
Décima Cuarta Estación
Jesús es colocado en el sepulcro
V/. Te adoramos Cristo y te bendecimos.
R/. Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Como era la víspera de la fiesta judía y como el sepulcro estaba cerca,
colocaron allí a Jesús”. Jn19,42.
Adiós Maestro insustituible; amigo leal y compasivo hasta tu muerte en
cruz. Redentor inigualable, cuyo cuerpo inerte fue depositado en ese frio y
solitario sepulcro, aunque fuera nuevo y sin estrenar. Así hemos sepultado
conocidos y relacionados en sus situaciones de pecado y circunstancias
indignas de su dignidad humana. En sus situaciones difíciles de las que les
resulta imposible salir sin nuestro compromiso solidario. Así, sin afectos,
alegría, ni misericordia hemos dejado abandonados a muchos de los nuestros.
Prójimos para quienes hemos permanecido indiferentes e insensibles, lo que
quizás es la causa de la inconducta que reprobamos y rechazamos.
Señor, Crucificado y Resucitado, no permitas que sigamos siendo
indiferentes ante tantas necesidades humanas. Que tu ejemplo de crucifixión,
nos anime a que llenos de tu misericordia entreguemos nuestros dones al
servicio de quienes más los necesitan, de manera que ofrezcamos gratis lo
que gratis hemos recibido. Padrenuestro y Ave María.
Meditación Final
Llegamos al final de nuestra conmemoración del camino del calvario que
Jesús recorrió en su decisión de salvarnos. Nos vamos a nuestros hogares
con el corazón compungido ante los recuerdos memorables de quien tanto
sufrió por nuestra felicidad humana y espiritual. Pero también nos llevamos
la fuerza que reporta la reflexión sobre los pasos que estamos dando para
hacer visible el reino de amor, justicia, paz y verdad que Jesús nos mostró.
Pasos en comunidad porque todos deseamos ser mejores.
Nos llevamos también la decisión de cambiar nuestra conducta, de vivir
la conversión que decimos haber tenido después de encontrarnos con el
Maestro y haberle conocido. Compartimos entre todos los miembros de
esta comunidad de hermanos, la seguridad de contar con Jesús siempre
presente en la Eucaristía, porque el final de su historia no fue el sepulcro frio
y solitario, sino la vida plena de su Padre, misericordioso incondicional y de
quien es su rostro.
Que esta reflexión nos motive a vivir el lema para este año: “misericordiosos
como el Padre, compartamos como hermanos”, y para hacerlo realidad,
compartamos obras corporales y espirituales de misericordia con tantos
dominicanos que nos lo reclaman, porque así lo necesitan.
Bendición final.
40
Plan de Pastoral - Febrero 2016
Acción Significativa con los Niños
¡Hola! El mes pasado estuvimos compartiendo sobre la apertura del
año de la Misericordia, conocimos un poco de historia y otros puntos súper
interesantes como son las obras de misericordia.
Recuerdas que las Obras de Misericordia son 14 y se dividen Corporales
y Espirituales?
Para que refresque tu memoria llena esta sopa de letras y descúbrelas…
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SOPAS DE LETRAS DE LAS OBRAS DE MISERICORDIA:
1- SACIAR
6-ACOGER
11-CONSOLAR
2-ACOMPAÑAR
7-ENTERRAR
12-ALIMENTAR
3-SUFRIR
8-CORREGIR
13-VESTIR
4-VISITAR
9- ACONSEJAR
14-PERDONAR
5-ENSEÑAR
10-ROGAR
41
Mira que estoy a la puerta llamando
Lecturas diarias y dominicales de Febrero 2016
Las citas de las Lecturas Diarias utilizadas son tomadas de: Calendario
Litúrgico 2016 de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
1
Lunes
Verde
Lectura del segundo libro de Samuel 15,13-14.30; 16,5-13ª
En aquellos días, uno llevó esta noticia a David: «Los israelitas se han
puesto de parte de Absalón.»Entonces David dijo a los cortesanos que
estaban con él en Jerusalén: « ¡Ea, huyamos! Que, si se presenta Absalón,
no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, no sea que él se adelante, nos
alcance y precipite la ruina sobre nosotros, y pase a cuchillo la población.»
David subió la cuesta de los Olivos; la subió llorando, la cabeza cubierta
y los pies descalzos. Y todos sus compañeros llevaban cubierta la cabeza, y
subían llorando. Al llegar el rey David a Bajurín, salió de allí uno de la familia
de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá, insultándolo según venía.
Y empezó a tirar piedras a David y a sus cortesanos –toda la gente y
los militares iban a derecha e izquierda del rey–, y le maldecía: « ¡Vete,
vete, asesino, canalla! El Señor te paga la matanza de la familia de Saúl,
cuyo trono has usurpado. El Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón,
mientras tú has caído en desgracia, porque eres un asesino.»
Abisay, hijo de Seruyá, dijo al rey: «¡Ese perro muerto se pone a maldecir
a mi señor, déjame ir allá, y le corto la cabeza!»Pero el rey dijo: « ¡No se
metan en mis asuntos, hijos de Seruyá! Déjale que maldiga, que, si el Señor
le ha mandado que maldiga a David, ¿quién va a pedirle cuentas?»
Luego dijo David a Abisay y a todos sus cortesanos: «Ya ven un hijo
mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y les extraña ese benjaminita!
Déjenlo que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor. Quizá el Señor
se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de
hoy».David y los suyos siguieron su camino.Palabra de Dios
Salmo Responsorial: 3,
R/“Levántate, Señor, sálvame
Señor, cuántos son mis enemigos,cuántos se levantan contra mí;cuántos
dicen de mí:«Ya no lo protege Dios.» R/.
Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,él mantienes alta mi cabeza.Si
grito, invocando al Señor,él me escucha desde su monte santo. R/.
Puedo acostarme y dormir y despertar:el Señor me sostiene.No temeré al
pueblo innumerable que acampa a mi alrededor. R/.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 5,1-20
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la
región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde
el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre, poseído de espíritu
inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían
42
Plan de Pastoral - Febrero 2016
sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los
cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los
sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras.
Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz
en cuello: « ¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo?
Por Dios te lo pido, no me atormentes.» Porque Jesús le estaba diciendo:
«Espíritu inmundo, sal de este hombre.»
Jesús le preguntó: «¿Cómo te llamas?»Él respondió: «Me llamo Legión,
porque somos muchos.» Y le rogaba con insistencia que no los expulsara
de aquella comarca. Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la
falda del monte. Los espíritus le rogaron: «Déjanos ir y meternos en los
cerdos.»Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se
metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado
abajo al lago y se ahogó en el lago. Quienes cuidaban los puercos echaron
a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los ranchos. Y la gente fue a ver
qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había
tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados.
Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado
y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país. Mientras se
embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero
no se lo permitió, sino que le dijo: «Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo
que el Señor ha hecho contigo por su misericordia».El hombre se marchó y
empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos
se admiraban. Palabra del Señor.
Meditación
“Espíritu inmundo, sal de este hombre”
Iniciamos hoy el mes de febrero en donde nuestro plan de pastoral
nos invita a contemplar como valor: la conversión y como lema: Mira
que estoy a la puerta llamando (Ap. 3, 20). Febrero es también el mes
del amor y la amistad, litúrgicamente también este mes da comienzo el
tiempo de cuaresma, en el que la Iglesia nos anima con mayor firmeza al
arrepentimiento y a la conversión.
En el Evangelio vemos que el poder de Jesús es superior al “poder”
del mal. Marcos nos presenta un relato rico en símbolos, pero no nos
vamos a detener en todos ellos. En este relato evangélico notamos que
un endemoniado de una ciudad pagana sale al encuentro de Jesús. Le
reconoce desde lejos. Es muy curioso que sea un “endemoniado” quien le
reconozca y que luego los pobladores lo rechacen y pidan que se marche
pronto de su ciudad. Este poseído era un hombre peligroso, “nadie tenía
fuerzas para domarlo”, está a las afueras de la ciudad encadenado,
muchas veces han intentado atarle, pero no han podido. Lo han separado
de sus seres queridos, amigos y familiares y lo han confinado a la soledad
del exilio, a una vida en la oscuridad en donde no reina el amor, la paz
y la fraternidad. Nos dice el texto que este poseído por el mal, muchas
veces había intentado acabar con su vida para terminar de algún modo
43
Mira que estoy a la puerta llamando
sus sufrimientos. Y es en este contexto de soledad, desesperación y
desesperanza que tiene ese encuentro personal con Jesús. Este es el
caso de la persona que vive en pecado, se encuentra en esta situación
de lejanía, soledad, abandono… La conversión le lleva al encuentro con
Cristo que salva, libera de las ataduras y devuelve la vida de familia y
comunidad. Es tiempo de conversión, de encuentro con Cristo, es tiempo
de misericordia.
Este endemoniado descubre el poder salvador de Cristo y en este
episodio brilla el poder de Dios que vence al demonio, que vence las fuerzas
maléficas que quieren apoderarse de la vida de este hombre. Jesús le
muestra a este hombre y cada uno de nosotros, que Dios es un Padre que
nos salva y que nos rescata del abismo. Jesús expulsa la “legión” demoníaca
que atormentaba a este hombre y, liberado de estos espíritus inmundos, lo
reintegra a la sociedad, lo hace capaz de dar testimonio del poder de Dios,
de su amor y de su infinita misericordia. El Evangelio nos invita a reconocer
que no hay poder superior al de Dios. Nuestras vidas están en sus manos y
no en las de nadie más. El mal no tiene la última palabra; la última palabra
es de Dios, quien nos libera de cualquier tipo de esclavitud.
Que el Señor nos ayude a liberarnos de nuestras ataduras y una vez
redimidos podamos contar a los demás lo que Dios ha hecho a favor de
nosotros. Amén.
2
Fiesta: Presentación del Señor. Jornada Mundial de la Vida Consagrada
Martes
Blanco
Clausura del Año de la Vida Consagrada
Hoy se inicia la Celebración con la
Bendición y la Procesión de las luces,
recordando la frase de Simeón sobre Jesús
llamándolo luz de las naciones. En este Día
concluimos el Año de la Vida Consagrada
en el que hemos valorado, reflexionado
y orado por la vida consagrada. Es una
buena ocasión para que las consagrados
vayan delante con las luces encendidas. Orar por ellos y ellas. Donde haya
consagrados o consagradas hacerle un agasajo especial.
Lectura del profeta Malaquías 3,1-4
Esto dice el Señor: “ He aquí que yo envío mi mensajero a prepararme
el camino, y de pronto entrará en su santuario el Señor a quienes ustedes
buscan, el mensajero de la alianza a quien tanto desean; he aquí que ya
viene, dice el Señor Todopoderoso.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién se mantendrá de
pie en su presencia? Será como fuego de fundición y como blanqueador de
ropa. Se pondrá a refinar la plata. Limpiará a los hijos de Leví y los purificará
44
Plan de Pastoral - Febrero 2016
como el oro y la plata, para que presenten al Señor ofrendas legítimas.
Entonces agradarán al Señor las ofrendas de Judá y de Jerusalén, como en
los días pasados, como en los años antiguos. Palabra de Dios.
(Se puede elegir esta otra lectura, se lee solamente una de las dos)
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Puesto que los hijos tenían en común la carne y la sangre,
también Jesús las compartió, para poder destruir con su muerte al que tenía
poder para matar, es decir, al diablo, y librar a aquellos a quienes el temor a
la muerte tenía esclavizados de por vida.
Porque ciertamente no ha venido en auxilio de los ángeles, sino en auxilio
de la raza de Abrahán. Por eso tenía que ser hecho en todo semejante a sus
hermanos, para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y digno de
confianza en las cosas de Dios, capaz de obtener el perdón de los pecados
del pueblo. Precisamente porque él mismo fue sometido al sufrimiento y a
la prueba, puede socorrer ahora a los que están bajo la prueba. Palabra de
Dios.
Salmo Responsorial: 23
R/ “El Señor, Dios de los ejércitos, es el Rey de la gloria”
¡Portones, levanten los dinteles, elévense compuertas eternas, para que
entre el rey de la gloria! R
¿Quién es el rey de la gloria? El Señor, héroe poderoso; EL Señor, héroe
de las batallas. R
¡Portones, levanten sus dinteles, elévense compuertas eternas, para que
entre el rey de la gloria! R
¿Quién es el rey de la gloria? El Señor todopoderoso, Él es el Rey de la
gloria. R
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 22-40
Cuando se cumplieron los días de la purificación prescrita por la ley
de Moisés, llevaron al Niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como
prescribe la ley del Señor: Todo primogénito varón será consagrado al
Señor. Ofrecieron también en sacrificio, como dice la ley del Señor, un par
de tórtolas o dos pichones.
Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y piadoso,
que aguardaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le
había revelado que no moriría antes de ver al Mesías enviado por el Señor.
Vino, pues , al templo, movido por el Espíritu y cuando sus padres entraban
con el Niño Jesús para cumplir lo que mandaba la ley, Simeón lo tomó en
sus brazos y bendijo a Dios diciendo: “Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar que tu siervo muera en paz. Mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos, como luz para iluminar a las
naciones y gloria de tu pueblo Israel”.
Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que se decían de
Él. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: “Mira, este niño hará que
muchos caigan o se levanten en Israel. Será signo de contradicción, y a ti
45
Mira que estoy a la puerta llamando
misma una espada te atravesará el corazón; así quedarán al descubierto las
intenciones de muchos”.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser,
que era muy anciana. Había estado casada siete años, siendo aún muy
joven, y después había permanecido viuda hasta los ochenta y cuatro años.
No se apartaba del templo dando culto al Señor día y noche con ayunos y
oraciones. Se presentó en aquel momento y se puso a dar gracias a Dios y
a hablar del niño a todos los que esperaban la liberación de Israel.Cuando
cumplieron todas las cosas prescritas por la ley del Señor, regresaron a
Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía llenándose de
sabiduría y contaba con la gracia de Dios. Palabra del Señor.
Meditación
“Mis ojos han visto al Salvador”
Celebramos hoy la fiesta litúrgica de la presentación del Señor y la
Jornada Mundial de oración por la Vida Consagrada. Por esta razón la
liturgia de la Iglesia nos propone iniciar esta celebración con un lucernario
o procesión con las luces, dando a entender que Jesús es la luz del mundo,
tal y como lo afirmó Simeón, un anciano en el que moraba el Espíritu Santo
y que fue capaz de ver con sus ojos el resplandor del Hijo unigénito del
Padre. Dios, quien desde antiguo fue preparando a su pueblo a través de
los profetas para su venida, para su manifestación en la historia humana.
En la primera lectura el profeta Malaquías está anunciando la entrada
en el Templo Santo del mismo Dios en persona, que viene a habitar en su
casa. En el Evangelio que hemos proclamado, vemos como Dios ha dado
cumplimiento a lo que había anunciado por boca de sus siervos los profetas.
Hoy Jesús es presentado en el templo, es llevado por primera vez por sus
padres para cumplir lo prescrito en la Ley de Moisés. En este episodio
evangélico tiene lugar el primer encuentro de Jesús, luz sin ocaso, con el
pueblo fiel (en las personas de Simeón y Ana), con aquellos que han sabido
dejarse guiar por el Espíritu y permanecer firmes en las promesas de Dios.
Dios que es la luz verdadera que ilumina a todo hombre, ha hecho brillar
su rostro de forma definitiva sobre nuestras vidas con la Encarnación de su
Hijo, que al hacerse hombre asumió nuestra condición y con su muerte y
su resurrección nos dio a todos la posibilidad de compartir la vida con Dios.
En Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, nosotros hemos sido
rescatados del pecado y de la muerte y hemos sido hechos hijos de Dios
por virtud del sacrificio de Aquél que muriendo nos dio nueva vida. Él, al
hacerse hombre, nos ha enseñado a vivir la solidaridad y la fraternidad. Él
nos ha hecho una sola familia, pues nos ha mostrado que Dios es nuestro
Padre y que todos somos hermanos. Él nos ha enseñado a vivir en la
luz de la santidad y a abandonar las tinieblas en las que nos sumergen
el pecado y el error, para poder así descubrir el gozo que da el vivir el
evangelio. Que Dios nos ayude a dejarnos iluminar por la luz del evangelio
y que sepamos ser moradas de Dios e irradiar a Cristo a todos aquellos
que nos rodean. Amén
46
Plan de Pastoral - Febrero 2016
3
Feria o Memoria Libre: San Blas, Obispo y Mártir o San Oscar, Obispo
Miércoles
Verde, Rojo o Blanco
Lectura de libro Segundo de Samuel 24, 2. 9-17
En aquellos días, el rey David dio a Joab y a los jefes del ejército que
estaban con él, esta orden: “Recorran todas las tribus de Israel, desde la
ciudad de Dan hasta la de Bersebá, para hacer el censo de la población, a
fin de que pueda yo saber cuánta gente tengo”.
Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había ochocientos
mil hombres aptos para la guerra, y en Judá quinientos mil. Pero a David le
remordió la conciencia por haber mandado hacer el censo y dijo al Señor:
“He pecado gravemente; pero tú, Señor, perdona la culpa de tu siervo,
porque he cometido una gran locura”.
Aquella misma noche el Señor le habló al profeta Gad, consejero de
David, y le dijo: “Ve a ver a David y dile que yo, el Señor, le mando decir
esto: ‘Te propongo tres castigos. Escoge uno y yo lo realizaré”.
Por la mañana, Gad se presentó ante David y le preguntó: “¿Qué castigo
prefieres; tres años de hambre en tu territorio; tres meses de huir, perseguido
por tus enemigos; o tres días de peste en tus dominios? Piénsalo y dímelo,
para que pueda yo contestarle al Señor, que me ha enviado”.
David le respondió: “Estoy en un gran apuro. Pero prefiero caer en manos
de Dios, que es el Señor de la misericordia, que en manos de los hombres”.
Y escogió la peste.
Era la época de la cosecha del trigo, cuando el Señor envió la peste
sobre Israel, desde aquella misma mañana hasta el tiempo señalado. Desde
Dan hasta Bersebá murieron setenta mil hombres. Pero, cuando el ángel
del Señor había extendido ya su mano hacia Jerusalén, para desatar ahí la
peste, el Señor tuvo compasión y le dijo: “¡Basta ya! Retira tu mano”.
En ese momento, el ángel se hallaba cerca de Jerusalén, en los campos
de Arauná, el yebuseo. Entonces el rey David, angustiado por el exterminio,
oró así: “Soy yo, Señor, el que ha pecado; soy yo, el pastor, quien ha obrado
mal. ¿Qué culpa tienen ellos, que son las ovejas? Castígame, pues, a mí y
a los míos”. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial Salmo 31
R/ “Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado”
Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso
aquel en el que Dios no encuentra ni delito ni engaño. R.
Ante el Señor reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te confesé, Señor,
mi gran delito y tú me has perdonado. R.
Por eso, en el momento de la angustia, que todo fiel te invoque, y no lo
alcanzarán las grandes aguas, aunque éstas se desborden. R.
Lectura del Santo evangelio según San Marcos 6, 1-6
En aquel tiempo, Jesús fue a su tierra en compañía de sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga, y la multitud
47
Mira que estoy a la puerta llamando
que lo escuchaba se preguntaba con asombro: “¿Dónde aprendió este
hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para
hacer milagros? ¿Qué no es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano
de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus
hermanas?” Y estaban desconcertados.
Pero Jesús les dijo: “Todos honran a un profeta, menos los de su tierra,
sus parientes y los de su casa”. Y no pudo hacer allí ningún milagro, sólo
curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y estaba extrañado de
la incredulidad de aquella gente. Luego se fue a enseñar en los pueblos
vecinos. Palabra del Señor.
Meditación
“No desprecian a un profeta más que en su tierra”
Tanto la primera lectura como el salmo responsorial nos están hablando
de saber reconocer nuestros pecados, nuestras faltas, nuestras culpas,
sin justificarnos, sin creernos buenos delante de Dios. Estas lecturas nos
invitan a arrepentirnos de todo corazón, a ponernos en las manos de Dios
que es misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; en las manos
de Dios que no nos lleva cuenta de nuestros delitos pero que espera la
conversión sincera del pecador.
Por otra parte, en el evangelio vemos a Jesús acompañado de sus
amigos, aquellos que comparten con él su vida, que se dejan enseñar
y corregir por él. En esta ocasión le vemos andar con ellos y se dirigen
rumbo a su tierra, allí son testigos del rechazo del mensaje y de la
persona de Jesús por parte de sus compueblanos, no le reconoce, ni
aceptan su propuesta de salvación. Endurecen su corazón amparados
en sus criterios, en lo que hasta ahora “saben” y “conocen” de Jesús. A
pesar de este gesto de desaprobación sus discípulos no le abandonan,
permanecen con él.
Es normal que en los ambientes en donde nos conocen, existan ciertas
resistencias a la hora de escuchar algún tema, algún mensaje, alguna
exhortación pronunciada por nosotros. Nos puede parecer más “fácil y
agradable” escuchar al extranjero, al que viene de fuera. Aun a pesar del
rechazo, Jesús hizo el bien, no se detuvo ante la incredulidad, hizo poco,
pero hizo. No se dejó condicionar por la incredulidad de la gente. Nosotros
estamos llamados a predicar el evangelio aunque muchas veces nos
rechacen, aunque algunas veces no le den créditos a nuestras palabras. Si
vamos con la fuerza del Señor, Él será nuestra fortaleza y nuestro escudo.
Hemos de predicar a tiempo y a destiempo, pues el auténtico profeta está
para anunciar y denunciar. Para proclamar el designio de Dios, le agrade
o no le agrade a la gente.
Que el Señor nos regale el don de la humildad y de la sencillez de
corazón para reconocer siempre nuestras faltas, y nos conceda la fuerza
suficiente para arrepentirnos y convertirnos del mal. Amén.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
4
Jueves
Feria
Verde
Lectura del Primer libro de los Reyes -12 2,1-4.10
Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo
Salomón: «Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! Guarda
las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando
sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la ley
de Moisés, para que tengas éxito en todas tus empresas, dondequiera que
vayas; para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: “Si tus hijos saben
comportarse, caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón
y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel.”»
David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en la Ciudad de
David. Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.
Salomón le sucedió en el trono, y su reino se consolidó. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 1Cro 29
R/ “Tú eres Señor del universo”
Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los
siglos. R/.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la
majestad, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R/.
Tú eres rey y soberano de todo. De ti viene la riqueza y la gloria. Tú eres
Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú engrandeces y
confortas a todos. R
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6,7-13
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos,
dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran
para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto
en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quédense en la casa donde entren, hasta que se vayan de aquel
sitio. Y si un lugar no los recibe ni los escucha, al marcharse sacúdanse el
polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios,
ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban. Palabra del Señor.
Meditación
“Los fue enviando”
Hoy vemos en la Liturgia de la Palabra que Jesús envía de “dos en
dos” a sus discípulos. Los Doce son el símbolo de la plenitud del pueblo
de Dios. En el evangelio que meditamos ayer, Jesús fue rechazado en
Nazaret, su pueblo, a pesar de esto no se detuvo, ni se desanimó, sino que
continuó cumpliendo a su programa evangelizador, proclamando la buena
nueva en todo el pueblo de Israel.
49
Mira que estoy a la puerta llamando
Ser discípulos de Jesús es reconocerse como sus enviados. Aceptar hoy
la fe de Jesús es saber que debo convertirme en un discípulo misionero.
Un discípulo que no anda solo, va acompañado de sus hermanos en la fe.
Un discípulo que se sabe enviado por su Maestro y Señor, que reconoce
que es depositario de una gracia divina que es la que le da la fuerza para la
misión. Ser cristiano hoy, es ser discípulo y ser discípulo es ser misionero.
No siempre vamos a encontrar el “éxito” en términos humanos, en nuestra
misión, pero de igual modo hemos de sembrar la semilla como buenos
sembradores y esperar que Dios haga germinar la palabra que ha sido
sembrada. La Palabra nos invita a ser discípulos humildes y sencillos,
nos motiva a no aferrarnos a otras cosas (capacidades, habilidades,
conocimientos, experiencia, educación…), sino que debemos confiar y
ponernos en las manos del Señor que es el que nos ha enviado.
La Iglesia existe para evangelizar, esa es la misión a la que hemos sido
convocados por el Señor, y es esta la razón de todo discipulado cristiano.
Él nos manda y nos acompaña, pues es con su fuerza y con su autoridad
y no con la nuestra que salimos a proclamar la buena noticia de salvación.
Jesús nos invita a proclamar su palabra “a tiempo y a destiempo”. La
predicación más eficaz sigue siendo el testimonio de vida personal, cómo
he asumido y vivido en la práctica la palabra de Jesús. Que el Señor nos
ayude a ser auténticos y buenos misioneros; a ser evangelios vivientes
para los demás, que quienes nos rodean puedan encontrarse con Jesús a
través de nosotros. Amén.
5
Viernes
Memoria Obligatoria: Santa Águeda, Virgen y Mártir
Rojo
Lectura del Libro del Eclesiástico 47, 2-13
Como se aparta la grasa para los sacrificios, así fue escogido David
entre los hijos de Israel. El jugaba con leones, como si fueran cabritos y
con osos, como si fueran corderos. Joven aún, mató al gigante y lavó la
deshonra de su pueblo: hizo girar su honda y de una pedrada derribó la
soberbia de Goliat. Porque invocó al Dios altísimo, él le dio fuerza a su brazo
para aniquilar a aquel poderoso guerrero y restaurar el honor de su pueblo.
Por eso celebraban con canciones su victoria sobre diez mil enemigos, y lo
bendecían en nombre del Señor.
Ya cuando era rey, peleó con todos sus enemigos y los derrotó. Aniquiló
a los filisteos y quebrantó su poder para siempre. Por todos sus éxitos daba
gracias al Dios altísimo y lo glorificaba. Amaba con toda el alma a su creador
y le entonaba canciones de alabanza. Instituyó salmistas para el servicio
del altar, que con sus voces hicieron armoniosos los cantos. Celebró con
esplendor las fiestas y organizó el ciclo de las solemnidades. El santuario
resonaba desde el alba con alabanzas al nombre del Señor.
El Señor le perdonó sus pecados y consolidó su poder para siempre.
Le prometió una dinastía perpetua y le dio un trono glorioso en Israel. Por
sus méritos le sucedió un hijo sabio, que vivió en paz: Salomón fue rey
50
Plan de Pastoral - Febrero 2016
en tiempos tranquilos, porque Dios pacificó sus fronteras; le construyó un
templo al Señor y le dedicó un santuario eterno.Palabra de Dios
Salmo Responsorial 17
R/ “Sea ensalzado mi Dios y Salvador”
Perfecto es el camino del Señor y firmes sus promesas. Quien al Señor
se acoge en él halla defensa. R.
Bendito seas, Señor, que me proteges; que tú, mi salvador seas bendecido.
Te alabaré, Señor, ante los pueblos y elevaré mi voz, agradecido. R.
Tú concediste al rey grandes victorias y con David, tu ungido, y con su
estirpe siempre has mostrado, Señor, misericordia. R.
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 6, 14-29
En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido tanto, llegó
a oídos del rey Herodes el rumor de que Juan el Bautista había Resucitado
y sus poderes actuaban en Jesús. Otros decían que era Elías; y otros, que
era un profeta, comparable a los antiguos. Pero Herodes insistía: “Es Juan,
a quien yo le corté la cabeza, y que ha resucitado”. Herodes había mandado
apresar a Juan y lo había metido y encadenado en la cárcel.
Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo,
y Juan le decía: “No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu
hermano”. Por eso Herodes lo mandó encarcelar. Herodías sentía por ello
gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida; pero no sabía cómo, porque
Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y
santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado,
pero le gustaba escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus
oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños.
La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó mucho a
Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: “Pídeme lo que
quieras y yo te lo daré”. Y le juró varias veces: “Te daré lo que me pidas,
aunque sea la mitad de mi reino”. Ella fue a preguntarle a su madre: “¿Qué
le pido?” Su madre le contestó: “La cabeza de Juan el Bautista”. Volvió ella
inmediatamente junto al rey y le dijo: “Quiero que me des ahora mismo, en
una charola, la cabeza de Juan el Bautista”.
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados,
no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera
la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza
en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre. Al
enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo
sepultaron. Palabra del Señor.
Meditación
“Es Juan a quien yo decapité que ha resucitado”
La primera lectura hace un reconocimiento póstumo a la persona y al
gobierno en Israel del rey David, un hombre que como hemos visto en todos
51
Mira que estoy a la puerta llamando
estos días, sirvió a Dios con sinceridad de corazón, aun a pesar de sus
pecados, un hombre que supo arrepentirse, que constantemente tuvo que
hacer volver su corazón a Dios, cuando por sus pasiones desordenadas
se alejaba de él. El rey David, supo descubrir el toque de Dios en su puerta
llamándole constantemente a una vida en santidad y justicia. A nosotros
nos queda recorrer ese mismo camino de conversión, tener un corazón
sensible a Dios, que vibre por Él, que nos haga buscar siempre su rostro
y su misericordia.
En el evangelio hemos escuchado el texto que relata la muerte de
Juan El Bautista, que muere, siendo inocente, por anunciar la venida del
Mesías, la buena nueva y por denunciar las situaciones de pecado y de
escándalo público en las que había incurrido el rey Herodes. El profeta
ha de sostener su anuncio y su denuncia inclusive con su propia vida.
Teniendo siempre en cuenta que “Dios nunca nos dejará y nunca nos
abandonará” si permanecemos fieles a Él.
Los cristianos de hoy, tenemos que seguir alzando la voz ante tantas
situaciones de injusticia, por el bautismo hemos sido consagrados como
sacerdotes, profetas y reyes. Hemos de ejercer esa dimensión profética
y no sólo anunciar, sino también denunciar las acciones pecaminosas
que quieren insertarse en nuestros sectores, barrios y comunidades.
Hoy más que nunca hemos de alzar la voz ante esta ola de males que
se nos viene encima. También podemos constatar que Juan el Bautista
murió por pedir la conversión de Herodes. Por tanto, hoy se nos invita a
convertirnos personalmente, pero también a ser predicadores y profetas
de la conversión y de la misericordia de Dios. Que el Señor nos ayude a
reconocer que Él es nuestra luz y nuestra salvación. Amén.
6
Memoria obligatoria. San Pablo Miki, Religioso y compañeros mártires
Sábado
Rojo
Lectura del Primer Libro de los Reyes 3, 4-13
En aquellos días, el rey Salomón fue al santuario de Gabaón a ofrecer
sacrificios y ofreció mil holocaustos sobre el altar. Una noche, estando él
dormido en aquel lugar, se le apareció el Señor y le dijo: “Salomón, pídeme
lo que quieras, y yo te lo daré”.
Salomón le respondió: “Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo
David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, con justicia y rectitud
de corazón. Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia,
porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono. Sí, tu quisiste,
Señor y Dios mío, que yo, tu siervo, sucediera en el trono a mi padre, David.
Pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y
me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso, que es
imposible contarlo.
Por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón para que sepa
gobernar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal. Pues sin ella, ¿quién
será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?” Al Señor le agradó
52
Plan de Pastoral - Febrero 2016
que Salomón le hubiera pedido sabiduría y le dijo: “Por haberme pedido
esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino
sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido. Te doy un
corazón sabio y prudente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después
de ti. Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido: tanta gloria y
riqueza, que no habrá rey que se pueda comparar contigo”.Palabra de Dios
Salmo Responsorial Salmo 118
R/ “Enséñanos, Señor, tus leyes”
Solo cumpliendo tus mandatos puede un joven vivir honestamente. Con
todo el corazón te voy buscando, no me dejes desviar de tus preceptos. R.
En mi pecho guardé tus mandamientos, para nunca pecar en contra tuya.
Señor, bendito seas; enséñame tus leyes. R.
Con mis labios he ido enumerando todos los mandamientos de tu boca.
Más me gozo cumpliendo tus preceptos que teniendo riquezas. R.
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron
todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces él les dijo: “Vengan conmigo
a un lugar solitario, para que descansen un poco”. Porque eran tantos los
que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer.
Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado
y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces de todos los
poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Cuando
Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se
compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a
enseñarles muchas cosas.Palabra del Señor
Meditación
Andaban como ovejas sin pastor.
Hoy el tema central que domina toda la liturgia de la Palabra es el de
pastor, aquel que está al frente del rebaño, no como un asalariado, no como
un profesional de la religión, sino como un pastor, según el corazón de Dios
como nos dice el profeta. Así como el pastor debe tener un corazón dócil
para gobernar, de esa misma manera las ovejas debemos ser obedientes
a nuestros pastores, pues ellos están puestos por Dios para guiarnos con
sabiduría, amor y paciencia por los caminos seguros del evangelio.
Nuestros pastores como bien sabemos, no son seres humanos prefectos,
ni poseen todas las virtudes, cualidades y dones, pero fueron elegidos por
Dios y confortados con la fuerza del Espíritu Santo para esa misión. Ellos, aun
a pesar de sus debilidades, escucharon la llamada del Señor y respondieron
con generosidad. Entregan sus vidas día tras día en favor de las personas
que Dios ha puesto en sus manos, es tan sagrada su encomienda que por
ella habrán de rendir cuentas un día, ante el Supremo Pastor.
Nosotros como ovejas, como fieles laicos, hemos de orar por ellos
para que todos los días crezcan en santidad, en caridad pastoral, sean
53
Mira que estoy a la puerta llamando
buenos pastores al estilo de Jesús, tengan un amor grande para acoger
a todos sin distinción, sean los primeros en ser fraternos, cercanos y
misericordiosos. Que sepan anteponer muchas veces, el bien de la almas
a sus necesidades personales. Nosotros hemos de acompañarles en su
misión evangelizadora, comprenderles, quererles, valorarles, apoyarles y
trabajar junto con ellos, para que el reino de Dios siga creciendo, por la
fuerza del Espíritu, en los corazones de todos los hombres y mujeres de
nuestros sectores y comunidades. Que Dios nos ayude a ser dóciles a la
guía y el acompañamiento de nuestros pastores, que sepamos descubrir
la mano de Dios que nos conduce por medio de ellos. Amén.
7
V Domingo del Tiempo Ordinario
Primera Semana Liturgia de las Horas
Verde
Tocados por el amor de Dios lanzamos las redes de su misericordia
Orientaciones para esta Celebración:
Resaltar el lema y el valor del mes. Colocar el lema
del día en un lugar visible. Motivar para que en la
familia y sectores se viva el compartir. Tomar en
cuenta cantos alusivos a barcas, peces y redes.
Animar para que todos se adentren a celebrar y
participar durante todo este mes: celebrar nuestra
Independencia, la amistad y el amor. Prepararse
para el inicio de la cuaresma que iniciará el próximo miércoles con la
imposición de la ceniza . Orar y acompañar nuestros enfermos y compartir
con los estudiantes.
Monición de entrada:
Hermanos y hermanas: Con mucha alegría nos congregamos en el día
del Señor para dar gracias al Padre misericordioso que por medio de su
Hijo nos ha tocado el corazón y nos ha enviado a echar las redes de su
misericordia en nuestro mundo de hoy.
En este mes de Febrero, dentro del Jubileo de la Misericordia, se nos invita
a dejar que el Señor nos toque el corazón a través de su Palabra y de tantas
necesidades que sufren nuestros hermanos. Como Isaías, como Pedro y los
discípulos y como Pablo el Señor nos ha invitado a ser pescadores de los
hombres y mujeres de este tiempo.
Hoy, es una oportunidad maravillosa para que renovemos nuestro
compromiso de remar adentro, en la realidad de nuestra patria, llevando el
mensaje de evangelización y de decir constantemente cada día: “Aquí estoy
mándame” y a no dejar que caiga en saco roto la gracia que el Señor nos
regaló de ser testigos de su resurrección con palabras y obras.
Oremos hoy con fe grande, para que algunos de nuestros adolescentes y
jóvenes, escuchando la voz del Señor estén dispuestos a entregarse a El y
a su Reino en la vocación sacerdotal y religiosa.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
Recibamos con gran alegría al Señor, que llega a presidir nuestra
Celebración a través de su ministro.
Primera Lectura: Isaías 6, 1-2a. 3-8
El Profeta Isaías, llamado por el Señor, responde poniéndose en manos
de Dios aceptando la misión encomendada. Hoy cada uno de nosotros está
siendo llamado a evangelizar, a dejarse tocar el corazón y a responder con
generosidad a Aquel que está llamando a nuestra puerta. Escuchemos
Lectura del libro del profeta Isaías
El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto
y excelso: la orla de su manto llenaba el templo. Y vi serafines en pie junto a
él. Y se gritaban uno a otro, diciendo: « ¡Santo, santo, santo, el Señor de los
ejércitos, la tierra está llena de su gloria!»
Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz, y el templo
estaba lleno de humo.
Yo dije: - « ¡Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que
habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey
y Señor de los ejércitos.»
Y voló hacia mí uno de los serafines, con un ascua en la mano, que había
cogido del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: «Mira; esto
ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado.»
Entonces, escuché la voz del Señor, que decía: « ¿A quién mandaré?
¿Quién irá por mí? » Contesté: - «Aquí estoy, mándame.» Palabra de Dios.
Salmo Responsorial, 137
R/“Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor”.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré
para ti, me postraré hacia tu santuario. R.
Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu
promesa supera a tu fama; cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el
valor en mi alma. R.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar el oráculo de
tu boca; canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande. R.
Tú derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor,
tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. R.
Segunda Lectura: 1 Corintios 15, 1-11
En esta lectura Pablo da testimonio de su conversión al dejarse tocar
el corazón por el Señor Resucitado que lo hizo su apóstol por su gran
misericordia. Como él también fuimos elegidos nosotros para ser testigos
de la resurrección de Jesús sin dejar que su gracia se frustre en nosotros.
Escuchemos
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
Les recuerdo, hermanos, el Evangelio que les proclamé y que ustedes
aceptaron, y en el que están fundados, y que los está salvando, si es que
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Mira que estoy a la puerta llamando
conservan el Evangelio que les proclamé; de lo contrario, se ha malogrado
su adhesión a la fe.
Porque lo primero que yo les transmití, tal como lo había recibido, fue
esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que
fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le
apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de
quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han
muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles;
por último, como a un aborto, se me apareció también a mí. Porque yo soy
el menor de los apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque he
perseguido a la Iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no se ha frustrado
en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo,
sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que
predicamos; esto es lo que han creído. Palabra de Dios.
Aleluya Mt 4, 19
Vengan a mi -dice el Señor-, y los haré pescadores de hombres
Evangelio: Lucas 5, 1-11
Confiar en Jesús y lanzar las redes mar adentro como Pedro y sus
amigos es abrirse a la acción del Espíritu Santo, que transforma la vida
del ser humano, de la comunidad y de la sociedad. El ha tocado nuestros
corazones para hacernos pescadores de hombres y mujeres y que desde
esa barca que es la Iglesia lancemos las redes de la evangelización, para la
construcción de un mundo de paz y justicia. Puesto de pie aclamamos con
el canto a Jesús que nos hablará en este Evangelio.
Lectura del santo evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la
palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas
que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban
lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la
apartara, un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Remen mar adentro, y echen las
redes para pescar.»
Simón contestó: «Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no
hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.»
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que
reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que
vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas,
que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús
diciendo: «Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.»
Y es que el asombro- se había apoderado de él y de los que estaban con
él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a
Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús
dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres.»
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Palabra
del Señor.
Oración de los fieles
El que preside: Padre misericordioso confiados en Ti presentamos nuestras
intenciones diciéndote: Que lancemos las redes de tu misericordia en
nuestro pueblo.
• Por el Papa Francisco, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Religiosos y
Religiosas, para que abiertos a dejarse tocar el corazón por Dios Padre
Misericordioso puedan siempre responder como el profeta “Aquí estoy
mándame”. Roguemos al Señor.
• Por los gobernantes de todos los pueblos, para que faciliten el anuncio
del Evangelio a sus naciones y apoyen a todos los que trabajan al servicio
de la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
• Por los más pobres, por todos los que sufren, para que confiados en el
Señor busquen solución a sus problemas y encuentren en nosotros el
apoyo necesario. Roguemos al Señor.
• Por los consagrados y consagradas que habiéndose dejado tocar el
corazón por Dios Padre misericordioso, testimonien su fe y guiados por
el amor realicen la misión que Dios les ha encomendado, especialmente,
entre los más débiles y desfavorecidos. Roguemos al Señor.
• Por nosotros llamados por el Señor a la misión, para que fortalecidos por
la Eucaristía lancemos las redes de la misericordia del Padre y rememos
mar adentro para que todos se dejen tocar el corazón por Dios y por
todos los que sufren. Roguemos al Señor.
Por nuestros adolescentes y jóvenes, para que se dejen tocar el corazón
por el Señor y digan como Isaías: “Aquí estoy mándame”. Roguemos al
Señor.
El que preside: Recibe nuestras súplicas, Padre y toca lo más profundo
de nuestro corazón para que nunca los fracasos, la indiferencia, el desprecio
y las contrariedades que encontramos en el trabajo de tu Reino no nos haga
volver atrás sino que creyendo en tu Palabra sigamos lazando las redes y
remando mar adentro. Por Jesucristo, nuestro Señor.
8
Lunes
Feria o Memoria Libre San Jerónimo Emiliani
Verde o Blanco
Lectura del primer libro de Reyes 8, 1-7.9-13
En aquellos días, el rey Salomón convocó en Jerusalén a todos los
ancianos y jefes de Israel, para subir allá el arca de la alianza del Señor desde
Sión, la ciudad de David. Todos los Israelitas se congregaron en torno al rey
Salomón para la fiesta de los tabernáculos, que se celebra el séptimo mes
del año. Cuando llegaron los ancianos de Israel, unos sacerdotes cargaron
el arca de la alianza, y otros, junto con los levitas, llevaron la tienda de la
reunión, con todos los objetos sagrados que en ella había.
57
Mira que estoy a la puerta llamando
El rey Salomón y toda la comunidad de Israel inmolaron frente al arca
ovejas y bueyes en tal número, que no se podían ni contar. Llevaron el arca
de la alianza del Señor hasta su lugar en el santuario, el lugar santísimo, y la
colocaron bajo las figuras de los querubines, de tal modo, que las alas de éstos
quedaron cubriendo el arca y las varas que servían para transportarla. Lo único
que había en el arca eran las dos tablas de piedra, que Moisés colocó ahí,
cuando el Señor estableció la alianza con los israelitas, a su salida de Egipto.
En cuanto los sacerdotes salieron de aquel sitio sagrado, una nube llenó
el templo, y esto les impidió continuar oficiando, porque la gloria del Señor
había llenado su templo. Entonces Salomón exclamó: “El Señor dijo que
habitaría en una espesa nube. Por eso, Señor, la casa que te he construido
con magnificencia, será tu morada”.Palabra de Dios
Salmo Responsorial 131
R/ “Levántate, Señor, ven a tu mansión”
Que se hallaba en Efrata nos dijeron; de Jaar en los campos la encontramos.
Entremos en la tienda del Señor y a sus pies, adorémoslo, postrados. R.
Levántate, Señor, ven a tu casa; ven con el arca, poderoso auxilio. Tus
sacerdotes vístanse de gala; tus fieles, jubilosos, lancen gritos. Por amor a
David, tu servidor, no apartes la mirada de tu ungido. R.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 6, 53-56
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos terminaron la travesía del lago
y tocaron tierra en Genesaret. Apenas bajaron de la barca, la gente los
reconoció y de toda aquella región acudían a él, recorrieron toda aquella región
y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba.
Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los
enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto;
y cuantos lo tocaban quedaban sanados.Palabra del Señor
Meditación
“Los que lo tocaban se ponían sanos”
El pueblo reconoce que Jesús tiene el poder para curar, han visto y han
sido testigos del poder sanador de Jesús, él se deja tocar por la gente que
busca alivio y consuelo para sus dolencias y exclusiones. Todos podemos
también tocar a Jesús que se hace pan y vino en cada Eucaristía. Es bueno
recordar que quien estaba enfermo según la mentalidad hebrea antigua,
que asociaba la enfermedad con el pecado debía ser apartado según la ley
dependiendo la enfermedad que padeciera. En este contexto vemos a Jesús
con poder y capacidad de curar, sanar y dar vida. Los milagros de curaciones
que realiza Jesús son gracias a la fe que la gente ha puesto en él. Cada
acción milagrosa de Jesús es para suscitar la fe. Jesús cuando cura a una
persona lo regenera por dentro y por fuera. Acerquémonos a tocar a Cristo,
así realizaremos la conversión y tendremos el encuentro personal con Él.
La sanación obrada por Jesús nos libera de la enfermedad y también de
nuestros pecados. Tal es la voluntad salvífica del Padre que nos ha dejado
58
Plan de Pastoral - Febrero 2016
tres sacramentos para nuestra curación espiritual y corporal, el primero y
principal sacramento del perdón y de la conversión es el bautismo; además
tenemos el sacramento de la Confesión o Penitencia que nos limpia del
pecado, que es la peor enfermedad que una persona puede padecer; y el
sacramento de la Unción de los Enfermos que nos capacita, y nos da la gracia
de asociar nuestros padecimientos a los de Cristo y la Iglesia. Un milagro es
siempre una acción divina salvadora. Aunque los milagros son suscitados
por la fe, no puedo caer en el error de cimentar mi fe en la obtención de
un milagro. Hay que creer en Jesús aunque no reciba de él en esta vida el
milagro que quiero y deseo. Dios no actúa según nuestros caprichos. Dios es
un Padre que sana y salva siempre, en todo lugar y en todo momento.
Que el Señor nos consuele con la gracia de su santa unción y que
podamos recibir de él nuestra curación corporal y espiritual. Amén.
9
Martes
Feria
Verde
Lectura del primer libro de los Reyes 8,22-23.27-30
En aquellos días, Salomón, en pie ante el altar del Señor, en presencia
de toda la asamblea de Israel, extendió las manos al cielo y dijo: «¡Señor,
Dios de Israel! Ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay un Dios como tú,
fiel a la alianza con tus vasallos, si caminan de todo corazón en tu presencia.
Aunque, ¿es posible que Dios habite en la tierra? Si no cabes en el cielo
y lo más alto del cielo, ¡cuánto menos en este templo que he construido!
Vuelve tu rostro a la oración y súplica de tu siervo Señor, Dios mío, escucha
el clamor y la oración que te dirige hoy tu siervo. Día y noche estén tus ojos
abiertos sobre este templo, sobre el sitio donde quisiste que residiera tu
nombre. ¡Escucha la oración que tu siervo te dirige en este sitio! Escucha
la súplica de tu siervo y de tu pueblo, Israel, cuando recen en este sitio;
escucha tú, desde tu morada del cielo, y perdona.»Palabra de Dios
Salmo Responsorial, 83
R/. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor,mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R/.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa; la golondrina, un nido donde colocar
sus polluelos:tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. R/.
Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre. Fíjate,oh Dios,
en nuestro Escudo, mira el rostro de tu Ungido. R/.
Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa, y prefiero el umbral de
la casa de Dios a vivir con los malvados. R/.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 7,1-13:
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos
escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos
impuras, es decir, sin lavarse las manos (los fariseos, como los demás judíos,
59
Mira que estoy a la puerta llamando
no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la
tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse
antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por
qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición
de los mayores?»Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de ustedes,
hipócritas, como está escrito: “Este pueblo me honra con los labios, pero
su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque
la doctrina que enseñan son preceptos humanos.” Dejan a un lado el
mandamiento de Dios para aferrarse a la tradición de los hombres.»
Y añadió: «Anulan el mandamiento de Dios por mantener su tradición.
Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre” y “el que maldiga a su padre o
a su madre tiene pena de muerte”; en cambio, ustedes dicen: Si uno le dice
a su padre o a su madre: “Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco
al templo”, ya no le permiten hacer nada por su padre o por su madre,
invalidando la palabra de Dios con esa tradición que se trasmiten; y como
éstas hacen muchas.» Palabra del Señor.
Meditación
“Dejan a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a la tradición
de los hombres”
El hombre y la mujer han sido creados a imagen y semejanza de Dios.
Las Sagradas Escrituras nos dice que Dios es amor. Es precisamente en
esta dimensión en la que somos semejantes a Dios, tenemos la capacidad
de amar y darnos a los demás. En materia de amor hemos sido enseñados
por Dios mismo que entregó a su unigénito, que se dio a sí mismo en el
Hijo por amor al hombre.
En el evangelio vemos a Jesús puesto a prueba por los fariseos y
letrados de Jerusalén. Jesús no pretende ignorar las tradiciones de su
pueblo, busca combatir el concepto “legalista” de pureza que discrimina y
excluye a los enfermos, los pobres, las mujeres y los paganos. Jesús no
vino “a abolir la ley, sino a darle plenitud”, hacer que la ley y las normas
encuentre su justo cauce, que sirva para hacer que el hombre y la mujer
sea todos los días más semejante a Dios en el amor y en la santidad. Los
discípulos no cumplen las normas de pureza, porque en Jesús ya habían
comenzado a liberarse de las leyes que esclavizan y no están al servicio
de la vida. Jesús es un hombre libre y liberador. Él responde a la crítica de
los letrados y fariseos acudiendo en primer lugar a las Escrituras, donde la
tradición profética condena la hipocresía del culto sin justicia y condena la
hipocresía de creyentes de la palabra sin coherencia de vida.
Por otra parte, Jesús se basa en hechos de la vida cotidiana para
desenmascarar la falsedad y la maldad de quienes controlan la ley (religión)
para manipular la palabra de Dios. A Dios no le agrada el culto vacío y que
nuestras vidas estén llenas de injusticia. Jesús deja claro que lo que hace
impuro al hombre no es lo que entra sino lo que sale. Lo que purifica al
hombre es el amor, la fraternidad, la solidaridad, la verdad, la justicia, la
60
Plan de Pastoral - Febrero 2016
misericordia y la entrega generosa a los demás. El culto que Jesús quiere
es el que nace de la conversión personal y conversión hacia el hermano,
hacia la misericordia con los demás.
Este evangelio nos sirve de marco introductorio para el tiempo litúrgico
que iniciaremos mañana. Que el Señor nos ayude a ser sinceros y
coherentes, a no vivir esclavos de normas e ideas, a aferrarnos todos los
días al Evangelio que es palabra de vida, misericordia y salvación. Amén.
10
IV Semana de la Liturgia de las Horas
Miércoles de Ceniza
Morado
Cuaresma, tiempo para dejarse tocar el corazón para cambiar de vida
Algunas orientaciones: Preparar la
ceniza que se hará de los ramos utilizados
en la procesión del domingo de Ramos
Tener Agua bendita para rociar la Ceniza y
suficientes recipientes para colocarlas. Tener
en cuenta que en el tiempo de cuaresma no
se colocan flores, ni se tocan instrumentos,
todo debe transcurrir con moderación y
recogimiento. Resaltar que el color a usar es morado. Subrayar que se inicia
un tiempo de Misericordia, que este año tiene una connotación muy especial
por la celebración del Jubileo de la Misericordia, de conversión, dejarse tocar
el corazón por el Señor. Tiempo de oración, penitencia, de práctica de la
caridad y compartir.
Monición ambiental
Hermanos y hermanas: Hoy iniciamos con toda la Iglesia el tiempo de
Cuaresma dentro del Jubileo de la Misericordia. El Papa Francisco nos pide
que “la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como
momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios” (MV 17).
La Cuaresma, la iniciamos con la imposición de las cenizas en nuestra
cabeza para recordar nuestra debilidad humana, que el Señor por medio del
agua del Bautismo, por su gran misericordia, nos eleva a ser sus hijos y a
participar de su divinidad. Para que esta misericordia sea efectiva es necesario
que nos dejemos tocar el corazón por el Señor y por los sufrimientos de tantas
personas que sufren. En otras palabras, se necesita que aceptemos el llamado
que Jesús nos hará en esta Liturgia: “conviértete y cree en el Evangelio”.
La Cuaresma es tiempo de que nosotros pecadores reconozcamos que
hemos pecado y con la mirada en nuestro Bautismo que renovaremos en la
Noche Santa de la Pascua asumamos con nueva fuerza nuestro compromiso
cristiano.
Vivamos este camino cuaresmal hecho de oración intensa, de ayuno y
de caridad, para que siendo “Misericordiosos como el padre, compartamos
como hermanos “especialmente con los más pobres y necesitados.
61
Mira que estoy a la puerta llamando
Dispongamos nuestro corazón con humildad y sencillez y recibamos al
Señor que nos preside a través de su ministro y que viene a tocar nuestro
corazón, para que nos convirtamos de verdad a El.
Primera Lectura: Joel 2,12-18
El Señor a través del profeta Joel nos hace una intensa llamada a la
conversión, a dejarnos tocar el corazón por el amor misericordioso de Dios
Padre, que ahora nos llega a través de Jesús, que nos está llamando a una
sincera y verdadera conversión. Escuchemos.
Lectura del libro del profeta Joel
Esto dice el Señor: “Todavía es tiempo. Vuélvanse a mí de todo corazón,
con ayunos, con lágrimas y llanto; enluten su corazón y no sus vestidos.
Vuélvanse al Señor, su Dios, porque es compasivo y misericordioso,
lento a la cólera, rico en clemencia, y se conmueve ante la desgracia”.
Quizá se arrepienta, se compadezca de nosotros y nos deje una bendición,
que haga posibles las ofrendas y libaciones al Señor, nuestro Dios.
Toquen la trompeta en Sión, promulguen un ayuno, convoquen la
asamblea, reúnan al pueblo, santifiquen la reunión, junten a los ancianos,
convoquen a los niños, aun a los niños de pecho. Que el recién casado deje
su alcoba y su tálamo la recién casada.
Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor,
diciendo: “Perdona, Señor, perdona a tu pueblo. No entregues tu heredad a
la burla de las naciones”. Que no digan los paganos: “¿Dónde está el Dios
de Israel?”. Y el Señor se llenó de celo por su tierra y tuvo piedad de su
pueblo. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 50
R/ “Misericordia, Señor, hemos pecado”
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis
ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. \ R.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados.
Contra ti sólo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. \ R.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus
mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo
espíritu. \ R.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa.
Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. \ R.
Segunda lectura: 2 Corintios 5,20-6,2
Pablo nos invita a vivir este tiempo de gracia que es la Cuaresma, a dejarnos
tocar el corazón, a reconciliarnos con el Padre en Cristo Jesús, con nuestros
hermanos en esta Cuaresma del Jubileo de la Misericordia. Escuchemos
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios
Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio es como
si Dios mismo los exhortara a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que
62
Plan de Pastoral - Febrero 2016
se dejen reconciliar con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo
“pecado” por nosotros, para que, unidos a Él, recibamos la salvación de Dios
y nos volvamos justos y santos.
Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su
gracia en saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuché
y en el día de la salvación te socorrí. Pues bien, ahora es el tiempo favorable;
ahora es el día de la salvación. Palabra de Dios.
Aclamación (cfr. Sal 94, 8) R /. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Hagámosle
caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón”. R/.
Evangelio: Mateo 6,1-6 y 16-18
Para vivir este tiempo de Cuaresma, centrado en Jesucristo rostro del
Padre Misericordioso, tenemos tres medios principales: la oración, el ayuno
y la caridad con los más pobres; hechos no para ser vistos por los demás,
sino para ser vistos por Dios y así nos preparamos a llegar con un corazón
renovado a la Pascua del Resucitado. Aclamemos a Jesús que viene a
enseñarnos como nuestro Maestro.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no
practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De
lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna no lo anuncies con trompeta, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los
hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha,
para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes
les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para
que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú,
en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora
ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas
que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están
ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando ayunes perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la
gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre,
que ve lo secreto, te recompensará”. Palabra del Señor.
Meditación
“Tu Padre, que ve lo escondido te lo recompensará”
“Recuerda que polvo eres y en polvo de convertirás”, es el grito que
resuena en nuestro interior al comenzar el Tiempo de Cuaresma, que inicia
63
Mira que estoy a la puerta llamando
con el día de hoy, conocido litúrgicamente como el miércoles de ceniza
y termina con la misa de la Cena del Señor. La liturgia cuaresmal nos
prepara para la celebración del misterio pascual de la muerte y resurrección
de Jesucristo. El tiempo de Cuaresma es un tiempo de conversión y de
penitencia; un tiempo propicio para volver al Señor de todo corazón. La
cuaresma es un tiempo de ayuno, de limosna y de Oración.
Al dar apertura a este tiempo, lo hacemos imponiendo cenizas en
nuestras cabezas o en la frente. Las cenizas nos recuerdan la fragilidad
humana. Las cenizas son las remembranzas de lo que un día fue y que
hoy ya no es. Las cenizas son el signo bíblico del arrepentimiento y del
anonadamiento. Con este gesto, la Iglesia nos quiere conducir por el camino
de la verdadera penitencia, que ha de comenzar por el reconocimiento
profundo de nuestra condición humana. Somos frágiles y débiles, somos
de polvo. Necesitamos el auxilio de la gracia para fortalecernos y volver
siempre a las manos de nuestro Padre Dios. Todos los días hemos de
convertirnos. La conversión en un cristiano ha de ser una actitud constante.
La conversión nada tiene que ver con “pasarse de una fe cristiana a otra”.
La conversión es un volver el corazón a Dios, es “rasgar” nuestro interior y
ofrecerle a Dios un culto que le agrade. Es ofrecerle a Dios nuestra propia
vida bien encaminada hacia la santidad. Nunca estamos suficientemente
“convertidos”. La conversión tiene un inicio en nuestras vidas, pero no un
final, a diario hemos de rechazar el mal y acoger el bien. La Iglesia que
es Madre y Maestra nos regala estos cuarenta días, tiempo en el que los
cristianos hemos de “reconciliarnos con Dios” y con los hermanos, tal y
como nos manda San Pablo en la Segunda Carta a los Corintios.
Este es un tiempo favorable, es un tiempo de bendición, “ahora es el
día de la salvación”. Que el Señor nos ayude en este tiempo de gracia a
arrepentirnos de todo corazón, a intensificar nuestra oración, a realizar
sacrificios espirituales que agraden a Dios, a dar limosna, a compartir
fraternalmente lo poco o mucho que podamos tener. Amén.
Oración de los Fieles
El que preside: Padre Misericordioso, nosotros que somos pecadores
acudimos suplicantes ante Ti diciéndote: En esta Cuaresma toca nuestro
corazón y purifícalo.
- Por la Iglesia; para que escuchando con intensidad la Palabra del
Señor nos dejemos tocar el corazón y nos convirtamos de corazón y así
lleguemos a celebrar con sinceridad la Pascua. Roguemos al Señor.
- Por los que tienen el poder de decisión en los pueblos, para que
reconociéndose débiles y pecadores se conviertan al Dios vivo y trabajen
por la justicia la paz. Roguemos al Señor.
- Por los que sufren hambre y sed de justicia; para que nuestro ayuno
de este día les procure el alimento necesario para ellos mitigar sus
necesidades. Roguemos al Señor.
- Por nosotros asamblea reunida en nombre del Señor, que hemos recibido
la ceniza; para que la llamada de conversión toque verdaderamente
64
Plan de Pastoral - Febrero 2016
nuestro corazón y mediante la oración, la limosna y el ayuno, alcancemos
la gracia de Dios rico en misericordia. Roguemos al Señor.
(Se pueden añadir otras intenciones)
El que preside: Padre, al inicio de esta Cuaresma, acoge nuestras
oraciones para que respondamos con generosidad a tu misericordia,
intensificando la oración, ayunando de todo mal y dejándonos tocar nuestro
corazón por las necesidades y sufrimientos de los más pobres que nosotros.
Por Jesucristo nuestro Señor.
11
Jueves
Jueves después de Ceniza o memoria libre.
Nuestra Señora de Lourdes.
Morado o Blanco
Jornada Mundial del Enfermo
(Las siguientes lecturas están tomadas para celebrar la Jornada Mundial del Enfermo)
Lectura del Libro del Eclesiástico 7,27-36
Honra a tu padre con todo tu corazón;
no olvides nunca que tu madre sufrió por ti.
Acuérdate que por ellos tú naciste: ¿qué les
darás por todo lo que te dieron?
Rinde homenaje al Señor con toda tu
alma, y respeta a sus sacerdotes. Ama con
todas tus fuerzas al que te ha creado, y no
abandones a sus ministros.
Tiéndele al pobre una mano generosa, y recibirás del Señor una bendición.
Que los vivos reciban tus buenas obras y no olvides a los muertos. No te
apartes de los que lloran, sufre con los que tienen pena. No te olvides de
visitar al enfermo: ese tipo de cosas hará que se te quiera. En todo lo que
hagas acuérdate de tu fin y nunca pecarás. Palabra de Dios
Salmo Responsorial: 83
R/ “Mi alma se alegra en el Señor”
Y mi alma se alegrará en el Señor, muy contenta con su intervención.
Todo mi ser exclamará: “Señor, ¿quién hay como tú, que libras al débil de la
mano del fuerte, y al pobre y al pequeño del que los despoja?” R.
Pero yo, cuando se enfermaban, me vestía de saco, ayunaba, hacía
penitencia, y no cesaba de rezar por ellos. Caminaba sin rumbo como por un
amigo o un hermano, me curvaba de tristeza como quien llora a su madre. R.
Señor, ¿te quedarás mirando? Rescátame de los leones rugientes, pues
no tengo sino una vida. Te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré
cuando esté todo el pueblo. R.
Tú, Señor, que lo has visto, no te quedes callado, ¡no te apartes de mí,
Señor! Despiértate y levántate, que es tiempo de juzgar. Señor, Dios mío,
toma mi defensa. R.
65
Mira que estoy a la puerta llamando
Lectura de santo evangelio según san Juan 2,1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús
estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: «No les queda vino.» Jesús le
contestó: «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.» Su madre dijo a
los sirvientes: “Hagan lo que él diga”
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los
judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: «Llenen las tinajas de
agua». Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó: «Saquen ahora y llévenselo al mayordomo.» Ellos
se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía
(los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó
al novio y le dijo: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya
están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta
ahora.»
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria,
y creció la fe de sus discípulos en él. Palabra del Señor
Meditación
Celebramos hoy la memoria de Nuestra Sra. de Lourdes y la Jornada
Mundial de Oración por los Enfermos. En el año 1858 se apareció la Virgen
María en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave, cerca de Lourdes
en Francia a Bernardita Soubirous. El mensaje de la Virgen fue que allí se
edificara un santuario para orar y hacer penitencia por la conversión de los
pecadores. Por otra parte celebramos la Jornada Mundial de Oración por
los Enfermos, esta jornada fue instituida el 13 de mayo de 1992 por San
Juan Pablo II.
Esta Jornada nos recuerda que debemos atender y acompañar con
amor a nuestros hermanos que pasan por situaciones dolorosas de
enfermedades que les provocan muchos sufrimientos. Es un día para
tomar conciencia del dolor y la enfermedad propia y también la ajena. Es
un día para orar y velar por el cuidado de los enfermos. Orar para que si
es la voluntad de Dios se sanen y velar para que quienes estén enfermos
reciban las medicinas y los cuidados necesarios. La Iglesia, en muchos
lugares del mundo, y también de nuestra República Dominicana, el día de
hoy acostumbra a realizar la celebración comunitaria de la Unción de los
Enfermos. Hoy, en este año de la Misericordia, es el día del Jubileo de los
Enfermos. ¿Qué mejor manera de celebrar este Jubileo, que dándoles la
fortaleza y sanación que lleva en sí este sacramento de la Unción de los
Enfermos?
Estamos llamados a asociar nuestros dolores a la pasión salvadora de
Jesús, que vivió y padeció en su propia carne el sufrimiento, la enfermedad
y el dolor. La misericordia cristiana ha de verse en situaciones concretas
y la enfermedad es un momento propicio para hacerse cercano, para
hacerse solidario y vivir la misericordia con el necesitado, en este caso
66
Plan de Pastoral - Febrero 2016
con el enfermo. Jesús en los evangelios nos nuestra su sufrimiento y la
promesa de que al final de todo el Padre lo resucitará, sus sufrimientos
serán redentores de una humanidad enferma por el pecado, por otra
parte nos invita a seguirle, a tomar nuestra cruz de cada día, sabiendo
que el que sigue a Jesús tiene vida y vida eterna. Que el Señor nos dé la
gracia de asistir con amor a los enfermos y preocuparnos por aliviar sus
sufrimientos. Amén.
12
Viernes
Viernes después de la Ceniza
Morado
Lectura del profeta Isaías 58,1-9ª
Así dice el Señor Dios: “Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una
trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.
Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como
un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios. Me
piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios. “¿Para qué ayunar, si no
haces caso?; ¿mortificarnos, si tú no te fijas?”
Miren: el día de ayuno buscan su interés y apremian a sus servidores;
miren: ayunan entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad. No
ayunen como ahora, haciendo oír en el cielo sus voces. ¿Es ése el ayuno
que el Señor desea, para el día en que el hombre se mortifica?, mover la
cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llaman
ayuno, día agradable al Señor?
El ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar
los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los
cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo,
vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá
tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino
la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te
responderá; gritarás, y te dirá: “Aquí estoy.” Palabra del Señor
Salmo Responsorial 50:
R/ “Un corazón quebrantado y humillado, Tú, Dios mío, no lo desprecias”
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi
culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra
ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. R.
Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo
querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y
humillado, tú no lo desprecias. R.
Lectura del santo evangelio según Mateo 9,14-15
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús,
preguntándole: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en
cambio, tus discípulos no ayunan?” Jesús les dijo: “¿Es que pueden guardar
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Mira que estoy a la puerta llamando
luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día
en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.” Palabra del Señor
Meditación
“Llegará un día en que se lleven al esposo y entonces ayunarán”
Todo el tiempo de cuaresma está atravesado de punta a punta por cuatro
palabras, y estas son: ayuno, limosna, oración y penitencia o conversión. En
la primera lectura el profeta Isaías nos pone en la línea del Señor, que nos
manda a dejar de lado la hipocresía, la doble vida y la falsedad y nos invita
a encauzar nuestras vidas por el sendero que el Señor quiere para nosotros.
El profeta denuncia la situación de injusticia de sus contemporáneos, que
viviendo en pecado y sin querer arrepentirse van al Tempo a ofrecer un
culto “vacío” a Dios. No se puede seguir a Dios si no se está dispuesto a
renunciar al pecado y a nuestras malas actitudes de vida.
Hoy la Palabra nos muestra cuál es el sacrificio o ayuno que le agrada
a Dios. Este ayuno consiste no tanto en “dejar de comer”, sino en “dejarse
tocar el corazón” y en “despojarnos” de aquellas cosas que sabemos
que nos impiden hacer el bien. El ayuno que agrada realmente a Dios
es que nos convirtamos de la injusticia, el engaño, el error, el robo, las
infidelidades, las mentiras, las humillaciones, los actos de violencia, el
apego al dinero y a los bienes materiales, el dejar de hacerme el ciego o
el “chivo loco” ante el necesitado, el no tener “tiempo” para las cosas de
Dios, el vivir aislado y sin conexión hasta con los miembros de mi propia
familia, el guardar odio y rencor por cosas viejas y pasadas, el no andar
en la verdad de mi vida. Haga cada uno su propia lista de “cosas” a las
que debería ayunar, para poder ofrecer a Dios un sacrificio que de verdad
le agrade, y no nos quedemos en el listado, sino que comencemos ya a
poner en práctica algunas de esas “cosas”, algunas de esas conversiones.
Podemos engañar a los demás e inclusive podemos llegar a autoengañarnos, lo que nunca vamos a poder hacer es engañar a Dios. Él nos
“sondea y nos conoce”, sabe muy bien cómo es el culto que le ofrezco, si
es verdadero o si es vacío y mera apariencia.
Que el Señor nos ayude a ofrecerle nuestro corazón “quebrantado y
humillado”, es decir, convertido, para encontrar misericordia y salvación. Amén.
13
Sábado
Sábado después de la ceniza
Morado
Lectura del profeta Isaías 58,9b-14
Así dice el Señor Dios: “Cuando destierres de ti la opresión, el gesto
amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y
sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad
se volverá mediodía. El Señor te dará reposo permanente, en el desierto
saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un
manantial de aguas cuya vena nunca engaña; reconstruirás viejas ruinas,
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
levantarás sobre cimientos de antaño; te llamarán reparador de brechas,
restaurador de casas en ruinas.
Si detienes tus pies el sábado y no traficas en mi día santo, si llamas
al sábado tu delicia, y lo consagras a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el
Señor será tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te alimentaré con la
herencia de tu padre Jacob.” Ha hablado la boca del Señor. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 85
R/ “Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad”
Inclina tu oído, Señor, escúchame, / que soy un pobre desamparado; /
protege mi vida, que soy un fiel tuyo; / salva a tu siervo, que confía en ti. R.
Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, / que a ti te estoy llamando todo el día;
/ alegra el alma de tu siervo, / pues levanto mi alma hacia ti. R.
Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, / rico en misericordia con los que
te invocan. / Señor, escucha mi oración, / atiende a la voz de mi súplica. R.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 5,27-32
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: “Sígueme.” Él, dejándolo todo, se levantó y
lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban
a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y
los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: “¿Cómo es que comen y
beben con publicanos y pecadores?” Jesús les replicó: “No necesitan médico
los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores a que se conviertan.” Palabra del Señor.
Meditación
“No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores
a que se conviertan”
Las dos lecturas nos hablan claramente de la conversión. El profeta
no dice qué debemos dejar y qué debemos hacer distinto a lo hecho
hasta ahora. Jesús, en el Evangelio, hasta utiliza la palabra conversión,
Él quiere nuestra conversión. El profeta Isaías nos está alertando a todos
nosotros en este tiempo de cuaresma que recién hemos comenzado, a que
compartamos fraternalmente lo que tenemos y ayudemos desde nuestra
condición a quienes están más necesitados que nosotros. La generosidad
de corazón nos hace capaces de dar a los demás, no de lo que nos sobra,
o de aquello que no queremos, sino que dar cosas que realmente son
valiosas para nosotros. La palabra nos habla de compartir nuestro pan con
el hambriento, no nos habla de dar al otro lo que yo no quiero o lo que me
está estorbando en mi casa.
En este tiempo de cuaresma todos estamos invitados a dar limosna, a
compartir como hermanos lo que tenemos. La limosna no es algo que me
está sobrando, es un deber que tengo como cristiano de compartir lo mío
con quien necesita más que yo. Dar limosna nos ayuda a ser desprendidos
69
Mira que estoy a la puerta llamando
y a no poner nuestro amor en las cosas materiales que pasan y que nunca
nos harán felices.
El Señor, hoy nos está enseñando cuál es su camino, para que habitemos
en la verdad del evangelio, como hemos rezado en el salmo. Jesús en el
evangelio que hemos escuchado nos describe el propósito de su misión
evangelizadora, ser cercano con todos y tener un corazón abierto y disponible
para acoger y compartir incluso con aquellas personas que nadie quería
juntarse. Jesús vino al mundo para reconciliarnos con el Padre y para que
nosotros descubramos en la otra persona a un hermano, a un hijo amado
de Dios. Jesús con su vida y con sus acciones nos muestra que Dios es un
Padre cercano y misericordioso, que nos ama tal y como somos y que lo
único que quiere de nosotros es que nos arrepintamos de la mala vida, que
abandonemos las tinieblas del pecado y andemos en la luz de su Palabra.
Que volvamos a él con sincero corazón y dispuesto a no mirar atrás.
Que el Señor nos otorgue la gracia de ser desprendidos y nos conceda
un verdadero arrepentimiento de corazón para que podamos recibirlo a él
en nuestras vidas. Amén.
14
Primera Semana de la Liturgia de las Horas
Domingo I de Cuaresma
Morado
Día de la Amistad y del amor de los esposos-esposas, novios-novias.
No dejemos que el Maligno toque nuestro corazón y lo dañe
Algunas orientaciones para esta celebración:
Colocar el lema del mes en un lugar visible /Resaltar
el valor y lema de este mes /Dentro de la austeridad
de la Cuaresma subrayar en la celebración la amistad
y el amor en este 14 día de San Valentín, el amor va
de la mano con la misericordia / Se puede dramatizar
el evangelio/ Se pueden repartir mensajes de amistad
y amor que inviten a tener un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y
generoso/ Tener presente que en este tiempo no se colocan flores en el altar,
buscar cantos sobre las tentaciones y la fuerza del Señor para vencerlos;
como señal de penitencia se usa el color morado.
Monición ambiental:
Hermanos y hermanas: Jesús rostro misericordioso del Padre nos convoca
hoy primer domingo de Cuaresma que celebramos dentro del marco del gran
Jubileo de la Misericordia, para participar de la Eucaristía dejándonos tocar
el corazón por El mismo y animados por el lema del mes: “Mira que estoy a
la puerta llamando”Ap.3,20
Siempre el primer Domingo de Cuaresma la Iglesia nos presenta la
victoria de Jesús sobre el Maligno y sus tentaciones, para que recordemos
que el Maligno anda buscando tocar nuestro corazón para dañarlo. Ante
esas maniobras malévolas es importante como nos dice el Papa Francisco
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
tener claro que quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte,
firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje
impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a
los hermanos y a las hermanas”.
Celebramos también el día del amor y la amistad, pidamos al Señor para
que este sentimiento se mantenga por encima de todo y en todo momento.
Oremos al Señor para que en su infinita misericordia, que corre como rio de
agua viva, nos fortalezca en nuestras debilidades y podamos rechazar toda
acción pecaminosa que rompa la relación de amor, con Dios, con nosotros
mismos, con los hermanos y la naturaleza.
Recibamos de pie y cantando a Jesús, el amigo fiel y vencedor del
Maligno y de sus seducciones, que llega, a través de su ministro, a unirse
a su Esposa, la Iglesia, para presidir esta Celebración del verdadero amor
capaz de dar la vida por los que ama.
Primera lectura: Deuteronomio 26, 4-10
Recordar la historia de la gran misericordia de Dios con su pueblo de Israel,
les compromete a rendir adoración sólo a El y no desviarse tras otros dioses
falsos. Del mismo modo, al proclamar las maravillas que el Señor ha hecho con
nosotros nos aleja de toda tentación a rendir culto al dinero, al poder y al placer.
Lectura del Libro del Deuteronomio
Dijo Moisés al pueblo: «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las
primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante
el Señor, tu Dios: «Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se
estableció allí, con unas pocas personas. Pero luego creció, hasta convertirse
en una raza grande, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron y
nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos
al Señor, Dios de nuestros padres; y el Señor escuchó nuestra voz, miró
nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia. El Señor nos sacó de
Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con
signos y portentos. Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una
tierra que mana leche y miel. Por eso ahora traigo aquí las primicias de los
frutos del suelo, que tú, Señor, me has dado.» Lo pondrás ante el Señor, tu
Dios, y te postrarás en presencia del Señor tu Dios. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial 90
R/ Acompáñame, Señor, en la tribulación.
Tú que habitas al amparo del Altísimo que vives a la sombra del Omnipotente
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti.» R/
No se te acercará la desgracia ni la plaga llegará hasta tu tienda porque a
sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. R/
Te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra
caminaras sobre áspides y víboras pisotearás leones y dragones. R/
Se puso junto a mí: lo libraré lo protegeré porque conoce mi nombre
me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación lo defenderé, lo
glorificaré. R/
71
Mira que estoy a la puerta llamando
Segunda Lectura: Romanos 10,8-13
El Apóstol Pablo nos anima a que afiancemos y profesemos nuestra
fe en Jesús, Salvador, para tengamos un corazón fuerte y misericordioso,
vigilante y generoso, que nos capacite para vencer toda tentación.
Escuchemos.
Lectura de La Carta del Apóstol San Pablo a Los Romanos
Hermanos: La Escritura dice: «La palabra está cerca de ti: la tienes en los
labios y en el corazón.» Se refiere al mensaje de la fe que les anunciamos.
Porque si tus labios profesan que Jesús es el Señor y tu corazón cree que
Dios lo resucitó, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justicia, y por
la profesión de los labios a la salvación.
Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no
hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos,
generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre
del Señor se salvará». Palabra del Señor.
Versículo antes del Evangelio: Mateo 4,45
No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de su boca
de Dios.
Evangelio: Lucas 4, 1-13
Jesús venció las tentaciones como lo escucharemos en el Evangelio
de hoy. También, nosotros si permanecemos fieles a El, fijando nuestra
esperanza en su amor misericordioso, impediremos que el Maligno toque
nuestro corazón y lo dañe. Aclamemos con el canto a Jesús vencedor del
Enemigo y fuerza nuestra para vencerlo.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y durante
cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado
por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se
convierta en pan.» Jesús le contestó: «Está escrito: No sólo de pan vive el
hombre.»
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los
reinos del mundo, y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a
mí me lo han dado y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí,
todo será tuyo.» Jesús le contestó: «Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás
y a él solo darás culto.»
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si
eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: Encargará a los
ángeles que cuiden de ti, y también: te sostendrán en sus manos, para que
tu pie no tropiece con las piedras.»
Jesús le contestó: «Está mandado: No tentarás al Señor tu Dios.».
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Palabra del Señor.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
Oración de los fieles
El que preside: Padre, somos débiles y frágiles ante el pecado, por eso te
presentamos nuestras súplicas diciéndote: Padre, no dejes que el Maligno
toque nuestro corazón.
- Para que toda la Iglesia: el Papa, Francisco los Obispos, Sacerdotes,
diáconos, consagrados y consagradas, a semejanza de Jesús , rostro
misericordioso del Padre y el auxilio del Espíritu Santo no dejen tocar sus
corazones del Maligno y venzan toda tentación. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Para que los gobernantes no caigan en la tentación de creer que pueden
gobernar desoyendo la voz de Dios de donde dimana todo poder, sino
que sirvan con justicia y equidad. ROGUEMOS AL SEÑOR.
- Para que no caigamos en la tentación de la indiferencia con los más
pobres, los enfermos, los que sufren, los que son víctima de violencia
y que ellos encuentren en nosotros a Jesús el rostro misericordioso del
Padre. ROGUEMOS AL SEÑOR.
- Para que nosotros, que celebramos esta Eucaristía estemos atento a la
voz del señor que llama a la puerta, aprovechemos este tiempo cuaresmal
para reforzar nuestro corazón frente a las insidias del mal. ROGUEMOS
AL SEÑOR.
- Por todos los enamorados y enamoradas, los esposos y esposas para
que el Señor libre su amor mutuo de la tentación del egoísmo, del orgullo,
de la violencia y de todo mal. ROGUEMOS AL SEÑOR.
- Para que en nuestras familias, se viva el amor y la fraternidad y promuevan
las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada .Roguemos al Señor.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
El que preside: Fortalécenos Padre, con el Espíritu de tu Hijo, para que
podamos en todo momento y en todo lugar vencer las insidias engañosas
del Maligno y como Jesús y con El podamos vencer con la oración, con la
vigilancia y con la decisión de cortar con todo lo que nos encamina hacia el
mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
15
Lunes
Feria
Morado
Lectura del libro del Levítico 19,1-2.11-18
El Señor habló a Moisés: “Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles:
“Serán santos, porque yo, el Señor, su Dios, soy santo. No robaran ni defraudaran
ni engañaran a ninguno de su pueblo. No juraran en falso por mi nombre, profanando el nombre de Dios. Yo soy el Señor. No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás. No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero. No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No darán sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre
ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu conciudadano. No andarás con
cuentos de aquí para allá, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo.
Yo soy el Señor. No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu
73
Mira que estoy a la puerta llamando
pariente, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor.” Palabra del Señor.
Salmo Responsorial: 18
R/ “Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.”
La ley del Señor es perfecta / y es descanso del alma; / el precepto del
Señor es fiel / e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos / y alegran el corazón; / la norma del
Señor es límpida / y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable; / los mandamientos del Señor son verdaderos / y enteramente justos. R.
Que te agraden las palabras de mi boca, / y llegue a tu presencia el
meditar de mi corazón, / Señor, roca mía, redentor mío. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga en su gloria
el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su
gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de
otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas
a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Vengan ustedes, benditos de
mi Padre; hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del
mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron
de beber, fui forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron,
enfermo y me visitaron, en la cárcel y vinieron a verme.” Entonces los justos
le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o
con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos,
o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos
a verte?” Y el rey les dirá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con uno
de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicieron.
Y entonces dirá a los de su izquierda: “Apártense de mí, malditos, vayan
al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre
y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber, fui forastero y
no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y en la cárcel
y no me visitaron.” Entonces también éstos contestarán: “Señor, ¿cuándo
te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la
cárcel, y no te asistimos?” Y él replicará: “Les aseguro que cada vez que no
lo hicieron con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicieron conmigo.” Y
éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Palabra del Señor.
Meditación
“Lo que hicieron con uno de estos mis humildes hermanos,
conmigo lo hicieron”
Dios nos da leyes y normas que nos orientan para vivir la santidad en
la vida diaria para poder ser llamados a la “derecha” y ser contados entre
74
Plan de Pastoral - Febrero 2016
“los benditos del Padre”, entre los amigos de Dios. Los mandamientos
del Señor nos ayudan a vivir más felices. Quien los vive con honestidad
y autenticidad está bien cerca del reino de Dios. Los mandamientos, una
parte se refieren a Dios directamente y la otra parte se refieren al prójimo.
Jesús en el Evangelio va a resumirlos todos en dos: amar a Dios sobre
todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.
En el evangelio de hoy nos topamos con el “juicio de las naciones”. La
intención de este relato no es describir los acontecimientos finales, sino
que trata de inculcarnos cuál es la preparación necesaria para superar
con éxito la prueba final. En este juicio Jesús separa a los “buenos” y
a los “malos”. Siempre me ha llamado mucho la atención que en este
juicio el criterio fundamental es el amor al prójimo expresado en obras de
misericordias concretas; y como Jesús se identifica él mismo con todos
los pobres, sufridos y necesitados de la tierra. Los que son recibidos en
el reino son los que tuvieron amor misericordioso con el prójimo. Las seis
maneras de manifestar el amor al prójimo que nos muestra el evangelio de
hoy, se encuentra en el Antiguo Testamento (Is. 58, 7; Job 22, 6s), pero
aquí son manifestación del precepto fundamental del amor. La sentencia
definitiva se apoya en los motivos del servicio caritativo y fraterno al prójimo
necesitado. Las obras de misericordia por amor aparecen como criterio de
entrada en el reino de Dios.
En esta escena del evangelio vemos también la dimensión universal de
la salvación ofrecida en Cristo y por Cristo. Este relato nos hace comprender
que muchos, sin conocer la persona de Jesús, se ajustan a los valores
del reino en la entrega radical en el amor y cuidado fraterno al prójimo,
y eso decidirá su destino final. El juez universal está “escondido” en el
rostro humilde del necesitado, del pobre, del desposeído y se manifiesta
oculto en tantos rostros doloridos. Esta enseñanza de Jesús nos debe
alertar a todos los cristianos a revisar nuestro compromiso práctico con
el hermano. Recordemos lo que dice el Apóstol Santiago: “Muéstrame tu
fe sin obras, que yo a través de mis obras te mostrare mi fe” Debemos
despertar del letargo en el que muchas veces vivimos nuestra fe y recordar
que nuestro destino se decide a diario dependiendo de la actitud interior y
exterior que tengamos ante los necesitados. El tiempo de cuaresma es un
espacio propicio para renovar nuestro compromiso fraterno de solidaridad
con todos aquellos que están en situaciones vulnerables.
Que el Señor nos dé la gracia de saberle reconocer en todos los rostros
sufrientes y que sepamos socorrer a todo aquel que está necesitando de
una mano amiga. Amén
16
Martes
Feria
Morado
Lectura del libro del profeta Isaías 55,10-11
Esto dice el Señor: «Como la lluvia y la nieve caen del cielo, y sólo
regresan allí después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar,
75
Mira que estoy a la puerta llamando
para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así será la palabra
que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que cumplirá mi voluntad y
llevará a cabo mi encargo». Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 33
R/ “El Señor libra al justo de todas sus angustias.”
Engrandezcan conmigo al Señor, ensalcemos juntos su nombre. Busqué
al Señor y él me respondió; me libró de todos mis temores. R.
Miren hacia él: quedarán radiantes y la vergüenza no cubrirá sus rostros.
Cuando el humilde invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de todas sus
angustias. R.
Los ojos del Señor está atentos a los justos, sus oídos, a sus gritos de
auxilio; pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la
tierra su recuerdo. R.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de todas sus angustias. El
Señor está cerca de los que sufren y salva a los que están desconsolados. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 7-15
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando ustedes recen, no
hablen mucho como hacen los paganos, creyendo que Dios va a escuchar
todo lo que hablaron. No sean como ellos, pues su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan. Ustedes recen así: Padre nuestro,
que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga tu Reino; hágase tu
voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que
nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Porque si
ustedes perdonan a los demás sus culpas, también a ustedes los perdonará
su Padre celestial. Pero si no perdonan a los demás, tampoco su Padre les
perdonará sus culpas». Palabra del Señor.
Meditación
“Ustedes recen así”
El profeta Isaías nos muestra la eficacia de la Palabra de Dios, que
crea y construye, que es capaz de transformar y de dar vida. Jesús en
el evangelio nos dice que pasarán el cielo y la tierra pero que su palabra
de vida nunca pasará. En este tiempo de gracia y bendición estamos
convocados por Dios a vivir intensamente y en clima fraterno su Palabra.
El tiempo de Cuaresma, como todos sabemos, es un tiempo de penitencia,
es un tiempo de ayuno, de limosna y es tiempo de mucha oración. La
oración en el cristiano ha de ser el alimento de cada día. Todos los días
debemos estar en contacto con Dios a través de nuestra oración ferviente.
En este tiempo se nos invita a todos a orar más y con mayor intensidad.
Hoy es un día propicio para revisar ¿Cómo es mi oración? ¿Qué tiempo
dedico a la oración? ¿Qué es lo que suelo pedir en mi oración? Jesús hoy
nos enseña a orar, nos manda huir del palabreo y orar desde el corazón,
desde lo más profundo de nuestro interior, tratando de evitar el pedir cosas
76
Plan de Pastoral - Febrero 2016
que no nos convienen. Dios, que nos sondea y nos conoce, sabe muy
bien cuáles son nuestras necesidades más importantes y siempre viene en
nuestro auxilio. Jesús es el modelo del orante, pues dedicaba largas horas
en oración, nunca emprendía ninguna acción importante sin antes orar;
oraba en todo tiempo y en todo momento sin desanimarse jamás.
El Padre Nuestro, es la oración por excelencia de los cristianos, con ella
damos gracias a Dios, glorificamos su nombre y pedimos hacer siempre su
voluntad. La oración del Padre Nuestro nos une fraternalmente a todos los
que lo rezamos, pues reconocemos tener un Padre común y si tenemos un
padre común, entonces todos somos hermanos y hermanas, hijos e hijas
de un mismo Dios y Señor. Me llama la atención que en el Padre Nuestro
Jesús nos pone como condición para que Dios nos perdone, que nosotros
también perdonemos a los demás. En este tiempo de cuaresma la oración
con fe y de modo constante debe llevarnos a reconciliarnos con los demás.
Hay un canto muy conocido que dice: cómo tú puedes orar, enojado con tu
hermano, Dios no oye la oración, si no estás reconciliado.
Que el Señor nos otorgue el don de la oración y nos de la gracia de
reconciliarnos con El y con los demás. Amén
17
Miércoles
Feria
Morado
Lectura del libro de Jonás 3 ,1-10
En aquellos días, vino de nuevo la palabra del Señor a Jonás: «Vete
ahora mismo a Nínive, la gran ciudad, y proclama allí lo que yo te diré».
Jonás partió de inmediato a Nínive, según la orden del Señor. Nínive era una
ciudad inmensa; se necesitaban tres días para recorrerla. Jonás entró en la
ciudad y caminó durante todo un día, proclamando: “Dentro de cuarenta días
Nínive será destruida”.
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y todos, desde el
más grande hasta el más pequeño, se vistieron con ropas de penitencia.
También el rey de Nínive, al enterarse, se levantó de su trono, se quitó
el manto, se vistió con ropas de penitencia y se sentó en el suelo. Luego
mandó proclamar en Nínive este decreto: «Por orden del rey y sus ministros,
que hombres y animales, vacas y ovejas, no coman, ni pasten, ni beban
agua. Que se vistan con ropas de penitencia e invoquen con fervor a Dios,
y que todos se conviertan de su mala conducta y de sus violentas acciones.
Quizás Dios cambie de parecer, se arrepienta y se calme el ardor de su ira,
de suerte que no muramos».
Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido, se arrepintió y
no llevó a cabo el castigo con que los había amenazado. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 50
R/ “Un corazón quebrantado y humillado. Tu Dios Mío, no lo desprecias.”
Ten piedad de mí, Dios mío, por tu amor, por tu inmensa compasión,
borra mi culpa; lava del todo mi maldad, limpia mi pecado. R.
77
Mira que estoy a la puerta llamando
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, renueva dentro de mí un espíritu
firme; no me arrojes de tu presencia, no retires de mí tu santo espíritu. R.
Pues no es el sacrificio lo que te complace, y si ofrezco un holocausto
no lo aceptarías. El sacrificio que Dios quiere es un espíritu arrepentido: un
corazón arrepentido y humillado, tú no lo desprecias. R.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 29-32
En aquel tiempo, la gente se aglomeraba alrededor de Jesús y él se puso
a decir: «Esta es una generación malvada; pide una señal, pero no se le
dará una señal diferente a la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal
para los ninivitas, así el Hijo del hombre lo será para esta generación. La
reina del sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación
y los condenará, porque ella vino desde el extremo de la tierra a escuchar la
sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más importante que Salomón.
Los habitantes de Nínive se levantarán el día del juicio contra esta
generación y la condenarán, porque ellos hicieron penitencia por la
predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más importante que Jonás».
Palabra del Señor.
Meditación
“A esta generación no se le dará más signos que el de Jonás”
La cuaresma es un tiempo de conversión profunda, un tiempo de
volvernos a Dios y arrepentirnos de nuestras malas conductas. Durante
estos cuarenta días se nos da la voz de alerta para que abracemos el
camino que nos conduce de vueltas hacia el Padre. La palabra de Dios nos
ofrece signos y señales que nos conducen al arrepentimiento, que orientan
nuestras vidas hasta la verdadera penitencia, la penitencia interior. La
palabra nos invita a tomar una actitud de frente a Dios. Tenemos que morir
al pecado, renunciar a nuestras malas obras para poder resucitar como
hombres y mujeres nuevos, revestidos de la gracia de Cristo.
El evangelio nos invita a reconocer que la salvación y el perdón de
nuestros pecados nos vienen a través de Jesús. Dios tiene más deseos
de salvarnos que de condenarnos. Es un Dios que nos ama y que está
siempre dispuesto a acogernos con los brazos abiertos siempre y cuando
nosotros deseemos de todo corazón retornar a Él. Jonás fue para Nínive,
un signo del amor y de la misericordia de Dios para con sus hijos, un signo
del arrepentimiento, conversión y perdón de Dios. Fue como mensajero
aun en contra de su propia voluntad, pero fue porque Dios le llamó para
esa misión. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al
conocimiento de la verdad y de la vida. De ese mismo modo es Jesús, el
Hijo de Dios encarnado, es un signo para nosotros del amor misericordioso
del Padre, que tanto nos ha amado que ha enviado a su Hijo único a morir
como cordero para quitar nuestros pecados.
Que el Señor nos da la gracia de arrepentirnos y convertirnos de
nuestras malas obras y de volver con un corazón quebrantado y humillado
hacia Él. Amén.
78
Plan de Pastoral - Febrero 2016
18
Jueves
Feria
Morado
Lectura del libro del Ester 14, 1.3-5.12-14
En aquellos días la reina Ester, angustiada porque la muerte se le venía
encima, recurrió al Señor, y oró así al Señor de Israel: «Señor mío, tú eres
nuestro único rey, ayúdame, porque estoy sola, no tengo a más protector que
a ti, y el peligro me amenaza. Desde niña he oído en mi familia que tú, Señor,
elegiste a Israel entre todas las naciones, y a nuestros padres entre todos
sus antepasados, como heredad perpetua, cumpliendo todas tus promesas.
Acuérdate de nosotros, Señor, y hazte presente en medio de nuestra
tribulación. Dame valor, Rey de los dioses y dominador de todo poder;
inspírame palabras oportunas; cuando tenga que hablar al león, cambia su
corazón; haz que aborrezca a nuestro adversario, para que muera con sus
cómplices. Líbrame, Señor, con tu poder, y ayúdame a mí, que estoy sola, y
no tengo a nadie más que a ti, Señor». Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 137
R/ “Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.”
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; te cantaré en presencia de los
dioses extranjeros, postrado hacia tu templo santo. R.
Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu fidelidad. Cuando te invoqué,
me escuchaste y fortaleciste mi ánimo. R.
Despliegas tu poder contra la saña de mis enemigos. El Señor completará
lo que hace por mí: Señor, tu amor es eterno, no abandones la obra de tus
manos. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 7-12
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Pidan y Dios les dará,
busquen y encontrarán, llamen y Dios les abrirá. Porque todo el que pide
recibe, el que busca encuentra, y al que llama, Dios le abre.
¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan le da una piedra?; o si le pide un
pez, ¿le da una serpiente? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas
buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre del cielo dará cosas buenas a los
que se las pidan!
Así pues, traten a los demás como quieran que ellos los traten, porque en
esto consisten la ley y los profetas». Palabra del Señor.
Meditación
“Quien pide recibe”
Ayer, la Palabra de Dios se centraba en la conversión y el cambio de
vida; hoy lo hace en la oración de petición. Oración que tiene como punto
de partida la confianza en la misericordia de Dios. Un ejemplo de esta
oración y reconocimiento de ese Dios misericordioso nos lo presenta la
primera lectura, con la oración de Ester.
79
Mira que estoy a la puerta llamando
La reina Ester ante el peligro que se le avecinaba, puso todas sus
esperanzas de salvación en Dios. Reconoció que su vida estaba en las
manos del Padre misericordioso y en un gesto de humildad imploró a Dios
diciendo que no tiene otro defensor. Y fue capaz de confiar y de pedir con
fe firme. Dios siempre que clamamos nos escucha. Quien pide con fe y
con amor encuentra siempre en Dios su respuesta y esa es la experiencia
de Ester; Dios salvó su vida y la de todo su pueblo. Para recibir de Dios
tenemos que permanecer firmes a Él, viviendo su palabra, viviendo la fe en
fraternidad, viviendo el amor y los valores del reino. Tenemos que invocar
la presencia del Espíritu Santo para que él nos ilumine y nos ayude a pedir
lo que conviene en nuestra oración. Tenemos que pedirle a Dios, pero
también tenemos que dejar a Dios ser Dios, dejar que El actúe en nosotros
según su amor misericordioso. A veces no recibimos, porque pedimos mal
y porque pedimos cosas que no nos convienen.
El Evangelio nos invita a la oración, a pedirle a Dios y a esperar en El. Al
final de este relato, Jesús nos invita al trato fraterno para poder encontrar
la felicidad. Toda la “ley y los profetas”, es decir toda la palabra de Dios, se
resume en amar a Dios y al prójimo como a uno mismo. Esa es la regla de oro,
que todos estamos llamados a cumplir y a vivir intensamente. La fraternidad
es descubrir en el prójimo a mi hermano, es acercarme a las personas
sin mirar el color, condición socio-económica, nacionalidad, preferencias
políticas o religiosas. La fraternidad es saberme unido al otro, es querer
todo lo que deseo en bien para mí, que el otro también pueda poseerlo. A
veces nos podemos volver cristianos “teóricos”. Y amamos mucho al otro,
pero solo en nuestra mente, en la realidad vivimos una fraternidad fingida y
revestida de mucha falsedad. En este tiempo de cuaresma la palabra nos
invita a la oración, a la confianza en Dios y vivir la verdadera fraternidad
cristiana, amando a todos e incluso a los que nos ha hecho mal. Tratando
a todos sin distinción y sin preferencia, amar al hermano solo por el hecho
de que al igual que yo, él es un hijo predilecto de Dios.
Que el Señor nos ayude en este tiempo de cuaresma a vivir
profundamente la fraternidad cristiana. Amen
19
Viernes
Feria
Morado
Lectura del libro del profeta Ezequiel 18,21-28
Así dice el Señor Dios: “Si el malvado se convierte de los pecados cometidos
y guarda mis preceptos, practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y
no morirá. No se le tendrán en cuenta los delitos que cometió, por la justicia
que hizo vivirá. ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado -oráculo del Señor-,
y no que se convierta de su conducta y que viva? Si el justo se aparta de su
justicia y comete maldad, imitando las abominaciones del malvado, ¿vivirá
acaso?; no se tendrá en cuenta la justicia que hizo: por la iniquidad que
perpetró y por el pecado que cometió, morirá. Comentan: “No es justo el
proceder del Señor.” Escuchen, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder?, ¿o
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
no es su proceder el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia,
comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando
el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la
justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos
cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.” Palabra de Dios
Salmo Responsorial, 129
R/ “Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?”
Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos
atentos a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién
podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. R.
Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al
Señor, más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor, como el
centinela la aurora. R.
Porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá
a Israel de todos sus delitos. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,20-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Si no son mejores que los
escribas y fariseos, no entrarán en el reino de los cielos. Han oído que se dijo
a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será procesado. Pero yo les digo:
Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a
su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama
“renegado”, merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu
ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas
contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu
hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito,
procura arreglarte en seguida, mientras van todavía de camino, no sea que te
entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que
no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.” Palabra del Señor.
Meditación
La Palabra vuelve a hablarnos de conversión. Palabra que repite tres
o cuatro veces la primera lectura. Conversión en obras concretas, y sobre
todo conversión a la justicia, al amor, a la misericordia.
El profeta Ezequiel nos hace ver el rostro misericordioso de Dios,
que como dice el salmo responsorial, no lleva en cuenta nuestros delitos
pues perdona siempre al pecador pero que también exige la conversión
autentica del corazón y la permanencia en las buenas obras de justicia. La
conversión, tiene unos signos inequívocos, quien se ha convertido o mejor
dicho aun, quien se está convirtiendo siempre a Dios, es una persona que
intenta hacer visible los mandamientos de Dios y los valores del reino.
Somos llamados por Dios a vivir según la justicia divina, ahí está la vida del
creyente, en buscar el reino y su justicia, en vivir el evangelio.
Jesús recomienda a sus discípulos a ser mejores en su búsqueda
de la santidad, quien se ha encontrado con el Señor busca siempre ser
81
Mira que estoy a la puerta llamando
mejor persona de lo que ya es. Para seguir a Jesús hay que dar siempre
más de lo que se exige. Las personas que no asisten a la Iglesia suelen
esperar mucho de quienes vamos a la Iglesia y a veces nos recriminan
cuando actuamos de forma inapropiada con nuestra fe. El evangelio habla
hoy de reconciliación con nuestros hermanos para que nuestra ofrenda a
Dios tenga mayor significado. En este año de la misericordia, debemos
practicar la reconciliación y el perdón con nuestros hermanos, evitar tantos
pleitos, discordias, enemistades, rencillas, resentimientos, odios… que no
nos dejan ser felices, no nos permiten ser amigos y vivir en paz. Quien
sigue a Jesús debe perfeccionarse en el amor y en el perdón.
Que el Señor nos ayude a perdonar y no recordar con dolor las ofensas de
los demás. Amén
20
Sábado
Feria
Morado
Lectura del libro del Deuteronomio 26,16-19
Moisés habló al pueblo, diciendo: «Hoy te manda el Señor, tu Dios, que
cumplas estos mandatos y decretos. Guárdalos y cúmplelos con todo el
corazón y con toda el alma. Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor
te propone: Que él será tu Dios, que tú irás por sus caminos, guardarás sus
mandatos, preceptos y decretos, y escucharás su voz. Hoy se compromete
el Señor a aceptar lo que tú le propones Que serás su propio pueblo, como
te prometió, que guardarás todos sus preceptos, que él te elevará en gloria,
nombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y que
serás el pueblo santo del Señor, como ha dicho.» Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 118
R/ “Dichoso el que camina en la voluntad del Señor”
Mucha paz tienen los que aman tus leyes, / y nada los hace tropezar.
Guardo tus decretos, / y tú tienes presentes mis caminos. R.
De mis labios brota la alabanza, / porque me enseñaste tus leyes. Mi
lengua canta tu fidelidad, / porque todos tus preceptos son justos. R.
Ansío tu salvación, Señor; / tu voluntad es mi delicia. Que mi alma viva
para alabarte, / que tus mandamientos me auxilien. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Han oído que se dijo:
“Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo:
Amen a sus enemigos, y recen por los que los persiguen. Así serán hijos de
su Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y
manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si aman a los que los aman, ¿qué
premio tendrán? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludan
sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo
también los gentiles? Por tanto, sean perfectos, como su Padre celestial es
perfecto.» Palabra del Señor.
82
Plan de Pastoral - Febrero 2016
Meditación
Sean perfectos como su Padre celestial es perfecto.
Nos deslumbra la actualidad de la Palabra de Dios que es viva y eficaz,
en la primera lectura en tres ocasiones se repite la palabra HOY, dando a
entender que la Palabra de Dios no pasa nunca, porque es una Palabra
con fuerza liberadora, con un poder de salvación para todos aquellos que
acepten vivir una vida con Dios en sus corazones, guardando la Palabra
de Dios y viviendo el evangelio tal y como Dios nos lo propone. Dios quiere
reafirmar hoy la alianza de amor que ha hecho con nosotros, nos da una
nueva oportunidad para decidirnos por él, para tener un encuentro personal
con el Señor que cambie radicalmente el rumbo de nuestras vidas.
Hoy la Palabra nos muestra, en este tiempo de cuaresma, que la
santidad y la perfección humana están en acoger de corazón la propuesta
de salvación que Dios nos hace y caminar según la voluntad de nuestro
Dios, que a pesar de nuestras debilidades y nuestras limitaciones, nos
conduce por el camino que nos lleva a la salvación. Jesús en el evangelio
que hemos escuchado, se presenta como el nuevo Moisés, aquél que
no vino a abolir la ley sino a dar plenitud. Hacer de la ley del Antiguo
Testamento algo más humana y más misericordiosa. El camino cristiano,
no es el camino de los que son perfectos, sino el camino de aquellos que
descubriendo sus limitaciones avanzan decididamente, y con la fuerza
del Espíritu, a ser lo mejor que humanamente pueden ser. La perfección
cristiana consiste en acoger la Palabra de Dios, vivirla y llevarla a la
práctica. En dar siempre más de lo que ya estoy dando, en no conformarme
con lo que ya soy, ya tengo, ya sé, ya hago o ya doy. Si queremos ser
perfectos hemos de dejarnos guiar y conducir por la Palabra que es luz
para nuestros pasos y que nos muestra el verdadero camino que conduce
hasta los brazos del Padre, que hoy nos está invitando, en este tiempo de
cuaresma, a amar mucho más y a perdonar mucho más.
Que el Señor nos conceda la gracia de dejar que la Palabra sembrada
en nuestros corazones germine y dé su fruto en nosotros; frutos de
perfección en el bien obrar, en el amor, la fraternidad, la fe, la generosidad
y el perdón. Amén.
21
Domingo II de Cuaresma
II Semana de la Liturgia de las Horas
Morado
Escuchar a Jesús nos llena de alegría en la tribulación.
Algunas orientaciones para esta
Celebración: colocar el lema del día en
un lugar visible. Resaltar el valor y el lema
del mes. Se puede colocar una vestidura
blanca reluciente sobre la imagen del
Cristo Crucificado. Se puede dramatizar
83
Mira que estoy a la puerta llamando
el Evangelio. En las ofrendas se pueden presentar algunos signos u obras
de transformación que se están realizando en la comunidad y en nuestra
sociedad.
Monición ambiental:Hermanos y hermanas: En este Segundo Domingo
de Cuaresma la Iglesia siempre nos invita a contemplar este hermoso
acontecimiento de la transfiguración de Jesús a la vista de Pedro, Santiago
y Juan, en un momento de tristeza y desaliento de los discípulos cuando El
hizo el anuncio de su Pasión. Así con su transfiguración anticipa la victoria
de su Pascua.
También a nosotros quiere el Señor confortarnos con la esperanza de que
aún en medio de las dificultades de nuestra vida y de nuestra misión cristiana
siempre venceremos si permanecemos escuchando su voz y obedeciendo
su Palabra. Es decir, dejándonos tocar el corazón y abriendo nuestras
puertas para que El entre en nosotros y se produzca una transformación
total de nuestras vidas hasta llegar a la plena manifestación de los hijos e
hijas de Dios,
En este tiempo de gracia, en que nos preparamos para el gran
acontecimiento de la Pascua y que celebramos el Año Jubilar de la
Misericordia, aprovechemos la ocasión para cambiar nuestro corazón, para
transformar nuestra familia, nuestra Iglesia y nuestra sociedad.
Dispongámonos para recibir a Jesucristo que llega en la persona del
Ministro, de pie aclamémosle cantando.
Primera Lectura: Génesis 15, 5-12. 17-18
Dios Padre misericordioso toca el corazón de Abrahán con quien sella una
alianza .Si creemos y respondemos a la llamada del Señor como él, nuestras
vidas serán transfiguradas y transformadas por su amor. Escuchemos
Lectura del libro del Génesis
En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrahán y le dijo: “Mira al cielo;
cuenta las estrellas, si puedes. Y añadió: “Así será tu descendencia. Abrahán
creyó al Señor, y se le contó en su haber. El Señor le dijo: Yo soy el Señor,
que te sacó de Ur de los Caldeos para darte en posesión esta tierra”.
El replicó: Señor Dios, cómo sabré yo que voy a poseerla. Respondió el
Señor: Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero
de tres años, una tórtola y un pichón.
Abrahán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a
la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y
Abrahán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrahán, y un
terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso, y vino la oscuridad; una
humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros
descuartizados.
Aquel día el Señor hizo alianza con Abrahán en estos términos: A tus
descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río
Éufrates. Palabra de Dios.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
Salmo Responsorial: 26
R/ El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa
de mi vida, quién me hará temblar? R.
Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme. Oigo en mi
corazón: Busquen mi rostro. R.
Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira
a tu siervo, que tú eres mi auxilio. R.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el
Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R.
Segunda Lectura: Filipenses 3, 17. 4, 1.
Dejarse tocar el corazón por Jesús es iniciar un proceso de continuo
crecimiento y transformación hasta alcanzar que El transfigure nuestro
cuerpo humilde en cuerpo glorioso como el suyo. Para lograrlo sólo basta
perseverar en El. Escuchemos
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses
Sigan mi ejemplo, hermanos, y fíjense en los que andan según el modelo
que tienen en nosotros. Porque, como les decía muchas veces, y ahora lo
repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de
la cruz de Cristo: su paradero la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, su
vergüenza. Sólo aspiran a cosas terrenas.
Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde
aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. El transformará nuestro cuerpo
humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee
para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi
alegría y mi corona, manténganse así, en el Señor, queridos. Palabra de Dios.
Aclamación Mt 17,5
En el esplendor de la nube se oyó la voz del padre: ese es mi hijo, el
amado; escúchenlo”
Evangelio: Lucas 9, 28b-36
El corazón de los discípulos se llenó de gran tristeza cuando Jesús
les anunció su pasión y su muerte. Por eso, quiso Jesús mostrarle
anticipadamente su gloria que se manifestará plenamente en la cruz y en
su resurrección. Al contemplarlo transfigurado reafirmamos nuestra fe en El
que siempre saldrá victorioso y transformará nuestro sufrimiento en alegría,
siempre que estemos dispuestos a escucharlo. Con el canto alabemos a
Jesús, a quien contemplamos transfigurado.
Lectura del santo evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús tomó a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto
de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió,
sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con
él: eran Moisés y Elías, que, aparecieron con gloria, hablaban de su muerte,
85
Mira que estoy a la puerta llamando
que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían del sueño;
y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: “Maestro, que bien se está
aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.
No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que
los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:
“Este es mi Hijo, el escogido, escúchenlo”. Cuando sonó la voz, se encontró
Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie
nada de lo que habían visto. Palabra de Dios.
Oracion de los fieles
El que preside: Padre Misericordioso confiados en tu misericordia te
presentamos nuestras súplicas diciéndote: Que escuchemos siempre a tu
Hijo que nos transforma.
- Por la Iglesia: por el Papa Francisco, los Obispos, Presbíteros y todos
los miembros del Pueblo Santo de Dios para que teniendo la mirada
fija en Jesucristo Hijo del Padre, nos vayamos transfigurando como El y
transformando nuestra sociedad. Roguemos al Señor.
- Por todos los que gobiernan las naciones, para que trabajen por la
transformación social de sus pueblos basada en la paz, la fraternidad, la
justicia y el amor. Roguemos al Señor.
- Por los más pobres, los enfermos y por los que sufren cualquier tipo de
violencia o exclusión, para que llenos del resplandor que da la fe en Jesús
puedan luchar por una sociedad nueva. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, reunidos aquí en asamblea eucarística para que
nos dejemos tocar el corazón por Jesús y nos transforme en signos e
instrumentos de salvación para todo nuestro pueblo. Roguemos al Señor.
(Se pueden añadir otras intenciones)
El que preside: Acoge Padre en tu misericordia nuestros ruegos y que
crezca en nosotros la certeza y la seguridad que la victoria es siempre tuya
aún en medio de las oscuridades y tristezas que puedan abrumarnos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
22
Lunes
Fiesta: La Cátedra del Apóstol San Pedro
Blanco
Lectura de la primera carta de Pedro 5,1-4
Queridos hermanos: A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero
como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que
va a manifestarse, les exhorto: Sean pastores del rebaño de Dios que tienen
a su cargo, gobernándolo no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios
quiere; no por sórdida ganancia, sino con generosidad; no como déspotas
sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndolos en modelos del rebaño. Y
cuando aparezca el supremo Pastor, recibirán la corona de gloria que no se
marchita. Palabra de Dios.
86
Plan de Pastoral - Febrero 2016
Salmo Responsorial: 22
R/ “El Señor es mi pastor, nada me falta”
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace
recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía
por el sendero justo, por el honor de su nombre. R.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la
cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y
habitaré en la casa del Señor por años sin término. R.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 16,13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó
a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” Ellos
contestaron: “Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o
uno de los profetas.” Él les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios
vivo.” Jesús le respondió: “¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no
te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el
poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo
que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra
quedará desatado en el cielo.” Palabra del Señor
Meditación
Con la fiesta del día de hoy la Iglesia quiere conmemorar el ministerio de
supremo Pastor de la Iglesia que el Señor confirió a Pedro. Ministerio que es
signo de unidad de la Iglesia edificada sobre los Apóstoles. En el Credo que
durante todo este año de la fe estamos meditando y rezando con fe y devoción,
nosotros recitamos en la parte que habla sobre la Iglesia, que creemos que
ella es: Una, Santa, Católica y Apostólica. Nuestra fe está cimentada en la
roca firme de estos hombres que son los garantes y los primeros testigos de
la fe. Ellos supieron dar su vida por Cristo y permanecieron fuertes en la fe,
aun a pesar de las persecuciones y de los ultrajes que les sobrevinieron por
creer y predicar el Evangelio. Supieron ser “modelos para sus rebaños” y por
eso recibieron de Dios “la corona que no se marchita”.
Hoy brilla ante nuestros ojos la figura del Apóstol Pedro, aquel que fue
elegido por Dios, para ser “el primero entres sus iguales”. A Pedro y a
sus sucesores se les han entregado las “llaves del reino”, con el poder de
“atar” y “desatar”. Pedro y los demás Sumos Pontífices, con la fuerza de
la Santísima Trinidad guían la Iglesia, a la que ni las fuerzas del infierno
podrán destruir, porque el Espíritu Santo la conduce por los caminos de
la verdad y de la justicia, para que se siga proclamando el reino de los
cielos en todos los lugares y rincones de esta tierra. Hoy es un día propicio
para que oremos por el Papa Francisco, a quien el Señor le ha confiado
87
Mira que estoy a la puerta llamando
la “nave de la Iglesia”, para que siga siendo un testigo firme de la fe que
recibió de los Apóstoles, hoy oremos también por todos los obispos y por
todos los presbíteros y diáconos para la fe que han recibido la mantengan,
la transmitan, la vivan y la celebren, testimoniando la persona de Jesús
que es el Buen Pastor que cuida de sus ovejas. Que el Señor nos ayude
a permanecer fieles a la fe que hemos recibido. Amén.
23
Martes
Feria
Morado
Lectura del profeta Isaías 1,10.16-20
Oigan la palabra del Señor, príncipes de Sodoma, escucha la enseñanza
de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: «Lávense, purifíquense, aparten de mi
vista sus malas acciones. Cesen de obrar mal, aprendan a obrar bien; busquen
el derecho, enderecen al oprimido; defiendan al huérfano, protejan a la viuda.
Entonces, vengan y litigaremos dice el Señor. Aunque sus pecados sean como
púrpura, blanquearán como nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán
como lana. Si saben obedecer, lo sabroso de la tierra comerán; si rehúsan y se
rebelan, la espada los comerá. Lo ha dicho el Señor. Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 49
R/ Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios
No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante
mí, pero no aceptaré un becerro de tu casa, ni un cabrito de tus rebaños. R.
¿Por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú
que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos? R.
Esto haces, ¿y me voy a callar? ¿Crees que soy como tú; El que me
ofrece acción de gracias, ése me honra; al que sigue buen camino le haré
ver la salvación de Dios.» R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 23,1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: hagan
y cumplan lo que les digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque ellos
no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los
cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un
dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan
las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros
puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les
hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Ustedes, en
cambio, no se dejen llamar maestro, porque uno solo es su maestro, y todos
ustedes son hermanos. Y no llamen padre suyo a nadie en la tierra, porque
uno solo es su Padre, el del cielo. No se dejen llamar consejeros, porque uno
solo es su consejero, Cristo. El primero entre ustedes será su servidor. El
que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Palabra
del Señor.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
Meditación
Ellos no hacen lo que dicen
La Cuaresma es un tiempo especial para convertirnos a obrar el bien y
a buscar la justicia tal y como nos lo dice el profeta Isaías. Es un momento
oportuno para convertirnos a las obras de misericordia en favor del
hermano. Dar desde nuestra pobreza, dar de lo que tenemos y socorrer
a quienes necesitan más que nosotros. Hay mucha gente que necesita
una mano amiga que le ayude a suplir algunas de sus necesidades más
imperantes. La cuaresma es un espacio para convertirnos a practicar más
la fraternidad y la solidaridad, para abandonar el camino de la injusticia y
darle a cada quien lo que es debido. Tratar con igualdad y con respeto a
todas las personas sin importar su condición o su status social.
En el Evangelio Jesús nos invita a huir de la hipocresía y de la
vanagloria y nos impulsa a vivir nuestra fe coherentemente, no debe
existir distanciamiento, ni separación alguna entre el Evangelio y mi vida.
Debe haber una estrecha unidad entre lo que yo digo ser y lo que soy. El
testimonio de vida sigue siendo el arma evangelizadora más eficaz. Pues
como dijo alguien en una ocasión: “Este mundo está cansado de maestros,
necesita testigos”. No basta con decir que somos cristianos, hay que vivir
como cristianos. No es suficiente escuchar la Palabra, hay que encarnarla,
es decir, hacerla vida en mí. Nos dice el evangelio que “no todo el que
diga, Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos”.
El reino es de aquellos que sepan ser humildes, sencillos, pobres de
espíritu, aquellos que abran su corazón y sus oídos a la Palabra y con
sinceridad y autenticidad la lleva a práctica en su diario vivir, en medio de las
situaciones en las que les ha tocado vivir. Como cristiano hemos de evitar a
toda costa el hacer cosas para brillar o sobresalir en la comunidad, la Palabra
nos invita a ser servidores humildes y a no enorgullecernos por los dones
o por los servicios que prestamos en las comunidades en las que vivimos,
ya que quien tiene algún don, lo posee para el servicio a la comunidad y no
para servirnos a nosotros mismos o imaginarnos que por eso somos más
importantes que los demás. Es tiempo de convertirnos a la coherencia.
Que el Señor nos ayude a vivir en la verdad de nuestra vida y a rechazar
cualquier tipo de dualidad entre fe, evangelio y vida. Amén.
24
Miércoles
Feria
Morado
Lectura del profeta Jeremías 18,18-20
Dijeron: “Vengan, maquinemos contra Jeremías, porque no falta la ley
del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni el oráculo del profeta; vengan, lo
heriremos con su propia lengua y no haremos caso de sus oráculos.” Señor,
hazme caso, oye cómo me acusan. ¿Es que se paga el bien con mal, que
han cavado una fosa para mí? Acuérdate de cómo estuve en tu presencia,
intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu enojo. Palabra de Dios.
89
Mira que estoy a la puerta llamando
Salmo Responsorial: 30
R/ Sálvame, Señor, por tu misericordia
Sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi amparo. A tus
manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. R.
Oigo el cuchicheo de la gente, y todo me da miedo; se conjuran contra mí
y traman quitarme la vida. R.
Pero yo confío en ti, Señor, te digo: “Tú eres mi Dios.” En tu mano están
mis azares: líbrame de los enemigos que me persiguen. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 20,17-28
En aquel tiempo, mientras iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte
a los Doce, les dijo por el camino: “Miren, estamos subiendo a Jerusalén, y el
Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas,
y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen
de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará.” Entonces se le
acercó la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle
una petición. Él le preguntó: “¿Qué deseas?” Ella contestó: “Ordena que
estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu
izquierda.” Pero Jesús replicó: “No saben lo que piden. ¿Son capaces de
beber el cáliz que yo he de beber?” Contestaron: “Lo somos.” Él les dijo: “Mi
cáliz lo beberán; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a
mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.”
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos.
Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: “Saben que los jefes de los pueblos los
tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre ustedes: el que
quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser
primero entre ustedes, que sea su esclavo. Igual que el Hijo del hombre no
ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por
muchos.” Palabra del Señor.
Meditación
Lo condenarán a muerte
El profeta Jeremías experimenta en su propia vida las adversidades que
muchas veces da el predicar la Palabra. Su vida se ve amenaza por ser
un signo de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Siempre habrá
quienes se resistan al anuncio y quienes se incomodarán por la denuncia
de aquellas cosas que no están haciendo bien. Pero al profeta le toca
anunciar las maravillas de Dios y también denunciar las situaciones que van
en contra de ese plan de Dios. Muchas veces nos tocará llamar la atención
a alguien que no está haciendo las cosas como debe, muchas veces nos
tocará enfrentarnos con personas que solo viven de oportunistas, buscando
su propio beneficio en todo, inclusive hasta en las actividades caritativas de
la Iglesia. Como profetas que somos por nuestro compromiso bautismal,
hemos de denunciar aquellas situaciones adversas al plan de Dios.
En el evangelio vemos el tercer anuncio de la pasión. Jesús sube
a Jerusalén a dar la vida en rescate por todos. Va a morir por su labor
90
Plan de Pastoral - Febrero 2016
evangelizadora. Como siempre le vemos acompañado de sus amigos,
porque para él la amistad y la fraternidad es algo muy importante. Llamó
a sus discípulos para que estén con Él, para compartir juntos la vida.
Sus amigos no siempre supieron entender su proyecto, pero aun así Él
continuaba creyendo en ellos, enseñándoles e instruyéndoles para que
luego ellos contaran lo que había visto y oído del Señor.
La fe cristiana nos enseña a ser hermanos sin importar lengua, raza,
color, condición social, género y edades. Jesús con su sacrificio nos unió
a todos, nos hizo hermanos y hermanas en el amor. Un pueblo que tiene
una sola fe, un mismo Señor y unos mismos sacramentos. Un pueblo
que se sabe redimido por el sacrificio pascual de Cristo. La palabra de
Dios en este tiempo de Cuaresma nos invita a descubrir que la grandeza
está en el servicio a los hermanos, servicio que ha de ser desinteresado
y de todo corazón. Es el mismo Jesús que nos enseña cómo hemos de
comportarnos en medio de las comunidades. Jesús es el que sirve a los
hermanos, incluso dando su propia vida.
Que el Señor nos ayude a ser verdaderos servidores los unos de los
otros. Amén.
25
Feria
Jueves
Morado
38º Aniversario de la Ordenación Episcopal de Mons. Nicolás de Jesús
Cardenal López Rodríguez, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo
Lectura del Profeta Jeremías 17,5-10:
Así dice el Señor: «Maldito quien confía en el hombre, y en la carne
busca su fuerza, apartando su corazón del Señor. Será como un cardo
en la estepa, no verá llegar el bien; habitará la aridez del desierto, tierra
salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su
confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa
raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de
sequía no se inquieta, no deja de dar fruto. Nada más falso y enfermo que
el corazón: ¿quién lo entenderá? Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo
las entrañas, para dar al hombre según su conducta, según el fruto de sus
acciones.» Palabra de Dios.
Salmo Responsorial 1
R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la
senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que
su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R/.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el
Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba
mal. R/.
91
Mira que estoy a la puerta llamando
Lectura del santo evangelio según san Lucas 16,19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que
se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día. Y
un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas,
y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y hasta
los perros se le acercaban a lamerle las llagas. Sucedió que se murió el
mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el
rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos,
levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la
punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas.”
Pero Abrahán le contestó: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y
Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú
padeces. Y además, entre nosotros y ustedes se abre un abismo inmenso,
para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia ustedes, ni
puedan pasar de ahí hasta nosotros.” El rico insistió: “Te ruego, entonces,
padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco
hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a
este lugar de tormento.” Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas;
que los escuchen.” El rico contestó: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto
va a verlos, se arrepentirán.” Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y
a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.”» Palabra del
Señor.
Meditación
Tú recibiste bienes en vida y Lázaro a su vez males: por eso encuentran
aquí consuelo mientras tú padeces.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor, hemos rezado
con el salmo. Muchas veces ponemos nuestra confianza en otras muchas
cosas y no en Dios. Nos olvidamos que uno de los mandamientos centrales
es: amar a Dios sobre todas las cosas, con toda la mente y con toda el alma.
En Dios debo depositarme por completo y confiar ciegamente en él, porque
Dios a nadie engaña y a nadie defrauda. Dios siempre cumple lo que promete,
porque él es siempre fiel, pero yo debo esperar firme y constante en él.
Cuando mudamos nuestras esperanzas y la ponemos en bienes materiales
pasajeros, en promesas que nos aseguran el bienestar momentáneo, nos
sobrevienen las frustraciones, los desencantos y las desilusiones. Nos
damos cuenta que los bienes materiales no nos dan la felicidad que tanto
anhelamos. Nos damos cuenta que muchas de las promesas que nos hacen,
son sólo para utilizarme y sacar algún provecho de mí.
En este tiempo de Cuaresma, reconocer que la verdadera alegría
está en creerle a Dios, en vivir su palabra, en vivir nuestra fe en un clima
fraternal, amando sin mirar la condición de mi prójimo. En el evangelio,
Jesús nos muestra la incompatibilidad entre seguirle a Él (seguirle,
equivale a poner en Él nuestra confianza) y poner nuestra confianza en
el dinero. Tenemos que comprender, de una vez y para siempre, que las
92
Plan de Pastoral - Febrero 2016
cosas de la tierra son pasajeras, por lo que no debemos apegarnos tanto
a ellas. Para el evangelista Lucas, el acumular riquezas es ya un pecado,
especialmente cuando se convive al lado de gente pobre y rodeada de
tanta miseria. Nos dice el evangelio que el que se apega al dinero acaba
excluyendo a Dios de su vida, porque no se puede servir a dos señores.
El servicio a los bienes de este mundo se convierte en una esclavitud,
hasta tal punto que se pierde muchas veces la sensibilidad por el que
sufre, por el que necesita. Como cristianos estamos llamados a socorrer
a los necesitados, a practicar la caridad. Este tiempo es oportuno para
compartir lo que tenemos con otros que tienen menos que yo, es tiempo
para saber reconocer a Jesús en el rostro de tantos necesitados, que
están ante nuestros ojos y que nosotros muchas veces ignoramos. Ignorar
al que me necesita, es ignorar al mismo Dios.
Oremos y demos gracias a Dios por nuestro Cardenal, Nicolás de
Jesús, que celebra hoy el 38º aniversario de haber sido consagrado obispo
de la Iglesia. Que el Señor nos ayude a poner nuestra confianza en Él y a
descubrirle como nuestra única riqueza. Amén.
26
Viernes
Feria
Morado
Lectura del libro del Génesis 37,3-4.12-13a.17b-28
José era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le
hizo una túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería
a los demás, empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos
trashumaron a Siquén con los rebaños de su padre.
Israel dijo a José: «Tus hermanos deben estar con los rebaños en Siquén;
ven, que te voy a mandar donde están ellos.» José fue tras sus hermanos y
los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos. Antes de que se acercara,
maquinaron su muerte.
Se decían unos a otros: «Ahí viene el de los sueños. Vamos a matarlo y
a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos
en que paran sus sueños.» Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus
manos, dijo: «No le quitemos la vida.» Y añadió: «No derramen sangre;
échenlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongan las manos en él.»
Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando
llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la
túnica con mangas, lo cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y
se sentaron a comer. Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas
que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto.
Judá, propuso a sus hermanos: « ¿Qué sacaremos con matar a nuestro
hermano y con tapar su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas y no
pondremos nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne
nuestra.» Los hermanos aceptaron. Al pasar unos comerciantes madianitas,
tiraron de su hermano, lo sacaron del pozo y se lo vendieron a los ismaelitas
por veinte monedas. Estos se llevaron a José a Egipto. Palabra de Dios.
93
Mira que estoy a la puerta llamando
Salmo Responsorial 104
R/ “Recuerden las maravillas que hizo el Señor”
Llamó al hambre sobre aquella tierra: cortando el sustento de pan; por
delante había enviado a un hombre, a José, vendido como esclavo. R/
Le trabaron los pies con grillos, le metieron el cuello en la argolla, hasta
que se cumplió su predicción, y la palabra del Señor lo acreditó. R/.
El rey lo mandó desatar, el señor de pueblos le abrió la prisión, lo nombró
administrador de su casa, señor de todas sus posesiones. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 21,33-43.45-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del
pueblo: «Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó una viña,
la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda,
la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la
vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le
correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno,
mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que
la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo,
diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo.” Pero los labradores, al ver al hijo, se
dijeron: “Éste es el heredero: vengan, lo matamos y nos quedamos con su
herencia.” Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora,
cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?»
Le contestaron: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará
la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.»
Y Jesús les dice: « ¿No han leído nunca en la Escritura: “La piedra que
desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo
ha hecho, ha sido un milagro patente”? Por eso les digo que se les quitará
a ustedes el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»
Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron
que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la
gente, que lo tenía por profeta. Palabra del Señor.
Meditación
Este es el heredero, venga, matémosle”
La liturgia de la Palabra, nos muestra dos relatos similares, al menos
en lo que traman los malvados y en el desenlace de los personajes. En
la primera lectura, la conocidísima historia de José el hijo de Jacob, al
que Dios se le manifestaba en sueños y al que sus hermanos querían
quitar de en medio. Este relato me hace reflexionar que Dios conduce toda
nuestra historia, y si somos fieles a Él, nunca nos desampara. Dios es fiel,
nunca nos deja solos. Dios obra grandes maravillas para quienes confían
siempre en su misericordia y en las adversidades no reniegan de su fe,
sino que brillan por su esperanza en el Señor. En las dificultades que nos
presenta a diario la vida, hemos de saber, como bien dice Sta. Teresa,
quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta. La “ruina” momentánea
de José, terminó siendo la salvación de un pueblo.
94
Plan de Pastoral - Febrero 2016
El sacrificio de Jesús, que murió siendo inocente para cumplir el
designio salvífico de Dios nos ha purificado a todos. El aparente fracaso
de Jesús, ha sido la gran victoria de Dios, que al ofrecer al Hijo en la Cruz
ha salvado al género humano de la perdición, ya lo dice el Pregón Pascual
en una de sus partes: “¡oh!, feliz culpa que mereció tan grande redentor…
Por salvar al esclavo has sacrificado al Hijo”.
La parábola de la viña, así se llama el texto del evangelio leído hoy, se
refiere a los judíos que rechazaron al Mesías, y lo mataron; pero se refiere
también a nuestro mundo y a nuestras propias personas. En la sociedad de
hoy no tiene cabida Dios, parece que sobra y, en ocasiones hasta molesta;
las normas del Señor van en contra de los intereses del mundo y de su
comercio, mercado, uso de las personas… Dios molesta. En ocasiones
nos puede pasar algo similar: nuestros intereses van en dirección contraria
a la Palabra, a las enseñanzas del Señor. Preferiríamos estar lejos de
Dios, no conocerlo. Nuestro mundo sería distinto si conociese más de Dios
y si aceptase y cumpliese sus normas de justicia, caridad y misericordia.
Nosotros debemos convertirnos en la presencia de Dios en esta sociedad.
Convirtámonos en esa presencia divina para hacer una sociedad más
humana y misericordiosa. Qué el Señor nos dé la gracia de servirle con
fidelidad en su presencia. Amén.
27
Sábado
Feria
Día de la Independencia Nacional - Morado
Lectura del profeta Miqueas 7, 14-15.18-20
Señor, Dios nuestro, pastorea a tu pueblo con tu bastón, al rebaño de tu
heredad, que vive solitario entre malezas y matorrales silvestres; que lo
pastoreen como antes en Basán y en Galaad; como cuando saliste de Egipto te
haré ver maravillas. ¿Qué Dios hay como tú, que absuelva de la culpa y pase por
alto la rebeldía del resto de su heredad, que no mantenga por siempre su cólera,
porque se complace en ser bueno? De nuevo se compadecerá de nosotros y
sepultará nuestras culpas. Tú arrojarás al fondo del mar nuestros pecados; así
manifestarás tu fidelidad a Jacob, y tu amor a Abrahán, como lo prometiste a
nuestros antepasados, desde los tiempos remotos.Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 102
R/ “El Señor es compasivo y misericordioso.”
Bendice al Señor, alma mía, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice al
Señor, alma mía, no te olvides de sus beneficios. R.
Él perdona todos tus pecados y cura todas tus enfermedades. Él rescata
tu vida del sepulcro, y te colma de amor y de ternura. R.
No está siempre acusando ni guarda rencor eternamente; no nos trata como
merecen nuestros pecados, ni nos paga de acuerdo con nuestras culpas. R.
Como la altura del cielo sobre la tierra, así es su amor con los que lo
respetan; y como está lejano el oriente del poniente, así aleja de nosotros
nuestros crímenes. R.
95
Mira que estoy a la puerta llamando
Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 1-3.11-32
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los recaudadores de impuestos
para Roma y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas
murmuraban: «Este anda con pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo entonces esta parábola: «Un hombre tenía dos hijos. El
menor dijo a su padre: “Padre, dame la parte de la herencia que me toca”. Y
el Padre les repartió los bienes.
A los pocos días, el hijo menor recogió sus cosas, partió a un país lejano y allí
despilfarró toda su fortuna viviendo como un libertino. Cuando lo había gastado
todo, sobrevino una gran escasez en aquella región, y el muchacho empezó
a pasar necesidad. Entonces fue a servir a casa de un hombre de aquel país,
quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Para llenar su estómago, habría
comido hasta el alimento que daban a los cerdos, pero no se lo permitían.
Entonces reflexionó y se dijo: “¡Cuántos trabajadores de mi padre tienen pan
de sobra, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me pondré en camino,
volveré a casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y contra ti. Ya
no merezco llamarme hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros”.
Se puso en camino hacia la casa de su padre. Cuando aún estaba lejos,
su padre lo vio y, profundamente conmovido, salió corriendo a su encuentro,
lo abrazó y lo cubrió de besos. El hijo empezó a decirle: “Padre, pequé contra
el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus
criados: “Traigan en seguida el mejor vestido y pónganselo; pónganle también
un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Tomen el ternero gordo, mátenlo
y celebremos un banquete de fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha
vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y comenzaron la fiesta.
Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando vino y se acercó a la casa, al
oír la música y los cantos, llamó a uno de los criados y le preguntó qué era lo
que pasaba. El criado le dijo: “Ha regresado tu hermano, y tu padre ha matado
el ternero gordo, porque lo ha recobrado sano”. El se enojó y no quería entrar.
Su padre salió y trataba de convencerlo, pero el hijo le contestó: “Hace ya
muchos años que te sirvo sin desobedecer jamás tus órdenes, y nunca me
diste un cabrito para celebrar una fiesta con mis amigos. Pero llega ese hijo
tuyo, que se ha gastado tus bienes con prostitutas, y le matas el ternero gordo”.
El padre le respondió: “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es
tuyo. Pero tenemos que alegrarnos y hacer fiesta, porque este hermano tuyo
estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado”».
Palabra del Señor.
Meditación
“Este hermano tuyo estaba muerto y ha resucitado”
La Palabra de Dios hoy, más que otras combinaciones de texto leídos en
este mes, nos muestra el rostros misericordioso del Padre que perdona sin
límites, que tiene siempre los brazos abiertos, que hace fiesta por el regreso
de aquellos que por nuestras culpas nos hemos apartado de su amor; el
Padre que espera pacientemente al pecador arrepentido, que absuelve de
la culpa y que es capaz de arrojar al fondo del mar todos nuestros delitos.
96
Plan de Pastoral - Febrero 2016
¡Qué hermosa palabra la de hoy y cuán grande es el amor y la misericordia
de nuestro Dios!. Amar a Dios es amar también al prójimo, a nosotros nos
toca ser misericordiosos como nuestro Padre Dios lo es con nosotros; de Él
tenemos que aprender a perdonar, a desatar a tantas personas que llevamos
atadas por el odio.La misericordia es un camino de doble vía; Dios que me
perdona infinitamente y yo que debo perdonar hasta setenta veces siete.
En la oración del padre nuestro, que constante y comúnmente rezamos,
pedimos al Padre “que perdone nuestras ofensas como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden”. A este capítulo del evangelio se le
conoce tradicionalmente como el evangelio del “hijo pródigo” y toda la
atención se suele prestar a la actitud del hijo que se va y casi nunca se
pone el acento en motivo central de esta parábola, la actitud del Padre
misericordioso, el hijo menor sabe que no merece llamarse hijo del Padre,
ha hecho pocas cosas admirables, salvo el reconocer que junto a su padre
estaba la verdadera vida y la felicidad plena. Por otra parte el hijo mayor
tampoco ha entendido la actitud del Padre, puesto que le está reclamando
y no comprende ni comparte la alegría del padre por la vuelta de aquél que
estaba perdido, que estaba muerto y que ha vuelto a los brazos del padre,
al regazo de la familia divina. Esta sin duda alguna, es la parábola del
“Padre misericordioso”, aquel que no sabe odiar, ni guardar rencor, solo
amar y dar más de lo que sus hijos realmente merecen.
Esta es la parábola de la misericordia y, en segundo lugar, la parábola de la
conversión, de la vuelta de quien se había alejado de casa y se pone en camino
de regreso; es también la parábola de la falta de conversión del otro hijo, del
que está siempre en casa pero no es capaz de entender, apreciar y aceptar la
misericordia del Padre. Muchos de nosotros y nosotras podemos estar en este
último apartado. Es hora de convertirnos a sentir la misericordia del Padre.
28
III Domingo de Cuaresma
III Semana de la Liturgia de las Horas
Morado
Convirtámonos de corazón al Señor y demos sus frutos
Algunas orientaciones :Colocar el lema del día en un lugar visible.
Resaltar el valor y el lema del mes. Puntualizar sobre la necesidad de
conversión personal, para que se produzca
un cambio en la familia y en la sociedad
.Se puede presentar un árbol sin frutos.
También se puede presentar un corazón
abierto al perdón y a la misericordia de Dios.
Monición ambiental
Hermanos y hermanas: Nos reunimos en el día del Señor para la
celebración del Tercer Domingo de Cuaresma, tiempo propicio para dejarse
tocar el corazón por Jesús, para escuchar su llamada al arrepentimiento y
para obtener su perdón y misericordia.
97
Mira que estoy a la puerta llamando
Jesucristo, rostro misericordioso del Padre, nos invita con insistencia a
una verdadera conversión y a dar sus frutos. El nos da la oportunidad, para
que cambiemos una forma de vida no coherente con el amor de Dios.
Como pueblo en misión hemos celebrado este sábado la fiesta de la
Independencia Nacional, en la que nació la patria dominicana .Oremos al
Señor por los hombres y mujeres que ofrendaron su vida por esta causa y
para que nosotros pongamos en alto nuestra dominicanidad dando frutos, de
justicia, de paz , amor , fidelidad y concordia, para la transformación de esta
sociedad , donde desaparezca la violencia , la corrupción y toda desigualdad
social, para hacer visible el reino de Dios en medio de nosotros.
Con el lema “Mira que estoy a la puerta llamando “(Ap 3,20), nos ponemos de pie
para recibir a Jesucristo que viene a presidir esta Celebración a través de su ministro.
Primera Lectura: Éxodo 3,1-8ª,13-15
Dios, desde la zarza ardiente llama a Moisés para la misión de liberar de
la esclavitud a su pueblo, en su nombre. Ese mismo Dios nos ha hecho una
llamada para liberar a su pueblo y así pueda dar los verdaderos frutos de los
que han sido liberados en su Hijo. Escuchemos
Lectura del libro del Éxodo 3, 1-8a 13-15
En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró,
sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta
llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una
llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo: —«Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a
ver cómo es que no se quema la zarza.»
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:
—«Moisés, Moisés.» Respondió él: —«Aquí estoy.» Dijo Dios: —«No te
acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno
sagrado.» Y añadió: —«Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el
Dios de Isaac, el Dios de Jacob.»
Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios. El Señor le dijo: —«He visto la
opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he
fijado en sus sufrimientos. Voy a bajar a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta
tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel.»
Moisés replicó a Dios: —«Mira, yo iré a los israelitas y les diré: “El Dios de
sus padres me ha enviado a ustedes” Si ellos me preguntan cómo se llama,
¿qué les respondo?» Dios dijo a Moisés: —«“Soy el que soy”; esto dirás a
los israelitas: “’Yo-soy’ me envía a ustedes”.» Dios añadió: —«Esto dirás a
los israelitas: “Yahvé, Dios de sus padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac,
Dios de Jacob, me envía a ustedes. Éste es mi nombre para siempre: así me
llamarán de generación en generación”.» Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 102
R/El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice,
alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R.
98
Plan de Pastoral - Febrero 2016
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu
vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R.
El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos; enseñó sus
caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel. R.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia;
como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles. R.
Segunda Lectura: 1Cor 10,1-6.10-12
El Apóstol Pablo nos recuerda que no basta decir que somos cristianos,
sino que lo que importa es dar los frutos propios de quien se ha dejado tocar
el corazón por el Señor. Cuidado con sentirnos seguros de haber llegado a
la meta. Escuchemos
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
No quiero que ignoren, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos
bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés
por la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos
bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los
seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios,
pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.
Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos
el mal como lo hicieron aquellos. No protesten, como protestaron algunos
de ellos, y perecieron a manos del Exterminador. Todo esto les sucedía
como un ejemplo y fue escrito para escarmiento nuestro, a quienes nos ha
tocado vivir en la última de las edades. Por lo tanto, el que se cree seguro,
¡cuidado!, no caiga. Palabra de Dios.
Versículo antes del Evangelio Mat. 4,17
Conviértanse –dice el Señor- , porque está cerca el reino de los cielos
Lectura de Evangelio Lucas 13,1-9
En el evangelio de hoy el Señor nos llama a la conversión, En su
misericordia El nos brinda la oportunidad de que nos convirtamos, pero espera
que nos esforcemos para cambiar nuestra vida y dar los frutos que El espera
de nosotros. Escuchemos
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos
cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó:
—«¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos,
porque acabaron así? Les digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán
lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé,
¿piensan que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les
digo que no; y, si no se convierten, todos perecerán de la misma manera.»
Y les dijo esta parábola: —«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y
fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves:
tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro.
99
Mira que estoy a la puerta llamando
Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?” Pero el viñador contestó:
“Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a
ver si da fruto. Si no, la cortas”.» Palabra del Señor.
Oración de los fieles
El que preside: Dispuestos a convertirnos a Ti, Padre Misericordioso,
te suplicamos diciendo: Que demos los frutos de la conversión que Tú
esperas de nosotros.
- Por la Iglesia Pueblo de Dios, para que en nombre de Jesús convoque
a toda la gente a una conversión sincera que dé frutos de misericordia.
Roguemos al Señor
- Por nuestro país y sus gobernantes, para que gobiernen con responsabilidad,
no desoigan la voz de los que claman por justicia, por el cese de la
corrupción y la impunidad, y traten de resolver los graves problemas que
nos afectan especialmente a los mas pobres. Roguemos al Señor
- Por quienes sufren, por cualquier causa, para que la misericordia de Dios
nunca se aparte de ellos y para que nosotros sus hermanos seamos
misericordiosos y compartamos generosamente con todos. Roguemos al
Señor
- Por todos nosotros para que no nos sintamos seguros, sino que nos
pongamos en camino de conversión y lleguemos así renovados a la
Pascua. Roguemos al Señor
- (Pueden añadirse otras intenciones)
El que preside: Haz tuya nuestras oraciones. Renuévanos por dentro
y danos un corazón firme para servirte de todo corazón. Te lo pedimos por
Jesucristo, nuestro Señor.
29
Lunes
Feria
Morado
Lectura del segundo libro de los Reyes 5,1-15a
En aquellos días, Naamán, general del ejército de Siria, gozaba de la
estima y del favor de su rey, pues el Señor había dado la victoria a Siria por
medio de él. Pero este gran guerrero era leproso.
Sucedió que una banda de sirios, en una de sus correrías, se llevó de
Israel a una jovencita, que fue destinada al servicio de la mujer de Naamán.
Ella dijo a su señora: «Ojalá mi señor fuera donde está el profeta que hay en
Samaria; él lo curaría de la lepra».
Naamán se lo fue a decir al rey: «Esto y esto me ha dicho la muchacha
israelita». El rey de Siria respondió: «Bien. Ponte en camino, yo te daré una
carta para el rey de Israel».
Naamán partió llevando consigo diez barras de plata, seis mil monedas
de oro y diez vestidos, y entregó al rey de Israel la carta que decía: «Cuando
recibas esta carta, verás que te envío a mi siervo Naamán para que lo cures
de la lepra».
100
Plan de Pastoral - Febrero 2016
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras exclamando:
«¿Soy yo acaso Dios, capaz de dar la vida o la muerte, que éste me manda
un hombre leproso para que lo sane? Es evidente que lo que busca es un
pretexto para hacerme la guerra».
Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había rasgado sus
vestiduras, envió a decirle: « ¿Por qué has hecho eso? Que venga a mí, y sabrá
que hay un profeta en Israel». Llegó Naamán con sus caballos y su carroza,
y se detuvo ante la puerta de la casa de Eliseo. Este le mandó decir con un
mensajero: «Anda, báñate siete veces en el Jordán, y tu carne quedará limpia».
Naamán se alejó enojado diciendo: «Pensaba que saldría a mi recibirme,
que invocaría el nombre del Señor, su Dios, me tocaría y me curaría de la
lepra. ¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Farfar, no son muchos
mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podría yo bañarme en ellos y
quedar limpio?»
Y se fue indignado, pero sus criados le dijeron: «Padre, si el profeta te
hubiera mandado una cosa extraordinaria ¿no lo habrías hecho? Pues,
¡cuánto más habiéndote dicho: “Báñate y quedarás limpio”!»
Entonces Naamán bajó al Jordán, se bañó siete veces, como había
dicho el hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño. Volvió
con su comitiva a donde estaba el hombre de Dios y, de pie ante él, dijo:
«Reconozco que no hay otro Dios en toda la tierra, fuera del Dios de Israel».
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 41
R/ “Mi alma tiene sed del Dios Vivo: ¿Cuándo veré el rostro de Dios?
Como busca el venado corriente de agua, así, Dios mío, te busca todo
mi ser. R.
Tengo sed de Dios, del Dios vivo, ¿cuándo entraré a ver el rostro de
Dios? R.
Envíame tu luz y tu verdad, que ellas me guíen, y me lleven a tu santo
monte, hasta tu morada. R.
Y me acercaré al altar de Dios, al Dios de mi alegría, y te daré gracias con
el arpa, Dios, Dios mío. R.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 24-30
En aquel tiempo Jesús llegó a Nazareth, entró en la sinagoga y dijo al
pueblo: «La verdad es que ningún profeta es apreciado en su tierra. Les
aseguro que muchas viudas había en Israel en tiempo de Elías, cuando se
cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el
país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda
de Sarepta, en la región de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en
tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino únicamente
Naamán el sirio».
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron; se
levantaron, lo echaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio
de la montaña sobre el cual estaba edificada su ciudad, con ánimo de
despeñarlo. Pero él, abriéndose paso entre ellos, se fue. Palabra del Señor.
101
Mira que estoy a la puerta llamando
Meditación
Al leer los relatos bíblicos sobre el encuentro de las personas con Dios,
vemos que siempre hay un común denominador, es alguien quien invita,
quien nos abre los ojos. En el caso de Naamán, es una muchachita israelita
la que suscita y motiva ese encuentro del jefe sirio con el Dios de Israel.
Naamán es del país de Arám, enemigo de Israel. Su enfermedad los lleva
a uno y a otro a que superen las rivalidades de pueblos. Sin embargo, la
actitud del rey de Israel es de indignación al ver que le piden que ayude a un
enemigo. En este caso el rey se convirtió en un obstáculo para que el sirio
se convirtiera. Bueno sería que nosotros aprovechemos para reflexionar
sobre las distintas ocasiones en que nosotros, con nuestras actitudes, nos
convertimos en una piedra de tropiezo, cuando nuestro papel ha de ser el
de testimoniar, acoger, servir, ayudar.
Dios ofrece su salvación a un extranjero. Esa misma actitud viene
reflejada en el evangelio. Jesús quiere dejarnos claro que su propuesta
de salvación no es solo para el pueblo de Israel, sino para todos aquellos
que lo acepten como su salvador. Por eso le pone de ejemplo dos casos
en la historia de la salvación que manifiestan esta afirmación. El caso del
sirio Naamán, que leíamos en la primera lectura y el caso de la viuda de
Sarepta. Con este diálogo Jesús desvanece el concepto que tenían los
israelitas de tener el monopolio de la fe y de la salvación y éstos en vez
de alegrarse de que la salvación llegue a todos lo que hacen es intentar
matar a Jesús.
Un dato importante en esta lectura es la actitud de Jesús de salir
corriendo cuando los de la sinagoga deciden despeñarlo. Muchas personas
piensan que el salir corriendo ante una actitud embarazosa es un acto de
cobardía, pero no es así. Si el correr o evadir una situación difícil nos
ayuda a cumplir el designio de Dios, no debemos pensarlo dos veces y si
tenemos que salir corriendo, hagámoslo. Si Jesús, por hombría, hubiera
enfrentado a sus atacantes, era muy probable que no se cumpliera el plan
de Dios de que Jesús fuera preparando a sus discípulos para el relevo y la
continuación de su obra
Que Dios Padre Misericordioso nos conceda la gracia de ir descubriendo
cada día la salvación que El nos ofrece a través de su hijo Jesucristo,
nuestro Salvador y Redentor.
102
Plan de Pastoral - Febrero 2016
Carta Pastoral de la Conferencia
del Episcopado Dominicano, 21 de Enero 2016
1.Introducción
Muy queridos hermanos y hermanas en el Señor, nos dirigimos a ustedes
sintonizando con el sentir de la Iglesia en el marco del año dedicado a la
Misericordia por el Papa Francisco. El actual Pontífice nos presenta este
año jubilar con las siguientes palabras: “Hay momentos en los que de un
modo mucho más intenso estamos llamados a tener una mirada fija en la
misericordia para poder ser nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre.
Es por eso que he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia
como tiempo propicio para la Iglesia para que haga más fuerte y eficaz el
testimonio de los creyentes”1.
Esta Carta pastoral tiene como finalidad llevarles nuestro aliento y cercanía
de pastores a todos aquellos hermanos que se sienten abandonados,
rechazados, faltos de atención y acogida en nuestra sociedad dominicana.
Dirigimos este mensaje a todas las personas de buena voluntad para hacerles
la misma invitación que hiciera Jesús a sus discípulos en el Sermón del
Monte: “Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso” (Lc 6,36).
Invitamos a todos a dar una mirada a la realidad que nos circunda bajo la
óptica de la misericordia de Dios y responder a los males que la “desfiguran” con
la aplicación de la “medicina” del amor compasivo y misericordioso del Padre.
2. ¿Qué entiende la Biblia por misericordia?
Las Sagradas Escrituras nos presentan la misericordia como uno de los
atributos esenciales con que Dios más ha favorecido a su pueblo a lo largo
de la historia salvífica. De hecho Dios se revela a Moisés como un “Dios
compasivo y misericordioso, lento a la ira, rico amor y fidelidad” (Ex 34,6).
La actitud de Dios-Padre ante la infidelidad del pueblo de Israel a su alianza
es ser paciente y compasivo, perdonándolo y acogiéndolo con infinito amor
y ternura, dándole la oportunidad de convertirse y regenerarse de sus faltas.
El término misericordia viene de dos palabras latinas miserere que significa
pobre y cor-cordis que significa corazón. Una persona misericordiosa es aquella
que tiene un corazón sencillo y humilde que puede compadecerse de los demás.
El Antiguo Testamento usa dos términos para hablar de misericordia:
rehamîm que describe el apego de una persona hacia otra, como el amor
de entraña que siente una madre por su hijo y hesed que significa firmeza,
fidelidad, decisión. La Biblia traduce estas dos palabras de diferentes formas
como: misericordia, amor, ternura, piedad, comprensión, clemencia, bondad.
El pueblo de Israel hizo experiencia de este amor misericordioso de Dios en
Egipto, cuando suscitó a Moisés para librarlo del yugo opresor: “He visto la opresión
de mi pueblo, he oído sus quejas, me he fijado en sus sufrimientos” (Ex 3,7).
Israel no pudo mantener este pacto de fidelidad a la Alianza y la rompió
varias veces, sin que ello fuera causa para que Dios se olvidara de su
promesa. Siempre tuvo compasión de su pueblo. El mejor ejemplo se da
con la misericordia que tuvo con David, a quien quiso y perdonó con infinita
1 Francisco, Bula Misericordiae vultus, 3.
103
Mira que estoy a la puerta llamando
misericordia, después que éste se arrepintió de sus graves pecados (cf. 2
Sam 11-12,13a). Dios mantiene siempre su fidelidad hasta el punto que
envía a su propio Hijo para sellar con su pueblo la Nueva y definitiva Alianza.
En los Evangelios abundan los ejemplos en los que Jesús en sus encuentros
con los pecadores les anuncia la verdad, remedia sus males, pero siempre
con el mandato de no volver a pecar. Así ocurrió con Zaqueo (Lc 19,1-10); con
la mujer adúltera (Jn 8,1-11) y la mujer samaritana (Jn 4,5-29).
Observando por ejemplo el Evangelio de Lucas nos damos cuenta que
la misericordia de Jesús se expresa en obras concretas. El samaritano
muestra su compasión acercándose y vendando las heridas del hombre que
había sido agredido por los bandidos. Asume el problema del desdichado
haciéndolo suyo, olvidándose de sus propios planes. Distinta fue la actitud
del sacerdote y el escriba que, apoyados en sus propias leyes, podían dar
múltiples razones para justificar su indiferencia. Esta parábola (Lc 10,30-37)
y las que aparecen en Lucas 15, evidencian que la misericordia no deja las
cosas como estaban: saca de la miseria y del pecado.
La misericordia no equivale a la aprobación del mal. Como nos recordará
san Juan Pablo II: “El significado verdadero y propio de la misericordia en el
mundo no consiste únicamente en la mirada, aunque sea la más penetrante
y compasiva, dirigida al mal moral, físico o material: la misericordia se
manifiesta en su aspecto verdadero y propio, cuando revalida, promueve
y extrae el bien de todas las formas de mal existentes en el mundo y en el
hombre”2. Debemos combatir el mal a fuerza de bien como dice san Pablo
(Rm 12,21), pues una cosa es juzgar al pecador y otra rechazar su pecado.
La misericordia no se riñe con las leyes, sino que regenera lo que la justicia
no está en condiciones de lograr por sí misma. Es decir que “…la estructura
fundamental de la justicia penetra siempre en el campo de la misericordia.
Esta, sin embargo, tiene la fuerza de conferir a la justicia un contenido nuevo
que se expresa de la manera más sencilla y plena en el perdón”3.
En la Bula de convocatoria de este año jubilar, el Papa Francisco dice que
“Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre”4, con lo que nos marca el
camino y el paradigma para conocer y explicitar los contenidos de la misericordia:
Cristo es el camino y sus obras son el contenido y el método de la misericordia.
3. La misericordia en las enseñanzas del Papa Francisco
No podemos referirnos a este tema dejando de lado el pensamiento del
Papa Francisco sobre el mismo. Este ha sido, sin lugar a dudas, uno de los
temas claves de las enseñanzas del Papa Francisco desde los inicios de su
pontificado. El Santo Padre ha aprovechado todos los escenarios para invitar
a encarnar esta virtud en los diversos ámbitos de la vida, no limitándose sólo
al plano espiritual o pastoral, sino también en el aspecto social, familiar,
económico, cultural y político. Su insistencia es que todas las realidades
sean iluminadas bajo la luz del rostro misericordioso de Dios.
El Papa Francisco nos invita a todos a vivir bajo el dinamismo de la
misericordia: a los sacerdotes en el confesionario y en las más diversas
2 Juan Pablo II, Carta Encíclica Dives in misericordia, 6.
3 Idem., 14.
4 Francisco, Bula Misericoriae vultus, 1.
104
Plan de Pastoral - Febrero 2016
actividades pastorales, a los padres de familia, a los jefes de Estado, a las
familias religiosas, a los profesionales, en fin, a todos los hijos de Dios.
La centralidad de la misericordia en el ser y el quehacer de la Iglesia ha sido
expresado por él de diferentes maneras. Sus expresiones, en las catequesis
de las Audiencias generales semanales, en el rezo del Ángelus dominical, en
su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, en sus homilías y en todas sus
enseñanzas, nos ponen en perfecta sintonía con la fuerza y la originalidad de
su pensamiento sobre la misericordia.
El actual Sucesor de Pedro ha dicho que la misericordia es el bálsamo
amoroso de Dios para con los pecadores, los pobres, los amenazados y
marginados de la sociedad y nos recuerda que “la misericordia es el corazón
de Dios. Por ello debe ser también el corazón de todos los que se reconocen
miembros de la única gran familia de sus hijos; un corazón que bate fuerte allí
donde la dignidad humana —reflejo del rostro de Dios en sus creaturas— esté
en juego. Jesús nos advierte: el amor a los demás […] es la medida con la que
Dios juzgará nuestras acciones. De esto depende nuestro destino eterno”5.
El Papa hace un insistente llamado a los sacerdotes invitándolos a humanizar
el sacramento de la reconciliación, por constatar que algunos sacerdotes
dejan de lado el mandamiento del amor compasivo y misericordioso de Dios.
También ha exhortado repetidamente a los sacerdotes a “ser misericordiosos
en el confesionario” indicando que “uno podrá ser un buen hombre o una
buena mujer, pero si no sabe perdonar no es cristiano”.
4. Realidades de nuestra sociedad que claman misericordia
Las parábolas del juicio final (cf. Mt 25,31-46) y del “padre misericordioso”6,
(Lc 15, 11-32) son una invitación directa de Jesús a responder, desde el
amor, a las situaciones límites que marginan a los seres humanos. En el
relato de estas parábolas, Jesús pide dar de comer al hambriento, dar techo
a los sin techo, vestir al desnudo, acoger al forastero, visitar a los enfermos
y a los presos, perdonar y acoger al hermano que se ha equivocado.
El cristiano no puede estar despistado del horizonte del Evangelio,
distraído con los “fuegos artificiales” de la mundanidad. Por eso, nuestro
horizonte debe ser el de pensar, vivir y actuar como Jesús, compasivo y
misericordioso ante los reclamos de nuestro pueblo.
A. Constataciones
Vemos esperanzados que el nuestro es un pueblo creyente, alegre,
generoso, acogedor, solidario, capaz de generar cualquier iniciativa de
ayuda solidaria al prójimo, con una estructura humana y espiritual idónea
para hacer el bien y vivir la misericordia.
Pero también constatamos que vivimos en un mundo traspasado por
la miseria, el dolor, el sufrimiento, la enfermedad, la desatención a los más
5 Francisco, Mensaje para la celebración de la XLIX Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero
del 2016, Vence la indiferencia y conquista la paz, 5.
6 Afirmaba san Juan Pablo II que: “Al analizar la parábola del hijo pródigo, hemos llamado
ya la atención sobre el hecho de que aquél que perdona y aquél que es perdonado se
encuentran en un punto esencial, que es la dignidad, es decir, el valor esencial del hombre
que no puede dejarse perder y cuya afirmación o cuyo reencuentro es fuente de la más
grande alegría” (Dives in misericordia, 14).
105
Mira que estoy a la puerta llamando
pobres, la injusticia, donde crece la insensibilidad y aumenta “la amenaza de
la globalización de la indiferencia”7. Es oportuno recordar que “en el plano
individual y comunitario, la indiferencia ante el prójimo, hija de la indiferencia
ante Dios, asume el aspecto de inercia y despreocupación, que alimenta el
persistir de situaciones de injusticia y grave desequilibrio social, los cuales,
a su vez, pueden conducir a conflictos o, en todo caso, generar un clima de
insatisfacción que corre el riesgo de terminar, antes o después, en violencia e
inseguridad”8 frente a los hermanos que viven desamparados. Con frecuencia
encontramos gestos de inmisericordia en nuestra sociedad dominicana, por
ejemplo, personas insensibles con hermanos accidentados, que en vez de
socorrerlos, los despojan de todas sus pertenencias. Curiosamente constatamos
todavía que estamos interactuando con los mismos tipos de personas excluidas
o necesitadas a los que Jesús hizo referencia en la parábola del juicio final.
Percibimos que vivimos en una época fuertemente condicionada por las
políticas del mercado, donde todo es medido y valorado según la utilidad
y la rentabilidad, también las personas. Estas, en términos de mercado,
valen lo que producen y valen en cuanto son útiles. Esta concepción
mercantilista privilegia el hacer, la utilidad y la apariencia sobre el ser. El Papa
ha hablado de la “cultura del descarte” haciendo alusión a este vergonzoso
fenómeno social. Los “descartados, los que no cuentan” esperan algún gesto
de misericordia de nosotros los cristianos.
Vemos con preocupación cómo la corrupción priva a la población de recursos
económicos que deberían ser destinados para satisfacer sus necesidades
básicas: educación, vivienda, alimentación, salud, seguridad, justicia, salarios
dignos9. Otro gesto de inmisericordia, que va en detrimento del desarrollo,
es el cobro de “peajes” a los inversionistas, que en vez de estimulárseles se
les ahuyenta. La corrupción crea una escandalosa situación de inequidad y
desigualdad social, ensanchando la brecha entre personas que se han hecho
ricos como por arte de magia, sin otra justificación que haber pasado por el tren
administrativo público y una gran mayoría de personas honestas que apenas
logran sobrevivir con el esfuerzo de toda una vida de trabajo.
Lamentablemente la impunidad y la complicidad han sido los mejores
aliados de los corruptos en los sistemas políticos en todo el mundo. La
impunidad es la mejor manera de incentivar a los corruptos a apropiarse
de los bienes del pueblo y al mismo tiempo una manera de mal educar a
las nuevas generaciones. Los empobrecidos, víctimas del sistema corrupto,
piden misericordia para que le sea devuelto lo que en justicia les pertenece
para vivir con dignidad.
El incumplimiento de la ley: estamos en un país donde no faltan las leyes,
pero no siempre son respetadas y aplicadas o se aplican a los ciudadanos
7 Francisco, Mensaje para la celebración de la XLIX Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero
del 2016, Vence la indiferencia y conquista la paz, 7.
8 Idem., 4.
9 Como indica el Papa Francisco: “En efecto, no es raro que los proyectos económicos y
políticos de los hombres tengan como objetivo conquistar o mantener el poder y la riqueza,
incluso a costa de pisotear los derechos y las exigencias fundamentales de los otros. Cuando
las poblaciones se ven privadas de sus derechos elementares, como el alimento, el agua, la
asistencia sanitaria o el trabajo, se sienten tentadas a tomárselos por la fuerza”, Idem., 4.
106
Plan de Pastoral - Febrero 2016
de una manera muy selectiva. Un país donde a “todo se le quiere buscar
la vuelta” con tal de evadir hacer lo correcto. Las víctimas de las injusticias
claman por un trato más justo y misericordioso.
Estamos iniciando el 2016, un año de contienda electoral en el que se
elegirán a los servidores públicos a nivel Ejecutivo, Legislativo y Municipal,
del país. Nos preguntamos qué podría aportar la virtud de la misericordia en
este mundo tan particular.
Los candidatos en sus discursos de campaña hablan habitualmente
de cercanía, de escuchar los reclamos del pueblo, de tener en cuenta las
necesidades de los pobres, ser su “voz” en las entidades públicas que
ocupen. Sin embargo, percibimos la devaluación de la credibilidad en el
ejercicio de la política. La gente percibe que la política es un negocio de fácil
enriquecimiento para unos pocos que logran escalar a puestos dirigenciales
en el tren gubernamental, y no un ejercicio de servicio a la sociedad y al bien
común. Los engañados por falsas promesas electorales claman misericordia.
La inseguridad ciudadana y criminalidad: es altamente preocupante el
alto nivel de violencia que ha ido permeando todas las esferas sociales de
nuestro país, desde la familia con los feminicidios, hasta los secuestros y el
sicariato; segar la vida de un ser humano por un simple celular, hasta tener
que soportar la vergüenza de presenciar la implicación en no pocos hechos
delictivos de miembros de las mismas instituciones encargadas de garantizar
el orden público y combatir la violencia, así como de la seguridad ciudadana
y nacional. Las víctimas de la violencia, de la inseguridad ciudadana y la
criminalidad claman misericordia.
Nos preocupa grandemente la violación del sagrado derecho a la vida
desde sus inicios. La vida, ese don supremo de Dios, es amenazada desde
el mismo seno materno así como también por el creciente clima de violencia.
Las vidas indefensas también claman misericordia.
Nuestra madre tierra también clama misericordia ante las despiadadas
agresiones sistemáticas de las mineras, la extracción de arena de los ríos y la
deforestación de sus orillas, la reducción a cenizas por manos criminales de
muchos de nuestros bosques, la tala indiscriminada de árboles en nuestras
reservas naturales con fines comerciales, en fin, por la brutal depredación a que
está siendo sometida la madre naturaleza en nuestro frágil ecosistema insular10.
Acogemos el llamado sobre el tema migratorio que nos hiciera el Papa
Francisco, en nuestra última visita Ad Límina, a tener una atención pastoral
caritativa con todos los inmigrantes –en especial a los de la vecina República de
Haití-, así como ayudarles a integrarse en la sociedad y darles nuestra acogida en
la comunidad eclesial. También asumimos la exhortación a brindar nuestro apoyo
“a las autoridades civiles para alcanzar soluciones solidarias a los problemas de
quienes son privados de documentos o se les niega sus derechos básicos”11.
10 Este año en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz afirmaba el Papa: “Además, la
indiferencia respecto al ambiente natural, favoreciendo la deforestación, la contaminación
y las catástrofes naturales que desarraigan comunidades enteras de su ambiente de vida,
forzándolas a la precariedad y a la inseguridad, crea nuevas pobrezas, nuevas situaciones de
injusticia de consecuencias a menudo nefastas en términos de seguridad y de paz social” (4). 11Francisco, Discurso a los Obispos de la Conferencia Episcopal de República Dominicana en
Visita “Ad Limina Apostolorum”, 28 de mayo de 2015.
107
Mira que estoy a la puerta llamando
B. Todo esto nos mueve a la siguiente reflexión:
El panorama que vivimos en la República Dominicana nos abre un
horizonte propicio para la práctica de las obras de misericordia. Partiendo
de nuestra realidad económica, socio-cultural, política y religiosa, estamos
desafiados a dar respuestas a estas realidades desde el principio evangélico
de la misericordia al estilo de Jesús de Nazaret.
Da la impresión de que nos hemos inmunizado frente a todos estos males
que afectan a nuestra sociedad y al mundo, o que hemos ido perdiendo la
capacidad de asombro y de reaccionar acorde con el Evangelio y los más
elementales intereses del ser humano.
Estas deshonrosas situaciones nos interpelan y nos llevan a dar una
respuesta esperanzadora desde el Evangelio de la misericordia. El Papa
Francisco nos recordará que “Jesús nos enseña a ser misericordiosos como
el Padre (cf. Lc 6,36). En la parábola del buen samaritano (cf. Lc 10,2937) denuncia la omisión de ayuda frente a la urgente necesidad de los
semejantes: «lo vio y pasó de largo» (cf. Lc 6,31.32). De la misma manera,
mediante este ejemplo, invita a sus oyentes, y en particular a sus discípulos,
a que aprendan a detenerse ante los sufrimientos de este mundo para
aliviarlos, ante las heridas de los demás para curarlas, con los medios que
tengan, comenzando por el propio tiempo, a pesar de tantas ocupaciones”12.
Los gestos y acciones de Jesús misericordioso son el mejor estímulo para
ejercitarnos en las obras de misericordia.
Las situaciones antes descritas apelan a nuestra sensibilidad ante el
hermano que sufre, ante el “herido a la orilla del camino”, convirtiéndose así
en una fuerte invitación de Dios para que respondamos con gestos concretos
desde la misericordia y la compasión, testimoniando nuestra fe con gestos
más que con hermosos discursos (cf. Santiago 2,14-26).
Nosotros, como Pastores, nos encontramos hoy frente a los grandes
desafíos de nuestro tiempo que afectan la vida social y eclesial desde el
mismo seno de la familia. Estamos llamados, por lo tanto, a ir no solamente
a las periferias geográficas, sino a las periferias existenciales… allí donde
está el pecado, el dolor, la enfermedad, el rechazo, la violencia, el engaño
y la inequidad que genera división y violencia. Como Iglesia estamos
llamados a salir al encuentro de las personas que sufren estas situaciones
con una renovada y esperanzadora mirada de misericordia.
Preguntémonos sinceramente ¿Cómo reaccionaría Jesús ante la realidad
que vimos hoy en nuestra sociedad? ¿Cómo respondería ante estas
situaciones? ¿Cómo manifestar la misericordia de Dios hoy entre nosotros?
¿Cuáles gestos concretos de misericordia realizar?
Los seguidores de Jesús estamos llamados a actuar como si el mismo
Cristo compasivo y misericordioso estuviera en nuestro lugar, encontrando
en Él la fuente viva de inspiración y la iluminación para responder a las
“miserias” del prójimo lo más apegadamente posible al Evangelio. Para ser
hombres y mujeres misericordiosos tenemos que dejarnos tocar primero por
la misericordia del Padre, experimentando en carne propia lo que significa
12 Mensaje para la celebración de la XLIX Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero del 2016,
Vence la indiferencia y conquista la paz, 5.
108
Plan de Pastoral - Febrero 2016
ser perdonado. Pues, difícilmente entenderemos y valoraremos lo que
no sea asumido desde dentro por nosotros, es decir, lo que no haya sido
procesado por nuestra experiencia. Es necesario abrirse a la misericordia de
Dios entrando en un proceso de conversión personal.
5. Las Obras de misericordia
El Catecismo de la Iglesia Católica se refiere al tema de la misericordia de
manera práctica, describiendo las maneras concretas de hacerla realidad en
nuestra relación con el otro.
El Catecismo es inspirador y desafiante a la vez, porque busca traducir
con gestos concretos y comprensibles (obras de misericordia), este atributo
de Dios como una respuesta eficaz a las diversas necesidades humanas,
sea en el orden espiritual o en el orden corporal. Nos habla de “las obras
de misericordia”, entendiéndolas como “acciones caritativas mediante
las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y
espirituales (cf. Is 58,6-7; Hb 13,3).
A. Obras de misericordia corporales
a) Visitar a los enfermos
Abundan en nuestros hospitales enfermos olvidados por sus familiares, o
bien, personas que por la lejanía con el centro hospitalario, no reciben visita
alguna. También en nuestros barrios y comunidades pobres, hay muchos
enfermos que ni siquiera pueden ir a los hospitales y que sufren doblemente:
por un lado, los dolores de sus males físicos y, por otro, la ausencia de
alguien que les muestre afecto y les fortalezca en la fe. Es bueno dar dinero
para los necesitados, pero qué bueno es también darnos nosotros mismos.
Compartamos de nuestro tiempo con ellos y llevémosles una palabra de
aliento, un rato de compañía a esos cristos sufrientes.
b) Dar de comer al hambriento
Es un mandato de Jesús compartir con el necesitado, nos lo dice muy
claro en el Evangelio: “El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el
que tenga qué comer, haga otro tanto “ (Lc 3,11). Ante la actitud insolidaria de
los apóstoles, que quieren que despache a la multitud hambrienta, después
de escuchar sus enseñanzas, Jesús les manda: “Denles de comer ustedes
mismos” (Lc 9,13; cf. Jn 6,1-13). Con esto nos enseña también a nosotros a
no ser indiferentes ante las necesidades de los demás. El Papa Benedicto
XVI nos recordaba que dar de comer a los hambrientos es un imperativo
ético para la Iglesia que responde a las enseñanzas del Señor Jesús13. Al
compartir nuestro pan, no sólo le quitamos el hambre a nuestro hermano
necesitado, sino que le mostramos el amor de Dios.
c) Dar de beber al sediento
Con cuánto gusto nos bebemos un vaso de agua fresca después de
recorrer un largo trecho para calmar nuestra sed. Pensemos en muchos
hermanos nuestros que se enferman porque tienen que calmar su sed con
13 Cf. Benedicto XVI, Carta Encíclica Cáritas in veritate, 27.
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Mira que estoy a la puerta llamando
agua contaminada. Hay también muchas personas en nuestros barrios que
tienen que comprarla para su aseo diario mientras muchos la desperdician. El
Papa Francisco advertía que “privar a los pobres del acceso al agua significa
negar el derecho a la vida fundamentado en su inalienable dignidad”14.
d) Acoger al forastero
Por la acogida al forastero seremos reconocidos en el momento del juicio
final, así como por las demás obras de misericordia (Mt 25,35). Existen
muchos inmigrantes que esperan nuestra ayuda para poder vivir dignamente
junto a su familia, ayuda que debe hacerse presente en toda forma y en todo
momento. Como cristianos debemos mostrar el rostro misericordioso de
Jesús, poniendo en práctica el amor cristiano por encima de cualquier otra ley.
e) Vestir al desnudo
Es cierto que hoy día hay abundancia de vestidos, pero no todos
tenemos las mismas facilidades de obtenerlos. A menudo nos encontramos
con hermanos escasos de vestidos. Ayudémosles y seamos solidarios
y démosles la posibilidad de tener vestidura limpia y respetable, que les
permita reencontrar al Señor en la bondad de los demás.
f) Visitar a los encarcelados
La carta a los Hebreos nos señala en forma de mandato el cumplimiento
de esta obra de misericordia: “Acuérdense de los presos, como si ustedes
estuvieran presos con ellos” (Hb 13,3). La Iglesia nos llama a llevarles, no
sólo cosas materiales, sino el cariño de toda la comunidad y el aliento de
Jesús a cada uno de ellos, para que se sientan parte del rebaño del Único
Pastor. Y pueda oírse de nuevo el cumplimiento de la profecía: “El Espíritu
del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me
envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los
cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar
un año de gracia del Señor” (Lc 4,18-21; cf. Is 61,1s).
g) Enterrar a los muertos
Sepultar a los muertos no significa que los olvidemos, por el contrario, esta
obra de misericordia corporal nos lleva a la obra de misericordia espiritual
que nos invita a rezar por los vivos y los muertos. Es un acto de misericordia
mantener sus sepulturas en buen estado, pues en ellas se contienen los
restos mortales de aquellos que fueron templo del Espíritu Santo, y que
resucitará al final de los tiempos. Como bien enseña el Catecismo de la
Iglesia: “En la muerte, separación del alma y el cuerpo, el cuerpo del hombre
cae en la corrupción, mientras que su alma va al encuentro con Dios, en
espera de reunirse con su cuerpo glorificado. Dios en su omnipotencia
dará definitivamente a nuestros cuerpos la vida incorruptible uniéndolos a
nuestras almas, por la virtud de la Resurrección de Jesús”15.
14 Francisco, Carta Encíclica Laudato Si’, 30.
15Catecismo de la Iglesia Católica, 997.
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Plan de Pastoral - Febrero 2016
B. Obras de misericordia espirituales
a) Enseñar al que no sabe
Es un acto de mucha misericordia y solidaridad enseñar a los demás.
Pensemos de todo lo que se priva el que no sabe leer y escribir. Con el plan
“Quisqueya Aprende Contigo” fueron muchas las personas alfabetizadas.
Ojalá se pueda continuar con este proyecto hasta el final. Además, hay que
seguir facilitando y ayudando a los ya alfabetizados a que sigan creciendo y
desarrollándose en todo tipo de conocimiento y cultura.
b) Dar buen consejo al que lo necesita
Hay muchas personas que comenten graves errores, porque no tienen a alguien
de confianza que les ayude a encontrar nuevamente el camino del bien. Para dar
un buen consejo es necesario que nosotros mismos hayamos sido aconsejados.
Dado que aconsejar es un don del Espíritu, debemos pedírselo a Dios para que
con nuestras palabras y nuestras acciones, aconsejemos a los que lo necesitan.
c) Corregir al que yerra
Esta obra de misericordia se inspira en el texto de la corrección fraterna
(Cf. Mt 18,15-17). Cuando un hermano nuestro peca o se equivoca, es
nuestro deber llamarlo a corrección, pero siempre con caridad. De ese modo,
evitamos los comentarios y malos entendidos que tantas veces provocan
separación y conflictos en la comunidad.
d) Perdonar al que nos ofende
El acto más sublime del amor es el perdón. Pero ¡Qué difícil es perdonar!
En los Evangelios vemos que Jesús enseñó con palabras a sus discípulos
la importancia del perdón. La última lección la dio en la cruz, perdonando a
sus propios verdugos. En la oración del Padrenuestro nos dice que para que
seamos perdonados tenemos que perdonar primero a los que nos ofenden.
No esperemos a que los que nos han ofendido vengan a pedirnos el perdón,
hagámoslo siempre como nos lo enseña Jesús.
e) Consolar al triste
En el discurso de las Bienaventuranzas Jesús nos dice: “Dichosos los
que lloran porque serán consolados” (Mt 5,5). Dios, por medio de su Espíritu
Santo, nos consuela. Pero se vale de nosotros para consolar a los demás.
Somos consuelo para los tristes, no sólo cuando nos compadecemos, sino
también, cuando evitamos ser causa de sus tristezas. Que podamos compartir
“los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de
nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez
gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada
hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón”16.
f) Sufrir con paciencia los defectos del prójimo
Es fácil ver la paja en el ojo ajeno y difícil ver la viga en el nuestro. La paciencia
frente a los defectos de nuestros hermanos nos hace madurar y crecer y puede
ser el mejor camino de ayudarles a su superación. Quien reconoce sus defectos
y limitaciones puede ser más fácilmente tolerante con los demás.
16 Concilio Vaticano II, Const. past. sobre la Iglesia en el mundo actual, Gaudium et spes, 1.
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Mira que estoy a la puerta llamando
6. CONCLUSIÓN
Como pastores, expresamos nuestra preocupación y nuestro apoyo
a los hermanos más necesitados de nuestras comunidades cristianas,
sintiéndonos muy cercanos a sus reclamos.
Estamos muy de acuerdo con san Ireneo de Lyon cuando afirma: “La
gloria de Dios es que el hombre viva” y, agregamos, que viva con la dignidad
que otorga el amor misericordioso de Dios.
Nos parece oportuno y edificante recordar que “la Iglesia proclama la
verdad de la misericordia de Dios, revelada en Cristo crucificado y resucitado,
y la profesa de varios modos. Además, trata de practicar la misericordia
para con los hombres a través de los hombres, viendo en ello una condición
indispensable de la solicitud por un mundo mejor y « más humano », hoy y
mañana. Sin embargo, en ningún momento y en ningún período histórico
—especialmente en una época tan crítica como la nuestra—la Iglesia puede
olvidar la oración que es un grito a la misericordia de Dios ante las múltiples
formas de mal que pesan sobre la humanidad y la amenazan. Precisamente
éste es el fundamental derecho-deber de la Iglesia en Jesucristo: es el
derecho-deber de la Iglesia para con Dios y para con los hombres”17. Nos dice también el san Juan Pablo II: “La auténtica misericordia
es por decirlo así la fuente más profunda de la justicia. […] La
misericordia auténticamente cristiana es también, en cierto sentido, la más
perfecta encarnación de la «igualdad» entre los hombres y por consiguiente
también la encarnación más perfecta de la justicia, en cuanto también ésta,
dentro de su ámbito, mira al mismo resultado”18.
Nuestro deseo, en consonancia con el Papa Francisco, es que “la Iglesia se
convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como
Palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor: Que nunca se canse
de ofrecer misericordia y será siempre paciente en el confortar y perdonar19.
Con el Papa, invitamos a todo el pueblo de Dios a ejercitarse en la sagrada
práctica de la misericordia, cada cual desde el lugar y la situación que le
está tocando vivir. Que nadie se sienta excluido de esta responsabilidad. El
llamado es para todos sin excepción. El ejercicio es una tarea de todos que
hace mucho bien a los hermanos.
Por último, con san Juan Pablo II “supliquemos por intercesión de Aquella
que no cesa de proclamar «la misericordia de generación en generación», y
también de aquellos en quienes se han cumplido hasta el final las palabras
del sermón de la montaña: «Bienaventurados los misericordiosos porque
ellos alcanzarán misericordia»”20 .
Que nuestra Señora de La Altagracia, Madre de Misericordia, proteja
al pueblo dominicano y le conduzca por los caminos de su Hijo, rostro
misericordioso del Padre. Y que Dios Padre misericordioso nos conceda la
gracia de soportarnos mutuamente, perdonarnos y de ser misericordiosos
como nuestro Padre-Dios es misericordioso (cf. Lc 6, 36).
¡Dios les guarde y bendiga a todos!
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Juan Pablo II, Carta Encíclica Dives in misericordia, 15.
Idem., 14.
Francisco, Bula Misericoriae vultus, 25.
Juan Pablo II, Carta Encíclica Dives in misericordia, 15.