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Lección 3.1 Actividad física y energía Grados: K-2 Objetivos: Los estudiantes: Identificarán cómo se sienten con distintos tipos de actividad física. Clasificarán las actividades físicas en actividades de mucha energía y de poca energía. Crearán un plan de actividades de alta energía para el día siguiente. Materiales: Bolsas de supermercado Varios libros pesados Un cronómetro Duración: de 1 a 2 clases Expertos al instante: Esta lección les presenta a los estudiantes la Energía que Sale en la ecuación del Equilibrio de la Energía. La Energía que Sale incluye la actividad física que hacemos a diario. La actividad física habitual es una parte importante de un estilo de vida activo y saludable. De hecho, se recomienda que los chicos entre los 6 y 17 años de edad hagan 60 minutos o más de actividad física cada día. Actividad física significa mover el cuerpo para gastar la energía. Toda actividad, desde cepillarse los dientes hasta correr un maratón, requiere energía. Mientras más vigorosa sea la actividad, más energía se gasta. Dicha energía proviene de lo que comemos y bebemos. Los estudiantes aprendieron en la Lección 2.1 que ellos obtienen energía de las comidas y las bebidas. La comida le suministra energía al cuerpo como la gasolina le suministra energía a un carro. Dicha energía se puede gastar para hacer todas las actividades físicas que queremos. Incluso cuando estamos descansando, nuestro cuerpo necesita energía para todas sus funciones "ocultas", tales como respirar, hacer circular la sangre y desarrollar y reparar células. Sin energía, no podríamos sobrevivir. Cuando gastamos la energía que obtenemos de las calorías, estamos “quemando calorías”. Quemar aproximadamente la misma cantidad de calorías de las que hemos consumido en un tiempo determinado, se llama ¡Equilibrio de la Energía! Algunas actividades físicas gastan más energía que otras. Por ejemplo, subir las escaleras corriendo gasta más energía que tocar el piano. Las actividades de mucha energía —que gastan montones de energía— se llaman actividades vigorosas. Las actividades vigorosas queman más de 7 calorías por minuto. Las actividades de energía intermedia —que gastan una cantidad moderada de energía— se llaman actividades moderadas. Las actividades moderadas queman entre 3.5 y 7 calorias por minuto. Cualquier actividad que queme menos de 3.5 calorías por minuto se considera de poca energía. Mayormente, debemos hacer actividades físicas moderadas y vigorosas todos los días. Las actividades de mucha energía (vigorosas) incluyen: Correr/trotar Montar bicicleta (a más de 10 millas por hora) Saltar la cuerda Practicar karate Nadar Hacer ejercicios aeróbicos Subir una colina caminando rápidamente Hacer rodar una silla de ruedas La mayoría de los deportes de competición (fútbol americano, lacrosse, fútbol, baloncesto, baloncesto en silla de ruedas, hockey sobre césped, etc.) Las actividades de energía intermedia (moderadas) incluyen: Caminar a paso rápido (entre 3 y 4.5 millas por hora en una superficie plana) Practicar senderismo Practicar yoga Hacer jardinería/trabajar en el huerto Bailar Jugar golf Montar bicicleta (a menos de 10 millas por hora) Levantar pesas (entrenamiento ligero) Montar a caballo Practicar piragüismo Es bueno hacer distintos tipos de actividades. Cada tipo de actividad ejercita distintos músculos. Algunas actividades hacen latir más rápido el corazón. Se llaman actividades aeróbicas. Las actividades que fortalecen músculos y huesos también pueden ser aeróbicas, cuando hacen que nuestro corazón y nuestros pulmones se esfuercen más de lo normal. Por ejemplo, correr es tanto una actividad aeróbica como una actividad fortalecedora. Es importante que la actividad física haga que nos esforcemos tanto que el corazón lata más rápido. Algunos buenos ejemplos de actividades aeróbicas son: Caminar a paso rápido Trotar Nadar Montar en bicicleta El ejercicio desarrolla los músculos. Algunas actividades que fortalecen los músculos también ayudan a mantener los huesos fuertes. Este tipo de actividades se conocen como ejercicios de resistencia muscular o ejercicios de fuerza muscular. Algunos buenos ejemplos de actividades de resistencia muscular son: Levantar pesas Cargar objetos pesados Nadar Algunas actividades estiran los músculos y mejoran el equilibrio. Algunos ejemplos excelentes de actividades de estiramiento y equilibrio son: Estiramientos suaves Practicar yoga Practicar artes marciales Bailar Procedimiento: 1. Proponga a los estudiantes el reto de hacer las siguientes actividades físicas: a. Caminar rápidamente por todo el salón. b. Sonreír. c. Hacer 10 saltos de tijera. d. Pararse en un solo pie por 10 segundos. e. Levantar una mochila con libros tantas veces como puedan en 10 segundos. 2. Diga a los estudiantes que todo lo que acaban de hacer son tipos de actividad física y que todas ellas gastan energía. ¡Hasta sonreír! Explique a los estudiantes que todo lo que hacemos, desde dormir hasta correr, gasta energía. Obtenemos dicha energía de las comidas que comemos y de las bebidas que bebemos. 3. Luego, pida estudiantes voluntarios para que compartan con la clase qué partes del cuerpo usaron en las actividades del principio de la lección y cómo se sintieron al hacerlas. ¿Cuáles los hicieron jadear? ¿Cuáles les aceleraron el pulso? Diga a los estudiantes que las actividades que gastan montones de energía frecuentemente hacen jadear y hacen latir el corazón más rápido. ¿Con cuáles actividades creen ellos que gastaron montones de energía? (saltos de tijera, levantar libros, caminar rápido). ¿Con cuáles gastaron poca energía? (pararse en un pie, sonreír) 4. Pida a los estudiantes que mencionen una actividad que hayan hecho recientemente y que ellos consideren que gasta mucha energía. ¿Cómo lo saben? Explique que las actividades que gastan mucha energía se llaman “vigorosas”. Luego, pídales que nombren actividades que hayan realizado y que ellos crean que gastan una cantidad de energía intermedia. Estas actividades se llaman "moderadas". Finalmente, pídales que nombren actividades que hayan hecho que requieran poca cantidad de energía. ¡Podría decirles que hacer la tarea sería un ejemplo de actividad de poca energía! 5. Entregue seis notas adhesivas a los estudiantes. Luego, escriba los nombres de las siguientes actividades, dispuestas horizontalmente en la pizarra (o ponga letreros con los nombres en distintos puntos de la clase). Lea los nombres de cada actividad a los estudiantes, asegurándose de que entiendan en qué consiste cada actividad. ¡Hasta podría pedir voluntarios entre los estudiantes para que representen cada actividad actuando! Pida a los estudiantes que analicen las actividades y piensen si cada una requiere poca, intermedia o mucha energía. Pídales que escriban una P (poca), una I (intermedia), o una M (mucha) en cada nota adhesiva para que se corresponda con la cantidad de energía que ellos piensan que cada actividad requiere. (Pista: 2 son de mucha energía, 2 son de energía intermedia y 2 son de poca energía). Pídales que peguen sus notas adhesivas en la pizarra. Luego, comparta las respuestas (enumeradas a continuación). Actividades Hacer manualidades (P) Practicar karate (M) Encestar balones (I) Tocar piano (P) Caminar (I) Jugar fútbol (M) 6. Podría incluso explicar a los estudiantes cuantas calorías quemaría un niño de su edad al hacer 30 minutos de cada actividad. Practicar karate (89 calorías) Jugar fútbol (60 calorías) Encestar balones (35 calorías) Caminar (25 calorías) Tocar piano (15 calorías) Hacer manualidades (10 calorías) 7. Diga a los estudiantes que es bueno mantener un equilibrio entre los distintos tipos de actividades diarias, pero que la mayoría de sus actividades deberían ser de mucha energía. Pase por todo el salón y vaya pidiéndole a cada estudiante que levante la mano muy alto y que mencione una actividad de mucha energía que le guste hacer. Si a otros estudiantes también les gusta esa actividad, deben levantar la mano muy alto. 8. Finalmente, pida a los estudiantes que hagan un plan de actividades de mucha energía para el día siguiente. Su plan debe incluir por lo menos una actividad de mucha energía. Pídales que hagan dibujos de sí mismos haciendo cada actividad del plan. Pida a los estudiantes que compartan sus planes con la clase. Actividades adicionales: Conexiones con la familia: Una excelente estrategia es hacer de la actividad física un asunto familiar. Proponga a los estudiantes el reto de conversar con sus familiares para identificar una actividad que puedan hacer en familia. Podría ser una caminata o un paseo familiar en bicicleta, o tomar juntos una clase de ejercicios. Conexiones con la comunidad: Los centros comunitarios y los centros juveniles a menudo ofrecen clases de actividades físicas diseñadas específicamente para los niños. Anime a los estudiantes a que escriban una carta, de parte del salón, dirigida al centro comunitario local para averiguar qué actividades podrían ser apropiadas y divertidas para ellos. Conexiones con los estándares: Estándares Nacionales de Educación Física Estándar 3: Participan habitualmente en actividades físicas. Estándar 4: Logran alcanzar buena forma física y mantenerla de forma tal que beneficie su salud. Estándar 6: Valoran la actividad física por razones de salud, placer, estímulo o como una forma de autoexpresión o de interacción social. Estándares Nacionales de Educación en Salud Estándar 2: Los estudiantes analizan la influencia que tienen la familia, sus pares, la cultura, los medios, la tecnología y otros factores sobre los comportamientos relacionados con la salud. Estándar 4: Los estudiantes demuestran la habilidad de usar destrezas de comunicación interpersonal para beneficiar la salud y evitar o reducir los riesgos a la salud. Los estudiantes demuestran la capacidad de usar destrezas de comunicación interpersonal para beneficiar su salud y evitar o reducir los riesgos sobre la misma. Estándar 5: Los estudiantes emplean una amplia gama de estrategias al escribir y usan apropiadamente los distintos elementos del proceso de escritura para comunicarse con distintas audiencias para diversos propósitos. Estándar 6: Los estudiantes demuestran la capacidad de usar destrezas para establecer metas con el fin de beneficiar su salud. Estándares Nacionales de Lectura y de Lenguaje: Estándar 5: Los estudiantes emplean una amplia gama de estrategias al escribir y usar apropiadamente distintos elementos de procesamiento de escritura para comunicarse con distintas audiencias con diferentes propósitos. Estándar 12: Los estudiantes usan el lenguaje hablado, escrito y visual para lograr sus propios objetivos (p. ej. para aprender, disfrutar, persuadir e intercambiar información). Lección 3.2 ¿Para qué ser personas activas? Grados: K-2 Objetivos: Los estudiantes: Identificarán los beneficios de la actividad física. Tomarán su pulso antes y después de la actividad física. Crearán un afiche que resalte los beneficios de la actividad física. Materiales: Tiras de papel con oraciones (ver el procedimiento de la lección indicado más adelante) Una pizarra blanca y un marcador para cada estudiante Cronómetro Equipo de vídeo o de arte: opcional Duración: de 2 a 3 clases Expertos al instante: La actividad física es un factor importante para mantener un estilo de vida activo y saludable. De hecho, se recomienda que los chicos entre los 6 y los 17 años de edad hagan un promedio de 60 minutos o más de actividad física diaria. Además de ayudar a mantener el Equilibrio de la Energía, la actividad física diaria produce muchos beneficios. Algunos de ellos resultarán más aparentes para los estudiantes (que mejora la apariencia física), mientras que otros les parecerán menos importantes o inmediatos (que mejora la salud del corazón). Sin embargo, todos son importantes para mantener un estilo de vida activo y saludable. Los beneficios de la actividad física comprenden: Beneficios físicos Quemar calorías y ayudar a mantener el Equilibrio de la Energía Aumentar la fuerza muscular Aumentar la eficiencia del corazón y los pulmones Aumentar la resistencia física Fortalecer los huesos Mejorar la circulación Disminuir la presión sanguínea Mantener un peso corporal saludable Mejorar la digestión Aumentar la resistencia a las enfermedades Estimular la energía Mejorar la postura Beneficios mentales Reducir el estrés Mejorar la calidad del sueño Reducir la posibilidad de padecer de depresión Desarrollar la confianza en sí mismo Estimular la alegría de vivir Fomentar buenos hábitos Beneficios sociales Brindar un modo divertido de compartir una actividad con la familia y los amigos Ayudar a resolver problemas y a llevarse mejor con los demás Algunos estudios incluso sugieren que la actividad física habitual puede mejorar la capacidad de atención de los estudiantes, así como su rendimiento académico. ¡El ejercicio desarrolla las neuronas! Desde la perspectiva del Equilibrio de la Energía, la actividad física quema las calorías que consumimos en lo que comemos y bebemos. Eso nos ayuda a mantener un peso saludable. Mientras más vigorosa sea la actividad, más calorías quemamos. En esta lección, los estudiantes experimentarán de primera mano el efecto de la actividad aeróbica en sus corazones, al medirse el pulso antes y después de la actividad física. Durante la actividad aeróbica, nuestro pulso y nuestra respiración se aceleran. A cada latido, el músculo del corazón se contrae provocando una onda de presión que impulsa la sangre a través de las arterias. Esta onda de presión se llama pulso. El ritmo normal de pulsaciones varía con la edad. Entre los seis y ocho años de edad, el pulso debe estar entre los 70 y los 115 latidos por minuto. Desde los nueve hasta los once años de edad, el pulso normal debe estar entre los 60 y los 100 latidos por minuto. Durante la actividad física aeróbica, el pulso se acelera para llevar más oxígeno a los músculos y producir energía extra. Para cubrir las necesidades de oxígeno del cuerpo durante el ejercicio aeróbico, el corazón late más rápido y con mayor fuerza para impulsar un volumen mayor de sangre en cada pulsación. Sin embargo, solo puede latir con más fuerza si se ha fortalecido con el ejercicio. Como otros músculos, el corazón disfruta de un buen entrenamiento. Cuando le damos al corazón este tipo de entrenamiento habitualmente, lo volvemos más fuerte y eficiente para suministrar oxígeno (mediante células sanguíneas que transportan oxígeno) a todo el cuerpo. Procedimiento: 1. Pida a los estudiantes que piensen en una actividad física o tipo de ejercicio que les guste hacer. Uno por uno, pida a los estudiantes que vayan al frente del salón de clase y que representen la actividad. Proponga a los demás estudiantes el reto de adivinar cuál actividad se está representando. 2. Cuando todos hayan ido, pida a los estudiantes que completen la siguiente oración en una tira de papel con el nombre de la actividad que han representado. Me gusta ___________________ porque ________________________. 3. Pida a cada estudiante que comparta su oración con la clase. ¿Cuáles fueron algunas razones comunes que compartieron los estudiantes? Algunas razones comunes pueden ser que les gusta jugar con sus amigos porque les va bien o porque los hace sentir saludables. Diga a los estudiantes que todas sus respuestas se llaman “beneficios”. Vea Expertos al instante para saber beneficios adicionales. 4. Pida a los estudiantes que levanten la mano si piensan que mantenerse activos es bueno para la salud. Explíqueles que hay muchas maneras en que la actividad física nos ayuda. 5. Reparta una pizarra blanca y un marcador para cada estudiante y pídales que escriban los números del 1 al 10 verticalmente por un lado. Luego, reparta las 10 tiras de papel con oraciones a 10 voluntarios. Pida al primer voluntario que lea su oración en voz alta. Diga a los otros estudiantes que, si están de acuerdo con la oración, deberán ponerle una marca de conteo al número uno en su pizarra. Si no están de acuerdo, deberán dejar el espacio en blanco. Repita el mismo proceso para las 10 oraciones. Pida a los estudiantes que sumen sus marcas de conteo. Oriente a los estudiantes para que entiendan que cada marca representa un beneficio (algo bueno) de practicar actividades físicas. a. b. c. d. e. f. g. h. i. j. Cuando me ejercito, me siento feliz. Me divierto haciendo ejercicio con mis amigos. Mi corazón late más rápido cuando me ejercito. Cuando hago ejercicio, me ayuda a equilibrar la energía de lo que como y bebo. Después del ejercicio me siento más fuerte. Algunos tipos de ejercicio me ayudan a tener un mejor equilibrio. Cuando hago ejercicio, le estoy dando a mi corazón un buen entrenamiento. Hacer ejercicio me hace sentir bien con mi cuerpo. Me divierto haciendo ejercicio con mi familia. Hacer ejercicio fortalece mis huesos. 6. Pida a los estudiantes que organicen las oraciones de las 10 tiras de papel en beneficios que se ven a simple vista y los que no. Explique que a veces ayudamos a nuestro cuerpo en formas que no se pueden ver. La actividad física puede lograr eso. Un ejemplo de lo que no podemos ver es cómo la actividad física ayuda a nuestro corazón. 7. Trace la siguiente tabla en la pizarra para anotar el pulso de los estudiantes. Pídales que se lo tomen poniendo dos dedos en un punto de palpación de pulso para luego contar la cantidad de latidos que haya en 6 segundos. Luego, le agregarán un cero a su número. (Los estudiantes pequeños podrían necesitar ayuda). Explique a los estudiantes que ese número se llama pulso. Podría explicarles que si no ven su pulso anotado en la tabla o si no está en el mismo rango de la mayoría, probablemente sea porque no tienen experiencia en este tipo de medición. Rango de pulsaciones Pulso antes de la actividad Cantidad de estudiantes Pulso después de la actividad Cantidad de estudiantes Menor que 60 60 a 70 71-80 81-90 91-100 101-115 8. Ponga música y dirija a los estudiantes en una o más de las siguientes actividades durante uno o dos minutos: bailar, hacer una marcha estática o por todo el salón, bailar con el hula-hula o hacer otra actividad divertida. Antes de arrancar el cronómetro, proponga a los estudiantes el reto de predecir qué le sucederá a su pulso. ¿Se acelerará? ¿Será más lento? ¿Por uánto? Tome el tiempo a los estudiantes por uno o dos minutos y repita el ejercicio del pulso. Registre los resultados. Si tiene tiempo, pida a los estudiantes que descansen por unos minutos para que vean que su pulso se normaliza. Aquí no importan los números exactos. Lo que importa es que los estudiantes entiendan que hay un patrón: su pulso se acelera con el ejercicio y se normaliza durante el descanso. 9. Pregunte a los estudiantes en qué creen que la actividad pudo haber ayudado a su corazón. Explique la información de la sección Expertos al instante. 10. Finalmente, indique a los estudiantes que hagan un afiche donde convencen a otros estudiantes de la escuela para que hagan actividades físicas a diario. Su afiche debe incluir por lo menos un beneficio visible de la actividad física y uno que no se pueda ver a simple vista. Actividades adicionales: Pida a los estudiantes que escriban y lean anuncios matutinos sobre los beneficios de la actividad física. Pida a los estudiantes que se escriban una carta a sí mismos, agradeciéndose de corazón por hacer ejercicio. Conexiones con la familia: Pida a los estudiantes que repitan el ejercicio del pulso con sus familiares y que les expliquen por qué el ejercicio es bueno para sus corazones. Conexiones con la comunidad: Pida a los estudiantes que piensen en todos los sitios de su comunidad donde podrían hacer actividades que hagan latir sus corazones más rápido. ¡Pídales que hagan un mapa con un mínimo de 10 lugares y que usen un corazón para identificarlos! Conexiones con los estándares: Estándares Nacionales de Educación Física Estándar 3: Participan regularmente en actividades físicas. Estándar 4: Logran alcanzar buena forma física y mantenerla de forma tal que beneficie su salud. Estándar 6: Valoran la actividad física por razones de salud, placer, estímulo o como una forma de autoexpresión o de interacción social. Estándares Nacionales de Educación en Salud Estándar 2: Los estudiantes analizan la influencia que tienen la familia, sus pares, la cultura, los medios, la tecnología y otros factores sobre los comportamientos relacionados con la salud. Estándar 4: Los estudiantes demuestran la habilidad de usar destrezas de comunicación interpersonal para beneficiar la salud y evitar o reducir los riesgos a la salud. Los estudiantes demuestran la capacidad de usar destrezas de comunicación interpersonal para beneficiar su salud y evitar o reducir los riesgos sobre la misma. Estándar 5: Los estudiantes demuestran la habilidad de usar destrezas de toma de decisiones para beneficiar su salud. Estándar 6: Los estudiantes demuestran la capacidad de usar destrezas para establecer metas con el fin de beneficiar su salud. Estándares Nacionales de Lectura y de Lenguaje: Estándar 5: Los estudiantes emplean una amplia gama de estrategias al escribir y usar apropiadamente distintos elementos de procesamiento de escritura para comunicarse con distintas audiencias con diferentes propósitos. Estándar 12: Los estudiantes usan el lenguaje hablado, escrito y visual para lograr sus propios objetivos (p. ej. para aprender, disfrutar, persuadir e intercambiar información). Lección 3.3 La Energía que Sale Grados: K-2 Objetivos: Los estudiantes: Tendrán una introducción a las Pautas nacionales sobre la actividad física para su grupo etáreo. Organizarán varias actividades físicas según categorías: las que deberían hacer más, hacer suficiente o hacer menos. Crearán un plan para “Hacer más, hacer suficiente y hacer menos”. Materiales: Tres letreros: uno que diga “Hacer más”, otro que diga “Hacer suficiente” y otro que diga “Hacer menos” Tarjetas con “Hacer más”, “Hacer suficiente”, “Hacer menos” Duración: de 1 a 2 clases Expertos al instante: De acuerdo con las Pautas de 2008 sobre actividad física para estadounidenses, los niños y adolescentes (entre 6 y 17 años de edad) deben hacer por lo menos 60 minutos de actividad física a diario. Estas actividades deben ser apropiadas para su edad, ser divertidas y ofrecer distintas opciones. Las Pautas se enfocan en tres tipos de actividades: aeróbicas, fortalecedoras de los músculos (anaeróbicas) y fortalecedoras de los huesos. Las actividades aeróbicas nos aceleran los latidos del corazón y nos hacen respirar más profundamente de lo habitual. Con el tiempo, las actividades aeróbicas practicadas habitualmente hacen que nuestro corazón y nuestros pulmones se fortalezcan y funcionen mejor. Las actividades fortalecedoras de los músculos aumentan la fuerza, la potencia y la resistencia de nuestros músculos. Durante las actividades fortalecedoras de los huesos, nuestros pies, piernas y brazos sostienen el peso del cuerpo y nuestros músculos ejercen presión sobre nuestros huesos. Esto ayuda a fortalecer nuestros huesos. Las actividades que fortalecen los músculos y los huesos también pueden ser aeróbicas cuando hacen que nuestro corazón y nuestros pulmones se esfuercen más de lo normal. Por ejemplo, correr es tanto una actividad aeróbica como una actividad fortalecedora de los huesos. Estirarse mejora la flexibilidad y la capacidad para mover las articulaciones al máximo. Tocarnos los dedos de los pies, estirarnos hacia los lados y practicar yoga son ejemplos de estiramiento. De acuerdo con las Pautas, la mayor parte de los 60 minutos diarios se deben dedicar a una actividad aeróbica moderada o vigorosa. Por lo menos tres días a la semana, deberán ser actividades vigorosas. En la Lección 3.1, los estudiantes aprendieron el significado de la actividad física moderada y la vigorosa. (Cuando alguien realiza una actividad aeróbica moderada puede hablar, pero no puede cantar, durante la actividad. Cuando alguien realiza una actividad aeróbica vigorosa, no puede decir más que unas pocas palabras sin tener que detenerse a respirar.) Como parte de la hora diaria de actividad física, también se debe incluir lo siguiente: Fortalecimiento de los músculos por lo menos tres días a la semana. Fortalecimiento de los huesos por lo menos tres días a la semana. Algunos ejemplos de cada tipo* de actividad comprenden: Ejercicios aeróbicos de intensidad vigorosa Correr, jugar a corre que te alcanzo, practicar karate, jugar baloncesto, practicar natación, jugar tenis, esquiar, saltar la cuerda, bailar danzas rápidas, jugar hockey sobre hielo o sobre césped. Ejercicios aeróbicos de intensidad moderada Senderismo, montar monopatín, patinaje sobre ruedas, montar bicicleta, caminar rápido, jugar béisbol. Actividades fortalecedoras de los músculos Hacer flexiones, hacer abdominales, balancearse en aparatos del parque de juegos, hacer ejercicios de resistencia con bandas elásticas, escalar una cuerda o un muro. Actividades fortalecedoras de los huesos Jugar a la rayuela, saltar en un pie, saltar con dos pies, brincar, jugar voleibol, jugar tenis. *Algunas actividades pueden caber en más de una categoría. A los niños más pequeños puede resultarles difícil comprender bien las categorías específicas de las actividades. No obstante, es importante que ellos comprendan que deben hacer actividades físicas por lo menos 60 minutos al día y que la mayor parte de dicha actividad física debe ser aeróbica. Los 60 minutos no tienen que ser seguidos. Suele ser más realista hacer actividades durante ratos más cortos a lo largo del día. Respuestas para las Tarjetas “Hacer suficiente”, “Hacer menos”, “Hacer más”: Hacer más Fútbol Tenis Nadar Baloncesto Correr Saltar la cuerda Subir y bajar escalones Patinar sobre ruedas Hacer suficiente Flexiones Ejercicios de estiramiento Practicar yoga Hacer barras Pasear al perro Lanzar una pelota Abdominales Saltar en un pie Saltar con los dos pies Hacer menos Hablar por teléfono Jugar con la computadora Jugar videojuegos Ver televisión Quedarse sentado Procedimiento: Nota: Antes de comenzar la clase, distribuya los tres letreros por distintos sitios del salón de clase. 1. A medida que los estudiantes vayan entrando al salón, pídales que formen un amplio círculo con sus sillas y que se sienten. Pídale a un estudiante que se levante y se pare en el centro del círculo. Retire la silla del círculo. 2. Explique a los estudiantes que van a jugar el juego del “Visto bueno”. Usted leerá una oración y todos los que se sientan aludidos deberán levantarse y cambiarse rápidamente de asiento. El nuevo asiento no puede estar ni inmediatamente a la izquierda ni a la derecha del asiento actual. No deben empujar, halar, ni pegarle a nadie al tratar de encontrar un nuevo asiento. La persona que se quede sin asiento, queda fuera. A continuación, usted quitará otra silla. Los que queden fuera del juego pueden hacer otras actividades como bailar, caminar en su sitio, o saltar la cuerda. 3. Haga una ronda de prueba, diciendo: “¡Visto bueno para todos los que tengan zapatos deportivos puestos!”. “¡Troten en su sitio todos los que no tengan zapatos deportivos!”. 4. Cuando los estudiantes hayan entendido el juego, dígales que todos se deben levantar y cambiarse de asiento, cuando usted grite: “¡A mezclarse!”. Nuevamente, el que se quede sin asiento, queda fuera. 5. Juegue usando los siguientes ejemplos (o invente los suyos). No olvide decir “¡A mezclarse!” de vez en cuando para que todo el mundo se mueva. "Visto bueno para todos los que… a. b. c. d. e. f. g. h. i. desayunaron esta mañana". estén vestidos de azul". están en un equipo". juegan afuera todos los días". les gusta la Educación Física o jugar". comen fruta". tienen cabello marrón". les gusta montar bicicleta". hacen actividades que agitan la respiración". 6. Al terminar el juego, pregunte cuántos ganadores hay. ¡La respuesta es que todos son ganadores porque acaban de hacer actividades físicas durante ___ minutos! 7. Pregunte a los estudiantes si saben cuántos minutos diarios deben hacer actividades físicas los chicos de su edad. Deles tiempo a los estudiantes para que adivinen. Dígales que los chicos de su edad deben hacer actividades físicas durante 60 minutos o más cada día. Eso es una hora de actividad física. Para ayudar a los estudiantes a entender cuánto tarda una hora, usted podría decirles cuántos “recreos” hay en 60 minutos, cuántas clases de Educación Física hay en 60 minutos, o incluso explicarles que dos episodios de muchos de sus programas favoritos de televisión equivalen a 60 minutos. 8. Pregunte: a. ¿Piensan que los 60 minutos tienen que ser seguidos? No, está bien hacer ejercicio durante ratos cortos a lo largo del día. b. ¿Cómo describirían los tipos de actividades que deben ocupar la mayor parte de los 60 minutos? Las que agitan la respiración y hacen latir más rápido el corazón (vigorosas). c. ¿Cuántos de los estudiantes piensan que están haciendo por lo menos 60 minutos de actvidad física a diario? Podría pedir a los estudiantes que anoten las actividades y los minutos empleados en hacerlas el día anterior para ayudarlos a responder esta pregunta. d. ¿Qué pasa si un día no logran hacer 60 minutos o más de actividad física? Los 60 minutos son una recomendación. Deben tratar de seguir esta recomendación con tanta frecuencia como puedan para mantener un estilo de vida activo y saludable. e. ¿Cuáles ideas podrían ayudarlos a lograr los 60 minutos diarios? Probar actividades nuevas, hacer cosas que disfruten, hacer actividades físicas con la familia y los amigos, pertenecer a un equipo deportivo, caminar o montar bicicleta en vez de ir en carro. Sobre todo, ¡ver menos televisión! 9. Señale los tres letreros colocados en el salón. Diga a los estudiantes que, además de hacer actividades físicas un mínimo de 60 minutos al día, también hay ciertas actividades que se deben practicar más que otras. a. Las actividades que son para “Hacer más” son las que hacen esforzar más sus corazones y agitan su respiración. ¿Se les ocurren algunas actividades para “Hacer más”? b. Las actividades que son para “Hacer suficiente” son las que estiran y desarrollan los músculos. ¿Se les ocurren a los estudiantes actividades para “Hacer suficiente”? c. Las actividades para “Hacer menos” son las que no hacen trabajar su corazón o sus pulmones, ni estiran ni desarrollan los músculos. También se podrían llamar actividades para “quedarse sentado”. ¿Se les ocurre a los estudiantes alguna actividad para “Hacer menos”? 10. Coloque las tarjetas “Hacer más", "Hacer suficiente", "Hacer menos” delante de usted y seleccione una. Pida a un voluntario que represente la actividad de la tarjeta y proponga a los demás el reto de adivinar qué está haciendo. Luego, pida a los estudiantes que señalen el letrero que muestra con cuánta frecuencia deberían practicar la actividad a diario (más, suficiente o menos) o que vayan hasta él. Por ejemplo, si seleccionaron “nadar”, el voluntario representará a alguien nadando y, luego, los estudiantes deberán señalar el letrero de “Hacer más” o ir hasta él. Pida a los estudiantes que tomen turnos para representar las tarjetas y señalar el letrero correspondiente o ir hasta él. 11. Pregunte a los estudiantes cómo creen ellos que se relacionan las actividades para “Hacer más,” “Hacer suficiente” y “Hacer menos” con el Equilibrio de la Energía. ¿Cuáles actividades piensan ellos que gastan más energía? ¿Cuáles gastan menos energía? ¿De qué manera puede contribuir este conocimiento a un estilo de vida saludable y activo? ¿Cómo deciden cuáles son los tipos de actividad física que deben hacer para lograr el Equilibrio de la Energía? 12. Pida a los estudiantes que piensen en actividades que les gusta hacer y que planifiquen hacer algunas de esas actividades en el transcurso de la semana próxima. Luego, pídales que completen las tres oraciones siguientes: a. Esta semana, voy a hacer más ________________________________. b. Esta semana, voy a hacer suficiente______________________________. c. Esta semana, voy a hacer menos ________________________________. 13. Pida a los estudiantes que presenten sus planes a un compañero. Al final de la semana, pídales que se reúnan con su compañero para saber cuánto ha progresado cada uno. Conexiones con la familia: Pida a los estudiantes que compartan con sus familias sus planes para “Hacer más, hacer suficiente y hacer menos” y que las animen a hacer sus propios planes! Conexiones con la comunidad: Invite miembros de la comunidad a su clase para que compartan con los estudiantes alguna actividad para “Hacer más”. Por ejemplo, un instructor de karate, un entrenador personal, un entrenador de patinaje sobre hielo, o un jugador de fútbol de la escuela secundaria. Conexiones con los estándares: Estándares Nacionales de Educación Física Estándar 3: Participan habitualmente en actividades físicas. Estándar 4: Logran alcanzar buena forma física y mantenerla de forma tal que beneficie su salud. Estándar 6: Valoran la actividad física por razones de salud, placer, estímulo o como una forma de autoexpresión o de interacción social. Estándares Nacionales de Educación en Salud Estándar 1: Los estudiantes comprenden conceptos relacionados con la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. Estándar 3: Los estudiantes demuestran la capacidad de tener comportamientos que beneficien su salud y de reducir los riesgos sobre la misma. Estándar 4: Los estudiantes demuestran la capacidad de usar destrezas de comunicación interpersonal para beneficiar su salud y evitar o reducir los riesgos sobre la misma. Estándar 5: Los estudiantes demuestran la capacidad de usar destrezas para tomar decisiones con el fin de beneficiar su salud. Estándar 6: Los estudiantes demuestran la capacidad de usar destrezas para establecer metas con el fin de beneficiar su salud. Estándares Nacionales de Lectura y de Lenguaje: Estándar 5: Los estudiantes emplean una amplia gama de estrategias al escribir y usar apropiadamente los distintos elementos del proceso de escritura para comunicarse con distintas audiencias para diversos propósitos. Estándar 12: Los estudiantes usan el lenguaje hablado, escrito y visual para lograr sus propios objetivos (p. ej. para aprender, disfrutar, persuadir e intercambiar información). Actividad 3.3 Tarjetas de “Hacer más”, “Hacer suficiente” y “Hacer menos” Abdominales Baloncesto Ver televisión Fútbol Saltar en un pie Saltar con los dos pies Hablar por teléfono Hacer barras Patinar sobre ruedas Flexiones Yoga Lanzar una pelota Tenis Levantar pesas Subir y bajar escalones Juegos de computadora Jugar videojuegos Nadar Ejercicios de estiramiento Saltar la cuerda Correr Hablar por teléfono Pasear al perro Quedarse sentado