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Las Experiencias Alrededor De La Mesa
Pastor Juan Chacón
Primer Servicio de Santa Cena
Guatemala, 6 de agosto del Año De La Abundancia
Es interesante que en el mundo cuando la gente tiene actividades especiales, celebran cenas
donde el costo por sentarse a esa mesa es de miles de dólares, sin embargo no cualquiera puede
optar a sentarse con ellos aunque tenga los recursos necesarios para comprar ese derecho. Ahora
bien, Dios nos ha invitado a Su mesa, el Señor Jesucristo no es un artista, El es el Rey de reyes y
Señor de señores y por Su amor somos invitados a Su mesa, por misericordia a nuestra vida
tenemos libre acceso a participar de Su mesa.
Veamos algunas situaciones que tienen lugar en la mesa:
Mateo 9:10-11 (R60) Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que
muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús
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Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come
y sus discípulos.
vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
El asombro de aquella gente fue porque el cobro de impuestos que hacían lo publicanos, era una
situación extraorbitante, eran considerados como los opresores del pueblo, era un grupo al que
también pertenecía Mateo pero aunque él tenía una vida muy acomodada por el nivel al que
pertenecía; cuando Jesús lo llama para que lo siga; de una forma asombrosa obedece la voz del
Señor; Mateo siendo publicano estaba excluido del judaísmo al grado que cuando un publicano
pasaba cerca de un judío, la gente volteaba la mirada para no contaminarse, según ellos. Pero
cuando el Señor llama a una persona, sin importar la condición que aquella gente tenga, habrá un
cambio como fue con Mateo; fue una situación que los fariseos no lograron comprender nunca; no
supieron que el médico llega a los enfermos que reconocen su enfermedad y la necesidad de ser
sanos.
El Señor conoce todo lo que llevamos en el corazón, tanto los pecados que nos han alcanzado
como la angustia que aquello ha provocado; es por eso que Dios nos invita a Su mesa para que
estando a cuentas con El, podamos tener la nueva oportunidad de dejar aquella situación
pecaminosa y empezar a seguir a Jesús en orden, recordemos que el único que puede extender su
mano para levantarnos es El, si hay un arrepentimiento de todo corazón podemos ser partícipes
como lo fue aquella mujer que se acercó a Jesús:
Mateo 26:7 (R60) …vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo
derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.
Jesús estaba viendo las acciones de todos los que estaban a la mesa, veían lo que cada uno
hacía, incluso escuchaba sus pensamiento, las intenciones de los corazones de la gente de aquel
momento, sabía si eran sinceros o estaban ocupando un lugar solamente en aquella mesa; es lo
mismo que sucede en esta oportunidad, los ojos del Señor están observando la condición de
nuestro corazón, si estamos dispuestos a ser restaurados por el Señor, si estamos dispuestos a
dejar una vida pecaminosa quizá o el simple hecho de habernos apartado del Señor; hoy a Su
mesa podemos ser restaurados totalmente.
Este material puede reproducirse por cualquier medio impreso o digital siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.
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Las Experiencias Alrededor De La Mesa
Pastor Juan Chacón
Primer Servicio de Santa Cena
Guatemala, 6 de agosto del Año De La Abundancia
Recordemos que así como en aquella oportunidad Jesús fue criticado porque una mujer pecadora
pero arrepentida, mojaba los pies del Señor con lágrimas y los secaba con sus cabellos; también
en esta oportunidad hay gente que critica el hecho que nos acerquemos a la mesa del Señor
porque posiblemente muchos saben los pecados en los que hemos caído, por lo tanto lo menos
que podemos hacer es aprovechar el perdón de Dios y apartarnos del pecado y seguir a Jesús.
Las experiencias que podemos encontrar en la mesa del Señor son indescriptibles cuando
tenemos la disposición de derramar nuestro perfume de adoración a Dios; claro que habrá gente
que nos criticará, gente que está influenciada a la manera de Judas y que pretenden que hagamos
lo que ellos quieren que hagamos como una muestra de arrepentimiento; pero lo que Dios desea
es que derramemos nuestra alma en señal de arrepentimiento, que derramemos un verdadero
perfume de adoración a El, que le ofrezcamos lo mejor de nuestra vida.
En la Biblia vemos varios perfumes que le ofrecieron al Señor, ¿cuál será el que hoy traemos a
Sus pies?, porque el deseo que debemos llevar es que El se agrade con el aroma espiritual de
nuestra vida, que se agrade del aroma de santidad que podamos llevar en el corazón y que de esa
forma vivíamos para El.
Mateo 26:20-21 (R60) Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce.
comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.
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Y mientras
¿Cómo podemos considerar una traición de parte nuestra hacia el Señor? Dios nos llama a Su
mesa y espera que confesemos los pecados que nos estén acusando y nos tengan detenidos,
encarcelados. Dios nos permite esa oportunidad para que nos acerquemos de una forma cristalina
a Su mesa, pero si pretendemos ocultar un pecado, eso puede ser una forma de traicionar la
confianza con la que El nos permite sentarnos a Su mesa. Dios conoce lo que llevamos en el
corazón, El sabe lo que hemos hecho y vivido, conoce las intenciones del corazón, pero para
perdonarnos debemos confesarlo, necesitamos reconocer nuestra condición pecaminosa para que
al participar del pan y del vino que son el cuerpo y sangre del Señor Jesucristo, también
reconozcamos el perdón que estamos alcanzando por Su misericordia.
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