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Silencio: Reflexionamos y Compartimos Comunidad Parroquial San Francisco Javier ¿En qué medida es una preocupación operativa en tu parroquia la re-invitación de los alejados, el diálogo con ellos? ¿Y el aspecto ecuménico? 75 AÑOS HACIENDO CAMINO Escucha, Acoge, Anuncia, Celebra, Sirve Reflexión-Catequesis 4ª parte : “POR UNA GRAN FAMILIA, QUE ESCUCHA, ACOGE, ANUNCIA, CELEBRA Y SIRVE” Este slogan y estos verbos anuncian la celebración de los 75 años de nuestra Parroquia de San Francisco Javier. Es un momento de gracia para dejarnos renovar por el Espíritu del Evangelio tal como nos lo propone nuestro Papa Francisco en el documento “La alegría del Evangelio”. Esta celebración, como nos decía el Papa Juan Pablo II, nos invita a: Mirar atrás, para dar gracias a Dios por todo lo caminado juntos; Sentir el presente, para vivirlo con entrega y pasión; Abrazar el futuro, con esperanza, confiados en que Dios nos acompaña y guía siempre. ** ¿Cómo podemos potenciar lo positivo de nuestra parroquia en el camino recorrido? (tenemos presentes los verbos antes mencionados). ** ¿Qué podemos hacer para mejorar, para abrir nuevos cauces, que hagan de nuestra parroquia una comunidad viva adaptada a los nuevos tiempos? ORACIÓN FINAL “El Señor mira por sus fieles, por los que esperan en su lealtad. Nosotros aguardamos al Señor, que es nuestro auxilio y escudo; Con él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. Que tu lealtad nos acompañe, Señor, como lo esperamos de ti” (Salmo 33, 18-22) Grupos Parroquiales Saludo Hacemos silencio y oramos “Os rogamos, hermanos, que apreciéis a esos de vosotros que trabajan duro, haciéndose cargo de vosotros por el Señor y llamándoos al orden. Mostradles toda estima y amor por el trabajo que hacen. Entre vosotros tened paz. Por favor, hermanos, llamad la atención a los ociosos, animad a los apocados, sostened a los débiles, sed pacientes con todos. Mirad que nadie devuelva a otro mal por mal, esmeraos siempre en haceros el bien unos a otros y a todos. Estad siempre alegres, orad constantemente, dad gracias en toda circunstancia, porque esto quiere Dios de vosotros como cristianos. No apaguéis el Espíritu, no tengáis en poco los mensajes inspirados; pero examinadlo todo, retened lo que haya de bueno. (1ª Tesalonicenses 5, 12-21) 1ª parte : Celebramos con gozo los 75 años de la constitución de nuestra Comunidad Parroquial. Es un gran momento para agradecer con humildad el camino recorrido. Durante todos estos años transcurridos de la historia de nuestra Parroquia, ha habido muchos cambios sociales, demográficos, religiosos, espirituales….. Hemos pasado de un marco en el que el ser cristiano era, relativamente, “fácil” a convertirse en algo “arriesgado” de proclamar y vivir. ¡Tenemos un gran reto por delante! Mirando más directamente a los desafíos del mundo actual, la Iglesia debe hacer con lucidez la opción por la espiritualidad de comunión, ya que la espiritualidad actual está todavía marcada por el individualismo. Espiritualidad, entendida, como estilo de vida, no sólo vida interior sino como un modo de ver, de ser y de actuar; que tiene su núcleo catalizador en la comunión con Dios, con los otros y que integra, en la misma, toda la creación. El Papa Juan Pablo II así nos lo recuerda: “Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión: éste es el gran desafío que tenemos ante nosotros en el milenio que comienza, si queremos ser fieles al designio de Dios y responder también a las profundas esperanzas del mundo .” (NMI 43) Silencio: Reflexionamos y Compartimos -¿Cómo crees que el grupo ha contribuido y contribuye a que nuestra comunidad parroquial se abra a esta dimensión comunitaria que el Papa nos propone? 2º parte El Papa Francisco insiste en la necesidad de renovación de la Iglesia, resaltando que la primera reforma ha de ser la conversión de actitudes, la conversión de corazón. La Parroquia debe ser una “Comunidad en Camino”, una “Comunidad viva de creyentes”. La Parroquia es una “realidad comunitaria” de todos, y cada uno con su función particular al servicio de todos, caminando juntos hacia lo esencial: La fe desde el corazón del Evangelio. Debemos potenciar la Parroquia como comunidad-misión, casa de oración, escuela de fraternidad y así, reavivando nuestra fe con la fuerza del Espíritu, hacer una Iglesia más creíble. Nuestra comunidad parroquial está llamada a vivir la síntesis de la voluntad fundamental de Dios expresada en los dos mandamientos. Síntesis que vivió y enseñó Jesús: El amor a Dios y el amor a los hermanos; resumen, asimismo, de la experiencia original de la Iglesia primitiva. Las parroquias han de constituirse cada día como Iglesia, es decir, como la fraternidad de las hijas y los hijos de Dios. Ésta es una característica esencial suya: “La Iglesia es comunión en el amor. Ésta es su esencia y el signo por el cual está llamada a ser reconocida como seguidora de Cristo y servidora de la humanidad. “El nuevo mandamiento del amor es lo que une a los discípulos entre sí reconociéndose como hermanos y hermanas, obedientes al mismo Maestro, miembros unidos a la misma Cabeza y, por ello, llamados a cuidarse los unos a los otros (1Cor 13; Col3, 12-14).” Silencio: Reflexionamos y Compartimos -¿Qué puede hacer el grupo para seguir convirtiendo a la Parroquia en una comunidad-fraternidad-misión que llegue a todos los que forman la Parroquia de San Francisco Javier, los que vienen y los que están alejados? 3º parte Cada vez más, vivimos en un mundo pluricultural y plurirreligioso. En una realidad así, la misión ha de realizarse, como lo enseñó el Concilio Vaticano II, en espíritu ecuménico y de diálogo. Nuestras parroquias están llamadas a ser un espacio privilegiado de diálogo y colaboración fraterna tanto entre nosotros, como con otras iglesias y comunidades eclesiales o con otras creencias no cristianas, y también con los no creyentes. El compromiso misionero de toda la comunidad es un eje que se ha de reforzar. La comunidad, la parroquia, “sale al encuentro de los alejados, se interesa por su situación, a fin de reencantarlos con la Iglesia e invitarlos a volver a ella” Ante esta realidad, hemos de fortalecer en nuestra parroquia la experiencia religiosa de encuentro personal con Jesucristo. Hemos de ahondar la vivencia comunitaria, la acogida fraternal, la valoración de los carismas, el servicio en corresponsabilidad.