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ENTRE SACIADOS VIVEN LOS
HAMBRIENTOS
Comentario a la canción
También Teresa conoce la incertidumbre, la lucha
interior. Cuanto más difícil es una decisión más se adentra
en su humildad. Se deja aconsejar por el Señor, el primero,
y por aquellos que son voceros suyos en el mundo. Amiga
de todos, valora la amistad con los amigos de Dios y sigue
sus consejos como si del mismo Señor se tratase. Prefiere
abandonarse y dejar que los intermediarios la aconsejen y
orienten. Una de esas figuras es San Pedro de Alcántara,
asceta, ermitaño y santo a los ojos de Teresa. A él le
consulta sus deseos en la reforma del Carmelo. Encuentra
en sus palabras, aliento, consejo e impulso para seguir
adelante. Cada uno siguió su camino, pero cada uno ha
tenido parte en la tarea que llevaba Teresa entre manos.
Pedro era todo un referente, justamente el polo opuesto
de la comodidad y coquetería de la época. Una vida así
aconseja a Teresa que mire dentro de su alma y lea lo que
el Señor ha escrito en su corazón El proyecto que El puso
dentro. Teresa sale lanzada a llevar adelante la obra de
Dios.