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Catequesis Icono Inmaculada Joven
ICONO INMACULADA JOVEN
CATEQUESIS
 Presentación: Se trata de una catequesis en clave de oración; se trabajará de
forma complementaria con el Nuevo Testamento y la encíclica del Papa Francisco
“Evangelii Gaudium”.
 Materiales necesarios:
o El icono de la “Inmaculada joven” en un lugar visible y accesible. A los
pies se colocará una cesta, cofre o similar (puede adornarse con velas).
o Un ordenador con altavoces y un proyector.
o El Nuevo Testamento y la encíclica Evangelii Gaudium
o Las imágenes o vídeos que se indican en el desarrollo de esta
catequesis.
o Libreta, boli (por si los chicos quieren tomar nota de algo) y papeles que
será depositados a los pies del icono en la cesta o cofre.
 Lugar: puede hacerse en una iglesia, capilla o en una sala bien acondicionada
(según número de participantes); contar con sillas y megafonía.
 Estructura
Vamos a hacer con María el camino de su vida, profundizando en ciertos aspectos de
su persona que nos ayudarán a conocernos también más a nosotros mismos.
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María, modelo de juventud.
María es Joven y Madre
María es nuestra Madre, Jesús nos la entrega.
Con ella y como ella, llamados a evangelizar.
Oración
*Es recomendable la preparación anterior por parte del catequista.
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Catequesis Icono Inmaculada Joven
DESARROLLO
1. María, modelo de juventud
Nuestra vida está llena de estereotipos y modelos a los que queremos seguir y
a quienes nos queremos parecer: actrices, cantantes, futbolistas… Hoy te proponemos
un modelo diferente, a María.
Ella vivió su adolescencia y su juventud de forma plena, con las chicas de su
edad, compartía sus ilusiones con sus amigos, hacía sus planes de futuro, hasta que un
día un ángel le cambió la vida. En ella nos fijamos hoy.
-
María, mujer DISPONIBLE y SERVICIAL: la vida de María fue de servicio y ayuda
siempre a otros: a la llamada de Dios, a su prima Isabel, a los novios en las
bodas de Caná, a los discípulos tras la muerte de Jesús…
“ … Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús…” Lc
1, 30.
¿Cuál es tu actitud cuando te piden algo? ¿Qué ayuda prestas tú a los demás?
- María, mujer ENTREGADA: como joven su vida fue de una entrega total.
“Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Lc 1, 38
¿Cómo es tu entrega en tus tareas del día a día, en casa, en el instituto…?
Compartir en pequeños grupos estas preguntas
2. María es joven y madre
Leer el texto bíblico Lc 1, 26-33
El sexto mes envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada
Nazaret, a una virgen prometida a un hombre llamado José, de la familia de
David; la virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde estaba ella y le dijo: --Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Al oírlo, ella se turbó y discurría
qué clase de saludo era aquél. El ángel le dijo: ---No temas, María, que gozas del
favor de Dios. Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús.
Será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono
de David, su padre, para que reine sobre la Casa de Jacob por siempre y su
reinado no tenga fin.
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Catequesis Icono Inmaculada Joven
Decimos que María es Madre por dar a luz a un hijo, era una madre más de la
época. Pero algo la hacía especial, era Madre del Salvador del mundo, llevaba en su
seno al Hijo de Dios.
Era joven, con inquietudes, con deseos, con alegrías y tristezas, con un futuro
por delante, igual que tantos otros jóvenes. Intentemos llevar esto a nuestras vidas, a
nuestro día a día.
A ti, joven como María, ¿se te turba el corazón ante situaciones difíciles o inesperadas?
María confío plenamente en el ángel Gabriel y en el Espíritu santo, ¿confías tú en
María?
Nos dice el Evangelio que a la Virgen María también se le turbó el corazón en el
anuncio del ángel.
En tu vida… ¿En qué momentos de duda, angustia, enfermedad, etc. se turba tu
corazón?
(Se les entrega un papel para que escriban sus inquietudes y se puede poner música suave de
fondo. El papel lo guardan ellos hasta la segunda parte).
3. María, esa joven, es nuestra Madre.
Proyectar el vídeo ‘Ahí tienes a tu Madre’ de la Hermana Glenda
https://www.youtube.com/watch?v=Ef_vwiIhWfE
Mira ahora la imagen de Jesús en la cruz y a los pies María y el discípulo amado.
- Mira a la Cruz, Jesús está agonizando.
- A los pies su madre, esa joven de Nazaret, está sufriendo, han crucificado a su
hijo y está a punto de morir.
- A su lado… ¡estás tú!, eres el discípulo amado, el seguidor de Jesús a quien Él
tanto quiere. Estás abrazando a María, intentando consolarla.
- Y Jesús, antes de morir, no quiere dejar nada “sin atar”; intenta llenar de aire
sus heridos pulmones y te dice: “Hijo, ahí tienes a tu Madre”.
Desde ese momento María es tu Madre. María es el mejor regalo y la mejor herencia
que nos ha dejado Jesús.
Pero las palabras de Jesús no solo fueron esas; si no que Jesús dijo a María: “Ahí tienes
a tu hijo”. Es por ese motivo por lo que María, una joven como tú, nos quiere y nos
cuida como hijos suyos que somos.
Te invito ahora a que en silencio y con el corazón abierto a tu Madre María, te
acerques a ella y le pidas que te cuide, sobre todo en esos momentos en los que se
turba tu corazón.
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Catequesis Icono Inmaculada Joven
(Pueden pasar a dejar en la cesta o cofre a los pies del icono lo que han escrito en el
punto 1. De fondo puede sonar de nuevo la canción de la Hermana Glenda “Ahí tienes a
tu Madre”. Los papeles no los leerá nadie sino que pueden ser entregados a monjas de
clausura para que recen por las dificultades de los chicos.
4. Con ella y como ella, llamaos a evangelizar
Empezaremos reflexionando sobre qué es evangelizar, podemos apoyarnos en la
Evangelii Gaudium 120 y 121.
¿Qué es evangelizar?
Evangelizar es dar a conocer el Evangelio, la Buena Noticia de Jesús, llevarlo a
todos y especialmente a aquellos que no lo conocen.
Esto no es cosa de obispos o curas, es cosa de todos nosotros, de los bautizados;
Evangelizar es la misión de la Iglesia.
¿A quién evangelizar?
A todos. Todos debemos ser evangelizados y evangelizadores; es decir,
debemos llenarnos de Jesús primero nosotros mismos para después llevarlo y darlo a
conocer a los demás, a nuestra familia, nuestros amigos... incluso hasta aquellos que
viven más alejados de la Iglesia e incluso nos critican.
¿Cómo evangelizar?
Siempre con alegría. Si Jesús está en nuestra vida y llena nuestro corazón, así
tenemos que trasmitirlo a los demás. Si me ven feliz... ¿quién no va a querer estarlo
también?
Esa es la alegría que sólo quien conoce a Jesús tiene. Y nos vamos solos,
Nuestra Madre María nos acompaña siempre.
Piensa ahora en una persona concreta, con nombre y apellidos, que necesite esta
felicidad que viene de Jesús, alguien que no lo conoce (quizás vuestros padres, vuestro
amigo, el compañero de clase que te critica...) Proponte en estos días acercarte a él o a
ella y muéstrale tu felicidad y dile simplemente que Jesús y María su Madre nunca lo
han dejado de querer.
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Catequesis Icono Inmaculada Joven
5. Oración final
(Para acabar la catequesis se puede hacer una oración, bien en el mismo lugar o en
una capilla. Se propone la oración final de la Evangelii Gaudium pero puede ser otra
que el catequista quiera).
Virgen y Madre María,
tú que, movida por el Espíritu,
acogiste al Verbo de la vida
en la profundidad de tu humilde fe,
totalmente entregada al Eterno,
ayúdanos a decir nuestro «sí»
ante la urgencia, más imperiosa que
nunca, de hacer resonar la Buena
Noticia de Jesús.
Danos la santa audacia de buscar
nuevos caminos
para que llegue a todos,
el don de la belleza que no se apaga.
Tú, llena de la presencia de Cristo,
llevaste la alegría a Juan el Bautista,
haciéndolo exultar en el seno de su
madre.
Tú, Virgen de la escucha y la
contemplación,
madre del amor,
esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la cual eres
el icono purísimo,
para que ella nunca se encierre ni se
detenga, en su pasión por instaurar el
Reino.
Tú, estremecida de gozo,
cantaste las maravillas del Señor.
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable
y recibiste el alegre consuelo de la
resurrección, recogiste a los discípulos
en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia
evangelizadora.
Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el
testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente
y generosa, de la justicia
y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
Consíguenos ahora un nuevo ardor de
resucitados para llevar a todos el
Evangelio de la vida
que vence a la muerte.
Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los
pequeños, ruega por nosotros.
Amén. Aleluya.