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SEMBLANZA DE UN EDUCADOR... El Hno. José, Mario Humberto Lahoz es un religioso, Hermano de la Sagrada Familia. Nació un 9 de marzo de 1929, en la ciudad de Rosario (Santa Fe), Ingresó a la Congregación el 8 de septiembre de 1945, realiza su postulantado en Progreso (Uruguay). Maestro Normal Nacional, Profesor de Filosofía y Pedagogía; comenzó su actividad docente como maestro de grado en el año 1946 en el colegio “San Vicente” de La Unión (Uruguay), en la actualidad tiene 85 años y sigue educando... Quizás ésta sea una de las características típicas de la personalidad educativa del Hno. José: siempre presente y cercano en medio de la gente y los jóvenes, un hombre siempre actualizado, un hombre que a lo largo de muchas generaciones y aún hoy permanece significativo para muchos... Humilde, trabajador, libre, este apasionado educador, siempre atento al corazón de los jóvenes, pareció siempre “adelantarse” a los tiempos... José ha sido capaz de enseñar muchas ciencias diversas y ha provocado a muchos jóvenes a desarrollar potencialidades que ellos mismos ignoraban poseer... Intuitivo, arriesgado, creativo, en cada etapa de su vida, supo proponer novedades que, respondiendo a las necesidades de los jóvenes, los estimularan a amar la vida comprometiendo la propia, tal como lo propuso Jesús... José, típico Hermano de la Sagrada Familia, siempre creyó en el valor educativo de la familia. Por eso apoyó permanentemente a padres y madres a vivir con alegría y entusiasmo su misión educativa... y cuando fue necesario, él mismo supo hacer las veces de padre y madre... También por esta convicción, estuvo siempre atento al “clima familiar” del ámbito educativo: la escuela, el aula, el patio, la casa de formación... todo debía “respirar” cariño, cercanía, comprensión, y desde allí no tenía miedo a proponer desafíos, exigencias, límites... El Hermano José, activo, inquieto, práctico, supo estar atento a lo que la reflexión de las ciencias y de la Iglesia iban aportando al presente de nuestra historia. Todo parecía interesarle: la política, el deporte, la economía, el arte... Ah, olvidábamos decirlo, nuestro Hermano José también es sacerdote al servicio de la Congregación como es propios de los institutos de Hermanos, pastor siempre dispuesto a la escucha, confesor siempre dispuesto a liberar conciencias para hacerles sentir el amor misericordioso del Padre... El Hermano José ha sido un gran regalo de Dios a su Pueblo para revelarle su amor creador, para hacerle sentir, desde el corazón de “hijos amados”, la potencialidad creadora de todo hombre y de toda mujer y la maravillosa condición de hermanos y hermanas que nos hace “familia de Dios”. Así, el Hermano José educador, se nos presenta como un generador de vida, promotor de lo mejor que hay en el corazón humano cumpliendo aquello que nos enseñó nuestro Fundador el Hno. Gabriel Taborin: “El maestro religioso ilumina con sus lecciones, da a conocer las verdades eternas y educa los corazones en la virtud y, donde la virtud reina, el orden y la paz reinan también y de ellos deriva infaliblemente la felicidad” (Nuevo Guía de los HSF. 638)
