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ENCUENTRO Y DIÁLOGO CON LA PALABRA
Mc 10, 35-45: “No sabéis lo que pedís”
1. PREPARARSE PARA EL ENCUENTRO:
3. ACOGIENDO LA PALABRA COMO DISCÍPULO:
2. TEXTO: Mc 10, 35-45

Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se le
acercaron y le dijeron:
–Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a
pedirte.
Jesús les preguntó:
–¿Qué queréis que haga por vosotros?
Ellos le contestaron:
–Concédenos sentarnos uno a tu derecha y otro a tu
izquierda en tu gloria.
Jesús les replicó:
–No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa de
amargura que yo he de beber, o ser bautizados con el bautismo con que
yo voy a ser bautizado?
Ellos le respondieron:
–Sí, podemos.
Jesús entonces les dijo:
–Beberéis la copa que yo he de beber y seréis bautizados con el
bautismo con que yo voy a ser bautizado. Pero el sentarse a mi derecha o
a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes está
reservado.
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús los llamó y les dijo:
–Sabéis que los que figuran como jefes de las naciones las gobiernan
tiránicamente y que sus magnates las oprimen. No ha de ser así entre
vosotros. El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro
servidor; y el que quiera ser el primero entre vosotros, que sea esclavo
de todos. Pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino
a servir y a dar su vida en rescate por todos.


¿Cómo me acerco yo al Señor? ¿Cuáles son mis deseos
con respecto a El? Descifrar mis propias ambigüedades y
tentaciones
La ambición de Jesús es servir, rescatar a todos.
Mirarle a El
Dejarme purificar y sanar el corazón
Recoge lo más significativo de este momento como petición o acción de gracias:
4. ANUNCIANDO LA PALABRA COMO APÓSTOL:


Como aprendiz de apóstol, mirar con la mirada del
Señor: no juzga, acoge la debilidad, salva lo mejor del
otro…
El aprendiz de apóstol en un servidor en sus ámbitos de
vida
Un propósito que llevar a la vida:
29º Tiempo Ordinario (cicloB): 21 de octubre 2012
Para cualquier cosa que necesites o desees compartir: [email protected]
ENCUENTRO Y DIÁLOGO CON LA PALABRA
Mc 10, 35-45: “No sabéis lo que pedís”
Mc 10, 35-45
Busca un momento y un lugar tranquilo donde puedas encontrarte con el Señor y su
palabra. Intentar que sea el mismo lugar, el mismo momento de la semana.. puede ayudarte
a crear en ti el hábito y la disposición para la oración.
Respira lentamente, y trata de ir creando en tu corazón el silencio y el espacio que
puedan acoger con apertura lo que la gracia de Dios desee regalarte. Preséntale tus
preocupaciones, lo que traes entre manos, lo que te dispersa.. Intenta que todo descanse en
El.. No tengas prisa, deja que Dios busque la manera de acercarse a ti. Tu pon de ti la
confianza, la humildad, el deseo de ser tocado por el Espíritu. Si te ayuda, puedes repetir
“Señor, aunque no te vea, incluso aunque no te sienta, creo que estás aquí conmigo”… o
invoca con tus palabras al Espíritu Santo para que te conduzca en este momento de oración.
Ahora lee el fragmento del evangelio de este domingo… imagínate la escena y deja
un momento de silencio para después ir leyendo y meditando los siguientes puntos. No te
olvides de dialogar con el Señor, de escuchar por donde te lleva… de guardar en tu interior
los sentimientos, las mociones…
ACOGIENDO LA PALABRA COMO DISCÍPULO:
1.- “¿QUE QUEREIS QUE HAGA POR VOSOTROS?”
Juan y Santiago se acercan a Jesús, después de que El les ha anunciado una vez más el
destino trágico que le espera en Jerusalén. Fíjate como se acercan a Jesús, el encuentro
que se da, cómo Jesús les acoge y pregunta.
En los corazones de Juan y Santiago hay deseos de permanecer al lado de Jesús, y viven
anhelos buenos y portadores de vida… Pero en su corazón también anida la ambición, a
veces oculta bajo deseos buenos y santos. Fíjate como le piden algo bueno (estar junto a El)
pero su petición esconde un anhelo de figurar, de ser reconocidos… son ellos los que se
ponen en el centro y tratan de traer al Señor a su servicio.
Jesús les acoge y les pregunta: ¿Qué queréis que haga por vosotros? Fíjate que su deseo es
estar “sentados”. Se han olvidado que el discípulo es aquel que está en camino, que saliendo
de sí recorre los pasos que el Señor va recorriendo por delante.. que camina sirviendo,
anunciando la Buena Noticia….
Si el Señor se acercara a ti en este momento y te hiciese esa pregunta, ¿qué le
responderías? ¿Cuáles son tus deseos con respecto a El? Pídele en esta semana que te
ayude a contemplar desde su mirada tus propias búsquedas y deseos, que te ayude
descifrar sin miedo lo que acontece en tu corazón, tus tentaciones en su seguimiento. ¿Qué
expectativas o pretensiones también acontecen en ti y necesitan ser purificadas e
iluminadas por el El?
2.- “¿PODÉIS BEBER LA COPA DE AMARGURA QUE YO DE HE BEBER, O SER
BAUTIZADOS CON EL BAUTISMO CON QUE YO VOY A SER BAUTIZADO?”
Jesús acoge los deseos de Juan y Santiago de seguirle pero da un paso más y les pregunta
hasta qué punto están dispuestos realmente a dar la vida, con El, como El… Ellos ambicionan
una gloria que no nace del corazón y la mirada de Dios, sino de sus propias categorías. Pero
Jesús no ambiciona ningún poder, sólo ambiciona servir y rescatar a todos. Se dirige a
Jerusalén ante quienes desean quitarle la vida, indefenso, desarmado, pacífico… No va
29º Tiempo Ordinario (cicloB): 21 de octubre 2012
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ENCUENTRO Y DIÁLOGO CON LA PALABRA
Mc 10, 35-45: “No sabéis lo que pedís”
buscando su propio interés, sino que va como siervo de todos, en bien de todos… para llevar
el servicio hasta las últimas consecuencias, aun cuando pase por la amargura y la muerte.
Estas palabras del Señor, ¿qué evocan en ti? ¿Qué hay en ellas que te desconcierta o te
descoloca? Ante el sufrimiento que pueda llegar a tu vida en algún momento ¿cómo te
experimentas?
Jesús les dirá a Juan y a Santiago que la última palabra sobre su vida la tiene Dios Padre.
¿Sientes tu vida descansando en las manos de Dios, abandonada en último término a El?
Pídele al Señor la gracia de acoger y caminar hacia aquello que Dios Padre desea para ti.
Deja que brote en ti el agradecimiento, la confianza, la paz por saberte en sus manos.
3.- “LOS OTROS DIEZ, AL OIR AQUELLO, SE INDIGNARON”
Los discípulos “se indignan” con Juan y Santiago porque en el fondo lo que acontecía en ellos
se daba también en sus corazones. Entre los discípulos brota el enfado porque también
ellos ambicionan un camino que no es el del servicio y el abajamiento. También su corazón
necesita ser purificado por el Señor, alcanzado por palabras que puedan hacerlo nuevo en
su manera de sentir y abrazarlo todo.
¿Con qué “enfados” convives? ¿Por qué sientes que te cuesta acoger esta invitación del
Señor a ser como EL: servidor, esclavo, último? Pregúntale al Señor qué puedes dejar atrás
esta semana, que actitud nueva puede brotar en ti para dejarte alcanzar por El y su gracia
ANUNCIANDO LA PALABRA COMO APÓSTOL
1.- “NO SABÉIS LO QUE PEDÍS”
Jesús, ante la inoportunidad de Santiago y Juan, que se creen capaces de algo que ni
siquiera saben lo que va a suponer, en vez de juzgarles o enfrentarles, acoge lo bueno que
hay en ellos, sus deseos de estar con El, a su lado…. En esta semana intenta ahondar en
esta actitud de Jesús que acoge lo bueno aun cuando está tan mezclado con la debilidad.
Quizá vives o has vivido la experiencia de que alguna personas se ha acercado a ti desde sus
propios intereses o expectativas, o con cierta prepotencia… ¿Cómo te sitúas?, ¿cómo les
acoges? ¿les juzgas o les miras con el cariño con el que mira el Señor? ¿Eres capaz de
reconocer que a veces esas actitudes también se dan en ti? En esta semana pídele al Señor
su mirada para poder acoger a las personas que te rodean con ese cariño que salva los
mejores propósitos del otro… Pídele que te conceda un corazón de apóstol capaz de acoger
a cada persona en sus búsquedas más sinceras y hondas.
2.- “EL QUE QUEIRA SER GRANDE ENTRE VOSOTROS, QUE SEA VUESTRO
SERVIDOR... SEA ESCLAVO DE TODOS”
Jesús aprovecha la situación que se da con Santiago y Juan para seguir instruyendo a los
suyos, para hablarles de la actitud necesaria de aquel que quiere llevar su palabra. El
apóstol es aquel que se sitúa como servidor y pone al otro en el centro de su mirada, de su
atención, de su entrega… No busca imponer sobre los demás una experiencia, sino suscitarla
desde dentro, alentándola, acompañándola… Como aprendiz de apóstol, ¿cómo te estás
situando con quien tienes al lado, con ese/a con quien te resulta más difícil estar?, ¿te
sitúas desde el servicio, con humildad?
Podría ayudarte en esta semana dejar resonar las palabras de Jesús: “el que quiera ser
grande sea vuestro servidor”. Intenta repetirlas frecuentemente, especialmente cuando te
encuentres ante el rostro de aquellos a los que estás llamado a servir, a acercar el rostro y
la presencia del Señor.
29º Tiempo Ordinario (cicloB): 21 de octubre 2012
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