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Fiesta de la Conversión de san Pablo
Lecturas: Jon 3,1-5.10; 1 Co 7,29-31 y Mc 1,14-20
1. Decíamos el domingo pasado
Somos llamados a hacer una experiencia de vida con el Señor, porque cuenta con nosotros para sus
proyectos… Por eso, lo más honrado que puede hacer el hombre es “buscar”; no cerrar ninguna puerta.
Dios no juega al escondite ni se oculta a quien lo busca honradamente… Convendría no olvidar que
“somos aquello que buscamos”.
2. Dios es Palabra o Palabra de Dios
a) Dios necesita “pescadores de hombres”
Jesús no se inventa nada, sino que centra la doctrina de los judíos sobre Dios. Frente a sus más de 600
preceptos, Marcos no “pierde tiempo”. Les dice a unos pescadores que trabajan en el lago, que dejen
ese trabajo de pescar peces porque la nueva aventura de dar a conocer el Reino de Dios necesita de
pescadores de hombres. Les ofrece un cambio destino, no de ocupación; seguirán haciendo lo que
saben: ‘pescar’ hombres.
b) Las primeras palabras de Jesús: “Convertíos y creed en el Evangelio”.
¿Y por qué este cambio de destino? Porque ha llegado el tiempo, se ha cumplido el plazo… y por eso:
“Convertíos y creed en el Evangelio”, las primeras palabras de Jesús.
Todos los días, a todas las horas, hemos de hacer realidad este mensaje, porque es obvio que la
conversión dura toda la vida y el Evangelio nos da, siempre, novedad. La llamada a la conversión es la
síntesis del Evangelio… Es la primera palabra que Jesús tiene que decirnos a la comunidad que
formamos y a las personas que somos. No podemos eludir este mensaje en nuestro encuentro con el
Señor.
c) Ejemplos de conversión.
 Jonás y Nínive.
Las causas, los argumentos, las razones parecen de menor importancia. Es necesario que nos
convirtamos de verdad. Podemos ir a misa todos los domingos, pero si en nuestras prioridades vitales
reina el dinero, el desamor, el deseo de servirnos de los demás, la violencia… pues queda claro que
estamos lejos del mensaje de Jesús. Nuestro corazón ha de estar abierto a la conversión, al cambio; y
con la ayuda de Dios llegaremos a la meta deseada: vivir en el Reino de Dios, que ya anida en nuestro
interior.
 La conversión de Pablo (hoy celebramos su fiesta)
Hay que caer del caballo y reconocer nuestra ceguera. Después preguntar con sinceridad: ¿Qué tengo
que hacer?, y buscar hasta que encontremos al Señor de nuestra vida. Luego, ya no hay otra posibilidad,
la vida entera para él. “Todo lo estimo basura comparado con la gracia de conocer al Señor”... “Para mí
la vida es Cristo”.
3. Nuestros compromisos
 La conversión más importante: fiarnos de Dios, ya que nuestro Dios no se manifiesta a los que
desconfían de él. Por eso: “Convertíos y creed en el evangelio”.
 El reino comienza donde aparece un seguidor de Jesús. Quien sabe que Dios está cercano, termina
por acercarse a él para quedarse con él mientras predica el Reino.
 Y que nada ni nadie nos quite la ilusión de seguir a Jesús, como a los primeros discípulos, como
aquellos primeros ‘pescadores de hombres’.
A ti, Señor, elevamos el corazón
Propuesta.Vivir el evangelio y continuar la tarea de Jesús en el mundo acarrea no pocas dificultades. No
es un camino de rosas; en ocasiones, nos fallan las fuerzas. Pero sabemos que Dios no nos deja
de su mano. Por eso conscientes de su amor y de su cercanía, acudimos a él diciendo: “A ti,
Señor, elevamos el corazón”.
1. Recemos por todos los que en la Iglesia y fuera de ella están perdiendo la ilusión por hacer
algo nuevo y distinto para mejorar el mundo y la sociedad: que sigan trabajando por hacer
posible el Reino de Dios. Oremos.
2. Recemos también por los padres y madres de familia, por los sacerdotes, por los
educadores, por todos los que tienen la misión de ilusionar a los más pequeños, tanto en las
cuestiones de la fe como en los temas de la vida. Oremos.
3. Recemos por los enfermos, por los que viven en pobreza o abandono, por los que están en
el paro: que estemos dispuestos a ser para todos ellos mano cuidadora y sanadora de Dios.
Oremos.
4. Recemos, en este final del octavario por la unidad, por los cristianos de diferentes
confesiones: que unidos por el mismo bautismo, rompiendo todo lo que nos separa,
podamos un día participar juntos en la misma eucaristía. Oremos.
5. Recemos por nuestra parroquia, por todos y cada uno de nosotros, por nuestras familias,…
para que estas comunidades sean espacios donde recuperar las fuerzas y los ánimos para la
lucha de cada día. Oremos.
Oración.Escucha, Padre, las plegarias que te dirigimos por toda la humanidad y concédenos aquello que
de verdad necesitamos para poder vivir como hijos tuyos y al servicio de nuestros hermanos.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.