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Colegio Salesiano Sagrado Corazón de Jesús
Departamento de
Orientación………………………………………………………………………………………1
TRIP, EL GUSANO VIAJERO
Había una vez, un gusano viajero. Cansado de andar por la montaña
de Bandama decidió descansar a la sombra de un árbol. Cuando despertó se
encontró rodeado de muchos otros gusanos que le observaban.
-¡Buenos días! Me llamo Trip, les dijo en tono amable.
-¿De donde vienes? ¡Eres muy raro!, preguntó uno de los gusanos.
Trip, sorprendido, respondió :”Vengo de un pueblo muy lejano y no
sé por qué me encuentran tan raro”
-Tienes manchas de colores en la piel y los gusanos somos verdes,
eso es lo normal, respondió otro gusano.
Trip rió mucho y exclamó “Los gusanos pueden ser de múltiples y
variados colores, todos no son iguales”.
De pronto un gusano se adelantó gritando: no es cierto, yo creo que
está enfermo y nos contagiará a todos.
Entonces Gusi, un pequeño y esmirriado gusanito del que todos se
reían, venciendo su timidez, le preguntó a Trip ¿te gustaría venir a mi
escondite segreto? Me encantaría ser tu amigo.
Trip le acompañó. Allí jugaron y hablaron horas y horas…los dos se
sentian muy contentos. Cuando se hizo de noche, las manchas multicolores
de Trip empezaron a brillar en la oscuridad.
-¡Vaya, eres realmente especial!, le dijo Gusi.
-Sólo soy diferente, eso es todo, respondió Trip, algo molesto.
Pasaban los días y Trip estaba muy triste porque ningún otro gusano
hablaba o jugaba con él. Un día un gusano del grupo se perdió en la
Caldera de Bandama al caer la tarde. Los gusanos adultos se reunieron para
pensar la manera de salvar al gusano. Entonces observaron una luz que se
acercaba. Era Trip que venía a ofrecer su ayuda. La aceptaron y entonces
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les guió con su brillante luz por toda la Caldera de Bandama buscando al
gusano perdido.
Por fin encontraron al gusano que apareció muy asustado debajo de
una tabaiba. Todos se pusieron muy contentos, saltaban y bailaban de
alegría. Reconocían que gracias a las manchas multicolores y brillantes de
Trip, habían logrado salvar al pequeño gusano.
Seguidamente, los gusanos se disculparon con Trip por no haber
respetado sus diferencias, por ser distinto. Desde ese día, todos los
animalitos que habitaban en la montaña de Bandama consideraron que las
diferencias entre ellos no era motivo de rechazo. Desde entonces, Trip y
sus amigos disfrutan compartiendo unas deliciosa y tiernas hojas de
morena.