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Curso de fotografía
Técnica fotográfica
Control de la luz
Ricardo Sánchez Alférez
www.cursofoto.com
jueves 14 de julio de 2011
Control de la luz
Una cámara fotográfica es, resumiendo, un aparato capaz de almacenar la luz
emitida/reflejada por un objeto o por varios objetos, para, después, poder obtener copias de
esa imagen en papel u otros soportes. Y, además, es capaz de reproducir fielmente las formas,
colores y dar una sensación general de profundidad.
El funcionamiento general de una cámara se parece al del ojo animal. Dado que la fotografía se
basa en captar la luz, la cantidad y la naturaleza de ésta determina absolutamente la manera
de realizar las fotografías. De hecho, cuanto más sofisticada es una cámara, dispone de más
recursos para controlar, o, al menos, sacar el máximo partido de la luz existente.
Es interesante darse cuenta de que, a estos niveles, el funcionamiento y la técnica de la
fotografía digital es muy similar a la de la fotografía de película. Las principales diferencias se
encuentran en la manera de procesar, posteriormente, las imágenes.
Pasemos, pues, a ver los principales mecanismos que posee una cámara para controlar la luz.
jueves 14 de julio de 2011
Captura de la imagen
La luz reflejada (o emitida) por cualquier objeto, entra en la cámara a través del objetivo, y,
tras atravesar una o más lentes, atraviesa el diafragma, un pequeño agujero de dimensiones,
habitualmente, variables, para, finalmente, llegar al CCD (en algunas cámaras es un sensor
llamado CMOS), que es el elemento sensible que es capaz de convertir la luz en impulsos
eléctricos. Este sensor realiza la función de la película en las cámaras no digitales.
Control de la luz
Hasta aquí, la cosa parece sencilla, pero hay que tener en cuenta que las condiciones en que se
realicen las fotografías afectarán mucho al resultado final: si hay un exceso de luz, la fotografía
podrá quedar demasiado clara (superexpuesta), o bien subexpuesta (muy oscura), si hay poca
luz. Incluso podrá quedar completamente negra si el nivel de luz es muy bajo.
Vemos pues, que la clave para obtener resultados, cuando menos, aceptables, es poder
controlar la luz que entra en la cámara.
Imagen subexpuesta
jueves 14 de julio de 2011
Imagen correctamente expuesta
Imagen superexpuesta
Repasemos, someramente, cómo controlar la entrada de luz en la cámara:
Abertura
Hemos dicho anteriormente que el diafragma es un agujero de tamaño variable. Es fácil
entender que, por una agujero pequeño, entra menos luz que por un agujero mayor. Así pues,
las cámaras disponen de la posibilidad de regular la entrada de luz variando el tamaño de ese
orificio.
La abertura se indica utilizando una numeración de este tipo:
f:1,4-1,8-2-4-5,6-8-11-16-22-32.
La f: significa foco, los números 1,4 – 2,8 etc. se refieren a diferentes aberturas del
diafragma. Los números más bajos hacen referencia a diafragmas más abiertos (entra más
luz), y, los más altos, a diafragmas más cerrados (entra menos luz).
Una de las cualidades importantes de un objetivo (la parte de la cámara que contiene las
lentes, el obturador -explicado en el siguiente apartado- y el diafragma), es su luminosidad, es
decir, cuál es el diafragma más abierto de que dispone. Este dato es importante, puesto que,
cuanto más bajo sea el número f:, más luz captará, y, por tanto, más posibilidades tendremos
de sacar buenas fotografías en condiciones de mala luz.
Aunque, para indicar la luminosidad máxima de un objetivo se toma como referencia el número f:
más bajo, hay que tener en cuenta que todos disponen de diversos pasos, para poder cerrar más
o menos el diafragma.
Como norma, un objetivo f:2,8 es bastante luminoso. Un objetivo f: 2 es muy luminoso. Un
objetivo f:1 es excepcionalmente luminoso. Es esta una de las cualidades que más encarece los
objetivos.
jueves 14 de julio de 2011
Fotografía: Ricardo Sánchez 2008. Auditorio de Barcelona.
La fotografía en teatros o auditorios, donde no se
suele poder utilizar flash, requiere objetivos muy
luminosos. Lo mismo ocurre en fotografía de
deportes, o en todas aquellas situaciones en las que
hay objetos en rápido movimiento o con poca luz.
jueves 14 de julio de 2011
Obturador
El obturador es una especie de persiana opaca que está situada delante del CCD, y cuya
función es mantener a éste aislado de la luz hasta que llega el momento oportuno. En ese
instante (cuando apretamos el disparador), el obturador deja pasar la luz a través del
diafragma (cuya abertura es de tamaño variable) durante un tiempo controlado por nosotros (o
por algún sistema automático de la cámara) y se vuelve a cerrar.
Las velocidades al uso son del tipo 1 segundo, 1/2 segundo, 1/4 de segundo, 1/16 de segundo,
hasta llegar a 1/125, 1/250, 1/500, 1/1.000…hasta, por ejemplo, 1/10.000 o más en modelos
avanzados. También están los tiempos de exposición más prolongados, como 2 segundos, 4
segundos… Algunas cámaras digitales llegan hasta 30 segundos, e, incluso, pueden incluir la
opción bulb (pose), en la cual, el obturador está abierto mientras se mantenga apretado el
disparador, o bien se abre al apretar y se mantiene así hasta que se vuelve a presionar.
Como ya debe suponer, cuanto más largo es el tiempo de exposición, más luz entra en la
cámara, y a la inversa.
Sensibilidad
Finalmente, existe otro recurso, que es aumentar la sensibilidad del CCD, forzando su
funcionamiento, lo que lleva a un mayor aprovechamiento de la luz, en caso de que ésta sea
escasa. Así, aumentando la sensibilidad, se aprovecha más la luz disponible, aunque esta
técnica repercute en la calidad de imagen, que empeora.
La sensibilidad se mide en grados ISO, siendo 100 ISO la sensibilidad de referencia, que mantiene una
buena calidad y una sensibilidad aceptable. Otras sensibilidades son 200, 400, 800, 1600, 3200 ISO...o
bien 50 ISO, 25 ISO... En general, cuanto mayor es la sensibilidad peor es la calidad final.
En las cámaras digitales, como no se cambia la película -como se hace en las cámaras de carrete-, lo
que se hace es, mediante alguna de las opciones de un menú, seleccionar cual es la sensibilidad a la
que se quiere trabajar.
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Cámaras automáticas y manuales
Todos estos métodos de control de la luz pueden ser controlados por el fotógrafo o no,
dependiendo de la cámara. Las cámaras más sencillas suelen ser automáticas, de manera que
ellas deciden qué velocidad, diafragma e ISO conviene utilizar en cada caso.
La cámaras de más nivel, además de disponer de la opción automática, también disponen de
controles manuales, permitiendo al fotógrafo controlar la toma de la fotografía, y obtener
mejores y más controlados resultados.
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Ejercicios
-Para empezar a comprender el funcionamiento de nuestra cámara, realizaremos
diversas fotografías en modo automático, dejando elegir, completamente, los
parámetros a la cámara:
Debemos hacer, al menos, las siguientes fotografías:
-Una en interior, de objetos estáticos.
-Una en interior, que incluya movimiento, por ejemplo, un animal o una persona.
-Una a plena luz del día, incluyendo algún objeto en movimiento rápido (coches,
bicicletas...).
-Una en exterior pero con poca luz (atardecer o amanecer) que incluya un objeto
en movimiento.
-Una exterior, con buena luz, que incluya un objeto en movimiento.
No es importante, ahora, que las fotos estén bien o mal, sean bonitas o feas.
Cuando tengáis hechas estas fotografías, nos las enviáis y las comentaremos,
para empezar a ver qué podemos mejorar.
Enviar las imágenes a
[email protected]
NOTA IMPORTANTE: Para agilizar el envío de imágenes, conviene reducirlas de manera que su dimensión máxima no supere los 1.000
píxeles. Si no se sabe cómo reducirlas, escribidnos, indicando qué programa usáis, y os lo explicaremos.
jueves 14 de julio de 2011
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