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VACUNACIONES EN LA INFANCIA
María Dolores González López.
El desarrollo económico de nuestro país en los últimos 60-70 años, con las
consiguientes mejoras en la calidad de vida (disponer de agua corriente en las casas,
mejora de la higiene personal y doméstica, alimentos variados durante todo el año,
viviendas dignas, trabajo,…) han determinado una importante disminución de la
mortalidad infantil. Sin embargo, las vacunas han jugado un importante papel, no sólo
en disminuir la mortalidad infantil, sino en disminuir el número de niños afectados por
enfermedades infecciosas o infecto-contagiosas, algunas muy graves, como la difteria o
el sarampión, la hepatitis B o el tétanos, por no citar algunas meningitis.
En países no tan afortunados como el nuestro, la vacunación a grandes
poblaciones también ha supuesto una disminución en la mortalidad infantil, muy
considerable. Pero, también en países ricos la vacunación ha jugado un papel
fundamental en la disminución de la mortalidad infantil y cada día se sigue investigando
para buscar vacunas frente a nuevas enfermedades infecciosas.
La vacunación es la medida preventiva que se ha demostrado más eficaz frente a
las enfermedades
infecciosas o infecto-contagiosas. Las ventajas de su
administración a la población general superan en mucho a sus muy escasos
inconvenientes.
Estas enfermedades infecciosas o infecto-contagiosas se producen por la entrada
en nuestro cuerpo de organismos vivos, generalmente microscópicos (que no pueden
verse a simple vista y precisan lentes de mucho aumento, como las de de un
microscopio para poder verlos) y que se pueden contagiar, es decir, pasar de una
persona (o animal) a otra, produciendo una determinada enfermedad, si nuestro
organismo no logra defenderse de alguna manera.
Vacunas
Las vacunas se utilizan desde el siglo XIX (la primera en utilizarse fue la de la
viruela, y ya esta enfermedad ha sido erradicada del mundo), pero es en el siglo XX
donde se descubren y ponen en marcha mayor número de vacunas.
La vacunación consiste en inocular a la persona el agente responsable de la
enfermedad, pero modificado; es decir, que no produzca la enfermedad, pero que sí sea
capaz de hacer que el organismo cree anticuerpos frente a la misma, y de esta manera no
sufrir la enfermedad cuando el organismo responsable de la misma se ponga en contacto
con nosotros.
Los humanos podemos padecer miles de enfermedades infectocontagiosas,
algunas tan leves como un simple catarro, que lo produce un virus, o un uñero, que lo
produce una bacteria, o lesiones de “hollin” (muguet), en la boca que lo produce un
hongo. En estos casos no necesitamos vacunas para defendernos; con medidas de
higiene, cuidados y algún medicamento lo resolvemos. Otras enfermedades, sin
embargo, producen cuadros más graves, incluso mortales, como el sarampión, que se
contagia con bastante facilidad y que puede llegar a producir cuadros muy severos.
También es muy grave, por ejemplo, la poliomielitis, que gracias a la vacuna está a
punto de ser erradicada. Existen, además, vacunas para enfermedades severas como el
tétanos, la difteria, la tosferina, la hepatitis B, la rubeola y las paperas, algunas
meningitis,….Para otras enfermedades tan importantes como el sida o el paludismo,
sin embargo, todavía no existen vacunas o no acaban de terminar de desarrollarse.
,
Calendario vacunal infantili.
Cada Comunidad Autónoma, teniendo en cuenta su presupuesto sanitario y tras
recabar información de los expertos, establece un calendario vacunal oficial. Para
elaborarlo se tiene en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) y las enfermedades que se producen en nuestro país y en cada territorio,
en concreto. Por eso no se vacuna a todo de todo; aquí por ejemplo, no se vacuna de
fiebre amarilla, a no ser que se vaya a viajar a países que la presenten.
Cada vacuna tiene una edad recomendada para ser administrada, y algunas de
ellas precisan dosis de recuerdo. Este calendario se modifica según surgen nuevas
enfermedades o nuevas vacunas. .
Durante los primeros meses de la vida de un niño se administran la mayor parte
de las vacunas, aunque posteriormente se irán poniendo dosis de recuerdo. Las vacunas
se pueden administrar sobre todo por vía intramuscular, pero también se pueden
administrar por vía oral o subcutánea (debajo de la piel).
En nuestra comunidad Autónoma, la Dirección General de Salud Pública
recomienda vacunar a los niños frente a las siguientes enfermedadesii:
• Poliomielitis. Es una vacuna intramuscular y previene la aparición de
una enfermedad que producía parálisis en los niños, e incluso la muerte.
Se ponen tres dosis con dos meses de intervalo en los primeros meses de
la vida del niño, y recuerdo a los 18 meses. Los últimos casos de polio en
España son del año 1989, pero hay que seguir vacunando pues aunque ya
puede considerarse erradicada, aún existe esta enfermedad en otras
partes del mundo, aunque muy controlada y con muy escaso número de
casos. Esta vacuna comenzó a utilizarse en España a partir de 1963, y
gracias a la vacunación de todos los niños, esta enfermedad está punto de
desaparecer. Por eso, hay que seguir vacunando hasta que desaparezca
por completo del mundo. Esta vacuna se administra
por vía
intramuscular con otras vacunas.
• Difteria, Tétanos y Tosferina (DTP). Se administran también por vía
intramuscular. Hace años iban las tres solas, pero ahora se combinan con
otras vacunas en un sólo vial, para evitar dar pinchazos excesivos al niño.
Las tres son enfermedades bastantes serias, que también pueden ser
mortales. Al igual que la polio, se ponen tres dosis en los primeros meses
y recuerdos a los 18 meses y a los 6 años. A los 14 años se pone recuerdo
de tétanos y difteria, pero se está pensando en añadir también la de la
tosferina, revacunando cada 10 años aproximadamente.
• Sarampión, Rubeola y Paperas. Se llama también a esta vacuna
“SARUPA” o la triple vírica, pues estas tres enfermedades están
producidas por virus. La primera dosis se pone al año, y se pone dosis de
recuerdo a los 3 años. De estas enfermedades, la más grave es el
sarampión, por su alta contagiosidad y por su alta mortalidad. La vacuna
frente al sarampión existe desde hace unos 40 años, pero aún no se ha
logrado erradicar, a pesar de que el reservorio es sólo humano. La OMS
ha puesto en marcha en la Región Europea un programa estratégico para
tratar de erradicarla, al menos de Europa.
• Meningitis por Haemophilus influenzae tipo B. Se trata de una de las
meningitis más frecuentes en los primeros meses y años de la vida. Se
vacuna junto con la tosferina, y la polio (las 3 primeras dosis también
con la hepatitis, por lo que a esa vacuna se la llama hexavalente: difteria,
tétanos, tosferina, polio, hepatitis B y haemóphilus (meningitis).
Se administra los primeros meses de la vida en tres dosis, y un recuerdo a
los 18 meses.
• Hepatitis B. Esta enfermedad, producida también por un virus, se
transmite por la sangre y por el contacto sexual. Se debe recibir a la
vacuna antes de la adolescencia (a los 11 años), y a cualquier edad las
personas de riesgo: trabajadores de la salud, familiares de enfermos con
hepatitis B, a drogadictos por vía intravenosa y a su familia. En la
mayoría de las Comunidades Autónomas de nuestro país se vacuna todos
los recién nacidos o en los primeros meses junto con la difteria, tétanos,
tosferina, infección por haemóphilus y polio. De esta vacuna también se
ponen tres dosis, con intervalos de 2 y 6 meses.
• Meningitis por Meningococo (Antimeningitis C). Se administra a todos
los lactantes. Va en un vial aparte, sola, y se pone en el otro muslo del
que hemos puesto la hexavalente a los 2 y a los 4 meses y un recuerdo a
los 18 meses. Si el niño no se hubiera vacunado antes del año, después de
cumplido el año es suficiente con una dosis.
Otras vacunas:
• Vacuna de la gripe: está vacuna se administra cada temporada pues el virus de
la gripe suele variar cada año y las vacunas de un año no sirven para el
siguiente. Es una vacuna recomendada sobre todo para aquellos niños con
enfermedades respiratorias como el asma, enfermedades debilitantes, niños que
estén institucionalizados o en internados, aunque cualquier persona puede
beneficiarse de su administración. No obstante, será el/la pediatra y el médico/a
de familia los que orienten sobre la necesidad de su administración.
• Vacuna frente a enfermedad invasiva por Neumococo: no la recogen los
calendarios vacunales de la mayoría de las CCAA, como la nuestra, pero la
recomienda la Sociedad Española de Pediatría Previene de una infección que
puede ser muy grave sobre todo en niños menores de 2 años. Estaría indicada en
aquellos niños que acuden precozmente a guarderías y en aquellos con procesos
que puedan disminuir sus defensas u obligarlos a repetidos ingresos. Según la
edad de inicio se pondrán 4, 3 ó 2 dosis, y será el/la pediatra quien la aconseje e
indique.
• Vacuna frente al virus de la varicela (“chinas”): en algunos calendarios
vacunales se incorpora al año como la triple vírica y en otros entre los 11 y los
14 años, en el caso de que no se hubiera sufrido la enfermedad antes.
• Vacuna frente al Virus del Papiloma Humano: previene la infección por
algunos de los tipos del virus del papiloma humano. Este virus se contagia por
contacto sexual y la infestación por algunos de ellos puede acabar produciendo
al cabo de los años un cáncer de cuello de útero. Está vacuna previene los
cánceres de cuello producido por los tipos de virus que incluye en su
presentación, que son los que se ha demostrado mayor relación con este tipo de
cánceres. No hay que olvidar, sin embargo, que el uso CORRECTO del
preservativo IMPIDE el contagio". Esta vacuna se administra a los 14 años y
corresponden 3 dosis, aunque hay también CCAA que la administran algo
antes, a los 12 años. También pueden vacunarse mujeres jóvenes, hasta los 2627 años pero, en ese caso, no está financiada por el Servicio Nacional de Salud.
• Vacuna frente al rotavirus: este virus es el principal agente causal de
Gastroenteritis Aguda severa en niños sobre todo en menores de 5 años y
durante los meses de invierno. Este tipo de Gastroenteritis Aguda no se asocia
con malas condiciones de vida o a falta de higiene, sino que puede darse en
cualquier ambiente. Se administra por vía oral entre las 6 semanas y los 6
meses, en dos o 3 dosis según indique el fabricante de la vacuna.
Además de estas vacunas que hemos nombrado, existen otras que hay que
administrar a determinadas personas por sufrir enfermedades que pueden agravarse si
padecen otras, o a personas que viajan al extranjero, sobre todo a países tropicales. Las
vacunas que hemos reseñado aquí, se administran también en todos los países europeos
de una forma bastante similar, por lo que para viajar a Europa no es necesario tomar
medidas adicionales.
i
Véase CALENDARIO VACUNAL DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANARIAS. Orden de 7
de julio de 2011. B.O.C. Nº 146 de 26 de julio de 2011.