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Transcript
BERRIAK NOTICIAS
Euskadi ante la cumbre de Copenhague
texto Pilar Unzalu, Consejera de Medio Ambiente,
Planificación Territorial, Agricultura y Pesca
fotografía R. S.
Se ha celebrado en Copenhague la
esperada cumbre internacional de
Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (COP 15), donde el objetivo
ha sido la adopción de un acuerdo
internacional jurídicamente vinculante
para limitar de manera drástica las
emisiones de gases de efecto invernadero de cara a 2020 y 2050.
Se trata de actualizar y de superar los
compromisos que se reflejaron en el primer acuerdo internacional en este ámbito, el Protocolo de Kyoto, cuya vigencia
expira en 2012. En palabras de Yvo de
Boer, secretario ejecutivo de la Conferencia Marco de las Naciones Unidas
para el Cambio Climático, los aspectos
más destacables a tratar en la COP 15 se
pueden resumir en las siguientes cuatro
preguntas:
• ¿Cuál es el compromiso de reducción
de emisiones de efecto invernadero por
parte de los países industrializados?
• ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar
los países en vías de desarrollo para limitar el crecimiento de sus emisiones?
• ¿Qué recursos económicos hacen falta
para ayudar a los países en vías de desarrollo en el compromiso de reducción de
emisiones y en las medidas de adaptación al cambio climático?
• ¿Cómo serán gestionados los recursos
económicos necesarios?
El éxito de la cumbre de Copenhague llegará en la medida en que demos respuesta a estas cuatro preguntas y garanticemos el justo reparto de compromisos
de reducción de las emisiones entre países, industrializados o en vías de desarrollo. Además, se deben resolver otros
aspectos clave como las ayudas econó46
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micas y tecnológicas a los países en vías
de desarrollo; la promoción de la cooperación, la innovación y la investigación; la
cuestión de la deforestación y la degradación de los bosques; el futuro del mercado de derechos de emisión y la arquitectura institucional que soporte el
nuevo régimen Post-Kioto.
El secretario general de las Naciones
Unidas, Ban Ki Moon, lo ha definido
como “el mayor desafío colectivo que
afronta la humanidad”. Y los hechos no
dejan lugar a dudas:
La temperatura media del Planeta ha
aumentado en 0,8º desde los niveles de
la época pre-industrial. De ahí que los
acuerdos y las políticas ambientales que
se implementen a partir de este momento necesariamente tendrán que estar
dirigidas a limitar el aumento de temperatura por debajo de los 2º, ya que de no
ser así, los expertos del Panel
Intergubernamental creado por Naciones
Unidas aseguran que los cambios que
sufrirá el clima y sus consecuencias
serán irreversibles.
La posición de EE.UU., junto con la de
los grandes países emergentes (China,
Brasil e India) es clave para el éxito del
acuerdo. Pero hasta la fecha, el liderazgo
en relación con los compromisos de esta
Cumbre lo ha asumido la Unión Europea,
que presenta resultados tangibles de
mitigación en los últimos quince años,
que probablemente le conducirán al
cumplimiento de sus compromisos
adquiridos en el marco del Protocolo de
Kioto
La UE se ha marcado como objetivo
reducir sus emisiones un 20% respecto
al año de referencia (1990) para el año
2020, comprometiéndose a ampliar su
objetivo hasta un 30% si las grandes
potencias emisoras adquieren compromisos equiparables. Además, plantea la
adopción de compromisos aún más
ambiciosos como reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero entre un
80 y un 95% para el año 2050.
Desde el País Vasco, estamos liderando
este semestre la posición de las
Comunidades Autónomas en el Consejo
de Ministros de Medio Ambiente de la
UE. Evidentemente, una de las cuestiones abordadas en este marco ha sido
nuestra aportación a la posición de la UE
para la Conferencia de Copenhague.
Hemos convenido respaldar el liderazgo
mundial asumido por la UE y la ambiciosa posición que defiende de cara al COP15; reforzar el papel de los niveles regionales y locales tanto en materia de mitigación como de adaptación; e incorporar
nuevos instrumentos para la financiación
de las acciones de lucha contra el cambio climático.
La aportación que las regiones podemos
hacer en este momento a acuerdos
como los que puedan surgir en
Copenhague resultan de vital importancia y así ha sido reconocido por el
Consejo de las Regiones de Europa.
En este sentido, podemos asegurar que
en Euskadi la lucha contra el cambio climático constituye una prioridad del ejecutivo presidido por Patxi López, que se
ha dotado del Plan EcoEuskadi 2020, un
proyecto integral de país que nos permitirá evolucionar hacia un modelo de progreso sostenible.
Euskadi debe seguir haciendo esfuerzos
de cara al cumplimiento de Kyoto.
Tenemos a nuestro favor una gran concienciación social y hay razones para el
optimismo: los indicadores de los dos
últimos años muestran una ligera disminución de las emisiones de gases de
efecto invernadero de la CAPV (hemos
reducido nuestras emisiones un 1% en
2007 y un 3% en 2008), lo que nos sitúa
en la senda del cumplimiento del objetivo marcado en el Plan Vasco de Lucha
contra el Cambio Climático para 2012.
Por otra parte, el ratio de intensidad de
carbono -o lo que es lo mismo, la cantidad de CO2 que emite a la atmósfera en
relación con el PIB- está disminuyendo,
lo que significa que se está desacoplan-
do el nivel de crecimiento económico
con respecto al de las emisiones de
gases de efecto invernadero.
Más allá de las dos leyes mencionadas,
que contribuirán desde el plano legislativo a la reducción de la emisión de gases
de efecto invernadero, debemos aprovechar la responsabilidad y el compromiso
de la ciudadanía vasca con respecto a las
cuestiones ambientales. Es fundamental, porque cada persona debemos aportar nuestro granito de arena a favor de un
gran cambio. Muchos gestos sumados,
por pequeños que sean -como apagar
una luz o coger el autobús o el tren para
ir a trabajar- significan evitar que toneladas de CO2 vayan a parar a la atmósfera.
Con propuestas e iniciativas como las
mencionadas hemos acudido a Copenhague, para aportar, escuchar y asumir
los compromisos que allí se aprueben
con el objetivo de hacer frente con mayores garantías al “mayor desafío colectivo que afronta la humanidad”. Merece
la pena el esfuerzo, pues es el futuro del
planeta lo que está sobre la mesa.
Oficina de Cambio Climático,
uno de los pilares de EcoEuskadi 2020
La consejera de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, Pilar
Unzalu, presidió la constitución de la Oficina Vasca del Cambio Climático, que representa “uno de los
pilares del plan EcoEuskadi 2020 para el diseño de un desarrollo sostenible desde los planos económico, social y medioambiental”.
La oficina se creó mediante decreto el pasado mes de abril con un carácter sectorial, pero ahora se articulará como un instrumento más completo y complejo que permita cambiar el modelo de desarrollo
hacia el que debe dirigirse la Euskadi del siglo XXI. Estará integrada por varios departamento del
Gobierno Vasco.
El mismo día se presentó en Consejo de Gobierno el Plan Gubernamental EcoEuskadi 2020. La consejera explicó que este Plan garantiza la participación ciudadana al establecer “tres niveles de estructura”: Una comisión interdepartamental, una comisión de seguimiento y un comité de futuro, “que
estará integrado por 9-15 personas” que aporten distintos puntos de vista, ya sea desde organizaciones ambientales o vinculadas a la innovación y la tecnología.
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