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Monografía
Curso de Capacitación Docente
en Neurociencias
Alumna: María Fernanda Rusconi
www.asociacioneducar.com
Mail: [email protected]
Facebook: www.facebook.com/NeurocienciasAsociacionEducar
Educar con sentido.
Me preguntas por qué elegí ser maestro.
En este momento no lo sé y que si lo supiera quisiera olvidármelo. En cambio,
si me preguntas para qué elegí ser maestro, tengo una respuesta muy clara:
Elegí ser maestro para crecer de esta manera.
(Jorge Bucay, Carta para Claudia)
Esta frase que Bucay hizo propia con su profesión instaló en mí la firme
necesidad y seguridad de la permanente renovación de nuestro compromiso
como docente. Y al mismo tiempo el alivio de aceptarme en mi incesante
curiosidad y ganas de aprender y crecer para tener más que cuentas, letras,
números y cursiva que compartir con mis alumnos.
¿Qué es el aprendizaje?
Cualquier cambio en el comportamiento o pensamiento generado por el
conocimiento o información teórica, práctica o experiencia de vida.
¿Para qué aprendemos?
La ciencia demuestra que el aprendizaje es la clave para el progreso humano.
¿Cómo aprendemos?
Con todo el cerebro.
¿Podemos aprender a ser mejores seres humanos?
Sí, y para ello se requiere de un sistema educativo que promueva el desarrollo
de la inteligencia y a su vez promueva el crecimiento personal expandiendo la
conciencia humana en base a conocimientos que hoy nos brinda las
neurociencias para:
-conocerse y comprenderse a sí mismos.
-conocer y comprender a los demás.
-resolver y prevenir conflictos.
-modelar o cambiar facetas de la personalidad.
-actuar con altos valores humanos.
-prevenir el daño emocional y cognitivo de generaciones futuras.
Para comprender y mejorar nuestra conducta y por ende nuestro estilo de vida
debemos conocer cómo trabaja nuestro cerebro. Su estructuración y su buen o
mal funcionamiento junto al contexto familiar y social de cada individuo son
responsables de nuestro “comportarnos” en el mundo. Todo lo que
representamos como persona está esculpido en una inmensa telaraña formada
por una asombrosa cantidad de células cerebrales denominadas neuronas.
Cada una de ellas puede conectarse con otras tantas compañeras
construyendo redes neuronales. Sinapsis es el término científico utilizado para
nombrar cada uno de estos lugares de encuentro.
¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando aprendemos?
Armar redes neuronales es parte del proceso de aprendizaje. Éstas se activan
a través de un estímulo y pueden no sólo construirse sino modificarse,
eliminarse o potenciarse voluntaria o involuntariamente a lo largo de nuestra
vida. La neuroplasticidad es la variabilidad y tipo de redes acumuladas en el
cerebro a lo largo del tiempo.
¿Aún maestro sigues ahí sentado? Levántate y perfecciónate…
Sólo se puede dar lo que uno tiene, y más vale que nos propongamos tener
algo si nos vamos a para frente a una clase.
(Leo Buscaglia en Vivir, Amar y Aprender)
Conocer las etapas del aprendizaje es importante tanto para el alumno como
para el docente para que cada uno comprenda las distintas circunstancias que
el otro deberá enfrentarse durante el proceso.
No sé que no sé
Sé que no sé
Búsqueda del conocimiento
Zona de aprendizaje teórico (enemigos)
La confusión (posibles causas)
Sé que sé
Aplicación del conocimiento
Causa posibles de la etapa de la confusión:
-información aún incompleta.
-falta de comprensión del lenguaje técnico.
-lucha de redes neuronales viejas y nuevas.
-no creer en su capacidad.
-sentirse abrumado por la cantidad de información.
-aprendizaje en contra de creencias.
Enemigos del aprendizaje teórico:
¿Por qué se aburren los alumnos?
Porque hay una disminución de dopamina. La dopamina en uno de los
neurotransmisores más importantes del cerebro. Los neurotransmisores son las
proteínas del cerebro que llevan la información a través de las sinapsis
formadas cuando la terminación de una neurona se conecta con otras frente a
la resolución de un desafío. Durante una experiencia agradable el cerebro
lanza dopamina y construye memorias fuertes de la misma, que posteriormente
lanzan dopamina en la expectativa de una próxima experiencia agradable. Este
ciclo de anticipación de recompensa favorece el aumento de dopamina en el
sistema límbico, especialmente en el hipocampo facilitando la consolidación de
la nueva información con memorias relacionadas. También la dopamina llega a
los lóbulos prefrontales aumentando la circulación de otro neurotransmisor la
acetilcolina que incrementa el foco de atención.
Actividades que aumentan la dopamina:
-el movimiento físico.
-conexión del saber con interés personales.
-contacto social.
-música.
-novedad.
-sentido del logro.
-recompensa personal.
-iniciativa.
-juego.
-humor.
¿El docente desconoce como despertar el interés a sus estudiantes?
Solemos decir y escuchar “El alumno no encuentra el sentido al tema que le
enseño”. Los niños de hoy buscan una educación donde todos participen del
crecimiento y esperan que se les enseñe aquello que el adulto tiene integrado
a su vida. Hoy elegir ser maestro es elegir crecer como persona.
Los niños son el espejo de nuestras verdades interiores. Si quiero modificar el
comportamiento de un niño debo preguntarme ¿Qué tengo yo de ese
comportamiento? Si mi alumno se aburre seguramente me estoy aburriendo
junto a él.
Estrategias compatibles con el cerebro del niño:
Existe filtros cerebrales que protegen al cerebro de una sobrecarga de
información haciendo que focalice la atención en la información crítica a su
supervivencia. Mantener bajo en nivel de stress hace que la información que
deseamos que el niño aprenda atraviese esos filtros y pase a nivel de los
lóbulos prefrontales. Para focalizar la atención del niño en la información que
queremos transmitir podemos recurrir a:
-la novedad.
-la sorpresa.
-la predicción.
-la anticipación positiva.
-los intereses individuales.
Conocer cómo la información se convierte en conocimiento contribuye al éxito
académico.
La información del mundo exterior ingresa a través de nuestros sentidos. Activa
la atención del SARA (sistema activador reticular ascendente) ubicado en el
tronco encefálico. Éste centro en los animales está atento a los cambios
producidos en el entorno que pueden indicar peligro u oportunidad para la
supervivencia. En el ser humano ha evolucionado para responder más allá de
las necesidades básicas de la supervivencia pero sigue siendo un filtro que
enciende el estado de alerta del cerebro. Determina cual es la información
disponible para el cerebro “superior”. La información sensorial que atravesó el
SARA pasa a través del núcleo emocional del cerebro, el SISTEMA LÍMBICO
(en especial la AMÍGDALA y el HIPOCAMPO) donde se le da significación
emocional a la información. Estos filtros evalúan los valores de supervivencia y
placer. Esta decisión determina si se le permite el acceso al cerebro racional y
de ser así a qué lugar se enviará. Cuando el cerebro percibe amenazas, el filtro
límbico en la amígdala cambia a “modo supervivencia” y desvía la
información del cerebro racional a los centros automáticos (respuestas de lucha
o huída). Aquí la importancia del estado emocional en el aprendizaje. Este
influye en la capacidad de aprendizaje cognitivo. En el hipocampo es donde la
nueva información sensorial se liga al conocimiento previo y a las memorias de
experiencias anteriores. Por lo que promover el ciclo de anticipación de
recompensa ayudaría al éxito académico de un niño.
Hoy seré dueño de mis emociones.
Si me siento deprimido, cantaré.
Si me siento triste, reiré.
Si me siento enfermo, redoblaré mi trabajo.
Si siento miedo, me lanzaré adelante.
Og Mandino.
A mayor compromiso emocional, menor la capacidad de los lóbulos
prefrontales. Trabajando la inteligencia emocional estamos en condiciones de
reconocer dicho compromiso y la posibilidad de variar su respuesta.
¿Las emociones se educan?
La inteligencia emocional es la capacidad de establecer contacto con las
propias emociones, comprenderlas, transformarlas, conducirlas y gestionarlas
adecuadamente. Poder influir positivamente en nuestra conducta para mejorar
el nivel de vida. También entender las emociones de los demás y responder de
forma adecuada a ellas.
Sistema instintivo:
Su principal función es asegurar la supervivencia y permitir la transmisión del
material genético a las próximas generaciones. Para ello posee un limitado tipo
de respuestas.
Sistema emocional:
Con él aparece la capacidad de aprender y modelar las respuestas automáticas
pro supervivencia y por ende memorizarlas para utilizarlas en situaciones
futuras semejantes. Todas las crías mamíferas debemos convivir con adultos
para aprender a ser capaces de sobrevivir por nuestra cuenta.
Sistema cognitivo-ejecutivo:
El área que nos hace realmente humanos y nos diferencia de otras especies
son los lóbulos prefrontales. Éste se enciende cuando los otros dos no pueden
resolver la situación en forma automática. Pero bajo estres son los primeros en
evaluar y actuar.
Los lóbulos prefrontales conducen las actividades cognitivas y ejecutivas, como
es responsable de la inteligencia emocional. Ambas funciones deben ser
entrenadas y desarrolladas. El primer paso para poder ser más humanos es
reconocer que muchas veces los impulsos primitivos o emocionales guían
nuestro comportamiento.
¿Las emociones dentro o fuera del aula?
Nuestro cerebro es un cerebro social que se enciende donde hay un grupo de
personas; familia, escuela, trabajo. Para aprender el niño debe sentirse:
aceptado; admitido en el grupo, reconocido; distinguido por su especial
capacidad de ser único y valorado por ello. Cuando esto no sucede provoca
una emoción dolorosa y ésta un dolor físico y una disminución en las
capacidades cognitivas sobre todo de la atención. Podemos no sólo ser
afectados por las emociones de los demás sino que también podemos
contagias nuestras emociones.
Las neuronas espejo son las que contribuyen a hacer propias las acciones,
sensaciones y emociones de los otros. Por lo que las emociones son
contagiosas, no sólo las positivas sino también las negativas. Las primeras
contribuyen a desarrollar nuestra capacidad empática y promueve la
interacción grupal. Mientras que las negativas perduran más tiempo en nuestra
U.C.C.M aumentando nuestra negatividad e influyendo en la visión positiva que
tenemos de nosotros mismos. Debemos tomar conciencia de cómo nos
sentimos antes de entrar al aula sabiendo que vamos a contagiar a los demás
nuestra emoción.
De la inteligencia emocional se desprenden dos habilidades:
Inteligencia intrapersonal: autoconciencia, control emocional y capacidad de
auto motivación.
Inteligencia interpersonal: empatía y habilidades sociales.
Sintéticamente los paso a seguir, aprender y enseñar a nuestros niños para
que las emociones no nos comprometan negativamente serían:
-identificar las emociones y darles un nombre.
-identificar las emociones propias y relacionarlas con situaciones.
-descubrir las respuestas cerebro-somáticas.
-relacionar emociones, situaciones y respuestas cerebro somáticas.
-correcta autovaloración de respuesta a un estímulo.
-detectar el nivel de compromiso emocional.
-gestionar nuestras emociones.
Las emociones son, en esencia, el puente entre nuestra mente y nuestro
cuerpo, las responsables de nuestra salud. Son integrales al razonamiento y
a la resolución de problemas, son un sistema refinado de guía para la acción
y un elemento clave para la toma de decisiones. Al escucharlas y usarlas
adecuadamente, lograremos adueñarnos de ellas para vivir mejor.
(Confianza total. Verónica y Florencia Andrés)
Ser educadores de un niño de esta era está ligado al cambio. Necesitan
adultos anclados en sí mismos, verdaderos guías.
Cada fin de año pido a los padres de mis alumnos que dejen un mensaje para
sus hijos expresando cuánto han crecido y a lo largo de la última semana de
clases se los leo. Hace dos años, Valentin, alumno de primer grado al finalizar
la lectura de todos los mensajes me preguntó:
-¿y vos Seño, en qué creciste?
Hoy sigo eligiendo ser maestro, hoy sigo decidiendo exigirme más para
dar más.