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TICs para entrar al siglo XXI El Encuentro de Organizaciones Sociales Venezuela 2012 es un espacio propicio para que hablemos de un mundo posible, un mundo en que la información, el conocimiento y la comunicación sean vías de progreso económico, desarrollo social y participación democrática. En este cuento, no es como en las viejas tradiciones orales, en las cuáles algo mágico cambiaba nuestras vidas; en este cuento nosotros tenemos un rol, somo actores, somos protagonistas. Y seremos nosotros quienes pondremos a funcionar las tecnologías de información y comunicación para que Venezuela entre al siglo XXI. “Había una vez”, un país que hace 12 años declaró internet prioridad para su desarrollo El 3 junio de 2011, en su declaración ante el Consejo de DDHH de la ONU, el Relator Especial en la Promoción y Protección del Derecho a la Libertad de Opinión y Expresión, Frank La Rue, hizo explícito que internet tiene hoy un rol fundamental en el ejercio del derecho humano a la libertad de expresión consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.”1 En su declaración el relator La Rue sostiene: “Internet se ha convertido en un instrumento 1 Los artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos se pueden leer en http://www.un.org/es/documents/udhr/ clave para la participación democrática y el ejercicio de un rango de derechos humanos. Por lo tanto, yo creo que asegurar el acceso universal a Internet debería ser una prioridad para todos los Estados.” 2 En Venezuela, ya iniciamos el camino en ese sentido con el Decreto N° 825, de fecha 10 de mayo de 2000, en cuyo artículo 1°: “Se declara el acceso y el uso de Internet como política prioritaria para el desarrollo cultural, económico, social y político de la República Bolivariana de Venezuela.”3 Hace casi 12 años, desde entonces. El tránsito de un país en el cual sólo 3% de la población tenía acceso a internet hasta este país de hoy en el cual 40% de la población tiene acceso a internet, 4 es decir 11.744.264 personas. ¿Cifras para alegrarse? Veamos. En suramérica, la tasa de penetración de internet se estima en 43%. Cuatro países de la región nos superan en penetración de internet: Argentina (67%), Chile (59%), Colombia (56%), Uruguay (56%)5. Si es política de Estado asignarle a internet un rol prioritario para el desarrollo ¿no deberíamos tener una tasa de penetración superior a la media de suramérica? ¿No deberíamos tener una tasa de penetración similar a la de Colombia y Uruguay? Más importante aún es la imagen de la brecha hacia adentro. Mientras que la penetración de internet alcanza 89% en Miranda y 88% en Distrito Capital; la penetración en Apure es 14%, 15% en Delta Amacuro y en Yaracuy, 16% en Amazonas y 19% en Barinas. Internet sí sube cerro, pero no agarra monte. Venezuela perdió, entre 2008 y 2010, cinco puestos en el índice TIC de desarrollo (ICT Development Index, IDI) de la Unión Internacional de 2 El texto completo de la declaración ante el Consejo de DDHH de la ONU, el Relator Especial en la Promoción y Protección del Derecho a la Libertad de Opinión y Expresión, Frank La Rue, se puede descargar de la siguiente URL http://bit.ly/z5aYqd 3 El texto completo del decreto 825 puede ser descargado de la siguiente URL http://bit.ly/wPsS2Y El facsimil de la Gaceta Oficial N° 36.955, en la cual aparece publicado, puede ser visto en la siguiente URL http://bit.ly/yBexal 4 La presentación de resultados del IV trimestre 2011 del sector telecomunicaciones de CONATEL puede ser vista y descargada en la siguiente URL http://bit.ly/w9kVkY 5 Ver estadísticas de Internet World Stats http://bit.ly/avFAwt Telecomunicaciones (UIT), que mide el nivel de penetración y apropiación de las TICs (entre 152 países, del lugar 61 pasó al 65)6. En los indicadores de acceso (que miden infraestructura telefónica y de internet) del Índice de Desarrollo TIC, Venezuela descendió 14 lugares entre 2008 y 2011. Venezuela se mantiene en el mismo nivel en los indicadores de uso (suscriptores de banda ancha e internet móvil). Finalmente, Venezuela perdió 2 lugares en destrezas y educación, prerrequisito para que el acceso a internet se conecte con el desarrollo. La historia que cuentan estos sub-índices es la historia del deterioro de la infraestructura de telecomunicaciones del país, a la par del crecimiento del número de usuarios. Es la misma historia de la autopista Francisco Fajardo o la Autopista Regional del Centro. Más gente quiere transitar por la ciudad, por el país, por la internet; más gente ahorra y compra su carro (o su computador, o su teléfono). Y las viejas vías, sin mantenimiento ni ampliaciones, no aguantan a más gente. Hay cola en las autopistas. Hay cola en internet. Esa cola nos hace llegar tarde al siglo XXI, hace que no lleguemos al desarrollo. Entre el 20 de enero y el 18 de febrero de 2012, la velocidad promedio de conexión nacional (para bajar datos) fue 1.44 Mbps, lo que colocó a Venezuela en el puesto 148 en el mundo por velocidad de descarga 7. Nos superaron países como Namibia, Swazilandia, Nepal, República Dominicana, Filipinas, Sri Lanka, Guatemala. En Estonia, Corea del Sur y Lituania la velocidad promedio fue superior a 30 Mbps en ese mismo período. Aquí también hay brechas internas, si usted vive en San Antonio de Los Altos pudo disfrutar de una velocidad de 4.29 Mbps, pero si vive en Carrizal (el pueblo vecino) su velocidad promedio fue de 0.79 Mbps, en Trujillo o en Puerto Cabello apenas 0.61 Mbps. Hoy en día, 10 Mbps es el mínimo para alcanzar standard global de conexión a internet en banda ancha. En Venezuela, tenemos banda angosta. 6 El Índice se puede consultar en ITU (2011) Measuring the Information Society http://www.itu.int/net/pressoffice/backgrounders/general/pdf/5.pdf 7 Pueden obtenerse las velocidades promedio de conexión en NetIndex http://netindex.com/download/allcountries/ Entre agosto 2011 y febrero 2012, los suscriptores de Inter tuvieron una velocidad promedio de conexión de 2.22 Mbps (velocidad mediana, según standard ORBA-CEPAL), mientras que los usuarios de CANTV tuvieron una velocidad promedio de conexión de 0.73 Mbps (velocidad muy baja, según standard ORBA-CEPAL). Y los usuarios de CANTV son la mayoría de los suscriptores de internet en el país. En Venezuela el costo promedio mensual de una conexión de 1.024 Mbps de bajada y 512 Mbps de subida (velocidad baja, según standard ORBA-CEPAL), es de aproximadamente 50 US$ mensuales, lo que representa casi el 14% del salario mínimo. Nuestra conexión a internet es lenta y es cara. Todos adentro vía banda ancha No podemos decir que hayamos perdido 10 años, pero lo cierto es que no estamos en dónde proyectamos estar cuando se aprobó el Decreto 825. ¿Qué hacer para retomar el sendero, cerrar las brechas y avanzar hacia el desarrollo cultural, económico, social y político? En febrero 2010, un grupo de investigadores, docentes universitarios, periodistas y activistas sociales preocupados por el tema del acceso y uso de internet en el país publicamos un documento que titulamos En Internet cabemos tod@s. En ese documento, el grupo que adoptó el nombre de #TodosEnRed, propuso unas líneas generales para el desarrollo de políticas para la inclusión digital y la democratización de las TICs. El punto de arranque de esas propuestas es rescatar la plena vigencia del Decreto 825 para que su espíritu democratizador guíe la legislación futura sobre acceso y uso de internet en Venezuela. En el ámbito legal, esto implica la inmediata reforma del Decreto 6.649 (Marzo 2009) para excluir a Internet de la lista de gastos suntuarios o superfluos en el sector público nacional. Simplemente, es una contradicción que obstaculiza el avance de telecomunicaciones y la educación (y que explica la caída de Venezuela en los índices internacionales del sector TICs), el hecho de que internet haya pasado de ser prioritaria para el desarrollo en 2000 a ser suntuaria a partir de 2009. Desde las organizaciones sociales, debemos demandar políticas públicas para promover el acceso universal, no discriminatorio y abierto a las tecnologías de información y comunicación en Venezuela. El propósito es lograr que el Estado venezolano desarrolle un plan nacional concertado que conecte a los desconectados. Esto implica eliminar en esta década la brecha digital por edades, por regiones y por niveles socioeconómicos. Las políticas de inclusión tecnológica que debemos exigir desde las organizaciones sociales y desde las universidades deben orientarse a garantizar el acceso universal a las TICs y especialmente a internet. Para lograr que ese acceso universal sea efectivo es necesario la ampliación y modernización de la infraestructura de conectividad a internet en todo el país. La meta podría ser que en 6 años, la penetración de internet en cada entidad del país alcance al menos la tasa de 43%, actual media en Latinoamérica. La velocidad de conexión no puede ser inferior a 2 Mbps de velocidad de bajada y 512 Kbps de subida, tal como recomendó el Observatorio Regional de Banda Ancha de la Cepal (ORBA), en su reunión de octubre 2011. Mientras que el standard para los servicios de banda ancha suministrados por proveedores privados debe ser velocidad mínima de bajada de 10 Mbps y de subida de 768 Kbps8. El Estado venezolano debe garantizar el acceso a conexiones de banda ancha real de 10 Mbps en universidades nacionales, escuela públicas y en la red de bibliotecas públicas de la Biblioteca Nacional. El cumplimiento de los parámetros ORBA de conectividad para banda ancha implica inversiones en infraestructura de red, tanto de CANTV como de los proveedores privados de conexión a internet. La actualización de la infraestructura de conectividad a internet del país es condición necesaria más no suficiente para cumplir con los retos de la inclusión tecnológica. Para que el acceso a internet de toda la población (sin exclusiones de edad, sexo, género, regiones o nivel socioeconómico) sea efectivo hay que actuar en otros ámbitos. Es necesario: 1) desarrollar las redes académicas que conecten a todas las universidades y centros de investigación para la generación y distribución de conocimiento; 2) desarrollar redes comunitarias usando como base los infocentros, las bibliotecas públicas y los centros comunales para apropiación con fines de desarrollo social; 3) establecer infraestructura de WiFi pública suministrada por los gobiernos locales para dar servicios a los ciudadanos. 8 Los parámetros de ORBA-CEPAL para la banda ancha en América Latina pueden leerse en la siguiente URL http://bit.ly/xvRhVl También es imprescindible avanzar en políticas que faciliten a la gente la apropiación de la tecnología para el desarrollo social, económico y cultural, así como para la participación política ciudadana. Desde el Encuentro de Organizaciones Sociales Venezuela 2012 podemos promover la info-alfabetización como un derecho social. Dado que entendemos que la adquisición de destrezas para el uso de las TICs le da al ciudadano mayores posibilidades tanto para aprender autónomamente, como para colaborar en proyectos sociales o comunitarios. Debemos demandar al Estado dos líneas de acción en este sentido: 1) Formación de los docentes de educación básica de acuerdo con los estándares de competencias en TICs para educadores definidos por la UNESCO9; y 2) Ampliación del alcance y mejoramiento de los contenidos del Proyecto Canaima Educativo. Más, también debemos exigir un rol activo de las organizaciones sociales intermedias y de base para la apropiación de internet en nuestros proyectos de desarrollo comunitario. Es conveniente conformar redes de aprendizaje entre las organizaciones sociales que maximicen el aprovechamiento de los recursos. Las organmizaciones sociales pueden concretar alianzas para instrumentar un plan de formación que de a nuestros activistas las destrezas necesarias para el uso de TICs en nuestros proyectos. Y en una red neutral y sin censura cabemos tod@s En este Encuentro de Organizaciones Sociales Venezuela 2012 hay personas de distintas tendencias políticas. Es necesario que así sea porque no podemos caer en el dogma de que existe una sola manera de pensar el desarrollo social. Tampoco existe una sola manera de pensar la democracia. Es por eso que tenemos que volver al punto inicial del rol de internet en la defensa de los derechos humanos y, especialmente, el derecho a la libertad de expresión y al libre acceso a la información. Para garantizar el ejercicio de estos derechos humanos, sin restricciones establecidas por empresas o por el gobierno, es necesario el aseguramiento jurídico de la neutralidad de la red; es decir, una legislación que impida que los proveedores de conexión a internet puedan bloquear sitios o asignarles una velocidad de conexión inferior de acuerdo con sus intereses comerciales o políticos. Chile fue el primer 9 Normas UNESCO sobre Competencias en TIC para Docentes pueden descargarse de la siguiente URL http://bit.ly/yUFfOn país en el mundo en garantizar la neutralidad de la red en su ley de Telecomunicaciones y Holanda también aprobó el año pasado una ley para garantizar la neutralidad de la red. En Venezuela, debemos avanzar en ese sentido, con miras al logro de los objetivos de desarrollo cultural, económico, social y político previstos en el Decreto 825. No obstante, la neutralidad de la red no garantiza en sí misma la libertad de expresión y el apoyo a la defensa de los derechos humanos; para fortalecernos en esa línea las organizaciones sociales que usan las TICs deben aliarse en defensa de la libertad de contenidos en internet. Hay que responder activamente a cualquier legislación que establezca mecanismos de censura previa, incluyendo aquellas disposiciones legales que obligan a los administradores de sitios web a monitorear a los usuarios y a restrigir la publicación de contenidos políticos, como se intentó en los proyectos de la Ley ReSoRTeMe y la Ley de Telecomunicaciones presentados en diciembre 2010 (cuyas disposiciones censoras no fueron aprobadas en buena medida por la acción de organizaciones y activistas de defensa de la libertad de expresión). No significa que en el espacio de la web podamos violar las leyes nacionales. Lo que significa es que los activistas sociales podemos adoptar un rol de liderazgo para promover el ejercicio de la libertad de expresión en internet, en un marco de autoregulación basado en la diversidad de opiniones y de múltiples visiones de los hechos. Hay que reconocer que internet permite al usuario generar visiones alternativas más allá de las impuestas por los grandes medios de comunicación (privados y gubernamentales). La web nos permite interactuar con diversas fuentes informativas, incluyendo relatos no mediatizados de testigos y protagonistas de los hechos y esos relatos pueden ser evaluados libremente por los usuarios. Asumamos ese derecho responsablemente, desde nuestras organizaciones y comunidades. Aprovechemos la oportunidad para usar la web social como espacio para el diálogo plural y democrático, sin exclusiones partidistas y orientado al consenso sobre el bienestar público. Los invito a construir espacios con esa orientación. Para un país en la sociedad del conocimiento ¿Y para qué queremos las organizaciones sociales acceso a internet? El título de la ponencia dice que es para entrar al siglo XXI. Un siglo que promete cambios sociales movilizados por la información y el conocimiento, no por los mercados financieros y la guerra. En nuestra visión, la apropiación de internet por parte de las organizaciones sociales venezolanas puede ayudar a desarrollar el conocimiento y a llegar a consensos que den soluciones a nuestros problemas de educación, salud, ambiente, vivienda, movilidad y justicia. Si la información circula entre quienes tienen necesidades sociales, entre quienes tienen el conocimiento para generar las soluciones y entre quienes tienen el poder para tomar decisiones de políticas públicas, estaremos más próximos a alcanzar los objetivos de desarrollo del país. La web puede constituirse como espacio público para el fortalecimiento de la democracia, desde la participación ciudadana en el debate sobre los asuntos publicos. También es un espacio para tejer redes entre organizaciones y generar capital social para nuestras comunidades. Para aliarnos y ser más poderosos. Podríamos comenzar desde lo local. La web puede facilitar la articulación de las organizaciones sociales y los gobiernos locales en los procesos de: A) Diagnóstico participativo de las necesidades de las comunidades; B) Presupuesto municipal participativo; C) Proyectos comunitarios de desarrollo local; y D) Contraloría ciudadana de la gestión pública local. La inclusión tecnológica también es requisito para el desarrollo de una economía de base tecnológica en la cual la gestión del conocimiento y de la información constituya la fuente de riqueza que hoy es el petróleo. Recordemos que el escenario probable es el agotamiento del modelo petrolero rentista en este siglo, debido al auge de fuentes de energía alternas. Si no entramos en la sociedad del conocimiento hoy, en el futuro nuestro país aún estará más atrapado en la pobreza que en la actualidad. Finalmente, pensemos en lo placentero que es compartir en espacios sociales donde la participación, la colaboración y la creatividad son la norma cultural. Creo que tenemos bastantes motivos para querer entrar en la sociedad del conocimiento. Entremos juntos, con políticas de inclusión y democratización. Iria Puyosa, PhD (University of Michigan, 2009) Profesora Agregada - Facultad de Ciencias Económicas y Sociales - Universidad Central de Venezuela Profesora invitada - Postgrado en Comunicación Social – Universidad Católila Andrés Bello