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Cristóbal Peláez
Cristóbal
Peláez y el Teatro
Matacandelas
Cristóbal Peláez, director del teatro Matacandelas, es un maestro que tiene muchos años de estar
haciendo teatro.
Entreactos: Cristóbal, hablemos del proceso creativo en
el teatro Matacandelas.
C.P.: El teatro Matacandelas tiene 35 años y hemos ido
depurando una metodología en la que hemos tomado de
aquí y de allá, pero en especial mucho de la creación
colectiva, cuyos impulsadores más notables han sido los
maestros Enrique Buenaventura y Santiago García. No
habría ninguna diferencia técnica entre la manera como
un pintor aborda y enfrenta la tela o el papel y la manera como nosotros enfrentamos el escenario. Es decir, no
partimos del teatro como un arte que ya dominamos sino
como un toro vivo, un animal que hay que aprender a
manejar. Buenaventura definió el teatro como un no saber, por ello nosotros tratamos de trabajar no con base
en lo que sabemos sino que vamos siempre a la pesquisa
de lo que no sabemos.
En esa metodología utilizamos siempre el bosquejo, y lo
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hacemos de la misma manera en que se hace una cacería: otear, atisbar, acechar. Cuando nos proponemos un
tema para una nueva puesta en escena disponemos de
dos herramientas básicas: información (leer, investigar)
e improvisación (bocetos, tentativas de escenario).
entreactos
Revista de Teatro
A partir de ahí, y muchas veces de ma-
puesta en escena, que es ya la tercera
nera simultánea, se va abriendo la ar-
parte, en la que hay mucha participación
quitectura de la pieza. Hay que dejar-
colectiva y mucho ejercicio de prueba,
se arrastrar un poco por la sabiduría del
ensayo y error. En este momento se des-
actor; es decir, el actor tiene una sabi-
carta mucho material, y es la parte más
duría pero no sabe que la tiene porque
difícil porque ya uno se tiene que definir
su discurso no es el discurso del habla ni
por un estilo, por una forma narrativa.
el discurso del científico sino el discurso
del cuerpo y del escenario, y yo confío
Entreactos: ¿En qué momento recoge
mucho en esa sabiduría del actor. Es en-
usted todo eso y se le vuelve una gran
tonces cuando empezamos un trabajo de
inspiración?
99
Fernando González - Velada Metafísica
Director: Cristóbal Peláez
C.P.: En el momento en que yo empie-
C.P.: Se supone que el texto es la parti-
zo a probar con los actores, empiezo a
tura final de la puesta en escena y todo
equivocarme más y los actores lo saben.
lo anterior es pretexto de todo este pro-
Muchas veces los actores hacen una im-
ceso del que estoy hablando: hacer una
provisación o un ejercicio, me lo mues-
decantación y sacar finalmente el tex-
tran y yo no tengo una opinión porque
to que ya es concebido no solo desde el
no soy una máquina automática de sa-
punto de vista de los actos de habla sino
biduría y estoy perdido o confundido.
desde la acción, el texto del cuerpo y el
Yo tengo angustias, tengo vacilaciones,
texto de la voz. Es un proceso magnífico,
no tengo el conocimiento completo del
un periodo de concepción fenomenal,
teatro afortunadamente no lo tengo
placentero, doloroso, intenso, uno se
sino que empiezo a hurgar con el actor
vuelve un organismo vulnerable, recep-
y a buscar, como lo definió Peter Brook
tor de cuanto transcurre a su alrededor,
maravillosamente: “el teatro es un mon-
la puesta en escena es un alumbramien-
tón de ciegos conducidos por un ciego
to. Por ello cuando se termina nos llega
que lleva una linterna”.
la depresión posparto, la sensación de
saco vacío. Después de un montaje hay
Nosotros
somos
excesivamente
len-
que recargar fuerzas, ver mucho tea-
tos para montar, tratamos de trabajar
tro, ver muchas películas, procurarse
mucho con el método Flaubert, que se
muchas emociones, leer mucho, tener
sentía satisfecho si lograba adelantar
experiencias de vida para ir forzando
una sola línea pero muy bien escrita.
a las evoluciones interiores, a nuevos
100
estados
emocionales
y
perceptivos.
Entreactos: Hablemos de texto y pre-
No se hace teatro por hacer teatro, se
texto, ¿para usted el texto es un pretex-
hace porque cada nueva puesta en es-
to para llevar a escena, para hacer una
cena podría ser un intento de aprehen-
puesta en escena, para recrearse, para
der el mundo, sí, de gozar también, de
gozar, para vivir, para mirar?
protegerse de no se sabe qué cosas.
entreactos
Revista de Teatro
Entreactos: ¿Qué significa para usted la
adaptación teatral, después de muchos
años de haber tocado muchos textos, la
poesía, el teatro, la pintura, la danza,
el cine, el video, la televisión, ¿cómo te
alimentas de todo esto y lo llevas a la
adaptación?
C.P.: De entrada, ya sabemos que el teatro escrito no es teatro, es decir, los dramaturgos son arquitectos, los directores
son ingenieros, y la suya es una labor
muy difícil porque el teatro es un saber
muy impreciso, que no tiene la rigurosidad y la codificación de la partitura
musical, tan emparentada con el rigor
O Marinherio
Director: Cristóbal Peláez
de las matemáticas. El teatro es muy imunas reglas y algunas teorizaciones, no
mente. Pero hay otras partituras que no
está codificado aún, entonces hay textos
son planos sino materiales, son como lí-
que uno mira como si fueran un plano,
neas, formulaciones, bosquejos de espa-
del mismo modo que un arquitecto mira
cios que le sugieren a uno construir una
un plano, como en el caso de O Marinhe-
casa con estos materiales sin plano. Yo
rio, en el que se cambió solo una frase
creo que, en el mejor de los casos, se
y se llevó “in extremis” todo eso que en
trata de un medio ingeniero, como en el
un principio Medellín rechazó: el hecho
caso mío, medio arquitecto, lo que lla-
de que hubiéramos abolido movimiento
man no dramaturgo sino dramaturgista, y
y hubiéramos decido ser estáticos total-
me encanta mucho y he ido descubriendo
101
preciso y muy subjetivo, y aunque tiene
que al cabo de los tiempos me he ido
dedicado a la necrofagia o que induzca
interesando mucho más por la realidad
al suicidio, no, es todo lo contrario, en
que por la fantasía, es decir, descubro
la medida en que uno se aproxime a la
más fantasía en la realidad que en la
muerte y al sentido de la muerte, pues
fantasía misma. No es extraño que ha-
la muerte también hay que concebirla
yamos empezado a trabajar a autores
como una fiesta. El teatro es un labora-
como Alfred Jarry, interesados en él más
torio donde se estudia el hombre; el ser
que en su obra, así como nos interesa-
humano es el gran tema del teatro. Yo
mos en Silvia Plath, en Fernando Gon-
he visto muchas versiones de Hamlet y
zález, en Jorge Holguín, lo cual llevó a
siempre vuelvo a Hamlet. ¿Por qué vuel-
alguien a decirme que yo me había de-
vo a esta obra si ya me sé la historia?
dicado al teatro documental, y yo creo
Porque me interesa mucho la suerte de
que sí, me encanta la realidad porque
ese muchacho con ese gran problemón
es un cariño y un afecto por la especie,
y veo en la especie mucha fantasía, es
decir, como Silvia Plath hay personajes
que le pusieron, y entonces yo vuelvo a
sentir otra vez con él.
Entreactos: ¿Y se siente un poco Hamlet?
que pertenecen a un orden bastante ficcional, parece mentira que existieran
C.P.: Sí, claro. Se ha dicho que el públi-
personajes de esos, y los hay con talen-
co es esa masa humana que va a ver An-
to, creatividad, dificultades para existir,
tígona y durante dos horas se convierte
depresión, sentido de la muerte, sentido
de la enfermedad, y hay que recordar
102
que el teatro tiene un principio básico:
es en principio un interés por el otro.
en Antígona, y cuando sale se convierte
en Creonte. Entonces yo puedo participar en el teatro porque el teatro obliga
a la irreversible vida, es decir, voy todas
las noches y veo que ahogan a Desdémo-
Yo creo que en el teatro hay también
na, participo en ese crimen, participo
un principio de solidaridad: no es cier-
de la pesadilla, pero qué alegría cuando
to, como dicen algunos, que yo me haya
salgo y no soy llamado a declarar, ni soy
entreactos
Revista de Teatro
Angelitos empantanados
Director: Cristóbal Peláez
enjuiciado ni preso. El teatro nos aproxi-
co, le echamos salsa de tomate, no para
ma a la pesadilla sin necesidad de perder
hacer un chiste sino para producir un
la inocencia.
efecto de distanciación, es decir, todo
acuerdo con la teoría del distanciamiento, frente a aquello de la reflexión del
esto es juego, todo esto es teatro. Ver
espectadores riendo o llorando a mí no
me gusta mucho.
público, con esa reflexión que viene des-
Entreactos: ¿Podríamos decir que en una
pués de ver el espectáculo?
obra como Silvia Plath el musical se con-
C.P.: Absolutamente, en una obra como
Silvia Plath tuve todo el tiempo a Brecht
vierte en el distanciamiento, con el elemento de música en vivo?
en la cabeza; y en Angelitos empanta-
C.P.: Claro. Y ella era una mujer que lu-
nados, cuando a Angelita la atropella el
chaba por vivir pero le pudieron más esas
tren, que es un momento muy dramáti-
sombras que la arrastran a la autoelimi-
103
Entreactos: ¿Estás entonces muy de
nación, no era un ele-
ha logrado hacer música,
caja dejó escapar la espe-
mento aislado, hay que
ha logrado hacer grandes
ranza. Baudelaire la lla-
asociarlo a la compulsión
pinturas, lástima que una
maba la esperanza, una
creativa de los grandes
criatura como esta vaya
loca encantadora, pero
suicidas de la humanidad,
a desaparecer pero tiene
qué sería de nosotros si
a quienes yo les tengo
que ser así, quizá porque
no tuviéramos un poco
una mirada muy amorosa
el planeta debe seguir su
de esperanza. El acto de
porque son personas que
curso.
la creación es una postu-
han sufrido mucho y se
han dedicado a matarse
a punta de tabaco, aguardiente, drogas o armas.
Entreactos: ¿Cómo asume una persona tan sensible como usted las noti-
ra de optimismo frente
al mundo, pero sabemos
que finalmente a nosotros
nos gobierna el azar. En
104
Tengo una mirada muy
cias de catástrofes como
afectiva, y no porque
los recientes terremotos
tenga tendencias suici-
de Chile o el de Japón en
das, no. Quisiera vivir dos
2011, un país con toda
vidas, si me permitieran
una tradición de lo místi-
repetir, yo repetiría.
co, de la meditación?
La humana es una espe-
C.P.: Nosotros estamos
rrolle por azar. Uno no es
cie bonita, una especie
a merced de una era de
descreído del mundo sino
exitosa, también, cier-
hielo, de un meteorito,
que uno mira todo esto y
to, una especie bastante
es decir, el hombre no
uno no es tan torpe como
negativa para el planeta,
es eterno. La religión ha
para pensar que hay un
pero me agrada mucho
sido muy engañosa con
Dios, que hay un tipo allá
porque es una especie
eso. Recordemos a Pan-
vigilando. Las religiones
que también ha logrado
dora. Ella está muy mal
se hicieron para procurar
hacer maravillosas obras,
vista porque desde su
esperanza, es un opio.
una época fueron los dinosaurios los “exitosos”,
ahora
somos
nosotros:
llegará un momento en
que no seamos nosotros,
y otra criatura se desa-
entreactos
105
Revista de Teatro
Los ciegos
Director: Cristóbal Peláez
Fotografía: Óscar Botero
Las criaturas terrestres parecen inclinarse de un modo
natural a la droga, a la alucinación. En épocas de mucha
desesperanza, de mucha violencia, proliferan los casinos, las iglesias y las academias de teatro.
Alguna parte del teatro latinoamericano se ha dedicado
a suscitar el pesar, y en mi caso no es el pesar. Con las
obras de Andrés Caicedo nunca tuve la idea de mostrar
a ese pobrecito muchacho que se suicidó, todo lo contrario, es el triunfo sobre la muerte, la sonrisa cáustica
sobre él es la lejanía a la muerte. En el caso de Jorge
Holguín, la idea es que en ningún momento los espectadores salgan diciendo “¡ay!, pobrecito, murió de sida,
cómo sufrió”. No se trata de suscitar pesar, porque a
diario mueren personas de sida o de cáncer, y es algo
que cumple su función dialéctica de vida.
Entreactos: Pero es una enfermedad que se lleva a unos
personajes como Bernard Marie Koltès, ese dramaturgo
joven que buscó la muerte como un suicidio en las oscuridades de los bajos fondos de París, y así muchos otros.
Y traer a José Manuel Freidel en este momento no parece venir al caso; sin embargo, hagámosle un pequeño
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homenaje en esta entrevista porque él fue un creador
muy pródigo en la escritura y en la puesta en escena.
C.P.: ¿Pero cuál artista es conocido por no ser un gran
enfermo? Si lees la historia de Kafka, es un enfermo por
completo, un tipo completamente retraído. Hay autores
entreactos
Revista de Teatro
que trabajan desde la razón, como Brecht, con una gran
inteligencia, pero los otros son como unos animalitos
heridos que van escribiendo, mostrando el mundo. El
punto de vista del artista es la otra mirada, eso es lo que
pasa en un Koltès, por ejemplo, esa es la compulsión
que tenía un tipo como Freidel, y los que no tenemos
eso y somos muy aliviados, digámoslo así, nos dedicamos
a traer los muertos para que hablen.
Entreactos: ¿Usted se metería con un Heiner Müller?
C.P.: Sí, claro. Heiner Müller me convoca siempre a la
libertad de creación porque sus textos no son cerrados,
consecutivos, se pueden abrir a múltiples posibilidades
Entreactos: Un tema muy amplio es el del actor. El actor del Matacandelas es integral porque es un actor que
canta, toca instrumentos y baila. La preocupación del
Matacandelas es estar veinticuatro horas al día en disposición del teatro, y eso es muy importante pero el agobio
del capitalismo y el consumismo hace que los actores se
pierdan un poco en esas marañas, entonces buscar otras
fuentes de ingreso los hace perder un poco el ritmo o el
el tiempo en el escenario o estar inventando, creando,
imaginando. ¿Qué les diría usted como maestro a los muchachos que están comenzando a formarse como actores?
C.P.: Hay una cosa que no es mía sino que pertenece a
la historia del arte: todo es disciplina, y por eso se ha-
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sentido de lo que es el teatro, y les impide estar todo
bla del teatro como una disciplina, de la
no aspiro a dirigir en otra partes porque
música como una disciplina. En primer
creo que no soy capaz de dirigir teatro;
lugar, no se trata de que alguien salga de
es decir, yo tengo unos modos propios de
la universidad, se gradúe y ya es actor,
trabajar con estos muchachos median-
sino que en ese momento es cuando em-
te la búsqueda, que ellos me permitan
pieza a tratar de ser actor, es decir, está
mis vacilaciones y mis vacíos y mis os-
a punto de nacer el actor.
curidades y mis ignorancias, y de pronto
Hay dos grupos que están considerados
como muy estables: la Candelaria y el Matacandelas y que algunos dicen que son
como dos dinosaurios. Yo sé que el trabajo
en grupo, como lo concibe Matacandelas,
ya no es tan posible como antes. Hay que
partir de dos niveles del Matacandelas:
este era inicialmente un grupo juvenil
vocacional cuya fundación se debe, digo
yo, al cambio de jornada de todo el día
por jornada continua de 7 a 1 pm, y como
los muchachos se quedaban vagos por la
tarde, las familias se preocupaban y pensaban qué ponerlos a hacer para alejarlos
del bazuco y las malas compañías; enton-
108
ces era mejor que se quedaran encerrados
haciendo teatro; a eso se debe en gran
parte el éxito del Matacandelas.
han aprendido a confiar en mí, en ciertas intuiciones, en cierta vacilación y en
cierto grado de experiencia que también
hace falta, y me han llevado a creer que
soy director.
A nosotros nos han dicho que somos
como monjes, y una vez nos dijeron que
éramos muy pálidos porque nos manteníamos encerrados. A mí no me gusta
asumir el teatro como un estado místico, como se asume en otras partes desde el punto antropológico. El teatro es
una gozadera, la creación es una fiesta.
Una idea es una fiesta, como decía Gilles Deleuze, y nosotros nos la gozamos
mucho. Aquí mantenemos un código de
honor: “hay que entrar bien y hay que
salir bien”. Pero hay un concepto que a
Yo concibo el teatro como una entrega y
mí me gusta mucho: yo no trabajo con
una disciplina; de hecho, como director,
actores sino con seres humanos, y trato
entreactos
Revista de Teatro
de entenderlos, de explorarlos desde el punto
de vista de la voz de ellos, de lo que ellos pueden dar, de su propia kinesis; y no me gusta sacralizar el arte del actor, a mí me molesta muchísimo la idea de que el actor es un sacerdote
de los tiempos modernos. El actor de aquí es
más brioso, es un actor más espontáneo, es un
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actor más alegre
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